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Esta película narra la historia Oscar Schindler, un alemán que después de haber fracasado en sus

negocios ve en la guerra la oportunidad de restablecer su crisis económica, a costas de los


recursos que poseen los judíos, montando una fabrica de productos metálicos. Sin saber nada del
negocio se presenta ante los alemanes como un gran empresario y dueño absoluto, aprovechando
el ser alemán, ya que los judíos no podían aparecer como dueños porque les estaban quitando sus
pertenencias, dejándolos en la calle e incluso matándolos sino les estaban prestando ningún
servicio a los alemanes, pero la empresa seria administrada por judíos quienes tenían la
experiencia y el dinero. A los judíos no les queda otro remedio que aceptar la propuesta Oscar
Schindler, porque esa es la única oportunidad que les quedaba para poder invertir su dinero sin
tener la certeza de que les fuera devuelto y también para justificar que están trabajando para los
alemanes. Pero para esto, Oscar tenía que involucrar a un capitán alemán en la repartición de las
ganancias, para poder trabajar libremente y no tener ningún inconveniente para emplear judíos.
Luego de que Oscar Schindler observara las atrocidades que el ejército alemán estaba
cometiendo, sin piedad, contra las personas cambió ese pensamiento de enriquecerse de cuenta
de lo ajeno y decide invertir todas las ganancias de la fábrica comprando judíos para que no se los
llevaran para los campos de concentración a realizar trabajos pesados, aguantar hambre o para
matarlos. A continuación me dispongo a opinar de la fotografía de esta película. A pesar de que
haya sido filmada en 1992, donde el color ya esta en su máximo apogeo en el cine y la televisión,
Spielberg opta por realizar la mayoría de este filme en blanco y negro, y creo que es un acierto,
porque inmediatamente nos remite al pasado y al lugar donde ocurre la historia (campos de
concentración Nazi). Porque en nuestras mentes solo tenemos grabadas imágenes de esa época
en blanco y negro, ya que era la única forma de filmar. Además, el manejo este tipo de fotografía
hizo que las escenas sangrientas no impactaran visualmente, pero sí reflejaran ese panorama frío
y cruel con que los alemanes asumieron el papel de defensores de la raza pura, tomando lo que
ellos creyeron que era justicia por lo que los judíos les habían “robado”, matándolos,
masacrándolos, maltratándolos física y mentalmente, y pasando por encima de todas las personas
sin importar si eran jóvenes, adultos, viejos o niños. Spielberg utiliza en una escena una niña
vestida de rojo para resaltar toda la crudeza de los alemanes contra los judíos. Comenzando por el
abuso sicológico que sufre la niña al estar abandonada y desprotegida en medio de un ataque
militar alemán observando todo lo que está sucediendo a su alrededor: muerte a personas,
destrucción de casa y saqueamientos. Esta imagen es la única de color que se ve en el trascurso
de la película mientras se trata de los campos de concentración, porque sólo al final se pasa de
blanco y negro a color cuando muestran los testimonios de los judíos que lograron sobrevivir a este
holocausto, y es por este color rojo en el saco de la niña que la escena llama la atención y se
queda grabada en la mente de todos los espectadores. También pienso que la fotografía es muy
bien lograda por su realismo, por el manejo detallado en cada una de las escenas resaltando
elementos importantes para el contenido de la película, como ocurre cuando vemos en la fábrica la
forma como los trabajadores arman las bisagras y los demás productos. Se ve detalle a detalle
cada pieza. En el ambiente de las escenas en los interiores se observan alto contraste de luz, con
estilo claroscuro y en algunos casos en silueta para que se vean más dramáticas y enclaustradas.
Voy a resaltar dos de estas escenas: la primera es cuando el capitán del ejército alemán se acerca
a uno de los trabajadores, ya pasado en edad, y le pide que fabrique una bisagra lo más rápido
posible, para ver si es productivo y eficiente, y permitirle que siga trabajando allí y de paso
perdonarle la vida. Éste logra pasar la prueba, pero lamentablemente otro de los trabajadores no, y
es llevado afuera. Luego, sólo, se escucha un disparo. La otra escena es la de unos niños que en
medio de los disparos y persecuciones, apresurados y asustados, buscan por todas partes un
espacio donde esconderse, pero se encuentran con que ya estaban ocupados. Desconcertados,
no les queda otro remedio que meterse a las letrinas creyendo que era el único lugar donde no
abría nadie, pero apenas cayeron a la pudrición se encontraron, con la sorpresa, que no eran los
únicos. En esta escena la iluminación, aunque es muy contrastada, es adecuada para lograr ese
efecto de poso oscuro y oculto sin dejar de mostrar los gestos de los niños y de los que se
encuentran allí, cuando sienten el olor fétido de la mierda. Además de la iluminación creo que toda
la película fue bien contada, y logró impactar en todos los aspectos guión, puesta en escena,
actuación, vestuario, decoración, musicalización y dirección. Por eso fue digna merecedora de 7
Oscar.

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