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ESCUELAS DEL DERECHO PENAL.

1) Escuela clásica: Entre sus principales exponentes se destacan cesare


beccaria, Francesco carrara, Gadetano filangieri, Giovanni carmignani,
Giandomedico Romagnosi, Enrico Pessina, Jeremías Bentham, Von
Feuerbach, Immanuel Kant, y Georg Wilhelm Friedrich Hegel.
Su máximo representante es Francesco carrara, que desarrolla y sistematiza la
teoría del delito como ente jurídico, ciencia jurídica, cuya cimiento fundamental
es el libre albedrío, de tal modo que para dicha escuela el hombre al realizar
una conducta punible actúa con voluntad consiente, inteligente y libre, por lo
que la pena es la retribución o castigo al ser humano autor del delito por haber
delinquido y para que no vuelva a delinquir.
La escuela clásica escogió para el estudio del derecho penal el método lógico,
abstracto o deductivo que consiste en partir de una premisa o ley fundamental
para que de ella se puedan derivar unas consecuencias es decir de lo general
a lo particular donde el derecho positivo deriva del derecho natural y éste del
derecho divino, todo a través de la razón.
Tiene por Fundamento la Filosofía Beccariana de corte liberal y humanista, en
la cual el delito, el delincuente y la pena se conciben así:
Delito: para la escuela clásica el delito es un ente Jurídico, su naturaleza es
esencialmente jurídica considerando este en la violación de la ley penal del
Estado.
Delincuente (autor de delito) ser normal que actúa con voluntad consiente,
inteligente y libre que se le atribuye una conducta antijurídica.
Resalta a su vez que en dado caso que una persona actué bajo una condición
psíquica o biológica que le impiden ver la ilicitud de dicho acto se le declara
inimputable sin hacerlo responsable de dicha acción.
Pena: aquella que garantiza el orden jurídico y a su vez los bienes
jurídicamente tutelados del Estado por el Legislador mediante una sanción
penal.

2) Escuela Positiva: Se destacan Cesar Lombroso, Enrico Ferri y Rafael


Garófolo quienes fusionaron los conocimientos propios de la medicina la
sociología y la criminología, dándole al derecho penal un tinte predominante
biológico social (método inductivo experimental).
Los positivistas plantean que el derecho es un producto de las condiciones
sociales e históricas vigentes en la comunidad, que ha sido puesto en las leyes
de cada estado para regular el orden y asegurar la convivencia en la
comunidad.
Es un producto histórico que tiene su origen en la necesidad de la vida social
representa el poder soberano que el estado ejercita como derecho y deber
impuesto por necesidad

Frente al delito: Para la escuela positiva El Delito se considera como un hecho


producido por el hombre; es el efecto del comportamiento humano
condicionado por factores sociales, físicos y antropológicos que lo impulsan a
delinquir

Frente al delincuente: Considera que el delincuente es un ser anormal


producto de causas internas es decir daños, defectos o animalias hereditarias,
o externas a sea por el medio ambiente donde se rodea, la economía, la
política social etc.

Lombroso afirma y establece con un análisis experimental inductivo mediante


la observación que los delincuentes con delitos graves se asemejan por sus
defectos genéticos como protuberancia en la frente, pómulos salientes, ojos
achinados o protuberancias en el cráneo.

Además la teoría Lombrosiana clasificó a los delincuentes en natos, locos,


habituales, ocasionales y pasionales.

Frente a la pena: para la escuela positiva la pena tendría el nombre de


“sanción” consistiendo ésta en una terapia social orientada a evitar que el
delincuente cometa nuevos delitos, la cual tendría una duración acorde con la
readaptación social que tuviera el individuo.

La gravedad de la sanción no dependía del daño causado sino más bien de lo


temible del delincuente

Además de lo anterior, según Garófalo se debía aplicar la pena de muerte a


aquellos delincuentes “incorregibles”.

Cabe resaltar que la escuela positiva contribuyó a la búsqueda del


comportamiento criminal en diferente sentido del derecho penal integrando la
biología, antropología criminal, la sociología etc.

