Estábamos leyendo en el BMJ el enésimo escándalo protagonizado por un laboratorio
(en esta ocasión, GSK) a cuenta del uso de paroxetina en adolescentes y el tristemente famoso estudio 329, cuando a través de las redes sociales saltó la noticia: empagliflozina, fármaco que hasta ahora había pasado sin pena ni gloria y con perfil de me too, se catapultaba al olimpo al ser el primer fármaco que, añadido al tratamiento estándar de la DM2, era capaz de atajar brillantemente la morbimortalidad cardiovascular asociada a esta enfermedad. Ni que decir tiene que los resultados del EMPA-REG OUTCOME, publicado en la sección online first de The New England of Journal Medicine han sido acogidos con gran entusiasmo por muchos: en algunos comentarios de tuiter hemos percibido más emoción que razón. Así que para intentar acotar el alcance de este ensayo clínico, que ha tenido como objetivo evaluar los efectos de empagliflozina, en comparación con placebo, sobre la morbimortalidad en pacientes con DM2 de alto riesgo cardiovascular sometidos al tratamiento habitual ,
Metodología: ensayo clínico aleatorizado (se describe el proceso de aleatorización)
doble ciego (no se describe el método de enmascaramiento) en el que 7.028 pacientes (>18 años; IMC ≤45; TFG >30 y con enfermedad cardiovascular establecida) fueron asignados a un grupo con tratamiento estándar más empagliflozina (10 o 25 mg/día) o placebo. La variable de resultado principal fue una combinada de muerte de origen cardiovascular e IAM o ACV no mortales. Se establecieron límites de no inferioridad y superioridad. Mediana de la duración del tratamiento, 2,6 años. Análisis por intención de tratar.
Resultados: se registraron 490 eventos (10,5%) de la variable de resultado principal en
el grupo tratado con empagliflozina y 282 (12,1%) en los tratados con placebo (HR: 0,86; IC95% 0,74 a 0,99; p=0,04 para superioridad). Los resultados completos están en la Tabla 1 (pág. 5). Hemos calculado el NNT de la variable principal y esto es lo que hemos obtenido: Conclusión de los autores: los pacientes con DM2 de alto riesgo cardiovascular tratados con empragliflozina tuvieron, en comparación con placebo, una menor tasa de eventos de una variable de resultado cardiovascular combinada y una menor mortalidad por cualquier causa, cuando se añadió dicho fármaco al tratamiento habitual.