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A partir de un trabajo de investigación realizado por el Ing. Leonardo Assaf y tomando como
base el consumo medio de energía eléctrica registrado en Europa en concepto de iluminación en
el año 2000, (3 W/m²/100 lux) se propone el siguiente ejercicio tendiente a revisar los varios
aspectos técnicos que constituyen la Eficiencia y Calidad en el alumbrado de interiores y de que
manera puede esto compatibilizarse con una instalación energéticamente eficiente.
Tomaremos como ejemplo de estudio la iluminación de una oficina, ya que estos espacios
constituyen una de las áreas más importantes en densidad de consumo energético en la
iluminación de interiores.
Sabemos que la iluminación del local será a partir de luminarias de emisión directa embutidas en
el cielorraso equipadas con tubos fluorescentes convencionales del tipo trifósforo color blanco
neutro (4000 K) de 36W c/u y balastos electrónicos.
Nuestra experiencia nos dice que, para el nivel de iluminación y uniformidad establecidos, lo
más indicado será trabajar con luminarias de 2 lámparas c/u. Si tenemos dudas, podemos
determinar primeramente el flujo luminoso total necesario para obtener el nivel de iluminación
requerido y luego decidir la cantidad de lámparas por luminaria.
A partir de estos datos, no será difícil determinar el tipo de luminaria más indicada para el caso.
Veamos: Sabiendo que se trata de una luminaria embutida para 2 tubos fluorescentes
convencionales de 36W c/u, podremos inferir que se trata de una luminaria con una superficie
iluminante horizontal aparente de aproximadamente 1.20m x 0.26m. Sabemos que tendrá un
flujo total instalado de 6900 Lm correspondiente a 2 tubos trifósforo de 36W. El valor que
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debemos despejar es el de la luminancia para un ángulo de 65º que sabemos no debe ser mayor a
las 200 cd/m².
Con esta información, podemos determinar que la luminaria a elegir no deberá superar las 3.8 cd
de intensidad luminosa en el ángulo de 65º en cualesquiera de los planos “C” de la misma.
(cd/1000 Lm)
Realizando algunos sondeos de mercado o mejor aún, basándonos una vez más en nuestra
experiencia, llegaremos a que la única luminaria que puede cumplir con estos requisitos en forma
relativamente económica deberá estar equipada con un eficiente louver doble parabólico.
La otra opción la constituye un louver tipo Full Reflex, pero su distribución luminosa
excesivamente concentrada la convierte en antieconómica debido a la mayor cantidad de
unidades a instalar para obtener la uniformidad deseada.
Ahora ya nos encontramos en condiciones de realizar un primer cálculo rápido para determinar
la cantidad de luminarias necesarias para lograr el nivel estipulado.
Este primer cálculo, utilizando uno de los buenos productos de industria nacional, nos indica la
necesidad de 14.7 luminarias. Por razones de distribución adoptaremos 16 luminarias y
realizamos el cálculo final punto por punto.
El cálculo arroja un excelente valor Emed de 562 lux con una magnífica uniformidad G1
(Emin/Emed) de 1 : 1.37 y G2 (Emin/Emax) de 1 : 1.55.
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A los efectos del consumo eléctrico, admitamos que el balasto electrónico utilizado tiene un
consumo de 4W. Con este último dato, totalizaríamos un consumo de 76 W por luminaria, que
multiplicado por las 16 luminarias de nuestro cálculo arrojarían un consumo total de 1216 W,
que darían una potencia específica para 100 lux por m² de 2.21 W/m²/100 lux!
o sea 11,80 W/m² para los 562 lux.
A primera vista, pareciera que hemos logrado un proyecto magnífico, con un excelente nivel de
iluminación, una óptima uniformidad y un consumo considerablemente inferior al propuesto. Y
efectivamente así es, si consideramos que nuestra oficina en cuestión se reduce a tan solo a un
“frío” plano de trabajo!
Pero sabemos que en realidad no es así. Nuestra oficina es un local y como tal el diseño deberá
realizarse considerando el espacio integralmente, incluyendo a la gente que habita en él y en el
cual permanecerá durante 8 o 10 horas diarias todos los días.
A que apuntan todas estas disquisiciones? A que existen muchos factores a considerar en un
proyecto al margen del mero cálculo de la iluminancia sobre el plano de trabajo y cuya
consideración seguramente elevará el promedio de consumo energético, pero también contribuirá
a elevar el valor de la Expectativa de Confort Visual (VCP) del personal.
Algunos de los elementos más importantes los constituyen las reflectancias de las superficies del
local y el mobiliario, las relaciones de luminancias entre el plano de trabajo y el entorno mediato,
(ej: las paredes) el modelado de la figura humana en toda su talla, sin entrar en este momento en
consideraciones sobre reproducción cromática, temperatura de color, color de las superficies, etc.
Tomemos uno de los dos inconvenientes más comunes que se producen en la iluminación con
louvers doble parabólicos y que es la iluminación del espacio y por ende de las personas que en
el se mueven.
Como se dijo anteriormente, en general el proyectista dará por satisfactorio el resultado del
cálculo precedente y difícilmente se le ocurrirá repetir dicho cálculo para una altura de plano de
trabajo de 1.70m, o sea, a la altura del rostro de una persona de mediana estatura de pié!
Solo por verificar, realizamos ese cálculo y con gran sorpresa veremos que ahora la relación G1
es de 1 : 5.4 mientras que la G2 es de 1 : 12.5!!! Esto a partir de que la iluminancia máxima
registrada es de 1425 lux y la mínima de 114 lux!. Cabe destacar que estos dos últimos valores
se registran dentro de una distancia de tan solo 1.0 m entre ambas..!