También reconoció y aplicó en sus sanciones la suspensión condicional de la


pena, la libertad condicional, y el perdón judicial.
3) Escuela Dogmática: Originada a finales del siglo XIX en Italia como
principales exponentes se destacan Vicenzo Manzini, Arturo Rocco, Francesco
Carnelutti además de Giuseppe Maggiorre de Italia. A su vez Carlos Binding y
Ernest Belingde Alemania.

A esta escuela no le interesan los factores sociológicos, criminológicos o


antropológicos del delito. Su objeto de estudio es la norma penal, si una
determinada conducta contraviene al derecho penal vigente se toma como
delictiva para los dogmáticos es una acción u omisión típica, antijurídica y
culpable.

Delito: (Tipo penal) Conducta que contraviene el derecho penal vigente,


acción u omisión típica, antijurídica y culpable.
Delincuente: Toda aquella persona responsable de su delito que entiende
quiso con sus actos infringir el derecho penal vigente mencionado
anteriormente.
Pena: La pena tiene el carácter de reacción jurídica contra el delito y está
reservada solo a los imputables se destinan las medidas de seguridad que
pertenecen el derecho administrativo.

4) Escuela Finalista: Hans Welzel como aparece como su principal


exponente.
El sistema finalista entiende que no era posible separar la voluntad de acción
del propósito final perseguido por el sujeto agente; obligando en cada caso al
operador judicial a articular los elementos objetivos, subjetivos y normativos
dentro del tipo, con miras a estructurar el dolo o la culpa.
Delito: Es una acción injusta y culpable. Dicha injusticia nace de la tipicidad,
antijuridicidad y culpabilidad. El tipo penal consta de una parte objetiva que son
los sujetos y los objetos, y de otra subjetiva, equivalente al hecho doloso,
culposo o preterintencional.
Por lo anterior se dice que no hay delito si no coinciden acción y descripción
legal. Si la acción no está prevista como delictiva, se da la Atipicidad objetiva.
Ahora la comisión del delito exige dolo o culpa, esto es que la voluntad del
agente infractor este dirigida a la causación de un daño o que actúe de forma
descuidada de tal suerte que el delito ocurra.
Si el actor no obra con dolo o culpa, no hay delito como tampoco lo hay si
concurren causales de justificación, que como la legítima defensa o el estado
de necesidad hacen permisiva la conducta dañosa. Si la conducta se produce
por error, el delito se desnaturaliza.
Distinguen dos clases de error, uno; si el autor se equivoca al realizar su
conducta, sobre los elementos del tipo penal (error de tipo) y, el otro, error de
prohibición, si el autor desconoce que su conducta estaba definida como delito.
Delincuente: Todo sujeto que comete una acción injusta, culpable y dolosa.
Basta desear llevar a cabo un hecho típico para ser tenido como delincuente.

Pena: para el finalismo, la pena, que es consecuencia de haber obrado con


culpabilidad, tiene tres fines: Preventivo, dado por la amenaza de la carga
aflictiva; Retributivo, dado por la aplicación de la sanción; resocializador del
autor del ilícito que se deriva de la ejecución de esa pena.

