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Breve ensayo acerca de la Utopía que el mestizo José Vasconcelos

vislumbró en La Raza Cósmica


o
Sobre la necesidad de un ideal universal fundamentado en la etnicidad latina. Hacia un
proyecto que permita orientar el desarrollo cultural e histórico de América Latina.
Pedro Pablo Calvo Navarrete

1. Introducción. ¿De qué hablamos cuando hablamos de Utopía?

Quizás una de las funciones principales que tiene la utopía sea la de esbozar un ideal que
oriente el quehacer humano a nivel social. Una utopía es pues una suerte de proyecto que
permite a los seres humanos, quienes conviven dentro un mismo territorio, encaminar y
enfocar sus acciones hacia un modelo, hacia un paradigma en común; de esta manera la
unidad y la armonía ora de un pueblo, ora de una nación, ora de una civilización puede ser
preservada mediante el encauzamiento de los deseos y aspiraciones de cada uno de aquellos
miembros que las constituyen.

Tomas Moro en su obra de 1516 Utopía, nos menciona que dicho concepto está constituido
por dos términos de origen griego: por una parte, el prefijo ou que significa “no” y eu que
significa “bueno”; y por otra, por el termino topos que significa “lugar”. Entonces el concepto
utopía, según Moro (CITA), hace referencia a un no-lugar, es decir, a un ideal ficticio que
representa una comunidad que supera en determinados ámbitos a la comunidad real o actual.
Cabe mencionar que la obra de Moro encuentra sus raíces en aquella sociedad idealizada por
Platón en La Republica. En este dialogo Platón, a través del personaje de Sócrates, nos regala
la bella imagen de una sociedad regida por filósofos (CITA), una sociedad cuyos integrantes
se conducen en todas sus acciones con miras al bienestar común. La idea del Bien (CITA
EN GRIEGO) representa el arquetipo supremo al que solo pueden acceder los filósofos
quienes, en virtud de dicho ideal, velan por el bien común de la sociedad a la cual dirigen.
Cabe precisar que, para Platón, al igual que para Moro, dicha sociedad no es más que una
idea, un simple boceto que no puede llevarse a cabo de manera plena en la realidad (CITA),
pero que en última instancia permite guiar la aspiración del filósofo hacia el conocimiento
de la idea del Bien.
Así pues, una utopía no es más que la creación ideal de un proyecto que, si bien no es
plenamente realizable, al menos impulsa, a quien lo acoge, “a trascender la realidad dada”.
(CITA Dina Picotti La función esencial de la utopía). De esta manera, una utopía, encauza
aspiraciones cuya plena satisfacción no reside en lugar o tiempo alguno pues solo genera
simples posibilidades, otros modos de ser que trascienden el mundo en acto y que cuestionan
su realidad. La utopía, en suma, tiene – en palabras de Dina Picotti - “una función liberadora”
CITA Dina Picotti La función esencial de la utopía), pues expande el horizonte de lo
posible y tiñe, con un cierto tono de unidad y de esperanza, el incesante quehacer humano.

A lo largo del presente ensayo se pretende hacer un análisis del concepto de mestizaje cuya
noción esencial se ubica, principalmente, en la obra de José Vasconcelos publicada en 1925,
titulada La Raza Cósmica. Dicho análisis está orientado a poner de manifiesto el fundamento
de aquella utopía que Vasconcelos denominó “Universópolis”, la cual pretende representar,
según la hipótesis principal del presente escrito, el germen de una ideología que permita
determinar la identidad propia de América Latina. Ahora bien, por una parte, cabe preciar
que la base de dicha identidad no radicaría en una noción propiamente nacionalista, sino más
bien en una determinada concepción racial, tal como la formula Vasconcelos en su obra de
1925; por otra parte, cabe cuestionar ¿Qué tan necesario resulta plantear un ideal no solo que
permita forjar la identidad propia de América Latina, sino que también permita orientar la
praxis de los latinoamericanos?

