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HISTORIA FEBRERO 2011 17

La historia de la clase obrera


y los sindicatos en el siglo XX:
experiencias y aportes
¿
Por qué la historia de la
clase obrera? En tiempos
de crisis y de cambios
nos parece que importa
analizar los momentos
de génesis y de rupturas,
de elaboración de la unidad y los
programas, y conocer las distintas
formas que asumió el movimiento y
la cultura de los trabajadores: de to-
dos ellos se nutre nuestro presente
y el tiempo que se viene, de crisis sí
pero también de cambios. Pero ade-
más, esta historia resulta incompren-
sible –e injustificada, incluso- si no se
la entiende en su marco y conexión
con la política, la economía, la socie-
dad y la cultura a la que pertenece y
con la que interactúa.

1. Orígenes. En el último tercio


del siglo XIX, en una sociedad de
inmigrantes y “criollos” nacieron
y crecieron los movimientos inter-
nacionalistas y distintas modalida-
des asociativas, entre ellas las que
promovieron las reivindicaciones
de los asalariados. En Europa se de-
sarrollaron las corrientes socialistas
(marxistas y anarquistas) y se creó
en 1864 la Asociación Internacional
de Trabajadores (AIT). En Uruguay
actuaron los “internacionalistas” (en
Primeras manifestaciones populares - Montevideo - Año 1905.
1875 vinculados a los anarquistas,
en 1884 y 1890), las organizaciones
“protosindicales” como las “socie- la Iglesia del Estado, entre otras
dades de ayuda mutua” y las de Mag. Rodolfo Porrini* novedades.
“mutuo y mejoramiento” (Zubilla- En este contexto, las luchas so-
ga), y las “sociedades de resistencia” El país poseía algo más que un mi- presidencia de Batlle- removía la ciales se habían reactivado y se
(que se oponían al capital y usaban llón de habitantes según el Censo de sociedad con sus “estrategias” y produjo en 1905 la fundación de
la “acción directa”). Estas y otras 1908, un 40% de población urbana políticas económicas (estatización la Federación Obrera Regional Uru-
experiencias de la naciente clase (más del 80% hoy), 25% radicada y nacionalización de las empresas guaya (FORU), que se impuso a un
trabajadora uruguaya -que transitaba en Montevideo (en 1963 un 45%), públicas, industrialización), sociales intento socialista (la UGT) y otro
un proceso de formación de su “con- y un sector asalariado de poco más (la ley de 8 horas y otras) y asustaba democristiano, el de las “uniones
ciencia de clase”- no mantuvieron del 25% de la población activa (hoy y conmovía a los sectores conserva- gremiales”. Su definición ideológica
continuidad. Algunos historiadores día 73,7%). La industria era escasa y dores con cierto cuestionamiento a predominante la permite identificar
han definido el período 1875-1895 los “obreros” pocos, predominan- la “propiedad privada” (en relación como anarquista. Su estructura or-
como “presindicalismo” y “sindica- do los “oficios”. El “batllismo” –en al campo) y su “reforma moral”: la ganizativa se basó en los sindicatos
lismo disperso” el que va hasta 1905 especial desde 1911 con la segunda ley de divorcio y la separación de “por oficio” –cuyo dominio era clave
(Zubillaga-Balbis). en aquella estructura económica- y
alcanzó a un sector activo pero res-
tringido de los sectores populares de
Panorama de la evolución
2. ¿Un sindicalismo “hegemóni-
co”? De la FORU a la CGTU. En el la época. De acuerdo a su impronta
cambio de siglo XIX al XX y en un ideológica “anarquista” se ha habla-
marco de “modernización” econó-
mica, social y política impulsada por
histórica de la clase obrera do de un sindicalismo “hegemóni-
co” (Zubillaga-Balbis), o “finalista”
el “reformismo” (en ese entonces
liderado por el Partido Colorado
ySedel sindicalismo
presentará un panorama de la evolución histórica de la clase
(Pedro Alfonso), y “de oposición”
(Errandonea-Costábile) aludiendo
y su líder José Batlle y Ordóñez) obrera y del sindicalismo en el Uruguay del siglo XX. El mismo se a su relación con el Estado.
emergieron nuevos sujetos sociales. presentará en tres series. La primera comprenderá cuatro notas, desde La política “liberal” de Batlle –la
Se crearon instituciones y organi- los orígenes a fines del siglo XX hasta llegar al proceso de la última recepción de los “extranjeros inde-
zaciones de los trabajadores que dictadura (1973-85) y la reorganización social y sindical de esos años. seables” deportados de Argentina
desarrollaron prácticas culturales y La segunda serie incorporará algunos relatos sobre experiencias de por la ley de Residencia constituyó
educativas y luchas de “resistencia” la lucha y la cultura obrera. Y la tercera se referirá al proceso de uni- todo un signo- y en especial su “bue-
aspirando a una sociedad distinta, en ficación sindical en el Uruguay. Dado el espacio disponible se trata na voluntad” hacia la organización y
un horizonte de “utopías”. En suma, de proponer apenas algunos de los hechos y procesos significativos reclamos de los trabajadores generó
continuaron tradiciones de la época y diversas interpretaciones que los han considerado.
anterior y crearon otras nuevas.  sigue en pág. 18
18 FEBRERO 2011 HISTORIA

