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Índice esquemático
1. El racionalismo de la Minerva
1. El racionalismo de la Minerva
separación, que vino a durar un siglo, hasta mediados del XVI, fueron
XVI) con las lenguas vernáculas, de las que también se elaboraron las
concomitante decadencia del uso del latín como koiné o lengua de uso
siglo XVI.
Ilustración.
una expresión elíptica consiste en suplir los elementos «sin los que la
siglo XVII.
constituido un objeto de renovado interés a partir de los años sesenta, por obra y
lenguaje que se extendían a lo largo de tres siglos (XVII, XVIII y XIX). Chomsky
se puede mostrar a individuo alguno que haya sostenido todos los puntos de vista
que esbozaremos (LC pág. 16) y, además, «algunos de los más activos colaboradores
decididos adversarios de la doctrina cartesiana (LC, pág. 16). Por otra parte, Chomsky
admitía que la «lingüística cartesiana» no formaba parte estricta de las tesis filosóficas
sumamente flexible y, por tanto, poco sensible a las críticas que, con criterios
estaba tan interesado en rescatar o reivindicar una teoría del lenguaje bien
son las que le importaba destacar, presentando sus propias concepciones como
prolongación de ellas. Con ello, Chomsky caía, de una forma quizás deliberada, en dos
evaluaba, por ejemplo, las tesis de Descartes sobre las ideas innatas prescindiendo de
racionalista de la mente que, en parte, constituye para ambas un fondo común (LC,
pág. 15). Es decir, se trataba de una serie de obras que, desde Port-Royal a
[ ...] Pero jamás ocurre que coloque sus palabras de modos diversos
humanidad. Pero este texto no hasta por sí solo para definir una
débiles» alejados del recto camino de la virtud que el alma humana y animal no son
lingüístico sólo adquiere sentido dentro del marco de ese razonamiento y, fuera de él,
adquiere cualquier otro. Forma parte de la polémica, muy antigua, sobre la naturaleza
del alma de los animales y las dificultades que existían, si se admitía su existencia,
para probar la tesis de la inmortalidad del alma humana. Asegurar que el lenguaje es
incluso entre los depravados y estúpidos, sin exceptuar siquiera a los idiotas, no era
primordial del siglo XVII, sino del XVIII y del idealismo romántico, y está ligada a la
lengua produce resultados infinitos con medios finitos, esta idea se encuentra por lo
los enciclopedistas.
Si hay algún sentido en que se pueda considerar que existe una lingüística de
posteriores, y por el propio Chomsky, como una aplicación natural del sistema de
que el propio Descartes no había impulsado (Saint-Beuve, 1888, pág. 539 del vol. III).
de tipo práctico, del latín, griego, italiano y español. Era buen conocedor de la
general y filosófica existió finalmente para nosotros cuando nuestra lengua había
apareció siguió de cerca a la mejor gramática, y que todas estas obras fueron
creación de los mismos autores, o al menos de unos autores que pusieron en común
obstante, parece que quien suscitaba los problemas era Lancelot, en la medida en que
y solución: El compromiso en que me vi, mas por azar que por elección, de trabajar
razones de varias cosas que son comunes a todas las lenguas o particulares de
algunas de ellas. Pero habiendo encontrado a veces dificultades que me detenían, las
comuniqué a uno de mis amigos, en reuniones, quien, sin haberse aplicado jamás a
esta clase de ciencia, no dejó de darme muchas sugerencias para resolver mis dudas.
