Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
EL DERECHO PROCESAL
II.
FORMAS DE SOLUCIONAR LOS CONFLICTOS. El proceso no es el único
mecanismo o forma de resolución de conflictos de relevancia jurídica, siendo estas
otras:
1. Así, en primer lugar, hasta principios del siglo XIX, su contenido era el de
simple práctica y su denominación "Prácticas Judiciales" o "Prácticas
Forenses".
1
CONTENIDO. Son tres las instituciones fundamentales, las cuales en el Derecho
procesal chileno no se encuentran orgánicamente reglamentadas, pero están
plenamente establecidas y son su base:
II. LA JURISDICCIÓN.
2
Facultades de otros órganos o Poderes del Eº. Esto se encuentra consagrado en el
artículo 7º de la C.P.R. y, además, el artículo 4 del C.O.T. prohíbe al Poder judicial
mezclarse en las atribuciones de los otros poderes públicos.
Limite interno. Es la competencia, pues un asunto judicial sólo puede ser conocido
por un tribunal determinado, lo cual impide que pueda intervenir otro tribunal en el
conocimiento del mismo asunto y en la misma instancia.
Facultad conservadora. Es aquella potestad que tienen los tribunales de justicia para
velar por la tutela de los derechos fundamentales de las personas y para que la
actuación de los órganos públicos se realice dentro de sus respectivos límites.
Facultad económica. Es aquella potestad que tienen los tribunales de justicia para
decretar medidas tendientes a obtener una mejor aplicación de la ley procesal y un
más eficiente ejercicio de la jurisdicción. Quienes dictan estas normas son los
tribunales de justicia y, especialmente, la C.S. y las C.A., manifestándose a través de:
autos acordados, circulares e instrucciones y los decretos económicos.
3
Inamovilidad (arts. 77 y 80 C.P.R.). Es aquel principio conforme al cual los no pueden
ser removidos de sus cargos mientras mantengan el buen comportamiento exigido por
la C.P.R. y las leyes, siendo el complemento lógico del principio de independencia,
pues para tener jueces independientes es necesario que sean inamovibles en sus
cargos.
Territorialidad (art. 7° C.O.T.). Es aquel principio en virtud del cual los tribunales sólo
podrán ejercer su potestad en los negocios y dentro de los territorios que la ley les
hubiese respectivamente asignado.
Inavocabilidad (art. 8° C.O.T.). Es aquel principio en virtud del cual los tribunales de
justicia deben cumplir la función jurisdiccional con relación a los asuntos que han sido
sometidos a su conocimiento, estando impedidos de conocer los asuntos ventilados
ante otros tribunales, les está prohibido avocarse o tomar conocimiento de causas que
se encuentren pendientes ante otro tribunal, a menos que la ley confiera
expresamente esta facultad.
Pasividad (art. 10 inc. 1º C.O.T). Es aquel principio con arreglo al cual los tribunales
no podrán ejercer su ministerio, sino a petición de partes, salvo en los casos que la ley
los faculte para proceder de oficio.
4
instancias en los que intervienen diversos tribunales entre los que existe una
jerarquización.
III. LA COMPETENCIA
CONCEPTO. Art. 108 C.O.T. es “la facultad que tiene cada juez o tribunal para
conocer de los negocios que la ley ha colocado dentro de las esferas de sus
atribuciones”.
CLASIFICACIONES.
Según su fuente. i. Competencia natural. Es aquella que tiene su fuente en la ley. ii.
Competencia prorrogada. Es aquella que tiene su fuente en la voluntad de las partes.
5
REGLAS GENERALES DE LA COMPETENCIA O CONSECUENCIA DE ESTAR YA
DETERMINADO EL TRIBUNAL ESPECÍFICO.
Regla de fijeza o radicación (art. 109). Consiste en que radicado con arreglo a la ley
el conocimiento de un negocio ante tribunal competente, no se alterará esta
competencia por causa sobreviniente, es decir, una vez determinada la competencia
de un tribunal, si cambian alguno de los factores de competencia, no se alterará ésta.
El fundamento de esta regla está en la base de la inavocabilidad de los tribunales de
justicia.
Regla del grado (art. 110). Una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un
juez inferior para conocer en 1a instancia de un determinado asunto, queda
igualmente fijada la del tribunal superior que debe conocer del mismo asunto en 2a
instancia, es decir, una vez determinado el tribunal que va a conocer el asunto en 1a
instancia, automáticamente se determinara el tribunal que va a conocer del mismo
asunto en 2a instancia.
Regla de la prevención (art. 112). Siempre que según la ley fueren competentes para
conocer de un mismo asunto dos o más tribunales, ninguno de ellos podrá excusarse
del conocimiento bajo el pretexto de haber otros tribunales que puedan conocer del
mismo asunto, pero el que haya prevenido en el conocimiento excluye a los demás,
los cuales cesan desde entonces de ser competentes.
Regla de la ejecución (arts. 113 y 114). En este punto, se debe recordar la tercera
etapa de la jurisdicción, que es justamente la ejecución, pues consiste en que el
tribunal competente para conocer de la ejecución de resoluciones es aquél que la
hubiere pronunciado en 1a o única instancia.
6
que normalmente correspondería cuando en dicho asunto intervienen personas que
desempeñan ciertas funciones o cargos, denominadas aforadas.
Asuntos no contenciosos (art. 134 C.O.T.). Por regla general, el juez competente es
el del domicilio del interesado, quien es la persona que solicita la intervención de un
tribunal en un asunto no contencioso.
Asuntos penales. i. Delitos cometidos fuera del territorio de la República (art. 167
C.O.T.). Son competentes los jueces de garantía y los tribunales de juicio oral en lo
penal pertenecientes a la jurisdicción de la CA de Santiago. ii. Delitos cometidos en
Chile (arts. 157 y 159 C.O.T.). Es competente el juez del tribunal en cuyo territorio se
hubiere cometido el hecho que motiva el juicio y el delito se considerará cometido en el
lugar donde se dio comienzo a su ejecución.
Requisitos.
i. Que exista acuerdo de las partes.
ii. ii. Que se trate de un asunto contencioso civil.
iii. iii. Que se produzca ante tribunales ordinarios de igual jerarquía.
iv.
Efectos de la prórroga de la competencia (art. 185). La prorroga de competencia
produce un desplazamiento de la competencia relativa, quedando las partes quedan
sometidas al tribunal al cual prorrogan la competencia.
7
En general están referidas a “los conflictos suscitados entre tribunales o entre las
partes con motivo de la competencia de un tribunal para conocer de un
determinado asunto”.
III.
LOS TRIBUNALES
IV.
ANTECEDENTES GENERALES Y CRITERIOS DE ORGANIZACIÓN DE LOS
TRIBUNALES EN NUESTRO PAÍS.
Especiales: Los tribunales especiales son aquellos que se encuentran tratados fuera
del C.O.T. Pueden o no pertenecer al Poder Judicial. Entre los que pertenecen al
Poder Judicial, y que en consecuencia se encuentran supeditados a la
superintendencia de la Corte Suprema, destacan Juzgados del Trabajo, los Juzgados
de Menores y los Tribunales Militares en Tiempos de Paz. Ejemplos de aquellos que
8
no pertenecen al Poder Judicial, son el Senado, el Director del S.I.I., el Tribunal de
Aduanas, el Tribunal Constitucional, etc.
Arbitrales: Son aquellos jueces designados por las partes o el Juez en subsidio, para
conocer de materias específicamente determinadas. Algunos autores no incluyen a los
tribunales arbitrales como una categoría aparte, considerándolos simplemente
especiales. Otros autores distinguen entre tribunales perpetuos y temporales,
ubicando a los árbitros en esta segunda categoría y a todos los demás tribunales en la
primera.
CLASIFICACIÓN.
ii. Tribunales arbitrales (art. 222 C.O.T.). Son aquellos que están constituidos por
jueces árbitros, siendo árbitros “los jueces nombrados por las partes o por la autoridad
judicial en subsidio para la resolución de un asunto litigioso”. Además, a las fuentes
arbitrales señaladas en el artículo 222 se añaden dos más: la ley y la voluntad del
testador. No integran el Poder judicial. iii. Tribunales especiales. Son aquellos
establecidos por la ley para la resolución de ciertas materias o para el juzgamiento de
ciertas personas, las cuales gozan de este beneficio por circunstancias particulares,
rigiéndose por leyes especiales.
9
competencia común o mixta. Son aquellos que tienen competencia para conocer de la
generalidad de los asuntos judiciales, cualquiera que sea su naturaleza.
CONCEPTO. Son “tribunales ordinarios unipersonales que por regla general actúan
como órganos jurisdiccionales de 1a instancia en el conocimiento de las materias
encomendadas por la ley”.
10
Los acuerdos (arts. 72 a 89 C.P.C. y 19 y 103 C.O.T.). El acuerdo es el estudio,
discusión y adopción de un fallo por parte de un tribunal colegiado, pues estas normas
se aplican también a los acuerdos adoptados por la CS y a los tribunales del juicio oral
en lo penal. Hace excepción al principio de publicidad los acuerdos de las CA, los que
de acuerdo al artículo 81 del C.O.T. se celebran privadamente, sin perjuicio de que se
pueda llamar a los relatores u otros funcionarios cuando la corte lo estime
conveniente.
Manera de adoptar el acuerdo (art. 83 C.O.T.). Primero debe debatirse sobre cual es
la cuestión o cuestiones controvertidas que se han promovido; Luego deben
establecerse los hechos sobre los que versa la cuestión a fallarse; Establecidos los
hechos, deben aplicarse las pertinentes al caso en cuestión;Una vez resueltas todas
las cosas de hecho o derecho, las resoluciones parciales sirven de base para la
resolución final del caso.
11
LOS TRIBUNALES ARBITRALES.
CONCEPTO. Son “aquellos constituidos por jueces árbitros y se llaman árbitros los
jueces nombrados por las partes, o por la autoridad judicial en subsidio, para la
resolución de un asunto litigioso”.
b. Autoridad judicial. Esta fuente tiene lugar cuando las partes no se ponen de
acuerdo respecto de la persona del árbitro y necesariamente debe nombrarse árbitro,
ya sea porque se trata de una materia de arbitraje forzoso o porque exista una
cláusula compromisoria estipulada. Cuando el nombramiento se hace por la justicia el
árbitro debe ser sólo uno, a diferencia de lo que ocurre cuando las partes los nombran.
Para el nombramiento de un árbitro debe procederse en la misma forma establecida
para el nombramiento de peritos (art. 414 C.P.C.).
c. Voluntad del causante. Tiene sustento legal en el artículo 1324 del C.C., según el
cual el causante por acto entre vivos o por testamento puede nombrar a un árbitro
como juez el partidor de sus bienes.
El compromiso (art. 234). Es “un contrato solemne por el cual las partes someten
la decisión de un asunto litigioso a un juez árbitro sustrayéndolo de la justicia
ordinaria”. La solemnidad consiste en que el compromiso debe constar por escrito,
sea que se lleve a cabo por instrumento público o privado, ya que la ley sólo exige que
conste por escrito. En el compromiso se pueden distinguir los siguientes elementos: a.
12
árbitro debe evacuar su encargo al término de dos años contados desde su
aceptación. c. Elementos accidentales. No existe inconveniente alguno para que las
partes puedan agregar otros elementos al contrato. Por ejemplo: pueden señalar una
determinada manera para llevar a cabo las notificaciones judiciales, o bien, el horario
en que el árbitro desempeñara sus funciones. Como el compromiso es una convención
o contrato solemne, el artículo 232 inciso 1º exige que el nombramiento del árbitro se
haga con el consentimiento unánime de todas las partes interesadas en el litigio.
Cantidad de árbitros (arts. 231 y 233). Las partes pueden nombrar dos o más
árbitros y si así lo hacen pueden nombrar un tercero en discordia o autorizar a los
mismos árbitros para que lo nombren con el objeto de que en caso necesario dirima
las discordias que entre ellos pudieren ocurrir.
a. Árbitros de derecho. Es aquel que tramita y falla conforme a la ley, o sea, es aquel
que falla con arreglo a la ley y se somete tanto en la tramitación y pronunciamiento de
la sentencia definitiva a las reglas establecidas para los jueces ordinarios según la
naturaleza de la acción deducida.
13
c. Árbitros mixtos. Es aquel que tiene facultades de arbitrador en cuanto al
procedimiento y se limita al pronunciamiento de la sentencia definitiva la aplicación
estricta de la ley, es decir, son aquellos que tramitan como árbitros arbitradores, pero
que fallan como un árbitro de derecho.
Requisitos para ser Árbitro (art. 225). Debe ser mayor de edad. Sin embargo, los
abogados habilitados para ejercer la profesión pueden ser árbitros, aunque sean
menores de edad. Debe tener la libre administración de sus bienes. Debe saber leer y
escribir. Además, el nombramiento de los árbitros de derecho sólo puede recaer en un
abogado.
Las prohibiciones para ser árbitro de derecho son (arts. 226, 317 y 480 C.O.T.):
Quienes litigan como partes, salvo lo dispuesto en los artículos 1324 y 1325 del C.C.
Los jueces letrados y los ministros de los tribunales superiores de justicia. Los fiscales
judiciales. Los notarios.
Inhabilidades de los jueces árbitros. Los árbitros nombrados por las partes no
pueden ser inhabilitados, sino poscausas de implicancias o recusación que hayan
sobrevenido a su nombramiento o que se ignoraban al pactar el compromiso, de
acuerdo con el artículo 243 del COT.
Materias de Arbitraje.
a. Materia de arbitraje forzoso u obligatorio (art. 227 C.O.T.). Son aquellos asuntos
que necesariamente deben ser resueltos por los jueces árbitros en virtud de lo
dispuesto por la ley. En general, el legislador ha optado que conozcan de aquellos
asuntos que pueden provocar un gran apasionamiento de las partes o asuntos de gran
complejidad jurídica que les reste tiempo a los tribunales ordinarios.
b. Materias de arbitraje prohibidas (arts. 229 y 230 C.O.T.). Son aquellos asuntos
que la ley ha entregado exclusivamente al conocimiento o competencia de los
tribunales ordinarios o especiales. Materias de arbitraje voluntario (art. 228). Se
trata de aquellas materias que no son de arbitraje forzoso ni de arbitraje prohibido, por
lo que si las partes desean la pueden someter a la decisión del árbitro. Este acuerdo
recibe el nombre o se denomina “convención de arbitraje” o “pacto arbitral”.
Aceptación del cargo y juramento. El árbitro que acepta el cargo deberá declararlo
así y jurará desempeñarlo con la debida fidelidad y en el menor tiempo posible. Una
vez aceptado el cargo el árbitro queda obligado a desempeñarlo. Es importante saber
con exactitud que el momento de juramento del árbitro queda encargado de tramitar y
fallar el juicio con un plazo máximo de dos años de acuerdo a la ley.
14
a. En cuanto a su duración. Los tribunales ordinarios y especiales tienen el carácter
de permanentes; en cambio, los tribunales arbitrales tienen un carácter accidental, en
el sentido que termina su calidad de jueces en el momento que cumplan con el
encargo.
b. En cuanto a la calidad de sus jueces. Los jueces que sirven su cargo en los
tribunales ordinarios y especiales son funcionarios públicos; en cambio, los jueces
árbitros no.
c. En cuanto a la forma en que fallan. Por regla general los tribunales ordinarios y
los especiales fallan conforme a la ley (jurisdicción legal); en cambio, los árbitros
arbitradores o amigables componedores fallan conforme a la equidad (jurisdicción de
equidad).
V. EL PROCESO
IDEAS AFINES: Naturaleza jurídica. La doctrina que tiene mayor número de adeptos
la teoría de la relación jurídica, la cual señala que el proceso es una relación jurídica y
como tal crea derechos y obligaciones. Entre los seguidores de esta teoría no hay un
criterio uniforme en cuanto a la forma en que se constituye la relación jurídica
procesal: por un lado, la mayor parte de los autores estima que se constituye entre el
juez y las partes de manera independiente (por un lado juez-demandante y por otro
lado juez-demandado); por otro, están quienes sostienen que es un vínculo que une
sólo las partes; y, por último, están quienes señalan que es una fusión de relaciones
entre el juez y cada una de las partes.
El proceso tiene tres aspectos fundamentales: a.- Lo proporciona el Estado. b.- Es un
medio para conseguir un fin, por eso se dice que es un instrumento. c.- El fin del
proceso es la solución de los conflictos jurídicos de intereses.
15
1. Es el único medio esencialmente jurídico que permite obtener la solución de un
conflicto de intereses.
2. Además de servir a las partes para obtener que se determinen sus derechos y se
solucionen sus conflictos, sirve también al estado para mantener el orden jurídico y la
paz social, puesto que a través del proceso los conflictos se solucionan pacíficamente
y porque los particulares saben de antemano que disponen de este mecanismo para
lograr que se solucionen los conflictos en que eventualmente puedan verse envueltos.
3. Es el medio que mayores posibilidades ofrece de aportar una solución justa del
conflicto.
ii.Partes. Son las personas naturales o jurídicas que sostienen la contienda jurídica
actual ante un tribunal acerca de sus derechos. Demandante. Es aquel que ejerce la
pretensión, pidiendo la declaración o extinción de un derecho.
Demandado. Es aquel contra quien se ejerce la pretensión y se pide la declaración o
protección de un derecho.
Las partes en el juicio ejecutivo toman la denominación de ejecutante y ejecutado, en
las querellas o interdictos posesorios se habla de querellante y querellado y en el
proceso penal actual se ha reemplazado el concepto de partes por el de
16
intervinientes. En el proceso civil puede que existan varios demandantes o varios
demandados, caso en el cual se está frente a un litis consorcio.
VI. LA ACCIÓN
17
DERECHO, PRETENSIÓN, ACCIÓN, DEMANDA Y LIBELO.
DERECHO: la facultad para actuar o potestad que un particular tiene, sancionada por
una norma jurídica.
LIBELO: Esta expresión proviene del latín “libellus” que significa “escrito breve”, es
decir, el libelo es el escrito en que materialmente se contiene la demanda.
PRETENSIONES MÚLTIPLES.
a. Las acciones deben ser compatibles. Esto significa que pueden cumplirse
simultáneamente. Por ejemplo: de acuerdo a esta norma es posible que una demanda,
el actor solicite el cumplimiento de un contrato y la indemnización de los perjuicios que
le provocó el incumplimiento de dicho contrato. Por excepción, estas pretensiones
pueden ser incompatibles pero con la condición que una sea resuelta como subsidiaria
de la otra. Por ejemplo: puede suceder que en un juicio la parte demandada pida el
cumplimiento y resolución del contrato, lo cual es imposible, pero si se podría solicitar
en una misma demanda la declaración de nulidad de un contrato y, para el evento de
que se rechace, se podría solicitar al tribunal que ordene el cumplimiento de dicho
contrato, caos en el cual la suma debería indicar: “En lo principal: ejercita acción de
nulidad del contrato” y “Primer otrosí: en subsidio ejercita la acción de cumplimiento
del contrato”.
18
actor interponga varias acciones es llamada por la doctrina como “acumulación inicial
de acciones”. Sobre este punto, el tribunal que recibe la demanda resuelva todas las
pretensiones solicitadas en él, pero la ley permite que si el tribunal acoge la primera
pretensión no debe promover nada sobre la segunda, sólo se pronunciará sobre la
pluralidad de acciones si las pretensiones fuesen compatibles, sólo en este caso el
tribunal que acoge la demanda resolverá todo lo deducido en ella, según lo dispone el
artículo 170 Nº 6.
VI. LA REACCIÓN
ELEMENTOS DE LA ACCIÓN.
Elemento subjetivo. Son los sujetos, pues toda pretensión tiene o consta de tres
sujetos: la persona que la formula, la persona contra quien se formula y la persona
ante quien se formula. Las dos primeras personas constituyen los sujetos de la
pretensión, distinguiéndose un sujeto activo que es el actor o demandante y un sujeto
pasivo que es el demandado, y el tercer sujeto es el órgano jurisdiccional. Para
identificar una pretensión de otra debe fijarse la identidad de los sujetos activo y
pasivo, excluyendo al órgano jurisdiccional porque es ajeno a la relación jurídica
sustancial sobre la cual recae la pretensión. Para efectuar esta identificación deberá
estarse a la calidad jurídica (identidad legal) que tienen el sujeto activo y el pasivo en
cada caso particular y no si se trata de las mismas personas físicas. Por ejemplo: en
un juicio puede pueden actuar dos personas físicas y en otro juicio pueden actuar esas
mismas personas físicas pero con diferente calidad jurídica (ver artículo 177 del
C.P.C.).
Elementos objetivos.
ALLANAMIENTO.
19
Es “el acto procesal por el cual el demandado acepta las pretensiones dirigidas
en su contra por el demandante en el proceso”. Si el demandando acepta
llanamente las pretensiones del demandante, o bien, si en sus escritos no contradice
de maneta sustancial y pertinente los hechos sobre los que versa el juicio, el tribunal
citará a la partes a oír sentencia definitiva una vez evacuado el traslado de la réplica.
EXCEPCIONES.
Es la oposición del demandado que se basa en circunstancias impeditivas o extintivas
con el objeto de desvirtuar la afirmación del actor, circunstancias impeditivas o
extintivas que pueden tener incidencia en materia probatoria.
Dentro de este tipo de excepciones se pueden encontrar dos tipos:
i. Excepciones dilatorias. Son aquellas que tienen por objeto corregir el procedimiento
sin afectar el fondo de la acción deducida, o sea, corregir vicios en el procedimiento,
estando consagradas en el artículo 303 del C.P.C.
ii. Excepciones perentorias. Son aquellas que miran el fondo del juicio y tienen por
objeto destruir la acción deducida. A diferencia de las dilatorias no se encuentran
numeradas en ningún Código y corresponden en general a los modos de extinguir las
obligaciones.
También hay excepciones mixtas, las cuales son por naturaleza excepciones
perentorias, pero por su importancia el legislador permite que se deduzcan y sean
tramitadas como excepciones dilatorias. De acuerdo al artículo 304 del C.P.C. son solo
dos: la cosa juzgada y la transacción. Como se tramitan como excepciones
dilatorias son previas, es decir, se interponen antes de que se inicie el juicio y
conforme al artículo 308 del C.P.C. mientras no sean desechadas o acogidas y
mientras el demandante no corrija el vicio o defecto no le corre plazo al demandado
para responder la demanda, que es de 10 días cualquiera que sea el lugar en donde
haya sido notificada.
CLASIFICACIÓN. Hay que precisar que la doctrina moderna ha señalado que estas
clasificaciones se refieren al derecho material o la pretensión, al proceso o la
sentencia, esto porque la acción como derecho fundamental es una noción que no
admite clasificación.
20
que se pide que se declare la nulidad de un contrato o la acción en que se pide
determinar el estado civil de una persona. Una de las características de este tipo de
acciones es que el interés del actor se satisface con la declaración y no
son, por ende, susceptible de ejecución. Esta manifestación puede ser de tres tipos y,
por ello, distinguimos tres tipos de acciones declarativas: de condena, constitutivas y
meramente declarativas.
Acciones de condena. Son aquellas que persiguen la condena del demandado a una
determinada prestación en favor del demandante, prestación que puede ser de dar,
hacer o no hacer (esta clase de acciones son las más comunes y susceptibles de
ejecutarse).
Acciones meramente declarativas. Son aquella que tienen por objeto “obtener que el
tribunal ponga fin a una situación de incertidumbre jurídica.
Acciones cautelares. Son aquellas que tienen por objeto garantizar el cumplimiento
de una pretensión cuyo fallo se encuentra aún pendiente.
Acciones ejecutivas. Son aquellas que tienen por objeto obtener el cumplimiento
forzado de una obligación que consta de un título ejecutivo, pues “no hay acción
ejecutiva sin título”.
Según la naturaleza del derecho que protegen. Las acciones se clasifican en:
reales y personales, pero esto más que ser una clasificación de las acciones se
refiere a una clasificación de los derechos.
21
solamente sobre el demandado. La alegación o defensa, en cambio, es la total
negación del derecho reclamado, desconociéndolo en su nacimiento mismo y, fundado
en los requisitos de derecho invocados por el actor y que el juez, debe conocer de
modo que, contestando el demandado, mediante una alegación o defensa, nada
tendrá que probar.
En la contestación de la demanda podrán hacerse valer indistintamente unas u otras.
LA INACCIÓN.
Significa que el demandado no contesta la demanda dentro del plazo establecido por
la ley, esto, dentro del plazo de emplazamiento, caso en el cual precluye su derecho
de defensa y se produce la contestación ficta de la demanda. En este caso, no
procede aplicar el aforismo jurídico que señala “quien calla, otorga”, puesto que en
materia procesal es “quien calla, niega”, ya que coloca al demandante en la necesidad
de acreditar los hechos en que funda su pretensión. Declarada la rebeldía a la
contestación de la demanda, de oficio o a petición de parte, el tribunal proveerá
traslado al demandante para replicar.
FORMAS Y CLASIFICACIONES.
22
i. Actos procesales de las partes. Son actos que emanan de las partes directas e
indirectas y pueden tener distintas funciones, siendo las primordiales las alegaciones y
las pruebas. Por ejemplo: la interposición del recurso de apelación. Por regla general,
son actos unilaterales, en el sentido de que son actos que dependen de una sola
voluntad para configurarse. Estos actos procesales deben cumplir con ciertos
requisitos de carácter general y en algunas ocasiones deben cumplir además con
ciertos requisitos especiales. Por ejemplo: en el caso de la demanda, es un requisito
general la suma y son requisitos especiales los señalados en el artículo 254 del C.P.C.
ii. Actos procesales del tribunal. Son actos que emanan del juez u órgano
jurisdiccional (resoluciones) como los actos de los funcionarios auxiliares de la
administración de justicia, los cuales actúan por medio de orden o delegación del
tribunal. Por ejemplo: las notificaciones y la tasación de costas (el juez puede delegar
esta actuación en manos del secretario del mismo órgano). Nuestro Código llama a
estos actos procesales actuaciones judiciales.
iii. Actos procesales de terceros ajenos al proceso. Son actos que emanan de terceros
ajenos al proceso, los cuales pueden producir algún efecto jurídico en el mismo. Por
ejemplo: la declaración de un testigo o el informe de un perito.
b. Según su objeto.
i. Actos procesales de iniciación. Son aquellos que tienen por objeto dar comienzo al
proceso. Por ejemplo: la demanda.
ii. Actos de procesales de desarrollo. Son aquellos que tienen por objeto el
desenvolvimiento del proceso.
Actos de instrucción. Son actuaciones procesales relacionadas con las proposiciones
de las partes y la prueba.
Actos de dirección. Son actuaciones procesales relacionadas con el impulso procesal
y con las relativas a la transmisión o comunicación de las relaciones judiciales.
iii. Actos procesales de conclusión. Son aquellos que tienen por objeto dar fin al
proceso. Por ejemplo: la sentencia definitiva.
a. Derechos de las partes. Son las facultades que se reconocen a las partes en
el proceso, como la garantía del debido proceso.
b. Imperativos jurídicos. Pueden consistir en:
23
interés del propio sujeto y cuya omisión trae aparejada una consecuencia gravosa
para él.
a. Toda actuación judicial debe practicarse en días y horas hábiles (art. 59).
i. Días hábiles. Son los días no feriados. ii. Días feriados. Son los días que determina
la ley como tales. iii. Horas hábiles. Son las horas que median entre las 8 y 20 horas.
En materia procesal civil existe la posibilidad de habilitación de días u horas
inhábiles para una determinada actuación judicial (art. 60), lo cual se refiere a las
causas urgentes, que son, en este caso, “las actuaciones cuya dilación pueda
causar graves perjuicios”. En materia procesal penal no existe la posibilidad de
habilitación de días ni horas inhábiles, porque todos son hábiles, sin perjuicio que si un
plazo para los intervinientes vence en día feriado se prorroga para el hábil siguiente.
d. Las actuaciones deben ser practicadas por el tribunal que corresponde (art.
70). Todas las actuaciones necesarias para la formación del proceso se practicarán
por el tribunal que conoce de la causa y no por otro o funcionario judicial. Con todo,
esta regla genera posee excepciones:
i. Casos en que las actuaciones judiciales se encomiendan expresamente a los
secretarios u otros ministros de fe. Por ejemplo: el artículo 6 establece la autorización
de los mandatos judiciales, el artículo 33 inciso 2º encomienda a los secretarios
letrados de juzgados civiles dictar por sí solos los decretos, providencias o proveídos y
sentencias interlocutorias que no pongan término al juicio o hagan imposible su
continuación, en las notificaciones la ley las encomienda a los receptores y al
secretario del tribunal.
24
ii. Casos en que se permite al tribunal delegar sus funciones. Por ejemplo: la tasación
de las costas procesales, cuya tasación el juez puede delegarla en el secretario del
tribunal.
iii. Casos en que las actuaciones judiciales hallan de practicarse fuera del lugar en
que se sigue el juicio. Por ejemplo: los exhortos.
ACTOS DE LAS PARTES. Son actos de parte los que dan vida a la situación jurídica
procesal, es decir, los que crean modifican o extinguen las perspectivas, posibilidades
y cargas procesales, o la liberación de estas.
Actos de postulación: Tienen por fin conseguir una resolución jurídica de determinado
contenido mediante influjo psíquico ejercido sobre el juez, como alegaciones y
aportaciones de prueba.
Actos constitutivos: Son todos los demás, figurando entre ellos los convenios, las
declaraciones unilaterales de voluntad, las participaciones de voluntad etc.
ACTOS DE TERCEROS. Tercero son las personas ajenas a la relación procesal que
están legalmente autorizadas para realizar actos que van a producir efectos en el
proceso. Estos son actos excepcionales en el proceso, que por esencia, está
destinado a la actividad de las partes y el tribunal. Destacan como actos procesales de
terceros los realizados por testigos, por peritos y por informantes en el proceso.
Procedimiento. Es el orden con arreglo al cual deben desarrollarse los actos del
órgano jurisdiccional, de las partes y de las demás personas que intervienen en el
proceso. Por ejemplo: las normas contenidas en el C.P.P. son normas de
procedimiento, pero no se agota sólo en éste, ya que el primer título se refiere a
principios procesales (de allí su nombre de procesal). De esta forma, el procedimiento
constituye la forma en que el legislador regula cada una de las etapas que comprende
el proceso y, por ende, un proceso puede estar constituido: por más de un
procedimiento, lo que tiene lugar cuando un proceso pasa por dos instancias, o bien,
por menos de un procedimiento según la doctrina, lo que sucede cuando se extingue
el proceso antes de que se dicte la sentencia por el abandono del procedimiento.
25
Procedimiento Extraordinario o especial: que se ajusta a las normas especiales de
procedimiento consignadas en la ley, para materias específicas y determinadas.
26
una facultad procesal (se refiere al cierre de una fase procesal y extinción de un
derecho).
LAS PARTES. Los sujetos procesales son “los órganos y personas cuya presencia
es indispensable para el desarrollo del proceso”. Dentro de los sujetos procesales
están: por un lado, el órgano jurisdiccional y el juez y, por otro lado, las partes. El
tribunal, el juez y las partes son presupuestos de existencia.
Toda persona puede ser parte, por eso se califica la capacidad de ser parte como
capacidad de goce y quien no tenga capacidad de ejercicio puede ser parte
compareciendo a través de su representante legal.
No toda persona que interviene en el proceso tiene calidad de parte, como el juez,
perito.
Concepto. Son “aquellos sujetos que actúan en el proceso como sujetos activos
y pasivos de una determinada pretensión, es decir, aquellos sujetos que
intervienen en un proceso ya sea formulando una pretensión o siendo el
destinatario de una pretensión con derecho de contradicción”. Al respeto, en el
proceso civil rige el llamado principio de dualidad de partes, según el cual en los
juicios civiles siempre deben existir dos partes o posiciones, distinguiéndose entre: el
demandante, que es el titular del derecho de acción y quien formula la pretensión, y el
demandado, que es contra quien se formula la pretensión y el titular del derecho de
contradicción. Es posible que en un juicio en curso intervengan otros sujetos distintos
del demandante y del demandado y que tienen la calidad de parte, siendo éstos los
terceros. Con todo, cabe precisar que:
En los procesos ejecutivos las partes reciben la denominación de ejecutante y
ejecutado.
En los asuntos no contenciosos o voluntarios no cabe hablar de partes, sino de
interesados, peticionarios o solicitantes.
En el nuevo proceso penal se ha reemplazado el concepto de parte por interviniente.
Con motivo de la interposición de recursos, las partes reciben también la
denominación de recurrente y recurrido.
a. Partes directas. Son las que intervienen o tienen derecho a intervenir desde el
comienzo del proceso y son: demandante y demandado.
27
excluyentes e dependientes, todos los cuales deben tener un interés actual en los
resultados del juicio. Al respecto, los testigos y peritos no tienen interés en los
resultados del juicio y, por lo mismo, no son terceros ni, por ende, partes, pues actúan
en el campo de la prueba judicial y no formulan pretensiones ni se dirigen contra ellos
las pretensiones.
Fuentes legales. Título segundo del libro primero del C.P.C., artículos 4° y siguientes.
Ley Nº 18.120, de 18 de mayo de 1982. Artículo 398 del C.O.T.
Requisitos para comparecer en juicio. El artículo 4 del C.P.C. establece que toda
persona que deba comparecer en juicio a su propio nombre o como representante
legal de otro, tendrá que hacerlo en la forma que determina la ley, siendo la ley que
determina la forma de comparecer en el juicio la Ley Nº 18.120 (art. 2°), la cual exige:
Que se constituya patrocinio. Que se otorgue mandato judicial. Si no se cumple esto,
el tribunal ordenará que se constituya en forma dentro del tercero día y si extinguido
ese plazo no otorga en forma, se tendrá por no presentada la solicitud para todos los
efectos legales.
Requisitos para comparecer en juicio. El artículo 4 del C.P.C. establece que toda
persona que deba comparecer en juicio a su propio nombre o como representante
legal de otro, tendrá que hacerlo en la forma que determina la ley, siendo la ley que
determina la forma de comparecer en el juicio la Ley Nº 18.120 (art. 2°), la cual exige:
28
iv. Egresados de las escuelas de derecho hasta 3 años de haber rendido los
exámenes correspondientes, es decir, desde el momento en que este egresado rindió
el último examen que pone fin a su carrera. Su calidad como tales se acredita por
medio del certificado de egreso expedido por la correspondiente autoridad
universitaria.
b. Comparecencia en 2a instancia o ante las CA (art. 398 C.O.T.). Ante las CA las
partes pueden comparecer las partes personalmente, o bien, representadas por
abogados habilitados para el ejercicio de la profesión o por procurador del número. Sin
embargo, el litigante rebelde no puede comparecer personalmente, lo cual constituye
una sanción procesal por su rebeldía (quien no manifiesta su intención de hacerse
presente en la segunda instancia), de modo que podrá comparecer ante estos últimos
tribunales representado por abogado habilitado o por procurador del número”.
Patrocinio. Concepto (art. 528 C.O.T.). Es “el acto o contrato por el cual una
persona encomienda a un abogado la defensa de sus derechos ante los
tribunales de justicia”.
29
ponga su firma indicando su nombre, apellidos y domicilio. Sin estos requisitos, es
decir, en caso que falte la constitución del patrocinio, la presentación no podrá ser
proveída (el tribunal no podrá dictar resolución que recaiga sobre ella) y se tendrá
por no presentada para todos los efectos legales (a propósito de este último efecto
podría estimarse que en este caso se produce una forma de ineficacia de los actos
procesales consistente en la inexistencia procesal). Por ejemplo: “En lo principal:
Contesta la demanda. En el otro sí: Patrocinio y poder”. Al respecto, sólo pueden ser
designadas patrocinantes los abogados habilitados. Algunos entienden que la
habilitación exige el pago de la patente municipal y además no estar condenado por
una sentencia firme que imponga la pena de suspensión del ejercicio de la profesión;
en cambio, otros sostienen que la primera exigencia no se aplica puesto que dicho
requisito estaba contemplado en la antigua legislación que fue derogada. Hay casos
en que no es necesario constituir patrocinio y estas excepciones se encuentran
consagradas en el artículo 2 N° 9, 10, 11 y 13 de la Ley Nº 18.120.
ii. Fallecimiento del abogado (art. 1° inc. final Ley N° 18.120). En este caso pesa sobre
la parte interesada la obligación de designar a otro abogado representante en su
30
reemplazo en la primera presentación que hiciere, bajo la sanción de que si no nombra
un nuevo abogado patrocinante las presentaciones que efectúe se entenderán por
presentadas, para todos los efectos legales.
iii. Revocación. Es el acto unilateral por medio del cual el patrocinado deja sin efecto
la designación o encargo.
Mandato judicial (art. 6 y 7 C.P.C., 395, 396 y 398 C.O.T. y Ley Nº 18.120).
Concepto. Es “un contrato solemne por el cual una persona (la parte o su
representante legal, poderdante o mandante) encomienda a otra persona
habilitada (investida con ius postulandi, apoderado, procurador o mandatario)
para que la represente ante los tribunales de justicia y ejecute a su nombre los
actos procesales que componen el juicio”. Por su parte, el artículo 395 del C.O.T. lo
define como: “El acto por el cual una parte encomienda a un procurador la
representación de sus derechos en juicio”.
31
Formas de constitución. De acuerdo al artículo 6° inciso 2° del C.P.C. el mandato
judicial puede constituirse por medio de alguna de estas tres formas (es un contrato
solemne):
i. Por escritura pública otorgada ante notario o ante oficial del RC a quien la ley
confiera esta facultad.
ii. Por un acta extendida ante un juez de letras o ante un juez árbitro y suscrita por
todos los otorgantes. Estos procesos se realizan en base a comparendo, con lo cual
en el mismo acto la parte le da patrocinio y poder a su abogado, quien lo representa
en el juicio. Acta es un documento procesal donde se registra alguna actuación de un
juicio. Por ejemplo: en el juicio sumario la contestación de la demanda se debe
presentar en una audiencia verbal en la que debe dejarse constancia de lo actuado en
un acta. La norma exige que el acta esté suscrita por todos los otorgantes, pero es una
expresión poco feliz, pues involucra a todos los sujetos que intervienen en el acto
procesal y no sólo al mandante y mandatario, pero lo importante es que estos últimos
la suscriban.
iii. Por una declaración escrita de mandante, autorizada por el secretario del tribunal
que está conociendo la causa. En este caso se trata de una declaración del mandante
o poderdante que consta en un escrito judicial, como la demanda, por la cual otorga el
mandato al mandatario, pero además es necesario que el secretario del tribunal que
conoce del juicio autorice esta declaración escrita. En la práctica judicial todo esto
exige que el escrito este firmado por el mandante y por el procurador y se necesita
además que el secretario autorice este mandato, para lo cual en rigor se hace
necesario que comparezcan al tribunal el mandante y el mandatario para que
reconozcan sus firmas. Esto exige, por último, que el mandatario exhiba el
antecedente que demuestre que tiene ius postulandi.
i. Facultades ordinarias (art. 7° inc. 1°). Son aquellas que se entienden conferidas al
mandatario sin necesidad de mención expresa y sin las cuales, toda vez que son de la
esencia del mandato, el contrato de mandato no produce efecto alguno o degenera en
otro distinto. Estas facultades constituyen la regla general en el mandato y autorizan al
mandatario para tomar parte del mismo modo en que podría hacerlo el mandante en
todos los trámites o incidentes del juicio y en todas las cuestiones que por vía de
reconvención se promuevan hasta la ejecución completa de la sentencia definitiva (art.