2. Sobre los fundamentos de la propuesta vasconcelista en la Raza Cósmica.

La Raza Cósmica. Esta obra representa una suerte de programa espiritual “destinado a
consolidar definitivamente la cohesión del continente iberoamericano” y hacer de él crisol
de una nueva humanidad. Este ideal de unidad se funda, según Vasconcelos, sobre el propio
trayecto de la historia universal misma, y más aún, sobre la propia naturaleza humana, pues
según él, todas las diversas “razas del mundo tienden a mezclarse cada vez más, hasta formar
un nuevo tipo humano, compuesto con la selección de cada uno de los pueblos existentes”.1

2.1. La base histórica. Sobre el conflicto entre latinos y sajones.

1
Vasconcelos, J., La Raza Cósmica, Prólogo, XV.
Se trata pues de asumir una postura crítica frente a todos aquellos supuestos homogeneizantes
y dominadores que subyacen al modelo sajon

Esta esencia propia del mestizaje se contrapone, en verdad, a todo militarismo o


provincialismo, se opone a sí mismo a las tendencias racistas o puristas, que según
Vasconcelos estaban siendo implementadas en esa época, por los Estados Unidos de
Norteamérica

la raza del hombre banco “ha puesto las bases materiales y morales para la unión de todos
los hombres en una quinta raza universal, fruto de las anteriores y superación de todo lo
pasado”2

iberoamérica debe ser una tierra de apertura y hospitalidad no para abandonarse a la servil
imitación de las tendencias propias del extranjero, sino más bien para explotar y apropiarse
de sus maravillosos recursos y “para ofrecer a la humanidad futura un modelo de sociedad
fundamentado en la paz, la tolerancia y la concordia”3

2.2. Critica al nacionalismo mexicano postrevolucionario.

sí pues, en 1910, se efectúa el Plan de San Luis, propuesto por Madero y estalla la Revolución
Mexicana, un año más tarde, después de un largo periodo de reelecciones ininterrumpidas,
Díaz es obligado a renunciar a la presidencia y es exiliado.

Diez años de continua guerra civil bastaron “para que las fuerzas centrifugas [del movimiento
revolucionario] – siempre latentes – se atrincheraran fuertemente en los estados y dieran
forma a “caciquismos revolucionarios”; en otras palabras: diez años de guerra civil fueron
suficientes para dejar tras de sí una nación fragmentada en gobiernos locales liderados por
caudillos y con una clara tendencia regionalista; así pues, en 1919 el general Álvaro Obregón
anunció su candidatura, propuso acabar con el caudillismo, revitalizar la economía del país
y devolver sus tierras a los campesinos; en 1920 Obregón asume la presidencia y hacia 1924
la nación mexicana comienza a estabilizarse

2
Vasconcelos, J., op. cit., p. 18.
3
Fell, C., op. cit., p. 586.
es precisamente ante aquel panorama, a la vista de un México postrevolucionario fracturado
y asediado por la incertidumbre, la violencia, la miseria y la desigualdad, en donde el Maestro
de la Juventud concibe la ideas y el proyecto que posibilitarán la ulterior revitalización de la
cultura y la educación mexicana; de esta manera, ante un México destrozado por la
Revolución, Vasconcelos clama profusamente por una regeneración espiritual que acaso
cristalizaría en aquello que él denominó La Raza Cósmica.

resulta posible afirmar que la noción de mestizaje representa, en primera instancia, el eje
principal de una ideología nacionalista propia del continente iberoamericano; detallemos aún
más esta noción de nacionalismo basado en la concepción de mestizaje.

En su extenso estudio sobre Vasconcelos, Claude Fell afirma, a propósito de un discurso


pronunciado por “el maestro de la juventud” en Santiago de Chile, en 1922, que:

la raza cósmica será, pues, [..] el resultado de una mezcla étnica secular, en la que vendrá
a encarnarse esa espiritualidad nueva que aparte a la humanidad de sus apetitos materialistas
y que se desarrolle dentro del marco de una futura confederación de dimensiones
continentales […] la creación de nacionalidades latinoamericanas ha sido un caso de suicidio
colectivo.

A partir de lo anterior, se puede aseverar que aquella ideología nacionalista fundamentada en


el mestizaje, no es más que un nacionalismo que contiene en sí su propia negación; es decir,
el concepto de mestizaje, el cual esencialmente hace referencia a la universalidad y a la
aperturidad que caracterizan a la identidad iberoamericana, permite transmutar el
nacionalismo iberoamericano en un reiterado internacionalismo.

Así menciona Vasconcelos, en aquel discurso de 1922:

Yo soy de los que creen que el sentimiento de patria es demasiado pequeño para los
corazones libres y pongo mi fe en un internacionalismo sincero y total que abarque a todos
los hombres, y todavía más, a todos los sitios de la tierra, las montañas y los mares, los ríos
y los árboles y las obras todas de la divina creación.4

