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CARTA
de JAMAICA
Simón Bolívar

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CARTA de JAMAICA
Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información Av. Universidad,
Esq. El Chorro, Torre Ministerial, pisos 9 y 10. Caracas-Venezuela.
www.minci.gob.ve / publicaciones@minci.gob.ve

Directorio
Ministra del Poder Popular para la Comunicación y la Información
Blanca Eekhout
Viceministro de Estrategia Comunicacional
Gabriel Gil
Director General de Difusión y Publicidad
Carlos Núñez
Directora de Publicaciones Contestación
Ingrid Rodríguez
Coordinación de un americano meridional
Francisco Ávila
Corrección a un caballero de esta isla
Sylvia Sabogal

Enero, 2010
Impreso en la República Bolivariana de Venezuela.
Depósito Legal: lf87120083202710
Muy señor mío:

Me apresuro a contestar la carta de 29 del mes


pasado que usted me hizo el honor de dirigir-
me, y yo recibí con la mayor satisfacción.

Sensible como debo, al interés que usted ha


querido tomar por la suerte de mi patria,
afligiéndose con ella por los tormentos
que padece desde su descubrimiento hasta
estos últimos períodos, por parte de sus
destructores los españoles, no siento menos
el comprometimiento en que me ponen
las solícitas demandas que usted me hace,
sobre los objetos más importantes de la
política americana. Así, me encuentro en
un conflicto, entre el deseo de corresponder
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a la confianza con que usted me favorece, y otras tantas es susceptible la nuestra por sus
el impedimento de satisfacerle, tanto por la posiciones físicas, por las vicisitudes de la
falta de documentos y de libros, cuanto por guerra y por los cálculos de la política.
los limitados conocimientos que poseo de
un país tan inmenso, variado y desconocido Como me conceptúo obligado a prestar
como el Nuevo Mundo. atención a la apreciable carta de usted,
no menos que a sus filantrópicas miras, me
En mi opinión, es imposible responder a las animo a dirigir estas líneas, en las cuales
preguntas con que usted me ha honrado. ciertamente no hallará usted las ideas
El mismo barón de Humboldt, con su luminosas que desea, mas sí las ingenuas
universalidad de conocimientos teóricos expresiones de mis pensamientos.
y prácticos, apenas lo haría con exactitud,
porque aunque una parte de la estadística “Tres siglos ha –dice usted– que empezaron
y revolución de América es conocida, me las barbaridades que los españoles cometie-
atrevo a asegurar que la mayor está cubierta ron en el grande hemisferio de Colón”. Bar-
de tinieblas y, por consecuencia, sólo se baridades que la presente edad ha rechazado
pueden ofrecer conjeturas más o menos como fabulosas, porque parecen superiores a
aproximadas, sobre todo en lo relativo a la la perversidad humana; y jamás serían creídas
suerte futura y a los verdaderos proyectos de por los críticos modernos, si constantes y
los americanos; pues cuantas combinaciones repetidos documentos no testificasen estas
suministra la historia de las naciones, de infaustas verdades. El filantrópico obispo de
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Chiapa, el apóstol de la América, Las Casas, esperanza por una predicción, si la justicia
ha dejado a la posteridad una breve relación decide las contiendas de los hombres. El
de ellas, extractada de las sumarias que si- suceso coronará nuestros esfuerzos; porque
guieron en Sevilla a los conquistadores, con el destino de América se ha fijado irrevoca-
el testimonio de cuantas personas respetables blemente: el lazo que la unía a España está
había entonces en el Nuevo Mundo, y con los cortado, la opinión era toda su fuerza; por
procesos mismos que los tiranos se hicieron ella se estrechaban mutuamente las partes
entre sí: como consta por los más sublimes de aquella inmensa monarquía; lo que antes
historiadores de aquel tiempo. Todos los las enlazaba ya las divide; más grande es el
imparciales han hecho justicia al celo, verdad odio que nos ha inspirado la Península que
y virtudes de aquel amigo de la humanidad, el mar que nos separa de ella; menos difícil
que con tanto fervor y firmeza denunció ante es unir los dos continentes, que reconciliar
su gobierno y contemporáneos los actos más los espíritus de ambos países. El hábito a la
horrorosos de un frenesí sanguinario. obediencia; un comercio de intereses, de lu-
ces, de religión; una recíproca benevolencia;
Con cuánta emoción de gratitud leo el una tierna solicitud por la cuna y la gloria de
pasaje de la carta de usted en que me dice nuestros padres; en fin, todo lo que formaba
“que espera que los sucesos que siguieron nuestra esperanza nos venía de España. De
entonces a las armas españolas, acompañen aquí nacía un principio de adhesión que pa-
ahora a las de sus contrarios, los muy oprimi- recía eterno; no obstante que la inconducta
dos americanos meridionales”. Yo tomo esta de nuestros dominadores relajaba esta sim-
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patía; o, por mejor decir, este apego forzado observaremos una lucha simultánea en la
por el imperio de la dominación. Al presente misma extensión de este hemisferio.
sucede lo contrario; la muerte, el deshonor,
cuanto es nocivo nos amenaza y tememos: El belicoso estado de las provincias del Río de
todo lo sufrimos de esa desnaturalizada ma- la Plata ha purgado su territorio y conducido
drastra. El velo se ha rasgado y hemos visto sus armas vencedoras al Alto Perú, conmo-
la luz y se nos quiere volver a las tinieblas: se viendo a Arequipa e inquietado a los realistas
han roto las cadenas; ya hemos sido libres y de Lima. Cerca de un millón de habitantes
nuestros enemigos pretenden de nuevo es- disfruta allí de su libertad.
clavizarnos. Por lo tanto, América combate
con despecho y rara vez, la desesperación no El reino de Chile, poblado de ochocien-
ha arrastrado tras sí la victoria. tas mil almas, está lidiando contra sus
enemigos que pretenden dominarlo;
Porque los sucesos hayan sido parciales pero en vano, porque los que antes pu-
y alternados no debemos desconfiar de la sieron un término a sus conquistas, los
fortuna. En unas partes triunfan los inde- indómitos y libres araucanos, son sus
pendientes, mientras que los tiranos, en vecinos y compatriotas; y su ejemplo
lugares diferentes, obtienen sus ventajas, sublime es suficiente para probarles que
y ¿cuál es el resultado final? ¿No está el el pueblo que ama su independencia, por
Nuevo Mundo entero, conmovido y arma- fin la logra.