Y mis preguntas mismas fueron causa de que él hiciera reflexiones diversas acerca de
los verdaderos fundamentos del hablar (Prefacio de Lancelot, págs. 3-4). Lancelot
especialmente a las relaciones entre los conceptos y los signos, y a la crítica de las
lenguas son, por orden de importancia, las utilizadas como fuentes de datos para
por entonces: la Ortografía (Capítulos I y II), Prosodia (Capítulos III a VI), Analogía
de la obra, existía un capítulo que ponía en relación las palabras (los morfemas
léxicos) con la teoría lógica del juicio, entendiendo éste como operación mental
primordial, esto es, que trataba de ligar la tipología léxica con la estructura del
Arnauld y J. Nicole. De hecho, en la 5.ª edición de esta última obra se añadieron los
(1659) y de forma complementaria. En cualquier caso, las dos obras exponen una
misma concepción del lenguaje, del pensamiento y de las relaciones entre ambos, y
así fueron consideradas en siglos posteriores, como exponentes de una misma teoría.
habla y la lógica como un arte del pensar. Dada la estrecha conexión que las
8. El racionalismo de la Minerva
1. El racionalismo de la Minerva
separación, que vino a durar un siglo, hasta mediados del XVI, fueron
XVI) con las lenguas vernáculas, de las que también se elaboraron las
concomitante decadencia del uso del latín como koiné o lengua de uso
siglo XVI.
Ilustración.
una expresión elíptica consiste en suplir los elementos «sin los que la
siglo XVII.
constituido un objeto de renovado interés a partir de los años sesenta, por obra y
lenguaje que se extendían a lo largo de tres siglos (XVII, XVIII y XIX). Chomsky
se puede mostrar a individuo alguno que haya sostenido todos los puntos de vista
que esbozaremos (LC pág. 16) y, además, «algunos de los más activos colaboradores
decididos adversarios de la doctrina cartesiana (LC, pág. 16). Por otra parte, Chomsky
admitía que la «lingüística cartesiana» no formaba parte estricta de las tesis filosóficas
sumamente flexible y, por tanto, poco sensible a las críticas que, con criterios
estaba tan interesado en rescatar o reivindicar una teoría del lenguaje bien
son las que le importaba destacar, presentando sus propias concepciones como
prolongación de ellas. Con ello, Chomsky caía, de una forma quizás deliberada, en dos
evaluaba, por ejemplo, las tesis de Descartes sobre las ideas innatas prescindiendo de
racionalista de la mente que, en parte, constituye para ambas un fondo común (LC,
pág. 15). Es decir, se trataba de una serie de obras que, desde Port-Royal a
humanidad. Pero este texto no hasta por sí solo para definir una
débiles» alejados del recto camino de la virtud que el alma humana y animal no son
lingüístico sólo adquiere sentido dentro del marco de ese razonamiento y, fuera de él,
adquiere cualquier otro. Forma parte de la polémica, muy antigua, sobre la naturaleza
del alma de los animales y las dificultades que existían, si se admitía su existencia,
para probar la tesis de la inmortalidad del alma humana. Asegurar que el lenguaje es
incluso entre los depravados y estúpidos, sin exceptuar siquiera a los idiotas, no era
primordial del siglo XVII, sino del XVIII y del idealismo romántico, y está ligada a la
lengua produce resultados infinitos con medios finitos, esta idea se encuentra por lo
menos ya en la Minerva del Brocense, de la que posiblemente la tomaron Arnauld y
los enciclopedistas.
Si hay algún sentido en que se pueda considerar que existe una lingüística de
posteriores, y por el propio Chomsky, como una aplicación natural del sistema de
que las teorías expuestas en la Grammaire constituían una rama del cartesianismo
que el propio Descartes no había impulsado (Saint-Beuve, 1888, pág. 539 del vol. III).
de tipo práctico, del latín, griego, italiano y español. Era buen conocedor de la
general y filosófica existió finalmente para nosotros cuando nuestra lengua había
nuestra atención es que no tuvimos una buena gramática general sino cuando
apareció siguió de cerca a la mejor gramática, y que todas estas obras fueron
creación de los mismos autores, o al menos de unos autores que pusieron en común
obstante, parece que quien suscitaba los problemas era Lancelot, en la medida en que
razones de varias cosas que son comunes a todas las lenguas o particulares de
algunas de ellas. Pero habiendo encontrado a veces dificultades que me detenían, las
comuniqué a uno de mis amigos, en reuniones, quien, sin haberse aplicado jamás a
esta clase de ciencia, no dejó de darme muchas sugerencias para resolver mis dudas.
