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Marco teórico

La Desnutrición constituye una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el


mundo, las estadísticas muestran que existen 480 millones de personas que la sufren, lo que
representa aproximadamente el 10.5% de la población mundial. En América Latina, más del 50% de
los niños menores de 6 años presentan algún grado de desnutrición.
La Desnutrición es definida como el proceso patológico resultante del desequilibrio entre el aporte de
proteínas y energía y las demandas del organismo. Existen diferentes formas de clasificarla
atendiendo a su etiología, déficit predominante de nutrientes, etc. aunque también existen formas
mixtas.
Este es un problema de grandes proporciones, trascendencia histórica y afectación mundial , con altas
tasas de morbilidad y mortalidad, causante de millones de muertes anuales y severas consecuencias,
principalmente en los grupos considerados de riesgo, como las mujeres embarazadas y los niños
menores de 5 años.
Actualmente en el mundo el problema de la Desnutrición ha tomado grandes proporciones, ya que 1
de cada 5 personas sufren de Desnutrición crónica, calculándose unos 1200 millones de afectados a
nivel mundial; se reporta 226 millones de niños con retardo en el crecimiento para su edad, de los
cuales 150 millones son menores de 5 años. En países en desarrollo anualmente entre 10 y 13
millones de muertes infantiles de causas prevenibles; están relacionada a la Desnutrición directa o
indirectamente.

No solo la muerte si no otros trastornos como alteración de la inmunidad, que lo predispone a sufrir
procesos infecciosos a repetición, acortamiento de la talla para edad y retraso del desarrollo mental
con reducción de la capacidad intelectual , procesos que disminuyen la capacidad de superación y
trabajo del individuo, lo que a su vez afecta su estatus económico y nivel de educación; convierten el
problema Desnutrición en un círculo vicioso que ya no sólo afecta a el individuo sino también a sus
descendientes y comunidad.

Estado nutricional
Definición: Condición o situación nutricional de un individuo, determinada por factores ambientales,
familiares, de seguridad alimentaria e individuales, "la cual es necesaria para el éxito entre los
procesos de reproducción, crecimiento, desarrollo, maduración y para la normalidad de los procesos
de socialización y envejecimiento" .
La nutrición de los seres humanos está determinada por la acción sinérgica de factores intrínsecos y
extrínsecos cuya dinámica es necesaria conocer a fin de promover, mejorar o sostener la correcta
alimentación de las colectividades. Los problemas de salud no pueden desligarse de una multiplicidad
de factores, que interaccionan entre sí en mayor o menor grado, para condicionar la salud de los
individuos, tal es el caso de la desnutrición en menores de 5 años, en la que influyen factores
relacionados con el niño, la familia, ambientales de saneamiento básico, de seguridad alimentaria, de
la comunidad, etc.
Factores que Determinan el Estado Nutricional:
Familiares. como analfabetismo, escolaridad, hacinamiento, ingreso económico. El nivel educativo de
los padres tiene grandes repercusiones en la salud familiar, principalmente en el estado nutricional;
en materia de ingreso familiar, un mayor nivel educativo proporciona mayores y mejores
oportunidades de trabajo con un salario más acorde a las necesidades de los individuos; a nivel del
hogar una mayor escolaridad proporcionaría los conocimientos básicos necesarios para elegir estilos
de vida más sanos, permitiendo percibir los requerimientos nutricionales e higiénicos a los niños,
disminuyendo la probabilidad de infecciones y desnutrición .
La presencia de adicciones en la familia como alcoholismo, tabaquismo, etc., consumen recursos que
de otra forma podrían ser utilizados para la alimentación. El hacinamiento predispone al desarrollo de
procesos infecciosos que repercuten en el estado nutricional del niño. En Honduras un promedio de
3.6 personas viven en cada habitación existente.
La ocupación de los padres puede influir en el estado nutricional porque ya no se cuenta con tiempo
suficiente para la educación y el cuidado de los niños, la lactancia materna y un mejor manejo
dietético. Un hogar desintegrado también es una variable de riesgo, el abandono del hogar por
alguno de los padres puede afectar el ingreso económico familiar con disminución del poder
adquisitivo y disminución de la producción familiar de alimentos en el caso de los agricultores,
provocando inseguridad alimentaria. Además, suele provocar trastornos psíquicos en el niño, que a su
vez, pueden determinar una anorexia rebelde y conducir a desnutrición.
En Honduras, uno de cada tres adultos es analfabeto. En 1994 la tasa de alfabetización fue del 71% en
hombres y 57% en mujeres, con una tasa a nivel nacional del 64%. Según la Encuesta Nacional de
Salud Materno Infantil 98/99 las tasas de mortalidad infantil y en la niñez son 40% mayores en hijos
de madres sin ningún nivel de educación; además dos terceras partes de los niños de madres sin
educación presentan retardo en el crecimiento, cantidad que es 5 veces mayor que la observada en
niños de madres con educación secundaria o más. Según Vega Franco un nivel primario en la
educación de la madre es una medida cuya eficacia para disminuir la desnutrición es 3 veces mayor
que la de un incremento del 10% del ingreso familiar.

