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Video, Cine, Godard, philippe Dubois, Libros del Rojas, Universidad de Buenos Aires, 2001.
La primera fase de 1974 a 1976 es aquella de los tres films (“essay films"). Sabemos que Ici et
ailleurs, Numéro Deux y Comment ça va son los films que diseñan la expresión última de la
búsqueda estrechamente política de Godard, mientras que a la vez son obras "experimentales" en
todo el sentido de la palabra, donde las problemáticas políticas se plantean y encuentran
respuestas a través del aparato técnico y formal de la misma forma cinematográfica, a través del
lenguaje físico del cine. Aquí se produjo el fin de su colaboración con Jean-Pierre Gorin (el final del
Dziga Vertov Group) y el principio de su coproducción con Anne-Marie Miéville (el principio de
Sonimage). Con su sentido realista, Godard hizo las siguientes observaciones: la televisión venció
la guerra de la imagen, los medios no comunican ya nada, la información no pasa más, el sentido
se perdió, leer un diario se transformó en un hecho de mentiras y amnesia, y mirar una imagen se
ha vuelto una operación maquinal, el gesto de un ciego ("Las manos cumplen el trabajo de los ojos
y todo esto está equivocado")3 ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Qué se puede hacer? Toda la obra de Godard
de este período se plantea este tipo de preguntas. Y el video, que descubre y se apropia de ese
momento, le parece la única posibilidad para "combatir con las mismas armas", esto es, para
responder "en 1 imágenes y sonidos" al bloque de preguntas, que se dirigen al por qué no
sabemos más cómo comunicar, hablar, ver y pensar, y cómo se pueda tratar todavía de hablar y
crear con imágenes y sonidos. Es el mismo instrumento electrónico el que permite a Godard
formular este doble problema y avanzar algunas hipótesis. Los tres films, todos realizados en el
estudio de Grenoble, son experimentales no sólo por su intento socio-crítico, sino también porque
están marcados por una pura experimentación en la mezcla de medios, por medio de la orgánica
soldadura de imágenes fílmicas y de video. Estas son viejas y nuevas experimentaciones: lo viejo
que viene del período político y sirve para descomponer, deconstruir y analizar críticamente ciertos
mecanismos (el video usado como escalpelo o sea como instrumento de decomposición) y lo
nuevo que se abre al futuro, que desea intensamente inventar nuevas formas de escritura, de
operar en positivo (comenzando por nuevas, espléndidas figuras) y de hacer nacer un nuevo
cuerpo de imágenes (con el video mixer como instrumento de recomposición). El video es el punto
exacto de intersección entre estas dos partes, el medio de estas experiencias de decomposición
-recomposición.
Cuando vemos estos films juntos notamos tres figuras esenciales que los atraviesan y continúan
apareciendo en una variedad infinita :
1) La puesta en escena del discurso directo. En todos los films en forma diversa, la función
discursiva, "explicativa", del ensayo/experimento está incorporada explícitamente en aparatos
enunciativos específicos. En general el "yo", habla siempre a un "tú", según diferentes fórmulas: es
la carta del padre al hijo la que da la estructura enunciativa de Comment ça va; en Numéro deux es
el discurso de Jeannot "que interpela" directamente al espectador en el prólogo y en el epílogo, un
2
Entrevista en Le Monde, 25 de septiembre de 1975
3
Una frase de Odette / Anne-Marie Mieville en Comment ça va.