233 C.P.C.). Las cláusulas en que se niegue o limite estas facultades son nulas,
aunque hay excepciones. Por ejemplo: esto no se aplica en los casos que se exija la
comparecencia personal de la parte, como en materia de conciliación; tradicionalmente
se ha señalado que una excepción a esta regla la encontramos en la delegación; y una
32
excepción aparente, en las facultades extraordinarias, en realidad no es una
excepción, nos trasladamos de una facultad a otra.
ii. Facultades extraordinarias o especiales (art. 7° inc. 2° C.P.C.). Son aquellas que
requieren de una mención expresa para entenderse comprendidas en el mandato
judicial, con lo que es necesario mencionar, si es que el mandato se hace por escritura
pública. No está claro si se tienen que nombrar una a una las facultades o se tiene que
hacer una referencia genérica al artículo 7° (este criterio se ha impuesto mayormente
en la práctica). En términos generales, se trata de facultades que en alguna medida
importan actos de disposición.
Aceptar la demanda contraria. Se trata de aquélla actitud del demandado en que lisa
y llanamente se limita a reconocer las pretensiones del actor.
Cabe señalar que las facultades del mandato judicial se pueden clasificar, aplicando el
artículo 1444, en:
33
negadas o limitadas por el mandante. Por ejemplo: la facultad para delegar el
mandato, pues podrá el procurador delegar el poder obligando al mandante, a menos
que se le haya negado esta facultad. Delegar consiste en un acto jurídico (un
submandato) por medio del cual un mandatario otorga mandato a una persona. Según
la explicación tradicional, esta sería una facultad ordinaria con un estatuto especial,
pero nosotros usaremos la terminología del 1444 C.C. La jurisprudencia chilena ha
dicho que no caben las delegaciones sobre delegaciones y, por tanto, sólo cabe una
delegación. Obviamente el delegado debe tener ius postulandi. Facultades
accidentales. Son las llamadas facultades extraordinarias.
i. Por muerte del mandatario (del procurador, no del mandante). No termina por la
muerte del mandante el mandato para negocios judiciales (art. 396 C.O.T.) ii. Por
renuncia del mandatario. Si la causa de la expiración del mandato es la renuncia del
procurador, estará éste obligado a ponerla en conocimiento de su mandante, junto con
el estado del juicio, y se entenderá vigente el poder hasta que haya transcurrido el
término de emplazamiento desde la notificación de la renuncia al mandante. iii.
Revocación del mandato. Para que produzca efectos la revocación del mandato es
necesario que conste en el proceso.
a. Toda actuación judicial debe practicarse en días y horas hábiles (art. 59).
34
ii. Días feriados. Son los días que determina la ley como tales y, además,
contempla el feriado judicial, que corre desde el 1 de febrero hasta el primer
día hábil del mes de marzo.
iii. Horas hábiles. Son las horas que median entre las 8 y 20 horas.
d. Las actuaciones deben ser practicadas por el tribunal que corresponde (art.
70). Todas las actuaciones necesarias para la formación del proceso se practicarán
por el tribunal que conoce de la causa y no por otro o funcionario judicial. Con todo,
esta regla genera posee excepciones:
i. Casos en que las actuaciones judiciales se encomiendan expresamente a los
secretarios u otros ministros de fe. Por ejemplo: el artículo 6 establece la autorización
de los mandatos judiciales, el artículo 33 inciso 2º encomienda a los secretarios
letrados de juzgados civiles dictar por sí solos los decretos, providencias o proveídos y
en las notificaciones la ley las encomienda a los receptores y al secretario del tribunal.
ii. Casos en que se permite al tribunal delegar sus funciones. Por ejemplo: la tasación
de las costas procésales, cuya tasación el juez puede delegarla en el secretario del
tribunal.
iii. Casos en que las actuaciones judiciales hallan de practicarse fuera del lugar en
que se sigue el juicio. Por ejemplo: los exhortos.
Si se incumplen los requisitos de validez implica un vicio de nulidad procesal.
35
notificación. En este caso el tribunal dicta la resolución “como se pide, con
conocimiento”, es decir, accede de inmediato a la solicitud y, por tanto, ordena de
inmediato la actuación judicial. La contraparte puede oponerse, en cuyo caso se va a
trabar un incidente, pero la presentación de la oposición no implica necesariamente la
suspensión del trámite. Por ejemplo: medidas prejudiciales probatorias se van a
decretar previo conocimiento.
36
NATURALEZA JURÍDICA E IMPORTANCIA. La importancia de este acto procesal es
que las resoluciones judiciales sólo producen efecto en virtud de la notificación hecha
con arreglo a la ley, salvo en los casos expresamente exceptuados por ella (art. 38
C.P.C.). Por ejemplo: la resolución judicial que produce efecto sin que se notifique es
el caso del apelado rebelde (aquella parte que no comparece dentro del plazo
establecido por la ley y ella lo sanciona procesalmente) y el caso de una medida
precautoria que puede llevarse a cabo antes que se notifique. Además, para la validez
de la notificación no se requiere el consentimiento del notificante (art. 39 C.P.C.) y, en
cierto modo, el complemento de esta norma es que las diligencias de notificación que
se estampen en los procesos no contendrán declaración alguna del notificado, salvo
que la resolución ordene o por su naturaleza requiera esa declaración (art. 57). Cabe
precisar que las notificaciones constituyen una exigencia para la eficacia de una
resolución, pero no para la validez.
TIPOS DE NOTIFICACIÓN.
37
Casos en que procede esta notificación. Todos los casos en los que no proceda
notificación personal ni por cédula. Art. 50. Casos en que se aplique el art. 53.
NOTIFICACIÓN POR CÉDULA. Concepto (art. 48). Es aquella notificación que se
practica mediante la entrega de un documento procesal denominado cédula que
contiene copia íntegra de la resolución y los datos necesarios para su acertada
inteligencia. Los datos necesarios para su acertada inteligencia quieren decir que esta
cédula contenga especificaciones con la finalidad de que la persona sepa del juicio
que se trata y según el artículo 44 estos datos son: El tribunal que conoce de la causa.
El número de rol de la causa. La materia de la causa (o sea de que juicio se trata). El
nombre de las partes litigantes.
Cuando la ley lo ordena expresamente. Por ejemplo: el artículo 233 inciso 2º se refiere
a la notificación por cédula de la solicitud de cumplimiento de un fallo al apoderado de
la parte contra que se pide el cumplimiento. Otro ejemplo es el que señala el artículo
443, que se refiere al juicio ejecutivo, ya que este puede comenzar por una gestión
preparatoria y la parte contra quien fue interpuesta esa gestión se le notifica por
cédula. Los dos casos que a continuación mencionaremos pueden darse tanto por
medio de notificación personal como por medio de notificación por cédula. vi. Cuando
transcurren 6 meses, sin que se dicte resolución alguna en el proceso (art. 52 C.P.C.).
vii. Cuando se trata de notificar a terceros que no son parte en el juicio o a quienes no
afectan su resultado (art. 56).
NOTIFICACIÓN PERSONAL.
Requisitos (art. 40 a 43). Debe ser practicada por funcionario competente (arts. 379,
380 y 390 C.O.T.) .Sólo puede practicar una notificación personal: el secretario del
tribunal que está conociendo la causa, quién sólo puede notificar personalmente en
su oficio (secretaria del tribunal), o bien, el receptor judicial, el cual está habilitado
para notificar en todos los demás lugares hábiles.
Debe entregar copia íntegra de la resolución y de la solicitud en que haya recaído (art.
43). El ministro de fe que práctica la notificación debe cumplir con las siguientes
formalidades: entregar materialmente a la notificada copia íntegra de la
resolución y de la solicitud en que haya recaído cuando sea escrita y dejar
constancia en el proceso de que practicó la notificación.
38
Casos de aplicación. En toda gestión judicial, la primera notificación a las partes o a
personas a quienes hayan de afectar su resultado (art. 40 inc. 1º). Cuando la ley
dispone que se ratifique a alguna persona para la validez de ciertos actos (art. 47 inc.
1°). Por ejemplo: la notificación de un crédito nominativo, que es aquel que el acreedor
le cede a otra persona previa notificación al deudor. Cuando los tribunales lo ordenen
expresamente (art. 47 inc. 1º). Podrá además usarse en todo caso (art. 47 inciso 2°).
Por una razón sencilla, ya que la notificación personal es la más solemne y ofrece
mayor seguridad jurídica. En estos dos últimos casos se pueden aplicar por cédula
como en forma personal. Cuando transcurren 6 meses sin que se dicte resolución
alguna en el proceso (art. 52). En este caso se produce una desvinculación de las
partes con el proceso. La notificación a terceros que no sean partes en el juicio o a
quienes no afectan sus resultados. Por ejemplo: un testigo o un perito. Cuando la ley
lo exija expresamente.
39
NOTIFICACIÓN POR AVISOS. Concepto. Es “aquella notificación que se practica
mediante la publicación en un periódico de una comunicación que contiene la
resolución y la solicitud en la que recayó dicha resolución o un extracto de
dicha solicitud”.
LOS PLAZOS.
CLASIFICACIÓN.
Según su fuente. La regla general es que el plazo sea legal, pues los otros sólo se
darán cuando a ley lo permita.
40
i. Plazo legal. Es aquel que fija la propia ley..
ii. Plazo judicial. Es aquel que fija una resolución judicial.
iii. Plazo convencional. Es aquel que fijan las partes de común acuerdo.
i. Plazo individual. Es aquel que comienza a correr para cada parte desde el día de su
notificación. Por ejemplo: el plazo para apelar y, en general, el plazo para recurrir.
ii. Plazo común. Es aquel que se cuenta para ambas partes desde un mismo momento
a partir de la última notificación. Por ejemplo: el término probatorio.
Si el plazo es individual se computa para cada parte por separado desde el momento
que es notificada cada parte de una resolución. La regla general es que los plazos
sean individuales, para que sea común el legislador lo debe decir de un modo claro y
expreso.
i.Plazo continúo. Es aquel que no se suspende durante los días feriados. También se
les conoce como “plazos de días corridos”.
ii. Plazo discontinuo. Es aquel que se suspende durante los días feriados. El Código
les llama “plazos de días útiles”
i. Plazo prorrogable. Es aquel que puede aumentarse más allá de su término o natural
vencimiento (solamente son prorrogables los términos judiciales).
ii. Plazo improrrogable. Es aquel que no puede aumentarse más allá de su término o
natural vencimiento.
Los plazos legales. Son en principio improrrogables, a menos que la propia ley en
algún caso particular exprese lo contrario. Los plazos judiciales. Son prorrogables,
pero para que se puedan prorrogar deben concurrir las condiciones copulativas
señaladas en los artículos 67 y 68: que la prórroga se pida antes del vencimiento del
plazo y que se alegue justa causa, la cual será apreciada prudencialmente por el
tribunal. Además, en ningún caso podrá la prórroga ampliar el término del plazo más
allá de los días asignados por la ley. Los plazos convencionales. La prórroga
procederá o no dependiendo de lo que estipulen las partes. Por ejemplo: podríamos
encontrarnos con plazos convencionales respecto de los árbitros arbitradores.
Según si expiran o no por el transcurso del tiempo, o sea, por los efectos de su
vencimiento..
41
i. Plazo fatal. Es aquel que expira por el simple transcurso del tiempo, o sea, su
vencimiento provoca la extinción de pleno derecho de la posibilidad de ejecutar un
acto procesal. Por ejemplo: si el demandado no contesta la demanda dentro de plazo,
luego él no puede hacerlo, ya que se extinguió su derecho y, por ello, todo plazo fatal
es preclusivo. También se llaman plazos perentorios.
ii. Plazo no fatal. Son aquellos cuyo vencimiento no ocasiona la extinción ipso iure de
dicha posibilidad, siendo necesario que se solicite y declare por el tribunal el
vencimiento y la extinción del plazo. A estos últimos se les llama acusar la rebeldía y
declarar la rebeldía.
Las rebeldías (art. 78 C.P.C.). Es aquella institución procesal que tiene por objeto
evacuar un trámite cuando la parte no lo ha practicado en el “plazo judicial” que tenía
para hacerlo (en el plazo legal no se puede, ya que son fatales). Vencido un plazo
judicial para la realización de un acto procesal sin que este se haya practicado por la
parte respectiva, el tribunal, de oficio o a petición de partes, declarará dicho trámite en
su rebeldía y proveerá lo que convenga para la prosecución del juicio, sin certificado
previo del secretario.
42
Otra consecuencia del demandado que no comparece será que todas las resoluciones
que se dicten se notificarán por el estado diario, salvo las que el legislador disponga la
notificación por cédula.
43
definitiva). En el nuevo proceso penal, además mediante la aplicación del principio de
oportunidad y la celebración de un acuerdo reparatorio.
CLASIFICACIÓN.
44
solicitud de privilegio de pobreza y la resolución que no da lugar al incidente de
abandono de procedimiento.
45
SENTENCIAS QUE CAUSEN EJECUTORIA. La doctrina nacional las define como
aquellas resoluciones que pueden ejecutarse o cumplirse no obstante existir recursos
pendientes deducidos en su contra. Hay que agregar: “o encontrarse pendientes los
plazos para interponerlos”). El Art. 231 In. 1° CPC expresamente contempla la
posibilidad que una resolución como esta pueda ejecutarse. Son resoluciones que no
están firmes. Ejemplo: Resoluciones apelables en el solo efecto devolutivo, que es un
efecto no suspensivo del proceso. En este caso se conjugan dos aspectos; por un lado
la celeridad del proceso, y por otro el derecho a recurso de las partes. En doctrina se
discute cual es la naturaleza de la resolución. ( sería una resolución sujeta a condición
resolutoria).
SENTENCIAS DE TÉRMINO. Es aquella que pone fin a la última instancia del juicio.
Puede tratarse de una sentencia definitiva o de una sentencia interlocutoria. Por
ejemplo: sentencias definitivas de 1ª o 2ª instancia; el artículo 98 conforme al cual la
acumulación de autos puede verse hasta antes de dictar sentencia de término.
A las resoluciones judiciales se les aplica los requisitos generales de las actuaciones
judiciales (art. 59 y sigs.), pero además la ley contempla requisitos formales
específicos o particulares.
46
i. Requisitos de las sentencias de única o 1a instancia. Estas sentencias constan de
tres partes:
47
jurisprudencia es unánime en el sentido que la sentencia confirmatoria sólo debe
subsanar los requisitos omitidos, ya que si no habría que repetir de principio a fin la
sentencia definitiva de 1a o única instancia.
Sentencias modificatorias o revocatorias. Aquí se debe distinguir entre:
1° La sentencia de 1a instancia que reúne todos los requisitos del artículo 170. En este
caso, la sentencia de 2a instancia no requiere consignar la exposición de los números
1, 2 y 3 del artículo 170, es decir, la parte expositiva. Basta con hacer una referencia a
ella.
2° La sentencia de 1a instancia no reúne todos los requisitos del artículo 170. En este
caso, la sentencia de 2a instancia debe reunir todos los requisitos de esa norma legal.
En este punto se aplica la misma solución jurisprudencial respecto de la sentencia
confirmatoria en el sentido de que sólo se deben subsanar los requisitos omitidos.
48
reposición contra una interlocutoria y en virtud de ello autoriza al mismo tribunal que la
pronunció a modificarla e incluso a dejarla sin efecto. Por ejemplo: el recurso de
reposición que procede contra la sentencia interlocutoria que recibe la causa a prueba
(art. 318 – 319 C.P.C.); el recurso de reposición contra la sentencia interlocutoria que
declara la deserción del recurso de apelación por incomparecencia del apelante dentro
del plazo (art. 201 inc. 2° C.P.C.); el recurso de reposición contra la sentencia
interlocutoria que declara la prescripción del recurso de apelación (Art.212 CPC).
Según el régimen ordinario el plazo para su interposición es de 5 días, pero en estos
casos el plazo es de 3 días. Además es especial al tener causales específicas. Estas
excepciones existen por razones de política legislativa, se privilegia la economía
procesal.
El desasimiento lo que impide es que se interponga recurso de reposición contra estas
resoluciones, salvo el caso puntual que estudiamos de procedencia de reposición
contra interlocutoria, pero no impide que se interpongan otros recursos que van a ser
resueltos por otro tribunal, como el recurso de apelación.
Concepto. Se habla de cosa juzgada para referirse a “los efectos que producen
determinadas resoluciones judiciales, principalmente las sentencias definitivas
sobre el fondo del asunto controvertido, efectos consistentes en: la
obligatoriedad de lo resuelto y la ejecución de lo resuelto”. Esta noción de cosa
juzgada como los efectos que producen determinadas sentencias debe considerarse a
la luz de la inmutabilidad, que en determinado momento (según sea la instancia)
alcanzan las decisiones judiciales.
Sobre el particular, Eduardo Couture sostiene que la cosa juzgada evoca “la
autoridad y la eficacia de una sentencia judicial, cuando no existen contra ella
medios de impugnación que permitan modificarla”. De esta forma, subraya los
aspectos de:
49
Clases de cosa juzgada.
a. Cosa juzgada sustancial o material. Tiene lugar en aquellos casos en que una
sentencia que produce cosa juzgada es inimpugnable (esa sentencia no puede ser
revisada en el mismo proceso en que se dictó) e inmutable (la sentencia no puede ser
modificada en ningún otro proceso), toda vez que autoriza a cumplir lo resuelto sin
restricciones e impide renovar la discusión en el mismo juicio o en otra posterior, o
sea, conlleva a la idea de irrevocabilidad perpetua en el mismo proceso o en otro
posterior. Esta clase corresponde a la regla general y a lo que es la naturaleza misma
de los efectos de la sentencia firme, procediendo la cosa juzgada formal cuando la ley
expresamente lo prevé.
50
aquella figura que tiene lugar en aquellos casos en que existe una sentencia definitiva
o interlocutoria firme pronunciada en un proceso aparente. Por ejemplo: es posible que
se anulen sentencias definitivas firmes por falta de emplazamiento.
ii. En el evento que procedan recursos contra la sentencia y se hayan entablado por
las partes, la resolución se entiende firme desde el momento en que se notifica (por el
estado diario) el decreto “CÚMPLASE” que debe dictar el tribunal inferior una vez que
han terminado los recursos.
iii. En caso que procedan recursos contra estas sentencias y éstos no se interpongan
en el plazo que fija la ley, la sentencia se entiende firme una vez que vencen todos los
plazos para recurrir. Ahora bien, si se trata de la sentencia definitiva es necesario
además que el secretario certifique que han vencido los plazos y no se han interpuesto
recursos, y desde ese momento se entiende firme.
Existe un tipo de resolución que aunque no esté firme puede ejecutarse o cumplirse,
vale decir, que puede ejecutarse o cumplirse aunque existan recursos pendientes en
su contra, las cuales se llaman resoluciones que causan ejecutoria. La ejecución en
este caso se llama ejecución provisional. En Chile este tipo de resoluciones están
mencionados en el artículo 231 inciso 1º C.P.C. en relación con la regla general de la
ejecución. Por ejemplo: apelación en el sólo efecto devolutivo.
El artículo 175 indica que las sentencias definitivas e interlocutorias firmes producen la
acción y la excepción de cosa juzgada, así en nuestro sistema la cosa jugada tiene
dos dimensiones, una como acción y otra como excepción, las cuales se diferencian:
c. En cuanto a las formas de hacerlo valer. La acción de cosa juzgada se hace valer
en la solicitud de cumplimiento de la sentencia o bien en la demanda ejecutiva (175,
434). En cambio, la excepción de cosa juzgada en las diferentes formas vistas.
Acción de cosa juzgada (art. 176). Concepto. Es “aquella que la ley confiere al
litigante en cuyo favor se ha declarado un derecho en juicio por una resolución
51
firme o ejecutoriada para exigir el cumplimiento de lo resuelto”. La acción de cosa
juzgada viene a ser la dimensión coercitiva de la cosa juzgada. Debemos relacionarla
con la eficacia que envuelve a la cosa juzgada y, en cuanto a sus características, con
la ejecutabilidad de ésta.
Sentencias que causan ejecutoria. No produce acción de cosa jugada porque esas
sentencias no están firmes, sin perjuicio de ello, la ley permite que aun cuando no esté
firme se ejecute pero por razones de política legislativa, privilegiando cuestiones como
la celeridad, no por cuestiones de cosa juzgada. Parte de la doctrina habla que tiene
lugar una ejecución provisional, definida como una institución procesal mediante la
cual se atribuye eficacia a una resolución definitiva sobre el fondo carente de firmeza,
quedando subordinada la permanencia de los efectos producidos a lo que resulta del
recurso (Romero).
Excepción de cosa juzgada. Concepto (art. 177). Es “el efecto que producen
ciertas resoluciones judiciales en virtud del cual no pueden volver a discutirse
ni pretenderse la dictación de un nuevo fallo entre las mismas partes y sobre la
misma materia que ha sido objeto del fallo anterior, en otras palabras, es la cosa
juzgada en sí”. Se llama excepción de cosa juzgada porque constituye un medio de
defensa del demandado para evitar que se vuelva a discutir un asunto que ya ha sido
resuelto previamente.
Resoluciones judiciales que las producen. Sólo son las sentencias definitivas o
interlocutorias firmes. Los autos y decretos no producen la excepción de cosa juzgada,
ya que pueden ser objeto de reposición ante el mismo tribunal que los dictó.
Características.
52
la ley afectara una sentencia ejecutoriada estaría vulnerando el derecho de propiedad,
porque lo que declara la sentencia lo incorporó en el patrimonio.
iii. Relatividad. La excepción de cosa juzgada se refiere sólo a los litigantes (art. 3°
C.C.).
iv. Renunciable. Quien quiera aprovecharse de ella debe alegarla, pues no puede ser
declarada de oficio (arts. 12 C.C).
Titular. Puede alegar la excepción de cosa juzgada el litigante que haya obtenido en
el juicio, ya sea demandante o demandado, además de todos aquellos a quienes
según la ley aprovecha el fallo, como los herederos. En cuanto a lo primero, la
jurisprudencia ha dicho que aquí lo importante es el beneficio jurídico obtenido y, por
tanto, puede ser alegada incluso por la parte que perdió en el juicio, invocando el
beneficio jurídico de no verse envuelto en un juicio que ya está resuelto. En cuanto a lo
segundo, existe coincidencia de los autores en torno a que aquí se alude a aquellos
casos que por expresa disposición legal una sentencia tiene efectos “erga omnes”, es
decir, genera un efecto absoluto respecto de todas las personas (Por ejemplo: art. 315
C.C. en materia de juicios sobre estado civil) y también se entiende que en esta parte
del precepto se incluyen aquellos casos en que se produce el llamado “efecto reflejo
de la sentencia”, conforme al cual una sentencia afecta a terceros ajenos al proceso
en atención a la estrecha vinculación existente desde el punto de vista de la relación
jurídica material (Por ejemplo: en un proceso iniciado contra un codeudor solidario, la
sentencia dictada en una causa produce efectos en la otro codeudor solidario que no
fue parte. ).
ii. Identidad de la cosa pedida. No interesa la cosa física, sino lo que interesa es el
beneficio jurídico reclamado y no se trata de la cosa corporal o incorporal. Es el
beneficio inmediato que se reclama y al cual se pretende tener derechos y no la cosa
material o prestación misma. Responde a la pregunta qué se pide, es el objeto de la
pretensión.
La jurisprudencia ha indicado que el significado de la voz “cosa” es el beneficio jurídico
que se pretende. Por eso, es posible que exista identidad de la cosa material y no del
beneficio jurídico que se pretende y viceversa, y eso hay que determinar para ver si
hay cosa juzgada. Ej 1: A entabla acción reivindicatoria contra B respecto de un
53
automóvil invocando la condición de heredero de C. En el 2° proceso A entabla acción
reivindicatoria contra B respecto de un bien raíz, invocando la condición de heredero
de C. El beneficio jurídico es el reconocimiento de la calidad de heredero, por tanto,
hay cosa juzgada. Ej 2: A ejerce acción en contra de B solicitando reconocimiento de la
condición de dueño de un bien raíz. En otro proceso A ejerce acción contra B
solicitando reconocimiento de un derecho de servidumbre sobre ese mismo bien raíz.
No hay cosa juzgada, es la misma cosa, pero hay diferente beneficio jurídico.
Como excepción perentoria antes del escrito de contestación de demanda (art. 309 Nº
3).
54
asuntos no susceptibles de apreciación pecuniaria siempre que no estén sujetos a
procedimiento especial.
Es un procedimiento declarativo, es decir, es un procedimiento que se aplica a las
acciones declarativas, las cuales son aquellas que persiguen la declaración de algún
derecho lesionado o que aparece como incierto (por lo mismo no son susceptibles de
ejecución y terminan con una sentencia condenatoria, meramente declarativa o
constitutiva).
55
d. Etapa de sentencia. Comienza con la citación para oír sentencia y termina con la
sentencia definitiva de 1a instancia.
Sobre este esquema general se formulan observaciones:
Es posible que un juicio ordinario no se desarrolle a partir de todas estas etapas. Por
ejemplo: allanamiento, desistimiento de la demanda, abandono del procedimiento.
En algunos casos es posible que los actos procesales de una etapa se ejecuten en
otra. Por ejemplo: excepciones anómalas.
Naturaleza. Es una cuestión discutida, pero lo que interesa destacar es que no hay
que confundirlas con las medidas cautelares, pues si bien ambas se ubican dentro de
la idea general de otorgar tutelas rápidas y urgentes, no todas las tutelas urgentes son
cautelares, vinculándose la tutela de urgencia con la garantía al juzgamiento dentro de
un plazo razonable que está vinculado con el debido proceso. Al respecto, en nuestra
legislación las medidas prejudiciales se distinguen de las precautorias en que: Pueden
solicitarlas tanto el futuro demandante como el futuro demandado; mientras que las
medias precautorias sólo le competen al demandante por su finalidad. Tienen por
objeto preparar la entrada al juicio; mientras que las medidas precautorias tienen por
objeto asegurar el resultado de la acción instaurada.
Deben solicitarse antes de la iniciación del juicio por su naturaleza; mientras que las
medidas precautorias se solicitan en cualquier estado del juicio.
Las medidas prejudiciales en caso alguno constituyen una verdadera demanda, pues
se trata de gestiones preparatorias del juicio mismo y, por ello, su promoción no tiene
la virtud de producir ninguno de los efectos propios de la interposición de la demanda.
56
que criticar la ubicación dada por el legislador para su regulación, puesto que su lugar
lógico habrá sido en el Libro Primero que contiene disposiciones comunes a todo
procedimiento y no en el Libro Segundo que versa exclusivamente sobre el juicio
ordinario.
Un problema que se plantea es si forman o no parte del juicio ordinario, ante lo cual
algunos sostienen que no forman parte porque el artículo 253 señala que el juicio
ordinario comienza con la demanda y estas medidas son anteriores a la demanda y la
frase “sin perjuicio de lo dispuesto…” lo que quiere significar es que es posible que el
futuro demandante formule solicitudes al tribunal antes de entablar una demanda; en
cambio, otros sostienen que si forman parte del juicio ordinario y ese es el sentido de
la segunda parte del artículo 253, esto es, señalar que el juicio ordinario puede
comenzar tanto por la demanda como por una medida prejudicial. Para Meneses, acá
hay que distinguir entre procedimiento y proceso, puesto que las medidas prejudiciales
no forman parte del proceso o juicio, pero si del procedimiento y dado que el juicio
ordinario de mayor cuantía es la primera instancia, si bien con una medida prejudicial
ya se inició el procedimiento, el proceso aún no. Por ejemplo: si la medida prejudicial
tiene por objeto que el demandante obtenga un dato relevante para preparar su
demanda y lo obtiene y se da cuenta que su demanda no tiene sustento y no puede
seguir adelante, no hubo juicio pero si un procedimiento jurisdiccional que se puso en
marcha.
57
a. Declaración jurada acerca de algún hecho relativo a su capacidad para
parecer en juicio, su personaría o al nombre y domicilio de sus representantes
(art. 273 N° 1 y 274). Sólo puede pedirla el futuro demandante en contra del futuro
demandado, estableciéndose sanciones para el futuro demandado que se rehúse a
prestar declaración o ésta no es categórica.
58
documento para poder fundarla, falta la cosa para poder determinar el tipo de acción,
falta un representante, falta un título, etc. Además, en todos estos casos, salvo en el
caso de reconocimiento jurado de firma estampado en un instrumento privado, el
tribunal va a decretar la medida solo si la estima necesaria para la entrada en juicio.
Estas medidas se decretan sin audiencia, o sea, de plano, ya que ninguna parte de la
norma exige conocimiento, pero dado que no sirve una resolución que establece la
orden de exhibir una cosa si no se notifica, en la práctica hay que notificarla.
Medidas prejudiciales probatorias (arts. 281, 284 y 286). Concepto. Son “actos
procesales que se pueden solicitar antes de la formalización del juicio, ya sea
por el futuro demandante o por el futuro demandado, con la finalidad de probar
un hecho pertinente al futuro juicio y que puede desaparecer o producir una
prueba que más adelante sea difícil o imposible de obtener”.
Análisis.
b. Confesión judicial (art. 284). Procede cuando haya motivo fundado para temer
que una persona se ausente un breve tiempo del país, por lo cual hay que
presentar un pliego de posiciones abiertos, es decir, hay que indicar el listado de
preguntas en el escrito, ya que si se acompaña un pliego cerrado no va a poder
decretarse porque el tribunal tiene que previamente calificar como conducentes por el
tribunal, escapando a le mecánica típica de la absolución de posiciones por razones
obvias, ya que todavía ni siquiera hay juicio. El tribunal fijara día y hora para la práctica
de la diligencia y se dará por confesa en el juicio a la persona que citaba a absolver
posiciones (facultad extraordinaria del mandato) se ausenta dentro de los 30 días
siguientes a su notificación sin absolver posiciones o sin dejar apoderado con
autorización e instrucciones suficientes para hacerlo durante la secuela del juicio,
salvo cuando aparezca suficientemente justificada la ausencia.
59
Requisitos para que se decreten.
c. Que se rinda fianza u otra garantía suficiente a juicio del tribunal para
responder por los perjuicios que se originen y multas que se impongan. Esto se
denomina contra cautela y su monto debe ser proporcional.
Requisitos para que sean eficaces y, sobre todo, se mantengan.
Las medidas prejudiciales precautorias sólo competen al futuro demandante, sobre el
cual pesan dos obligaciones:
Debe presentar su demanda dentro del término de 10 días contados desde la
aceptación de su solicitud de medida prejudicial precautoria, plazo que puede
ampliarse a 30 días por motivo fundado (este plazo no se aplica a las medidas
prejudiciales probatorias ni precautorias).
Debe pedir que se mantengan las medidas ya decretadas, petición que debe
formularse en el cuaderno de medidas prejudiciales (toda medida prejudicial se
formula en cuaderno separado), lo cual conviene hacerlo presente en la demanda.
Una vez presentada la demanda y solicitado que se mantenga la medida prejudicial
ahora con precautoria, el tribunal resolverá si la mantiene o la rechaza (lo común es
que la mantenga). Si el tribunal decide mantener la medida, nace la posibilidad para el
demandado de oponerse, con lo cual se trata de un incidente de alzamiento de la
medida, incidente que se deberá tramitar conforme a las reglas generales (incidente
ordinario). En esta idea, en general los jueces no deben dar traslado a la parte
contraria y se posterga el derecho a contradecir inaudita altera paris.
Según el artículo 280 inciso 2º el que haya solicitado una medida prejudicial
precautoria se hace responsable de los perjuicios causados y se considera doloso su
procedimiento en:
Si no deduce su demanda oportunamente.
Si no pide en ella que continúen en vigor las medidas decretadas.
Si el tribunal al resolver sobre la petición no mantiene la medida ya decretada.
60
el demandado actos que produzcan su ineficacia. Por ejemplo: insolvencia
sobreviniente del demandado que frustre una ejecución genérica o la destrucción de la
cosa mueble que es objeto del juicio. Muchos de estos riesgos derivan de la conducta
voluntaria del demandado y, en concreto, las sentencias que requieren de la
colaboración del demandado para lograr su mayor efectividad son sólo las sentencias
de condena, que son aquellas que imponen una prestación de una parte a favor de
otra, ya que el Eº sólo puede garantizar que la declaración judicial de su derecho y la
condena moverá al aparato judicial para forzar al patrimonio del deudor a cumplir el
derecho declarado en la sentencia y no la existencia de bienes en concreto. En este
orden de ideas nacen las medidas cautelares, que son “los actos procesales cuyo
objeto es asegurar el resultado de la acción (o pretensión) deducida en un
proceso”.
Características.
a. Instrumentalidad. No constituyen un fin por sí mismas, sino que están pre-
ordenadas o destinadas a permitir el cumplimiento de la sentencia definitiva (Piero
Calamandrei ha dicho que la instrumentalizad acá es elevada al cuadrado porque es el
instrumento de los instrumentos, con lo cual quiere decir que el instrumento tutelar del
derecho es el proceso y el instrumento del resultado práctico de la sentencia, que es el
corolario del proceso, son las medidas cautelares). A partir de esta característica se
sostiene que en nuestro país no cabe afirmar la autonomía del proceso cautelar, es
decir, no es posible iniciar un proceso con una finalidad cautelar (Por ejemplo: no se
puede pedir que el demandado del juicio “x” no venda el bien raíz para asegurar el
resultado de la acción que deduje en ese juicio “x”), ya que estas medidas se
extinguen una vez concluidas todas las fases jurisdiccionales del proceso principal al
cual acceden y, además, si bien pueden solicitarse y declararse como pre-judiciales, la
regla que es que se inicien una vez comenzado el proceso judicial, pero en ambos
eventos la medida se tramita al interior de un proceso principal, ya sea al inicio o
durante su tramitación, pero nunca tiene una tramitación separada, distinta e
individual. No obstante lo anterior, en algunos casos se ha admitido por algunos
procesalistas la posibilidad de que el proceso cautelar sea autónomo y se cita como
ejemplo el recurso de protección, pero en general que un juez decrete una medida
cautelar para un juicio que lleve otro juez choca con el principio de la inavocabilidad (la
acción de protección no es una acción cautelar, en rigor es una acción de tutela de
derechos fundamentales).
c. Idoneidad o proporcionalidad (art. 298). La medida solicitada debe ser apta para
alcanzar el fin cautelar que se persigue, es decir, la afectación del patrimonio o de la
situación jurídica del demandado debe guardar una correspondencia con la pretensión
que se busca asegurar, ya que estas medidas se limitarán a los bienes necesarios
61
para responder a los resultados del juicio. Una medida cautelar desproporcionada va
más allá de los fines de lo que es la cautela y causa daño innecesario. Por ejemplo: si
llevamos adelante un juicio de $2.000.000 y pedimos una medida precautoria de
prohibición de celebrar actos y contratos sobre un edificio que vale US$6.000.000, es
una medida absolutamente desproporcionada y se podría haber pedido que
simplemente se decretara la medida precautoria de un departamento. d.
a. Son acumulables (art. 290). El demandante puede pedir una o más de las medidas
enumeradas.
b. Son limitadas (art. 298). Deben limitarse a los bienes necesarios para responder a
los resultados del juicio.
d. Son de aplicación general (art. 3°). Se aplica la misma razón de las medidas
prejudiciales.
4. Presupuestos o requisitos.
62
públicos que están en el archivero y éste los tendrá en 3 o 4 días más, podemos pedir
una medida precautoria indicando que nuestro derecho está probado por estos
documentos, pero que lo vamos a tener en 3 días más y presentamos una boleta. Con
todo, el artículo 299 permite en casos graves y urgentes conceder medidas
precautorias sin estos antecedentes, pero siempre que: estos antecedentes se
acompañen dentro de 10 días, se rinda caución y se pida que se mantengan estas
medidas dentro de este plazo, de lo contrario se aplicará la misma sanción del artículo
280.
CLASIFICACIÓN.
63
a.- Medidas precautorias que se piden con comprobante, que es la regla general y son
aquellas en que el demandante acompaña comprobantes que constituyan a lo menos
presunción grave del derecho que se reclama
b.- Medidas precautorias que se piden sin comprobantes, en casos graves y urgentes,
y que se conceden provisionalmente por un término que no exceda de 10 días y
mientras se acompañan dichos comprobantes.
Requisitos.
a. Requisitos generales. La demanda debe cumplir los requisitos formales que la ley
establece en general para los actos procesales:
ii. El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandante y de las personas que lo
representan y la naturaleza de la representación. Este requisito tiene por objeto la
individualización del demandante y determinar si obra personalmente o representado,
debiendo indicar en los casos que obre representado la naturaleza de la
representación.
iii. El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandando. Este requisito tiene por
objeto individualizar al demandado y aunque la ley no lo dice hay que indicar si se
encuentra representado y quién es el representante (habría que comenzar con una
medida prejudicial). Si no se supieran todos los datos, hay que señalar “ignoro
domicilio”, “ignoro profesión” o “ignoro segundo apellido”.
64
iv. La exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoye. Se
exige una claridad de la exposición de los hechos, en el sentido de que sean
entendibles o inteligibles, por cuanto ellos pueden constituir la cuestión controvertida y
exigir probarlos. En cuanto a los fundamentos de derecho en que se apoya la
demanda, no es obligatorio según la jurisprudencia designar las leyes precisas toda
vez que ello corresponde exclusivamente al juez (el derecho lo conoce el juez), pues
cuando fundamenta la sentencia tiene que enunciar los preceptos.
Elementos.
a. Notificación válida de la demanda. Es la primera que se hace en el juicio y, por lo
mismo, debe efectuarse en forma personal al demandado.
b. Plazo.
i. Término de emplazamiento (arts. 258 y 259). El plazo que el demandado tiene para
contestar la demanda varía según el lugar en que se le notifique dicha demanda con
respecto al lugar donde funcione el tribunal que conoce del juicio:
Si el demandado es notificado en la misma comuna donde funciona el tribunal, el plazo
para contestar la demanda es de 15 días.
Si el demandado es notificado en el mismo territorio jurisdiccional, pero fuera de los
límites urbanos que sirven de asiento al tribunal, el plazo para contestar la demanda
se aumenta en 3 días y, por lo tanto, será de 18 días.
Si el demandado es notificado en otro territorio jurisdiccional o fuera del territorio de la
República, el plazo para contestar la demanda es de 18 días + Nº de días que
indique la tabla de emplazamiento. La tabla de emplazamiento es confeccionada por
la CS cada 5 años, para lo cual debe tomar en cuenta las distancias y facilidades o
dificultades en las comunicaciones. Esta tabla se forma en el mes de noviembre del
año precedente a su vencimiento, para entrar a regir a contar del 1º de marzo del año
65
siguiente y se publica en el DO, además de fijarse en las secretarias de corte y
juzgados de letras al menos 2 meses antes de su entrada en vigencia.
Pluralidad de demandados. Si los demandados son varios, sea que obren separada o
conjuntamente, el plazo para contestar la demanda correrá para todos a la vez y se
contara hasta que expire el ultimo termino parcial correspondiente. Por ejemplo:
si hay dos demandados y uno es notificado en Quillota, correspondiéndole 19 días
según la tabla de emplazamiento, y el otro es notificado en Valparaíso,
correspondiéndole 15 días, como hay litis consorcio pasivo el término de
emplazamiento es de 19 días para ambos.
El demandado puede asumir una vez que se le notifique la demanda las siguientes
actitudes: defenderse, no defenderse o guardar silencio, allanarse a la demanda o
reconvenir. Al respecto, el derecho de contradicción se define como “el derecho que
tiene todo demandado para ser oído por el órgano jurisdiccional en un plano de
igualdad respecto al demandante”.
