Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
en primates
El desarrollo de un nuevo modelo de cómo se forman las especies
a partir de grandes cambios cromosómicos
arroja luz sobre la separación de humanos y chimpancés
Arcadi Navarro
barrera), pudieran volver a encontrase. La especiación simpátrida sucede mientras las También en el tiempo relativa-
dos especies incipientes comparten el mismo hábitat. Una vez completada la especiación, mente breve que nos separa de los
las dos especies resultantes ocupan nichos ecológicos distintos que en este caso están chimpancés se han producido un
representados por lugares físicos distintos. gran número de reorganizaciones.
Por supuesto, no podremos conocer En los mamíferos y demás especies por tanto, es castigada por la selec-
su cifra exacta hasta que no dispon- diploides, coexisten en las células de ción natural.
gamos del genoma completo de los cada espécimen dos copias homólo- El modelo clásico sostiene que,
chimpancés y podamos compararlo gas de cada cromosoma; una copia si en una población hay cromoso-
con el nuestro. Sin embargo, desde procede del padre y la otra, de la mas de dos tipos, éstos constituirán
los años ochenta del pasado siglo y madre. Los individuos que heredaron una barrera genética formidable que
gracias a los estudios citológicos de de sus progenitores cromosomas con separará cada uno de los subgrupos
Jorge J. Yunish y Om Prakash, a la organizaciones distintas (heterocario- de individuos homocigotos, permi-
sazón en la Universidad de Minneso- tipos) son menos fértiles que quienes tiéndoles reproducirse entre ellos,
ta, sabemos que entre nuestros 22 heredaron dos copias con la misma pero aislándolos unos de otros. Las
autosomas (cromosomas no sexua- estructura, sea cual sea ésta (homo- subpoblaciones aisladas, aun coha-
les, es decir, todos excepto el X y el cariotipos). Se debe ese fenómeno a bitando en el mismo ecosistema, se
Y) y los de los chimpancés median, que, en cada organismo, los pares de convertirían al cabo del tiempo en
además de algunas reorganizaciones cromosomas homólogos se mezclan especies distintas.
menores, 10 grandes reestructuracio- por recombinación antes de trans- Con todo, este modelo está las-
nes. Los cromosomas humanos 1, 4, mitirse, a su vez, a la generación trado por una paradoja que, duran-
5, 9, 12, 15, 16, 17 y 18 presentan siguiente. te casi medio siglo, le ha restado
grandes fragmentos invertidos res- El proceso de recombinación pue- crédito ante la mayoría de los in-
pecto a sus homólogos chimpancés; de funcionar mal en heterocariotipos. vestigadores. Si los heterocigotos
nuestro cromosoma 2 es el resultado Cuando en estos individuos “híbri- son mucho menos fértiles que los
de una fusión de dos cromosomas dos” se recombinan los cromosomas homocigotos, ¿cómo podría una
que persisten independientes en el que presentan diferentes estructuras, reorganización cromosómica esta-
resto de los grandes simios. puede darse todo tipo de anomalías, blecerse en un número suficiente de
En repetidas ocasiones se han pro- como la duplicación o la pérdida de individuos? La reorganización debe
puesto las reorganizaciones cromo- partes sustanciales del genoma. Así aparecer por mutación en un solo
sómicas como buenas candidatas pues, la descendencia de los hetero- individuo; ahora bien, si, como es
para erigirse en barreras genéticas. cariotipos tiende a ser defectuosa y, lógico, este individuo o su descen-
Homocariotipo
La posible huella genética 1 1 1 1
1 1
2 2
1 1
2 2 1 1 1 1
de la especiación 2 2 2 2
2 2 2 2
3 3 3 3
¿Cómo saber si este modelo refleja 3 3 3 3
3 3 3 3
4 4