5) Escuela funcionalista: Entre sus principales exponentes se encuentra


Claus Roxin (funcionalismo moderado) y Gunther Jakobs (funcionalismo
sistemático). Para los seguidores de la dogmática penal roxiniana el derecho
como arco toral del estado social y democrático de derecho encuentra en la
política criminal su mayor y más importante referente (hombre, sociedad,
realidad), superando así la dogmática lógico formal, propia de los sistemas
causalitas y finalistas. Por su parte, los cultores del funcionalismo
jakobsoniano basados en la enseñanza filosófica de Niklas Luhmann, quien
considera que el derecho es un sistema social, desarrollan toda una teoría
sociológica de valores, en que la respetabilidad de la norma juega un papel
preponderante, dado que toda comunidad se construye mediante normas,
correspondiéndole al derecho penal garantizar su subsistencia y eficacia.
Postulados:
• el sistema penal debe ser flexible, buscando corresponder a la realidad de
los nuevos sucesos criminales, permitiendo teleológicamente entrelazar la
política criminal y el derecho penal, atendiendo los marcos conceptuales,
sociales y de política criminal, en que la autopiesis sirve de catalizador en la
detención para el mejoramiento de las diferentes problemáticas que se
presente en cada comunidad.
• Para el funcionalismo el dolo y la culpa se ubican en el tipo penal.
• La tipicidad tiene arraigo en el principio de legalidad
• La acción típica según Roxin, consiste en el hecho de contrariar o violar
todas aquellas prohibiciones y mandatos establecidos por el legislador, salvo
que medie una causal de ausencia de responsabilidad.
• La antijuricidad viene categorizada con base en principio y valores
inherente en cada sociedad, desempeñando un papel importante la
proporcionalidad (la lesión del bien jurídico de la vida es más grave que la
afectación al patrimonio económico), la prevalencia del derecho (el
reconocimiento de legítima defensa) y la ponderación de bienes (la
concurrencia de un estado de necesidad.
• El funcionalismo estructura la teoría del delito bajo dos presupuestos
esenciales: injusto penal (tipicidad y antijuricidad) y culpabilidad. Dentro del
injusto penal se ubica como elemento novedoso la imputación objetiva del
resultado con miras a conjurar problemas de causalidad.
• El concepto de injusto con relación a los delitos de resultado se define
teniendo en cuenta la creación de un riesgo jurídicamente prohibido. El
desvalor de la acción deberá ser estudiado atendiendo al peligro objetivo y el
desvalor del resultado.
• La imputabilidad viene entendida como la falta de competencia para
cuestionar la validez de la norma.
• La culpabilidad hace parte de la responsabilidad que tiene por función de
política criminal establecer en cada caso la necesidad la necesidad de
imponer una pena para el autor de una conducta desviada. Lo anterior
significa, que el juicio de responsabilidad tiene que ser analizado desde tres
puntos de vistas: la culpabilidad del autor, la antijuricidad material y la
necesidad de aplicar una pena en particular para el responsable.
• La pena como última ratio tiene por esencia la prevención general y
especial, sin que la misma tenga carácter retributivo. Bajo tales postulados la
pena de muerte como la cadena perpetua no son de recibo para la escuela
funcionalista liderada por Roxin, en la medida de que el objeto de la acción
penal en la resocialización del delincuente.
• Desde un enfoque político criminal, la pena busca ser reemplazada por
nuevas formas que beneficien tanto el responsable como a la sociedad,
siendo un claro ejemplo, los trabajos a favor de la comunidad, la prohibición de
practicar o ejercer un arte, profesión u oficio (suspensión temporal o definitiva
de la licencia para conducir, cuando el autor sea condenado por lesiones u
homicidio culposo en estado de embriaguez). Sustraer al ser humano
responsable del contexto social por delitos menores no tiene asideros.
Criticas:
• La creación de un sistema abierto es por naturaleza acientífica,
permitiendo la imposición de normas no consensuadas y por demás arbitrarias.
• La falta de un método unificado en cuanto a los fines de la pena con base