2. Actitud de silencio.
Significa que el demandado no contesta la demanda dentro del plazo establecido por
la ley, esto, dentro del plazo de emplazamiento, caso en el cual precluye su derecho
de defensa y se produce la contestación ficta de la demanda. En este caso, no
procede aplicar el aforismo jurídico que señala “quien calla, otorga”, puesto que en
materia procesal es “quien calla, niega”, ya que coloca al demandante en la necesidad
de acreditar los hechos en que funda su pretensión. Declarada la rebeldía a la
contestación de la demanda, de oficio o a petición de parte, el tribunal proveerá
traslado al demandante para replicar.
3. Actitud de defensa.
Dentro del término de emplazamiento el demandado puede presentar una defensa
dentro de la demanda, defensa que puede ser canalizada a través de dos vías:
66
a. Contestando la demanda. Puede oponer excepciones anómalas, meras
alegaciones o defensas.
Concepto (art. 303 N° 6). Son “aquellas que tienen por objeto corregir vicios del
procedimiento sin afectar al fondo de la acción deducida”. Por su parte, un
concepto doctrinario señala que son “aquellas que se fundan en la ausencia de un
presupuesto procesal o en la presencia de un óbice o impedimento procesal”.
67
personería se refiere a la representación convencional o a través de un mandato (la
persona que comparece a nombre de otra no es representante legal y no hay que
confundir patrocinio y poder). La falta de representación legal de la persona que
comparece en nombre del demandante.
iii. La litis pendencia. Es la existencia actual de otro juicio que se ventila entre las
mismas partes y sobre la misma materia, sin que en ninguno se haya dictado
sentencia firme (triple identidad: mismas partes, mismo objeto y misma causa de
pedir). De esta forma, se habla de litis pendencia cuando se tramitan paralelamente
dos o más procesos entre los cuales existe triple identidad sin que ninguno haya
terminado por sentencia firme, estado que se produce desde la notificación de la
demanda.
iv. Ineptitud del libelo por falta de algún requisito legal en el modo de proponer la
demanda. El libelo es el escrito en el que materialmente se contiene la demanda y
será inepto cuando le falte algún requisito que establece la ley en el artículo 254 (si
falta alguno o todos los requisitos establecidos en los tres primeros números de dicho
artículo el juez esta facultado para no dar curso a la demanda de oficio y los Nº 4 y 5
pueden ser alegados por el demandado). La jurisprudencia ha señalado en forma
reiterada que se produce ineptitud de libelo cuando el incumplimiento de los requisitos
del artículo 254 hace la demanda inteligible, es decir, que no se puede entender.
v. Beneficio de excusión. Es aquel de que goza el fiador en virtud del cual puede exigir
que antes de proceder en contra de él se persiga la deuda en los bienes del deudor
principal y en las hipotecas o prendas prestadas por éste para la seguridad de la
misma deuda (art. 2357 y 2358 C.C.). Acá se trata de un fiador simple, un codeudor
solidario jamás gozara de este beneficio, y se explica esta excepción para evitar la
tramitación de un juicio inútil, ya que más bien es una cuestión de fondo en donde el
fiador dice que tiene un derecho amparado en el C.C.
vi. En general, las que se refieran a la corrección del procedimiento sin afectar el
fondo de la acción deducida. Esto lo señala el Nº 6 y de este número se concluye que
el artículo 303 no tiene el carácter de taxativo y a través de las excepciones dilatorias
será posible corregir otros vicios formales o de procedimiento. Por ejemplo: falta de
capacidad del demandado, o de personería o representación legal del que comparece
a su nombre.
ii. Oportunidad para oponerlas. Deben oponerse dentro del término de emplazamiento
(no cabe oponer excepción dilatoria y en subsidio contestación de la demanda), pero
esta regla tiene dos excepciones:
Pueden oponerse en el curso del juicio por medio de defensas y se estará a lo
dispuesto en los artículos 85 y 86, o sea, estas excepciones opuestas
extemporáneamente deberán ser rechazadas, salvo que se funden en un vicio que
anule el proceso o de una circunstancia esencial para su ritualidad o marcha, caso en
el cual tendrán tramitación incidental.
Las excepciones de incompetencia del tribunal y de litis pendencia pueden oponerse
como incidentes en 2a instancia y se tramitarán como incidentes. Se refiere a la
incompetencia del tribunal de 2a instancia y la litis pendencia es una institución que
busca evitar las sentencias contradictorias.
68
f. Tramitación, fallo y recursos (arts. 306 y 307).
Todas las excepciones opuestas se fallan a la vez, pero si entre ellas figura la de
incompetencia y el tribunal la acepta, se abstendrá de pronunciarse sobre las demás al
carecer de la facultad de pronunciarse sobre ellas, sin perjuicio en lo dispuesto en el
artículo 208 que se refiere a la discusión del asunto controvertido en 2a instancia (la
Corte fallara las otras excepciones que no fueron vistas y si estima que era
competente resolverá en única instancia).
69
Clases.
ii. Nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado. Aun cuando la ley no lo dice
debe indicarse la naturaleza de la representación, acreditarla e identificar al
representante.
iii. Las excepciones que se oponen a la demanda y la exposición clara de los hechos
y fundamentos de derecho en que se apoya (se refiere al fondo). En el escrito de
contestación de la demanda el demandado puede oponer excepciones perentorias,
caso en el cual recaerá sobre él, como corresponde en general a los modos de
extinguir las obligaciones, el peso de la prueba.
En cuanto a los hechos, en doctrina se distinguen tres grandes categorías que están
íntimamente vinculados con las excepciones que se puedan oponer:
Hechos impeditivos. Son aquellos que obstan la existencia o validez de una situación
jurídica. Por ejemplo: los hechos que dan lugar a una causal de nulidad.
Hechos modificativos: Son los que alteran o reforman el contenido o los efectos de una
situación jurídica. Por ejemplo: el pago parcial.
Hechos extintivos. Son aquellos que eliminan los efectos de una situación jurídica. Por
ejemplo: prescripción extintiva.
Si bien es cierto que este número se refiere sólo a las excepciones, es también posible
que se incluyan las meras alegaciones o defensas entendidas como una mera
negación o desconocimiento de la pretensión del actor, lo cual es más cómodo para el
demandado que oponer excepciones, pues la distinción entre las meras alegaciones y
defensas y las excepciones perentorias es importante en:
70
El tema de la decisión del asunto controvertido. La excepción perentoria tiene que ser
resuelta por el juez; en cambio, la mera alegación o defensa no será objeto de la
decisión jurisdiccional, lo cual no significa que no las vaya a soslayar, pues debe
señalarlas en la parte explicativa y en la parte considerativa.
EFECTOS: La rebeldía en la primera instancia, no tiene otro alcance que dar por
evacuado ficticiamente el trámite de que se trata, a objeto de que los autos puedan
continuar en su curso progresivo, ya que declarada o no la rebeldía, igual se sigue el
curso progresivo de los autos bastando evacuar la parte diligente el trámite que le
corresponde y debiendo igualmente practicarse las notificaciones, pudiendo por
consiguiente la parte rebelde hacerse presente en cualquier momento posterior,
siempre y cuando, naturalmente, respete todo lo obrado; a menos que estuviéramos
en presencia de un caso de fuerza mayor, o de falta de emplazamiento.
El efecto de la rebeldía en la segunda instancia es mayor, pues al litigante rebelde no
se le toma más en consideración; y si, posteriormente, desea comparecer, tendrá que
hacerlo por medio de procurador del número o de abogado habilitado. Otra
consecuencia del demandado que no comparece será que todas las resoluciones que
se dicten se notificarán por el estado diario, salvo las que el legislador disponga la
notificación por cédula.
Excepciones mixtas (art. 304). Son “aquellas excepciones que la ley permite
oponerlas como dilatorias para evitar un juicio inútil debido a que el conflicto ya
71
está resuelto y, por eso, si una de ellas es aceptada por el tribunal el juicio no
puede continuar, siendo éstas la cosa juzgada y la transacción”.
Excepciones anómalas (art. 310). Son “aquellas excepciones perentorias que por
la importancia que le asigna el legislador en beneficio de la justicia del caso
particular pueden ser opuestas con posterioridad a la contestación de la
demanda, pero siempre que se funden en un antecedente escrito y que se
aleguen por escrito (deben tener las formalidades y las peticiones concretas con
fundamentos) antes de la citación para oír sentencia en 1a instancia o de la vista
de la causa en 2a instancia, siendo las excepciones de prescripción, cosa
juzgada, transacción y pago efectivo de la deuda”. Cabe señalar que respecto a la
prescripción, nuestra jurisprudencia ha estimado que se está refiriendo a la
prescripción extintiva, puesto que las otras excepciones que nombra son modos de
extinguir las obligaciones.
a. Si se formulan en 1a instancia.
ii. Antes de recibida la causa a prueba. El artículo 310 no se pronuncia sobre este
punto, pero por analogía del artículo 310 inciso 2° se tramita como incidente, pero si el
tribunal estima necesaria la prueba lo que corresponde es que incluya los hechos
referidos a la excepción anómala en la resolución que recibe la causa a prueba. En
este caso también se resuelve en la sentencia definitiva.
b. Si se formulan en 2a instancia. El inciso final del artículo 310 establece que “se
seguirá igual procedimiento pero en tal caso si el tribunal de alzada se pronunciara
sobre ellas en única instancia”. La redacción de este inciso sugiere los siguientes
comentarios:
i. “Se seguirá igual procedimiento”. Significa que en 2a instancia estas excepciones se
tramitarán como incidentes que el tribunal de alzada podrá recibir a prueba si lo estima
conveniente, tratándose de uno de los casos excepcionales en que es admisible la
prueba en 2a instancia (art. 207 inc. 1°).
ii. “El tribunal de alzada se pronunciará sobre ellas en única instancia”. Guarda
armonía con el artículo 210 conforme al cual las resoluciones que recaen en los
incidentes pronunciados en 2a instancia no son apelables y, por ello, la decisión se
deja para la sentencia definitiva de 2a instancia.
72
están enumeradas en el Código y pueden ser todas las que el demandado pueda
imaginar, pero en general corresponden a los modos de extinguir las obligaciones.
Sujetos. Por una parte, está el demandado que pasa a ser demandante de la
reconvención y, por otra, el actor que pasa a ser demandado reconvencional.
Condiciones de procedencia.
ii. Requisitos en cuanto al tribunal. El tribunal debe ser competente para conocer de la
reconvención, pues no podrá deducirse reconvención sino cuando el tribunal tenga
competencia para conocer de ella, estimada como demanda o cuando sea admisible la
prórroga de jurisdicción. También puede deducirse reconvención aún cuando deba
ventilarse ante un juez inferior por su cuantía (debiera decir en vez de jurisdicción
competencia porque la jurisdicción es improrrogable), pero hoy en día en la base están
los jueces de letras, no hay más jueces de inferior cuantía. Además, para estimar la
competencia, se considerara el monto de los valores reclamados por vía de
reconvención separadamente de los que son materia de la demanda.
iii. Requisitos en cuanto al procedimiento. Apunta a que tanto la acción principal como
la acción reconvencional deben estar sometidas al procedimiento ordinario, toda vez
que ellas se tramitan y fallan conjuntamente.
73
La regla de que la reconvención se tramita y falla conjuntamente con la demanda
principal tiene dos salvedades:
Puede fallarse antes de la demanda principal o la demanda reconvencional cuando se
produzca el fenómeno de “separación del proceso” (revisar 172).
i. Sólo pueden ampliar, adicionar o modificar sus acciones o excepciones (no pueden
plantear nuevas). A través de estos actos, el demandante y demandado pueden
ratificar sus argumentos y manifestar lo que estimen conveniente frente a los
argumentos de la contraparte. Hay jurisprudencia que estima que se pueden formular
peticiones subsidiarias y accesorias y cambiar la calificación jurídica, pero sin que se
alteren las acciones y excepciones.
ii. Estas ampliaciones, adiciones o modificaciones no pueden alterar las acciones y
excepciones que sean objeto principal del pleito (así es necesario que existan
acciones o excepciones principales y subsidiarias). Respecto a qué significa esto, es
un tema poco claro a nivel jurisprudencial y a nivel doctrinal:
Ampliar. Según el fallo significa extender las acciones o excepciones, sea, formular
nuevas razones para reforzarlas o cimentarlas mejor, sin salirse sobre de lo que ya
han expresado.
Adicionar. Significa añadir nuevos argumentos no expresados anteriormente restos de
las mismas acciones y excepciones.
Modificar. Significa limitar, determinar, restringir o reducir las cosas a los términos
justos, templando el exceso.
74
los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos sobre los cuales versará
la actividad probatoria”.
Hechos sustanciales. Son los hechos que determinan el objeto del juicio, vale decir, los
hechos en que se funda la pretensión del demandante y las defensas y excepciones
del demandado. Estos hechos debieron invocarse en la parte de la discusión.
Hechos pertinentes. Son aquellos que se relacionan con la cuestión controvertida.
Hechos controvertidos. Son aquellos sobre los cuales existe una discordia entre las
partes, o sea, los hechos sobre los que hay o puede haber controversia en concepto
del juez.
ii. Requisitos (características). Esta resolución debe contener conforme al artículo 318:
La orden de recibir la causa a prueba.
La fijación de los hechos sustanciales, pertinentes y controvertido sobre los cuales
debe recaer la prueba (fijación del tema probandum).
Estos son los requisitos legales y en la práctica suele, por un lado, agregarse la
expresión de que “se recibirá la causa a prueba por el término legal”, expresión que
carece de sentido, pues no se puede recibir un término ilegal y, por otro, señalarse las
audiencias en que se recibirá la prueba testimonial de las partes, pero se critica
porque hasta el momento que se recibe la causa a prueba el juez no sabe si las partes
presentaran testigos y cuantos.
75
iv. Naturaleza jurídica. Es una sentencia interlocutoria de 2º grado porque se
pronuncia sobre un trámite que sirve de base para la sentencia definitiva (art. 158
CPC).
vi. Fijación de la audiencia para la prueba testimonial. El artículo 369 indica que el juez
debe fijar audiencia para las testimoniales. Algunos jueces fijan estas audiencias en la
resolución que recibe la causa a prueba.
i. Las partes pueden concordar con la recepción de la causa a prueba, pero no con los
hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos fijados en dicha resolución (art. 319).
Para este caso la ley contempla el recurso de reposición con apelación en subsidio,
mecanismo a través del cual las partes pueden solicitar que se modifiquen, eliminen o
agreguen hechos respecto de los fijados en la resolución que recibe la causa a prueba
y esta resolución se le llama “auto de prueba”.
1° Procede en contra de una sentencia interlocutoria, no obstante que sólo los autos y
decretos son susceptibles de este recurso, siendo una excepción al desasimiento del
tribunal.
2° Debe interponerse dentro de tercero día, en circunstancias que la reposición
ordinaria o general tiene un plazo para su interposición de cinco días.
3° Puede el tribunal resolverla de plano o darle una tramitación incidental, en
circunstancias que la reposición debe ser siempre resulta de plano, por lo menos
cuando no se invocan nuevos antecedentes. De este modo, la resolución puede ser
fallado de inmediato por el juez, de plano, o bien, como incidente y dar traslado a la
otra parte, siendo un incidente de previo y especial pronunciamiento.
En cuanto a la apelación. También tiene reglas especiales porque (art. 189 y 319):
ii. Las partes pueden no estar de acuerdo con la recepción de la causa a prueba. En
este caso el tribunal recibe la causa a prueba, pero en concepto de los litigantes no
cabe dicha recepción (es cualquiera de las hipótesis del artículo 313). Respecto a si
las partes pueden o no impugnar la interlocutoria de prueba:
No cabe utilizar el mecanismo del artículo 319, esto es, reposición con apelación en
subsidio, ya que solo tiene por objeto que se eliminen, agreguen o modifiquen hechos.
No cabe reposición, porque no hay reposición contra interlocutorias.
En cuanto a la procedencia de la apelación el punto no es claro. Se podría decir que
cabe apelación porque de acuerdo al artículo 187 cabe apelación contra las sentencias
interlocutorias de 1a instancia y estas son sentencias interlocutorias del segundo tipo,
pero en conformidad al artículo 326 inciso 2° no cabe apelación, al señalar que es
inapelable la resolución que dispone la práctica de alguna diligencia probatoria y la
que da lugar a la ampliación de la prueba sobre hechos nuevos alegados durante el
término probatorio, ya que si no cabe apelación contra este tipo de resoluciones,
76
mucho menos se puede apelar la resolución que recibe la causa de prueba
(argumento a fortioti).
iii. Las partes pueden considerar la posibilidad de cabe recibir la causa a prueba y que
el tribunal no lo haga. Esto puede acontecer de dos formas: explícitamente se produce
en aquellas que se pide la causa a prueba y el tribunal lo niega e implícitamente se
produce cuando cita a las partes a oír sentencia. Conforme al artículo 126 inciso 1°
procede apelación en contra la resolución que implícita o explícitamente no recibe la
causa a prueba y si no se resuelve la causa a prueba no está el artículo 319. Se
genera una duda interpretativa: a partir del art. 432, que regula la citación para oír
sentencia, en contra de esta resolución solo podrá interponerse recurso de reposición,
el que deberá fundarse en un error de hecho y deducirse dentro del tercero día, siendo
la reposición es inapelable. El 326 regula el caso en que no se recibe la causa a
prueba. Y el 432 regula el caso que habiéndose recibida la causa a prueba y
habiéndose cumplido el plazo el tribunal cita para oír sentencia. Es una contradicción
aparente.
ii. Resolución que niega recibir la causa a prueba, ya sea explícita o implícitamente.
Es apelable, salvo que las partes hayan pedido que el juicio se falle sin más trámite
(art. 326 inc. 1°): será de manera explícita si el litigante presenta un escrito y el juez
dice que no y es implícitamente cuando cita a las partes a oír sentencia. Además,
como no existe una regla especial, la apelación se concederá con el sólo efecto
devolutivo por aplicación del artículo 194 N° 2.
iii. Resolución que recibe la causa a prueba y el trámite era improcedente. No hay
recursos, ya que los únicos posibles serian la apelación y la reposición: por un lado, la
reposición no procedería por tratarse de una sentencia interlocutoria, pero al respecto
no hay norma que lo establezca y, por otro, la apelación no procede (art. 326 inc. 2º).
77
Término probatorio (art. 370 a 340).
a. Concepto. Es “el espacio de tiempo destinado a que las partes rindan prueba
al tenor de los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, es decir, aquel
período otorgado a las partes para proponer u ofrecer medios de prueba y para
ofrecer y rendir prueba testimonial”.
ii. Es un término común para las partes. Comienza a computarse desde la última
notificación, esto es, desde la última notificación de la resolución que recibe la causa a
prueba, debiendo presentarse la lista de testigos dentro de los primeros 5 días del
término probatorio. No obstante, si hubo reposición con apelación en subsidio contra la
interlocutoria de prueba, el término probatorio comienza a computarse desde que se
notifica por el estado diario la resolución que falla la última reposición, debiendo
presentarse la lista de testigos y la minuta de puntos de prueba dentro de los 5 días
siguientes a la notificación de dicha resolución.
iii. Es un término fatal. Todos los plazos que señala el C.P.C. son fatales y resulta que
éste es un plazo fijado por dicho Código y, por ello, dentro de él deben las partes
solicitar toda diligencia de prueba que no hubieran pedido con anterioridad a su
iniciación, ya que la fatalidad implica que vencido el plazo precluye ipso iure el derecho
de las partes para proponer los medios de prueba. Además el término probatorio es
fatal respecto a la prueba testimonial, tanto para ofrecerla como para producirla o
rendirla.
iv. Es un término que no se suspende. No se suspende en caso alguno, salvo que
todas las partes lo pidan, lo cual se relaciona con el hecho de que se permite a las
partes acordar la suspensión del procedimiento hasta por 90 días conforme al artículo
64.
c. Clases.
i. Término probatorio ordinario (art. 328 y 334). Es aquel período de tiempo establecido
por la ley para que las partes ofrezcan los medios de prueba y para que ofrezcan y
produzcan la prueba testimonial, pudiendo las partes rendir la prueba dentro del
territorio jurisdiccional del tribunal que conoce del caso, fuera del territorio
jurisdiccional del tribunal que conoce el caso e incluso fuera del territorio de la
Republica. Su duración es de 20 días fatales, salvo acuerdo unánime de las partes
para reducirlo, plazo que se cuenta desde la última notificación por cédula de la
resolución que recibe la causa a prueba o desde la notificación por el estado de la
resolución que se pronuncia sobre la última solicitud de reposición de la resolución
anterior.
ii. Término probatorio extraordinario (art. 329 a 338). Es el aumento del término
probatorio ordinario concedido por el tribunal en aquellos casos en que deba rendirse
prueba fuera del territorio
jurisdiccional del tribunal que conoce el proceso. Su duración son los mismos 20 días
del término probatorio ordinario más el aumento señalado por la tabla de
emplazamiento, aumento que empezará a correr después de extinguido el término
78
probatorio ordinario, sin interrupción alguna y sólo durará para cada localidad el día
fijado en la tabla.
Durante este término sólo podrá rendirse prueba en los lugares para los cuales se
haya otorgado, ya que este aumento debe ser solicitado y debe solicitarse antes de
vencido el término ordinario determinando el lugar en que debe rendirse la prueba.
Sobre el particular:
79
el proceso y con el mérito de este certificado fijará el tribunal nuevo día para la
recepción de la prueba (esto es un poco ilógico porque existe la subrogación).
Resolución que acoge una apelación en contra de una sentencia interlocutoria de
prueba que haga necesaria la prueba. Cuando tenga que rendirse nueva prueba, por
haberse acogido la apelación subsidiaria contra la resolución que recibe la causa a
prueba, debe concederse un término especial de prueba por el número de días que fije
el tribunal, pero no puede exceder de 8 días, siendo en este caso el término probatorio
imperativo.
Casos de excepciones anómalas y ampliación de prueba. Se refiere a las excepciones
perentorias extraordinarias y a la solicitud de ampliación, casos en los cuales cuando
el tribunal estime necesaria la prueba concederá un término especial que se rige por
las reglas establecidas para los incidentes. De esta forma, en estos casos es
facultativo para el tribunal y este término va a tener una duración de 8 días (no hasta 8
días) y puede ampliarse hasta 15 en total (hay una remisión del artículo 90 que
permite ampliar este término probatorio hasta 30 días cuando deba rendirse prueba
dentro del territorio jurisdiccional, no pueden ser más de 15 días, para las excepciones
anómalas no siempre se aplica el artículo 90).
Cuando el legislador así lo establece. Por ejemplo: artículo 159 inciso 4º, artículo 376,
artículo 380 y artículo 402.
80
Instrumento privado. Es aquel que deja constancia de un hecho sin solemnidad legal
alguna y sin grado de intervención del funcionario competente en su calidad de tal, o
sea, son todos aquellos documentos que no tienen el carácter de públicos.
81
intervienen en el instrumento como por los terceros. La nulidad de un instrumento no
significa necesariamente la nulidad del acto o contrato que en él se contiene, salvo
que dicho instrumento sea la solemnidad de ese acto o contrato. Por ejemplo: en un
contrato de compra venta de un bien raíz la solemnidad es la escritura pública. El
instrumento público nulo no pierde absolutamente su valor, ya que vale como
instrumento privado si estuviera firmado por las partes.
ii. Por vía incidental. Se produce cuando dentro de plazo de citación, la parte contra
quien se hace valer el instrumento la impugna, lo que da lugar a un incidente que
deberá tramitarse de acuerdo a las reglas generales. De esta modo, la vía incidental
se refiere a la objeción que se formula en el mismo juicio dentro del plazo de citación,
objeción que se realiza por la falta de autenticidad y de veracidad del documento
público y que debe ser resuelta por el mismo tribunal que conoce del juicio a través de
una sentencia interlocutoria de 1a clase. Esta resolución puede ser dictada tan pronto
se haya dictado el incidente, o bien, reservarla para el momento que se dicte la
sentencia definitiva.
ii. Por vía incidental. Pueden emplearse todos los medios de prueba. El Código
establece una diligencia probatoria especial, cotejo de letras, que es un procedimiento
probatorio destinado a establecer la autenticidad, integridad o veracidad del
documento privado mediante la comparación de este último con otros instrumentos
indubitados. En este procedimiento intervienen 3 medios de prueba: pericial,
inspección personal del tribunal y documental.
82
Existiendo una objeción el onus probandi recae en la parte que presenta el documento
privado. Según la jurisprudencia mayoritaria es porque el documento privado no tiene
sello de autenticidad no envuelve una presunción de veracidad.
En nuestro sistema de valor probatorio del documento lo determina la ley y hay que
distinguir entre el documento público y el privado. El instrumento público de acuerdo al
artículo 1700 del C.C. hace plena prueba en cuanto a: El haberse celebrado con las
solemnidades legales y por funcionario competente. El haberse otorgado en su fecha.
La autenticidad.
De la lectura de los artículos 1700 y 1706 se concluye que los documentos públicos
hacen plena fe respecto de las partes, lo cual significa que la ley determina que este
documento puede probar un hecho por si solo, sin que sea necesario que concurran
otras pruebas.
Además, la jurisprudencia ha determinado que también se produce este efecto entre
terceros porque el instrumento público lleva consigo una presunción de veracidad
atendiendo a sus características.
83
lo cual no puede ordenar la comparecencia de nuevos testigos ni que los testigos
presentados depongan sobre hechos nuevos.
Admisibilidad. Las partes pueden presentar como testigos a todo tipo de personas y
el juez no puede declarar inadmisible la declaración de las personas señaladas en la
lista de testigos, pero si existe una limitación en cuanto al número de personas que
pueden declarar.
Oportunidad.
i. 1a instancia. Se rinde dentro del término probatorio conforme al artículo 340 inciso 1º
y como dicha disposición no distingue se entiende dentro del término probatorio en
sentido amplio.
ii. 2a instancia. Es excepcional y sólo procede como medida para mejor resolver
siempre que no se haya podido rendir en 1a instancia y que tales hechos sean
considerados por el tribunal como estrictamente necesarios para la acertada
resolución del juicio.
Los testigos. Concepto. Nuestro Código no los define, pero la doctrina ha dicho que
son “aquellos terceros extraños, ajenos o sin interés que prestan declaración en
un juicio respecto de los hechos que han percibido”.
Características. Son personas naturales. No tienen interés y, por eso, las partes no
pueden ser testigos. Declaran sobre hechos percibidos, sea directamente o a través
de los dichos de otros, sin poder dar opiniones según la jurisprudencia y si lo hacen
dichas declaraciones carecen de valor (en la doctrina extranjera se admite el testigo
técnico o perito, quien que además de relatar hechos formula opiniones, estando
incorporado en las nuevas leyes procesales).
ii. Según las circunstancias que rodean el hecho a probar o los tipos de declaraciones.
Contestes. Son aquellos que están de acuerdo en el hecho y sus circunstancias
esenciales.
Singulares. Son aquellos que en sus declaraciones coinciden en cuanto al hecho
fundamental, pero no en cuanto a sus detalles o circunstancias sustanciales.
84
Forma de producir la prueba testimonial. La prueba testimonial debe practicarse
dentro del término probatorio y si no alcanza a rendirse se debe alegar
entorpecimiento y pedir término probatorio especial.
ii. Lista de testigos. Es una lista que contiene: nombre y apellidos de los testigos, su
domicilio y su profesión u oficio. Sólo se examinaran los testigos que figuren en la
nomina, aunque el tribunal puede admitir otros testigos en casos muy calificados y
jurando la parte que no tuvo noticia de ello al momento de confesión de la nomina
(prueba nueva). Si la parte no presenta la nómina de testigos, la sanción será verse
privado del derecho a rendir prueba testimonial, pues sólo se examinarán los testigos
que figuren en ella; en cambio, si la parte presenta testigos pero no la minuta al
momento de prueba, las preguntas se regirán por los hechos substanciales,
pertinentes y controvertidos y será entonces mucho más amplio.
En cuanto al plazo en que deben presentarse, es dentro de los 5 primeros días del
término probatorio y depende, pues si la resolución que recibe la causa a prueba no
fue objeto de reposición se cuenta este plazo desde la última notificación por cédula
de la misma; mientras que si la resolución que recibe la causa a prueba fue objeto de
reposición se cuenta desde la notificación por el estado de la resolución que se
pronuncie sobre la última solicitud de reposición.
Habiéndose pedido reposición y se hubiese presentado minuta de prueba y lista de
testigo por alguna de las partes, no será necesario presentar nueva lista de minuta,
salvo que como consecuencia de haberse acogido el recurso la parte que representa
estime conveniente modificado.
a. Testimonio de menores de 14 años (art. 357 N° 1). No son hábiles para declarar
como testigos, pero podrán aceptarse sus declaraciones sin previo juramento y
estimarse como base de una presunción judicial cuando tenga discernimiento
suficiente.
b. Testimonio de oídas (art. 383). Esta clase de declaración sólo puede estimarse
como base de una presunción judicial. Pero, es valido cuando se refiere a lo que
oyó decir el testigo a alguna de las partes, en cuanto de este modo se explica o
esclarece el hecho de que se trata.
85
Testimonio contradictorio (art. 384 N° 3 a 6). Se trata de declaraciones
testimoniales de una parte que aparecen contradichas por las declaraciones
testimoniales de la otra y para saber a cuál de ellas se le da valor el legislador formula
las siguientes reglas:
i. Regla de calidad. Se tendrá por cierto lo que declaren aquéllos que, aún siendo en
menor numero, parecen decir la verdad por estar mas instruidos de los hechos, por
poseer de mejor fama, mas imparciales y verídicos o por hallarse más conforme en
sus declaraciones con otras pruebas del proceso.
ii. Regla del número. Cuando reúnan iguales condiciones de ciencia, imparcialidad y
veracidad se tendrá por cierto lo que declare el mayor número.
iv. Regla de la divergencia. Cuando las declaraciones de los testigos de una misma
parte son contradictorios, aquellas declaraciones que favorezcan a la parte contraria
se considerara presentada por ésta.
Oportunidad (art. 385). Se puede exigir confesión contestada que sea la demanda y
en
cualquier estado del juicio sin suspender el procedimiento, entendiéndose por éste:
hasta el vencimiento término probatorio en 1a instancia y hasta antes de la vista de la
causa en 2a instancia (si se hace después precluyó). La confesión puede exigirse
hasta por dos veces en 1a instancia y una vez en 2a instancia, pero si se alegan
hechos nuevos durante el juicio puede exigir una vez más.
86
Procedimiento o producción (art. 386 a 395 y 397). Se produce a través de la
absolución de posiciones, la cual es el procedimiento a través del cual la ley regula el
reconocimiento que efectúa una parte sobre hechos desfavorables.
Valor probatorio.
a. Confesión extrajudicial.
i. Prueba extrajudicial verbal. Sólo se toma en cuenta en los casos en que sería
admisible la prueba de testigos, de modo que tiene las mismas limitaciones que la
prueba testimonial, y en cuanto a valor probatorio:
Si no se ha prestado en presencia de la parte que la invoca o exige, es decir, se ha
prestado ante terceros, sirve de base de una presunción judicial (debe ser
complementada con otra prueba).
Si se ha prestado en presencia de la parte que la invoca o exige, su valor probatorio
es de presunción grave, pudiendo constituir plena prueba conforme al artículo 426
inciso 2º.
b. Confesión judicial (art. 399, 400 y 412 C.P.C. y 1703 C.C.). Produce plena prueba,
tanto la confesión expresa como la confesión ficta y dado que no se recibirá prueba
alguna contra los hechos personales y no personales claramente confesados por el
litigante en juicio se califica a la confesión judicial como la reina de las pruebas si la
confesión (para Hood si la confesión judicial se refiere a hechos no personales, sea
que se preste por sí mismo, por medio de representante legal o por apoderado
especial admite prueba en contrario, lo que se desprende a contrario censo de lo que
dispone el artículo 402 inciso 1º).
87
prueba la falsedad de las circunstancias que, según el confesante, modifican o alteran
el hecho confesado. Así, la división de la confesión opera en el primer caso de pleno
derecho y en el segundo caso siempre y cuando se rinda por el contendor la prueba
antes señalada de la falsedad del hecho que altera modifica el ya confesado.
Principio de la irrevocabilidad (art. 402). Significa que una vez que ha sido prestada
no puede ser dejada sin efecto por el confesante, pasa a ser algo inamovible. Tanto el
artículo 402 como el 1713 contemplan la posibilidad de retractarse de la confesión,
usando la terminología de la ley “revocar la confesión”, cuando se invoca un error de
hecho que debe ser probado. El artículo 402 señala que no es necesaria la prueba,
solo cuando el tribunal lo estime, en ese caso debe abrirse un término especial de
prueba.
Es “el examen o percepción directa que practica el tribunal por si mismo de los
hechos controvertidos en el pleito a fin de encontrar convicción sobre su verdad
o inexactitud”. Es por esto que la doctrina también le llama a este medio probatorio
“reconocimiento judicial”. Aquí el juez y su secretario van al lugar y ellos por sus
propios sentidos perciben el hecho de que se trata. Una inspección peculiar es lo que
88
se hace dentro del juicio para declaren demente a una persona, el juez se entrevista
con la persona, aunque lo más adecuado es el informe de peritos.
Características.
c. Es una prueba típica. Está señalada como medio probatorio por el Código.
Requisitos o admisión.
Aportación o iniciativa.
Legal. Tiene lugar en los casos en que lo señala la ley. Por ejemplo: denuncia de obra
ruinosa. En este caso se está ante una modalidad de la inspección personal que es
obligatoria y nuestra jurisprudencia ha determinado que constituye un trámite esencial
toda vez que el artículo 795 no es taxativo.
Judicial. Tiene lugar en los casos en que el tribunal la decreta de oficio cuando la
estime necesaria como una medida para mejor resolver. En este caso se está ante una
modalidad de la inspección personal que es facultativa y muestra jurisprudencia ha
determinado que no constituye un trámite esencial.
A petición de parte. Puede ser solicitada por las partes como medida prejudicial o
como medio probatorio, pero queda a criterio del juez decretarlo si lo estima necesario.
Valor probatorio (art. 408). Constituye plena prueba en cuanto a las circunstancias y
hechos materiales que el tribunal establezca en el acto como resultado de su propia
observación.
89
Referencia a la figura del perito.
Los peritos son personas con conocimientos especiales o técnicos sobre determinada
materia y, por lo tanto, autorizada para emitir una opinión versada sobre un hecho que
se encuentra dentro de la órbita de su competencia en el proceso (es un tercero sin
interés).
Para ser perito se requiere cumplir los siguientes requisitos, aunque las partes pueden
establecer de común acuerdo otros requisitos o no cumplir con ninguno de ellos:
Tener habilidad para declarar como testigo en el juicio (le son aplicables las
inhabilidades de los testigos).
Tener título profesional, para que opere este requisito es menester: que la ciencia o
arte de que se trate se encuentre reglamentada por la ley (un perito médico en sus
distintas especialidades) y que en el territorio del tribunal hayan dos o más personas
tituladas que puedan desempeñar el cargo.
a. Peritaje obligatorio. Son aquellos casos que la ley exige la práctica de la prueba
pericial. Por ejemplo: denuncia sobre obra nueva. Si no cumple con esta diligencia se
cumple con un vicio de casación en la forma.
Valor probatorio. Los tribunales apreciarán la fuerza probatoria del examen de peritos
conforme a las reglas de la sana crítica, estas reglas son normas de criterio y sentido
común que el juez debe emplear, la jurisprudencia en una sentencia de la corte
90
suprema en 1963 la ha definido como “Aquella que nos conduce al descubrimiento de
la verdad por medio que aconseja a la recta razón y el criterio racional puesto en
juicio”. El juez la apreciará de acuerdo a las reglas de la sana crítica. No significa que
el juez dará valor probatorio, sino que debe aplicar las reglas de la lógica y buen
sentido, debe indicar los fundamentos de hacer aceptado o rechazado el valor
probatorio.
Clases.
i. Propiamente dichas. Son aquellas que admiten prueba en contrario. Por ejemplo: la
presunción del artículo 700 del C.C. “el poseedor es reputado dueño”. La doctrina
moderna las describe como una norma jurídica de comportamiento que obliga a
reconocer una conclusión en presencia de un hecho o estado de cosas y en ausencia
de prueba contraria o únicamente en ausencia de prueba contraria. Según este
concepto las presunciones iuris tantum son normas de distribución de carga
probatoria, no un medio de prueba.
ii. De derecho, absolutas o iure et iure. Son aquellas que no admiten prueba en
contrario. Por ejemplo: la presunción de la concepción con relación al nacimiento y la
de que el error de derecho constituye presunción de mala fe y no admite prueba en
contrario. En este caso una norma jurídica impone un hecho y no hay medio de
prueba, ya que la norma jurídica excluye la posibilidad de prueba, pero lo que si se
necesita es probar el hecho base, pues probado el hecho base la ley establece que el
hecho presumido no se prueba.
Más que medios probatorios, las presunciones son normas destinadas a alterar el
onus probandi, o bien, a liberar del peso de la prueba.
91
el CPC, ha modificado esa regla en su art.426 inc.2, conforme al cual “Una sola
presunción puede constituir una plena prueba, cuando a juicio del tribunal tenga
caracteres de gravedad y precisión suficientes para formar su convencimiento”. Por
consiguiente, si una sola presunción puede constituir prueba no procede el requisito de
la concordancia, puesto que ello supone la existencia de varias presunciones.
Admisibilidad. Sirve para probar cualquier hecho material o de carácter jurídico, salvo
los actos o contratos solemnes en los que la solemnidad sea el otorgamiento de un
instrumento público, puesto que éste no puede ser suplido por otra prueba (art. 1700
inc. 1º CC).
La norma agrega que a falta de ley, los tribunales deben preferir a los que crean más
conforme a la verdad. La jurisprudencia ha señalado en un modo reiterado que la
apreciación comparativa de los medios de prueba constituye una potestad soberana
de los jueces del fondo. Por lo mismo esta materia escapa a la vía de la casación en el
fondo, porque esto es privativa de los jueces de la instancia. La Corte Suprema solo va
a poder pronunciarse cuando haya infracción a las leyes reguladoras de la prueba.
El art. 429 se aplica al conflicto entre escritura pública y la prueba testimonial. Solo se
aplica además para regular los requisitos de la prueba testimonial tendiente a acreditar
la falta de autenticidad de la escritura pública. Por lo tanto esto no se aplica a la falta
de de integridad, ni nulidad, ni a la falta de veracidad. Según esta norma es necesario
que se cumplan los siguientes requisitos en la prueba testimonial: 1º Que se trate de 5
testigos contestes y 2º Que estos testigos declaren que las partes, el notario o algunos
de los testigos presenciales han fallecido antes del otorgamiento de la escritura pública
o dentro de los 60 días siguientes. Si bien es cierto la norma alude a 70 días, hoy son
60 días. Según esta norma el mérito de la testimonial se aprecia según la sana critica.
92
examen de la prueba les sugiera. A este periodo se le llama periodo para formular
observaciones a la prueba y se caracteriza porque: es de días (discontinuo) fatal,
común y se cuenta desde el vencimiento del término probatorio (el sentido lógico dice
que es el último término probatorio).
Esta resolución se decreta de oficio, lo que emana de la redacción del art.432, “El
tribunal citara a oí sentencia”
La citación para oír sentencia ha sido elevada por el legislador a categoría de trámite o
diligencia esencial, de modo que su omisión constituye un vicio que es causal del
recurso de casación en la forma. Art.768 n° 9 en relación con el Art. 795 n° 6.