una realidad de hace millones de 4 4
5 5
5 5
años? ¿Cómo saber si es razonable
suponer que las reorganizaciones cro-
mosómicas participaron, o incluso
Heterocariotipo
1 1
1 1 1 1
iniciaron, el proceso de especiación 1 1 1 1
2 2 2 2
2 2
2 4 2 2
que separó nuestro linaje del linaje 3
3 3
de los chimpancés o si cumplieron 3 3 3 3 1
3 3 3
1
4 4 5 2
alguna función en las sucesivas espe- 4 2
2
5
ciaciones? Podría haber una forma. 5 5
3 3
Las secuencias de los genomas
de humanos y chimpancés divergen
Homocariotipo
1 1
sólo en torno al 1 %-1,5 %. Más allá 1 1 1 1
1 1 1 1 2 2
4 4 2 2
de mostrarnos lo mucho que puede 2 2 2 2
3 3 3 3
llegar a ser un 1 %, a tenor del fe- 3 3
3 3 3 3 1 1
notipo, en esa cifra puede ocultarse 2 2
4 4 5 5 2 2
la clave del misterio. Los cambios 5 5
3 3
genéticos que nos separan de nues-
tros primos evolutivos distan de estar
uniformemente distribuidos a lo largo 5. EJEMPLOS ESQUEMATICOS de algunas reorganizaciones cromosómicas. La imagen
del genoma; unas regiones divergen muestra las estructuras de los cromosomas de homocariotipos y heterocariotipos para
más que otras. Entre las causas de estas reorganizaciones.
estos distintos grados de divergencia
puede contarse la especiación cro-
mosómica. perteneciendo a especies distintas Diferencias entre cromosomas
Si el período durante el cual los y que, por tanto, debería observar-
cromosomas reestructurados diver- se en éstos una mayor divergencia
reorganizados y colineales
gen genéticamente mientras los genética. La genómica comparada nos pro-
cromosomas colineales se mezclan Pensemos, además, que la acu- porciona las herramientas adecua-
con normalidad se prolonga lo su- mulación de tales diferencias entre das para abordar tales cuestiones.
ficiente, entonces los cromosomas una subpoblación y otra promueve Para medir grados de divergencia
reestructurados tenderán a presentar el proceso de especiación y acaba entre los cromosomas de humanos
más diferencias que el resto. Esto completándola. Las mutaciones fa- y chimpancés, se recurre a un pa-
es fácil de entender si imaginamos vorables que adaptan cada especie rámetro, el índice K, que designa
una nueva mutación neutra o bene- a un medio distinto, y que pueden el número de sustituciones nucleo-
ficiosa que aparece en un cromoso- resultar incompatibles entre espe- tídicas por cada 100 nucleótidos.
ma colineal y la comparamos con la cies, se habrán ido acumulando Para determinar la divergencia en
misma mutación en un cromosoma de una manera diferenciada en los términos absolutos es mejor usar
reorganizado. cromosomas reorganizados. Siendo fragmentos de ADN estrictamente
La mutación en el cromosoma esto así, puede predecirse una se- neutros: secuencias de nucleótidos
colineal podrá incrementar su fre- gunda observación: que la huella que no contengan genes y que, por
cuencia hasta fijarse e instalarse en molecular de la selección positiva tanto, hayan podido evolucionar con
todos los cromosomas de todos los será más intensa en los cromosomas independencia de factores relaciona-
individuos de toda la especie. Por reorganizados. dos con la selección.
el contrario, la mutación aparecida La cuestión es, pues, doble. Se tra- Un grupo de investigación de la
en un cromosoma reestructurado no ta de averiguar si los cromosomas Universidad de Chicago y otro de
podrá transmitirse a los cromosomas que presentan grandes reestructura- la Universidad de Leipzig nos pro-
que muestren una estructura dife- ciones y que quizás han constituido porcionaron sendas bases de datos
rente, porque, recordémoslo, no hay barreras frente al intercambio gené- sobre fragmentos de ADN neutros.
