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SUSTANCIAS EN EL AGUA
Muchas sustancias provenientes de las diferentes actividades humanas pueden incorporarse a las
fuentes hídricas de donde se abastece una determinada población y ocasionar con ello eventos de
contaminación que ponen en riesgo la salud sus habitantes.
Como norma general, las aguas superficiales son más susceptibles a la contaminación que las
aguas subterráneas y su contaminación suele ser un proceso evidente y de efectos inmediatos. La
contaminación de fuentes subterráneas es, por el contrario, un proceso inicialmente inadvertido
pero de efectos mucho más persistentes, costosos y técnicamente difíciles de remediar.
Se han identificado una gran variedad de contaminantes en el agua, que involucran prácticamente,
a cualquier tipo de sustancia tóxica. Desde el punto de vista exclusivo del reservorio o fuente
hídrica, tiene particular importancia la susceptibilidad natural o fragilidad del sistema a la
contaminación, es decir, su vulnerabilidad intrínseca.
Colocando las escalas analíticas de medición en un lenguaje común, la capacidad para detectar
una parte por millón equivale a ser capaz de distinguir a un pariente o amigo “¡inmerso dentro de
una muchedumbre de un millón de personas...!” Aunque parece una tarea difícil, muchos de los
métodos analíticos en calidad de aguas, tienen sensibilidad en la escala de las partes por millón.
A su vez, detectar una parte por billón, equivale a ser capaz de detectar el sabor dulce de un
1
gramo de azúcar disuelto en el agua contenida dentro de una piscina olímpica . O si se prefiere,
estableciendo una analogía entre la variable concentración y la variable distancia, considere que si
la distancia Tierra—Luna es de 380.000 km y la altura promedio de un salto humano es de 38 cm,
entonces cada vez que Ud salta hacia arriba, se ubica momentáneamente “¡una parte por billón
más cerca de la luna...!”
La toxicidad de la mayoría de los contaminantes que han sido detectados en el agua (pesticidas,
metales pesados, compuestos organoclorados, compuestos orgánicos sintéticos, etc.) exigen
1
Un gramo de azúcar disuelto en un billón de gramos de agua, o lo que es lo mismo, un gramo de azúcar disuelto en 1.000
m3 de agua.
mediciones confiables en la escala de las partes por billón. Este es el reto que deben asumir los
laboratorios de análisis de aguas en cualquier parte del mundo.
Contrariamente, las operaciones de muestreo y análisis de aguas suelen ser siempre, “planificadas
y dirigidas a un propósito específico”. El propósito generalmente lo define el cliente o usuario de los
resultados. Pero el muestreo y el tipo específico de análisis que se ajustan a los requerimientos de
cada propósito, lo prescribe el laboratorio que realiza los análisis o, en situaciones de conflicto, el
laboratorio y la persona o institución que actúa en calidad de perito o especialista.
Desde un punto de vista genérico, los diversos parámetros que se miden a una muestra de agua,
pueden clasificarse como “análisis de componentes mayoritarios”, “análisis de componentes
minoritarios” y “análisis de componentes traza o específicos”. Los primeros están orientados a la
identificación y cuantificación de los constituyentes mas frecuentes en una muestra de agua y, por
lo regular, suelen estar en la escala de las partes por mil. Tal es el caso del calcio, el magnesio, el
sodio y los bicarbonatos, entre otros.
Los análisis de componentes traza o específicos buscan identificar y cuantificar compuestos aún
menos frecuentes en el agua, muchos de ellos en la escala de las partes por billón. Debido a la
complejidad y al costo medio de estas mediciones, éstas solamente se realizan cuando existe un
interés particular o cuando existen sospechas que justifiquen su búsqueda. Tal es el caso de los
metales pesados, los pesticidas o los compuestos organoclorados, entre otros.
Desde una perspectiva diferente, los diversos análisis que se realizan a una muestra de agua
también pueden visualizarse de acuerdo con el significado de las mediciones: Así por ejemplo, si
se quiere tener una idea de la cantidad total de sustancias inorgánicas disueltas, la conductividad
eléctrica de la muestra constituye una buena estimación; sin embargo, si se desea saber ya no la
cantidad, sino el tipo de sustancias inorgánicas disueltas, se deberán realizar análisis específicos
para cada uno de estos componentes.