Citadas las partes para oír sentencia no se admitirán escritos, ni pruebas de ningún
género. Art. 433 inc.1 Sin embargo esto tiene excepciones, el mismo art.433 las
establece:
Art. 83: Nulidad procesal. Art. 84: Incidente de nulidad. Art. 159: Medidas para mejor
resolver Art. 290: Medidas precautorias. A estas excepciones se le pueden agregar
otras: Incidente de desistimiento de la demanda art.148, Incidente de acumulación de
autos en el art.98, incidente de privilegio de pobreza art. 130. El profesor además
agregaría la conciliación art. 262.
93
mejorar la prueba de alguna de las partes en el proceso. No obstante la importancia de
esta medida es innegable, ya que su objeto como lo indica su denominación es
permitir al juez quedar en condición de dictar un mejor fallo. Sin embargo, estimamos
que el juez debe hacer un uso muy ponderado de ellas evitando favorecer a alguna de
las partes.
Fuente legal. Artículo 159 y procede tanto en 1a como 2a instancia (art. 227 inc. 2º).
Oportunidad. El tribunal puede decretarlas solo dentro del plazo para dictar sentencia,
esto es, dentro del término de 60 días desde que la causa quede en estado de
sentencia, o sea, desde la citación de las partes para oír sentencia. El artículo 159
agrega que las medidas que se dictan fuera de este plazo, se tendrán por no
decretadas.
El informe de peritos.
La presentación de cualesquiera otros autos, que tengan relación con el pleito. Esta
medida se cumple conforme al inciso 3º del art.37, es decir, remitiendo el tribunal
requerido copias o fotocopias del expediente, cuaderno o determinadas piezas del
proceso.
94
Prueba. Si en la práctica de alguna de estas medidas aparece de manifiesto la
necesidad de esclarecer nuevos hechos indispensables para dictar sentencia el inc.4
del art.159 faculta al tribunal para abrir un término especial de prueba no superior a 8
días improrrogable y limitado a los puntos que el mismo tribunal señale.
Recursos. Las providencias que se dicten o dicte el juez conforme al art.159 son
inapelables, salvo dos casos:
95
1° La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio.
2° La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y
de sus fundamentos.
3° Igual enunciación de las excepciones (se refiere a las perentorias) y defensas
alegadas por el demandado.
4° Si ha sido o no recibida la causa a prueba (auto acordado).
5° Si las partes fueron citadas para oír sentencia o no en los casos previstos por la ley.
Este requisito junto al anterior son trámites esenciales, por lo que su omisión puede
llegar a constituir un recurso de casación en el fondo (auto acordado).
Parte considerativa (los considerandos). Su objetivo es señalar las razones de hecho
y de derecho que tomará en consideración el tribunal para llegar o arribar a la
conclusión que hará en la parte resolutiva. Es aquella en donde se contienen los
fundamentos de la sentencia, el razonamiento del juez para llegar a la resolución final.
La jurisprudencia hace una distinción dentro de ella entre los considerandos
expositivos y los considerandos resolutivos. Los requisitos formales son (art. 170 N° 4
y 5):
Además de los requisitos señalados, las sentencias deben contener otras menciones,
tales como:
1° La sentencia de 1a instancia que reúne todos los requisitos del artículo 170. En este
caso, la sentencia de 2a instancia no requiere consignar la exposición de los números
96
1, 2 y 3 del artículo 170, es decir, la parte expositiva. Basta con hacer una referencia a
ella.
2° La sentencia de 1a instancia no reúne todos los requisitos del artículo 170. En este
caso, la sentencia de 2a instancia debe reunir todos los requisitos de esa norma legal.
En este punto se aplica la misma solución jurisprudencial respecto de la sentencia
confirmatoria en el sentido de que sólo se deben subsanar los requisitos omitidos.
Elementos.
a. Accesoriedad. Los incidentes son cuestiones accesorias, esto es, cuestiones que
dicen relación con las pretensiones de las partes pero que son distintas de las
principales contenidas en los escritos contradictorios de la fase de discusión y, por lo
mismo, sin cuestión principal no cabe hablar de cuestiones accesorias.
Excepcionalmente, con el fin de lograr una substanciación breve y rápida el legislador
da tramitación incidental a cuestiones de fondo. Por ejemplo: el cobro de honorarios
por servicios prestados en juicio y las tercerías de posesión, prelación y pago.
Finalidad. Tienen como fin clarificar los juicios despejándolos de aquellas cuestiones
que van apareciendo durante su tramitación, aunque en la práctica se desvirtúa su
fundamento y se les utiliza como medio para alargar indefinidamente el juicio.
Oportunidad para promoverlos. La regla general es que los incidentes sólo pueden
promoverse durante la tramitación del juicio, esto es, hasta antes de la citación para
oír sentencia en 1a instancia (art. 433), estableciendo el C.P.C. las siguientes reglas
particulares en cuanto a la oportunidad para promover un incidente:
97
a. Los incidentes basados o que nacen de hechos anteriores o coetáneos con la
iniciación del proceso deberán promoverse antes de hacer cualquiera gestión
principal en el pleito (art. 84 inc. 2° y 3°). Si los promueven después serán
rechazados de oficio por el tribunal. Por ejemplo: en la excepción dilatoria de ineptitud
del libelo sería una gestión principal contestar la demanda.
Clasificación.
a. Según su regulación.
i. Ordinarios. Son aquellos que no tienen una regulación particular y, por lo mismo, se
someten a las reglas del Título IX del Libro Primero, siendo la mayoría.
ii. Especiales. Son aquellos que tienen una regulación particular y, por lo mismo, sólo
en el silencio de éstas se recurre a las reglas generales de los ordinarios. Por ejemplo:
la acumulación de autos, cuestiones de competencia, implicancias y recusaciones,
costas, desistimiento de la demanda y abandono de procedimiento.
i. Conexos. Son aquellos que tienen relación o vinculación con la cuestión principal.
ii. Inconexos. Son aquellos que no tienen relación alguna con el asunto materia del
juicio.
ii. De no previo y especial pronunciamiento. Son aquellos sin cuya previa resolución
puede no obstante seguirse substanciando la causa principal y, por lo mismo, su
98
interposición no suspende el curso del proceso, ya que el incidente se tramitará en
ramo o cuaderno separado. Por ejemplo: medidas precautorias e incidentes de
privilegio de pobreza. La cuestión de saber si un incidente es o no de previo y especial
pronunciamiento debe ser resuelta en cada caso en particular de acuerdo a las
características del incidente promovido, ya que no es posible dar normas de carácter
general. Con todo, hay casos en que el propio legislador señala que un determinado
incidente debe tramitarse en la misma pieza de autos o en ramo separado, con lo cual
implícitamente señala el carácter del incidente. Por ejemplo: medidas precautorias.
Interposición.
ii. Resolverlo de plano. El juez puede resolver de plano un incidente en aquellos casos
en que el fallo de un incidente se puede fundar en hechos que constan del proceso
(son aquellas que se encuentran establecidos en el proceso, como la objeción de
costas), o bien, en hechos que son de pública notoriedad (son los hechos notorios y no
se necesita la prueba de los mismos), debiendo el tribunal consignar esta
circunstancia en la resolución.
iii. Darle la tramitación propiamente tal. Sucede cuando no se está en alguno de los
casos anteriores, caso en el cual promovido el incidente el juez concede traslado a la
contraparte (“Traslado y autos”). Conferido traslado, la contraparte tendrá 3 días para
formular sus observaciones y exponer al tribunal lo que crea conveniente en orden a
su derecho (plazo fatal), aunque en estricto sentido la oportunidad que se da a la
contraparte es la de responder el incidente, por lo cual no se contesta el incidente, lo
cual se debe a que la contestación es una figura que se relaciona con el fondo del
proceso y en donde se efectúan las excepciones y defensas. Además, si el incidente
no es de previo y especial pronunciamiento, o bien, es promovido por un litigante que
99
tiene la obligación de consignar y cumplir con la consignación, el tribunal no debe
contentarse con proveer traslado y autos, pues debe también ordenar que se forme
cuaderno separado (“Traslado y autos, fórmese cuaderno separado”).
La resolución que reciba a prueba el incidente determinará los puntos (como se trata
de una cuestión accesoria y específica del proceso la prueba deberá producirse sobre
hechos fácticos específicos y detallados y no sobre hechos generales referidos al
debate principal de la causa) sobre los que debe recaer y su recepción se hará en
conformidad a las reglas establecidas para la prueba principal, o sea, el procedimiento
probatorio se rige por la normativa contenida en el juicio ordinario de mayor cuantía.
Además, los jueces aprovecharan esta misma resolución para indicar en ella las
audiencias en que ha de recibirse la prueba testimonial.
La resolución que recibe a prueba el incidente se notifica por el estado diario (art. 323
inc. 2º) y se trata de una sentencia interlocutoria de 2a clase, puesto que se
pronuncia sobre un trámite que servirá de base para el pronunciamiento de una
sentencia interlocutoria posterior. Esta resolución no es apelable porque lo dispone
expresamente el inciso final del artículo 90, aunque hay quienes sostienen que
procede el recurso de apelación subsidiario conforme al artículo 319 inciso 3° y porque
el artículo 90 sólo se refiere a las resoluciones que decretan diligencias probatorias y a
las que conceden término probatorio extraordinario. Con todo, los autores están de
acuerdo en que es susceptible de reposición, ya que de acuerdo al artículo 3º cabría
aplicar el artículo 319.
Notificada la resolución que recibe el incidente a prueba, se abre un término probatorio
ordinario para que dentro de él se la rinda y se justifiquen también las tachas de los
testigos si hay lugar a ellas. Al respecto, si se interpuso reposición el término
probatorio comienza a correr desde que se notifica por el estado diario la resolución
que resuelve la reposición.
Termino probatorio (art. 90). Es el tiempo de que disponen las partes para proponer
medios de prueba, plazo que es legal (es fatal e improrrogable), común y discontinuo.
i. Término probatorio ordinario. Es aquel que fija la ley para que las partes aporten y
rindan sus pruebas y para los incidentes es de 8 días, debiendo dentro de los 2
primeros días cada parte acompañar una nómina de los testigos de que piensa
valerse, con expresión del nombre y apellido, domicilio y profesión u oficio, pues sólo
se examinarán testigos que figuren en dicha nómina. La redacción del artículo 90
permite sostener que en esta materia toda la prueba debe rendirse dentro del término
probatorio, pero en la práctica no se aplica así, sino que sólo debe rendirse dentro de
los 8 días la prueba testimonial y las demás pruebas se rinden a través de peticiones.
Nota: Ocurre que el artículo 90 señala un plazo de 2 días para presentar la lista de
testigos; mientras que en el juicio ordinario son de 5 días. El problema está en dónde
100
se produce preclusión para la lista de testigos y el criterio de la jurisprudencia dice que
no precluye para interponer la lista de testigos.
iii. Término probatorio especial. Como nada dice el legislador para el término
probatorio especial para los incidentes, habrá que aplicar todas las normas de los
términos especiales de la causa principal y, por consiguiente, procede en el caso de
que en el término probatorio ordinario se produjera un impedimento no imputable al
litigante que no permite recibir la prueba.
Vencido el término de prueba, háyanla o no rendido las partes y aún cuando éstas no
lo pidan, fallará el tribunal inmediatamente o a más tardar dentro del tercero día la
cuestión que haya dado origen a incidente. Sin embargo, hay veces que en la práctica
la parte interesada en la decisión del incidente debe recordarle al tribunal que falle el
incidente respectivo y, además, hay veces que los jueces no fallan derechamente el
incidente y dejan su resolución para definitiva, pero resolución no se ajusta a derecho
pues en cada ocasión que la ley permite hacerlo así lo ha dicho en forma expresa.
La resolución que falla un incidente podrá ser un auto o una sentencia interlocutoria
dependiendo si establece o no derechos permanentes a favor de las partes y, en este
caso, podrá ser interlocutoria que ponga término al juicio o haga imposible su
prosecución, o no. La naturaleza procesal de esta institución tiene suma relevancia
para los efectos de los recursos, pues: si es auto sólo será susceptible de
reposición, si es sentencia interlocutoria será susceptible de apelación y si es
interlocutoria que ponga término al juicio o haga imposible su continuación será
susceptible de casación.
a. Desistimiento del derecho. Es el acto por el cual el actor abdica del derecho
material invocado como fundamento de la pretensión y, por tanto, conlleva también el
desistimiento de la pretensión, ya que no cabe concebir la subsistencia de una
pretensión despojada de su fundamento sustantivo.
101
respecto del derecho material invocado como fundamento de la pretensión, por lo que
nada impide el planteamiento de la misma pretensión en otro proceso.
Nuestra ley procesal sólo reglamenta el desistimiento de la acción o demanda, pero le
atribuye el efecto de extinguir la acción y el derecho mismo (art. 150). Además, no es
lo mismo desistimiento de la acción que el desistimiento de un acto del procedimiento,
pues el primero importa la extinción de la instancia y la imposibilidad de renovar la
acción; mientras que el segundo sólo significa la extinción del derecho a que el acto se
refiere, pudiendo emanar tanto del demandante como del demandado. Por ejemplo:
desistimiento de un incidente, de un recurso y de un medio probatorio.
102
i. Aceptar el desistimiento. En este caso el tribunal sólo tendrá que aceptarlo.
ii. Oponerse a él. En este caso el tribunal tendrá que negar lugar al desistimiento, por
cuanto en el juicio también están en juego los intereses del demandado, quien en
ciertos casos preferirá que el termine normalmente por sentencia desestimatoria de la
demanda antes que de manera anormal como lo sería el desistimiento.
iii. Aceptarlo condicionalmente. En este caso el tribunal tendrá que señalar la forma en
que debe tenerse por desistido al actor.
Efectos de las sentencias que fallan el incidente (art. 150). La sentencia que
acepte el desistimiento, haya habido o no oposición, extinguirá las acciones a que ese
desistimiento se refiera con relación a las partes litigantes y a todas las personas a
quienes habría afectado la sentencia del juicio a que se pone fin, sentencia que
equivale a la sentencia definitiva desestimatoria de la demanda y, como tal, produce
cosa juzgada, porque esta es una de las formas anormales de terminación del proceso
y, mas aun, produce cosa juzgada absoluta.
Es “la extinción o pérdida total del procedimiento que se produce cuando todas
las partes que figuran en el juicio han cesado en su prosecución durante un
determinado espacio de tiempo, o sea, no han cumplido acto alguno de impulso
durante el lapso de tiempo que establece la ley”. También se le denomina
caducidad, extinción o perención de la instancia, desistimiento tácito o abandono de la
instancia.
103
Naturaleza jurídica. Desde una perspectiva sustantiva, que es como lo califica la
jurisprudencia, constituye una prescripción de derechos procesales. En el Derecho
comparado hay figuras análogas que reciben el nombre de caducidad de la instancia,
pero no cabe hablar de caducidad en este tema porque hay que alegar el abandono y
la caducidad opera por el sólo ministerio de la ley.
Desde una perspectiva procesal constituye una forma de extinción del procedimiento
y, por tanto, un modo anormal de terminación del juicio.
Condiciones de procedencia.
a. Inactividad del proceso. La secuela del juicio debe haber quedado paralizada
durante 6 meses contados desde la última resolución recaída en alguna gestión
útil para dar curso progresivo a los autos (como es un plazo de meses deberá ser
completo, correrá hasta la medianoche del último día y comprenderá los feriados),
indicando la jurisprudencia que debe considerarse el procedimiento en su totalidad,
por lo cual si hay más de un cuaderno todos deben haber quedados paralizados y,
además, no comprende sólo la instancia y de ahí que en el año 1988 se haya
cambiado el nombre que tenía de “abandono de la instancia”. Por ejemplo: si una parte
pide que se le otorguen copias de alguna pieza del expediente del proceso no será
una gestión útil (no hay un listado con gestiones útiles y, por lo mismo, se debe
analizar cada caso en particular). Dado que este plazo se cuenta desde la última
resolución y no desde la fecha de notificación, constituye un caso de excepción, pues
toda resolución judicial para que produzca efectos debe ser legalmente notificada (art.
38).
b. Transcurso del plazo. Todas las partes que figuran en el juicio deben hacer cesado
en su prosecución durante 6 meses, es decir, no deben haber ejecutado acto alguno
tendiente a poner en actividad el proceso con el objeto de que continuando su normal
desarrollo llegue pronto a su fin. Como la ley no distingue, se entiende que tanto las
partes directas como las indirectas deben hacer esta actitud de abandono.
104
encontraba paralizado y el demandado pide el abandono del procedimiento. Sin
embargo, si recaudado el procedimiento el demandado hace cualquier gestión que no
tenga por objeto alegar el abandono del procedimiento, se considera renunciado el
derecho a pedirlo.
Para saber los recursos que proceden en contra de la resolución que resuelve un
incidente de abandono de procedimiento se debe determinar la naturaleza de esta
resolución, lo cual es un tema discutido, habiendo tres posturas sobre el particular: un
sector sostiene que es una sentencia interlocutoria, tanto si acoge o rechaza el
incidente, pues establece derechos permanentes a las partes (extingue el
procedimiento, o bien, deja que continúe); otros sector sostiene que es un auto, pues
no hay derechos permanentes toda vez que consideran que se establecen derechos
permanentes en una resolución cuando hay derechos sustantivos y acá no los hay; y
un tercer sector dice que tiene la naturaleza de interlocutoria cuando acoge el
incidente al haber derechos permanentes (extinción del procedimiento) y de auto
cuando rechaza la incidencia porque no existen derechos permanentes toda vez que
el tribunal debe continuar el procedimiento.
Si bien predomina esta última postura, nos quedamos con la primera y, por lo mismo,
para saber los recursos que proceden en su contra hay que distinguir si se ha
pronunciado en 1ª o 2ª instancia y, en ambos casos, si la resolución niega o acoge el
incidente respectivo:
105
Juicios en que no puede alegarse. Los juicios concursales de liquidación, los de
división o liquidación de herencias, sociedades o comunidades. Los juicios complejos
donde hay pluralidad de partes.
Además, existe una tramitación especial en los juicios de mínima cuantía y en los
juicios ejecutivos, ya que en los primeros el plazo es de 3 meses (Art. 709) y en los
segundos de 3 años.
Los actos procesales son instrumentos destinados a dar forma al proceso y para lograr
una justa decisión es necesario que se realicen en la forma prescrita por la ley, siendo
las formas procesales “aquellas circunstancias externas a través de las cuales se
expresa la voluntad de las partes como del órgano jurisdiccional en el proceso”,
de lo contrario los actos resultaran viciados y tendrá lugar la nulidad procesal, pues es
una sanción a los actos procesales irregulares.
106
3º El artículo 61 inciso final establece que la autorización del funcionario a quien
corresponda dar fe o certificado del acto es esencial para la validez de la actuación, o
sea, si falta esta autorización procedería la nulidad (esto dice relación con el principio
de conservación).
Concepto. Tradicionalmente se define como “una sanción legal para aquellos actos
en cuya ejecución no se han guardado u observado las formas establecidas por
la ley y cuya consecuencia es privar a dichos actos de sus efectos normales
previstos por la ley”. En todo caso, conviene precisar que la nulidad y su
consecuencia, esto es, la ineficacia del acto (Meneses señala que también puede ser
de todo el proceso), está condicionada al hecho de que se produzca un perjuicio para
alguna de las partes o se vulnere la finalidad del acto.
Los actos procesales son instrumentos destinados a dar forma al proceso y para lograr
una justa decisión es necesario que se realicen en la forma prescrita por la ley, siendo
las formas procesales “aquellas circunstancias externas a través de las cuales se
expresa la voluntad de las partes como del órgano jurisdiccional en el proceso”,
de lo contrario los actos resultaran viciados y tendrá lugar la nulidad procesal, pues es
una sanción a los actos procesales irregulares.
107
Concepto. Tradicionalmente se define como “una sanción legal para aquellos actos
en cuya ejecución no se han guardado u observado las formas establecidas por
la ley y cuya consecuencia es privar a dichos actos de sus efectos normales
previstos por la ley”. En todo caso, conviene precisar que la nulidad y su
consecuencia, esto es, la ineficacia del acto (Meneses señala que también puede ser
de todo el proceso), está condicionada al hecho de que se produzca un perjuicio para
alguna de las partes o se vulnere la finalidad del acto.
1º El artículo 64 señala que los plazos que establece el C.P.C. son fatales, por lo que
toda actuación realizada fuera del plazo se encuentra viciada y provoca la nulidad de
la misma y, además, como son innumerables los casos en que el C.P.C. establece
plazo para determinada actuación serán también innumerables las posibilidades de
nulidad por expresa disposición del legislador.
108
aparezca o se acredite que quien deba reclamar de la nulidad tuvo conocimiento del
vicio, a menos que se trate de la incompetencia absoluta del tribunal (en este caso la
nulidad podrá pedirse en todo el curso del juicio e incluso después de citadas las
partes para oír sentencia). La expresión “desde que aparezca” significa que conste en
el proceso que la parte ha tomado conocimiento del vicio y la expresión “se acredite”
indica que será necesario probar la fecha en que se tomó conocimiento del vicio
(corresponderá a la contraparte). Respecto a si puede un tercero promover este
incidente, Terceros con interés en el juicio, algunos dicen que no y otros dicen que sí.
ii. Incidente de nulidad por fuerza mayor (art. 79). Esta norma permite promover un
incidente de nulidad procesal de los actos que se han tramitado en rebeldía de una
parte cuando esta parte no pudo actuar por fuerza mayor (son actos en el fondo
regulares).
Este incidente debe ser alegado en 3 días desde que ceso el impedimento. Es el único
artículo que contempla la fuerza mayor en los juicios, a lo imposible nadie está
obligado.
Hay una norma común a los incidentes especiales, que son estos dos últimos, ya que
ambos no suspenden el curso de la causa principal y se substancian en cuaderno
separado (art. 81). Además, todas estas vías deben ser utilizadas in limine litis, esto
es, dentro del proceso, pues en rigor el artículo 80 no es una excepción porque hay
una cosa juzgada aparente.
Los medios directos son aquellos que atacan directamente el acto que se pretende
invalidar. Revisten este carácter la declaración de nulidad de oficio por el tribunal
(art.84 C.P.C.); la casación en la forma de oficio por el tribunal (art.776); la casación en
el fondo de oficio (art.785); el incidente de nulidad; las excepciones dilatorias; el
recurso de casación en la forma; el recurso de casación en el fondo y el recurso de
revisión.Los medios indirectos son aquellos que sin perseguir directamente la nulidad,
pretenden que ella sea declarada. Revisten este carácter el recurso de reposición; el
recurso de apelación; el recurso de queja.
109
Declaración oficiosa del tribunal. Según nuestra ley, el tribunal puede declarar de
oficio la nulidad. Según estas normas no hay mayores límites a esta potestad del
tribunal. Sin embargo, las potestades anuladoras del juez reconoce como gran límite la
convalidación. Tavolari propone lo siguiente: el tribunal no puede de oficio declarar
nulidad procesal si aun están pendiente los plazos para reclamarla, o bien, si
vencieron los plazos y las partes no reclamaron, pues se produce la convalidación,
salvo en el caso de las nulidades insubsanables, esto porque Tavolari cree que el juez
no se debe meter en la nulidad porque a lo mejor las partes no quieren nulidad y
convalidan.
Se refiere a aquellos casos en que la ley determina expresamente que debe aplicarse
el procedimiento sumario y se distingue entre:
a. Aplicación especial genérica (art. 680 inc. 2º Nº 1): A los casos en que la ley
ordene proceder sumariamente, o breve y sumariamente, o en otra forma
análoga. Por ejemplo: la jactancia (art. 269 C.P.C.), pues el artículo 271 dice que la
demanda de jactancia se someterá a los trámites establecidos para el juicio sumario
(plazo de prescripción de la jactancia es 6 meses).
ii. A los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el caso del artículo 697. Honorario
es aquella remuneración por la ejecución de un trabajo o un arte liberal (no tiene los
caracteres de fijeza y periodicidad de los sueldos). Respecto al caso del artículo 697,
cuando el honorario proviene de servicios profesionales prestados en juicio el acreedor
110
puede a su arbitrio perseguir la estimación y pago conforme al procedimiento sumario
(es lo que conviene), o bien, interponiendo una reclamación ante el tribunal que haya
conocido en primera instancia del juicio, la que se tramitará conforme a las reglas de
los incidentes (hay que estar atento con la preclusión, pues si se escoge una vía se
cierra la otra, siendo un ejemplo claro de preclusión las contiendas de competencia),
tratándose de un incidente inconexo porque no guarda relación con la cuestión
principal y se justifica por una mera razón práctica (excepcionalmente a ciertas
cuestiones principales la ley por razones prácticas la ley le da la categoría de
incidente).
iii. A los juicios sobre remoción de guardadores y a los que se susciten entre los
representantes legales y sus representados. Esta causal comprende dos casos:
v. A los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a que se hayan convertido las
ejecutivas a virtud de lo dispuesto en el artículo 2515 del C.C. La acción ejecutiva
prescribe en 3 años y una vez prescrita se convierte en ordinaria y dura otros 2 años
hasta completar los 5 años en que prescriben las acciones ordinarias, siendo el
procedimiento que se utiliza para ello el juicio sumario.
vi. A los juicios en que se persiga únicamente la declaración impuesta por la ley o el
contrato, de rendir una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 696. El juicio
sumario se refiere sólo a la existencia de la obligación de rendir cuenta, por cuanto la
rendición de la cuenta misma es materia del juicio sobre cuentas (título XII del libro
tercero) y, en general, se encuentran obligados a rendir cuenta las personas que
administran bienes ajenos (se refiere a llevar un detalle de ingresos y gastos).
vii. A los juicios en que se ejercite el derecho que concede el artículo 945 del C.C.
para hacer cegar un pozo. La referencia debe entenderse hecha al Código de aguas.
viii. A los juicios en que se deduzcan las acciones civiles derivadas de un delito o
cuasidelito, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 59 del C.P.P. y siempre que
exista sentencia penal condenatoria ejecutoriada (este número fue agregado por el
artículo único letra d de la Ley Nº 20.192, de 26 de junio de 2007). Se refiere a los
juicios en que se ejercite la acción civil de indemnización de perjuicios proveniente de
un juicio penal.
111
CARACTERES E IMPORTANCIA.
La demanda. Debe contener los requisitos del artículo 254, el cual contiene los
requisitos especiales del escrito de demanda en el juicio ordinario de mayor cuantía.
112
Notificación. Por tratarse de la primera notificación que se practica en el juicio y por
aplicación del artículo 40 la demanda se deberá notificar personalmente al
demandado. El demandante se notificará por el estado diario.
Personas con derecho a asistir a la audiencia. Además de las partes, vale decir, del
demandante y del demandado, pueden asistir al comparendo:
b. Los parientes de las partes. Se les citará para que asistan a la primera audiencia
o a otra posterior, notificándose personalmente a los que puedan ser habidos, los
demás podrán concurrir aún cuando sólo tengan conocimiento privado del acto (art.
689 inc. 1º). Para los efectos de aplicar esta disposición legal, se entiende por
parientes a las personas que determina el artículo 42 del C.C. (habla del cónyuge, de
los parientes por consanguineidad y afinidad, pero en los consanguíneos hay una
preferencia a los ascendientes y descendientes en línea recta).
i. Formula oposición. Este derecho puede hacerlo valer dentro del término de 5 días
contados desde su notificación y una vez formulada la oposición debe citarse a nueva
audiencia procediéndose como si se tratara de la primera audiencia, o sea, con lo que
se exponga en dicha audiencia se recibe la causa a prueba o se cita a las partes para
113
oír sentencia, pero no se suspende el cumplimiento provisional de lo solicitado por el
demandante ni se altera la posición jurídica de las partes (art. 684 inc. 2º).
ii. No formula oposición. El tribunal recibe la causa a prueba o cita a las partes a oír
sentencia, según lo estime de derecho (art. 685). Si se accede en definitiva a lo pedido
por el demandante el cumplimiento provisional se transforma en definitivo; en cambio,
si no se accede deberá deshacerse el cumplimiento provisional con todos los
problemas prácticos que ello significa (muy pocas veces se accede provisionalmente a
la demanda).
114
EFECTOS. La sustitución del procedimiento produce efectos hacia el futuro, pues el
juicio continúa conforme a las reglas del nuevo procedimiento; y todo lo tramitado de
acuerdo al antiguo procedimiento es válido.
115
la resolución de conflictos”. Cabe señalar que tienen la autoridad de cosa juzgada,
atributo de las sentencias firmes o ejecutoriadas.
Se formula la siguiente distinción:
116
resolución requiere de una resolución que la acepte, ya que puede darse el caso que
el demandado no acepte dicho desistimiento.
Nota: Hay quienes señalan que el allanamiento, toda vez que provoca que se omitan
en el proceso las etapas de conciliación y de prueba, es un equivalente jurisdiccional,
pero no lo es porque no se omite la sentencia, no provoca el efecto de terminación del
proceso. Dichos autores señalan que es posible concebirla como forma de
autocomposición pues la sentencia deberá ajustarse a dicho allanamiento.
117
ii. Formas anormales. Son: el desistimiento de la demanda., el abandono del
procedimiento, la transacción, el compromiso y la conciliación.
118
desplegada por el órgano que conoce el litigio consiste, luego de escuchar a las
partes, en declarar en la sentencia definitiva la existencia del derecho si es procedente
y, eventualmente según la naturaleza de la acción, imponer al demandando que
realice una prestación a favor del actor vencedor, quedando en ese momento
configurada con certeza la existencia de la obligación y nace para el actor vencedor el
derecho que le permite exigir su cumplimiento. No obstante, el deudor puede resistirse
a cumplir esa obligación (pretensión resistida), debiendo la actividad jurisdiccional
prolongarse a ejercer su potestad de imperio para que se verifique en la vida real
aquello que parecía meramente declarado en una decisión judicial. Esta es la
mecánica en que se relacionan estos dos tipos de procesos jurisdiccionales y, por lo
mismo, se puede decir que el juicio ejecutivo se origina en el ejercicio de la acción
ejecutiva, la que requiere como fundamento de su ejercicio un título ejecutivo. Por
ejemplo: el título ejecutivo en este caso es la sentencia definitiva firme que declara la
existencia de una obligación, que además es una sentencia de condena que le impone
al vencido una prestación a favor del vencedor.
c. Sentencia de término. Es aquella que pone fin a la última instancia del juicio.
Puede tratarse de una sentencia definitiva o de una sentencia interlocutoria. Por
ejemplo: sentencias definitivas de 1ª o 2ª instancia; el artículo 98 conforme al cual la
acumulación de autos puede verse hasta antes de dictar sentencia de término.
119
TRIBUNAL COMPETENTE. PROCEDIMIENTO SEGUIDO ANTE EL TRIBUNAL QUE
LA DICTÓ EN PRIMERA O EN ÚNICA INSTANCIA O CUMPLIMIENTO INCIDENTAL
DEL FALLO.
ii. Ejecución de las sentencias definitivas a través de un juicio ejecutivo. En este caso
la excepción se trata de la tramitación de un juicio ejecutivo para obtener el
cumplimiento de una sentencia definitiva. La parte que haya obtenido en el juicio que
se dictó la sentencia definitiva” tiene dos opciones: iniciar el juicio ejecutivo ante el
tribunal que dictó la sentencia en 1a o en única instancia, o bien, iniciar el juicio
ejecutivo ante el tribunal que sea competente según las reglas del C.O.T. Ahora bien,
la excepción que estamos aludiendo tiene lugar en aquellos casos en que la parte
decide iniciar un juicio ejecutivo utilizando la segunda opción, pues en este caso por
aplicación de las normas del Código el tribunal competente es uno distinto al que dictó
la sentencia en única o 1a instancia. iii. En materia penal. La ejecución de las
sentencias penales y de las medidas de seguridad previstas en la ley procesal penal
serán de competencia del juzgado de garantía que hubiere intervenido en el respectivo
procedimiento, pues el tribunal de garantía no es el que necesariamente dictó la
sentencia en única o 1a instancia.
El artículo 234 contempla los requisitos que debe cumplir el vencido, el sujeto pasivo,
para poder oponerse eficazmente y que sus excepciones sean admitidas a tramitación.
Todas las excepciones deben fundarse en hechos acaecidos con posterioridad a la
sentencia cuyo cumplimiento se pide, excepto la falta de oportunidad en la ejecución.
En este procedimiento al vencido se le permite defenderse y oponer las excepciones
expresamente autorizadas, pero sólo en la medida en que los hechos en que se
funden hayan ocurrido con posterioridad a la sentencia cuyo cumplimiento se pide,
porque por ser esta la continuación del mismo procedimiento en que se dictó la
120
sentencia no puede oponer excepciones que pudo o debió hacer valer en el juicio
donde se dictó la sentencia cuyo cumplimiento se pide. Respecto a la excepción de la
falta de oportunidad en la ejecución, ella se vio a propósito de la renovación de la
acción ejecutiva (art. 477). Todas deben fundarse en antecedentes escritos, con
excepción de las del artículo 434 N° 15º y 534. Salvo estos dos casos en que el
legislador no condiciona la admisibilidad, el legislador impone aquí una condición de
seriedad en la oposición del vencido. Estas tres excepciones que escapan a las reglas
generales previas, el legislador exige que a lo menos se aparezcan revestidas del
fundamento plausible. En aras de la seriedad se exige que a lo menos aparezcan
revestidas de un fundamento plausible, lo cual es una cuestión de hecho de
apreciación del tribunal para determinar si son admisibles o no estas excepciones.
Formulada la solicitud y proveída esta misma y una vez opuestas las excepciones, el
tribunal debe hacer un examen de admisibilidad de las excepciones dirigido a ver:
Que cumplan con los requisitos que para cada caso exige la ley.
Si no concurre alguno de estos requisitos el tribunal deberá rechazar de plano por
resolución fundada, desde luego tendrá que expresar el motivo por el cual rechaza. Si
se dan los requisitos le va a dar tramitación incidental (art. 234 inc. 3°), ya sea
acogiéndolas o denegándolas.
El otro grupo está ubicado en el libro tercero, “Del juicio ejecutivo”, artículos 434 y
siguientes, procedimiento de ejecución que se diferencia del anterior porque reconoce
también la posibilidad de ejercer la acción ejecutiva sobre la base de títulos ejecutivos
distintos de la sentencia, distinguiéndose entre juicio ejecutivo en las obligaciones de
dar, hacer y no hacer. En general, los procedimientos ejecutivos se distinguen de los
procedimientos declarativos (ordinario y sumario) porque parten de la base de que la
obligación existe, permiten que de manera breve se determine si corresponde que el
deudor cumpla con la obligación y le dan facultades al órgano jurisdiccional para
disponer medidas de apremio. Estas características son porque el legislador parte de
la base de la presunción que se da a favor del acreedor, a quien se le exige que para
iniciar la acción ejecutiva deba exhibir un título ejecutivo. Pero, a su vez, esto hace que
se discuta sobre el derecho a defensa que tiene el deudor para oponerse a la
ejecución, pues esta brevedad le impide tener una adecuada defensa y puede verse
expuesto a apremios e incluso al cumplimiento de una obligación que no era
procedente. Por lo mismo, en este tipo de procedimientos se da una figura que permite
volver a discutir aquello que ya ha sido resuelto (de aquí nace la clasificación entre
cosa juzgada formal y sustancial), que es la reserva de derechos.
APREMIOS.
121
ha habido oposición dentro del plazo de la citación, si ella ha sido desestimada
en 1ª instancia y si ella ha sido desestimada por sentencia de 2ª instancia. Se
aplican las reglas del embargo, de la traba del embargo, remate, etc. De allí viene la
denominación de este procedimiento “cumplimiento incidental de resoluciones
judiciales”, pero lo cierto es que el incidente aparece sólo en el evento de que el
vencido se oponga al cumplimiento de la ejecución, pues si no ha habido oposición se
pasa directamente a la fase de apremio, al cumplimiento propiamente de la sentencia,
de modo que la solicitud de cumplimiento por parte del vencedor no implica estar
promoviendo un incidente, porque a esa solicitud se le provee “como se pide con
citación” y luego, si es que hay oposición dentro de plazo y el tribunal las considera
admisibles recién va a surgir el incidente. Entonces quien promueve el incidente no es
el solicitante, es el vencido, y solo se promueve si el tribunal declara admisibles las
excepciones, de lo contrario se sigue con la ejecución. Si la oposición ha sido
desestimada por sentencia de primera instancia, la apelación y casación sabemos que
se conceden en el solo efecto devolutivo (arts. 241 y 774 CPC); y si la oposición ha
sido desestimada en 2ª instancia, tampoco la casación suspende su ejecución o
cumplimiento (art. 774 CPC).
El Código se pone en distintas situaciones, pues este mismo artículo señala cuáles
son las medidas de apremio distinguiendo en qué consiste la obligación del ejecutado
deudor:
Si la sentencia ordena entregar una especie o cuerpo cierto, sea mueble o inmueble,
se llevará a efecto la entrega, haciéndose uso de la fuerza pública si es necesario. Es
la situación más simple, pues se le quita materialmente la especie debida al vencido
para entregársela al vendedor. Aquí se aplica la facultad del imperio del tribunal,
porque si para ello es necesario el auxilio de la fuerza pública se acudirá a ella.
Si la sentencia manda pagar una suma de dinero se ordenará, sin más trámite, hacer
pago al acreedor con los fondos retenidos hecha la liquidación del crédito y de las
costas causadas o se dispondrá previamente la realización de los bienes que estén
garantizando el resultado de la acción de conformidad al título V del libro segundo. Si
no hay bienes que aseguren el resultado de la acción se procederá a embargar y a
enajenar bienes suficientes de la parte vencida de acuerdo con las reglas del
procedimiento de apremio, sin necesidad de requerimiento y deberá notificarse por
cédula el embargo mismo y la resolución que lo ordena.
122
revertir todo aquello que se haga en contravención a lo que se cumplió en virtud de lo
dispuesto en una resolución judicial.
123
cumplimiento a cualquier clase de obligaciones fundadas en cualquier título ejecutivo;
en cambio, otros están previstos para dar cumplimiento sólo a determinada clase de
obligaciones que constan en títulos específicos. Por ejemplo: el procedimiento de una
realización de una prenda industrial, el de cobro de contribuciones morosas, el de
cobro de cotizaciones e imposiciones y el destinado a obtener el pago de obligaciones
previsionales. c. Es un procedimiento compulsivo o de apremio. Como se trata de
obtener el cumplimiento de una obligación se autorizan medios compulsivos, como el
embargo y el remate de los bienes del deudor.
Fundamento. Está en dos artículos del C.C.: el artículo 2565, que se refiere a que
todo deudor compromete con su patrimonio el cumplimiento de una obligación, y el
artículo 2469, que se refiere a la prelación de créditos. En otras palabras, su
fundamento está en la necesidad de que las personas cuenten con un mecanismo
procesal que les permita recurrir al Eº para que éste a través de los órganos
jurisdiccionales haga cumplir las obligaciones correlativas a sus derechos. Al respecto,
Couture dice que “los procedimientos de la ejecución se hayan encaminados más
hacia el obrar que al decidir”, pues en un procedimiento declarativo se busca que el
tribunal decida la existencia de la obligación y en uno ejecutivo que el tribunal aplique
medidas de fuerza.
LA ACCIÓN EJECUTIVA.
124
i. Que sea alguno de aquellos que la ley enumera como tales. Sólo la ley puede crear
títulos ejecutivos (está el interés público), los particulares a lo más podrán consentir en
los ya establecidos y perfeccionarlos.
ii. Que cumpla las solemnidades legales. Estas son: Que conste por escrito
(materialmente es un documento). Que cumpla con las leyes tributarias cuando
proceda.