do para su defensa? Echemos una ojeada y
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El virreinato del Perú, cuya población as- Morillo, que es verosímil sucumba delante
ciende a millón y medio de habitantes, es, sin de la inexpugnable plaza de Cartagena.
duda, el más sumiso y al que más sacrificios se Mas si la tomare será a costa de grandes
le han arrancado para la causa del rey, y bien pérdidas, y, desde luego, carecerá de fuerzas
que sean vanas las relaciones concernientes a bastantes para subyugar a los morigeros y
aquella porción de América, es indubitable bravos moradores del interior.
que ni está tranquila ni es capaz de oponerse
al torrente que amenaza a las más de sus En cuanto a la heroica y desdichada Ve-
provincias. nezuela sus acontecimientos han sido tan
rápidos y sus devastaciones tales, que casi
La Nueva Granada que es, por decirlo así, el la han reducido a una absoluta indigencia
corazón de la América, obedece a un gobier- a una soledad espantosa; no obstante que
no general, exceptuando el reino de Quito era uno de los más bellos países de cuantos
que con la mayor dificultad contienen sus hacían el orgullo de América. Sus tiranos
enemigos, por ser fuertemente adicto a la gobiernan un desierto, y sólo oprimen a
causa de su patria; y las provincias de Pana- tristes restos que, escapados de la muerte,
má y Santa Marta que sufren, no sin dolor, alimentan una precaria existencia; algunas
la tiranía de sus señores. Dos millones y mujeres, niños y ancianos son los que
medio de habitantes están esparcidos en quedan. Los más de los hombres han pe-
aquel territorio que actualmente defienden recido por no ser esclavos, y los que viven,
contra el ejército español bajo el general combaten con furor en los campos y en los
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pueblos internos hasta expirar o arrojar Mr. Walton que describe con fidelidad los
al mar a los que insaciables de sangre y sanguinarios crímenes cometidos en aquel
de crímenes, rivalizan con los primeros opulento imperio. Allí, la lucha se mantiene
monstruos que hicieron desaparecer de la a fuerza de sacrificios humanos y de todas
América a su raza primitiva. Cerca de un especies, pues nada ahorran los españoles
millón de habitantes se contaba en Vene- con tal que logren someter a los que han te-
zuela y sin exageración se puede conjeturar nido la desgracia de nacer en este suelo, que
que una cuarta parte ha sido sacrificada parece destinado a empaparse con la sangre
por la tierra, la espada, el hambre, la peste, de sus hijos. A pesar de todo, los mejicanos
las peregrinaciones; excepto el terremoto, serán libres, porque han abrazado el partido
todos resultados de la guerra. de la patria, con la resolución de vengar a
sus pasados o seguirlos al sepulcro. Ya ellos
En Nueva España había en 1808, según nos dicen con Reynal: llegó el tiempo, en fin, de
refiere el barón de Humboldt, siete millones pagar a los españoles suplicios con suplicios
ochocientas mil almas con inclusión de y de ahogar a esa raza de exterminadores en
Guatemala. Desde aquella época, la insu- su sangre o en el mar.
rrección que ha agitado a casi todas sus pro-
vincias, ha hecho disminuir sensiblemente Las islas de Puerto Rico y Cuba, que entre
aquel cómputo que parece exacto; pues ambas pueden formar una población de
más de un millón de hombres han perecido, setecientas a ochocientas mil almas, son las
como lo podrá usted ver en la exposición de que más tranquilamente poseen los espa-
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ñoles, porque están fuera del contacto de medito, más me confunden; llego a pensar
los independientes. Mas ¿no son america- que se aspira a que desaparezca la América,
nos estos insulares? ¿No son vejados? ¿No pero es imposible porque toda Europa no es
desearán su bienestar? España. ¡Qué demencia la de nuestra ene-
Este cuadro representa una escala militar de miga, pretender reconquistar América, sin
dos mil leguas de longitud y novecientas de marina, sin tesoros y casi sin soldados! Pues
latitud en su mayor extensión en que die- los que tiene, apenas son bastantes para
ciséis millones de americanos defienden sus retener a su propio pueblo en una violenta
derechos, o están oprimidos por la nación obediencia, y defenderse de sus vecinos.
española que aunque fue en algún tiempo Por otra parte, ¿podrá esta nación hacer el
el más vasto imperio del mundo, sus restos comercio exclusivo de la mitad del mundo
son ahora impotentes para dominar el nue- sin manufacturas. Sin producciones terri-
vo hemisferio y hasta para mantenerse en el toriales, sin artes, sin ciencias, sin política?
antiguo. ¿Y amante de la libertad permite Lograda que fuese esta loca empresa, y su-
que una vieja serpiente por sólo satisfacer poniendo más, aun lograda la pacificación,
su saña envenenada, devore la más bella los hijos de los actuales americanos únicos
parte de nuestro globo? ¡Qué! ¿Está Eu- con los de los europeos reconquistadores,
ropa sorda al clamor de su propio interés?, ¿no volverían a formar dentro de veinte
¿no tiene ya ojos para ver la justicia?, ¿tanto años los mismos patrióticos designios que
se ha endurecido para ser de este modo ahora se están combatiendo?
insensible? Estas cuestiones cuanto más las
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Europa haría un bien a España en disuadirla Cuantos escritores han tratado la materia
de su obstinada temeridad, porque a lo me- se acordaban en esta parte. En consecuen-
nos le ahorrará los gastos que expende, y la cia, nosotros esperábamos con razón que
sangre que derrama; a fin de que fijando su todas las naciones cultas se apresurarían
atención en sus propios recintos, fundase su a auxiliarnos, para que adquiriésemos un
prosperidad y poder sobre bases más sólidas bien cuyas ventajas son recíprocas a en-
que las de inciertas conquistas, un comercio trambos hemisferios. Sin embargo, ¡cuán
precario y exacciones violentas en pueblos frustradas esperanzas! no sólo los europeos,
remotos, enemigos y poderosos. Europa pero hasta nuestros hermanos del Norte se
misma por miras de sana política debería han mantenido inmóviles espectadores de
haber preparado y ejecutado el proyecto de esta contienda, que por su esencia es la más
la independencia americana, no sólo porque justa, y por sus resultados la más bella e im-
el equilibrio del mundo así lo exige, sino portante de cuantas se han suscitado en los
porque éste es el medio legítimo y seguro siglos antiguos y modernos, ¿porque hasta
de adquirirse establecimientos ultramarinos dónde se puede calcular la trascendencia
de comercio. Europa que no se halla agitada de la libertad en el hemisferio de Colón?
