Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
1
Edita: Francesc Xavier Hernández Cardona.
Grup de Recerca DIDPATRI. Universitat de Barcelona
www.didpatri.cat
ISBN: 978-84-608-9294-6
Fecha de edición: junio, 2016
Compaginación: Puput
Las opiniones emitidas en esta publicación son exclusiva responsabilidad del autor de la misma.
Los derechos de explotación de esta obra están amparados por la Ley de Propiedad Intelectual. Ninguna
de las partes de la misma puede ser reproducida, almacenada ni transmitida en ninguna forma ni por
medio alguno, electrónico, mecánico o de grabación, incluido fotocopias, o por cualquier otra forma, sin
permiso previo, expreso y por escrito de los titulares del © Copyright.
Las II Jornadas del Patrimonio Defensivo de Época Moderna se enmarcan en el contexto del proyecto de
investigación “Desarrollo de estrategias y técnicas didácticas a partir del patrimonio y la arqueología del
conflicto para la enseñanza/aprendizaje de las Ciencias Sociales i la Historia (EDU 2012-35299) Ministe-
rio de Economía y Competitividad.
2
ACTAS
3
4
ACTAS
Índice general
5
De Georges Prosper a Jorge Próspero Verboom, leal ingeniero de la
monarquía hispánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Juan Miguel Muñoz Corbalán
Arqueología subacuática y conflicto. El caso del Pecio Deltebre I. . . . . . . . . 113
Gustau Vivar
La vida cotidiana en los viejos castillos. Siglos xv al xvii.
El ejemplo del castillo de Montsoriu (Arbúcies-Sant Feliu de Buixalleu) . . . 127
Jordi Tura; Joaquim Mateu; Gemma Font; Sandra Pujadas
Jacques Rigaud. Iconografía didáctica de un asedio del siglo xviii . . . . . . . . 139
Francesc Xavier Hernàndez Cardona, Xavier Rubio Campillo,
Mireia Romero Serra, Francesc Riart i Jou
Juegos de simulación histórica: guerra y diplomacia en el siglo xviii . . . . . . 153
Marc Figueras
Instituciones internacionales y patrimonio poliorcético en el Caribe.
Las actividades del Comité científico internacional de fortificaciones
y patrimonio militar (ICOFORT) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
Dra. Tamara Blanes Martín
Museografía didáctica y poliorcética moderna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
Rafel Sospedra Roca, Gemma Sebares Valle, Isabel Boj Cullell,
Eva Poblador Relancio, Carolina Martín Piñol,
Documentación tridimensional mediante escáner láser 3D y técnicas
fotogramétricas del Baluarte de Sant Antoni (Barcelona): democratización
y valorización de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Jorge Angás Pajas
La fortificación de Amposta. De plaza de primer orden a fortificaciones
de circunstancias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
Dídac Gordillo Bel
El paso de las murallas romanas y medievales a las fortificaciones modernas
en la ciudad de Tarragona (siglos xv-xvii) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
Joan Menchón Bes
Arquitectura militar en el campo de Tarragona, Conca de Barberà y Priorat
(Provincia de Tarragona) entre época medieval y moderna (siglos xv-xvi).
Algunos ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
Joan Menchón Bes
Los artífex del castillo de Monjuïc de Barcelona (1640-1779): frailes,
ingenieros y maestros de casas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
Josep M. Vila i Carabasa
6
ACTAS
7
8
ACTAS
Introducción.
II Jornadas de Patrimonio Defensivo de Época Moderna
9
Coordinación de las jornadas
Organización
10
ACTAS
Resumen
Palabras clave: Patrimonio defensivo. Usos del patrimonio. Valor del patrimonio
11
El hilo invisible de la memoria nos revela los resortes ocultos, las capas desapareci-
das; y nos permite constatar un eterno tejer y destejer que es el resumen de la dinámica
histórica que se establece entre la construcción, la destrucción y la reconstrucción del
patrimonio.
Nuestro patrimonio es hijo de una elección posible, y quizás intencionada, de los
tiempos remotos y los tiempos recientes. Es a la vez producto del decantamiento del
tiempo y de la precipitación de los acontecimientos; hay un patrimonio depositado y
un patrimonio precipitado, despreciado y dañado, todo en uno.
El valor patrimonial atribuido a la herencia que hemos recibido no puede pres-
cindir del sentido histórico de la realidad de cada momento, y debe buscar la corres-
pondencia entre los valores patrimoniales, recibidos y transmitidos, y el sentido de
la historia en el momento de su producción. Nuestro hilo invisible, los hechos de la
historia y de la memoria, ayudan a dar vida al patrimonio.
No nos corresponde, y no nos podemos permitir, una contemplación pasiva de
un patrimonio inerte. El patrimonio inanimado acumula y apila, generando un
hacinamiento indiscriminado, y quizás sin sentido. Leer el patrimonio e interpre-
tarlo es darle vida. Llenarlo de contenido es darle sentido. Necesitamos huir de la
contemplación romántica de un pasado glorioso en ruinas, y empezar de nuevo.
Necesitamos tirar del hilo de los cimientos, construir el sentido de las dinámicas
históricas, atribuir un sentido a la representación física del patrimonio como un
espacio social, económico y de poder. Sólo así, captando el sentido de los valores
patrimoniales, tendremos respuesta a los interrogantes que nos plantea la realidad
del tiempo evanescente.
Si todo lo expuesto es válido como criterio general, adquiere todavía una dimen-
sión más evidente cuando nos enfrentamos al valor que se otorga al estado de conser-
vación y los usos actuales del patrimonio defensivo.
12
El Patrimonio Defensivo de Catalunya de época moderna... ACTAS
13
Y, aún, si se desea añadamos casos más cercanos. El mismo castillo de San Fernan-
do en Figueres, los de Montjuïc en Girona y Barcelona, los de Bellaguarda o Salses en
la Cataluña del norte, el de Montsoriu, el de Hostalric, el de la Seu de Urgell...
En todos los casos mencionados se perfila una problemática conceptual y meto-
dológica.
3. La historia
La explicación de los hechos históricos asociados a una estructura social, en una co-
yuntura política, a unas dinámicas militares, a menudo, nos debe permitir leer mejor
y entender los vestigios materiales del pasado. Tenemos que poder romper con la con-
templación pasiva, un modo algo frívolo y reduccionista de limitar la contemplación
a un disfrute estético con parámetros contemporáneos. Es una visión, una manera de
mirar, que nos escatima el dolor, el sufrimiento, la vida que siempre rezuman los mu-
ros, ahora inertes, de tantas fortalezas. Debemos aprender a interrogar al patrimonio.
El conocimiento de las técnicas de ataque y defensa nos permitirá percibir mejor la
dinámica de acción y reacción en los asedios medievales y modernos, y atisbar por las
rendijas como era la vida cotidiana en ciudades sometidas al azote de la guerra.
4. El patrimonio
14
El Patrimonio Defensivo de Catalunya de época moderna... ACTAS
5. La rehabilitación
6. Los usos
Tenemos tantos casos como fortalezas existen y, seguramente, del análisis de los
usos podríamos desprender un mal uso del bien histórico o, en cambio, un destino
que subraye sus valores.
Un centro de interpretación, un equipamiento cultural, un museo, un hotel, un
restaurante, una simple ruina visitable… es probable que todos los casos tengan su
sentido y que sean justificables, como también es evidente que un mismo uso puede
ser respetuoso con el bien patrimonial y, en otro caso, puede convertirse en una pa-
rodia desvirtuadora.
Un uso apropiado requiere simplemente la lectura de la historia, la valorización
patrimonial, la intervención de restauración y de restitución, y que la rehabilitación
y los nuevos usos finalmente definidos conserven la coherencia y no desvirtúen el
sentido histórico y patrimonial.
La reducción del patrimonio a la irrelevancia es uno de los mayores riesgos en la
definición de nuevas funciones. Hay opciones que subrayan y potencian el patrimo-
nio defensivo y otras que lo devalúan y lo hacen residual. En definitiva, el patrimonio
15
defensivo no es, ni puede ser, un valor residual, y puede ser, en cambio, un valor
añadido.
7. A modo de conclusión
16
ACTAS
Resumen
Tras más de dos siglos y medio de vida, la fortaleza de San Fernando ha sobre-
vivido dignamente al uso continuado y a los avatares históricos de los que ha sido
protagonista. Constituye un caso excepcional dentro del patrimonio fortificado de
época moderna en Cataluña, por pasar de ser utilizado por el ejército a ser abierto
al público como bien cultural de forma no traumática. Por ello, no ha sido víctima
del abandono, del vandalismo, de la expoliación o de los usos alternativos que han
padecido el resto de patrimonio de su clase, ofreciendo hoy en día un grado de auten-
ticidad excepcional.
Pasados diecinueve años de su entrada en el panorama turístico-cultural del país
son muchos los avances conseguidos a nivel de mantenimiento, conservación, restau-
ración e interpretación. No obstante, queda mucha labor por delante, especialmente
respecto a su difusión y publicitación. Aunque la batalla científica ya ha sido ganada,
cabe ahora dirigir los esfuerzos hacia su mayor conocimiento por parte de la socie-
dad. Pero no de cualquier manera, sino como lo que es: uno de los mayores exponen-
tes del patrimonio cultural del país.
17
1. Orígenes de una fortaleza
El 4 de septiembre de 1753 se iniciaron las obras de la que sería una de las fortifi-
caciones abaluartadas más espectaculares de Europa: San Fernando de Figueres. Su
existencia se debe a la coincidencia en un mismo momento histórico de importantes
personajes de la época: el rey Fernando VI; el capitán general de Cataluña, marqués
de la Mina; el secretario del despacho de Guerra, Marina, Indias y Hacienda, el mar-
qués de la Ensenada; y el comandante del Cuerpo de Ingenieros, Juan Martín Zerme-
ño. Todos ellos al servicio del ideario social y político de la Ilustración española. No
hay duda que con la falta de sólo uno de los componentes de esta especial alineación,
el resultado hubiera sido bien distinto.
Tras más de dos siglos y medio de existencia, San Fernando ha resistido dignamen-
te el paso del tiempo, hallándose actualmente en un estado de conservación y auten-
ticidad más que respetable. Las razones por las que un monumento como éste, con
tales dimensiones y situado en tan privilegiada ubicación, ha llegado a nuestros días
en estas condiciones, son muchas y variadas, tantas como vicisitudes ha vivido. Y en
todas ellas, nuevos factores humanos, institucionales e históricos se han alineado sis-
temáticamente para conseguir legar a las generaciones actuales y venideras un edificio
especial y único cuyo valor e importancia va más allá de sus impresionantes muros.
San Fernando fue concebido para proteger Cataluña de sus impetuosos vecinos,
que durante el siglo xvii no habían cejado en el intento de anexionarse parte de su
territorio. Las incursiones de los ejércitos franceses en el Principado fueron una cons-
tante a lo largo de los diferentes conflictos que asolaron Europa durante esa centuria,
mientras que las autoridades hispanas eran incapaces de proteger sus fronteras. La
Paz de los Pirineos debía poner fin a esa situación. Finalmente se cedió a las deman-
das francesas y se cumplió el gran deseo de aquella monarquía de ver su nueva fron-
tera coincidir con la que tuvo la Galia.
A pesar de las importantes concesiones dadas en 1659, la Paz fue efímera y nuevos
conflictos asolaron Cataluña hasta bien entrado el siglo xviii. Ni el radical cambio
de familia en la Corte hispana fue capaz de liberar al Principado del conflicto y la
desolación. No fue hasta la finalización de la guerra de la Cuádruple Alianza que sus
habitantes pudieron respirar tranquilos durante un prolongado espacio de tiempo.
Con la entronización de Fernando VI se abrió una nueva etapa para la monarquía
hispánica. Se finiquitaron los conflictos en Europa y la paz permitió destinar recur-
sos, precisamente, para hacer que ésta fuera duradera. Y uno de los buques insignia
de esta insólita etapa de la historia moderna del país fue, precisamente, San Fernando
de Figueres.
La fortaleza nació con los mejores padres y padrinos, y durante los cerca de cin-
cuenta años que duraron sus obras no faltaron las mil y una dificultades. Problemas
con los asentistas, la puesta en duda de la calidad de su construcción, la intervención
de las obras por la administración, la muerte o la desaparición de la escena política
de sus valedores, las constantes rebajas en las dotaciones de obras... pero a pesar de
todo el magno proyecto de los Zermeño se materializó prácticamente en su totalidad.
18
El uso social del Patrimonio Monumental... ACTAS
19
3. La construcción del penal
20
El uso social del Patrimonio Monumental... ACTAS
Aunque San Fernando inició el siglo con grandes cambios, los más importantes
estaban a punto de llegar. La Guerra Civil Española supuso para el edificio el peor
momento de su historia. Lo que no consiguieron asedios, desidias, transformaciones
y el paso del tiempo lo logró este conflicto. La fortaleza se convirtió en un importan-
te centro logístico del ejército republicano. Se habían formado en los almacenes del
lienzo de la puerta principal y en el de la mitad norte de las caballerizas importantes
depósitos de municiones de todo tipo que se convirtieron en objetivo de la aviación
italiana. San Fernando sufrió varios bombardeos cuyo fin era destruirlos y que a su
vez causaron muchos desperfectos en ella. Al retirarse las últimas tropas republica-
nas hicieron estallar los polvorines destruyendo completamente las murallas que los
albergaban, convirtiendo así a San Fernando en un tullido. Pero el drama no quedó
sólo en las amputaciones que han privado a las generaciones presentes y venideras de
la contemplación de su magnífica puerta principal o de la espectacularidad de las ca-
ballerizas en toda su magnitud. Las heridas sufridas son aún visibles en la actualidad
en infinidad de lugares. El hospital prácticamente arrasado, garitas desparecidas y
escombros repartidos por toda la fortaleza y que en la actualidad aún deben retirarse.
San Fernando, mutilado, abandonado, enterrado en sus propios despojos veía
próximo su fin. Pero la historia le tenía reservado un nuevo e insospechado papel.
Finalizada la guerra el régimen franquista convirtió a la fortaleza en uno de los
cuarteles más importantes de Catalunya. Nuevamente, la proximidad con la frontera,
razón de ser de San Fernando, y la compleja situación internacional, iban a dar al edi-
ficio un protagonismo inusitado. Primero los franceses, luego los nazis y finalmente
los aliados constituyeron amenazas nada despreciables para el régimen franquista,
razón por la cual se destinaron importantes recursos para la protección de la frontera
con Francia, especialmente en el sector ampurdanés. Y ahí estaba San Fernando dis-
puesto a alojar a los miles de soldados encargados de su vigilancia y de la construc-
ción de las nuevas fortificaciones que debían oponerse a un intento de penetración en
el territorio. Para ello se iniciaron obras que restañarían las heridas recibidas por la
voladura pero los tiempos habían cambiado. Esta vez faltó la inspiración romántica
de los constructores del Penal y se optó por la reedificación práctica. La fortaleza
pagaría de nuevo un alto precio por sobrevivir. Se rehicieron lienzos y edificios usan-
do cemento moderno sin buscar una restauración histórica. Los edificios del arsenal
y de la antigua panadería vieron reducidos sus superficies en una tercera parte. Se
reutilizaron materiales, no para la restauración, sino para crear nuevas estructuras
o alterar las ya existentes. Se iniciaron trabajos de elevación de un segundo piso en
varios edificios que quedaron sin finalizar dejando alguno de ellos totalmente arrui-
nado e inservible.
Las adaptaciones constantes para alojar a miles de jóvenes que hicieron en él el
servicio militar llevaron al canibalismo de la propia fortaleza. Millares de ladrillos
fueron arrancados de parapetos, caminos cubiertos y obras exteriores para realizar
infinidad de obras en su interior. La práctica totalidad de las explanadas de arti-
21
llería fueron desmontadas para construir un paso enlosado en el patio de armas,
descalzando así los traveses que han ido arruinándose con los años. Y la propia mo-
dernización del ejército hizo de nuevo a San Fernando inútil trasladando el cuartel
paulatinamente a la vecina localidad de Sant Climent Sescebes a lo largo de los años
sesenta.
La sombra del abandono y del olvido se cernió por enésima vez sobre San Fernan-
do, y todo parecía indicar que iba a seguir el mismo fin que la mayoría de las fortifi-
caciones modernas de Catalunya. El panorama no era muy alentador.
A lo largo del siglo xx el ejército fue desprendiéndose de varias fortificaciones
consideradas inútiles para la institución. Casos como el castillo de San Fernando de
Berga, que fue cedido al Ayuntamiento a finales del siglo xix, y que fue vendido en
1928 a un particular. En 1940 una buena parte de él fue destruida con el fin de cons-
truir un centro turístico. O el del fuerte de Hostalric que fue subastado en 1932 sin
hallar postor alguno. En 1949 el estado lo vendió al Ayuntamiento. Seguidamente,
el nuevo propietario alquiló el fuerte a un particular que instaló en él un restauran-
te. Dicho establecimiento alteró en buena medida muchas de sus dependencias y
especialmente el macho, mientras que el resto de la fortaleza quedó desatendida. O
el de Cardona, abandonado en 1908. En 1976 se construyó un Parador de Turismo
que concentró la actividad en el recinto medieval. Se construyeron nuevas edifica-
ciones en su interior y se destruyeron algunas obras de fortificación quedando el
resto abandonado o usado como simple aparcamiento del establecimiento hotelero.
O el caso de Sant Joan de Tortosa (la Zuda) que siguió un proceso muy similar al
de Cardona. O el fuerte de Castellciutat en la Seu d’Urgell que fue abandonado en
1909. Posteriormente fue ocupado tras la Guerra Civil mientras se construía el nue-
vo cuartel en la Ciudadela. Se abandonó nuevamente en 1953. En 1972 fue adquirido
por un particular con el fin de instalar en él un restaurante. Para ello destruyó el
revellín frente a la puerta principal, vació un baluarte para habilitar en su interior
un comedor... O la Ciudadela de la misma localidad. Siguió el mismo fin que Caste-
llciutat sin embargo, a diferencia de ésta última, fue transformada en un importante
cuartel durante los años 1950 y 1953. Dicha adaptación conllevó destrucciones y
alteraciones importantísimas dejando en pie escasos elementos de época. O los simi-
lares casos de cesión de las fortificaciones de las ciudades de Lleida o Girona.
Este paulatino abandono de las viejas instalaciones podría ser bautizado como
proceso de desamortización de los bienes inmuebles militares. Situaciones seme-
jantes se producían en nuestro entorno internacional cercano pero con una notable
diferencia: en Cataluña, y en España en general, no se dio la cesión de uso sino la
propiedad. Ello se tradujo en la venta de unos bienes culturales, protegidos desde el
22 de abril de 1949, bajo el único amparo de una legislación patrimonial ambigua y
en ausencia de una opinión pública sensibilizada.
22
El uso social del Patrimonio Monumental... ACTAS
6. Un caso excepcional
23
Y el uso propio, como testimonio histórico que es, no es otro que el de los docu-
mentos o el de las obras de arte. Éstos, más allá de cualquier valor intrínseco como
depositarios de las técnicas, las costumbres, los valores de nuestros ancestros, nos
permiten imaginar, recrear el pasado, interpretarlo y aprender. Por ello, la preserva-
ción de la autenticidad del documento es primordial para que éste pueda seguir con-
siderándose como tal. En razón de lo dicho, la gestión del patrimonio monumental
público debiera contemplar exclusivamente una función didáctica. Pero la realidad
hace recordar que los problemas de recuperación y mantenimiento derivados del es-
tado y, sobre todo, de la magnitud de un monumento de este tipo, no tienen solución
en una explotación exclusiva con finalidades escolares o turístico-culturales.
Dicho tipo de gestión, el más respetuoso, sólo puede aspirar, en el mejor de los
casos, al mantenimiento de sus propias estructuras funcionales. La conservación
general siempre es onerosa y, por ello, su autofinanciación total mediante fórmulas
de gestión estrictamente patrimonial, es un mito salvo en puntuales excepciones.
Si las administraciones no asumen este diferencial económico y, en lugar de ello,
arbitran usos alternativos irreversibles, la autenticidad del bien se resentirá indefec-
tiblemente.
Tan sólo la financiación mixta puede permitir la preservación. En consecuencia
de ello, son perfectamente compatibles los usos puntuales y coordinados de carácter
lúdico, social o comercial que colaboren a sufragar costes de mantenimiento. Siempre
y cuando dichos usos, no alteren ni dañen los valores documentales del bien, ni difi-
culten el acceso de sus visitantes. Esta es la forma en que el monumento podrá servir
a la sociedad, evitando que sea ésta quien llegue a servirse de él.
Si nuestra economía no permite esta fórmula de financiación, que al menos atien-
da un mínimo de consolidaciones indispensables, deberemos ser consecuentes y re-
conocer nuestras dificultades para mantener la autenticidad del legado monumental
de nuestros mayores.
La fortaleza de San Fernando de Figueres fue el primer monumento de Cataluña
en ser abierto a la visita pública de modo permanente y organizado, e interpretado
con arreglo a su propia naturaleza castrense. Y el ejemplo de San Fernando, los re-
ferentes de nuestros vecinos del norte, la percepción de la existencia potencial de un
nuevo producto turístico cultural, unidos a la actividad de la Fundació Fortaleses
Catalanes han ido dando lugar a un cierto cambio en la percepción social que se tiene
de estos edificios en nuestro país. Éste se ha materializado en algunos municipios
poseedores de patrimonio militar, conscientes de sus posibilidades turísticas, como
Cardona, Hostalric y Roses.
Por todo ello tenemos sobrados motivos para felicitarnos. San Fernando se ha sal-
vado del abandono y, de momento, resiste a la amenaza de los usos alternativos que
no son más que la plasmación del fracaso más absoluto de una sociedad respecto a la
preservación de su patrimonio. Durante estos años la fortaleza ha estado presente en
infinidad de congresos, ha sido objeto de estudios, publicaciones de todo tipo obte-
niendo el reconocimiento de la comunidad científica. Sin embargo, todo el proceso
llevado cabo durante estos años empieza a mostrase ya insuficiente corriendo el peli-
24
El uso social del Patrimonio Monumental... ACTAS
25
26
ACTAS
Resumen
El presente artículo trata del interés didáctico del patrimonio defensivo moderno y
pretende poner de manifiesto su valor en una didáctica de la geografía activa y com-
prometida con la educación patrimonial y la sostenibilidad. Con esta finalidad apun-
ta algunas hipótesis sobre la ausencia del patrimonio defensivo en el imaginario de
la sociedad catalana y la poca atención que recibe en el ámbito educativo; expone las
estrechas relaciones existentes entre la poliorcética y la geografía, especialmente en
lo que atañe al análisis del lugar, la interpretación del paisaje y el control del espacio
para el ejercicio del poder; ejemplifica el interés didáctico que ofrece el patrimonio
defensivo a través del análisis de tres conceptos clave comunes a la geografía y a la
técnica poliorcética; y formula una pauta metodológica para su tratamiento en la
enseñanza.1
27
1. Un patrimonio poco conocido
2 GONZÁLEZ PÉREZ, José Ramon: «El patrimonio monumental militar y la ciudadanía». En:
Los Monumentos Militares y la Sociedad Catalana. Actas de la IV Jornada sobre Patrimonio fortificado de
los siglos XVI al XX. 1ª edición. Les fortaleses catalanes Ediciones, 2009, pp. 29-38.
3 ALFARO GUIXOT, Juan Manuel: «El patrimonio monumental militar de Cataluña». En: Los
Monumentos Militares y la Sociedad Catalana. Actas de la IV Jornada sobre Patrimonio fortificado de los
siglos XVI al XX. 1ª edición. Les fortaleses catalanes Ediciones, 2009, pp. 13-15.
4 MAS, Rafael: La presencia militar en las ciudades. Orígenes y desarrollo del espacio urbano
militar en España. Madrid: Los libros de la Catarata, 2003, p. 256.
28
Patrimonio defensivo moderno en Cataluña... ACTAS
lugar, espacio geográfico y paisaje, y se formula una pauta metodológica para su tra-
tamiento en la enseñanza5.
Como ha sucedido otros los países de nuestro ámbito cultural en las últimas dé-
cadas, el concepto de patrimonio se ha engrandecido con nuevos tipos de bienes y se
ha extendido en el tiempo, aunque en nuestro país el proceso se ha producido tardía-
mente y con mayores dificultades. Es el caso, por ejemplo, del patrimonio industrial,
que goza de un aprecio creciente por parte de la ciudadanía y se ha integrado como
una modalidad de turismo cultural dentro de la oferta habitual de este sector econó-
mico.
Por otra parte, los currículos escolares incluyen contenidos relativos al patrimonio
cultural y la sensibilización hacia el mismo, al tiempo que se han desarrollado recur-
sos didácticos para su uso en las aulas o in situ que promueven y facilitan la compren-
sión y la aprehensión de sus valores por parte del alumnado. Lamentablemente este
proceso todavía no se ha hecho extensivo al patrimonio defensivo moderno, que sal-
vo contadas excepciones, sigue siendo objeto de olvido o se trata de forma anecdótica
y generalmente descontextualizada de su entorno geográfico y social6.
Quizá, junto a los factores enumerados en el primer epígrafe, debamos tener cuen-
ta las dificultades y la incomodidad que puede conllevar para los docentes el tra-
tamiento del conflicto y su encaje positivo en los principios de la llamada “cultura
de la paz”. Este concepto, desarrollado por las Naciones Unidas7, promueve valores,
actitudes y comportamientos que rechazan la violencia en todas sus formas y trata de
prevenir los conflictos y sus consecuencias mediante el diálogo y la negociación entre
las personas, las sociedades o las naciones. Parece lógico que esta tarea se debe abor-
dar desde el conocimiento del pasado y de la aceptación de la existencia del conflicto
y de la lucha por el poder como parte de la compleja historia de la humanidad. En
este sentido el patrimonio defensivo moderno presenta muchos valores educativos
(históricos, culturales, ambientales, etc.) y didácticos (aprecio, interpretación, com-
prensión, expresión, etc.) que no se puede ignorar en el contexto de una enseñanza
metodológicamente rigurosa, basada en el análisis de las fuentes primarias, e intere-
sada por el entorno y su relación con la globalidad.
29
Figura 1. La fortaleza de San Fernando debe su razón de ser a la voluntad de controlar la
nueva frontera entre las monarquías francesa e hispánica, establecida en el tratado de los
Pirineos. Razones geográficas e históricas explican la elección de su emplazamiento. (Insti-
tuto Cartográfico y Geológico de Cataluña).
3. Poliorcética y geografía
“[la geografía] debe situarse absolutamente, en tanto que práctica y en tanto que
poder, en el marco de las funciones que ejerce el aparato de Estado para el control y la
organización de los hombres que pueblan su territorio y para la guerra”8.
8 LACOSTE, Yves: La geografía una arma para la guerra. Barcelona: Anagrama, 1977, p. 158.
30
Patrimonio defensivo moderno en Cataluña... ACTAS
“En effet, les paysages qui présentent militairement le plus d’interêt pour l’elabora-
tion de tactiques et, ‘a fortiori’, de stratégies sont, dans une trés grande mesure, ceux
que, sans trop savoir pourquoi, nous considerons comme beux”9.
No es casualidad, afirma, que los sitios donde se yerguen castillos u otras forti-
ficaciones coincidan con miradores los cuales se observan panorámicas amplias y
bellos paisajes, y relaciona esta circunstancia con la atracción que ejerce el turismo
de fortalezas.
En la misma obra, Lacoste se refiere al ingeniero militar Sebastién Le Prestre de
Vauban como un “grand géographe s’il en fut” y destaca la difusión que alcanzaron de
los grabados que representaban los paisajes de las plazas fuertes y el interés que sus-
citaron entre los oficiales, en una época en que la cartografía era todavía muy escasa
y poco apropiada para su uso con finalidades tácticas. En este sentido, atribuye un
gran valor a la representación panorámica del paisaje, versus la representación verti-
cal propia de la cartografía, en tanto aquella subraya gráfica e intencionadamente la
disposición de los espacios ocultos. A nosotros nos interesa remarcar especialmente
la importancia que Lacoste otorga a la relación visual que se establece entre punto de
observación-observador-espacio visible, al carácter táctico de lugares desde los cuales
se perciben paisajes amplios y con pocos espacios ocultos, y a como los avances técni-
cos pueden hacer obsoletas las tácticas y estrategias defensivas. No en vano, en estos
factores se encuentran los principios de la poliorcética.
9 LACOSTE, Yves: Paysages politiques. Braudel, Gracq, Reclus. París: Le livre de poche, 1990,
pp. 284.
31
sistemas de información y al desarrollo de las tecnologías de la información geográ-
fica (TIG). En la actualidad la geografía es una ciencia social y una profesión que
trata de dar respuesta a las necesidades y los grandes retos de la sociedad actual: uso
sostenible de los recursos naturales, ordenación del territorio, planificación urbana,
diálogo intercultural, erradicación de la pobreza, prevención de riesgos naturales,
gestión del paisaje, desarrollo económico, etc.
La didáctica de la geografía no ha sido ajena a la evolución de los cambios ex-
perimentados por esta ciencia y, hoy en día, su enseñanza escolar ya no es —o no
debería ser— una disciplina de carácter ideográfico (centrada en el estudio de los
hechos singulares), descriptiva y enumerativa, si no que promueve la adquisición del
conocimiento geográfico mediante la aplicación del método científico, el uso de pro-
cedimientos e instrumentos geográficos y la adquisición de competencias específicas.
Además, el aprendizaje de la geografía ofrece muchas oportunidades para el desarro-
llo de valores relacionados con la sostenibilidad ambiental, la consciencia planetaria,
la identificación con el medio local y la sociedad y la estima hacia el patrimonio
común.
En la didáctica de la geografía actual, el concepto de conocimiento geográfico se
asocia sobre todo a la idea de pensar geográficamente, es decir, a la adquisición de los
conceptos y las habilidades que fundamentan la mirada i la interpretación del entor-
no propia de los geógrafos y de las geógrafas:
La mirada de los geógrafos al mundo difiere de otras miradas —como la del geólo-
go, el sociólogo o el historiador, por ejemplo— aunque lógicamente las ciencias más
próximas comparten más puntos de vista y maneras de proceder que las ciencias más
alejadas.
Los conceptos clave y maneras de proceder de la geografía tienen muchos puntos
de contacto con la mirada de los ingenieros militares. Por esa razón Lacoste puede
afirmar que Vauban
Y por esta misma razón muchos ingenieros militares de la Época Moderna, ade-
más de sus obras militares, son autores de importantes obras de urbanismo e inge-
32
Patrimonio defensivo moderno en Cataluña... ACTAS
niería civil. Es el caso de Juan Martín Zermeño (Ciudad Rodrigo, Salamanca, 1700
– Barcelona, 1773), ingeniero militar y arquitecto, autor del proyecto de construcción
de la fortaleza de San Fernando, de Figueres, entres otras obras militares y de diver-
sos proyectos urbanos, entre ellos el barrio de la Barceloneta, después del asedio a
Barcelona y de la posterior construcción de la Ciutadella.
Veamos, pues, a modo de ejemplo, el interés didáctico que ofrecen algunos de los
principales conceptos clave de la geografía y de la técnica poliorcética (lugar, espacio
geográfico y paisaje) y como éstos se pueden relacionar otros conceptos geográficos
importantes (escala, entorno, interacción, cambio, etc.), a través de las actividades de
descubrimiento y el conocimiento del patrimonio defensivo moderno en la enseñan-
za de la geografía a los alumnos de educación primaria y secundaria.
4.1 Lugar
El lugar, el sitio, entendido como una porción determinada del territorio, es uno
de los conceptos clave de la geografía. A la geografía clásica francesa, que dominó el
33
panorama de la geografía durante más de medio siglo y que ha tenido una gran in-
fluencia en la enseñanza escolar, se le denominó también ciencia de los lugares.
Una de las propiedades del lugar es su unicidad. Cada lugar tiene unas coordena-
das exclusivas y una identidad que está estrechamente vinculada a una determinada
configuración física y humana. La geografía trata todas las variables que intervienen
en la configuración de los lugares, tanto las materiales (estructura y formas de relie-
ve, suelos, agua, vegetación, clima, elementos construidos, población, etc.) como las
intangibles (legibilidad, simbolismo, ambiente, etc.) cuya significación han puesto
especialmente de relieve los enfoques perceptivo y humanístico de la geografía. La
expresión espíritu del lugar sintetiza la doble dimensión, material e inmaterial de los
lugares. Esta dimensión resulta especialmente significativa en el caso de los denomi-
nados los lugares de la memoria.
La mirada del geógrafo, cualquiera que sea el ámbito y la extensión de los lugares
(enclave, pueblo, comarca, región…), trata de descifrar sus rasgos específicos y su
unicidad mediante la observación meticulosa y el establecimiento de relaciones espa-
ciales y funcionales entre los elementos visibles. El resultado de esta labor se expresa
mediante útiles geográficos (plano, mapa, croquis…) que permiten sintetizar y poner
en orden la gran variedad de datos aparentemente inconexos que ofrece el territorio.
Si el estudio del lugar es un aspecto importante para los geógrafos, resulta evidente
que para los ingenieros militares y la técnica poliorcética el análisis pormenorizado
de los lugares resulta de una importancia capital, antes de optar por un u otro em-
plazamiento y a la hora de proceder al diseño y la construcción de una fortificación.
El reconocimiento in situ de los lugares tiene un gran valor didáctico y ofrece
oportunidades de aprendizaje insustituibles. En realidad, ésta es una de las razones
por las cuales el trabajo de campo debe ser una práctica habitual en la enseñanza
de la geografía. El patrimonio fortificado presenta, además, el estímulo añadido que
supone el acercamiento de los alumnos a sitios excepcionales y la posibilidad de in-
dagar sobre las ventajas e inconvenientes de un determinado emplazamiento desde el
punto de vista geoestratégico, es decir en relación a las necesidades defensivas en un
momento determinado de la historia.
Con anterioridad a las visitas in situ, la aproximación didáctica a los lugares defen-
sivos se debe preparar en la escuela con la ayuda del recurso geográfico por excelencia,
la cartografía (planos, mapas, ortofotomapas, imágenes aéreas, etc.) y de grabados
históricos. El uso combinado de éstos últimos con los mapas resulta especialmente
indicado, porque ofrece una imagen menos abstracta del territorio y parecida a la
visión humana del paisaje, factores que facilitan el desarrollo de la comprensión del
lenguaje cartográfico en aquellos alumnos con mayores dificultades. Desde el pun-
to de vista educativo, el conocimiento in situ del patrimonio defensivo contribuye a
desarrollar en los alumnos el sentido de lugar, entendido como el establecimiento de
una relación de apego, empática y responsable hacia los lugares.
34
Patrimonio defensivo moderno en Cataluña... ACTAS
4.2 Espacio
“No son obras de arquitectura, son obras de ingeniería. No son edificios, son es-
tructuras técnicas, sencillamente máquinas estáticas. Máquinas de guerra, si se quie-
re, pero más próximas al pantano, al puerto, o al puente que a la iglesia gótica o al
palacete neoclásico”12.
12 ALFARO GUIXOT, Juan Manuel: «El patrimonio monumental militar de Cataluña». En: Los
Monumentos Militares y la Sociedad Catalana. Actas de la IV Jornada sobre Patrimonio fortificado de los
siglos XVI al XX. 1ª edición. Les fortaleses catalanes Ediciones, 2009, p. 15.
35
Figura 3. Formalización del espacio, alternancia de volúmenes vacíos y llenos, perspectivas
cambiantes… el diseño de las fortalezas modernas se basaba en el dominio de las leyes de la
geometría, de las técnicas constructivas y de las estrategias defensivas. (Jaume Busquets).
Desde este punto de vista, para que una fortaleza sea operativa debe funcionar
como un sistema, en el cual las tropas bien dirigidas y el armamento son una parte
esencial.
El diseño de una fortaleza compleja, como el castillo de San Fernando, en Figue-
res, conlleva un dominio completo del espacio tanto interior como exterior, teniendo
en cuenta que en ambos espacios existen sitios concebidos para el movimiento de las
tropas y otros donde no pueden circular (porque hay construcciones u otros obstá-
culos que lo impiden, o per razones de protección) y que hay que prever no sólo la
defensa o el ataque pasivo, sino todos los movimientos que se pueden producir en las
diversas direcciones y sentidos. Naturalmente, este dominio del espacio no se consi-
gue si no es con una buena capacidad de interpretar y representa el espacio (sentido
espacial) con una gran pericia y un excelente conocimiento de las técnicas de defensa
y asedio.
El desarrollo de la espacialidad es un objetivo importante de la enseñanza de la
geografía. La visita y el trabajo de campo de los alumnos en las fortalezas de Época
Moderna reviste un interés didáctico especial, porqué las construcciones defensivas
se basan precisamente en el dominio del espacio y en su organización interna y rela-
ción con espacio exterior al servicio del uso militar. Las fortalezas modernas —ca-
racterizadas por una gran formalización geométrica del espacio— ofrecen muchas
oportunidades para que los alumnos puedan realizar actividades que refuerzan y
enriquecen su repertorio de conceptos espaciales (interior/exterior, abierto/cerrado,
lleno/vacío, continuo/discontinuo, simétrico/asimétrico, etc.); para que consoliden
36
Patrimonio defensivo moderno en Cataluña... ACTAS
4.3 Paisaje
El paisaje es “cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo
carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o huma-
nos”13. Esta definición, que encabeza el Capítulo I de las Disposiciones generales del
Convenio Europeo del Paisaje (CEP), concisa y sintética, entronca con el concepto de
paisaje que comparten diversos enfoques geográficos. La definición del CEP pone de
manifiesto la doble dimensión del paisaje, su carácter material (el territorial) e inma-
terial (la percepción), a la vez que expresa su carácter dinámico (la interacción) y el
protagonismo de la acción humana (la población). Este concepto de paisaje se aleja de
una visión estereotipada del mismo, como una realidad estática e inmutable, que evo-
ca las imágenes de postal y los paisajes pintorescos o de belleza excepcional. Lamen-
tablemente, esta imagen reduccionista del paisaje es todavía común en la sociedad
y en los medios de comunicación, y no es infrecuente en el mundo de la enseñanza.
En geografía el estudio del paisaje cuenta con una gran tradición que entronca
con el estudio del medio natural, de la cultura y de las regiones. Para los geógrafos, la
observación y la indagación de los paisajes ofrecen una información diversa y de gran
interés para la comprensión de múltiples facetas del territorio: ecológicas (la dinámi-
ca e interacciones de los factores naturales y su relación con las actividades huma-
nas), culturales (los significados y los valores simbólicos), económicas (los recursos y
valores productivos), históricos (los cambios y las tendencias evolutivas), etc. Pero el
paisaje es también objeto de la actividad profesional de los geógrafos (la ordenación,
la gestión y la planificación) dirigida a mejorar el entorno, valorizar el patrimonio
natural y cultural y mejorar la calidad de vida de las personas. Vemos, por tanto, que
el paisaje, para los geógrafos es algo más que una bella postal.
Para los ingenieros militares el paisaje es también mucho más que arquitectura y
estética. En el epígrafe anterior hemos destacado la importancia del control del espa-
cio en la técnica poliorcética. Aquí queremos poner de relieve porque el paisaje im-
porta a los militares. Volvamos a la definición del CEP: “cualquier parte del territorio
tal como la percibe la población”. La percepción, especialmente la visibilidad, es un
factor de importancia crítica en el diseño de las construcciones militares defensivas.
El cambio de localización de las fortalezas modernas respecto a las medievales y las
innovaciones en los sistemas de construcción (enrasamiento, baluartes, pendientes
37
Figura 4. Muchas fortalezas modernas han tenido una influencia decisiva en el desarrollo
de las ciudades, preservando espacios no edificables o condicionando su desarrollo urbano.
(Jaume Busquets).
“La importance tàctique d’une position tient à la vue du paysage qu’on peut voir de
cet endroint: plus d’altitude de relieve es grande par raport a l’espace tenu par l’ennemi,
plus on y verra loin et plus les espaces ‘défilés’ masques seront restreints et moins l’en-
nemi pourra se proteger. Il n’y ha évidentmment pas que l’altitude relative qui compte,
mais la configuration du relief ”14.
14 LACOSTE, Yves: Paysages politiques. Braudel, Gracq, Reclus. París: Le livre de poche, p. 57.
38
Patrimonio defensivo moderno en Cataluña... ACTAS
39
Es evidente que los asentamientos más apreciados por los ingenieros militares son
aquellos que ofrecen menos porciones de paisaje oculto, y que esto conlleva encontrar
el equilibrio entre diversas variables (orografía, posición, altitud, orientación, etc.).
La lectura e interpretación del paisaje es uno de los contenidos curriculares de la
enseñanza de la geografía, que los alumnos deben alcanzar mediante la observación
metódica y en directo del mismo o el uso de fotografías. Esta práctica, por otra parte,
exige la lectura e interpretación de la cartografía del paisaje objeto de análisis. La
alternancia de los dos tipos de recursos permite a los alumnos relacionar la infor-
mación que proporciona la visión frontal u oblicua del paisaje con la visión vertical
propia de la cartografía o las fotografías aéreas, así como constatar la constancia de
la escala de los mapas y la gradación de escalas propia de la visión humana y las foto-
grafías convencionales.
Por otra parte, la observación del paisaje que circunda las fortificaciones, el aná-
lisis de la cartografía de su área de influencia y la realización de croquis cartográfi-
cos o de paisaje permiten que los alumnos las relacionen con su contexto territorial
(proximidad a núcleos de población, vías de acceso, relieve, recursos, usos del suelo,
infraestructuras o construcciones singulares, etc.) y que descubran que las fortalezas
de Época Moderna no se concibieron como piezas aisladas, sino como componentes
de un sistema defensivo complejo, basado en el conocimiento geográfico del terri-
torio, de las técnicas militares y el armamento, y en la adaptación a las estrategias
geopolíticas de momento histórico determinado.
Como suele ocurrir en las construcciones de existencia secular, éstas han sido obje-
to de modificaciones que se reflejan en la presencia de elementos de diferentes épocas
o en rupturas evidentes (formales, estilísticas, materiales…), o que se pueden apreciar
a través de las fuentes documentales (planos, grabados, fotografías…). La constatación
de las permanencias y los cambios en las fortalezas y el paisaje facilitan a los alumnos
el establecimiento de nexos significativos entre geografía e historia —espacio y tiem-
po— a la vez que permite desvelar los valores del patrimonio defensivo y despertar el
interés por el mismo.
Bibliografía
40
Patrimonio defensivo moderno en Cataluña... ACTAS
41
42
ACTAS
Resumen
El glacis del castillo de San Fernando contaba con prados secos mediterráneos,
los cuales hacían que la fortaleza fuera críptica, y que se integrara mejor en el paisaje
circundante. En estos pastos secos, vive la planta protegida Silene sennenii. El propio
mantenimiento de la fortaleza, como punto de vigilancia, comportaba la conserva-
ción de esta pradera libre de árboles y arbustos y así se favorecía el hábitat de esta
especie protegida.
Por tanto, el castillo debe seguir teniendo el glacis con estrato herbáceo, para man-
tener el aspecto que corresponde a una atalaya militar, que tenía que controlar los 360
43
grados, y a la vez favorecer la flora vulnerable (Silene sennenii). En función de estas
necesidades de protección de la vegetación del glacis, y en los últimos años, se han
hecho desbrozadas a cargo de personas en riesgo de exclusión (Altem), y el manteni-
miento se ha hecho también gracias a un rebaño de ovejas. La experiencia indica que
recuperar el paisaje militar originario favorece la flora protegida.
En breve se constituirá el nuevo gobierno municipal y la conservación y mejora
del glacis del castillo de San Fernando debe formar parte de la programación de los
próximos mandatos, preferiblemente a partir de planes cuatrienales que garanticen
actuaciones periódicas en este espacio de gran valor arquitectónico, histórico, litera-
rio, natural y que además tiene un importante uso público; de hecho “dar la vuelta al
castillo” es un itinerario muy frecuentado por los habitantes de Figueres.
El castillo, además, junto con su acueducto y las lagunas del Terrisser (zona de
preparación de arcillas para alfarería) son tres ámbitos contiguos que se podrían eng-
lobar como el “Parque Oeste de la ciudad de Figueres”, aspecto que podría sumar y
hacer más eficaces los recursos que se dediquen.
44
El glacis de la fortaleza de San Fernando, en Figueres... ACTAS
3. Perspectivas de futuro
45
46
ACTAS
Resumen
1. Un monumento singular
47
se corresponden con el recinto amurallado medieval de la ciudad, y que tendría una
superficie de unas 5,5 ha, el castillo resulta 5,7 veces mayor, dada su extensión de 32,5
ha, sin contar el espacio del glacis.
Evidentemente, a nivel patrimonial no son sus dimensiones lo más relevante del
monumento, pues su valor es de carácter histórico y poliorcético, y su construcción
y evolución arquitectónica son la expresión de una etapa específica, tanto por el con-
texto de conflictos de frontera durante los cuales fue proyectado como por la aplica-
ción de los avances tecnológicos en materia de defensa. En segundo lugar, es también
relevante su estrecha vinculación con la historia moderna y contemporánea de Figue-
res, y su incidencia en la evolución urbana de la ciudad, ya desde el mismo momento
del inicio de su construcción a mediados del siglo xviii. No obstante, la magnitud
del monumento, desde la óptica de la arqueología y de la conservación patrimonial,
es una condición importante, especialmente cuando deben plantearse proyectos de
intervención en el conjunto. Debe tenerse en cuenta, por otra parte, que el valor ar-
queológico del subsuelo del entorno del castillo es, lamentablemente, muy limitado.
A causa del gran movimiento de tierras, que tuvo lugar en el momento de ordenar
la explanada y los fosos, así como por la construcción de las defensas exteriores y el
glacis, difícilmente podrán localizarse restos de ocupaciones anteriores. Hoy por hoy
podemos descartar, en contra de anteriores hipótesis, que puedan localizarse restos
del primer convento de capuchinos de la ciudad en la zona nuclear de la fortificación.
Este edificio, construido a finales del siglo xvi en el mismo lugar donde ya existía la
capilla medieval a San Roque, se suponía situado muy cerca del castillo, razón de su
desalojo y su derribo durante la segunda mitad del siglo xviii, después de trasladar
los frailes al nuevo convento de la calle del Rec Arnau. Hoy planteamos la hipótesis
que todavía es posible encontrar restos del convento, ya que éste se encontraría, en
realidad, fuera del perímetro de la fortificación, aproximadamente en la zona del jar-
dín de infancia “Els Pins”, al lado de la urbanización del barrio de la aviación, en la
carretera de la Pujada del Castell, entre la calle de la Creu de Terme y la calle Aviador
Collar. Si se sobreponen el topográfico actual de la ciudad y los planos que se conser-
van previos a la construcción del castillo, se confirma este emplazamiento.
48
El glacis de la fortaleza de San Fernando, en Figueres... ACTAS
49
primero), cuyo ámbito de actuación es el conjunto de las comarcas gerundenses, el
cual hoy ya se ha quedado pequeño. En el año 2009 se inauguró el SAM de Lleida,
para dar apoyo a los museos locales y comarcales de la demarcación territorial leri-
dana, y en el año 2010 el de Amposta, para las Terres de l’Ebre. Hoy parecer ser que
está en proyecto el SAM de les Valls d’Àneu para dar servicio a la zona del Alt Pirineu
y el Aran.
Por todo lo dicho hasta ahora, y a modo de conclusiones, considero que todas las
variables: arquitectónica, urbanística, histórica, arqueológica, ambiental, bio-histó-
rica deberían tenerse en consideración en el momento de definir el futuro del castillo.
Creo que todas ellas son perfectamente compatibles y no excluyentes. Entendemos
que debería haber un consejo de profesionales en cada uno de los ámbitos expresados
que pudiera proporcionar asesoramiento a los gerentes del monumento y sus actores.