Clasificación.
i. Según su eficacia.
Títulos perfectos o completos. Son aquellos que sirven por sí solos, sin necesidad de
ninguna diligencia adicional, para fundar el ejercicio de una acción ejecutiva, o sea,
tienen plena eficacia en su otorgamiento y permiten dar inicio directamente al juicio
ejecutivo. Por ejemplo: la sentencia definitiva firme o ejecutoriada, la escritura pública
y el acta de avenimiento.
Títulos judiciales. Son aquellos que tienen su origen en un proceso jurisdiccional. Por
ejemplo: sentencia firme o ejecutoriada y acta de avenimiento (es resultado de una
diligencia ante un órgano judicial).
Títulos extrajudiciales. Son aquellos que no tienen su origen en un proceso
jurisdiccional y son todos los demás. Por ejemplo: la escritura pública. A su vez, se
distingue entre:
Análisis. En el ordenamiento hay varios títulos ejecutivos, pero los más comunes son
los consagrados en el artículo 434 del C.P.C., artículo que no es taxativo por cuanto el
Nº 7 dice “cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva” y, de hecho, las
leyes contemplan varios otros títulos ejecutivos.
1. Sentencia firme, bien sea definitiva o interlocutoria (art. 434 Nº 1). La sentencia
es el título ejecutivo por excelencia, pues si declara el derecho de manera indubitada y
definitiva es evidente que posteriormente deba cumplirse por la vía ejecutiva. Es lógico
que la ley sólo conceda mérito ejecutivo a las sentencias definitivas y a las
interlocutorias firmes (arts. 158 y 174 C.P.C.), porque ellas son las únicas que
producen la acción de cosa juzgada (art. 175 C.P.C.), precisamente aquella destinada
a exigir su cumplimiento por la vía ejecutiva (también producen la excepción de cosa
juzgada, pero ello se vio en el juicio ordinario
125
El cumplimiento incidental de las resoluciones judiciales. El juicio ejecutivo no es la
única forma de obtener el cumplimiento de una sentencia, pues también está este
cumplimiento, el cual permite que esa sentencia judicial pueda ser cumplida por una
vía más rápida y ágil que el propio juicio ejecutivo.
Las sentencias recaídas en un juicio arbitral o dictadas por un juez árbitro. El N° 1 del
artículo 434 no hace diferencia entre qué sentencias firmes son y, por tanto, las
dictadas por los jueces árbitros tienen el mismo valor ejecutivo que las sentencias que
provienen de un juicio ordinario. La única diferencia de las facultades del árbitro con
los jueces ordinarios es que no tienen potestad de imperio (art. 635 C.P.C.), por lo cual
el juez árbitro puede intervenir en la ejecución siempre que no existan medidas de
apremio.
Las sentencias que causan ejecutoria. Son aquellas que a pesar de no encontrarse
firmes pueden cumplirse ejecutivamente (art. 231 inc. 1º), o sea, se pueden ejecutar
aunque no han producido el efecto de cosa juzgada por existir recursos pendientes en
su contra. Por ejemplo: la sentencia respecto de la cual se ha concedido un recurso de
apelación en su sólo efecto devolutivo y la sentencia en contra de la cual se ha
interpuesto un recurso de casación, pues por regla general este recurso no suspende
la ejecución de la sentencia.
126
se configura por un acuerdo o arreglo directo de las parte para poner término al juicio
sobre bases que ellas mismas han propuesto.
Del avenimiento se debe levantar un acta, acta que para que tenga merito ejecutivo
requiere dos cosas:
Que esté pasada ante el tribunal competente. Esto significa que el avenimiento haya
sido presentado al tribunal que está conociendo del juicio y que esté proveído por este
tribunal (“Téngase presentado el avenimiento”), aunque otra parte de la doctrina y
jurisprudencia exige que esté aprobado por el tribunal que está conociendo la causa.
La primera tesis se funda en el hecho de que el avenimiento es una forma de terminar
el juicio en la cual no tiene intervención el juez, de ser así se hablaría de conciliación;
mientras que la segunda tesis se funda en el hecho de que se requiere la aprobación
del juez como una medida de protección para que no se vulneren derechos
indisponibles; Que esté autorizada por un ministro de fe o dos testigos de actuación. El
único caso en que puede ser autorizada por los testigos es en los juicios seguidos ante
árbitros arbitradores, los cuales pueden actuar sin un ministro de fe según el artículo
639 del C.P.C., aunque regularmente nombran actuario.
Una figura parecida es la transacción (art. 2446 C.C.), pues también es un equivalente
jurisdiccional y produce el efecto de cosa juzgada y, por lo tanto, también puede ser
invocada como título ejecutivo. Al respecto, como es un contrato pudo haber sido
celebrada de manera solmene o consensualmente, dependiendo de la naturaleza del
negocio que se trata de resolver: si consta por escrito en una escritura pública la parte
acreedora podrá ejercer la acción ejecutiva fundándose en el Nº 2, si sido celebrada a
través de una instrumento privado tendrá mérito ejecutivo conforme al Nº 4 si ha sido
reconocido o mandado a tener por reconocido y si ha sido meramente consensual el
título sería la confesión judicial conforme al N° 5.
127
Letra de cambio o pagaré protestados personalmente por falta de pago. La hipótesis
es que al momento de exigirse el pago de la letra de cambio o del pagaré el obligado a
su pago no paga, por lo cual corresponde protestar el documento por falta de pago.
Para que la letra de cambio o el pagaré tengan mérito ejecutivo se requiere: que hayan
sido protestado, que el protesto se haya efectuado personalmente al deudor y que en
el acto del protesto el deudor no haya puesto tacha de falsedad a su firma. Cumplidos
estos requisitos no se requiere de una gestión preparatoria, lo cual quiere decir que
son títulos ejecutivos, estando el título ejecutivo formado por la letra de cambio o el
pagaré y la correspondiente acta de protesto. Pero, la letra de cambio y el pagaré sólo
tienen merito ejecutivo respecto del aceptante o suscriptor según el caso y no respecto
de los demás obligados, como un avalista o un endosante, a los cuales será necesario
notificarles judicialmente el protesto en caso que el acreedor quiera proceder
ejecutivamente en contra de alguno de ellos.
Letra de cambio, pagaré o cheque cuyo protesto haya sido puesto en conocimiento del
obligado mediante notificación judicial. El título puede adquirir merito ejecutivo
respecto de cualquiera de los obligados, pero para ello es necesario: que el protesto
haya sido notificado judicialmente y que esa persona notificada no haya alegado tacha
de falsedad en el acto mismo de la notificación o dentro de tercero día. Por ejemplo: si
en el caso del cheque se notifica al girador y no al endosante sólo se puede demandar
al girador, ya que sólo de él tiene mérito ejecutivo. En esta situación se requiere de la
gestión preparatoria notificación del protesto de la letra de cambio, pagaré o
cheque y, por tanto, se quiere además del protesto, que lo hace un ministro de fe en el
caso de letra de cambio y pagaré y el banco en el caso del cheque, dicha notificación
(“En lo principal: notificación judicial de protesto de cheque. Primer otrosí: acompaña
documento y solicito custodia.
Estos documentos tienen mérito ejecutivo sin necesidad de una gestión preparatoria
de la vía ejecutiva, pero sólo respecto de los obligados cuya firma se encuentre
autorizada por un notario. Por ejemplo: en el caso de los pagarés el banco se
preocupa que sea autorizada ante un notario para evitar pasar por la gestión
preparatoria de reconocimiento de firma.
De este modo, los casos en que no es necesario preparar la vía ejecutiva mediante la
notificación judicial del protesto de la letra de cambio, pagaré o cheque en relación a
los documentos mercantiles son:
Respecto del aceptante de una letra de cambio o del suscriptor de un pagare que no
haya puesto tacha de falsedad de su firma al protestarse personalmente el documento
por falta de pago.
Respecto del obligado de la letra de cambio, pagaré o cheque cuya firma aparezca
autorizada por un notario o por el Oficial del RC en las comunas donde no tenga su
asiento un notario.
5. Confesión judicial (art. 434 Nº 5). Para procurarse este título ejecutivo el acreedor
tendrá que realizar la gestión preparatoria confesión de deuda. La jurisprudencia y la
doctrina sostienen que la única forma de procurarse un título ejecutivo a partir de una
confesión de deuda es mediante el cumplimiento de esta gestión preparatoria, o sea,
señalan que no es admisible como título ejecutivo la invocación de un reconocimiento
128
de deuda hecha a título de confesión como medio de prueba por la gravedad de la
consecuencia que se persigue.
La confesión judicial puede revestir diversas formas: una gestión preparatoria de la vía
ejecutiva, un medio de prueba y una medida prejudicial. Acá interesa distinguir la
confesión judicial como medio de prueba y la confesión judicial como gestión
preparatoria:
Como medio de prueba tiene por objeto acreditar algún hecho controvertido en el
proceso; en cambio, como medio para preparar la vía ejecutiva tiene por objeto
constituir un título ejecutivo.
Como medio de prueba admite la posibilidad de que el hecho que se está tratando de
probar pueda ser acreditado por otros medios probatorios para el evento en que
fracase esta actividad probatoria, como cuando una de las parte cita a las partes a
absolver posiciones y la contraria niega los hechos sobre los que se le interroga; en
cambio, como gestión preparatoria simplemente fracasa si el citado niega su condición
de deudor y al acreedor, como no pudo probar la existencia de la obligación, la vía que
le queda es el juicio declarativo, que puede ser ordinario (ya sea de mayor, menor o
mínima cuantía) o sumario.
6. Títulos y cupones (art. 434 Nº 6). Constituyen dos títulos ejecutivos diversos, pero
íntimamente ligados entre sí, pues los cupones permiten exigir el pago de los intereses
de dichos títulos.
Cualquiera otro título al que las leyes den fuerza ejecutiva (art. 434 Nº 7). Es una
disposición genérica o residual porque hay muchas leyes que establecen títulos
ejecutivos, ya que uno de los requisitos para que un título tenga mérito ejecutivo es
que haya sido establecido así por el legislador. Por ejemplo:
129
El artículo 169 del C.T. establece aquellos derivados de deudas tributarias, siendo un
título de origen administrativo en el cual si bien no hay intervención de un ministro de
fe, tienen al menos un sello de autenticidad porque son emitidos por una autoridad
pública que es el tesorero comunal.
b. Consiste en el valor del cuerpo cierto debido y que no existe en poder del
deudor. Por ejemplo: lo enajenó. En este caso no se puede recuperar en naturaleza y
corresponde cumplir con la gestión preparatoria de avaluación por un perito
nombrado por el tribunal que determina el valor de sustitución de esa especie o cuerpo
cierta debida que no está en poder del deudor.
Además, según el inciso 2º del artículo 438 se entiende por cantidad líquida no sólo la
que actualmente tenga esa calidad, sino también la que pueda liquidarse
mediante simple operaciones aritméticas o cálculos con sólo los datos que el
mismo título ejecutivo suministre. Por ejemplo: un crédito de $1.000.000 pagados a
1 año de plazo en una sola cuota y con un interés anual del 12%; si la obligación está
estipulada en UF, basta multiplicar el número de UF con el valor que tenga y se
entenderá que la obligación está líquida.
El artículo 439 permite que la obligación establecida en el título sea en parte liquida y
en parte ilíquida, pues puede procederse ejecutivamente por la parte liquida y el
acreedor se reserva su derecho para reclamar la parte ilíquida por la vía ordinaria.
Además, el artículo 439, que guarda concordancia con el artículo 1592 del C.C., dice
que si hay controversia sobre la cantidad de la deuda o sobre sus accesorios podrá el
juez mientras se decida la cuestión ordenar el pago de la cantidad no disputada.
130
Si la acción ejecutiva prescribe se convierte en ordinaria y dura hasta completar el
tiempo en que prescriben las acciones ordinarias, esto es, por 2 años más, caso en el
cual el acreedor puede demandar en procedimiento sumario siempre, pues es un caso
de aplicación general. La regla general de acuerdo con el artículo 2493 del C.C. es
que el que quiera aprovecharse de la prescripción debe alegarla (demandado), pero
eso es tratándose de acciones ordinarias, ya que el juez acá está obligado a
declarar de oficio la prescripción de la acción ejecutiva según el artículo 442 (el
Código es equívoco en esta disposición porque lo que importa es desde cuándo la
obligación que consta en el título se ha hecho exigible y no los años del título),
saliéndose de su pasividad, es un rechazo in limine litis. Además, en caso que el juez
no declare de oficio la prescripción, el ejecutado tiene que oponer la excepción del
Nº 17 del artículo 464. El mismo artículo 442 agrega una frase que da problemas,
cual es “salvo que se compruebe la subsistencia de la acción ejecutiva por alguno de
los medios que sirven para deducir esta acción de conformidad al artículo 434”. Aquí el
Código establece la figura denominada subsistencia de la acción ejecutiva,
disposición que permite sostener que si el acreedor pretende ejercer la acción
ejecutiva después de vencer el plazo de la prescripción de su acción puede hacer
subsistir la acción recurriendo a la creación de alguno de los títulos contemplado en el
artículo 434. Sin embargo, esto es discutible porque de los títulos hay algunos que no
son adecuados o coherentes con la figura de la subsistencia. Por ejemplo: la sentencia
y la escritura pública. Por mucho tiempo se aplicó esta disposición y se renovaba la
acción ejecutiva mediante el mecanismo de citar al deudor a reconocer la firma puesta
en un documento, obligación que ya estaba prescrita, con lo cual se distorsionaba el
mecanismo de la acción ejecutiva, ya que la prescripción es una figura que se
contempla para darle estabilidad y certeza a los derechos de las personas, o sea, para
que no estén vinculadas indefinidamente a una obligación. Con esto al deudor se lo
ponía ante la disyuntiva de tener que mentir al no reconocer su firma, o bien, decir la
verdad pero someterse a las medidas de apremio del juicio ejecutivo y tampoco podría
luego oponer la excepción de prescripción porque la acción subsiste. Por eso, en los
últimos años la jurisprudencia ha rechazado la subsistencia cuando se ha ejercido de
esta forma.
131
b. Cuaderno de apremio. Representa el aspecto compulsivo o de fuerza que va
envuelto en todo juicio ejecutivo, o sea, en él se deja constancia de todo lo que diga
relación con las medidas coercitivas que se van adaptando y no tiene plazos o un
esquema determinado. Comprende: el embargo, la administración y, eventualmente, el
remate de los bienes del deudor.
Requisitos. Tiene que contener los requisitos generales de todo escrito y los
requisitos específicos que señala el artículo 254 del C.P.C. que resulta aplicable al
juicio ejecutivo en virtud del artículo 3º, ya que el Código no establece disposición
expresa acerca del contenido de la demanda ejecutiva, pero el acreedor no tiene la
necesidad de explicar por qué se generó la obligación que se contiene en el título.
Además, en la parte petitoria el acreedor debe solicitar que se despache mandamiento
de ejecución y embargo en contra del deudor por la cantidad o la prestación de que se
trata y, en definitiva, que se acoja la demanda, ordenando que se siga la ejecución
hasta el pago total de lo adeudado.
132
que señalará los más prescindibles. Por ejemplo: si se inicia el juicio en contra del
propietario de un circo, es muy distinto embargarle la camioneta que un elefante.
Resolución que puede recaer en ella (art. 441). El tribunal debe hacer un examen
de la demanda y, básicamente, del título, para determinar si tiene mérito ejecutivo y,
además, también debería examinar el cumplimiento de las otras condiciones del
ejercicio de la acción ejecutiva: si concluye que no se reúnen los requisitos de ejercicio
de la acción ejecutiva denegará la ejecución; en cambio, si concluye que si se reúnen
las condiciones de procedencia de la acción ejecutiva ordenará despachar
mandamiento de ejecución y embargo (“Despáchese mandamiento de ejecución y
de embargo”).
i. La orden de requerir de pago al deudor (art. 443 Nº 1). Al Eº le interesa que cumpla
la obligación.
ii. La orden de embargar bienes del deudor en cantidades suficientes para cubrir la
deuda con sus intereses y costas si no paga en el acto de ser requerido (art. 443 Nº
2). En términos prácticos el ministro de fe que concurre al domicilio del deudor le
manifiesta que ha sido demandado por el pago de una determinada obligación y le
requiere de pago, procediendo si no paga en el mismo acto al embargo.
133
provisional puede tener su origen en una solicitud expresa del acreedor que va
contenida la demanda ejecutiva y que supone que el acreedor tiene confianza en esa
persona y el tribunal está obligado a designarla, asumiendo el riesgo el propio
acreedor, pero si el acreedor no lo hace el tribunal tiene que nombrarlo y la ley señala
algunos requisitos que tiene que tener la persona, ya que no puede ser un funcionario
del mismo tribunal.
iv. Como es una resolución judicial debe llevar la firma del juez y del secretario del
tribunal. Esto es aplicación de los requisitos de validez de las actuaciones judiciales.
i. La designación de los bienes sobre los cuales tiene que recaer el embargo (art. 443
inc. 3º). Esta mención es accidental en la medida que se designe la especie o cuerpo
cierto sobre la cual recae la ejecución, o bien, de los bienes necesarios para embargar
si éstos han sido designados por el acreedor en la demanda ejecutiva. Desde luego
que si recae sobre una especie o cuerpo cierto la forma de cumplir forzadamente esta
obligación es aprendiendo esa especie o cuerpo cierto para dejarla afecta a la
ejecución y posteriormente dejarla en manos del acreedor una vez que termina el
juicio.
Requerimiento de pago (art. 443 N° 1 y 462). Es un acto que comprende más de una
actividad, pues en el mismo acto el ministro de fe notifica la demanda ejecutiva y
requiere de pago al deudor. Sin embargo, hay veces en que se notifica la demanda
ejecutiva y no se puede requerir de pago al deudor porque no se le ha podido notificar
en forma personal.
134
inmediatamente y sin más trámite el embargo, con lo cual se entiende que queda
requerido de pago.
a. Paga la deuda antes del requerimiento. Hasta allí llegó el juicio, pero de todos
modos serán de su cargo las costas causadas en el juicio (art. 446), pues al legislador
le interesa proteger el crédito del acreedor, ya que el sólo hecho de haber interpuesto
una demanda le ha significado un costo.
b. Paga en el acto mismo del requerimiento. Aún cuando no existe norma tan
expresa como la anterior el sentido común dice que deberá asumir el pago de las
costas que hubiere causado al acreedor.
135
existencia de la obligación, nuestro ordenamiento jurídico, que de algún modo replica
lo que era la ejecución en la vieja Ley de procedimiento civil española de 1855,
permite cuestionar las circunstancias bajo las cuales se está exigiendo el cumplimiento
de la obligación, lo que debe estar fundamentado en excepciones que están
expresamente tipificadas en el ordenamiento jurídico. En este sentido, hay una
sentencia de la CS de un recurso de casación en el fondo que dice que en el juicio
ejecutivo el legislador ha circunscrito la posibilidades de defensa del ejecutado a: 1º la
valides de la obligación (en el fondo también se cuestiona la existencia), 2º su
subsistencia (significa que existió la obligación, pero a esas alturas ya no subsiste), 3º
su exigibilidad y 4º si el título que la contiene no tiene naturaleza ejecutiva. Por
ejemplo: me corresponde pagar la indemnización que me está cobrando el vendedor
que cobra en el figura de transacción, ello porque está en la escritura de transacción,
independientemente de si es justificada la indemnización que está cobrando.
Obviamente el deudor al hacer valer estas excepciones tiene que dar los fundamentos
de hecho y de derecho correspondientes y, por eso, ahí se inicia propiamente el
debate o contencioso en el juicio ejecutivo, o sea, cuando el deudor se opone a la
ejecución, de modo que el debate es eventual, ya que en vista de eso tiene que darse
la oportunidad al demandante para que conteste la oposición del ejecutado, porque
hasta ese momento el acreedor partía de la base que podía obtener el cumplimiento
de la obligación por el solo merito de su título y de su demanda y no había dado
ningún fundamento.
Características.
a. Si es requerido de pago en el lugar de asiento del tribunal (art. 459 inc. 1°). El
plazo es de 4 días útiles (sinónimo de días hábiles) para oponerse a la ejecución.
b. Si es requerido de pago dentro del territorio jurisdiccional en que se ha
promovido el juicio ejecutivo, pero fuera de la comuna que sirve de asiento al
tribunal (art. 459 inc. 2°). El plazo es de 8 días. Por ejemplo: el juicio se sigue en el
juzgado de letras de Limache y el deudor es requerido de pago en Olmué.
136
i. El ejecutado presenta su oposición ante el tribunal exhortado (tribunal que intervino
en la tramitación del exhorto para obtener el cumplimiento del requerimiento). Si el
requerimiento se hizo en el lugar del asiento del tribunal el plazo es de 4 días. Si el
requerimiento se hizo dentro del territorio jurisdiccional pero fuera de la comuna de
asiento del tribunal exhortado el plazo es de 8 días.
Respecto a cuál es el papel del tribunal exhortado, éste se limitará a remitir la solicitud
de oposición al exhortante para que provea de ella lo que sea de derecho, no emite
pronunciamiento alguno.
ii. El ejecutado presenta su oposición ante el tribunal que conoce el juicio ejecutivo o
tribunal exhortante. El plazo es de 8 días más el aumento que corresponda de acuerdo
a la tabla de emplazamiento de que trata el artículo 259.
Características del plazo. Comienza a correr desde el día del requerimiento de pago
(art. 462 inc. 1º). Se trata de un término fatal por una doble razón: los plazos que
establece el C.P.C. son fatales (razón general: art. 64 C.P.C.) y así lo dice el artículo
463 (reproducir como consecuencia de estos todo lo señalados respecto de que las
excepciones se deben oponer en un mismo escrito).
b. El ejecutado debe expresar con claridad y precisión los hechos en que funda
sus excepciones. Esta exigencia se ajusta al requisito que establece el artículo 309
Nº 3 del C.P.C. que se refiere a la contestación de la demanda en el juicio ordinario, la
cual debe contener una exposición clara de los hechos en que se apoya (es lo mismo
del juicio ordinario). No obstante, en el juicio ejecutivo esta claridad y precisión será
más relevante que en la contestación de la demanda, porque en la oposición del
ejecutado se va a producir el inicio del debate jurídico. Por ejemplo: no basta que el
ejecutado diga que opone la excepción de pago, sin indicar en qué circunstancias se
produjo y sin que se ofrezca probar los hechos en que funda esa excepción.
137
identificar con precisión cuales son los medios de prueba. Por ejemplo: tratándose de
escritura pública deberá indicarse en qué fecha y notaria fue otorgada, o bien, si
pretende valerse de testigos deberá señalar la lista de testigos. Para otros, y esta es la
opinión más aceptada por la jurisprudencia, basta con que el ejecutado haga una
referencia genérica a los medios de prueba que permite el ordenamiento jurídico. La
CS señala que el C.P.C. no establece en general fórmulas sacramentales, por lo que
no es exigible la enumeración precisa o detallada de los medios de prueba de que
pretende valerse el ejecutado, bastará la mera enumeración de los seis medios de
prueba que ofrece el C.P.C. en el artículo 341. Si no hace referencia a los medios de
prueba, la sanción que se contempla es que no se podrá considerar eficazmente la
oposición del ejecutado, aun cuando el ejecutado hubiere argumentado y fundado
excepciones concretas o específicas.
138
tribunal le conviene a las partes, pues es mucho mejor que se enteren desde ya si van
a continuar el juicio ante ese tribunal o van a irse a otro. Si el tribunal acepta la
excepción de incompetencia se abstendrá de pronunciarse sobre las demás
excepciones, puesto que carecería de competencia de acuerdo con el artículo 306 del
C.P.C.
139
este último se refiere exclusivamente al beneficio de excusión y acá se contempla otra
figura en el mismo numeral, que es la caducidad de la fianza, figura completamente
distinta del beneficio de excusión.
i. Beneficio de excusión. Es un derecho que puede hacer valer el fiador en virtud del
artículo 2357 del C.C. (es una figura propia de la fianza, que es un contrato de
caución) conforme al cual el fiador demandado podrá exigir que antes de proceder
contra él se persiga la deuda en los bienes del deudor principal y en las hipotecas y
prendas constituidas por éste para la seguridad de la misma deuda. El fiador en este
caso opone una excepción que en su naturaleza es más bien una excepción de fondo,
una excepción que de algún modo enerva la acción, porque obliga al acreedor intentar
primero el cumplimiento de la obligación dirigiéndose en contra del deudor principal y
en el evento de que no le sea posible obtener la satisfacción del crédito puede
entonces retomar la acción contra el fiador. Sin embargo, en esto también hay que
tener presente que el artículo 2358 establece los requisitos para que el fiador pueda
oponerse a la demanda, ya sea ordinaria o ejecutiva, entre los cuales está en el
número 6 que el fiador demandado debe señalar los bienes del deudor principal y, por
lo tanto, no basta con que invoque el beneficio de excusión, porque en términos
prácticos el acreedor suele dirigirse en contra de los garantes, como el fiador o el
codeudor solidario, porque aparecen como más solventes que el deudor principal o el
deudor principal está desaparecido y es más fácil dirigir la acción contra el garante.
ii. Caducidad de la fianza. En verdad no hay dentro del estatuto jurídico de la fianza,
contrato regulado por el C.C., esta figura. Se estima por la doctrina y la jurisprudencia
que esto que el C.P.C. denomina caducidad de la fianza corresponde a los distintos
medios de extinción de la fianza y, por tanto, se hace aplicable a este efecto el artículo
2381 del C.C, o sea, ese artículo se asimila a la caducidad de la fianza.
f. La falsedad del título. El título es falso cuando no es auténtico (art. 17 C.C.), o sea,
cuando no ha sido otorgado por las personas que allí se mencionan como otorgantes,
cuando no ha sido autorizado por el funcionario que aparece interviniendo en él o
contiene declaraciones que no han sido efectivamente formuladas por las partes
otorgantes. En este caso se estaría en la suplantación de persona o de una
adulteración del título, hecho de carácter delictivo
No hay que confundir la falsedad del título con la nulidad del título, pues en la falsedad
del título se ha supuesto la incorporación de declaraciones que no han sido formuladas
realmente, o bien, ha sido adulterado; en cambio, la nulidad se refiere a infracciones
que se vinculan a formalidades con la cual se deben otorgar los instrumentos públicos
y tiene por cierto la sanción pertinente. En todo caso, la nulidad también está prevista
como otra excepción en el artículo 464. - No hay que confundir la falsedad del título
con la nulidad de la obligación, que es otra excepción, por cuanto esta última es una
sanción por la omisión de algún requisito para la validez del acto, o sea, el título
ejecutivo puede estar perfecto pero la obligación es nula-.
g.- Falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes
para que dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente o con relación al
demandado. Es la excepción más recurrida en la práctica porque comprende varias
nociones y, por esto, el artículo 464 no es taxativo. Este número permite oponerse a la
ejecución por diversas circunstancias cuando el ejecutado considere que la ejecución
que se ha realizado en su contra no ha cumplido con todas las exigencias que
establece la ley para el ejercicio de la acción ejecutiva. Por ejemplo: el deudor puede
reclamar que la deuda no es actualmente exigible, o bien, que el título ejecutivo que se
ha invocado no tiene fuerza ejecutiva. Este número dice que se puede oponer esta
excepción sea absolutamente o sea con relación al demandado. Por ejemplo: si se
exhibe como título ejecutivo un acta de avenimiento que no aparece autorizada por el
secretario del tribunal no tiene ninguna fuerza ejecutiva en términos absolutos, o sea,
no vale para nadie, no se puede exhibir ninguna audiencia; en cambio, si en ese
avenimiento no concurre el ejecutado y no suscribe ese avenimiento, ese deudor que
140
no suscribió el avenimiento puede oponerlo, tratándose de la segunda hipótesis.
Además, la jurisprudencia admite que el ejecutado pueda oponer más de una
excepción fundada en un mismo numeral en base a distintos hechos que queden
encuadrados dentro de la misma excepción y la ley también lo admite, lo cual se aplica
a este caso.
h. El exceso de avalúo en los casos de los incisos 2° y 3° del artículo 438. Está
estrechamente vinculada con una gestión preparatoria de la avaluación. Si el
ejecutado estima excesivo el avalúo podrá oponer esta excepción, salvo que haya
reclamado el avalúo en la respectiva gestión preparatoria. Esta parte hay que
armonizarla con el artículo 440 que le da posibilidad de pedir la disminución del
avaluó, pero no lo puede pedir dos veces.
ll. La compensación. Es un modo de extinguir las obligaciones que opera cuando dos
o más personas son deudoras una de otra y extingue ambas deudas hasta la
concurrencia de la de menos valor (art. 1655 C.C.). Por ejemplo: Se está exigiendo
una obligación por $100.000 y el deudor opone la compensación, afirmando a su vez
que el acreedor le debe a él $50.000, se extingue la obligación hasta concurrencia
$50.000. No es necesario que la deuda que se compensa conste en un título ejecutivo,
basta que se reúna los requisitos establecidos en el artículo 1656 del C.C. y son: Que
ambas deudas sean de dinero o de cosas fungibles o determinadas, de igual género y
calidad. Que ambas deudas sean liquidas. Que ambas sean actualmente exigibles.
141
discutir, controvertir la existencia misma de la obligación, que no es justamente lo que
sirve de fundamento a una ejecución.
La transacción. Está definido en el artículo 2446 del C.C. (el ser un acuerdo
extrajudicial la distingue del avenimiento y de la conciliación). Mediante la transacción
las partes han llegado a una forma distinta de convenir la existencia de la obligación
que impida la ejecución actual por parte del acreedor y el deudor puede oponerla a la
ejecución.
142
acreedor manifiesta inequívocamente su opción de exigir el total de la deuda insoluta,
lo que ocurre cuando el acreedor inicia la ejecución por el total pendiente. Pero,
también hay otros fallos que estiman que la prescripción comienza a correr desde el
vencimiento de la última cuota en que se encuentra parcelado o fraccionado el pago
de la obligación.
Pueden referirse al total de la deuda o a una parte de ella solamente (art. 464 inc.
final). En consecuencia, las excepciones pueden ser totales y parciales. Por ejemplo:
excepciones parciales son la compensación y la remisión parcial de la deuda. Una
excepción parcial que es acogida permite seguir adelante la ejecución en aquella parte
incumplida de la obligación. En el juicio ejecutivo las excepciones parciales tiene
incidencia tiene en materia de costas (art. 471 inc. final).
Diferencias entre las excepciones del juicio ejecutivo y las del juicio declarativo
(ordinario).
143
ejecutivo, toda vez que en esta etapa, ya no en la etapa final de sentencia, puede el
tribunal establecer que la oposición del ejecutado no es suficientemente seria desde el
punto de vista jurídico y puede de inmediato ponerle termino al juicio dictando
sentencia definitiva sin darle la posibilidad al ejecutado de que pueda aportar las
pruebas.
Del estudio formal que haga el juez decidirá si las excepciones son admisibles o
inadmisibles y concretamente este examen está enfocado a determinar la
concurrencia de dos condiciones: Que las excepciones opuestas estén consideradas
dentro de las del 464. Que las excepciones hayan sido opuestas dentro de plazo.
2º En la resolución que acoge la causa a prueba el tribunal expresará los puntos sobre
los cuales deberá recaer (art. 469); en cambio, en la resolución que recibe la causa a
prueba en un juicio declarativo el tribunal fijará los hechos sustanciales y
controvertidos sobre los cuales deberá recaer (art. 318),.De este modo, hay una
diferencia en cuanto al objeto especifico de la actividad probatoria, sobre los hechos
que debe probarse, pues en el juicio ejecutivo el tribunal estima lo que debe probarse
(Por ejemplo: dirá la efectividad de haberse pagado la deuda y luego las partes a partir
de ese punto deberán preocuparse de demostrar que se produjo el pago o no); en
cambio, en el juicio ordinario son las partes las que deben determinar qué es lo que
debe probarse, cuales son las circunstancias que configuran en hecho controvertido.
En caso del juez no considere necesaria la prueba dictará desde luego sentencia
definitiva (art. 466 inc. 2º).
144
LA PRUEBA Y EL TÉRMINO PROBATORIO.
Término probatorio extraordinario. Por acuerdo de las partes podrá concederse los
términos extraordinario que ella decidan, o sea, no cabe que se solicite termino
extraordinario sólo por alguna de las partes (cuando se solicita por alguna de las
partes el tribunal lo provee con citación o con audiencia y en cualquier caso de
acuerdo al régimen general de los términos probatorios éste no puede ser establecido
por una de las parte).
Modo o forma de rendir la prueba. La prueba se rinde del mismo modo que el juicio
ordinario de acuerdo con el artículo 469, el cual agrega que la resolución que de lugar
a ella expresará los puntos sobre los cuales ha de recaer la prueba. Esto significa que
los procedimientos establecidos para reunir los distintos medios de prueba que están
regulados dentro del libro segundo del Código son igualmente aplicables para el juicio
ejecutivo.
El artículo 469 guarda similitud con artículo 323 que se refiere a la recepción del
incidente a prueba, en que se dispone también que debe fijar los puntos sobre los
cuales se deber rendir la prueba. Cuando se recibe la causa a prueba conforme a
disposiciones comunes del juicio ordinario de mayor cuantía en el caso de la prueba
testimonial se debe acompañar la lista de testigos y la minuta de puntos de prueba,
esto en la practica no siempre se cumple, porque actualmente los testigos declaran al
tenor de los hechos fijados en la resolución respectiva, la parte que desea rendir
prueba testimonial, sea que acompañen previamente la minuta de puntos de prueba,
pues tendrá que descomponer el hecho en distintas elementos que componen o
conforman ese hecho y eso equivale a ir fijando así los puntos específicos, sobre los
cuales al litigante le interesa acreditar, es la parte que debe descomponer e ir
configurando el hecho al tenor de lo que se trata de acreditar.
145
Observaciones a la prueba. Vencido el término probatorio quedarán los autos en la
secretaria por espacio de 6 días a disposición de las partes, antes de pronunciar
sentencia (en el juicio ordinario el plazo es de 10 días). Durante este plazo podrán
hacerse por escrito las observaciones que el examen de prueba sugiera. Este término
antes se llamaba “alegatos de bien probados”. Este periodo no es contradictorio, en el
sentido que no es necesario que el tribunal confiera traslado a la parte contraria sobre
observaciones que haya hecho alguna de ellas, la resolución dirá téngase presente.
Citación para oír sentencia. Este trámite fue agregado por la Ley Nº 18.705. Vencido
el termino para formular las observaciones a la prueba, háyanse o no presentado
nuevos escritos y sin nuevo tramite, el tribunal citará a las partes para oír sentencia
(art. 469 parte final).
Plazo. Deberá pronunciarse dentro del término de 10 días contados desde que el
pleito quede concluso (art. 470 C.P.C.). El pleito queda concluso desde el momento
que queda firme la resolución que cita a las partes para oír sentencia o eventualmente
desde la práctica de las medidas para mejor resolver que se hubieren decretado (éstas
también se pueden decretar en el juicio ejecutivo).
Requisitos. La sentencia definitiva deberá reunir los requisitos del artículo 170 y los
del auto acordado sobre la forma de dictar la sentencia definitiva (complementa el
artículo 170).
La sentencia deberá pronunciarse sobre todas y cada una de las excepciones
opuestas, puesto que si no lo hace se estaría omitiendo la decisión del asunto
controvertido, lo cual es causal de casación en la forma.
a. Sentencia absolutoria. Es aquella que acoge una o más de las excepciones y, por
lo tanto, desecha la demanda ejecutiva y ordena alzar el embargo.
ii. Cuando el ejecutado pide reserva de sus derechos (art. 473). Es la situación en que
el ejecutado opone excepciones, pero manifiesta que no tiene los medios de prueba
suficientes como para justificar los hechos en los cuales se apoyan sus excepciones,
frente a lo cual, por el breve de los plazos, el ejecutado puede pedir la reserva de sus
derechos, que en este caso es una reserva de excepciones. En este caso el tribunal
deberá dictar igualmente sentencia definitiva, en este caso sí que dispone que la
sentencia tendrá que ser siempre condenatoria. No produce mucho efecto que el
ejecutado oponga excepciones y manifieste de inmediato que no tiene como probar,
146
pues igualmente se dictara una sentencia definitiva que lo va a condenar, pero lo
importante es que la reserva de derechos se hace cargo del problema que se produce
cuando el ejecutado tenga motivos y posibilidades de defenderse pero por la brevedad
del plazo para oponer sus excepciones no pueda recabar los antecedentes suficientes
para apoyar su defensa, pues esa reserva de derechos significa que él va a tener que
hacer valer luego su oposición por la vía de juicio ordinario que va a tener que iniciar
él). Se discute sobre los hechos respecto de los cuales él opuso excepciones en el
juicio ejecutivo, pero sobre la existencia misma de la obligación él no podrá volver a
discutir porque esa existencia ya está comprobada por el titulo ejecutivo que tiene el
ejecutante, lo que él no pudo probar aquí es alguna de las excepciones. Por ejemplo:
el ejecutado efectivamente tenía pagada la deuda, pero se cambio de casa o le están
cobrando una deuda de su padre fallecido, entonces se le da esta oportunidad (la
reserva de derecho).
147
merito del título ejecutivo se ordene iniciar la ejecución y luego se genera una
incidencia según él en la fase de ejecución que sería la oposición que daría lugar a la
dictación de una segunda sentencia. Esta es una postura que Balbontín no comparte,
pero tiene su sentido a propósito de que la sentencia definitiva que es aquella que se
dicta después de la oposición y una vez vencido el termino probatorio aquí no se está
pronunciando sobre si acoge o no la demanda, sino sobre si estima o no estima las
excepciones opuestas por el ejecutado y como consecuencia de esa estimación, sobre
esto se seguirá que si se acoge o no se dará lugar a la demanda que origino el juicio o
se rechazara.
148
discute sobre la corrección del procedimiento a través de la oposición de las
excepciones dilatorias y sólo una vez resueltos estos temas puede continuarse con el
procedimiento o iniciarse uno nuevo (sólo la ineptitud del libelo permite continuar el
mismo procedimiento); en cambio, en el juicio ejecutivo no existe una etapa previa en
que se opongan y fallen las excepciones dilatorias, pues el artículo 465 establece que
todas las excepciones deben oponerse en el mismo escrito y se pronuncia la sentencia
después de haberse tramitado todo el juicio, salvo respecto de la excepción de
incompetencia, ya que es el único caso en que se le permite al tribunal un
pronunciamiento inmediato (sucede que se tramitó completo lo correspondiente al
cuaderno ejecutivo, se llegó a la sentencia, ésta acogió alguna de las excepciones
señaladas y no hubo un pronunciamiento sobre el fondo de la acción ejecutiva, no se
desechó ésta por una razón derivada de una excepción perentoria). Al respecto, Hugo
Pereira Anabalón en su obra “La cosa juzgada formal en el juicio civil chileno” trata el
tema de la cosa juzgada en el juicio ejecutivo y postula que este caso no sería una
excepción al efecto de cosa juzgada porque no hubo un pronunciamiento sobre el
fondo del asunto, sobre la procedencia de la ejecución, ya que lo que fundamentó el
rechazo fue un asunto formal.