por las violentas pasiones de la venganza,
ambición y codicia, como España, parece “La felonía con que Bonaparte –dice usted–
que estaba autorizada por todas las leyes de la prendió a Carlos IV y a Fernando VII, reyes
equidad a ilustrarla sobre sus bien entendidos de esta nación, que tres siglos la aprisionó con
intereses. traición a dos monarcas de la América meri-
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dional, es un acto manifiesto de retribución escarnio antes que las torturas. Iguales a la
divina y, al mismo tiempo, una prueba de que suerte de este monarca fueron las del rey de
Dios sostiene la justa causa de los americanos Michoacán, Catzontzin; el Zipa de Bogotá,
y les concederá su independencia”. y cuantos Toquis, Imas, Zipas, Ulmenes,
Caciques y demás dignidades indianas su-
Parece que usted quiere aludir al monarca cumbieron al poder español.
de Méjico Moctezuma, preso por Cortés
y muerto, según Herrera, por el mismo, El suceso de Fernando VII es más semejante
aunque Solís dice que por el pueblo, y a al que tuvo lugar en Chile en 1535 con el
Atahualpa, inca del Perú, destruido por Ulmén de Copiapó, entonces reinante en
Francisco Pizarro y Diego Almagro. Existe aquella comarca. El español Almagro pre-
tal diferencia entre la suerte de los reyes espa- textó, como Bonaparte, tomar partido por la
ñoles y los reyes americanos, que no admiten causa del legítimo soberano y, en consecuen-
comparación; los primeros son tratados con cia, llama al usurpador, como Fernando lo
dignidad, conservados, y al fin recobran su era en España; aparenta restituir al legítimo a
libertad y trono; mientras que los últimos sus estados y termina por encadenar y echar a
sufren tormentos inauditos y los vilipendios las llamas al infeliz Ulmén, sin querer ni aún
más vergonzosos. Si a Guatimozín, sucesor oír su defensa. Este es el ejemplo de Fernando
de Moctezuma, se le trata como emperador VII con su usurpador; los reyes europeos sólo
y le ponen la corona, fue por irrisión y no padecen destierros, el Ulmén de Chile termi-
por respeto, para que experimentase este na su vida de un modo atroz.
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“Después de algunos meses –añade usted– he interesa por él, este acto de benevolencia
hecho muchas reflexiones sobre la situación me inspira el más vivo reconocimiento.
de los americanos y sus esperanzas futuras;
tomo grande interés en sus sucesos; pero He dicho la población que se calcula por
me faltan muchos informes relativos a su datos más o menos exactos, que mil circuns-
estado actual y a lo que ellos aspiran; deseo tancias hacen fallidos, sin que sea fácil reme-
infinitamente saber la política de cada pro- diar esta inexactitud, porque los más de los
vincia como también su población; si desean moradores tienen habitaciones campestres,
repúblicas o monarquías, si formarán una y muchas veces errantes; siendo labradores,
gran república o una gran monarquía. Toda pastores, nómadas, perdidos en medio de
noticia de esta especie que usted pueda darme espesos e inmensos bosques, llanuras solita-
o indicarme las fuentes a que debo ocurrir, la rias, y aislados entre lagos y ríos caudalosos.
estimaré como un favor muy particular”. ¿Quién será capaz de formar una estadística
completa de semejantes comarcas? Además,
Siempre las almas generosas se interesan en los tributos que pagan los indígenas; las
la suerte de un pueblo que se esmera por penalidades de los esclavos; las primicias,
recobrar los derechos con que el Creador y diezmos y derechos que pesan sobre los
la naturaleza le han dotado; y es necesario labradores, y otros accidentes alejan de sus
estar bien fascinado por el error o por las hogares a los pobres americanos. Esto sin
pasiones para no abrigar esta noble sen- hacer mención de la guerra de exterminio
sación; usted ha pensado en mi país, y se que ya ha segado cerca de un octavo de la
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población, y ha ahuyentado una gran parte; todas las artes y ciencias, aunque en cierto
pues entonces las dificultades son insupera- modo viejos en los usos de la sociedad civil.
bles y el empadronamiento vendrá a redu- Yo considero el estado actual de América,
cirse a la mitad del verdadero censo. como cuando desplomado el imperio roma-
no cada desmembración formó un sistema
Todavía es más difícil presentir la suerte político, conforme a sus intereses y situación,
futura del Nuevo Mundo, establecer princi- o siguiendo la ambición particular de algu-
pios sobre su política, y casi profetizar la na- nos jefes, familias o corporaciones, con esta
turaleza del gobierno que llegará a adoptar. notable diferencia, que aquellos miembros
Toda idea relativa al porvenir de este país me dispersos volvían a restablecer sus antiguas
parece aventurada. ¿Se puede prever cuando naciones con las alteraciones que exigían
el género humano se hallaba en su infancia las cosas o los sucesos; mas nosotros, que
rodeado de tanta incertidumbre, ignorancia apenas conservamos vestigios de lo que en
y error, cuál sería el régimen que abrazaría otro tiempo fue, y que por otra parte no so-
para su conservación? ¿Quién se habría atre- mos indios, ni europeos, sino una especie de
vido a decir tal nación será república o mo- mezcla entre los legítimos propietarios del
narquía, ésta será pequeña, aquella grande? país y los usurpadores españoles; en suma,
En mi concepto, esta es la imagen de nuestra siendo nosotros americanos por nacimiento,
situación. Nosotros somos un pequeño gé- y nuestros derechos los de Europa, tenemos
nero humano; poseemos un mundo aparte, que disputar a estos a los del país, y que
cercado por dilatados mares; nuevos en casi mantenernos en él contra la invasión de los
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invasores; así nos hallemos en el caso más o súbdito. Aplicando estos principios, ha-
extraordinario y complicado. No obstante llaremos que América no solamente estaba
que es una especie de adivinación indicar privada de su libertad, sino también de la
cuál será el resultado de la línea de política tiranía activa y dominante. Me explicaré.