Y mis preguntas mismas fueron causa de que él hiciera reflexiones diversas acerca de
los verdaderos fundamentos del hablar (Prefacio de Lancelot, págs. 3-4). Lancelot
especialmente a las relaciones entre los conceptos y los signos, y a la crítica de las
lenguas son, por orden de importancia, las utilizadas como fuentes de datos para
por entonces: la Ortografía (Capítulos I y II), Prosodia (Capítulos III a VI), Analogía
de la obra, existía un capítulo que ponía en relación las palabras (los morfemas
léxicos) con la teoría lógica del juicio, entendiendo éste como operación mental
primordial, esto es, que trataba de ligar la tipología léxica con la estructura del
Arnauld y J. Nicole. De hecho, en la 5.ª edición de esta última obra se añadieron los
(1659) y de forma complementaria. En cualquier caso, las dos obras exponen una
misma concepción del lenguaje, del pensamiento y de las relaciones entre ambos, y
así fueron consideradas en siglos posteriores, como exponentes de una misma teoría.
habla y la lógica como un arte del pensar. Dada la estrecha conexión que las
siguiente: hablar es una actividad física, pero trascendente, en el sentido de que los
lengua, el orden, está dirigido a expresar la estructura del orden espiritual, y es a eso
a lo que se llama significar. El lenguaje está tan ligado a la expresión del pensamiento
que resulta difícil imaginar a éste sin aquél: cuando pensamos en soledad, las cosas
no se presentan a nuestro espíritu sino mediante las palabras con que nos hemos
Segunda Parte).
teoría del signo presentada en la gramática, que constituye un campo adecuado para
medieval y renacentista.
del lenguaje. Su aristotelismo les inclinaba a pensar que las propiedades de la realidad
expresar uno sus pensamientos por medio de signos, que los hombres han inventado
para ese fin. Se encontró que los más cómodos eran los sonidos y las voces. Pero
como los sonidos pasan, se inventaron otros signos para hacerlos durables y visibles:
venido la palabra gramática. Así, se pueden considerar dos cosas en esos signos. La
primera, lo que son ellos por su naturaleza; es decir, en tanto que sonidos y
sirven de ellos para significar sus pensamientos (Gramática, pág. 40 de la ed. esp.).
cuanto al sonido, a los hombres y a los papagayos. Nos queda por examinar lo que
tiene ella de espiritual, que constituye una de las mayores ventajas del hombre por
encima de todos los demás animales, y que es una de las mayores pruebas de la
razón. Es el uso que hacemos de ella para significar nuestros pensamientos, y esta
espíritu, no dejan de descubrir a los demás todo el secreto de él, y de hacer entender
a los que en él no pueden penetrar, todo lo que concebimos y todos los diversos
1) el uso del lenguaje en cuanto criterio diferenciador entre los hombres y los
pero que no constituye por sí sola una nota característica de una escuela de
pensamiento. Reflexiones parecidas sobre el carácter excepcional del lenguaje
que se denomina primera articulación lingüística, esto es, al hecho de que los recursos
fonológicos del lenguaje humano son finitos, a pesar de que sean capaces de
una idea novedosa, porque esa convencionalidad era una tesis común desde
Aristóteles y los estoicos. Lo que sí está claramente expresado, pero en la Lógica (I,
institución, como los califica Arnauld: La tercera división de los signos es que los hay
naturales, que no dependen de la fantasía de los hombres, como una imagen que
otros que no son sino de institución y de establecimiento, ya sea que tengan alguna
relación lejana con la cosa figurada, ya sea que no la tengan en absoluto. Así, las
Cuando se concibe un objeto en sí mismo y en su propio ser, sin fijar la vista del
espíritu en lo que él puede representar, la idea que de ello se tiene es una idea de
cosa, como la idea de la tierra, del sol. Pero cuando no se mira un determinado
objeto sino como representativo de otro, la idea que se tiene de él es una idea de
signo, y ese primer objeto se llama signo. Es así como se miran de ordinario los
mapas y los cuadros. Así, el signo encierra dos ideas: una, de la cosa representativa,
entre ambas una relación causal: sólo se puede acceder al sentido del símbolo
puede hablar propiamente de una teoría cartesiana del signo, puesto que la relación
naturaleza.