4
Vasconcelos, J., Discurso de Santiago de Chile, El diario Ilustrado, Santiago, 2 de noviembre de 1922.
3. El mestizaje desde la perspectiva de Vasconcelos.
Vasconcelos se inspiró en la obra de Élisée Reclus, que fue publicada en París en el
año 1876 con el título Nouvelle géographie universelle. La terre et les hommes
Así lo prueba Fell reiterando un fragmento de Reclus:
Gracias a los cruzamientos incesantes entre pueblos y entre razas, gracias a las
migraciones prodigiosas que se realizan y a las crecientes facilidades que ofrecen los
intercambios y las vías de comunicación, el equilibrio de la población se establecerá
gradualmente en las distintas comarcas, cada país aportará su porción de riquezas al gran
acervo de la humanidad y, sobre la faz de la tierra, lo que se llama civilización tendrá en
todos lados su centro, en ninguno su circunferencia (Reclus, 1876: 7)
La fusión racial representa la condición de posibilidad de la unión espiritual en virtud de la
cual la humanidad podría alcanzar su plenitud.

En Vasconcelos no es posible encontrar la exhaltacion de factores étnicos por separado, cada


raza puede aportar algo de si a la raza síntesis, dicho lo anterior, se trata pues de fundir todos
los aspectos étnicos disponibles de cada raza, suprimir las diferencias culturales, con la
finalidad de potenciar el desarrollo de una raza superior, que no se reduce a ninguna en
particular sino que comprende a todas y que, en ultima instancia, representa un conjunto
homogéneo que integre todos los elementos étnicos favorables y que, a su vez, permita,
suprimir aquellos que representen una desventaja, o en otras palabras: “No es nada neutral
la elección del verbo fundir. Se trata de plasmar a la nación a partir de una aleación depurada,
ya que suele emplear también la expresión raza de bronce. Es decir, sin átomos disímiles que
fragilizarían su resistencia” (CITA Jean Pierre Tardieu the Black and the Cosmic Race 160)

.
. De esta manera es el mestizo quien encarna la síntesis de todas las razas. Cabe precisar que
la síntesis racial que concebia Vasconcelos no se agota en elementos meramente fisiológicos,
sino que comprende elementos propiamente espirituales, estos elementos se manifiestan,
evidentemente, en el arte y en la cultura en general.

en su obra Estudios Indostánicos ya se afirma la tesis según la cual “solo las razas mestizas
son capaces de las grandes creaciones”5

Así pues, el carácter esencialmente mestizo, de la quinta raza, la dota de una naturaleza
universal y abarcante que integra los mejor de las otras razas; la raza cósmica se caracteriza,
frente al resto de sus precedentes, por su aperturidad y por la síntesis universal que representa

El mestizaje representa, entonces, un sentimiento de unidad y comunión espiritual, propio de


la raza iberoamericana.

mestizaje puede aclarar, como ya se había mencionado, ciertas cuestiones acerca de la


identidad iberoamericana y no solo eso, sino que también dicho concepto puede fungir como
punto de partida para la formulación de una ideología internacionalista que imprima un
sentido preciso a la πρᾶξις humana, no solo en el ámbito de la cultura, sino también de la
educación. Asimismo, el mestizaje da cuenta no de una simple interrelación superficial entre
dos o más elementos culturales sino de una interacción profunda que dé lugar a nuevas
manifestaciones artísticas y culturales. Más aun, la categoría mestizo representa “un
elemento mediador y de compromiso que permite superar las rupturas existentes entre
categorías étnicas […] El mestizaje supone, pues, un proceso de igualación social, y de
nacionalización6

el mestizaje ha sido, quizás, unos de los rasgos esenciales de la cultura iberoamericana, un


rasgo que constituye, acaso, el núcleo de su identidad.

3.1. Creando una mitología del mestizaje.

5
Vasconcelos J., Estudios Indostánicos en Obras Completas III, p. 99.
6
Malgesini, G. y Giménez, C., Guía de conceptos sobre migraciones, racismo e interculturalidad, p. 250.
Vasconcelos concordaba con Bergson respecto de la nocion de elan vital (evolución
creadora)

La evolución de las especies no es fruto de la causalidad que supone el darwinismo, sino una
manera de río que impulsado por el élan vital, choca con los obstáculos y se bifurca y varía
según unidad que procede de la fuerza misma y de su origen (Vasconcelos, 1961:432) ( CITA
Historia del pensamiento filosófico publicado en el año 1937
La raza universal representa un thelos hacia el cual se orienta todo el devenir de la especie
humana.

Según Vasconcelos la mezcla de razas desemboca en el surgimiento de civiizaciones muy


fecundas tales como la griega y la egipcia.