Reserva de derechos (arts. 467, 473, 474 y 478). Propósito. Es una figura que
favorece tanto al ejecutante como al ejecutado, pues ambas partes pueden pedir y
obtener reserva de derechos. La regla es que la sentencia recaída en el juicio
ejecutivo produce cosa juzgada en el juicio ordinario, tanto respecto del
ejecutante como del ejecutado (art. 478 inc. 1º, art. que guarda coherencia con el
175), regla que reconoce una excepción en la reserva de derechos, pues su propósito
es evitar que la sentencia ejecutoriada recaída en un juicio ejecutivo provoque el
efecto de cosa juzgada, impidiendo que lo que ya fue resuelto en el juico
ejecutivo sea renovado como objeto de un nuevo juicio o debate, o sea, se trata
de que aquella parte que hizo reserva de derechos quede legalmente habilitada para
renovar la discusión sobre la cual ya fue emitido un pronunciamiento del tribunal sin
que pueda oponérsele en ese juicio la excepción de cosa juzgada, las cuales pueden
discutirse nuevamente en un juicio ordinario. Fundamento.
149
derecho de la parte respectiva para poder renovar esta discusión en un juicio ordinario
(esta situación la veremos en otros procedimientos, como los interdictos posesorios).
Esta es una característica importante de la reserva de derechos, porque en ella, a
diferencia de la figura anterior, el litigante que obtuvo esa reserva va a poder iniciar un
nuevo juicio sobre la misma materia a través de un procedimiento ordinario.
Definición. Por un lado, se le puede definir como “el derecho que en la sentencia
definitiva el tribunal concede a la parte que lo solicita para entablar
posteriormente una acción ordinaria con el derecho reservado sin que le afecte
la cosa juzgada”.
Por otro lado, Mario Casarino señala que es “la facultad que el tribunal concede a
solicitud de parte en el juicio ejecutivo para que éstas dentro de cierto lapso
puedan deducir el derecho reservado en forma de demanda ordinaria sin que les
afecte la cosa juzgada de la sentencia pronunciada en aquel juicio”.
Oportunidad.
150
Segunda oportunidad. Está en el artículo 478 y es antes de dictarse sentencia en el
juicio ejecutivo, por lo cual lo que se resolvió en un juicio ejecutivo no puede ser
motivo de una doble ejecución en un juicio ordinario. Respecto a qué sentencia se ha
referido la ley, según algunos como la ley no ha distinguido se refiere tanto a la de 1ª
como de 2ª instancia, pero otros que piensan que se refiere a la de 1ª instancia.
El artículo 478 inciso final en cuanto al plazo para interponer la demanda ordinaria,
señala que el ejecutante deberá ejercer su acción ordinaria dentro del plazo señalado
en el artículo 474, que es de 15 días contados desde la notificación de la sentencia
definitiva, bajo pena de no ser admitida después. Se ha planteado la duda acerca
desde qué momento se cuenta este plazo y hay quienes han sostenido que al no exigir
la ley que el ejecutante se desista de su acción, como ocurre en el caso anterior, no
obstante haber sido rechazada su demanda ejecutiva o haberse acogido las
excepciones puede continuar a la 2ª instancia y la conclusión de acuerdo con este
planteamiento es que el plazo de 15 días se cuenta desde que se le notifique el
“cúmplase” de la resolución emanada del tribunal superior (el decreto que manda a
cumplir la sentencia siempre lo dicta el tribunal a quo en virtud de la regla de la
ejecución). Los que adhieren a esta teoría fundamentan sus argumentos en que el
ejecutado podría oponer la excepción de litis pendencia si el ejecutante inicia el juicio
151
ordinario y, por lo demás, la sentencia definitiva de 1ª instancia puede revocar o
modificar y no existir ya la necesidad de entablar un juicio ordinario.
Además, el mismo artículo contempla la facultad del ejecutado para pedir (siempre
debería ocurrir) que no se haga pago al acreedor en tanto éste no rinda caución para
garantizar las resultas del juicio ordinario. En estas condiciones el tribunal debe
conceder la reserva de derechos, debe acceder a la exigencia de la caución y fijar su
monto, pero ello sin perjuicio de dictar sentencia, la cual va a ser siempre condenatoria
y podrá ser de remate o de pago dependiendo de la naturaleza de los bienes sobre los
cuales se haya trabado el embargo. En virtud de lo señalado en el artículo 474 el
ejecutado a quien se le ha concedido la reserva de derechos debe cumplir con la
carga de iniciar de inmediato, dentro de los 15 días siguientes, el juicio ordinario
correspondiente, que es donde va a tener el tiempo para recabar la documentación, y
si no da cumplimiento oportuno a esa exigencia de la ley se le aplican como sanción la
ejecución de la sentencia sin previa caución si es que todavía no se hubiere rendido, o
bien, quedará cancelada ipso facto a esta caución si ya se hubiere rendido. *Acá se
presenta el mismo problema de la reserva de acción en cuanto al momento desde que
se cuenta el plazo: desde la notificación de la sentencia definitiva o desde la
notificación del cúmplase de la sentencia definitiva una vez fallados los recursos.
152
está en el deber de pronunciarse sobre la petición subsidiaria de reserva de derechos
que no fue resuelta por los fallos recurridos, y de no hacerlo la resolución del tribunal
ad quem sería nula, ya que omitiría la decisión del asunto controvertido (art. 170 Nº 6º,
208 y 768 Nº 5º -todo esto hay que tener presente cuando se prepare un recurso de
casación en la forma-).
La regla es que, *a pesar que no hay norma expresa*, la sentencia definitiva recaída
en el juicio ejecutivo produce cosa juzgada en otro juicio ejecutivo, regla que
reconoce su excepción en la renovación de la acción ejecutiva, pues permite que una
acción ejecutiva que ha sido rechazada por el tribunal, no obstará a que el actor
pueda, bajo las condiciones del artículo 477, ejercer nuevamente la acción
ejecutiva e incluso la misma acción, o sea, el juicio ejecutivo que ha quedado
afinado con la sentencia definitiva ejecutoriada que rechazó la acción ejecutiva puede
volver a iniciarse corrigiendo los defectos que motivaron el rechazo.
El artículo 477 señala las causales por las cuales se admite la renovación de la acción
ejecutiva, pues no cualquier demanda ejecutiva rechazada puede volver a intentarse,
siendo cuatro causales: incompetencia del tribunal, incapacidad, ineptitud del
libelo y falta de oportunidad en la ejecución. Respecto a las tres primeras causales,
ellas corresponden a las excepciones calificadas por el Código como dilatorias. Si bien
el artículo 303 contempla seis numerales de excepciones dilatorias, el Nº 6º se
descarta por tratarse de una norma genérica, el beneficio de excusión porque si bien
se trata como una dilatoria por su naturaleza hay que reconocerle un carácter de
perentoria y la litis pendencia porque ya se ha comprobado que hay otro juicio
pendiente. Se da esta situación por la estructura del juicio ejecutivo, ya que en el juicio
ordinario antes de tratar la cuestión de fondo se discute sobre la corrección del
procedimiento a través de la oposición de las excepciones dilatorias y sólo una vez
resueltos estos temas puede continuarse con el procedimiento o iniciarse uno nuevo
(sólo la ineptitud del libelo permite continuar el mismo procedimiento); en cambio, en el
juicio ejecutivo no existe una etapa previa en que se opongan y fallen las excepciones
dilatorias, pues el artículo 465 establece que todas las excepciones deben oponerse
en el mismo escrito y se pronuncia la sentencia después de haberse tramitado todo el
juicio, salvo respecto de la excepción de incompetencia, ya que es el único caso en
que se le permite al tribunal un pronunciamiento inmediato (sucede que se tramitó
completo lo correspondiente al cuaderno ejecutivo, se llegó a la sentencia, ésta acogió
alguna de las excepciones señaladas y no hubo un pronunciamiento sobre el fondo de
la acción ejecutiva, no se desechó ésta por una razón derivada de una excepción
perentoria). Al respecto, Hugo Pereira Anabalón en su obra “La cosa juzgada formal en
el juicio civil chileno” trata el tema de la cosa juzgada en el juicio ejecutivo y postula
que este caso no sería una excepción al efecto de cosa juzgada porque no hubo un
pronunciamiento sobre el fondo del asunto, sobre la procedencia de la ejecución, ya
que lo que fundamentó el rechazo fue un asunto formal.
153
la que ha entrado a determinar su contenido para hacerla equivalente a excepciones
que haya hecho valer el ejecutado y que haya servido de fundamento para rechazar la
acción ejecutiva.
a. Recurso de apelación. Atendido que el artículo 465 dispone que todas las
excepciones deben ser opuestas en un mismo escrito, el ejecutado no puede oponer
en la 2a instancia las excepciones anómalas, pues no es aplicable al juicio ejecutivo el
artículo 310 del C.P.C. (el artículo 465 guarda congruencia con el espíritu del legislador
en orden a diseñar un procedimiento que impida que el ejecutado entorpezca el
avance del juicio).
En cuanto a sus efectos, hay que distinguir:
154
dinero o especie o cuerpo cierto debida al ejecutante. Por ello, el artículo 475 adopta
una precaución y no se aplica rigurosamente el artículo 194 Nº 1 y si el ejecutante
quiere obtener el cumplimiento de la sentencia de pago debe caucionar las resultas del
recurso y en el evento que se acoja el recurso de apelación del ejecutado va a estar
en condiciones de restituir la especie o cuerpo cierto debida o el dinero.
Sentencia de remate. El artículo 481dispone que notificada que sea la sentencia de
remate se procederá a la venta de los bienes embargados y, por lo tanto, se podría
decir que se aplica con rigor el artículo 194 Nº 1 en el sentido que la apelación se
concede en el solo efecto devolutivo y puede ser cumplida, pero este cumplimiento de
la sentencia es parcial, porque este artículo hay que concordarlo con el artículo 509
inciso 2º del C.P.C. conforme al cual una vez rematado los bienes el tribunal no puede
hacer entrega del dinero producto del remate al ejecutante mientras éste no rinda
caución del resultado de la apelación, suponiendo que a esas alturas todavía este
pendiente el recurso.
EL EMBARGO.
El embargo produce efectos que son similares a una medida precautoria, siendo la
gran diferencia que las medidas precautorias están destinadas a asegurar el resultado
incierto de un juicio, pues no se sabe en que va a terminar ese juicio (están destinadas
a dar garantías en el evento que el resultado sea favorable); en cambio, en la
ejecución no hay tal incertidumbre sobre la existencia de la obligación que la
fundamenta.
Bienes susceptibles de embargo. La regla general es que pueden embargarse todos
los bienes del deudor, cualquiera sea su naturaleza, lo que es expresión del derecho
de garantía general que tiene el acreedor sobre los bienes del deudor e incluso el
artículo 2465 del C.C. señala que son embargables los bienes futuros que éste
155
adquiera y se incorporen a su patrimonio, pues por esta garantía el patrimonio no
queda inmovilizado y puede ser objeto de actos de disposición y de administración por
parte del deudor.
Por excepción, la ley declara bienes inembargables en el artículo 445 del C.P.C., el
1618 del C.C. y en leyes especiales. La idea de la inembargabilidad supone que el
legislador estima por diversas razones (sociales, políticas, de conveniencia del fisco o
humanitarias) que determinados bienes no deben ser embargados. El artículo 445
considera una gran cantidad de bienes que por su característica no se pueden
embargar, que van a depender del tipo de deudor que se trata, a diferencia del artículo
1618, pero como es posterior el artículo 445 opera una sustitución y tiene preferencia
en su aplicación.
a. Es renunciable. Esto por aplicación del artículo 12 del C.C., ya que se trata de un
derecho a favor del deudor. Sin embargo, la jurisprudencia ha establecido que hay
ciertos bienes que la ley declara inembargables respecto de los cuales el deudor no
puede renunciar a su inembargabilidad, que viene a ser absoluta, ya que son bienes
cuya enajenación puede afectar derechos o intereses que exceden el interés personal
del deudor. Por ejemplo:
El Nº 7 del artículo 445 declara inembargables las sumas que se paguen a los
empresarios de obras públicas durante la ejecución de los trabajos, ya que eso
significaría que se paralizara la obra, lo cual afectaría el interés que tiene el Eº en
construir esta obra pública y, por eso, se permite que el tercero afectado, que es este
caso es el MOP, pueda reclamar y pedir al tribunal que impida el embargo de estos
bienes públicos, ya que en la práctica podría ser fácil que el deudor se coludiera con
un tercero para que lo demandara y lograra embargar esos bienes.
El Nº 8 del artículo 445 declara inembargables los bienes inmuebles que ocupa el
deudor como vivienda de bajo costo de carácter social, siendo el fundamento de orden
social, ya se trata de personas que tienen escasos recursos y si se les embarga dicho
bien quedarían desprovista de vivienda. Pero, este mismo número agrega que dicha
inembargabilidad no regirá para los bienes raíces respecto de los juicios en que sean
parte el fisco, las Cajas de Previsión y demás organismos regidos por la Ley del
MINVU.
156
i. Un bien que ha sido legalmente embargado no pierde esta condición por el hecho de
que una ley posterior lo declare inembargable. Puede suceder que al momento de
trabarse el embargo ese bien sea embargable y antes de que se remate se dicta una
ley que declare que ese bien es inembargable, pero hay un derecho adquirido por
parte del acreedor desde el momento en que se traba en embargo, en el sentido que
ese bien se saque a remate, el cual no puede ser expropiado
ii. Un bien no podrá embargarse si antes de trabarse el embargo se dicta una ley que
lo declara inembargable. Por ejemplo: el acreedor señala para trabar el embargo la
firmadora Samsung del deudor en su demanda, el tribunal da curso la demanda, se
confecciona el mandamiento de ejecución y embargo, pero se dicta una ley que
declara inembargables las firmadoras marca Samsung antes de que se trabe el
embargo. No se podrá embargar porque aún cuando el tribunal hubiere declarado ese
embargo lo único que había era una mera expectativa del acreedor que no se había
perfeccionado.
La inembargabilidad constituye un privilegio y si se trabara embargo sobre algún bien
inembargable el ejecutado puede solicitar el alzamiento del embargo por vía incidental
a texto expreso (art. 519 inc. 2º), o sea, no tiene ningún sentido ni efecto que el
acreedor señale estos bienes. Además, puede darse que se embarguen bienes que no
sean del deudor, sino de un tercero. En uno u otro caso, sea que el deudor reclame
que se están embargando bienes que son inembargables o aparece un tercero que
diga que son de él los bienes, lo único que debe hacer el ministro de fe es dar
constancia en el certificado que ha procedido al requerimiento y no se ha pagado, que
ha procedido al embargo y que ha hecho el inventario de los bienes y dirá que el
deudor ha reclamado que determinado bien es inembargable, pues en principio el
ministro de fe no tiene facultad para resolver esto, esto es una cuestión en la que
puede haber un pequeño contencioso, aunque también depende del criterio y
conocimiento jurídico del ministro de fe. Por ejemplo: debe saber que no puede
embargar un uniforme militar, caso en el cual deberá informar al abogado que no pudo
embargar nada.
Clases.
i. Depositario provisional. Es aquel que se designa por el tribunal en el mandamiento
de ejecución y embargo a petición del acreedor en su demanda ejecutiva. Dura
mientras no sea designado un depositario definitivo y por circunstancias de hecho
suele ser el depositario definitivo.
ii. Depositario definitivo. Es aquel que designan las partes en una audiencia verbal a la
que cita el tribunal para dicho efecto. Se designa básicamente cuando se trata de
buscar a una persona idónea para la administración de bienes que pueden tener cierta
complejidad en su cuidado y administración, se trata de buscar un depositario que
cumpla las condiciones de experiencia.
157
Cuando los bienes embargados se encuentran ubicados en diversos territorios y su
administración requiere la presencia y cuidado permanente del depositario y no le sea
posible a uno solo atender sus requerimientos.
Cuando los bienes embargados sean de diferente naturaleza y se precisa de
requerimientos específicos de experiencia de parte del depositario para hacerse cargo
de ellos.
Facultades del depositario. Por regla general el depositario tiene las facultades
propias del mandatario, las que están contempladas en el artículo 2132 del C.C.: Tiene
que cumplir ciertas tareas y responsabilidades en relación a la administración de los
bienes. Por ejemplo: el C.C. habla de pagar deudas, cobrar créditos, perseguir en
juicio a deudores e interrumpir prescripciones. Puede disponer el traslado de bienes a
un lugar que le parezca más conveniente para el cuidado y administración, a menos
que el deudor caucione la conservación de los bienes en el lugar en que se
encontraban antes de la traba del embargo (ver art. 479). Si hay fondo líquidos que se
hayan llegado a favor del depositario en virtud del embargo, como rentas de
arrendamiento o rentas producto de alguna enajenación anticipada de los bienes
embargados, debe depositarlos o consignarlos en la cuenta corriente del tribunal. No
tiene facultades de disposición de los bienes, sino de mero administrador, o sea,
resguarda la integridad material y jurídica de los bienes, teniendo facultades de
disposición sólo cuando el tribunal lo ha dispuesto y se ha dictado sentencia definitiva.
Sin embargo, hay circunstancias que aconsejan de manera anticipada enajenar los
bienes, lo que ocurre cuando se trata de bienes muebles sujetos a corrupción o pronto
deterioro o cuya conservación fuese difícil o muy dispendiosa, debiendo el depositario
pedir autorización al
tribunal, el que se la otorgará bajo la sola condición que la venta sea hecha la mejor
precio que se pueda obtener. Por ejemplo: si se ha embargado dos toneladas de
pescado, éstas están sujetos a pronto corrupción o deterioro y como las partes no van
a querer que se destruyan van a proceder a su enajenación.
a. Sentencia de pago. Por regla general se cumple una vez que se encuentra
ejecutoriada la sentencia definitiva y el cumplimiento se efectúa ordenándose pago al
acreedor con el dinero embargado (después de hecho la liquidación del crédito y el
pago de las costas) o la entrega de la especie o cuerpo cierto (arts. 510 a 512 C.P.C.).
158
Sin embargo, por excepción se cumple no obstante no encontrarse ejecutoriada
cuando ha sido objeto de un recurso de apelación por el ejecutado y el ejecutante a
solicitud del primero ha rendido fianza de resultas y cuando ha sido recurrida de
casación por el ejecutado (la diferencia entre el recurso de apelación y el recurso de
casación se debe a que el recurso de casación no suspende la ejecución de la
sentencia, desde luego en ambos casos este cumplimiento estará condicionado, ya
que lo que el ejecutante hubiere percibido como pago siempre va a estar supeditado al
resultado del recurso, porque si el recurso es favorable al recurrente (al ejecutado),
tendrá que restituirse lo que corresponda que haya sido entregado al ejecutante.
Esta actividad está regulada y son personas que están investidas de una potestad
especifica regulada por una ley especial que los autoriza a despeñarse como tales y
son los encargados de hacer los llamados remates voluntarios y llevar a cabo los
remates judiciales, es decir, por orden judicial.
2º Venta forzada. Y los bienes que pueden ser rematados en una ejecución producto
de una orden judicial que se denomina la venta forzada.
Los bienes muebles susceptible de venderse por un martillero público son todos
aquellos que se venden al mejor postor y no requieren de tasación previa,
independientemente de que el propio martillero pueda ponerle un precio mínimo a
partir del cual puede iniciarse las posturas de las personas que concurren al remate,
pero eso también es relativo, porque si no hay interesados el martillero tendrá que
reducir el mínimo que ha dispuesto para iniciar las posturas.
159
ii. Realización de los bienes que requieren tasación previa. El artículo 485 señala que
los demás bienes no comprendidos en los tres artículos anteriores, que
fundamentalmente son bienes raíces, se tasarán y venderán en remate público ante el
tribunal que conoce de la ejecución o ante el tribunal dentro de cuya jurisdicción estén
situados los bienes cuando así lo resuelva a solicitud de partes y por motivos
fundados, siendo esto último por una razón práctica. No siempre los inmuebles sobre
los cuales ha recaído el embargo se encuentran ubicados en el mismo territorio
jurisdiccional del tribunal que conoce de la causa. Si lo hace el mismo tribunal en
definitiva quien actúa como martillero es el juez, que es el que dirige este acto de
remate, ante él cual concurren los interesados del remate del bien raíz, y es él el que
dirige las posturas y finalmente adjudica el bien raíz a quien haya hecho la mejor
postura.
Hay ciertos tipos de bienes que quedan en una zona gris y no queda claro si se aplica
respecto de ellos las reglas que dicen relación sobre los bienes que no requieren
tasación previa o las reglas de los bienes que requieren de tasación previa, como los
derechos que se tienen en una sociedad. Un tema que se ha planteado, pero que
ahora no tiene tanta relevancia, es respecto de las líneas telefónicas fijas. Los
dominios de Internet o sitios de Internet son ciertos tipos de bienes q no están
absolutamente calificados y no se sabe cual es el estatuto que se les aplica.
En uso de la citación, el ejecutado puede pedir que se haga una nueva tasación, pues
al ejecutado le interesa que los bienes que se han embargado y que van a salir a
remate tengan el valor mas alto posible y pueda pagar la deuda e idealmente quede
algún remanente a su favor, sin perjuicio que al acreedor le pueda interesar también.
La nueva tasación será realizada por peritos nombrados en la forma que dispone el
artículo 414 (se refiere al proceso de nombramiento de un perito, pues los peritos se
nombran en una audiencia que cita el tribunal para que las partes de pongan de
acuerdo sobre las características del perito y su nombre, normalmente estas
audiencias no se llevan a efecto porque no asiste una de las partes o ambas y termina
160
el tribunal designándolo), haciéndose el nombramiento en la audiencia del segundo
día hábil después de notificada la sentencia sin necesidad de nueva notificación.
Puesta en conocimiento de las partes la tasación hecha por peritos, éstas tendrán el
término de 3 días para impugnarla. De la impugnación hecha por una parte se dará
traslado a la otra por el mismo término. Transcurridos dichos plazos el tribunal
resolverá las impugnaciones efectuadas por las partes en alguna de las tres maneras
siguientes, siendo todas estas resoluciones o decisiones inapelables:
i. Rechazar la impugnación. Si el tribunal estima que no está debidamente fundada o
si hay un ánimo dilatorio o no tiene fundamentos, rechaza la impugnación y confirma el
valor fijado por el perito.
ii. Mandar a que se rectifique la tasación por el mismo perito o por otro. En este caso,
expresará el juez los puntos sobre los cuales debe recaer la rectificación. Una vez
practicada la rectificación se tendrá por aprobada sin aceptarse nuevos reclamos (art.
487 C.P.C.).
iii. Que el propio tribunal fije o aplique lo que el Código denomina el justiprecio o justo
precio de los bienes.
Determinación o fijación de las bases del remate (art. 491 C.P.C.). Son el conjunto
de condiciones que conforman la oferta de venta del bien embargado, o sea, bajo las
cuales se ofrece a subasta pública el objeto o bien que se trata de rematar. Por
ejemplo: Individualizar el inmueble. Su ubicación. Sus deslindes. La superficie.
Toda persona que se presenta a una subasta tiene que rendir una caución previa para
garantizar la seriedad de su participación. En el evento en que sea el adjudicado del
inmueble, esta persona va cumplir con su compromiso de comprar y se produce una
suerte de promesa de compra y, por eso, es necesario rendir una caución y se deja
constancia también de quien se hace cargo de las deudas que pueda tener el
inmueble: contribuciones, derechos de agua, gastos comunes o gastos de consumo
(luz, agua, telefonía).
No se admitirá postura que baje de los 2/3 de la tasación. Por ejemplo: si el inmueble
fue tasado en 100, el tribunal podría fijar como mínimo para la subasta 75. Con todo, si
las partes estuvieran de acuerdo ese mínimo podría ser inferior, bajándose más de los
2/3 pudiendo llegar a 70 ó 60 según el caso.
El precio debe pagarse de contado. No se puede fijar una modalidad distinta del pago
del precio.
Todo postor debe rendir caución calificada por el tribunal equivalente al 10% del valor
del bien a rematarse (art 494 C.P.C.). Cuando se habla de caución, también puede
consistir en dinero efectivo, q ese porcentaje (10%) o el monto que se fije como
caución, se consigna en el tribunal en efectivo o directamente en la Cta. corriente del
161
tribunal o mediante un vale vista, o ya se pueden establecer otras formas de caución
como podría ser un cheque o una letra, que se entregue en el acto mismo al juez.
Fijación de la fecha y hora del remate (art. 488). Aprobada la tasación se señalara
día y hora para la subasta. Aún cuando el citado artículo no lo dice, además de la
tasación deben encontrarse aprobadas las bases para el remate y el lugar cuando
corresponda en que se va a llevar a efecto la subasta.
Publicidad del remate (art. 489). Con el objeto de dejar constancia que se han hecho
las publicaciones legales es conveniente solicitar que el secretario del tribunal
certifique tal hecho en el expediente, lo que se hará recortando del diario la publicación
respectiva.
Es importante tanto para la validez del remate, recordar que son actuaciones judiciales
y procesales de modo que hay que observar las formalidades que establece la ley
para la validez de los actos, pero también tiene particular relevancia por que es una
oferta de venta, o sea, a cualquier vendedor le interesa que la comunidad se entere de
que esta haciendo una oferta para el efecto de que hayan la mayor cantidad de
interesados posibles porque hay mayor probabilidad de que se obtenga un mejor
precio.
El Código establece que los avisos son redactados por el Secretario, pero lo cierto es
que los avisos, su texto, los prepara el propio ejecutante, pero deben llevar el visto
bueno, el timbre y la firma del Secretario para llevarlos al diario para su publicación.
En el contenido del aviso deben contenerse los datos necesarios para la identificación
del bien que se trata de rematar, y las condiciones de la subasta: si el pago será la
contado.
En el aviso tiene que estar claramente especificado el proceso en el cual se esta
ordenando el remate: debe identificarse el nombre de las partes, rol del proceso,
nombre del tribunal ante el cual se esta llevando el juicio, por que esto permite a los
interesados, y es lo que corresponde y lo que conviene, lo que responsablemente
debería hacer cualquier persona que este interesada en un remate, es ir haber y
examinar el proceso haciendo un estudio de títulos porque pueden haber problemas
de vicios de procedimiento que haga que en definitiva el remate sea anulable según
las circunstancias.
162
Para estos efectos se hace aplicable el artículo 2428 del C.C. que establece como
regla general que la hipoteca da al acreedor el derecho de perseguir la finca
hipotecada, sea quien fuere el que la posea y a cualquier título que la haya adquirido,
que es lo que se denomina derecho de persecución del acreedor hipotecario,
salvo que se haya producido la purga de la hipoteca, pues ello no tendrá lugar
contra el tercero que haya adquirido la finca hipotecada en pública subasta
ordenada por el juez, pero agrega que para que esta excepción surta efecto a
favor del tercero deberá hacerse la subasta con citación personal, en el término
de emplazamiento, de los acreedores que tengan constituidas hipotecas sobre
la misma finca; los cuales serán cubiertos sobre el precio del remate en el orden
que corresponda, siendo esto lo que se denomina la purga de la hipoteca.
Hay otro tema que se refiere esta disposición artículo 2428 del C.C. habla que a los
acreedores hipotecarios deberá citárseles personalmente dentro del termino de
emplazamiento, esto significa que los acreedores hipotecarios, a quienes se les
notifica la próxima subasta, hay que notificarlos con alguna anticipación igual a lo
menos o superior al termino de emplazamiento por tanto ahí el acreedor, tratando de
163
ponerse de acuerdo con el tribunal debe fijar una fecha para que le den tiempo
suficiente como para ubicar a los acreedores hipotecarios y notificarlos con la debida
antelación porque si no es así hay que pedir una postergación de la fecha del remate
de manera que entre las fechas en que debe llevarse a efecto la subasta y la fecha en
que se practico la notificación haya transcurrido el termino de emplazamiento. Pero la
discusión que se ha planteado es:
Que el inmueble se venda en pública subasta ordenada por el juez. Debe tratarse de
una venta forzada hecha por intermedio de la justicia, con lo cual se excluye la venta
voluntaria en remate público.
Que los acreedores hipotecarios hayan sido citados personalmente. La ley no ha dicho
nada del término de emplazamiento, así que será el término de emplazamiento para
contestar la demanda en juicio ordinario por aplicación del artículo 3.
El artículo 2428 del C.C. establece la regla general de que la subasta realizada con
citación personal de los acreedores hipotecarios de grado posterior con uno de grado
preferente produce siempre la extinción de las hipotecas. Por su parte, el artículo 492
establece la excepción de que si la subasta es solicitada por un acreedor de grado
posterior el o los acreedores de grado preferente citados legalmente pueden optar
entre: Exigir el pago de su crédito sobre el precio del remate según sus grados o
Conservar sus hipotecas sobre la finca subastada, pero siempre que sus créditos no
estuvieren devengados.
La autorización judicial por los acreedores en el caso del artículo 1464 Nº 3 del
C.C. Autorización previa, anterior al remate, esto es bastante importante porque el
1464 establece que hay objeto ilícito en la enajenación sin la previa autorización y
seria una causal de nulidad absoluta, y por tanto no es factible de sanearse.
Hood también agrega como formalidades eventuales del remate:
a. Caso en que la finca por falta de postores sea adjudicada al primer acreedor
hipotecario. Si el ejecutante es el primer acreedor hipotecario y pide que se le
adjudique la finca hipotecada se extinguen las hipotecas posteriores, siempre que se
hayan citados a los acreedores posteriores, incluso a la adjudicación de la misma. Si el
precio de la adjudicación excede el valor de su crédito, deberá consignar el exceso a
fin de que se pague a los acreedores hipotecarios posteriores. Si el ejecutante fuere
un acreedor de grado posterior, o bien, un acreedor común, sólo tiene derecho a pedir
la adjudicación del bien si el precio de esta excede el valor de los créditos preferentes.
b. Caso en que sólo existe una hipoteca sobre el bien embargado. Es frecuente
que en la práctica se contemple en las bases del remate la competencia que el
subastador se haga cargo de la hipoteca.
c. Caso en que existan otros embargos sobre los bienes que van a rematarse.
Para poder realizar el bien embargado se requiere de la autorización del juez que
decretó ese embargo y, para ello, el tribunal de la adjudicación le dirigirá el
164
correspondiente oficio y el tribunal requerido dará la autorización previa citación del
otro ejecutante. También la autorización puede ser dada por el acreedor embargante.
En esta situación la ley no exige formalidades especiales, pero tal autorización debe
constar en el proceso.
d. Caso en que exista una medida precautoria sobre el bien que trata de
embargarse. La jurisprudencia ha equiparado a lo menos en este aspecto al embargo
con las medidas precautorias, de modo que si ellas existen y se encuentran inscritas
debe solicitarse la misma autorización.
Trámites finales del juicio ejecutivo. Se han agotado los tramites relativos al remate,
desde luego el subastador debe consignar el monto de la venta posteriormente debe
liquidarse el crédito, significa un trabajo que debe hacer el secretario, calcular el
capital demandado, agregarse los intereses, reajustes y debe calcularse las costas
tanto procesales como personales. Se debe incorporar la cuenta del depositario y tuna
vez calculado esto si queda algo de dinero se le paga al acreedor.
LAS TERCERÍAS.
En el juicio ejecutivo se produce una situación especial con las tercerías porque el
Código desde el artículo 518 contempla tercerías específicas que pueden ser
alegadas en el juicio ejecutivo. Al respecto, el artículo 518 enuncia cuatro casos y en
los artículos 519 y 520 se refiere a otras situaciones que el Código señaló que serán
tratadas también como tercerías (Hood señala que en el juicio ejecutivo sólo proceden
las tercerías mencionadas en el artículo 518, pues el 519 habla del “derecho del
comunero” y el 520 de “otros derechos”).
165
igualmente pueden encontrarse ante estas situaciones que motiven su intervención en
el juicio.
Las de prelación y pago. No se vinculan con los bienes embargados, sino con la
concurrencia preferente o concurrente en el pago del crédito que está siendo
cobrado en el juicio ejecutivo, es decir, son terceros que también son acreedores del
ejecutado.
Quienes opinan que se trata de un juicio distinto al juicio ejecutivo argumentan que:
166
pero no por ello significa que se esté introduciendo un procedimiento distinto, sino
forma parte o es una incidencia.
La opinión dominante en este sentido es que las tercerías en el juicio ejecutivo son
incidentes y se tratan como tales, sin perjuicio de que respecto de algunos aspectos,
como la forma en que se notifique la interposición de la tercería (llámese demanda,
resolución o incidencia) puede ser de una forma especial en que tribunal disponga, es
decir, que por una razón de seguridad y certeza respecto de la tercería los tribunales
dispongan que la resolución que recae en esta demanda de tercería sea practicada la
notificación en forma personal o por cédula, lo que no le quita el carácter de incidencia
de la tercería.
CLASIFICACIÓN.
Objeto. Conseguir el reconociendo del tribunal de la propiedad del tercerista sobre los
bienes que reclama de su dominio y que se ordene el alzamiento del embargo, a lo
menos respecto de esos bienes.
Oportunidad (art. 518 Nº 1º). La condición para poder ejercer esta tercería es que ya
se hubiere trabado el embargo en el juicio ejecutivo. Por ejemplo: no podría quien
se afirma propietario interponer esta tercería frente al conocimiento de que el
ejecutante ha señalado en la demanda ejecutiva bienes que el tercerista considere que
son de su dominio. Esto es sin perjuicio de que en el acto mismo del embargo, ya sea
el deudor o el tercerista, le hagan presente al ministro de fe encargado de la diligencia
que determinados bienes de aquellos que están señalados para embargarse son de
dominio de un tercero y no del deudor, pudiendo el ministro de fe de hecho no
embargar esos bienes, o bien, embargarlos y limitarse a dejar constancia del reclamo
que se ha formulado por este tercero en cuanto a que esos bienes son de su
propiedad. En cuanto hasta cuándo se puede hacer valer esta tercería, la opinión
dominante es hasta antes del momento en que se ha producido la transferencia
de los bienes subastados al subastador. Por ejemplo: en el caso de un bien
inmueble hasta antes de su inscripción en el CBR. Sin embargo, hay algunas
sentencias que han señalado que se puede interponer hasta media hora antes de la
subasta (¿Por qué no 15 o 45 minutos?). Lo cierto es que siempre que el bien
subastado no haya salido jurídicamente del patrimonio del deudor el tercerista puede
interponer esta tercería, pues una vez enajenado los bienes sólo podría iniciar un juicio
ordinario ejerciendo una acción reivindicatoria en contra del subastador.
167
señala que puede el juez de oficio no dar curso a la demanda que no contenga las
menciones expresadas en los tres primeros números del artículo 254, expresando el
defecto de que adolece y de ahí viene el tema de las excepciones dilatorias; en
cambio, en el artículo 523 no se hace ninguna diferencia entre las menciones, lo cual
tiene que ver con que no se entorpezca la marcha del juicio.
i. Cuaderno ejecutivo. Como todas las tercerías no produce ningún efecto (art. 522),
en el sentido que no suspende la tramitación del procedimiento ejecutivo, ya que al
tercerista no le interesa la discusión que tengan ejecutante y ejecutado respecto de la
procedencia de la ejecución, pues cualquiera que sea el resultado del juicio ejecutivo
lo único que le importa es que los bienes que reclama de su dominio no sean
afectados por la ejecución, independientemente de que desde luego el interés el
ejecutante podría ser que se rechace la tercería, pero no para que se acojan o no las
excepciones, sino para tener un patrimonio donde hacer efectiva la sentencia si se
acoge la demanda ejecutiva.
ii. Cuaderno de apremio o embargo. La ley hace un distinción entre el caso en que
(art. 523):
168
tampoco se le puede exigir al tercerista para obtener la suspensión del procedimiento
de apremio que en ese instrumento se contenga con toda certeza la prueba del
dominio de los bienes cuyo dominio reclama y que son objeto de la tercería, porque
eso sería exigirle demasiado ya que para eso el legislador contempla este
procedimiento ordinario dentro del cual se va discutir acerca del dominio o no del
tercerista sobre los bienes embargados. Por ejemplo: puede tratarse de una promesa
de compraventa que en ese momento el tercerista presenta respecto del bien
embargado haciendo presente que en ese instante no tiene todavía en su poder la
escritura o la copia de la escritura de inscripción del dominio, pero ya hay un principio
de prueba que justifica que este tercerista tenga título como para reclamar el dominio
de este bien. En síntesis, en cuanto al cuaderno de apremio en principio no produce
ningún efecto, salvo que acompañe un fundamento en un instrumento público que
puede haber sido otorgado con anterioridad a la presentación de la demanda.
Introducción. Es la que con mayor frecuencia se ejerce en los juicios ejecutivos. Sin
embargo, originalmente esta tercería no estaba contemplada en el Código, ya que el
artículo 518 sólo consideraba a las otras tres, pero la fuerza de los hechos llevó a que
por muchos años fuera acogida sobre la base de decisiones jurisprudenciales. Recién
vino a incorporarse con la Ley Nº 18.705, de 24 de mayo de 1988, ley que produjo
varias modificaciones al Código.
169
Oportunidad. Igual que la tercería de dominio.
i. Cuaderno principal. No produce ningún efecto (art. 522), esto por los mismos
argumentos.
Tercería parcial. El artículo 526 contempla lo que se llama tercería parcial, pues
dispone que “Si se han embargado o se embargan bienes no comprendidos en la
tercería, seguirá sin restricción alguna respecto de ellos el procedimiento de apremio”.
Esta disposición es aplicable a la tercería de dominio y posesión, pues puede que
entre los bienes embargados halla bienes que no se encuentran dentro de la esfera
del tercerista, es decir, que el tercerista reclame el dominio o posesión sólo sobre
algunos bienes que han sido embargados,
170
ordenamiento jurídico: el privilegio y la hipoteca, todo lo cual esta regulado por los
artículos 2465 y siguientes del C.C. De acuerdo con esto se pretende con esta tercería
permitir que el tribunal reconozca el derecho del tercerista a recibir la satisfacción de
su crédito, aun en perjuicio de la satisfacción del crédito del ejecutante, quien tomó la
iniciativa para iniciar y exigir el cumplimiento de la obligación del deudor y se puede
llegar al extremo de que el ejecutante se vea impedido de satisfacer su crédito. *Debe
fundarse en un título ejecutivo (parte final art. 527).
i. Que acoja totalmente la tercería. Esto significa que el tribunal reconoce el derecho
del tercerista de exigir el pago de la obligación por parte del ejecutado y, a su vez,
171
reconoce el mejor derecho de obtener el pago a favor del tercero antes que el pago a
favor del ejecutante.
ii. Que acoja parcialmente la tercería. En el sentido que acoja la pretensión de pago de
la deuda dirigida en contra del ejecutado, pero no le reconozca al tercerista su mejor
derecho a obtener el pago preferente, lo que significa que ambos créditos quedan en
igualdad de condiciones y, por tanto, podrán concurrir al pago en proporción al monto
de sus respectivos créditos (no se reparten necesariamente la mitad).
iii. Que rechace la tercería. Esto significa que el tribunal no acoge la pretensión del
tercerista de obtener el cumplimiento de la obligación que reclama en contra del
deudor, desde luego ya no hay nada que hacer ni discutir el tema de la tercería.
Concepto y procedencia.
172
Tramitación y forma de hacer la tercería de pago. El tercerista tiene dos caminos
para concurrir con el ejecutante en el pago de su crédito:
ii. Iniciar un nuevo juicio ejecutivo. Si su demanda la interpone ante un tribunal diverso
podrá pedir que se dirija de oficio al que está conociendo de la primera ejecución para
que retenga de los bienes realizados la cuota que le corresponde (art. 528 inc. 1°).
Efectos.
i. Cuaderno ejecutivo. No tiene, al igual que las demás tercerías, ningún efecto en él.
ii. Cuaderno de embargo. No tiene ningún efecto en él, salvo que al momento de
estar en condiciones de pagar, de haberse subastado los bienes y estar a
disposición del tribunal para transferirlos al ejecutante, no se haya terminado
con la tramitación de la tercería, en cuyo caso el tribunal debe retener y suspender
el procedimiento de apremio hasta que culmine y se resuelva la tercería de pago.