dispositivo entre sus maquinarias que establece el contacto (él está allí, lo vemos, nos habla, se
explica, nos cuenta su historia); está también, naturalmente, casi siempre, "la voz fuera de
campo", la famosa voz (godardiana) de la pedagogía, voz de lo/teorizado/aterrado, descripta tan
bien por Serge Daney;4 y también está "la conversación", dos voces que dialogan, se necesitan dos
para hablar, para "tener relaciones" (en cada uno de sus niveles los tres films están llenos de
dualidades) y, finalmente, el uso de la "pantalla como una página" o como una pintura: un lugar
para escribir en vivo, para inscribir mensajes que el espectador no sólo deba leer sino ver, verlos
hacerse y desmontarse con un toque de teclado, transformándose, repitiéndose, haciendo
cortocircuito, en tiempo real, como un mensaje electrónico ("un film entre activo y pasivo, entre
actor y espectador", dice una de las inscripciones de Ici et ailleurs). Todas estas formas de puesta
en escena videográfica del discurso reconducen a una única gran frase enunciativa: el discurso
directo, directo entre todas las cosas -entre el autor-narrador y el espectador, entre el sentido
(exterior a la pantalla) y la imagen (interior a la pantalla), entre dos personajes, entre el espectador
y el aparato de la pantalla, etc.-. Ser dirigidos en todos estos casos significa interreacción
-feedback inmediato-, un perpetuo ir y venir, recíproca auto moderación –e interconexión- el
cortocircuito, el encuentro, a conversión, el nudo. Dirigida -en vivo- he aquí la figura propia del
ensayo, de la experimentación, del trabajar sin red.
2) El tratamiento electrónico de la imagen. Cuando los films realizados entre 1974 y 1976 han
incorporado orgánicamente las imágenes video en algunas secuencias absolutamente ejemplares
que constituyen la parte fuerte de cada uno de los tres films, esto sucedió siempre en la forma de
un mezcla electrónica de las imágenes, sea que fueran collage, wipe, 5 keying,6 o superpuestas.
Godard prefiere definirlo como "cadena" de imágenes. Este término describe las dos secuencias de
collage electrónico de fotograflas de Ici et ailleurs. La primera secuencia es aquella de la "adición
revolucionaria", y la segunda aquella de la foto con el nombre de Henry Kissinger. Durante estas
manipulaciones del collage, la voz fuera de campo repite continuamente: "Cualquier imagen
proveniente de la vida cotidiana será parte de un sistema vago y complicado en que y del que
continuamente el mundo entero entra y sale... No existen más simples imágenes... El mundo
entero es demasiado para una imagen. Son necesarias muchas, una cadena de imágenes...". El
mundo entero es demasiado para una sola imagen sino imágenes múltiples, imágenes que se
disuelven unas en las otras, y además inconexas. El mixage electrónico que reemplaza al montaje
"en el interior" de la imagen es en realidad para Godard este "sistema vago y complicado en que y
del que continuamente el mundo entero entra y sale". En Numéro deux la secuencia de mayor
potencia nos permite ver de manera particularmente videográfica tanto a la pareja central de los
padres en el acto sexual (Pierrot que toma a Sandrine por atrás), como a su pequeña hija Vanessa,
la que en primer plano "observa" la escena indirectamente, a través del medio electrónico keying
dentro de la imagen.7 Hay aquí violencia sexual, en la escena original, voyeurismo; la transgresión
sexual es aquí transgresión de imágenes: un problema del mirar, un hecho familiar, una cuestión de
cuerpos y de medios, todo en uno. La carga extraordinariamente visual y emotiva de esta escena
(la entrelínea colocada aquí lleva la palabra "MONTAGE") deriva de la manera orgánica en la que
el rostro de la niña demuestra indirectamente, a través de los medios de un keying variable, la
explosión de la profunda interioridad de los cuerpos abrazados de los padres, "como si emanara
directamente del cuerpo de la imagen parental". Es un poco como si ella fuera la conciencia
alucinada de esta Imagen de la que ella parece brotar y encontrar la propia conclusión, empeñada
4
Serge Daney, "Le Thérrorisé (pédagogie godardienne)", en Cahiers du Cinéma N. 262-63, enero
de 1976, número especial sobre
Numéro Deux, pp. 32-39
5
Wipes, literalmente cortinas. Efecto cortina es el efecto electrónico que sustituye una imagen con otra a
través del corrimiento de la primera sobre la segunda.
6
Key, literalmente llave. Efecto que permite construir una imagen compuesta por dos imágenes simples,
seleccionando las informaciones de una o de otra en base a una clave elegida.
