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1era REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA / CRÑ (2013) INT.

MAYRA BASURCO ARIAS

CODEPENDENCIA EN LA FAMILIA DEL ADICTO

I. INTRODUCCIÓN

Una de las problemáticas más frecuentes en la salud psicológica y emocional de las personas, y
que afecta su autoestima, capacidad de autonomía y relaciones interpersonales en general, es
lo que se ha dado a conocer en el ámbito de las adicciones como codependencia o coadicción.

Entendiendo, que la persona codependiente experimenta una serie de signos y síntomas tales
como ansiedad, depresión, manifestaciones psicosomáticas, etc., como consecuencia del hecho
de haberse involucrado afectivamente con un adicto.

II. DEFINICIÓN DE CODEPENDENCIA

 Subby (1984); define la codependencia como: “una condición emocional, psicológica y


conductual que se desarrolla como resultado de una prolongada exposición del
individuo y de la práctica de una serie de reglas opresivas, que le impiden la expresión
abierta de sentimientos así como la directa discusión de problemas personales e
interpersonales”.

 Wegscheider – Cruse (1985); lo describe como: “una condición específica


caracterizada por preocupación y extrema dependencia (emocional, social y a veces
física) de una persona u objeto. Eventualmente esta dependencia de otra persona se
vuelve una condición patológica que afecta al coadicto en todas sus relaciones”.

 Beattie (1987); la define como: “aquella persona que ha dejado que la conducta de otra
persona la afecte y que está obsesionado por controlar la conducta de esa persona. La
coadicción es principalmente un proceso reaccionario”.

 Whitfield (1989); la define como: “cualquier sufrimiento o disfunción que esté asociado
o que resulta de centrarse en las necesidades y conductas de los demás”.

 National Council on Codependency (1990); realizó un consenso para validar una


definición de CD, y desarrolló la siguiente definición de Codependencia: “es un
comportamiento aprendido expresado por dependencias en las personas y cosas fuera
de sí mismo, estas dependencias incluyen negligencia y disminución de la propia
identidad”.

 Spann y Fischer (1991), consideran a la codependencia como: “condición psicosocial


que se manifiesta a través de un patrón disfuncional de relacionarse con los otros y que
se caracteriza por la extrema focalización en el otro, poca expresión de los sentimientos
propios e intentos por buscar una definición personal a través de otros”.

 Thombs (1994), define a la codependencia como: “una condición en la que un individuo


depende de otro, no del mismo ni de un objeto externo, sino específicamente de la
persona dependiente.

 Dears y Roberts (2005), en su revisión de la literatura sobre Codependencia, define


cuatro elementos centrales: “a) Locus de control externo, la atención está centrada en
los comportamientos opiniones y expectativas de los demás, el codependiente ajusta su
conducta a esas expectativas para lograr aprobación y estima; b) Auto sacrificio, la
persona posterga sus necesidades para satisfacer a los demás; c) Control
interpersonal, la persona cree que puede controlar los problemas los comportamientos
ajenos; d) Supresión emocional, limitada conciencia de sus emociones”.

 Alvarado (2007), “la codependencia se define como el ciclo de patrones de conducta,


y pensamientos disfuncionales, que producen dolor, y que se repiten de manera
compulsiva, como respuesta a una relación enferma y alienante, con un adicto activo o
en una situación de toxicidad relacional. Se trata de una estructura de personalidad sin
importar el género”.

 Martins-D’Angelo y Meléndez (2011), realizan una revisión acerca del concepto de


codependencia encontrando dos denominadores comunes en su etiología, “uno es
relacionarse con personas disfuncionales o problemáticas. El otro denominador común
son las reglas tácitas silenciosas en los sistemas de las familias. Estas reglas impiden
la discusión de los problemas y una comunicación honesta y directa. Asimismo, inhiben
la expresión de sentimientos y niegan las expectativas realistas tales como ser
vulnerable o imperfecto, dificultan la autoconfianza y obstaculizan la evolución de la
familia”.

