Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Informe temático
Informe temático
El desarrollo del niño en la primera infancia: echar los cimientos del aprendizaje 3
Puntos de vista
Estudios de caso
ED-99/WS/l
Hasta ahora, gran parte de las actividades relativas al desarrollo del niño en la primera infancia
se han centrado en dos funciones: o bien en preparar a los niños para el ingreso en la escuela
primaria, o bien en descargar a las familias de la tarea de cuidar a 10-sniños durante la jornada
laboral. A estas dos funciones se han atenido en gran parte la política de desarrollo del niño en
la primera infancia y sus planteamientos pedagógicos, pero existe una tercera orientación que
se ha pasado por alto durante mucho tiempo y en la que ahora se insiste cada vez más, por
considerarla base y núcleo del desarrollo del niño en la primera infancia -el bienestar y el
desarrollo plenos del niño, tanto por lo que se refiere a sus emociones como a su intelecto. Esta
tercera orientación esta demostrando su pertinencia en el actual mundo, de confusión,
conflictos y cambios constantes. Pues, como muestran una y otra vez las investigaciones, el
desarrollo y el cuidado del niño en la primera infancia preparan el terreno a una vida de
aprendizaje, autonomía y descubrimientos. El desarrollo del niño en la primera infancia se
denomina también “desarrollo y cuidado del niño en la primera infancia”, para concretar aún
más las nociones de crecimiento y de desarrollo pero, llámese de una u otra forma, se trata del
proceso de realización del derecho de cada niño a la supervivencia, la protección, el cuidado y
el desarrollo óptimo desde su concepción.
Las crías humanas se hallan indefensas y no están preparadas ante el mundo exterior
durante un periodo larguísimo -el más largo de las especies conocidas. La primera infancia es
un periodo de riesgos y peligros, pero también de posibilidades inmensas. Es el momento
propicio para explorar, experimentar y llegar a dominar los cambios. Es el periodo crucial en
que los niños adquieren actitudes positivas hacia el aprendizaje y el deseo de participar en el
mundo.
La presente carpeta se articula y discurre en torno a este aspecto básico del aprendizaje.
Tratará de responder a algunas de las preguntas siguientes: ¿Cómo se echan los cimientos del
aprendizaje en la mente de un niño, no sólo para que obtenga buenos resultados escolares, sino
para que además adquiera la capacidad de afrontar la complejidad del mundo? ¿Cómo
entienden concretamente los niños la forma de resolver los problemas y adquieren el deseo de
seguir aprendiendo a lo largo de la vida? ¿Qué acontecimientos o condiciones concretos
despiertan el deseo de aprender en un niño? LAdónde han llegado las investigaciones? ¿Qué
metodologías se emplean? ¿Qué se puede hacer para reforzar el desarrollo del niño en la
primera infancia en el mundo?
3
INFORME TEMATICO
4
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
después del nacimiento, en vez de unos elementos innatos, las responsables del establecimiento
de las interconexiones neuronales en el cerebro. Según los investigadores, el desarrollo del
cerebro antes del primer año es en realidad mucho más rápido y amplio de lo que hasta hace
poco se imaginaba. Por ejemplo, la cantidad de conexiones entre las células nerviosas del
cerebro de un niño se multiplica por más de 20 veces en los primeros meses de vida y aunque la
formación de las células puede haber concluido prácticamente antes del nacimiento, la
maduración efectiva del cerebro continúa después. En el transcurso de la niñez, proliferan las
sinapsis del cerebro, se conectan nuevamente y se cortan y todo este proceso está gobernado
por la experiencia.
Obviamente, en los cruciales primeros años de vida, cuando la experiencia moldea el
cerebro, se sientan también los cimientos del aprendizaje. La capacidad de aprender de una
persona y su actitud hacia el aprendizaje se originan en sus primeros años. Un contexto
estimulante y receptivo puede poner al niño en el camino del descubrimiento, de la apertura al
mundo exterior y de la capacidad de integrar informaciones. El cerebro no vuelve nunca a ser
tan elástico como durante la niñez, en cuanto a receptividad y vulnerabilidad. Los adultos son
capaces de asimilar nuevos conocimientos, pero no pueden competir jamás con el cerebro de un
niño en su capacidad de integrar nuevas aptitudes y su descubrimiento del aprendizaje. Las
experiencias de la primera infancia son los elementos constitutivos de ese desarrollo y el niño
es el arquitecto de su propio cerebro, juntando las piezas del rompecabezas y reaccionando ante
el mundo exterior. Las experiencias sensoriales del niño son las que actúan en el cerebro,
creando y disponiendo una mente que funciona. Desgraciadamente, la experiencia no se limita
necesariamente a acontecimientos positivos. Se puede manifestar de muchas y variadas formas:
alegría intensa e interacción en los brazos de la madre, o bien enfermedad, malnutrición o
abandono. Así pues, el tipo de experiencias del niño determina decisivamente la actitud que
adoptará hacia el aprendizaje.
Diversos estudios de la evolución de los niños han demostrado que los que están
correctamente alimentados y viven en un entorno sano con compañeros de juego activos tienen
a los 12 años cerebros que funcionan demostrablemente mejor que los niños criados en
ambientes menos estimulantes. Se puede decir que al entorno no sólo es achacable el número
de interconexiones del cerebro, sino también la forma en que operan y se relacionan. Un estrés
prematuro puede influir negativa y permanentemente en la función cerebral, en el aprendizaje y
en la memoria. Los estudios del estrés crónico en los niños han demostrado que, cuando ocurre,
dificulta el desarrollo del sistema límbico, de los lóbulos frontales y del hipocampo, dejando
esas partes del cerebro, que se utilizan para la concentración, la vigilancia y la memoria,
particularmente vulnerables. Pero no hace falta que el estrés sea crónico para que tenga efectos
perjudiciales, pues formas menos extremadas de tensión emocional, como las disputas entre los
padres o una depresión de los mismos pueden exponer a los niños a mayores riesgos de
depresión y de dificultades de ,aprendizaje. No cabe duda de que un niño sufre si es privado de
la experiencia y del uso de los sentidos. Los investigadores han demostrado que los niños que
no juegan mucho o que son escasamente abrazados y acariciados por sus padres o quienes se
ocupan de ellos poseen cerebros más pequeños. Así pues, por una parte, una experiencia
variada puede producir un cerebro potente y, por otra, una experiencia traumática puede
aumentar el riesgo de que más adelante surjan distintos problemas cognitivos, de
comportamiento y emocionales.
Uno de los motores básicos del aprendizaje es la curiosidad y los bebés y los niños de corta
edad son extremadamente curiosos. Si no sacian su sed de conocimiento, ésta disminuirá, como
basta para poner de manifiesto el ejemplo del sistema visual del niño: si no se estimulan,
ejercitan y usan constantemente los ojos del bebé, no alcanzarán su capacidad óptima. Lo
mismo sucede con el cerebro y, por extensión, con el proceso de aprendizaje.
Un entorno propicio al descubrimiento, las nuevas emociones y la comunicación mejora
de manera natural el proceso de aprendizaje. En este desarrollo hay etapas clave, pues un
descubrimiento lleva a otro y el impacto de una experiencia y el anhelo de tener más favorecen
la disposición del niño a aprender. La práctica refuerza las aptitudes para acumular
conocimientos, las cuales llevan, a su vez, a la búsqueda de nuevas aptitudes. Si queremos
5
INFORME TEMATICO
6
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
iQué papel desempeñan los padres o quienes se ocupan de los niños apoyando la
adquisición del aprendizaje en los niños?
Todos IOS niños nacen con un potencial inmenso de crecimiento y desarrollo, que puede tomar
cualquier dirección, buena o mala, ser apoyado y prosperar o bien atrofiarse y descomponerse
por falta de atención. La elección depende fundamentalmente de los padres, Ahora bien, las
condiciones y las expectativas de los padres están cambiando rápidamente. Hoy día, ya no suele
darse la formación que muchos padres solían recibir de la familia extensa o de la comunidad
con SUS tradiciones culturales, motivo por el cual, en muchos países, particularmente en los del
Norte, los padres suelen estar más indecisos a la hora de seguir sus instintos y suelen tener mas
fe en los pedagogos y programas profesionales. En contra de las creencias populares, la crianza
de los hijos no es necesariamente una habilidad innata; puede ser necesario aprender a hacerla y
recibir asesoramiento. En los países del Sur, donde interviene el saber tradicional, los padres
siguen necesitando consejos, particularmente sobre la nutrición, aunque sus conocimientos
prácticos sean benéficos para sus hijos. ¿Qué hacer para que los padres respalden eficazmente
el aprendizaje de sus hijos? ¿Dónde reside el equilibrio delicado entre la intervención y el
apoyo objetivo?
Se ha afirmado que lo normal es que quien cuida de un niño sea su cuidador natural. ¿Por
qué reemplazar a los padres por educadores profesionales, o imponérselos, si aquéllos tienen o
podrían tener los conocimientos apropiados y son los primeros estimulantes del cerebro del
niño? Quizá lo que haya que hacer es proporcionar más informaciones e integrar modelos de
aprendizaje ya existentes, particularmente en el terreno de la salud y la nutrición. El
intercambio entre pares, por ejemplo, es uno de los principales modos de transmisión del saber
en muchas comunidades, en las que las madres intercambian ideas y métodos. Sea cual fuere el
método que adopten los padres en su comunidad o en el hogar, lo esencial es que den muestras
de cariño, que inspiren y protejan a sus hijos. Esto, combinado con una alimentación adecuada,
contactos y posibilidades de aprendizaje, forma un entorno propicio al aprendizaje, en el que
los niños pueden explorar, experimentar y extraer sus propias conclusiones acerca del mundo.
Los padres son los primeros educadores, camaradas y compañeros de juego del niño. Es
preciso que los niños interactúen con ellos y con los otros adultos para entender la estructura
del universo de la comunidad que los rodea, y observar los comportamientos. Esta interacción
es fundamental para que el aprendizaje sea eficaz y, al respecto, la ayuda a los padres
desfavorecidos es especialmente útil para fomentar el aprendizaje de los niños de corta edad,
pues no se tiene la certeza de que el apego del niño al adulto que se cuida de él es condición
sine gua non para un desarrollo armonioso. Los padres con unos conocimientos mínimos de
enseñanza básica es más probable que atiendan correctamente las necesidades de sus hijos para
que éstos crezcan y se desarrollen bien, porque saben cómo evitar las carencias alimenticias,
protegerlos contra las enfermedades corrientes y estimular sus sentidos.
Un adulto receptivo a los progresos de un niño constituye una base sólida y segura a
partir de la cual el niño puede empezar a explorar el mundo. El cuidado de los padres es crucial
para la creación de un “entorno propicio”. Cuidar a un niño significa en .términos generales
aceptarlo, amarlo y estimularlo. Más concretamente, es lo que pueden aportar los adultos y
demás personas que se ocupan de la vida de un niño: el respeto de sus derechos, con una
interrelación que lo apoye y cariñosa. El cuidado es la serie de acciones integradas que
proporciona a los niños la sinergia constituida por la salud, la protección, la nutrición y los
aspectos psicosociales y cognitivos del desarrollo.
Es imprescindible cierto grado de predecibilidad en el entorno adulto para que el niño
esté correctamente respaldado. Las fluctuaciones en la receptividad de los adultos pueden
perturbar al niño y apartarlo del camino del aprendizaje que tanto depende del apoyo de los
padres. De hecho, los programas de asistencia hacen gran hincapié en la madre porque
consolidar el papel de las mujeres, que en general son las que más en contacto están con los
hijos, mejora también las condiciones en que se desenvuelve el niño. Se ha demostrado
empíricamente que el fomento de las capacidades propias de la madre puede, a su vez,
estimular y sustentar el desarrollo mental del niño y preparar el terreno para que su futuro
aprendizaje tenga éxito. Un programa usual de asistencia a las madres, que tome en cuenta la
doble responsabilidad de desempeñar un trabajo productivo y cuidar de los hijos, podría
combinar consejos sobre nutrición, por ejemplo para obtener y cocinar dietas altamente
7
INFORME TEMATICO
energéticas para los niños, con consejos sobre la forma de jugar con ellos o de estimularlos.
Así, por ejemplo, se puede incitar a las madres a que exploten su capacidad para estimular la
respuesta emocional del bebé o del niño gracias al contacto íntimo con el. Crear situaciones de
aprendizaje en las que cada niño pueda progresar a su propio ritmo requiere un esfuerzo
considerable, y no es realista esperar que los padres o quienes se ocupan profesionalmente de
IOS niños puedan hacerlo sin recibir primero algún tipo de enseñanza pertinente, Obviamente, el
bienestar de un niño es inseparable de la situación de su familia, que puede estar compuesta por
su madre, su padre, sus hermanos o hermanas, que se ocupan o no de criarlos, o quienes
desempeñan la función de atenderlos. Hoy día, se da además especial importancia al papel del
padre. Los padres suelen alegar que no entienden a los niños pequeños, ni sus exigencias, pero
los programas tienen cada vez más en cuenta los beneficios que puede reportar el acabar con
las incertidumbres de los padres y las actitudes tradicionales. En sus primeros años, si el niño
disfruta de un cuidado y una responsabilidad buenos y eficaces por parte de su padre, se siente
más apoyado y estimulado. La carga laboral creciente a que se enfrentan las mujeres hace
además que la contribución de los hombres sea sumamente importante.
Todos los padres, en particular los jóvenes e inexperimentados, no son receptivos a las
necesidades de sus pequeños. Es importante que tomen conciencia de las distintas etapas del
desarrollo del niño y de las respuestas apropiadas en cada fase del crecimiento. La sensibilidad
de los padres es un factor clave del proceso de aprendizaje del niño y si son capaces de percibir
e interpretar correctamente las señales que emiten sus hijos y de responderles de manera
apropiada, el niño se desarrollará teniendo confianza en sí mismo. Baumwell et al. (1997) han
descubierto que es la sensibilidad de la madre ante un niño de nueve meses, antes que el nivel
de comprensión del lenguaje del mismo, la que permite prever con precisión cuáles serán sus
capacidades lingüísticas a la edad de 13 meses. Los adultos que actúan con más eficacia son los
que se niegan a estereotipar a sus hijos, creen en su libertad para aprender y hacen todo lo
posible para evitar desigualdades entre sus hijos. Los padres deberían ser capaces de percibir
las necesidades crecientes de su hijo y de ayudarle en sus progresos. Las tareas domésticas,
como lavar, cocinar o limpiar pueden servir para que el niño vea cómo se usan los objetos y
adquiera una idea del entorno. Los sucesos de la vida cotidiana pueden convertirse en
actividades de exploración, momentos de juego y de descubrimiento de cosas nuevas. Los
materiales didácticos están en todas partes. No hacen falta juguetes complicados. Por ejemplo,
todos los padres no comprenden que el acto de explorar y descubrir por sí mismo es la base
misma del aprendizaje. El papel de los padres o de quienes se ocupan de los niños es entender
el proceso natural de aprendizaje del niño y colaborar con él, no contra él.
Como ya se ha dicho, los investigadores han demostrado que el apego y el cariño de un
niño a sus padres o a los que lo cuidan refuerza la capacidad de aprender, asimilar nuevos
conocimientos y sobrellevar las tensiones y conflictos. Diversos estudios muestran sin lugar a
dudas que el maltrato de un niño hace que de adulto sea agresivo e incapaz de concentrarse.
Los malos tratos y la falta de atención pueden perjudicar gravemente el crecimiento de un niño.
Para dar una idea de la influencia de los padres en el proceso de aprendizaje de sus hijos,
citaremos el descubrimiento de unos psicólogos de la Universidad de Stanford, Estados Unidos,
quienes hallaron que los niños establecen vínculos con sus padres y descubren el lenguaje a
través de ellos cuando se les habla en el tono amistoso, agudo y chillón que todos los padres del
mundo emplean cuando se dirigen a sus hijos. Se ha descubierto que, lejos de ser una maña
divertida de padres que adoran a sus hijos, esta media lengua aumenta el ritmo cardiaco del
niño y acelera el proceso de relacionar los objetos con las palabras, y viceversa. Los niños a los
que se habla así adquieren aptitudes lingüísticas y aprenden nuevas palabras mucho más
rápidamente que los niños dejados a sí mismos. La intervención de los padres es esencial
también en el establecimiento del circuito neurona1gracias al cual el niño regula sus reacciones
ante el estrés. Si los padres están constantemente tensos, discutiendo y alzando la voz, los niños
desarrollan cerebros muy sensibles al peligro. Cualquier acontecimiento que conlleve tensión
provoca una aceleración rápida del ritmo cardiaco y un aumento del nivel hormonal. Si 10s
padres no están siempre en armonía con las emociones de sus niños, surge un sentimiento de
frustración que se convierte en sentimiento de rechazo. Es imprescindible la empatía con IOS
sentimientos del niño. Las emociones positivas pueden borrarse de la mente de un niño si
nunca son alentadas, nutridas o compartidas. En el marco del aprendizaje se revela muy pronto
el efecto desastroso que pueden producir, más adelante, las emociones y experiencias
negativas.
8
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
Como la experiencia es el motor principal de la maduración del cerebro, hasta los actos
más simples de los padres pueden producir efectos en’ el cerebro del niño en edad de
crecimiento. La lactancia materna, por ejemplo, combina muchos aspectos de la puericultura y
muestra el enfoque global que habría que aplicar al desarrollo del niño: por un lado, la leche
materna es la sustancia más nutritiva e higiénica para los bebes y, ademas, es fácilmente
digerible (basta con observar que, en sus primeros cuatro o seis meses de vida, los lactantes no
necesitan otro alimento); por otro lado, hace intervenir muchos de los factores necesarios para
el desenvolvimiento del proceso de aprendizaje, esto es, el contacto visual, el escuchar a la
madre, el contacto corporal, la observación, etc.
