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Pierre Bourdieu

El oficio de científico
Ciencia de la ciencia y reflexividad

Curso del College de France 2000-2001

Traducción de Joaquín Jordé

EDITORIAL ANAGRAMA BARCEJ.oNA


Títulode la"dición origina!: Science de la science er réAcxivité
© Éditions Raisons d' agir
París, 2001

DúeflOde lacaleccion. Julio Vivas Ilustración: Anni Albers,

1926
Publicado con laayudadelMin¡'t~rio francb tk Cultura-Ca¡tro

Nacional del Libro


cultura Libre © EDITORIAL ANAGRAMA, S. A., «posmo- demos», para deteriorar la confianza
2003 en la ciencia, y, muy especialmenre, en la
Pedro de la Creu, 58 08034 Barcelona ciencia social. En suma, la ciencia está en
peligro, y,en consecuencia, se vuelve peligrosa.
ISBN: 84-.339-6198-5 Deposito Legal: B. 41667-2003

Printcd in Spain
7
Liberduplex. S. L., ComtilUció, ]9, 08014 Barcelona Todo lleva a pensar que las presiones de la
PREFACIO economía son cada vez más abrumadoras, en
especial en aquellos ámbitos donde los
resultados de la investigación son alta- mente
rentables, como la medicina, la biotecnología
(so- bre todo en materia agrícola) y, de modo
más general, la genética, por no hablar de la
investigación militar. Así es como tantos
investigadores o equipos de investigación
caen bajo el control de grandes firmas
industriales dedica- das a asegurarse, a través
de las patentes, el monopolio de productos de
alto rendimiento comercial; y que la fronte-
¿Por qué tomar la ciencia como objeto de este
ra, desde hace mucho tiempo imprecisa, entre
último curso del College de France? ¿Ypor qué
la investiga- ción fundamental, realizada en
decidir publicarlo, pese a todas sus limitaciones
los laboratorios universi- tarios, y la
e imperfecciones? La pregunta no es rerórica
investigación aplicada tiende poco a poco a
y,en cualquier caso, se me antoja demasiado se-
desaparecer: los científicos desinteresados,
ria para darle una respuesta retórica. Creo, en
que no conocen más programa que el que se
efecto, que el universo de la ciencia está
desprende de la lógica de su investigación y
amenazado actualmente por un te- mible
que saben dar a las demandas «comercia- les»
retroceso. Laautonomía que laciencia había
el mínimo estricto de concesiones
conquis- tado poco a poco frente a los poderes
indispensable para asegurarse los créditos
religiosos, políticos o incluso económicos, y,
necesarios para su trabajo, corren el peligro
parcialmente por lo menos, a las bu- rocracias
de encontrarse poco a poco marginados, por
estatales que garantizaban las condiciones
mínimas de su independencia, se ha debilirado 10 menos en algunos ámbitos, a causa de la
considerablemente. Los mecanismos insuficiencia de las ayudas públicas, y pese al
socialesque iban apareciendo a medida que reconocimiento interno de que disfrutan, en
dicha autonomía se afirmaba, como la lógica de favor de amplios equipos casi industria- les,
lacompetiti- vidad entre los iguales, corren el que trabajan para satisfacer unas demandas
riesgo de ser utilizados en provecho de subordina- das a los imperativos del lucro. y
objetivos impuestos desde fuera; lasumisión a la vinculación de la in- dustria con la
los intereses económicos y a las seducciones investigación se ha hecho actualmente tan
mediáticas ame- naza con unirse a las críticas estrecha, que no pasa día sin que se conozcan
externas y a los vituperios inter- nos, cuya nuevos casos de conflictos entre los
última manifestación son algunos delirios investigadores y los intereses comer- ciales
(por ejemplo: una compañía estadounidense tiende, en absoluto, a relativizar el co-
que produce una vacuna que aumenta las nocimiento científico refiriéndolo y
defensas contra elvi- rus responsable del sida reduciéndolo a sus condiciones históricas, y,
intentó, a fines del año 2000, im- pedir la por tanto, a unas circunstancias situadas
publicación de un artículo científico que espacial y temporalmente, sino que pretende,
mostra- ba que esa vacuna no era eficaz). Es muy al contrario, permitir a los practicantes
de temer, por tanto, que la lógica de la de la ciencia entender mejor los mecanismos
competitividad, que, como se pudo ver sociales que orientan la práctica científica y
convertirse de ese modo en «dueños y
8 señores» no sólo de la «naturaleza», de
en otros tiempos, en el terreno de la física, es acuerdo con la vieja tradición cartesiana, sino
capaz de conducir a los investigadores más también, lo cual no es, sin duda,9
puros a olvidar las uti- lizaciones económicas,
menos difícil, del mundo social en el que se
políticas o sociales que pueden resultar de los
produce el co- nacimiento de la naturaleza.
productos de sus trabajos, se combine y se
conjugue con la sumisión, obtenida de manera He querido que la versión escrita de este curso
más o menos forzada, o consecuencia del coinci- da lo más posible con su exposición
agradecimiento a los intereses de las empresas oral: por dicho moti- vo, pese a suprimir de la
para hacer derivar poco a poco sectores transcripción las repeticiones y las
enteros de la investigación en el sentido de la recapitulaciones vinculadas a las necesidades
he- teronomía. de la ense- ñanza (por ejemplo, la división en
lecciones), así como al- gunos pasajes que,
Respecto a las ciencias sociales, cabría
justificados, sin duda, por la oralidad, se me
imaginar que, al no ser susceptibles de ofrecer
han antojado, con la lectura, superfluos o
unos productos directamen- te útiles, es decir,
fuera de lugar, he intentado transmitir uno de
comercializables de forma inmediata, es- tán
los efectos más visi- bIes de la improvisación,
menos expuestas a esas tentaciones. En
es decir, las divagaciones, más o menos
realidad, los especialistas en tales ciencias, y
alejadas del tema principal del discurso, que
concretamente los sociólo- gos, son objeto de
he se- ñalado, al transcribirlas, con letra
una grandísima solicitud, tanto positi- va, y, a
pequeña. Las referencias a artículos o libros,
menudo, muy lucrativa, material y
efectuadas oralmente o por escrito, es- tán
simbólicamen- te, para aquellos que toman la
señaladas en el texto mediante el año de
opción de servir a la visión .4<?mioM1.!~
publicación y el número de la página
aunque sólo sea por omisión (y, en tal caso,
colocados entre paréntesis, a fin de facilitar su
basta con la insuficiencia científica), como
consulta recurriendo a la bibliografía que
negativa, y ma- lévola, a veces destructiva,
apare- ce al final del volumen.
para aquellos que, limitándose, simplemente,
a ejercer su oficio, contribuyen a desvelar una
parte de la verdad del mundo social.
Ésta es la razón de que me haya parecido
especialmen- te necesario someter a la ciencia
a un análisis histórico y sociológico que no
10 es decir, el que plantea la génesis histórica de
INTRODUCCiÓN supuestas verdades transhistóricas? ¿Cómo es
posible que una actividad histó- rica, inscrita en
la historia, como la actividad científica,
produzca unas verdades transhistóricas,
independientes de la historia, desprendidas de
cualquier vínculo, tanto con el espacio como
con el tiempo, y, por tanto, válidas eterna y
universalmente? Es un problema que los
filósofos han planteado de una manera más o
menos explícita, en espe- cial, en el siglo XIX,
en buena parte por la presión de las nacientes
ciencias sociales.