En resumen, en la medida en que se puede hablar de giro cartesiano en
una forma cada vez más radical, se impone la opinión de que las ideas están
primario para su análisis es la gramática. Por tanto, ese giro cartesiano reside en el
en este sentido se puede considerar que existe un cierto paralelismo con lo acaecido
desplazamiento similar.
pero trascendente, en el sentido de que los sonidos que emitimos, ordenados
lenguaje está tan ligado a la expresión del pensamiento que resulta difícil imaginar a
éste sin aquél: cuando pensamos en soledad, las cosas no se presentan a nuestro
espíritu sino mediante las palabras con que nos hemos acostumbrado a revestirlas
teoría del signo presentada en la gramática, que constituye un campo adecuado para
medieval y renacentista.
del lenguaje. Su aristotelismo les inclinaba a pensar que las propiedades de la realidad
expresar uno sus pensamientos por medio de signos, que los hombres han inventado
para ese fin. Se encontró que los más cómodos eran los sonidos y las voces. Pero
como los sonidos pasan, se inventaron otros signos para hacerlos durables y visibles:
venido la palabra gramática. Así, se pueden considerar dos cosas en esos signos. La
primera, lo que son ellos por su naturaleza; es decir, en tanto que sonidos y
sirven de ellos para significar sus pensamientos (Gramática, pág. 40 de la ed. esp.).
Como se puede advertir, desaparece en esta concepción semiótica cualquier
cuanto al sonido, a los hombres y a los papagayos. Nos queda por examinar lo que
tiene ella de espiritual, que constituye una de las mayores ventajas del hombre por
encima de todos los demás animales, y que es una de las mayores pruebas de la
razón. Es el uso que hacemos de ella para significar nuestros pensamientos, y esta
espíritu, no dejan de descubrir a los demás todo el secreto de él, y de hacer entender
a los que en él no pueden penetrar, todo lo que concebimos y todos los diversos
1) el uso del lenguaje en cuanto criterio diferenciador entre los hombres y los
pero que no constituye por sí sola una nota característica de una escuela de
que se denomina primera articulación lingüística, esto es, al hecho de que los recursos
fonológicos del lenguaje humano son finitos, a pesar de que sean capaces de
una idea novedosa, porque esa convencionalidad era una tesis común desde
Aristóteles y los estoicos. Lo que sí está claramente expresado, pero en la Lógica (I,
institución, como los califica Arnauld: La tercera división de los signos es que los hay
naturales, que no dependen de la fantasía de los hombres, como una imagen que
otros que no son sino de institución y de establecimiento, ya sea que tengan alguna
relación lejana con la cosa figurada, ya sea que no la tengan en absoluto. Así, las
Cuando se concibe un objeto en sí mismo y en su propio ser, sin fijar la vista del
espíritu en lo que él puede representar, la idea que de ello se tiene es una idea de
cosa, como la idea de la tierra, del sol. Pero cuando no se mira un determinado
objeto sino como representativo de otro, la idea que se tiene de él es una idea de
signo, y ese primer objeto se llama signo. Es así como se miran de ordinario los
mapas y los cuadros. Así, el signo encierra dos ideas: una, de la cosa representativa,
entre ambas una relación causal: sólo se puede acceder al sentido del símbolo
mediante la representación mental de éste. Con esta concepción, pretendía rechazar
puede hablar propiamente de una teoría cartesiana del signo, puesto que la relación
naturaleza.
una forma cada vez más radical, se impone la opinión de que las ideas están
primario para su análisis es la gramática. Por tanto, ese giro cartesiano reside en el
en este sentido se puede considerar que existe un cierto paralelismo con lo acaecido
desplazamiento similar.