Conviene recordar que los padres no son los únicos que cuidan y alimentan a los niños
pequeños. En muchos países, la familia extensa y personas ajenas a ella también desempeñan
un papel crucial en ausencia de los padres. Aparte del apego a los padres o a una persona que lo
atienda, el apoyo que el niño encuentra en una comunidad más amplia le ayuda a descubrir y
aceptar los patrones y las reglas de la sociedad y a comprender la importancia de unas
relaciones sociales firmes y sanas. Cualquier persona que cuide a un niño puede estimular y
observar su desarrollo. Todas contribuyen a sentar las bases del aprendizaje en su mente. Pero,
tanto si lo cría su padre o su madre como si lo hace otra persona, lo mismo en Africa que en
Asia o Europa, existen al parecer unos valores universales firmes que deben seguir los padres
para fomentar el desarrollo del aprendizaje en sus hijos, a pesar de la diversidad de los
entomos, valores que se pueden resumir como sigue:
a) manifieste sentimientos positivos hacia sus hijos, muéstreles que los ama y que se preocupa
de ellos;
b) adáptese a ellos y póngase en su lugar, esté atento a sus pensamientos y su experiencia del
mundo y trate de entenderlos y de ver en qué difieren de los de usted;
c) hable con sus hijos de sus preocupaciones y estimule la conversación recurriendo a la
emoción, los gestos y el discurso;
d) elógielos a menudo, para nutrir su confianza;
e) ayude al niño a concentrarse, a fin de que padres e hijos compartan emociones similares;
f) sea expansivo y dé explicaciones sobre lo que experimentan juntos a propósito del mundo
exterior;
g) ayude al niño a establecer fronteras y parámetros respecto del mundo y guíelo, regúlelo
positivamente y proponga alternativas concebidas por ambos;
h) siga atentamente, responda y dé sentido a las iniciativas del niño;
i)- instaure en todo momento un ambiente de diálogo, verbal o no;
j) ayude al niño a enriquecer su experiencia, haciendo comparaciones y narrándole cuentos.
iCómo poner en práctica o respaldar lo que la investigación nos dice hoy día? iCómo
vincular la investigación con la práctica?
Hoy día, en el mundo entero, buena parte de la praxis educativa está trasnochada. Los avances
científicos han transformado la forma de comer y de trabajar de la gente. pero la manera en que
aprendemos, sobre todo en nuestra tierna infancia, ha cambiado muy poco, basándose a
menudo en conceptos de otra época sobre objetivos ya superados. Es decir, que las
conclusiones de las investigaciones y la práctica actual no coinciden. Sin embargo, no se trata
de abandonar todo e ir en pos de las conclusiones más recientes de los investigadores. Gran
parte de las investigaciones ya esta integrada en los programas de desarrollo del niño en la
primera infancia aplicados en el mundo, y las prácticas tradicionales pueden a veces emplear
métodos que hoy día promueven los investigadores como práctica idónea en puericultura.
Parte de la batalla por la aplicación de la investigación consiste, por supuesto, en seguir
convenciendo a los legisladores y gobernantes de que la intervención durante la primera
infancia es benéfica, e incluso necesaria, exponiéndoles datos fehacientes de estudios y los
resultados claros de los programas. Las conclusiones de distintas investigaciones ya han
ayudado en este terreno y han obtenido el apoyo de los Estados a programas de nutrición y
sanidad. Todavía queda mucho por hacer para mejorar el aprendizaje de los niños. Es preciso
9
INFORME TEMATICO
organizar campañas sobre el cuidado, la educación y el desarrollo del niño similares a las que
provocaron una toma de conciencia mundial de la importancia de una alimentación infantil
correcta.
Las investigaciones sobre el aprendizaje del niño han tardado más en ser asimiladas que
las relativas a otros temas, como la alimentación, pero a medida que las universidades y los
institutos hallan y difunden más datos que demuestran la importancia vital de crear un ambiente
propicio al aprendizaje, los gobiernos y los legisladores no pueden por menos que prestar
atención. Hasta ahora, se ha tendido a reducir el desarrollo del niño en la primera infancia a la
preparación preescolar o al entretenimiento de los niños mientras los padres trabajan. La
complejidad del aprendizaje y del desarrollo que han revelado las investigaciones empíricas ha
empezado a cambiar esta actitud. Ahora apremia el instalar algunos aspectos clave de la
investigación en la práctica, en particular tocante a los profesionales del desarrollo del niño en
la primera infancia.
La aplicación de la investigación a la práctica ha tropezado siempre con una serie de
obstáculos: el que la investigación se restrinja a cuestiones que no son de interés general, el que
los investigadores se interesen por casos muy concretos y no necesariamente por temas
amplios, la falta de fondos, las realidades del terreno, etc. Por lo tanto, vencer estos obstáculos
ha de ser hoy día uno de los ejes de la estrategia en materia de desarrollo del niño en la primera
infancia. Una de las razones de que la investigación está desconectada de las realidades básicas
es la poca sinergia que existe entre los investigadores, las autoridades y quienes se ocupan de
los niños. Desgraciadamente, en lo que se refiere a los programas sobre la primera infancia,
gran parte de los resultados de las investigaciones que se han realizado y desarrollado con el
mayor cuidado a lo largo de años no llegan a ser conocidos. Las autoridades estiman que los
investigadores no hacen más que estudiar y observar casos, en vez de proponer soluciones
concretas y argumentos para resolver problemas, sensación que acaso se deba a que, en general,
son sólo equipos universitarios los que efectúan investigaciones, en vez de hacerlo también las
comunidades o los profesionales del desarrollo del niño en la primera infancia. Otro motivo
podría ser que los estudiosos universitarios no consideran necesario relacionar su trabajo con lo
que la gente pide, exigiendo, al parecer, una comunicación limitada en ambas direcciones.
Ahora bien, hay formas concretas de vincular la investigación con la práctica. El diálogo
y la puesta en práctica de las conclusiones empíricas pueden realizarse de varios modos:
interviniendo un tercero, por ejemplo, mediante la labor de un grupo de presión o de un
instituto de análisis y propuestas; creando proyectos experimentales que estimulan a los
profesionales del desarrollo del niño en la primera infancia e influyen en ellos; informando al
público en general a través de libros, guías de puericultura y manuales de autoaprendizaje para
los padres, y, por último, pero no por orden de importancia, mediante Internet. También se
podría recurrir a programas de TV y radio para dar a conocer la importancia del desarrollo del
niño en la primera infancia. Asimismo, los gobiernos podrían suscribir y difundir los resultados
de las investigaciones. Quizá haga falta también traducir o reducir la jerga de los especialistas y
convendría que los ciudadanos pidieran más información y que los padres y los profesionales
del desarrollo del niño en la primera infancia dieran a conocer directamente sus opiniones a los
investigadores. Es posible un enfoque participativo como éste, en el que colaboren los
profesores, los padres, los supervisores, quienes atienden a los niños y los legisladores, es decir
todas las partes interesadas, y ya ha demostrado su utilidad, particularmente en el caso de
sesiones de intercambio o periodos de estudio en los que los institutos de investigación acogen
a colegas que trabajan sobre el terreno, y viceversa. También convendría elaborar políticas
específicas para difundir las conclusiones de las investigaciones, para lo cual se podrían seguir
las siguientes directrices:
n los conocimientos dimanantes de las investigaciones sobre el cuidado y el desarrollo del
niño deberían ser difundidos ampliamente entre los profesionales del desarrollo del niño en
la primera infancia, las organizaciones no gubernamentales, los legisladores y los
ciudadanos, para lo cual habrá que aplicar estrategias tendentes a una difusión general de
los documentos y utilizar los medios de comunicación. Habría que dar a conocer asimismo
ampliamente los convenios y acuerdos sobre los derechos del niño;
n habría que concebir o abrir cauces de comunicación y programas de intercambio para que
los investigadores y los profesionales del desarrollo del niño en la primera infancia
10
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
entiendan mutuamente sus necesidades y realidades. Hace falta que los profesionales
participen en las actividades de investigación;
. habría que elaborar una visión interdisciplinaria y multidimensional de las investigaciones
sobre la infancia, los derechos y el bienestar de los niños, teniendo presente una
comprensión global de los niños;
. convendría reforzar la capacidad en materia de actividades de investigación y desarrollo en
los países que no tienen instituciones de investigación apropiadas de ámbito nacional;
n habría que determinar quiénes son los expertos y cuáles los temas y las instituciones
necesarios para realizar investigaciones sobre algunos problemas específicos de la infancia,
y facilitar y poner en marcha proyectos sobre aspectos prioritarios.
Está claro que no existe un único modelo efectivo de desarrollo del niño en la primera infancia
que, seguido a ciegas, cuadre con cualquier tipo de entorno. También es evidente que algunos
enfoques tradicionales de la crianza de los niños se han basado toda la vida en métodos que los
educadores y especialistas están empezando ahora a promover, afirmando que son la manera
adecuada de actuar; una de las tareas que en el futuro habrá que abordar consistirá en integrar y
preservar esas valiosas prácticas tradicionales. Como por ejemplo, investigando de qué se
componen podemos conservar métodos tan valiosos como los masajes que se dan a los
lactantes en India, los relatos procedentes de la tradición oral de Africa Occidental, el periodo
de descanso después del parto que se toman las mujeres de muchos países musulmanes y otras
prácticas similares. Si se presenta a los países del Sur tan sólo un modelo occidental y se les
dice que deben cambiar de costumbres, se corre el riesgo de desechar prácticas sancionadas por
los siglos.
La comparación entre el desarrollo del niño en la primera infancia en los países del Norte
y en los del Sur prueba que hay que concertar lo tradicional con lo moderno y que encierra
aspectos válidos todo enfoque que parta de los intereses patentes del niño. Así, por ejemplo, se
ha demostrado empíricamente que los niños africanos criados en la espalda de sus madres a la
manera tradicional africana adquieren en su primer año de vida capacidades físicas con más
rapidez que los niños europeos de la misma edad criados en cunas. Asimismo, los niños a
quienes desde edad temprana se encargan tareas como ir al pozo a buscar y medir agua, se
independizan antes y son más capaces de resolver problemas que los niños de su misma edad
que, al recibir una atención constante de sus padres, adquieren una gran capacidad lingüística,
pero poseen un escaso sentido de la responsabilidad, En lugar de tratar de determinar un único
modelo válido, es, pues, importante fomentar diversos modelos, a sabiendas de que hacen falta
varios, no sólo para los distintos países, sino también para las distintas comunidades que
poseen una cultura y unos valores propios. Está igualmente claro que mezclar métodos
tradicionales y prácticas modernas es una posible manera de impulsar la generalización del
desarrollo del niño en la primera infancia. No cabe emplear los criterios propios de una
comunidad o país como referencia para otras situaciones.
Pese a las variaciones culturales, existe un alto grado de consenso entre los profesionales
y especialistas que se dedican en todo el mundo a la primera infancia, sobre todo al existir
ciertos valores y fases de aprendizaje universales que hay que tener absolutamente en cuenta al
elaborar programas consagrados a la primera infancia. Claro está que la cultura y las
costumbres influyen en los temas, los métodos y las técnicas, y que, en ocasiones, hasta los
orientan, pero el desarrollo del niño en la primera infancia encierra cierta dimensión universal,
en particular en lo relativo al aprendizaje.
Los niños, aun criados de maneras muy diversas, pueden acabar siendo receptivos al
aprendizaje; en todo caso, sí se sabe lo que parece resultar provechoso y lo que perjudica
claramente el desarrollo sano del niño. Como ya se ha dicho, está demostrado, por ejemplo, que
la falta de contactos físicos y mimos y de cariño suficientes influye tan negativamente en el
crecimiento del niño como la falta de una alimentación apropiada. Se críen donde se críen, 10s
niños pueden evolucionar de forma parecida si se les dan las oportunidades adecuadas y se
11
INFORME TEMATICO
iQué tipo de actitud deberían adoptar los países, sobre todo los del Sur, con
respecto al desarrollo del niño en la primera infancia y a la mejora de las
condiciones de aprendizaje de los niños pequeños?
No existe un único modelo o programa de desarrollo que sirva para resolver los numerosos
problemas, tan complejos como arraigados, que plantea la pobreza, pero distintos programas de
desarrollo del niño en la primera infancia llevados a cabo en el mundo en desarrollo han
demostrado que interviniendo a una edad temprana se pueden paliar algunos de los efectos
secundarios de la pobreza y la exclusión. También ha quedado demostrado que, incluso en
épocas de emergencia, el desarrollo del niño en la primera infancia sirve de punto de arranque
adecuado para programas de desarrollo más amplios y que, de hecho, puede que sea una de las
pocas oportunidades que tienen muchos niños de los países más pobres del Sur de romper el
círculo vicioso de penuria y fracaso escolar. La intervención en una fase posterior del
desarrollo del niño, aparte de conllevar más riesgos, no es tan efectiva ni por los costos que
acarrea ni en cuanto al aprendizaje. Países que tienen, relativamente hablando, grandes
carencias pueden costear programas de desarrollo del niño en la primera infancia que, con
menos gastos que otros sistemas educativos, pueden reducir el índice de abandono escolar,
mejorar la capacidad de aprendizaje, preparar para el aprendizaje a las comunidades y familias
del lugar, implantar mecanismos de generación de ingresos, innovar en el campo de la
pedagogía y concienciar a los ciudadanos, todo ello sin necesidad de grandes inversiones en
locales o infraestructura. Así, por ejemplo, no resulta caro utilizar los medios de comunicación
para sensibilizar a los ciudadanos o movilizar el apoyo de las comunidades y de las
organizaciones no gubernamentales. Para muchas familias pobres, el desarrollo del niño en la
primera infancia representa un primer paso para atender sus necesidades y, en ocasiones, sirve
para dar pie a actividades de desarrollo y programas de educación básica de adultos, en
particular, de mujeres.
Hasta ahora, los planificadores de los programas han sólido imponer a los países del Sur
conceptos “ajenos” en los proyectos de desarrollo del niño en la primera infancia. Hoy en día,
en cambio, es cada vez más vital investigar las prácticas que ya existen y partir de ellas.
Durante siglos, el cuidado del niño pequeño ha formado parte de la trama de muchas
sociedades y comunidades tradicionales. La idea de “educar”, es decir, de dejar el desarrollo
del niño en manos de especialistas, no deja de ser un concepto occidental que, la mayor parte
de las veces, resta validez a las culturas autóctonas hasta el punto de que algunas personas del
Sur llegan a creer que lo que hacen esta mal y carece de valor. No hace falta contraponer lo
12
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
13
INFORME TEMATICO
Para que surtan efecto, las modtfkaciones no pueden materializarse sin mas a
base de palabras o buenas intenciones; han de ir acompañadaspor un empeño
en todos los planos, el del comportamiento, el de la legislación y el material.
Ha de formarse un profesorado que se ocupe de preparar los instrumentos y
aptitudes que requiere esta nueva mentalidad, Para facilitar esas
modtftcaciones también hacefalta dar a conocer a los padres las necesidades
de SUS hijos y sus propios derechos y obligaciones. Ha de entenderse que la
participación decidida de las organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales servirá de complemento a esta demanda de transformación.
(UNICEF, 1993).
Para elaborar debidamente políticas e intervenciones destinadas a la primera infancia, hace
falta actuar en diversos frentes, y sobre todo que lo hagan los gobiernos. Puede sostenerse que
la presencia en los planes de acción nacionales de programas centrados en la primera infancia
vendrá dictada por la importancia que a escala local, nacional e internacional concedan al
desarrollo del niño en la primera infancia los responsables políticos, los planificadores y
quienes se ocupan de niños. La disposición de estas actividades también dependerá del grado
en que los gobiernos reconozcan que los primeros seis años de vida son el periodo durante el
cual los niños adoptan actitudes sociales y mentales, una manera de enfrentarse a la realidad e
incluso la manera de aprender. Lamentablemente, muchos gobiernos todavía no se han
empeñado seriamente en este terreno y, por lo tanto, las actuaciones al respecto se ven
coartadas por la inexistencia de una dirección firme y por problemas sociales y económicos que
se juzga más urgente solucionar. Pues bien, los gobiernos deben cobrar conciencia de que los
primeros años de vida del niño son precisamente los que brindan oportunidades extraordinarias
de evitar o atenuar los problemas sociales y reportan beneficios duraderos a los niños, a las
familias y al conjunto de la sociedad. Una cuestión que incumbe al gobierno y que sirve para
movilizar la opinión pública consiste en cerrar filas en torno a los derechos del niño, que deben
afirmarse en cuanto principios básicos en que se funda su protección, su crecimiento y su
seguridad. Esta concienciación de las autoridades debe dar lugar a que se reconozca sin
ambages en el plano político que los niños forman parte de la sociedad con el mismo derecho
que los adultos. En consecuencia, ha de darse a los presupuestos destinados a la instrucción de
las familias y al desarrollo del niño en la primera infancia una importancia digna del valor que
encierran para la evolución satisfactoria de la sociedad. Una manera de alcanzar este objetivo
consiste en incorporar el desarrollo del niño en la primera infancia en el empeño general de
perfeccionamiento de los recursos humanos.
En los casos en que se inscriben en un marco legislativo sólido, las actividades de
desarrollo del niño en la primera infancia no siempre benefician a todos los niños ni se ajustan
automáticamente a las necesidades de cada uno de ellos; si no existe un marco oficial, los
familiares que se encargan de cuidar al niño pueden estar a menudo sujetos a diversas
circunstancias negativas (migración, malas condiciones laborales, etc.) y verse obligados a
sacrificar el tiempo que pasan con ellos.