Quiero dedicar este curso a la memoria de En respuesta a la pregunta de saber quién es el
[ules Vui- Ilemin. Poco conocido por el «sujeto» de esta «creación de verdades y de
público en general, represen- taba una gran valores erernos» cabe in- vocar a Dios o a
idea de la filosofía, una idea de la filosofía tal cualquiera de sus sucedáneos, de los que los
Ve:L algo desmesurada para nuestra época,
filósofos han inventado una larga serie: es la
desmesurada en cualquier caso para conseguir solución cartesiana de los semina scientiae,
el público que, sin duda, me- recía. Si hablo esas semillas o esos gér- menes de ciencia que
de él actualmente, es porque ha sido para mí estarían depositados en forma de principios
innatos en el espíritu humano; o la solución
un grandísimo modelo que me ha permitido
kantiana, la ciencia trascendental, el universo de
seguir cre- yendo en una filosofía rigurosa en
las condi- ciones necesarias del conocimiento
un momento en el que tenía todo tipo de
que son consustancia- les al pensamiento, en el
motivos (Ura dudar, comenzando por los que
cual, en cierto modo, el sujeto trascendental es
me ofrecía la enseñanza de la filosofía tal
el lugar de las verdades apriorique repre-
como era practicada. Se situaba en la tradición
sentan el principio de construcción de cualquier
francesa de filosofía de la ciencia que habían verdad. Puede ser, para Habermas, el lenguaje,
encarnado Bachelard, Koyré y Canguilhem, y la comunicación, etcétera. O, para el primer
que algunos prolongan actualmente en esta positivismo lógico, el lenguaje lógico como
institución en la que nos encontramos. Esa construcción apriorique debe ser impuesta a la
tradición de re- flexión con ambición realidad para que la ciencia empírica sea
científica sobre la ciencia es la base de mi posible. Cabría invocar también la solución
proyecto de trabajo para este curso. wittgensteiniana, según la cual el principio
generador del pensamiento científico es una
La cuestión que me gustaría plantear es gramática, con la doble opción de que sea
bastante para- dójica: ¿puede contribuir la histórica (al es- tar sometidos los juegos
ciencia social a resolver un problema que ella lingüísticos a constreñimienros que son
misma provoca, al que la tradición logi- cista invenciones históricas) o de que posea la forma
no ha cesado de enfrentarse, y que ha que revisten las leyes universales del
pensamiento.
conocido unaII
renovada actualidad con motivo del caso Sokal,
12 visión escolástica, lógica o epistemológica, de la
Si descartamos las soluciones teológicas o ciencia propone, como afirma Carnap, una
criptoteoló- gicas -estoy pensando en el
«reconstrucción racio-13
Nietzsche del Crepúsculo de los ídolos que
nal» de las prácticas científicas o, en opinión
decía: «Temo que nunca nos liberemos de Dios
en tanto que sigamos creyendo en la
de Reichen- bach, «un sucedáneo lógico de
gramarica»-, ¿laver- dad puede sobrevivir a una los procesos reales», del cual se postula que
historización radical? En otras palabras, ¿la corresponde a tales procesos. «La des-
necesidad de las verdades lógicas es compati- cripción», decía Reichenbach, «no es una
ble con el reconocimiento de su historicidad? copia del pensa- miento real, sino la
¿Es posible, por tanto, resolver el problema sin construcción de un equivalente.» En contra de
recurrir a algún deus ex mdchinai ¿El la idealización de la práctica científica
historicismo radical, que es una forma radi- cal operada por esta epistemologia normativa,
de la muerte de Dios y de todos sus avatares Bachelard observaba que la epistemología
conduce acaso a destruir la misma idea de había reflexionado en exceso sobre las
verdad, y de ese modo se destruye a sí verdades de la ciencia establecida y no
suficientemente sobre los errores de la ciencia
mismo? ° bien, por el contrario, ¿es posible en trance de construcción, sobre el proceso
científico en sí mismo.
defender un historicismo racionalista o un
Los sociólogos han abierto, en diferentes
racionalismo historicista?
grados, la caja de Pandora, el laboratorio, y
0, para volver a una expresión más escolar de
esta exploración del mundo científico tal cual
ese pro- blema: la sociología y la historia, que
es ha implicado la aparición de un conjunto de
relativizan todos los conocimientos al
hechos que cuestionan fuertemente la
relacionarlos con sus condiciones histó- ricas,
epistemologia científica de tipo logicista que
¿no estarán condenadas a relativizarse a sí
he evocado y reducen la vida científica a una
mismas, condenándose así a un relativismo
nihilista? ¿Es posible escapar a la alternativa vida social con sus reglas, sus presiones, sus
dellogicismo y del relativismo que sólo es, sin estrategias, sus artimañas, sus efectos de
duda, una variante de la antigua controversia dominación, sus engaños, sus robos de ideas,
entre el dogmatismo y el escepticismo? El etcétera. La visión realista y, a menudo,
logicismo, que va asociado a los nombres de desencantada que se han for- mulado de las
Frege y de Russell, es un programa de realidades del mundo científico los ha lleva-
fundación lógica de las matemáticas que plantea do a proponer unas teorias relativistas, por no
que existen unas reglas generales a priori para decir nihi- listas, que marchan a
la evaluación científica y un código de leyes contracorriente de la representación oficial de
inmutables para distinguir la buena ciencia de la la ciencia. Ahora bien, esta conclusión no
mala. Me parece una ma- nifestación ejemplar tiene nada de fatal y es posible, en mi opinión,
de la tendencia típicamente escolástica a asociar una vi- sión realista del mundo con
describir no sólo la ciencia en trance de una teoria realista del conoci- miento. Y ello a
construirse, sino también la ciencia ya condición de operar una doble ruptura con los
consrituida, a partir de la cual se desprenden las dos términos del binomio epistemológico
leyes que le han permitido constituirse. La formado por el dogmatismo logicista y el
relativismo que parece inscrito en la critica asimilan el mundo científico al mundo
histórica. Como ya observaba Pascal, artístico, tienden a reducir la actividad de
sabemos que la idea o el ideal dogmático de laboratorio a una acrividad semiológica: se
un conoci- miento absoluto es 10 que conduce trabaja sobre unas inscripciones, se hace
al escepticismo: los ar- gumentos relativistas circular unos tex- tos... ¿Es un campo como
sólo adquieren toda su fuerza en los demás? y, en caso contrario, ¿cuáles son
los mecanismos que crean su especificidad y,
14 simultáneamente, su irreductibilidad a la
contra de una epistemología dogmática e historia de 10 que allí se engendra?
individualista, es decir, un conocimiento
producido por un saber individual que se
enfrenta en solitario a la naturaleza con sus
instru- mentos (en oposición al conocimiento
dialógico y argu- mentativo de un campo
científico).
Todo eso nos lleva a una última cuestión: si es
indis- cutible que el mundo cientffico es un
mundo social, ¿cabe preguntarse si es un
microcosmos, un campo, semejante (con
algunas diferencias que habrá que especificar)
a todos los demás, y, en especial, a los
restantes microcosmos so- ciales, el campo
literario, el campo artístico, el campo jurí-
dico? Cierto número de investigadores, que 15
I. EL ESTADO DE LA DISCUSIÓN

No es posible hablar de un objeto semejante sin expo- nerse a un permanente efecto especular: cada una de las pala
emitir respecto a la práctica científica podrá volverse contra aquel que la formula. Esta reverbe- ración, esta refl
reducible a la reflexión so- bre sí mismo de un yo pienso (cogito) pensando un objeto (cogitatum) que no sería otro que
la ima- gen devuelta a un sujeto cognoscente por otros sujetos eognoscentes equipados con instrumentos de análisis qu
ofrecidos eventualmente por ese sujeto cog- noscente. Lejos de temer semejante efecto especular (o bu- roerán), riendo c
al tomar como objeto de análisis la ciencia, a exponerme yo mismo, al igual que to- dos los que escriben sobre el mun
reflexivi- dad generalizada. Uno de mis objetivos consiste en ofrecer unos instrumentos de conocimiento que puedan vo
sujeto del conocimiento, no para destruir o desa- credirar el conocimiento (científico), sino, por el contra- rio, par
reforzarlo. La sociología, que plan- tea a las restantes ciencias la cuestión de sus fundamentos sociales, no puede queda
cuesrionamiento.

17
Al dirigir sobre el mundo social una mirada investigacio- nes a un tiempo extensivas e intensivos,
irónica que desvela, desenmascara e ilumina gracias, especialmente, a la intensificación del
rendimiento productivo que proporciono el recur- so
lo oculto, no puede dejar de mirarse a sí
o modelos como el de campo, que permite realizar
misma, pero no con la intención de des-
adquisiciones generales en coda uno de los estudios
truirse, sino, por el contrario, de servirse y de concretos, descubrir sus ca- racterísticos específicos
utilizar la sociología de la sociología para y escapar al efecto de gueto a que se expo-
convertirla en una sociolo- gía mejor.