Si se quiere tener idea de la cantidad total de sustancias orgánicas disueltas, una medición de
DQO constituye una estimación rápida y aceptable. Si se desea ahora especificar del total de
materia orgánica, qué proporción es fácilmente biodegradable, una medición de DBO5 podría
responder a ésta pregunta.
Los diversos análisis que se realizan a una muestra de agua también pueden visualizarse desde la
perspectiva del fundamento de las mediciones. Así por ejemplo, algunas determinaciones como la
de cloruros, alcalinidad, calcio y magnesio, se miden regularmente por métodos conocidos como
“volumétricos”.
Otros parámetros tales como el color, la turbidez, los nitratos y muchos compuestos orgánicos, se
miden regularmente mediante métodos analíticos conocidos genéricamente como “fotométricos”.
Los métodos fotométricos se basan en la medición de la energía radiante que absorbe o emite el
constituyente de una muestra. Dicha energía puede ser absorbida o emitida por el constituyente
presente en una solución (asociada a iones o moléculas) o, esparcido en una llama (asociada a
elementos en estado atómico). Por fotometría en solución se pueden medir muchas de las
sustancias orgánicas e inorgánicas presentes en el agua. Por fotometría de llama se pueden medir
prácticamente cualquier metal disuelto en el agua.
FIGURA 3.2 BALANZA ANALÍTICA, EL FUNDAMENTO DEL ANÁLISIS GRAVIMÉTRICO. FUENTE: AUTOR
Para que un sistema reaccionante sea susceptible de ser utilizado como método volumétrico, este
debe cumplir con los siguientes requisitos mínimos:
• La reacción de valoración debe ser rápida, a fin de que la valoración pueda realizarse en
poco tiempo. Aunque la mayor parte de las reacciones iónicas son tan rápidas que pueden
considerarse instantáneas, muchas de las reacciones redox son lentas; en estos casos se
utilizan catalizadores para adecuarlas a los propósitos volumétricos.
Una solución patrón, es por definición, una solución cuya concentración es exactamente conocida.
Las soluciones patrón pueden prepararse por dos métodos distintos:
Método directo: Este método consiste en pesar exactamente una cantidad de un soluto de
composición constante y definida y en disolver y llevar la solución a un volumen conocido, en un
matraz volumétrico. La concentración se calcula a partir del peso y el volumen medidos.
Para que pueda aplicarse este método, el soluto debe ser una sustancia que cumpla con las
características de un patrón primario, esto es, debe tener una pureza absoluta del 100,00% o, en
su defecto, su concentración en componente activo, así como el tipo y cantidad de las impurezas,
deben ser perfectamente conocidas.
Cuando la sustancia patrón no es absolutamente pura, todas sus impurezas deben ser inertes con
respecto a las sustancias que intervienen en la reacción de valoración. Así, por ejemplo, un
carbonato sódico del 98,25% en Na2CO3 y con impurezas de MgSO4, puede ser perfectamente
adecuado para la normalización de un ácido, pero inadecuado en mediciones de dureza.
Las sustancias que acompañan como impurezas a un patrón primario deben ser susceptibles de
identificar mediante ensayos sencillos de sensibilidad conocida. Además, los patrones primarios
deben ser estables a las temperaturas de secado en las estufas. Por esta razón, rara vez se
utilizan como patrones primarios sustancias hidratadas, pues es difícil eliminar la humedad
adsorbida sin que se genere una descomposición parcial del hidrato, lo que conduciría a un
material de composición desconocida.
Un patrón primario no debe ser higroscópico ni reaccionar con el oxígeno o con cualquier otro
componente normal en el ambiente. El patrón primario debe reaccionar con la solución que se
normaliza, de acuerdo con las exigencias de los métodos volumétricos. Estas exigencias se
resumen diciendo que la reacción debe ser “cuantitativa”, lo cual quiere decir que la reacción es
sencilla, rápida, completa y estequiométrica.
Por último, las sustancias utilizadas como patrón primario deben ser fáciles de adquirir, baratas y
poseer un alto peso molecular, con objeto de que los errores cometidos en su pesada, sean
siempre inferiores a los errores implícitos en el proceso volumétrico.
Método Indirecto: Ya que muchas de las sustancias que se utilizan como reactivos valorantes no
cumplen con las características de un patrón primario, sus soluciones no pueden prepararse por
este método. Es por esto que dichas soluciones, una vez preparadas, deben ser normalizadas
frente a una solución patrón, con el objeto de obtener un valor más confiable de su concentración.
Tal es el caso de las soluciones ácidas y básicas de trabajo rutinario.