Ambientales. Las condiciones sanitarias, disposición de vías de acceso, disponibilidad de agua


adecuada para consumo humano, presencia de drenajes y servicios básicos, el clima y sus variaciones,
la deforestación y sistemas inadecuados de distribución de alimentos condicionan también el estado
nutricional. La pobreza es una de las principales razones por las cuales muchas familias carecen de
agua salubre y servicios de saneamiento.

Seguridad Alimentaría relacionados a la disponibilidad, acceso y aceptabilidad de los alimentos. El


ingreso económico determina la oportunidad de los individuos de adquirir bienes y servicios
considerados como canasta básica; tanto menor sea el ingreso, menor será el poder adquisitivo, lo
cual lleva implícito el riesgo de adquirir enfermedades infectocontagiosas que afectarán el estado
nutricional de los individuos. "La Seguridad Alimentaria y nutricional es un estado en el cual las
personas gozan, en forma oportuna y permanente, de acceso a los alimentos que necesitan, en
cantidad y calidad para su adecuado consumo y utilización, garantizándoles un estado de bienestar
general que coadyuve al logro de su desarrollo". La inseguridad alimentaria está determinada a su vez
por limitaciones en la disponibilidad y el acceso a los alimentos, en la educación y cultura alimentaría
nutricional de la población y en su condición sanitaria. Se dice que existe disponibilidad de alimentos,
cuando las reservas de alimentos de un país o región son suficientes para cubrir las necesidades
nutricionales de todos sus habitantes, brindando a cada uno de ellos una dieta balanceada y
suficiente; el acceso a los alimentos hace referencia a la posibilidad de cada individuo de obtener los
alimentos que le son necesarios y que están a su disposición, ya sea por compra, intercambio, etc.; la
aceptabilidad se refiere a la aceptación de los alimentos por el consumidor de acuerdo a sus
conocimientos sobre los requerimientos dietéticos necesarios y el valor nutritivo, sus patrones
culturales, las influencias sociales, las condiciones de vida y el gusto propio; en cuanto a la utilización
biológica de los alimentos, el individuo teniendo alimentos a su disposición o habiéndolos consumido
no los aprovecha desde el punto de vista biológico, éste aspecto se ve influido por factores tales como
conocimientos dietéticos, malos hábitos alimenticios, técnicas inadecuadas de conservación o de
preparación de los alimentos, inadecuado saneamiento ambiental, etc. Alcanzar la seguridad
alimentaria es un problema tridimensional; en primer lugar es preciso garantizar un suministro de
alimentos inocuos y nutricionalmente adecuados, en segundo lugar es preciso conseguir un grado
razonable de estabilidad en sus suministros y en tercer lugar cada hogar debe tener acceso material,
social y económico a una cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades.
En el mundo aproximadamente 2,000 millones de personas carecen de seguridad alimentaria.
Honduras se encuentra entre los 82 países de bajos ingresos con déficit alimentario, ya que no es
autosuficiente en la producción de alimentos y no posee los recursos para cubrir el déficit con
importaciones.
Un factor coadyuvante a esta situación es la gran población sin tierra, ya que sólo el 2% de las
propiedades abarcan más del 80% del área agrícola. Del total de la población hondureña, calculada
en 8,3 millones, más de la mitad el 57%, es pobre y más de un cuarto 27% es extremadamente pobre
con un índice de desempleo total cercano al 40% de la población hondureña.