No les oculto que estoy un poco asustado por 18
haberme metido en el análisis sociológico de nen los investigadores encerrados en unas
la ciencia, objeto espe- cialmente difícil por especialidades estrictos, como los especialistas en
más de un motivo. En primer lugar, la historio del arte que, ya lo mostré el posa- do año,
ignoran a menudo las aportaciones de la historia de
sociología de la ciencia es un terreno que ha
lo edu- cación o inclusode lo historia literaria.]
conocido un extraordinario desarrollo, por 10
Pero esto no es todo. Se trata de entender una
menos cuantitativo, en el transcurso de los
prácti- ca muy compleja (problemas,
últimos años. De ahí una primera difi- cultad,
fórmulas, instrumentos, et- cétera) que sólo
documental, bien expresada por un
puede ser realmente dominada al cabo de un
especialista: «Aunque la ciencia social de la
largo aprendizaje. Sé muy bien que
ciencia siga siendo un ám- bito relativamente
determinados «et- nólogos del laboratorio»
restringido, no puedo pretender abarcar la
pueden convertir la desventaja en privilegio,
totalidad de su bibliografía. Al igual que en
así como la carencia en realización, y
otros cam- pos, la producción escrita es tal,
reconver- tir en «reto» la situación de
que resulta imposible leer una parte
extranjería en que viven dán- dose aires de
sustancial. Por fortuna, existen suficientes
etnógrafos. Dicho esto, no es cierro que la
simili- tudes (duplication), por lo menos a un
ciencia de la ciencia sea necesariamente mejor
nivel programático, para que un lector sea
cuando es practicada por científicos
capaz de asegurarse una aprehensión
«retirados», por así decirlo, por científicos
suficiente de la bibliografía y de sus
que han abandonado la ciencia para dedicarse
divisiones sin tener que leerla por entero»
a la ciencia ele la ciencia, los cuales pueden
(Lynch, 1993: 83). La dificultad es aún mayor
tener cuentas que ajustar con la ciencia que
para quien no esté total y exclusivamente
los ha excluido o no los ha valorado como
dedi- cado a la sociología de la ciencia.
[Paréntesis: una de las gran- des opciones
creían merecer: si gozan de la competencia
estratégicas en materia de inversión científico, o, específica, no tienen necesariamente la
mós exactamente, de emplazamiento de los recursos disposición que exigiría la realización
temporales, finitos, de que dispone codo científica de dicha competencia. En realidad,
investigador, es la de lo intensivo o de lo ex- tensivo, la solución del problema (¿cómo reunir la
aunque sea posible, tal como creo, emprender
com- petencia técnica, científica, muy deduce de ahí que eso que llamamos
avanzada, del investi- gador de élite que epistemología está constantemente
carece de tiempo para analizarse, y la amenazado de no ser más que una forma de
competencia analítica, también muy discurso justi- ficativo de la ciencia o de
avanzada, asociada a las disposiciones una posición en el campo cientí- fico, o,
necesarias para ponerla al servicio de un incluso, una variante falsamente neutralizada
análisis sociológico de la práctica científica?) del discurso dominante de la ciencia sobre sí
no puede en- contrarse, de no producirse un misma.
milagro, en y por un solo hombre, y reside,
sin duda, en la construcción de colecti- vos Pero tengo que explicitar por qué comenzaré
científicos, lo que supondría que se dieran las la socio- logía de la sociología de la ciencia
condi- ciones para que los investigadores y que quiero esbozar me- diante una historia
los analistas tuvieran interés en trabajar social de la sociología de la ciencia, y cómo
conjuntamente y en tomarse el tiempo para concibo dicha historia. Recordar esa historia
hacerlo: nos hallamos, como se ve, en el signifi- ca para mí una manera de ofrecer una
terreno de la utopía, porque, como ocurre idea del estado de las cuestiones que se
tantas veces en las ciencias19 plantean a propósito de la ciencia en el
universo de la investigación sobre la ciencia
sociales, los obstáculos para el progreso de la
(el dominio de esa problemática es lo que
ciencia son, fundamentalmente, sociales.
confiere el auténtico derecho
Otro obstáculo es el hecho de que, al igual
que los epis- temólogos (aunque en menor
20
grado), los analistas más suti- les dependen de
de admisión en un universo científico). Me
los documentos (trabajan con los archivos, los
gustaría, me- diante esa historia, facilitarles la
textos) y los discursos que los científicos
aprehensión del espacio de las posiciones y de
desarrollan en la práctica científica, yesos
las tomas de posición en cuyo inte- rior se
científicos dependen a su vez, en gran parte,
sitúa mi propia toma de posición (y darles de
de la filosofía de la ciencia de su tiempo o de
ese modo un sustituto aproximado del sentido
una época anterior (ya que al estar, como
de los proble- mas propios del investigador
cualquier agente activo, parcialmente
comprometido en el juego para que, de la
desposeídos del control de su práctica, pueden
relación que se establece entre las diferen- tes
reproducir, sin saberlo, los discursos
tomas de posición -doctrinas, sistemas,
epistemológi- cos o filosóficos, a veces
escuelas o mo- vimientos, métodos, etcétera-
inadecuados o superados, de los que deben
inscritas en el campo, surja la problemática
pertrecharse para comunicar su experiencia y
como espacio de las posibilidades y princi-
acreditar de ese modo su autoridad).
pio de las opciones estratégicas y de las
Finalmente, la última, y no la menor, de las inversiones cientí- ficas). Me parece que
dificulta- des es que la ciencia y, sobre todo, elespacio de la sociología de la cien- cia está
la legitimidad de la ciencia y el uso legítimo actualmente suficientemente bien señalizado
de ésta son, en cada momento, objetivos por por las tres posiciones que voy a examinar.
los que se lucha en el mundo social y en el
Al evocar una historia semejante podemos
propio seno del mundo de la ciencia. Se
tomar el partido de acentuar las diferencias y .. El campo de las disciplinas y de los agentes
los conflictos (la lógi- ca de las instituciones que toman la ciencia como objeto, filosofía de
académicas contribuye a la perpe- tuación de las ciencias, epistemolo- gía, historia de las
las falsas alternativas) o, por el contrario, de ciencias, sociología de las ciencias, cam- po con
fronteras mal definidas, está recorrido por unas
privilegiar los puntos comunes, de integrar en
controversias y unos conflicros que, cosa rara,
una inten- ción práctica de acumulación. [lo
ilustran de manera ejemplar los mejores análisis
reflexívidcd llevo o tomar uno posición integradora
de las controversias propuestas por los
que consiste en poner especialmente en- tre pcréntests
aquello que las teorías confrontadas pueden deber o sociólogos de la ciencia (lo que arestigua la
lo búsqueda ficticia de lo diferencia: lo mejor que se escasa reflexividad de ese universo, del que
puede sacar de uno historia de los conflictos-que es cabría esperar que utilizara sus adquisiciones
preciso tener en cuento- tal vez seo uno visiónque para controlarse). Sin duda, porque se supone
desvanece gran parte de ellos, o lo manera de que trata problemas finales y se sitúa en el
filósofos que, como Wittgenstein, han dedicado
campo de lo meta, de lo reflexivo, o sea, en la
bueno porte de su vida a destruir aquellos falsos
problemas que, no obstante su fal- sedad, están culminación o en el fundamento, yeso provoca
sodalmente constituidos como auténticos, en que esté dominado por la filosofía, de la que
especial, por la tradición filosófica, lo cual los hace extrae o imita las ambiciones de gran- deza (a
muy díñclles de rebatir. y ello pese o saber, en tanto través, especialmente, de la rerórica del discurso
que sociólogo, que no bosta con mos- trar o grandilocuente); los sociólogos y, en menor
inclusocon demostrar que un problema es un falso grado, los his- toriadores comprometidos con
problema poro acabar con él.] Así pues, asumiré
ese campo siguen refirién- dose a la filosofía
el riesgo de ofrecer de las diferentes teorías (David Bloor milita en las filas de Witt-
en liza una visión que no será, cierta-21 genstein, aunque cita en segundo lugar a
Durkheim, otros
mente, muy «académica», es decir, conforme a
los cánones de una descripción escolar y, por
voluntad de adecuarme al «principio de
22
caridad» o, mejor dicho, de generosidad, aunque se proclaman filósofos, y el público buscado
también de privilegiar, para cada una de ellas, lo sigue siendo, visiblemente, el de los filósofos);
que se me antoja «interesante» (a partir de mi se reactualizan viejos pro- blemas filosóficos,
punto de vista, o sea, de mi visión personal de la como el del idealismo y del realismo (uno de
ciencia), insistiré en las contribuciones teóricas los grandes debares en torno a David Bloor y
o empíricas que ha aportado -con la segunda Barry Barnes consiste en saber si son realistas o
intención, evidentemente, de integrarlas en mi idealistas), o el del dogmatismo
propia construcción-o Por ranto, de manera muy yelescepticismo.