en el moderno juicio de responsabilidad, reviste el juzgador de poderes y
libertades que pueden fracturar el principio de igualdad ante la ley y los
intereses de la victima
• No se llevó a cabo un estudio mediano respecto a los derechos de la
víctima dentro del proceso penal, toda vez que el mayor esfuerzo teorizante
se concentró en la persona del delincuente.
• El sistema funcionalista no es del todo novedoso, en la medida que en los
principales códigos del mundo, de vieja data han incorporado al sistema
algunos institutos alternativos de desjudicializacion despenalización, como
son: el principio de oportunidad, la justicia restaurativa, los mecanismos
sustitutivos de la pena privativa de la libertad.
• La pena de multa en algunos casos no se considera un castigo para el
delincuente, en razón a que esta puede ser pagada por un tercero.
Funcionalismo sistemático (Jakob)
• La acción y la omisión descansan sobre componentes primordiales
sociales relevantes, en la medida en que la primera es la realización
intencional de un resultado previsible mientras que la consiste en no evitar un
resultado evitable.
• La acción es el desarrollo sistemático de los aspectos objeto (muerte,
hurto) y subjetivos (ánimo de matar, animo de apropiarse de un bien ajeno)
concurrentes en el delito.
• Para Jakobs a diferencia de Roxin, la pena tiene como fin primordial el
restablecimiento del equilibrio normativo afectado por el delito, lo cual permite
que la sociedad confié en el ordenamiento jurídico vigente, en razón de que la
máxima expresión del derecho es la protección de la norma, en la medida en
que el delito no viene entendido como la resultante de la lesión o puesta en
peligro de un determinado bien, sino en la falta de fidelidad del ciudadano a la
ley, convirtiéndose la pena en la mayor garantía del derecho.
• Dice que lo importante no es el individuo sino la vigencia de la norma, lo
cual hace necesaria la creación de sistemas cerrados que garanticen la
legitimidad y eficacia mediante la imposición de pena.
• El delito tiene un carácter disfuncional, en la medida en que eel
comportamiento humano desviado amenaza o afecta el sistema social desde
el punto de vista de la norma de referencia. Como fenómeno desestabilizador
el delito afecta de manera considerable la paz y la armonía social.
• La imputación constituye presupuesto de la acción, lo que permite inferir
que la teoría de la imputación objetiva encuentra su máxima expresión en el
reconocimiento del riesgo jurídicamente permitido, el principio de confianza, la
prohibición de regreso y las actuaciones a propio riesgo.
• La tipicidad y la antijuricidad se encuentran englobadas en una única
categoría. El injusto penal viene entendido como toda acción típica no
tolerable desde el punto de vista social. No es antijurídico todo acto
socialmente tolerable o aquellos hechos que no obstante tener elementos
antijurídicos (antijuricidad formal) no dan lugar a la antijuricidad material, ante
el reconocimiento de una causal de ausencia de responsabilidad.
• La culpabilidad es todo acto o hecho de deslealtad o infidelidad con las
normas que integran el ordenamiento jurídico.
• La pena cumple una función simbólica, consideración a que la misma no
tiene por objeto un carácter retributivo, intimidatorio o resocializador de las
precedentes escuelas sino de restauración de la confianza social,
independientemente del carácter disuasivo.
• Para los funcionalistas es jurídicamente viable que, no obstante estar
demostrada la tipicidad, la antijuricidad y la culpabilidad, se prescinda de la
aplicación de la pena de manera excepcional, cuando le considere no
necesaria desde el punto de vista jurídico social.
• El derecho penal no puede ser visto como la única fuente para evitar el
delito
• No establece de manera racional las características de su teoría
haciéndolas abstractas.
• Las normas penales no pueden ser impuestas sin tener en cuenta los
valores acuñados por cada sociedad.
• La teoría Jakobsoniana peca por exceso de normativización y pocos
garantimos. (YESID VIEVEROS CASTELLANO, DIANNY ANDREA OROZCO,
DIEGO HERNAN FERNADEZ MANUEL ALEJANDRO CORREAL, GENNY
MILENA RICO, ADRIANA DEL PILAR TRUJILLO, 2011)

