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ENSAYO
Características y Conceptos
de la Teoría Finalista del Delito
l. INTRODUCCIÓN
l. Génesis de la Teoría
La ley penal es más antigua que su formulación, basta para ello una li-
gera revisión de la historia del Derecho para encontrar sus huellas desde las
épocas de la faida o venganza privada (Del Vecchio, 1980: 470).
Es sin embargo con el pueblo Romano que se comienza a sistemati-
zar los criterios del Derecho, de este modo aparece el derecho penal priva-
do ... "obedeciendo a la doble idea de la retribución (talonial) y de la in-
demnización (damnum, poena); entonces fue una realidad viviente y pode-
rosa la concepción de delito y de la pena como una deuda y pago, como
extinción de la culpa por el padecimiento". Entendiéndose entonces por
delito al quebrantamiento de la ley moral "en tanto y en cuanto el Estado
tona a su cargo hacerla efectiva", y la pena tiene como desde los tiempos
antiguos, un carácter retributivo, así, ella desaparece la culpa (Mommsen,
1991: 4, 329 y 553).
Es esta una primera sistematización acerca del delito y, si se quiere, ya
aquí tenemos una primera teoría del delito aún cuando en esta concepción
de los romanos, como en todo el derecho penal antiguo, sólo se puede ha-
blar de un aspecto material del delito como es la acción humana y así mis-
mo de un aspecto moral que es lo que conocemos como imputabilidad;
siendo este último aspecto el que envolvía toda la desvaloración de la ac-
ción perpetrada (Novoa, 1982: 13). Es necesario señalar que el criterio de
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2.2.2. Tipicidad
La norma jurídica penal tiene dos partes (Hurtado Pozo, 1987: 353)
una que es la descripción concreta de la conducta prohibida que hace el le-
gislador, y que es abstracta, y formal. A esta conducta la llamamos tipo (Vi-
lllavicencio Terreros, 1990: 128). La teoría del tipo la enunció Beling en
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1906 por vez primera. Él consideró al tipo como "una descripción objetiva
de una conducta determinada totalmente extraña a todo juicio de valor jurí-
dico" (Hurtado Pozo, 1987: 354).
Tipicidad es la característica de una conducta -acción u omisión- de
estar adecuada a un tipo. Tipificar es la acción de elaborar un tipo legal
(Hurtado Pozo, 1987: 355).
De este modo una conducta es atípica si no se adecúa al tipo.
2.2.3. Antijuricidad
La antijuricidad de una acción-conducta, consiste en que ella debe ser
contraria al orden jurídico (Hurtado Pozo, 1987: 367).
Este autor nos dice que "la antijuricidad de un acto consiste en el jui-
cio objetivo y general que se formula en base a su carácter contrario al or-
den jurídico". La antijuricidad es pues el hecho contrario a derecho y por
añadidura injusto o ilícito (Peña Cabrera, 1994: 357).
La idea la completa Novoa (1982: 27), cuando señala que "La antijuri-
cidad constituye una nota de delito que envuelve el primer examen valorati-
vo que se hace, desde un punto de vista propiamente jurídica, de un fenó-
meno del mundo físico proveniente de un ser humano que ha sido filtrado
como de interés para el Derecho Penal por medio de la tipicidad".
Si bien lo anotado hasta aquí no agota el tema, sobre todo si se consi-
deran las causas de justificación, lo señalado es suficiente para los objetivos
que desarrollamos en la presente.
2.2.4. La culpabilidad
Este es el rasgo final que hay que examinar en una conducta típica y
antijurídica para aplicar una pena y tiene que ver con un juicio de reprocha-
bilidad y responsabilidad achacables al agente, la culpa es una falta volunta-
ria (Diccionario Nakal, 1990: 402) que implica responsabilidad del autor y
reúne a un conjunto de aspectos de la responsabilidad del agente tales como
capacidad de culpabilidad (imputabilidad) y conocimiento de la prohibición
(posibilidad de causarla).