Si se acoge y con el producto del remate no alcanza a cubrirse los créditos del
ejecutante y del tercerista, se distribuye dicho producto a prorrata de sus créditos (art.
527 C.P.C.). Si se rechaza la tercería se paga al ejecutante.
En definitiva y desde el punto de vista de los efectos de las tercerías, ninguna de ellas
produce el efecto de suspender el procedimiento principal o ejecutivo (art. 522) y por
regla general ninguna suspende la tramitación del cuaderno de apremio, sólo
excepcionalmente lo suspenden.
Derechos del tercerista de pago (art. 529). Puede solicitar la remoción del
depositario. Puede intervenir en la realización de los bienes como un coadyuvante.
Aún cuando el artículo 529 se refiere sólo al tercerista de pago, la jurisprudencia ha
dicho que estos derechos también le corresponden a los demás terceristas.
173
Introducción. La obligación de hacer es “aquella en que la prestación debida
consiste en la ejecución de un hecho” y el Código distingue entre aquellos casos en
que la ejecución o hecho debido consiste en: la celebración de un contrato o la
suscripción de un documento o la ejecución de un hecho material (Por ejemplo:
construcción de un puente o edificio, confección de un cuadro, derribar un muro, etc).
Son todas obligaciones de hacer, pero implican una condición distinta desde el punto
de vista de la consistencia de la prestación, siendo distinto el tratamiento que se le da
al procedimiento ejecutivo que verse sobre ellas.
Regulación o fuente legal. Título II del libro tercero del C.P.C., artículos 530 y
siguientes, normas que son de aplicación preferente por ser especiales para este tipo
de procedimiento, sin perjuicio de que se hacen aplacables supletoriamente las
normas del título I del libro tercero, siempre que no aparezcan modificadas por dichos
artículos.
174
así no fuere el juez actuará a su nombre (art. 532). Por ejemplo: promesa de
compraventa perfeccionada vigente, pero que el contrato prometido no se ha suscrito.
i. Cumplir con la obligación dentro del plazo. En este caso suscribe el documento y
deberá satisfacer las costas en que ha incurrido el acreedor (art. 490), terminando el
juicio.
iii. No decir nada (no opone excepciones). Se aplica el artículo 472 y se omite la
sentencia bastando con el mandamiento de ejecución para que la ejecución pueda
continuar y se haga efectivo el apercibimiento, lo que implica que el juez queda
habilitado para proceder a suscribir el documento a nombre o representación del
deudor.
-Una vez que la sentencia cause ejecutoria en los términos vistos en el caso del juicio
ejecutivo de la obligación de dar, es decir, si el ejecutado interpone recurso de
apelación podrá cumplirse esta sentencia tan pronto como el ejecutante rinda fianza
de resultas si el ejecutado así lo exige (art. 475). Y si se ha interpuesto recurso de
casación no suspende la ejecución del fallo y no es aplicable la posibilidad de que el
recurrente en la casación exija que se rinda caución o fianza de resultas cuando se
trata que la sentencia ha sido dictada en contra del demandado en el juicio ejecutivo,
art 773, no se aplica este artículo.
175
proceder a su nombre el juez que conozca del litigio, si, requerido aquél, no lo hace
dentro del plazo que le señale el tribunal.
i. Dar inicio a los trabajos que ha indicado el tribunal dentro del plazo. Se hace
aplicable la norma de pagar las costas.
ii. Oponer excepciones dentro de los plazos del artículo 464 y en la forma del artículo
465. El Código contempla una excepción adicional en el artículo 534 que consiste en
la imposibilidad absoluta de la ejecución actual de la obra debida. Por ejemplo: si
la obligación del deudor era la de pintar un cuadro y esta lesionado su brazo, esta
situación es imposible de cumplir actualmente la obligación. Si se oponen excepciones
en la forma señalada, el procedimiento es el mismo y la sentencia que se pronuncie
allí será una sentencia de pago, no de remate, y el pago consistirá en la ejecución de
la obra debida.
iii. Deudor no se defiende (no opone excepciones). Bastará el mandamiento para que
continúe el procedimiento de apremio conforme a las siguientes normas que se verán.
Art. 534. A más de las excepciones expresadas en el artículo 464, que sean aplicables
al procedimiento de que trata este Título, podrá oponer el deudor la de imposibilidad
absoluta para la ejecución actual de la obra debida.
- Ejecutar la obra por un tercero a costa del deudor. Esta la opción más recurrida y
si el acreedor opta por esta debe manifestar su opción por la ejecución de la obra a
través de un tercero, para cuyo efecto debe acompañar un presupuesto que de cuenta
del costo que tendrá la ejecución de esa obra. De este presupuesto el tribunal confiere
traslado al ejecutado y si éste nada dice dentro del plazo de 3 días se tendrá por
aprobado. Si objeta el presupuesto el tribunal dispondrá que sea definido o
determinado a través de un peritaje procedimiento a la forma que establecen los
artículos 486 y 487 de la tasación de los bienes que requieren de este trámite para ser
avaluados. Una vez establecido el presupuesto porque no hubo oposición por parte del
176
ejecutado o quedo firme el presupuesto a través del peritaje, el deudor queda obligado
a consignar los fondos a la orden del tribunal en la cuenta corriente del tribunal dentro
del plazo del tercer día a fin que sean transferidos al ejecutante para los gastos en que
se vayan a incurrir durante el desarrollo de los trabajos , no se trata de entregarle el
tribunal de una vez todos los dineros para el ejecutante, sino de a poco, dependiendo
del estado de avance de la obra. Pero, la opción mas común es que el deudor no
consigne los fondos fijados dentro del plazo establecido por la ley, en este caso se
dispondrá el embargo de los bienes en cantidad suficiente por el costo fijado en el
presupuesto (art. 541) y se procede de inmediato a su remate y no se admite una
nueva posibilidad de admitir discusión u oposición, se pasa de inmediato a la fase de
apremio. Si consigna los recursos existe la posibilidad de que estos pudieran agotarse,
lo cual es frecuente, el legislador se pone en esta hipótesis y el ejecutante podrá
solicitar el aumento de estos recursos justificando el error o cambio del presupuesto o
el hecho de haber sobrevenido circunstancias no previstas al momento de fijar el
presupuesto el tribunal. Se le solicita al ejecutado que consigne más fondos o de lo
contrario se le embargaran más bienes. El ejecutante debe dar cuenta de la inversión
de los recursos acompañando los antecedentes del caso. Se debe tener presente que
normalmente es un tercero quien realiza la obra y acreedor la dirige, pero controla la
inversión de los fondos que se destinen a la obra.
Art. 486. La tasación será la que figure en el rol de avalúos que esté vigente para los
efectos de la contribución de haberes, a menos que el ejecutado solicite que se haga
nueva tasación.
En este caso la tasación se practicará por peritos nombrados en la forma que dispone
el artículo 414, haciéndose el nombramiento en la audiencia del segundo día hábil
después de notificada la sentencia sin necesidad de nueva notificación.
Puesta en conocimiento de las partes la tasación, tendrán el término de tres días para
Si el tribunal manda rectificar la tasación, expresará los puntos sobre que deba recaer
la rectificación; y practicada ésta, se tendrá por aprobada, sin aceptarse nuevos
reclamos.
Art. 541. Si el deudor no consigna a la orden del tribunal los fondos decretados, se
procederá a embargarle y enajenar bienes suficientes para hacer la consignación, con
arreglo a lo establecido en el Título precedente, pero sin admitir excepciones para
oponerse a la ejecución.
- Apremio al deudor para el hecho Convenido. El art 542 dispone que pasa si el
acreedor no quiere o no puede hacerse cargo de la ejecución de la obra. De esta
manera, si el acreedor opta por la vía de los apremio, estos pueden consistir en
arresto hasta por 15 días susceptible de ser reiterados o consistir en multas, no es lo
frecuente porque normalmente el acreedor quiere que le cumplan la obligación y no le
interesa detener al deudor o que pague multas. Hoy tenemos lo que se conoce como
la renuencia a la prisión por deudas y consisten en que el juez no le dará lugar, si un
juez aplicara estas medidas le recaerá un recurso de amparo y este tendrá existo en
virtud de las normas del pacto de San José de costa rica y en virtud del art 5 de la
177
CPE. En todo caso, la condición para pedir la aplicación de apremios es que el
acreedor no haya optado ya por la otra vía.
Fuente legal. Al disponer el artículo 544 que las disposiciones que preceden se
aplicarán también a la obligación de no hacer, significa que el juicio ejecutivo en
obligación de no hacer se rige por: El título II del libro tercero del C.P.C., artículos 530
y siguientes, las que por ser normas especiales son de aplicación preferente. El
párrafo 1º del título I del libro tercero del C.P.C., artículo 434 a 478, siempre que su
normativa no aparezca en contradicción con los artículos mencionados anteriormente.
Particularmente, se refieren a este juicio: el artículo 1555 del C.C. y el artículo 544 del
C.P.C.
En suma, sólo puede hacerse valer por la vía ejecutiva la destrucción de la obra
siempre que tal destrucción pueda hacerse y sea necesaria, porque en los demás
casos la obligación se transforma en indemnizar perjuicios y es de lato conocimiento.
178
a. Requisitos generales o comunes a toda acción ejecutiva. Que la obligación
conste en un título ejecutivo. Que la obligación pueda transformarse en una obligación
de hacer o de destruir la obra echa. Por ejemplo: si se estipula una obligación por
haberse constituido un derecho de vista y una de las partes se obliga a no levantar un
edificio delante de su vecino, si se infringe la obligación puede destruirse lo que se
realizó; en cambio, si la obligación es de no difundir un secreto y lo doy a conocer, eso
no se puede destruir, no puedo evitar que se difunda, caso en el cual el cumplimiento
de esa obligación no va a poder exigirse por vía de ejecución forzada y lo que puede
hacer es demandar la indemnización de perjuicios correspondiente. Que la obligación
sea actualmente exigible. Que la acción ejecutiva no esté prescrita.
179
XIV. RECURSOS PROCESALES GENERALIDADES.
i. Recursos ordinarios. Son aquellos que la ley admite por regla general en contra de
toda clase de resoluciones judiciales y su causal genérica es el agravio, o sea, el
agravio en estos recursos es señalado generalmente por la ley. Por ejemplo:
reposición, apelación y aclaración, agregación o rectificación.
Concepto. Es “el medio que la ley concede a las partes para obtener del mismo
tribunal que dictó una sentencia definitiva o interlocutoria: que aclare los puntos
obscuros o dudosos (aclaración), salve omisiones (agregación) o rectifique los
errores de que adolezcan esas resoluciones (rectificación)”.
Este recurso es una excepción al desasimiento del tribunal, ya que en virtud de este
efecto de las resoluciones judiciales las sentencias definitivas y las sentencias
180
interlocutorias una vez notificadas a cualquiera de las partes no pueden ser
modificadas por el tribunal que las dictó.
El tribunal se encuentra limitado a esos objetivos, lo cual significa que no puede alterar
de modo substancial la decisión contenida en la sentencia. Por ejemplo: es posible
que en una sentencia definitiva en los considerandos resolutivos haya decidido acoger
una demanda de cobro de pesos por $500.000 y luego en la parte resolutiva del fallo
se colocan $50.000, hay un error porque lo que se le olvidó al magistrado fue un cero,
o bien, si se cambian los apellidos de los actores o de las partes por alguna mera
equivocación.
Tramitación y efectos. El tribunal podrá pronunciarse sobre ella sin más trámite o
darle tramitación incidental, esto es, suspender el proceso. El 183 faculta al tribunal
para suspender o no los tramites del juicio o la ejecución de la sentencia según la
naturaleza de la reclamación. La ley no indica plazo, lo cual es otra razón para
entender que esta petición no es un recurso, porque los recursos siempre tienen un
plazo. Por lo mismo, puede solicitarse esta solicitud en cualquier momento e incluso
después de que las sentencia esté firme porque se está limitando a aclarar los puntos
oscuros y dudosos, a salvar una misión o a rectificar un error, por lo cual no hay
impugnación propiamente tal (si calificamos a esta figura como un incidente no podría
formularse después de que la sentencia esté firme porque los incidente son una
cuestión accesoria al juicio y aquí el juicio ya se acabó y, por ello, hay un grupo de la
doctrina que dice que esto es una acción meramente declarativa autónoma y que
podría interponerse después de la firmeza de la resolución).
Que la sentencia a que se refiere dicho fallo sea apelable. Que la cosa aclarada,
agregada o rectificada admita apelación por su cuantía. El plazo para apelar no se
suspende por la interposición de la aclaración, agregación o rectificación.
Es “un recurso ordinario que se interpone ante el mismo tribunal que ha dictado
la resolución con el objeto de que modifique o revoque dicha resolución”.
Naturaleza jurídica. No se trata de un recurso procesal propiamente tal por dos
razones:
Es una característica de los recursos que ellos sean conocidos por un tribunal diverso
de aquel que dictó la resolución recurrida. Los artículos 181, 201, 202, 319, 320, que
se refieren a ella, no la denominan recurso y, es más, los artículos 181 y 320 hablan
de “solicitud de reposición”, aunque el artículo 432 inciso 2º, agregado por Ley Nº
18.882, alude al recurso de reposición.
181
RESOLUCIONES SUSCEPTIBLES DE REPOSICIÓN.
Resolución que declara inadmisible el recurso de apelación (art. 201). Resolución que
declara desierto el recurso de apelación (art. 201). Resolución que declara la
prescripción del recurso de apelación, siempre que se funde en un error de hecho (art.
212). La resolución que declara inadmisible un recurso de casación (art. 778 y 781
CPC). La resolución que cita a las partes para oír sentencia (acá está la duda acerca
de si se trata de una interlocutoria o es un decreto). En materia procesal penal, la
reposición procede contra de: autos, decretos y sentencias interlocutorias (art. 362
C.P.P.).
Reposición sin nuevos antecedentes u ordinaria, que es la regla general (art. 181 inc.
1º).
Cabe destacar que este recurso es siempre ordinario y a lo que se está refiriendo la
denominación anterior es si hay o no hay plazo, ya que estas clases de reposición se
diferencian en dos tipos de materias: en cuanto al plazo de interposición y en cuanto a
su tramitación. La ley no ha dicho que debe entenderse por nuevos antecedentes y,
por ello, la jurisprudencia de la CS ha dicho que son “todo hecho jurídico que no
estuvo en conocimiento del tribunal al momento de dictar su resolución”. Por
tanto, estamos hablando de un nuevo antecedente de hecho y no una nueva
argumentación jurídica.
Tramitación y efectos.
182
resolución que recibe la causa aprueba. Por su parte, Meneses señala que atendida
su naturaleza de recurso ordinario si suspende, pero hay que reconocer que estamos
en el terreno de lo opinable porque no hay norma que resuelva el problema, pero
como consejo práctico hay que pedirlo, ya que esto se da principalmente en las
medidas precautorias (“En lo principal: Reposición” “Otrosí: Suspensión del
procedimiento”.
Para finalizar se debe señalar que no cabe reposición contra la resolución que falla la
reposición, ya que si se admitiera reposición esto se transformaría en una discusión
interminable e incluso existe un aforismo que dice “no hay reposición de reposición”.
Conforme al artículo 186, que señala el objeto de este recurso, se sostiene que es
“aquel recurso ordinario que la ley concede a la parte que se siente agraviada por una
resolución judicial para solicitar al tribunal superior inmediato que la enmiende con
arreglo a derecho la resolución del tribunal inferior, ya sea modificándola o
revocándola, dictando al efecto la que considere más justa, con pleno conocimiento de
la cuestión controvertida.
Objeto (art. 186). Existe para permitir una revisión de una resolución judicial, tanto
en los aspectos de hecho como de derecho, ello con el objeto de obtener del
tribunal superior respectivo que enmiende, con arreglo a derecho, la resolución del
inferior, es decir, su fundamento no es otro que la necesidad de obtener un segundo
pronunciamiento sobre cuestiones de hecho y de derecho5. Además, si bien la
expresión “enmienda” pareciera significar que por medio del recurso el tribunal
superior sólo puede modificar o corregir, en todo o en parte, la resolución del tribunal
inferior, de las actas de la comisión que discutió el proyecto del Código se deduce que
también se puede revocar la resolución apelada y dictar una nueva (si el tribunal de
alzada rechaza el recurso lo que hace es confirmar la resolución apelada)
RESOLUCIONES APELABLES.
183
instancia es aquella que es susceptible de recurso de apelación. Por ejemplo: la ley
dice que los jueces de letras conocen en única instancia los asuntos civiles y
comerciales de menos de 10 UTM.
Legitimación. Para apelar se requiere ser parte, comprendiéndose tanto a las partes
directas como a los terceros que participan en el juicio (los terceros ajenos al juicio no
son parte).
Agravio. Para apelar se requiere que la resolución judicial contra la cual alguien se
pretende alzar lo haya perjudicado por haber negado, en todo o parte, lo solicitado.
Por ejemplo: la sentencia que da lugar a la demanda agravia al demandado; la que
acoge la demanda en parte perjudica a ambos a la vez. Por consiguiente, una
resolución que acoge en su integridad una pretensión o una defensa resulta
inapelable, ya que quien la interpone no ha sufrido perjuicio alguno.
184
ejemplo: en la resolución que recibe la causa a prueba la apelación tiene el carácter de
subsidiaria de la reposición y se debe interponer junto con ella dentro de tercero día8.
iii. Es de días. Se suspende durante los feriados, salvo que el tribunal disponga lo
contrario.
a. Por regla general debe interponerse por escrito. Hace excepción a este requisito
los procedimientos u actuaciones orales, casos en los cuales el recurso puede
interponerse verbalmente, pero siempre que se señalen los fundamentos de hecho y
de derecho y se formulen peticiones concretas, de todo lo cual deberá dejarse
constancia en el acta respectiva (en el escrito debe señalarse “que se conceda”). Por
ejemplo: las tachas se oponen verbalmente y pueden apelarse aún cuando sea en el
sólo efecto devolutivo.
Estos dos últimos requisitos forman parte del estudio de admisibilidad que debe
realizar el tribunal de alzada, pero existen dos excepciones: No es necesario que el
apelante formule peticiones concretas al interponer la apelación cuando ésta sea
subsidiaria de la reposición, siempre que el recurso de reposición cumpla con ambas
exigencias. No se requiere cumplir los requisitos mencionados en los procesos en que
las partes sin tener la calidad de letrados litigan personalmente y la ley faculta la
interposición verbal del recurso.
185
De esta forma, en nuestro sistema el tribunal a quem tiene competencia en virtud de
esta concesión e incluso la dictación y notificación de esta resolución forma parte del
emplazamiento en 2a instancia y dado como es un trámite esencial esto igual lo es y,
además, si el recurso no fue concedido la CA lo devuelve porque no tiene
competencia, no está emplazada. El recurso de apelación se interpone ante el mismo
tribunal que dictó la resolución recurrida y para ante el tribunal inmediatamente
superior en grado jerárquico, lo cual hace que exista tramitación en 1a instancia y en
2a instancia, claro que el recurso propiamente tal se ventila en el tribunal ad quem.
Según el artículo 198 quien debe remitir los autos al tribunal alzada es el tribunal a
quo. En nuestra práctica judicial se considera que la remisión del expediente es de
impulso procesal, de resorte del tribunal de 1ª instancia (a quo). Hay que relacionar
esto con la prescripción de la apelación. Por ejemplo: hoy día se concede una
apelación y no se remite y pasa 1, 2 o 3 meses y el expediente no se envía a la corte y
pedimos la prescripción de la apelación, caso en el cual no va a prosperar esa
apelación porque no es culpa del litigante, sino que es de impulso del tribunal. Que
todo buen apelante lo que debe hacer es presentar cada 10 días su escrito: pidiendo:
“Se remite el expediente”.
Una vez interpuesto el recurso de apelación el tribunal inferior tendrá que pronunciarse
sobre él, dictando una resolución concediéndolo o denegándolo, o sea, admitiéndolo a
no a tramitación. Conforme al artículo 201 el tribunal correspondiente debe efectuar un
control de admisibilidad del recurso y dado la amplitud de esto se entiende que el
tribunal correspondiente es tanto el tribunal a quo al momento de determinar si
concede o no el recurso como el tribunal ad quem al momento de efectuar el control
de admisibilidad, ya que en el primer caso la declaración de admisibilidad va implícita
al conceder el recurso.
ii. Dictará la resolución denegándolo cuando falte cualquiera de los citados requisitos.
Estas resoluciones deberá dictarlas de plano, o sea, con el solo merito del escrito de
apelación, sin necesidad de oír a la parte contraria. Por otro lado, se trata de
resoluciones meramente formales, porque el juez inferior no se esta pronunciando
sobre el fondo (eso le corresponde al tribunal superior). Se notificada por el estado
diario (el emplazamiento en 2a instancia está constituido por la notificación de esta
resolución y por el plazo que es el que el apelado tiene para comparecer). Por último,
cabe señalar que en contra de ellas procede el recurso de hecho.
186
La regla general es que la apelación se otorga en ambos efectos, ya que el artículo
195 dice que fuera de los casos determinados en el artículo precedente, que señala
las situaciones en que se concede en el sólo efecto devolutivo, el recurso debe
otorgarse en ambos efectos y, además, conforme al artículo 193 cuando se otorga
simplemente apelación, sin limitar sus efectos, se entiende que comprende el efecto
devolutivo y el suspensivo.
Concepto (art. 192 inc. 1°). Es “aquel efecto en virtud del cual el tribunal a quo
remite al tribunal superior la cuestión fallada en la resolución recurrida para que
la modifique o la revoque de acuerdo a derecho, pero el tribunal a quo mantiene
competencia para continuar conociendo del asunto y, por lo mismo, puede
cumplirse la resolución impugnada”. Este efecto es inherente a la apelación, ya que
sin él el tribunal superior no podría enmendar el fallo recurrido, motivo por el cual los
autores dicen que en vez de mencionar el efecto devolutivo es mejo hablar de
apelación suspensiva y apelación no suspensiva, ya que interpuesto el recurso
solo queda por determinar si inhibe o no al juez inferior del conocimiento del asunto,
tratándose el efecto devolutivo de un efecto no suspensivo porque no se suspende el
cumplimiento del fallo impugnado ni la competencia del tribunal a quo (el tribunal
de alzada tiene competencia para conocer de la apelación y el tribunal de 1a instancia
mantiene competencia para conocer del juicio). La ejecución de la sentencia definitiva
en existiendo recurso de apelación pendiente recibe el nombre de “ejecución
provisional”.
Puede, previa audiencia del Ministerio Público judicial, hacer de oficio en su sentencia
las declaraciones que por la ley son obligatorias a los jueces, aún cuando el fallo
apelado no las contemple (art. 209). Por ejemplo: nulidad absoluta del acto o contrato
por objeto ilícito. Puede, a solicitud de parte, pronunciarse por vía de apelación sobre
todas las cuestiones que se hayan omitido en 1a instancia en el juicio sumario para ser
falladas en definitiva. Esta solución se da por la brevedad y rapidez que informa a este
procedimiento, pues si no existiera el 692 esto significa que el juez anule la sentencia
(el juez distinto) o le ordena que vuelva al proceso inferior para que el juez se
pronuncie sobre la acción o excepción omitida.
187
ii. El tribunal superior sólo puede conocer los puntos comprendidos en la apelación.
Esto guarda estrecha relación con la exigencia de que el apelante debe formular
peticiones concretas al momento de interponer el recurso (tantun devolutum quantum
apelatum: “me pronuncio sobre aquellos puntos de la apelación”), lo cual es relevante
porque si se pronunciara sobre la parte consentida estará fallando ultrapetita.
Casos en que se concede en el solo efecto devolutivo (art. 194). Se señala los
casos taxativamente, pero es amplio:
ii. Autos, decretos y sentencias interlocutorias. Por esto este efecto es el de mayor
aplicación, ya que en un juicio hay una sola sentencia definitiva y sólo en ese caso se
estará ante el efecto suspensivo, para todos los demás casos se debe conceder en el
solo efecto devolutivo.
v. Las demás resoluciones que por disposición de la ley sólo admiten apelación en el
efecto devolutivo.
188
Contenido de la resolución que concede el recurso en el efecto devolutivo (art.
197). La resolución que concede el recurso junto con concederlo debe indicar las
piezas del expediente que deben ser compulsadas o fotocopiadas, teniendo el
apelante la carga de depositar fondos suficientes para el pago de fotocopias o
compulsas dentro del plazo de 5 días hábiles desde la notificación de la resolución que
concede el recurso, ya que si no lo hace la norma dice que se tendrá por “desistido el
recurso”, señalando nuestra doctrina que acá hay un desistimiento tácito e incluso
algunos dicen, como Meneses, que acá lo que hay es una deserción, esto es, una
consecuencia jurídica desfavorable para una parte por no cumplir con una carga en
materia de recursos y, por tanto, el recurso termina (la deserción tratándose del
recurso de reposición es por no comparecer). Con todo, no basta con el depósito, ya
que además es necesario que el secretario certifique el depósito de fondos
suficientes. En cuanto al destino de las compulsas o fotocopias, hay que distinguir:
Concedida la apelación (solo los recursos verticales se conceden, ya que ello otorga
competencia al tribunal superior, y, además, en la concesión del recurso va
implícitamente la declaración de admisibilidad), deberá elevarse el proceso al tribunal
superior, a objeto de que conozca de ellas, remitiéndole los autos originales o las
compulsas o fotocopias según el caso.
Se entiende por compulsas las copias de las piezas necesarias del expediente
para que el tribunal inferior siga conociendo la causa o el tribunal superior
conozca del recurso.
189
Para saber cuándo procede remitir al tribunal superior los autos originales o las
compulsas o fotocopias, hay que distinguir:
Recepción de los autos por el tribunal superior. Una vez recibidos por el tribunal
superior los autos originales o las compulsas o fotocopias, según el caso, el secretario
deberá cumplir con dos obligaciones:
190
b. Declaración de admisibilidad. Si el tribunal encuentra mérito para considerar
admisible el recurso debe entrar a tramitarlo y, por consiguiente, a dictar la primera
resolución, la cual será “autos en relación” o “dese cuenta”, siendo en el primer caso el
asunto conocido y resuelto previa vista de la causa (tiene lugar cuando el tribunal tiene
dudas respecto a la admisibilidad y las partes podrán alegar) y en el segundo conocido
y resuelto en cuenta (dependerá de la resolución apelada y tiene lugar cuando no hay
alegatos). En estos casos, el tribunal superior no dicta una resolución haciendo
declaración expresa sobre el particular, ya que la declaración de admisibilidad va
implícita en la resolución que dicta el tribunal de 2a instancia por la cual se da
tramitación al recurso.
Es fatal para el apelante, ya que el apelado aunque quede rebelde puede comparecer.
Las partes comparecerán personalmente, por abogado habilitado o procurador del
número, pero el litigante rebelde sólo podrá hacerlo por abogado habilitado o
procurador del número. La forma de comparecer será presentando escrito y manifestar
su voluntad en orden a hacerse parte, o bien, notificándose en secretaría de la
resolución que admite la tramitación del recurso. Por ejemplo: la comparecencia se
cumple presentando un escrito que reza más o menos así: “Se hace parte Ilustrísima
Corte Claudio Meneses Pacheco, por el demandante y apelante, en los “M-G”, rol Nº X
a S.S.I., vengo hacerme parte”.
191
b. Si el apelado no comparece. El recurso se sigue en su rebeldía por el solo
ministerio de la ley, lo cual genera como consecuencia que no será necesario notificar
las resoluciones que se dictan, los cuales producen efectos desde que se pronuncien,
sin perjuicio de comparecer en cualquier estado del juicio sea por abogado habilitado o
procurador del número.
a. Accesoria. Esta opinión dice que una vez desaparecida la apelación desaparece
también la adhesión, ya que la adhesión va adherida a la apelación y “lo accesorio
sigue la suerte de lo principal”, además de que la propia naturaleza de la institución así
lo demuestra ya que está condicionada por la actitud del vencido.
b. Independiente. Esta opinión dice que la adhesión a la apelación esta condicionada
a la apelación sólo en cuanto a su nacimiento, pero una vez nacida adquiere vida
propia, o sea, no le afecta la caducidad de la apelación. Se funda en el artículo 217
inciso 3°, puesto que si el desistimiento de la apelación hiciera caducar la adhesión no
tendría importancia alguna anotar la hora en que se presentaran los escritos
respectivos (las CA se han inclinado por esta opinión).
192
Tramitación. Si la adhesión se produce en 1a instancia se tramita conjuntamente con
la apelación primitiva. El escrito de adhesión se provee: “téngase por adherido”. Por lo
tanto, a igual que en la apelación, al llegar a 2a instancia el adherido tendrá que
hacerse parte o se considerará desierta. Si la adhesión se produce en 2a instancia no
se le da tramitación especial alguna. El escrito de adhesión se provee: “corra con el
decreto de autos” (espere todo tramite de la apelación).
Prueba confesional (art. 385). La confesión puede exigirse en 2a instancia por una
vez hasta antes de la vista de la causa, salvo que se aleguen hechos nuevos durante
el juicio, caso en que puede exigirse una vez más.
A estas excepciones habría que agregar la prueba testimonial, la cual solo procede
como medida para mejor resolver y siempre que se cumplan los siguientes requisitos
copulativos:
Que tales hechos sean considerados por el tribunal como estrictamente necesarios
para la acertada resolución del juicio.
De este modo, queda al criterio del tribunal si procede o no este medio de prueba. En
el caso que el tribunal en 2a instancia disponga la recepción de la prueba testimonial,
lo cual supone el cumplimiento de los requisitos anteriormente señalados, debe hacer
lo siguiente:
Señalar determinadamente los hechos sobre los cuales debe recaer la prueba
testimonial.
Abrir un término especial de prueba por el número de días que fije prudencialmente y
que no puede exceder de 8 días. En tal caso la lista de testigos debe presentarse
dentro del 2º día de notificada por el estado la resolución que ordena recibir la prueba
testimonial.
193
Nuestra 2a instancia esta prácticamente reducida al período de sentencia (Equivale a
la citación para oír sentencia = auto en relación, dese cuenta).
Las resoluciones que se dictan en 2a instancia y que producen efectos respectos del
apelado rebelde desde que se pronuncien y sin necesidad de notificación.
Por otra parte, el tribunal de alzada puede ordenar otra especie de notificación
establecida por la ley cuando lo estime conveniente (Art. 221 inc. 2° CPC). En la 2a
instancia procede también la aplicación de la notificación tácita (la resolución que
ordena la absolución de posiciones debería ser el por el artículo 221 y no por el 48).
194
Anuncio. Acto de publicidad por el cual se indica que una causa incluida en la tabla va
a ser conocida en la sala. En la práctica se cumple con la colocación del número de la
causa fuera de la sala. Se colocan unas en platones o baquelita, es un número muy
vistoso. Cabe observar que la ley contempla otro anuncio, que es el de las causas que
no van a ser vistas. Art. 222 inciso 2 2T: 2 de la tabla 2A: 2º agregada. 2º No hay que
olvidar que hay otro anuncio, el que se refiere el art. 223, que es la anotación que
efectúa el abogado señalando que va a alegar y el tiempo que va a alegar. Puede
hacerlo se forma verbal ante el relator en forma personal. Si no hay anuncio no se
podrá alegar. Si el abogado se anota y no alega, puede ser sancionado por la sala. La
norma tiene sentido para organizar la sala.
Relación. Es la exposición verbal que realiza el relator del asunto que debe ser
conocido y resuelto por la Corte. Esta norma dice que la vista de la causa comienza
con la relación.
La relación es publica para los abogados que van a alegar. Si un quiere llevar público
a la sala tiene que avisar al oficial de sala y el público solo puede presenciar los
alegatos, ya que la relación es solo para los abogados.
Alegatos. Son las defensas orales que efectúan los abogados. Cabe recordar que
pueden hacer un alegato los egresados que están haciendo la práctica en la
corporación de la asistencia judicial. “En relación” no autos en relación Decreto en
relación. La ley permite que las partes hagan uso de este derecho. Hay un plazo de
hasta de 30 minutos y se puede pedir un aumento atendida la complejidad del caso.
Puede ser que los alegatos no tengan lugar y no por esto se vicia la vista de la causa.
En los alegatos comienza el apelante y luego el apelado. Luego viene la réplica sobre
cuestiones de hecho (Casi siempre solo alcanza el apelante). La relación comienza
con el final. Lo ideal es no repetir lo que dice el relator. Y si hay algo errado que ha
dicho el relator hay que ser gentiles al rectificar. Al final del alegato se puede dejar una
minuta escrita del alegato. Es un asunto bien práctico. Finalizado los alegatos culmina
la vista de la causa y el proceso queda en un estado de ser fallado. Puede ser resuelto
de inmediato, pero puede ser que no se resuelva de inmediato, se postergue algunos
días. Se dice que la causa queda en acuerdo. Tiene el tribunal un plazo de 15 a 30
días para fallar. Ver el COT sobre el tema de los acuerdos. La ley permite que la Corte
decrete medida para mejor resolver o decrete la confección de un informe en derecho.
En este caso, la apelación se ve en cuenta, salvo que cualquiera de las partes dentro
del plazo para comparecer en 2a instancia solicite alegatos, situación en que después
de vencido el plazo para comparecer el tribunal de alzada ordenara traer los autos en
relación (art. 199). De acuerdo al art. 199 CPC es posible que la partes puedan que se
escuchen los alegatos, la solicitud que deben presentar cuando se hacen parte “En lo
principal: Se hace parte Otro si: Alegatos”.
195
INFORMES EN DERECHO. Son defensas escritas que las partes pueden pedir sobre
cuestiones de derecho en el juicio que sean de difícil solución. Sólo las partes pueden
solicitar dicho informe.
ii. Resolución apelada. El tribunal de alzada no puede pronunciarse sobre las materias
que aun cuando hayan sido dictadas en 1a instancia no estén comprendidas en la
resolución apelada, casos en los cuales la Corte puede devolver el expediente a 1a
instancia para que resuelva la cuestión. No obstante, lo anterior puede cambiar si la
Corte decide casar en la forma de oficio.
iii. Está dado por el recurso de apelación. La Corte está llamada a pronunciarse sobre
los puntos o materias que fueron objeto del recurso de apelación, sin perjuicio de las
196
excepciones mencionadas. Por ejemplo: la sentencia acoge una demanda
indemnizatoria parcialmente en 10 millones con intereses.
Que las partes no hayan hecho gestión alguna para que el recurso se lleve a efecto y
quede en estado de fallarse por el tribunal superior. Debe tratarse de una inactividad
de todas las partes y de actos que sean de impulsos de las partes. En este sentido hay
jurisprudencia mayoritaria que ha sostenido que la remisión de expediente a la corte
es de impulso del tribunal
Debe ser a petición de parte, pues el tribunal no puede declararla de oficio por dos
razones: una razón de carácter sustantivo, en el sentido de que quien quiere
aprovecharse de la prescripción debe alegarla; y una razón procesal que corresponde
al principio de pasividad en el proceso civil.
El artículo 211 inciso 2º dice que se interrumpe por cualquier gestión que se haga en el
juicio antes de alegar. En cuanto a su tramitación, la prescripción se pide ante el
tribunal en el cual se encuentra el expediente y se tramita como incidente, tratándose
de una sentencia interlocutoria. Del fallo que declare la prescripción puede pedirse
reposición dentro de tercero día siempre que aparezca fundado en un error hecho (es
una excepción al desasimiento).
197
DESISTIMIENTO. Es la manifestación de voluntad del apelante en orden a no
continuar con el recurso de apelación interpuesto. No debe confundirse con la
renuncia de la misma, ya que en esta última el recurso no se ha interpuesto y el
litigante manifiesta su voluntad de no interponerlo. Además, el procurador para
desistirse del recurso basta que esté premunido de las facultades ordinarias del
mandato legal; mientras que para renunciar a dicho recurso requiere de una facultad
especial. El desistimiento puede formularse en 1a o en 2a instancia según donde
estén materialmente los autos, no requiere de formalidades especiales y el tribunal lo
aceptará de plano (sin darle tramitación incidental), a diferencia del desistimiento de la
demanda que necesariamente tiene tramitación incidental por ser un incidente
especial.
Causales de procedencia. Dicen relación con los posibles errores en que puede
incurrir el juez inferior al pronunciarse sobre la solicitud en que se interpone un recurso
de apelación:
198
CASOS EN QUE PROCEDE. TRAMITACIÓN.
Verdadero recurso de Hecho. Concepto. Es aquel que tiene lugar cuando el tribunal
inferior deniega un recurso de apelación que ha debido concederse al ser legalmente
procedente. En este caso la parte agraviada con la actitud del juez inferior es el
apelante, quien tiene dos caminos a seguir para obtener que se repare el perjuicio que
se le ha causado: pedir reposición al mismo juez inferior de la resolución que denegó
la apelación o recurrir de hecho al tribunal superior (en otros países latinoamericanos
se habla de “recurso de queja por denegación de apelación”).
199
de procedimiento y es nulo todo el procedimiento, aunque no lo hayan declarado,
porque se produce como efecto reflejo a la declaración de abandono. Aquí, la
consecuencia se produce con motivo de la admisión de la apelación, pues al haberse
declarado admisible la apelación, en esta instancia de un recurso de hecho, se origina
la nulidad de todo lo actuado con posterioridad a la negativa de la apelación. Por
ejemplo: si presentamos una apelación hoy día y como nos fue mal vamos a la Corte
por un recuso de hecho y ésta lo declara admisible, pero el problema es, que como
denegaron la apelación se siguió adelante y se dictó x resoluciones y también hubo
actuaciones, entonces si se acoge el recurso de hecho, y por tanto se declara
admisible la apelación, producto de esa resolución que acoge el recurso de hecho, se
produce la nulidad de todo lo actuado con posterioridad a la negativa. Para Meneses
esto habría que complementarlo con que este efecto se produce cuando la apelación
debió concederse en ambos efectos, porque si la apelación se concedió en el solo
efecto devolutivo no tiene por qué ser nulo.
Falso recurso de hecho. Concepto. Es aquel que se otorga a las partes en caso que
el tribunal de 1a instancia haya concedido erróneamente un recurso de apelación,
teniendo lugar en los siguientes casos: Cuando concede un recurso de apelación que
es improcedente. En este caso el agraviado es el apelado. Por ejemplo: la resolución
no era apelable. Cuando concede un recurso de apelación en el solo efecto devolutivo,
debiendo haberse concedido en ambos efectos. En este caso el agraviado es el
apelante.
Cuando concede un recurso de apelación en ambos efectos, debiendo haberla
otorgado en el solo efecto devolutivo. En este caso el agraviado es el apelado. Es
importante saber quién es el agraviado porque sólo éste va a recurrir y va a pedir
reposición o recurrir de hecho directamente al tribunal superior.
Fallo. Una vez resuelto el falso recurso de hecho, las declaraciones que se contengan
en dicho fallo pronunciado por el tribunal superior se comunicaran al inferior para que
se abstenga o siga conociendo el negocio según el caso. Por ejemplo: si la apelación
fue concedida sólo en el efecto devolutivo y el tribunal superior declara que se debe
conocer en ambos efectos debe abstenerse; mientras que debe seguir conociendo si
la apelación fue concedida en ambos efectos y el tribunal superior declara que debe
concederse sólo en el solo efecto devolutivo, o bien, es el de la apelación concedida
en ambos efectos y el tribunal superior declara que es improcedente.