El desarrollo del niño en la primera infancia no es, ni mucho menos, una opción de
privilegiados; es, y está obligado a ser, necesidad de todos, pudiendo concebirse incluso como
uno de los posibles pilares del futuro de las sociedades y medio para alcanzar un ambiente
equitativo en el que todos los individuos logren adquirir actividades creativas y la capacidad de
resolver problemas de forma constructiva. Todavía hace falta al respecto una buena dosis de
estrategia oficial. A continuación se enumeran varias directrices que podrían servir para que el
desarrollo del niño en la primera infancia (tanto las actividades de investigación como la
ejecución de los programas) ocupe un lugar permanente en los programas y presupuestos
estatales:
. reforzar en todos los planos, comprendidas la familia y la comunidad, la concienciación, la
demanda y la infraestructura nacionales,
. concebir políticas nacionales adecuadas en materia de cuidado del niño y de instrucción de
las familias y los padres, darles prioridad y dotarlas de las directrices y los marcos
legislativos y normativos pertinentes. Hacer que los ministerios correspondientes
encabecen activamente la puesta en práctica de esas políticas. Centrarse en el respeto de los
14
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
Conclusión
Las actividades de desarrollo del niño en la primera infancia siguen evolucionando. Conforme
se va extendiendo paulatinamente la idea de que son una manera de afirmar los derechos del
niño, cada vez se consolida más la certeza de que constituyen un buen punto de partida para
intervenir en pro del desarrollo humano y la oportunidad para diversos interlocutores de
establecer una colaboración entre sectores y de cooperar de forma eficaz con las comunidades.
Queda mucho por hacer, pero parece que ya se reconoce la importancia de la primera infancia
como cimiento de la sociedad y, de hecho, la manera en que concebimos los primeros años de
la niñez pone al descubierto y reproduce la manera en que nos planteamos el futuro de la
sociedad; también confirma o desmiente la fe que depositamos en la transformación y la
evolución de la humanidad hacia una mayor equidad y un aprendizaje permanente. Nos
estamos percatando de que no basta con preparar a los niños para el colegio y obligarlos
después a pasar por el sistema educativo hasta que les llegue el momento de ponerse a buscar
trabajo (que, por otra parte, cada vez escaseamás). Lo que necesitan los niños es ser capaces de
afrontar los acelerados cambios que tienen lugar en su entorno y comprenderse los unos a los
otros. Puede debatirse sin término en torno a los medios de hacer realidad este objetivo en los
planos político y psicológico, pero está claro que la respuesta radica en parte en el desarrollo
del niño en la primera infancia.
Todo niño nace dotado de la capacidad de aprender, aptitud que constituye los cimientos
más sólidos de cualquier sociedad. Al negárseles con excesiva frecuencia el ejercicio de su
potencial de indagación, los niños dejan de sentirse motivados para aprender. No podemos
seguir permitiéndonos el lujo de pasar por alto las necesidades de los niños pequeños y, por
extensión, lo que las investigaciones nos enseñan. Hemos de poner en manos de los niños
herramientas que les sirvan para hacer frente a la vida y para facilitar la transición mundial al
próximo milenio. En gran medida, las actividades de desarrollo del niño en la primera infancia
llevan muchos años ocupándose precisamente de ello; sus logros e investigaciones están a la
vista de todos, pero ahora vuelve a hacer falta mucho más. En materia de cuidado y desarrollo
del niño, han de ponerse en marcha campañas como las que sirvieron para concienciar acerca
de los problemas del medio ambiente, pues así se entenderá que cuidar, estimular y amar a los
niños pequeños es tan importante como alimentarlos. Los gobiernos tienen que actuar en los
planos financiero y político. Las comunidades y familias deberán tomar parte en la tarea de
descubrir el potencial que encierra el desarrollo del niño en la primera infancia. Los propios
niños, por último, han de estar en situación de disfrutar de respeto, de protección, de buena
salud y de posibilidades de aprendizaje; es decir, de sus derechos fundamentales.
15
PUNTOS DE VISTA
1
Feny de los Angeles-Bautista es educadora especializada en la vida familiar
y en el desarrollo del niño. Cofundadora y directora ejecutiva de dos
organizaciones no gubernamentales que trabajan en favor de los niños y de
las familias: Fundación de la Comunidad de los estudiantes y Fundación
de la Televisión filipina para los niños.
Contacto: teachfen@philonlin.com.ph
Ahora más que nunca los programas de desarrollo del niño en la primera infancia se esfuerzan
en llegar a los padres y colaborar con ellos. Durante décadas, quienes se han dedicado a cuidar
de niños de corta edad han sabido intuitivamente que es necesaria la participación de los
padres. Las experiencias de programas de desarrollo del niño en la primera infancia de todo el
mundo están confirmando ahora este hecho gracias a las conclusiones recientes de las
investigaciones neurológicas del desarrollo del cerebro desde el nacimiento: los padres son los
primeros maestros de los niños y la repercusión de sus cuidados contribuye en gran parte a
aumentar el desarrollo del niño y su aprendizaje a lo largo de la vida.
Pero las formas en que colaboramos con los padres y las razones por las cuales lo
hacemos son tan variadas como los contextos en que nos ocupamos de los niños de corta edad.
Hay quien considera la participación de los padres en los programas de desarrollo del niño en la
primera infancia un factor esencial para el éxito de cualquier intervención porque son los
agentes primordiales de los procesos cotidianos que se dan en el cuidado y la educación de sus
hijos y, de hecho, algunos programas comunitarios de desarrollo del niño en la primera infancia
son ejecutados por los propios padres, que han aprendido a asumir la plena responsabilidad de
los niños de la comunidad.
Otros programas tratan a los padres como una “audiencia”, a la que hay que comunicar
“mensajes” acerca del desarrollo del niño en la primera infancia y de cómo ser buenos padres.
Otros los ven como beneficiarios u objetivos de actividades de educación o inclusive de
rehabilitación para que se conviertan en “mejores padres”. En otras palabras, los modelos de
programas de educación de los padres en el contexto del cuidado y el desarrollo del niño en la
primera infancia pueden variar muchísimo en cuanto a objetivos, estrategias y cuestiones en las
que se pone el acento.
Podemos sacar conclusiones de los muchos ejemplos de programas de educación de los
padres que se están llevando a cabo en todo el mundo. Cada uno tiene una especificidad propia
y aporta una valiosísima experiencia. Su variedad es grande: algunos están vinculados a
programas de desarrollo del niño en la primera infancia aplicados en instituciones, cada vez son
más los modelos basados en el hogar y otros son móviles, según se presente la necesidad.
Muchos integran la utilización de los medios de comunicación de masas, como la
radiodifusión, en programas de educación de los padres en el hogar, como .el Servicio de
Efectividad de los Padres (EES) de Filipinas. Para audiencias más amplias, la Fundación de
Televisión de los Niños de Filipinas produce un programa televisivo diario llamado “Guía de
los Padres”, que se emite en cooperación con una red nacional comercial de TV y apoyo de
empresas de publicidad.
En Tailandia, el Gobierno Real Thai, la Universidad Mahidol y el UNICEF concibieron y
ejecutaron el Programa Integrado de Desarrollo del Niño en la Primera Infancia basado en la
Familia, destinado a los padres. Dos organizaciones no gubernamentales internacionales, el
Fondo Cristiano de los Niños y Save the Children, también han participado en el programa, que
es interesante no sólo porque intervienen en él muchos organismos oficiales y abarca tantos
aspectos clave del desarrollo del niño en la primera infancia, sino además porque colabora a
16
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
mas SUSpuntos flacos que sus puntos fuertes en los que debemos apoyarnos? Las suposiciones
que hagamos sobre los puntos fuertes y las necesidades de los padres determinarán el
contenido, la orientación y la metodología que escojamos.
En dos zonas de reasentamiento de la isla central de Luzón, Filipinas, una organización
no gubernamental llamada la Comunidad de Aprendices atiende a niños y padres de uno de los
grupos indígenas del país, los aetas. Mil familias y 2.500 niños, desde recién nacidos hasta los
17 años de edad, participan en el programa, que se ejecuta en dos provincias y es sostenido por
la organización alemana Agro-Acción, que se ocupa principalmente de desarrollo rural, pero
que también respalda programas de sanidad, emergencia y socorro. Agro-Acción comenzó a
apoyar a la Comunidad en 1992 a raíz de la erupción del Pinatubo y en medio de la acción de
socorro. A medida que fue evolucionando esa colaboración, se propuso que la Comunidad de
Aprendices organizara un programa integrado de desarrollo del niño en la primera infancia en
dos de las comunidades de reasentamiento. Un programa basado en instituciones para niños de
cuatro a seis años de edad presta servicios de educación, salud y nutrición de la primera
infancia conforme a las necesidades de las familias aetas, con un plan de estudios específico,
elaborado una vez que el personal de la Comunidad se hubiera inmergido totalmente en las
aldeas. Los niños más grandes en edad escolar participan en un programa de apoyo, antes o
después del horario de clases, que les ayuda a hacer frente a las exigencias de la enseñanza
escolar. Antes de que se iniciara el programa para niños más grandes había un índice alarmante
de abandono escolar entre los niños aetas matriculados en las escuelas públicas; ahora,
consiguen permanecer en la escuela o se les ayuda a volver a ella. Hacia el segundo y el tercer
año, los niños más pequeños, que habían participado dos o tres años en el programa de
desarrollo del niño en la primera infancia ya no estaban teniendo los problemas con que habían
topado sus hermanos mayores cuando se matriculaban en las escuelas públicas. Pero, aparte de
la disposición al trabajo escolar y el rendimiento, un objetivo importante del programa de niño
a niño de los años intermedios ha sido y sigue siendo la inversión en los niños como futuros
padres, pues los jóvenes aetas contraen matrimonio frecuentemente a edades precoces.
El otro elemento primordial del proyecto educativo de las familias de la Comunidad de
Aprendices es un programa que se lleva a cabo en los hogares con los padres y los niños de
menos de tres años de edad, organizado en cada uno de los sitios o vecindarios (compuestos de
un grupo de familias que forman un clan). Los padres y los niños participan en un programa
educativo de alfabetización de adultos (a petición de los padres el primer año del programa) y
actividades de fomento de las relaciones entre los padres y los hijos que apoyan la acción de los
padres como cuidadores, sobre todo en los primeros años. El programa se basa en las prácticas
tradicionales de crianza de los aetas, aprovecha al máximo los materiales didácticos hechos por
los propios maestros para niños y padres y hace hincapié en la solución en cooperación de
problemas que afectan a las relaciones de los padres con sus hijos, familias, el clan y la
comunidad. Los padres aprenden simultáneamente con los niños mediante un plan de estudios
estructurado conforme a su cultura indígena y sus hábitos de crianza de la prole, pero también
se les enseñan métodos adecuados para actuar en el terreno de la salud y la nutrición y juegos
interactivos o actividades a realizar en el hogar y en comunidad con miras al desarrollo de SUS
hijos. La Comunidad de Aprendices ha maximizado además los programas de educación de los
padres como puntos de partida para abordar las necesidades básicas de la familia y la
comunidad, como la seguridad alimentaria básica y los programas de sostenimiento del hogar
que permiten a las familias satisfacer sus demás necesidades básicas. Al cabo de seis años, se
han organizado varias cooperativas. Una tienda dé alimentos y productos básicos, granjas de
verduras, actividades de crianza de animales, cultivo de arroz y actividades complementarias
como la confección de cestos y la elaboración de alimentos figuran entre las actividades
generadoras de ingresos emprendidas por los padres aetas dentro del programa. Los ingresos de
las cooperativas se dividen en tres partes: la de la familia, la del fondo rotatorio de la
cooperativa y la parte de los programas de desarrollo del niño en la primera infancia.
Nuestra labor en la Comunidad ha puesto cada vez más de manifiesto que tenemos que
colaborar con los padres de dos formas fundamentales pero distintas: 1) en su calidad de
cuidadores que necesitan apoyo, o sea empatía e información acerca de los efectos de los
cambios en el comportamiento de sus hijos a medida que van creciendo y desarrollándose, y
consejos prácticos acerca de cómo atenderles y enseñarles; 2) como personas y adultos que
afrontan también los cambios y las dificultades de sus propias experiencias vitales de hombres
y mujeres en diferentes etapas de la vida adulta. Ocuparse de niños pequeños significa ocuparse
18
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
también de SUSpadres; ambas actividades son inseparables. Frecuentemente es más fácil hacer
caso omiso de esta parte insoslayable del apoyo a otros miembros de la’familia, por ejemplo,
pasando por alto el hecho de que los padres tienen una manera propia de aprender como adultos
o de que también tienen necesidades y “problemas” personales que resolver que, a su vez,
influyen en las relaciones que sostienen con sus hijos y con los maestros y personas que los
atienden.
En Sri Lanka, el Programa de Desarrollo del Niño en la Primera Infancia basado en el
hogar presta apoyo a madres de comunidades alejadas y está concebido para enseñar a los
padres las etapas de desarrollo de la primera infancia y los cambios que sus hijos van
experimentando en el transcurso del tiempo. Su rasgo más interesante es la atención especial
que se dedica a detectar y maximizar las oportunidades de aprendizaje en el hogar mediante las
actividades cotidianas y repetitivas del niño (cuando se despierta o en el momento de ir a la
cama, la rutina de la higiene personal, las horas de las comidas, las relaciones con las visitas,
etc.). El programa aprovecha las actividades diarias de las madres y las faenas del hogar (p. ej.,
buscar leña, lavar la ropa, cuidar al bebé y hacer las compras) para estimular la capacidad de
resolver problemas del niño y ayudarle a dominar el lenguaje.
De la experiencia de Sri Lanka se desprende que de la capacitación de los cuidadores o
los padres deberán formar parte la teoría y las prácticas de la labor con adultos como
aprendices, la comprensión de las diversas etapas del desarrollo de los adultos, las cuestiones
relacionadas con el género y la dinámica de la vida familiar en distintas culturas. Con
demasiada frecuencia, la formación de maestros, profesionales de la salud y asistentes sociales
se ha centrado en la sustancia y los procesos de la labor con niños de corta edad, o sea, cómo
cuidar de su salud y nutrición y aportarles experiencias estimulantes y que les ayuden a
aprender. En cuanto a la labor con los padres, el énfasis se ha centrado en el contenido: lo que
necesitan saber para ser mejores padres. Ha habido una tendencia a transmitirles hechos y
prácticas, y a que lo hicieran personas de fuera que supuestamente saben más que ellos acerca
de cómo cuidar y enseñar a sus hijos. Rara vez se ha dado suficiente importancia a cómo
observar y escuchar a los padres para tratar de entender las prácticas de crianza que se-siguen
en una familia o comunidad antes de prescribir lo que, con la mejor intención del mundo,
creemos que es lo más apropiado. Tenemos que lograr un equilibrio entre estos dos elementos
de la concepción de un programa de educación de los padres.
A veces es más fácil actuar siguiendo planes de estudios elaborados de antemano, con
módulos prescritos, pero, aunque pueda ser más reconfortante, esta práctica también cae en la
trampa de no aprovechar las prácticas locales de crianza de la prole y de perder de vista o
incluso descalificar lo que los padres hacen en apoyo del crecimiento y el desarrollo de sus
hijos. No queremos decir con esto que haya que suprimir completamente las metas, los
objetivos y el contenido, ni saltarse el proceso de elaboración del plan de estudios de los
programas de educación de los padres, sino que debiéramos esforzarnos por llegar a un
equilibrio entre las experiencias y el saber de los padres y un contenido educativo y un proceso
de aprendizaje que les ofrezcan la posibilidad de reflexionar sobre las prácticas que siguen. Es
importante estar bien preparados y poder tranquilizar a los padres y responderles de manera
adecuada, mas también tenemos que reconocer que los padres son adultos que están
aprendiendo y que poseen una experiencia y una base de conocimientos apreciables que se
pueden aprovechar para un programa de educación de los padres. También es importante
prestar atención al aprendizaje más basado en la acción y a enfoques que se funden más en la
experiencia y en los que pueda haber una completa y activa participación de los padres como
adultos que aprenden. A veces, es demasiado fácil esconderse tras la mampara de seguridad de
las carpetas, los gráficos, las ayudas visuales, los folletos y los materiales didácticos, siendo así
que la forma más valiosa de respaldar a los padres puede consistir en escucharlos con empatía y
darles consejos oportunos o incluso hacerles una pregunta que les haga detenerse a reflexionar.
A veces, la inversión más importante podría ser facilitar las relaciones entre los padres de un
barrio para recrear el apoyo tradicional que presta una familia extensa.
La tarea que se nos plantea a quienes participamos en programas de educación de los
padres y de desarrollo del niño en la primera infancia es traducir la retórica de la asociación y
la participación en formas cotidianas de interacción que reafirmen la competencia y el respeto
entre los adultos que aprenden. Las suposiciones que hacemos respecto de los padres y las
premisas que guían nuestros programas determinarán en última instancia si la capacitación de
los padres como cuidadores y maestros de los niños será simplemente un lema “políticamente
19
PUNTOS DE VISTA
Referencias :
20
_______
^-..--._-”
.._- ~ll-l-.-l_-_
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
Judith L. Evans
Contacto: info@ecdgroup.com
La atención mundial está concentrada en el siglo XXI. Se piensa que el año 2000 es un
indicador de los progresos alcanzados en la satisfacción de las necesidades de los niños
pequeños en todo el mundo. Así como los primeros años de vida sientan las bases de la vida del
niño, los logros del siglo XX serán los cimientos de la labor que se llevará a cabo en el próximo
siglo. En esta sección se analiza lo logrado en materia de cuidado y desarrollo del niño en la
primera infancia en los decenios anteriores al año 2000.
del niño en la primera infancia en cuanto a disminución de costos y tasa de rendimiento de las
inversiones en ellos. Hoy en día, hay datos convincentes de que aumentar las inversiones en
intervenciones de calidad en favor de la primera infancia es una actitud económicamente
válida. Vale decir, que la tasa de rendimiento de las inversiones en los primeros años de vida es
más elevada que las de las inversiones en cualquier otro nivel del sistema educativo.
Los datos más asombrosos al respecto proceden del proyecto de establecimiento
preescolar High/Scope Perry, en el que se ha estudiado a un grupo de niños de una pequeña
localidad de los Estados Unidos de América durante un periodo de 22 años. Algunos de estos
niños recibieron una enseñanza preescolar de calidad; el otro grupo no asistió a un
establecimiento preescolar. A medida que estos niños avanzaban en la escuela y llegaban a la
edad adulta se iban registrando sus experiencias. Los datos más recientes se recogieron cuando
estas personas llegaban a los 27 años de edad. Las diferencias entre los grupos son enormes, no
sólo por lo que se refiere a sus resultados escolares, sino, lo que es más importante, con
respecto a diversas dimensiones sociales. Los que recibieron una enseñanza preescolar
obtuvieron mejores resultados escolares que los que no la tuvieron; siguieron estudiando
durante más tiempo, tienen empleos mejor remunerados y han formado familias más estables.