consciente, planteo mis diferentes charlas como Orra característica de este campo es que en él se
unas in- terpretaciones libres, o unas ma- nejan y exigen escasos datos empíricos, y
reinterpretaciones orientadas que tienen, por lo éstos quedan re- ducidos las más de las veces a
menos, la virtud de presentar la proble- unos textos, repletos casi siempre de
mática ral como la veo, el espacio de interminables discusiones «teóricas». Otra ca-
posibilidades respec- to al cual vaya racrerística de esta región indefinida en la que
determinarme. rodas los sociólogos son filósofos y todos los
filósofos sociólogos, en la que se codean y se
confunden los filósofos (franceses) que se
ocupan de las ciencias sociales y los adeptos innumerables conflictos, controver- sias y
inde- rerminados de las nuevas ciencias, rivalidades, este subcampo está dominado por
culturalstudies o mino- rity studies, que la lógi- ca del adelantamiento-superación en
buscan y rebuscan en la filosofía (francesa) y las un afán de superación en pos de la
ciencias sociales, es también un debilísimo profundidad (das cuestiones más profundas,
grado de exigencia en materia de rigor de los más fundamentales, quedan sin responder»,
argumentos utilizados (pienso en las polémicas según Wool- gar, 1988a). Woolgar,
en torno a Bloor tal como las describe Gingras, retlexivistarelativista, evoca incansa-
2000, y, en especial, en el recurso harto blemente el «Problema» insuperable, que ni la
sistemático a unas desleales estrategias de reflexividad permite dominar (Pickering,
«desinforma- ción» o de difamación -como el 1992: 307-308).
hecho de acusar de mar- xismo, arma fatal, pero
claramente política, a alguien que, como
Pero ¿es legítimo hablar de campo a propósito
Barnes, se proclama seguidor de Durkheirn y de de ese universo? Es cierto que un determinado
Mauss, o rantos orros-, así como el hecho de número de cosas que he descrito pueden ser
cambiar de posición según el contexto, el entendidas como unos efectos de campo. Por
interlocutor o la situación). ejemplo, el hecho de que la irrupción de la
nueva sociología de la ciencia haya tenido el
En los últimos años el subcampo de la nueva
efecto, como se percibe en cualquier campo,
sociología de la ciencia (el universo acotado por
de modificar las reglas de la distribución de
el libro de Pickering Science as Practice and
los beneficios en el conjunto del univer- so:
Culture, 1992) está constituido por una serie de
cuando resulta que 10 auténticamente
rupturas ostentosas. Es frecuente la práctica de
importante e in- teresante no es estudiar a los
la cririca de la «vieja» sociología de la ciencia.
científicos (las relaciones es- tadísticas entre
Así, por citar un ejemplo, Michael Lynch
las características de los científicos y el éxito
(1993) titula uno de sus capf- rulos «The
Demise of rhe "Old'' Sociology of Knowledge». concedido a sus producciones), tal como
hacen los seguidores de Merton, sino la
ciencia o, más exactamente,
23
[Convendría reflexionar acerca de una cierta utilización de
lo oposi- ción viejo/nuevo que es, sin dudo, uno de los 24
obstáculos paro el pro- greso de la ciencia, en especial la la elaboración de la ciencia y la vida del
ciencia social: lo sociología se re- siente
laboratorio, todos aquellos que tenían un
considerablemente del hecho de que la búsqueda de la
diferenciación a cualquier precio, que domina en muchas capital vinculado a la antigua ma- nera de
zonas del campo literario, estimulaa forzar de manera hacer la ciencia viven una bancarrota
artificial las diferencias e impide o retrasa la acumulación simbólica y su trabajo es remitido a un pasado
inicial en un paradigma común -siempre se porte de cero-
superado y arcaico.
y la institución de modelos sólidos y esta- bles. Lovemos,
sobre todo, en la utilización que se hace del concepto Se entiende que no sea fácil establecer una
kuhniana de paradigma: cualquier sociólogo puede historia de la sociología de la ciencia, no sólo
considerarse portador de un «nuevo paradigma», de una por el volumen de la producción escrita, sino
última «nueva»teoría del mundo social.] Alejado
de las
también porque se trata de un campo en el
restantes especialidades por una serie de
que la historia de la disciplina esel objetivo
rupturas que tienden a encerrarlo en sus
de polémicas enfrentadas (además de otras
propios de- bates, desgarrado por
cosas). Cada uno de sus protagonistas sociología del conocimiento», socialmente
desarrolla una visión de dicha historia dominante en la actualidad. Aunque hace
adecuada a los intereses vinculados a la muchas concesiones a la visión oficial de la
posición que ocupa en ella, ya que los ciencia, esa sociología rompe, pese a todo, con
diferentes relatos históricos están orien- tados la visión ofi- cial de los epistemólogos
en función de la posición de su autor y no estadounidenses: permanece aten- ta al aspecto
pueden aspirar, por tanto, a la condición de contingente de la práctica científica (que los
verdad indiscutible. Vemos, de pasada, un propios científicos pueden expresar en
efecto de la reflexividad: lo que aca- bo de determinadas condi- ciones). Los discípulos de
Merton proponen una descrip- ción coherente de
decir pone en guardia a mis oyentes contra lo
la ciencia que se caracteriza, en su opi- nión,
que voy a decir y me pone en guardia, a mí,
por el universalismo, el comunismo o lo
que lo digo, contra el peligro de privilegiar
comunitario (los derechos de propiedad están
una orientación o contra la renta- ción misma
limitados en ella por la es- timación o
de sentirme objetivo bajo el pretexto, por
ejemplo, de que critico de igual manera a todo elprestigio vinculados al hecho de dar el
nombre a algunos fenómenos, algunas teorías,
el mundo.
algunas pruebas, al- gunas unidades de medida:
La historia que pienso contar aquí no está
principio de Heisenberg, teore- ma de Godel,
inspirada por la preocupación de favorecer al
voltio, curie, roenrgen, síndrome de T ourerte,
que la cuenta intro- duciendo progresivamente
etcétera), el desinterés, el escepticismo
la solución final, capaz de acu- mular de
organizado. [Esto des- cripción es parecido o lo
manera meramente aditiva las experiencias descripción weberiana del tipo ideal de la burocracia:
(si- guiendo esa especie de hegelianismo universalismo, competencia especializada, impersonali-
espontáneo que se practica en gran medida en dad y propiedad colectivo de lo función,
la lógica de los cursos...). Tien- de solamente institucionalización de nor- mas meritocróticas para
regular lo competición (Merton, 1957).]
a catalogar las experiencias, tanto respecto a
los problemas como a las soluciones, que Inseparable de una teoría general (a diferencia
habrá que inte- grar. Para cada uno de los de la nueva sociología de la ciencia), la
«momentos. de la sociología de la ciencia que sociología de la ciencia mertoniana sustituye la
distingo, y que en parte se superponen, in- sociología del conocimiento a la manera de
Mannheim por una sociología de los investiga-
tentaré establecer, por una parte, el «estilo
dores y de las instituciones científicas concebida
cognitivo» de la corriente considerada y, por
según una perspectiva estructural-funcionalista
otra, la relación que mantiene con las
que también se aplica a otros ámbitos del
condiciones históricas, con el aire del tiempo. mundo social. Para dar una idea más Concreta
del «estilo» de esa investigación, me gustaría
25 co-
l. UNA VISION ENSIMISMADA
26
La tradición estructural-tuncionalista de la mentar brevemente un artículo típico de la
sociología de la ciencia es importante en sí producción mertoniana, artículo espléndido, y
misma por sus aportaciones al conocimiento del siempre válido, que hay que integrar en el
campo científico, pero también porque en capital de experiencias de la subdiscipli- na
relación con ella se ha construido la «nueva (Cole y Cole, 1967). Ya en el título
(<<Scientific Oucpur and Recognition: A Study los pre- mios Nobel son muy citados).