flujo genético entre ellos. Su pre- tico entre humanos y chimpancés, Aunque estas bases de datos eran las
sencia se ceñirá al tipo de cromo- han experimentado una mayor tasa más amplias de las que se disponía
soma en que se originó. Alcanzada de divergencia en sus secuencias. en ese momento, ninguna de ellas
la plena especiación, esta mutación Asimismo, hay que comprobar si los llegaba a representar el 1% del geno-
ARCADI NAVARRO
constituirá una diferencia genética genes alojados en estos cromosomas ma y, por añadidura, no habían sido
entre especies. Visto de otro modo, revelan un mayor número de sustitu- creadas con el objetivo de analizar
podría decirse que los cromosomas ciones resultantes de una selección diferencias entre cromosomas. Sin
reorganizados llevan más tiempo positiva. embargo, en ambos casos la tenden-
Tiempo
Supongamos, por mor de simplificación, que estos
individuos recibieron copias idénticas de sus progeni-
tores para cada uno de sus genes (es decir, recibie-
ron el mismo alelo de cada progenitor). Centrémonos c
en un par de estos genes, a y b. El genotipo de los Se fijan distintos AAbb aaBB
alelos en cada
individuos en estos dos genes se halla representado población
por AA y BB (dos alelos “A” en el gen a y dos alelos
“B” en el gen b). Todos los individuos de esta pobla-
ción son idénticos (véase la figura a). Concedamos
ahora que surge una barrera geográfica que divide d
a esta población en dos partes, llamémoslas este y La descendencia
oeste, aislándolas una de otra (véase la figura b). En híbrida presentaría
combinaciones
AaBb
un principio, ambas poblaciones son genéticamente incompatibles
idénticas. Al cabo de un tiempo, sin embargo, habrán de alelos
aparecido por mutación nuevas versiones de estos
genes. Algunas de estas mutaciones habrán aumen-
tado de frecuencia, quizá por acción de la selección, viduo y es perfectamente posible su incompatibilidad
hasta desplazar a las versiones antiguas (se habrán (por ejemplo, porque uno sintetice un metabolito que
fijado). Como este proceso de mutación-selección-fija- el otro no puede procesar). Si individuos de ambas
ción es independiente en cada subpoblación y, dada la poblaciones volvieran a encontrarse y se cruzaran,
enormidad del genoma, resulta muy difícil que aparez- el genotipo de su descendencia sería AaBb (véase
can y se fijen las mismas mutaciones más de una vez; la figura d) y, si “a” y “b” fueran incompatibles, estos
lo más probable es que las poblaciones estén fijadas individuos “híbridos” serían castigados por la selec-
para versiones distintas de distintos genes (véase la ción natural. Cuanto más dilatado haya sido el tiempo
figura c). En este caso, se ha fijado una nueva versión de separación entre dos poblaciones, mayor será el
del gen b en la población este (llamémosle alelo “b”) número de diferencias fijadas entre ellas y más graves
y una nueva versión del gen a (“a”) en la población serán las consecuencias de la incompatibilidad genéti-
oeste. Los genotipos de estas poblaciones son ahora ca. Llegará un momento en que constituirán especies
AAbb y aaBB. distintas, genéticamente tan diferenciadas, que en mu-
La clave del proceso reside en los alelos “a” y “b”, chos casos ni siquiera intentarán reproducirse entre sí.
que nunca han operado juntos. Jamás han sido objeto Este mecanismo, conocido desde hace casi cien años,
de ensayo por la selección natural en el mismo indi- es la base genética de la especiación alopátrida.
cia es la esperada, aunque la signi- son de un 1,25 % en cromosomas pos de mutación: cambios nucleo-
ficación estadística sólo se alcanza reorganizados frente a un 1,23 % en tídicos que producirán cambios de
en el primer caso. colineales. aminoácidos, es decir, modificarán
En la primera base de datos los Por lo que se refiere a la acción la secuencia de aminoácidos de la
cromosomas reorganizados eviden- de la selección positiva, hay una proteína, y cambios nucleotídicos
cian un 1,40 % de diferencias entre forma tradicional de detectarla en sinónimos, que no repercutirán en
las secuencias de humanos y chim- comparaciones entre especies: la tasa la proteína, pues codifican para el
ARCADI NAVARRO
pancés, mientras que se registra sólo de evolución proteica, mensurable a mismo aminoácido.