Si asignamos un valor económico a estas características, del estudio se desprende que el país
recibe 7,16 dólares por cada dólar invertido en enseñanza preescolar (Schweinhart y otros,
1993). Estos datos han llamado la atención de los encargados de adoptar políticas que, ante
ellos, han modificado las políticas nacionales relativas a los programas destinados a los niños
de corta edad y sus familias.
Los países están adoptando políticas que reconocen los derechos del niño y definen
la función de las autoridades en materia de apoyo a los niños de corta edad y sus
familias.
Una de las tareas pendientes en 1990 para los docentes de la primera infancia era colaborar más
estrechamente con las actividades a fin de favorecer la adopción de políticas adecuadas que
respaldasen la puesta en marcha de programas para los niños de tierna edad y sus familias, tarea
que se está llevando a cabo pues cada vez son más los países que elaboran y aplican políticas
destinadas a la primera infancia. Un ejemplo de este tipo de políticas es Ghana, país en el que
una iniciativa reciente, la Declaración de Accra, ha dado una perspectiva y un enfoque nuevos
a la atención que en él se presta a la infancia. En la Declaración se otorga la máxima prioridad
a los niños en situación de riesgo y se invita a todas las instituciones y organismos oficiales, a
las organizaciones no gubernamentales, a las personas y demás participantes en actividades de
desarrollo del niño en la primera infancia a ampliar colectivamente los objetivos y la visión de
Ghana respecto de la primera infancia. La Declaración de Accra ha favorecido una mayor
cooperación entre las autoridades, los donantes y las organizaciones no gubernamentales,
sentando además las bases de una programación diferente en este ámbito y sancionando
oficialmente el que una mayor variedad de actividades reciban atención y financiación.
Existen numerosos programas preescolares para niños de tres a seis años de edad.
En todas las partes del mundo podemos hallar programas preescolares para el grupo de edad
comprendido entre tres y seis años. Algunos descansan en unas bases teóricas sólidas; otros
siguen el modelo de la enseñanza primaria que impera en el país. A algunos, muy conocidos y
bien documentados, se les da publicidad; otros sólo los conocen quienes los utilizan. En
muchos se da un alto grado de participación de los padres y están basados en la comunidad.
22
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
Casi todos tratan de ajustarse al entorno cultural, sobre todo en los planes de estudio y los
materiales que se utilizan con los niños y que éstos manipulan.
Por el momento, no existen datos comparativos sobre los programas que han dado
buenos resultados y los que no han funcionado, por lo que, en lugar de tratar de descubrir
enfoques “innovadores”, sería más provechoso dedicarse a comprobar la eficacia de diversas
estrategias. Sería útil determinar estrategias eficaces que se pudieran combinar para crear un
programa integrado, formando modelos nuevos, o al menos definidos más claramente, que se
pueda difundir con buenos frutos. Además, la mayoría de los programas para la primera
infancia están pensados para niños de tres a seis años de edad y son muy pocos los dedicados a
los niños desde el momento de su llegada a la vida hasta los de tres años, a pesar de que, como
se desprende de las investigaciones empíricas, es un periodo crítico con respecto a la salud, la
nutrición y la estimulación cognitiva. Para subsanar esta laguna de nuestra experiencia, se
podría abordar la tarea de elaborar programas eficaces para los niños de muy corta edad y sus
familias.
Cada vez se reconoce más la importancia del vínculo entre el contenido de los
programas para la primera infancia y la experiencia de los niños en los primeros
años de la enseñanza primaria.
Actualmente, una de las cuestiones que más interés despierta es la de la interfaz o vinculación
entre la enseñanza preescolar y la escuela primaria, en parte a partir de la Conferencia de
Jomtien, en la que se relacionaron los primeros años de vida con la enseñanza básica,
fundándose en la comprensión de la continuidad existente en el desarrollo del niño desde su
nacimiento hasta el final del primer ciclo de la enseñanzaprimaria. Basándose en ese concepto,
los encargados de adoptar políticas y de elaborar programas están estudiando la relación entre
las experiencias del niño en la primera infancia y su rendimiento escolar.
Preocupan cada vez más los altos índices de abandono de los estudios y repetición de
cursos de numerosos países del Mundo Mayoritario], particularmente elevados durante los tres
primeros años de la escuela primaria. Por lo general, se alega que los niños no están preparados
para seguir estudios escolares, motivo por el cual se han creado programas de “preparación”,
que parten del supuesto de que los niños obtendrán mejores resultados y permanecerán en la
escuela más tiempo si se los prepara mejor de antemano. Ahora bien, hay que reconocer que el
niño no es un ser aislado. Las experiencias escolares del niño dependen de su interacción con la
escuela; así pues, la contrapartida de esa preparación consiste en qué medida la escuela está
preparada para recibir al niño.
Myers (1988), en un análisis de diversas investigaciones sobre la relación entre las
actividades preescolares y los resultados obtenidos en la escuela primaria, llega a la siguiente
conclusión: “kmatriculación, el progreso y los resultados escolares dependen tanto de las
características cognitivas y sociales que el niño aporta a la escuela como de las posibilidades
pedagógicas y la calidad de la enseñanza. Tanto uno de estos conjuntos de variables como
ambos pueden favorecer u obstaculizar el éxito de la matriculación, la adaptación, el progreso y
los resultados escolares.. . Las decisiones relativas a programas para la primera infancia y
mejoras de la enseñanza primaria se deben considerar conjuntamente, no por separado”.
Se han elaborado varios sistemas de formación y difusión para que un público más
amplio pueda tener acceso a los programas para la primera infancia.
Para cada estrategia de educación de la primera infancia que se elabora, existe el
correspondiente sistema de formación. El Instituto de Educación de Kenya, por ejemplo,
comenzó a ocuparse de cómo solucionar la cuestión de dotar de maestros formados a los
establecimientos preescolares de base comunitaria a finales de los años setenta, para lo cual se
crearon centros de formación distrituales, en los que, durante dos años, los docentes seguían
cursos intensivos cuando las vacaciones escolares. De la experiencia en formación de ese
Instituto y de otras similares, se deduce que es posible implantar una formación eficaz cuando
los sistemas de capacitación se conciben con el propósito de satisfacer las necesidades de las
personas que siguen los cursos y de los establecimientos que las emplearán.
De lo que ahora se trata es de continuar experimentando modelos de capacitación durante
el ejercicio de la profesión más flexibles, cuya forma y contenido habrá que elaborar a partir de
las necesidades y de una práctica educativa coherente. Otra tarea pendiente consiste en tratar de
establecer el límite entre la teoría - esto es, proporcionar a los maestros una base teórica
suficientemente sólida para que a partir de ella puedan idear nuevas’actividades de apoyo al
aprendizaje del niño - y la práctica -transmitir a los maestros las capacidades prácticas que
necesitan para interesar activamente al niño en el proceso de aprendizaje. El próximo paso será
escoger los programas de formación que han demostrado ser eficaces y crear equipos de
formadores capaces de difundirlos entre un público más amplio.
Se ha demostrado que los programas más eficaces son los que “integran” la salud,
la educación, la nutrición y el desarrollo social y económico y que los niños más
pequeños son los que más provecho sacan de esas actividades.
Las investigaciones más recientes sobre las relaciones entre la salud, la nutrición y la
estimulación sostienen de manera convincente que para asegurar la supervivencia del niño no
basta una alimentación suficiente, ni tampoco el acceso a los oligoelementos que necesita el
organismo, ni la educación, ni la ausencia de enfermedades. El niño crece y se desarrolla
cuando todas estas variables están reunidas y vive rodeado de afecto. En la última década ha
aumentado notablemente nuestra comprensión de las relaciones interactivas que existen entre la
salud, la nutrición y la educación. Los datos proporcionados por las investigaciones indican que
un enfoque múltiple es sumamente eficaz. A principios de los años setenta, en Cali, Colombia,
se llevó a cabo un complejo proyecto de investigación y acción. La participación de los niños
en él difería según la edad en la que comenzaban y el tipo de cuidados que recibían. Las
actividades consistían en entregar alimentos suplementarios a las familias, controlar
periódicamente la salud, establecer un programa de cuidado y educación de los niños durante
todo el día y enseñar algunas pautas educativas a los padres. Este esfuerzo en varias direcciones
arrojó resultados positivos tanto con respecto al estado de salud y nutrición de los niños como a
sus logros escolares. Lo que se plantea es la índole de la integración y el significado de una
acción “temprana”. Pollitt señala que, en los estudios que analizó, los niños que recibieron
apoyo desde una edad más “temprana” resultaron más beneficiados que los niños de más edad
inmersos en el mismo programa. 1
Referencias :
25
-___. _....,
r_l.._
__. ... “._-.--
PUNTOS DE VISTA
David P. Weikart
Contacto: info@highscope.org
En los últimos decenios se han difundido enormemente los programas de educación y cuidado
de la primera infancia. En los años sesenta, en la mayoría de los países en desarrollo los
programas estaban orientados generalmente a la atención de salud y a complementar la nutrición
y, en los países industrializados, a la supervisión general de los niños mientras sus familiares
trabajaban. En muchos países, se implantaron programas especiales como servicio de emergencia
para familias que tenían problemas de salud y dificultades de otros tipos, o bien programas de
corta duración destinados a diversos grupos de juego organizados en forma cooperativa por padres
para apoyar el desarrollo social general de los niños. A comienzos de los años sesenta, también
comenzó una serie de proyectos de investigación para analizar a fondo las actividades
preescolares y averiguar qué resultados de largo alcance obtenían los niños. Ahora, en los años
noventa, se han dado a conocer las conclusiones de esos proyectos que, en general, aportan
pruebas contundentes de la importancia de una educación y unos cuidados de alta calidad para los
niños en edad preescolar, o sea de tres, cuatro y cinco años.
Uno de los estudios más importantes de esa serie fue el estudio longitudinal High/Scope
Perry sobre enseñanza preescolar efectuado a partir de 1962 en Ypsilanti, Michigan, Estados
Unidos de América]. Este estudio de niños desfavorecidos de familias pobres halló tres áreas
en las que se habían producido repercusiones coherentes, casi tres decenios después, cuando las
personas de la muestra cumplieron 27 años de edad. En comparación con un grupo de personas
a las que no se había impartido educación preescolar tomado al azar, el grupo preescolar
controlado registraba:
Un rendimiento educativo significativamente mayor:
- índices más altos de estudios completados, y
- menos necesidad de participación en actividades de educación especial.
Una estabilidad y una responsabilidad sociales significativamente mayores:
- índices más elevados de matrimonio de jóvenes y un número mayor de hijos nacidos en
hogares biparentales,
- índices más elevados de empleo e ingresos mayores,
- índices más elevados de propiedad de la vivienda, y
- índices más bajos de delincuencia juvenil y de adultos.
Una disminución considerable de los sufragados por el contribuyente:
- por cada dólar de costo de los programas, se ahorraron 7,16 dólares.
Se puede decir que estos resultados se lograron porque el proyecto HighlScope Perry:
9 Capacitó a los niños, dotándoles de la capacidad de iniciar y ejecutar sus propias
actividades de aprendizaje y de adoptar decisiones por sí mismos.
26
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
9 Capacitó a los padres, haciendo que intervinieran como plenos asociados de los
profesores en apoyo del desarrollo de sus hijos.
. Capacitó a los maestros en ejercicio, impartiéndoles una formación sistemática en las
materias del plan de estudios, dándoles supervisión de apoyo y proporcionándoles
instrumental de observación para evaluar el desarrollo de los niños.
Referencias :
1 Schweinhart, L.J., Barnes, H.V., y Weikart, D.P. (1993). SigniJicant benefìts: The
HigWScope Perry pre-school study through age 27. (Monographs of the High/Scope
Educational Research Foundation, No 10). Ypsilanti, MI: High/Scope Press.
2 Oden, S., Schweinhart, L.S., Weikart, D.P., con la colaboración de Marcus, S y Xie, Y.
(en prensa). The Long-Term BeneJitsor Head Start Study. Ypsilanti, MI : High/Scope Press
3 Myers, R.G. (1995) The twehe who survive: Strengthening programmes of early
childhood development in the Third World (2’ ed.). Ypsilanti, MI, HighlScope Press..
4 Epstein, A.S. y Weikart, D.P. (1979). The Ypsilanti-Carnegie infant education project
(Mongraphs of the High/Scope Educational Research Foundation, N.6). Ypsilanti, MI :
High/Scope Press
5 Bamett, W.S., (1995). Long-terms effects of early childhood programmes and
cognitive and school outcomes. en R.E. Behrman (director) The Future of Children : Long-
Term Outcomes of Early Childhood Programmes (Vol. 5, No 3., págs. 25-50). Los Altos, CA :
The David and Lucile Packard Foundation.
6 Kagitcibasi, C. Sunar, D., y Beckman. S. (1989) ComprehensivePre-School Education
Project : Final Report. Ottawa : Centro Canadiense de Investigaciones para el Desarrollo
7 Nabuco, M y Sylva K., (1995). Comparisons betweenECERS ratings of individual pre-
school centres and the res& of Target Child Observations : Do they match or do they difSer ?
ponencia presentada en la V Conferencia europea sobre la calidad de la educación de la primera
infancia, París, Universidad de la Sorbona, 7-9 de septiembre de 1995.
g Schweinhart, L.J., y Weikart, D.P. (1996). Lasting differences : The HigWScope pre-
school curriculum comparison study through age 23. (Monographs of the High/Scope
Educational Research Foundation, No. 12). Ypsilanti, MI : High/Scope Press.
9 Bamett, W.S., (1996). Lives in balance : Age- bene@-cost analysis of the
HigWScope Perry pre-school programme (Monographs of the High/Scope Educational
Research Fundation, Il). Ypsilanti, MI : High/Scope Press.
28
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
Marta Arango
Contacto: cinde@medellin.cetcol.net.co
30
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
las estrategias de acción son distintas (pueden ser de interacción individual o en grupo), todas
pueden ser gestionadas por los padres, los dirigentes de las comunidades o niños de más edad,
lo cual favorece el desarrollo y la autonomía personales. Exigen una formación y una
supervisión sistemáticas, pero no, en cambio, instalaciones particulares, lo que disminuye
grandemente los gastos de funcionamiento, especialmente en comparación con las alternativas
tradicionales.
El programa padres-hijos
Un ejemplo de este tipo de programas sería aquel en que las madres asisten a una reunión
semanal, o cada dos semanas, en la que aprenden a: a) facilitar un entorno saludable a sus hijos;
b) observar el desarrollo de sus hijos y actuar en consecuencia; c) emplear en el hogar
materiales didácticos que fomenten el desarrollo intelectual de su prole. En este tipo de
programas, se imparte clase a los padres, no a los hijos. Algunas de sus ventajas son: a) son
más baratos que otros muchos, puesto que sólo hay que pagar a un profesor, o a un educador de
padres, que puede formar hasta a un centenar de padres a la vez, en lugar de varios cuidadores o
profesores para distintos grupos pequeños; b) los padres adquieren autoconfianza y autonomía;
c) una vez que los padres (incluso los analfabetos) aprenden a trabajar con otros niños, pueden
fomentar más eficazmente las capacidades intelectuales del niño y la adquisición de una sana
confianza en sí mismo. Algunas de sus limitaciones: a) puede haber un problema de ausentismo
y que la formación sea incompleta; b) algunos padres carecen del suficiente equilibrio
psicológico para realizar juegos sanos con los niños, lo que les impide participar en este
programa; c) algunos progenitores son incapaces de aplicar las estrategias que se les enseñan y
se niegan, por ejemplo, a jugar con sus hijos.
problemas. Los programas de asistencia a domicilio pueden ser más costosos y necesitar más
gente que otros, ya que la interacción se efectúa en ellos persona a persona, en lugar de en
grupo. Ahora bien, se ha demostrado que son muy eficaces y que se puede reducir su costo si
los visitantes son miembros de la comunidad.
Conclusiones
Un rasgo común a casi todos los métodos expuestos en el presente artículo es su voluntad de
crear mejores entomos materiales y psicológicos para los niños, fortaleciendo la capacidad de
los progenitores, los asistentes y los miembros de la comunidad de atender sus necesidades,
para lo cual asignan a los participantes papeles muy diversos: educadores de padres o
participantes en las actividades de educación parental; encargados de la asistencia o
administradores de centros, servicios de asistencia a domicilio o programas de desarrollo del
niño en la primera infancia; dirigentes de la comunidad que cooperan en actividades sobre
sanidad, nutrición, generación de ingresos y otras orientadas al desarrollo saludable de los
niños de corta edad; educadores de sus hijos en el hogar; difusores de los programas de
desarrollo del niño en la primera infancia y dirigentes de redes locales y regionales, y por
último, aunque no por eso menos importante, promotores de su propio desarrollo intelectual,
social y político. Los padres y los dirigentes de la comunidad desempeñan estas funciones de
muy diversas formas: en tanto que profesionales remunerados o voluntarios; a través de
sistemas establecidos, organizaciones privadas de voluntarios u organizaciones no
gubernamentales locales; en el marco de programas monotemáticos o integrados y a jornada
completa 0 a tiempo parcial.
La intervención de los padres y dirigentes de la comunidad así concebida es una
estrategia necesaria (aunque no suficiente) para prevenir o reducir los factores o causas que
hacen que los niños estén en situación de riesgo. La efectividad de los programas depende
además de que tengan las características siguientes: 1) un elemento de capacitación,
32
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
33
PUNTOS DE VISTA
Peter Hesse
Peter Hesse, nació el 5 de abril de 1937 en Nueva York. Hizo estudios comerciales
en Munich y fue profesor de gestión; cofundador del Comité para la enseñanza de
la gestión en Europa y de la Sociedad de Gestión Alemana. Miembro del Comité
Federal Alemán del CDU para la política del desarrollo, cónsul honorario de
Islandia. En 1983, creó la Fundación Peter Hesse para la formación de docentes
Montessori y desde 1986 ha creado establecimientos preescolares Montessori para
los niños desfavorecidos en Haití.