III. GÉNESIS Y EVOLUCIÓN

 Génesis
Algunos autores han reflexionado desde hace ya mucho tiempo atrás (Miller, 1994),
acerca de la naturaleza causal y progresiva de la codependencia. De este modo, se
discute si la adicción es causa de la codependencia o, a la inversa, se trata de una
“personalidad codependiente” que genera la progresión hacia la adicción.

Con respecto de la etiología del fenómeno, se ha hablado de experiencias tempranas


de la vida que frecuentemente implicaban maltrato infantil de algún tipo (Lasater, 1988),
necesidad inconsciente de que el adicto permanezca enganchado (Brown, 1985),
rasgos estructurales de personalidad (Cermak, 1986; Lawton, 1990), de conductas
adquiridas por aprendizaje de experiencias previas o modelos de rol (Edmundson,
Bryne y Rankin, 2000), o de consecuencias de la exposición constante a un evento
estresante indefinido (Margolis y Zweben, 1998).

Por otro lado, Ellis defiende la hipótesis de que algunas personas establecen
continuamente y permanecen en relaciones con adictos debido a que tienen un temor
extremo a estar solos y mantienen creencia irracional de que no se merecen algo
mejor. Tolerarán todo tipo de abuso pues necesitan desesperadamente estar con
alguien y no soportan la idea de estar solos.

El fenómeno de la codependencia ha sido asociado a variables tales como edad, género, baja
autoestima, depresión, locus de control externo (Rotter, 1966), ansiedad, antecedentes
de trastornos por dependencia de alcohol en la familia, entre otras, y existen varios
artículos que evalúan la capacidad de estos rasgos para predecir la codependencia
(Fuller y Warner, 2000; Lindley, 1999).

Varios estudios realizados en individuos adultos de edades variadas y de ambos sexos


investigaron la relación entre la codependencia y la depresión. Fischer et al. (1991)
demostró que la codependencia está relacionada con la autoestima, el Locus de control
externo, la ansiedad, la depresión y la masculinidad.

Con respecto a la relación entre depresión y codependencia, se plantea que los


problemas y las tensiones en las relaciones afectivas constituyen un mayor riesgo de
depresión en las mujeres que los problemas o tensiones en otros ámbitos de la vida de
ellas. Por consiguiente, un factor importante en el desarrollo de la depresión en las
mujeres es el grado de importancia que otorgan en el establecimiento y mantenimiento
de sus relaciones afectivas (Jack; Dill, 1992; Van Hook, 1996).

Worth (1997) comprobó la relación positiva y significativa de la codependencia con la


depresión, ansiedad, comportamientos compulsivos y auto-depreciación en una
muestra de 103 sujetos de ambos sexos.
Pérez Gómez y Delgado Delgado (2003) encontraron relación con baja autoestima,
depresión, no afrontamiento, focalización en el otro; necesidad auto-negligente de
ayudar y de control parental percibido durante la crianza.

 Evolución

Jiménez (2002), plantea que la codependencia debe ser considerada como una
condición relacionada estrechamente con la enfermedad adictiva y que se va
desarrollando conforme ésta evoluciona.

Se puede afirmar que mediante este proceso, el coadicto(s) en una familia “se van
haciendo” progresivamente, de manera paralela a la adicción del sujeto, con la
intención de limitar el desarrollo de la adicción y frenar la disfuncionalidad de su familia,
pero que por el contrario, tiene un efecto inverso.

Dicho autor plantea el siguiente ejemplo para la explicación:

FIG. 1: familia funcional, donde cada uno de los miembros ocupa un rol adecuado tanto
estructural como funcionalmente (el futuro adicto está graficado con líneas punteadas).
FIG. 2: Se aprecia cómo, al evolucionar gradualmente el proceso adictivo, el
farmacodependiente va abandonado su rol, expresado en la quiebra de las normas y
responsabilidades que la familia asigna al subsistema al que éste pertenece.

FIG. 3: el adicto ha “tomado el poder”, colocándose literalmente por encima de las


normas y reglas de funcionamiento familiar para, desde esta posición, manipular a la
familia, estableciéndose el rol de codependiente y la alianza de éste con el adicto en
un vano intento de protegerlo y tratar de conservar la unidad familiar.