in the Operation ofthe Reward System in Esta investigación acoge los índices de
Science»), la palabra recognition, concepto reconocimien- to, así como la cita, en su valor
mer- toniano, es una declaración expresa de la facial, y todo se desarrolla como si las
pertenencia a una escuela; en la primera nota los investigaciones estadísticas tendieran a com-
autores agradecen a Menen la revisión de su
probar que la distribución de los rewards
trabajo, que ha sido financiado por una
estuviera perfec- tamente justificada. Esta
institución controlada por Merton. Una serie de
visión típicamente estructural- funcionalisra
signos so- ciales que permiten ver que nos
está inscrita en el concepto de «retoard .rys-
encontramos ante una es- cuela unida por un
tem» tal como lo define Menen: «La
estilo cognitivo socialmente instituido,
vinculado a una institución. El problema institución científi- ca se ha dotado de un
planteado es un problema canónico que se sistema de recompensas concebido a fin de
inscribe en una tradición: la pri- mera nota dar reconocimiento y estima a aquellos
recuerda los estudios sobre los factores sociales investigado- res que mejor han desempeñado
del éxito científico. Después de establecer la sus papeles, aquellos que han realizado unas
existencia de una correlación entre la cantidad contribuciones auténticamente origina- les al
de publicaciones y los ín- dices de acervo común de conocimientos» {Merton,
reconocimiento, los aurores se preguntan si la 1957). El mundo científico propone un
me- jor medida de la excelencia científica es la sistema de recompensas que cumple unas
cantidad o la ca- lidad de las producciones. Así funciones y unas funciones útiles, por no de-
pues, estudian la relación entre los outputs cir necesarias {Merton hablará de
cuantitativos y cualitativos de ciento vein- te «reforzamiento mediante recompensas
físicos (comentando en detalle todos los precoces» de los científicos que se hagan me-
momentos del procedimiento metodológico, recedores de ello), para el funcionamiento del
muestras, etcétera): existe una correlación, pero conjunto. [Descubrimosde pasada que,
algunos físicos publican muchos ar- tículos de contrariamente a lo que pretenden al- gunos críticos-
escasa importancia (significance) y otro un pe- ya insistiré sobre ello-, el hecho de sustituir recogni-
queño número de artículos muy importantes. El lion por capital simbólico no es un mero cambio de
artículo enumera las «formas de léxico más o me- nos gratuito o inspirado por una
reconocimiento» (firms o[ recogni- tion): mera búsqueda de originalidad, sino que sugiere una
«recompensas honoríficas y participación en visión diferente del mundo científico: el esfruc-
tural-funcionalismo concibe el mundo científico
socieda- des honorfficas» (honorific awards
como una «comuni- dad» que se ha dotado (has
and memberships in ho- norific societies), developped) de instituciones justas y le- gitimas de
condecoraciones, premios Nobel, etcétera; regulación y en la que no existen luchas; o, por lo
posiciones «en departamentos de primera fila» menos, no existen luchas respecto a los objetivos de
(at top ran- ked departments): citas en cuanto los luchas.]
indicadores de la utiliza- ción de la El estrucrural-funcionalismo revela de esa
investigación por los demás y de «la atención27 manera su verdad de finalismo de los
colectivos: la «comunidad cien- tífica) es uno
que la investigación recibe de la comunidad"
de esos colectivos que realizan sus fines a tra-
(se acepta la ciencia tal como se presenta). Se
verifican estadísticamente sus
28
intercorrelaciones (observando de pasada que
vés de unos mecanismos sin sujeto orientados
hacia unos fines favorables a los sujetos o, por de una ley ge-29

lo menos, a los mejores de ellos. «Resulta que nero! del funcionamiento de los campos científicos.
el sistema de recompensas en física actúa de Los sistemas de selección (01 igual que los escuelas
de élite] favorecen las grandes carreros científicas, y
manera que da preferentemente los tres tipos
lo hacen de dos maneras: por un lodo, al da- signar a
de reconocimiento a la investigación
los que sobresalen como sobresalientes, para los
importante» (Merton, 1973: 387). Si los demás así como paro ellos mismos, y convocóndoloa
grandes productores publican las inves- de ese modo a so- bresolir mediante acciones
tigaciones más importantes, es porque el sobresalientes especialmente ante los ojos de los que
«sistema de re- compensa actúa de manera los han hecho sobresalir (es lo preocupación por no
estimulante para que los inves- tigadores defraudar los expectativos, de estar o lo altura:
creadores sean productivos y para que los NobJesse oblige); por otro, confiriéndoles uno
competencia especicl.]
investigadores menos creadores se encaminen
hacia otras vías» (Merton, 1973: 388). El Muy objerivista, muy realista (no discute que
reward system orienta a los más productivos el mun- do social existe, que la ciencia existe,
hacia los caminos más productivos, y la etcétera), muy clásica (utiliza los instrumentos
sabiduría del sistema, que recompensa a los más clásicos del método científi- co), esta
que merecen serlo, remite a los demás a un aproximación no hace la menor referencia a la
montón anodino como las carreras manera como se regulan los conflictos
administrativas. [Efecto secundario sobre cuyas científicos. Acepta, en la práctica, la
conse- cuencias tendríamos que preguntarnos, definición dominante, logicista, de la ciencia,
especialmente en materia de productividad científico a la que pretende adecuarse (aunque maltrate
y de equidad en la evaluación, y verifi- car si son un poco ese paradigma). Dicho eso, tiene el
realmente «funcionales» y paro quién... Convendría mérito de poner en evidencia unas cuantas
inte- resarse, por ejemplo, en las consecuencias de la cosas que no pueden ser descu- biertas al
concesión de posi- ciones de autoridad, tanlo en la
nivel del laboratorio. Esta sociología de la
dirección de los laboratorios como en la
administración científico, a unos investigadores de
cien- cia, elemento capital de todo un
segunda fila que, desprovistos de la visión científica dispositivo que aspire a constituir la ciencia
y de las disposiciones «carismáticas» necesarias para social en profesión, está animada por una
movilizar los energías, contribuyen a menudo a intención de aurojustificación (seif-
reforzar las fuerzas de inercia del mundo cíenñftco.] víndicatíonJ de la sociología sobre la base del
Cuanto más reconocidos son los consenso cognitivo (verificado,
investigadores (primero por el sistema empíricamente, además, por los trabajos de
escolar, y después por el mundo científico), sociología de la ciencia de la propia escuela).
más productivos son y siguen siéndolo. Las Pienso especialmente en el artículo de Cale y
personas más consagradas son las que Zuckerman «The Emergence of a Scientific
comenzaron su carrera siéndolo, es decir, los Specialiry: rhe Self Exemplifying Case of the
«ear/y starters» que, debido a su So- ciology of Science» (1975).
consagración universitaria, tienen un principio
[Con el tiempo me he dado cuenta de que había sido
de carrera rápido -mar- cado, por ejemplo, por bastante injusto respecto a Merton en mis primeros
el nombramiento como profesor auxiliar en un escritos de sociología de lo ciencia; sin dudo, por el
departamento prestigioso (y los late bloo- efecto de lo posición que yo ocupaba entonces, lo del
mers son escasos). [Podemos ver ahí la aplicación neófito en un campo internacional dominado por
Merton y el estruclural-funcionalismo: en parte,
porque he releído un31
cierto desenvoelto descuido el signo de la «auténtica
30 distinción»); y esa disposición a la hipercorrección,
muycomún en las personas de primera generación en
de diferente manera los textos, y en porte, también,
vías de integración y que aspiran ardiente- mente al
porque me he enterado, respecto o los condiciones en
reconocimiento, estaba también, sin duda, en el
que habían sido produci- dos, de algunos cosos que
principio de su práctica científica y de su exaltoción
desconoció en lo época. Por ejemplo, el texto
de la profesión, de la so- ciología que pretendía
titulado «The Normative Structure of Sclence»,
acreditar como profesión cientijicc.
convertido en el capítulo 13 de SocioJogy of
Science, fue publicado por vez pri- mera en 1942 en Creo que ahí aparece todo el interésde la sociología
uno efímera revista fundado y dirigido por Geor- ges de la so- ciología: las disposiciones que Merton
Gurvitch, refugiado entonces en los Estados Unidos: aportaba o su práctica cientí- fico influían tonto en
el tono in- genuamente idealista de ese texto, que sus opiniones como en sus manías, de los cuales
exalta la democracia, la ciencia, etcétera, se entiende habría podido protegerle uno auténtica sociología
mejor en aquel contexto como uno manero de reflexiva; y descu- brirlo es conquistar unos
contraponer el ideal científico a la barbarie. Por otro principios ético-epistemológicos para sacar partido,
parte, creo que me equivoqué al poner en el mismo de manera selectiva, de sus contribuciones y, mós
saco que Par- sons y Lazarsfeld a un Merton que amplia- mente, para someter a un tratamiento crítico,
había reintroducido a Durkheim, que elaboraba la tanto epistemológico como sociológico, o los autores
historia de la ciencia y que rechazaba el empiris- mo y a las obras del pasado y su propia relación con los
sin conceptos y el teoricismo sin datos, aunque su autores y las obras del presente y del pasado.]
esfuerzo por escapar a la alternativa desembocara En una forma optimista de juicio reflexivo, el
más en un sincretismo que en una auténtica
análisis científico de la ciencia a la manera de
superación.