viene de pág. 17 se tocaba con las manos y daba una


sensación muy fuerte de esperanza
un espacio ambiguo de disputa ideo- y triunfo.
lógica que neutralizó y desorientó a Luego del “impulso” reformista
un sector de la militancia, y que se vino el “freno”: el “alto” a continuar
lo identificó como “anarco-batllis- con “las reformas sociales” procla-
mo”. Al mismo tiempo, esa política mado en 1916 por el Presidente
generó un campo propicio para los Viera. En ese período se produjo
reclamos –en especial ligados a la un pico de movilización y luchas
disminución de la extensa jornada (huelgas frigoríficas y portuarias
laboral y las difíciles condiciones de 1917-1918) y una división en la
trabajo- y la emergencia de socieda- FORU influida en parte por la “re-
des de resistencia. Pero existieron volución rusa” de octubre de 1917
intensas luchas y derrotas como la que llevó en 1923 a la formación de
que infligió el Presidente Claudio la Unión Sindical Uruguaya (USU)
Williman a la Unión Ferrocarrilera con quienes apoyaron inicialmente
en 1908 apoyando a la patronal esa experiencia. A comienzos de veinte uruguayos- una nueva divi- para enfrentar la siguiente y com-
inglesa. Es de destacar la especial la década ocurre también la trans- sión hacia fines de la década –Block pleja etapa, la de crisis política de
relación del Presidente Batlle con formación del Partido Socialista en de Unidad Obrera- y la creación de la 1932-1933 y el conservador golpe
los trabajadores y la FORU, recor- Comunista (con ese nombre desde Confederación General del Trabajo de Estado de Terra.
demos el mítico discurso durante la abril de 1921) que se vinculó a la del Uruguay (CGTU), con mayoría
primera “huelga general” de 1911, “Tercera Internacional” (comunista), comunista. Nuevos años difíciles, BIBLIOGRAFÍA (BÁSICA)
ambientando el justo reclamo. y la refundación del PS en 1922. Con en el marco de la crisis económica DE ORIENTACIÓN
Henry Finch identificó al “primer mayoría de “anarco-sindicalistas” la mundial de 1929, encontraron al BARRÁN, José Pedro y NAHUM,
batllismo” como una de las primeras USU sufrió –en el marco de la “Re- sindicalismo uruguayo escindido Benjamín, Batlle, los estancieros y
experiencias de “estado de bienes- pública Conservadora” de los años en tres centrales y escasas fuerzas el Imperio Británico, 8 tomos, Mon-
tar” en América Latina. Zubillaga la tevideo, EBO, 1979-1986.
interpreta como una política “po- GONZÁLEZ SIERRA, Yamandú, “La
pulista” que intentó “adelantarse” a ideología en la constitución de las
los reclamos. Sin pretender rozar un clases en el Uruguay de fines del s.
debate historiográfico significativo XIX” en Trabajo y Capital Nº1, Mon-
-¿legislación exigida u otorgada?- hay tevideo, 1989.
que reconocer que la existencia de ERRANDONEA (h), Alfredo y
un movimiento social minoritario COSTÁBILE, Daniel, Sindicato y so-
pero activo –que actuó a través de ciedad en el Uruguay, Montevideo,
huelgas, sabotaje y boicot- se conec- FCU, 1969.
tó con políticas estatales que tendie- LÓPEZ D’ALESANDRO, Fernando,
ron, aún en una sociedad de clases, Historia de la izquierda uruguaya.
a promover ciertas formas de justicia La fundación del Partido Comunis-
social y redistribución. También la ta y la división del anarquismo,
experiencia de los trabajadores en Montevideo, Vintén Editor, 1992.
esta etapa generó espacios de deba- ZUBILLAGA, Carlos y BALBIS,
te y formación como los “ateneos” Jorge, Historia del movimiento
y “centros de estudios” donde las sindical uruguayo, 4 tomos, Mon-
preocupaciones por la educación, la Plaza de toros de la Unión, década de 1880 tevideo, EBO-CLAEH, 1985, 1986,
naturaleza y la sociedad del mañana 1988 y 1992.
estaban a la orden del día. Surgían “El viejo silencio, tan poco quebrado antes, se transformó en el ruido ZUBILLAGA, Carlos, Pan y trabajo,
“bibliotecas” e instituciones como el “urbano” desde que aparecieron las líneas de “tranways a caballo” en Montevideo, Librería de la Facultad
Centro Internacional de Estudios So- 1868 y los automóviles y el tranvía eléctrico en el Novecientos.” de Humanidades y Ciencias de la
ciales, que nucleaban intelectuales “El Estado se modernizó y volvió efectivo y real su poder de coac- Educación, 1996.
y obreros, anarquistas y socialistas. ción, a la vez que monopolizó la fuerza física, desde 1876; el ferroca- RODRÍGUEZ DÍAZ, Universindo,
Aunque limitadas en su alcance a los rril dio movilidad a las tropas del Gobierno central y alentó también Los sectores populares en el Uru-
sectores populares, fueron expre- la montevideanización del país, entendida aquí como irradiación de guay del novecientos. Primera Parte,
siones pujantes de la cultura obrera los valores de la modernidad desde la capital a la campaña, el último Montevideo, Editorial Compañeros,
y socialista de la época. La clave de refugio de la mentalidad “bárbara”. 1989; Segunda Parte, Montevideo,
ese Novecientos y sus obreros pare- Tae, 1994.
ce residir en el fuerte componente (Barran, J.P., “Historia de la sensibilidad en el Uruguay. (1860-
utópico de sus ideologías y prácticas. 1920) El disciplinamiento.”, Tomo II, Ed. Banda Oriental y Facultad * Con pequeños cambios esta nota fue
El mundo de la igualdad social, la de Humanidades y Ciencias, Montevideo, 1990, pp.17,18) publicada en Trabajo & Utopía Nº 22, Mon-
libertad y el fin de la explotación tevideo, setiembre 2002, p.18.

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