Deberían ser personas que conocieran con bastante detalle las carencias que tiene
la ciudad y la comarca a nivel cultural, así como de equipamientos, y que a la vez
conocieran los valores culturales y monumentales del castillo, para que actuaran en
coherencia.
50
ACTAS
Xavier Rubio-Campillo
Barcelona Supercomputing Centre, Computer Applications in Science & Engineering C/
Gran Capità, nº. 2-4, Edificio Nexus I, Planta 1,
Despacho 105, CP. 08038, Barcelona, Spain
xavier.rubio@bsc.es
Resumen
51
1. Introducción
Los últimos años han visto un incremento en el número de trabajos que aplican
métodos cuantitativos al estudio de la Historia. Entre los motivos variados destacan
el acceso a nuevas bases de datos, así como el uso de innovadores métodos de análisis
en el marco de nuevas perspectivas teóricas sobre las dinámicas históricas1.
Este auge de lo que podríamos llamar “Historia basada en modelos” promueve un
profundo cambio metodológico en la manera según la cual el historiador se enfrenta
a su trabajo. En primer lugar, en estas obras es común el uso de modelos formales, en
contraste con los clásicos modelos descriptivos usados en la disciplina. Así, partiendo
de una pregunta de investigación concreta se transforman las hipótesis de trabajo en
un modelo matemático o computacional que puede ser analizado de manera cuan-
titativa. Esto permite no tan sólo explicitar qué parámetros y comportamientos son
relevantes a la pregunta inicial, sino también qué relación existe entre los mismos2.
Técnicas como los Modelos Basados en Agentes o el Análisis de Redes Complejas per-
miten aportar una nueva perspectiva a clásicas cuestiones como puedan ser el estudio
de las relaciones entre espacio y comercio o la relevancia de los procesos de cambio
cultural.
Una de las ventajas de esta aproximación es la capacidad para comparar distintos
casos de estudio. Este tipo de análisis es difícilmente realizable con el único uso de
modelos descriptivos expresados con lenguaje natural; por contra, un mismo modelo
formal puede ser usado para examinar dinámicas históricas similares desarrolladas
en períodos distintos siempre y cuando existan datos suficientes para comprobar su
validez. Por estos motivos el uso de modelos formales para explorar dinámicas histó-
ricas tiene un gran potencial en cuanto a su capacidad para identificar tanto patrones
generalizables como la diversidad inherente al comportamiento humano; es tan solo
a través de su uso que será posible compara modelos, y descartar hipótesis de trabajo
por otras que se ajusten mejor a la evidencia observada.
Sin embargo, para que esto sea realizable es necesaria la falsación de hipótesis de
investigación en base a la evidencias Es decir, los modelos formales deben ser con-
trastados con los datos para demostrar su capacidad explicativa. Este hecho presenta
numerosos desafíos para las técnicas cuantitativas usadas en la actualidad en cuanto
a investigación histórica.
En concreto, la comparación de los resultados generados por el modelo contra la
evidencia es un factor crítico, que acostumbra a recibir menos atención que el de-
sarrollo del modelo en sí mismo. La mayoría de disciplinas científicas basan estos
experimentos en el marco del Contraste de Hipótesis Nula (CHN). Según éste, se de-
1 Ver al respecto: SCHICH, M.; SONG, G.; AHN, Y.-Y.; MIRSKY, A.; MARTINO, M.; BARABA-
SI, A.L., et al.: «A Network Framework of Cultural History», Science. 2014, 345, pp. 558–62; TURCHIN,
Peter; WHITEHOUSE, Harvey; FRANCOIS, Pieter; SLINGERLAND, Edward; COLLARD, Mark: «A
Historical Database of Sociocultural Evolution», Cliodynamics: The Journal of Theoretical and Mathema-
tical History. 2012, 3; TURCHIN, Peter: «Arise’cliodynamics», Nature. 2008, 454, pp. 34-35.
2 Para las ventajas de los modelos formales en relación a los descriptives ver: EPSTEIN, Joshua M.:
«Why Model?», Journal of Artificial Societies and Social Simulation. 2008, 11. pp. 12.
52
Una aproximación bayesiana al estudio de dinámicas históricas... ACTAS
fine una hipótesis de trabajo (H1) en contraste con una teórica hipótesis nula (H0); si
H0 pudo haber generado la evidencia con una probabilidad suficientemente baja (el
llamado p-valor) es rechazada, siendo por tanto correcta H1.
La aplicación de esta aproximación al estudio de dinámicas históricas, actual-
mente un estándar “de facto”, presenta numerosos problemas3. En primer lugar, H0
acostumbra a asociarse a un proceso completamente aleatorio. Es evidente que pocos
procesos históricos son completamente aleatorios, pero el rechazo de H0 no implica
que H1 sea correcta. Así, la asunción de completitud según la cuál H0+H1 cubren los
posibles escenarios raramente se cumple. Segundo, si se contrastan diversas hipóte-
sis este método asume que son mutuamente exclusivas, es decir que si una es cierta
las otras son falsas. Esto tampoco se cumple en el caso de la investigación histórica,
ya que la relevancia de un proceso social determinado no excluye que otros factores
estén jugando un papel destacado en la generación de los patrones observados en
los datos. Finalmente, el CHN no permite comparar modelos distintos en base a la
evidencia, un requerimiento que debería ser esencial en el estudio cuantitativo de
la Historia; se necesitaría poder comparar distintas ideas sobre qué dio lugar a un
mismo suceso histórico, ya que en caso contrario se vuelve al punto de partida inicial
de modelos difícilmente comparables. Finalmente, la definición a priori del p-valor
necesario para la significación de las hipótesis significa que éste puede ser ajustado:
si los datos no permiten rechazar H0 con un valor como p=0.05 se puede subir el in-
tervalo de confianza a p=0.1 o similar dónde es más fácil descartar la hipótesis nula.
El presente trabajo presenta una aproximación estadística alternativa basada en
métodos bayesianos e ilustrada a la evolución de los conflictos bélicos. La siguiente
sección presenta la nueva perspectiva, explicitando qué ventajas ofrece al investiga-
dor en relación al uso de hipótesis nulas. Seguidamente se presenta el caso de estudio
en el que se ilustrará el ejemplo, y los resultados generados por los dos métodos. Las
dos últimas secciones interpretan los resultados a la luz de las hipótesis de traba-
jo iniciales, concluyendo con una evaluación de esta nueva aproximación al estudio
cuantitativo de la Historia.
2. La perspectiva bayesiana
53
La estadística bayesiana no es una técnica nueva, ya que se ha ido aplicando de
manera intermitente desde su descubrimiento hace dos siglos4. No ha sido hasta años
recientes que la aproximación bayesiana ha cobrado popularidad, probablemente
debido a sus requerimientos computacionales. La explosión de datos de finales del
siglo xx está generando numerosos desafíos para las técnicas de análisis de datos
tradicionales. Al mismo tiempo, el acceso cada vez más frecuente a infraestructuras
de computación de altas prestaciones ha hecho paulatinamente posible la adopción
de métodos bayesianos. En concreto, numerosas ramas de la biología, impulsados por
el estudio evolutivos mediante genética de poblaciones y la ecología han adoptado la
aproximación como caballo de batalla para el análisis de sus datos5.
Curiosamente los problemas a los que se enfrentan los biólogos evolutivos son afi-
nes a los que se encuentra un historiador, ya que ambas áreas a) estudian procesos
temporales, b) usan datos fragmentados y ruidosos, y c) detectan patrones generales
como agregación de comportamientos individuales. Así, parece claro que las técnicas
exploradas por la biología deberían ser aplicables al estudio histórico con las obvias
adaptaciones a los casos de estudio tratados por esta última6.
4 Para una historia del método ver: MCGRAYNE, Sharon Bertsch: The Theory That Would Not
Die: How Bayes’ Rule Cracked the Enigma Code, Hunted down Russian Submarines, & Emerged Trium-
phant from Two Centuries of Controversy. Yale University Press, 2011.
5 Resúmenes del potencial y aplicaciones pueden verse en: JOHNSON, Jerald B.; OMLAND,
Kristian S.: «Model Selection in Ecology and Evolution», Trends in Ecology & Evolution. 2004, 19, pp.
101–8; TOWNER, Mary C.; LUTTBEG, Barney: «Alternative Statistical Approaches to the Use of Data as
Evidence for Hypotheses in Human Behavioral Ecology», Evolutionary Anthropology: Issues, News, and
Reviews. 2007, 16, pp. 107–18.
6 Existen pocas referencias de su uso en Ciencias Sociales o humanidades. Pese a ello hay algunos
ejemplos como RAFTERY, Adrian E.: «Bayesian Model Selection in Social Research», Sociological Met-
hodology. 1995, 25, pp. 111–64; CREMA, E.R.; EDINBOROUGH, K.; KERIG, T.; SHENNAN, S. J.: «An
Approximate Bayesian Computation Approach for Inferring Patterns of Cultural Evolutionary Change»,
Journal of Archaeological Science. 2014, 50, pp. 160–70.
7 Para explorar este perspectiva ver: RUBIO-CAMPILLO, Xavier; HERNÀNDEZ, F. Xavier: «An
Evolutionary Approach to Military History», Revista Universitaria de Historia Militar, 2014, 4, pp. 255–
77.
54
Una aproximación bayesiana al estudio de dinámicas históricas... ACTAS
8 BARROS, M.; et al.: Vauban. L’intelligence du territoire. Paris: Service historique de la Défense,
2007.
9 OSTWALD, J.: Vauban under siege. Engineering efficiency and Martial Vigor in the War of the
Spanish Succession. Brill Academic Publishers, 2007.
55
Figura 2. Histograma
de frecuencias de
las duraciones. Para
cada valor en días
(eje X) se muestra el
número de sitios que
tuvieron esa duración.
Los datos necesarios para explorar esta hipótesis han sido recogidos en base a la
lista de asedios publicada en la obra de Ostwald, complementada por fuentes adicio-
nales para llegar a un total de 89 sitios y sintetizada en la figura 1.
Como se puede observar, el número de asedios por año es bastante variable, ha-
biendo algunos años en los que la muestra es especialmente pequeña (2 o 3 sitios).
Esto hace que valores básicos como la media y la desviación estándar no sean espe-
cialmente informativos. Por otra parte, la figura 2 muestra la distribución de todas
las duraciones, con lo que se ve claramente que no sigue una distribución normal ya
que la cola izquierda es mucho más larga que la derecha.
56
Una aproximación bayesiana al estudio de dinámicas históricas... ACTAS
Figura 3. Función de
distribución empírica
de duraciones en
los datos históricos
(en rojo) y el mismo
número de sitios
simulados siguiendo
distribución gamma
(parámetros:
shape=0.61 y
scale=35.88).
57
Figura 4. p-valor
generado por el
test Kolmogorov-
Smirnov entre los
datos simulados por la
distribución gamma
y las observaciones
por los intervalos
datos. La línea roja
define un valor de
significación de 0.05.
58
Una aproximación bayesiana al estudio de dinámicas históricas... ACTAS
En tercer lugar el método ABC necesita que definamos una estadística resumen de
nuestro modelo, que le permita computar la distancia entre la evidencia y cualquier
59
Figura 5.
Conocimiento a priori:
ambos modificaciones
están dentro de los
límites -10 a +10.
simulación ejecutada. Hemos decidido usar la duración de los asedios, así que una
simulación cuyas duraciones sean más cercanas a la evidencia será identificada como
mejor que otra, los asedios de la cual disten más de lo observado.
El último paso es estimar qué valores del conocimiento a priori generan resultados
más parecidos a la evidencia. Para ello es necesario ejecutar numerosas simulaciones
con parámetros obtenidos a priori, comparar las estadísticas resumen y elegir aquellas
cuya distancia sea más pequeña. Para ello hemos elegido el método más simple (pese a
ser computacionalmente más exigente), conocido como algoritmo de rechazo12.
El algoritmo consiste en los siguientes pasos:
Elegir valores aleatorios de la distribución a priori.
Ejecutar el modelo con esos valores y calcular la estadística resumen.
Si la distancia está entre el porcentaje P más cercano a la evidencia se guarda; en
caso contrario se descarta.
Estos 3 pasos se ejecutan múltiples veces con una P pequeña. En nuestro caso se
han ejecutado 1 millón de simulaciones con una P=0.001, quedándonos con las 1.000
60
Una aproximación bayesiana al estudio de dinámicas históricas... ACTAS
61
simulaciones que más se acercan a lo sucedido durante el conflicto. La figura 6 mues-
tra todas las trayectorias en comparación con los datos reales, mientras que la figura
7 establece la comparación entre el conocimiento inicial y el posterior.
6. Discusión
62
Una aproximación bayesiana al estudio de dinámicas históricas... ACTAS
7. Conclusiones
8. Agradecimientos
El autor querría agradecer a Jamel Ostwald la publicación de los datos sobre ase-
dios usados en este trabajo. El modelo y el análisis se han realizado en el paquete
estadístico R, y la aplicación de ABC se ejecutó con el paquete EasyABC14. Tanto los
datos como el código están disponibles bajo licencias libres en la dirección https://
github.com/xrubio/models/siege_abc.
Bibliografía
14 R Development CORE TEAM, R: A Language and Environment for Statistical Computing. Vi-
ena, Austria: R Foundation for Statistical Computing, 2011, <http://www.R-project.org/>; FRANCK,
Jabot; FAURE, Thierry; DUMOULIN, Nicolas: «EasyABC: Performing Efficient Approximate Bayesian
.Computation Sampling Schemes Using R», ed. by Robert B. O’Hara, Methods in Ecology and Evolution,
4 (2013), 684–87.
63
CREMA, E.R.; EDINBOROUGH, K.; KERIG, T.; SHENNAN, S.J.: «An Approximate
Bayesian Computation Approach for Inferring Patterns of Cultural Evolutionary
Change», Journal of Archaeological Science. 2014, 50, pp.160–70.
EPSTEIN, Joshua M.: «Why Model?», Journal of Artificial Societies and Social Simula-
tion. 2008, 11, pp. 12.
JABOT, Franck; FAURE, Thierry; DUMOULIN, Nicolas: «EasyABC: Performing Effi-
cient Approximate Bayesian Computation Sampling Schemes Using R», ed. por Ro-
bert B. O’Hara, Methods in Ecology and Evolution. 2013, 4, pp. 684–87.
JOHNSON, Jerald B.; OMLAND, Kristian S.: «Model Selection in Ecology and Evolu-
tion», Trends in Ecology & Evolution. 2004, 19, pp. 101–8.
LEUENBERGER, C.; WEGMANN, D.: «Bayesian Computation and Model Selection
Without Likelihoods», Genetics. 2010, 184, pp. 243–52.
MCGRAYNE, Sharon Bertsch: The Theory That Would Not Die: How Bayes’ Rule Crac-
ked the Enigma Code, Hunted down Russian Submarines, & Emerged Triumphant
from Two Centuries of Controversy.Yale University Press, 2011.
OSTWALD, J.: Vauban under siege. Engineering efficiency and Martial Vigor in the War
of the Spanish Succession. Brill Academic Publishers, 2007.
PRITCHARD, Jonathan K.; SEIELSTAD, Mark T.; PÉREZ-LEZAUN, Anna; FELD-
MAN, Marcus W.; «Population Growth of Human Y Chromosomes: A Study of
Y Chromosome Microsatellites», Molecular Biology and Evolution, 16, 1999, pp.
1791–98.
R. DEVELOPMENT CORE TEAM, R.A.; Language and Environment for Statis-
tical Computing, R Foundation for Statistical Computing. Vienna, 2011, http://
www.R-project.org.
RAFTERY, Adrian E.: «Bayesian Model Selection in Social Research», Sociological Me-
thodology. 1995, 25, pp. 111–64.
RUBIO-CAMPILLO, Xavier; HERNÀNDEZ, F. Xavier: «An Evolutionary Approach
to Military History», Revista Universitaria de Historia Militar. 2014, 4 pp. 255–77.
SCHICH, M.; SONG, C.; AHN, Y.-Y.; MIRSKY, A.; MARTINO, M.; BARABASI, A.-L.;
HELBING, D.; «A Network Framework of Cultural History», Science. 2014, 345, pp.
558–62.
TOWNER, Mary C.; LUTTBEG, Barney: «Alternative Statistical Approaches to the
Use of Data as Evidence for Hypotheses in Human Behavioral Ecology», Evolutio-
nary Anthropology: Issues, News, and Reviews. 2007, 16, pp. 107–18.
TURCHIN, Peter: «Arise’cliodynamics», Nature, 454, 2008, 34–35.
TURCHIN, Peter; WHITEHOUSE, Harvey; FRANÇOIS, Pieter: SLINGERLAND,
Edward; COLLARD, Mark: «A Historical Database of Sociocultural Evolution»,
Cliodynamics: The Journal of Theoretical and Mathematical History. 2012, 3.
TURNER, Brandon M.; VAN ZANDT, Trisha: «A Tutorial on Approximate Bayesian
Computation», Journal of Mathematical Psychology. 2012, 36, pp. 69–85.
64
ACTAS
Resumen
1 Antes de seguir con el texto, queremos agradecer la colaboración en la realización de esta po-
nencia de la Dra. María Jesús Peréx Agorreta, y de Jordi Ramos, sin su ayuda no habría estado posible,
los errores en el mismo son, sólo, de mi responsabilidad. También queremos resaltar la ayuda de Encarna
Cobo y Josefa Huertas.
65
«La Arquitectura Militar ha seguido, como la religiosa y la civil, paso a paso la
marcha progresiva de la humanidad; primero, defensas rudas, indecisas, incipientes,
sencillas, rudimentarias, y después, conforme se iban buscando medios de destruir-
las y hacerlas ineficaces, se fueron perfeccionando para contrarrestar los empujes de
la tormentaria; esta a su vez, aumentaba su potencia destructora, y aquellas su poten-
cia resistente; y así, en oposición constante la Fortificación y la Poliorcética, cambian-
do de formas y de procedimientos, siempre contrarios, ha ido y sigue marchando la
humanidad, destruyendo y creando constantemente.»
Manuel Castaños, 1900.
1. El concepto de muralla
2 HALLYDAY SAVILE, Leopold: “Presidential Address”, Journal of the Institution of Civil En-
gineers, 1, 1940, pp. 1-26; ver también en Port and Harbour Engineering, ed. by Adrian Javis, Aldershot
(England), 1998.
3 ENEAS EL TÁCTICO: Poliorcética, Biblioteca Clásica Gredos, 157, 1991.
66
Las murallas medievales y modernas de Barcelona... ACTAS
Táctico, que es el primer tratado conservado sobre táctica militar, no solo de la lite-
ratura griega, sino también de la literatura universal. Además, sentó las bases de una
tradición de escritos técnicos sobre el arte de la guerra que la tomaron como modelo,
con un importante desarrollo en época romana y bizantina4.
En relación a Barcelona, el pasado romano en estos últimos años ha estado reva-
lorizado a partir del proyecto de ciudad llamado Pla Barcino. Se estableció una línea
de actuación basada en la investigación y la documentación que ha dado grandes
conocimientos del mundo romano. Cabe destacar que a partir de las intervenciones
arqueológicas en Barcelona podemos afirmar que la correspondencia entre el interior
de la ciudad y extramuros siempre estuvo en constante relación, a pesar de la diferen-
ciación de espacios. El reaprovechamiento desde época romana hasta la época con-
temporánea de la muralla ha sido una dinámica constante en la historia de la ciudad.
La presencia de la expansión urbanística bien planificada en sectores de la ciudad en
las llamadas vilanoves dels Còdols, Sant Pere, de la Mar, calle Montcada, etc, además
4 Su obra fue conocida por Polibio (X, 44) y por autores posteriores, aunque su vida y trayectoria
personal es desconocida. Por los hechos que menciona, debió escribir esta obra en la segunda mitad del
siglo IV aC., y pudo ser un jefe de tropas mercenarias originario del Peloponeso.
67
de poder crear nuevos enclaves religiosos disgregados por la ciudad, justifican el au-
mento del recinto defensivo englobando los lugares ocupados. Este proceso llevó a
ser de gran importancia para intentar aumentar las defensas de una ciudad que vería
como se ampliaban los muros antiguos de su pasado romano (figura 1).
68
Las murallas medievales y modernas de Barcelona... ACTAS
Figura 2. Restitución de las murallas medieval y moderna en 1714 (Autor: ATICS SL.).
69
Figura 3. Restitución de las murallas medieval y
moderna del año 1848 (Autor: ATICS SL.).
70
Las murallas medievales y modernas de Barcelona... ACTAS
6 DURAN SANPERE, Agustí: «Como los torrentes y los caminos se volvieron calles». En Revista
Ford, nº 35, junio, 1935, pp. 217-224.
71
Figura 4. Restos del baluarte
del Portal Nou el 1989
(Autor: Servei d’Arqueologia
de Barcelona).
72
Las murallas medievales y modernas de Barcelona... ACTAS
Sin lugar a dudas, creemos que toda ciudad, y en este caso su patrimonio defensi-
vo, debe ser estudiado con metodología arqueológica, para poder avanzar en el cono-
cimiento de su historia, y poder ir definiendo sus trazas temporales. La metrópolis es
un ser vivo, en transformación constante, proceso que puede documentar la arqueo-
logía en diferentes vertientes. De la misma forma, no debemos olvidar el urbanismo,
7 www.cartaarqueologica.bcn.cat
8 MIRÓ, Carme; MORENO, Álex: «Las murallas medievales y modernas de Barcelona. La aplica-
ción de la carta arqueológica como herramienta de planificación urbana e investigación arqueológica».
En I Jornades de Patrimoni Defensiu d’Època Moderna. Ministerio de Defensa, 2013, pp. 73-80.
73
Figura 5.. Baluard del Migdia (Autor: Mikel Soberón).
arquitectura e historia de las murallas y sus relaciones con los elementos del territo-
rio, para poder entender el paisaje generado.
La muralla y sus cubos, como elemento importante y característico de la ciudad,
han sufrido agresiones por el paso del tiempo y también por los diferentes conflictos
bélicos; también por los diferentes proyectos urbanísticos, que en los mejores casos
han cubierto pero respectando sus muros, y en el peor, haciéndola desaparecer. El es-
tudio espacial de la ciudad de Barcelona se basa en el conocimiento de los elementos
individuales de la topografía y su relación, des del origen primitivo hasta nuestros
días. En un resumen simplista pero veraz, la ciudad no deja de ser una reserva de me-
moria colectiva. Es importante no fosilizar estados o épocas concretas de la historia
de la ciudad, en el nuestro caso, Barcelona, sino de ir forjando un discurso diacrónico
con los datos obtenidos. No se puede olvidar que en la mayoría de ocasiones los datos
de la investigación son fragmentados y heterogéneos, y se tiene que buscar la manera
de poder ordenarlos y ponerlos en relación. Hablamos del espacio urbano entendido
como cuadro espacial. La expresión de la red viaria hace pensar en la misma realidad,
suponiendo implícitamente una organización orgánica del espacio urbano (figura 6).
Las fortificaciones de Barcelona son elementos que han configurado y han defini-
do la ciudad. La construcción de la muralla en época romana configura su espacio.
Este elemento, tiene un valor como un marcador que evoluciona, como cambia, la
función del elemento, hasta llegar a la función inducida, cambiando en el tiempo,
obteniendo así nuevos marcadores cronológicos del espacio urbano.
74
Las murallas medievales y modernas de Barcelona... ACTAS
Bibliografía
75
ENEAS EL TÁCTICO: Poliorcética, Biblioteca Clásica Gredos, 157, 1991.
GALERA, Montserrat.; ROCA, Francesc; TARRAGÓ, Salvador.: Atlas de Barcelona.
Siglos XVI-XX. Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña y Baleares, Barcelona,
1972.
HALLYDAY SAVILE, Leopold: «Presidential Address». En: Journal of the Institution
of Civil Engineers, 1, 1940.
MIRÓ, Carme; COBO, Encarna: «El Centre de Documentació del Servei d’Arqueolo-
gia de Barcelona». En Anuari d’Arqueologia i Patrimoni a Barcelona 2011. Institut
de Cultura de Barcelona, Barcelona, 2012, pp. 16-21.
MIRÓ, Carme; MORENO, Álex: «Las murallas medievales y modernas de Barcelona.
La aplicación de la carta arqueológica como herramienta de planificación urbana e
investigación arqueológica». En I Jornades de Patrimoni Defensiu d’Època Moder-
na. Ministerio de Defensa, 2013, pp. 73-80.
ROGENT ALBIOL, Jordi: «Evolució dels sistemes defensius de la ciutat de Barcelona.
El seu paper en la configuració de la ciutat i l’estat actual de la qüestió». En For-
tificaciones. Intervenciones en el patrimonio defensivo. Actas del XXXIV Curset.
Jornadas Internacionales sobre la intervención en el Patrimonio Arquitectónico.
Barcelona y Tortosa 15-18 diciembre de 2011, pp. 11-16.
76
ACTAS
Resumen:
1. Introducción
77
Las murallas, concretamente las de Alcudia y Palma1.
Torres de vigilancia y defensa.
Elementos singulares como el Castillo de San Carlos.
En el siglo XVI las murallas de Palma conocieron una intervención a gran escala.
El recinto de época medieval era inadecuado ante los avances artilleros de la Baja
Edad Media y primera Edad Moderna. Si en una primera fase se pensó en adecuar
la muralla reforzando y modernizando puntos concretos (edificación del bastión de
Santa Margalida en 1543), posteriormente se evidenció la necesidad de construir una
nueva muralla2. La nueva construcción tendría un frente de tierra y uno de mar. Con
el tiempo las nuevas circunstancias del arte de la guerra hicieron del todo inservible
al recinto defensivo renacentista que, por otra parte, no conoció ningún episodio
bélico3. Por ello buena parte de la segunda mitad del siglo XIX conoció el debate sobre
la conveniencia o no del derribo de las murallas que, finalmente, se dio en 1902. Ese
derribo afectó sólo a las defensas que daban a tierra, quedando en pie las que daban a
mar tal y como se encuentran actualmente.
El mantenimiento El mantenimiento de las murallas y baluartes de mar abría el
debate sobre la función que se les otorgaba. A los baluartes se les adjudicó una fun-
ción de acuartelamiento. El baluarte más occidental de los que quedaron en pie, el de
Sant Pere o de Santa Creu se convirtió en cuartel de artillería y, posteriormente, del
grupo de sanidad. El baluarte del Príncep, situado en la parte más oriental de lo que
quedaba de muralla, se convirtió en cuartel también de artillería4. Los años cincuenta
y sesenta demostraron las limitaciones de esos espacios en el interior de la ciudad y
la conveniencia del traslado de la tropa a cuarteles diseñados ad hoc. A partir de aquí
la historia de los dos baluartes citados se separa. En 1960 el baluarte de Sant Pere se
hallaba desalojado de cualquier uso dependiente del Ministerio del Ejército, lo que
no ocurrió con el baluarte del Príncep. Tras diversas peripecias que incluyeron su
cesión a una empresa privada y el derrumbe intencionado de parte de su fachada
occidental, el primero de los citados elementos quedó sin función alguna5. El Plan
General Ribas Piera declaraba el ámbito de las murallas como zona verde pública en
su mayor parte, lo que suponía a efectos prácticos considerar los baluartes y el cami-
1 Por su origen medieval y su papel relativamente menor en la defensa de la isla en los siglos XVI
y XVII dejamos a un lado el reciento amurallado de Capdepera.
2 TOUS, Joan: «Las murallas de Palma durante Edad Moderna». En VV.AA.: Ier Centenari de
l’Enderrocament de les Murades de Palma 1902-2002. Palma: Ayuntamiento de Palma, 2004, pp. 47-100.
3 Ni siquiera durante la Guerra de Sucesión se dio una situación en que las murallas renacentistas
de Palma pudieran demostrar su efectividad.
4 SIMÓN, Pilar: «Les murades de Palma avui». En VV.AA.: Ier Centenari de l’Enderrocament de
les Murades de Palma 1902-2002. Palma: Ayuntamiento de Palma, 2004, pp. 121.
5 Ibídem, pág. 139.
78
El patrimonio poliorcético moderno de Mallorca... ACTAS
no de ronda espacio urbano libre y de uso público. Sin embargo, tanto el baluarte de
Sant Pere, como también el del Príncep, recibían un tratamiento especial. Por lo que
respecta al primero una parte era considerada zona verde pública, como el resto de
la muralla, pero su parte más elevada se calificaba de sector de régimen especial, lo
que permitía la construcción de nuevos edificios, cumpliendo determinadas condi-
ciones. Una modificación de 1976 corregía esta situación y extendía la consideración
de zona verde pública a todo el baluarte6. El Plan General de Ordenación Urbana de
1985 calificaba a dicho elemento como espacio libre público, sistema general, lo que
significaba destinarlo al servicio de toda la ciudad7. Sin embargo en los años sucesivos
no se tomó ninguna iniciativa al respecto. Hubo que esperar a que en 1997 se creara
la Fundació Museu d’Art Modern i Contemporani Es Baluard para que se iniciaran las
intervenciones. Dicha fundación está constituida por el Govern de les Illes Balears,
el Consell Insular de Mallorca, el Ayuntamiento de Palma y la Fundació Art-Serra,
ligada al empresario y mecenas Pere Serra. El resultado fue la adaptación del espacio
79
Fotografía 2. Vista de las fachadas
occidental y meridional del
baluarte de Sant Pere (Archivo
fotográfico Miguel Deyá).
80
El patrimonio poliorcético moderno de Mallorca... ACTAS
81
Fotografía 4. Vista de las fachadas meridional y oriental del baluarte del Príncep tras
el derribo de las últimas viviendas militares (Archivo fotográfico Miguel Deyá).
82
El patrimonio poliorcético moderno de Mallorca... ACTAS
83
Fotografía 7. Cuerpo central de la puerta de Xara, construido en el siglo XVI y
flanqueado por dos torres medievales (Archivo fotográfico Miguel Deyá).
84
El patrimonio poliorcético moderno de Mallorca... ACTAS
85
a algunas de esas torres de la defensa necesaria, singularmente artillería, de manera
que pudieran funcionar como primera línea de defensa.
Contamos con un trabajo que puede ser utilizado como inventario-catálogo de las
torres de defensa de la isla, con una descripción arquitectónica y de funciones mili-
tares. Nos referimos al trabajo de Juan González de Chaves titulado Fortificaciones
costeras de Mallorca.
Uno de los problemas fundamentales con que contamos con este patrimonio es
que una parte del mismo es de propiedad privada, lo que limita su uso social. Otros
casos, como el de la Torre Major de Alcudia, no tienen ninguna función, con el pe-
ligro de que a corto plazo se pierda parte de la memoria histórica de lo que fue el
edificio e incluso se dé su degradación.
Al ser las bahías lugares propicios a un ataque, es en las cercanías a estos parajes
donde se conservan algunos de los elementos más relevantes de este tipo de arqui-
tectura. El caso de Alcudia es sintomático, destacando el enclave de Penya Roja y la
Torre Major.
La Penya Roja es un enclave de vigilancia y dotado de defensa artillera situada en
una atalaya natural que tras diversas modificaciones del hombre lo convierten en una
fortaleza inexpugnable a 389 metros sobre el nivel del mar8. El enclave cuenta con una
pequeña edificación que servía para refugio del personal allí destinado, aljibe, horno
y —un poco más elevada— una plataforma empedrada donde aún hoy se encuentra
una pieza de artillería. Su integración en una ruta excursionista sumamente atractiva
hace que en principio no parezca que corra peligro su integridad y conservación y
precisamente el uso social que de este enclave creemos debe potenciarse es preci-
samente el de ser punto final de un recorrido de gran valor paisajístico y también,
aunque menos, histórico.
Otro elemento singular del municipio de Alcudia es la Torre Major. Si el anterior
elemento defensivo tenía por función la vigilancia y primera defensa del enemigo
que llegara con la intención de hacer tierra en un punto de la recortada costa, la torre
tenía por objetivo la defensa de la ciudad de un posible ataque de gente que tomara
tierra en el puerto de Alcudia. Su estructura de principios del siglo xvii se halla bas-
tante modificada, pues estuvo en uso hasta hace relativamente poco tiempo como
sede de un destacamento de marina. La desaparición de la guarnición ha dejado al
edificio sin un uso determinado, siendo actualmente propiedad del municipio de Al-
cudia. Creemos que lo más oportuno sería una remodelación para que la torre se
convirtiera en un centro cultural (museo, sala polivalente…) dedicado a la temática
militar y defensiva. Se trataría de hacer algo similar a lo realizado en el fuerte de la
Punta d’en Amer. Vistas las circunstancias turísticas del municipio nos encontramos
ante un elemento de relevancia histórica que podría ser empleado con destino al tu-
rismo cultural. El carácter amurallado de la ciudad de Alcudia y la importancia que
los elementos defensivos han tenido a lo largo de su historia parecen indicar que la
temática defensiva sería la más adecuada para dar una actividad al edificio. Llenar la
86
El patrimonio poliorcético moderno de Mallorca... ACTAS
87
Fotografía 12. Torre Major de Alcudia (Archivo fotográfico Miguel Deyá).
torre de elementos de ese tipo no parece muy difícil si atendemos a la riqueza patri-
monial de Alcudia o a la existencia de material relacionado con la historia militar y
de defensa de la ciudad.
Relativamente cerca de Alcudia, pero ya dentro del término municipal de Pollença,
encontramos un elemento de defensa digno de mención tanto por sus características
como por la problemática de usos que ha vivido y que plantea hoy: la Fortaleza de
S’Avançada. Se trata de una construcción de planta hexagonal, situada a 45 metros
sobre el nivel del mar, con dos plantas y rodeada de un imponente foso9. Su construc-
ción data del reinado de Carlos II. Desde hace tiempo se trata de una propiedad priva-
da lo que ha facilitado reformas que han metamorfoseado mucho el edificio, como la
sustitución de muros por grandes ventanales para iluminar dependencias interiores.
El carácter privado hace difícil un uso social para el conjunto de la población y, por
otra parte, su elevado precio de mercado hace del todo inasumible su adquisición
por parte de la administración que ya tiene suficientes problemas para dar un uso a
los edificios defensivos de su propiedad y que han quedado sin un uso determinado.
Otro elemento a destacar es el fuerte de la Punta de n’Amer, en el término de Sant
Llorenç. Se trata de un cubo con pirámides incrustadas en cada una de sus fachadas,
88
El patrimonio poliorcético moderno de Mallorca... ACTAS
Aunque stricto sensu debería ser integrado en el apartado anterior, las caracterís-
ticas del Castillo de San Carlos lo hacen acreedor de un tratamiento específico. Se
trata de un fuerte abaluartado, único que se conserva en las Baleares, situado a unos
35 metros sobre el nivel del mar, en lo alto de una pequeña elevación a la entrada del
puerto12. Su origen está en una torre que se levantó en el mismo enclave entre 1610 y
1612. Desde entonces se realizaron diversas ampliaciones y reformas, siendo de des-
tacar la de 1662, dirigida por Vicenç Mut y que convirtió la torre en fuerte abaluar-
tado. Actuaciones de menor transcendencia se llevaron a cabo entre 1672 y 1678 ante
el estado de guerra con Francia y durante la Guerra de Sucesión Española, si bien en
estos períodos se actuó más en aspectos de municionamiento y dotación artillera y de
tropa, con la posible excepción de intervenciones en la contraescarpa, la construcción
de una cámara a prueba de bombas durante la Guerra de Sucesión o las actuaciones
en la techumbre de instalaciones anexas a los baluartes13.
Al dejar de tener finalidad defensiva se convirtió en prisión de oficiales y poste-
riormente en Museo Militar, siendo ese su uso actual. Desde el año 1997 el Museo
está dirigido por un consorcio formado por el Ministerio de Defensa, el Govern de les
Illes Balears, el Consell Insular de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma. Del mismo
modo existe una Asociación de Amigos del Museo. El principal desafío que tiene hoy
10 APARICIO, Angel: La fortalesa de la Punta de n’Amer (Sant Llorenç del Cardassar). Palma:
Consell Insular de Mallorca, 2001, p. 12.
11 Ibídem, pág. 32.
12 GONZÁLEZ CHAVES, Juan: op.cit., pp. 351, 353.
13 CONDE, Elena; GONZÁLEZ DE CHAVES, Juan; DEYÁ, Miguel J.: El Castillo de San Carlos de
Palma de Mallorca. Palma: Consorcio del Castillo de San Carlos, 2013.
89
el Castillo de San Carlos es su apertura a la ciudad e inserción en sus rutas culturales
y turísticas. Téngase en cuenta que aunque el Castillo se encuentra en el municipio de
Palma, está un tanto alejado de las rutas habituales de paseo y ocio de la ciudadanía,
pues se encuentra en el extremo de poniente del puerto, en la zona conocida como
dique del oeste, donde el Paseo Marítimo linda ya con la autopista de Andratx y, por
tanto, en un paraje que no se presta a ser zona de tránsito normal de los ciudadanos.
Aun así el esfuerzo que se ha realizado en los últimos tiempos para una mayor iden-
tificación entre el castillo y la ciudad está dando lentamente resultados. Allí se desa-
rrollan actividades con motivo de festividades locales como el día de San Sebastián,
patrón de Palma, o el día de la Comunidad Autónoma (20 de Enero y 1 de Marzo
respectivamente). Del mismo modo desde hace unos años es posible la celebración de
bodas y otros eventos en el castillo, lo que contribuye a un mayor conocimiento del
mismo. Evidentemente se desarrollan allí algunos actos de naturaleza militar como
el día de la Legión (primer sábado después del 20 de Septiembre) organizado por la
Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Baleares o, en ocasiones, actos
alrededor del día de las Fuerzas Armadas. Por su parte la Asociación de Amigos del
Castillo de San Carlos desarrolla ciclos de conferencias y actos similares.
Desde el punto de vista museográfico se está a la espera de la aprobación del Plan
Director que sin duda supondrá una mayor conexión con la ciudad. Resulta evidente
que esta pieza única de la arquitectura militar balear se resiente en que no exista ni
una sola propuesta de ruta municipal que conecte los baluartes y murallas de la ciu-
dad con el propio castillo. De cualquier modo el esfuerzo de integración del fuerte en
la ciudad y entre palmesanos y turistas está dando, quizás más lentamente de lo que
sería de desear, sus resultados. Una prueba de que se va por el buen camino son los
datos de visitantes, que han pasado de 11.971 en 2003 a 38.829 en 2013 y 40.244 en
2014, muy cerca del máximo histórico conseguido en 2009.
5. El desafío de la investigación
90
El patrimonio poliorcético moderno de Mallorca... ACTAS
91
Ángel Aparicio, miembro fundador y actual presidente del Grup per a l’Estudi de les
Fortificacions Balears14. El auténtico pionero de este tipo de estudios, con un marcado
carácter arquitectónico debido a su profesión, fue Juan González de Chaves con su
estudio sobre las fortificaciones costeras de Mallorca ya citado en este trabajo. Pre-
cisamente el propio González de Chaves junto a Miguel José Deyá y Elena Conde es
autor de la monografía sobre el Castillo de San Carlos, también ya citada, que aúna el
estudio arquitectónico con el histórico y el estudio de las colecciones. Cabe destacar
el apéndice donde se recogen los planos de la fortaleza levantados por el propio Juan
González de Chaves.
Iniciativas como el Ciclo Divulgativo de Fortificación y Poliorcética llevado a cabo
en Palma entre el 24 y el 28 de noviembre de 2014 organizado por el Instituto de
Historia y Cultura Militar (Centro de Palma de Mallorca) y el Govern de les Illes
Balears con la colaboración de la Universitat de les Illes Balears y que contó con más
de ochenta inscritos ayudan enormemente a la divulgación de este patrimonio como
fase previa a un uso social más intensivo.
14 APARICIO, Angel: op.cit., p. 32; El recinto portuario de Palma y la defensa. Las bateries costeres
(siglos XIV-XIX). Palma: Associació per a la Revitalització dels Centres Antics, 2007; El Castell de l’illa de
Cabrera: Palma: Documenta Balear, 2012.
92
El patrimonio poliorcético moderno de Mallorca... ACTAS
Bibliografía
93
94
ACTAS
Resumen
1 Esta ponencia viene a ser una reflexión sintética en torno a la figura del fundador del Cuerpo
de ingenieros del ejército español en el siglo XVIII. Las circunstancias han hecho coincidir en el mismo
año la celebración de las II Jornades del Patrimoni Defensiu d’Època Moderna (Castillo de San Fernando
de Figueres, 12-15 de marzo de 2015) con la edición de mi estudio monográfico sobre Jorge Próspero
Verboom (Muñoz 2015).
Las ideas manejadas en el presente texto han surgido y han sido ordenadas a partir del citado trabajo
sobre el ínclito personaje, limitándose al período comprendido entre el inicio de su vínculo con la Corona
española desde sus primeros años como militar profesional en los Países Bajos hasta la conclusión de la
Guerra de Sucesión al trono de España.
95
1. El Teatro de la Guerra en Flandes
2 Tanto en la bibliografía como en las fuentes documentales son diversos los modos en que puede
observarse el nombre de Jorge Próspero Verboom. Sólo teniendo en cuenta la grafía surgida de su propia
mano, hasta la obtención del título de Marqués de Verboom, su firma utilizaba la forma «G.P. Verboom»
o las abreviadas «G.P. Verbōm» y «G.P. Verbom» (por Georges Prosper Verboom, su acepción valona).
En varias ocasiones hizo uso de su nombre en versión castellana «Jorge Próspero», con el tratamiento
«Don» en su habitual forma abreviada «Dn». Nunca la neerlandesa Joris ni, durante su largo y definitivo
establecimiento en Barcelona, la catalana Jordi (aunque así fue denominado en el Lumen Domus del
convento de Santa Catalina con motivo de su fallecimiento y entierro en 1744). En torno a 1725, a la vez
que generalizó el uso de la traducción española de su nombre, también incorporó el genitivo «de» prece-
diendo al apellido, y a partir de 1727, tras conseguir el título nobiliario, lo habitual fue la utilización de la
forma «El Marqués de Verboom», con la correspondiente abreviatura en su caso «El Marqs de Verboom»
y las variantes «El Marqs de Verbōm» y «El Marqs de Verbom». En ocasiones específicas, cuando la lengua
utilizada fue el francés, el bruselense utilizó como única variante el artículo «Le», manteniendo el resto
exactamente igual que en la versión castellana.
3 Relación breve de los Servicios del Theniente General, Quartel Maestre General, e Ingeniero Gene-
ral Dn Jorge Prospero de Verboom Marques de Verboom, hechos á la Corona de España desde el año de 1674,
hasta el de 1727. S.f. [Jorge Próspero Verboom], s.d.; s.l. [Madrid], s.a. [10 de octubre de 1727]. Archivo
General de Simancas. Expedientes Personales, 58 “VERBOOM”. Vid. transcripción íntegra en Muñoz
1993, t. II, pp. 11-16.
96
De Georges Prosper a Jorge Próspero Verboom... ACTAS
97
Figura 2. Hoja de servicios de Jorge Próspero Verboom en el ejército de la
Corona hispánica con los diferentes grados ostentados. (Diseño del autor.)
siva sobre el ejército del mariscal de Luxembourg para liberar la plaza de Mons del
asedio francés. Su labor consistió en ser la mano derecha del cuartel maestre general
Jerónimo de Barceló, a quien acabó supliendo en las funciones propias del cargo4. El
meticuloso trabajo de Jorge Próspero durante las campañas de 1691 y 1692 le facilitó
su promoción permanente a cuartel maestre general e ingeniero mayor del ejército y
plazas de los Países Bajos un año más tarde, el 8 agosto de 1693, ya fallecido Barceló
(a quien vino asistiendo desde 1688 hasta su muerte) y asumiendo el puesto que hubo
ostentado años atrás su padre Cornelio al frente de los ingenieros en Flandes. Este
ascenso fue concedido por el Elector de Baviera Maximiliano Manuel II, casado con
María Antonia de Austria, sobrina de Carlos II de España, y al frente del gobierno de
los Países Bajos desde 1692.
Verboom desplegaba sus responsabilidades como ingeniero y cuartel maestre ge-
neral, cargo que comportaba básicamente el control, la disposición y el acopio de los
despojos de los campamentos desmantelados al enemigo en las campañas bélicas. Su
98
De Georges Prosper a Jorge Próspero Verboom... ACTAS
labor estuvo centrada en torno a las funciones de oficial de infantería, que es como
con toda probabilidad actuó en el decisivo sitio de Namur en 1695, dirigido finalmen-
te por el general de infantería Menno Van Coehoorn, aunque fuera Jorge Próspero,
sin embargo, quien firmó el plan de ataque a la ciudad5, culminado con su rendición
el 5 de septiembre de ese año, lo cual le valió dos meses más tarde, el 1 de noviembre,
la obtención del mando del regimiento de caballería del Marqués de Cropani.
La actividad de Verboom como ingeniero en territorio flamenco se remonta en el
tiempo justamente tras ser nombrado alférez, cuando «pasó inmediatamente a Namur,
donde estaba de guarnición, y asistió a las obras de fortificación de aquella plaza»6.
La situación actividad de Verboom como ingeniero en territorio flamenco se re-
monta en el tiempo justamente tras ser nombrado alférez, cuando «pasó inmediata-
mente a Namur, donde estaba de guarnición, y asistió a las obras de fortificación de
aquella plaza»7.
5 BRAGARD, Philippe et al.: Namur en état de siège. De Jules César au général Hodges. Namur: Les
amis de la citadelle de Namur, 2004; nota 57, p. 104.
6 Relación… MUÑOZ, 1993, t. II, p. 12.
7 PELET, Jean-Jacques-Germain: Mémoires militaires relatifs à la succession d’Espagne sous Louis
XIV. Extraits de la correspondance de la Cour et des généraux par le lieutenant-général de Vault, directeur
général du Dépôt de la Guerre, mort en 1790... (rev., ed. e intr.), 11 tomos. Paris: Imprimerie royale, 1835;
tomo I, p. 51.
99
La situación particular de Jorge Próspero en este entramado plurinacional resul-
taba, cuando menos, curiosa, al ser en último término un servidor flamenco de la
Corona española, aunque a las órdenes de un príncipe alemán y bajo el mando militar
alternativo de holandeses e italianos.
Con la paz de Ryswick, firmada en 1697 tras la ocupación francesa del Palatinado,
se produjo un cambio de alianzas entre las fuerzas europeas enfrentadas hasta enton-
ces. A partir de ese momento la monarquía española centraba su atención en torno
al gran problema inminente de la sucesión a la Corona. Tras morir Carlos II el 1 de
noviembre de 1700 se hizo válido su testamento de 3 de octubre de ese año a favor de
su nieto Felipe d’Anjou. El otro aspirante, el archiduque Carlos de Austria, también
mostró sus derechos para acceder al trono. Finalmente, el rey Luis XIV de Francia,
abuelo de Felipe, se decantó por una alianza con la monarquía hispánica para conso-
lidar su poder e influencia sobre el devenir de la Corona española. Por su lado, los an-
tiguos aliados de España acabaron reuniéndose en La Haya el 7 de septiembre de 1701
para firmar un tratado de colaboración. Ocho meses más tarde, Austria, Inglaterra
y las Provincias Unidas de Holanda declaraban la guerra a España, cuyo rey, Felipe
V, ya había sido investido como tal en París el 4 de octubre de 1700, trasladándose de
inmediato a Madrid para acabar ratificando su reinado el 16 de noviembre de 1700,
mientras que el Archiduque, como Carlos III de España, no fue proclamado en Viena
hasta el 12 de septiembre de 1703.
Durante los años en que Verboom se mantuvo en los territorios flamencos hasta
su traslado a España las circunstancias bélicas quedaron modificadas por el nuevo
sistema de alianzas. Mediante la consolidación del pacto entre Francia y España en
1700 ambos reinos materializaban su colaboración en términos políticos y militares.
