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La estrategia de la ecoimaginación arrancó en 2005 y abarcó a todos los negocios. Immelt recurrió a
uno de los líderes jóvenes más promisorios de la compañía para que encabezara el programa. GE
estableció metas que duplicarían la inversión en tecnologías limpias a 1 500 millones de dólares al año
para 2010 y un crecimiento anual de los ingresos de ecoproductos a 20 mil millones de dólares, frente a
los 10 mil millones de 2004, o el doble de crecimiento de sus ingresos globales. En cuanto a sus
operaciones, GE se propuso reducir para 2008 30% las emisiones de gases de efecto invernadero por
unidad de producto, y 1% para 2010 las emisiones absolutas (en comparación con un incremento
pronosticado de 40% en razón del crecimiento del negocio). Estas metas corporativas fueron divididas
en submetas y entregadas a los negocios correspondientes. El desempeño frente a las metas sería
revisado de forma regular, y la remuneración de los ejecutivos estaría ligada a su capacidad para
alcanzar esas metas.
El esfuerzo no tardó en rendir frutos, entre ellos, una nueva generación de electrodomésticos con uso
eficiente de la energía, luces fluorescentes y LED más eficientes, un nuevo motor de aviones jet que
consumía 10% menos combustible, una locomotora híbrida que consumía 3% menos combustible y
expulsaba 40% menos de emisiones que su antecesora inmediata, plásticos ligeros en lugar del acero
para los automóviles, y tecnologías para convertir el carbón en gas para impulsar turbinas eléctricas, al
mismo tiempo que eliminaba la mayor parte de bióxido de carbono (CO2) de las emisiones de la
turbina.
Al término de su plan quinquenal, GE había alcanzado o superado la mayor parte de sus metas
originales, a pesar de la crisis financiera global que se presentó en 2008. En 2010, GE no solo registró
ventas por más de 20 mil millones de dólares por concepto de ecoproductos, según datos de la
dirección administrativa, sino que esos productos también estaban entre los más rentables del portafolio
de la compañía. En total, GE reportó que su portafolio de la ecoimaginación incluía más de 140
productos y soluciones que, para 2011, habían generado ingresos por 105 mil millones de dólares. Uno
de los grandes casos de crecimiento de la compañía ha sido su negocio de turbinas eólicas, que le
compró a Enron en 2002. En ese año, registró ventas de turbinas eólicas por 200 millones de dólares.
Para 2008, el negocio reportó 6 mil millones de dólares y había instalado 10 mil turbinas. Para 2012,
GE había instalado más de 20 mil turbinas en el mundo y esperaba un aumento en los pedidos
provenientes de países en desarrollo. La compañía había pronosticado que solo las ventas provenientes
de Brasil serían del orden de mil millones de dólares al año durante el decenio entrante. Con miras al
futuro, los planes de GE son que, para 2015, habrá duplicado la IyD de tecnologías limpias 10 mil
millones de dólares, que los ingresos de la ecoimaginación crecerán a un ritmo dos veces mayor que los
ingresos generales, que habrá reducido 50% su consumo de energía, 25% sus emisiones de gases de
invernadero, y 25% su consumo de agua.