que América siga, me atrevo a aventurar En las administraciones absolutas no se
algunas conjeturas que, desde luego, carac- reconocen límites en el ejercicio de las
terizo de arbitrarias, dictadas por un deseo facultades gubernativas: la voluntad del
racional y no por un raciocinio probable. gran sultán, Kan, Bey y demás soberanos
La posición de los moradores del hemisfe- despóticos, es la ley suprema, y ésta es casi
rio americano, ha sido por siglos puramen- arbitrariamente ejecutada por los bajáes,
te pasiva; su existencia política era nula. kanes y sátrapas subalternos de Turquía y
Nosotros estábamos en un grado todavía Persia, que tienen organizada una opresión
más abajo de la servidumbre y, por lo mis- de que participan los súbditos en razón de
mo, con más dificultad para elevarnos al la autoridad que se les confía. A ellos está
goce de la libertad. Permítame usted estas encargada la administración civil, militar,
consideraciones para elevar la cuestión. política, de rentas y la religión. Pero al fin
Los Estados son esclavos por la naturaleza son persas los jefes de Ispahan, son turcos
de su constitución o por el abuso de ella; los visires del gran señor, son tártaros los
luego un pueblo es esclavo, cuando el sultanes de la Tartaria. China no envía a
gobierno por su esencia o por sus vicios, buscar mandarines, militares y letrados
holla y usurpa los derechos del ciudadano al país de Gengis Kan que la conquistó, a
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pesar de que los actuales chinos son des- Los americanos en el sistema español que está
cendientes directos de los subyugados por en vigor, y quizá con mayor fuerza que nunca,
los ascendientes de los presentes tártaros. no ocupan otro lugar en la sociedad que el de
siervos propios para el trabajo y, cuando más,
¡Cuán diferente entre nosotros! Se nos el de simples consumidores; y aún esta parte
vejaba con una conducta que, además de coartada con restricciones chocantes; tales
privarnos de los derechos que nos corres- son las prohibiciones del cultivo de frutos de
pondían, nos dejaba en una especie de Europa, el estanco de las producciones que
infancia permanente con respecto a las el rey monopoliza, el impedimento de las
transacciones públicas. Si hubiésemos si- fábricas que la misma Península no posee, los
quiera manejado nuestros asuntos domés- privilegios exclusivos del comercio hasta de
ticos en nuestra administración interior, los objetos de primera necesidad; las trabas
conoceríamos el curso de los negocios entre provincias y provincias americanas pa-
públicos y su mecanismo, moraríamos ra que no se traten, entiendan, ni negocien;
también de la consideración personal que en fin, ¿quiere usted saber cuál era nuestro
impone a los ojos del pueblo cierto respeto destino? Los campos para cultivar el añil, la
maquinal que es tan necesario conservar en grana, el café, la caña, el cacao y el algodón;
las revoluciones. He aquí por qué he dicho las llanuras solitarias para criar ganados, los
que estábamos privados hasta de la tiranía desiertos para cazar las bestias feroces, las
activa, pues que no nos está permitido ejer- entrañas de la tierra para excavar el oro que
cer sus funciones. no puede saciar a esa nación avarienta.
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Tan negativo era nuestro estado que no El emperador Carlos V formó un pacto con
encuentro semejante en ninguna otra aso- los descubridores, conquistadores y pobla-
ciación civilizada, por más que recorro la dores de América que, como dice Guerra, es
serie de las edades y la política de todas las nuestro contrato social. Los reyes de España
naciones. Pretender que un país tan feliz- convinieron solemnemente con ellos que lo
mente constituido, extenso, rico y populoso ejecutasen por su cuenta y riesgo, prohibién-
sea meramente pasivo, ¿no es un ultraje y una doles hacerlo a costa de la real hacienda, y por
violación de los derechos de la humanidad? esta razón se les concedía que fuesen señores
Estábamos, como acabo de exponer, de la tierra, que organizasen la administración
abstraídos y, digámoslo así, ausentes del y ejerciesen la judicatura en apelación; con
universo en cuanto es relativo a la ciencia otras muchas exenciones y privilegios que
del gobierno y administración del Estado. sería prolijo detallar. El rey se comprometió a
Jamás éramos virreyes ni gobernadores sino no enajenar jamás las provincias americanas,
por causas muy extraordinarias; arzobispos como que a él no tocaba otra jurisdicción
y obispos pocas veces; diplomáticos nunca; que la del alto dominio, siendo una especie
militares sólo en calidad de subalternos; de propiedad feudal la que allí tenían los
nobles, sin privilegios reales; no éramos, en conquistadores para sí y sus descendientes.
fin, ni magistrados ni financistas, y casi ni Al mismo tiempo, existen leyes expresas que
aun comerciantes; todo en contravención favorecen casi exclusivamente a los naturales
directa de nuestras instituciones. del país, originarios de España, en cuanto a los
empleos civiles, eclesiásticos y de rentas. Por
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manera que con una violación manifiesta de Los americanos han subido de repente y sin
las leyes y de los pactos subsistentes, se han los conocimientos previos y, lo que es más
visto despojar aquellos naturales de la autori- sensible, sin la práctica de los negocios pú-
dad constitucional que les daba su código. blicos a representar en la escena del mundo
las eminentes dignidades de legisladores,
De cuanto he referido, será fácil colegir que magistrados, administradores del erario, di-
América no estaba preparada para despren- plomáticos, generales, y cuantas autoridades
derse de la metrópoli, como súbitamente supremas y subalternas forman la jerarquía
sucedió por el efecto de las ilegítimas ce- de un Estado organizado con regularidad.
