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El título está equivocado. La computación (o la informática o las ciencias de
la información) no se enseñan a las personas en general. Se enseña al que
quiere instruirse, es decir, al profesional que requiere de los datos y que ya
tiene su visón de la disciplina y va a usar los datos, métodos o instrumentos
que se enseñan, a su manera y para sus objetivos. Pero de eso no se va a
poner casi nada aquí. Pero puse el título porque es la idea genérica, y si no
lo pongo nadie leería algo como: APRENDIZAJE DE CRITERIOS.
¿Y las computadoras?. Serán los medios o instrumentos. Lo cual no es tan
banal: nuestra cultura aprende ideas usando instrumentos. Ahora hacemos
eso, no hace cien años. Ahora no soportamos leer y “ponernos a reflexionar”
sin hacer nada. Nos sentimos culpables de “perder el tiempo” si no estamos
haciendo algo. Pensar, así en bruto, sin hacer, es una aberración. Lo cual no
es totalmente cierto (es irse a la otra esquina) pero qué le vamos a hacer.
Llegaremos al pensar de algún modo. Tal vez aprendiendo computación.
Todos deben manejar un auto, un televisor, un horno a microondas o una
computadora, al menos. Así conseguimos puntos en el mundo (social, pero el
hombre es un ser social). Para manejar un auto, me consigo un amigo o un
instructor. Para un microondas, leo el manual o las etiquetas de los botones
o los mensajes de la pantallita. Para manejar un televisor, bueno, eso
sabemos manejar todos. Para la computadora, es dificil conseguir un amigo
con paciencia, una empresa con paciencia (a la primera máquina malograda,
…), y no entiendo los mensajes de la pantalla. Vamos a un curso.
“LA PRIMERA CLASE”…
“LA SEGUNDA CLASE”…
“Abran el Word”. “Escriban una oración”. “Denle formato de negrita, como
vimos en la primera clase”. ¿Qué es formato, qué es negrita?. “Pongan la
oración en negrita con el ícono”. “Si aparece un cuadro de diálogo, les explico
cada uno de los botones, pasen de opción en opción empleando la tecla TAB y
se marca la opción con el mouse… o se escribe… o se utiliza los dos
triangulitos o…”. Siempre hay más información, cada día más. Y se usa la
anterior. Y sólo son 12 clases, de dos horas, o menos. Y no tengo máquina
para practicar. Y… mil peros más.
“UNA CLASE MÁS AVANZADA”
El profesor ha llegado a un punto y va a pasar al siguiente. Se hace
necesaria una evaluación de lo que saben los alumnos. Si les ha dado
información, debe tomarles una prueba de reconocimiento. Pero entonces:
“escriban una carta, con el encabezado con el formato X, el texto con el
formato Y, etc., etc.”. Una prueba de aplicación. El alumno debe pensar
“cómo junto las piezas, qué uso ahora, ¿puedo dar negrita primero y después
cambio de sitio si me equivoco?¿o al revés?” y así por el estilo, si llega a
formularse preguntas. Muchos sólo no se explican por qué no pueden hacer
lo que pide el profesor. Son negados para la computación.
“soy negado para la computación” Es una triste conclusión a la que muchos
llegan. Con menoscabo de su estima propia. Y lo van a volver a intentar
muchas veces. El problema es el trasfondo de la enseñanza. Un curso de
computación no puede aspirar a trasmitir toda la información de ese
programa específico y, al mismo tiempo, aspirar a que el alumno salga del
curso manejando el programa en situaciones nuevas. Un curso de
computación a nivel básico debe aspirar a que el alumno maneje el
programa de tal manera que sepa cómo buscar en el programa para
enfrentarse a sus necesidades. Se le debe inculcar una “heurística” y no un
conjunto de “algoritmos”. Explico: el alumno probablemente sepa cómo
ponerle negrita a un texto pero no sabe explicarse por qué cierto texto no
acepta ese formato. Entonces aplica otro procedimiento que vio a un amigo,
y no le resulta tampoco. Y lo deja así. Cuando imprime la hoja, sale la
negrita y piensa “la máquina está loca”. Hay que enseñar los programas de
una manera unitaria y global, de forma que el alumno vea la
interdependencia de cada aspecto del programa en secuencia.
¿Cómo así?. Toda clase debe enfatizar que cada aspecto del programa sirve
para obtener el resultado final. Por lo tanto, cada clase debe consistir en
conseguir un producto típico del programa, un producto lo más completo
posible. Y ver que el avance de cada clase no consiste en más información
nueva sino en un mejor uso de la información anterior. Y el profesor no debe
resolver las dudas, debe estimular a los alumnos a que se pregunten cómo
hacer algo.