Los ingenieros de la Corona española bajo Felipe V estuvieron sometidos a la es-
tructuración corporativa del Génie francés, encabezado por Sébastien Le Prestre de
Vauban. Jorge Próspero no gozó de una autoridad equiparable a la que disfrutó éste,
aunque sí que dispuso de una gran movilidad territorial para ejercer su función en su
condición de cabeza responsable del colectivo de los ingenieros al servicio del nieto
de Luis XIV. La colaboración profesional entre Vauban y Verboom en los trabajos de
fortificación de las plazas estratégicas flamencas, principalmente Amberes y Namur,
se desarrolló con fluidez entre 1701 y 1706, hasta el final de la hegemonía española en
los Países Bajos. Ambos ingenieros dieron muestras de un gran respeto profesional
recíproco y de unas formas exquisitas en su mutua admiración, complementando sus
proyectos de forma pragmática y razonable.
El flamenco asumió la responsabilidad de la puesta a punto de las líneas fortifica-
das de Brabante y la Land van Waas, una empresa de gran relevancia estratégica para
el refuerzo de la frontera holandesa. La competencia entre franceses y españoles en
las labores de erección de las denominadas Lignes de Boufflers, era evidente. Aunque
la división de los sectores parecía bien determinada, algunas referencias manifesta-
ban cierta falta de sintonía entre los responsables de la Corona francesa y los súbditos
del rey de España. Si bien las fuentes escritas no focalizan la atención en la figura del
ingeniero flamenco, su condición de máximo responsable en tales menesteres como
brazo ejecutor del Marqués de Bedmar lo condujo a planificar las principales em-
100
De Georges Prosper a Jorge Próspero Verboom... ACTAS
101
Figura 5. G[illis] Van
Goethem: Caerte
Figurative… (Mapa
de las tierras de la
Abadía de Drongen
ganadas al mar en la
frontera entre la Land
van Waas y el distrito
jurisdiccional de Hulst,
junto al Fort Verboom),
24 de septiembre de
1714. Rijksarchief
te Gente, Gante.
Kaartenverzameling, 2453.
menester, los más capaces deben dirigir a los demás. De lo contrario se producen
numerosos errores y sobresaltos»9.
A lo largo de las campañas estivales de 1705 Verboom protagonizó diversas acci-
ones de guerra que permitieron ciertos respiros de carácter estratégico. Tras haber
dejado organizadas las labores de mejora de las fortificaciones de Aarschot, Jorge
Próspero recibió la orden de dirigirse a Herentals al mando de un destacamento de
dragones para comprobar y hacer efectiva la retirada de los aliados de esa plaza10,
culminando con la captura el 18 agosto de numerosas posiciones de las tropas britá-
9 DE QUINCY, Marquis: Histoire militaire du Regne de Louis Le Grand, Roy de France… Paris:
Denis Mariette; Jean-Baptiste Delespine; Jean-Baptiste Coignard, MDCCXXVI; t. V [1705], pp. 525-526.
10 «Campagne de Flandre. Aoust 1705». En: PELET, Jean-Jacques-Germain: Mémoires militaires
relatifs à la succession d’Espagne sous Louis XIV. Extraits de la correspondance de la Cour et des généraux
par le lieutenant-général de Vault, directeur général du Dépôt de la Guerre, mort en 1790... (rev., ed. e intr.),
11 tomos. Paris: Imprimerie royale, 1835; p. 262. Otras fuentes hacen referencia a unas escaramuzas entre
ambos ejércitos anteriores al combate de Herentals, en las que Jorge Próspero «marchó sobre Boisfort,
donde se encontró con los enemigos, quienes comenzaban a llegar», permitiendo con su intervención la
llegada a tiempo del Marqués de Grimaldi, quien «obligó a los enemigos a detenerse». Memoires 1911, pp.
158-159.
102
De Georges Prosper a Jorge Próspero Verboom... ACTAS
nicas del Duque de Marlborough, y del propio teniente general holandés Salisch11. Es
importante tener en cuenta que, dada la concentración de Verboom en estas labores
propias de un oficial del ejército, otros trabajos de carácter estrictamente vinculado a
la ingeniería militar debían ser llevados a cabo por sus colegas profesionales, hombres
de confianza en quien el bruselense delegó la responsabilidad de dirigir importantes
obras de fortificación.
El día de la decisiva batalla de Ramillies (23 de mayo de 1706) entre las tropas
confederadas bajo el mando del Duque de Marlborough y las francesas del Duque de
Villeroy, el ingeniero y cuartel maestre general flamenco se hallaba en Amberes, al
cuidado de sus responsabilidades profesionales.
La capitulación de Amberes y su ciudadela el 7 de junio de 1706 ante las tropas
aliadas de William, primer Conde de Cadogan, condujo a Verboom, a instancias del
Elector de Baviera, hacia Dendermonde, cuya plaza, bloqueada desde el 10 de junio,
debía socorrer. Jorge Próspero logró levantar el sitio el 21 del mismo mes, acción que
11 MUÑOZ CORBALÁN, Juan Miguel: «El arresto en 1706 del Ingeniero Mayor Jorge Próspero
Verboom», en Aportaciones militares a la cultura, arte y ciencia en el siglo XVIII hispanoamericano. Actas
de las I Jornadas Nacionales de Historia Militar (19-22 de Febrero, 1991). Sevilla: «Cátedra General Cas-
taños» - Capitanía General de la Región Militar Sur, 1993, pp. 175-183.
103
tuvo gran resonancia en Inglaterra y Holanda. La reacción inmediata del Duque de
Marlborough fue contundente, con un bloqueo y un bombardeo severos que permi-
tieron rendir la ciudad el 5 de septiembre.
Las circunstancias que siguieron a los fracasos militares hispano-franceses tras la
batalla de Ramillies fueron objeto de matices según los diferentes analistas. En lo que
se refiere exclusivamente a la figura de Verboom, surgieron algunas dudas acerca de
su fidelidad a la causa borbónica, las cuales condujeron a su arresto el 4 de julio de
170612. El Mercure Historique et Politique de La Haya, desde su perspectiva holandesa,
explicaba los hechos inscribiéndolos en el proceso generalizado de “retorno natural”
o aproximación de los territorios del Flandes español al ámbito geopolítico neerlan-
dés. Aun reconociendo la acción exitosa de Jorge Próspero en Dendermonde, hacía
énfasis en que «se ha sabido más tarde que el general, no habiendo querido prestar
el nuevo juramento que se les exige a los oficiales españoles para con su rey Felipe,
había abandonado el servicio y por consiguiente había sido arrestado y conducido a
Valenciennes»13.
El texto de la publicación holandesa recalcaba las circunstancias del arresto, insis-
tiendo triunfalmente, con un evidente espíritu propagandístico, en las ideas de trai-
ción y deserción globales en el seno de los oficiales y las tropas hispano-valonas a la
vista de la debacle en las posesiones hispánicas flamencas. Esta interpretación incluía
a Verboom entre esa oleada de militares que renunciaban a mantener sus servicios
al rey Borbón. Sin embargo Henri Wauwermans, en su biografía sobre el bruselense,
interpreta la circunstancia de una manera más lógica si atendemos al sistema de va-
lores propios del ingeniero flamenco y a su trayectoria profesional. Según el general
belga, tras el reconocimiento de Carlos III como monarca por parte de una gran ma-
yoría de flamencos derrotados, los aún fieles a Felipe V fueron instados a jurarle de
nuevo su lealtad14. Esta obligación, muestra de una razonable necesidad institucional
pero también síntoma de una falta de sensibilidad evidente por parte del monarca y
sus ministros, permite inferir que Verboom, «ofendido por la desconfianza que se le
mostraba, como á sus compatriotas, rehusó prestarlo por su sentimiento de dignidad
personal y dio así motivo á que se sospechase de su fidelidad»15. El cronista Barbier,
en su Le Champ de Mars, ofrece un dato de relieve: Verboom solicitó al Elector de
Baviera su retirada del servicio tras «algunos roces» con el Barón de Grimaldi y Jean
de Brouchoven, Conde de Bergeyck, quienes, sin duda, utilizaron el argumento de
la supuesta “deserción” de Jorge Próspero para saldar ciertas desavenencias16. Estos
104
De Georges Prosper a Jorge Próspero Verboom... ACTAS
17 Corte francesa a Jorge Próspero Verboom; Versalles, 10 de julio de 1706. Service Historique de
l’Armée de Terre, Vincennes, A1, 1938, nº 113.
18 Ibídem, la transcripción de tres cartas de Vauban a Verboom, escritas entre diciembre de 1705 y
junio de 1706. En: MUÑOZ, 1993, t. I, pp. 103-104.
19 Carta de Jorge Próspero Verboom, s.d.; s.l. [Ciudadela de Arras], s.a. [septiembre de 1707]. Ser-
vice Historique de l’Armée de Terre, Vincennes, A1, 2023, nº 29.
20 Sobre el asedio a la Ciudad Condal de 1713-1714, vid. BRUGUERA, 1871-1872; LLAVE, 1903;
ALBERTÍ, 1964; MUÑOZ, 1993, pp. 153-202; y HERNÀNDEZ, 2012.
105
Marqués de Gournay, al ministro Michel Chamillart, se le requirió su presencia en la
Corte española. Para rubricar dicho destino, el propio rey nombraba oficialmente el
13 de enero de 1710 a Jorge Próspero ingeniero general y cuartel maestre general de
los ejércitos, aunque previamente, desde julio de 1709 en que llegó a Zafra, Verboom
ya había comenzado sus labores profesionales con la inspección de la frontera hispa-
no-lusa y la constatación del penoso estado de las plazas y los castillos extremeños.
La actividad de Verboom al sur de los Pirineos, de nuevo dividida entre sus funcio-
nes de ingeniero y cuartel maestre, requirió además un gran esfuerzo para organizar
la estructura institucional que permitiera un control riguroso y la articulación eficaz
del ejército borbónico, específicamente en lo referente a la creación de un cuerpo de
ingenieros siguiendo el modelo francés.
Sin embargo, el flamenco no pudo gozar del tiempo suficiente para concluir esta
empresa corporativa, puesto que en una acción bélica desarrollada en Almenar el 27
de julio de 1710 Jorge Próspero fue herido de espada en un brazo por las tropas bajo
el mando del general Starhemberg y hecho prisionero. Conducido más tarde a Barce-
lona, donde permaneció cautivo durante 19 meses y alejado de las campañas milita-
res que seguían sucediéndose en diferentes frentes del territorio hispánico, Verboom
desarrolló con empeño ciertas labores trascendentales para el devenir de la guerra
y la conformación de las estructuras corporativas que había dejado inacabadas. Sin
que le afectara el repentino interés de Carlos III por abandonar España para hacerse
con la Corona imperial de Austria en 1711, dejando su representación a la emperatriz
su esposa en Barcelona y el gobierno militar en manos del proclamado «Virrey de
Cataluña» Guidobaldo Starhemberg, Jorge Próspero centró sus esfuerzos en realizar
durante los meses de febrero y marzo de 1712 un pormenorizado análisis del sistema
defensivo urbano, redactando una memoria de gran valor para un probable ataque
ulterior de las tropas borbónicas a la Ciudad Condal. Atendiendo exclusivamente a
las valoraciones para el ataque de Barcelona, en la propia memoria sobre las forti-
ficaciones urbanas el ingeniero flamenco prefiguraba el proyecto para el sitio de la
Ciudad Condal, conformado en el verano de 1713.
Poco tiempo después de haber elaborado su memoria, en la misma primavera de
1712, Jorge Próspero fue liberado de su cautiverio gracias a un canje de prisioneros,
en su caso por el general inglés George Carpenter (quien había sido herido y captura-
do en la batalla de Brihuega el 9 de diciembre de 1710)21, y pasó a servir de nuevo en
el ejército borbónico de Aragón y Cataluña. De regreso a sus labores habituales, par-
ticipó en la lenta aproximación a la Ciudad Condal desde el interior del Principado.
El protagonismo de Jorge Próspero Verboom en la planificación general del sitio de
Barcelona de 1713-1714 fue total22. El ingeniero dejó dispuesto el 1 de agosto de 1713
106
De Georges Prosper a Jorge Próspero Verboom... ACTAS
23 Archivo General de Simancas. Secretaría de Guerra, 3787, 4º-8ª-aIII. Ibídem. transcripción ínte-
gra en Muñoz 1993, t. II, pp. 61-63.
24 Existen dos documentos bajo el mismo título, el segundo de ellos a modo de resumen. Respec-
tivamente, Archivo General Militar, Madrid. Catálogo General de Documentos, 3-2-9-27, fols. 17r-23r; e
Ibídem., fols. 34r-36r. Vid. transcripción íntegra de ambos en Muñoz 1993, t. II, pp. 49-55 y 57-59.
107
neral e ingeniero general para su hijo Isidro Próspero, de cara al futuro y en aquellas
«ausencias y enfermedades del suplicante». En dicha carta Jorge Próspero insistía
nuevamente en su «zelo y fervor», su «amor y lealtad que es notoria y propia de un fiel
vasallo», lo cual demostró cuando su cautiverio en Barcelona, tras haber sido hecho
prisionero en la batalla de Almenar, al renunciar con desprecio a «las offertas de los
enemigos de V.M. para que dexasse su Real Servicio»25.
La mañana del 6 de julio de 1714 llegó al campamento borbónico delante de la pla-
za de Barcelona, junto a un importante contingente militar entre tropas y piezas de
artillería, el mariscal Jacobo Fitz-James, Duque de Berwick, con el objetivo de asumir
el mando global del ejército hispano-francés. La posición de Jorge Próspero a raíz de
los cambios en la comandancia del sitio de Barcelona se vio afectada sensiblemente.
El flamenco y sus ingenieros subordinados hubieron de someterse a los nuevos crite-
rios provenientes de la Corte de Versalles.
Por su parte, Jorge Próspero no cejó en todo momento de seguir solicitando in-
genieros para poder materializar su proyecto de asedio a la ciudad. Verboom echó
mano de su sólida relación con el Marqués de Bedmar desde los tiempos en Flandes
para insistir en el tema. Ante el fracaso de sus gestiones, intentó recurrir de forma
directa dirigiéndose al propio secretario de la Guerra. Jorge Próspero, quien origi-
nalmente no había incluido en sus cálculos la participación de ingenieros ajenos al
ejército hispano-borbónico, tuvo que acabar admitiendo la inevitabilidad de recurrir
a «oficiales inteligentes en ese arte que hubiera en los regimientos del rey y los de
Francia»26.
El definitivo compromiso por parte del mariscal anglo-francés hacia una cierta
equiparación entre Dupuy-Vauban y Verboom pudo haberse producido tras los argu-
mentos que el flamenco expusiera al propio Duque de Berwick sobre la jerarquización
de funciones, al indicar que, «aunque el Tenientte General Mr de Vauban había veni-
do a este campo para la dirección del sitio, no dejaría de concurrir puntualísimamen-
te y avisar todo lo que por mis ojos, hallándome prisionero de la plaza, había visto
y reconocido tocante al ataque y defensa de ella, como también servir de Ingeniero
Ordinario sin fuere menester»27. Esta manifestación de aparente humildad y no me-
nor eficacia por parte de Verboom condujo, sin duda, a que Fitz-James, «habiendo a
este fin visto diferenttes proiectos y hecho sobre ellos serias reflexiones para la más
acertada resolución» resolviera elegir el plan de sitio concebido por Jorge Próspero
y «ponerlo en práctica». De esta manera Jorge Próspero pudo mantener su dignidad
en la jerarquización de competencias que fueron asignadas para la organización y
dirección del sitio de Barcelona, lo cual significaba una nítida delimitación de fun-
ciones entre los dos bloques correspondientes a ambos ejércitos de las Dos Coronas
participantes en esta empresa. El flamenco, cuyo servicio se definía en base a su triple
25 Carta s.f. [Jorge Próspero Verboom], s.d. [Felipe V]; s.l., s.a. [1730]. Archivo General de Siman-
cas. Secretaría de Guerra, 3799. DE LA LLAVE GARCÍA, Joaquín: El Sitio de Barcelona en 1713-1714.
Estudio histórico… Madrid: Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1903, pp. 83-84.
26 DE LA LLAVE GARCÍA, Joaquín: El Sitio de Barcelona en 1713-1714. Estudio histórico… Ma-
drid: Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1903, pp. 83-84.
27 Ibídem.
108
De Georges Prosper a Jorge Próspero Verboom... ACTAS
Bibliografía
109
Nóvoa (coord.): El arte abaluartado en Cataluña. Estrategia de defensa en el siglo
XVIII. Madrid: Ministerio de Defensa, 2013, pp. 81-102.
CORTADA COLOMER, Lluís: Estructures territorials, urbanisme i arquitectura po-
liorcètics a la Catalunya preindustrial. 2 vols. Barcelona: Institut d’Estudis Cata-
lans, 1998.
GALLAND SEGUELA, Martine : Les ingénieurs militaires espagnols de 1710 à 1803.
Étude prosopographique et sociale d’un corps d’élite. Madrid: Casa de Velázquez,
2008.
GÓMEZ DE ARTECHE, José: «El Marqués de Verboom, ingeniero militar flamen-
co al servicio de España», por el teniente general del ejército belga D. Enrique
Wauwermans, en Boletín de la Real Academia de la Historia, t. 34, nº 4. Madrid:
Real Academia de la Historia, 1 de abril de 1899, pp. 343-350.
HERNÀNDEZ CARDONA, Francesc-Xavier: 1714. El Setge de Barcelona. Barcelona:
Angle, 2012.
Mémoires de Saint-Hilaire publiés pour la Société de l’Histoire de France par Léon
Lecestre. Tome quatrième 1704-106. Paris: Librairie Renouard. H. Laurens Succes-
seur. Librairie de la Société de l’Histoire de France. Rue de Tournon, nº 6, MDC-
CCCXI.
Mercure Historique et Politique, Contenant l’etat present de l’Europe, ce qui se passe
dans toutes les Cours, l’interêt des Princes, leur brigues, & generalement tout ce
qu’il y a de curieux pour le Mois de septembre 1706. Le tout accompagné de Reflexi-
ons Politiques sur chaque Etat. Tom LXI. La Haye: Chez Henri van Bulderen, Marc-
hand Libraire, dans le Pooten, à l’Enseigne de Mezeray, MDCCVI, Avec Privilège
des Etats de Holl. & Westfrise.
DE LA LLAVE GARCÍA, Joaquín: El Sitio de Barcelona en 1713-1714. Estudio históri-
co… Madrid: Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1903.
DE LA LLAVE GARCÍA, Joaquín: «D. Jorge Prospero de Verboom, Marqués de Ver-
boom», en Revista del Memorial de Ingenieros, 5/XXVIII. Madrid: Imprenta del
Memorial de Ingenieros del Ejército, 1911, pp. 110-159.
MARZAL MARTÍNEZ, Amparo: La Ingeniería Militar en la España del XVIII. Nu-
evas aportaciones a la historia de su legado científico y monumental. Madrid: Edi-
torial Complutense, 1991.
MUÑOZ CORBALÁN, Juan Miguel: Los Ingenieros militares de Flandes a España
(1691-1718). 2 vols. Madrid: Ministerio de Defensa, 1993.
MUÑOZ CORBALÁN, Juan Miguel: «El arresto en 1706 del Ingeniero Mayor Jorge
Próspero Verboom», en Aportaciones militares a la cultura, arte y ciencia en el siglo
XVIII hispanoamericano. Actas de las I Jornadas Nacionales de Historia Militar
(19-22 de Febrero, 1991). Sevilla: «Cátedra General Castaños» - Capitanía General
de la Región Militar Sur, 1993.
MUÑOZ CORBALÁN, Juan Miguel: La iglesia de la Ciudadela de Barcelona. Ma-
drid: Ministerio de Defensa, 2004.
MUÑOZ CORBALÁN, Juan Miguel (coord.).: La Academia de Matemáticas de Bar-
celona. El legado de los ingenieros militares. Madrid / Barcelona: Ministerio de
Defensa / Novatesa, 2004.
110
De Georges Prosper a Jorge Próspero Verboom... ACTAS
MUÑOZ CORBALÁN, Juan Miguel: Jorge Próspero Verboom. Ingeniero militar fla-
menco de la monarquía hispánica. Madrid: Fundación Juanelo Turriano, 2015.
PELET, Jean-Jacques-Germain: Mémoires militaires relatifs à la succession d’Espagne
sous Louis XIV. Extraits de la correspondance de la Cour et des généraux par le lieu-
tenant-général de Vault, directeur général du Dépôt de la Guerre, mort en 1790...
(rev., ed. e intr.), 11 tomos. Paris: Imprimerie royale, 1835.
DE QUINCY, Marquis: Histoire militaire du Regne de Louis Le Grand, Roy de Fran-
ce… Paris: Denis Mariette; Jean-Baptiste Delespine; Jean-Baptiste Coignard,
MDCCXXVI.
DE ROCHAS D’AIGLUN, Albert: Vauban, sa famille et ses écrits ses oisivetés et sa
correspondance: analyse et extraits. Genève: Slatkine Reprints, 1972.
VALERA Y LIMIA, Manuel: Resumen histórico del Arma de Ingenieros en general
y de su organización en España, por un antiguo Oficial del Cuerpo de Ingenieros
del Ejército que desempeña hoy un alto cargo en otra carrera. Madrid: Imprenta
Nacional, 1846.
WAUWERMANS, Henri: «Le Marquis de Verboom ingénieur militaire flamand au
service d’Espagne au XVIIe siècle» y «Le Marquis de Verboom (Note complémen-
taire) », en Annales de l’Académie d’Archéologie de Belgique, vol. VII, t. 47. Bruxe-
lles: Académie d’Archéologie de Belgique, 1 de enero de 1891, pp. 276-317 y 418-
424, respectivamente.
WAUWERMANS, Henri: El Marqués de Verboom. Ingeniero militar flamenco al ser-
vicio de España (trad. del francés y adición de notas por Mariano Bosch y Arroyo
y Joaquín de la Llave y García). Madrid: Imprenta del Memorial de Ingenieros del
Ejército, 1894.
111
112
ACTAS
Resumen
1. Introducción
1 VIVAR, Gustau.; GELI, Rut; NIETO, Xavier.: «Deltebre I. Un barco hundido en la desemboca-
dura del Ebro durante la Guerra del Francés», I Congreso de Arqueología Náutica y Subacuática Española,
Cartagena, 14, 15 y 16 de marzo de 2013. Cádiz: Universidad de Cádiz, 2014, pp. 279-287.
113
El yacimiento se sitúa en la desembocadura del río Ebro, delante la illa de Buda.
Esta localización produjo que poco después del naufragio el barco quedara cubierto
por sedimento y protegido de la degradación por efectos naturales y de los actos de
espolio, hecho que ha permitido que su conservación sea excepcional. La aparición
del pecio está en relación al fenómeno de regresión que sufre el Delta del Ebro, ya que
la construcción contemporánea de presas frena la aportación de sedimento fluvial a
la desembocadura2.
En el momento de su descubrimiento el 2008, ya se realizó una corta campaña de
una semana con el fin de determinar el estado de conservación del pecio, el riesgo de
degradación, además de la cronología y el tipo de barco. En estos trabajos ya se deter-
minó que se trataba de un transporte militar con carga principalmente de munición,
de finales del s. XVIII o principios del s. XIX .
Hay que tener presente que la excavación de este pecio todavía está en curso, así
como la investigación histórica alrededor de éste, de manera que las informaciones
que presentamos en el presente artículo son parciales.
La excavación del pecio se inició en 2009, trabajando desde entonces cada verano
durante un mes, o un mes y medio hasta el 2014, y los trabajos continúan.
Ya en la intervención de 2008 se localizó el codaste del barco, sobresaliendo del
nivel del fondo en un alzado de casi dos metros, hecho que permitió tener ubicadas la
proa y la popa del barco. De esta manera se pudo iniciar la excavación el 2009 por la
zona de popa, lugar donde se preveía que aparecerían los materiales de la tripulación
que darían la información necesaria para conocer la nacionalidad del barco, ya que
es en el castillo de popa donde se ubican las estancias de los oficiales. Esta necesidad
de saber la bandera del barco venía marcada por el hecho que según la convención
de la UNESCO, ratificada por España, cuando se localiza un barco de Estado, ha de
comunicarse a la nación a la cual pertenece.
La excavación se realiza mediante mangas de succión de aire, que permiten retirar
el sedimento y limpiar los restos, documentando las diferentes capas. El concepto
de capa permite diferenciar la disposición de la carga del barco y su estructura, y el
asentamiento del material después del hundimiento3. Entendemos por capa todo el
material visible en la superficie una vez limpiado el sedimento, sin desplazar los obje-
tos. Cuando la capa está limpia con todos los objetos visibles se documenta por medio
de la fotografía y el dibujo (planta y secciones), para después proceder a retirar-la, con
tal de poder excavar y documentar la capa de abajo. De esta forma se documenta la
carga del barco y la arquitectura naval.
2 SANCHEZ-ARCILLA, Agustín.; JIMENEZ, José A.; VALDEMORO, Herminia I.: «The Ebro
Delta: Morphodynamics and Vulnerability», Journal of Coastal Research. 1998, 14 (3), pp. 754-772.
3 VIVAR, Gustau.; GELI, Rut.; La documentació planimètrica a partir de la fotografia, in Nieto, Xa-
vier., CAU, Miquel Angel, Arqueologia Nàutica Mediterrània, Monografies del CASC 8, 2009, p. 215-224.
114
Arqueología subacuática y conflicto... ACTAS
115
Figura 2. Excavación
de una de las cajas que
contenía espoletas.
116
Arqueología subacuática y conflicto... ACTAS
Después de la estiba de esta carga dispuesta en cajas, pensada sobre todo para ser
disparada con las piezas de artillería, se documentó un túmulo de bombas de morte-
ro de 37 Kg. cada una, estibadas a granel.
Por encima de estas bombas de mortero y en posición invertida había una carro-
nada, que fue extraída y transportada a los laboratorios del CASC el 2013 para ser
conservada (figura 3). En la última intervención de 2014, se ha localizado otra al lado
de babor, fuera del barco, que habría caído des de este, y otra más en la zona de proa.
Estas piezas de artillería, de cañón corto y más ligeras, destinadas a lanzar tanto
metralla como obuses, serían un elemento de defensa del propio barco, muy útil para
repeler los abordajes. La carronada es de origen inglés y civil, pero la marina militar
no tardó en adoptarla. En las hostilidades en la Guerra de Independencia americana,
a partir del 1778 ya se empezó a utilizar en los barcos ingleses4.
En esta misma zona ya fue extraído en 2008, por el riesgo de espolio que suponía, un
cañón de bronce con fecha de 1798, con el escudo del monarca Jorge III de Inglaterra.
En la zona situada a proa de las bombas de mortero, la carga está constituida por
barriles con herraduras para équidos, barriles con pedernales, empleados para comu-
4 BOUDRIOT, Jean.: L’artillerie de mer. France 1650-1850. Paris: Ancre, 1992, 198 p.
117
nicar el fuego a las armas portátiles (figura 4) y algunos barriles con cepillos y con
correas de cuero. Sabemos también que el barco transportaba barriles de pólvora en
la zona de proa, gracias a un sondeo realizado en 2008 en esta zona, todavía pendien-
te de excavar.
La carga del barco no iba estibada directamente sobre la bodega, sino que se co-
locó una especie de tarima construida con tablones de madera dispuestos longitudi-
nalmente y transversalmente, sin ningún elemento de fijación entre ellos. El espacio
existente entre esta tarima y el fondo de la bodega se rellenó con gravas. Interpreta-
mos que esta estructura se construyó especialmente para transportar esta carga y
aislarla de la humedad del fondo de la bodega del barco. Entre las gravas aparecieron
zapatos de cuero, ya que los marineros mientras las arrojaban enterraban los pies y,
en ocasiones, perdían el calzado.
En la zona de popa, excavada en 2009, aparecieron la mayor parte de objetos aso-
ciados a la vida de a bordo de la tripulación. Ya se ha dicho que este hecho es debido
a que las estancias de los oficiales se encontraban en esta zona. Aun así también se
han recuperado objetos cotidianos en otras zonas del barco, probablemente desplaza-
dos durante el naufragio. Encontramos en este entorno instrumentos náuticos, como
compases, los filtros de un sextante u octante, diversas sondas para medir la profun-
didad, los restos de un reloj de arena, tinteros, un lápiz, una regla plegable, etc.; ins-
trumentos relacionados con la artillería como es el caso de un calibrador de cañones,
una vitola (figura 5) instrumento utilizado para calibrar balas. También elementos de
indumentaria, como son botones, (figura 6) zapatos, botas, cinturones; una esponja
y un cepillo que nos informan sobre la higiene a bordo; elementos relacionados con
la alimentación: grifos, vajilla de mesa, cubertería y numerosas botellas de cristal,
(figura 7) una incluso conservando su contenido, que una vez analizado se ha deter-
minó que era un vino de “Fondillón” de Alicante. También objetos de culto religioso
como una cruz o relacionados con la medicina, como es el caso de una jeringuilla y
un mortero.
Durante la excavación del codaste apareció una pieza excepcional: la totalidad
del timón de la embarcación (figura 8). Se encuentra tumbado detrás del codaste,
dispuesto perpendicularmente a este. Se trata de una pieza de madera de 9’5 m de
alzado que todavía conserva el recubrimiento de planchas de cobre de la zona que iba
inmersa en el agua (figura 9).
A partir de la documentación de la arquitectura naval estimamos que la eslora del
buque alcanzaba los 30-35 metros. Se trataría de un barco de 3 palos, de los cuales
hasta el momento se ha localizado la carlinga de dos de ellos, la del palo de mesana,
constituyendo una pieza independiente, y la del palo mayor, trabajada en la misma
sobrequilla (figura 10).
En la popa del palo mayor se localizaron las cavidades, en los dos lados de la so-
brequilla, de la bomba de achique de pistones. En el costado de babor se conservaba
parte del tubo de madera de este artilugio.
La estructura transversal del barco, las cuadernas, formadas por varengas y ge-
noles está fijada por medio de clavijas de madera, que unen las diferentes piezas que
las conforman entre ellas y también unen el forro. Estas clavijas están dispuestas sin
118
Arqueología subacuática y conflicto... ACTAS
Figura 5. Vitola,
instrumento utilizado
para medir el calibre
de les balas.
Figura 6. Botón
de la artillería
inglesa del cual se
documentan en gran
número en el pecio.
119
Figura 7. Botellas de cristal en el
momento de su excavación.
120
Arqueología subacuática y conflicto... ACTAS
Figura 9. Detalle de las cadenas del timón que lo fijaban al barco y donde se
puede ver también el forro de cobre que revestía su parte sumergida.
Figura 10. Excavación a ambos lados de la sobrequilla y la carlinga del palo mayor.
121
alineación, aprovechando la fisonomía de cada madera para realizar el agujero donde
tiene que pasar la clavija en esas zonas más fuertes y que por tanto resistirán mejor
las tracciones propias de la navegación. Algunas de les cuadernas presentan marcas
numerales realizadas por el carpintero de ribera.
En cuanto al casco de la embarcación, conserva in situ las planchas de cobre que
cubrían la obra viva. Una serie de pernos de bronce de 3 cm. de diámetro unen la
estructura longitudinal con la transversal, es decir, la sobrequilla, las cuadernas y la
quilla. En el complejo de popa las piezas quedan fijadas entre ellas también con per-
nos de bronce así como en las cabezas de las tablas del forro. Las tablas del pañol se
fijan a las cuadernas por medio de clavijas de madera alternadas con clavos de hierro.
122
Arqueología subacuática y conflicto... ACTAS
6 SUCHET, Louis Gabreil: Memorias del Mariscal Suchet, Duque de Albufera, sobre sus campañas
en España, desde el año 1808 hasta el 1814, escritas por él mismo, traducidas en español, con el mas parti-
cular esmero, por G. D. M., Tomo Cuarto. Paris, 1829, pp. 22.
7 BLANCH, Adolfo.: Cataluña. Historia de la Guerra de la Independencia en el antiguo Princi-
pado, bajo la inspección de D. Joaquin Roca y Cornet, Tomo II. Barcelona: Impr. y Libr. Politécnica de T.
Gorchs, 1861, pp. 382.
123
En la Historia Crítica de la Guerra de Independencia en Cataluña, Antoni de Bo-
farull coincide también con el número de barcos (hecho que seguramente indica que
la fuente de información de estos últimos autores debía de ser la misma): Conseguido
el reembarco total, dícese que entonces (cuando ya habían abandonado el sitio y sus
cañones los sitiadores) se tuvo el consejo de guerra de que hemos hablado, y resuelta en
él definitivamente la marcha, emprendióla la armada la noche del 19, conforme ya di-
jimos, con rumbo a Alicante, pero con tan mala estrella, que contrariada por el viento,
perdió 18 de sus buques de transporte, que pasaron en poder de los franceses, salvándo-
se solo 13, y estos tomando tierra, por fin, en el punto de su dirección, de donde el resto
de los tripulantes pudo dedicarse á prestar todavía algún servicio en contra de Suchet,
el cual, sabiendo, á la mitad de su camino, y no comprendiendo, como nadie compren-
día, la barrabasada de los ingleses en Tarragona, volvió atrás, regresando con toda la
prisa posible á Valencia en cuya capital entró nuevamente ya el 15, esto es, cuatro días
antes de que acabasen de reembarcarse en nuestras playas los inútiles auxiliares, en
mal hora dirigidos por sir Murray8.
El episodio también queda reflejado en el diario de operaciones de la División
Mallorquina, pero según esta fuente, son quince los barcos encallados sin especificar
cuantos se consigue recuperar
Día 25... A las quatro de la mañana se hizo señal para que los comandantes de los
Buques fueran a tomar órdenes de sus Gefes. A las once llegó la orden para que todos
los Oficiales y equipajes saltasen en tierra, quedando a bordo un oficial por Compañía
con la tropa y caballos, notándose que faltaban quince buques de la expedición que
por el mal tiempo habían quedado en los Alfaques de Tortosa en los se hallaban varios
Oficiales y tropa de la División.
Día 26 (...).
Día 29... El Gefe del Estado Mayor de esta División salió en la mañana de este día
para el quartel General del 3er Exercito que se hallaba en Castalla, a arreglar ciertos
negocios ocurridos en la Caballería de la División.
A las ocho de esta mañana arribaron la mayor parte de los buques que quedaron
atrasados, desembarcando la tropa que faltaba la que marcho a incorporarse a sus
cuerpos.
Día 30... Los Cuerpos de esta División existen en su misma posición sin haber ocu-
rrido novedad, y el quartel General en Alicante.
Alicante 1º de julio de 18139.
El relato de los hechos desde la óptica inglesa lo conocemos por medio de una car-
ta enviada por el capitán Charles Adam al almirante Pellew, donde describe en pri-
mera persona los acontecimientos, ya que este se encontraba cerca a bordo del HMS
Invincible, fue alertado de los hechos y se dirigió inmediatamente al lugar: Invinci-
ble, Villa nueva 4 de julio de 1813. Sir, Tengo el honor de informarle que el Almirante
Hallowell partió en el HMS. Malta del Coll de Balaguer al anochecer del día en que
124
Arqueología subacuática y conflicto... ACTAS
revistó la flota. Esto sucedió al anochecer del día 20 de los corrientes después de que el
Capitán Balhurst partiera con el convoy principal antes de oscurecer. Al día siguiente,
encontrándome en la Bahía de Salou con los barcos y barcazas junto a mis órdenes, la-
mento comunicarle que al amanecer, por medio de una ballenera, recibí una carta del
Capitán del transporte Perseus informándome que había oído cañonazos la noche del
20, y que al amanecer, con la luz del día había descubierto 10 barcazas y un schooner
armado en la orilla, cerca de las bocas del Ebro, en una situación comprometida. In-
mediatamente me dirigí hacia el lugar con los barcos a mi mando, llegando a las bocas
del Ebro la misma mañana. Me informaron que el Capitán Balhurst había vuelto al
lugar con el HMS Fame durante la noche del día anterior y había podido recuperar
cinco transportes10.
Según la carta de Adams son diez barcazas y un schooner los barcos encallados.
Explica que consiguen desencallar cinco transportes y recuperan todo el equipa-
miento posible de los barcos que quedan, aparejo, artillería y tablazón de madera, que
son transportados a Alicante. El resto queda destruido y finalmente un gran falucho
corsario baja por el Ebro procedente de Tortosa y toma prisioneros al capitán y a tres
marineros de uno de los barcos.
En una carta del capitán Withers, principal agente de transportes encargado de
reembarcar las provisiones y tropas de Tarragona, escrita desde Alicante el 21 de
julio de 1813, este informa que ha regresado a Alicante con todos los transportes,
exceptuando cuatro barcos que se especifican en el margen de la carta: Magnum Bo-
num (350 toneladas, intendencia), Southampton (262 toneladas, intendencia), Alfred
(213 toneladas, infantería), Harlequin (220 toneladas, caballos). Indica el tonelaje de
los barcos i la carga que transportaban, y explica que se han perdido totalmente en
la boca del Ebro, entre los días 21 y 24 de junio pero sin pérdidas humanas y con la
mayor parte de la carga del gobierno salvada11.
Ya ha sido remarcado al inicio de este trabajo que la excavación del pecio todavía
está en curso y la investigación en las fuentes de la época, muy extensa, justo acaba
de empezar. La contrastación de los restos arqueológicos documentados en las exca-
vaciones con las fuentes escritas de este período, permitirán identificar cuál de estos
barcos hundidos en este episodio corresponde al pecio Deltebre I.
Bibliografía
AGAR, Luis.: Diccionario ilustrado de los pertrechos de guerra y demás efectos perte-
necientes al material de artillería ordenado por el Coronel de Artillería D. Luis de
Agar é ilustrado por el Comisario de Guerra de 1ª clase D. Joaquin de Arambúrú,
Madrid, 1866.
10 Carta del Capitán Charles Adam al Vicealmirante Edward Pellew de 4 de julio de 1813. Arxivo
del Ministerio de Defensa Británico. National Archive, Kew. .
11 Esta carta forma parte de la documentación del consejo de guerra al que se sometió Sir John
Murray por los hechos de Tarragona. Mediterranean Army on the East Coast of Spain 1813 14 15. Miscella-
neous (WO 1/317).
125
BLACK, Jeremy.: European Warfare, 1660-1815. London: Yale University Press, 1994,
276.
BLANCH, Adolfo.: Cataluña. Historia de la Guerra de la Independencia en el antiguo
Principado, bajo la inspección de D. Joaquin Roca y Cornet, Tomo II. Barcelona:
Impr. y Libr. Politécnica de T. Gorchs, 1861.
BOFARULL, Antonio: Historia Crítica de la Guerra de la Independencia en Cataluña,
Barcelona: P. Nacente editor, 1886-1887.
BOUDRIOT, Jean.: L’artillerie de mer. France 1650-1850. Paris: Ancre, 1992, 198 p.
DE LIRONCOURT, Duranti.: Instruction elementaire et saisonné sur la construction
des vaisseaux. Niça: reedició 1983, 1771.
L’HOUR, M.; VEURAT, E.: De l’étude archéologique appliquée aux sites d’époque
moderne: l’exemple des épaves de la Hougue, Archeologia Subacquea, come opera
l’archeologo sott’acqua, storie dalle acqua. Florencia: Volpe, G. (ed.), All’insegna
del Giglio, 1998, p. 381-408.
LIPSCOMBE, Nick.: Wellington’s Guns: The Untold Story of Wellington and his Arti-
llery in the Peninsula and at Waterloo. Oxford: Osprey Publishing, 2013.
PUJOL, Marcel.; DE LA FUENTE, Pablo.; RAURICH, Xim.; SÁNCHEZ, Andrés.;
LLORENS, Josep Maria; PALOMO, Antoni.; NIETO, Xavier.: Roses II, Perola V
i Presido: Tres vaixells enfonsats a l’Empordà durant la Guerra del Francès (1808-
1814). Girona: Monografies del CASC 4, 2003, 188 p.
SANCHEZ-ARCILLA, Agustín.; JIMENEZ, José A.; VALDEMORO, Herminia I.:
«The Ebro Delta: Morphodynamics and Vulnerability», Journal of Coastal Rese-
arch. 1998, 14 (3), pp. 754-772.
SUCHET, Louis Gabreil: Memorias del Mariscal Suchet, Duque de Albufera, sobre
sus campañas en España, desde el año 1808 hasta el 1814, escritas por él mismo,
traducidas en español, con el mas particular esmero, por G. D. M., Tomo Cuarto.
Paris, 1829.
UNESCO: «Convenció sobre la protecció del patrimoni cultural subaquàtic», Instru-
ments Normatius de la Unesco 7. París, 2009.
VIVAR, Gustau.; GELI, Rut.; La documentació planimètrica a partir de la fotografia,
in Nieto, Xavier., CAU, Miquel Angel, Arqueologia Nàutica Mediterrània, Mono-
grafies del CASC 8, 2009, p. 215-224.
VIVAR, Gustau.; GELI, Rut; NIETO, Xavier.: «Deltebre I. Un barco hundido en la de-
sembocadura del Ebro durante la Guerra del Francés», I Congreso de Arqueología
Náutica y Subacuática Española, Cartagena, 14, 15 y 16 de marzo de 2013. Cádiz:
Universidad de Cádiz, 2014, pp. 279-287.
WISE, Terence.: Artillery equipments of the Napoleonic Wars. Oxford: Osprey Publis-
hing, 1979.
126
ACTAS
Resumen
127
Fotografía 1. El castillo de Montsoriu en la actualidad
(Patronat del Castell de Montsoriu).
1. El Castillo de Montsoriu
Desde una perspectiva arquitectónica, Montsoriu, está formado por tres recintos
amurallados situados de forma casi concéntrica, que constituyen el núcleo central
128
La vida cotidiana en los viejos castillos... ACTAS
Fotografía 2. Detalle e
las defensas del acceso
principal del castillo
Montsoriu (Patronat del
Castell de Montsoriu).
129
3. El alejamiento de la familia a los vizcondes de Cabrera
130
La vida cotidiana en los viejos castillos... ACTAS
«Fou feta deliberació e conclusió que sien anadits quatre homens a peu fiables per
custodia del castell de Montsoriu ab lo stipendi acostumat dar als altres companyons
destinats a la dita custodia e despeses del General, així que ab los sis que ja hi eren
sien X companyons»2.
«Item que dels bens del dit General sien donats al capità del Castell de Muntsuriu
per defensió d’aquell, un caxó de passadors, una roba de pólvora, L pessadors de leva,
dos mertinets é XXX gansalles de fil de ballesta.»3
« (...) per no venir en mans dels enemichs qui ofici de lladres mes que de bons gue-
rres usen, el més prest per fer-se puixe vos e los monjos e preveres ab totes les coses
1 CATALÀ, Pere: Els castells catalans. Barcelona: Rafel Dalmau ed, 1992, vol. III, p. 344.
2 BOFARULL, Próspero: Colección de Documentos Inéditos del Archivo General de la Corona de
Aragón. Barcelona: Archivo de la Corona de Aragon, 1850, Vol. XXIII, p. 386.
3 Ibidem, p. 465.
131
Fotografía 3. Imagen de Montsoriu a inicios del siglo XX (MEMGA).
així sacres com profanes e vitualles vos recolliau al Castell de Montsoriu on stareu
segurament e fareu lofici devotament e sens temença alguna»4.
A finales del siglo xv, con la guerra terminada y con el castillo nuevamente en
manos de la familia de los vizcondes de Cabrera, tendrá lugar la boda entre Ana de
Cabrera y Fadrique Enríquez. Los Enríquez de Cabrera establecerán su residencia en
Medina de Rioseco, cosa que supondrá el alejamiento definitivo de la familia vizcon-
dal, de las tierras y vasallos que durante quinientos años habían constituido el núcleo
de sus dominios.
132
La vida cotidiana en los viejos castillos... ACTAS
como es el caso de la licencia concedida por parte del obispado de Girona para trasla-
dar a la villa de Hostalric el servicio del beneficio de la capilla del castillo debido a la
ruina en que se encontraba la mencionada capilla5. O la descripción que encontramos
en un memorial encargado por Francesc de Montcada el año 1590, sobre las necesida-
des de reparación de los castillos de Montsoriu, Palafolls y Anglès:
« (...) el de Monseliu le fuy a ver, el qual anda deruiendose, y para repararse con-
forme han dicho los oficiales que le han visto se hauria de gastar mil y quinientos o
dos mil escudos, lo que convenga para gora seria procurar de adovar los canales de la
cisterna, que estan en algunas partes rotas, y reparar todos los texados y corredores,
que l’agua como llueve se puede recoger en la cisterna o que vaia fuera, que no gaste
la casa, y para este reparo solo hise subir alla officiales y dixeron que para esso her
menester quinientos o seis çientos escudos»6.
La arqueología nos demuestra que estas obras no se llevaron a cabo, excepto pe-
queños trabajos realizados para desatascar algunos de los canales de recogida de
133
agua, entre ellos el canal de desagüe principal de la cisterna, lo que comportó la des-
trucción de parte de los pavimentos cerámicos que cubrían estos canales.
Finalmente en el año 1626 el castillo de Montsoriu será vendido a los condes de
Solterra. En el documento de compra-venda podemos leer:
«(...) totum illud castrum de Montsoriu, situm in Vicaria de Gerunda nunc pro
maioris parte dirutum et desabitatu (...)»7.
7 Biblioteca de Catalunya: Fons Solterra 14/25 a 14/26. Notas de la venta realizada por el marqués
de Aitona al conde de Solterra del castillo de Montsoriu en el término de Arbúcies.
134
La vida cotidiana en los viejos castillos... ACTAS
Fotografía 5. Una parte de los objetos después de su restauración (R. Maroto - CRMBC).
135
Fotografía 6. Objetos de cristal en proceso de restauración (MEMGA).
Por lo que se refiere a los 10.922 restos de fauna vinculados a este hallazgo, estudia
dos por Violeta Novella y María Saña, del laboratorio de arqueozoología de la Uni-
versidad Autónoma de Barcelona, es interesante comprobar que mayoritariamente
corresponden a mamíferos (70%) con un 96% de animales domésticos; y con una
presencia también importante de aves (28%). De manera más puntual también se han
estudiado 147 restos de pescado y 8 restos de malacofauna.
En cuanto a las especies más representadas son los ovicápridos que representan el
49%, con unas pautas de sacrificio que evidencian unas prácticas ganaderas orienta-
das a la producción de lana y carne, mostrando una mayor frecuencia de sacrificio en
machos jóvenes y adultos y en hembras adultas en el caso de las ovejas, y en machos
jóvenes y hembras adultas en el caso de las cabras. El segundo grupo más represen-
tado corresponde a los cerdos domésticos 38% con unas pautas de sacrificio muy es-
pecíficas por lo que se refiere a los machos (entre 1 año y medio y dos años), mientras
que las hembras eran sacrificadas cuando su función reproductiva había finalizado.
Finalmente el tercer grupo más representado son los bóvidos con un 5 % de los restos
recuperados.
136
La vida cotidiana en los viejos castillos... ACTAS
Por lo que se refiere a las especies salvajes destacan especialmente el grupo de las
aves con un 78%, aunque también están representados mamíferos como el ciervo,
corzo, jabalí, conejo y liebre (siendo estas dos últimas especies, los más frecuentes
dentro del grupo de los mamíferos 51%). También se han encontrado restos corres-
pondientes a pequeños carnívoros como el zorro y el tejón, explotados posiblemente
para la obtención de piel.
Especialmente lo que se refiere a las especies salvajes destacan especialmente el
grupo de las aves con un 78%, aunque también están representados mamíferos como
el ciervo, corzo, jabalí, conejo y liebre (siendo estas dos últimas especies, los más fre-
cuentes dentro del grupo de los mamíferos 51%). También se han encontrado restos
correspondientes a pequeños carnívoros como el zorro y el tejón, explotados posible-
mente para la obtención de piel.
Es también interesante observar que la presencia de todas las partes del esqueleto
en todas las especies domésticas nos indica que de manera frecuente el procesado del
animal se realizaba dentro del mismo castillo.