7
0 Una secuencia analizada por muchos, en particular por Colin MacCabe en su libro Godard:
/mages, Sounds, Po/itics, Bloomington, Indiana University Press, 1980, pp. 96-98; Y en detalle por
Raymond Bellour, "O'entre le corps", en L'Entre-Images, París, La Oifferance, 1990, pp. 174-86; Y
por último por mí mismo en el ensayo colectivo "Cinéma et Vidéo: Interpénétrations", de Philippe Oubois,
Marc Melon y Colette Oubois, en Communicacions, N. 48.-París, Editions du Seuil, 1988, pp. 299-305.
en el capricho de la variación fluida y luminosa de la figura. Sólo un video así montado, en su
auténtico problema de imagen, permite tal integración de imagen/cuerpo/texto, más allá del aparato
del "montaje" (montaje de cuerpos como también del medio), en una especie de metáfora del
trauma asumido y representado por el ojo de un frecuentador a través del proceso electrónico de
una imagen fílmica. Somos todos Vanessa, testigos más o menos silenciosos de la sodomización
del cine por medio del video: la misma Vanessa dice,"a veces pienso que mamá y papá son
agradables, otras, pienso que son una caca".
En Comment ça va el mixage electrónico es ampliamente usado en la gran secuencia central en la
que los dos fotógrafos de los manifestantes se superponen. Por una parte está la foto de Portugal
realizada durante la Revolución de los Claveles: un manifestante en la multitud, puño alzado, y
soldados en uniforme. Por la otra, está la foto tomada cuatro años antes, en tiempos del escándalo
Joint Français, que muestra a un manifestante cara a cara con oficiales de la policía. El
compromiso socrático explota por la "alianza visual" de las superposiciones fluctuantes y la cámara
ondulante. Una voz en off afirma: “Una mirada no es nunca profunda. Lo que es profundo es la
extensión, la extensión de una cierta relación entre lo desconocido y lo conocido. Pensar. Acercar
para pensar. Simplemente acercar dos imágenes. Dos imágenes que son simples porque muestran
a las personas en su simplicidad, pero que mueven algo complejo porque osan rebelarse. Sí,
empezar a pensar mirando”. No podría estar mejor dicho: acercar, activamente en el mixing de las
imágenes, con el fin de ser capaces de ver. Porque ver (con el video) es pensar (en vivo, con la
imagen).
3) Experimentos con la velocidad: descomposición, análisis, fragmentación del editing, disminución
de la velocidad del montaje ("Ve más despacio, tenemos
que descomponer" dice Odette/Miéville en Comment ça va). Debemos descomponer para
encontrar un nuevo poder de visión, para transformar otra vez el acto de la vista en un
acontecimiento, para ver si el sentido puede ser todavía construido con las imágenes. De aquí el
rol esencial que tiene la fotografía en estos films, como una imagen detenida, un átomo de cine, "la
verdad veinticuatro veces por segundo". En Ici et ailleurs está la famosa secuencia "pedagógica"
donde en un mecanismo teatralizado, los "cuerpos fotográficos" (cinco extras que llevan cada uno
una foto con un nombre) incorporan delante de la videocámara el principio mismo de la procesión
de imágenes que constituyen el efecto-cine. Es una figura insistente que Godard recreará más
tarde en Grandeur et décadence d'un petit commerce de cinéma. La "lección" es clara : el cine
cuando está detenido, cuando uno se toma el tiempo para mirarlo, es una cuestión de fotografías. y
para comprenderlo uno debe pasar por el video como un instrumento a través del cual analizar el
cine, la cosa que excede la foto en la que está basada. Como Odette/ Miéville dice en Comment fa
va, "Avanzar de a una imagen, sólo de a una, como un átomo, ver como se mueve y cómo funciona
todo eso...”.
2.