Factores del niño: Los procesos infecciosos, en especial los cuadros de enfermedades diarreicas y
respiratorias por su mayor frecuencia y duración son factores determinantes del estado nutricional al
producir malabsorción intestinal de macro y micronutrientes, en el caso de la diarrea y disminución
de la ingesta de alimentos con depleción de las reservas del organismo en ambos casos. La
Diarrea es una causa importante de mortalidad en países en desarrollo, al ocasionar 5 millones de
muertes anuales en menores de 5 años.
El inicio temprano de la complementación alimentaría expone al lactante a contraer ciertas
enfermedades por el consumo de alimentos contaminados, además el contacto prematuro de los
alimentos con el sistema gastrointestinal aún inmaduro del lactante predispone en muchas ocasiones
al desarrollo de lesiones intestinales con el consecuente síndrome de malabsorción. Una
complementación alimentaría tardía expondría al niño a una situación carencial.
Otro factor asociado es el período intergenésico corto, definido como el período de tiempo
transcurrido entre dos nacimientos consecutivos. En Honduras debido al bajo nivel educacional y la
falta de accesibilidad a servicios de salud, este fenómeno cobra gran importancia y es aún más
significativo en la región de Gracias a Dios, por las características socio-ambientales especiales de la
misma.
Factores Relacionados a los Servicios de Salud: Diversos factores relacionados al servicio de salud,
como el número de profesionales de la salud en proporción al número de habitantes de una región, el
acceso y la disponibilidad de dichos servicios condicionan la búsqueda de ayuda médica por parte del
usuario, lo que determina el aumento de la incidencia, prevalencia diagnóstico tardío y retardo en el
tratamiento de diversos procesos infecciosos que afectan el estado nutricional de la persona.
Todos estos factores en forma individual o interaccionados entre sí condicionan el estado nutricional
del individuo, y su desequilibrio puede dar origen a la Desnutrición.

Desnutrición
Definición: Condición patológica derivada de un desequilibrio entre el aporte de nutrientes y energía
a los tejidos y las necesidades biológicas de las células, resultado de un inadecuado aporte o sub-
utilización por el organismo, produciendo un estado catabólico sistémico y potencialmente reversible,
presentando diversos niveles de gravedad y manifestaciones clínicas. Según la Organización Mundial
de la Salud actualmente en países en desarrollo hay aproximadamente 150 millones de niños
menores de 5 años que están desnutridos, diagnosticados en base a su peso para edad. El 50% de los
niños del Asia meridional presentan algún grado de desnutrición; en África uno de cada tres niños
tienen un peso inferior al normal y en diversos países de ese continente la situación de desnutrición
infantil continúa empeorando.
En la región de las Américas el problema de la desnutrición continúa siendo uno de los de mayor
magnitud y trascendencia en salud pública; en 1995 se estimó que aproximadamente 1 millón de
niños nacieron con bajo peso y 6 millones presentaron un déficit severo de peso como resultado de la
interacción de la desnutrición con procesos infecciosos y demás factores de riesgo. Más del 50% de
los niños menores de 6 años presentan algún grado de desnutrición y 15 millones de infantes se ven
afectados por desnutrición moderada y de tercer grado, concentrándose principalmente en países
con grandes poblaciones como Brasil y México y en países con gran pobreza como Bolivia, Guatemala,
Haití y Perú. La relación entre nutrición-infección constituye la principal causa de enfermedad y
muerte en países como Honduras, afectando en mayor grado a las poblaciones más pobres, a las
mujeres y a los indígenas.

Fisiopatología:
La desnutrición afecta prácticamente a todos los sistemas del organismo. Las proteínas de la dieta son
necesarias para proveer aminoácidos para la síntesis de proteínas corporales y una amplia variedad
de compuestos necesarios para múltiples funciones. La energía es necesaria para todas las funciones
químicas y fisiológicas del organismo.
Al inicio la disminución en el consumo de energía provoca que el organismo reduzca su consumo
energético, cuando esto no es suficiente para compensar la baja ingestión la grasa corporal es
utilizada como fuente de energía, con disminución de la adiposidad, a medida que la reserva de grasa
corporal disminuye y la deficiencia de energía se hace más severa, se inicia el catabolismo proteínico,
con el consecuente desgaste muscular. El consumo de grasas y proteínas permite que incluso en
situaciones de inanición las concentraciones de glucosa permanezcan en límites normales.
Las hormonas desempeñan papeles importantes en los procesos de adaptación del metabolismo de
energía y proteínas en los casos severos de desnutrición proteico-energética. (13) En el marasmo la
adaptación es facilitada por niveles altos de cortisol y hormona del crecimiento, con una baja
secreción de insulina y hormonas tiroideas; mientras que en el Kwashiorkor la secreción de insulina
está aumentada, con hiposecreción de adrenalina y cortisol, con tasas de síntesis y catabolismo
disminuidas.
A nivel cardiovascular se presenta una disminución del trabajo cardíaco y su reserva funcional, con
alteración de los reflejos cardiovasculares, hipotensión postural y disminución del retorno venoso. En
el sistema inmunológico se produce depleción de linfocitos del timo, bazo y ganglios linfáticos y
disminución de la producción de factores del complemento. A nivel gastrointestinal hay alteración en
la absorción de glucosa y lípidos. El sistema nervioso central también se ve afectado con disminución
en el crecimiento del cerebro, la producción de neurotransmisores, la mielinización de los nervios y la
velocidad de conducción nerviosa.