6. Conclusiones
Dentro del contexto de lo que generalmente se conoce como Edad Moderna, mu-
chas de las viejas fortificaciones construidas en la Baja Edad Media, sufrirán procesos
de decadencia o readaptación incluso a otros usos, como es el caso del norte de Cata-
luña donde numerosas torres de origen medieval quedaran integradas en el complejo
arquitectónico de masías, perdiendo por tanto buena parte de la función defensiva y
hasta cierto punto también de control territorial, por la que fueron construidas en un
contexto de relaciones feudales.
En el caso de grandes castillos, ya hemos comentado que la casuística que observa-
mos es diversa y dependerá de numerosos factores. En el caso concreto de Montsoriu,
se produce un proceso paulatino de decadencia que se prolongará durante dos siglos,
y que a través de las fuentes históricas y la arqueología se ha podido documentar
perfectamente.
En este sentido, es importante recordar, que el modelo que observamos en Mont-
soriu y que vemos repetido en numerosas fortificaciones catalanas, está relacionado
directamente con el desarrollo, avatares y/o decadencia de una parte importante de
la nobleza feudal de estos territorios.
Sin embargo, des de un punto de vista patrimonial, en el caso de Montsoriu, este
proceso de decadencia es el que nos ha permitido contar hoy en día con un testi-
monio excepcional de la arquitectura medieval gótica, y a través de la arqueología,
poder disponer de una secuencia muy completa de las formas de vida así como de los
testimonios materiales, de la vida cotidiana en estas viejas fortificaciones a lo largo
de los siglos XV al XVII.
137
Bibliografía
138
ACTAS
Resumen
139
1. Describir e imaginar la guerra
La gran Guerra de Sucesión española, el conflicto más grande habido hasta el mo-
mento en la historia de la humanidad marcó el imaginario de las gentes de la época.
No es de extrañar que en toda Europa los folletos, romances, grabados, libros y ga-
cetas que hablaban de la guerra fueran consumidos masivamente. La gente quería y
necesitaba saber y estar al día. El consumo de cartografía de batallas y asedios de ciu-
dades fue extraordinario, así como la iconografía mixta que mostraba, a la vez, ma-
pas que reflejaban diferentes momentos temporales e imágenes de mandos y ejércitos.
Barcelona se convirtió en uno de los referentes del conflicto. Ciertamente que la
guerra se decidió en los campos de Flandes y Picardía, entre Calais y las Ardenas,
como la mayor parte de los conflictos europeos. Sin embargo Barcelona y Cataluña
tuvieron un papel importante2. Barcelona fue la capital de Carlos III, y en ella se apo-
yó para impulsar el sueño de una reordenación de una Europa, y en este sentido la
ciudad se convirtió en un referente europeo. No es de extrañar que el efímero asedio
austriacista del 1705, y el asedio borbónico de 1706, fueran ampliamente cartografia-
dos. Y también contaron con una buena producción cartográfica batallas como las de
Almenar, Zaragoza y Prats de Rei. El frente peninsular y el catalán fueron emblemáti-
cos en tanto que allí luchaban Carlos y Isabel Cristina contra Felipe. De igual manera
el asedio de Barcelona de 1713-1714 conmovió a los europeos y fue objeto cartográfi-
co y explícitamente iconográfico en tanto que hubo grabadores que lo utilizaron para
explicar técnicas miliares y casuísticas de las guerras del momento3. De entre todas
las aproximaciones al asedio de Barcelona destaca la iconografía de Jacques Rigaud,
una fuente casi coetánea que se convirtió en un referente ampliamente replicado4.
140
Jacques Rigaud. Iconografía didáctica de un asedio... ACTAS
Entre la extensísima obra de Jacques Rigaud hay también una serie de seis graba-
dos, Vues des actions les plus remarquables du siège et ataque d’une place, inspira-
dos en el sitio de Barcelona7. Estos grabados se adjuntaron, a modo de apéndice, en
diversas ediciones impresas que reunían repertorios de iconografía de temas muy
diversos. Tal es el caso de Recueil choisi des plus belles vues des palais, des châteaux
5 HUNT, John Dixon: Gardens and the Picturesque: Studies in the History of Landscape Architec-
ture. Cambridge: MIT Press, 1994.
6 DE BELIDOR, Bernard Forest: La science des ingénieurs, dans la conduite des travaux de fortifi-
cation et d’architecture civile. París: Henri Scheurleer, 1734.
7 HERNÀNDEZ, Francesc Xavier; RIART, Francesc: Barcelona 1714. Jacques Rigaud: crònica de
tinta i pólvora. Barcelona: Librooks, 2014.
141
et maisons royales de Paris et des environs8, que reunía trabajos realizados entre 1720
y 1738. Pero las recopilaciones de este tipo se continuaron recomponiendo y reedi-
tando después de 1738. El sobrino de Jacques Rigaud, Jean Baptiste Rigaud continuó
publicando, a partir del 1750, recopilaciones que mantenían los trabajos de su tío y
los suyos propios. A partir de 1750 se hicieron ediciones alemanas e inglesas. Las
ediciones no siempre fueron concordantes. En 1740 se hicieron, como mínimo dos
ediciones de Rigaud, Chéreau y Basán, una con 106 grabados, y otra ampliada de 129
grabados. Estos recopilaciones mostraban iconografía de elementos arquitectónicos
(palacios y castillos); espacios urbanos y ajardinados: Paris, Versalles, Marly, Meudon
et Saint-Germain, Fontainebleau, Vincennes tiene Choisy, etc., y también incluían la
serie Vues des actions les plus remarquables du siège et ataque d’une place, que no
tenían demasiado que ver, en cuanto a temática, con el resto de trabajos reunidos.
Probablemente con estas recopilaciones los editores pretendían ofertar un trabajo de
conjunto y las láminas militares servían de relleno o complemento. En este sentido
podemos hipotetizar que los grabados del asedio fueron elaborados, con una finali-
dad determinada, o para responder a un encargo y que, posteriormente, se añadieron
en recopilaciones destinadas a la venta directa a partir de 1740.
Los grabados, se realizaron con anterioridad a 1740. El primero de la serie incor-
pora en la parte inferior derecha la fecha de 1732 que, probablemente, indica cuándo
se realizó el trabajo. La fecha es congruente con algunos elementos que pueden servir
para datar el trabajo. Así los oficiales aún no llevan pelucas con rulos, sino peluquines
con tirabuzones y coletas atadas con cinta espiral. Los soldados llevan cabello largo
suelto y algunos coleta atada con pajarita. Todo ello corresponde a una estética que
cuadraría con los años 30 o 40. Por otra parte la ausencia de solapas en las casacas, y
los bolsillos horizontales y altos también nos sitúan. Si aparecieran solapas o faldones
abrochados la cronología nos acercaría a la segunda mitad del XVIII, y si los bolsillos
fueran verticales habría que pensar en los comienzos de siglo. Igualmente los tricor-
nios, muy elevados por delante, con pico acandilado, son congruentes con los años 30
y hasta 40. Por tanto la fecha de 1732 podría ser verosímil.
El grabado cuenta con una dedicatoria textual explícita que orienta respecto a la
fecha de elaboración del trabajo. Se dice que la obra “Representations des actions les
plus considerables du siege d’une place” está dedicada a François-César Le Tellier,
marqués de Montmirail, de Courtanvaux, etc. Dice también que es capitán coronel
de los Cien Suizos de la Guardia de Corps de su Majestad. En el centro de la leyenda
del grabado se pueden ver las armas de los Le Tellier, tres lagartos de plata sobre azur
y tres estrellas de oro sobre gules. Este aristócrata (1718-1781) era bisnieto de François
Michel Le Teiller Marques de Louvois (1641-1691) que había sido la mano derecha
de Luis XIV en temas militares. Su abuelo era François Michel Le Tellier marqués
de Courtenvaux (1663-1721) secretario de guerra de Luis XIV. Su padre François Le
Tellier (1693-1719) murió muy joven cuando él tenía un año. El abuelo para asegu-
rarle la posición le nombró capitán-coronel de la Guardia Suiza a pesar de no haber
8 RIGAUD, Jacques: Recueil choisi des plus belles vues des palais, des châteaux et maisons royales
de Paris et des environs. Paris: Chez Chéreay et Basan, 1720-1738.
142
Jacques Rigaud. Iconografía didáctica de un asedio... ACTAS
cumplido los dos años. Cuando se convirtió en adolescente, como todos los jóvenes
aristócratas de la época, recibió formación militar e hizo su primera campaña en
1733, a la edad de quince años como ayudante del mariscal Noailles, su tío. En 1740,
con 22 años, se convirtió de manera efectiva capitán-coronel de los Cien suizos y con
las tropas reales luchó en Bohemia y Baviera. Sin embargo su salud no le permitió
continuar la carrera militar y, a partir del 1745, se dedicó a la investigación científica
y especialmente a la mecánica y la astronomía. Teniendo en cuenta este contexto
podríamos pensar que efectivamente la dedicatoria se podría haber hecho entre 1740
y el 1745, cuando él ejerció el mando efectivo de la unidad de guardias suizos. Sin em-
bargo, si tenemos en cuenta que en 1719, con un año de edad, ya era teniente-coronel
tenemos un amplio abanico de fechas posibles, en cuanto a diseño del grabado, que
van desde 1720, cuando Jacques Rigaud llega a París, hasta 1745, momento en que Le
Tellier dejó la carrera militar. Todo ello corrobora que la fecha señalada en el primer
grabado, 1732, congruente con la moda de vestidos y peinados, es verosímil9.
Sabemos que los grabados están dedicados a un militar que tenía opciones de fu-
turo y que en 1732, con 14 años, estaba a punto de comenzar su primera campaña
con el Duque de Noailles. En este contexto no es descabellado pensar que alguien
con poder encargó a Jacques Rigaud los grabados para hacer un regalo a un joven en
formación, o tal vez para poder ayudar directamente a su formación a partir de un
producto didáctico, un material que ayudara a un joven teniente-coronel de 14 años
a entender cómo se asalta una ciudad. Los grabados también podrían haberse reali-
zado a iniciativa de Rigaud para acercarse a las esferas del poder. Desde los tiempos
del Marqués de Louvois, los Le Teiller habían estado controlando la política militar
del reino. El joven François César, pertenecía a un entorno familiar poderoso, tenía
posibilidades de convertirse en un cortesano de primer orden. Esto obviamente daba
un valor añadido al trabajo.
¿Por qué se escogió el caso de Barcelona para mostrar el modelo de asalto? Las
razones pueden ser varias, hay que tener presente que Rigaud estaba familiarizado
con los temas militares y es de suponer que siguió el devenir de la Guerra de Sucesión
Española. Uno de sus maestros en Marsella, Michel Gospard Serre era de Tarragona.
Por otra parte Rigaud trabajó para uno de los ingenieros militares más destacados del
momento, Bernard Forest de Belidor y con él preparó grabados muy técnicos. Belidor
hijo de un oficial francés había nacido en Cataluña el 1698. Su padre murió en los
últimos momentos de la campaña de Vendôme y él fue recogido por un oficial de arti-
llería. Probablemente Belidor debería hacer un seguimiento preciso de las campañas
de la Guerra de Sucesión Española y sin duda del asedio de Barcelona. Esta relación
con Belidor también podría haber reportado a Riguad un buen conocimiento de la
campaña catalana.
Por otra parte el entorno familiar de François César, los Le Tellier y los Noailles,
estuvieron implicados en la política de guerra y en los escenarios catalanes de la Gue-
rra de Sucesión, y algunos participaron directamente en la campaña de 1713-1714 y
en el sitio de Barcelona. Por tanto el caso de Barcelona, probablemente bien conocido
9 Véase al respecto HERNÀNDEZ, Francesc Xavier; RIART, Francesc: op. cit. pp. 19-20.
143
y documentado, era uno de los más adecuados para iconografiar. La campaña catala-
na de 1713-1714 era conocida por los actores, había impactado en la opinión pública
y además, había sido la última, ya que la Guerra de Sucesión Polaca (1733-1738) y la
Guerra de los Siete Años (1756-1763) tardarían en llegar, y el conflicto con España
que había provocado el establecimiento de la Cuádruple Alianza (1718-1720) no había
comportado enfrentamientos relevantes. El asedio y asalto de Barcelona había sido la
última gran batalla de la Guerra de Sucesión Española y un modelo de sitio singular
y significativo.
Es de suponer que fuera de una manera u otra Rigaud dispuso de información
suficiente para plantear sus grabados sobre cómo debía establecerse el asedio de una
ciudad fortificada tomando Barcelona, un asedio reciente y bien documentado, como
referencia. Sobre el asedio de Barcelona existía cartografía impresa y también libros
descriptivos. Y si con esto no hubiera sido suficiente hay que suponer que los Le Te-
llier podían suministrar toda la cartografía y la información necesaria para ejecutar
el trabajo.
Jacques Rigaud trabajó para crear una iconografía sobre cómo asediar una plaza
fuerte. El caso sobre el que se inspiró fue el de Barcelona. Sin embargo la obra no es
una descripción de Barcelona, ni del sitio de Barcelona, que, por otra parte fue muy
duro para las armas francesas. Rigaud procuró definir una imagen comprensible,
“de manual”, de un asedio. Tenía la información de Barcelona, pero debía rectificar
la realidad para hacer más comprensible un modelo entendido como representación
simplificada y comprensible de la realidad. En el grabado, la morfología de ciudad, los
lugares, los detalles se simplifican, desaparecen o se transforman, y las perspectivas
se rectifican, en función de las necesidades didácticas. Las formas de los baluartes y
el sky line de la ciudad se convierten anecdóticos ya que lo importante de la represen-
tación son las fases del asedio, el asalto y el castigo final que espera a aquellos que no
se someten a las armas reales. De igual manera los soldados van equipados según los
cánones del momento en el que se está realizando el dibujo.
Es probable que las láminas se utilizaran para adiestrar al joven François César
Le Tellier, o quizás como material didáctico para formar ingenieros. Sin embargo el
joven Le Tellier no prosperó demasiado en la carrera de las armas, ni como cortesa-
no absolutista. Optó por la ciencia. Rigaud debió obtener poco provecho del trabajo
dado que la influencia de los Le Tellier debió ir a la baja. A partir de 1740, con el mate-
rial amortizado, Rigaud decidió reaprovechar el material poniendo los grabados a la
venta, o bien utilizándolos como material de relleno en las ediciones que explicaban
los monumentos de Francia. Sin embargo la iniciativa tuvo éxito, los grabados se
editaron en Inglaterra y Alemania y de ellos se hicieron múltiples réplicas durante el
resto del siglo xviii. Fueron copiados, readaptados o actualizados en muy numerosas
versiones, hasta convertirse en un tópico, en el tópico de la guerra de asedio. Todo ello
esta singular vía iconográfica convirtió el sitio de Barcelona en un material didáctico
y estos grabados, con el paso de los años, se han convertido en un referente importan-
te para entender cómo sucedieron los hechos.
144
Jacques Rigaud. Iconografía didáctica de un asedio... ACTAS
145
las sagas militares de Francia. Tenemos casos similares de productos didácticos (ico-
nografía o maquetas) para adiestrar a jóvenes nobles y príncipes en los rudimentos
de la fortificación, el caso de la maqueta de plata Estudio de Fortificación, empleada
por Felipe V sería, en este sentido, emblemática. No parece que la serie tuviera como
objetivo formar ingenieros, ciertamente la iconografía de Rigaud podía ser útil para
introducir y contextualizar situaciones de ataque, pero no ayudaba a la formación
técnica. Contrariamente sí que podía ser útil para introducir la problemática de la
fortificación a oficiales de diferentes armas, y por supuesto era un elemento que podía
ayudar a que la población se hiciera cargo de los costes de la construcción y expug-
nación de fortificaciones. Hay que tener presente que la opinión pública europea del
siglo xvii y xviii siguió con asiduidad las alternativas bélicas del momento. En este
sentido, una vez cubierta la finalidad principal, de hacer un presente a Le Tellier, los
grabados terminaron a disposición de las personas interesadas, fueran miembros del
ejército o bien público amplio espectro.
El hecho de que los grabados de Rigaud fueran traducidos a los más diversos idio-
mas, manteniendo su función didáctica, y que fueran ampliamente copiados y rea-
daptados evidencia que había un mercado dispuesto a consumir iconografía militar.
Las seis láminas y sus réplicas explicaban como se atacaba una plaza, pero en las nue-
vas versiones las formas y elementos representados subsistían, de forma desigual. Los
elementos morfológicos de Barcelona que habían sido utilizados para componer la
imagen se modificaban, giraban o transformaban según los casos a evocar. Los ecos
de Barcelona están presentes en toda la serie, pero mezclados con deformaciones,
adicciones y cambios para adaptar la imagen a Dresde, Colbert o Mastricht.
5. Ouverture de la tranchée
146
Jacques Rigaud. Iconografía didáctica de un asedio... ACTAS
147
Figura 2. Comment l’on soutient et repousse les sorties
El tercer grabado muestra el coronamiento del camino cubierto, acción que suce-
dió los días 30 y 31 de julio de 1714. Las tropas de Villarroel defendieron la posición
pero, muy superadas en efectivos, tuvieron que retirarse hacia el interior de la ciudad.
Una vez construida la tercera línea paralela, en la base del glacis, la artillería ya dis-
paraba desde muy cerca contra las murallas, pero aún no tenía suficiente ángulo para
batir la zona media y baja de los muros, había que aproximarse aún más cerca. Desde
la tercera paralela se ataca el camino cubierto defendido por los sitiados. El objetivo
es echarlos de esta línea de defensa y construir una trinchera que fuera recorriendo
todo el camino cubierto por el exterior. Desde esta trinchera se podía combatir con
disparos de fusil y también se podían instalar cañones para batir a corta distancia los
muros.
La cuarta lámina muestra el asalto a los baluartes de Santa Clara y Portal Nou, se
trata de la batalla o batallas que se sucedieron los días 12, 13 y 14 de agosto de 1714.
Antes de hacer el asalto definitivo por la Brecha Real, la que los cañones de asedio
abrían en la cortina que se extendía entre los baluartes de Santa Clara y Portal Nou,
Berwick quiso apoderarse de los dos baluartes que flanqueaban los accesos. Si los
catalanes se mantenían en estas dos posiciones y hacían fuego cruzado contra los
asaltantes las bajas podían ser numerosas aunque, en la realidad, la distancia entre
148
Jacques Rigaud. Iconografía didáctica de un asedio... ACTAS
ambos baluartes era muy grande y se hacía difícil hacer un fuego eficaz para cubrir
los accesos a la brecha. Berwick atacó con furia ambos baluartes y llegó a dominar las
plataformas de ambos. A lo largo de los días 12, 13 y 14 los combates fueron terribles,
pero los catalanes, finalmente, consiguieron expulsar los invasores. Ambos bandos
tuvieron centenares de muertos. Por lo tanto la operación que describe Rigaud efec-
149
Figura 5. L’assaut donné au corps de la place
El quinto grabado es, sin duda, el más famoso de la serie de Rigaud. Muestra el
asalto a la ciudad. La serie deja en suspenso lo que sucede entre el cuarto grabado
y este quinto. En el caso de Barcelona entre los intentos de tomar los baluartes y el
asalto final pasó casi un mes. En este sentido la linealidad que quiere sugerir el dis-
curso de los grabados no existió. Por otra parte las diferencias entre ambos grabados
evidencian que hubo una intensa acción artillera contra las murallas entre uno y otro
momento. En esta imagen, como en los grabados anteriores, la iconografía condensa
situaciones y hechos que sucedieron con ritmos diferentes. La idea central es que la
ciudad fue asaltada desde diferentes espacios, a partir de las brechas de los baluartes y
por la Brecha Real abierta entre los baluartes de Santa Clara y Portal Nou. En realidad
los hechos no fueron así. Las fuerzas de Berwick lograron entrar coronando las bre-
chas de Molins y Carnalatge, que no aparecen representadas en el dibujo. A continua-
ción, y desde la retaguardia, se apoderaron del baluarte de Llevant y del de Santa Cla-
ra. El grabado evidencia hasta qué punto preocupó a los borbónicos la Brecha Real y
150
Jacques Rigaud. Iconografía didáctica de un asedio... ACTAS
151
del rey. En este sentido quiere tener una función ejemplarizante. Sin embargo este
último grabado tiene poco que ver con lo que sucedió en Barcelona por dos razones.
La primera es que el paisaje urbano que se presenta no se parece al de Barcelona, y
en segundo lugar Barcelona pactó una capitulación que salvó la ciudad. En los pri-
meros días que siguieron a la rendición ni las personas, ni sus propiedades fueron
violentadas. Sin embargo la serie de láminas de Rigaud, pensadas con una finalidad
propagandística y didáctica, tenía que explicar que es lo que le pasa a una ciudad
que optaba por la resistencia: el saqueo y los excesos de la soldadesca, que es lo que
muestran las imágenes. Sin embargo, en el mismo texto y en la ilustración, se indica
que se pone freno a los excesos diciendo que el mando ordena detener el saqueo para
preservar vidas y bienes que pueden ser útiles. En cualquier caso la lámina nos mues-
tra una situación de pillaje y la brutalidad de los soldados contrasta con la refinada
ya la vez firme “humanidad” de los mandos. De hecho Felipe V había dado órdenes
precisas a Berwick con objeto de que aplastara la resistencia y destruyera la ciudad.
Berwick estaba dispuesto a arrasar Barcelona, sin embargo la dura resistencia, y la
incertidumbre que esta implicaba le hizo cambiar de opinión. Antes de arriesgarse
a perder más soldados, o sufrir una desbandada, Berwick aceptó el parlamento y la
capitulación. Nada de lo que aparece en este grabado sucedió. Barcelona no fue sa-
queada, si no que capituló por la vía del pacto.
Bibliografía
152
ACTAS
Resumen
En los últimos años los juegos recreativos de tablero de simulación histórica han
ido suscitando un interés creciente en ámbitos académicos y docentes. En este artícu-
lo analizamos, a partir de diversos ejemplos, cómo estos juegos representan diversos
conflictos del siglo xviii y qué compromisos adoptan entre la jugabilidad y la histo-
ricidad.
Palabras clave: juegos, simulación, wargames, asedios
1. Introducción
En este artículo intentamos ver cómo los juegos recreativos de tablero de simula-
ción histórica simulan los diversos aspectos políticos y militares del siglo xviii. Para
ello daremos una visión global de los juegos de simulación histórica, de sus condi-
cionantes y planteamientos y pasaremos luego a valorar cómo representan y destilan
los conflictos del siglo xviii, haciendo hincapié en los juegos centrados en asedios y
fortalezas, a pesar de su relativa escasez.
En los últimos años, el mundo de los juegos, más allá de su interés puramente
antropológico, ha empezado a introducirse en el terreno académico, a menudo de la
153
mano de los videojuegos, que son uno de los sectores económicamente más pujan-
tes, pero también, más modestamente, de la mano de los juegos de mesa, tanto los
de simulación histórica como de otros tipos. Hay que decir que ello no es ajeno al
surgimiento de la ludificación (gamification) y los serious games, cuyo objetivo es el
uso de juegos o de aspectos lúdicos en contextos no lúdicos, con objetivos diversos
(resolución de problemas, docencia, formación, etc.).
Un juego, en la ya clásica definición de Johan Huizinga de 19381, completada pos-
teriormente por Roger Caillois2 , se define a partir de cinco aspectos: a) se desarrolla
dentro de unos límites temporales y espaciales determinados; b) se desarrolla según
reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas; c) tiene una finali-
dad en si misma; d) se acompaña de un sentimiento de tensión y alegría, y e) se tiene
la conciencia de ser diferente que en la vida cotidiana. Queremos aquí remarcar el
aspecto c, ya que trataremos de juegos pensados exclusivamente con el objetivo de
ser juegos, no juegos para ser usados con alguna otra finalidad, como puedan ser
juegos creados con objetivos didácticos o para mejorar la compenetración en un
equipo de trabajo empresarial, pongamos por caso, aunque ello no sea óbice para
que sean usados así.
Restringiéndonos más al tema propuesto, los juegos como representación de con-
flictos militares (wargames, conflict simulation games) se remontan al Kriegspiel de
von Reisswitz, de 1811, y durante los doscientos años siguientes, muchas fuerzas
armadas los han empleado como herramienta de formación, pero en tal caso se trata
de juegos pensados para un fin concreto, de formación de cuadros militares, y no
como juegos en sí mismos, que son los que nos proponemos valorar en este artículo.
Así pues, en lugar de juegos pensados para uso profesional por militares y analistas,
nos centraremos en los juegos de simulación publicados y disponibles comercial-
mente para el gran público, destinados al uso de aficionados, lo que Philip Sabin
denomina juegos de simulación recreativos y, básicamente, coincide con la definición
de Huizinga antes presentada3. Estos juegos pueden ser de varios tipos, y a grandes
rasgos, se diferencia entre juegos de tablero, juegos de miniaturas y juegos de orde-
nador.
En lo que sigue nos centraremos solo en los juegos de tablero, por las razones que
exponemos a continuación. La creación de juegos recreativos de simulación, espe-
cialmente de tablero, implica tomar decisiones a los autores, a hacer compromisos
entre historicidad y jugabilidad. Estos compromisos obligan al autor a concretar y
a destilar qué es lo que quiere representar de una época o de un conflicto, destila-
ción de elementos históricos que es especialmente crítica en un juego de tablero, en
comparación con uno de ordenador, dado que el soporte informático permite hacer
mucho trabajo oculto a los jugadores y presentar a estos el resultado final de cálculos
relativamente complejos; en un juego de mesa, en cambio, son los jugadores los que
154
Juegos de simulación histórica... ACTAS
tienen que hacer este trabajo y es esto lo que obliga al autor a reducir los procesos
simulados a su mínima expresión, a la máxima abstracción posible pero compatible
con una cierta historicidad.
155
de simulación hace compromisos con la historia y este, en concreto, hace muchos,
pero sus mecanismos simples de movimiento y combate, de control político y de ges-
tión de recursos, contribuyen a dar una simulación muy interesante6.
Para empezar, nos podemos fijar en cómo se gana: con el control político de las tre-
ce colonias. El jugador británico debe recuperar el control en seis de las trece colonias
para ganar la partida, pese a que históricamente los británicos solo habían recupera-
do Georgia al final de la guerra. En este sentido quizá las condiciones que impone el
juego son excesivas desde un punto de vista histórico y con menos colonias contro-
ladas los británicos ya hubieran tenido suficiente para aplastar la revuelta7. En este
caso, tenemos un ejemplo en el que prima la jugabilidad sobre los aspectos históricos,
como compromiso para equilibrar el juego. Otro aspecto destacable es la simulación
del control de territorio: el jugador británico necesita presencia militar para controlar
el territorio, mientras que el americano lo controla sin necesidad de presencia militar.
Los detalles concretos del control efectivo se pierden, voluntariamente, pero el resul-
tado global da una sensación adecuada. Al fin y al cabo, como en la mayoría de juegos
de simulación se trata de transmitir al jugador una sensación: si el británico quiere
controlar las colonias deberá llevar efectivos militares, de donde sea, pero deberá
hacerlo; el americano solo tiene que convencer a la gente para que le siga, pero sin
dejar demasiadas puertas abiertas a las acciones militares británicas, lo que se puede
conseguir reclutando milicias e impulsando el Ejército Continental, pero no se puede
reclutar si previamente no se tiene un mínimo control territorial.
Pasando a aspectos políticos, la intervención francesa nos permite ver cómo, en la
mayoría de juegos de simulación de conflictos, cuanto más político es un hecho, de
forma más abstracta está representado y más dirigido está por las reglas. En el juego
que nos ocupa, influir en Francia es el aspecto más esquemático y abstracto del juego:
no hay detalles, consiste en mover un marcador en un sentido u otro; no hay nin-
guna simulación de acción política, diplomática o militar. Este es un claro ejemplo
de la reducción de complejos engranajes diplomáticos y políticos a un mecanismo
totalmente desconectado de la realidad en sus detalles pero con un resultado final
satisfactorio.
Finalmente, We the people sirve también para comentar el problema del final de
una partida. A diferencia de la historia, aquí los jugadores saben cuándo acaba un
conflicto. Para evitar este conocimiento previo, la simulación puede adoptar diferen-
tes mecanismos: que el conflicto acabe solo cuando se cumplan determinadas condi-
ciones de victoria o hacer que el final de la partida sea variable, más o menos aleato-
rio. En este caso, el autor liga el final de la partida a la dimisión del primer ministro
británico, lord North. Esta se puede producir tan pronto como 1779 o tan tarde como
1783 (la fecha real fue 1782, después de la batalla de Yorktown); pero su suceso no es
simplemente al azar, sino que a partir de 1779 cada vez hay más probabilidades de
6 Para un análisis detallado véase: MULHOLLAND, Andrew: «Keeping the Colonies Royal».
Against the Odds. n. 23. 2008, pp. 32-44.
7 THOMPSON, Nels: «Washington’s War: The Game in Historical Context». War Diary. Vol. 1, n.
3. 2014, pp. 18-25.
156
Juegos de simulación histórica... ACTAS
que se acabe la guerra, sin llegar a tener nunca la certeza. Nuevamente, se trata más
transmitir una sensación al jugador que una simulación detallada de los procesos.
Clash of Monarchs 8 es un juego mucho más complejo que nos lleva de lleno al siglo
xviii. Se trata de una simulación muy detallada en los aspectos estratégicos y gran
estratégicos, que da una importancia capital a los sitios (resueltos con un subsistema
de juego abstracto pero bastante detallado para la escala) y que obliga a los jugadores
a presentar batallas campales muy puntuales y en momentos clave de la partida.
Vale la pena destacar la importancia que da a las acciones de pequeña guerra, ca-
racterística del siglo xviii (petite guerre, kleiner Krieg). Los jugadores pueden asignar
tropas ligeras a estas tareas, que en términos del juego son tropas poco localizadas,
no presentes físicamente sobre el tablero sino genéricamente asignadas a una zona de
las tres en que se divide todo el teatro. Otorga mucha importancia también a la di-
plomacia, aunque esta no depende de negociaciones directas entre jugadores, sino de
acontecimientos que se van produciendo y sobre los que los jugadores pueden influir
y decidir; además, los jugadores deben tomar decisiones diplomáticas en cada turno
y asumir una posición determinada respecto a las otras potencias.
La manera en que las diversas mecánicas del juego se mezclan permite plantear
estrategias muy diferentes cada partida. Se ha dicho de este juego que tiene exacta-
mente todo lo que se podría pedir en un juego gran estratégico de la Guerra de los
Siete Años: movimientos prudentes, casi de ajedrez, batallas campales en los momen-
tos oportunos, simulación interesante de la pequeña guerra, terribles restricciones
económicas y asedios largos y costosos.
157
nados objetivos secretos y durante la partida aparecen concesiones para los futuros
tratados. El juego quiere transmitir sensaciones políticas más que de conducción de la
guerra, ya que en este caso sí que, al más puro estilo clausewitziano, las acciones mi-
litares no son más que una manera de conseguir objetivos políticos. En la mayoría de
juegos de simulación recreativos, los impulsores políticos que hay detrás del conflicto
quedan escondidos, abstraídos o, simplemente, están ausentes del juego; en este, se
produce precisamente el efecto contrario.
Ciertamente, el aspecto de simulación es bastante limitado, en el sentido de no ser
un reflejo más o menos realista de las operaciones militares, pero dado que el punto
de vista que el juego quiere presentar a los jugadores es el de los diplomáticos de las
potencias aliadas, la única información que reciben es una idea más o menos vaga
de la situación militar en los frentes de la guerra, sin demasiados detalles. Y esto lo
consigue perfectamente.
Este vuelve a ser un juego de simulación más clásico10. Simula bastante bien el
carácter global de la situación militar: concentración militar en Flandes, estatismo
del frente de Flandes y el Rin con puntuales batallas campales importantes y pree-
minencia de fortalezas y asedios. Además, la combinación de reglas de suministros y
logística con el equilibrio entre ambos bandos, hace que el ritmo de las operaciones
nunca se aleje demasiado de los niveles históricos, como sí sucede con algunos otros
juegos sobre esta guerra, como A Throne Vacant11 en el que se puede llegar a un ritmo
de operaciones frenético y a menudo demasiado ahistórico.
Este juego permite también analizar un poco el tratamiento de aspectos políticos
complejos o poco habituales, en este caso la toma de partido austriacista de la Corona
de Aragón tras el Pacto de Génova. En este juego, el cambio de la Corona de Aragón
se produce en función de un «valor de lealtad» que va cambiando en función de di-
versas acciones que pueden pasar durante la partida. El principal problema por lo que
respecta a aspectos de simulación, es que este valor no depende solo de lo que pasa
en la Corona de Aragón, sino en toda España; a pesar de que la revuelta se produce
físicamente en la Corona de Aragón, puede ser provocada exclusivamente por hechos
que pasen en Castilla, lo que resulta como mínimo, extraño. El jugador austriacista
incluso puede desembarcar en Barcelona, Valencia o Cartagena para conquistar la
ciudad y a partir de ahí tratar de llegar a Madrid, sin que se haya producido ninguna
revuelta o Pacto de Génova, lo que estratégicamente plantea ciertas dudas de histo-
ricidad.
Por otro lado, el juego simula bien la falta de apoyo del Archiduque Carlos en
Castilla, por lo que tras el Pacto de Génova, si la Alianza conquista Madrid, al final
10 HERNDON, Don; RANDALL, Neil: No Peace without Spain. Cromwell, Connecticut: Compass
Games, 2011.
11 BJÖRKMAN, Göran; EKSTRÖM, Stefan: A Throne Vacant. Estocolmo: Three Crown Game
Productions, 2013.
158
Juegos de simulación histórica... ACTAS
159
sobre asedios tienen un problema grave en términos de jugabilidad, especialmente
teniendo en cuenta que hablamos de simulaciones recreativas. Entre estos se hallan el
estatismo implícito en cualquier situación de asedio y la limitada toma de decisiones
a que obliga a los jugadores: tanto sitiado como sitiador se enfrentan a muy pocas
decisiones relevantes y difícilmente podrán intentar una gestión estratégica o táctica
estimulante.
Es por ello que los juegos sobre asedios, o bien aceptan estas limitaciones, con
lo cual el resultado es a menudo poco interesante desde el punto de vista lúdico, o
bien deciden superarlas de diversas maneras: a) hacer una simulación muy detallada
de las tareas de sitio, de modo que la toma de decisiones no corresponda al ámbito
estrictamente militar, sino que haga hincapié en cuestiones de ingeniería y logística
(establecimiento del cordón de sitio, construcción de obras de aproximación, para-
lelas, etc., gestión de recursos en la plaza sitiada, etc.); b) centrarse solo en un asalto,
habitualmente el asalto final que históricamente hizo caer una plaza o provocó el
abandono del sitio; c) ampliar el alcance temporal de la operación, de modo que no
incluya solo el sitio, sino todas las operaciones previas de aproximación y de prepara-
ción de defensas que permitan más decisiones a los jugadores.
Como ejemplo del primer caso tenemos el juego Lille12, que opta por recrear con
gran detalle las tareas de asedio, desde un punto de vista de ingeniería militar, más
que operacional o táctico.
Como ejemplo del segundo caso cabe citar el juego 11 de setembre. Setge 171413, que
con un mecanismo simple pero efectivo, se centra exclusivamente en el asalto final a
Barcelona la madrugada del 11 de septiembre de 1714. En este caso, el largo asedia se
obvia completamente y el juego empieza con las brechas ya abiertas en la muralla de
Barcelona y con las tropas borbónicas listas para el asalto.
Finalmente, como ejemplo del tercer tipo, y siempre centrándonos en el siglo xviii,
se pueden citar los juegos Savannah14 y Pensacola15, que amplían el alcance temporal
del asedio e incluyen todas las operaciones previas de aproximación. En este senti-
do el asedio propiamente dicho queda reducido a una parte limitada tanto espacial
(tablero de juego) como temporalmente (turnos en que se produce). Pensacola, por
ejemplo, incluye la aproximación naval y el desembarco de las tropas españolas y su
posterior establecimiento del sitio, turnos durante los cuales el jugador británico pue-
de aprovechar para mejorar su posición, establecer defensas y/o hostigar a las tropas
recién desembarcadas.
12 NOSWORTHY, Brent; WERDEN, David: Lille. Nueva York: Simulations Publications Inc.,
1978.
13 RUBIO, Xavier; HERNÀNDEZ, Xavier: 11 de setembre. Setge 1714. Barcelona: Catimperium,
2008.
14 MIKLOS, Mark: Savannah. Hanford, California: GMT Games, 2005.
15 MIKLOS, Mark; HANLE, Don: Pensacola. Hanford, California: GMT Games, 2010.
160
Juegos de simulación histórica... ACTAS
9. Conclusiones
Bibliografía
Ludografía
16 SABIN, Philip: Lost Battles: reconstructing the Great Clashes of the Ancient World. Londres:
Hambledon Continuum, 2007.
161
HERNDON, Don; RANDALL, Neil: No Peace without Spain. Cromwell, Connecti-
cut: Compass Games, 2011.
KALINOWSKI, Bob: Clash of Monarchs. Hanford, California: GMT Games, 2008.
MIKLOS, Mark: Savannah. Hanford, California: GMT Games, 2005.
MIKLOS, Mark; HANLE, Don: Pensacola. Hanford, California: GMT Games, 2010.
MIRANDA, Joseph: Marlborough: War of the Spanish Succession. Bakersfield, Cali-
fornia: Decision Games, 2006.
NOSWORTHY, Brent; WERDEN, David: Lille. Nueva York: Simulations Publica-
tions Inc., 1978.
PRAT, Ivan: El Cas dels Catalans. Barcelona: Devir, 2014.
RUBIO, Xavier; HERNÀNDEZ, Xavier: 11 de setembre. Setge 1714. Barcelona: Ca-
timperium, 2008.
RUHNKE, Volko: Wilderness War. Hanford, California: GMT Games, 2001.
162
ACTAS
Resumen
163
1. Introducción
164
Instituciones internacionales y patrimonio poliorcético... ACTAS
165
Figura 1. Ruinas del castillo de San Felipe. Puerto Cabello (Venezuela). Foto T. Blanes
166
Instituciones internacionales y patrimonio poliorcético... ACTAS
Figura 3. Camino serpenteado. Castillo de San Severino. Matanzas (Cuba). Foto T. Blanes
167
San Sebastián del Pastelillo, adultera la autenticidad e integridad de la obra que fue
construida por el ingeniero militar de reconocido prestigio, Agustín Crame, en la
segunda mitad del siglo xviii.
A pesar del proyecto piloto Chagre-Portobelo, en Panamá, que realizó World Mo-
numents Funds (WMF) en el castillo de San Lorenzo el Real de Chagre y en la batería
de San Jerónimo, en Portobelo, actualmente están en la Lista del Patrimonio Mun-
dial en Peligro, conjuntamente con el resto de las fortificaciones de Portobelo. Los
derrumbes ocasionados por la erosión de los terrenos, la humedad, la contaminación
ambiental, la falta de mantenimiento y escasez de recursos económicos que brinda el
Estado para su recuperación, han sido las causas de los fatales deterioros.
No obstante que Haití, situada en la parte occidental de la isla de Santo Domingo,
fue abandonada por los españoles y ocupada por los franceses gradualmente hasta
el Tratado de Ryswick en 1697, hay que destacar el Proyecto Route 2004. Este pro-
yecto estaba dirigido a la preservación de las fortificaciones y a la puesta en valor
de sus recursos históricos, culturales y naturales; se trabajó en el levantamiento de
diecisiete fortificaciones de extraordinarios valores históricos y constructivos. La-
mentablemente no pudo concluirse este Proyecto que estaba destinado a festejar el
segundo centenario de la independencia de Haití. Hoy, más de una cuarentena de
fortificaciones están abandonadas en las costas y en el interior del país. Los Reductos
de Ramiers, situados en lo alto de Laferrière, de diseños, usos y ambientes excepcio-
nales, están igualmente abandonados.
En la costa de Veracruz, las fortificaciones de Vergara, Sacrificios, Mocambo y
Alvarado, están desaparecidas y la de Antón Lizardo está en ruinas. Sólo queda en pie
el castillo de San Juan de Ulúa.
Un patrimonio que se está perdiendo y que tiene una trascendencia histórica y cul-
tural son las antiguas rutas terrestres que participaban en una importante empresa
comercial durante la época colonial hispana. Hoy están abandonados y desvaloriza-
dos. Entre los principales se encuentran: el Camino Real de Panamá a Portobelo; el
Camino Real de Panamá a Río Chagre (fluvial); el Camino Real de los Españoles, (de
la Güaira a Caracas); el Camino Real de Acapulco a Veracruz: el Camino Real de Ve-
racruz-Xalapa-Perote y el de Veracruz-Córdoba-Orizaba. La infraestructura creada
en estos caminos fue muy original apropiada para estas funciones porque se funda-
ron poblaciones, se construyeron sólidos puentes para cruzas los ríos, se edificaron
las Ventas (posadas) para el tránsito de los convoyes y se levantaron fortificaciones
para la protección de los caminos. De esta manera se podría mencionar otra cantidad
de ejemplos.
Paralelo a estas acciones, surgieron instituciones y organizaciones nacionales e
internacionales que sistemáticamente apoyaron y desarrollaron, por distintas vías, la
protección, salvaguardia y difusión de los valores universales de las fortificaciones en
las últimas décadas.
Se ha destacado la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cien-
cia y la Cultura (UNESCO) que, a partir de la conferencia general de 1972, adopta la
Convención del Patrimonio Mundial para evitar la pérdida de valiosos monumentos
y sitios de relevancia en el mundo. La misión principal de esta Convención ha sido
168
Instituciones internacionales y patrimonio poliorcético... ACTAS
169
Figura 7. Polvorín. Batería de San Jerónimo. Portobelo (Panamá). Foto T. Blanes
definir los monumentos y sitios que están dotados de excepcionales valores univer-
sales para que logren la distinción de Patrimonio Mundial. A partir de la década de
los 80, una gran parte de las fortificaciones de la región del Caribe fueron favorecidas
por este reconocimiento universal.
La relevancia histórica, cultural, monumental y paisajística del castillo de San Lo-
renzo el Real de Chagre y las baterías y reductos de San Fernando, Santiago y San
Jerónimo, en Portobelo, se les otorgaron esta distinción en 1980. A partir del siglo
xvi, estas fortificaciones habían sido los principales bastiones de Centroamérica y
formaron parte de la ruta que comunicaba el mar Pacífico con el mar Caribe. Esta
función la realiza la monumental obra del Canal de Panamá desde el siglo xx.
La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones, en La Habana, Cuba, obtuvieron
esta distinción en 1982. Su jerarquía, adquirida por la condición de puerto de escala,
se había convertido en una de las ciudades comerciales más importante de América.
En la capital se construyeron unas 90 fortificaciones durante el período colonial espa-
ñol y actualmente se conservan unas diecisiete: los castillos de la Real Fuerza, los Tres
Reyes del Morro, San Salvador de la Punta, San Carlos de la Cabaña, Santo Domingo
de Atarés y El Príncipe; los reductos de Santa Dorotea de Luna de La Chorrera y Cojí-
mar, los torreones de Bacuranao y San Lázaro, las baterías de Los Doce Apóstoles, La
Divina Pastora, Santa Clara, la batería No. 1 de Habana del Este, los restos de la mu-
170
Instituciones internacionales y patrimonio poliorcético... ACTAS
Figura 8. Castillo de los Tres Reyes del Morro de la Habana (Cuba). Foto T. Blanes
ralla y del polvorín. Estas obras son excelentes ejemplos de la diversidad de tipologías
impuestas por el desarrollo de la arquitectura militar hispanoamericana.
Las fortificaciones de San Juan de Puerto Rico también alcanzaron esta distinción
en 1982. Las fortalezas de Santa Catalina, San Felipe del Morro, San Cristóbal, el
Cañuelo, el polvorín de Santa Elena y gran parte de la muralla son también valiosos
exponentes de la arquitectura militar colonial española.
Se suma en la lista del Patrimonio Mundial en 1982, el Parque Histórico Nacional
de Haití, que comprende la Citadelle, colosal obra del emperador Henri Cristophe,
situada en lo alto de Laferrière y donde se concentra el material de artillería más im-
portante del Caribe; los reductos des Ramiers, cuya morfología es única en la región
y el Palacio de Sans Souci, morada del rey y centro de administración del antiguo
imperio del norte de Haití.
Las fortificaciones de Cartagena de Indias adquirieron este honor en 1985. La ciu-
dad amurallada, el espectacular castillo de San Felipe de Barajas y las baterías del Án-
gel San Rafael, San Fernando, San José, Manzanillo y San Sebastián del Pastelillo cons-
tituyen la máxima expresión de los cambios morfológicos producidos en el siglo xviii.
Su monumental muralla se conserva casi íntegra como pocas ciudades del Caribe.
La ciudad colonial de Santo Domingo junto con sus fortificaciones recibió esta
declaratoria en 1990. La Torre del Homenaje representa una de las primeras tipolo-
gías que se implantó por primera vez en América y es una de las pocas de su tipo que
permanecen en la región.
171
El castillo San Pedro de la Roca del Morro, construido en la ciudad de Santiago
de Cuba, obtuvo la categoría de Patrimonio Mundial en 1997. Esta obra del ingeniero
militar Juan Bautista Antonelli, está situada en un contexto natural de extraordinaria
belleza y constituye un conjunto patrimonial natural y construido, donde se integra
armónicamente la historia, la arquitectura y la naturaleza.
La ciudad de Campeche recibió esta distinción en 1999 por los genuinos ejemplos
del arte militar. Ingenieros militares, en cuya lista se apunta Agustín Crame, dise-
ñaron novedosas baterías como la de San Miguel y San Matías, reductos como el de
San Luis y San José, el polvorín, que, junto con la muralla, conforman un conjunto
de gran valor monumental.
Una acción importante fue la reunión organizada por la Unesco, en Valdivia, Chi-
le, para las fortificaciones americanas situadas en la costa del Pacífico y la creación de
un proyecto para su nominación de Patrimonio Mundial, en enero de 2005.
La Unesco también ha apoyado la creación de la Cátedra regional de ciencias para
la conservación integral de los bienes culturales para América Latina y el Caribe (CRE-
CI), creada en 1995 en la sede del Centro Nacional de Conservación, Restauración
y Museología, en La Habana, hoy dirigida por el Consejo Nacional de Patrimonio
Cultural de Cuba. Esta Cátedra convoca sistemáticamente el Curso de Fortificaciones
hispanas del Caribe en distintas universidades e instituciones culturales de América
y Europa, cuyos resultados se han constatado en cuantiosos trabajos científicos y ha-
llazgos arqueológicos.
Resultados sobresalientes de la Cátedra fueron los estudios comparativos entre las
fortificaciones prehispánicas (pucarás) e hispánicas, llevados a efecto en Quito, Ecua-
dor. Pudieron participar indígenas de la región de Pambamarca, cuyas fortificaciones
prehispánicas, atendidas por ellos mismos, fomentaban un turismo cultural.
Otro resultado notable de esta actividad docente fue el curso-taller realizado en
Isla Margarita, Venezuela, apoyado por la Corporación de Turismo del Estado Nueva
Esparta en el año 2003. Este ejercicio de capacitación propició el estudio de una Ruta
de fortificaciones para el desarrollo del Turismo Cultural y la restauración de una de
las fortificaciones más relevantes de Pampatar: el castillo de San Carlos de Borromeo,
del siglo xvii.
Ejemplo similar fue el curso-taller impartido también en el año 2003, al equipo
que trabajó en la restauración del castillo de San Severino, del siglo xvii, en la ciudad
de Matanzas, Cuba. Las investigaciones ayudaron a intervenir en acciones de conser-
vación y restauración con un basamento científico y de respeto a la memoria histórica
de un monumento de alto valor patrimonial.