COD

IV. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS PARA LA PERSONALIDAD CODEPENDIENTE

Los manuales y tratados de clasificación diagnóstica como son el CIE-10 y el DSM III, III-R y IV,
no consideran dentro de sus categorías diagnósticas a la codependencia. Pero se han realizado
varias propuestas para que se incluya la codependencia en éstos. Una de las más serias
propuestas fue realizada por T.L. Cermak.

Cermak (1986), propone los siguientes criterios diagnósticos para lo que él llama Personalidad
Codependiente:
1. Inversión continuada de autoestima en su capacidad para controlarse a sí mismo y a
los otros para enfrentar serias consecuencias adversas.

2. Asume la responsabilidad de encargarse de las necesidades de los demás, incluso a


costa de reconocer sus propias necesidades.
3. Ansiedad y dificultad para reconocer los límites acerca de la separación o intimidad con
los demás.
4. Permanentemente cae en relaciones con gente que tiene desórdenes de personalidad,
dependencia a sustancias o desórdenes impulsivos individuales.

Presenta por lo menos tres de las siguientes características:

 Excesiva confianza en cosas negativas


 Confusión y negación excesivas
 Depresión
 Hipervigilancia
 Compulsiones
 Ansiedad
 Abuso de alcohol o drogas
 Es (o fue) víctima recurrente de abuso físico o sexual
 Enfermedades médicas relacionadas con el estrés
 Ha tenido relaciones con personas violentas o dependientes a sustancias
psicoactivas por un lapso mínimo de 2 años sin búsqueda de ayuda externa

V. TIPOS DE COADICTOS

 Coadicto directo; aquel que proporciona al alcohol, drogas o dinero al adicto para su
consumo, o se une a él en el uso de drogas.

 Coadicto salvador; aquel que declara públicamente su oposición hacia el consumo de


su familiar. Con su conducta impide que el adicto reciba consecuencias de su adicción
(pide créditos, pagas sus deudas, lo encubren en sus errores, justifica su consumo,
etc.).

 Coadicto pasivo; aquel que no confronta, pero “absorbe el dolor”. Se caracteriza por
observar, sufrir y callar, pretendiendo que no sucede nada. Tiene gran tolerancia al
dolor y habilidad para actuar y callar.

 Coadicto confrontador; aquel que busca controlar la conducta del adicto a través de
tratos, sobornos, chantajes y ultimátums. Actúa como control externo cuidando que el
comportamiento del adicto no se descontrole.

VI. ROLES DEL CODEPENDIENTE (COADICTO)


Los roles familiares disfuncionales, tienen un objetivo: el de proveer a la familia de un mecanismo de
defensa para disminuir la ansiedad y el temor y dar la sensación de "estar haciendo algo" para
resolver el problema de la adicción.

Desgraciadamente, el resultado final es que la adicción se fortalece y la familia se enferma más aún,
estableciéndose un sistema familiar que gira en torno al adicto, forman un equilibrio.

Cada uno de los integrantes de la familia tiene un rol, que cumple una función:

 El Cuidador: Ellos asumen todas las tareas y responsabilidades que puedan, con tal de que
el adicto no tenga responsabilidades, o tenga las menos posibles (se hacen cargo de todo),
están convencidos de que al menos "las cosas están andando". Lo que no pueden ver, es
que se cargan con tareas que no les corresponden y con responsabilidades que no son
suyas, produciendo una sobrecarga que afecta su salud. Esto a su vez facilita la falta de
conciencia en el adicto.

 El Rebelde: La función del rebelde u oveja negra, es desenfocar a la familia y atraer la


atención sobre sí mismo, de modo que todos puedan volcar sobre él, su ira y frustración.
Muchas veces es el niño que continuamente tiene problemas de disciplina en la escuela, o
incluso el joven que experimenta con drogas ilegales.

 El hijo olvidado: pocas veces se le tiene en cuenta en los asuntos familiares. Es tímido,
solitario, aparentemente independiente y despreocupado. Internamente se siente solo,
incapaz, temeroso y resentido. Puede emitir reclamos de atención bajo la forma de
enfermedades psicosomáticas o simplemente aislándose cada vez más.