200
se relaciona con el artículo 201 (se refiere al examen de admisibilidad que debe hacer
el tribunal superior).
201
a. Sentencias definitivas. Como la ley no distingue y puede tratarse de cualquier
sentencia definitiva, ya sea de única, 1a o 2a instancia (porque no constituye
instancia), salvo la resolución que dicta la CS y falla un recurso de casación en la
forma atendido al principio “no hay casación de casación” o principio “doble conforme”.
202
Que la sentencia haya sido pronunciada por un tribunal incompetente. Como la ley no
distingue, procede para casos de incompetencia tanto absoluta como relativa, pero
Meneses señala que sólo se aplica a los casos de incompetencia absoluta y sólo
opera en la medida en que no se haya reclamado antes (ley exige que en la casación
en la forma haya sido preparada).
ii. En haber sido pronunciada por un juez, o con la concurrencia de un juez legalmente
implicado, o cuya recusación esté pendiente o haya sido declarada por tribunal
competente. Esta causal se refiere a las implicancias y recusaciones.
Que la sentencia haya sido pronunciada por un juez o con la concurrencia de un juez
legalmente implicado. Se refiere a la implicancia y basta que el juez este legalmente
implicado, o sea, que exista causal de implicancia (la implicancia se reclama ante el
mismo juez).
Que la sentencia haya sido dictada por un juez o con la concurrencia de un juez cuya
recusación está pendiente. Se refiere a la recusación y es necesario que se haya
reclamado la recusación y su resolución esté pendiente o haya sido declarada por
tribunal competente (la recusación se reclama ante el tribunal superior). Aquí puede
haber problema porque yo presento una solicitud ante el tribunal superior, se habré un
cuaderno ante el tribunal superior, pasaría que no devolvieron el expediente a 1a
instancia, hubo una resolución declarada y el juez no supo. Es necesario que la
recusación esté pedida o pendiente porque la recusación es de orden privado y
renunciable; en cambio, la implicancia es de orden público e irrenunciable.
iii. En haber sido acordada en los tribunales colegiados por menor número de votos o
pronunciada por menor número de jueces que el requerido por la ley o con la
concurrencia de jueces que no asistieron a la vista de la causa, y viceversa. Esta
causal sanciona la infracción a las normas que regulan los acuerdos de los tribunales
colegiados y son cuatro situaciones:
Que la sentencia haya sido acordada por menor número de votos del requerido por la
ley (el número de votos necesarios para acordar sentencia en los tribunales colegiados
es mayoría absoluta de votos conformes de los miembros que integran el tribunal).
Que la sentencia hay sido pronunciada por menor número de jueces que el requerido
por la ley (este número es de tres tratándose de autos, sentencias interlocutorias y
sentencias definitivas y de 1 tratándose de decretos). En las normas citadas se
permite que un ministro no firme cuando se encuentra afecto a un impedimento,
siempre y cuando exista mayoría.
Que las sentencias hayan sido pronunciadas con la concurrencia de jueces que no
asistieron a la vista de la causa (ello no puede ocurrir).
Que la sentencia haya sido pronunciada sin la concurrencia de todos los jueces que
asistieron a la vista de la causa (hay excepciones legales como muerte o enfermedad).
203
Estos tres numerales se refieren a tres categorías de causales, tres categorías de
vicios que se relacionan con la competencia, el funcionamiento, las implicancias y
recusaciones y con los acuerdos del tribunal. Son causales referidas al tribunal.
iv. En haber sido dada en ultra petita, esto es, otorgando más de lo pedido por las
partes, o extendiéndola a puntos no sometidos a la decisión del tribunal, sin perjuicio
de la facultad que éste tenga para fallar de oficio en los casos determinados por la ley
(768 Nº 4). Para saber si hay ultra petita habría que revisar la cuestión controvertida,
la que se encuentra fundamentalmente en los escritos de demanda y de contra
demanda, y luego habría que contrastar con la parte resolutiva de la sentencia. En
consecuencia, esta causal se relaciona con el principio de la congruencia procesal, ya
que se debe fallar conforme al mérito del proceso (art. 160 y 170 N° 6).
Excepcionalmente no habrá ultra petita en aquellos casos en que el tribunal se
encuentra facultado para fallar de oficio. Por ejemplo: la nulidad absoluta. En rigor,
ultra petita es haber la sentencia otorgado más de lo debido por las partes, pues si la
sentencia ha extendido a puntos no sometidos a la decisión del tribunal en doctrina se
le llama extra petita. Además, la jurisprudencia de forma reiterada ha dicho que no
incurre en ultrapetita si la sentencia invoca fundamentos jurídicos distintos por los
litigantes, por el principio de que el derecho lo conoce el juez.
La jurisprudencia ha establecido que este vicio se configura solo ante la omisión de los
requisitos de este artículo y no los requisitos del auto acordado de la CS de 1920
sobre la forma de la sentencia.
Omisión de los requisitos del N° 4 del artículo 170. Si el fallo no contiene los
fundamentos de la decisión del juez, en cuanto a las consideraciones de hecho lo que
puede hacer es denunciarse la falta de análisis de la prueba y no una valoración de la
prueba pues esto es una materia de la apelación y en cuanto las consideraciones de
derecho se trata de denunciar la falta de razonamiento jurídico, no los errores en el
razonamiento jurídico, por los errores jurídicos se denuncian en la casación en el
fondo. La jurisprudencia ha indicado de un modo reiterado que no es necesario que el
fallo analice toda la prueba. Se ha dicho que analice la prueba relevante del fallo.
Dejamos constancia que la jurisprudencia ha señalado que se produce este vicio
cuado el fallo presenta consideraciones contradictorias, pues entre estos se anulan y
desaparecen, dejando el fallo sin consideraciones.
Omisión de los requisitos del artículo 170 Nº 6. Decisión del asunto controvertido. La
causal consiste en que el fallo impugnado no resolvió alguna de las consideraciones o
considerándoos en el juicio. Dejando salvo se podrá omitir la resolución que aquellas
que son incompatibles de las aceptadas. “solo lo pedido, todo lo pedido” => citra petita.
vi. En haber sido dada contra otra pasada en autoridad de cosa juzgada, siempre que
ésta se haya alegado oportunamente en el juicio. La excepción de cosa juzgada como
causal de la casación en la forma requiere que se trate de una sentencia dictada en
contra de otra, pasada en autoridad de cosa juzgada (existen dos sentencias: la que
se impugna en el juicio y la dictada en otro juicio que tenga triple identidad, el carácter
de firme y produzca cosa juzgada), y que la cosa juzgada se haya alegado
oportunamente en el juicio (excepción perentoria o mixta o anómala). Por ejemplo: se
204
opuso excepción y se rechaza, en este caso no hay cosa juzgada. Si no fue alegada la
cosa juzgada no puede dar lugar a casación en la forma pero si puede constituir un
requisito de revisión.
i. Omisión de algún trámite o diligencia declarados como esenciales por la ley. Nuestra
jurisprudencia ha dicho de derecho estricto, estando los principales trámites y
diligencias esenciales señalados en los artículos 795 y 800, habiendo un consenso en
que ninguno de los dos artículos son taxativos porque ambos comienzan con la
expresión en general.
Tramite. Es una etapa o forma que debe cumplirse por disposición legal. Por ejemplo:
el llamado a conciliación, la recepción de la causa a prueba y la citación para oír
sentencia.
Diligencia. Es un acto procesal en el que intervienen las partes y el tribunal. Por
ejemplo: el acompañamiento de documentos con citación.
ii. Omisión de cualquier requisito por cuyo defecto las leyes prescriban expresamente
que hay nulidad. Esto indica que el recurso de casación en la forma es una vía para
imprecar nulidad procesal. En el Código no nos encontramos con normas expresas
que señalan los requisitos cuya omisión acarrea nulidad procesal y sólo hay un
ejemplo que cuadra con esta idea que es el artículo 61 inciso final que se refiere a la
validez a la autorización judicial.
205
Cuando no habiendo transcurrido el plazo que la ley concede al demandado se tiene
por evacuado el trámite del emplazamiento (aquí hay referencia al principio de la
bilateralidad).
La omisión de practicar una diligencia probatoria solicitada por el litigante (la prueba
pasa por etapas: Proposición/ Admisión / Producción/ Valorización).
F La citación para alguna diligencia de prueba. Esta norma habría que concordarla
con la del artículo 324 que expresa que toda diligencia probatoria debe practicarse
previo decreto del tribunal que conoce en la causa notificando a las partes. De este
modo, tendrá lugar:
Cuando se practica una diligencia probatoria sin previo decreto del tribunal.
Cuando la resolución que la ordena no se notifica a las partes.
g. La citación para oír sentencia definitiva, salvo que la ley no establezca este
trámite. La citación tiene por objeto que las partes sepan que los periodos de
discusión y prueba han concluido y el tribunal va a dictar sentencia. La Ley Nº 18.905
introduce este trámite esencial en los juicios sumario y ejecutivo.
206
a. El emplazamiento de las partes, hecho antes de que el superior conozca del
recurso. En 2a instancia el emplazamiento requiere: notificación legal del decreto del
tribunal que concede el recurso y el transcurso del plazo legal para comparecer ante el
tribunal de alzada para hacerse parte.
Los indicados en los números 3º, 4º y 6º del artículo 795 cuando en 2a instancia
proceda aplicar el artículo 207. El artículo 207 señala los casos en que procede la
prueba en 2a instancia y la remisión al artículo 795 hace refiere a los siguientes
trámites: Recibimiento de la causa a prueba (en rigor en el 207 nunca se recibe la
causa a prueba). Practica de diligencias probatorias cuya omisión pudiese producir
indefensión. Citación para alguna diligencia de prueba.
207
Además, se explica a partir de la figura de la convalidación que rige en materia de
nulidades procesales, pues la convalidación tacita se produce por no reclamar la
existencia del vicio dentro de los plazos legales.
iii. Requisitos. Que se haya reclamado previamente el vicio que constituye la causal.
Que se haya reclamado oportunamente. Que el que reclama haya ejercido en su
oportunidad los medios que concede la ley. El artículo 769 en su inciso final establece
una forma especial de preparar el recurso en el caso de una sentencia dictada por un
tribunal integrado en contravención a la forma legal, lo cual encuentra su justificación
en el hecho de que sólo antes de verse la causa las partes están en condiciones de
ver como se integrará el tribunal. En relación con esta disposición el artículo 166 obliga
al relator o al Secretario a poner en disposición de las partes o abogados, antes de
comenzar la vista e la causa, el nombre de los jueces con que se integrará la sala.
Que el reclamo haya sido hecho por el que interpone el recurso de casación.
208
c. Falta de pronunciamiento sobre alguna acción o excepción hecha valer
oportunamente en el juicio (art. 768 inc. Final). Esto tiene relación con el artículo
170, la decisión del asunto controvertido, pues, en principio, si una sentencia deja de
pronunciarse sobre alguna acción o excepción no contiene la decisión del asunto
controvertido y será objeto de invalidación. En virtud de esta limitante, el tribunal que
conoce del recurso de casación en la forma pueden ordenar al tribunal inferior de la
causa que complete la sentencia cuando el vicio consiste en no haber resuelto una
acción o excepción formulada en el juicio (no hay pronunciamiento sobre el fondo del
asunto), o bien, anular la sentencia recurrida por falta de decisión del asunto
controvertido (regla general), produciéndose esta limitación cuando el tribunal esta
llamado a fallar una casación y cuando el vicio en cuestión consiste en haber omitido
el pronunciamiento sobre una acción o excepción. El efecto que produce esta
limitación es que se devuelve el expediente para que se resuelva la acción o
excepción.
Debe interponerse contra el tribunal que dicta la sentencia impugnada para ante el
tribunal que señala la ley.
Debe interponerse por regla general dentro del plazo de 15 días contados desde la
fecha de la notificación de la sentencia contra la cual se recurre. Excepcionalmente,
contra las sentencias de 1a instancia debe interponerse dentro del plazo concedido
para deducir el recurso de apelación (sentencia definitiva 10 días y sentencia
interlocutoria 5 días) y en los juicios de mínima cuantía debe interponerse en el plazo
fatal de 5 días (art. 770 inc. 1º en relación con el 791). Este plazo:
1º Es fatal.
2º Es individual (no existe norma especial que establezca lo contrario).
3º Es legal (improrrogable).
4º Es de días (se suspende durante los feriados).
5º No admite suspensión por la interposición de otros recursos, como la apelación.
Debe interponerse por escrito, escrito que debe reunir los siguientes requisitos:
3º El recurso debe ser patrocinado por un abogado habilitado que no sea procurador
del número.
209
Interposición conjunta con otros recursos (art. 770). i. Interposición conjunta del
recurso de casación en la forma y de apelación contra la sentencia de 1a instancia.
Deben interponerse conjuntamente en el mismo escrito, el recurso de apelación en
subsidio del recurso de casación en la forma. Estas interposiciones conjuntas no
producen problemas de competencia porque según la ley ambos recursos son de
conocimiento del tribunal inmediatamente superior en grado jerárquico a aquel que
dictó la resolución del fallo.
Deben interponerse dentro del mismo plazo para apelar, ya que el recurso de casación
en la forma contra sentencia de 1a instancia debe interponerse dentro del plazo
concedido para deducir la apelación. Se interpone ante el juzgado de letras para ante
CA. Hay que preparar la casación en la forma, aunque tenga poca cabida hay que
hacerlo, pues se prepara para la CS. Se omiten las compulsas cuando contra la misma
sentencia se hubiere interpuesto y concedido apelación en ambos efectos. El recurso
de casación en la forma contra sentencia de 1a instancia se verá conjuntamente con la
apelación, deberá dictarse una sola sentencia para fallar la apelación y desechar la
casación en la forma, pero si da lugar a este último recurso se tendrá por no
interpuesto el recurso de apelación.
ii. Interposición conjunta del recurso casación en la forma y en el fondo (art. 770 inc.
1°). Debe interponerse al mismo tiempo en un mismo escrito, en un correcto sentido
procesal corresponde que se interponga primero casación en la forma y en subsidio en
el fondo, ya que los recursos son incompatibles (en la casación en el fondo afecta el
juzgamiento y el fallo hay que dejarlo sin efecto porque hay un error de juzgamiento).
Se interpone ante la CA para ante la CS.
Tribunal ante el cual se interpone y para ante el cual se interpone el recurso (art.
771).
El recurso debe interponerse ante el tribunal que haya pronunciado la sentencia que
se trata de invalidar, el cual puede ser un juzgado de letras o la CA, y para ante aquel
que le corresponde conocer de él conforme a la ley, conociendo las CA los recursos de
contra sentencias de los jueces de letras y de uno de sus ministros y la CS del recurso
de casación en la forma contra sentencias dictada por las CA.
Tramitación del recurso ante el tribunal ad quo. Una vez interpuesto el recurso, el
tribunal a quo puede declararlo admisible o inadmisible, siendo este examen de
admisibilidad de carácter formal (en caso que el recurso se interpusiese ante un
tribunal colegiado el referido examen se efectuará “en cuenta”). Hecho este examen
formal hay dos posibilidades:
Admisibilidad del recurso (art. 776). El tribunal a quo declarará admisible el recurso
cuando: haya sido interpuesto dentro de plazo y haya sido patrocinado por abogado
habilitado. En este caso, no hay necesidad que la resolución diga “declárese admisible
el recurso”, porque al cumplirse con estos requisitos el tribunal a quo tiene por
interpuesto el recurso, ordenando sacar compulsas y elevar los autos originales al
tribunal superior (las copias van al tribunal inferior para su cumplimiento).
Inadmisibilidad del recurso (art. 778).
El tribunal a quo declarará inadmisible el recurso sin más trámite si no cumple con uno
o más de los requisitos señalados en el artículo 776 inciso 1º del. En contra del fallo
que se dicta declarando la inadmisibilidad del recurso solo procede la reposición, la
210
cual debe fundarse en un error de hecho y deducirse dentro de plazo de tercero día.
Además, la resolución que resuelve la reposición es inapelable. Como se ve, se trata
de una reposición excepcional porque debe interponerse dentro de tercero día,
además porque necesariamente debe fundarse en error de hecho, es decir, tiene una
sola causal.
Tramitación del recurso ante el tribunal ad quem (art. 776, 777 y 781). Concedido
el recurso de casación en la forma, el tribunal dispone al mismo tiempo que se dejen
compulsas para el cumplimiento de la sentencia (corresponde ejecutar el fallo al
tribunal que conoció de él en 1ª o única instancia) y que al día siguiente hábil de
cumplida esta orden se eleven los autos originales al tribunal superior para que
conozca del recurso, pero si contra la misma sentencia se hubiere interpuesto los
recursos de casación y apelación y este último se hubiere concedido en ambos efectos
se omitirán las compulsas. Luego de que se remitan los autos al tribunal ad quem,
recae sobre el recurrente la obligación de franquear la remisión del proceso y si no lo
hace es una causal de deserción del recurso. Nota: Recordar que el “cúmplase” se
utiliza para señalar que una sentencia se encuentra firme y ejecutoriada, este es un
decreto y siempre es del tribunal que debe cumplir el fallo.
Una vez llegaos los autos originales al tribunal superior, el secretario del tribunal ad
quem debe cumplir con dos formalidades: anotar el proceso en el libro de ingreso con
los nombres de las partes y el número de la causa y anotar en el proceso mismo la
fecha de recepción (timbre). Luego que el secretario ha anotado en el proceso la fecha
de su recepción, el tribunal examinara “en cuenta” si el recurso es admisible, siendo
bastante más amplias las facultades que las del tribunal a quo, siendo las materias
que son objeto de este examen por el tribunal ad quem (en cuenta):
i. Inadmisibilidad del recurso (art. 781). Si el tribunal ad quem encuentra merito para
declarar inadmisible el recurso, es decir, no reúne los requisitos señalados
anteriormente, lo declarara así por resolución fundada. Por ejemplo: dirá que es
extemporáneo. No obstante haber declarada inadmisible el recurso, el tribunal puede
decretar “autos en relación” cuando estime posible una casación de oficio. En este
caso, el recurrente tiene derecho a pedir reposición de dicha resolución, la cual debe
ser fundada e interpuesta dentro de tercero día (otro caso de reposición contra
sentencia interlocutoria).
Nota: Tema de práctica es que el inciso final del artículo 781 señala la resolución por
la que el tribunal de oficio declare la inadmisibilidad del recurso, solo podrá ser objeto
del recurso de reposición, el que deberá ser fundado e interponerse dentro de tercero
día notificada la resolución. ¿Qué pasa si declara la admisibilidad a petición de parte?
Es un tema relevante porque la casación es de derecho estricto, hay que atenerse a la
letra de la ley.
ii. Admisibilidad del recurso. Si el recurso reúne todos los requisitos legales, el tribunal
ordenara traer los autos en relación sin más trámite. Cabe hacer presente que el
tribunal dicta esta resolución sin esperar la comparecencia de las partes y que las
cortes declaran de modo expreso la admisibilidad del recurso.
211
EFECTOS DE LA ACEPTACIÓN DEL RECURSO EN EL CUMPLIMIENTO DEL
FALLO.
El derecho que ley concede a la parte vencida para que pueda exigir que no se lleve a
efecto la sentencia mientras la parte vencedora no rinda fianza de resultas a
satisfacción del tribunal que dicto la sentencia recurrida. El objeto de la fianza es evitar
la situación de desventaja en que podría quedar la parte vencida y este derecho que la
ley concede al recurrente también es considerado como una excepción, pero en todo
caso se trata de una excepción de carácter transitorio puesto que dura sólo mientras la
fianza no se rinda.
En la casación en la forma hay que sacar compulsas porque por regla general no
suspende la ejecución de la sentencia, rigiéndose las compulsas por las mismas
normas de la apelación, toda vez que el artículo 776 inciso 2º se remite al artículo 197,
por lo cual el recurrente debe depositar fondos suficientes para las compulsas o
copias, pero si el recurrente no cumple con esta carga se le aplica el inciso 2° del 197
y resulta que no contiene ninguna consecuencia frente al incumplimiento, ya que en
ese artículo la sanción está en el inciso 3° y resulta que es un recurso de derecho
estricto por lo cual hay razones para que no se aplique. Todo lo dicho no se aplica si
junto con el recurso de casación se interpone apelación y esta apelación se da en
ambos efectos.
Comparecencia de las partes. Una vez dictado el decreto “autos en relación” debe
esperarse la comparecencia de las partes, lo cual se rige por las mismas reglas
212
establecidas en la apelación, ya que el artículo 779 se remite a los artículos 200 y 202
que regulan esta materia. No obstante, existe una regla especial, lo cual se da cuando
el recurso se deduce contra sentencia de 2ª instancia, pues como en este caso el
tribunal ad quem es la CS las partes no pueden comparecer personalmente sino solo
por abogado habilitado o procurador del número.
Prueba en la casación (art. 799). La ley permite que se rinda prueba ante el tribunal
ad quem cuando la causal requiera prueba, sin exceder este término de 30 días. Hay
autores que critican el número de días, pues dicen que es excesivo ya que es menor
que el término probatorio ordinario que es de 20 días (si se compara con los incidentes
concuerda con los tiempos que como limite para todo son 30 días).
Este recurso se conoce y resuelve previa vista de la causa, siendo las reglas de la
vista de la causa las mismas reglas establecidas para la apelación, con una salvedad
en cuanto a la duración de los alegatos, pues el alegato de cada abogado que se
limitara a una hora, pero el tribunal por unanimidad prorrogara por el mismo tiempo la
duración de las alegaciones (aquí hay un segundo motivo para ir contra casación en la
forma en 1a instancia, la razón es la preparación, el segundo motivo de casación es
este, si no se da una hora). La norma permite en su inciso final dejar minuta de alegato
(se aconseja citar la doctrina y jurisprudencia y adjuntar el expediente en cuestión).
Escrito de observaciones para el fallo del recurso. Las partes pueden hasta el
momento de verse el recurso consignar por escrito firmado por abogado que no sea
procurador del número las observaciones que estime convenientes para el fallo del
recurso.
Forma normal de término del recurso. Corresponde al fallo del recurso o sentencia
de casación, siendo la naturaleza jurídica de la resolución que falla la casación
especial porque no se puede encasillar en ninguna de las resoluciones a que se refiere
el artículo 158 y, por esta razón, se habla de “fallo o sentencia de casación”. La
jurisdicción del tribunal ad quo se encuentra limitada a constatar la existencia de la
causal invocada y no puede pronunciarse sobre cuestiones de fondo que constituyen
el objeto del juicio. El fallo de casación debe dictarse en término de 20 días contados
desde aquel en que terminó la vista de la causa (art. 806).
Si los hechos en que se funda la causal constan en el proceso o han sido acreditados
por la prueba rendida.
213
Si de los antecedentes aparece de manifiesto que el recurrente ha sufrido un perjuicio
reparable sólo en el tramitación del fallo.
Si el vicio ha influido en lo dispositivo de la sentencia.
Cuando el vicio en que se funda el recurso sea la falta de procedimiento sobre alguna
acción o excepción alegada oportunamente en el juicio el tribunal Ad Quem puede
limitarse a ordenar al de la causa que complete su sentencia (art. 768).
i. Sentencia que acoge el recurso (art. 786). En caso de que concurran las
circunstancias señaladas el tribunal ad quem acogerá el recurso así declarará nula la
sentencia impugnada o declarará que el procedimiento es vicioso. Por ejemplo: si el
vicio se cometió en la sentencia casada el proceso debe quedar en estado de volver a
dictarse sentencia o si el vicio es del procedimiento el proceso debe quedar en estado
de tramitarse, desde el momento inmediatamente inferior a aquel en que se cometió el
vicio. Como con la dictación de la sentencia de casación termina la competencia del
tribunal ad quem debe remitirse los autos al tribunal correspondiente, el cual es aquel
a quien le correspondería conocer del negocio en caso de recusación del juez o jueces
que pronunciaron la sentencia casada. En consecuencia no se remite el proceso para
su fallo al mismo juez o tribunal que dictó la sentencia impugnada, ya que la ley
supone que se encuentran inhabilitados para seguir conociendo del asunto por haber
incurrido en un prejuzgamiento (no sería un juez imparcial). Sin embargo, si se acoge
el recurso por las causales cuarta (ultrapetita) quinta (omisión de los requisitos
señalados en el artículo 170) sexta ( cosa juzgada) séptima ( decisiones
contradictorias) en estos casos no se produce el renvío y el mismo tribunal acto
continuo y sin nueva vista, pero separadamente, debe dictar la sentencia que
corresponda con arreglo a la ley, esta es la denominada sentencia de remplazo, por lo
cual el tribunal ad quem dicta dos sentencias: sentencia de casación y de remplazo.
ii. Sentencia que rechaza el recurso. El tribunal ad quem dictará esta sentencia
cuando no concurre alguna de las circunstancias señaladas al principio. En este caso
el tribunal ad quem en este caso solo debe desestimar el recurso de casación en la
formal y no cabe el renvío ni la sentencia de remplazo porque no existe la casación.
214
se diferencia con la renuncia la cual se produce antes de interponer el recurso y que
requiere de una facultad especial del mandato judicial. El desistimiento puede
presentarse ante el tribunal ad quo o ante el tribunal ad quem y se falla de plano
“téngase desistido el recurso”.
iii. Prescripción. Actualmente el artículo 779 se remite al 211, por lo cual procede la
prescripción en la misma forma que en la apelación. Cabe comentar que la norma sólo
se remite al 211 y no al 212, lo cual tiene importancia porque el 212 contempla el
recurso de reposición contra la resolución que declara prescripto en el recurso y la
casación es de derecho estricto.
iv. Inadmisibilidad. Puede ser por el tribunal a quo o el tribunal ad quem.
CASACIÓN DE OFICIO.
Concepto. Es aquella facultad que la ley concede a los tribunales para que en
determinados casos pueda, de propia iniciativa, invalidar las sentencia cuando sus
antecedentes demuestran la existencia de vicios que habrían autorizado interponer en
su contra el correspondiente recurso de casación en la forma. De este modo, se está
en presencia de una manifiesta excepción al principio fundamental de la pasividad de
los mismos, pero esta intervención de oficio es, al mismo tiempo, esencialmente
facultativa del tribunal llamado a ejercerla, lo cual lo confirman la expresión “pueden”.
215
conociendo de un asunto por vía de apelación, de consulta, de casación o en alguna
incidencia. Los tribunales pueden casar en la forma de oficio por cualquier casual que
aparezca de manifiesto. El profesor Tavolari sin embargo señala que esto último que
acabamos señalar debe tener limitaciones y postula que no puede invalidarse de oficio
por cualquier casual pues es posible que haya operado la convalidación del vicio y si
hay convalidación no hay perjuicio. En este sentido el profesor Tavolari propone que la
casación de oficio tenga lugar cuando se trate de vicios insubsanables y señala que
esto se produce en aquellos casos que se atentan contra normas de orden publico.
Tramitación. El tribunal debe oír a los abogados a que concurran a alegar a la vista
de la causa sobre este punto y debe indicar los posibles vicios sobre los cuales deberá
alegar. La finalidad de este procedimiento es resguarda el derecho de defensa de las
partes.
Sentencia. En caso que el tribunal Ad Quem invalide las sentencias casadas por
ultrapetita, omisión en un requisito formal, cosa juzgada o decisiones contradictorias,
debe acto seguido dictar la sentencia de remplazo. Aquí hay una inconsistencia de la
norma pues el art. 786 inciso segundo se refiere a que se aplica en el art. 776 y la
casación en la forma de oficio esta contemplada en el 775. Nos encontramos con un
error de remisión.
Nota: El recurso de casación en la forma no difiere del recurso de nulidad, pero dice
que cambiamos algo, no hay acción nulidad contra sentencias judiciales, lo que pasa
es que en el derecho español había una acción ordinaria de nulidad, pero en nuestro
CPC se elimina, y se establece una máxima en el tema de la nulidad procesal, que es
que la nulidad debe ser declarada in limine litis. Esto significa que debe ser declarada
dentro del juicio, es un principio de nulidad procesal en nuestro sistema. Y una forma
para reclamar la nulidad procesal es el recurso de casación en la forma.
¿Cabe recurso contra la resolución que casa de oficio? La verdad es que no tenemos
recursos, en estricto rigor no hay recursos, porque los recursos caben contra
sentencias de autos, decretos, interlocutorias y definitiva, y esta resolución no es
ninguna de las naturalezas anteriores.
216
Fundamento. Es invalidar ciertas resoluciones judiciales cuando hayan sido
pronunciadas con infracción a la ley y esto ha influido sustancialmente en lo dispositivo
de la sentencia, abordándose sólo cosas de derecho, no sobre los hechos, razón por
la cual no se reciben pruebas.
El artículo 767 en su parte final dice que tiene lugar contra sentencias pronunciadas
con infracción a la ley y que esta infracción haya influido sustancialmente en la parte
dispositiva del fallo. En consecuencia, para estar en presencia de esta causal deben
concurrir dos circunstancias:
a. Que la sentencia que se impugna haya sido pronunciada con infracción de ley.
La doctrina y la jurisprudencia dicen que se produce infracción de la ley cuando hay:
217
legal dice que se responde por los daños y los jueces del fondo solo dan
indemnización por daños patrimoniales y se va a casación en el fondo porque en ese
caso correspondería tanto daños patrimoniales como morales.
iii. Falsa aplicación o indebida aplicación de la ley. Tiene lugar cuando el juez en su
sentencia aplica la ley a una situación que no ha sido regulada por ella o deja de
aplicarla al caso para el cual fue dictada (muchas veces se combinen estas
modalidades, o sea, es posible que exista una errada interpretación y una falsa
aplicación).
i. Infracción a la C.P.R. En este punto no hay que confundir esta materia con la acción
de inaplicabilidad por inconstitucional, que hoy en día lo conoce el TC., pues son
planos distintos toda vez que acá se habla de una sentencia dictada contra la C.P.R. y
en el otro caso de una ley inconstitucional.
ii. Infracción a un tratado internacional. Para que un tratado internacional tenga fuerza
obligatoria en Chile es necesario que sea aprobado por nuestro país sometiéndose a
los trámites de una ley y, por ello, la jurisprudencia ha declarado que los tratados
internacionales suscritos por nuestro país constituyen verdaderas leyes.
iii. Infracción a los DFL. Ha sido el Congreso quien ha delegado sus funciones
legislativas respecto de alguna determinada materia.
Según esta interpretación no cabe incluir dentro de la palabra ley a las demás fuentes
del Derecho. Sin perjuicio de esto, en nuestro medio se ha propuesto otra lectura del
articulado del Código a partir de otra norma contenida en el artículo 772, por la
expresión “errores de derecho” que emplea esta norma a la hora de regular los
requisitos del recurso de casación en fondo, no existiendo consenso en este punto:
Infracción de ciertos actos públicos. No procede el recurso de casación en el fondo por
no constituir leyes formales, puesto que emanan de uno solo de los poderes del Eº
-ejecutivo- (decretos, reglamentos, instructivos, los auto acordados -solo del poder
judicial, a no ser que sean delegación de funciones expresas hechas por la ley, así los
autoacordados podrían ser casual del recurso-, dictámenes de la CGR). Infracción de
la costumbre.
Infracción de la ley extranjera. Tampoco queda involucra la palabra ley, pues nuestra
jurisprudencia estima que la ley extranjero es un hecho, a menos que se invoque como
infringida una norma legal chilena que se remita a la ley extranjera, porque viene a
ocupar el lugar de la ley nacional.
218
Infracción de la ley de los contratos. Según la doctrina y jurisprudencia quedan
excluidos de la palabra ley. Solamente se ha aceptado un recurso de casación en el
fondo en los casos de desnaturalización del contrato, o sea, en aquellas situaciones en
que los jueces de la instancia han cambiado la naturaleza jurídica del contrato y con
esto han aplicado un estatuto legal incorrecto.
Infracción a la doctrina legal. Se entiende por “doctrina legal” aquella que se produce a
través de la jurisprudencia de los tribunales de justicia. La palabra ley no alcanza la
doctrina legal por el artículo 3° CC.
a. Causales del recurso. Este recurso procede por infracción de ley y como el Código
no distingue puede tratarse de cualquier infracción de ley, sea ésta de carácter
sustantivo o procesal siempre que tal infracción influya substancialmente en lo
dispositivo de la sentencia que se trata de invalidar. Con todo, no procede el recurso
de casación en el fondo cuando la infracción constituya a su vez una causal de la
casación en la forma, declarando la CS que en estos casos la casación en la forma es
previa. Por ejemplo: Se funda una casación en el fondo por haber infringido las normas
de competencia absoluta del tribunal, pero esto es una casual de casación en la forma
por el artículo 768 Nº 1 (esto es solamente por el criterio de la especialidad).
b. Hechos del juicio. Las cuestiones de hecho constituyen una limitación del recurso,
puesto que no es posible anular la sentencia por errores de hecho (arts. 785 y 807),
señalando la CS que rige la inmutabilidad del recurso. Excepcionalmente, la CS puede
revisar indirecta los hechos del juicio cuando el tribunal da por establecido los hechos
violando las leyes que reglan la prueba, toda vez que los hechos deben ser
comprobados con arreglo a la ley y mediante los medios probatorios que ella
establece. Por ejemplo: los jueces del fondo aplican una norma legal del onus
probando al demandante y concluyen que el demandante no probo su pretensión y se
rechaza la pretensión, pero la CS dice que el onus probandi era para el demandado,
se da por probado el hecho del actor, y por no probado la defensa del demandado y
por esto se acoge la demanda.
El agravio debe ser doble, pues debe ser causado por la sentencia y, a la vez, por la
infracción de ley que influya substancialmente en lo dispositivo del fallo.
219
El recurso debe interponerse siempre dentro de 15 días siguientes a la fecha de la
notificación de la sentencia contra la cual se recurre (es diferente a la casación en la
forma).
El recurso debe interponerse por escrito, escrito que debe cumplir con los siguientes
requisitos:
2º Debe señalar de que modo ese o esos errores de derecho han influido
substancialmente en lo dispositivo del fallo (el recurrente debe argumentar con el
objeto de demostrar que de no haberse cometido la infracción legal se habría llegado a
una decisión distinta del asunto).
Nota: Esta redacción es fruto de la reforma introducida el año 1995, pues antes de
esta reforma la ley exigía que se hiciera mención expresa y determinada de las leyes
infringidas, incluso las partes de los incisos que estaban siendo infringidas, lo cual
provocaba que los recursos de casación fueran tremendamente difíciles de conocer y
por eso se cambió. Con todo, la CS sigue exigiendo que se mencione con precisión los
preceptos infringidos y, por ende, sigue siendo un recurso riguroso, no aplicándose en
esta materia el principio “iura novit curia”, es decir, acá no interesa que el derecho lo
conozca el juez.
Se rige por las mismas reglas del recurso de casación el la forma, pero con ciertas
reglas particulares referidas a:
ii. Posibilidad del rechazo del recurso en cuenta por manifiesta falta de fundamento.
Esto es una novedad introducida por la Ley N° 19.345, de 1995, y consiste en que la
CS en cuenta y en la misma oportunidad del examen de admisibilidad, aun cuando el
220
recurso sea admisible, puede rechazarlo de inmediato si el fondo o el merito del
recurso en opinión unánime de la sala adolece de “manifiesta falta de fundamento”
(es un caso de rechazo in limine de una solicitud por manifiesta falta de fundamento),
resolución que debe ser a lo menos meramente fundada. En Chile no hay
explicaciones doctrinarias sobre esta expresión “manifiesta falta de fundamento”, de
todos modos debe ser evidente y, además, debe referirse a la “carencia de
fundamentos” del recurso. Esto es importante diferenciarlo con lo que hace la CA
cuando analiza con el objeto de declarar la admisibilidad del recurso porque la CA solo
analiza si se colocaron los fundamentos, no si estos tienen pesos. Por ejemplo:
durante los últimos 2 años la CS ha declarado reiteradamente que la acción de nulidad
de derecho público prescribe en el plazo de 5 años y nuestro recurso se funda en la
imprescriptibilidad de la acción, eso podrían rechazarlo por manifiesta falta de
fundamento.
Esta resolución es susceptible del recurso de reposición, el cual debe ser fundado e
interpuesto dentro del tercer día (la explicación de esto se encuentra en que el recurso
de queja se había convertido en una suerte de tercera instancia porque contemplaba
menos requisitos para su interposición que la casación en el fondo y como
contrapartida se facilitó la interposición del recurso de casación en el fondo). Con todo,
el inciso 3 que se refiere a la reposición contra a esta resolución no es claro porque
señala “será susceptible del recurso de reposición que establece el inciso final del
781”, o sea, reposición dentro de 3 días. Al respecto, la duda más relevante que
podemos enunciar es si el fallo de esta reposición también exige unanimidad o no,
porque si resulta que para declarar el rechazo por manifiesta falta de fundamento se
necesita decisión unánime, debiésemos seguir el mismo criterio para la reposición,
pero este tema no está resuelto y podríamos entender que basta la mayoría. Además,
una segunda particularidad en la tramitación ante el tribunal ad quem es que
acordémonos que estamos diciendo que ante el tribunal ad quem se aplican las
mismas reglas y acá hay un solo tribunal ad quem, que es la CS.
Conocimiento del recurso por el pleno (art. 780). El conocimiento del recurso
corresponde a la sala, pero por excepción cualquiera de las partes puede solicitar
dentro del plazo para hacerse parte ante el tribunal ad quem, que el recurso sea
conocido por el pleno del tribunal, pero esta petición sólo puede fundarse en el hecho
que la CS en fallos diversos haya sostenido distintas interpretaciones acerca del
derecho objeto del recurso.
221
El fundamento de esta norma es permitir la uniformidad de la jurisprudencia.
Forma normal (art. 805 inc. final). Es el fallo, el cual debe dictarse dentro de los 40
días siguientes a aquel que haya terminado la vista del recurso y hay que distinguir:
Al dictar la sentencia de reemplazo el tribunal de casación debe respetar los hechos tal
como se han dado por establecido en el fallo del recurso y, además, debe reproducir
los fundamentos de derecho de la resolución casada que no se refieran a los puntos
materia del recurso y la parte del fallo no afectado por este, salvo en los puntos que
son materia del recurso.
222
la correspondiente sentencia de reemplazo, la cual puede ser revocatoria o
confirmatoria, pues lo que se está pidiendo es que se cambie el fallo de segundo
grado. Por ejemplo: somos demandantes y ganamos en 1a instancia todo y con
costas, pero el demandado apela y la corte revocó todo con costas, por lo cual
recurrimos de casación en el fondo y pedimos que se invalide ese fallo y que se dicte
una sentencia de reemplazo por el cual se confirme el fallo de primer grado. En
síntesis, en cuanto a la terminación del primer fallo (qué es lo resolutivo) se invalida y
respecto del segundo fallo (en lo resolutivo) confirma o revoca.
ii. Fallo que deniega el recurso. En este caso la CS remitirá los antecedentes a la CA o
al tribunal arbitral de 2a instancia según el caso y éstos, a su vez, los remitirán al
tribunal de 1a instancia para el cumplimiento de la sentencia, dictando la CS sólo una
sentencia, la cual tampoco admite una calificación jurídica en los términos del 158.
Solo cabe hacer uso de esta facultad cuando se deseche el recurso de casación en el
fondo por defectos en su formalización. Respecto a qué significa esto, antiguamente
era necesario formalizar el recurso, lo cual implicaba un acto procesal separado de la
interposición sobre el cual también se hacía un análisis de procedencia, pero dado que
hoy en día no hay requisitos de formalización, una interpretación armónica de las
normas debiera llevar a concluir que esto cabe aplicarlo en los casos de
inadmisibilidad, pero este es un tema nada claro
223
224