Cuando las personas y la naturaleza están en peligro necesitan ayuda -ayuda de emergencia,
que debe ir acompañada de una asistencia para el desarrollo. Pero ningún ser humano ni Estado
puede SER desarrollado. Las personas, los grupos, los Estados y el mundo sólo pueden
desarrollarse a sí mismos. El requisito previo del autodesarrollo humano es la existencia de
condiciones y recursos básicos mínimos, por ejemplo, aire puro y agua potable, alimentos,
atención de salud y vivienda y, en el caso de los niños, además, el amor, el cuidado y la guía de
sus padres. Para que exista desarrollo humano es también fundamental que haya posibilidades
de aprender y de realizar actividades productivas. En cuanto a los Estados nacionales, el
proceso de desarrollo exige condiciones que propicien un marco de paz, libertad, justicia y
participación, la existencia de instituciones jurídicas independientes y el respeto de los
derechos y de la dignidad de los seres humanos. La asistencia a la autoayuda, principio motor
de toda asistencia para el desarrollo, puede entonces acelerar el autodesarrollo.
Además de los esfuerzos políticos esenciales para suscitar condiciones de libertad,
justicia y participación, predominan dos series de medidas para fomentar el autodesarrollo:
1. A corto plazo: sistemas de microcrédito administrados socialmente para fortalecer las
iniciativas de autoayuda.
2. Y, lo que es más importante y la razón de ser de este artículo, pero sólo eficaz a largo plazo:
impartir a los niños de corta edad una educación precoz, práctica, global y de gran calidad.
34
DESARROLLO DE LA PRIMERA lNFANCIA
De la utopía a la visión
Puede parecer utópico creer en este tipo de desarrollo global de la humanidad en el que cada ser
humano contribuye a un mundo unido en la paz y libertad, en la diversidad autodeterminada,
generosa y tolerante, que respeta a sabiendas su entorno social y natural. No obstante, esta idea
aparentemente utópica debe transformarse en una visión real que debemos perseguir. Cada paso
en esa dirección significa avanzar.
atender a gran número de niños, que no consiguen propiciar el mejor desarrollo posible del
niño en la primera infancia y constituyen un despilfarro de recursos. La distancia entre los
países más y menos desarrollados se ampliará cada vez más a menos que demos a los niños del
“Tercer Mundo” la posibilidad de un desarrollo personal global temprano, con los mejores
métodos educativos basados en un conocimiento profesional de la forma en la que evoluciona
el ser humano -con una educación primaria práctica y adaptada culturalmente a partir
aproximadamente de los seis años. Esta iniciativa desea promover la mejor educación
preescolar posible, de carácter global y en el marco de la educación de la primera infancia,
principalmente en el “Tercer Mundo”.
Conceptos fundamentales
. Las actividades deben orientarse al desarrollo del niño basado en una visión del ser humano
cada vez más global (mental, espiritual, física).
. La labor que se lleva a cabo con los niños es tan importante como la que se hace con los
padres.
n La enseñanza preescolar debe integrarse en el contexto social circundante y fomentar su
participación.
Principios pedagógicos
. El camino del aprendizaje de la conciencia mental se recorre gracias a la percepción del
mundo a través de los sentidos. Por lo tanto, la experiencia sensorial es un elemento básico
de la labor pedagógica.
= La labor pedagógica debe basarse en actividades prácticas concretas que tengan en cuenta
los valores y principios de acción locales y permitan comprender la interdependencia de los
diversos aspectos de la vida. Las actividades que el niño puede comprender y en las que el
niño puede actuar deben estar en primer plano de la labor pedagógica.
. Una educación provechosa se basa en situaciones de la vida real. La capacidad de
comprender genera creatividad, actitudes positivas hacia la vida, alegría de aprender y
concentración.
. Hay que fomentar la alegría y el deseo de comunicar. Hay que despertar en los niños el
deseo de enriquecer su vocabulario y su expresión oral.
. Hay que alentar la imitación y su empleo ulterior en las propias actividades del niño.
. El niño debe ser capaz de vivir y captar lo que aprende; captar en el verdadero sentido de la
palabra y en relación con sus propias experiencias.
. El juego es un componente fundamental de la vida del niño. Se debe reconocer la seriedad
del juego y estimularlo. El juego del niño es equiparable al trabajo del adulto. No se debe
jugar para alcanzar un objetivo.
’ El material didáctico que utiliza el niño para trabajar, adquirir capacidades específicas o
jugar creativamente debe corresponder a etapas de aprendizaje que el niño pueda
comprender y a su fase de desarrollo.
36
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
. Los niños pequeños, en particular, sienten una intensa necesidad de moverse, que requiere
la debida atención y espacio suficiente.
n Ya sea como método de trabajo o pauta de salud, hay que tratar de alternar armoniosamente
las fases de movimiento con las de descanso.
. El ritmo ayuda a orientarse en la vida y fortalece el espíritu. Es importante que el niño
pueda sentirse más seguro gracias al ritmo que crean en su entorno la cultura y la
naturaleza.
n Hay que reconocer e integrar de un modo responsable el entorno circundante, la cultura y la
naturaleza locales.
n Hay que prestar atención al aspecto artístico de la labor pedagógica y a las actividades
artísticas de los niños, puesto que son la base del desarrollo de la personalidad del niño.
. Es fundamental aprovechar lo mejor posible los materiales de que se puede disponer en el
lugar.
37
.-‘UNlOS DE VISTA
John Bennett
John Bennett, M. Ed, Ph. D. por la Universidad de París. Sus primeros trabajos han
sido dirigidos sobre la sicología de los niños y la educación de los adultos.
Después de haber sido profesor en la Sorbona y en la Escuela Nacional de la
Administración, en Francia, ingresó en la UNESCO en 1984. Jefe del Proyecto “El
niño y entorno familiar”, entre 1991 y 1998, se encargó de defender los planes y
políticas relativos a la primera infancia en varios países. Autor de numerosos
artículos, entre los que cabe destacar las contribuciones a la International
Encyclopaedia of Education y al International Journal of ChiIdren ‘s Rights.
Miembro de varios jurados y comités internacionales para la educación preescolar
y los derechos del niño.
Contacto: Bennett.John@wanadoo.fr
Introducción
En esta exposición sucinta desearía explicar las razones por las que la UNESCO ha pasado en
los últimos años de una concepción académica de la educación preescolar a otra que tiene en
cuenta las necesidades educativas y sociales del medio familiar. Al trazar esta evolución, se
examinarán someramente los siguientes puntos:
1. Una breve reseña de la historia de la educación preescolar, en la que se esbozan los
motivos por los que la escuela y su réplica, la educación preescolar, cobraron tanta
importancia en el siglo XIX. A este respecto, observaremos que este modelo no puede
satisfacer las necesidades de los niños de nuestros días, lo mismo en el mundo en desarrollo
que en el industrializado.
2. La difusión de un nuevo modelo de programas integrados para el niño y la familia. En
particular, nos referiremos a la labor innovadora de Robert Myers y al debate que tuvo lugar
posteriormente en los Países Bajos, que trataron de solucionar el problema de los niños y las
familias “vulnerables”. Se bosquejan algunas de las características del nuevo modelo.
3. Los fundamentos sociopolíticos del nuevo modelo, es decir, una definición sucinta de
algunas preocupaciones políticas y sociales que están conduciendo a la expansión de la
enseñanza preescolar y acercándola a una visión más social de la educación.
* Un país relativamente pequefio, como Bangladesh, cuyo territorio es similar al del Reino Unido, tiene
tantos nifios menores de seis anos como toda la Unión Europea.
39
Los sistemas de enseñanza primaria creados en los países en desarrollo tras la descolonización
soportaron enormes presiones a finales del decenio de 1970 y durante el de 1980, ante el
gigantesco aumento del número de niños y las nuevas demandas de unas economías y culturas
en curso de mutación. Millones de niños, sobre todo niñas, ya no iban a la escuela o la
abandonaban antes de finalizar los estudios. En esta situación de crisis muchos Ministerios de
Educación, así como el UNICEF y la UNESCO, estimaban que la educación de la primera
infancia era una distracción de los verdaderos problemas. De nada servía invertir en los niños
de corta edad si posteriormente se les negaba el acceso a la enseñanza primaria o ésta era de
mala calidad.
Además, los Ministerios de Educación no podían seguir invirtiendo en los jardines de
infancia, que eran poco numerosos, pertenecían a menudo al sector privado, eran de pago y
atendían esencialmente a los hijos de expatriados o de las clases más adineradas de los grandes
centros urbanos. El apoyo a este tipo de establecimientos acarreaba inevitablemente reducir las
inversiones públicas en la enseñanza primaria general. Evidentemente, la UNESCO, como
organización de las Naciones Unidas fiel al principio básico de la no discriminación en la
educación, no podía seguir recomendando ese modelo.
Tuvieron que pasar varios años antes de que se conceptualizara un nuevo modelo del desarrollo
de la primera infancia, cuyo origen tenía varias fuentes, una de las cuales era la labor de Robert
Myers y el Grupo consultivo sobre la Primera Infancia. Este órgano, que actúa principalmente
en los países en desarrollo y coopera estrechamente con el UNICEF y la UNESCO, elaboró
paulatinamente una concepción más amplia de los programas destinados a la primera infancia.
Myers, en su libro The Twelve Who Sur-vive(1992) que hizo época, expuso documentalmente
programas acertados del mundo en desarrollo y demostró convincentemente que:
n por varios motivos, un modelo de educación con un foco de interés demasiado restringido,
tanto si se concibe como un jardín de infancia o como una ampliación de la escuela
primaria a un nivel inferior, no satisfacía las necesidades de la mayoría de los niños, las
familias y las comunidades de los países en desarrollo;
. existía una amplia gama de programas posibles para promover el desarrollo del niño. La
labor innovadora de muchos organismos gubernamentales y no gubernamentales del
mundo en desarrollo había demostrado que se podían preparar programas eficaces y de bajo
costo para el desarrollo de la primera infancia;
. incluso en los países más pobres, si se presta ayuda a las familias y se promueven las
mejores tradiciones comunitarias de crianza, se podría mejorar de manera radical el
desarrollo del niño y movilizar el apoyo de la población en favor de su bienestar e
instrucción.
El principal propósito de estos programas era ayudar a los padres a tener y criar niños
sanos, con frecuencia en contextos de mera supervivencia en que el Estado no podía prestar
ningún tipo de servicio social. En esas circunstancias, los programas tenían que ser sencillos,
fijarse unos objetivos esenciales y acudir adonde vivía la gente. Se concedía especial
importancia a la salud maternoinfantil; a las campañas de vacunación, la lactancia materna, la
higiene y la atención primaria de salud; a la alimentación suplementaria y al suministro de agua
potable; al mantenimiento de infraestructuras elementales, a la educación básica y a los planes
comunitarios de crédito, especialmente los destinados a las mujeres, etc.
En algunos países en desarrollo, el Estado participa en la financiación de los programas
destinados al niño y la familia, que pueden alcanzar proporciones impresionantes, como los
Servicios de Desarrollo Infantil Integrado de la India, que atienden a unos 15 millones de niños
y madres. En otros países más pobres o cuyos gobiernos prestan menos atención a las
cuestiones sociales, los programas dependen de la solidaridad de las familias y la comunidad y
de la asistencia de voluntarios. No obstante, todos los contextos muestran que, salvo en
condiciones atroces de pobreza o guerra3,cuando se presta apoyo a las familias y comunidades,
3 Actualmente en Rwanda, tras las matanzas, se calcula que hay más de 40.000 hogares cuyos jefes de
familia son niiios.
40
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
son capaces de organizar servicios de cuidado y educación de bebés y niños menores de tres
años de calidad sorprendente basados en los valores y las prácticas de puericultura tradicionales
en cada comunidad. El papel fundamental de las madres y chicas se pone de manifiesto
constantemente, pues ejercen una influencia decisiva en la educación de los niños, por ser las
personas que más los cuidan e instruyen.
Al mismo tiempo, algunos países industrializados también empezaron a poner en tela de
juicio la validez del modelo de educación preescolar. A principios de los años noventa, en los
Países Bajos se organizó un debate sobre los problemas de múltiples facetas que plantean los
niños y las familias “vulnerables”. Las investigaciones de la OCDE corroboraron la
preocupación de este país al mostrar en 1995 que del 15% al 30% de los niños en edad escolar
de los países de la OCDE “corrían peligro” de fracasar en la escuela. Los investigadores de los
Países Bajos habían llegado a las siguientes conclusiones:
n la enseñanza escolar impartida en los jardines de infancia y las escuelas primarias no
garantizaba la igualdad de oportunidades en la educación;
. se p,odían hacer más esfuerzos para mejorar la eficacia interna de los jardines de infancia y
escuelas de educación preescolar de su país, pero había que efectuar nuevas investigaciones
en el ámbito de la educación antes de decidir los tipos de programas más apropiados para
los Países Bajos;
. unos servicios coordinados y descentralizados (que combinan empleo, educación, incluida
la educación de adultos, y pautas relativas a la salud y la asistencia social en el ámbito
comunitario) tendrían más posibilidades de llegar a las familias y comunidades
“vulnerables”, proporcionando con ellos a los niños un entorno que les permitiría
aprovechar las oportunidades de educación que se les ofrecieran.
En resumen, se consideraba que los programas destinados a las escuelas maternales y a la
primera infancia (aun conservando sus objetivos profesionales específicos) formaban parte de
una iniciativa más amplia de integración social. En particular, los programas para la primera
infancia parecían un medio especialmente idóneo para ofrecer múltiples pautas tanto a los
padres como a los niños. Si los programas de apoyo a íos niños de corta edad y las familias se
ejecutan de manera flexible e integrada y teniendo en cuenta los factores culturales, podrían
convertirse en un instrumento ideal para que los individuos y grupos definieran su propia
organización, lo cual es fundamental para que se emancipen.
~_ -.-
-.._.
__ _ __._____<.__.I___ -_., _.____ ___ ,___-- -.-__ --_.-
PUNTOSDEVISTA
(25 o más niños por adulto) y por la menor importancia concedida a las necesidades
sociales, al desarrollo motor, etc. Ahora bien, desde principios de los años setenta (y antes
de que surgiera el movimiento en pro de las escuelas eficaces), los procesos internos de las
escuelas maternales han experimentado una larga transformación. Como se indica en el
Recuadro 1, relativo a la enseñanza preescolar de buena calidad, la hábil organización de
las relaciones entre el adulto y el niño, la introducción de pautas que fomentan el desarrollo
en el momento oportuno y el dar al niño la posibilidad de aprender activamente son
elementos clave de la ejecución del programa en un entorno institucional. AI producir estos
cambios, el modelo de High/Scope de los Estados Unidos ha ejercido una influencia
considerable y recientemente ha sido adoptado en una serie de programas de gran
envergadura basados en principios pedagógicos constructivistas. Se evita la enseñanza
académica, se hace más hincapié en el aprendizaje autónomo y activo y en las necesidades
de desarrollo propias de la edad de cada niño.
. Se considera más relevante la integración social y ello se refleja a menudo en la ayuda
prestada a las familias y comunidades desfavorecidas. Debido a las corrientes
migratorias habidas en Europa y el Mediterráneo, los países más industrializados de Europa
cuentan actualmente con un elevado número de inmigrantes. Junto con las poblaciones
locales que se han quedado atrás a causa de las transformaciones sociales y económicas,
constituyen una nutrida clase marginada cuyos niños carecen de oportunidades de
educación. El cuidado y la educación de la primera infancia se considera un medio de
llegar y reeducar a estos grupos, asegurando al mismo tiempo que sus niños irán a la
escuela más o menos en las mismas condiciones que los de medios más favorecidos. Se
utiliza el vínculo entre los padres y sus niños de corta edad como trampolín para educar a la
familia e identificar pronto los riesgos. Se pretende integrar el cuidado y la educación de la
primera infancia en el conjunto de los servicios sociales que se prestan a los niños y
familias vulnerables, aunque se considera la educación preescolar propiamente dicha una
intervención destacada, puesto que no sólo permite que los niños pequeños entren con buen
pie en la vida, sino que además se puede utilizar para que las familias asuman un
compromiso con la educación, lo cual influye en gran medida en los resultados de la
enseñanza, de acuerdo con las investigaciones. En resumen, se trata de establecer un
proceso bidireccional: por un lado, la escuela presta apoyo a las familias y a los niños
“vulnerables” y, por otro, los padres apoyan la educación y el desarrollo del niño,
sintiéndose responsables (junto con los docentes y la comunidad) del proyecto educativo.
Para comprender las características internas de los nuevos programas de educación preescolar,
resulta útil conocer los principios didácticos constructivistas y, en lo que respecta a la gestión
institucional, los principios de la eficacia de la escuela. Sin embargo, estos principios también
se pueden aplicar en escuelas preescolares selectas y, de hecho, es lo que está ocurriendo. Lo
que tal vez sea más importante es que los encargados de las políticas generales entiendan los
marcos políticos y sociales que han impulsado el movimiento en pro de la educación preescolar
de masas, convirtiéndola al mismo tiempo en un servicio comunitario más orientado a la
sociedad. He decidido comentar brevemente cuatro aspectos de esos marcos generales, a saber:
42
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
derecho del individuo a un nivel de vida mínimo. A este respecto, como afirman varios
instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos, el Estado debe asumir
obligaciones específicas para con los niños y ocuparse de su desarrollo y educación
(Convención sobre los Derechos del Niño, 1989). De ahí que en los Estados
socialdemócratas exista una tradición de generalización de los servicios de atención de la
primera infancia
De todos modos, debe quedar claro que se ha tomado conciencia de los derechos sociales
del niño porque se han comprendido los beneficios que su respeto entraña, además de por
una mayor receptividad a los derechos humanos o a la responsabilidad social de los
gobiernos. Como hay una mayor capacidad de efectuar evaluaciones comparadas de costos
y beneficios, incluso los Estados liberales clásicos reconocen que a largo plazo es menos
costoso y genera más estabilidad política evitar los problemas sociales que sufrir sus
consecuencias.