6) Terza scuola: La Tercera Escuela, Terza Scuola, escuela crítica o escuela


del positivismo crítico, tiene su aplicación precisamente por la pugna existente
entre las escuelas clásica y positiva. Tercera escuela la principal surge en Italia
(terza scuola), cuyos principales representantes son Alimena y Carnevalle. En
Alemania hubo una tercera escuela, que coincide con los postulados de la
italiana.
La tercera escuela sustenta los siguientes postulados
• Negación del libre albedrío
• El delito es un hecho individual y social
• Se interesa por el delincuente, más que por el delito
• Señala las ventajas del método inductivo
• Adopta la investigación científica del delincuente
• Considera la responsabilidad moral
• Distingue entre imputables e inimputables
• Plantea la reforma social como deber del Estado.

Naciendo la tercera escuela en virtud de la pugna establecida entre las


escuelas clásica y positiva, ha dado lugar a estimar y con razón, que la tercera
escuela está formada con bases de ambas escuelas. La crítica dirigida a esta
tercera escuela, estriba en sostener, que no contiene características propias
para formar una escuela. Por lo demás, su mismo fundador, Carnevale, repetía
también que la escuela surgió por "una necesidad de distinción aunque fuera
transitoria". ¿Qué se conoce como la Terza Scuola? Movimiento ecléctico
italiano, admite algunos principios clásicos y algunos positivistas.
Mira al Derecho Penal como ciencia independiente. Combate la teoría del
delincuente nato de Lombroso; por primera vez clasifica a los sujetos activos
del delito en Imputables e Inimputables y sostiene que el castigo (penas) es
solo para los primeros y a los segundos les viene a efectos de la defensa social
una medida de seguridad. Su precursor fue Emanuele Carnevale (1891).
También: Bernardino Alimena, Giambattista Impallomeni.

¿Cómo mira el delito la Terza Scuola? Consideran el delito como un fenómeno


complejo, el cual tiene su origen en causas sociales. Se debe combatir
arreglando la problemática social, mientras no se solucione el problema que
genera el delito, el delito seguirá existiendo. El delito no es entonces, un simple
ente jurídico, su origen está en el desorden social.
¿En la Terza Scuola cómo se mira el Derecho Penal? El Derecho Penal, para
ellos, se compone de tres elementos: sociológicos, sicológicos, y jurídicos.
¿Qué es para la Terza Scuola la pena? La pena tiene el carácter de coacción
sicológica a la que los asociados deben temer. Se crea para la defensa de la
sociedad y tiene la capacidad intimidatoria de los sujetos que se dispongan a
infringir la Ley (Principio de la prevención).
¿Cómo clasifican los de la Terza Scuola la sanción? Distinguen entre sujetos
imputables e inimputables por tanto hay penas para los primeros y medidas de
seguridad para los segundos. Las penas son aflictivas las medidas de
seguridad no lo son. (Contreras)

7) Escuela sociológica: Es un movimiento que predico en sus orígenes que la


delincuencia y las sanciones aplicadas a los responsables, deben examinarse
desde un punto de vista jurídico y social. Luego cambia y dice que el delito y
los mecanismos para la lucha contra él deben examinarse jurídica, sociológica
y antropológicamente, y estudiarse el delincuente, la delincuencia, las causas
que la generan y los instrumentos o medios para, en forma científica,
combatirla. Esta Escuela no contempla como la Clásica el libre albedrío (libre
escogimiento entre el bien y el mal), señalo que el delito tiene su causa en
circunstancias de tipo social, individual, físico y político. También diferenció
entre imputables e inimputables.
Su representante Fran Von Liszt, Prins y Hamel.
Esta Escuela dio gran desarrollo al Derecho Penal al proponer combatir la
delincuencia por las causas y no por sus efectos.

Enunciados
• No confundir derecho penal con sociología criminal Imputabilidad moral
fundado en normalidad psíquica Sus postulados son los siguientes:
• El Derecho penal es una ciencia independiente de la sociología criminal.
• Mantenimiento simultaneo de los conceptos de imputabilidad moral, basada
en la normalidad Psíquica y rechaza el libre albedrío.

• Consideración del delito como fenómeno natural y social y como ente


jurídico al mismo tiempo.

• La lucha contra la criminalidad debe emprenderse utilizando conjuntamente


las penas y las medidas de seguridad que no se excluyen sino que se
complementan
• La pena como bastión determinante de defensa social, busca prevenir la
comisión de delitos y la readaptación del delincuente el estudio de las causas
generadoras del fenómeno criminal. (Contreras).
Bibliografía
Contreras, C. A. (s.f.). A. (u. l. Santander, Ed.) Obtenido de
http://www.academia.edu/8774318/Escuelas_de_Derecho_Penal (Yesid
vieveros castellano, dianny andrea orozco, diego hernan fernadez manuel
alejandro correal, genny milena rico, adriana del pilar trujillo. (2011). Derecho
penal general casuistico. Bogota: ediciones doctrina y ley ltda.)

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