siones de Bayona, y por la inicua guerra Cuando las águilas francesas sólo respeta-
que la regencia nos declaró sin derecho ron los muros de la ciudad de Cádiz, y con
alguno para ello, no sólo por la falta de jus- su vuelo arrollaron a los frágiles gobiernos
ticia sino también de legitimidad. Sobre la de la Península, entonces quedamos en la
naturaleza de los gobiernos españoles, sus orfandad. Ya antes habíamos sido entrega-
decretos conminatorios y hostiles, y el cur- dos a la merced de un usurpador extranjero.
so entero de su desesperada conducta, hay Después, lisonjeados con la justicia que se
escritos del mayor mérito en el periódico, nos debía, con esperanzas halagüeñas siem-
El Español, cuyo autor es el señor Blanco; pre burladas; por último, inciertos sobre
y estando allí esta parte de nuestra historia nuestro destino futuro, y amenazados por la
muy bien tratada, me limito a indicarlo. anarquía, a causa de la falta de un gobierno
legítimo, justo y liberal, nos precipitamos
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en el caos de la revolución. En el primer yendo leyes generales en favor de la libertad
momento, sólo se cuidó de proveer a la civil, de imprenta y otras; finalmente, se
seguridad interior, contra los enemigos que constituyó un gobierno independiente. La
encerraba nuestro seno. Luego se extendió a Nueva Granada siguió con uniformidad
la seguridad exterior; se establecieron autori- los establecimientos políticos y cuantas re-
dades que sustituimos a las que acabábamos formas hizo Venezuela, poniendo por base
de deponer encargadas de dirigir el curso de fundamental de su Constitución el sistema
nuestra revolución y de aprovechar la coyun- federal más exagerado que jamás existió;
tura feliz en que nos fuese posible fundar un recientemente se ha mejorado con respecto
gobierno constitucional digno del presente al poder ejecutivo general, que ha obteni-
siglo y adecuado a nuestra situación. do cuantas atribuciones le corresponden.
Según entiendo, Buenos Aires y Chile han
Todos los nuevos gobiernos marcaron sus seguido esta misma línea de operaciones;
primeros pasos con el establecimiento de pero como nos hallamos a tanta distancia,
juntas populares. Éstas formaron ense- los documentos son tan raros y las noticias
guida reglamentos para la convocación tan inexactas, no me animaré ni aun a bos-
de congresos que produjeron alteraciones quejar el cuadro de sus transacciones.
importantes. Venezuela erigió un gobierno
democrático y federal, declarando previa- Los sucesos de México han sido demasiado
mente los derechos del hombre, mante- varios, complicados, rápidos y desgraciados
niendo el equilibrio de los poderes y estatu- para que se puedan seguir en el curso de la
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revolución. Carecemos, además, de docu- En marzo de 1812, el gobierno residente en
mentos bastante instructivos que nos hagan Zultepec presentó un plan de paz y guerra
capaces de juzgarlos. Los independientes de al virrey de México concebido con la más
México, por lo que sabemos, dieron principio profunda sabiduría. En él se reclamó el de-
a su insurrección en septiembre de 1810 y, un recho de gentes estableciendo principios de
año después, ya tenían centralizado su gobier- una exactitud incontestable. Propuso la junta
no en Zitácuaro, instalado allí una Junta Na- que la guerra se hiciese como entre hermanos
cional bajo los auspicios de Fernando VII, en y conciudadanos; pues que no debía ser más
cuyo nombre se ejercían las funciones guber- cruel que entre naciones extranjeras; que los
nativas. Por los acontecimientos de la guerra, derechos de gentes y de guerra, inviolables pa-
esta junta se trasladó a diferentes lugares, y es ra los mismos infieles y bárbaros, debían serlo
verosímil que se haya conservado hasta estos más para cristianos, sujetos a un soberano y
últimos momentos, con las modificaciones a unas mismas leyes; que los prisioneros no
que los sucesos hayan exigido. Se dice que fuesen tratados como reos de lesa majestad,
ha creado un generalísimo o dictador que ni se degollasen los que rendían las armas,
lo es el ilustre general Morelos; otros hablan sino que se mantuviesen en rehenes para can-
del célebre general Rayón; lo cierto es que jearlos; que no se entrase a sangre y fuego en
uno de estos dos grandes hombres o ambos las poblaciones pacíficas, no las diezmasen ni
separadamente ejercen la autoridad suprema quitasen para sacrificarlas y, concluye, que en
en aquel país; y recientemente ha aparecido caso de no admitirse este plan, se observarían
una constitución para el régimen del Estado. rigurosamente las represalias.
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Esta negociación se trató con el más alto nuestro carácter, costumbres y luces actuales.
desprecio; no se dio respuesta a la junta En Caracas, el espíritu de partido tomó su
nacional; las comunicaciones originales origen en las sociedades, asambleas y eleccio-
se quemaron públicamente en la plaza de nes populares; y estos partidos nos tornaron
México, por mano del verdugo; y la guerra a la esclavitud. Y así como Venezuela ha sido
de exterminio continuó por parte de los es- la república americana que más se ha adelan-
pañoles con su furor acostumbrado, mien- tado en sus instituciones políticas, también
tras que los mexicanos y las otras naciones ha sido el más claro ejemplo de la ineficacia
americanas no la hacían, ni aun a muerte de la forma demócrata y federal para nues-
con los prisioneros de guerra que fuesen tros nacientes Estados. En Nueva Granada
españoles. Aquí se observa que por causas las excesivas facultades de los gobiernos
de conveniencia se conservó la apariencia provinciales y la falta de centralización en el
de sumisión al rey y aun a la constitución de general han conducido aquel precioso país al
la monarquía. Parece que la Junta Nacional estado a que se ve reducido en el día. Por esta
es absoluta en el ejercicio de las funciones razón sus débiles enemigos se han conserva-
legislativa, ejecutiva y judicial, y el número do contra todas las probabilidades.
de sus miembros muy limitado.