Otros ejercicios importantes fueron los cursos anuales de fortificaciones que se
impartieron en la Universidad Veracruzana, en México, que permitieron descubrir
interesantes hallazgos arqueológicos del siglo xix, y realizar innumerables prospec-
ciones e investigaciones que fueron presentados en un evento científico organizado
por esta Universidad e Icomos de México, en 1995.
Un proyecto interesante digno de mención fue el de Forum Unesco, creado en la
misma fecha de la Cátedra, cuyo objetivo fue la vinculación entre universidad y patri-
monio con los auspicios de la Unesco y la Universidad Politécnica de Valencia. En su
172
Instituciones internacionales y patrimonio poliorcético... ACTAS
programa contó con cursos-talleres para las fortificaciones en vías de rescate, como
se constató exitosamente en el castillo de San Juan de Ulúa, en México, y en el castillo
de San Fernando de Bocachica, en Cartagena de Indias.
La Organización del Gran Caribe para Monumentos y Sitios (CARIMOS), desde
su creación en 1982, y sobre todo a partir de la década de los 90, ha trabajado inten-
samente en incorporar el tema de las fortificaciones en los programas de formación
profesional en las universidades y los educativos para las comunidades. Ha promo-
vido la ejecución de un inventario, las investigaciones históricas y la promulgación
de una Ruta Cultural. Esta labor se ha visto desplegada en numerosas y relevantes
reuniones internacionales en Colombia y en distintas ciudades de México.
El Comité Científico de Itinerarios Culturales (CIIC), del Consejo Internacional de
Monumentos y Sitios (ICOMOS), creado en 1998, ha desplegado una ardua labor so-
bre el tema, desde la reunión de Ibiza celebrada en 1999. Ha organizado el Proyecto
del Camino Real Intercontinental, ha elaborado e incrementado el inventario de las
fortificaciones, que hoy aparece en el sitio web del CIIC, ha realizado publicaciones,
numerosas reuniones y en octubre del 2004 creó el Centro Internacional de Estudios
de Fortificación y Apoyo Logístico (CIEFAL), en Ferrol, España, para crear una base
de datos, orientar metodológicamente las investigaciones y todo lo relacionado con
las fortificaciones.
World Monuments Fund (WMN), ha considerado al castillo de San Juan de Ulúa
entre sus declaratorias de los 100 Monumentos en Peligro en tres ocasiones, y ha
aportado sistemáticamente presupuestos para su preservación. Del mismo modo,
como se mencionó anteriormente, aportó un financiamiento periódico para la con-
servación y restauración del castillo de San Lorenzo el Real de Chagre y la batería de
San Jerónimo, en Portobelo, Panamá. Propició una reunión de expertos del tema en
Campeche, México, conjuntamente con la Unesco, el Instituto Nacional de Antropo-
logía e Historia (INAH) de Campeche y otras organizaciones, para la recuperación de
las fortificaciones americanas, en el 2004.
El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), es una organización
no gubernamental importante, de gran fuerza y repercusión que rige a nivel mun-
dial y cuenta con 108 Comités Nacionales que radican en casi todos los países del
mundo.
Se fundó en 1965, un año después del Segundo Congreso Internacional de Ar-
quitectos y Técnicos de Monumentos que, con la experiencia que había dejado para
la historia la segunda guerra mundial en Europa, en el marco de este congreso, se
redactó y aprobó la Carta de Venecia, que contenía lo más novedoso en normas y
principios de conservación y restauración. Este documento quedó como uno de los
testimonios más valiosos del siglo xx y en el siglo xxi sustenta todavía sus postulados
y ha enriquecido sus elementos teóricos y prácticos para el rescate y conservación del
patrimonio cultural. La protección de una parte de las fortificaciones del Caribe ha
sido un ejemplo práctico de sus fundamentos. El Icomos, basado en los principios
de esta Carta Internacional, despliega sus objetivos en promover la aplicación de la
teoría, la metodología y las técnicas científicas a la conservación del patrimonio ar-
quitectónico, arqueológico y cultural del mundo.
173
El Icomos estimula los intercambios científicos entre profesionales para la conser-
vación de los bienes culturales y funciona también como organismo consultivo del
Comité de Patrimonio Mundial, de la Unesco. El Icomos supervisa el estado de con-
servación de los bienes declarados Patrimonio Mundial, lo estudia, ofrece su contri-
bución, apoya la capacitación y presta servicios de asistencia técnica internacional pre-
sentadas por los Estados Partes, que son aquellos que forman parte de la Convención.
A partir de 1993, el Icomos crea los Comités Científicos Internacionales que fueron
fortalecidos a partir de la reunión de Xi´an, en el 2005. Estos Comités tienen entre
sus principales funciones desarrollar el campo científico y reunir un gran número de
profesionales en distintos campos especializados. Actualmente cuenta con veintisiete:
174
Instituciones internacionales y patrimonio poliorcético... ACTAS
175
Redacta un documento doctrinal o Carta Internacional que ayuda a comprender
los objetivos de Icofort y a promover la preservación y conservación de las fortifica-
ciones y el patrimonio militar en general.
2. Conclusiones
Bibliografía
176
Instituciones internacionales y patrimonio poliorcético... ACTAS
177
178
ACTAS
Resumen
179
1. Fortificaciones, asedios y batallas
2 BLACK, Jeremy: European Warfare, 1494-1660. New York: Rouletge, 2002. HALL, Bert. S.:
Weapons and Warfare in Renaissance Europe: Gunpowder, Technology, and Tactics. Baltimore: Johns
Hopkins University Press, 1997.
3 CLARK, Celia; BREBBIA, Carlos A. (eds): Defense Sites: Heritage and Future. Southampton:
WIT Press, 2012. CLARK, Celia; BREBBIA, Carlos A. (eds): Defence Sites II: Heritage and Future. Sou-
thampton: WIT Press, 2014.
4 DUFFY, Christopher: Siege Warfare: The Fortress in the Early Modern World 1494-1660. Lon-
dres: Routledge & Kegan Paul, 1996.
180
Museografía didáctica y polorcética moderna ACTAS
2. Opciones de interpretación
5 GEIER, Clarence R.; BABITS Lawrence E.; SCOTT, Douglas D.; ORR, David G. (eds): Historical
Archaeology of Military Sites: Method and Topic. College Station: Texas A&M University Press, 2010.
6 POLLARD, Tony: Culloden. The History and Archaeology of the Last Clan Battle. Barnsely: Pen
& Sword Military, 2012.
GRANT McKENZIE, Andrew: «Centre desvisiteurs du champ de Bataille de Culloden. Perspectives
passionants et préservation d’une partie vitale de l’histoire d’Écosse pour les générations à venir». Les
Cahiers de l’urbanisme. 2010, 77, pp. 74-80.
7 BLOCKLEY, Marion; HEMS, Alison: Heritage Interpretation. Abingdon: Routledge, 2013.
181
interesante. En este caso la visita, que discurre por un espacio extraordinariamente
extenso y complejo, se realiza con vehículos 4 x 4 que circulan por los fosos y los
distintos espacios de la fortaleza. En momentos determinados intérpretes y visitantes
descienden de los vehículos para explorar determinados espacios: cisternas, contra-
minas, casamatas8.
Estas visitas con intérprete también tienen versiones de bajo perfil a partir de di-
ferentes tipologías de audioguías o artefactos portátiles. Propuestas como puedan
ser los códigos QR, apps, etc. no están especialmente implantadas como recurso mu-
seográfico en los espacio poliorcéticos modernos aunque es probable que este tipo
de tecnologías, así como las diferentes opciones de realidad aumentada y de realidad
virtual, experimenten procesos de desarrollo en los próximos años. Las guías en so-
porte papel o digital también han experimentado transformaciones. El desarrollo de
las posibilidades de la ilustración a partir de programas gráficos, sumadas a la acce-
sibilidad de las fotografías aéreas, y las imágenes cinéticas captadas por los drones
han permitido generar magnificas y comprensivas imágenes sobre las fortalezas y sus
partes. Así, por ejemplo, a partir del 2007, tricentenario de la muerte de Vauban, se
generaron relevantes materiales iconográficos sobre la obra del genial ingeniero que
contribuyeron a la comprensión de las más diversas fortalezas9.
En los Estados Unidos y Canadá, el siglo xviii fue de especial relevancia y no po-
cos conflictos históricos se dilucidaron al entorno de fortificaciones que jugaron un
papel importante en las guerras franco-británicas, en la Revolución Americana o en
el establecimiento de líneas de contención respecto a las tribus indígenas. Esta im-
portancia histórica ha generado tradicionalmente en estos países un especial interés
en la conservación, preservación y apertura al público de los equipamientos patrimo-
niales poliorcéticos. Tanto en Estados Unidos como en Canadá encontramos fuertes
bien conservados, restaurados o directamente recreados. El National Park Service
protege no pocos fuertes y campos de batalla10. Uno de los casos precoces, en cuanto
a cronología, es el de Jamestown (Virginia), el primer establecimiento fortificado, a
partir de empalizadas, de los colonos ingleses en Norteamérica. El yacimiento fue ex-
cavado y recreado totalmente en un terreno cercano. Artefactos de épocas posteriores
como los fuertes de Ticonderoga (Nueva York), Old Niagara (Nueva York), Ciudadela
de Quebec (Quebec), Fuerte de San Marcos (Florida), etc., están cuidadosamente pre-
servados y mantenidos en sus aspectos arquitectónicos. Cuentan también con mobi-
liario artillero o réplicas de éste.
8 ALFARO, Juan Manuel: Dues hores al Castell de Figueres. Figueres: Fundació Les Fortaleses
Catalanes, 2007.
9 FAUCHERRE, Nicolas: La place forte de Mont-Dauphin. L’héritage de Vauban. Arles: Actes
Sud-Aristeas, 2007.
10 WARRINGTON, Elizabeth: Forts and Battlefields. New Cork: Reader-s Digest, 1997.
182
Museografía didáctica y polorcética moderna ACTAS
Figura 1. Gran escenografía hiperrealista de las cocinas del Castillo de Stirling. Escocia
11 RYAN, Chris: Recreational Tourism: Demand and Impacts. Clevedon: Channel View Publica-
tions, 2003.
183
tenido pleno desarrollo y muy buenos resultados en América del Norte. Al respecto
cabe señalar la importancia, como modelo a imitar, de la experiencia generada por la
ciudad colonial reconstruida de Williamsburg (Virginia) meca del turismo histórico
didáctico en los Estados Unidos.
Las opciones museográficas fundamentales en la recreación también van adqui-
riendo protagonismo en Europa y Sudamérica. Numerosos espacios patrimoniales
poliorcéticos incorporan, cada vez más, aunque sea de manera puntual, actividades
de recreación histórica: Malta, Venecia, Valdivia, Jaca...
Entre las estrategias museográficas que han intentado contextualizar los espacios
para facilitar su comprensión cabe destacar, también, la implementación de esceno-
grafías. Las escenografías incorporan elementos de atrezo que facilitan la compren-
sión y también réplicas de figuras humanas que complementan la información sobre
los usos de los diferentes espacios. En muchos conjuntos las escenografías se utilizan
puntualmente, pero en otros casos podemos encontrar estrategias museográficas ba-
sadas en el uso masivo de ellas. Casos como el de los The Grant Siege Tunnels de
Gibraltar, o el Fort Marlborough de Menorca son, al respecto, representativos.
Algunos conjuntos poliorcéticos monumentales de los siglos xvii y xviii han tan-
teado su continuidad a partir de una transformación en cuanto a funciones. No pocos
fuertes se han convertido en hoteles, espacios residenciales o en centros culturales.
En general estas estrategias de cambio de función han comportado la degradación y
deformación de los conjuntos. El fuerte de San Cristóbal de Badajoz es una muestra
emblemática al respecto, en este caso un conjunto relativamente bien conservado fue
brutalmente deformado durante el 2013 con el pretexto de una necesaria remodela-
ción. Sin embargo, en otros casos, la preservación se ha planteado, con buenos resul-
tados. También resultan interesantes los casos en los cuales el futuro de conjuntos
poliorcéticos se plantea a partir de la pervivencia de su función militar.
Los casos más representativos serían los del Reino Unido12. Así, a título de ejem-
plo, la gran fortaleza de Fort George (Inverness, Escocia) sigue este modelo. La forti-
ficación alberga tropas de diferentes unidades escocesas en activo. También hay, en el
interior del recinto, museos regimentales de unidades históricas de los Highlanders
(Seaforth Highlanders, Cameron Highlanders, Queen’s Own Highlanders). La forti-
ficación está totalmente abierta al público con excepción de los alojamientos de la
tropa. Parte de los cuarteles y almacenes están musealizados con escenografías que
muestran la vida cotidiana de las tropas en diferentes momentos históricos. Fort
George también cuenta con un destacado mobiliario artillero que contribuye a la
comprensión de las estructuras de la fortaleza. La presencia de los soldados facilita
12 WOOD, Stephen: «At their country’s call. The Heritage of Soldiering in Scotland». En: FLAD-
MARK, J.D.: Heritage: Conservation, Interpretation and Enterprise. New York: Rouledge, 2013, pp.271-
281.
184
Museografía didáctica y polorcética moderna ACTAS
185
peraba la ronda perimetral de la muralla. En las décadas anteriores el número de
visitantes de la zona murallas (no preparadas para la visita) era mínimo. El proceso
de recuperación física del conjunto monumental se concretó a partir de la redacción
de un Plan Director13 que permitió intervenir, con criterios claros, en la restauración
y conservación de los distintos espacios y elementos que conformaban el recinto: ba-
luartes, casamatas, terraplenes y parapetos. Paralelamente comenzó a considerarse
una primera intervención museográfica de carácter didáctico que pusiera en valor e
hiciera comprensibles las murallas14. La primera fase comenzó a trabajarse a partir
del 2003. Se perseguía una museografía capaz de hacer atractiva la visita a Dalt Vila y
que contribuyera a la dinamización del núcleo intramuros. El desarrollo del proyecto
corrió a cargo de los técnicos del ayuntamiento y la empresa EUPHON, S.A., a partir
del diseño del Taller de Projectes de la Universitat de Barcelona15.
El modelo de de musealización de las murallas de Ibiza propuesto por el Taller de
Projectes pretendía una museografía didáctica all aperto que fuera capaz de comu-
nicar las herencias históricas del lugar y que contribuyera a hacer comprensible el
recinto fortificado.
Dalt Vila, fue poderosamente fortificada a mediados del siglo xvi, cuando el im-
perio Hispánico intentó establecer una frontera marítima frente a la amenaza turca16.
Los ingenieros Calvi y Fratín desarrollaron sucesivos recintos protegidos con fortísi-
mos baluartes. Durante siglos Ibiza fue un poderoso centro militar, pero con el paso
del tiempo la marginalidad del terreno elevado y el limitado desarrollo económico y
demográfico de la ciudad provocaron la degradación del casco antiguo. A finales del
siglo xx Dalt Vila era un espacio empobrecido e inseguro, y su patrimonio estaba en
situación de peligro. El casco antiguo había entrado en una irreversible decadencia:
retroceso del comercio, ubicación de población marginada, degradación de la vivien-
da, etc. En este contexto el ayuntamiento optó por implementar un proceso de mu-
sealización que contribuyera a dinamizar la zona en base a la atracción de turismo y
la promoción de las actividades comerciales y de servicios. Se entendía que la afluen-
cia de público al casco antiguo, para conocer los atractivos del sistema fortificado,
contribuiría a frenar el proceso de desertización y degradación. El proyecto de inter-
vención propuso una museografía didáctica basada en varios ejes: colocación de ar-
tefactos de intermediación didáctica, ubicación de escenografías realistas en espacios
estratégicos, reposición del mobiliario artillero a partir de réplicas, establecimiento
de un pequeño centro de visitantes así como complementos diversos.
13 COBOS, Fernando; CAMARA, Alicia: «Plan Director de las murallas renacentistas de Ibiza».
En: Eivissa, Patrimoni de la Humanitat. Ibiza: Col·legi Oficial d’Arquitectes de les Illes Balears, 2003:
14 GURREA, Rosa: «Dalt Vila-Ibiza: musealización didáctica del recinto amurallado». En: Iber.
Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia. 2007, 57, pp. 67-70.
15 HERNANDEZ, Francesc Xavier: «Eivissa: la fortificación de Dalt Vila una experiencia de mu-
seografía didáctica». En: Restauración & rehabilitación. 2004, 83, pp. 54-57.
16 CAMARA, Alicia (eds): Los ingenieros militares de la monarquia hispànica en los siglos XVII y
XVIII. Madrid: Ministerio de Defensa, 2005.
186
Museografía didáctica y polorcética moderna ACTAS
187
Figura 4. Atriles de intermediación didáctica en Dalt Vila, Eivissa
188
Museografía didáctica y polorcética moderna ACTAS
Figura 5. Escenografía en la casamata del Baluarte de Sant Bernat, Dalt Vila, Eivissa
189
en los cañones de Santa Llúcia, teniendo como fondo el contrapicado de la catedral,
se convirtió en uno de los fetiches souvenir de la ciudad.
Finalmente, la propuesta se complementó con un pequeño centro de visitantes
ubicado en la zona más alta, en la Casa de la Cúria, junto a la catedral, que contaba
con un audiovisual e informaciones sobre los posibles trayectos a partir de un orde-
nador interactivo. Cabe considerar la experiencia de Ibiza como una de las más sin-
gulares y exitosas en cuanto a musealización de recintos poliorcéticos modernos. El
éxito de la propuesta condujo a nuevas intervenciones en los baluartes de Sant Jaume
y de Sant Pere. En las casamatas y en las plataformas de estos espacios se ubicaron
escenografías, audiovisuales, interactivos mecánicos y réplicas de armamento17.
La experiencia de Ibiza, impulsada por la Universitat de Barcelona, tuvo continui-
dad y reaplicación en la musealización de las fortificaciones de Ceuta y de Melilla. En
el frente de tierra de Ceuta se ubicaron atriles, réplicas de artillería, iconoscopios, y
una escenografía que mostraba un hornillo de voladura en una de las fortificaciones.
En las murallas del frente de tierra de Melilla la intervención de la Universitat de Bar-
celona y la empresa Euphon Projects se centró en la construcción de una estación de
interpretación didáctica que ponía especial énfasis en la iconografía de la evolución
de los sistemas defensivos del istmo del tómbolo melillense. En otras intervenciones
desarrolladas posteriormente, como en el castillo de San Cristóbal de Badajoz tam-
bién se utilizaron escenografías y mobiliario artillero de manera parecida a como se
había implementado en Ibiza. En este caso una intervención museográfica interesan-
te no logró compensar la irrespetuosa remodelación arquitectónica de la fortaleza.
7. A manera de conclusión
190
Museografía didáctica y polorcética moderna ACTAS
Bibliografía
ALFARO, Juan Manuel: Dues hores al Castell de Figueres. Figueres: Fundació Les
Fortaleses Catalanes, 2007.
BLACK, Jeremy: European Warfare, 1494-1660. New York: Rouletge, 2002.
BLOCKLEY, Marion; HEMS, Alison: Heritage Interpretation. Abigndon: Routledge,
2013.
CAMARA, Alicia (eds): Los ingenieros militares de la monarquía hispànica en los
siglos XVII y XVIII. Madrid: Ministerio de Defensa, 2005.
CLARK, Celia.; BREBBIA, Carlos A. (eds): Defence Sites: Heritage and Future. Sou-
thampton: WIT Press, 2012.
CLARK, Celia; BREBBIA, Carlos A. (eds): Defence Sites II: Heritage and Future. Sou-
thampton: WIT Press, 2014.
COBOS, Fernando; CAMARA, Alicia: «Plan Director de las murallas renacentistas
de Ibiza», Eivissa, Patrimoni de la Humanitat. Ibiza: Col·legi Oficial d’Arquitectes
de les illes Balears, 2003.
DUFFY, Christopher: Fire and Stone: the Science of Fortress Warfare 1660-1860. New
York: Hippocrene Books, 1975.
191
DUFFY, Christopher: The Fortress in the Age of Vauban and Frederick the Great 1660-
1789. Londres: Routledge & Kegan Paul, 1985.
—: Siege Warfare: The Fortress in the Early Modern World 1494-1660. Londres: Rout-
ledge & Kegan Paul, 1996.
FAUCHERRE, Nicolas: La place forte de Mont-Dauphin. L’héritage de Vauban. Arles:
Actes Sud-Aristeas, 2007.
GEIER, Clarence R.; BABITS Lawrence E.; SCOTT, Douglas D.; ORR, David G. (eds):
Historical Archaeology of Military Sites: Method and Topic. College Station: Texas
A&M University Press, 2010.
GURREA, Rosa: «Dalt Vila-Ibiza: musealización didáctica del recinto amurallado»,
Iber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia. 2007, 51, pp. 67-70.
GRANT McKENZIE, Andrew: «Centre des visiteurs du champ de Bataille de Cullo-
den. Perspectives passionants et préservation d’une partie vitale de l’histoire
d’Écosse pour les générations à venir», Les Cahiers de l’Urbanisme núm. 2010, 77,
pp. 74-80.
HALL, Bert. S.: Weapons and Warfare in Renaissance Europe: Gunpowder, Techno-
logy, and Tactics. Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1997.
HERNANDEZ, Francesc Xavier: «Eivissa: la fortificación de Dalt Vila una experiencia
de museografía didàctica», Restauración & rehabilitación. 2004, 83, pp. 54-57.
OSACAR, Eugeni; MARTÍN, Carolina: «Claves para desarrollar el patrimonio de-
fensivo en proyectos turísticos». En: ABELLA, Damià; CARDONA, Gemma;
HERNANDEZ, Francesc Xavier: I Jornadas de Patrimonio Defensivo de Época
Moderna. In memoriam Agustí Vehí Castelló. Madrid: Ministerio de Defensa,
2014. pp. 241-256.
POLLARD, Tony: Culloden. The History and Archaeology of the Last Clan Battle.
Barnsley: Pen & Sword Military, 2012.
RYAN, Chris: Recreational Tourism: Demand and Impacts. Clevedon: Channel View
Publications, 2003.
WARRINGTON, Elizabeth: Forts and Battlefields. New Cork: Reader’s Digest, 1997.
WOOD, Stephen: «At their country’s call. The Heritage of Soldiering in Scotland».
En: FLADMARK, J.D.: Heritage: Conservation, Interpretation and Enterprise.
New York: Rouledge, 2013. pp. 271-281.
192
ACTAS
Resumen
193
1 Introducción
1 HINOJO, Emiliano: «Las transformaciones poliercéticas en la Barcelona del siglo XVII. Re-
sultados preliminares de la intervención arqueológica en el baluarte de Sant Antoni». En: Actas de las I
Jornadas de Patrimonio defensivo de Época Moderna. Figueres: Ministerio de Defensa, 2014. p. 81-91.
2 Carme Miró i Alaix, del Servei d’Arqueologia de l’Institut de Cultura de Barcelona, es la coor-
dinadora del proyecto de musealización del sistema defensivo de Época Moderna así como de los restos
romanos documentados en el subsuelo del mercado de Sant Antoni.
3 Los trabajos arqueológicos han sido realizados por la empresa CODEX. Arqueologia i Patrimo-
ni, bajo la dirección técnica del arqueólogo Emiliano Hinojo García y con la colaboración de los técnicos
de apoyo Alba Tenza, Sergio Arroyo, Isabel Pereira, Jacinto Sánchez, Jordi Plans, Mikel Soberón, Fran-
cesc Antequera, Imma Mesas y Sergi Segura. La ejecución de la planimetría ha sido realizada por Mario
Granollers (CODEX) y las tareas de topografía por Pedro Collado (UTE Sant Antoni Fase II).
194
Documentación tridimensional mediante escáner láser 3D... ACTAS
Estos trabajos están siendo realizados por la empresa Scanner Patrimonio e Indus-
tria, Spin-Off de la Universidad de Zaragoza, fundada por un equipo técnico mul-
tidisciplinar que actúa indistintamente tanto en la documentación del patrimonio
cultural, como en el control de calidad y análisis de estructuras industriales o de
obra civil.
2. El objeto de estudio
195
Fig. 1. Plano de los restos de la fortificación documentados en el solar del mercado
de Sant Antoni (Autor: Mario Granollers, Pedro Collado y Emiliano Hinojo)
196
Documentación tridimensional mediante escáner láser 3D... ACTAS
6 ICC, RM.42027 «Copia de un plano de Barcelona levantado en el último tercio del siglo pasado»
(Año: 1889. Autor: M. Solá-Sagalés).
197
3. Propuesta documental hacia una dualidad entre el registro geométrico y la
difusión del patrimonio arqueológico
198
Documentación tridimensional mediante escáner láser 3D... ACTAS
199
ramentos. No obstante, se trata de un proceso no destructivo, ya que siempre podre-
mos retomar la nube de puntos original y realizar cualquier otro tipo de análisis.
A través de la información tridimensional generada por el barrido láser se obtie-
nen modelados y visualizaciones 3D como una eficaz herramienta para cualquier es-
tudio o análisis más exhaustivo, con el fin de establecer una precisa documentación,
registro y análisis exacto, de cualquier tipo de estructura ya sea mueble o inmueble,
sin con ello olvidar su valía como documentación gráfica.
Al mismo tiempo, permite crear por primera vez dentro del campo patrimonial
un verdadero archivo documental geométrico totalmente objetivo, desligado de cual-
quier tipo de interpretación por parte del técnico, generando un modelado totalmen-
te reproducible cuantitativa y cualitativamente a cualquier escala, de manera eficaz y
sobre todo de manera fiel al elemento, pudiéndose detectar cualquier tipo de altera-
ción o patología milimétrica en su morfología.
Mediante el modelo 3D de cualquier objeto o estructura resulta fácilmente re-
producible como réplica, siempre y cuando el grado de precisión fijado al realizar el
escaneado haya sido acorde a los objetivos a representar, estableciendo con ello una
concordancia con la escala.
4. Proceso documental
200
Documentación tridimensional mediante escáner láser 3D... ACTAS
201
Fig. 5. Proceso de documentación de la contraescarpa mediante
escáner láser 3D de diferencia de fase (Autor: Jorge Angás).
aporta una textura general al baluarte, pero no aporta un nivel de detalle suficiente
para la ortofoto de cada uno de los alzados. Para ello se ha realizado una toma de
fotografías de alta resolución de cada uno de los alzados, controlando especialmente
las condiciones de luminosidad y realizando un posterior ajuste radiométrico de cada
una de las fotografías.
Las fotografías de detalle realizadas se han hecho con el siguiente material:
-Cámaras réflex digitales Canon 6D
-Objetivos: Canon: EFS 17-85 mm. f/3.5-5.6 IS; 24 mm. f/2.8, 50 mm f/1.8. y
Tamron: SP 90mm f/2.8 Macro
-Disparadores remotos Canon RS-60
-Filtros B&W polarizador neutro
-Tabla colorimétrica: ColorCheker Passport (X-rite)
Con el fin de conseguir una reproducción fidedigna del color se ha utilizado la
siguiente técnica:
- Todas las fotografías se han disparado en formato RAW que registra de forma
separada los valores de luminosidad y los ajustes de color.
- En cada configuración de iluminación se tomó una foto «testigo» a un patrón de
color normalizado X-RITE ColorChecker.
202
Documentación tridimensional mediante escáner láser 3D... ACTAS
- Con la foto testigo y el software Adobe Camera Raw se calculó el ajuste correcto
de temperatura de color de la luz utilizada y este ajuste se aplicó a todas las fotografías
para conseguir un color homogéneo en las fotos de todos los paneles.
- Utilización de un patrón de colores: Nos permite medir la temperatura del color
de la luz (Grados Kelvin).
Estas fotografías de alta calidad posteriormente han sido referenciadas al modelo
tridimensional obtenido mediante escaneado por medio de los puntos de referencia.
5. Resultados preliminares
203
Fig. 7. Planta general del escaneado de los restos arqueológicos localizados
en el mercado de Sant Antoni (Autor: Scanner Patrimonio).
204
Documentación tridimensional mediante escáner láser 3D... ACTAS
Fig. 8. Ejemplo del visor métrico esférico en formato HTML para su difusión
mediante un fichero Web Data Server (Autor: Scanner Patrimonio).
6. Conclusiones
Una vez postprocesados los datos, los resultados han sido convertidos en archivos
que puedan ser visualizados, gestionados y analizados mediante estándares informá-
ticos a nivel de usuario. Esta simplificación ha permitido una investigación científica
más amplia totalmente autogestionable desde el equipo de investigación arqueológi-
ca. A través de la creación de estos estándares (ya reconocidos en diferentes proyec-
tos europeos como CARARE o 3DICONS) se solventan una de las claves del proceso
metodológico, ya que este hecho además contribuye poco a poco a un cambio con-
ceptual y metodológico que hace fácilmente intercambiable la información postpro-
cesada. La normalización de un método a través de modelos contribuye a un proceso
de permeabilización y comprensión técnica. Por ello el resto de datos generados en
el análisis de cualquier estructura u objeto a través de archivos del tipo de formato:
X3D, PDF 3D facilita la gestión tridimensional. Un camino por descubrir e investigar
va directamente ligado a la gestión de los mismos archivos en bases de datos relacio-
nales en HTML 5 o servidores comunes a modo de fuente o archivo documental de
metadatos, que en cualquier tiempo o espacio se pudiese extraer la información nece-
saria para poder reproducir gráfica y métricamente cualquier elemento del baluarte.
205
Como punto de avance el conjunto de procedimientos debería contemplar las si-
guientes premisas básicas:
- Unificación, a través de bases de datos contemplando ya estándares con formatos
muy sencillos del tipo xml o ASCII.
- Simplificación, con formatos comunes e intercambiables de software libre fácil-
mente comprensibles a nivel de usuario del tipo: *.dae, *.pdf, *.x3d, *.vrml, *.skp, *.stl.
Contribuyendo a un fácil entendimiento y por consiguiente una mejor conceptua-
lización de la información tridimensional con formatos fácilmente accesibles.
Todos estos cambios han sido protagonizados por el efecto denominado “demo-
cratizador” en la sociedad de la información actual, que permite una amplia difusión
y con ello una comprensión de cualquier usuario. Los denominados “open source”
han contribuido a esta divulgación. Existen, de hecho, congresos específicos dentro
del campo arqueológico dirigidos hacia los formatos denominados de código abierto
como el ArcheoFoss 2014. Open Source, Free Software e Open Format nei processi di
ricerca archeologica en Verona (Italia).
A modo de síntesis resulta necesario establecer una especificación, que recoja unas
recomendaciones para la verificación procesual, geométrica y, sobre todo, de la com-
probación de sus objetivos a través de un orden lógico de equilibrio y desarrollo.
Es importante no perder la referencia fundamental de construir, entre el variado
conjunto de profesionales (arquitectos, diseñadores gráficos, ingenieros topógrafos,
historiadores del arte, informáticos y arqueólogos) que se dedican a documentar y
representar el patrimonio cultural, unos objetivos claros y definidos para cada pro-
yecto, que eviten la desmembración del proceso de investigación (multidisciplinar),
transmisión y análisis entre disciplinas (interdisciplinar) y difusión al resto de la so-
ciedad (transdisciplinar).
Bibliografía
206
Documentación tridimensional mediante escáner láser 3D... ACTAS
207
208
ACTAS
La fortificación de Amposta.
De plaza de primer orden a fortificaciones de circunstancias
Resumen
209
1. Introducción
Bajo los restos conocidos del castillo hospitalario se han encontrado otros de la
fortificación andalusí y de época ibérica, pero es difícil hacerse una idea de cómo era
el conjunto debido a las transformaciones que ha sufrido, no sólo por la destrucción
del siglo xv sino por la posterior reutilización de los materiales constructivos, tanto
por parte de particulares como para construir la iglesia arciprestal actual, y porque
las estructuras que quedaban quedaron ocultas al construirse encima varios molinos
arroceros a finales del siglo xix.
Del castillo medieval se sabe que había tres recintos, encontrándose trazas de los
dos interiores a partir de los fosos que han llegado a día de hoy, pero del tercero que
210
La fortificación de Amposta... ACTAS
211
Figura 2. Amposta y su castillo. Mediados del siglo xviii (SCEAP)
antiguo embarcadero del castillo1, un espacio en el que sólo podía entrar una peque-
ña embarcación, cubierto con bóveda de piedra, muy similar al medieval de Miravet.
El segundo foso corresponde a lo que hoy es toda la calle Fossat, que prolongado
hacia el río acabaría bajo la pilastra del puente colgante; durante el siglo xix este es-
pacio fue ocupado por viviendas adosadas a la escarpa y la contraescarpa, al ser bas-
tante ancho, excepto donde se estrecha, cerca del Canal de la Derecha del Ebro, donde
se ocupó sólo en el lado interior. Tanto bajo la torre del Hospital, cercano al primer
foso, como en el muro de río junto al segundo foso, cerca de la pilastra del puente,
se encuentran unas grandes anillas empotradas en la roca2 que servirían de amarre
de las embarcaciones que se acercaban al castillo. Lo que quedaba de este recinto fue
aprovechado para rehacer una parte de las murallas durante las guerras carlistas.
Del tercer recinto no queda ningún rastro y no se sabe exactamente por donde
discurría, aunque muy probablemente incluía la antigua capilla de Santa Susanna,
actualmente desaparecida al abrir la avenida que lleva al puente colgante, y segura-
mente situada cerca de la puerta de acceso como capilla del recinto inferior del cas-
212
La fortificación de Amposta... ACTAS
tillo. Hacia ahí se dirigen las dos calles que rodean la Casa Miralles por sus fachadas
laterales, en el casco antiguo, la que probablemente fuera una de las edificaciones sin-
gulares de la población junto con la antigua Casa del Prior (donde hoy se encuentra el
edificio del ayuntamiento) y la antigua iglesia románica de la ciudad (de la que se han
encontrado los cimientos a finales del año 2014), que mantiene un matacán entero y
parte de otro protegiendo las dos puertas de acceso de que dispone.
Cercano a la tercera muralla probablemente no habría ninguna edificación, con un
espacio vacío de protección, más allá del cual se formaría la población cristiana a par-
tir de una trama de calles más o menos ortogonal, con manzanas rectangulares for-
madas por parcelas estrechas, similar a nuevas poblaciones medievales posteriores,
como la vecina Ulldecona, tras bajar a la llanura desde el castillo, la no tan próxima
Vila-real, o las más lejanas bastidas francesas de Aigües-Mortes o Monpazier.
Rodeando la antigua villa anexa al castillo también había una muralla, de la que
queda alguna parte más o menos evidente en la orilla del río, aprovechada como pa-
red posterior de las viviendas y construcciones que le dan fachada, no quedando a día
de hoy por la parte de tierra más que la traza definida por las calles que limitan el cas-
co antiguo, hasta llegar al área del castillo. En un plano de mediados del siglo x viii
sólo se muestran dos de los fosos del castillo, con edificios dentro usados de fábrica y
almacén, y en otro de principios del xix sólo se marca el segundo foso, con una casa
fuerte en el primer recinto, por lo que se ha de suponer que hasta inicios del siglo xix
no se volvió a fortificar el lugar. De hecho, no hay referencias a hechos de armas en
Amposta desde principios del siglo xvi hasta las guerras carlistas.
3 Comandancia de Ingenieros de Tortosa. Expedientes nº 1940 y 2434. Copia del Arxiu del Servei
d’Arqueologia. Departament de Cultura. Generalitat de Catalunya.
4 Una vara castellana equivale a 0,835905 metros, i también a tres pies, equivalente cada uno a
0,278635 metros, según la “Real Orden de 9 de diciembre de 1852, por la que se determinan las tablas
de correspondencia recíproca entre las pesas y medidas métricas y las actualmente en uso (Diccionario
jurídico-administrativo. Madrid, 1858)”.
213
junto por un parapeto, formando una plaza de armas, donde existían unos edificios
destinados a alojamiento de la guarnición, almacenes y cuerpo de guardia.
En ese momento se decidió mejorar las defensas, básicamente reduciendo el perí-
metro de la fortificación de la villa, talando todos los olivos y algarrobos de alrededor
y derribando todas las construcciones y casetas del exterior a una distancia de medio
tiro de cañón desde la muralla, salvo una fábrica de jabón, edificio bajo dominado
desde la villa, donde podría haber un destacamento, que unido al recinto mediante
una doble caponera proporcionaría fuegos de flanqueo en el frente más expuesto del
castillo. Según unos planos fechados el 24 de marzo y el 25 de abril de 1838 y siguien-
do las indicaciones del mismo Brigadier Aznar, el recinto debía estar separado de las
casas, para evitar que con la ayuda de alguien desde el interior se pudiera acceder por
las ventanas o aberturas posteriores de alguna de las construcciones dentro de la po-
blación, como parece que había ocurrido alguna vez en otros lugares en el transcurso
de la Primera Guerra Carlista.
El sistema de defensa básicamente se fiaba en unos baluartes (el Gran o de Isabel
II y el de els Carabiners o del Baró de Meer) y unos torreones (Trinquet y de la Fà-
brica) donde poder situar piezas de artillería, unidos mediante cortinas lisas, además
del propio castillo, todo hecho con mampostería de piedra y argamasa, con madera
para entarimados y vigas en edificaciones auxiliares. Parte del material empleado
era reaprovechado de otras construcciones, como del antiguo convento de Capuchi-
nos de Tortosa, situado extramuros de la ciudad, de donde se sacó piedra y madera,
además de la sacada de los andamios para la construcción de la iglesia arciprestal de
Amposta.
Desde el lado más bajo, la cortina, apoyada en el río a partir de la torreta dels
Carabiners llegaba hasta el semitorreón del Trinquet, teniendo en medio el baluarte
del Baró de Meer o dels Carabiners, protegiendo una de las puertas de la villa, de dos
batientes de madera maciza y rastrillo, cerca del cual se encontraba una casa habili-
tada como cuerpo de guardia. En total hacía unas ciento cincuenta varas de largo por
seis de alto y tres y medio de ancho. Desde el torreón del Trinquet la cortina iba hasta
el semibaluarte Gran o de Isabel II, de donde salía la carretera de Valencia, con una
cortina de unas ciento sesenta y tres varas de largo, desde allí iba otra cortina de unas
ciento veinte varas hasta el semitorreón de la Fàbrica, que enlazaba con la misma
mediante una doble caponera. En la mitad de la cortina salía el camino hacia Mas-
denverge y Ulldecona, prolongación de la calle Major. Desde el torreón de la Fàbrica
una cortina de unas ciento sesenta y seis varas enlazaba con el castillo, y en medio de
esta salía el camino hacia Tortosa.
También se reforzó el castillo con una cortina desde la torre de Sant Joan hasta la
tronera antigua, de tres varas y media de ancho, con la formación de una banqueta de
dos varas y medio de alto, levantando un parapeto para fuego de fusil. En la tronera
se le añadieron merlones y parapeto, midiendo en total seis varas de ancho, levan-
tando la altura del parapeto hasta tres varas y medio, levantando el terraplén interior
una vara para tener la explanada para un cañón. En el lado del río se hizo un muro de
una vara de espesor y una y media de altura, igual a la muralla de la ciudad de cara
al río. El muro del puente levadizo del castillo era de mampostería de vara y media
214
La fortificación de Amposta... ACTAS
de ancho y ocho varas de altura, y el muro del castillo de cara a la villa media unas
ciento cuarenta y seis varas de largo, de tres varas de alto y de ancho tenía dos muros
de cuatro pies y medio terraplenado con dos varas de grosor.
Con el fin de la guerra se consideró innecesario mantener en funcionamiento la
fortificación de Amposta, por lo que en fecha veintitrés de junio de 1845 se dio la
orden de inutilizarla, lo que fue cumplido poco después, de manera que durante la
Segunda Guerra Carlista se sabe que tropas leales a Isabel II tuvieron que refugiarse
en la iglesia arciprestal en construcción, como fuerte principal de la población, ante
un ataque carlista, rodeando en ese momento la villa un simple muro y un foso.
Durante la Tercera Guerra Carlista, el jefe carlista Pascual Cucala entró en Am-
posta el veintiuno de febrero de 1874, recuperándose la villa el veintitrés de septiem-
bre por tropas leales al Gobierno, provenientes de Tortosa5. Sólo dos días después se
5 Comandancia de Ingenieros de Tortosa. Expediente nº 1940. Copia del Arxiu del Servei d’Ar-
queologia. Departament de Cultura. Generalitat de Catalunya.
215
Figura 4. Fortificaciones de 1876 (BHMB).
216
La fortificación de Amposta... ACTAS
ubicada sobre la antigua celoquia medieval, más lo que quedaba de la antigua torre
de Sant Joan con una edificación anexa, y otra edificación nueva sobre lo que había
sido el baluarte de la torre del Hospital. De cara al campo estaba rehecho el parapeto
tras el que se situaba una pieza de cañón, justo en el cruce del canal de navegación con
el segundo foso del castillo, con un muro aspillerado, y de cara a la villa quedaba un
muro sencillo de unos sesenta centímetros de ancho con una altura variable, entre
cinco y ocho metros, en el que ya en ese momento se apoyaban las casas construidas
en el segundo foso. Algunos de estos elementos todavía se pueden observar hoy en día.
Cabe destacar que con la mejora de las condiciones económicas por el cultivo del
arroz en el delta, había aumentado la ocupación del suelo en el interior de la ciudad,
de modo que no sólo se había edificado en el antiguo segundo foso del castillo con
viviendas adosados a la escarpa y la contraescarpa del mismo, sino que además las
manzanas llegaban hasta el canal, por lo que en la parte de la ciudad que limitaba con
el canal se mantuvieron los edificios, y sus muros posteriores pasaron a formar parte
de la fortificación de la población, cerrando los finales de calle de cara al canal con
tramos de muros aspillerado.
Si tenemos en cuenta los accesos a la villa, desde el lado del río, junto a la dársena
del canal de navegación, había una puerta de la muralla desde la que se accedía a un
puente giratorio, que comunicaba con el delta o bien aislar Amposta del otro lado de
dársena y canal. También había otra puerta, que mediante un puente, conectaba con
la carretera de Tortosa por encima del canal. Se había anulado la salida hacia Ullde-
cona y también la conexión con la carretera de Valencia a través de la puerta de Sant
Josep, además de cerrar el paso junto al río a un pozo en el lugar llamado «Povador»,
al construir un parapeto al final de la calle que accedía. Se mantenía, sin embargo,
el paso de barca para atravesar el río y conectar hacia Barcelona, paso que existía de
siglos anteriores en el mismo lugar.
217
Ya terminados los combates, en 1876 se dio la orden de inventariar las fortifica-
ciones de todos los ayuntamientos, obligando a los alcaldes a su mantenimiento, y
posteriormente consta que en fecha siete de octubre de 1877 desde el Ayuntamiento
se pidió a la autoridad militar abrir la muralla por la puerta de Sant Josep, ya que así
se facilitaba el acceso a la carretera de Valencia, y por el acceso al “Povador”. Tras
varias gestiones, el diez de noviembre de 1877 se daba el permiso solicitado, con la
condición de que si hiciera falta volver a cerrar las aberturas, debían hacerse cargo los
vecinos. Posteriormente, en mayo de 1888 se promulgó una Real Orden por la que las
murallas y fortificaciones de poblaciones que no eran plazas fuertes, como Amposta,
pasaban a ser de titularidad municipal, haciendo los ayuntamientos lo que más les
conviniera, o conservarlas o derribarlas.
Existe un informe de la Comandancia de Ingenieros de Tortosa de cuatro de
agosto de 1889, referente a un vecino que quería derribar a su cargo un tramo de
la muralla de Amposta que separaba fincas de su propiedad, pidiendo quedarse el
material resultante del derribo, donde se especifica que las obras de fortificación no
fueron pagadas en su momento por el Estado, sino por la Diputación Provincial y
los pueblos del entorno (Amposta, Masdenverge, Sant Carles de la Ràpita, Freginals,
Vinaròs, Santa Bàrbara y Roquetes), por lo que confirmaba el permiso para derribar,
pero aclaraba que quien debía dar el permiso del aprovechamiento de los materiales
resultantes eran las administraciones mencionadas.
5. Conclusiones
218
La fortificación de Amposta... ACTAS
Bibliografía
219
220
ACTAS
Resumen
1. Las viejas murallas romanas y medievales hasta la Guerra Civil catalana (1462-1472)
221
rio, en la zona de la actual plaza de los Carros y estación del ferrocarril, dos espacios
urbanos separados entre sí unos 1.000 metros.
La vieja muralla romana, de algo más de 4’5km., quedaba inutilizada en su mayor
parte, pasando a convertirse en un elemento obsoleto, límite de fincas y caminos e
incluso cantera. El lento desmantelamiento de la vieja fortificación romano-republi-
cana de la mayor parte de su recorrido, no concluye prácticamente hasta el siglo xix,
y contrasta con su mantenimiento en la Parte Alta o centro urbano medieval y de
época moderna.
La parte meridional de la Tarragona del siglo xii se cerró primero con una cerca
conocida como el Mur Vell en el desnivel entre la Plaza de Representación del Conci-
lio Provincial y el Circo. Entre 1360 y 1369, en tiempos del rey Pedro III de Cataluña
y IV de Aragón, se inician las obras de una segunda muralla que protegerá el arrabal
del Corral, construido sobre la arena y las gradas del viejo Circo romano.
La defensa de las murallas romano-medievales se basaba en primer lugar en sus
extraordinarias dimensiones, una estructura de emplecton con zócalo megalítico
y segundo cuerpo de sillería, mientras que el interior, parcialmente colonizado, se
formaba por un interesante relleno de adobes. Las dimensiones de la sección son
de admirar: entre 5 y 6 metros de ancho y unos 10-11 de altura. Las viejas torres ro-
manas son reforzadas e incluso recrecidas (Arzobispo y Seminario o Cabiscol) y se
construyen otras en determinados puntos, aunque algunas de ellas puedan ser ya de
la antigüedad tardía. Los adarves se protegen con frisos de almenas de tapia, y sobre
puertas y poternas se construyen ladroneras.
El llamado Mur Vell, del siglo xii, tiene unas dimensiones más discretas en cuanto
a sección, dado que reutiliza el antiguo muro de contención de la plaza del Concilium,
pero no deja de impresionar la reutilización de las sillerías romanas, junto a la cons-
trucción de torres de planta cuadrada.
Ya en el siglo xiv la fachada del Circo se tapia con finalidades defensivas, obra que
conocemos como el Mur de Clasquerí, en recuerdo de dicho arzobispo, que manda
construir esta defensa no sin serios problemas con el Concejo de la ciudad; pero a
partir de 1369 se refuerza con una nueva muralla por orden del rey Pedro III. Esta, a
diferencia de otras coetáneas, tiene una sección nada desdeñable, 4’20 m de anchura
junto a la torre de les Monges, lo cual nos hace pensar que pretende dar continuidad
arquitectónica y monumental a la muralla romana, precisamente en un tiempo de
crisis y tribulaciones, pero también de serias pugnas entre el poder municipal y el
arzobispo, verdadero hombre fuerte de la ciudad. Esta nueva muralla incorpora ya
innovaciones poliorcéticas. Así las torres de les Monges y de Miralcamp son sendas
construcciones octogonales al estilo de las de Poblet, Morella, Barcelona, Tortosa o
Valencia, la torre-portal de Sant Francesc seria del estilo del portal del Bové de Mont-
blanc. Sin embargo, es de suponer que esta muralla no acabó de concluirse, lo cual
explicaría el releje que se observa en planta tanto en los planos históricos militares
como en el parcelario actual, de manera que la parte más occidental seria simplemen-
te un tapiado de las arcadas del Circo romano.
La documentación medieval muestra como una de las cargas para la ciudad de
Tarragona era el mantenimiento de sus murallas, problema que se hereda e incluso
222
El paso de las murallas romanas y medievales... ACTAS
223
bargo aquí esta intervención se realizó de forma bastante burda, limitándose a abrir
las aspilleras. Es plausible que en este contexto la torre bajo el baluarte de Sant Antoni
fuera reforzada en su base con una reestructura en talud.