43
PUNTOS DE VISTA
Conclusión
Por el bien de los niños, debemos modificar nuestras concepciones sobre la naturaleza de la
educación y los medios tradicionales de impartirla. En las nuevas sociedades de la educación,
los Ministerios de Educación no se pueden seguir contentando con ser los ministerios de las
escuelas y deberán pasar de un enfoque basado en las asignaturas a otro más centrado en el
niño y, si viene al caso (en particular, cuando se trate de niños de corta edad), en la familia y el
desarrollo comunitario. Al aumentar la movilidad de los empleados, el número de madres que
trabajan y las tasas de divorcio, habrá que prestar más asistencia a las familias para ayudar a los
niños de corta edad a hacer frente a las transiciones, proporcionar apoyo a los padres e
impartirles educación permanente. Es probable que la rápida transición que se está produciendo
hacia la mundialización de las economías y la nueva sociedad de la información agrave los
problemas dejando al margen del progreso económico y social a un número considerable de
personas. En este contexto, nuestras sociedades precisarán de jardines de infancia y escuelas
que se ocupen de la educación y el desarrollo del niño y cooperen estrechamente con otros
servicios a la hora de prestar apoyo social e impartir educación permanente a las familias.
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
Estudios de caso # 1
El Programa SERVOL de educación de la primera infancia
Trinidad y Tobago
El Servol es una organización formada por personas frágiles, vulnerables, comunes y corrientes
e imperfectas, pero llenas de esperanza y afanosas de ayudar a personas vulnerables, comunes y
corrientes, imperfectas y carentes de esperanza a convertirse en agentes de los cambios sociales
y de los comportamientos en un viaje que conduce al desarrollo humano integral. Lleva a cabo
esta labor mediante una intervención respetuosa en las vidas de los demás, y trata de capacitar a
los individuos y a las comunidades para que se conviertan en modelos de conducta para sus
compatriotas.
El Servol (Servicio de Voluntarios para Todos) es una organización con sede en Trinidad
y Tobago que dirige un Programa de educación de la primera infancia que recibe ayuda
financiera del Ministerio de Educación. Actualmente, todos los establecimientos públicos de
enseñanza preescolar del país están dirigidos por el Programa Servol conjuntamente con el
Ministerio de Educación. Durante años, el Serval ha conseguido inculcar una sólida
concienciación en el país, especialmente a nivel político, acerca de la importancia de los
primeros años de vida. La prueba de su éxito es que el Gobierno de Trinidad y Tobago ha
asignado un presupuesto de 45 millones de dólares estadounidenses a actividades relacionadas
con el desarrollo del niño en la primera infancia durante el periodo 1997-2002 y ha confiado al
Servol la responsabilidad de formar a docentes y supervisar el programa en todo el país. Los
programas del Servol se llevan a cabo en distintos lugares, desde iglesias o casas hasta centros
comunitarios, y los dirigen las comunidades en que se encuentran. Las comunidades deben
encargarse del mantenimiento de los locales, organizarse en consejos escolares de ocho
personas para supervisar los proyectos, elegir a los profesores a los que se impartirá formación,
recaudar las tasas académicas y dedicar voluntariamente tiempo a ayudar a un proyecto
determinado. El Serval imparte formación a los profesores, incluso a los que anteriormente
estaban bajo la tutela del Ministerio de Educación.
El Programa Servol de desarrollo del niño en la primera infancia se basa en una serie de
supuestos básicos que han demostrado su validez a lo largo del tiempo:
a) Prácticamente todo el desarrollo de la personalidad del niño tiene lugar entre los 0 y los 3
años de edad, y a los 5 años el niño ya opone resistencia al cambio. Aunque se puede ayudar
al niño a hacer frente a problemas de personalidad pasada esa edad, no se puede hacer gran
cosa para modificar la situación. El periodo comprendido entre los 0 y los 3 años de edad
ofrece posibilidades de cambio y aprendizaje. El principal objetivo es proteger la
espontaneidad y la creatividad de los pequeños y concederles la mayor libertad posible
durante esos tres primeros años críticos.
b) Generalmente, los encargados de atender a los niños en el hogar son los padres y los
miembros de la comunidad, quienes tienen una influencia mucho mayor en ellos que los
profesores u otras personas que se ocupan de ellos menos asiduamente.
c) El mundo en el que el niño tiene que crecer no es tan “agradable” como antaño. Es un mundo
duro, repleto de rivalidades y, para sobrevivir, el niño tiene que adquirir una personalidad
fuerte y una saludable autoestima.
d) El Servol aboga por una escucha atenta, o sea, por ser receptivos a lo que es importante en
las vidas de la gente, lo mismo si se trata de niños de corta edad que de adultos. Esto quiere
decir que en toda intervención se ha de respetar el contexto. Ahora bien, se alienta a los
45
ESTUDIOS DE CASO
A pesar de las creencias respecto a cómo influye una “buena escolarización” en los
niños, es evidente que no todas las escuelas pueden ofrecer atención y posibilidades de
aprendizaje buenas, más aún cuando es sabido que la mayor parte de la adquisión de la
personalidad tiene lugar antes del ingreso en la escuela primaria. El Serval cree firmemente que
si un niño es equilibrado y afectuoso, lo debe a su entorno familiar, no a la escuela. La escuela
puede moderar algún comportamiento antisocial, pero no cambiar un comportamiento
disfuncional.
El plan de estudios del programa de educación de la primera infancia requiere que los
profesores ayuden al niño a desarrollarse física, intelectual, creativa, psicológica y
espiritualmente. En vez de presionarle para que aprenda cuanto antes a leer, escribir y contar,
pretende ayudar a los niños a adquirir una imagen positiva de sí mismos, a ser ingeniosos y
tener curiosidad por aprender, y a ser responsables y atentos respecto al mundo que los rodea.
Por ejemplo, en cada sección del manual del maestro se presentan objetivos claros, como que el
niño sea capaz de compartir sus experiencias con los demás y de expresar ideas y sentimientos
a través de la creación artística. Se fomenta el arte, el teatro, la música y el baile mediante la
elaboración de móviles o marionetas, a través de.la exploración de sonidos y la representación
de los papeles de los miembros de la familia. El plan de estudios está orientado además al
aprendizaje de la historia regional. Por ejemplo, los niños hacen máscaras, disfraces e
instrumentos caribeños para el carnaval. Las actividades intelectuales abarcan los conceptos de
tiempo, espacio, lengua, colores y aptitudes previas a la escritura.
El programa hace hincapié en la expresión personal, la participación y la creatividad, y
requiere la participación de los profesores en cada clase. Según una evaluación, “es una delicia
formar parte de los establecimientos preescolares. Todos los profesores de estos centros reciben
formación sobre organización de la clase, por lo que no son reacios a que los niños se muevan
en el aula y participen en numerosas actividades”. De acuerdo con lo que se desprende de las
investigaciones realizadas en un gran número de países, el Servol se centra más en dar amor y
prestar la atención adecuada a los niños que en definir un programa preescolar basado en la
ingestión de hechos. El Servol desea crear un entorno de aprendizaje rico para los niños y
colaborar además con los padres y otras personas encargadas de su cuidado, a fin de que el
entorno familiar también propicie, el aprendizaje. Como ya se ha dicho, la personalidad se
desarrolla antes de la etapa preescolar, y, por lo tanto, es esencial que el hogar esté preparado
para estimular y atender positivamente al niño.
En varias evaluaciones se ha elogiado el plan de estudios, señalando que los niños que
ingresan en la escuela tras haber recibido la enseñanza preescolar del Servol suelen ser más
sociables, se expresan en clase y, generalmente, se comunican más que los niños que reciben
una enseñanza preescolar tradicional. En las escuelas primarias tradicionales, los niños
aprenden esencialmente a leer, escribir y hacer cuentas, y deben estar sentados siempre en sus
pupitres o mesas, salvo en los periodos de recreo. Aunque algunos profesores de enseñanza
primaria han visitado establecimientos preescolares del Servol y adoptado algunos de sus
métodos de enseñanza, existe el “peligro de que con el tiempo los niños olviden en qué consiste
el aprendizaje”. La misión del Servol es recordárselo.
Desde 1998, el programa del Servol de formación de profesores de enseñanza preescolar
puede otorgar certificados reconocidos por la Universidad de Oxford, que actúa de asesor
externo del Servol. Los profesores desempeñan una función de especial importancia en el
Serval; por ejemplo, se les alienta a que escriban libros para sus alumnos y a que se relacionen
con los padres. Como los padres son los principales encargados de atender a los niños, cada
profesor tiene que crear un programa educativo dirigido a ellos. Se organizan charlas en las que
los profesores intentan persuadir a los padres de que el exceso de disciplina y la falta de
atención a los pequeños destruyen su creatividad y potencial naturales. Los profesores hablan a
los padres de higiene, nutrición, cuestiones medioambientales y del desarrollo psicológico del
46
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
47
ESTUDIOS DE CASO
Estudios de caso # 2
PROMESA: el programa integrado de educación de la primera
infancia basado en la comunidad del CINDE (Centro Internacional de
Educación y Desarrollo Humano)
Colombia
El CINDE
El CINDE ha trabajado durante 20 años en paralelo con PROMESA. Por ser una institución de
investigación y desarrollo, ha evaluado y sistematizado el mayor número posible de
dimensiones de la experiencia PROMESA, y este año está recabando toda la información
disponible con ayuda de la Fundación Bernard van Leer. La lección más importante extraída de
esta experiencia es que los programas para los niños de corta edad son el fundamento mismo de
un desarrollo integrado y sostenible -la perspectiva idónea para intervenir e introducir cambios.
El desarrollo social es un largo proceso para el ‘que se precisa una masa crítica de personas
organizadas que intervengan en múltiples procesos educativos en participación y en actividades
que tengan efectos acumulativos -y esto es precisamente lo que ha logrado PROMESA. Las
organizaciones no gubernamentales desempeñan un papel decisivo en los programas de
desarrollo social de las zonas aisladas: son la pieza que hace encajar todos los pedacitos del
rompecabezas.
El Proyecto para el Mejoramiento de la Educación, la Salud y el Ambiente (PROMESA)
es el programa mayor y más a largo plazo del CINDE, y se está ejecutando en la costa del
Pacífico de Colombia, en una zona cálida, húmeda y aislada, a la que sólo se puede llegar en
barca o avioneta. Inicialmente, se concibió como un enfoque participativo alternativo al
desarrollo del niño en la primera infancia centrado en la creación de entomos saludables desde
el punto de vista físico y psicológico para el desarrollo de los niños en situaciones de riesgo.
Pretendía servir de base a un desarrollo social sostenible integrado.
Uno de los principios básicos de PROMESA es el concepto de desarrollo comunitario
basado en la idea de que los individuos deben participar en su propio proceso de desarrollo y de
que, para que éste tenga lugar, debe darse un proceso simultáneo de cambio en los aspectos
intelectual, material, económico y sociocultural de la vida. Además, para que se produzca esta
transformación, las personas han de adquirir la capacidad de resolver problemas, pensar de
forma lógica y tener la confianza necesaria para llevar a cabo esos cambios. El planteamiento
se basa en los siguientes conceptos:
1. El desarrollo saludable de los niños de corta edad está supeditado a la calidad de los entomos
en que crecen, es decir, la familia y la comunidad, especialmente en los primeros años de
vida, que son importantísimos.
2. Para alcanzar un desarrollo social sostenible e integrado, cada individuo y cada comunidad
deben participar en sus propios procesos de desarrollo y generarlos, lo que requiere un
proceso de cambio acumulativo en una masa crítica de personas que intervienen en
diferentes ámbitos del desarrollo humano y social: el psicosocial y educativo, el material, el
productivo y el sociocultural. A través de estos procesos, los individuos y grupos aumentan
gradualmente la confianza en sí mismos y la capacidad de resolver problemas, y obtienen
más energía para hacer frente a situaciones cada vez más complejas y utilizar de forma más
eficaz los recursos de su entorno.
3. Los cambios deberían articularse en tomo a la familia y en el seno de ella.
Durante sus diez primeros años, PROMESA fue patrocinada primero por dos
organizaciones de los Países Bajos, la Fundación Bernard van Leer y CEBEMO. El proyecto se
48
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
inició en 1978 con 100 familias en cuatro pueblecitos que vivían de la pesca y la agricultura, y
consistió en formar a las madres de la comunidad para que asumiesen funciones de educadoras
de padres y dirigentes comunitarias. Actualmente, atiende a cerca de 7.000 familias que viven
en las zonas costeras y en las regiones del interior del Chocó, y en otras zonas del país, incluso
en el extranjero, se aplica este enfoque con variantes, o bien algunos de sus elementos.
La metodología
Para empezar, el programa alentó a grupos de madres, bajo la dirección de las “promotoras”, o
dirigentes de la comunidad (que eran madres de la localidad), a que promoviesen el desarrollo
físico e intelectual de sus hijos desde su nacimiento hasta los seis años de edad, relacionándose
con ellos de modos apropiados a ese fin, por ejemplo, jugando con ellos en el hogar.
Gradualmente, en las reuniones las madres comenzaron a descubrir otros problemas
relacionados con temas como la salud, la nutrición, el saneamiento del medio natural, la
formación profesional, la generación de ingresos y las actividades culturales. Con el paso del
tiempo, ’a medida que las personas iban cobrando confianza y comprendían mejor sus
necesidades globales, PROMESA pasó a ser un proyecto integrado de desarrollo comunitario
en el que toda la comunidad participaba en uno o varios aspectos del programa, cuyas distintas
actividades se pueden clasificar en torno a cuatro aspectos básicos: el sociointelectual, el
material, el productivo y el sociocultural.
El desarrollo psicosocial e intelectual ha sido un objetivo perseguido en la educación
permanente de adultos mediante la organización de talleres, grupos de autoestudio y
actividades de seguimiento encaminadas a mejorar la calidad de vida y las interacciones
familiares. La mayoría de los participantes son padres de niños de hasta nueve años de edad,
interesados en mejorar la calidad de su entorno material y psicológico y en potenciar el
desarrollo de sus hijos. La enseñanza que se les imparte abarca programas para aprender a
ofrecer a los pequeños un ambiente saludable, de formación profesional y de formación de
dirigentes. Asimismo, comprende la creación de una serie de juguetes y juegos educativos para
mejorar la interacción entre padres e hijos y fomentar los procesos de reflexión lógica. La
comunidad también organiza y dirige centros preescolares y de nutrición, con apoyo de
funcionarios de las instituciones locales.
El desarrollo físico engloba la salud, la nutrición y el saneamiento del medio natural. Los
logros más destacados al respecto han sido, y siguen siendo, la creacion de un sistema de
atención primaria de salud administrado por la comunidad cuyo enfoque se basa en promover
la salud y que abarca métodos para prevenir el paludismo.
En cuanto al aspecto productivo, se promueve la organización de grupos interesados en
mejorar sus capacidades y actividades relativas a la generación de ingresos y en materia de
organización y administración, a lo que ha añadido la creación de fondos rotatorios y
actividades para mejorar la calidad del trabajo y la comercialización de productos.
Las actividades de carácter sociocultural están orientadas a fomentar la organización de
actividades concebidas para reforzar la identidad cultural de los participantes, especialmente
mediante la recuperación y el análisis de aspectos importantes de su historia y cultura. Este
aspecto abarca, entre otras cosas, la creación de grupos que organizan distintas actividades
culturales y participan en ellas: teatro y música, juegos locales o folklóricos, estudio de
leyendas o mitos autóctonos y prácticas médicas tradicionales.
Cabe destacar siete aspectos concretos de la gestión que han contribuido de forma
significativa al éxito del programa:
a. Las familias representadas, especialmente por las madres, han tomado parte desde el
comienzo en todas las dimensiones del programa: su planificación, aplicación y evaluación.
Su participación se ha concentrado en la creación de entornos más saludables desde el punto
de vista físico y psicológico para sus hijos, tanto en las familias como en comunidad.
b. Los dirigentes de la comunidad, muchos de los cuales eran madres, han sido los principales
agentes educativos del programa.
c. El agente externo, es decir, el personal del CINDE, no ha compartido directamente la labor
de la comunidad, habiendo consistido su papel en formar a los dirigentes de la misma, servir
de mediador en el proceso de desarrollo y servir de vínculo con otras instituciones.
49
ESTUDIOSDECASO
Existen pruebas claras y diversas de la eficacia del programa en el conjunto del entorno en que
actúa. Sus repercusiones se pueden evaluar según los grupos destinatarios:
Los niños
La tasa de mortalidad en los primeros cinco años de vida ha descendido del 110 al 76 por mil.
Asimismo, se ha producido una disminución apreciable de la morbosidad infantil. Los niños que
cursan la enseñanza primaria permanecen más tiempo en la escuela. Los resultados extraídos de
un estudio longitudinal muestran que en 1980 sólo el 17% de los niños de 12 años de edad
llegaban al quinto curso y que nueve años más tarde este porcentaje se elevaba al 5 1%. Los niños
que seguían estudios primarios conseguían mejores resultados en matemáticas, lengua y reflexión
lógica que los alumnos de 1980. En conclusión, los niños participan en el desarrollo de sus
propias comunidades de forma dinámica, principalmente por medio de programas “de niño a
niño” y “de joven a niño” y están haciendo un uso más productivo de su tiempo libre.
50
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
En las instituciones
Se han reforzado la interacción entre las distintas instituciones y la coordinación de actividades
encaminadas a la mejora de las condiciones de los niños de corta edad y se han diseñado
mecanismos para evaluar y llevar a cabo un seguimiento. El CIDEAL, la organización no
gubernamental local que coopera con PROMESA, se ha constituido con personas de la región,
ha asumido funciones del CINDE y está llevando a cabo actividades con la organización
comunitaria. Cerca de 140 profesionales, que trabajan en distintas instituciones del sector
social, han concluido con éxito los programas de posgrado del CINDE sobre Educación y
Desarrollo Social y Planificación y Aplicación de Proyectos Sociales. Se están poniendo en
práctica numerosas innovaciones relacionadas con el desarrollo integral del niño en
cooperación con las autoridades nacionales, estatales y locales.