El segundo gran momento de nuestro viaje sería la serie de televisión de los años 1976-1978. Esta
vez Godard se sumerge completamente. Continuando con el desarrollo de su pequeña y autónoma
estructura productiva, Sonimage, parece abandonar el cine para ir al encuentro del enemigo - que
8
De una entrevista en Le Monde, 30 de marzo de 1980, reimpresa
en Jean-Luc Godard por Jean-Luc Godard, selección de Alain
Bergala, París, Cahiers du Cinéma, 1985.
así puede atacar desde dentro-. En coproducción con el INA realizó en 1976 Six foís deux/Sur et
sous la communicacion, y en 1977 -78 France/Tour/détour/deux/enfants. Por una parte, estas son
producciones que, desde afuera, se podrían llamar plenamente televisión ("He"funcionado como
productor televisivo, esto es realizando una red programática.") 9 Hay una serie estructurada,
formatos estándar, avisos televisivos clásicos: entrevistas, comentarios, presentaciones, etc. Al
mismo tiempo, de todas maneras, las series son desde lo interno, un tipo de "anti-televisión", un,
desborde de las convenciones televisivas usadas contra sí mismas. Así, aun cuando usa en todas
sus formas la gestualidad de la palabra omnipresente, Godard sabe cómo mostrar sus opuestos:
silencio y balbuceo. Silencio es lo que aterroriza a la ¡ televisión más que nada, y es lo que Godard
sabe hacer funcionar como discurso. El arte de la televisión silenciosa sólo puede llamarse video
(Nous trois, sin un sonido durante cincuenta y dos minutos! o Jacqueline et Ludovic). Junto al
silencio, está el lenguaje - fluctuante, incierto, hesitante, claudicante -.Godard no elimina ninguna
de las dificultades del discurso, prueba y error, digresión verbal, sea propia o de otros. Es una
especie de balbuceo fundamental, que Deleuze identifica tan bien, y que es exactamente el
lenguaje "del' video. Con el video Godard habla como piensa y piensa como habla, "a la velocidad
que le es propia". Prueba hablar en vivo de sus pensamientos. Todavía hoy no veo programas
televisivos que puedan superar los realizados por Godard desde 1974 a 1978.
Por otra parte, estas dos grandes series me parece que forman un grupo menos homogéneo de lo
que se dice ("los años del video"). El primero, Six foís deux, tiene rastros de los primeros films
experimentales y actúa como una especie de última extensión, punto terminal del sentido
analítico/crítico, sea por el campo socio político como por los medios de comunicación. El segundo,
France/tour/détour, es más un anuncio de lo que vendrá a principios del '80: una escritura en la que
se percibe el nacimiento de una perspectiva más filosófica y poética, dirigida más a la creación
artística que a las problemáticas sociales. En este sentido, Six foís deux sería el último film político
de Godard: es todavía video-escalpelo, como los films experimentales, pero dentro de la TV. Y
France/cour/détour sería el primer film lírico, densamente artlstlco, del Godard de los '80, que ya se
inclina hacia Sauve qui peut (la vie), pero dentro del aparato televisivo. Godard cuenta: "Cuando
Marcel Julian encargó la serie, el compromiso fue que intentaríamos realizar un relato y una pintura
a la vez, lo que creo que hoy podría ser realizado por medio de la secuencia de ,imágenes...
Cézanne con los medios de Malraux... O también filosofía como música de cámara...". 10
La señal más clara del gap entre las dos series puede ser encontrada en la diferencia entre las
figuras sujetas al proceso electrónico de las imágenes. Mientras Six foís deux aún mezcla
imágenes (soberbiamente) con wipes y keying (por ejemplo en el episodio Nous trois),
France/tour/détour es el resultado de un proceso radicalmente nuevo que destaca el paso hacia
otra forma de escritura, y así a otro modo de concebir las cosas. Lo que Godard descubre aquí, de
manera experimental, es el famoso "cambio de velocidad" que aparece en la forma de "cámara
lenta y cortes en salto". Lo notamos particularmente al principio de cada uno de los doce
"movimientos", en las imágenes de la gestualidad de los niños, en sus actividades cotidianas
-vestirse, desvestirse, caminar por la calle, etc.-. Este trabajo sobre la lentitud continúa lo que en
los films experimentales precedentes estaba constituido por una voluntad analítica de andar menos
velozmente con el objeto de ver y comprender mejor los procesos del mundo. Pero esta vez la
descomposición no es del todo intelectual (análisis crítico, búsqueda del átomo elemental con él fin
de desmontar la cadena). Es más bien orgánica, material, física - en otras palabras, "carnal" -.