Diagnóstico: El estado nutricional se puede determinar a partir de la evaluación de los signos clínicos
de desnutrición, de indicadores bioquímicos y de valores antropométricos. De éstos métodos
diagnósticos es la antropometría el más utilizado y estandarizado, ya que es rápido y fácil de realizar
además de que tiene ventaja sobre los otros métodos, ya que los indicadores clínicos y bioquímicos
son útiles únicamente en los extremos del espectro de la desnutrición, mientras que las mediciones
corporales son sensibles a todo lo largo del espectro. Dichas medidas antropométricas se comparan
con los valores de referencia del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de los Estados Unidos
(NCHS)/OMS permitiendo obtener el diagnóstico nutricional del individuo, clasificándolo por
categorías según los datos obtenidos. (9,14, 15). Desde un punto de vista práctico en los niños que
pueden ponerse de pie, puede calcularse el índice de peso/talla utilizando la escala de Nabarro, que
consiste en una serie de columnas verticales que representan el peso en kilogramos. Se coloca al niño
con los pies contra la columna correspondiente a su peso y la parte más alta de su cabeza indica el
índice de peso para la talla en el que se encuentra, de acuerdo a la siguiente escala:

ROJO: 60-80% de déficit del peso de referencia para la talla.


AMARILLO: 80-90% del peso de referencia para la talla.
VERDE: 90-110% del peso de referencia para la talla.
La falta de objetividad en la interpretación de los signos clínicos de desnutrición y la dificultad para
lograr su estandarización y expresión en forma cuantitativa, convierten a la apariencia clínica en un
indicador pobre para valorar el estado de nutrición de un niño sin desnutrición grave; por el contrario,
las mediciones antropométricas en el niño son más cuantificables y prácticas. Por ello, la OMS ha
recomendado los índices peso para la edad, talla para la edad, peso para la talla, circunferencia del
brazo y el peso al nacer para efectuar el escrutinio sobre el bienestar, la salud y el estado de nutrición
en grupos grandes de población.

Peso para la edad. Es un índice compuesto por la talla para la edad y peso para la talla. En el caso de
un índice peso/edad bajo, un niño puede ser normal o muy delgado. Consecuentemente en estudios
transversales el índice peso /edad es menos útil que los índices talla/edad o peso /talla. En cambio,
tiene más utilidad en el campo clínico en evaluaciones de seguimiento individual para detectar una
pobre ganancia de peso. Sin embargo, el índice peso para la edad ha sido el más usado para clasificar
la desnutrición proteico-energética y determinar su prevalencia.
Con esta clasificación, primer grado o desnutrición leve significa un peso/edad de 76-90% de la
mediana de referencia; segundo grado o desnutrición moderada 61-75%; tercer grado o desnutrición
grave un peso/edad menor de 60% ,este índice es inadecuado para distinguir entre diferentes tipos
de desnutrición debido a que el niño que es pequeño para su edad por razones genéticas o seculares
puede aparecer como desnutrido sin serlo y niños con talla normal y peso bajo para la talla pueden
pasar inadvertidos.
Debido a las desventajas con el uso del índice peso para la edad para clasificar y determinar la
prevalencia de desnutrición grave, un grupo internacional de expertos patrocinados por el Wellcome
Trust diseñó una nueva clasificación en 1968. (24) .Este grupo señaló que el niño con Kwashiorkor
presenta edema y por lo tanto provoca que el peso para la edad sea mayor de 60% de la mediana del
patrón de referencia.
La clasificación Wellcome divide al niño en cuatro categorías: peso bajo, Kwashiorkor, marasmo y
marasmo-Kwashiorkor. Sin embargo, De Maeyer (15) señaló que la clasificación Wellcome era
apropiada para propósitos clínicos pero no para estudios de campo, ya que los casos graves de
desnutrición en la comunidad son, en general, menos frecuentes que los casos de desnutrición leve o
moderada. Con base en estas consideraciones, los expertos han sugerido que, en estudios de campo,
en vez de dividir la mala nutrición en peso bajo, Kwashiorkor, marasmo y marasmo-Kwashiorkor, se
haga la distinción entre falla reciente en la ingesta de nutrimentos (desnutrición aguda) y retraso
pondo-estatural (desnutrición crónica o pasada). La desnutrición aguda sería determinada por un
déficit del peso para la talla y el retraso pondo-estatural o desnutrición crónica por déficit en la talla
para la edad.
Talla para la edad. El déficit en este índice refleja el estado de salud y nutrición de un niño o
comunidad a largo plazo. Cuando el déficit existe hay que considerar lo siguiente:

a) En un individuo puede reflejar variación normal del crecimiento de una población determinada.

b) Algunos niños pueden explicarlo por peso bajo al nacer y/o estatura corta de los padres.

c) Puede ser consecuencia de una pobre ingesta de nutrimentos, infecciones frecuentes o ambos.

d) A nivel poblacional refleja condiciones socioeconómicas pobres.


Peso para la talla. Cuando existe un déficit importante se asocia con enfermedades graves recientes.
En países subdesarrollados indica desnutrición aguda, la cual probablemente es el resultado de ayuno
prolongado, diarrea persistente o ambos.

El uso de los índices talla/edad y peso/talla en estudios de campo de prevalencia de mala nutrición
puede tener la ventaja de dar una idea más clara del tipo de desnutrición prevalerte además es de
valor para establecer prioridades de intervención nutricia.
Se ha demostrado mediante el análisis de Coréela-Ciño y regresión múltiple que peso para la talla y
talla para la edad son virtualmente independientes. Waterlow y Rutishauser sugirieron que niños con
desnutrición crónica agudizada (asociación de déficit en ambos índices) deben considerarse de alta
prioridad para programas de intervención nutricia inmediata.
Por el contrario, se ha sugerido que los niños con déficit de talla para la edad y un peso para la talla
normal sean considerados adaptados a una ingesta dietética baja; y aun cuando se acepta que el
déficit de talla para la edad significa desnutrición crónica o antigua, no se ha aclarado aún si estos
niños deban ser considerados como desnutridos en el momento de la evaluación.

Es ventajoso usar los índices peso/talla y talla/edad para diferentes propósitos y situaciones.

El déficit del peso para la talla como un indicador de desnutrición aguda, es útil para vigilar el estado
de nutrición después de una crisis de desabasto o desastres. Ashworth, demostró que la intervención
nutricia efectiva con niños evaluados en forma individual refleja inmediatamente la ganancia del peso
para la talla.

Se ha encontrado poca mejoría en la talla después de la desnutrición, y su grado depende del tiempo
de duración y la edad de la afectación. Es probable que los niños sean incapaces de alcanzar su
potencial de estatura debido a que después de la rehabilitación nutricia regresan al mismo ambiente
empobrecido de donde proceden, con escasa ingesta de alimentos y predisposición a infecciones
recurrente.

Los indicadores antropométricos se usan ampliamente para evaluar el estado de nutrición de niños,
pero la falta de consenso en cuanto a límites para las estimaciones de prevalencia ha impedido el uso
de métodos analíticos estandarizados en estudios de poblaciones.

Los problemas nutricionales tanto por exceso como por defecto constituyen un factor de riesgo
importante de morbilidad y mortalidad en el mundo. Se estima que un alto porcentaje de las muertes
en menores de cinco años son condicionadas por deficiencias nutricionales. Además del costo para el
niño con relación a su desarrollo biopsicosocial y del costo económico para la familia, la malnutrición
incrementa el gasto público en salud.

Una gran proporción de esos niños malnutridos son menos aptos para el aprendizaje y el trabajo, lo
cual perpetúa la pobreza de generación en generación; por todo ello, cada día es más importante
identificar los grupos poblacionales más afectados o en riesgo y su ubicación espacial, a fin de
implantar programas preventivos y/o correctivos mejor orientados, más eficaces y con mayor
impacto.

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