51
ESTUDIOS DE CASO
Estudios de caso #3
La Casa de los niños en el ciberespacio
52
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
53
ESTUDIOSDECASO
Estudios de caso #4
La atención de los niños con incapacidad en jardines infantiles
Estos objetivos exigían, claro está, elaborar distintas estrategias para que la integración y
la mejora fuesen efectivas, que se pueden resumir del modo siguiente:
n la adopción de métodos de enseñanzamás centrados en los alumnos y más activos
. la formación de las personas que habrán de ocuparse de niños con necesidades especiales
. el uso de elementos de medios auxiliares visuales de instrucción y de juguetes didácticos de
fabricación casera
54
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
56
____..._.._
-- _ ._- --
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
Estudios de caso #5
Educación para Todos: programa de integración de niños con
discapacidad y otras necesidades especiales en los programas de
desarrollo del niño en la primera infancia
Sudáfrica
En la región central de la provincia del Cabo Oriental de la República de Sudáfrica las familias
o los niños con necesidades especiales reciben escaso apoyo. .Cuando el personal de enfermería
descubre alguna discapacidad en el momento del nacimiento, o cuando Ia detectan más
adelante los padres, las familias no reciben necesariamente la información que necesitan o
desean. Los servicios estatales son mínimos y a veces no tienen suficiente personal y adolecen
de una grave carencia de equipo y recursos. En las zonas urbanas más grandes, como
Johannesburgo o Ciudad del Cabo, existen servicios muy modernos, a los que pueden recurrir
las familias más acomodadas, pero en las ciudades más pequeñas o en las zonas rurales los
programas distan todavía mucho de llegar a las familias pobres.
Las actividades de desarrollo del niño en la primera infancia en Sudáfrica todavía se
están recuperando del anterior régimen político del país y siguen reflejando muchas de las
desigualdades de la sociedad. De acuerdo con la Política Provisional de Desarrollo del Niño en
Ia Primera Infancia (1996), la situación que en este terreno ha heredado el país y está tratando
de resolver actualmente es consecuencia de la grave negligencia con que se abordaron las
necesidades de 10sniños de corta edad. En 1996, se estimó que sólo del 9% al 11% de los niños
sudafricanos tenían acceso a esas actividades, llevadas a cabo, además, con un marcado
desequilibrio en favor de los niños blancos de las ciudades. Los niños negros del campo siguen
siendo los más desfavorecidos. Ahora bien, el problema no estriba únicamente en la prestación
y la expansión de los servicios, sino en su mala calidad. Se atiende a pocos niños y la educación
que reciben no es siempre la adecuada, situación que se agrava aún más en el caso de los niños
con necesidades educativas especiales, que reciben una educación mal adaptada o están
excluidos de toda intervención en este campo.
Ante la falta de servicios para satisfacer las muchas necesidades de los niños de la
provincia del Cabo Oriental, varias organizaciones no gubernamentales y entidades
subvencionadas por el Estado han aunado sus esfuerzos. Un ejemplo de cómo se llena ese vacío
y se prestan servicios concretos es la actuación del Community and Child Development Centre
(en adelante, el Centro) de East London, organización no gubernamental consagrada a impartir
una enseñanza de calidad a todos los niños y que utiliza su labor como vector del desarrollo
comunitario. El Centro se propone fomentar “la toma de conciencia de las necesidades de los
niños con discapacidad y promover su integración en la sociedad en general, especialmente
mediante la enseñanza general”. A juicio del Centro, hay varias medidas básicas esenciales
para alcanzar el objetivo de la integración:
. el personal tiene que comprometerse a examinar su actitud y sus estereotipos acerca de las
personas con alguna discapacidad, lo cual influye a su vez en el plan de estudios de modo
que el análisis de las actitudes se pueda efectuar en todos los niveles de formación;
n hay que admitir a los niños con discapacidad directamente en la escuela de demostración
adscrita a un establecimiento escolar corriente;
. los maestros tienen que asistir a seminarios sobre la incapacidad;
. debe facilitarse el acceso a los locales a las personas que van en sillas de ruedas o tengan
alguna otra incapacidad.
Para elaborar un programa claro, el Centro efectuó una serie de encuestas, las cuales
revelaron que en las comunidades prevalecen actitudes negativas hacia la discapacidad, que
pueden hacer que muchos padres sean renuentes a llevar a sus hijos con discapacidad a los
centros locales de desarrollo del niño en la primera infancia por miedo al ridículo, el rechazo o
una situación penosa. Los padres también tienen actitudes perjudiciales hacia las
57
ESTUDIOSDECMO
discapacidades de sus hijos. Además, se descubrió que la falta de formación en cómo tratar a
los discapacitados era un factor que impedía claramente que los profesionales de desarrollo del
niño en la primera infancia acogieran a los niños con necesidadesespeciales. El hecho de que la
mayoría de 10s centros de desarrollo del niño en la primera infancia carezcan de recursos
bastantes y no estén reconocidos o no reciban apoyo de las autoridades hace además dificil la
integración y lim ita frecuentemente su calidad. A partir de esas encuestas, el Centro elaboró un
programa de integración contando mucho con la receptividad de su personal para el éxito. El
programa del Centro consta en la actualidad de cuatro componentes, que operan juntos para
formar un enfoque global de la integración de los niños con dificultades de aprendizaje y
necesidades especiales:
n los niños que tienen necesidades educativas especiales aprenden junto con otros en una
escuela adscrita al Centro;
. el personal que atiende a los niños con necesidades educativas especiales recibe una
formación especial;
. el Centro participa en la elaboración de las políticas relativas al desarrollo del niño en la
primera infancia y a las necesidades especiales de ámbito nacional y provincial;
. se capacita a los padres de niños con necesidades especiales mediante programas
específicos.
58
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
Fuente: First Step. Stories on Inclusion in Early Childhood Education. Education for All : a
Programme for the Inclusion of Children with Disabilities and other Special Education Needs
into Early Childhood Development Programmes, por Judy McKenzie.
59
ESTUDIOSDECASO
Estudios de caso # 6
Plan de acción “FOCUSon Children”
Irlanda
“Focus on Children” es un plan ideado en 1992 por 24 organizaciones voluntarias consagradas
al bienestar de la infancia: 12 de Irlanda del Norte y 12 de la República de Irlanda. Esta alianza
de organizaciones que se esfuerzan en mejorar la situación de los niños de la isla ha sido
especialmente eficaz en ,cuanto a llevar a un primer plano las cuestiones relacionadas con la
infancia. Su principal instrumento de sensibilización ha sido la publicación de un plan nacional de
acción. A continuación, se resumen algunas de las recomendacionesprincipales de este plan, dado
a conocer en 1994. Hay que observar que las dos Irlandas tienen unas de las poblaciones más
jóvenes de Europa.
Recomendaciones: Los padres y la sociedad tienen el deber de satisfacer las necesidadesde los
niños, en la medida de lo posible dentro de la unidad familiar. Los niños tienen derecho a ser
criados por sus padres naturales siempre que redunde en su propio interés y que los padres puedan
satisfacer las necesidades de los niños. Debe aportarse apoyo, sea cual fuere la naturaleza de la
unidad familiar en que estén viviendo los niños: debieran darse todas las posibilidades de atender
a sus hijos a los padres que, en opinión de otros, podrían tropezar con dificultades insuperables. A
las familias con necesidadesespeciales no se les debería privar de la posibilidad de constituir un
medio familiar para sus hijos a causa de sistemas de respaldo o de actitudes de la sociedad que no
las tengan debidamente en cuenta. Los Gobiernos de la República de Irlanda e Irlanda del Norte
deberían patrocinar una serie de estudios que faciliten una mayor comprensión de las experiencias
y las necesidades de los niños dentro de determinados tipos de familia. El Estado debería
reconocer en la legislación a la familia en todas sus formas distintas para asegurar los derechos de
los niños a ser protegidos, mantenidos y criados en su familia o en familia extensa de origen,
cuando sea factible. Habría que modificar el Artículo 4.1.3 de la Constitución irlandesa para que
se reconociera la diversidad de la institución familiar, pues ya no es aceptable el que la definición
de “la familia” se base únicamente en el matrimonio. La ley debería disponer la existencia de un
servicio de mediación que velase por que los niños recibieran cuidados, fuesen mantenidos y
protegidos en situaciones de ruptura de la familia.
La vivienda
60
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
exterior, en una fase posterior a los primeros cuidados, a fin de que se integren bien en la
sociedad.
La salud
La educación
Necesidades especiales
Recomendaciones: Las libertades civiles de los niños y los jóvenes con discapacidad deben ser
consagradas en la legislación, a la que deben respaldar los pertinentes mecanismos de control y
defensa. Debe existir un conjunto uniforme de normas en materia de atención a la infancia, para
las organizaciones que se ocupan de niños con discapacidad (comprendidos los que están en
internados especiales). Los padres deben poder obtener información sobre las posibilidades
educativas existentes para sus hijos. Debe prestarse el pertinente apoyo financiero a las familias
de niños con discapacidad y de los propios jóvenes. Es preciso aumentar la cooperación
interinstitucional en la prestación de servicios a las familias con hijos con alguna discapacidad.
Se debe tender a que la prestación sistemática y de acuerdo con normas establecidas de
servicios a los niños discapacitados se efectúe en toda Irlanda. Es menester modificar la
61
ESTUDIOS QE CASO
perspectiva general, para que se deje de considerar al niño discapacitado como objeto de
caridad y se le tenga sencillamente por un niño cuya discapacidad es tan sólo un elemento más
de su experiencia vital.
La protección de la infancia
La justicia
Recomendaciones: La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño
dispone que la legislación penal de menores deberá orientarse a reconocer el derecho de todo
niño a ser tratado de manera que “se tengan en cuenta la edad del niño y la importancia de
promover la reintegración del niño y de que éste asuma una función constructiva en la
sociedad”. El presente plan de ‘acción adopta este objetivo amplio asimismo en el terreno de la
justicia. Es importante reconocer que las causas de la delincuencia juvenil tienen muchos
factores y que, por lo tanto, las respuestas correspondientes se deben elaborar en forma global,
integrada y exhaustiva a niveles local y nacional. Deben financiarse y apoyarse adecuadamente
las medidas preventivas y se debe estimular y financiar la supervisión basada en la comunidad.
La variación cultural
Conclusión
actividades futuras. Con este plan de acción, “Objetivo: la infancia” ha hecho todo lo que ha
podido para dar a conocer la importancia de la infancia. Esta labor representa una asociación
única en interés de los niños en una perspectiva panirlandesa. Es una forma de convertir en
realidad las bellas palabras de la Convención de las Naciones Unidas.
Fuente: «Focus on Children. Blueprint for action», por Avila Kilnberry y Valerie Richardson.
63
ESTUDIOSDECASO
Estudios de caso #7
Las escuelas de padres de China
China
Según la tradición china, debemos liberar a los niños en seis aspectos fundamentales. En primer
lugar, hemos de liberar su mente para que desarrollen el ingenio y su reflexión sea innovadora
y creativa. Tenemos que enseñar a sus ojos a leer y observar, para ampliar sus perspectivas.
Deben destaponarse los oídos y escuchar el canto de los insectos y de las aves en su entorno
natural, la música refinada y las historias conmovedoras. Hemos de ‘desembozarles y darles más
posibilidades de expresarse recitando, relatando historias y participando en pasatiempos
intelectuales, concursos y disertaciones públicas. Hemos de desatarles las manos para que
puedan efectuar labores manuales y adquirir capacidades que les sirvan en el futuro. Por
último, aunque no por eso menos importante, debemos romper las cadenas que les atan las
piernas para que vayan a la naturaleza y la sociedad, se relacionen con otras personas y
conozcan a más gente. Gracias a estas seis “liberaciones” adquirirán el ánimo necesario para
entablar toda suerte de prácticas sociales y fortalecer sus facultades.
Las escuelas de padres de China surgieron a principios de los años ochenta. A pesar del
ancestral y rico historial nacional en materia de pedagogía y valores familiares, se sentía la
necesidad de nuevas estructuras de educación de la familia ante los múltiples y rápidos cambios
que experimentaba la sociedad. Muchos métodos tradicionales de crianza siguen en vigor en las
familias, pero la disparidad entre esas prácticas y los imperativos de la instrucción moderna de
las familias hacía indispensable implantar algún tipo de programa de educación de los padres o
de las familias, tarea sin duda alguna vasta en China, país en el que hay 300 millones de
familias y los correspondientes 600 millones de progenitores. Si atribuimos a éstos el papel de
primeros educadores del niño, como es de ley, nos hallaremos ante uno de los mayores ejércitos
de profesores del mundo. Ese es precisamente el marco en que actúan las escuelas de padres:
educando a los primeros educadores.
Estas escuelas tienen los siguientes objetivos:
a) Ayudar a los padres a comprender la vida de la familia, sus papeles, funciones y
obligaciones en el contexto social más amplio. Enseñarles a comprender el desarrollo del
intelecto infantil y la atención necesaria en cada fase de crecimiento. Estrechar los lazos
entre el hogar y la escuela y la comunidad en general.
b) Ayudar a que los padres comprendan su papel de primeros educadores del niño. Son los
primeros modelos de socialización y comunicación para el niño y conforman sus actitudes
hacia el aprendizaje y el papel que habrán de desempeñar en la sociedad.
c) Promover la institución de la familia como instrumento de construcción de un desarrollo
social más pleno y más equitativo.
d) Ayudar a valorar el papel de la mujer en el fomento de la educación de la familia, la
igualdad de derechos entre hombres y mujeres y la participación paritaria en la sociedad.
e) Cultivar las características y capacidades que ayudan a los niños a adaptarse a entomos en
constante mutación, activar sus procesos cogitativos, profundizar y ampliar sus
conocimientos básicos, ampliar sus perspectivas y enseñarles a asimilar el saber. Descubrir y
promover nuevos talentos en beneficio de la sociedad y para que el niño siga aprendiendo
durante toda la vida.
f) Crear un entorno en el que el niño pueda adquirir confianza en sí mismo y participar en la
sociedad.
64
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
La metodología también varía mucho: va desde las clases y las series de conferencias al
empleo de la radio y otros medios de comunicación de masas, pasando por las consultas y el
intercambio verbal de experiencias. Las escuelas de padres han reportado muchos beneficios,
desde la mejora de las relaciones entre las comunidades y las escuelas a un desarrollo más sano
de los niños en el hogar. Las escuelas de padres son una novedad interesante en el campo del
desarrollo del niño en la primera infancia, ya que subrayan la importancia del núcleo familiar
como componente básico de la sociedad. Han despertado el interés general hacia los primeros
años de vida y las posibilidades que existen de cambiar la sociedad inculcando al niño el deseo
de aprender. La gente sabe ya que posee la clave de la mejora de la educación, gracias a lo cual
la familia se ha convertido en la herramienta fundamental del cambio. Los padres están ahora
más familiarizados con los objetivos y el contenido de las escuelas y los niños, que están más
preparados que antes para cursar estudios.
Naturalmente, la creación y difusión de escuelas de padres ha tropezado con problemas.
Aún quedan áreas remotas y aisladas en las que no existen, por su desigual distribución
geográfica y las distancias, y además no se han establecido vínculos generales entre todas las
escuelas y no se ejerce una supervisión concertada. Otro problema es la desigual calidad de las
escuelas, que continúan dependiendo demasiado a menudo de la disponibilidad y de la apertura
mental de los padres que participan en ellas. Todavía es posible efectuar mejoras y muchos
aspectos esenciales, como la concepción de materiales didácticos y una mayor cooperación
internacional, contribuirán sin duda a agilizar el proceso.
Fuente : An Evaluation of Parent ’schools in China, por Ma Baolan y Guo Xiaoping, publicado
por la UNESCO, 1995
65
ESTUDIOS DE CASO
Estudios de caso # 8
Instituto Indio de Educación de Pune:
Centros de recreo infantil
India
LOS centros de recreo infantil (CRC) son una innovación, basada en las comunidades, en las
actividades de educación de la primera infancia de la India. Son un aspecto importante del
proyecto PROPEL (Promoción de la Enseñanza Primaria y Elemental) del Instituto Indio de
Educación y atienden a niños de tres a seis años de edad que viven en el campo. Parten del
supuesto de que el niño aprende por propio impulso y autónomamente y de que su desarrollo
requiere la libre expresión de esa autonomía.
El PROPEL concibe, en esencia, el aprendizaje autónomo como una actividad relajante,
placentera y recreativa, ajustada a las necesidades y edad de cada niño. El propósito de los CRC
es facilitar a los niños de corta edad del campo el ambiente y las oportunidades propicias a un
aprendizaje activo y distendido. El proyecto gestiona 30 centros, situados en poblaciones
céntricas de un área que comprende 137 localidades adyacentes (en su mayoría, en el Estado de
Maharashtra).
Los CRC postulan cinco dimensiones en las que la personalidad del niño puede
desarrollarse, a fin de que pueda pasar con desenvoltura, no sólo a la enseñanza primaria, sino
también a las variadísimas facetas de la vida que puede encontrar en la adolescencia y la edad
adulta. En primer lugar, se ha de permitir al niño crecer como individuo creativo, sin que los
adultos orienten excesivamente su evolución. Se debe alentar la expresión espontánea de su
personalidad, mediante canciones, bailes, actuaciones teatrales, dibujos, esculturas, diseños y
otras actividades libres. En segundo lugar, los CRC han de inculcar esta noción a los padres, ya
que son ellos quienes pueden ayudar a sus hijos a sentirse parte de la familia, y a comprender
que la familia es parte de ellos. De esta manera se fortalecen los vínculos afectivos entre el niño
y su familia. En tercer lugar, los centros ponen en contacto al niño con su universo social (sus
iguales, los profesores y los demás miembros de la comunidad), por medio de actividades
“divertidas” en grupo. Se hace intervenir el principio de que el niño se desarrolla como ser
social cuando pierde el miedo a los demás. Cuando empieza a disfrutar de la compañía de
otros, aprende a solicitar su ayuda si surge alguna contrariedad material o psicológica. En
cuarto lugar, se considera que las relaciones del niño con la naturaleza son un aspecto
importante de su desarrollo cognitivo y de la formación de su carácter. Se utilizan las
actividades al aire libre, la observación y la exploración para estimular el interés innato del
niño por el entorno natural. Se alienta su impulso a amar las aves, los animales, los árboles, las
flores, todo cuanto la naturaleza ofrece. En quinto y último lugar, se reconoce la necesidad de
que el niño se críe como futuro ciudadano. Su consciencia de los derechos y las
responsabilidades y la sensibilidad hacia los procesos democráticos se estimulan mediante
actividades efectuadas en participación, como la jardinería, la organización de juegos, la
elaboración de objetos, etc.