Vasconcelos prosigue su ensayo llevando a cabo una clara distinción entre las cuatro grandes
razas humanas que han poblado, dominado y posteriormente pasado por un periodo de
decadencia: lemurianos o negros, mongoles o amarillos, atlantes o rojos, y en fin el hombre
blanco, todos están subyugados al cruel torrente del destino. Sin embargo, toda esta
inminente marcha histórica y natural parece estar orientada hacia un tipo específico de
humano, el cual encarnará a la quinta y última raza, τέλος de la humanidad, la llamada raza
cósmica. Cabe precisar que, lo relevante en este punto no es tanto la verdad histórica o
científica que subyazca a tales tesis sino “el hecho de proporcionar a los hispanoamericanos
un abanico de referentes mitológicos parecido al que se forjaron la grandes civilizaciones
antiguas”7. A tal efecto, el Maestro de la Juventud hace referencia a la majestuosa civilización
de la Atlántida, cuna del hombre rojo, cuyos restos posteriores a su misteriosa desaparición,
se manifestaron en los imperios azteca, maya e inca. De esta manera, Vasconcelos les
atribuye a las civilizaciones precolombinas un profundo origen mítico que escapa a cualquier
tentativa de conocimiento objetivo y que, por el contrario, exalta e incita a la imaginación a
proyectar las más sublimes viñetas de un pasado mítico e inefable

7
Fell, C., José Vasconcelos: Los Años del Águila, p. 641.
Es así como “el sentimiento de raza arranca de diferencias de naturaleza espiritual, de acuerdo
con el designio profundo de la Providencia, de producir diferencia entre los hombres para
diversificar y enriquecer la expresión del alma humana”8

El destino ha querido que las razas que viven en la América Latina no se mantengan
separadas, sino que junten aun sus sangres De esta mezcla ha surgido el mestizo de indio y
blanco, el mulato de negro y blanco, y estas mezclas no son más que la levadura de una
estirpe humana que tendrá que reemplazar a todas las razas conocidas hasta la fecha (CITA
INDOLOGIA 1958 1297)

4. “Universopolis”, la utopia de America Latina.

Esta quinta raza habrá de establecerse en un clima tropical, concretamente en las cuencas del
Amazonas, en Brasil. Resulta necesario resaltar en este punto, que pese a las dificultades
sociopolíticas que acaecían, en aquel momento, en los estados hispanoamericanos, ello no
obstaba a que Vasconcelos considerara dicha tierra como un suelo fecundo y prometedor en
donde bien podría emerger una nueva civilización universal.

De esta manera, todo el continente iberoamericano conformado por México, Brasil,


Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Venezuela representa, para Vasconcelos el
suelo fértil que verá emerger, eventualmente, la era universal de la humanidad

convicción del advenimiento de una raza universal, mestiza, que abarca, como se vio en el
apartado precedente, a todas las demás razas; asimismo la reconciliación y la unidad entre
los diversos pueblos, la justicia social, el trabajo esforzado, la educación popular y la

8
Fell, C., op. cit, p. 595.
solidaridad espiritual representan elementos esenciales de aquella quinta raza heredera de
una patria universal, cuyo advenimiento ya vislumbra Vasconcelos.

5. Conclusion. Necesidad de un ideal universal para America Latina. (AUTONOMIA


DE AMERICA LATINA)

Dicha vía representaría para el filósofo oaxaqueño “una corriente que arrastra las cosas,
modela los ánimos y obliga a los pueblos a convertirse en creadores de ideal”. La
instauración de naciones abiertas a la humanidad entera, así como la consecución de la
unidad hispanoamericana representaría, entonces, el objetivo al cual se debe aspirar, cabe
precisar que, para Vasconcelos, España representa una de las condiciones de posibilidad
de la constitución de los estados hispanoamericanos, es por ello que España también
estaría integrada en el ideal propuesto por Vasconcelos. En este punto resulta necesario
poner de manifiesto que la postura internacionalista de Vasconcelos no deja de tener en
consideración la advertencia de que no se debe “despojar a los pueblos de sus caracteres
espirituales propios, porque cada uno de ellos es como un camino distinto para la
revelación de lo divino y nadie tiene derecho de suprimir uno solo de esos caminos”9

Es así como la raza iberoamericana debe tener plena convicción de su misión y “la abrace
como un misticismo” pues la integración y síntesis espiritual de todas las riquezas
conquistadas a lo largo de la historia de la humanidad habrá de desembocar en lo
universal y absoluto.