12.00
pH
10.00 Punto de
8.00 Equivalencia
6.00
4.00
2.00
mililitros de NaOH
0.00
0.00 5.00 10.00 15.00 20.00 25.00
FIGURA 3.4 PUNTO FINAL O DE EQUIVALENCIA, PARA UNA REACCIÓN ACIDO—BASE. FUENTE: AUTOR
Los métodos visuales se fundamentan en la observación de un cambio repentino en el color o en el
aspecto de la mezcla reaccionante. Tal es el caso de las reacciones ácido-base, de las reacciones
complejo métricas y de la determinación de cloruros por el método argentométrico.
En las valoraciones volumétricas, el agente titulante tiene capacidad para reaccionar con la
sustancia de interés, y/o con el indicador o con cualquier otra sustancia equivalente a éste. Sin
embargo, mientras exista en el sistema la sustancia a analizar, ésta reaccionará con el agente
titulante de forma preferente a las demás sustancias presentes en el sistema.
Una vez que la sustancia de interés ha reaccionado totalmente con el agente titulante, la siguiente
gota de titulante adicionado reaccionará con el indicador o con la sustancia equivalente. El uso de
estos indicadores se fundamenta en que la reacción entre el indicador, o su equivalente químico y
el agente titulante generan como producto una sustancia de aspecto contrastante.
Son muchas las reacciones que cumplen con las condiciones fundamentales para poder ser
aplicadas en valoraciones volumétricas. Desde este punto de vista, las valoraciones pueden
clasificarse de acuerdo con el tipo de reacción implícito en la valoración:
Son valoraciones en las cuales, a partir de la reacción entre dos soluciones, se obtiene un
precipitado o producto insoluble. Estas valoraciones pueden consistir en la observación de la
aparición o desaparición de un precipitado o del cambio en la coloración del mismo. Un ejemplo de
estas valoraciones lo constituye la determinación de cloruros por el método argentométrico.
Son valoraciones que involucran reacciones de formación de complejos, entendiéndose por tales,
el producto entre agentes quelatantes, tipo EDTA y muchos de los metales en su forma iónica. Un
ejemplo clásico lo constituyen las determinaciones de calcio y magnesio con EDTA.
Con frecuencia, el nombre del método fotométrico específico, alude a la región del espectro
electromagnético (figura 3.5) dentro de la cual se realiza la medición. Así por ejemplo, se habla de
espectroscopia de RMN, infrarroja, VIS o UV para referirse a la región de las ondas de radio, al
infrarrojo, al visible o al ultravioleta. Cada uno de estos métodos tiene un campo de específico de
aplicaciones.
Longitud de Onda, λ
Rayos X < 1―102 Å
Frecuencia, γ
Medición de la Luz
Celda de
Fuente de luz Prisma A = 2,303 kbc
Muestra
Ley de Lambert-Beer
FIGURA 3.6. ESQUEMA FUNCIONAL DE UN FOTOMETRO. FUENTE: AUTOR
A = 2,303 kbc
Nótese que si el “camino óptico, b”, se mantiene constante para un conjunto de mediciones,
entonces la “absorbancia” dependerá solo de la concentración de la sustancia absorbente, A =
2,303kc, (figura 3.6).
En los inicios de esta técnica, las mediciones se efectuaban construyendo primero una curva de
calibración de absorbancia “vs” concentración para la especie de interés y luego se interpolaba en
ella, las absorbancias de las muestras.
Pese a la complejidad aparente de los métodos fotométricos, estos permiten medir con gran
precisión y rapidez muchas sustancias que absorben radiación electromagnética en diferentes
regiones del espectro electromagnético. También por colorimetría visual (comparación visual de la
intensidad del color de una muestra frente a una escala de patrones) se pueden medir
apropiadamente varias sustancias coloreadas.
Una variante un poco más sofisticada pero que deriva de los mismos principios fotométricos, la
constituye la espectrofotometría de absorción atómica, método analítico utilizado para la medición
de metales en solución (figura 3.8). En este tipo de fotometría, la celda del fotómetro convencional
es reemplazada por una llama uniforme que mantiene a los elementos de interés en estado
atómico mientras se realiza la medición.