Concierne al cuerpo de la imagen. La descomposición ya no encuentra referencia hacia atrás,
hacia la fotografía: pertenece entonces entera y específicamente al orden videográfico. 11
Me parece que de este trabajo de modificación de la velocidad surgen dos efectos.mayores: un
efecto-pintura y uno de restauración, de puesta a nuevo de la mirada. Tomemos el efecto pintura: la
disminución de velocidad del video France/tour/détour no es ni blanda ni continua, al contrario, es
irregular, imprevista e invariable, dando la impresión de experimentar con el verdadero problema
temporal de la imagen en la tentativa de desenterrar la cruda base de la representación, especie de
9
Entrevista con Claude-Jean Phillippe en Les Nouve//es Littéraires No 40, mayo de 1980, reproducida en
"Godard por Godard...n, op. cit., p. 410.
10
Ibídem, p. 411.
11
Sobre este argumento ver el gracioso texto de Alain Bergala, "Enfants: Ralentir", en Cahiers du Cinéma N.
301, junio.de 1979.
depósito de formas y emociones, saber y técnica, residuo del problema de la imagen como tal. Por
otra parte también está el problema de disminuir la velocidad, como un piloto con su aeroplano:
"con la vista", mano sobre la palanca de la velocidad, ojo dirigido hacia el panel de control. La
velocidad del video está controlada "por el dedo y el ojo", y el operador "descubre el efecto en
directo", exactamente en el momento en que realiza la operación que, de todas maneras, puede
ser alterada todas las veces que quiera, mientras a la vez observa el resultado sobre la pantalla
(esta es la característica esencial, comparada con la cámara lenta cinematográfica). Es como si
realmente estuviera viendo esta imagen que "ya' filmó, como si la viera por primera vez; como si
fuera..una imagen virgen, nunca vista, cuyos potenciales se descubriesen al verla y realizarse. Y
nosotros estamos advertidos (el espectador está en estrecha sincronía con Godard) de que con
cada maniobra, con cada modificación de la velocidad, sentimos violentamente el placer de la
revolución perceptiva, el efecto "ajá", como decir: "entonces es esto lo que había en la imagen y
que yo no había visto nunca antes de este modo". Contemporáneamente sentimos una pérdida
fundamental, causada por el completarse de la imagen que ya no nos elude, y del hecho de
encontramos siempre en un callejón sin salida. Los efectos del ralenti del video son una
experiencia para contemplar en vivo como un acontecimiento. Enseñan a Godard a observar el
mundo, las imágenes, con un ojo nuevo y fresco, se limpian de todo lo que es irrelevante. Le
permiten regresar a la imagen cinematográfica que es todavía posible, que puede ser aún
observada como nueva, y como tal, realizada. Sauve quie peut (la vie), el film que está señalado
desde el principio al fin por estos momentos de cámara lenta-cortes en salto, es el que dibuja este
regreso ("Mi segundo primer film", dice Godard).
3.
13
Según la feliz expresión de Marc Cerisuelo en su Jean-Luc Godard, París, Lherminier/Quatre Vents. 1989.