Bien es sabido que la respuesta provocada por la llegada de las armas de fuego fue
acompañada de la correspondiente revolución en el arte de la fortificación. Murallas,
torres y castillos se refuerzan con taludes; las saeteras se convierten o sustituyen por
troneras; las torres pasan a ser circulares, con los primeros bonetes artillados, pero
pronto se pasa a reforzar las murallas con su extradosado y después la construcción
de grandes obras de planta poligonal, que permiten tanto una mejor resistencia a la
artillería de fuego, como una mejor visual y la multitud de espacios desde donde de-
fenderse con las nuevas armas.
La tradición medieval aún se manifiesta en la fortificación de Salses (Rosellón,
Francia) con unas primeras respuestas arquitectónicas a la irrupción de la pirobalís-
tica. Pero las soluciones poliorcéticas de éxito fueron otras, fruto del genio italiano
de personajes como Leonardo, Miguel Ángel, los hermanos Giuliano o Sangallo, por
poner algunos ejemplos. Nacía así la llamada traza italiana o en estrella.
Se construyeron defensas con muros más bajos y anchos, de piedra y mortero, y re-
lleno interior de tierra. Así se absorben mejor los impactos de los cañonazos. Un nue-
vo sistema de defensa avanzada sustituía las torres: bastiones o baluartes y revellines.
Permitían el fuego cruzado, más cuando la estructura de las nuevas fortalezas evo-
lucionaba hacia la planta en forma de estrella. Lo cierto es que era un sistema de cons-
trucción revolucionario, pero en un tiempo muy costoso. Esta realidad se observa en
Tarragona, aunque lo cierto es que por ejemplo la topografía y la dureza del terreno
impiden seriamente la existencia de fosos, y se hacía difícil no visualizar las defensas
a estar la ciudad en una colina.
Las primeras construcciones a la italiana se corresponden a baluartes en los flan-
cos más débiles de la muralla. Esto sucede en tiempos de Carlos I de Habsburgo. Ya
en 1524 se mandó construir el baluarte de Sant Climent, frente a la torre de Gimi-
nells, pero esta obra no se ejecuta hasta la “Sublevación de Catalunya” (Guerra dels
Segadors, 1640-1652). Pocos años después, en 1527, la amenaza de piratas y corsarios
norteafricanos provocó que el consulado acordara «fer quatre baluards bons de pedra
picada forts […] a la torra del Scolà un, y al portal del Rey altre […] a la torra Grossa
altre y al portal de sent Antoni altre”.
Paralelamente, el arzobispo Pedro de Cardona mandó construir la torre del Port o
dels Caputxins. Además, las viejas murallas son reparadas, como en 1534 el Concejo
municipal y la “Divuitena” así lo mandan, amén de preparar la artillería y habilitar
un portal en las bóvedas de en Carabassa en el Corral.
224
El paso de las murallas romanas y medievales... ACTAS
225
En 1542 Carlos I visita la ciudad y un año después Luís de Castellet, delegado del
capitán general de Cataluña, propone la construcción de dos baluartes en los con-
ventos de Sant Francesc y Santa Clara, extramuros, a ambos lados de lo que ahora
es la Rambla Vella. La idea provocó que fuera rechazado en 1544. Posteriormente se
recupera el proyecto sin afectar los dos centros religiosos.
Castellet también inició los trabajos de desmantelamiento de la torre de Sant Magí
o Minerva con la idea de sustituirla por un baluarte, operación que se manda parar y
reconstruir la torre. En 1545 se realizaban obras del baluarte de Carlos V (que llaman
Santa Clara), al pie de la torre de les Monges. En 1549 se iniciaron las del baluarte de
la Benedicció, Santa Bàrbara o Fortí Negre, obra que finalizó un año después.
Con estos baluartes se protegían los ángulos más sensibles de la muralla, si bien
no se actuó en el occidental, donde la Torre Grossa seria una construcción suficiente-
mente potente. Pese a ello, la Muralleta no ofrecía la necesaria protección de la ciu-
dad por su flanco meridional más cuando en el último tercio del siglo XVI, entre los
conventos de Sant Francesc y Santa Clara, se construyen el nuevo Hospital, l’Estudi,
el Seminari Tridentí y el convento de los Jesuitas (1572-1580), que bajo la promoción
del cardenal Gaspar Cervantes de Gaeta (1568-1575) iniciaba un ambicioso programa
edilicio en el marco de la Contrarreforma Católica. El espacio entre estos equipa-
mientos culturales y religiosos y la Muralleta con el tiempo conformaron la actual
Rambla Vella o de Sant Carles.
Para su correcta protección el prelado y la Corona promovieron ampliar el períme-
tro de la muralla, aunque en realidad el coste estuvo básicamente a cargo de la ciudad
y las poblaciones del Camp de Tarragona.
El proyecto inicial era una muralla rodeando el perímetro entre los dos conventos,
con dos baluartes, de Cervantes, les Monges o de Toro en la vertiente oriental, y el de
Sant Pau en la occidental. Según Recasens, las obras se iniciaron en 1572. Lo cierto es
que el ritmo se fue atenuando, de manera que aún se trabajaba en el de Santa Clara en
los años 1587, 1692 1603, 1604, y no se finaliza y arma hasta 1625.
Pero esta fortificación ¿cuándo se finalizó? Sabemos que en 1602 se trabajaba en
el baluarte de Jesús, pero todo indica que éste y el de Sant Pau no se concluyen hasta
bastante más tarde. Es interesante ver que esta muralla se refleja de forma muy dife-
rente en los planos de mediados del siglo XVII. Por ejemplo en los dibujados en 1642
conservados en Simancas, se dibuja la muralla completa. Mientras, el plano de Calbet
(1643, Biblioteca Nacional de París) se ve la línea de la muralla de Sant Joan, aunque
sólo marca los baluartes de Cervantes y Sant Pau.
¿Qué nos queda de estas fortificaciones del siglo xvi? Si hacemos un recorrido
desde el lado de mar siguiendo la muralla romana hasta la Vía del Imperio primero
nos encontramos con el baluarte de Carlos V. Las excavaciones realizadas en los años
80 del siglo XX descubrieron parte de su escarpa y planta. Era una defensa en forma
226
El paso de las murallas romanas y medievales... ACTAS
de punta de flecha o mejor dicho un baluarte con orejeras que rodeaba la torre de les
Monges. Su fisonomía recuerda las fortificaciones renacentistas de Frantin y Calvi
en la ciudad de Ibiza, por ejemplo. Los muros, como en el caso del baluarte de Sant
Antoni, se construyeron con núcleo de hormigón de cal y mampuesto y cara exterior
de sillería. Entre escarpa y Muralleta, debería haber un importante relleno de tierra.
El plano de Silby de 1748 marca perfectamente, como otros de detalle del siglo
xviii y xix, la planta en forma de baluarte con orejeras y como rodea la torre de les
Monges, la parte superior de la que sobresaldría por encima del terraplén. En los dibu-
jos de Wyngaerde se observa, por ejemplo, que el baluarte sería quizás coronado con
una casamata sobre la cara de mar, o tal vez no estaría terminado, mientras que en
la cara que mira a la actual Rambla Vella, se ve una pieza de artillería que sobresale.
Esto hace pensar que tal vez no hubiera troneras, sino que sería terminado a barbeta,
es decir sin bocas de fuego de manera que se disparaba por encima del parapeto, lo
que permitía un mayor ángulo de tiro.
El baluarte de Sant Antoni defendería el ángulo de muralla entre los actuales pa-
seos de Sant Antoni y Torroja. Es una construcción también de planta pentagonal,
con un potente muro de hormigón de cal y piedra y forro exterior de sillares. En el
extremo habría una garita, que se ve en fotografías de principios del siglo XX . Estaba
227
Figura 4. “Planos y perfiles de los almacenes de S. Felipe y la Fusteria de
Tarragona” por Rafael Silby, año 1748. Servicio Histórico Militar (foto
archivo Museo de Historia de Tarragona). En el extremo superior derecho
se ve el baluarte de Carlos V defendiendo la torre de las Monjas.
rematado, como otros baluartes del siglo XVI con una cornisa semicircular o cordón,
que marcaría la línea magistral. En la fotografía de Hermenegildo Vallvé (1920) no se
ven troneras, como tampoco en el plano de Silby. Una imagen también interesante es
una fotografía del tramo del paseo Torroja con el baluarte al fondo.
En el plano de Silby de 1748 destaca de un acceso al terraplén, que no es más que
una rampa de la muralla romana; o una cisterna interior, de la que aún nos ha llegado
uno de sus lados. Las voladuras de los napoleónicos en 1813 el dañaron seriamente,
tal como dibujó Vicente Roig, Vicentó, en su espléndida serie de aguafuertes. Las ex-
cavaciones arqueológicas llevadas a cabo en este baluarte (1992) exhumaron la base
de una torre medieval que sería desmontada posiblemente en erigirse esta defensa
renacentista. Los trabajos de emergencia en el lienzo adyacente que dan al Passeig de
Sant Antoni, muestran como el terreno natural fue rebajado para dar más altura al
baluarte, e incluso cabe la posibilidad que se abriera un foso.
En cambio en la torre de Sant Magí, no hay indicios que finalmente se construyera
un baluarte hasta tiempo después, durante la “Sublevación catalana” (Guerra dels
Segadors). Se observa, sin embargo, la reparación del desmonte que inició el capitán
228
El paso de las murallas romanas y medievales... ACTAS
Castellet, con un aparejo de sillar bien escuadrado unido con cal, pero de clara dife-
renciación con la sillería romana.
Si bien la documentación diplomática nos habla de que en el siglo XVI se manda
hacer el baluarte de Sant Climent o Cadenes, hay que pensar que esta construcción,
como el de Sant Magí, también es de tiempos de la Guerra dels Segadors. Ciertamente
no hemos sabido localizar referencias que nos hablen de su obra en el siglo XVI. Pero
lo que más llama la atención es que no es en los dibujos de Wyngaerde ni en los do-
cumentos gráficos anteriores al sitio de 1641. Eso si, aparece en el plano de Calbet de
1643 y en el asedio de 1644. Es también significativo que se marca en los planos de los
proyectos de fortificación de 1642 y el coetáneo de Gandolfo.
El fortí Negre se construyó sobre la torre Escolà y su perfil se observa en el dibujo
de Wyngaerde de 1563. Es una imponente construcción de planta casi cuadrada, si-
milar a lo que sería el baluarte de Cervantes o de Toro.
Actualmente se pueden diferenciar dos niveles o plataformas que nos evocan la
estructura de baluartes renacentistas con casamatas para batir los lienzos lateral-
mente. Exteriormente se ve una obra de mampostería ligada con mortero y sillares
en esquinazo. El lado oeste deja entrever sillería muy dañada al ser utilizada piedra
229
Figura 6. “Vista de la ruina del Baluarte de San Antonio (h)echa por los
franceses en la explision del dia 19 de Agosto de 1813.” Museo de Historia de
Tarragona-colección Gil Nebot (foto Museo de Historia de Tarragona).
230
El paso de las murallas romanas y medievales... ACTAS
Figura 7. Vista del baluarte de Toro, año 1883. Museo de Historia de Tarragona.
Figura 8. “La ciudad de Tarragona vista desde el mar.” Grabado de Pablo Montanyà
publicado en el tomo XIII del Viaje de España de Antonio Ponz, entrepàginas 164-165. Se
remarca en oscuro la torre del Puerto (Biblioteca-Hemeroteca Municipal de Tarragona).
En cuanto a la torre del Port, conocemos su ubicación gracias a los planos de los
siglos xvii y xviii, y habría que situarla entre el antiguo edificio de las Obras del
Puerto y la vía del ferrocarril. El dibujo de Hercole Bazzicaluva (1642-1643) marca
una imponente torre, aunque de planta cuadrada. En cambio en el plano de Calbet de
1643 se perfila una obra hexagonal, tal como se ve en el grabado de Pablo Montañés
publicado en 1769, o en el plano del puerto de 1792 etc. Sus características recorda-
rían la Torre Vella de Salou, no en vano las dos se construyeron por orden del mismo
arzobispo: Pedro de Cardona.
231
Figura 9: Cabecera oriental del Circo en la actualidad. Se
remarcan los restos del baluarte de Carlos V (J. Menchón).
232
El paso de las murallas romanas y medievales... ACTAS
233
Bibliografía
234
ACTAS
Resumen
235
1. Una arquitectura entre la edad media y época moderna
A partir del siglo x, los territorios que nos ocupan pasaron de ser una zona de
frontera marcada por el río Gaià a formar parte del condado de Barcelona en un in-
teresante proceso de expansión feudal que culmina con la conquista de las ciudades
de Tortosa (1148) y Lérida (1149). El reparto de las tierras entre los diferentes agentes
de la conquista estaba ligado al control territorial primero mediante la generación
y desarrollo de una intensa y extensa malla castral que se expande especialmente a
partir del año 1000, y la generación de núcleos urbanos de diferentes dimensiones,
especialmente tras la conquista de Tortosa y la toma de Siurana (1153-1154). No se
puede ocultar la importancia, aún sin fijar de forma definitiva, de los establecimien-
tos andalusíes de este territorio, especialmente en las estribaciones occidentales de
los Montes de Prades y en la comarca del Priorat, pero que sin duda configurarán el
posterior desarrollo territorial.
Entre los siglos xiv y xvi diferentes conflictos bélicos afectaron estas tierras. Hemos
de desatacar en el siglo xiv la guerra entre Pedro III de Cataluña y Pedro I de Castilla
(1356-1369), y ya en el siglo xv la guerra entre Juan II y la Generalitat (1462-1472), así
como las violencias y tensiones entre payeses ricos y nobleza, reflejo meridional de lo
que en la Cataluña Vieja se conoce como el conflicto remença. Ya entrados en pleno
siglo xvi, la violencia de los epígonos del Feudalismo, con el bandolerismo entendido
también como guerras y luchas particulares entre nobles y poderosos, la de las gue-
rras del rey con sus enemigos europeos, así como la inestabilidad de la costa ante los
ataques de piratas y corsarios influyeron notablemente en el desarrollo histórico. A
ello hemos de sumar una importante recuperación económica que conllevó el embe-
llecimiento y reforma de viejos castillos feudales al convertirlos en palacios; junto a
su reflejo en la arquitectura de propietarios, mercaderes etc., tanto en el mundo rural
como urbano, que se transmite a la arquitectura tardogótica con paralelismos con el
Plateresco castellano, y la posterior llegada del Renacimiento o arquitectura alla ro-
mana, de clara influencia italiana. Esta realidad se observa en diferentes poblaciones
del territorio, como se puede ver en Tarragona, Alcover o Montblanc por ejemplo.
Lo cierto es que la mayor parte de castillos a los que vamos a hacer referencia son
construcciones de origen medieval, con o sin patio central, de planta compacta, que
van evolucionando a lo largo de la Edad Media, y es en este contexto cuando se adaptan
con mayor fortuna a los avances de la poliorcética pirobalística. En la Conca de Barberà
tendríamos como exponentes principales, los castillos de Solivella y Savallà del Comtat.
El primero muestra como a partir de una primera edificación en forma de gran
torre del siglo xi se desarrolla un castillo que cristaliza en una imponente edificación
gótica de patio central, que sin solución de continuidad se refuerza con una barbaca-
na o barrera artillada y una contramuralla, donde vemos la combinación de troneras
de orbe y palo y saeteras de clara tradición medieval, pero algunas también transfor-
madas en tronera. Junto a estos elementos, taludes en las bases de la barbacana, para
optimizar la defensa pirobalística, junto a los merlones de tradición bajomedieval o
las ladroneras sobre accesos y puntos de paso.
236
Arquitectura militar en el campo de Tarragona... ACTAS
237
Otra muestra de barbacana o barrera artillada, pero en un estado de conservación
más precario lo tenemos en Savallà del Comtat, con torres circulares en esquina-
zo y defensas a base de troneras de orbe y palo. La estructura del cuerpo principal
del castillo sigue el modelo de edificio con patio central. Mucho más compleja es la
evolución de Santa Coloma de Queralt, donde a partir de una torre de dimensiones
espectaculares, como sería la de Solivella, se desarrolla el castillo altomedieval con
una importante reforma tardogótica que lo convierte en un gran palacio.
Un siguiente paso en la llegada de la manera de construir alla romana es cal Castlà
de Montblanc, edificio palatino que sustituye tras la Guerra Civil Catalana (1462-
1472) el viejo castillo medieval en lo alto del Pla de Santa Bàrbara. Aunque muy trans-
formado es aún recuperable. De planta casi cuadrada y con patio central, muestra
una gran portalada tardogótica i aberturas donde se aprecia ya la llegada de los ele-
mentos estilísticos de clara inspiración clásica. Las reservas de cornisa en los ángulos
redondeados del edificio hacen pensar en la traza de escaraguaitas o garitas o decora-
tivas al estilo de los del castillo de Altafulla, aunque quizás no se llegaron a construir.
En el monasterio de Poblet se observa la existencia de troneras de orbe y palo en
algunas de las torres de la muralla mandada construir por Pedro III de Barcelona
(1369).
Y son especialmente interesantes las que se ven a ambos lados de la Porta Daura-
da, magnífico acceso monumental con una potente ladronera, conjunto edificado en
tiempos de los abades Delgado (1458-1478) y Payo Coello (1480-1498). En este magní-
fico monasterio, las innovaciones poliorcéticas se limitan a las troneras, combinadas
con los frisos de matacanes y balcones protegidos en la Porta Reial, y a los viejos
muros de la muralla del siglo xiv.
Más complicados de definir e identificar son los casos del castillo de Biure o la
granja-castillo de Riudabella, con restauraciones de tipo historicista que en absoluto
restan interés por ambos edificios y otros de la zona.
Ya en el Camp de Tarragona nos encontramos con una serie de ejemplos de gran
interés. En otra comunicación ya se ha hablado del caso de Tarragona, por lo cual no
es necesario volver a insistir. Aunque en la comarca del Penedès, el castillo de Calafell
es otro ejemplo de fortificación altomedieval con una larga evolución histórica, que
en la Baja Edad Media pasa a ser pabellón de caza, y sus viejas murallas de mampos-
tería se refuerzan con troneras de orbe y palo.
El castillo de Creixell, así como diversas edificaciones de esta población mues-
tran un importante momento de crecimiento entre los siglos xv y xvi, al igual que
diferentes poblaciones de la zona como la misma Tarragona. La fortificación me-
dieval original evoluciona hacia un castillo de planta regular con patio central. Los
exteriores se refuerzan con potentes taludes y merlones de remate piramidal trunca-
do. Similar es el caso de Altafulla, aunque de una mayor riqueza arquitectónica con
elementos claramente renacentista junto a los ya clásicos refuerzos ataludados en la
base, además de escaraguaitas y almenas escalonadas, que observaremos en otras
fortificaciones de la época.
En el caso del castillo Tamarit y su vila closa, hemos de añadir la construcción o
quizás adaptación de una torre albarrana al pie de playa y de una potente muralla
238
Arquitectura militar en el campo de Tarragona... ACTAS
239
Figura 6. Castillo de Siurana, lado oeste, con tronera
de orbe y palo y casamata del siglo xv.
de traza italiana con troneras, preparada para defender la plaza ante los frecuentes
ataques de la piratería norteafricana.
En la comarca administrativa del Alt Camp podemos observar la transformación
del castillo de Vallmoll, construcción que evoluciona hacia las obras góticas con gran
patio central y escalinata de acceso a la sala. También se observan los refuerzos en
talud así como una fase renacentista asociada a la obra del famoso tracista Pere Blay,
autor entre otras de la capilla renacentista del Santíssim de la Catedral de Tarragona,
la fachada del palacio de la Generalitat de Cataluña o el castillo de Torredembarra.
Transformaciones a caballo del gótico y el Renacimiento las tenemos también en el
castillo de Rodonà, objeto de una comunicación de I. Pastor. En la Selva del Camp, el
estudio documental y arqueológico nos muestra una importante transformación en
el siglo xvi, al transformarse el viejo castillo del paborde de la Catedral de Tarragona
en residencia temporal del arzobispo.
Y ya con una plena traza renacentista, el castillo de los Icart en Torredembarra,
construido a partir de 1565 y finalizado quince años después. Se trata de una im-
presionante obra claramente alla romana, de planta rectangular con patio interior
y tres pisos de altura, fachada monumental con puerta con frontón partido sobre
sendos pares de columnas, y esquinas protegidas/decoradas por baluartes de clara
traza italiana.
En el Priorat observamos adaptaciones puntuales en el hisn de Siurana. Esta im-
portante fortificación de la marca extrema de Al-Andalús perdió importancia estra-
240
Arquitectura militar en el campo de Tarragona... ACTAS
Figura 7. Castillo de Falset, torres del siglo xvi durante los trabajos de restauración (2001).
Junto a estas transformaciones de los grandes casals, castillos y palacios hay una
serie de construcciones defensivas edificadas por la iniciativa privada o local, que
especialmente se ven en la costa por el peligro de ataques de los corsarios norteafrica-
nos, aunque también se ven en el interior y que habrá de relacionar con las tensiones
de la época, especialmente las guerras privadas entre propietarios y pequeña nobleza,
241
Figura 8. Torre Vella de Salou.
muchas veces confundidas con el tan conocido bandolerismo de los siglos xvi, xvii
y xviii.
Los conflictos entre el imperio Habsburgo y otros reinos europeos provocaron por
ejemplo que Carlos I mandara fortificar las poblaciones de la costa con la actuación
de ingenieros italianos como Calvi y Fratrín: Barcelona, Ibiza, els Alfacs... Pese a ello
los ataques se fueron sucediendo a lo largo del tiempo: 1547 Punta del Farelló, Vila-
seca, la Canonja y Masricard que provocan la despoblación de Miramar, Barenys y
la Pineda; 1562 Tamarit, lo cual motiva la construcción de la torre de la Mora; 1562
Salou y el Perelló; 1563 Salou; 1566 Salou; 1567 Tarragona; 1582 Tarragona y Tamarit,
etc.
La reacción a estos ataques lógicamente comporta la fortificación de los núcleos de
población y de los masos. Lo cierto es que el poder real a duras penas puede financiar
sus propias órdenes de construcción de obras, de manera que es la Iglesia, las univer-
sidades locales o los privados quienes se hacen cargo de su propia defensa, cosa lógica
en la mentalidad catalana si pensamos por ejemplo en el princeps namque, las orga-
nizaciones gremiales que forman milicias, las bandosidades y ejércitos privados etc.
Como casos de iniciativa episcopal tenemos el de la orden de construcción de la
Torre del Port de Tarragona (1527) ya comentado en otra comunicación, y la Torre
Vella de Salou (1530) promovidas por Pedro de Cardona.
La Torre Vella o de Carlos es una espléndida obra de traza renacentista, erigida
con sillería y tiene base ataludada con troneras circulares. Muestra acceso en planta
baja e interiormente se diferencian tres pisos y terraza. Tiene aberturas pequeñas y
se defiende con troneras y ventanas reforzadas con manteletes de tradición medieval.
La Torre del Torm (Hospitalet de l’Infant), que sería al estilo de las almenaras del
sur de la Península es una promoción del duque de Cardona, señor de la baronía de
242
Arquitectura militar en el campo de Tarragona... ACTAS
Entenza en el siglo xvi. En el caso de Tamarit, después del ataque de 1562 es la propia
universidad quien promueve la construcción de una torre de guaita. Pero la mayoría
de casos responde a la iniciativa privada.
Siguiendo la tradición arquitectónica medieval hay algunos masos fortificados
como los de la Torre Forta en Tarragona, construcción de planta cuadrada con es-
tructura interna de arcos diafragma, de planta baja y dos pisos, similar a la Torre d’en
Dolça de Vilaseca. En ambas se observa la defensa mediante aspilleras de tradición
medieval. Siguiendo la tipología de mas horizontal tenemos en d’en Jové, obra de
planta cuadrada con fachada mirando al sur defendida por una ladronera.
Otro conjunto de fortificaciones son las torres que se erigen adosadas o junto a los
edificios habitacionales, sea dentro de núcleos urbanos como podemos ver en Vila-
nova d’Escornalbou (Baix Camp) por poner un ejemplo, o en masos aislados. Cierta-
mente nos encontramos con defensas de planteamiento, inercia o tradición medieval,
nada extraño en una Cataluña donde vemos que el Gótico continúa a lo largo del
siglo xvi, como vemos en la Prioral de Reus o el santuario del Tallat (Rocallaura,
Urgell) y en no pocos castillos.
Las torres de mayor antigüedad en este caso serían las de planta cuadrada, unidas
o cercanas a los cuerpos principales de los masos, de los siglos xiv-xv, evolucionando
después hacia las de planta circular pero generalmente separadas unos metros y uni-
das por un paso elevado, que habríamos de datar entre finales del xv y el siglo xvii. A
estas hemos de añadir casos de torre aislada como la de la Mora (Tarragona) o la del
Torm (Hospitalet de l’Infant).
243
Figura 10. Torre de la Mora, Tarragona.
244
Arquitectura militar en el campo de Tarragona... ACTAS
245
Bibliografía
AA.DD.: Guia dels castells del Gaià. Valls: Institut d’Estudis Vallencs-Centre d’Estu-
dis del Gaià, 1999.
ALOGUÍN, R.: Guia de les fortificacions de Tarragona. Tarragona, 1998.
ALTISENT, Agustí.: Història de Poblet. Poblet, 1974.
BELTRAN, Dídac.: Breu Història del Molnàs. Tarragona, 1993.
CAPDEVILA, Sanç: «Documents. La torre de la Mora». En: Estudis Altafullencs, nº.
3, 1979, pp. 85-89.
CATALÀ, Pere.: De cara a la Mediterrània. Les torres del litoral català. Barcelona
1987.
CATALÀ, Pere.: Els Castells Catalans. Vol III, Barcelona 1971.
CATALÀ, Pere.: Els Castells Catalans. Vol IV, Barcelona 1973.
CAVALLÉ BUSQUETS, Joan: Quan les cases volien ser palaus. La població d’Alcover,
1553-1625. Alcover: Centre d’Estudis Alcoverencs, 1989.
COOPER, Edward.: The sentinels of Aragon. Old Coastal defence towers of Catalonia
and Valencia. Londres, 1994.
DÍAZ, Moisés.; MENCHON, Joan.: “El Castell de Solivella: Resultats preliminars de
les excavacions arqueològiques (1998-2007).” En: Actes del IV Congrés d’Arqueolo-
gia Medieval i Moderna a Catalunya (Tarragona 10-13 de juny de 2011), v. II. 2011,
pp. 997-1006.
FERRAN, Josep Maria (ed.): Arquitectura del Camp. Guia. Tarragona, 1995.
FUGUET, Joan.; PLAZA, Carme.; HOFBAUEROVÁ, Vera.: Els Queralt a Santa Colo-
ma. Arquitectura, art i vida. Santa Coloma de Queralt, 2010.
GARRIGA RIERA, Joaquim.: «L’època del Renaixement, segle XVI». En: Història de
l’Art Català IV. Barcelona: Edicions 62, 1986.
GIMÉNEZ, J.: «Moros venen, moros van». En: L’Islam i Catalunya. Barcelona, 1998,
pp. 303-310.
LIAÑO MARTÍNEZ, Emma.: «Torres medievales en la desembocadura del Gaiá».
Estudis Altafullencs, nº 3. Altafulla, 1979, pp. 51-83.
LIAÑO MARTÍNEZ, Emma.: Vila-seca i Salou. El seu passat monumental. Vila-seca,
1984.
MARTINELL BRUNET, Cesar.: «L’art de transició al Gòtic». En: FOLCH TORRES,
Joaquim (ed.), L’art català, vol I. Barcelona, 1955, pp. 213-414.
MASSÓ, J.; RAMON, E.: «Un patrimoni arquitectònic malmès: les torres de defensa
del Baix Camp)». En: Jornades d’estudi sobre les àrees rurals, Cultura i societat
(1984). Barcelona, 1988, pp. 161-164.
MENCHÓN BES, Joan.: «Ab exercitu navali navigantium sarracenorum: la defensa
de la costa a l’edat mitjana i en època moderna». En: Citerior 4. Ports marítims i
ports fluvials: la navegació a l’entorn del nord-oest mediterrani durant l’antiguitat.
Tarragona, 2008, pp. 187-209.
MENCHÓN, BES, Joan (coord.): El castell de Solivella. Entre el gòtic i el renaixement
a la Catalunya Nova. Tarragona, 2014.
246
Arquitectura militar en el campo de Tarragona... ACTAS
MENCHÓN BES, Joan: «El paso de las murallas romanas y medievales a las fortifica-
ciones modernas en la ciudad de Tarragona (siglos XV-XVII)». En: II Jornadas de
Patrimonio defensivo en época moderna. Ministerio de Defensa, 2015. En prensa.
MENCHÓN BES, Joan: «Masos fortificats al terme de Tarragona. Una aproximació».
En: I Congrés del Món de la Masia. Barcelona, 11-13 març 2015. Institut d’Estudis
Catalans. En prensa.
MENCHÓN, Joan.; DÍAZ, Moisés: «Intervencions arqueològiques al castell de So-
livella (Conca de Barberà)». En: Tortosa 1999. Jornades d’arqueologia 1999. Pre-
història, protohistòria i època medieval a les comarques de Tarragona (1993-1999).
Tortosa octubre de 1999. Barcelona 2007, pp. 423-434.
MIRAVALL, Ramon.; ALAVEDRA, Josep: Les torres de la regió marítima de l’Ebre.
Tortosa 1980.
DE MORA-FIGUEROA, Luis.: Torres de Almenara de la costa de Huelva. Huelva
1993. (2a edició).
PASTOR BATALLA; Isidre: «El castell-palau de Rodonyà a través dels inventaris post
mortem de la família Tamarit. Segles XVII-XVIII», La Rescola, Nº. 3. Vila-rodona,
1999, pp. 17-34.
ROVIRA, Salvador, J.: Tamarit. Altafulla, 1991.
SÁNCHEZ REAL; José: Obra menor. Tarragona, vol. 1, 1990.
TEJERO, Alfons: Inventari de les restes arqueològiques i històriques de la plana del Coll
de Balaguer. Ajuntament de Vandellós y el Hospitalet de l’Infant, 2008.
VILA CARABASSA, Josep Maria; FORT COGUL, Eufemià: La memòria del castell
(de la Selva del Camp). La Selva del Camp 2011.
247
248
ACTAS
Resumen
249
1. Fra Gervasi de Monistrol y el primer fortín de Montjuïc (1641-1655)
250
Los artífex del castillo de Montjuïc... ACTAS
Figura 1. Planta del proyecto del Castillo de Montjuic publicada por Beaulieu
el 1668, donde se dibuja un primer diseño del segundo recinto del Castillo.
5 BEAULIEU, Sébastien de Pontault de: Les plans et profils des principales villes et lieux conside-
rables de la Principauté de Catalogne avec la carte generale et les particulieres de chaque gouvernement.
Paris, 1668.
251
definido, en el entorno del primitivo fortín y que ya prefigura la idea de lo que
luego será el castillo que se irá construyendo a partir de ese momento y que com-
pletará, casi un siglo más tarde, Juan Martín Zermeño. (figura 1)
Durante este periodo cambia de manera muy evidente el sistema de adjudicación y
ejecución de las obras que se hacen en el castillo. Por un lado, comienzan a intervenir
los ingenieros militares en el diseño de las actuaciones y por la otra la ejecución de los
trabajos se adjudica en subasta pública a los grandes empresarios de la construcción
barcelonesa del momento, la mayor parte de los cuales habían obtenido el cargo de
maestro de obras municipal de la ciudad de Barcelona. En el momento actual cono-
cemos algunos de los protagonistas de este periodo.
El primer ingeniero militar que conocemos vinculado con las obras del fortín es
Lorenzo posee, que aparece mencionado como responsable de un proyecto de fortifi-
cación del castillo cuya ejecución se contrata el 8 de febrero de 1672, tras la preceptiva
subasta pública. El capitán Lorenzo Possi, ingeniero militar de origen italiano, había
trabajado anteriormente en la ciudad de Cartagena donde redactó un informe sobre
las murallas de la ciudad y elaboró un proyecto para alargar su puerto, entre otras
actuaciones. Por lo tanto ya era un ingeniero experimentado cuando le fue encomen-
dado este proyecto en el castillo de Montjuïc. Desconocemos cuáles son las obras que
proyectó, aunque es probable que se trate de alguno de los baluartes del primitivo
fortín hoy desaparecido bajo el edificio principal del castillo y del que se conservan
rastros arqueológicos. (figura 2) Ya a finales del siglo xvii y en relación con las obras
que se llevan a cabo bajo el impulso del virrey Francisco de Velasco, aparece men-
cionado el ingeniero militar de origen valenciano José Chafrión, maestro de campo
e ingeniero Mayor de Carlos II, y al que el virrey Velasco ya había encargado un in-
forme sobre la población de Hostalric. No tenemos datos concretos para determinar
qué obras proyectó, aunque que parece claro que durante ese periodo se construyeron
los baluartes de Velasco y el primitivo de Lengua de Serpiente, también reformados
posteriormente por Juan Martín Zermeño.
252
Los artífex del castillo de Montjuïc... ACTAS
Este documento introduce de manera evidente una de las novedades que ponen de
manifiesto el cambio radical en el sistema de organización de la construcción de la
fortaleza ya que la ejecución del proyecto se saca a concurso por parte de la adminis-
tración central de la Corona, sin la participación del ayuntamiento, y es adjudicado
a un empresario de la construcción que posteriormente formará una compañía con
otros menestrales del ramo para poder salir adelante.
Como ocurrirá en todas las contrataciones de obra que se ejecutarán a partir de
este momento, la del nuevo castillo de Montjuïc, consiste en un listado de precios
para las diferentes tareas y materiales empleados en la ejecución de la obra. De todos
modos, el detalle en que se exponen los elementos a presupuestar permiten a menu-
do hacernos una idea, aunque general, del tipo de obra que estaba previsto llevar a
cabo en el proyecto que se ejecutaba. En este sentido sabemos que los trabajos debían
contemplar la excavación de fosos7, la construcción de paredes de mampostería8 con
7 La cana cúbica de escavación del fosso y terrapleno pissado con pissones a quinse reales, todas
canas de ocho palmos.
8 Item, la cana cúbica de manpostería de piedra y cal, vién unido y macicada y perfilada por la cara
de le pagarà a ciento y dies reales de ardites.
253
las esquinas de sillería9 y el apisonado de tierras. También se hace referencia a la
construcción de un camino cubierto en el que se utilizaría, por lo menos parcial-
mente, la pared de tapia. Parece por tanto que estaríamos ante una obra que preveía
la construcción de algún tipo de foso perimetral y también de algún baluarte. No
parece que la obra fuera de gran magnitud ya que el plazo de ejecución es de tres
meses. Provisionalmente atribuimos a este contrato la obra de alguno de los baluartes
del fortín interior del castillo, aunque no se puede descartar que correspondiera con
el inicio de alguno de los baluartes del recinto exterior, posiblemente el de Sant Felip
(hoy de Santa Amalia).
Pocos días después de adjudicada la obra, el 14 de febrero, el contratista Pere Pau
Ferrer constituye una sociedad con otros tres maestros de casas de Barcelona para
llevar a cabo conjuntamente las obras derivadas del contrato10. En las cláusulas del
contrato Pere Pau Ferrer cede a sus socios a partes iguales los derechos que le corres-
ponden por el contrato hecho con la administración el día 8 de febrero, por lo que los
cuatro se repartirán a partes iguales el trabajo, los gastos, los ganancias y las pérdidas,
si las hubiere, derivadas del desarrollo del contrato.
No hemos podido localizar otras referencias documentales hasta finales del siglo
xvii, ya en el marco de los conflictos entre la Corona española y la francesa, la lla-
mada guerra de los Nueve Años (1688-1697) que caracterizaron el final del reinado
de Carlos II. De todos modos es probable que los trabajos continuaran durante este
periodo.
Sabemos que a partir de 1694 se vuelven a reanudar las obras en el castillo de
Montjuïc, que continuarán de manera casi ininterrumpida hasta la Guerra de Suce-
sión Española. Por lo que sabemos durante este período se lleva a cabo construcción
de los futuros baluartes de Llengua de Serp y de Velasco, así como los primitivos
fosos. La documentación municipal de este período refleja estas obras ya que en su
financiación participó el Ayuntamiento de la ciudad. Sabemos en este sentido que se
contrataron para la ejecución de los trabajos los maestros de casas Benet Juli, Joan
Giralt, José Julio menor y Pablo Martín, que probablemente habían formalizado una
compañía para poder iniciar las obras11.
De todos modos, el impulso principal para las obras vino del nombramiento como
Virrey de Francisco de Velasco, hijo natural del Condestable de Castilla, que juró
el cargo el 17 de julio de 1696. El último día de ese mismo año se sacaron a subasta
pública las obras que se habían proyectado en el castillo de Montjuïc y que, al no
presentarse nadie más, fueron adjudicadas a Pablo Martín, maestro de casas de la
ciudad y que ya había formado parte de la compañía que en 1694 había recibido la
adjudicación de las primeras obras de esta fase12.
Por lo que sabemos, los trabajos encargados correspondían a la excavación de
fosos ya la formación de fundamentos para las cortinas y los baluartes del nuevo
9 La cana superficial de la piedra picada de los ángulos se le pagarà a ochenta y seis reales de ardites.
10 AHPB. Joan Guiu 776/8 fols. 250r-252v
11 AHPB. Consell de Cent. Registro de Deliberaciones. B-II 203, fol. 346v-347v.
12 AHPB. BUSQUETS, Francisco: Manual de 1697, Fols. 1v-9r.
254
Los artífex del castillo de Montjuïc... ACTAS
255
convocan a la ciudadanía de Barcelona a subir a Montjuïc para trabajar, con un sueldo
garantizado de 3 sueldos diarios13.
Por otra parte, sabemos que en 1709 la compañía de maestros de casas que acaba-
ba de ganar el concurso para la continuación de las obras de los baluartes, camino
cubierto y fosos del castillo de Montjuïc, dejó fuera uno de sus miembros14. Esta com-
pañía estaba formada por los mismos empresarios de la construcción que ya habían
llevado a cabo, al menos en parte, la obra del periodo anterior (los hermanos Benito
y José Julio y Pablo Martín).
256
Los artífex del castillo de Montjuïc... ACTAS
257
portante puesto de los quarteles, almacenes y demás oficina que corresponden, pués las
que existen en el antiguo recinto son tan pocos y tan reducidos que aun en tiempo de
paz no bastaran para el número de tropa que deve guarnecerle.
Estas consideraciones en punto que tanta atención merece para la conservación, me
han movido a preferir el proiecto de este fuerte a qualquier otro de este Principado y a
formar el que manifiesta el plano y perfiles adjuntos para su reparo, mejora y amplia-
ción, en que propongo se mejore el recinto exterior, aciendole su foso y camino cubierto,
resguardando la parte del ataque con las obras que dispongo y me han parecido más
convenientes y precisas para asegurarlas. En el recinto interior amplio los quarteles y
demás habitaciones y almacenes que conducen a una fortaleza, dejandola cerrada no
sólo la maior seguridad y defensa, sino para una útil retirada en caso de sitio, todo según
se manifiesta en los planos donde por menor se ve la disposición del todo de la fortaleza.
A continuación se hacía una relación valorada (en reales de artimañas) de los prin-
cipales capítulos de la obra y un resumen final de los costes presupuestados16. Este
listado de partidas, junto con las planimetrías que se conservan de la época son las que
nos permiten estudiar las características del castillo proyectado por Zermeño.
Este documento es el único que vincula a Juan Martín Zermeño con el castillo de
Montjuïc. Sin embargo siempre se le ha consideración como el artífice de la actual
fortaleza. Hay, sin embargo, un elemento no menor del castillo que fue incorporación
con posterioridad al inicio de las obras y que no aparezco en el proyecto de Zermeño:
el Cuadrado.
En este sentido no aparece ninguna partida relacionada con este edificio de nota-
bles dimensiones en el proyecto de Zermeño sino que habla de dos líneas de casama-
16 AGMM. 3-2-9-24
Resumen
- Frente nuebo a la parte de la plaza 55.352 r 10d
- Para perfeccionar los dos frentes que existen 75.707 r
- Muralla para unir el recinto de la parte de tierra con el del mar 26.702 r 4d
- Muralla simple de sierre del recinto por la parte del mar 11.158 r 2d
- Cara y flanco del baluarte de la marina 13.943 r 12d
- Frente interior nuebo o Ornabeque 50.451 r 20d
- Rebellín en dicho frente 29.327 r 9d
- Revestimiento de la contraescarpa de dicho frente 18.260 r 16d
- Luneta delante la cara del baluarte 60.381 r 14d
- Luneta abansada 38.132 r 4d
- Revestimiento de la contraescarpa de todo el recinto 159.872 r 22d
- Muralla para la formación de la rampa 17.402 r 10d
- Bóvedas en el frente que mira a la plaza 86.999 r
- Bóvedas en el frente interior del macho 58.577 r
- El puente estable y levadiso en la puerta principal 22.463 r 13d
- El puente de comunicación 7.487 r 20d
- Gastos imprevistos 60.000 r
258
Los artífex del castillo de Montjuïc... ACTAS
tas, una en la parte de la ciudad (entre los baluartes de Santa Amalia y Sant Carles) y
otra en el lado interior de la fortificación.
En este mismo sentido se conservan algunos planos de proyecto correspondientes
a un momento intermedio de la construcción del castillo en el que parece que se que-
ría mantener el frente de mar y el del hornabeque del antiguo fortín situando detrás
de estas dos líneas de casamatas.
Por otra parte se alargaba el frente del hornabeque hasta conectar con la cortina
entre los baluartes de Santa Amalia y Velasco. De esta manera se construía, aprove-
chando el glacis del antiguo fortín, una segunda línea de defensa detrás del horna-
beque. Así en este proyecto se disponían tres alineaciones de casamatas, una última
el nuevo frente de la banda del hornabeque (alargado respecto de las dimensiones
del antiguo fortín), otra en el lado de mar y una tercera detrás de la nueva cortina
que se construía en la banda de Barcelona, a ambos lados de la puerta principal. El
espacio que quedaba entre medio era considerado como patio de armas. Aunque no
disponemos de datos suficientemente evidentes, parece que en este proyecto las naves
estarían situadas a una cota más baja que las actuales, ya que el patio de armas estaría
nivelado con la puerta principal de entrada al castillo. A un nivel más alto sólo habría
la casa del gobernador.
Pere Bertran era un maestro de casas barcelonés que formaba parte de una saga
que se remonta a 1664 cuando su abuelo, Baltasar Bertran, hijo de un zapatero de
Manresa, se trasladó a Barcelona para aprender el oficio de albañil con el maestro
Juan Tap. Su padre, Pere Bertran, tuvo una actividad muy importante en Barcelona
y constituyó una de las compañías de maestros de casas más importantes del Princi-
pado. Una parte muy importante de su negocio estaba vinculada a las obras públicas
de fortificación de la ciudad que se desarrollaron durante la primera mitad del siglo
xviii: construcción de la Ciudadella, del Fort Pius, puerto de Barcelona, etc. También
llevó una importante actividad como arquitecto, aspecto en el que destaca la direc-
ción de las obras de construcción del nuevo monasterio de Sant Agustí.
Su hijo, Pere Bertran y Pahissa, nació entre 1705 y 1710 y fue investido maestro
por la Cofradía de Maestros de Casas y Molers hacia el 1727. Su personalidad queda
eclipsada por la de su padre del que fuera colaborador principal. Aunque seguramen-
te tenía conocimientos de arquitectura, no se le conoce ningún proyecto sino que su
principal actividad se vincula con la contratación de obras públicas y de fortificación.
En este sentido Pere Bertran consiguió por primera vez aglutinar a su alrededor una
compañía constructora estable que desarrolló una intensa y constante actividad du-
rante más de cuarenta años (entre 1745 y 1785 aproximadamente). Así la compañía no
se disolvió después de cada obra como era la costumbre desde la Edad Media sino que
se mantuvo durante el período con los mismos socios, que sólo eran relevados por sus
herederos en caso de fallecimiento.
259
Este cambio en el sistema tradicional de compañías se pudo producir en este mo-
mento histórico gracias al intenso programa de obras de fortificación que se puso
en marcha en el Principado a través de la Intendencia General de Cataluña a partir
del segundo cuarto del siglo xviii. Esto permitió que algunas compañías, y espe-
cíficamente la de Pedro Bertran pudieran encadenar varias adjudicaciones de obra
de formato similar (fortificaciones militares fundamentalmente) que garantizaron
el trabajo para el mismo grupo de maestros de casas durante un largo periodo de
tiempo. Este hecho es clave para el mantenimiento de la compañía de Pedro Bertrán.
En este sentido, la compañía que nos ocupa obtuvo varias concesiones de obra adju-
dicada por la Intendencia General de Cataluña.
Al parecer la actividad de contratista de obras públicas y de fortificación fue muy
lucrativa como mínimo hasta mediados del decenio de 1770, momento en el que el
incremento repentino de los salarios y de los precios de los materiales hizo disminuir
considerablemente el margen de beneficio empresarial. Pere Bertran optó por invertir
buena parte de los beneficios de su actividad empresarial en la adquisición de fincas
urbanas y rústicas tanto en Barcelona como en el Maresme. Esta situación impulsó
a Pedro Bertran hacia un ascenso social importante en la menestralía barcelonesa.
Marcos Serstevens
Aparece como primer firmante de las certificaciones de obra del castillo durante
el 1753.
260
Los artífex del castillo de Montjuïc... ACTAS
Blas Zappino
En la certificación de primero de abril de 1762 sustituye a Joaquín del Pino, pro-
bablemente hasta finales de 1765. Aparece mencionado como Capitán de infantería
y ingeniería ordinario de los Reales Ejércitos encargado del detalle y construcción de
estas reales obras. Vuelve a aparecer en la certificación de abril de 1766.
Julián Caballero
En la certificación de abril de 1762 (la primera del año) aparece como último fir-
mante (dando el visto bueno) de las certificaciones, en el lugar anteriormente ocupa-
do por Pedro Martín Zermeño.
Jorge de Sicre
En la certificación de 31 de mayo de 1765 (la primera del año) aparece menciona-
do como teniente coronel de Ingenieros de los Reales Ejércitos encargado del detalle y
construcción de estas Reales obras.
Miguel Moreno
En la certificación de abril de 1766 (la primera del año) aparece como último fir-
mante (dando el visto bueno) de las certificaciones, en el lugar anteriormente ocu-
pado por Julián Caballero. En la certificación de abril de 1766 aparece mencionado
como Coronel de Ingenieros de los Reales Exércitos encargado del detalle de esta Plaza
y sus dependientes y es el primer firmante de la certificación que recibe el visto bueno
de Pedro Martín Zermeño. En la certificación de septiembre de 1767 vuelve a apare-
cer dando el visto bueno final. Vuelve a salir a la certificación de 31 de diciembre de
1767, la última que se conserva.
261
Ramón de Santander
En la certificación de septiembre de 1767 aparece mencionado como Coronel de
Infanteria e Ingeniero de los Reales Exércitos encargado del detalle de esta Plaza y sus
dependientes. Vuelve a salir a la certificación de 31 de diciembre de 1767, la última
que se conserva.
Comte Roncali
En 1774 aparece mencionado como director de las obras el teniente coronel de
infantería e ingeniero segundo Juan Miguel de Roncali, conde de Roncali.
Bibliografía
BEAULIEU, Sébastien de Pontault de: Les plans et profils des principales villes et lieux
considerables de la Principauté de Catalogne avec la carte generale et les particulie-
res de chaque gouvernement. Paris, 1668.
CARBONELL BUADES, Marià: «Arquitectes eclesiàstics del renaixement català»,
Analecta Sacra Tarraconensia, nº 67/2. 1994, pp. 617-627.
CARRERAS CANDI, Francisco.: «Lo Montjuích de Barcelona», Memorias de la Real
Academia de Buenas Letras de Barcelona. Tomo VIII. Barcelona, 1901.