Merton justifica la ciencia al justificar las
Una observación de pasada: cuando uno es joven-
desigualdades científicas y al mos- trar
yeso es so- ciología de la ciencia elemental-tiene,
científicamente que la distribución de los
siempre que las restantes co- sas no cambien, claro
está, un capital menor, al igual que una ma- nar premios y de las recompensas es adecuada a
competencia, y se siente propenso, casi por la justicia científica, ya que el mundo
definición, o enfrentarse o los más veteranos, y o científico proporciona las recompensas
dirigir, por consiguiente, una mirado critico O sus científicas a los méritos científicos de los
trabajos. Pero esta crítica puede ser, en parte, un sabios. También para asegurar la
efecto de la ignorancia. En el caso de Mertan, yo no
respetabilidad de la sociología Merton in-
sólo deseo- nodo el contexto, tal como acabo de
recordarlo, de sus primeros es- critos, sino también
tenta convertirla en una auténtica «profesión»
lo trayectoria de la que había salido: aquel a quien yo científica, si- guiendo el modelo de la
había visto, en un congreso internacional del que ero burocracia, y dorar al falso para- digma
el rey, como un wasp elegante y refinado, ero, en estructural-funcionalista que él,
realidad, como des- pués supe, un emigrado reciente conjuntamente con Parsons y Lazarsfeld,
de origen judío que, tanto en sus modales como en su
contribuye a construir, de esa especie de
indumentaria, cargaba las tintas poro mostrar uno
elegancia british (01 contrario que Homans, producto
coronación falsamente reflexiva y
puro de Nueva Inglaterra, que se me había antojado, empíricamente con- validada que es la
en una cena en Hor- vcrd, como desprovisto de sociología de la ciencia tratada como un
cualquier marca aristocrática, efecto, sin dudo, de la instrumento de sociodicea.
ignorancia del extranjero que no sabe reconocer en
[Me gustaría terminar con algunos observaciones
sobre lo ciencicrnetric. que se basa en los mismos
fundamentos que el es- bvcturol-hmcíonoiismo un proceso continuo, sino33
mertoniono y que se plantea como finalidad que está marcado por una serie de rupturas y por
la alter- nancia de períodos de «ciencia normal»
32 y de «revoluciones» (Kuhn, 1972). Con ello
el control y la evaluación de la ciencia con unos fines introdujo en la tradición anglosa- jona una
de policy-ma- king (la tentación cienciométrica peso filosofía discontinuista de la evolución
sobre todo la historio de lo sociología de lo ciencia, científica que rompía con la filosofía positivista
en cuanto ciencia de lo culminación, ca- paz de que consideraba el progreso de la ciencia como
conceder los diplomas y los títulos en ciencia, y los un movimiento de acumula- ción continuo. Ha
mós ro- dicalmente modernistas, y nihilistas, de los
elaborado, además, la idea de «comuni- dad
nuevos sociólogos de lo ciencia no escapan o ello).
Lo cienciometría se baso en análisis cuantitativos científica» al explicar que los científicos
que sólo toman en consideración los productos; en forman una comunidad cerrada cuya
sumo, en compilaciones de indicadores científicos, investigación se refiere a un abani- co muy
como los citos. Realistas, los bibliómetras consideran definido de problemas y que utilizan unos
que el mundo puede ser con- trastado, numerado y métodos adaptados a dicha tarea: las acciones
medido por unos «observadores objetivos» (Hargens, de los científicos en las ciencias avanzadas
1978: 121-139). Ofrecen o los administradores están determinadas por un «paradigma», o
científi- cos los medios aparentemente racionales de
«matriz disciplinaria», es decir, un estado de la
gobernar tanto lo cien- cia como los científicos y de
realización científica que es aceptado por una
ofrecer unos justificaciones de aire científico o los
decisiones burocráticos. Convendría examinar de
fracción importante de científicos y que riende a
manero especial los límites de un método que se imponerse a todos los demás.
basa en unos crite- rios estrictamente cuantitativos y La definición de los problemas y la metodología
que desconoce los modalidades y las muy diversos de investigación utilizada proceden de una
funciones de la referencia (puede llegar incluso o tradición profe- sional de teorías, de métodos y
hacer caso omiso de lo diferencio entre los citas de competencias que sólo pueden adquirirse al
positivas y los ne- gativasl. Estono impide que, pese
cabo de una formación prolongada. Las reglas
a los utilizaciones dudosos (y, o veces, deplorables)
del método científico tal como son explicitadas
de lo bibliometría, tales métodos puedan servir para
construir unos indicadores útilesen el plano por los lógicos no corresponden a la realidad de
sociológico, como yo he hecho en Horno las prácti- cas. Al igual que en otras profesiones,
Academicus (1984: 261) paro conseguir un índice de los científicos dan por supuestO que las reorías
capital simbólico.] y los métodos existentes son válidos y los
utilizan para sus necesidades. No trabajan en el
descubrimiento de nuevas teorías, sino en la
2. LA CIENCIA NORMAL Y LAS REVOLUCIONES solución de unos problemas concretos,
CIENTíFICAS considerados como enigmas (Puzzles): por
ejemplo, medir una constante, analizar o
Aunque, en principio, sea historiador de las sintetizar una composición, o explicar el
funcionamiento de un organismo viviente. Para
ciencias, Thomas Kuhn ha alterado muy
ello utilizan como para- digma las tradiciones
profundamente elespacio de los teóricos
existentes en su ámbito.
posibles en materia de ciencia de la ciencia.
El paradigma es el equivalente de un lenguaje o
Su contribución principal consiste en haber
de una cultura: determina las cuestiones que
mostrado que el desarrollo de la ciencia no es
pueden ser planteadas y las que quedan
excluidas, lo que se puede pensar y lo que intelecrua-35
les en el seno de la sociedad. Soy consciente
34 de haber atri- buido a Kuhn. a través de esa
es impensable; al ser a un mismo tiempo una reinterpretación, la pane esencial de mi
adquisición (receíoed achieuement} y un representación de la lógica del campo y de su
punto de partida, representa una guía para la dinámica. Pero puede que también sea una
acción futura, un programa de investiga- ciones buena ma- nera de hacer ver la diferencia
a emprender, más que un sistema de reglas y entre las dos visiones y la aportación
nor- mas. A partir de ahí el grupo científico está específicade la noción de campo.
tan distanciado del mundo exterior que es Dicho eso, si nos referimos estrictamente a los
posible analizar muchos proble- mas científicos textos de Kuhn. descubriremos una
sin tomar en consideración las sociedades en las representación claramente intemalista del
que trabajan los científicos. [De hecho, Kuhn
cambio. Cada uno de los paradigmas alcan- za
introduce la idea, aunque sin elaborarla como tal, de la
autonomía del universo científico. llego así a afirmar que un punto de agotamiento intelectual; la matriz
ese universo escapo pura y simple- mente o la necesidad discipli- naria ha producido todas las
social, y, por lo tanto, a la ciencia social. No ve que, en posibilidades que era capaz de engendrar (es
realidad (eslo que permite entender la noción de campo),
uno de las propiedades paradójicas de los campes muy
un tema que también aparecía. respecto a la
autónomos, coma la ciencia o la poesía, es que tienden a literatura, en los formalistas rusos). a la
tener como único víncu- lo con el mundo social los manera de una esencia hegeliana que se
condiciones sociales que aseguran su au- tonomía realiza, de acuerdo con su propia lógica, sin
respectoo ese mundo, es decir, los condiciones muy
privile- giadas de que hay que disponer para producir o intervención externa. Eso no impide que
apreciar uno matemática o una poesía muy avanzada, o, persis- tan algunos enigmas y que no
más exactamente, las condiciones históricas que han tenido encuentren solución.