14
Ver nota 1
ritmo, al analizar el movimiento de una mujer -movimiento simple como comprar el pan, por
ejemplo- se nota que dentro del movimiento de la mujer existen mundos enteros -corpúsculos,
galaxias, siempre diferentes- y que se puede viajar de uno a otro en una serie de explosiones. El
ralenti es mucho menos interesante con un hombre, donde al final siempre se encuentra la misma
línea directa... En Tour/détour tropecé con esto como en una simple intuición, y no fui más allá
hasta que lo discutí con otros colegas que me expusieron su experiencia científica. Entonces, de
una experiencia de laboratorio realicé un relato".15
Del mismo modo, como sabemos, sus experiencias de poner música en la imagen han pasado
también directamente a los films. En la escena final de Sauve qui peut (la vie) después de la caída
en "cámara lenta" del héroe, su ex mujer y su hija se alejan ("No tiene nada que ver con nosotras")
y pasan frente a la orquesta, que está alineada sobre la vereda, mientras ejecuta la música del film.
"Mira la música como si vieses desde el interior lo que nos acompaña". 16 Sabemos también que
esta presencia de la música será la figura central, formal y escenográfica de Prénom Carmen,
donde se encuentra extendida al máximo, como para fundar la estructura misma del film. Además
hay otras figuras de la escritura con las que se experimenta en los video-guiones que no aparecen
en el film, pero que operan bajo la superficie indirectamente, porque su eficacia pasó del terreno
formal al territorio narrativo. - El mejor ejemplo es el de las numerosas superposiciones que
dominan visualmente en todos los videos. En el de Sauve qui peut (la vie), Godard habla de
superposiciones en términos de "cadenas de imágenes": Empezar no de una imagen, sino de una
cadena de imágenes como imagen; de una imagen de concatenación, de un momento en una
cadena, del acarreo de/hacia algo. La persona y la cosa que atraviesa la persona, que la persona
atra- viesa... Encadenar permite ver si hay algo que se abrirá o que se está cerrando. y
así se logra la idea de una puerta, de hacer que alguien atraviese una puerta. Una cadena como un
momento del film de los acontecimientos que han de realiarse. Un encadenamiento como idea de
un guión".
En otras palabras, si las sobreimpresiones como tales están ausentes en las imágenes del film
Sauve qui peut (la vie), es porque han pasado a la diegesis, a la lógica narrativa, a los modos de
conexión de los momentos (y "movimientos") de la historia. La superposición video es lo que
permite a Godard encontrar relaciones entre sus personajes y entre sus acciones. Pero estas
relaciones, que han definido la lógica de montaje del film, no vienen de ideas abstractas o de
preconceptos. Por ejemplo, no vienen del diálogo, vienen de las mismas imágenes, de una lógica
visual y no verbal. Godard siempre en el mismo argumento: Tales son todos los modelos de
disolvencia presentes, en televisión por ejemplo. Ves que de hecho se refieren.al pasar de! tiempo
Y en ciertos momentos, antes que montar campo/contracampo, cosa que proviene de una
concepción del diálogo o del ping-pong, habría que ver si no se podría ir de una imagen a la otra a
través de un suceso-imagen, zambulléndote en la historia, o si la historia hunde algo en tu cuerpo".
De igual modo, el trabajo de sobreimpresión que es el centro del Scénario du film Passion no
puede ser el de Passion sino que claramente es la base de la entera lógica de la recreación de las
pinturas clásicas como cuadros vivientes. La superposición transformada en idea de un guión: "En
el zambullirse (en la imagen) como uno se zambulle en la historia".
Si usa ralenti y superposición, Godard está siempre experimentando en video figuras que le
permiten pensar en imágenes y no en lenguaje, y de interactuar con ellas instantáneamente, lo que
le permite ver en el momento en que concibe. Y de estas reflexiones visuales, de este
videolaboratorio de imágenes donde la obra sucede en vivo, espontáneamente, extraerá, a veces,
formas visuales, o elementos de la historia (en Godard son lo mismo unas y otros), que harán y
serán el film: el video piensa aquello que el Cine crea.
15
Jean-Luc Godard, "Propos rompus", julio de 1980, en Cahiers du Cinéma, N. 3016, octubre de 1980,
reproducido en "Godard por Godard", op. cit.
16
Ver nota 1.