En tanto que nuestros compatriotas no ad-
Los acontecimientos de la tierra firme nos quieran los talentos y las virtudes políticas
han probado que las instituciones perfecta- que distinguen a nuestros hermanos del
mente representativas no son adecuadas a Norte, los sistemas enteramente populares,
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lejos de sernos favorables, temo mucho que instinto que tienen todos los hombres de
vengan a ser nuestra ruina. Desgraciada- aspirar a su mejor felicidad posible; la que
mente, estas cualidades parecen estar muy se alcanza infaliblemente en las sociedades
distantes de nosotros en el grado que se civiles, cuando ellas están fundadas sobre
requiere; y por el contrario, estamos domi- las bases de la justicia, de la libertad y de la
nados de los vicios que se contraen bajo la igualdad. Pero ¿seremos nosotros capaces
dirección de una nación como la española de mantener en su verdadero equilibrio la
que sólo ha sobresalido en fiereza, ambición, difícil carga de una República? ¿Se puede
venganza y codicia. concebir que un pueblo recientemente
desencadenado, se lance a la esfera de la
Es más difícil, dice Montesquieu, sacar un libertad, sin que, como a Ícaro, se le des-
pueblo de la servidumbre, que subyugar hagan las alas, y recaiga en el abismo? Tal
uno libre. Esta verdad está comprobada prodigio es inconcebible, nunca visto. Por
por los anales de todos los tiempos, que consiguiente, no hay un raciocinio verosí-
nos muestran las más de las naciones mil, que nos halague con esta esperanza.
libres, sometidas al yugo, y muy pocas de
las esclavas recobrar su libertad. A pesar Yo deseo más que otro alguno ver formar
de este convencimiento, los meridionales en América la más grande nación del mun-
de este continente han manifestado el co- do, menos por su extensión y riquezas que
nato de conseguir instituciones liberales, por su libertad y gloria. Aunque aspiro a la
y aun perfectas; sin duda, por efecto del perfección del gobierno de mi patria, no
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puedo persuadirme que el Nuevo Mundo dé vida, anime, ponga en acción todos los
sea por el momento regido por una gran resortes de la prosperidad pública, corrija,
república; como es imposible, no me atre- ilustre y perfeccione al Nuevo Mundo sería
vo a desearlo; y menos deseo aún una mo- necesario que tuviese las facultades de un
narquía universal de América, porque este Dios y, cuando menos, las luces y virtudes
proyecto, sin ser útil, es también imposible. de todos los hombres.
Los abusos que actualmente existen no se
reformarían y nuestra regeneración sería El espíritu de partido que al presente agita
infructuosa. a nuestros Estados, se encendería entonces
con mayor encono, hallándose ausente la
Los Estados americanos han menester de fuente del poder, que únicamente puede
los cuidados de gobiernos paternales que reprimirlo.
curen las llagas y las heridas del despotismo
y la guerra. La metrópoli, por ejemplo, sería Además, los magnates de las capitales no su-
México, que es la única que puede serlo frirían la preponderancia de los metropoli-
por su poder intrínseco, sin el cual no hay tanos, a quienes considerarían como a otros
metrópoli. Supongamos que fuese el istmo tantos tiranos; sus celos llegarían hasta el
de Panamá punto céntrico para todos los punto de comparar a éstos con los odiosos
extremos de este vasto continente, ¿no con- españoles. En fin, una monarquía semejante
tinuarían éstos en la languidez, y aún en el sería un coloso deforme que su propio peso
desorden actual? Para que un solo gobierno desplomaría a la menor convulsión.
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Mr. de Pradt ha dividido sabiamente a la ejemplo de Roma. Máximas y ejemplos tales
América en quince o diecisiete Estados están en oposición directa con los principios
independientes entre sí, gobernados por de justicia de los sistemas republicanos, y aún
otros tantos monarcas. Estoy de acuerdo diré más, en oposición manifiesta con los in-
en cuanto a lo primero, pues la América tereses de sus ciudadanos; porque un Estado
comporta la creación de diecisiete naciones; demasiado extenso en sí mismo o por sus
en cuanto a lo segundo, aunque es más fácil dependencias, al cabo viene en decadencia, y
conseguirla, es menos útil; y así no soy de la convierte su forma libre en otra tiránica; relaja
opinión de las monarquías americanas. He los principios que deben conservarla, y ocurre
aquí mis razones. El interés bien entendido por último al despotismo. El distintivo de las
de una república se circunscribe en la esfera pequeñas repúblicas es la permanencia; el de
de su conservación, prosperidad y gloria. No las grandes es vario, pero siempre se inclina al
ejerciendo la libertad imperio, porque es pre- imperio. Casi todas las primeras han tenido
cisamente su opuesto, ningún estímulo excita una larga duración; de las segundas sólo
a los republicanos a extender los términos de Roma se mantuvo algunos siglos, pero fue
su nación, en detrimiento de sus propios me- porque era república la capital y no lo era el
dios, con el único objeto de hacer participar resto de sus dominios que se gobernaban por
a sus vecinos de una Constitución liberal. leyes e instituciones diferentes.
Ningún derecho adquieren, ninguna ventaja
sacan venciéndolos, a menos que los reduzcan Muy contraria es la política de un rey, cuya
a colonias, conquistas o aliados, siguiendo el inclinación constante se dirige al aumento
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de sus posesiones, riquezas y facultades; cas y monarquías lo más perfecto y acabado,
con razón, porque su autoridad crece con evitemos caer en anarquías demagógicas,
estas adquisiciones, tanto con respecto a o en tiranías monócratas. Busquemos un
sus vecinos, como a sus propios vasallos medio entre extremos opuestos que nos
que temen en él un poder tan formidable conducirían a los mismos escollos, a la
cuanto es su imperio que se conserva por infelicidad y al deshonor. Voy a arriesgar
medio de la guerra y de las conquistas. Por el resultado de mis cavilaciones sobre la
estas razones, pienso que los americanos suerte futura de América; no la mejor, sino
ansiosos de paz, ciencias, artes, comercio la que sea más asequible.
y agricultura, preferirían las repúblicas a
los reinos, y me parece que estos deseos se Por la naturaleza de las localidades, rique-
conforman con las miras de Europa. zas, población y carácter de los mexicanos,
imagino que intentarán, al principio,
No convengo en el sistema federal entre los establecer una república representativa
populares y representativos, por ser dema- en la cual tenga grandes atribuciones el
siado perfecto y exigir virtudes y talentos poder Ejecutivo, concentrándolo en un
políticos muy superiores a los nuestros; por individuo que, si desempeña sus funciones
igual razón rehuso la monarquía mixta de con acierto y justicia, casi naturalmente
aristocracia y democracia que tanta fortuna vendrá a conservar una autoridad vitalicia.