que confluir para que aparez- ca uno condición social tal
que permito que las personas que gozan Pero quiero detenerme un momento en un
análisis de Kuhn que me parece muy
de ella puedan hacer cosas semejantes.}
interesante -sin duda, una vez más, porque lo
Como ya he dicho, el mérito de Kuhn es haber
reinterpreto en función de mi propio mode-
susci- tado la atención sobre las rupturas y las
revoluciones. Pero, como se limita a describir el 10-. elde «tensión esencial», a partir del título
mundo científico en una pers- pectiva casi que dio a una recopilación de artículos (Kuhn,
durkheimiana, una comunidad dominada por 1977). Lo que crea la ten- sión esencialde la
una norma central, no me parece que proponga ciencia no es que exista una tensión entre la
un mode- lo coherente para explicar el cambio. revolución y la tradición. entre los
Aunque una lectura especialmente generosa conservadores y los re- volucionarios, sino
pueda construir un mod~lo seme- jante y que la revolución implique a la tradi- ción,
descubrir el motor del cambio en el conflicto que las revoluciones arraiguen en el
entre la ortodoxia y la herejía, los defensores del paradigma: «Las transformaciones
paradigma y los innovadores, estos últimos revolucionarias de una tradición científi- ca
pueden verse reforzados, en los períodos de son relativamente escasas, y su condición
crisis, por el hecho de que entonces caen las necesaria son largos períodos de investigación
barreras entre la ciencia ylas grandes corrientes convergente [...]. Sólo las investigaciones
firmemente arraigadas en la tradición cien-
tífica contemporánea tienen alguna inconmensurabilidad de los paradigmas). Y la
posibilidad de rompet esa tradición y de dar emergencia de un nuevo consenso sólo puede
nacimiento a otra nueva» (Kuhn, 1977: 307). explicarse, en opinión de Kuhn, mediante
«El científico productivo tiene que ser un factores no racionales. Pero de la paradoja de
tradi- cionalista, amante de entregarse a la «tensión esencial» cabe concluir, rein-
complejos juegos gober- terpretando muy libremente a Kuhn, que el
revolucionario es alguien que posee
36 necesariamente un capital (esto se desprende
nados por reglaspreestablecidas, si quiere ser de la existencia de un derecho de admisión en
un innovador eficaz que descubra nuevas el campo), es decir, un gran dominio de los
reglas y nuevas piezas con las que poder
recursos cclecti-37
seguir jugando» (Kuhn. 1977: 320). «Si bien
el cuestionamiento de las opiniones vos acumulados, y que, a partir de ahí, conserva
necesaria- mente lo que supera.
fundamentales de los in- vestigadores sólo se
produce en la ciencia extraordinaria, es la Así pues, rodo ocurre como si Kuhn, llevando
ciencia normal. sin embargo, la que revela hasta el límite el cuestionamiento de los
tanto el objeto a experimentar como la manera estándares universales de racionalidad, ya
de hacerlo» (Kuhn, 1977: 364). Equivale a prefigurados en la tradición filosófica que había
evolucionado de un universalismo
decir que un (auténtico) revolucionario en
«trascendental» de tipo kantiano hacia una
materia científica es alguien que tiene un gran
noción de la racionalidad ya re- lativizada -por
dominio de la tradición (y no alguien que hace
ejemplo, como mostraré a continuación, por
tabla rasa del pasado o que, más simplemente.
Carnap (1950)-, recuperara, con la noción de
lo ignora).
paradig- ma, la tradición kantiana del
Así pues, las actividades de resolución de apriorismo, pero tomada en un sentido
enigmas (<<puzzle-solving») de la «ciencia relativizado, o, más exactamente, sociologizada,
normal» se apoyan en el paradigma como en el caso de Durkheim.
comúnmente aceptado que define entre otras Gracias a que lo que ha aparecido como el tema
cosas, de manera relativamente indiscudda, lo cen- tral de la obra, a saber, la tensión entre el
que puede servir como una solución .correcta establíshmenty la subversión, era afín al
o incorrecta. En las si- tuaciones mood«revolucionario» de la época, Kuhn, que
revolucionarias, por el contrario, el marco de no tenia nada de revolucionario, fue adoptado
fondo, el único capaz de definir la como un profeta, un poco a su pesar, por los
«corrección», está tam- bién en cuestión. (Es estudiantes de Columbia e integrado en el
exactamente elproblema que planteó Manet al movimiento de la «contra- cultura» que
operar una revolución tan radical que ponía en rechazaba la «racionalidad científica•• y rei-
cuestión los propios principios a través de los vindicaba la imaginación frente a la razón. Por
cuales podía valorarse.) En tal caso nos el mismo motivo, Feyerabend era el fdolo de
enfrentamos a la elección entre dos los estudianres radica- les de la Universidad
paradigmas concurrentes y desaparecen los Autónoma de Berlín (Toulmin, 1979: 155-156,
criterios trascendentes de racionalidad (no hay 159). La invocación de esas referencias teóricas
se entiende si vemos que el movimiento
conciliación ni com- promiso: es el tema, que
estudiantil lleva la contestación política al
ha provocado muchas discusio- nes, de la
propio terreno de la vida científi- ca, y ello Europa, con la escuela de Edimburgo, David
dentro de una tradición universitaria en la que el Bloor y Barry Barnes, y el grupo de Barh,
corte enrre la scholarship y el committment Harry Collins, en el campo anglófono, y,en
está especial- mente señalado: se trata de liberar Francia, mi artículo de 1975 sobre el campo
el pensamiento y la ac- ción del control de la cientifico (1975a).
razón y de las convenciones, en todo el mundo
social, sin excluir la ciencia.
En suma, este pensamiento científico ha debido 3. EL PROGRAMA LLAMADO FUERTE
me- nos su fuerza social al contenido propio de
su mensaje -exceptuando tal vez el título: «La David Bloor (1983) se apoya en Wittgenstein
estructura de las revo- para fundar una teoría de la ciencia según la
cual la racionalidad, la objetividad y la verdad
38
son unas normas socioculturales39
luciones»; que al hecho de que ha caído en una
coyuntura en la que una población cultivada, los locales, unas convenciones adoptadas e
estudiantes, ha po- dido apropiársela y impuestas por unos grupos concretos:
transformarla en mensaje revoluciona- rio recupera los conceptos wittgensteinianos de
específico contra la autoridad académica. El «language game» y iform ofliJe», que
movimien- to del 68 desarrolló en el terreno desempeñan un pa- pel central en las
privilegiadisimo de la universidad una Investigaciones filosóficas, y los interpreta
contestación capaz de cuestionar los prin- cipios como si se refirieran a unas actividades
más profundos y más profundamente sociolingülsticas asociadas a unos grupos
indlscutidos sobre los que reposaba aquélla,
socioculturales concretos cuyas prácticas
comenzando pot la autori- dad de la ciencia.
estuvieran reguladas por unas formas
Utilizó armas científicas o epistemológi- cas
convencio- nalmente adoptadas por los grupos
contra el orden universitario que debía una
implicados. Las normas científicas tienen los
parte de su autoridad simbólica al hecho de que
mismos límites que los grupos en cuyo
era una episteme insti- tuida, que se basaba, en
interior han sido aceptadas. Copiaré de Yves
última instancia, en la epistemo- logia. En el
Gingras (2000) una presentación sintética de
orden académico, esa revolución fallida ha
los cuatro principios del «programa fuerte»:
quebrantado cosas esenciales, y, muy
«David BIoor en su libro Knowledge and
especialmente, las es- tructuras cognitivas de los
SocialImagery. aparecido en 1976 y
dominadores del orden acadé- mico y científico.