La cuarta y última etapa de nuestro viaje es la de las obras de video en sí. Con ninguna conexión
con films específicos, estos videos son paralelos a la producción cinematográfica de Godard, a la
que miran irónicamente desde lejos. Aparecieron entre 1986 y 1990, empezando por Grandeur et
décadence d'un petit commerce de cinéma a l' époque de la toute-puissance de la télévision, que
es tanto una obra narrativa como una experimentación, una especie de antología de toda la
producción de Godard desde 1974. Aquí, unida por el casting, encontramos la visión "analítica" del
cine como revelada delante de una cámara de video, las descomposiciones en cámara lenta de la
imagen, la relación con la pintura a través de las disolvencias, la puesta en escena de la literatura,
el discurso sobre la producción y el dinero, el plot falsamente policial, como en Détective (1985),
etc. Esta obra de video es seguida de dos experiencias de conversación, Soft and Hard (A Soft
Conversation between Two Friends on a Hard Subject) , una especie de biografía de dos personas
(Miéville/Godard), y Meetin'WA (1986), un encuentro con Woody Allen filmado por Godard mientras
estaba en los Estados Unidos para la preproducción de King Lear (1987). Estos son "diálogos"
donde Godard deja charlar a dos personas a distintas velocidades.
Este procedimiento genera un cierto transporte rítmico creciente, producto del montaje, un
alternarse rápido de texto e imagen, especialmente a través del trabajo increíblemente rico, de
verdadera columna sonora, que es increíblemente fragmentado, increíblemente complejo, pero que
permanece completamente orgánico en su multiplicidad y coincidencias. Estos pequeños videos
independientes, todos de 1986, son una especie de "talking-stock" de los resultados de las lejanas
investigaciones de Godard, correspondientes a un tiempo de cerca de tres años, entre Détective,
que cierra su período lírico-estético, y Soigne ta droite (1987) y King Lear, que abren la última fase
filosófico-literaria de su cine. Ellos delinean una transición a una nueva fórmula que Godard
encontró después de 1988 sólo en las obras de video, donde su maestría con la velocidad es total,
desarrollándose tanto en la dirección de la cámara lenta como en una nueva dirección, una
conquista de la aceleración.
El trabajo de Godard sobre la velocidad fue ampliado majestuosamente por una nueva figura de
estilo: la repetición, efecto intermitente de tomas de flash superveloces. On s'est tous défilé ofrece
una primera, deslumbrante y pictórica articulación de ésto, basado en los movimientos ondulantes
de un desfile de moda de Marithé y François Girbaud. Pero el mejor ejemplo es sin duda Puissance
de la Parole, que hace de la velocidad figura central de su funcionamiento a todo nivel:
técnicamente (la consola de montaje para 35 mm, su cinta de imágenes que se desenvuelve como
un río, a velocidades variables; sus sonidos deformados que chisporrotean y corren veloces: "se
agitan viejas maquinarias cansadas"); formalmente (montaje electrónico y computarizado con el
latido de las tomas del flash que se alternan con supervelocidad y generan efectos de pulsaciones
aceleradas: un ejercicio de la percepción más próximo a la sensación de las vibraciones que al
reconocimiento visual) temáticamente (la escena vibrante de la relación telefónica); filosóficamente,
el eje que da al resto de la obra su significado. La referencia de la nouvelle de Edgar Allan Poe que
da título al video, es a la "teoría de las vibraciones" como fundación del universo: "Ya que ningún
pensamiento puede perecer, tampoco ningún acto sucede sin un resultado infinito. Moviendo
nuestras manos... hemos provocamos vibraciones en la atmósfera terrestre. Esta vibración se
extiende indefinidamente, hasta dar impulso a cada partícula del aire de la tierra que, desde
entonces, y para siempre, es puesta en movimiento por un solo movimiento de la mano... Y
mientras yo hablo así ¿no me atraviesan la mente algunos pensamientos sobre el poder material
de las palabras? ¿No es cada palabra .un impulso en el aire?". 18 Después del video-escalpelo
analítico de mediados de los '70, después de las experiencias visuales (para mejor ver), de los
ejercicios con cámara lenta despegada de France/tour/détour, después de las reflexiones sobre la
escritura y las balbuceantes imágenes tomadas en vivo del pensamiento en los video-guiones, aquí
tenemos, en las obras completas y autónomas, una video-vibración, como un latido cardíaco que
nos lleva al interior y hace resonar a través del universo entero los infinitos diseños del
pensamiento y del discurso.