y esplendor ha procurado a Inglaterra. No Si su incapacidad o violenta administra-
siéndonos posible lograr entre las repúbli- ción excita una conmoción popular que
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triunfe, ese mismo poder ejecutivo quizás los lazos comerciales de Europa, América y
se difundirá en una asamblea. Si el partido Asia; traerán a tan feliz región los tributos
preponderante es militar o aristocrático, de las cuatro partes del globo. ¡Acaso sólo
exigirá probablemente una monarquía que allí podrá fijarse algún día la capital de la
al principio será limitada y constitucional, tierra! Como pretendió Constantino que
y después inevitablemente declinará en ab- fuese Bizancio la del antiguo hemisferio.
soluta; pues debemos convenir en que nada Nueva Granada se unirá con Venezuela, si
hay más difícil en el orden político que la llegan a convenirse en formar una república
conservación de una monarquía mixta; y central, cuya capital sea Maracaibo o una
también es preciso convenir en que sólo nueva ciudad que con el nombre de Las Ca-
un pueblo tan patriota como el inglés es sas (en honor de este héroe de la filantropía),
capaz de contener la autoridad de un rey, se funde entre los confines de ambos países,
y de sostener el espíritu de libertad bajo un en el soberbio puerto de Bahía Honda. Esta
cetro y una corona. posición aunque desconocida, es más venta-
josa por todos respectos. Su acceso es fácil y
Los Estados del istmo de Panamá hasta su situación tan fuerte que puede hacerse in-
Guatemala formarán quizás una asocia- expugnable. Posee un clima puro y saludable,
ción. Esta magnífica posición entre los dos un territorio tan propio para la agricultura
grandes mares, podrá ser, con el tiempo, el como para la cría de ganados, y una grande
emporio del universo. Sus canales acorta- abundancia de maderas de construcción. Los
rán las distancias del mundo: estrecharán salvajes que la habitan serían civilizados, y
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nuestras posesiones se aumentarían con la ad- y entonces formará por sí sola un Estado que,
quisición de la Guajira. Esta nación se llamaría si subsiste, podrá ser muy dichoso por sus
Colombia como tributo de justicia y gratitud grandes recursos de todos géneros.
al creador de nuestro hemisferio. Su gobierno
podrá imitar al inglés; con la diferencia de Poco sabemos de las opiniones que pre-
que en lugar de un rey habrá un poder ejecu- valecen en Buenos Aires, Chile y el Perú;
tivo, electivo, cuando más vitalicio, y jamás juzgando por lo que se trasluce y por las
hereditario si se quiere república, una cámara apariencias, en Buenos Aires habrá un
o senado legislativo hereditario, que en las gobierno central en que los militares se
tempestades políticas se interponga entre las lleven la primacía por consecuencia de sus
olas populares y los rayos del gobierno, y un divisiones intestinas y guerras externas. Esta
cuerpo legislativo de libre elección, sin otras constitución degenerará necesariamente en
restricciones que las de la Cámara Baja de una oligarquía, o una monocracia, con más
Inglaterra. Esta constitución participaría de o menos restricciones, y cuya denominación
todas las formas y yo deseo que no participe nadie puede adivinar. Sería doloroso que tal
de todos los vicios. Como esta es mi patria, caso sucediese, porque aquellos habitantes
tengo un derecho incontestable para desearle son acreedores a la más espléndida gloria.
lo que en mi opinión es mejor. Es muy posi-
ble que la Nueva Granada no convenga en El reino de Chile está llamado por la natu-
el reconocimiento de un gobierno central, raleza de su situación, por las costumbres
porque es en extremo adicta a la federación; inocentes y virtuosas de sus moradores, por
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el ejemplo de sus vecinos, los fieros republi- o se humilla en las cadenas. Aunque estas re-
canos del Arauco, a gozar de las bendiciones glas serían aplicables a toda la América, creo
que derraman las justas y dulces leyes de una que con más justicia las merece Lima por los
república. Si alguna permanece largo tiempo conceptos que he expuesto, y por la coopera-
en América, me inclino a pensar que será la ción que ha prestado a sus señores contra sus
chilena. Jamás se ha extinguido allí el espíritu propios hermanos los ilustres hijos de Quito,
de libertad; los vicios de Europa y Asia llega- Chile y Buenos Aires. Es constante que el que
rán tarde o nunca a corromper las costumbres aspira a obtener la libertad, a lo menos lo in-
de aquel extremo del universo. Su territorio tenta. Supongo que en Lima no tolerarán los
es limitado; estará siempre fuera del contacto ricos la democracia, ni los esclavos y pardos
inficionado del resto de los hombres; no libertos la aristocracia; los primeros preferi-
alterará sus leyes, usos y prácticas; preservará rán la tiranía de uno solo, por no padecer las
su uniformidad en opiniones políticas y reli- persecuciones tumultuarias, y por establecer
giosas; en una palabra, Chile puede ser libre. un orden siquiera pacífico. Mucho hará si
concibe recobrar su independencia.
El Perú, por el contrario, encierra dos elemen-
tos enemigos de todo régimen justo y liberal; De todo lo expuesto, podemos deducir estas
oro y esclavos. El primero lo corrompe todo; consecuencias: las provincias americanas se ha-
el segundo está corrompido por sí mismo. El llan lidiando por emanciparse, al fin obtendrán
alma de un siervo rara vez alcanza a apreciar el suceso; algunas se constituirán de un modo
la sana libertad; se enfurece en los tumultos, regular en repúblicas federales y centrales; se
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fundarán monarquías casi inevitablemente augusto Congreso de los representantes de
en las grandes secciones, y algunas serán tan las repúblicas, reinos e imperios a tratar y dis-
infelices que devorarán sus elementos, ya en la cutir sobre los altos intereses de la paz y de la
actual, ya en las futuras revoluciones, que una guerra, con las naciones de las otras tres par-
gran monarquía no será fácil consolidar; una tes del mundo. Esta especie de corporación
gran república imposible. podrá tener lugar en alguna época dichosa
de nuestra regeneración, otra esperanza es
Es una idea grandiosa pretender formar de infundada, semejante a la del abate St. Pierre
todo el mundo nuevo una sola nación con que concibió el laudable delirio de reunir un
un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y Congreso europeo, para decidir de la suerte
con el todo. Ya que tiene un origen, una len- de los intereses de aquellas naciones.