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Este elemento "es el nexo subjetivo que une al autor con el hecho típi-
co y antijurídico, a través del dolo o la culpa" (Tavares Juárez, 1983: 25).
La culpabilidad admite dos formas autónomas: el dolo y la culpa (Hurtado
Pozo, 1987: 431 ).
Antes de concluir con la teoría clásica del delito debemos señalar que
antes de ella se consideraba la punibilidad como elementos del delito; aún
ello es así hasta nuestros días si bien son pocos los que acuden a esta cate-
goría.
Podemos resumir el delito en el siguiente cuadro elaborado tomando
como referencia las descripciones que nos hace Raúl Eugenio Zaffaroni
(1994: 327-328); así tenemos los siguientes elementos y sus conceptos.
l. Posición causal-naturalista
El sistema Liszt-Beling o causalista-naturalista se inspira en el pensa-
miento científico de las ciencias naturales en consecuencia con su adhesión
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2. Teorías neoclásicas
Los primeros años del siglo trajeron aparejados nuevos conceptos, crí-
ticas y descréditos del sistema Liszt-Beling (Hurtado Pozo, 1987: 320) el
que fue sometido a un proceso de transformación severo al influjo de las
teorías del conocimiento neokantiano de Stamder, Rickert, Lesk; que "junto
al método científico-naturalista de observar y describir, restauró una meto-
dología propia de las ciencias del espíritu caracterizada por el comprender y
valorar" (Jescheck, 1981: 277). De este modo la noción del delito es revisa-
da de acuerdo a los fines axiológicos del derecho penal que no son previstos
completamente en la ley; como contrariamente, admite el positivismo jurí-
dico (Hurtado Pozo, 1987: 320).
Esto hace que algunos autores como Felipe Villavicencio (1990) o
J. Bustos (1989) nos hablen de la teoría del causalismo valorativo o de la
teoría de la acción social, pero básicamente lo que hacen es someter cada
una de las características enunciadas a una revisión y reformulación profun-
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da; por ello es más propio hablar con Jescheck (1981: 277) y Hurtado Pozo
(1987: 320) de teoría neoclásica del delito. Así hay sistemas que proponen
modificaciones en la acción; y aquí destaca Gustav Radbruch que no existe
un concepto superior de acción que comprenda acción y omisión pues en
ésta última no hay movimiento corporal alguno y es por esencia la negación
de la acción; por tanto el concepto básico del delito es la realización típica
(Villavicencio, 1990: 104) porque acción y omisión tienen que permanecer
independientes (Bustos Ramírez, 1989: 139).
El civilista Hans Albrecht Fischer en 1911 encontró y señaló elemen-
tos subjetivos en la acción injusta, lo que es trasladado al Derecho Penal por
August Hegler en su obra Las Características del Delito en 1914. Por su
parte "Max Emst Mayer hace hincapié en los elementos subjetivos de las
causas de justificación" (Bustos Ramírez, 1989: 140); de este modo se pone
en evidencia la dificultad e "imposibilidad de una tajante distinción entre lo
objetivo y lo subjetivo, por el contrario existen injustos que requieren de as-
pectos subjetivos para su determinación" (Villavicencio, 1990: 104). Así el
hurto no puede concebirse solo como extraer una cosa ajena, pues así el tipo
legal tendrá un ámbito ilimitado, por ello sólo podrán ser hurto el extraer
una cosa ajena con ánimo de apropiación, este es para hacerse dueño y se-
ñor de ella. Es decir no basta el puro aspecto objetiv9 descriptivo sino que
requiere del elemento subjetivo de modo imprescindible (Bustos Ramírez,
1989: 140).
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Como nos dice Jescheck (1981: 278), las dificultades que presenta la
teoría de la acción se enfrentaron desde diversos puntos y así la acción pasa a
1 ser sucesivamente "comportamiento voluntario; realización de la voluntad;
comportamiento espontáneo; o sencillamente comportamiento humano".