17
Puissance de la parole, texto inglés de A. E. Van Vogt, "Defence" Destination, Universe, Nueva York,
Berkeley, Medaillon 1964, originalmente publicado en 1984 por la Avon Book Company, p. 94.
18
Puissance de la parole, texto inglés de Poe: Poetry and Tales, editado por Patrick F. Quinn, Nueva York, The
Library 01 America, Literary Classlcs 01 the Unites States, 1984, pp. 823-25. El destacado es del autor.
Esta misma figura de aceleración vibratoria y contagiosa puede ser encontrada en los primeros
programas de la serie Histoire(s) du cinéma. Allí el ritmo de la memoria electrónica determina el del
montaje y toda la problemática visual salvaje y acústica es manipulada por Godard en explosiones
visuales y acústicas, combinaciones infinitas de imágenes y sonidos provenientes de la entera
historia del cine; es una extraordinaria emoción que crece y conduce a esta galaxia de
posibilidades incorporadas unas a otras. Con Histoire(s) du Cinéma, alcanzamos un punto de
perfecta oscilación entre el cine y el video: la autonomía del video ahora es no sólo total (esta vez
podemos hablar verdaderamente de obras de video, sin referimos a un film correspondiente), sino
que ha ido mucho más lejos de cuanto hemos podido ver. Ya no es cuestión de hablar de un film
(de JLG), o de una conversación entre dos sujetos, sino de abrazar el cine mismo, de ' cimentarse
con él en todas las dimensiones. Creo que Histoire(s) du cinéma es el único proyecto
verdaderamente grande de Godard. Continuar haciendo films es muy bueno; es un trabajo vital
necesario para el equilibrio de una cierta existencia. Pero sobre y más allá de los films que no
parecen ser nada más que "momentos" de la producción, hay una suerte de inmensidad que sólo
Godard puede soñar y ser capaz de asumir. Existe el loco, imposible proyecto que ocupó su
imaginación durante mucho tiempo, al menos desde sus lecciones en Montreal y de su libro
precursor, lntroduction a une véritable histoire du cinéma. 19 Es un proyecto desproporcionado en el
que habría un compromiso salvaje, donde el cine, considerado como cada cosa, como naturaleza y
cultura, vendría a ser contenido por una única mano videográfica. Dirigido hacia tal perspectiva,
Godard se sumerge en una especie de absoluto del ser imagen, donde el video como estado, una
manera de ser, pensar y vivir, se transforma en una segunda piel, el segundo cuerpo de Godard.
"Yo existo más como una imagen que como un ser real desde que mi vida entera la paso
realizando imágenes", dice en 1980 (la era de los video-guiones). 20"Desde que mi vida entera es
imágenes", diría hoy, diez años después. Finalmente, los films que Godard está realizando hoy son
"pequeñas experiencias". El video en que se sumergió totalmente con Histoire(s) du cinéma no es
algo que realiza o hace; se transformó en lo que es efectivamente: un cuerpo de imágenes, un
pensamiento de imágenes, un mundo de imágenes -un ser imagen de cada cosa-. El Godard de
hoy existe enteramente en esta tensión entre realizar todavía films -circunscriptos, identificando
objetos que sirven como puntos de referencia- y el ser completamente -un estado de óbservación,
de video-pensamiento, el ser todo de las imágenes, que se abre hacia el infinito y donde el riesgo,
obvio pero evitado, es el de ser atraído, absorbido, disuelto en un océano.
19
Jean-Luc Godard, Introduction a un véritable histoire du cinéma. Vol. 1, Editions Albatros, 1977.
20
"Propos rompus", op. cit.. p. 468. En Jean-Luc Godard: Son + Image. 1974-1991, curado por Raymond