Una de las particularidades de la concepción de los CRC es un programa en colaboración
de orientación de los padres y la comunidad en pro del desarrollo del niño. A los padres, en
particular, se les orienta para que analicen sus opiniones con respecto al desarrollo de sus hijos
y discutan además las relaciones interpersonales en el seno de la familia, cuyas repercusiones
en la socialización del niño son considerables. Uno de los temas a los que se presta más
atención en estos debates es la situación de la mujer y su emancipación. Como la actitud de los
varones de la familia respecto de las mujeres (y viceversa), determina la visión de los hijos
acerca de las relaciones entre los sexos y moldea las personalidades de los niños y las niñas, los
CRC organizan Grupos de Desarrollo de la Mujer, para las familiares del niño. Se trata de
grupos de promoción de la autonomía de la mujer, en los que se habla de los problemas
66
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
jurídicos y económicos de la mujer, de las relaciones entre esposos, de las aspiraciones de las
mujeres, de la salud y la alimentación familiar, de la higiene de la reproducción, entre otros
asuntos. Se recomienda además a los padres que acudan con frecuencia a los CRC, donde
participan narrando cuentos, enseñando canciones y juegos y observando el comportamiento de
los niños, actividades que les permiten comprender mejor cómo aprenden y evolucionan.
Las personas que trabajan en el proyecto PROPEL sobre el terreno invitan a los
lugareños a observar cómo se conciben, gestionan y financian los CRC comunitarios. Se les
explica que los centros del proyecto PROPEL son un patrón o ejemplo y que las aldeas deben
estar preparadas para hacerse cargo de sus actividades, en cuanto el PROPEL las considere
capacitadas para dirigirlas en el plano comunitario. La comunidad debe intervenir con
aportaciones en efectivo o en especie. Así pues, los grupos de dirigentes de la aldea estudian
los presupuestos del CRC, el material necesario, la forma de seleccionar a los educadores y se
encargan de dar continuidad a esta empresa educativa localizada. El PROPEL promete realizar
la capacitación no escolar de los instructores y pone su personal a disposición de la comunidad
para asesorarla en todo momento.
Según una evaluación, 122 de las 137 comunidades a las que atiende el proyecto
PROPEL ya han establecido instituciones preescolares, siguiendo aproximadamente el modelo
de los CRC. Las mujeres de esas comunidades se han movilizado en demanda de educación de
la primera infancia. Ha aumentado mucho la sensibilización, no sólo en materia de sanidad y
alimentación del niño, sino también respecto de toda la familia. Se ha constatado igualmente
que los niños que han asistido a un CRC antes de ingresar en el primer curso de la enseñanza
primaria en sus aldeas están mucho, más seguros de sí mismos, tienen más facilidad lingüística
y de cálculo y aventajan con creces a los que no estuvieron en un CRC. Otro logro es que las
adolescentes del campo piden información y formación sobre salud y educación infantil.
En lo concerniente a la emancipación de la mujer, el programa ha dado resultados
modestos, aunque las mujeres de las comunidades que intervienen en la educación de la
primera infancia según el modelo de los CRC han solicitado programas sobre generación de
ingresos e instrucción sanitaria. En la actualidad, el PROPEL sólo dispone de un CRC piloto
para guiar a los centros dirigidos por las comunidades, sito en el Centro para la Educación y el
Desarrollo de las Mujeres del Campo, que dirige el Instituto Indio de Educación en Shivapur (a
25 km de Pune), al que pueden recurrir todas las comunidades. En él se está emulando la
experiencia del funcionamiento de un CRC, en el marco del proyecto PROPEL.
67
ESTUDIOSDECASQ
Estudios de caso # 9
Proyecto “Clos d’enfants” en Malí: las mujeres se movilizan para
crear estructuras innovadoras de educación de la primera infancia
Malí
“Primero como y luego juego, canto y bailo”, comenta la maliense Faye, de cuatro años. Sin
saberlo, Faye y sus compañeros de juego, sus madres y abuelas, son los adelantados de un
nuevo proyecto de atención a la infancia de carácter comunitario.
La metodología y la sistematización del concepto de círculo infantil han ido progresando desde
el seminario de Uagadugú. Se basa en prácticas tradicionales y emplea el equipo mínimo para
velar eficazmente por la buena salud y la educación de niños de entre tres y seis años.
Supervisan y atienden a los niños tres madres voluntarias, que se turnan cada día y forman
parte de un equipo de 15 mujeres (madres, abuelas y futuras madres).
Los círculos forman parte de las actividades de la asociación de mujeres y están
consagrados a los niños de corta edad de barrios o localidades determinados, en particular, a los
de familias desfavorecidas o en situación de riesgo, a quienes prestan atención sanitaria y una
nutrición adecuada, además de fomentar en ellos actitudes positivas hacia el aprendizaje.
También procuran un espacio social específico (para 12 ó 15 niños) adaptado a la edad y las
actividades de los niños, que posibilita el aprendizaje en pequeños grupos de edades concretas
(p. ej., grupos de tres niños de tres años) e iniciativas que requieren la cooperación de niños de
distintas edades (p. ej., ocuparse del jardín). Los círculos conjugan las actividades específicas
destinadas a los niños con la movilización de las mujeres del vecindario o la localidad,
convirtiéndose en auténticos centros de capacitación y aprendizaje en materia de salud,
nutrición y enseñanza.
En los países africanos francófonos sólo unos pocos niños disfrutan de educación en su primera
infancia y, entre ellos, las niñas son invariablemente una minoría. Todas las instituciones para
la primera infancia y las guarderías, cuando las hay, son de pago, incluso las escasas clases
preescolares anexas a escuelas primarias. Ahora bien, los gobiernos de la región están cada día
más convencidos de la necesidad de una modalidad más generalizada de educación previa al
inicio de los estudios primarios. Los expertos en la primera infancia, los educadores y los
administradores están deseosos de pasar a la acción y emprender campañas de sensibilización
entre los padres; están además preparados para proponer soluciones innovadoras y baratas (para
68
alejar a los niños de los peligros de la calle o accidentes domésticos, mejorar su salud, reducir
las tasas de mortalidad infantil, mejorar el desarrollo global y favorecer la atención y la
educación de las niñas de muy corta edad). Cada vez hay más demanda de programas baratos,
de. estructura “sencilla” y próximos a las preocupaciones de la población local, y a veces,
incluso que se apliquen en determinadas épocas del año.
Cualquier iniciativa dirigida a los niños de corta edad presupone actuar con las mujeres.
En el campo, la mujer desempeña funciones esenciales y necesita ayuda en las épocas de la
siembra y la cosecha. Lo mismo le sucede a la mujer urbana, aunque a propósito de diferentes
aspectos de su actividad laboral. Muchas ya están buscando y hallando soluciones colectivas
para determinadas circunstancias (las tareas domésticas, los días festivos, etc.). ¿No deberían
hacer otro tanto para dotar a sus hijos pequeños de espacios estructurados y actividades
educativas, que favorezcan su crecimiento y desarrollo?-El cuidado del niño es una actividad de
primordial importancia que se basa en capacidades ya existentes, aunque haya que adaptarlas, y
responde a una necesidad que por lo general sienten todas las madres. Los círculos infantiles
dan a las madres, las abuelas y las futuras madres la posibilidad de organizarse mejor y
aprovechar esa organización para redescubrir prácticas tradicionales de cuidado y crianza de la
prole.
Según la organizadora del primer círculo infantil, Oumou Diakité, “la educación del niño
en la primera infancia no consiste en realizar tal o cual actividad con él, resolver rompecabezas
o cosas así; también consiste en transmitir nuestra cultura y nuestros valores mediante cuentos
y bailes. Así es como aprendemos, por ejemplo, que la traición es una mala acción, que hay que
respetar las normas; en otras palabras, a comportamos en sociedad”. La Sra. Diakité dice que
pretendía “recrear un entorno similar al familiar, con pequeños grupos”, para niños de corta
edad que, si no, se verían expuestos a “los peligros de la calle, las cloacas y la contaminación”.
El círculo infantil es un proyecto educativo innovador, pero basado en principios sencillos, rara
vez aplicados en las estructuras para la primera infancia existentes en Africa, que se
establecieron de forma clara y concisa desde el inicio, para evitar cualquier desvío de ellos que
modificase la naturaleza del proyecto:
1. El círculo agrupa a un número reducido de niños (alrededor de 15), adaptado a la edad de los
niños (de tres a seis años) y que se puede dividir en subgrupos por edades (p. ej., tres niños
de tres años). Permite que se forje una identidad de grupo y favorece la cooperación entre
niños de distintas edades. Lo reducido del número hace que la infraestructura administrativa
sea pequeña y que apenas haya diferencias jerárquicas entre las madres educadoras, además
de dar la posibilidad de establecer una conexión con estructuras ya existentes (escuelas y
centros sociales y comunitarios), de las que se pueden utilizar algunos servicios (agua
potable, letrinas, etc.).
2. El cuidado y la supervisión de los niños corre a cargo de madres voluntarias: las “madres
educadoras”. Para supervisar el círculo, que se encuentra en fase experimental, se seleccionó
y dio formación a 15 madres, a las que se organizó en equipos de tres por día (cada una está
movilizada, pues, un solo día a la semana). Sin quitar importancia al papel que desempeñan
los profesionales, o personal asalariadoi importa recalcar que el compromiso voluntario de
las madres educadoras a tiempo parcial es indispensable para el buen funcionamiento del
proyecto. El círculo aspira a formar a las madres y contribuir a la promoción de la mujer en
general mediante la educación de sus hijos de corta edad. La estructura administrativa de los
círculos son, de hecho, las asociaciones de mujeres y la responsabilidad general del
funcionamiento del círculo y la capacitación de las madres incumbe a un organizador al que
se elige y que actúa en nombre de la asociación de mujeres.
Un grupo supervisor de tres o cuatro personas, ajenas a la asociación, permite contar con una
perspectiva exterior del proyecto y sirve de enlace con las autoridades locales y las demás
instituciones que respaldan el proyecto. A título de ejemplo, las 14 madres educadoras que
realizaron el primer curso de formación de una semana, en enero de 1997, volvieron a
reunirse a mediados de febrero del mismo año con el organizador del círculo y los
instructores elaboraron un plan y una estrategia generales, consistentes en que tres mujeres
(una joven, una abuela y una madre) se encargarían de ordenar y de recoger diariamente el
círculo, así como de preparar los tentempiés y el almuerzo, con ayuda de los niños. Este
69
ESTUDIOS DE CASO
grupo de tres mujeres dirige las actividades de la jornada desde las ocho de la mañana hasta
las dos de la tarde, todos los días laborables de la semana. Se convino que si alguna de las
tres tiene un problema, pedirá directamente a otra madre que la sustituya. Los cuatro
instructores supervisan a las madres tras la fase inicial de formación, las actividades del
círculo y organizan una reunión semanal con las madres educadoras. Durante estas
reuniones, los instructores escuchan a las madres y señalan lo que parece ir bien y las
posibles deficiencias. Las reuniones permiten además impartir más formación sobre
determinadas cuestiones o los problemas con que tropiezan las madres educadoras.
3. Los hijos y las madres de cada círculo participan en el cuidado de jardines y crían pollos,
actividades que, además de generar ingresos, tienen un importante contenido pedagógico,
pues suscitan discusiones y una labor práctica en tomo a los problemas propios de los
adultos y enseñan a actuar en cooperación y de manera permanente.
4. En el círculo, el desarrollo infantil se aborda en su integridad, es decir atendiendo las
necesidades alimentarias (los niños reciben una comida diaria), higiénicas, de salud,
psicológicas, sociales y cognitivas. Esta visión global responde, ante todo y sobre todo, al
deseo de satisfacer una necesidad apremiante: mejorar la salud del niño actuando sobre su
nutrición y sus hábitos higiénicos. Se forma a las madres en este terreno y los niños aprenden
algunas prácticas elementales. El círculo atribuye además gran importancia a la preparación
de los niños para que puedan sacar todo el provecho posible de la enseñanza básica cuando
alcancen la edad adecuada. Se les ofrece, en consecuencia, un amplio abanico de actividades
concebidas para crear un ambiente que suscite la confianza y favorezca el intercambio o la
socialización.
5. En el círculo se aplica una pedagogía interactiva:
- Es el propio niño quien forja sus conocimientos;
- La acción educativa está vinculada a la organización de un entorno de vida y
aprendizaje adaptado y eficiente.
Por estos dos principios se rigen los organizadores de círculos y los instructores de las
madres.
En marzo de 1997, se inauguró el primer círculo en el barrio de Niarela (uno de los más
antiguos de Bamako, Malí). Se le bautizó con el nombre bambara de “Den Ladamu So” (casa
de educación del niño). En abril del año siguiente, se abrió otra “Den Ladamu So” en una zona
rural, a unos 30 km de Bamako, donde las madres educadoras siguieron los seis primeros meses
de formación. El de Niarela es un proyecto comunitario de pequeña envergadura, aunque de
gran importancia para Malí y, a largo plazo, para otros países africanos como Burkina Faso,
Chad, Gabón, Guinea, Senegal, Togo y demás m iembros de la Red del Africa francófona para
la primera infancia. La “casa de educación del niño” es el inicio de un proyecto más amplio,
llamado a crear grupos similares de niños en todo el territorio francófono africano y a movilizar
a las mujeres en pro de la educación de los niños de corta edad.
Participan en el proyecto de Malí el M inisterio de Educación Básica de Malí, la
UNESCO, el UNICEF y la organización no gubernamental FICEMEA, que promueve el
aprendizaje activo en 30 países. Todos’ellos siguen con interés los progresos de los círculos,
aunque sólo sea por tratarse de un modelo atractivo y de bajo costo, pues el funcionamiento
anual del proyecto, comprendidos la formación, las comidas, el material de atención médica y
la evaluación, cuesta menos de 40.000 francos franceses (7.200 dólares estadounidenses).
70
DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA
Estados Arabes
Contacto: Ghamen Bibi, Coordinador general (Chipre), Teléfono: (357 2) 476 741,
Fax. (352 2) 476 790, Correo electrónico: arccyp@spidemet.com.cy
El Arab Resource Collective (ARC), con sede en Chipre, sirve de enlace entre profesionales,
académicos e instituciones de capacitación, programas regionales y financiadores locales.
Facilita la conexión entre los programas sobre el cuidado y el desarrollo de la primera infancia
de la región árabe y se ocupa de cuestiones como la sensibilización y la participación de las
comunidades (centrándose en los padres) y la aplicación de enfoques globales e integrados a la
elaboración de los programas y su ejecución.
El ARC trata de proponer modelos de desarrollo apropiados y basados en la
colaboración. Su objetivo principal es proteger y preservar la salud de las comunidades de la
región árabe, alentando a los niños y jóvenes y ayudándoles a responsabilizarse de su desarrollo
y su salud y de los de sus hijos, familias y comunidades. El ARC se basa en los patrones
vigentes de crianza y atención de los niños y en el papel que desempeñan tradicionalmente los
niños árabes en el cuidado de sus hermanos menores (aplicando el programa árabe “De niño a
niño”). Promueve además la aplicación de métodos educativos diferentes en la región,
alentando la incorporación de programas de sanidad escolar en los planes de estudios
nacionales, con objeto de integrar el desarrollo infantil, conjugando la salud, la educación y la
nutrición.
Ocurre con demasiada frecuencia que los profesionales de la sanidad y el desarrollo de la
región árabe se sienten aislados o marginados. Carecen de recursos para realizar una labor
eficaz en el ámbito local y rara vez pueden intercambiar experiencias con sus colegas, situación
que se da sobre todo en lo relativo al desarrollo del niño en la primera infancia. De ahí que el
ARC organice debates y actividades sobre los derechos del niño en todo el mundo arabe e
impulse la creación de redes. Su doctrina de “pertenencia colectiva” está empezando a arraigar
y su red regional se va expandiendo y participan en ella profesionales y responsables de
políticas que representan a muchos países de la región.
La labor del ARC se funda en objetivos muy determinados y directos. A continuación, se
exponen algunas metas y tareas actuales:
producir y difundir un saber pertinente a través de documentos escritos y por los medios
audiovisuales;
contribuir a la adquisición de las capacidades necesarias para producir y utilizar recursos
informativos, mediante actividades de capacitación; I
promover y cultivar la propagación de redes entre organizaciones y trabajadores, en su
base, favoreciendo las comunicaciones y el intercambio de información dentro de la región,
lanzando una base de datos y realizando análisis de situaciones, con miras a establecer un
marco global para los programas sobre el cuidado y el desarrollo de la primera infancia;
crear carteles, materiales didácticos auxiliares audiovisuales (como una versión en árabe de
una serie de vídeos sobre rehabilitación en la comunidad), juegos educativos, un boletín
regional y recursos informativos similares (p. ej., un glosario árabe-inglés de términos
relativos al cuidado y el desarrollo de la primera infancia);
facilitar la cooperación y la coordinación entre programas locales y regionales y
actividades de educación, formación, investigación y publicación;
coordinar la celebración de seminarios y talleres en favor de las actividades y la formación
locales, coordinando a los consultores e instructores;
esforzarse en crear un centro regional de intercambio de informaciones para respaldar los
proyectos y los centros de información locales;
señalar las necesidades y los materiales apropiados, escribiendo, adaptando y traduciendo,
efectuar ensayos en el ámbito local, revisando, publicando y distribuyendo (la tarea se
71
ESTUDIOSDECASO
72