Más adelante Eberhard Schmidt discípulo de Liszt, al analizar la ac-
ción pone el siguiente ejemplo "Mientras Adán permanece sólo en el paraí-
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so no había oportunidad de ver sus expresiones vitales bajo la problemática
del "actuar". Sólo la mancomunidad de los hombres puede y tiene que hacer
surgir esta problemática" (Bustos Rarnírez, 1989: 142).
De aquí se desprende que la acción sólo tiene sentido en tanto pueda
entendérsela como manifestación social, percibida por tanto según las "con-
cepciones, experiencias y costumbres de la vida social" (Bustos Rarnírez,
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Estas teorías filosóficas reciben más adelante los aportes de Kant, He-
gel, Hartmann; siendo estos pensadores de entre los varios que discuten el
tema, y que van a influir en Welzel. Las tesis fundamentales de la concep-
ción filosófica finalista son dos:
l. El mundo se organiza con vistas a un fin.
2. La explicación de todo acontecimiento (fenómeno) del mundo con-
siste en aducir el fin hacia el que él se dirige (Tavares Juárez, 1983:
54).
Como lo que nos interesa es el aspecto jurídico del tema, creemos que
con lo señalado hasta aquí basta para entender el criterio filosófico del
tema.
En la dogmática penal fueron Von Weber y Zu l>ohna quienes distin-
guieron por·vez primera en algunos delitos acciones causales y acciones fi-
nales (Tavares Juárez, 1983: 56).
Concepción Tipo
Causal Sólo se le imputa la causación _de resultado típico, sólo conoce
algunos elementos subjetivos del tipo. El tipo es objetivo. Dolo
es conocimiento de tipo y antijuricidad.
Final Es objetivo y subjetivo. El dolo es conocimiento de tipo objeti-
vo y voluntad final típica. El dolo está en el tipo subjetivo.
Racional-Final Afecta especialmente al tipo objetivo, su contenido no lo deter-
mina la causalidad sino la realización de un peligro prohibido y
el fin de protección de la norma.
VI. CONCLUSIONES
LISTA DE REFERENCIAS
BUSTOS RAMÍREZ J. Manual de Derecho Penal, Parte General. 3•. edic.,
Edit. Ariel, Barcelona (España), 1989.
CEREZO MIR J. "El Finalismo Hoy", en: Anuario de Derecho Penal y CC.
Penales. Madrid (España), 1994.
DEL VECCHIO G. Filosofía del Derecho. Edit. Bosch, Barcelona (España),
1980.
Diccionario Nakal2. Edit. Navarrete, Lima (Perú), 1990.
FERNÁNDEZ CARRASQUILLA J. "Enfoques Actuales de la Teoría del De-
lito". Derecho Penal y Criminal Vol. XI. W 39, Set.-Dic. 1994.
HURTADO POZO J. Manual de Derecho Penal, Parte General. 2" edic.,
Eddili, Lima (Perú), 1987.
JESCHECK H. Tratado de Derecho Penal. Bosch, 1981.
MOMMSEN T. Derecho Penal Romano. Edit. Temis, Bogotá (Colombia), 1991.
NOVOA E. Causalismo y Finalismo en Derecho Penal. 2• edic., Edit. Temis,
Bogotá (Colombia), 1982.
PEÑA CABRERA R. Tratado de Derecho Penal, Parte General. Edit. Gri-
gley, Lima (Perú), 1994.
ROXÍN C. "Finalidad e lmpulsación Objetiva". Cuadernos de Política Cri-
minal W 40, 1990.
TAVAREZ JUÁREZ E.X:. Teorías del Delito. Edit.lfammurabi, 1983.
VILLAVICENCIO TERREROS F. Lecciones de Derecho Penal. Edit. Cultu-
ral Cuzco, Lima (Perú), 1990.
WELZEL H. La Teoría de la Acción Finalista. Edit. De Palma, Buenos Aires
(Argentina), 1951.
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