PERELLÓ FERRER, Antònia Maria: L’arquitectura civil del segle xvii a Barcelona.
Barcelona, 1998.
SOLEY, Ramon: Atlas de Barcelona. Barcelona, 1998.
VOLTES, Pere: Historia de Montjuich y su castillo. Barcelona. 1960.
262
ACTAS
Resumen
263
1. Una suma de precedentes
264
La Ciudadela: única fortificación de la Edad Moderna... ACTAS
2. La presión franco-turca
El 14 de julio de 1543, para hacer frente a lo que parecía una inminente invasión
turca, el virrey duque de Calabria, ordenó «que los valls en torn de la present ciutat
se afondasen7» y encargó un plan de fortificación de Valencia a Joan de Cervelló, ex-
perto militar que propuso la construcción de cubos artilleros abovedados y de planta
semicircular anexos a la muralla8. Las obras se iniciaron con urgencia y el 25 de julio
el virrey informaba al príncipe Felipe que se excavaban fosos y se habían delimitado
los emplazamientos de los baluartes9.
Cuando Carlos V supo que se construían baluartes huecos, por entonces conside-
rados ya superados, ordenó su paralización y desautorizó a Cervelló afirmando que
«aunque piensa que entiende mucho, en lo de las fortificaciones no esta tan al cabo
della como convenia»10. El príncipe Felipe encomendaría el proyecto al maestre de
campo Pedro de Guevara mediante una carta del 12 de febrero de 154411; para cuan-
do Guevara llegó a Valencia debió encontrar iniciado uno de estos baluartes, puesto
265
que el 8 de febrero la Fábrica de Murs i Valls había emitido 5.000 libras en vales para
financiar «lo baluart e muralla de lo Portal de la Mar»12.
Guevara esbozaría un proyecto reflejado en un plano enviado en el mes de mayo
al duque de Alba13, que consistía en la defensa de los accesos al recinto amurallado
mediante estructuras poligonales de carácter provisional, incluyendo también el ba-
luarte semicilíndrico, lo que señalaba el príncipe Felipe a su padre, confirmando que
«en la fortificación de Valencia se entendió según la orden que dieron el maestre de
campo Guevara y Juan de Cervellón»14.
La construcción de este baluarte determinó también la de un lienzo rectilíneo que
eliminara los ángulos muertos que hubieran aparecido de haber sido añadido a la lí-
nea irregular que trazaba la muralla ciñéndose a los terrenos del convento dominico:
266
La Ciudadela: única fortificación de la Edad Moderna... ACTAS
3. Ajustes i complementos
«convendría seria molt nesessari referse y redificarse certs panys de la muralla que
tanca desde el portal de la mar fins al portal dels Jueus […] los quals son molt dirruhits
y desfets y per dita raho se causa molt gran dany prejuhi a la dita ciutat y senyalada-
ment a la casa de les munisions que de provisió dels molt nobles regnícoles y magnifichs
diputats de la Generalitat se a manat fer»25.
Semanas después se acordó destinar 4.000 libras del impuesto de censales «consi-
derant quant urgent y presissa necessitat y ha de obrar y alçar lo dit pany de muralla»26.
De una petición de Gregori del 22 de octubre de 1577 para que se le abonara su
trabajo se deduce que éste debió encargarse también de la ampliación de la muralla:
«lo dit mestre Gaspar Gregori […] desde dit dia de XXVII de Agost del dit any de
MDLXXIIII fins a huy e huy en dia ha assistit en totes les obres de la casa de armes e
20 MORA D’ALMENTAR, Guillem Ramon: Volum, e recopilacio de tots los furs, y actes de Cort,
que tracten dels negocis, y affers respectants a la Casa de la Deputacio y Generalitat de la Ciutat, y Regne
de Valencia. Valencia: Felip Mey, 1625, p.343.
21 Ibídem, p. 345.
22 ARV, Generalitat, sig.3040 en GÓMEZ-FERRER LOZANO, Mercedes: Arquitectura en la Va-
lencia del Siglo XVI. El hospital General y sus artificis. Valencia: Albatros, 1998, doc.12-6 (27/08/1574),
p.403.
23 Ibídem, p. 226.
24 ROS FILLOL, Godofredo: Importancia histórica, militar, arquitectónica y arqueológica de las
murallas y fortificaciones y de la denominada Casa de las Armas de Valencia. Valencia: Parque de Artille-
ría, 1949, p.25.
25 ARV, Real Cancilleria 524, fols 340r-341v (15/09/1576).
26 Ibídem, fols. 343v-344r (15/11/1576).
267
muralles e baluart de aquella e a fet e donat lo ordre y traça de totes les obres de dita
casa y muralles»27.
Mientras que el total de gastos supera las 31.000 libras, la mitad de los desembolsos
se concentran en 1577 momento en el que, recordemos, Gregori deja la dirección de
las obras y en el que comenzaría la potenciación del baluarte que constituiría «la base
de la defensa de la ciudad hasta los tiempos modernos»33.
Pasados muchos años, la «casa de monicions» se revelaba insuficiente para servir
de arsenal; la Diputación, encontrando las armas en total desorden y deteriorándose
por la humedad, acordó construir una segunda sala aprovechando la muralla hasta la
torre de L’Esperó como muro del nuevo edificio:
27 ARV, Generalitat, sig. 3044 en: GÓMEZ-FERRER LOZANO: op.cit., doc. 12-7 (22/10/1578),
p. 404.
28 Ibídem, doc. 12-9 (12/01/1578, p. 406 y doc. 12-10 (1578), pp. 406-407.
29 ESCOLANO: op.cit., Libro IV, col. 767.
30 BELCHÍ NAVARRO, Peligros: Felipe II y el virreinato valenciano (1567-1578). Valencia: Biblio-
teca Valenciana, 2006, pp. 247-248.
31 AGS, GA, leg. 86-84, carta a Felipe II (07/06/1578) en: CASTRO Y COBOS, op.cit., p. 21.
32 ARV, Generalitat, 2494 (Llibre de les despeses de les obres de la casa e amagazens de monició)
y 2495 (Llibre de les despeses de la obra del baluard de la casa de les armes del General) en: CASTRO Y
COBOS, op.cit., p. 20.
33 BAUTISTA PERALES, Juan: Décadas de la historia de la insigne y coronada Ciudad y Reino
de Valencia. Continuación de las dècades que escribió el licenciado y rector Gaspar Escolano. Madrid:
Terrada, Aliena y Compañia, 1880, p. 677.
268
La Ciudadela: única fortificación de la Edad Moderna... ACTAS
«no hi ha lloch mes apte ni mes convenient per a fabricar la dita sala que es junt al
mur de la dita ciutat prenent desde la paret de la sala de la dita casa axí com diu lo mur
fins a la torre del Espero a hon mes comoditat y menys despesa se porà fer la dita sala
[…] y se podrà crexer axí en llargaria com en amplaria los almagazens que hui estan
fets junt a la mateixa muralla»34.
El encargo fue asignado al maestro cantero Joan de Ambuesa, junto con una esca-
lera para subir «al baluart vulgarment dit de la torre del Esperó35» y otra que comuni-
cara ambas salas36.
34 ARV, Generalitat, provisiones, 3050 en Gómez-Ferrer, op.cit., doc. 14-7 (10/12/1584), p. 414.
35 ARV, Generalitat, protocolos, 2826, ibídem, doc.14-8(12/04/1585), pág.414 y doc.14-9
(17/05/1585), p.415.
36 ARV, Generalitat, protocolos, 2828, iIbídem, doc. 14-10 (1586), p. 415-416.
37 CEBRIÁN MEZQUIDA, Lluis, transcripción de Isidoro Planes: Sucessos fatales desta Ciudad,
y Reyno de Valencia o Puntual Diario de lo sucedido en los Años de 1705, 1706 y 1707. Valencia: Biblioteca
Valenciana, Nicolau Primitiu, 1899, mss. 159, fol. 182r (15/05/1707).
38 Ibídem, fol. 186v (04/06/1707).
39 Ibídem, fol. 218v (21/10/1707).
40 Ibídem, fol. 243v (19/10/1707).
41 Ibídem, fol. 228v (17/11/1707).
42 CERVERA-TORREJÓN, José Luis: «Los ingenieros militares en la Valencia del XVIII». En:
ALONSO IGLESIAS, Jesús Alonso (coord.): Poliorcética: (asalto y defensa de plazas fuertes): fortificación
y patrimonio. Valencia: Universidad Politécnica de Valencia, 2005, p. 159. Descartaríamos su propuesta
del flamenco Alberto Goffau, llegado a España en 1709.
269
los cañones de artillería; es todo de ladrillo y mortero»43. Finalizado a comienzos de
febrero de 1708, fue completado con un foso seco y una garita «sobre la cual está una
grande flor de lis dorada y bajo de esta garita está fijada en el mismo torreón una lápi-
da de piedra negra guarnecida de mármol y en ella se lee la siguiente descripción en
letras doradas: «Philippus V hispaniarum rex. Victis ad Almansani hostibus Valentia
recepta civibus clementia servatis urbis ac regni securitati hoc opere prospeceit anno»44.
Ni siquiera a los más convencidos felipistas se les escapó el carácter vejatorio de este
texto, que fue retirado el 14 de noviembre de 1808, durante la confusión de los meses
iniciales de la guerra de Independencia.
Concluía así el dilatado proceso de formación de la Ciudadela de Valencia que, en
la práctica se convertiría en la única fortificación de la ciudad a lo largo de la Edad
Moderna. Sin embargo, ni durante su formación ni posteriormente llegó a desempe-
ñar papel alguno en la defensa de la ciudad, ni siquiera en los tres diferentes asedios
que tuvieron lugar durante la Guerra de Independencia. Aunque resultaba obvio su
papel de garante de una fidelidad impuesta, la Ciudadela tampoco sirvió de prisión
para los partidarios de la causa austracista como se ha sugerido, limitándose a se-
guir con su papel de arsenal, ahora para los ejércitos reales, lugar de agrupamiento
de quintados, y acuartelamiento para la guarnición en Valencia. Únicamente ya en
el siglo xix se convertiría en escenario de la matanza de ciudadanos franceses al
comienzo de la guerra de Independencia, y más tarde, lugar de confinamiento para
destacados personajes en la disputa entre absolutistas y liberales.
El torreón de la plaza de Santo Domingo perdería su batería superior en 1841,
siendo demolido en su totalidad en algún momento anterior a 1865, cuando fueron
derribadas las murallas medievales. El Portal Nou de la Mar sería derribado en 1868,
mientras que el baluarte semicilíndrico que lo defendía se mantendría hasta 1901,
como paso previo al reordenamiento urbano de la zona y a la ampliación de los te-
rrenos de uso militar en los antiguos huertos del convento de Santo Domingo. Fi-
nalmente, tras el traslado de todas las dependencias militares, en el año 1956 fueron
demolidas las los edificios de la antigua Casa de Armas y el gran baluarte, únicas
construcciones supervivientes en la fecha.
270
La Ciudadela: única fortificación de la Edad Moderna... ACTAS
Bibliografía
271
272
ACTAS
Resumen
1. Introducción
273
tomar conciencia de la situación de la situación de la arquitectura y del país y re-
cuperar el tiempo perdido en todos los aspectos durante aquel periodo negro. Por
tanto era absolutamente necesario necesaria la actualización, la puesta al día de la
arquitectura del país, con tendencias y técnicas adecuadas a la deseada llegada de la
democracia y la modernidad.
Esta puesta al día llevaba implícita una aparente contradicción: se debía retroceder
en el tiempo para avanzar. Retroceder para recuperar la arquitectura racionalista
desarrollada durante el corto período de la República, arquitectura alineada con las
corrientes más renovadores europeas, rompiendo con la arquitectura oficial del na-
cional-sindicalismo.
Sirva lo que antecede para entender las consecuencias. El estudio de la arquitec-
tura histórica dio un giro de 180 grados: del análisis de los estilos arquitectónicos
sumerio, persa, egipcio, griego y romano se pasó a ignorarlos para sumergir se en el
análisis de la Bauhaus, el diseño y la arquitectura de sus ideólogos, considerados por
el otro bando como una cuadrilla de jovencitos alocados. A mí me cogió todo este te-
rremoto en el ecuador de la carrera y ni yo ni mis compañeros de aventura nos vimos
beneficiados por una u otra corriente. Aunque nos tocó la parte de la Arquitectura
Antigua, lo cierto es que no había la posibilidad del beneficio de un estudio serio,
porque la asignatura se convertía, en manos del que la impartía, en un anecdotario
no excesivamente científico.
En aquel tiempo había la posibilidad teórica de aproximación a la restauración
de edificios en un 5º curso de especialidad, al final de la carrera, pero dictado por el
mismo profesor que explicaba la historia de la arquitectura mediante, por ejemplo,
el relato de los diferentes temas eróticos de la imaginería gótica. Preferí, dadas las
perspectivas, perder el tiempo matriculándome en otra pretendida especialidad, la
de estructures.
Al final, el resultado era que estas especialidades no tenían ningún tipo de efecti-
vidad, ni de formación ni administrativa. Por otra parte, el título de arquitecto servía
para todo lo que atañía a la construcción y que se definía en las diferentes regulacio-
nes de la profesión. Servía y sirve tanto para realizar estructures de hormigón como
para restaurar catedrales.
Una vez acabada la carrera, te encontrabas literalmente en medio de la calle, lite-
ralmente. Aterrorizado.
Mi descubrimiento del patrimonio tangible —el que conocía hasta entonces era el
virtual, el que se ve en fotografías— fue gracias a mi incorporación a un equipo de
profesionales y ciudadanos que se poroso llevar a un pueblo del área metropolitana a
la democracia, sirviéndose del urbanismo y la reivindicación de los derechos funda-
mentales. En el urbanismo estaban y están los edificios artísticos e históricos. Tomé
parte en la redacción del catálogo de las construcciones de estas características. Más
tarde, ya en democracia incipiente, dirigí el equipo que redactó el Pla Especial de Pro-
tección del patrimonio arquitectónico del mismo pueblo. Estos dos trabajos explican,
primero, mi interés por el patrimonio y más tarde mi pasión. De alguna manera sentí
i siento lo mismo que describe Joan F. Mira en su obra autobiográfica “El tramvia
groc”. Dice, respecto al futuro previsible de la huerta valenciana: “Jo he nacido y he
274
La restauración arquitectónica de las fortificaciones... ACTAS
crecido en aquel pequeño mundo de trabajo y belleza, he vivido los primeros años
de vida disfrutando de la herencia de aquella cultura, y es un tesoro y una gloria que
siempre he llevado dentro de mí. De la misma manera que llevo continuamente den-
tro de mí la tristeza y la melancolía de comprobar que, con el paso implacable de los
años, mis compatriotas se proponen metódicamente acabar de destruir la geografía
y la historia y convertir la cultura de la tierra en cemento y solares; de constatar que
continúan elaborando planes monstruosos, con el estímulo y la bendición de las más
altas autoridades del país...”.
Después vino mi adhesión a la Comissió de defensa del patrimoni arquitectònic
del Colegio de Arquitectos de Catalunya, convertida años más tarde en la Associació
d’arquitectes per a la defensa i intervenció en el patrimoni arquitectònic (AADIPA).
Entidades con los objetivos que expresan sus nombres con toda claridad, pero
también con una voluntad de formación de los Asociados, tanto en el conocimiento
del patrimonio edilicio catalán como en su restauración. Ya se ha celebrado el XXX-
VIIº y ya se ha anunciado el XXXVIII para este año.
De mi pertenencia a estas agrupaciones y de los cursos que han organizado deriva
mi conocimiento inicial de la restauración monumental, procedimientos y métodos
empleados en distintas épocas. Más tarde, la práctica profesional lo consolidó y au-
mentó. En todo éste tiempo, el que va del primer curso al último, las directrices de
la restauración han evolucionado como evolucionan las tendencias en esta profesión:
desde considerar una obligación (o una excusa plausible) poder distinguir la inter-
vención de las preexistencias, a esconderla detrás de lo existente. Es decir en general,
al largo de los años, ha cambiado el peso de la arquitectura nueva en la restauración,
disminuyendo a medida que crecía el peso de la historia. Es mi opinión. Y esto, que
en principio no es ni bueno ni malo si se respetan ciertos límites, ha pasado a medida
que la restauración ha ido incorporando otros profesionales o que estos profesionales,
a tenor de la llegada de nuevas corrientes nuevas, iban aumentando su influencia en
los resultados. Estoy refiriéndome, como ya intuís, al procedimiento “a la page” de la
restauración, la pluridisciplinaridad.
Y he aquí que, en 1986, como consecuencia de una de las crisis cíclicas del sector
de la construcción, no tuve más remedio que escuchar y atender la llamada del patri-
monio y me incorporé a la Direcció General de Patrimoni Cultural de la Generalitat
de Catalunya, en concreto, al Servei del Patrimoni Arquitectònic. La jubilación de
funcionario, que no de arquitecto, me llegó en el año 2011, hace ya casi 4 años.
Hasta aquí, mi recorrido profesional referido a la “res restauratoria”.
275
mos a ejercer la profesión, no explicitado, pero grabado en nuestro ADN. Mandato
incorporado lentamente, pero sin discontinuidad, durante nuestro aprendizaje del
oficio.
Lo que no “juramos” es saber de restauración, es decir, ni sus métodos, ni sus téc-
nicas, al menos en mi época. En este aspecto, como en otros, salíamos de la escuela
con un hueco en el cerebro que era necesario llenar por nuestra cuenta, si es que
la restauración acababa siendo la especialidad profesional escogida. De esta manera
empezamos a adentrarnos en este campo algunos arquitectos. En la actualidad existe
algún master que quiere suplir la falta de especialidad, pero desconozco hasta qué
punto estos cursos pueden substituir una formación más completa. Sí que sé que
estos master pueden crearse y desaparecer por causas distintas a la necesidad de su
existencia. Puede suceder, como está sucediendo ahora mismo, que no hay una espe-
cialidad académica de restauración arquitectónica reconocida por la administración
competente. Tampoco existe por ahora, por parte del Colegio de Arquitectos, ejerci-
cio de alguna presión sobre las autoridades académicas ni sobre los gobiernos para
cambiar este estado de cosas, cuando es evidente que restaurar monumentos no tiene
nada que ver con proyectar edificios de nueva planta, sea cual sea su función.
276
La restauración arquitectónica de las fortificaciones... ACTAS
Figura 1. Castillo
de Miravet
277
Figura 2. Ejércitos de Jaume I (Francesc Riart / F.X. Hernández)
278
La restauración arquitectónica de las fortificaciones... ACTAS
título de la obra. Para mí, persona del gremio de la construcción, han sido libros re-
veladores. En otros aspectos, también lo fueron los 4 primeros volúmenes publicados
de la “Historia Militar de España” dirigida por Hugo O’Donell.
Podéis constatar que ninguna de las dos primeras obras mencionadas se refieren
a fortalezas anteriores al siglo xiv, y también que no hay excesiva información sobre
lo que me preocupa, la de su funcionamiento extra-defensivo. ¿O quizá no he sabido
encontrarlo? Creo que son unas obras muy meritorias, pero con la atención centrada
en armamentística y poliorcética, más poco en arquitectura, entendida como disci-
plina que se ocupa del estudio, diseño y construcción del hábitat del hombre que vive,
se defiende o ataca en un castillo.
He recorrido recientemente a otras publicaciones. La tónica es la misma: en el
mejor de los casos, contienen planos con adjudicación de usos a las diferentes depen-
dencias.
Sirva como ejemplo de lo que digo lo que dice y hace Viollet-le Duc, personaje de
mi oficio, en su “Dictionnaire raisonné de l’architecture...” cuando desarrolla el térmi-
no “chateau”. Este término ocupa 137 páginas del Volumen III de la edición consul-
tada. Habla de distintos castillos de diferentes épocas, de los que presenta planta, con
asignación de uso a los espacios, alzado y, en algún caso, perspectiva. Veamos qué
dice el famoso arquitecto en un caso concreto, el del Castillo de Arques (figura 4), que
tomaré como ejemplo. Traduzco:
Figura 4.
Castillo d’Arques.
“La obra avanzada B es del siglo xv. Los muros interiores C parece pertenezcan a
una época bastante más recinto, no han existido hasta hoy. Del tiempo de Guillem
d’Arques, la verdadera entrada al Castillo por el lado de Dieppe estaba en D, y el foso
debía seguir la línea de puntos EE. Quizá en B existía una obra avanzada con empa-
lizada para proteger la puerta principal. Todavía se distinguen perfectamente, bajo
la entrada G, las construcciones del siglo xi e incluso los cimientos de las torres que
la defendían. En H está la torre del homenaje (torre maestra o “donjon”) de planta
cuadrada, de acuerdo con la costumbre normanda, y dividida por un grueso muro.
En K está la segunda puerta, que comunica con la plataforma exterior mediante un
puente sobre pilastras aisladas.
Esta entrada, sabiamente proyectada, pasa por debajo de una torre y de un pasadi-
zo ancho abovedado, bien defendido por les defensores situados en el “donjon”, que,
por su posición oblicua respecto las murallas, oculta el patio del castillo a aquellos
que lleguen del exterior. Por otra parte, esta torre está muy bien situada para contro-
lar el exterior del lado de la lengua de tierra por donde se puede llegar al foso a pie;
279
Figura 4. Castillo d’Arques.
sus esquinas inciden en las murallas del recinto, creando de esta forma una circu-
lación demasiado estrecha para el camino de ronda y dominando toda la amplitud
del foso. El enemigo, si llegara a apoderarse del patio, no podría escalar las murallas
M, y difícilmente alcanzar la poterna K, especialmente reservada para la guarnición
emplazada en la torre maestra.
En P había una construcción dependiente de la torre por encima del pasadizo
hacia la poterna, que debía defenderse tanto del patio interior O como del exterior.
Este patio tiene numerosas salidas, imposibles de reconocer por parte de hombres no
familiarizados con estas trampas: además de la poterna K de la torre maestra, una
escalera subterránea comunica con el fondo del foso, y permite de esta manera a la
guarnición hacer una salida o escaparse sin ser vistos. Hemos indicado en N, sobre
el plano, los numerosos subterráneos tallados en la roca, aún visibles, que se cruzan
bajo las murallas, y son destinados, tanto para hacer salidas por sorpresa a los fosos
como para impedir las mines en el lado dónde el castillo es más accesible.”
280
La restauración arquitectónica de las fortificaciones... ACTAS
“Como leer castillos ofrece un vocabulario sobre los tipos, estilos y materiales
arquitectónicos —de los matacanes y el foso a las torres y el puente levadizo—. Así
tendrá todas las claves necesarias para contar la historia que guardan los muros de
cualquier Castillo”.
4. Conclusión. Propuestas
281
Figura 5. Castillo de Miravet. Restauración.
282
La restauración arquitectónica de las fortificaciones... ACTAS
Bibliografía
283
284
ACTAS
Resumen
1. Introducción
Hostalric es una villa de origen medieval con muralla y torres que se levanta sobre
una cima de piedra basáltica en el valle del río Tordera. Domina la principal vía de
paso entre Girona y Barcelona. Hoy en día Hostalric todavía es un importante nudo
de comunicaciones: carretera comarcal C-35, autopista AP-7, ferrocarril y tren de alta
velocidad.
285
Por este motivo Hostalric ha sido un punto privilegiado y estratégico donde se
pueden encontrar testimonios de una ocupación humana casi continuada desde la
época de los íberos hasta la actualidad. El castillo se levanta en la parte más alta del
cerro basáltico, donde se han localizado restos ibéricos (siglo II aC). Su posición ser-
vía para defender el punto de paso obligado del camino real que iba de Girona a Bar-
celona y que formaba parte de la vía Merchateria que era la antigua ruta romana que
conectaba los mercados de Francia meridional con los de Cataluña, muy utilizada por
los mercaderes de paños gerundenses del siglo xiv.
La época medieval es la más fructífera en la historia de la villa. Hostalric se convir-
tió en la capital administrativa del vizcondado de Cabrera y, junto con el castillo de
Montsoriu, en el interior, y el castillo de Blanes, en la costa, en uno de los principales
bastiones de esta familia nobiliaria, los dominios de la que se extendieron por dos
terceras partes de la actual comarca de la Selva, el Alt Maresme, el extremo este del
Vallés Oriental, el Collsacabra, en Osona, la Vall d’en Bas y Riudaura, en la Garrotxa
y la Plana de Vic.
Ya desde el siglo xii se encuentra documentado un castillo en la cima de la colina
de Hostalric, lugar estratégico y privilegiado que dominaba la red de caminos de la
época, camino real, y que al mismo tiempo era un lugar de encuentro de agricultores
y comerciantes de la comarca y de otros lugares. Es por este motivo que se le conce-
dió, en tiempos de Guerau V de Cabrera, la licencia para hacer mercado semanal, los
martes, por parte del rey Jaime I, el Conquistador, en 1242 y un año después, 1243,
se le concedió la carta puebla para la creación de un nuevo núcleo de población en
Hostalric.
Hacia finales del siglo xiv la villa de Hostalric dejó de crecer y comenzó un perío-
do de decadencia, donde Blanes cogió el papel de dinamizador de su entorno. En 1462
se dice que el castillo estaba en un lamentable estado. Por este motivo los restos del
antiguo castillo de los vizcondes de Cabrera fueron utilizados para la construcción
de la fortificación posterior.
Con la “Sublevación de Cataluña” (Guerra dels Segadors, 1640-1652), que tuvo
como consecuencia el Tratado de los Pirineos, en 1659, y la pérdida de territorios
catalanes al norte de los Pirineos, fue una época de conflictos bélicos y, por tanto, se
procedió a la modernización de las plazas fuertes. Hostalric es un ejemplo. En 1653,
el ingeniero de las tropas de Felipe IV, Pedro Alejandro, hizo trabajos de fortifica-
ción en la moderna, en el castillo de Hostalric, para adaptarlo al uso de las armas
de fuego de la época, utilizando el sistema de campaña hecho con tierra y fajinas. A
pesar de ser materiales sencillos, este tipo de defensa seguía el modelo del baluarte.
De esta manera, los gruesos terraplenes hechos de tierra absorbían con facilidad
los proyectiles y daban una buena consistencia en la construcción. El problema era
que duraban poco debido a la fragilidad, y tenían que reconstruir frecuentemente,
dependen de los acontecimientos bélicos que soportaban. En general, sin embargo,
los perímetros de sus trazados fueron respetados y posteriormente hechos de piedra
y mortero de cal.
Así, pues, las obras de fortificación que se llevaron a cabo en el castillo, durante
la Guerra dels Segadors, fueron una serie de terraplenes revestidos de fajinas. Al ser
286
Plan director y centro de interpretación del castillo de Hostalric ACTAS
Hostalric una plaza fuerte también se fortificó la ciudad, rodeando los muros de la
antigua muralla. Todas estas obras eran de las llamadas de campaña.
La fortaleza que hoy en día se puede ver en Hostalric es fruto de estas actuaciones
realizadas a partir de la Guerra de Sucesión Española (1705-1714) y que continuaron
hasta que a principios del siglo xx fue abandonada.
Francisco de Santa Cruz, ingeniero militar, al servicio del archiduque Carlos; fue
el autor del proyecto el que marcó ya los elementos defensivos típicos de las fortalezas
modernas: hiele, camino cubierto, foso y recinto interior. En Hostalric parte de estos
elementos ya se proyectó un gran baluarte, un frente atenazado, un revellín, un semi-
baluarte y un diente de sierra. El conjunto venía rematado por un patio de armas en
la parte superior y el caballero.
Durante la Guerra del Rosellón (1793-1795), se consolida la estructura actual de la
fortaleza de Hostalric según el proyecto técnico de otro ingeniero militar, Tomás de
Buzunáriz, que seguía el esquema anterior de Santa Cruz haciendo alguna reforma
para poder tener condiciones óptimas en caso de asedio y convertirse así en una ver-
dadera plaza fuerte.
Es pues, a lo largo de este siglo cuando se hicieron las obras de las estructuras
exteriores y la galería a prueba de bomba que es el elemento más característico de la
fortaleza. Asimismo, las estructuras y elementos que quedaban del antiguo castillo
medieval quedan insertadas y transformadas en las nuevas dependencias.
Es sin embargo, en la Guerra de Independencia (1808-1814), cuando la fortaleza de
Hostalric tiene un papel importante en el control del camino real. Una vez se había
hecho la capitulación de Girona (diciembre de 1809) los esfuerzos se concentraron
en el camino que va hacia Barcelona y Hostalric queda justo a medio camino, por lo
tanto era importante frenar el avance del ejército enemigo. Por este motivo y bajo el
mando del general Mazucchelli se inició el ataque que se convirtió en el sitio de la
fortaleza de Hostalric. Este se inició el 13 de enero de 1810 y duró hasta el 12 de mayo
del mismo año. Con este hecho se hizo evidente que la fortaleza de Hostalric estaba
muy bien situada para defender el camino que va de Girona a Barcelona.
A partir de este momento la fortaleza pasó sin pena ni gloria durante las Guerras
Carlistas hasta que a medio siglo xix con la aparición de la artillería rayada y los nue-
vos proyectiles explosivos comenzó la lenta pero inexorable decadencia de este tipo
de fortificaciones abaluartada.
Sin embargo, no desaparecieron del todo las obsoletas fortificaciones, sino que
muchas de ellas fueron utilizadas por los ejercidos con fines diversos: cárceles, cuar-
teles, arsenales, etc.
A principios del siglo xx, la fortaleza de Hostalric era un cuartel militar y presen-
taba un lamentable estado de conservación y perdió la consideración de plaza fuerte.
En 1929, el gobierno de Primo de Rivera acordó el traslado de la guarnición, ya que
las instalaciones no reunían las condiciones exigidas y Hostalric dejó de ser definiti-
vamente zona de interés militar.
El 23 de abril de 1949 el Estado español vendió al Ayuntamiento de Hostalric el
castillo por 18.500 pts. Ese mismo año se proteger e inventariar por parte del Estado
todos los castillos y arquitecturas militares. El 5 de junio de 1963 se declaró monu-
287
mento histórico artístico todo el conjunto formado por las murallas y el castillo de
Hostalric. La Ley estatal de 16/1985 del Patrimonio Histórico Español propuso que
todos los monumentos históricos artísticos pesaran a ser bienes culturales. La Ley
9/1993 sobre patrimonio cultural catalán con el artículo 7 de esta misma ley declaró
el castillo de Hostalric BCIN.
288
Plan director y centro de interpretación del castillo de Hostalric ACTAS
289
Figura 2. Mesa interactiva y maqueta del castillo de Hostalric
290
Plan director y centro de interpretación del castillo de Hostalric ACTAS
291
El centro de interpretación propiamente dicho comienza en la primera sala del
cuerpo de guardia donde hay instalado un audiovisual con la historia de Hostalric y
la del castillo a lo largo del tiempo hasta llegar a la actualidad. Este espacio propor-
ciona al visitante las claves iniciales para conocer y entender la ciudad y el castillo de
Hostalric.
En la segunda sala, encontramos una mesa interactiva con ocho pantallas táctiles
y una maqueta 3D del topográfico del castillo. Con las pantallas táctiles, en cuatro
idiomas, catalán, castellano, francés e inglés, se puede ir ampliando los conocimien-
tos de todas las partes y elementos que integran el castillo mediante pequeñas ex-
plicaciones, características, planos, dibujos y esquemas. En esta misma sala hay una
pantalla grande donde se explica cómo y de qué manera se realizó y llevar a cabo el
topográfico del castillo y la ejecución de la maqueta 3D.
El visitante, una vez sale del cuerpo de guardia, comienza el descubrimiento de la
fortaleza. Lo primero que se encuentra es el polvorín principal donde se ha instala-
do otro pequeño audiovisual proyectado en una vitrina. Aquí se explican, mediante
reproducciones y dibujos, todos los materiales bélicos empleados en las guerras que
tuvieron lugar en esta región a lo largo de los siglos pasados.
A partir de aquí la visita al monumento continúa y con todo lo que se ha visto en
el centro de interpretación, los visitantes podrán entender las estructuras y elementos
que configuran la fortaleza de Hostalric.
También se ha rehabilitado la rampa de acceso al caballero donde están las na-
ves polivalentes. Este es un espacio dividido en dos niveles y formado cada uno de
ellos por tres naves. Este espacio está pensado para ubicar salas para realizar talle-
res didácticos para las escuelas o como aulas de trabajo. Hay también espacio para
un almacén y se ha acondicionado la antigua cisterna de esta parte del castillo y las
letrinas. Finalmente la rampa de acceso al caballero también se ha modificado para
hacerla más accesible y quitar las humedades que estropeaban las naves inferiores.
La inauguración de todos estos espacios se hizo el pasado 12 de marzo. El coste de
las obras ha sido de 750.000 € financiadas por el FEDER, Ley de Barrios, Diputación
de Girona y Generalitat de Cataluña.
292
Plan director y centro de interpretación del castillo de Hostalric ACTAS
Bibliografía
ALFARO GUIXOT, Joan Manuel: Dues hores a... el Castell d’Hostalric. Girona: Les
Fortaleses Catalanes, 2007.
BALLART, J.; TRESSERRAS J. Juan: Gestión del patrimonio cultural. Barcelona: Ari-
el, 2001.
BORRELL, Miquel; FIGUERAS, Narcís; LLINÀS, Joan; MALLORQUÍ, Elvis; DE LA
CALLE VAQUERO, Manuel: La Ciudad històrica como destino turístico. Barce-
lona: Ariel, 2002.
DURAN, M; JUANHUIX, J.; REYERO, R.: «Hostalric», Quaderns de la revista de
Girona, 31. Girona: Diputació: Caixa de Girona, 1990.
LLACH, Emma; PUIG, Neus: «L’arxiu del Vescomtat de Cabrera i Bas, Comtat d’Oso-
na i de Mòdica», Quaderns de la Selva, 17. 2005.
MARTÍNEZ GIRALT, Alejandro: «Els orígens del mercat i de la vila nova d’Hostalric
(1242-1243) », Acta Hostalrici, nº1, 2008.
—«El poder feudal, els seus agents i el territori. El vescomtat de Cabrera (1199-1423)»,
Estudis i textos, 15. Santa Coloma de Farners: Centre d’Estudis Selvatans, 2012.
MERINO, Jordi: «Deu llegües de pols i roderes. El camí ral, de Girona al Tordera»,
Col·lecció Estudis i Textos, 10. Santa Coloma de Farners: Centre d’Estudis Selva-
tans, 2005.
PONS GURI, Josep M.: «Hostalric, capital i arxiu del Vescomtat de Cabrera», Qua-
derns de la Selva, 14. 2002.
VV.AA: «Gestió del patrimoni històric», Manuals, 50. Barcelona: Universitat Oberta
de Catalunya, 2001.
VV.AA: Ciutats de Girona. Catàleg de plànols de les ciutats de Girona des del segle
XVII al XX. Girona: Col·legi d’Arquitectes de Catalunya-Diputació de Girona,
1994.
VV.AA: «Interpretar el patrimonio. Guia básica», Estudis. Recursos culturals, 1. Bar-
celona: Diputació de Barcelona, Xarxa de Municipis, 2006.
293
294
ACTAS
Resumen
295
Figura 1. Acción de la «Real Compañía de Comercio» 1759. Fragmento donde se ve ya
construida la Barceloneta. Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona (AHCB).
valor el papel de los ingenieros del siglo xviii y en especial el de Juan Martín Cerme-
ño. Pensamos, sería interesante, dar a conocer todo el proceso de creación del barrio:
desde el diseño a la adquisición de las parcelas y finalmente su total realización.
El lugar pensado para la exposición sería la “Casa de la Barceloneta 1761” un espa-
cio cultural surgido por una demanda vecinal, ante la ausencia de entidades cultu-
rales. Este Centro Cultural se compone de dos plantas, dándonos un espacio libre de
algo más de 60m², trabajaremos tanto la museografía como la pedagogía para llegar
a diferentes públicos. Queremos hacer una exposición amena y comprensible con in-
formación en paneles escritos, imágenes con recreaciones de los espacios y objetos
originales o reproducciones de la época. También nos planteamos utilizar elementos
tecnológicos. Queremos hacerla muy cercana diseñando talleres y otras actividades.
Crear un hilo argumental donde la figura de Cermeño sea uno de los ejes principales
y la obra militar, pero también mostrar la otra obra, la civil, la que hace de la Barcelo-
neta un barrio muy barroco bajo la influencia del pensamiento ilustrado.
Siguiendo estos objetivos querríamos destacar tres ámbitos de trabajo en la comu-
nicación con los que poder mostrar el valor histórico y patrimonial de la Barceloneta.
296
«Juan Martín Cermeño, trazando/construyendo la Barceloneta» ACTAS
Punto de inicio donde mostrar el momento histórico de principios del xviii y sus
cambios económicos, sociales y urbanos. Situamos los años previos a su construcción
en una nueva etapa para Cataluña después de la Guerra de Sucesión. El Decreto de
Nueva Planta en 1716 trajo una política centralista a la ciudad con nuevos represen-
tantes del poder, como el Capitán General de Cataluña. Cambios con una formación
más profesional y académica, el gobierno cierra todas las universidades catalanas y
crea una única, la de Cervera en 1717. Pero también son años de grandes cambios cul-
turales y científicos relacionados con la Ilustración. Academias e Instituciones priva-
das se crearán como centros especializados, ejemplo “Junta de Comercio”. Otras más
vinculadas al ejército y al poder estatal como la “Academia Militar de Matemáticas”
y el “Colegio de Cirugía”, estas instituciones hacen prevalecer los trabajos de carácter
técnico, práctico y se esfuerzan en introducir las novedades científicas.
(A través de imágenes) mostrar cómo Barcelona se transforma poco a poco: nue-
vos ensanches y grandes avenidas, iluminación en las calles y agua canalizada, me-
joras de comunicaciones, nuevas obras para crear un puerto de primera categoría,
crecimiento económico y demográfico. En parte debido al impulso comercial que se
está gestando con la Real Compañía de Comercio de Barcelona 1756.
Parte de las obras llevadas de esos años fueron son de discípulos de la “Academia
Militar de Matemáticas de Barcelona” creada en el año 1720. Uno de sus impulsores
fue el ingeniero Prosper Van Verboom. Queriendo copiar un modelo nuevo como se
había hecho en Bruselas, Verboom acaba abriendo la nueva Academia de Matemáti-
cas que dará formación a ingenieros militares como a maestros de obras civiles. Es
aquí donde los ingenieros de la Academia trabajarán en grandes obras de “interés
público” como lo fue el barrio de la Barceloneta.
2.2 Dar a conocer el papel de los ingenieros del xviii y las Academias donde se
formaban. Academia Militar de Matemáticas.
Los primeros ingenieros contaban sólo con una formación de ayudantes de inge-
nieros con experiencia, pero con el tiempo, las técnicas y tácticas de defensa comen-
zaron a cambiar. Fue muy importante crear centros especializados para la práctica de
esta profesión. Éstas recibieron el nombre de “Academias de Matemáticas”.
Para desarrollar el programa de reformas impulsado por Felipe V se tuvo que re-
currir al “Cuerpo de Ingenieros Militares” por no disponer de otros técnicos con
suficientes conocimientos de la ciencia moderna. Durante el xvii se crearon nue-
vos centros de cultura e investigación, más académicos, donde recogían información
de los avances científicos e ir adquiriendo nuevos conocimientos. Estos jugarán un
297
Figura 2. Exlibris
Academia de
Barcelona, escudo.
298
«Juan Martín Cermeño, trazando/construyendo la Barceloneta» ACTAS
Figura 3. Tarjeta de visita Juan Martin Zermeño. (BNE) Biblioteca Nacional de España
sus esfuerzos en la defensa de la nueva frontera entre España y Francia, inicia así
la construcción del Castillo de San Fernando en Figueres, empezando en 1753. Sin
olvidar la Universidad de Cervera, así como la restauración del pont del Diable de
Martorell del 1768.
Su obra atraviesa el Atlántico, en Montevideo hace trabajos para la defensa de
Manila (Filipinas). La reconstrucción del Castillo de San Pedro de la Roca (Cuba), ca-
talogado como Patrimonio Mundial (Unesco). Los últimos años de su vida lo encon-
tramos como gobernador de Orán, tierras argelinas, a la vez que seguía trabajando
planos para la defensa de la ciudad de Cartagena, y de la rehabilitación del Castillo
de los Moros de dicha ciudad. Se cree que muere en la ciudad de Barcelona en el año
1773.
(La obra se irá construyendo, del plano al territorio, queremos dar a conocer cómo
el proceso. Información e imágenes) La formación de los terrenos del barrio se da
por acumulación y sedimentación de arenas traídas del Besós entorno al espigón del
299
Puerto de Barcelona construido hacia el 1649. Poco después de la Guerra de Sucesión
Española, entre 1715 y 1718, Felipe V concede el terreno del arenal, fuera de la mura-
lla de Mar, a los Capitanes Generales. En 1718 Prosper Van Verboom, ingeniero jefe,
junto al Capitán General, el Marqués de Castel-Rodrigo, inician un primer proyecto
de barriada. No se llevó a cabo. Sí lo hará el nuevo Capitán General de Cataluña, el
Marqués de la Mina. Decidirá en 1749 construir el barrio de la Barceloneta, como
encargado del proyecto el Comandante General de Ingenieros, Juan Martín Cerme-
ño. El barrio se consideró uno de los mejores ejemplos de urbanismo barroco y de
pensamiento ilustrado tanto de la Península como del resto de Europa.
(Uso de documentación de la época) Entre los primeros documentos relativos a
los terrenos del futuro barrio algunas peticiones solicitando parcelas para huertos. Y
otros en los se nos muestra la finalidad del proyecto: alinear y organizar las cabañas
de pescadores que allí se encuentran y los almacenes de artesanos, entonces, eran los
únicos pobladores. Los años transcurren y los intereses por urbanizar los terrenos
crecen. El Marqués de la Mina y la creciente burguesía catalana, acabarán desarro-
llando el proyecto e inaugurándolo el 3 de febrero de 1753 financiado por la Corona.
(El ingeniero y su obra. Planos). Juan Martín Cermeño, jefe de ingenieros mili-
tares, diseñará el proyecto y será el encargado de dar orden de derribar las cabañas
ubicadas en los terrenos del futuro puerto. No fue fácil lidiar con los pescadores que
tenían allí sus talleres o casas de madera donde vivían familias. Pero D. Ventura
Milans empieza la demolición. La ejecución, el ingeniero en jefe Francisco Paredes.
En el proyecto se quieren hacer establecimientos e islas de casa especiales. Empiezan
las obras y entre 1753-1759 hay 329 casas, unas ocho calles, con 1.570 habitantes. El
crecimiento es espectacular, y a finales del xviii se cuentan 2.300 habitantes.
(Dar a conocer quiénes fueron los primeros habitantes. Mostrar cómo se realiza
la concesión usar imágenes de contratos de compra). Los terrenos son cedidos por la
Corona y están bajo el control de los Capitanes Generales de Cataluña. Conocer sus
condiciones, como que se debían dar permisos a los futuros inquilinos que recibían
la propiedad de las parcelas en alodio para construir. Los nuevos propietarios debían
someterse a una serie de restricciones constructivas que determinaba la jurisdicción
militar. Dar a conocer el poder militar: muchas solicitudes y gente interesada, las ca-
sas se podrán construir, pero siguiendo estrictamente la planificación, con tal de no
perjudicar la fortificación de la Ciudadela.
En todas las escrituras, que hemos analizado, se especifica la localización de la
parcela a vender, quién es el dueño del terreno y las obligaciones del comprador. Tam-
bién se especifica cómo debía ser la construcción de la casa, el color de la fachada, la
ornamentación y las medidas, bajo pena de expropiación.
Se concede unos derechos para adquirir las casas, una especie de preferencia.
Aquellos “padecieron en la demolición de sus casas, para construir la Ciudadela de
300
«Juan Martín Cermeño, trazando/construyendo la Barceloneta» ACTAS
Figura. 4 Pagina de la
escritura de la casa en
la Barceloneta de Vicens
Canyadò, (colección
Josep Danon.)
esta Capital” y como compensación podrán fabricarse otras. Según el Bando Real,
también se permite a cualquier particular que desee aumentar la población del nuevo
barrio. Entre ellos tendrán preferencia aquellos que desarrollen algún trabajo rela-
cionado con la Marina. Dar a conocer datos de la población que se instaló en la Bar-
celoneta: oficios relacionados con el puerto, la pesca, el mar y artesanos: carpinteros,
calafates, cordeleros, fabricantes de velas, boteros, pescadores, estibadores y un sin
fin de oficios con dedicación marinera.
Todos aquellos que adquirían las parcelas se les hacían constar derechos “en todos
los tiempos” de manera que las propiedades pasaban a los herederos. Esto quedaba
registrado con el sello del Escudo de Armas, y refrenado por el Secretario de la Ca-
pitanía General. Además de los documentos expedidos, se hacían documentos simi-
lares que quedaban en el Registro en caso de que se perdiera, siempre se hallara un
ejemplar en dicho Archivo.
301
sas pensadas para una sola familia, de planta baja y primer piso, todas homogéneas,
con tres oberturas por nivel, y decoradas por una voluta en la llave central de las puer-
tas, en las dos ventanas de la planta baja, encima del balcón central y en las ventanas
del primer piso. Remataba el edificio un frontón triangular y un tejado a dos aguas.
Casas más higiénicas donde entraba luz y aire porqué tenían dos accesos, excepto las
casas iniciales y finales que daban a tres calles.
Las casas, como se especifica en las escrituras de compra-venta, debían ser de dos
plantas por motivos militares, porqué los cañones de la Ciudadela, muy cerca, podía
destruir las casas si tenían más altura. En treinta meses, después del 1753, se cons-
truyeron ocho calles alrededor de la Iglesia de Sant Miquel del Port. Además, entre
1764-79 se construyen dos Cuarteles militares uno de Infantería y otro de Caballe-
ría. Además de dos almacenes uno de vino y otro de sal. En los siglos posteriores, el
barrio irá creciendo, hasta ocupar todo el terreno ganado al mar, siempre de forma
ordenada, siguiendo el trazado del proyecto iniciado por Cermeño.
Conocida inicialmente por la “Casa del porrón” hay un consenso de que este nom-
bre no responde al espíritu del equipamiento y se rebautiza como LA CASA DE LA
BARCELONETA 1761 nombre que aglutina el sentimiento de pertenencia al barrio y
el ejemplo de casa original de un momento histórico.
Se trata de un edificio original de la máxima importancia para entender la historia
de la Barceloneta y sus orígenes. Por su ubicación, C/ Sant Carles, 6- Sant Miquel,
52- Sant Elm, 13, situada en el corazón de la Barceloneta del setecientos, es, al mismo
tiempo, el primer objeto para conservar y mostrar. Se trata de una edificación origi-
nal de planta y piso, último ejemplo cabeza de isla que se conserva en la actualidad.
Mantiene la volumetría original del setecientos.
302
«Juan Martín Cermeño, trazando/construyendo la Barceloneta» ACTAS
Figura 5. Plano de una porción del puerto de Barcelona con su muelle y manifiesta
el proyecto que en el se ejecuta, como así mismo el nuevo barrio de la Barceloneta.
1753. Plano de distribución original de las calles donde se marca la CB1761.
303
Las entidades Fraternidad-Barceloneta, y Barceloneta + Historia, exponen la ne-
cesidad de recuperar la única casa en cabeza de isla, construida entre 1760-1761,
que se conserva. La administración recoge el testigo y a través del Plan de barrios se
completa la rehabilitación en 2011.
Posteriormente, acabada la recuperación, el Grupo de Cultura del Plan de Barrios
elabora el documento “La Casa de la Barceloneta”. Propuesta de usos y gestión para
el nuevo equipamiento cultural del barrio. Propone el proyecto de gestión y el trabajo
de coordinación entre asociaciones creando una entidad de segundo orden que sea
capaz de gestionar el equipamiento.