 El Rescatador: En general ellos se asignan a sí mismos la tarea de resolver todas las


crisis que el adicto produce. De esta manera promueven el autoengaño del adicto,
manteniéndolo ciego a las consecuencias de su adicción y convencido de que no existe
ningún problema con su uso. Este miembro de la familia se encarga de salvar al adicto de
los problemas que resultan de su adicción. Son los que inventan las excusas, pagan las
cuentas, llaman al trabajo para justificar las ausencias, etc.

 El Héroe: El también está empeñado en desviar la atención de la familia y distraerla hacia


él, a través de logros positivos. De esta manera, hace que la familia se sienta orgullosa, y
ayuda a la familia a distraer la atención que tiene en el adicto. Puede ser el mejor alumno, el
atleta que sobresale en los torneos o que siempre está logrando más de lo que se espera
de él. Este rol muchas veces la cumplen los hermanos del adicto.

 El Recriminador: Esta persona se encarga de culpar al adicto de todos los problemas de la


familia. Se encarga de llevar a cabo sesiones de recriminación tremendamente amargas, y
sermones que, no sólo son exagerados, sino que además funcionan para indignar al adicto,
brindándole así una excusa perfecta para seguir consumiendo drogas.

 El Desentendido, o el que no se da por enterado: Usualmente este rol es tomado por algún
menor de edad que se mantiene "al margen" de las discusiones y de la dinámica familiar. En
realidad es una máscara a modo de defensa, que cubre una gran tristeza y decepción que
es incapaz de expresar.

 El Disciplinador: Este familiar presenta la idea de que lo que hace falta es un poco de
disciplina y agrede al adicto, ya sea física y/o verbalmente. Esta actitud nace de la ira y
frustración que se acumulan en la familia del adicto y de los sentimientos de culpa que
muchos padres albergan por la adicción de sus hijos. Por supuesto que la violencia no
añade nada positivo a la dinámica familiar ya enferma por la adicción.

Stephen Karpman, plantea “El Triángulo Dramático de Karpman” en donde pone de manifiesto 3
roles o papeles que podrían ser adoptados por el individuo como parte de su interacción con otros.

Karpman señala que quienes participan en juegos psicológicos, con frecuencia intercambian sus
papeles. Por ejemplo, una persona que ha desempeñado el papel de Víctima, se puede cansar de
ser humillada y convertirse en Perseguidor repentinamente. De igual forma, alguien que comienza
como Salvador puede descubrir que es una Víctima

Dichos roles pueden ser estar presentes también dentro de la relación entre adicto y coadicto:

P S
(Perseguidor) (Salvador)

 Salvador; rescata al adicto en crisis, protege al adicto y asume las responsabilidades


de su conducta. Al no conseguir la “mejoría” del adicto, éste adopta la postura de
V
perseguidor. (Víctima)

 Perseguidor; se caracteriza por manifestar la imperiosa necesidad de controlar al


adicto; la agresión es la forma de comunicación que éste emplea, ya que al no recibir
refuerzo, surge el enojo y resentimiento.

 Víctima; finalmente cierra el triángulo la posición de víctima. La persona se


autocompadece al sentirse frustrado ya que el adicto no responde a sus expectativas.
VII. PADRES CODEPENDIENTES

 Los padres de los adictos suelen hacer regalos en forma de dinero, justifican ausencias
de trabajo, rescatan a sus hijos de las consecuencias legales, proporcionan vivienda y
cubren otras necesidades del adicto.

 Ellos piensan que es “por el bien de sus hijos”. Si no lo rescatan, sufren.

 Pueden expresar ansiedad por el malestar y culpabilidad.

 Los padres con ansiedad de ego piensan que su valía como seres humanos se
determina en la manera cómo salen sus hijos. Si los hijos tienen problemas tal vez fue
porque fueron malos padres y ello es imperdonable y los convierte en malas personas.

 Los padres con ansiedad por el malestar creen que los esfuerzos de imponer un
tratamiento a sus hijos son muy difíciles y que ellos son muy débiles para soportar el
dolor de ver a su hijo sufrir por ello.