gua, unas costumbres y una religión debería,
por consiguiente, tener un solo gobierno que “Mutuaciones importantes y felices pueden
confederase los diferentes Estados que hayan ser frecuentemente producidas por efectos
de formarse; mas no es posible porque cli- individuales”. Los americanos meridionales
mas remotos, situaciones diversas, intereses tienen una tradición que dice que cuando
opuestos, caracteres desemejantes dividen Quetzalcoatl, el Hermes, o Buda de la Amé-
a la América. ¡Qué bello sería que el istmo rica del Sur resignó su administración y los
de Panamá fuese para nosotros lo que el de abandonó, les prometió que volvería después
Corinto para los griegos! Ojalá que algún que los siglos designados hubiesen pasado, y
día tengamos la fortuna de instalar allí un que él restablecería su gobierno, y renovaría
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su felicidad. ¿Esta tradición, no opera y excita Este personaje es apenas conocido del pue-
una convicción de que muy pronto debe vol- blo mexicano y no ventajosamente; porque
ver? ¡Concibe usted cuál será el efecto que tal es la suerte de los vencidos aunque sean
producirá, si un individuo apareciendo entre dioses. Sólo los historiadores y literatos se
ellos demostrase los caracteres de Quetzal- han ocupado cuidadosamente en investigar
coatl, el Buda del bosque, o Mercurio, del su origen, verdadera o falsa misión, sus pro-
cual han hablado tanto las otras naciones? fecías y el término de su carrera. Se disputa
¿No cree usted que esto inclinaría todas las si fue un apóstol de Cristo o bien pagano.
partes? ¿No es la unión todo lo que se nece- Unos suponen que su nombre quiere decir
sita para ponerlos en estado de expulsar a los Santo Tomás; otros que Culebra Emplu-
españoles, sus tropas, y los partidarios de la majada; y otros dicen que es el famoso
corrompida España, para hacerlos capaces profeta de Yucatán, Chilan-Cambal. En
de establecer un imperio poderoso, con un una palabra, los más de los autores mexi-
gobierno libre y leyes benévolas? canos, polémicos e historiadores profanos,
han tratado con más o menos extensión
Pienso como usted que causas individuales la cuestión sobre el verdadero carácter
pueden producir resultados generales, de Quetzalcoatl. El hecho es, según dice
sobre todo en las revoluciones. Pero no es Acosta, que él establece una religión, cuyos
el héroe, gran profeta, o dios del Anáhuac, ritos, dogmas y misterios tenían una admi-
Quetzalcoatl, el que es capaz de operar los rable afinidad con la de Jesús y que, quizás,
prodigiosos beneficios que usted propone. es la más semejante a ella.
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No obstante esto, muchos escritores católi- mezcla con la religión que ha producido un
cos han procurado alejar la idea de que este fervor vehemente por la sagrada causa de la
profeta fuese verdadero, sin querer recono- libertad. La veneración de esta imagen en
cer en él a un Santo Tomás como lo afirman México es superior a la más exaltada que
otros célebres autores. La opinión general pudiera inspirar el más diestro profeta.
es que Quetzalcoatl es un legislador divino
entre los pueblos paganos de Anáhuac, del Seguramente la unión es la que nos falta para
cual era lugarteniente el gran Moctezuma, completar la obra de nuestra regeneración.
derivando de él su autoridad. De aquí Sin embargo, nuestra división no es extraña,
que se infiere que nuestros mexicanos no porque tal es el distintivo de las guerras civiles
seguirían al gentil Quetzalcoatl, aunque formadas generalmente entre dos partidos:
apareciese bajo las formas más idénticas y conservadores y reformadores. Los primeros
favorables, pues que profesan una religión son, por lo común, más numerosos, porque
la más intolerante y exclusiva de las otras. el imperio de la costumbre produce el efecto
Felizmente, los directores de la independen- de la obediencia a las potestades establecidas;
cia de México se han aprovechado del fana- los últimos son siempre menos numerosos
tismo con el mejor acierto proclamando a aunque más vehementes e ilustrados. De este
la famosa virgen de Guadalupe por reina de modo, la masa física se equilibra con la fuerza
los patriotas, invocándola en todos los casos moral, y la contienda se prolonga, siendo sus
arduos y llevándola en sus banderas. Con resultados muy inciertos. Por fortuna, entre
esto, el entusiasmo político ha formado una nosotros, la masa ha seguido a la inteligencia.
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Yo diré a usted lo que puede ponernos liberal que nos preste su protección, se nos
en aptitud de expulsar a los españoles, y verá de acuerdo cultivar las virtudes y los
de fundar un gobierno libre. Es la unión, talentos que conducen a la gloria; entonces,
ciertamente; mas esta unión no nos vendrá seguiremos la marcha majestuosa hacia las
por prodigios divinos, sino por efectos sen- grandes prosperidades a que está destinada
sibles y esfuerzos bien dirigidos. América la América meridional; entonces, las ciencias
está encontrada entre sí, porque se halla y las artes que nacieron en el Oriente y han
abandonada de todas las naciones, aislada ilustrado a Europa, volarán a Colombia libre
en medio del universo, sin relaciones di- que las convidará con un asilo.
plomáticas ni auxilios militares y comba-
tida por España que posee más elementos Tales son, señor, las observaciones y pen-
para la guerra, que cuantos furtivamente samientos que tengo el honor de someter
podemos adquirir. a usted para que los rectifique o deseche
según su mérito; suplicándole se persuada
Cuando los sucesos no están asegurados, que me he atrevido a exponerlos, más por
cuando el Estado es débil, y cuando las no ser descortés, que porque me crea capaz
empresas son remotas, todos los hombres de ilustrar a usted en la materia.
vacilan; las opiniones se dividen, las pasiones
las agitan y los enemigos las animan para
Soy de usted, etc., etc.
triunfar por este fácil medio. Luego que sea-
mos fuertes, bajo los auspicios de una nación
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