Cabe recordar que Vasconcelos se oponía fervientemente a la dictadura de Juan Vicente


Gómez, en Venezuela y, en general a todo régimen autoritario fundamentado en la violencia,
la arbitrariedad, el despotismo o el perjuicio a la libertad.
¿qué elementos y nociones estarían implícitas en dicho ideal? Cabe formular la respuesta
a dicha cuestión sobre la base de la posible realización de una redención universal que se
cristalice en la supresión de las desigualdades y en la búsqueda del bien y la felicidad
común. Ahora bien, para Vasconcelos, la corrección de la desigualdad y la consecución
de la justicia y el bien común solo son posibles a partir del compromiso social, la
educación y la difusión de la cultura; “ a mayor cultura –exhorta Vasconcelos – mayores
libertades internas, corresponde siempre un aumento del poderío exterior”10

De esta manera, la misión universal de Hispanoamérica no solo consiste en abrirse a los


países extranjeros y a su cultura sino también en velar por la conservación de lo propio, es
decir, lo autóctono, lo propio de la civilización de la América Latina; o en palabras del mismo
Vasconcelos:

La juventud universitaria ha de velar porque esos hombres venidos de fuera [lo extranjeros] – y que son
necesarios para el progreso tecnológico y económico del continente – no impongan una
cultura hibrida, que traicione y desnaturalice el elemento propio. Solo en tales condiciones
podrá Hispanoamérica integrarse sólida y eficazmente dentro del edificio universal11

9
Fell, C., José Vasconcelos: los años del águila, p. 573.
10
Fell, C., José Vasconcelos: los años del águila, p. 586.
11
Fell, C., José Vasconcelos: los años del águila, p. 586”
Resulta necesario admitir que Vasconcelos admite que Iberoamérica tiene un largo trayecto
por recorrer antes de realizar el internacionalismo ideal al cual esta predestinada, mientras
tanto es menester establecer una nacionalismo “prudente y abierto” que preludie la
realización efectiva del ideal universal de la raza cósmica; “el estado actual de la civilización
– menciona Vasconcelos – nos impone todavía el patriotismo como una necesidad de defensa
de intereses materiales y morales, pero es indispensable que ese ´patriotismo persiga
finalidades vastas y trascendentales”12
no propugna la supresión de diferencias culturales o étnicas con vistas a una unidad nacional.
creencia en la importancia de la diferenciación cultural
refiere a la interpenetración de elementos culturales dentro de una estructura social, igualdad y participación,
adaptación mutua y cambio correlativo.

cambio reciproco que surge a partir del contacto de dos culturas distintas, pues en todo caso no resulta
posible que una cultura, independientemente de si se caracteriza como dominante o
dominada, pueda permanecer inmutable después de un previo contacto con otra cultura

la exaltación y valoración del mestizaje redunda en la posibilidad de disminuir las tendencias


racistas y discriminatorias de las que padecen la mayoría de las sociedades.

permite promover la incorporación del continente iberoamericano a las tendencias


internacionales, teniendo en consideración y resaltando aquellos elementos culturales que
pueden considerarse como propios o autóctonos, tales como todas las tradiciones que nos
remontan a la época prehispánica y que, afortunadamente, siguen formando parte de
nuestra vida cotidiana, aunque, cabe precisar, el sentido originario de dichas tradiciones
este tan lejos de nosotros, los seres humanos del siglo XXI, como lo estaban los antiguos
conquistadores de la América precolombina.

12
Vasconcelos, J., La Raza Cósmica, p. 20.
Regenerar el espíritu de las capas más humildes de nuestra sociedad, dándoles una distracción
que no les cuesta nada y que eleve sus espíritus para los deseos de mayor bienestar,
alejándolos de los vicios y la simple holganza” 13
tal debe ser la misión nacional de un
gobierno apto que posibilite el surgimiento de aquel ideal alguna vez atisbado por
Vasconcelos.

“se observa una verdadera atomización nacional del folklore, de las costumbres locales,
de las actividades artesanales, de la música, la danza, las artes decorativas que
desaparecen poco a poco porque siguen confinadas en su microcosmos de origen y ya no
tienen oportunidad de desarrollarse y reafirmarse”14 esta atomización se traduce en una
marginación frente a las tendencias imperialistas propias del eurocentrismo y de las
orientaciones políticas de la nación vecina Estados Unidos.

Esta reflexión, digo, quizás nos encauce hacia un panorama más amplio y extenso, hacia
un horizonte de posibilidades más prolífico y luminoso que quizás alguna vez cristalice
en aquel ideal que - a inicios del siglo XX y frente a una crisis internacional inminente -
Vasconcelos denominó: “la Raza Cósmica”.

Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte
se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar” (CITA FERNANDO
BIRI)

13
Fell, C., José Vasconcelos: los años del águila, p. 366.
14
Fell, C., op. cit., 363.

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