VIII. PAREJAS CODEPENDIENTES

SISTEMA IDEATIVO DEL CODEPENDIENTE

1. “Una pareja debe sacrificarse por amor”


2. “El sentimiento que tengo hacia él no va a cambiar”

3. “Mi cariño es más fuerte que la droga”

4. “El amor es sinónimo de sacrificio”

5. “Tengo que cuidarlo y evitar que se haga daño”

6. “Él no es responsable de su adicción, sino la sociedad, los amigos …por lo


tanto debo controlarlo”
7. “Debo de tener cuidado de no molestarlo o causarle problemas, pues le
puedo hacer daño y recaerá”

8. “A veces me siento culpable de que él consuma”

IX. EVALUACIÓN DE LA FAMILIA DEL ADICTO

IX.1 Entrevista a la familia

Dentro de la evaluación familiar, las áreas a tocar son:

 Estructura y cohesión familiar

Se debe indagar con respecto a cómo se encuentra constituida la familia del adicto,
es decir, si ésta es una familia nuclear, monoparental, familia de madre soltera,
familia de padres separados, etc.

Con respecto a la cohesión familiar, está referida al grado de unión emocional que
existe entre los miembros de la familia, así como el nivel de autonomía disponible
en el sistema familiar.

 Conflictos y/o problemas

Se debe tener en cuenta la percepción de los padres frente al hijo y su conducta


(pasada y presente). Así mismo, cuál es la percepción del hijo frente a la conducta
de los padres y su interacción con ellos.

Por otro lado, se debe evaluar las contingencias del comportamiento, es decir,
cómo se refuerza o castiga la conducta adictiva, o si dichos reforzadores provienen
de otras personas.

 Habilidades de comunicación y solución de problemas

Realizar un autorregistro sobre la frecuencia y la intensidad de discusiones entre


padres e hijos. Se debe elegir un tema de discusión y luego evaluar las habilidades
de comunicación:

- Exagerar

- Gritar
- Ridiculizar

- Amenazar

- Exigir

- Dar respuestas cortas y sin interés

IX.2 Instrumentos

“ESCALA DE CODEPENDENCIA DE SPANN-FISCHER (ECD-SF)”

De los instrumentos que se han planteado para la evaluación de la codependencia, el que


probablemente ha demostrado mejor desempeño es la Escala de Codependencia de Spann
-Fischer (ECD-SF), Spann y Fischer, 1991.

La ECD-SF en su versión final consta de 16 ítems con escala de respuesta tipo Likert de 6
puntos; cuenta con una consistencia interna satisfactoria (Alfa de Cronbach 0 ,86) y una correlación test-
retest de 0,87.

Se cuenta con una traducción del instrumento adaptada a nuestra cultura que fue utilizado
en la tesis de grado de la postulante (Biscarra, Brandariz y Garófalo, 2008).

ESCALA DE CODEPENDENCIA DE SPANN-FISCHER (ECD-SF)

Lea las siguientes declaraciones y marque el número en los espacios que mejor lo
describa

de acuerdo con la siguiente lista:

1 = Totalmente en desacuerdo,

2 = Moderadamente en desacuerdo

3= Ligeramente en desacuerdo

4 = Ligeramente de acuerdo

5 = Moderadamente acuerdo

6 = Completamente de acuerdo

6 = Muy de acuerdo
1. Es difícil para mí tomar decisiones 1 2 3 4 5 6
2. Es difícil para mí decir "no" 1 2 3 4 5 6
3. Es difícil para mí aceptar los cumplidos con gracia 1 2 3 4 5 6
4. A veces me siento aburrido o vacío si no tengo problemas
en los cuales enfocarme 1 2 3 4 5 6
5. No suelo hacer cosas por otras personas que son capaces
de hacerlas por sí mismo 1 2 3 4 5 6
6. Cuando hago algo bueno por mí mismo, por lo general me
siento culpable 1 2 3 4 5 6
7. No me preocupo mucho 1 2 3 4 5 6
8. Me digo a mí mismo que las cosas van a mejorar cuando
la gente que forma parte de mi vida, cambia lo que está 1 2 3 4 5 6
haciendo.
9. Me parece que tengo relaciones en las que siempre estoy
ahí para ellos (as), pero que rara vez ellos(as) están allí 1 2 3 4 5 6
para mí
10. A veces estoy concentrado en una sola persona hasta el
punto de descuidar otras relaciones y responsabilidades 1 2 3 4 5 6
11. Me parece entrar en relaciones que son dolorosos para mí 1 2 3 4 5 6
12. No suelo dejar que otros vean lo “real” de mí 1 2 3 4 5 6
13. Cuando alguien me molesta, lo aguanto por mucho
tiempo, pero a veces exploto 1 2 3 4 5 6
14. Por lo general llegaré a cualquier extremo para evitar un
conflicto abierto 1 2 3 4 5 6
15. A menudo tengo una sensación de temor o muerte
inminente 1 2 3 4 5 6
16. A menudo pongo las necesidades de otros por encima de
mis propias necesidades 1 2 3 4 5 6
X. INTERVENCIÓN