En 2012 comienzan las tareas de musealización de la casa con la creación de una
exposición permanente en la planta baja. Se abre la casa al público por primera vez
con motivo de la 1ª Fiesta Barroca. Se organiza por primera vez un ciclo de charlas en
el marco de la Primafesta las propias entidades del barrio. Se establece un convenio
con el Ayuntamiento y con dos entidades en representación del Grup de Cultura que
permite abrir las puertas los sábados de 12:00 a 14:00 con voluntarios que forman
parte del mismo grupo. En septiembre de 2012 a través del modelo de Gestión ciu-
dadana se abre el equipamiento, con horario de lunes a sábado, con la exposición “La
Barceloneta de la posguerra: 1939-1953”.
En octubre de 2013, después de un año con las puertas abiertas, la CB1761, ya tiene
legalmente constituida la Asociación Cultural CB1761 formada por entidades y veci-
nos del barrio encargada de la gestión del equipamiento.
En 2015 la CB1761 funciona a pleno rendimiento y más de 40 actividades, exposi-
ciones, cursos… relacionadas con la Barceloneta y su historia, proyectadas desde las
propias entidades del barrio.
Este contexto histórico, muchas veces desconocido por los vecinos del barrio, y este
continente, la CB1761, es el marco idóneo para poner en marcha el proyecto de exposi-
ción “Juan Martín Cermeño trazando/ construyendo la Barceloneta” del Td’HB.
Con la muestra esperamos dar a conocer la creación, la planificación y nacimiento
de la Barceloneta. Con vocación pedagógica extensible a vecinos y público en general,
pensamos que se desgrane todo el proceso de realización del nuevo trazado urbano,
desde la adquisición de parcelas a la ocupación de las casas por parte de las gentes de
mar. Poniendo en valor el papel de los ingenieros del momento y en especial el de Juan
Martín Cermeño. En el primer ámbito de exposición creemos que con la información
expuesta podemos dar a conocer el contexto histórico del s. xviii, quiénes construye-
ron el barrio y su formación con Juan Martin Cermeño como un prolífico constructor.
Con el segundo ámbito descubrimos cómo el barrio se convierte en una realidad.
Pensamos es importante unir el pasado y presente: cómo la vida los primeros ha-
bitantes es ahora la vida de los que visitan el espacio. Con las imágenes los vecinos
comprenderán cómo se construyó casa a casa, las que ahora son suyas, el barrio.
304
«Juan Martín Cermeño, trazando/construyendo la Barceloneta» ACTAS
Bibliografia
CABALLÉ, Francesc; TAJER, Mercè; VIDAL, Maria Jesús; PARER, Pep: Estudi his-
tòric i valoració patrimonial de la finca: Sant Carles, 6 /Sant Miquel, 52 / Sant Elm,
13 (La Barceloneta). Barcelona, 31 de juliol de 2009.
CURET, Francesc: Visions Barcelonines (1760-1860). Els barris de la ciutat. Barcelona,
1953.
DE LA FUENTE DE PABLO, Lluís: «El proyecto de la fortaleza de San Fernando de
Figueres. Una aportación al conocimiento de la dirección interina de Juan Martín
Cermeño al frente de los ingenieros reales», Espacio, Tiempo y Forma. Serie Vil, H.
del Arte, t. 7, 1994, pp. 201-211.
GUITERT DE CUBAS, Avelino.: Barceloneta. Barcelona, 1921.
PERMANYER, Lluís: La Barcelona Il·lustrada. La ciutat del Segle XVIII. Barcelona,
2009.
LIZAUR, Antonio: La Ilustración en Cataluña: la obra de los Ingenieros Militares.
2010.
TATJER, M.: La Barceloneta del siglo XVIII al plan de la Ribera. Barcelona, 1973.
TATJER, M.: Burgueses, inquilinos y rentistas. Madrid, 1988.
VILAR, P.: Catalunya dins l’Espanya moderna, Barcelona, 1964. Vol II. El Medi His-
tóric, pp. 424.
VVAA. La Ilustración en Cataluña: la obra de los ingenieros militares. Ministerio de
Defensa y Generalitat de Cataluña, 2010.
Archivos
305
306
ACTAS
Resumen
307
1. Introducción
2. Los antecedentes
1 Jornadas de divulgación histórica de época romana que se llevan a cabo en la ciudad de Tarra-
gona des del año 1998.
308
Recreación histórica de época barroca en Cataluña ACTAS
309
Figura 2. Gráfica de edades.
3. Estado de la cuestión
Para poder abordar este aspecto ha sido necesario realizar un análisis de los gru-
pos de recreación histórica de época barroca en Cataluña, con la intención de poder
ver la incidencia y las características de este colectivo. También para recoger su visión
de la situación actual, dadas las particularidades del momento político y social que
estamos viviendo.
El trabajo se ha realizado a partir de un cálculo estimado de unos 215 recreadores.
Han contestado la encuesta 35 personas (16%) de dos de las asociaciones existentes.
También se ha extraído información de sus páginas web.
Lo primero que podemos observar es la gran diversidad de edades de los parti-
cipantes. No obstante, a la vista del gráfico (figura 2), podemos apreciar claramente
como el 69% están comprendidos entre los 31 y los 50 años de edad.
También es sugerente ver la diferencia entre sexos (figura 3), donde el número de
hombres es muy superior al de mujeres. Pese querer ser fidedignos a la historia, donde
generalmente las mujeres no hacían de soldado, las asociaciones permiten el alista-
miento de las mismas, sin menospreciar el papel de población civil que habitualmen-
te acompañaba a las tropas.
En cuanto al armamento, en los últimos tiempos las asociaciones y los recreadores
han hecho un gran esfuerzo para aumentar el número de armas de fuego, por lo que
alrededor del 80% de los recreadores ya dispone de una de estas armas.
A pesar del actual aumento y mejora de la situación de los grupos de recreación
histórica en Cataluña, aún no se ha alcanzado el nivel de los países donde esta activi-
dad está más implantada. Muchos de los recreadores nos comentan que, a pesar del
importante aumento de personas y actividades derivadas de la conmemoración de
los trescientos años de la pérdida de las libertades de Cataluña, aprecian una falta de
interés por parte de los políticos y de la sociedad en general. Esta, a menudo llama a
310
Recreación histórica de época barroca en Cataluña ACTAS
los recreadores de frikies o bien trabucaires en el sentido más despectivo del término,
y los ve como una gente violenta que trata de impulsar la cultura militarista con una
visión parcial de la historia. En algunas ocasiones, hay personas que asisten a los ac-
tos con pancartas opositoras o gritando consignas de tipo político. También hay que
mencionar el uso inadecuado que algunos canales de televisión han realizado, con
imágenes de recreadores, para ridiculizar el proceso soberanista actual.
Frente a ello, los medios lo ven como una actuación “semifolklórica” que sirve para
adornar y dar un plus de color a un acto relacionado con la época, nunca como un
recurso historiográfico o didáctico. De este modo muy pocas veces se nos menciona
311
y tampoco nos hacen una propaganda adecuada, aunque la mayoría de los nuevos
recreadores han conocido este mundo, gracias a la aparición en algún programa de
televisión, de difusión propia o bien un acto. No obstante, muchos aprecian que pri-
mero hay que resolver las desconfianzas y tiranteces entre las diferentes asociaciones,
lo que debería llevar a un aumento del número de salidas, ya actos de mayor enver-
gadura. Y por el otro lado apostar por el rigor, ya que a menudo aparecen objetos
anacrónicos, o bien objetos o actitudes que pueden hacer que la gente sea reacia a
acercarse, como es el hecho de que el campamento pueda haber gente disparando
tiros al aire indiscriminadamente, por el puro placer de oler pólvora.
4. El asociacionismo
Actualmente, la asociación Miquelets de Catalunya está regida por una junta com-
puesta por los cargos que establece la ley (presidente, vicepresidente, secretario y te-
312
Recreación histórica de época barroca en Cataluña ACTAS
Las asociaciones que se dedican a la recreación del Barroco llevan a cabo diferen-
tes actos. En un lado, se hacen actos protocolarios, como salvas de honor para con-
memorar un personaje o un hecho histórico. Y por otro, las recreaciones de batallas
(figura 5).
Dentro de los grupos de recreación, hay diferentes roles de participantes. Lo que
abunda más, es el del soldado de infantería, ligera o de línea. También es recrea todo
un escalafón militar y un cortejo de músicos, así como un regimiento de caballería y
el grupo de civiles, en su mayoría formado por mujeres.
Así pues, cada colectivo tiene un papel determinado. Los soldados, deberán for-
mar y hacer instrucción, deberán cumplir lo que les ordenen los comandantes y, si es
necesario recrear una batalla, adoptar las tácticas militares adecuadas. En sus ratos
libres podrán hacer vida de campamento. Podrán descansar, comer algo, refrescarse
y, incluso si los músicos se animan a tocar, podrán bailar y hacer diversión. Los civiles
irán siguiendo la tropa sin interrumpir la marcha y repartirán agua en los momentos
indicados. Luego, si les place, cuidarán del campamento siempre que no se designe
un cuerpo de guardia y, en el caso de que en sepan, podrán hacer los cartuchos de
pólvora.
313
Figura 5: Los Miquelets de Gerona en la recreación de la
batalla de Caldetes (Adrià Arroyo Montagut).
En todo momento se intenta que sólo estén a la vista los objetos de época, consi-
guiendo, de este modo, ponerse en la piel de las personas de aquel momento. Igual-
mente se intenta dar al público asistente dar una buena imagen de profesionalidad.
Es importante que los soldados lleven armas como las de la época, estas pueden ser
réplicas de fuego real, para las que se necesita el permiso otorgado por la Guardia
Civil, o bien las de atrezo, proporcionadas por las asociaciones.
314
Recreación histórica de época barroca en Cataluña ACTAS
2 Realizado por el historiador Francesc Xavier Hernàndez Cardona y el dibujante Francesc Riart
Jou.
315
sirvió de modelo para, a partir de un Kentuky3, acero la culata, con madera de haya,
mediante un torno de tres ejes. Cambiarse el tornillo del pie de gato por uno con
anilla, imitando la cerradura miquelet y, por último, se realizó el guardacabos con
hierro (fig. 6). Sin embargo, no se pudo fabricar la cerradura miquelet, ni calcular el
punto de equilibrio de la escopeta. Con el tiempo se ha observado que el muelle de
la cerradura se rompe con facilidad. En Algunos casos se ha protegido la culata con
latón, y se ha tapado la unión de la culata y del encepado con un cordel. El resultado
es un arma 1,5 metros de longitud.
Uno de los aspectos que se está mejorando es el campamento, con un aumento del
número de tiendas y de mobiliario de campaña
Referente a la música, un grupo de profesionales está trabajando en la búsqueda de
instrumentos, partituras y bailes de la época, a la vez que participan de recreadores ya
que su papel era muy relevante en el momento de transmitir las órdenes a las tropas.
7. Proyectos y actividades
7.1 La trinchera
316
Recreación histórica de época barroca en Cataluña ACTAS
El principal reto de los grupos de recreación del Barroco, es mejorar el rigor histó-
rico y ganar en fidelidad, sobre todo en los momentos en que los soldados no tienen
una actividad concreta. Creemos que hay un gran camino por recorrer en el ámbito
de recrear la vida del campamento. Por ello, los Miquelets de Catalunya, organizó un
campamento durante un fin de semana para vivir de la misma manera que los solda-
dos del siglo xviii, según el concepto del living history. Se pudieron experimentar las
dificultades e incomodidades que sufrían a diario.
Pensamos también que se debería mantener este crecimiento que hemos consegui-
do durante este último año, sin dejar de seguir mejorando con el aspecto de fidelidad
histórica, crear nuevos regimientos y hacer salidas a muchos otros lugares. Para que
esta actividad sea más reconocida y valorada, hay que promover el intercambio de
grupos de recreación entre países, así como realizar acciones de difusión a nivel na-
cional e internacional para poder mostrar todo nuestra historia.
317
Bibliografía y webgrafia
http://en.wikipedia.org/wiki/American_Civil_War_reenactment (21/02/2015).
http://www.miquelets.cat (25/02/2015).
http://www.miqueletsgirona.cat (25/02/2015).
http://www.regimentsdebarcelona.cat/ (25/02/2015).
https://www.behance.net/gallery/17672605/The-Catalan-musket-project
(21/02/2015)
318
ACTAS
Resumen
Las excavaciones en el Born iniciadas a principios del siglo xxi dejaron al descu-
bierto los cimientos de un sector de la ciudad medieval y moderna que en su día había
padecido los estragos del asedio de 1713-1714 y de la política de urbanismo represivo
impulsada por Felipe V. Se trata por tanto de un espacio de “conflicto” sobre el cual
ha investigado la arqueología y que ha generado la recuperación de objetos y de es-
tructuras que nos permiten una extraordinaria aproximación a la vida urbana de
principios del xviii, i en contextos de guerra y paz. La exposición temporal “Donec
Perficiam” fue concebida con finalidades didácticas para explicar como se desarrolló
un asedio emblemático del siglo del xviii, el de la ciudad de Barcelona, que culminó
con el asalto y batalla del 11 de septiembre de 1714.1
319
1. Arqueología del conflicto y siglo xviii
La didáctica del conflicto del convulso siglo “de las luces” se apoya en diferentes
tipos de recursos patrimoniales según los lugares. En Estados Unidos grandes com-
plejos didácticos como Williamsburg, edificios singulares como el Independence Hall
de Filadelfia, Mount Vernon, fort Ticonderoga, o el Museo de Historia de la Smith-
sonian, evidencian el interés por el siglo xviii y sus conflictos. En Europa el interés
es más disperso. Tanto en Francia, como en el Reino Unido, Alemania y España el
patrimonio del xviii más valorado es el que aportan los grandes palacios y a cierta
distancia tendríamos los conjuntos fortificados2 relacionados en algunas ocasiones
con la arqueología del conflicto. Cabe destacar al respecto el interés de Francia en
exhibir el extraordinario patrimonio poliorcético que supone la obra vaubaniana.
Sin embargo más allá de la arquitectura abaluartada, y de algunos museos como el
Carnavalet de Paris, que ponen énfasis en la Revolución, y de artefactos singulares,
como el Victory de Portsmouth, el buque de Nelson, hay pocas opciones patrimo-
niales sobre el siglo xviii que reflejen directa o indirectamente las aportaciones de la
arqueología del conflicto3.
De hecho en Europa hay pocas intervenciones arqueológicas al entorno directo de
los conflictos de los siglos xvii y xviii. Apenas algunas excavaciones en fortalezas y
murallas o en algunos campos de batalla de Europa o América4. Cabe destacar que
uno de los pocos campos de batalla del xviii excavados y musealizados con criterios
didácticos es el de Culloden, en Inverness5. Los escenarios de la Guerra de Sucesión
española en la Península ibérica apenas cuentan con un solo campo de batalla excava-
do, el de Talamanca, cerca de Barcelona6. En este sentido los saberes sobre conflictos
generados a partir de la actividad arqueológica son, en principio escasos ya que los
grandes combates del xviii (Almansa, Villaviciosa, Gibraltar, Zaragoza…) no se han
investigado y es probable que ya hayan sido más que saqueados por los furtivos.
2 CLARK, Celia; BREBBIA, Carlos A. (eds): Defence Sites: Heritage and Future. Southampton:
WIT Press, 2012. CLARK, Celia; BREBBIA, Carlos A. (eds): Defence Sites II: Heritage and Future. Sou-
thampton: WIT Press, 2014.
3 GEIER, Clarence R.; BABITS Lawrence E.; SCOTT, Douglas D.; ORR, David G. (eds): Historical
Archaeology of Military Sites: Method and Topic. College Station: Texas A&M University Press, 2010.
4 STARBUCK, David R.: The Archaeology of Forts and Battlefields. Gainesville: University Press
of Florida, 2011.
5 POLLARD, Tony: Culloden. The History and Archaeology of the Last Clan Battle. Barnsley: Pen
& Sword Military, 2012.
6 HERNÀNDEZ, Francesc Xavier; RUBIO, Xavier (eds): Talamanca arqueologia d’una batalla.
Calafell: Llibres de Matrícula, 2009.
320
Museografía de un asedio. Barcelona 1714 ACTAS
considerarse como un espacio de arqueología del conflicto. Las excavaciones del Born
se iniciaron a principios del siglo xxi en el subsuelo de un antiguo mercado definido
por una gigantesca cubierta de arquitectura de hierro, construida por Josep Fontseré
entre 1873 y 18767. La excavación del subsuelo dio resultados sorprendentes. Hoy el
Born Centre Cultural alberga un impresionante conjunto arqueológico de unos 8.000
m2 generado durante la Edad Media y destruido a principios del xviii (1713-1718).
Este singular yacimiento, de hecho un sector del barrio de la Vilanova del Mar co-
nocido también como la Ribera, debe considerarse como espacio emblemático de la
arqueología del conflicto por dos razones principales. La primera de ellas es que fue,
directamente, un espacio de combate, era una zona adyacente al sector de las mu-
rallas que atacaron las tropas de Felipe V durante el asedio de 1713-1714, y las balas
rígidas de los cañones y las granadas de los morteros se cebaron sobre los edificios
durante meses, generando no pocas destrucciones. En la campaña de 1713-1714 Bar-
celona encajó más de 50.000 proyectiles que trituraron el tejido urbano y de mane-
ra muy especial el barrio de Ribera. Las excavaciones han recogido un considerable
número de proyectiles y han evidenciado las consecuencias de sus impactos. En este
sentido el Born, una zona bombardeada, es por definición un campo de batalla. Pero
7 GARCIA ESPUCHE, Alberto: La ciutat del Born. Barcelona. Ajuntament de Barcelona, 2009.
FERNANDEZ ESPINOSA, Toni: «El jaciment del Born». En: EL BORN CENTRE CULTURAL: El
Born CC. Barcelona: Ajuntament de Barcelona, 2013, pp. 36-47.
321
también lo es porque sus calles se convirtieron espacio de combate cuando las tropas
borbónicas entraron en la ciudad8. Justamente en la arteria central del yacimiento del
Born, en la calle del Bornet, se dio el último contraataque de la caballería catalana, en
el cual resultó herido el mariscal Villarroel, el comandante de las tropas defensoras.
Los soldados cayeron acribillados en lo que hoy es la calle central del yacimiento. El
hecho adquirió un elevado simbolismo ya que su intento fue el último en defensa de
las libertades catalanas frente a las tropas absolutistas.
Pero la vinculación del Born con la arqueología del conflicto no se limita a esta
casuística de combate militar. Tras la derrota de 1714 los catalanes perdieron sus li-
bertades y el vencedor, Felipe V, decidió atenazar Barcelona con dos fortalezas, la de
Montjuïc que fue remodelada, y una ciudadela de nueva creación que debía cons-
truirse en la zona de las murallas de levante controlando el interior de la ciudad.
Para hacer más patente el escarmiento se decidió que parte de la Ciudadella, con
fosos y glacis, se internaría directamente el casco urbano. Tal decisión implicaba la
destrucción de prácticamente un millar de casas. La decisión fue inexorable, el 1718
las autoridades borbónicas arrasaron y destruyeron parte del barrio de Ribera. Las
casas fueron abandonadas y demolidas… y justo lo que ha dejado al descubierto la
excavación arqueológica es lo que quedó tras la demolición: los muros bajos y los pa-
vimentos que habían quedado tapados por los cascotes. Por tanto el Born es también
arqueología del conflicto en tanto que sus espacios evidencian una brutal represión,
y es sabido que la arqueología del conflicto no se ocupa solamente de las zonas de
guerra convencionales, sino también de espacios y paisajes colaterales en los cuales
la guerra también se puede cebar con virulencia. Felipe V, con su política represiva,
destruyó una parte significativa de la ciudad… No es de extrañar que algunos histo-
riadores denominen el Born como “La zona cero” de Barcelona.
8 DE CASTELLVÍ, Francisco: Narraciones históricas (Vol. IV). Madrid: Fundación Elías de Teja-
da, 1999.
322
Museografía de un asedio. Barcelona 1714 ACTAS
323
catalanas y del propio conflicto. Por tanto el desarrollo de una exposición sobre el
asedio de Barcelona de 1713-1714 implicaba entrar en un avispero ideológico y una
confrontación de historiografías que no necesariamente se fundamentaba en posi-
ciones científicas. Ello suponía un problema ya que podía haber presiones políticas y
descalificaciones historiográficas. A su vez las previsibles reluctancias historiográfi-
cas incidían también en los centros de decisión políticos temerosos de padecer fuegos
cruzados y quedar en falso frente a determinados historiadores alimentados por el
propio sistema. La complejidad aumentaba si se tiene en cuenta que una parte signifi-
cativa de los investigadores de DIDPATRI habían trabajado en historia y arqueología
de la Guerra de Sucesión reconstruyendo la composición y las acciones de los ejércitos
del momento10. El hecho de que los investigadores de DIDPATRI hubiesen demos-
trado eficacia en proyectos museográficos diversos11 y en investigación histórico-ar-
queológica despertaba reservas y temores.
Sin embargo, el problema de las dudas políticas y desajustes historiográficos, era
el menor en el planteo de la exposición. Las principales dificultades eran de carácter
técnico, económico y logístico. Otra dificultad que se planteaba era el de las piezas
y documentos, su número podía ser relevante, pero en ningún caso iban a poder
sostener una museografía que debía relatar un asedio, es decir la interacción entre
miles de humanos, máquinas, edificios y estructuras defensivas a lo largo de un año.
Eso no podía explicarse de manera comprensiva exhibiendo unas cuantas espadas,
proyectiles y algunos documentos. La exposición no iba a mostrar cosas sino que
debía explicar un proceso complejo. Forzosamente la museografía iba a pivotar sobre
recursos diversos iconográficos y cartográficos sin excluir la presencia de algunas
piezas. Estos problemas se entremezclaban con el problema del tiempo. Los plazos
eran vertiginosamente cortos. El proyecto ejecutivo debía estar acabado antes de fi-
nalizar el 2012 y quedaba un escasísimo margen para sacar el pertinente concurso,
producirlo y montarlo. El último gran problema era sin embargo el presupuesto. Se
disponía de algunas partidas para realizar dos o tres encargos directos (no superio-
res a los 18.000€) durante el 2012, pero el grueso de la exposición debía moverse al
entorno de los 300.000€. Teniendo en cuenta que la sala era de 500 metros cuadrados
el presupuesto era bajo. Y a todo ello debíamos sumar algunas dificultades añadidas
como eran las propias dificultades de gestión y de lentitud de la administración y
las acciones de entorpecimiento que generaban sectores del funcionariado, o museó-
logos no implicados en el proyecto, o contrarios a él. Y además la exposición debía
tener un éxito claro para contrabalancear la ausencia de un discurso en el resto de
espacios expositivos que recogiera los contenidos militares. Todas estas cuestiones se
afrontaron con relativo éxito. Teniendo en cuenta estas variables las primeras tenta-
10 RUBIO, Xavier: «Teoria de jocs aplicada a la història de la guerra moderna: de Balaguer a Alme-
nar, 1710», Manuscrits: Revista d’història moderna. Núm. 27, 2009, pp. 142-160.
RUBIO, Xavier; CELA, Joasé María; HERNANDEZ, Francesc Xavier: «The development of new in-
fantry tactics during the early eighteenth century: a computer simulation approach to modern military
history», Journal of Simulation, 7, 2013. pp. 170–182.
11 SANTACANA, Joan; HERNANDEZ, Francesc Xavier: Museos de historia entre la taxidermia
y el nomadismo. Gijón: Trea, 2011. pp.115-127; 83-95.
324
Museografía de un asedio. Barcelona 1714 ACTAS
Figura 2. Entrada de la
exposición “Donec Perficiam”
tivas se plantearon en base a criterios didácticos: ofertar una museografía que hiciera
comprensible, a amplios horizontes destinatarios, el objeto de conocimiento.
5. La definición de un guión
Una de las primeras acciones consistió en establecer las estrategias básicas de uti-
lización espacial de la sala. Se optó por definir un solo acceso de entrada y salida y
que la exposición tuviese un sentido circular de izquierda a derecha, muy simple, que
fuera presentando las diferentes temáticas. La circulación era pues de tipo tubular, el
visitante debía discurrir por un itinerario claro. La visita media no debía superar los
30 minutos. Por otra parte el circuito debía ser suficientemente amplio como para
permitir la contemplación de audiovisuales, y a su vez se requería la posibilidad de
ubicar algunos espacios amplios capaces de acoger hasta 20 personas, para las expli-
caciones de las visitas guiadas, sobre todo con escolares. Estaba claro, por otra parte
y como se ha indicado, que teniendo en cuenta que las piezas no iban a vertebrar el
discurso debía articularse una museografía basada en escenografías y audiovisuales,
y en clave emocional.
Formulados estos condicionantes se consideraron ejemplos que pudiesen tomarse
como referente. En una intervención que iba a generar debate resultaba interesante
325
buscar referentes museográficos del extranjero que, en cierta manera, legitimaran
la intervención. En el grupo DIDPATRI había una amplia experiencia en cuanto a
conocimiento de museos relacionados con los conflictos, militares y civiles: Peronne,
Flanders Field, Memorial Omaha, Memorial Paix Caen, etc. Sin embargo los modelos
conocidos no se acababan de ajustar con las demandas existentes de atracción, cali-
dad y coste. Se optó finalmente por fundamentar la exposición a partir del modelo
del centro de interpretación de la batalla de Culloden (Escocia) ubicado en el campo
de batalla de Culloden en las cercanías de Inverness. Se trataba de un centro bien
conocido por el grupo ya que investigadoras como M. Del Carmen Rojo, trabajaban
asiduamente en arqueología del conflicto con la Universidad de Glasgow, responsable
de las excavaciones en el campo de batalla12.
El Centro de Interpretación de la batalla de Culloden y el propio campo de bata-
lla habían sido musealizados recientemente, en el 2008, y el caso guardaba ciertas
similitudes conceptuales con el Born de Barcelona. El centro de visitantes diseñado
por el estudio Gareth Hoskins Architects de Glasgow con museografía del despacho
Ralph Appelbaum Associates Incorporated era un ejemplo de rotunda modernidad
difícilmente criticable13.
La Batalla de Culloden como el asalto del 11 de septiembre barcelonés habían sido
hechos decisivos en el ocaso nacional de escoceses y catalanes. Por otra parte el cen-
tro de Culloden se levantaba junto al campo de batalla, un espacio significativo con
fuerte carga emocional. A su vez la exposición del Born se iba a situar justo en la zona
del Bornet, el espacio donde el general Antonio de Villarroel, comandante del ejército
catalán, dio la última carga de caballería en defensa del Estado catalán Además el
espacio del Born ejemplificaba y evidenciaba la represión borbónica que se manifestó
con la construcción de la Ciudadella. De Culloden se tomaron las principales ideas
que podían reaplicarse en Barcelona. El audiovisual envolvente de cuatro pantallas y
de formato medio, gravado con recreadores era una experiencia interesante que po-
día hacerse con un coste razonable. También era un magnífico referente la proyección
cenital 3D que recreaba el campo de batalla y la evolución de los combates. Contra-
riamente las pantallas y las sofisticadas campanas de sonido con explicaciones de los
combatientes (a partir de testigos del momento) desbordaban las posibilidades de la
exposición del Born que partía de medios económicos limitados.
Durante el septiembre y el octubre de 2012 desde DIDPATRI se elaboró el guion
histórico, se escribieron los textos provisionales, se seleccionaron las imágenes y se
estableció una propuesta de piezas a exponer. En estos trabajos el equipo contó con
la extraordinaria colaboración de las personas que coordinaron el proyecto por parte
del ayuntamiento la Sra. Laia Colomer en un primer momento y la Sra Anna Llopis
durante todo en proceso. La definición del discurso se basó en criterios estrictamente
científicos es decir en evidencias históricas y en documentos, y en este sentido las
12 POLLARD, Tony: Culloden. The History and Archaeology of the Last Clan Battle. Barnsley: Pen
& Sword Military, 2012.
13 GRANT McKENZIE, Andrew: «Centre des visiteurs du champ de Bataille de Culloden. Per-
spectives passionants et préservation d’une partie vitale de l’histoire d’Écosse pour les générations à
venir», Les Cahiers de l’Urbanisme núm. 77. 2010. pp. 74-80.
326
Museografía de un asedio. Barcelona 1714 ACTAS
327
pantallas enfrentadas, cuya realización se encargó a Alma Cubrae en colaboración
con la empresa Cromograma y con la participación de asociaciones de recreación his-
tórica (Miquelets de Catalunya, Miquelets de Girona, Coronela de Barcelona, Cuiras-
sers de Moià). Una segunda iniciativa era el audiovisual central. La proyección cenital
se desecho casi de inmediato ya que comprometía demasiada extensión del espacio
expositivo, la propuesta, sin embargo, se mantuvo de manera conceptual a partir de
un panel inclinado que ocupaba un espacio menor. Ello favorecía una recreación de
la ciudad en perspectiva oblicua que podía plantearse a partir de trabajos de 3D que
había realizado DIDPATRI14. Dos profesionales vinculados al grupo de investigación,
J.A. Duran y Guillem. H. Pongiluppi se encargaron de desarrollar el proyecto: un
audiovisual 3D centrado en una perspectiva oblicua de Barcelona que explicara las
diferentes fases del asedio y del asalto de la ciudad. La tercera iniciativa, desarrollada
por Molecula. Xarxa de professionals en museografia consistia en producir masiva-
mente y con rapidez el máximo de videos para cubrir los audiovisuales de pequeño
formato: el pregón de guerra, el famoso discurso de Ferrer Sitges o los procesos de
carga y disparo de los fusiles de la época.
La cuarta iniciativa paralela consistió en encargar una escenografía hiperrealis-
ta que incluyera figuras de los protagonistas militares: Antonio Villarroel y Rafael
Casanova, el trabajo se encargó a la escultora Mar. H. Pongiluppi que contaba con
amplia experiencia de colaboración con el grupo DIDPATRI. La decisión de incluir
una escenografía hiperrealista partió directamente del comisariado. DIDPATRI en
diferentes propuestas escenográficas, y siguiendo modelos anglosajones (como la es-
pectacular escenografía de la cocina del castillo de Stirling) había defendido repeti-
damente la utilización de escenografías hiperrealistas con un argumentario basado
en la idoneidad didáctica y las posibilidades de comprensión de este tipo de recursos.
Finalmente también se procedió a prospectar la posibilidad de obtener piezas y docu-
mentos. En este entorno se detectaron problemas graves. La Biblioteca de Catalunya,
y otras bibliotecas, así como coleccionistas privados como Pere Julià Colomina dis-
ponían de todo tipo de documentos relativos al conflicto de 1713-1714. Sin embargo
los técnicos y responsables vinculados al ayuntamiento manifestaron desconocer las
futuras condiciones expositivas del Born y, especialmente, la problemática lumínica.
Tal casuística implicaba una problemática grave ya que nadie asumía las condiciones
de exposición de documentos y piezas antes de que la obra civil del Born estuviese
acabada y entregada y, como consecuencia, las vitrinas y espacios expositivos no se
podían definir… y el tema podía acarrear un retraso importante. Por tanto, de de-
cidió, de entrada, prescindir de documentación original y se optó por colocar, sim-
plemente, replicas. La misma problemática surgió ante la posibilidad de incorporar
a la exposición el mítico cuadro de Josep Estruch “L’Onze de setembre”. La Caixa de
Sabadell, propietaria de la pieza estaba dispuesta a la cesión. Estaba claro que el gran
cuadro podía ejercer una función de atracción importante. Las dificultades argu-
mentadas por los técnicos se manifestaron en la misma dirección que las emitidas
14 PONGILUPPI, Guillem. H.; HERNÀNDEZ, Francesc Xavier: Barcelona 1714. El Setge. Barcelo-
na: Angle, 2012.
328
Museografía de un asedio. Barcelona 1714 ACTAS
con respecto a los documentos. Hasta que no se acabara la obra civil del edificio no
se sabrían las condiciones lumínicas y ambientales y, por tanto, no se podían deci-
dir con anterioridad los criterios y requisitos de exposición. Cabe destacar, por otra
parte que el espacio seleccionado para ubicar la pieza estaba perfectamente acotado
y las condiciones lumínicas antes o después de la finalización de la obra civil no iban
a cambiar. Sin embargo entrar en una discusión de ese tipo suponía un peligro letal
para la exposición, y los plazos no permitían arriesgar. El cuadro de Estruch, una pie-
za importantísima en el imaginario de la Historia de Catalunya, quedó desechado. En
su lugar se optó por una buena propuesta fotográfica, realizada exnovo, que evocaba
igualmente las imágenes de Estruch15.
El tercer intento para obtener piezas se centro en el entorno arqueológico y la ce-
rrazón técnica fue notable. El Born había generado miles de piezas, desde el comi-
sariado de la exposición se solicitaron muestras de munición artillera a los técnicos
del Born Centre Cultural, pero los proyectiles de artillería estaban destinados a un
espacio expositivo en el subsuelo y no podían cederse ejemplares. Ni tan solo se per-
mitió la consulta de los estudios realizados sobre munición para incorporar-los a la
exposición. Era evidente que un sector de técnicos y funcionarios relacionados, con
el yacimiento del Born ejercían resistencia pasiva frente a lo que consideraban una
exposición que podía amenazar el statu quo del centro, sus estructuras y supuesta
neutralidad.
Fracasadas estas tentativas se pudo asegurar un mínimo de piezas contemporá-
neas procedentes del desmantelado castillo de Montjuïc: escopetas, pistolas, llaves,
sables, bayonetas, etc., que junto algunas piezas obtenidas por el grupo en la excava-
ción de la Batalla de Talamanca constituían un mínimo suficiente para legitimar la
exposición. Teniendo en cuenta estas piezas ya se podían plantear los contenedores
para exponerlas.
Al margen de estas escaramuzas la estrategia de legitimación de la exposición pasó
por la recuperación y presentación de una pieza estrella: un fragmento de la bandera
de Santa Eulalia, probablemente del siglo xvii. La bandera, lo que quedaba de ella, se
conservaba encolada en madera arrinconada en un almacén vinculado al Museo de
Historia de la Ciudad. La pieza fue reclamada por Quim Torra el director del Born
Centre Cultural que apremió para que se efectuara el oportuno proceso de restau-
ración. La bandera era un importante elemento simbólico. Durante la batalla del 11
de septiembre la bandera presidió el contraataque de Rafael Casanova. No había la
certeza de que la bandera hubiese sido la utilizada en la batalla ya que en el período,
y debido a su rápido desgaste, se elaboraron diversos ejemplares de banderas y pen-
dones de guerra. En cualquier caso el fragmento era notable y mostraba la bellísima
imagen de una joven. Hubo presiones para que la pieza no se expusiera, por razones
técnicas, pero finalmente, el diseño de un espacio expositivo explícito, que cumplía
todos los prerrequisitos, acabó con las resistencias.
329
Figura 3. Audiovisual sobre el asedio de Barcelona.
7. La ejecución
330
Museografía de un asedio. Barcelona 1714 ACTAS
tales se integraron en las pantallas táctiles. Con esta opción se buscaba un equilibrio:
mostrar lo fundamental y ampliar conocimientos a partir de la consulta de los inte-
ractivos informáticos. En conjunto la exposición contó con seis escenografías, algu-
nas de ellas con expositores, interactivos informáticos y gráfica incorporada; siete
expositores exentos con textos, piezas e interactivos, un audiovisual singular sobre
cristal oscuro con personajes escala 1:1; un gran audiovisual central que mostraba la
evolución del asedio; un gran contenedor que exhibía la bandera de Santa Eulalia y
diversos medios que facilitaban su interpretación; dos grandes bastidores que mos-
traban uniformología, un espacio audiovisual envolvente, que a partir de pantallas
enfrentadas evocaba los combates del 11 de septiembre de 1714; un audiovisual final
que mostraba las consecuencias de la derrota. Una gran cortina que definía una pared
de fondo y que replicaba uno de los gravados de Jacques Rigaud sobre el asedio16.
El proyecto ejecutivo de STOA-Ámbito Cero estuvo preparado a mediados de di-
ciembre de 2012. La ejecución del proyecto la ganó una UTE de las empresas CRO-
QUIS-SONO.
16 HERNANDEZ, Francesc Xavier; RIART, Francesc: Barcelona 2014. Rigaud cròniques de tinta i
pólvora. Barcelona: Librooks, 2014.
331
Figura 4. Audiovisual de entorno inmersivo.
verano se montó la exposición permanente «De les pedres a les persones». La totalidad
del espacio de la sala Casanova, la que debía alojar la exposición temporal, se dedicó
a preparar las piezas que debían trasladarse a la exposición permanente. La situación
se podría haber resuelto de otra manera pero justamente los técnicos del Born deci-
dieron esta opción que ponía en grave peligro el montaje de la exposición temporal
“Donec perficiam”. Todo esto sucedía mientras que en el Born se vivía una situación
frenética de finalización de la obra civil. Todo hacia pensar que la exposición tem-
poral no podría acabarse a tiempo. Sin embargo nada era lo que parecía, los equipos
entraron a finales de agosto y en un tiempo record se desembarcaron y ensamblaron
las estructuras y se ajustaron los audiovisuales, y se construyeron in situ las esceno-
grafías. Globalmente los resultados fueron buenos y respondían a las expectativas.
La exposición fue un éxito, a lo largo de un año la visitaron un mínimo de 500.000
personas, y aguantó bien la presión. DIDPATRI, cumplió el encargo. La exposición
fue rápida, barata novedosa, respondió a los intereses del cliente, consiguió un nota-
ble éxito de público y mantuvo plenamente rigor y congruencia científica. Pese a las
expectativas no hubo críticas más allá de algún comentario interesado y opinable de
sesgo político. Por otra parte DIDPATRI se planteó la exposición como un espacio de
acumulación de conocimientos imágenes y experiencias que permitieran posteriores
desarrollos en diversos campos. Así la información acumulada en la generación de
3D se pudo reaplicar en publicaciones diversas con nuevos desarrollos17. Fragmentos
17 CASALS, Josep Ramon; HERNANDEZ, Francesc Xavier; PONGILUPPI, Guillem H.: Born
1714. Memòria de Barcelona. Barcelona. Angle, 2014
332
Museografía de un asedio. Barcelona 1714 ACTAS
Bibliografía
333
RUBIO, Xavier: «Teoria de jocs aplicada a la història de la guerra moderna: de Bala-
guer a Almenar, 1710», Manuscrits: Revista d’història moderna, 27. 2009, pp. 142-
160.
RUBIO, Xavier; CELA, José Mª.; HERNANDEZ, Francesc Xavier: «The development
of new infantry tactics during the early eighteenth century: a computer simulation
approach to modern military history», Journal of Simulation, 7. 2013, pp. 170–182.
STARBUCH, David R.: The Archaeology of Forts and Battlefields. Gainesville: Uni-
versity Press of Florida, 2011.
334
ACTAS
Resumen
335
1. Tres siglos de la Guerra de Sucesión española
2 HERNANDEZ, Francesc Xavier: «La iconografía en la didàctica de las ciencias sociales». En:
IBER. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia. Núm. 68, Abril-mayo, 2011. pp.7-16.
336
Nueva iconografía didáctica y conflictos del siglo xviii ACTAS
partir de dos premisas básicas. La primera es que lo que se representa debe ser ex-
tremadamente riguroso desde un punto de vista científico. Nuestro trabajo, repen-
sar y mostrar la historia, requiere imaginación, pero no debe dejar ningún margen
a la fantasía. Los restos y evidencias del pasado: objetos, ruinas, situaciones, relatos,
llegan a nosotros de manera fragmentaria, parcial y descontextualizados. A me-
nudo son incomprensibles. La iconografía didáctica permite contextualizar inclu-
yendo y sumando las más diversas variables en la descripción de un determinado
paisaje o situación histórica otorgando globalidad, contribuyendo a interrelacionar
componentes y, en definitiva, ayudando a comprender. Pero la comunicación de
los saberes conseguidos sobre el pasado es una cuestión científica que no admite
concesiones. Por otra parte esta comunicación del pasado exige realismo o hipe-
rrealismo. La generación de imágenes concretas y reconocibles del pasado requiere
que las formas, colores y situaciones representadas sean creíbles y ajustados a la
realidad. La iconografía didáctica no pretende ser una representación “artística”,
sino un sucedáneo que de una visión precisa de situaciones de otros tiempos. La
historia es abstracta por definición, y la superación de la abstracción, mediante la
iconografía, requiere comprensión.
Desde el punto de vista de la iconografía didáctica las recreaciones que plantean
determinados diseños que utilizan exclusivamente monocromías (color blanco en
las volumetrías), o que prohíben la exhibición explicita de humanos en las recons-
trucciones de espacios del pasado no tienen ningún sentido. Los lugares del tiempo
tienen colores, y texturas, y fueron usados por humanos. No tiene ninguna justi-
ficación científica la exclusión de los colores y la carne humana de las representa-
ciones del pasado. Las recreaciones iconográficas, históricas y didácticas no son
un producto artístico ni deben pretenderlo, aunque puedan llegar a serlo. En cual-
quier caso y en determinados contextos museográficos que persiguen estimular
las emociones pueden plantearse, desde la didáctica, concesiones a la abstracción.
Por tanto, y en resumen, podríamos decir que una de las funciones básicas de los
didactas de la historia es generar imágenes comprensivas del pasado para hacerlo
cognoscible.
Tradicionalmente la ilustración en Historia ha sido una actividad cara. Reque-
ría generar imágenes complejas a partir de cero, y eso suponía tiempo y trabajo.
En consecuencia la producción era escasa y eso suponía un serio inconveniente
cuando lo que pretende la didáctica es, precisamente, llegar a un horizonte desti-
natario amplio. De ahí que la praxis del grupo DIDPATRI se haya interesado, en
los últimos tiempos, en investigar acerca de la generación de imágenes del pasado,
viables en cuanto a ejecución y con posibilidades de replicación en los más dis-
tintos contextos. Según esta lógica la reconstrucción iconográfica de un espacio o
hecho histórico puede plantearse, con ambición, si el producto resultante puede re-
adaptarse para ser utilizado en cartelería, folletos, libros, expositores, multimedia,
juegos, audiovisuales, apps, web, etc. Los ensayos en esta dirección, aprovechando
la innovación tecnológica y los recursos de convocatorias públicas, y contratos de
investigación con empresas y administraciones, dieron resultados esperanzadores.
La profundización en esta línea de trabajo de planteó a partir de los buenos resul-
337
tados generados por recreaciones en el contexto de la denominada “arqueología
virtual”3.
Una primera experiencia exitosa fue la reconstrucción virtual e hipotética del cas-
co urbano de Empúries, que se ensayó en base al programa SketchUp/ 3D en el 2010.
En la misma línea se trabajó en un proyecto de reconstrucción de castros celtibéricos
utilizando el programa Malla 3D4. Finalmente comenzó el que sería el ensayo más
relevante que se centraría en la Guerra de Sucesión española y su desarrollo en Ca-
taluña. El tema no solo era interesante sino además, estratégico, en el sentido que el
tricentenario del final del conflicto generaba productos culturales muy diversos.
338
Nueva iconografía didáctica y conflictos del siglo xviii ACTAS
339
Figura 2. Murallas de Barcelona, croquis 3D.
4. El asedio de Barcelona
340
Nueva iconografía didáctica y conflictos del siglo xviii ACTAS
una iconografía más trabajada que se manifestó, finalmente, en el libro “1714 El setge
de Barcelona”9 y en otras publicaciones. En estas iniciativas la estrategia iconográfica
consistió en plantear, a partir de imágenes 3D, escenarios o backgrounds diversos
que servían de base a ilustraciones desarrolladas a partir de Photoshop siguiendo las
prácticas del “matte painting”. En este caso la biblioteca de imágenes del grupo, con
fondos acumulados a partir de la estrecha relación con los grupos de recreación histó-
rica, obtuvo una rentabilidad completa. Los desarrollos iconográficos sobre el asedio
fueron laboriosos pero, si tenemos en cuenta la magnitud del trabajo y la escasa ex-
periencia previa, se resolvieron de manera relativamente rápida y con buena calidad,
Los renders de base sumados al planteamiento de figuras humanas a partir de bases
fotográficas, todo ello fundido y remasterizado a partir de Photoshop, abría una vía
experimental interesante. A fin de cuentas se habían generado publicaciones profusa-
mente ilustradas con materiales de calidad, congruentes con las últimas aportaciones
científicas, a un coste relativamente asumible, y en un tiempo rápido lo cual hacia que
los productos, considerado en su conjunto, fueras rentables incluso para un mercado
tan limitado como el catalán.
A su vez la experiencia de «1714 El setge de Barcelona» pronto experimentó nuevos
desarrollos y mutaciones. Así, por ejemplo, la exposición «Donec perficiam. El setge
de Barcelona 1714», diseñada y ejecutada en el 2012-2013, pudo reaprovechar parte de
la experiencia. En esta exposición el cual el grupo DIDPATRI elaboró el proyecto de
ideas y el comisariado. La propuesta incluyó un ambicioso desarrollo icónico y audio-
visual gracias a los materiales digitales ensayados y generados por el grupo de inves-
9 PONGILUPPI, Guillem. H.; HERNÀNDEZ, Francesc Xavier: Barcelona 1714. El Setge. Barcelo-
na: Angle, 2012.
341
Figura 4. Composición de combate en base a matte painting. (Guillemhp)
10 RUBIO, Xavier; CELA, José Mª.; HERNANDEZ, Francesc Xavier: «The development of new
infantry tactics during the early eighteenth century: a computer simulation approach to modern military
history», Journal of Simulation, 7, 2013. pp. 170–182.
342
Nueva iconografía didáctica y conflictos del siglo xviii ACTAS
La acumulación de material icónico permitió por otra parte que el grupo consi-
guiera una posición de protagonismo en la realización de los materiales didácticos
vinculados al Born Centre Cultural, y en los materiales didácticos impulsados por el
Departament d’Ensenyament en el contexto del tricentenario del 1714: materiales di-
dácticos, videos didácticos, juegos, estaciones de interpretación didácticas, etc. Tam-
bién en el campo de la edición el capital generado continuó generando desarrollos,
que comprendían cuentos infantiles11 y libros de alta divulgación12.
El metraproyecto, entendido como proyecto de proyectos, emprendido por DID-
PATRI: generar una nueva imagen de la Guerra de Sucesión en Catalunya, basada
en el rigor científico, acorde con las demandas del tricentenario, puede considerarse
un éxito. En apenas tres años se ha generado una iconografía, que podríamos definir
como sostenible teniendo en cuenta costos y resultados, directos e indirectos, que
ha contribuido de manera determinante a evolucionar la imagen de la Guerra de
Sucesión. El grupo de investigación, a partir de la palanca iconográfica, consiguió
un posicionamiento relevante en cuanto a iniciativas de investigación, sociales, de
comunicación, de formación, turísticas e industriales al entorno del tricentenario de
la Guerra de Sucesión.
11 GIMENEZ, Lorena: Trons, canons i un estel. Thunder, Cannons and Kite. Barcelona: Generalitat
de Catalunya. Departament d’Economia i Coneixement, 2014.
12 CASALS, Josep Ramon; HERNANDEZ, Francesc Xavier; PONGILUPPI, Guillem H.: Born
1714. Memòria de Barcelona. Barcelona: Angle, 2014.
343
Bibliografía
344
ACTAS
345
Terceres Jornades
Terceres Jorna
Patrimoni Patrimo
defensiu defensi
Castell Castell
de Sant Ferran de Sant Fer
Figueres Figueres
Del 20 al 23 d’octubre de 2016 Del 20 al 23 d’octub
346
Barcelona Supercomputing Center
Barcelona Supercomputing Center Fundació les Fortaleses Catalanes
Fundació les Fortaleses Catalanes Grup de recerca DIDPATRI Institut d’Estudis Empordanesos
Institut d’Estudis Empordanesos Universitat de Barcelona Amics del Castell de Sant Ferran
Amics del Castell de Sant Ferran