Esto implica que el rostro de las personas fluctuará entre una iluminación plena y una casi total
penumbra según el punto del local en que se encuentren.
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Figura 6 – Perfil de las iluminancias a la altura Figura 7 – Perfil de las iluminancias a la altura
del plano de trabajo = 0,75 m del rostro de una persona de pié = 1,70 m
En realidad, y viendo la fotometría de la luminaria utilizada, es fácil deducir que cualquier louver
que corte bruscamente la emisión luminosa en un ángulo relativamente bajo como en el presente
caso, producirá un cono de luz intenso y eficiente al plano de trabajo con un elevado CU, pero no
aportará iluminación espacial.
El segundo de los problemas que ocasiona este tipo de iluminación se refiere al mismo fenómeno
pero trasladado a la última fila de luminarias contiguas a las paredes. Esto se puede apreciar
fácilmente mediante alguno de los modernos programas de cálculo que permiten la realización
de un “render” o simulación computarizada del cálculo. Se observará que la pared paralela al eje
longitudinal de las luminarias se encuentra en penumbras hasta aproximadamente su tercio
superior (dependiendo de la distancia de las luminarias a la pared) mientras que en la pared
perpendicular a dicho eje se producirán marcados triángulos de sombra entre las filas de
luminarias. Este efecto es conocido en luminotecnia como “efecto cueva” o “efecto caverna”. Es
sumamente desagradable y provoca una sensación agobiante, al margen de que incide
desfavorablemente en la correcta relación de luminancias con el entorno mediato.
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Figura 9 – Render del local de cálculo iluminado y mostrando el mencionado efecto caverna.
(A la pared del fondo la denominaremos W3)
Estudios relativamente recientes (1), indican que la iluminación de los planos verticales (VPI –
Verti-Planar Illuminance) reviste una importancia crucial en la iluminación de espacios de
trabajo, incluyendo razones de índole fisiológica. Hay quienes afirman que la iluminación de un
recinto debería comenzar por las paredes.
Ahora bien: si al comienzo se dijo que esta era la forma más idónea de iluminar puestos de
trabajo con pantallas de video, cual es la solución?
Existen varias soluciones y complementos para compatibilizar la correcta iluminación del plano
de trabajo, lograr una total ausencia de reflejos en las pantallas de los monitores, crear un espacio
confortablemente iluminado y lograr aún una instalación energéticamente eficiente.
Si bien el propósito de este ejercicio no fue el de abordar una clase de diseño de iluminación si
no más bien el de realizar un análisis técnico que desnuda algunos errores que se cometen a
diario al utilizar los programas de cálculo lumínico en forma mecánica y como en este caso,
buscando solamente una instalación que cumpla con las normas y que sea energéticamente
económica, mencionaremos algunas de las maneras más comunes de lograr los complementos
mencionados.
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Para neutralizar el efecto caverna sobre las paredes paralelas al eje de luminarias, bastará con
reemplazar la ultima fila de louvers doble parabólicos por espejos asimétricos, los cuales
producirán un eficiente y uniforme Wall Washing o bañado de pared. También podrá
amortiguarse bastante la sombra si a la última fila de luminarias con louvers doble parabólicos se
le desplaza el tubo en el último de los canales convirtiéndolo así en asimétrico.
Para las paredes perpendiculares al eje de las luminarias, la solución más simple y económica
será la de instalar una línea de spots con louver parabólico o bafle anti-deslumbrante ubicados en
coincidencia con las luminarias y también intercalados entre ellas. Esto dibujará sobre la pared
una secuencia de elipses (scolloping) creando un agradable efecto decorativo.
Para lograr una iluminación espacial confortable, bastará con colocar en las paredes y columnas
algunos apliques de iluminación indirecta equipados con espejo asimétrico y lámparas
fluorescentes compactas. Esta técnica produce una iluminación pareja y difusa en todo el ámbito,
al tiempo que ilumina el cielorraso creando una sensación de amplitud. No es tan importante el
nivel de iluminación que se obtenga por esta vía, ya que eso queda ampliamente satisfecho por el
sistema de iluminación directa. Lo que sí interesa es crear lo que se llama “sensación de luz”.
No es conveniente utilizar la luz indirecta como único sistema de iluminación ya que en ese caso
el efecto es contraproducente, por cuanto una luz tan difusa crea un ambiente sin sombras ni
contrastes similar al de un día nublado y que en general actúa de manera negativa sobre el ánimo
del personal.
Silueta 1 Silueta 2
Figura 11 – Render del local de cálculo iluminado y ahora con la inclusión de dos siluetas humanas.
Ambas siluetas se encuentran ubicadas en posiciones donde reciben la misma cantidad de iluminación
por parte de las luminarias, solo que la silueta 2 se encuentra frente a un escritorio de color blanco.
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Obsérvese en la figura 13 que la silueta 2, al encontrarse parada frente a un escritorio de tapa
blanca con una reflectancia de 70%, recibe en el rostro una iluminancia adicional de
aproximadamente 40 lux más que la silueta 1 que se encuentra en la misma ubicación con
respecto a las luminarias pero sin el aporte de la reflexión del escritorio. (figura 12)
(1) “Appearance of the lit environment and its relevance in lighting design: experimental study”
– D. Leo, K. Mansfield and T. Rowlands. Lighting Research & Technology - 1994