un 1,15 % de diferencias en los cro- través del cociente KA/KS. En las Al comparar dos secuencias codi-
mosomas colineales. En el segun- regiones de los genes que codifican ficadoras, los cambios de aminoá-
do grupo de datos, las diferencias para proteína puede haber dos ti- cido pueden medirse con el índice
Millones de años
¿De qué modo nos indica el co- africanus
semos en las bases genéticas de las del nuestro (y que, probablemente, un relato sobre la historia de esos
características que nos hacen mor- nuestros ancestros contribuyeron a seres. Estaría en nuestras manos la
fológica, etológica y cognitivamente extinguir) nos habrían dejado algo posibilidad de descifrar ese mensaje
distintos de nuestros parientes evo- más que huesos o herramientas. y, de forma hasta ahora inimaginable,
lutivos vivos más próximos. Estas Secretamente codificado en nuestro seguir avanzando en la comprensión
diferencias deben necesariamente es- genoma, todos y cada uno de noso- de quiénes somos y de cómo hemos
tar codificadas en el 1 % o 1,5 % de tros habría heredado fragmentos de llegado hasta aquí.
cambios de secuencia existentes entre
nosotros y los chimpancés. De entre
estos cambios, es posible que algu-
nos de los más importantes sean los El autor
que hayan desempeñado una función Arcadi Navarro ha desarrollado la investigación que recoge este artículo en la
clave en la separación de nuestros li- Unidad de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Navarro
najes. Se podrían descubrir los genes es un biólogo teórico que se doctoró en la Universidad Autónoma de Barcelona y
que codifiquen las peculiaridades de trabajó durante varios años en la Universidad de Edimburgo. Actualmente pertenece al
cada especie: el estudio del contenido programa Ramón y Cajal.
génico de los cambios cromosómicos
que hayan estado implicados en la Bibliografía complementaria
especiación. GENOMIC DIVERGENCES BETWEEN HUMANS AND OTHER HOMINOIDS AND THE EFFECTIVE POPULATION
También podríamos acceder a un SIZE OF THE COMMON ANCESTOR OF HUMANS AND CHIMPANZEES. F. C. Chen y W. H. Li
tipo de información sobre el pasa- en American Journal of Human Genetics, n.o 68, págs. 444-456; 2001.
do, sólo permitida hasta ahora a la CHROMOSOMAL REARRANGEMENTS AND SPECIATION. L. H. Rieseberg en Trends in Ecol &
paleontología. Si conseguimos deter- Evol., n.o 16, págs. 351-358; 2001.
minar qué reorganizaciones estuvie- GENOMEWIDE COMPARISON OF DNA SEQUENCES BETWEEN HUMANS AND CHIMPANZEES. I. Ebers-
ron implicadas en qué procesos de berger, D. Metzler, C. Schwarz y S. Paabo en American Journal of Human Genetics,
especiación y estudiamos su conte- n.o 70, págs. 1490-1497; 2002.
nido, quizá podamos averiguar qué ACCUMULATING POSTZYGOTIC ISOLATION GENES IN PARAPATRY: A NEW TWIST ON CHROMOSOMAL
adaptaciones concretas guiaron esas SPECIATION. A. Navarro y N. H. Barton en Evolution, n.o 57, págs. 447-459; 2003.
especiaciones. Si conseguimos algún CHROMOSOMAL SPECIATION AND MOLECULAR DIVERGENCE-ACCELERATED EVOLUTION IN REARRAN-
día tal proeza científica, estaremos GED CHROMOSOMES. N. H. Barton y A. Navarro en Science, vol. 300, págs. 321-324;
valiéndonos del hecho de que algu- 2003.
nos de los linajes que se separaron