Mechero
Controles Lámparas
Muestras
Balance
de llama
FIGURA 3.8 EQUIPO DE ABSORCIÓN ATÓMICA. FUENTE 100/300 ATOMIC ABSORPTION SPECTROMETER, PERKIN ELMER
3.4 Epílogo
CARTA DE UN JEFE INDIO AZTECA A LOS GOBIERNOS DE EUROPA
Aquí, pues, yo, Guaipuro Cuahutémoc, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta
mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace ya quinientos años. Aquí, pues,
nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.
El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me
descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a
quien nunca autoricé verdaderamente. El hermano usurero europeo me explica que toda deuda se
paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros, sin pedirles
consentimiento. Yo los voy descubriendo.
También yo puedo reclamar pagos, también yo puedo reclamar intereses. Consta en Archivo de
Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503
y el 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda, 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata
que provenían de América.
¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque eso sería pensar que los hermanos cristianos faltan a su
séptimo mandamiento. ¿Explotación? ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos, igual que
Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a
calumniadores como Bartolomé de las Casas, que calificaron el encuentro de destrucción de las
Indias, o a fanáticos como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el arranque del capitalismo y de
la actual civilización europea, se debió a la inundación de metales preciosos arrancados por
ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos de América! ¡No!
Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero
de varios préstamos amigables de América, para el desarrollo de Europa. Lo contrario sería
presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no solo a exigir devolución inmediata, sino
una indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Guaipuro Cuahutémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis hermanos
europeos. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio del plan Marshall-
Tezuma, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables
guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la arquitectura, el baño cotidiano y
otros logros superiores de la civilización.
Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del “Préstamo” podemos preguntarnos: ¿Han hecho
los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos
tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que
no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros
Reichs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar ocupados por las tropas gringas de la
OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero han sido incapaces después de una
moratoria de 500 años, tanto de cancelar capital e intereses, como de independizarse de las rentas
líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo.
Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual, una
economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles – por su propio bien – el
pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos los siglos. Al decir
esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos, las viles y
sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y de hasta un 30 por ciento que los hermanos
europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los
metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado
durante los últimos 300 años.
Sobre esta base, aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los
descubridores que solo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de
oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir, un
número para cuya expresión total serían necesarias más de trescientas cifras y que supera
ampliamente el peso de la tierra. ¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata! ¿Cuánto
pesarían calculada en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas
suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso
financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.
Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí
exigimos la inmediata firma de una carta de intenciones que discipline a los pueblos deudores del
viejo continente y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o
reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda
histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les
impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con
que nos pagaran con la bala con que mataron al poeta. Pero no podrán, porque esa bala es el
corazón de Europa.
Ni hablar de aquellos que favorecieron estas entregas, deberían ser juzgados por traidores a la
patria y por incentivar la miseria....
4. Explique con sus propias palabras qué es un patrón primario y nombre algunos ejemplos
con sus aplicaciones respectivas.
5. Explique detalladamente, paso a paso, cómo se prepara una solución 0,2 N de ácido
sulfúrico, a partir de un ácido concentrado cuya densidad es 1,81 g/ml y cuya
concentración peso a peso es del 87%.
Anexo 3.1 Formato típico de presentación de resultados analíticos en Calidad de Aguas.
Procedencia:
Tipo de análisis solicitado
Fecha de Ingreso al LCA, FMA y RN, UDFJC. Fecha de entrega de resultados:
DETERMINACIÓN
Alcalinidad total como CaCO3 mg/L
Acidez total como CaCO3 mg/L
Color, unidades Pt--Co
Conductividad Eléctrica, a 25 oC, µS / cm
Dureza total (Ca, Mg) como CaCO3 mg/L
pH potenciométrico a 20 oC
Sólidos totales (evaporación 105 oC), mg/L
Sólidos en solución, TDS, mg/L
Sólidos en suspensión, mg/L
Turbiedad, NTU
IONES EN SOLUCION (mg/L)
Calcio como Ca ++
Hierro total como Fe++
Magnesio como Mg ++
Manganeso total como Mn++
Potasio como K +
Sodio como Na +
Bicarbonatos como HCO3─
Carbonatos como CO3=
Cloruros como Cl-
Nitratos como NO3-
Sulfatos como SO4-
Fosfatos como P
NOTA: Los resultados analíticos corresponden exclusivamente a la (s) muestra(s) recibida(s) y no a otro(s) material(s) de
la misma procedencia. Muestreo realizado por personal ajeno al laboratorio.
OBSERVACIONES: __________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________________
EJECUTADO POR:
Vo.Bo: ________________________________
Laboratorio de calidad de aguas, FMA y RN