X.1 Objetivos:

 Evaluar el funcionamiento familiar.

 Incrementar la motivación de la familia en la participación de la consejería.

 Comprometer a la familia en la consejería.

 Dar información referente a la drogadicción.

 Dar información referente a las conductas que se desarrollan o se asocian al


consumo, tanto para el adicto como para la familia.

X.2 Contrato conductual

Para asistir a la consejería individual y grupal es necesario: elaborar una lista de los
miembros que van a participar., así como el reconocimiento del problema, y cumplimiento
con las tareas terapéuticas.

X.3 Técnicas

 TREC

Su puesta en práctica tiene la finalidad de lograr la reestructuración cognitiva.

Se le debe enseñar a la familia que cuando los miembros de ésta se vuelven


emocional y conductualmente perturbados (ansiosos, deprimidos, con cólera) en
“C”, seguidas de una “A” (experiencia o evento activador), se debe tener en cuenta
que “A” puede contribuir de manera significativa a ello, pero NO causa
directamente en “C”; sino que en gran parte las consecuencias emocionales y
conductuales dependen de “B” (sistema de creencias).

A A B
C C
 Solución de problemas

Se fija como objetivo educar a la familia a que aprendan a solucionar todo tipo de
problemas (situaciones conflictivas). Pasos:

- Especificar el problema.
- Concretar la respuesta que como hábito damos al problema.

- Hacer una lista con soluciones alternativas.

- Valorar las consecuencias de cada alternativa.

- Valorar los resultados.

 Entrenamiento asertivo

Se tiene como objetivo lograr que la familia en su totalidad, aprenda a expresar sus
pensamientos y emociones de manera adecuada, sin ofender ni dañar a los demás
miembros. Pasos:

- Identificar los estilos básicos de la conducta interpersonal.

- Identificar las situaciones en las cuales queremos ser más asertivos.

- Describir las situaciones problemáticas.

- Escribir un guión para el cambio de nuestra conducta.

- Desarrollo de lenguaje corporal adecuado.

- Aprender a identificar y evitar las manipulaciones de los demás.

 Contrato padre-hijo

- Identificar un problema (uno solo y bien definido).

- Negociar una solución (padre e hijo).

- Escribir el acuerdo.
- Firmar el contrato y darle un seguimiento.

BIBLIOGRAFÍA

1. Navarro, R. (2006). “Escuela de Consejería en Adicciones-ECAD. Manual de Consejería en


Adicciones III”. Perú, Lima.

2. Jiménez, J. (2002). “Revista de Psiquiatría y Salud Mental, Hermilio Valdizán” Vol. III – N° 2. Perú,
Lima.

3. Guevara, W. “La Codependencia, Una Forma De Convivir Con El Sufrimiento”. CSI. Boletín 48. 13-
15.

4. Biscarra, M. (2010). “Codependencia: Definición teórica, Validación de un instrumento y su relación


con la autoestima y el locus de control externo”. Anuario de Proyectos e Informes de Becarios de
Investigación, vol. 7, pág. 268-273.

5. González, O. (2012). “La dinámica familiar como génesis de la codependencia”. Revista de


Psicología GEPU, 3 (1), 263 - 281. México.

6. Martins, R. y Meléndez, M. (2011). “Depresión y/o Codependencia en mujeres: necesidad de un


diagnóstico diferencial”. España.

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