Uno de los blancos de la contestación fue la
reeditado en 1991, enuncia cuatro grandes
ortodoxia de las ciencias sociales y el esfuerzo principios metodológicos que tie- nen que ser
de la triada capitalina, Parsons, Merton, seguidos para construir una teoría sociológica
Lazarsfeld (de la que jamás se han recuperado), convincente del conocimiento científico: 1)
por apropiarse el monopolio de la visión causalidad: la explicación propuesta tiene que
legítima de la ciencia social (con la sociología ser causal; 2) imparciali- dad: el sociólogo
de la ciencia como falso cierre y coronación tiene que ser imparcial respecto a la "ver-
reflexiva). dad" o la "falsedad" de los enunciados
Pero la principal fuerza de resistencia al debatidos por los au- tores; 3) simetría: este
paradigma es- tadounidense aparecerá en principio estipula que deben ser utilizados
"los mismos tipos de causas" para explicar aunque se refiere primordialmente, (por no
tanto las creencias consideradas "verdaderas" decir de manera exclusiva) a los factores
por los autores como aquellas que consideran internos en su investiga- ción de las causas
"falsas"; y, finalmente, 4) la reflexividad sociales de las creencias-preferencias de los
exigeque la sociología de la ciencia esté a su científicos. Los intereses sociales suscitan
vez sometida, en principio, al tratamiento que unas tácticas de persuasión, unas estrategias
aplica a las res- tantes ciencias. En el curso de oportunistas y unos disposi- tivos
los numerosos estudios de casos basados en culruralmenre transmitidos que influyen en el
esos principios, la causalidad ha sido inter- conte- nido y el desarrollo del conocimiento
pretada de manera bastante amplia para científico. Lejos de estar determinadas de
incluir la idea de comprensión (evitando de manera inequívoca por la «naturale- za de las
ese modo la antigua dicotomía "explicación cosas» o por {(puras posibilidades lógicas),
contra comprensión"). Mientras que el princi- como pretendía Mannheim, las acciones de
pio de imparcialidad es obvio en el plano los científicos, al igual que la emergencia y la
metodológico y no ha planteado realmente cristalización de paradigmas científicos, están
ningún debate, los filósofos han debatido influidas por factores sociales intrateóri- cos y
mucho acerca del sentido preciso y la validez extrateóricos. Barnes y Bloor (I982) se
del apoyan en la subdeterminación de la teoría
por los hechos (las teorías jamás están
40 completamente determinadas por los hechos
principio de simetría. Finalmente, el principio que in- vocan, y siempre hay más de una
de reflexivi- dad no desempeña, en realidad,
teoría que puede ampa-41
ningún papel en los estu- dios de casos, y sólo
ha sido tomado realmente en serio por rarse en unos mismos hechos); insisten también
Woolgar y Ashmore, que, en consecuencia, se en el he- cho (que es una banalidad para la
han visto obligados a estudiar en mayor tradición epistemológica continental) de que la
medida la sociología de las ciencias y sus observación está orientada por la teoría. Las
prácticas de escritura que las mismas cien- controversias (que pueden existir, una vez.
cias.» Me apropiaré por completo de esta más, gracias a la subdeterminación) muestran
exposición y de los comentarios que contiene, que el consenso es fundamentalmente frágil,
limitándome a añadir que, en mi opinión, es que muchas controversias termi- nan sin haber
sido zanjadas por los hechos y que los cam- pos
imposible hablar de reflexividada propó- sito
científicos estables suponen siempre la
de los análisis de la sociología de las ciencias
existencia de cierto número de descontentos que
(de los de- más) que se parecen más a la
atribuyen el consenso al mero conformismo
polémica que a la «polémica de la razón
social.
científica» en la medida en que, como sugiere
Collins y la escuela de Bath no ponen tanto el
Bachelard, esta polémica está orientada en
acento en la relación entre los intereses y las
primer lugar contra el propio investigador.
preferencias como en el proceso de interacción
Barry Barnes (1974), que explicita el modelo entre los científicos en y a través de los cuales
teórico subyacente en el análisis de Kuhn, se forman las creencias o, más exactamente, en
omite. al igual que éste, el planteamiento de la las controversias científicas y en los métodos no
cuestión de la autonomía de la cien- cia, racionales que se utilizan para dirimirlas. Por
ejemplo, Harry Collins y T revor Pinch de quien lo produce y lo propone, pero también
muestran, respecto a una controversia entre dequien lo recibe (una nueva analogía con el
científicos del establishment y parapsicólogos, cam- po artístico).
que unos y otros utilizan procedimientos tan En suma, al igual que Bloor y Barnes, también
extraños como deshones- tos: todo se desarrolla insis- ten en el hecho de que los datos
como si los científicos hubieran ins- taurado experimentales no bastan por sí solos para
unas fronteras arbitrarias para impedir la entrada determinar en qué medida una experien- cia
a unas maneras de pensar y de actuar diferentes vale para acreditar o invalidar una teoría. y que
de las suyas. Critican el papel de la son las negociaciones en el seno de un núcleo
«replicatíon» (o unas experiencias cruciales) central (eore set) de investigadores interesados
en la ciencia experimental. Cuando los científi- lo que determina si una contro- versia está
cos intentan reproducir las experiencias de otros zanjada. Tales negociaciones dependen en bue-
científicos, modifican a menudo las condiciones na medida de juicios sobre las cuestiones de
originales de la expe- rimentación, equipo y honestidad personal, de competencia técnica, de
procedimientos, para seguir sus pro- pios pertenencia institu- cional, de estilo de
programas, una «replication» perfecta que presentación y de nacionalidad. O sea, el
supone, en realidad, unos agentes «falsificacionismo» popperiano ofrece una
intercambiables (convendría anali- zar desde imagen idea- lizada de las soluciones aporradas
esta perspectiva la confrontación entre Pasteur y
por el core setde sabios a lo largo de sus
Koch). Por otra parte, si no se tiene una
disputas.
grandisima fami- liaridad con el problema en
cuestión, es muy difícil repro- ducir los Collins tiene el mérito inmenso de recordar que
procedimientos experimentales a partir de un in- el he- cho es una construcción colectiva, y que
es en la interacción entre el que produce el
42 hecho y aquel que lo recibe, y que43
forme escrito. En efecto, las transcripciones
intenta «replicarlo» para negarlo o
científicas tien- den a respetar las normas
confirmarlo, donde se construye el hecho
ideales del protocolo científico más que a narrar
verificado y certificado, así como de mostrar
las cosas tal como se han desarrollado. Los
científicos pueden conseguir en más de una que procesos análogos a los que descubrí en el
ocasión unos «buenos» resultados sin ser te- rreno del arte se observan también en el
capaces de decir cómo los han conseguido. mundo científico. Pero su trabajo adolece de
Cuando otros científicos no consiguen (repli- unas limitaciones que proceden del hecho de
car» una experiencia, los primeros pueden que permanece encerrado en una visión ínter-
argumentar que sus procedimientos no han sido accionista que busca en las interacciones
observados correctamente. En realidad, la entre los agentes el principio de sus acciones e
aceptación o el rechazo de un experimento ignora las estructuras (o las rela- ciones
depende tanto del crédito concedido a la objetivas) y las disposiciones (casi siempre
competencia del experimentador como de la conecta- dascon la posición ocupada en tales
fuerza y la significación de las pruebas estructuras) que consti- tuyen el auténtico
experimentales. Para alcanzar la convicción no principio de las acciones y, entre otras cosas,
pesa tanto la fuerza intrínseca de la idea de las propias interacciones (que pueden ser la
verdadera como la fuerza social del verificador.
media- ción entre las estructuras y las
Esto quiere decir que el hecho científico es obra
acciones). Encerrado en los límites del Grmek (1973) y Frederic L. Homes (1974),
laboratorio, no se interroga en absoluto acerca que se han apoyado en los apuntes de
de las condiciones estructuralesde la laboratorio de Claude Bernard para analizar
producción de la creencia, por ejemplo, de diferentes as- pectos de la obra de este sabio.
hasta qué punto influye en ella lo que se Allí vemos que los mejores científicos
podría llamar el «capital laboratorio», puesto descartan los resultados desfavorables como
en evidencia por los mertonianos que han abe- rraciones que hacen desaparecer de los
mostrado, como ya hemos vis- to, que si un informes oficiales y transforman a veces
descubrimiento determinado se realiza en un experiencias equívocas en resultados
laboratorio conocido de una universidad decisivos o modifican el orden en el que las
prestigiosa tiene mayores posibilidades de ser experiencias han sido realizadas, etcétera, y
aceptado que si se consigue en otro menos que todos se doblegan a las estrategias
considerado. retóricas comunes que se imponen en el paso
de los apuntes privados de laboratorio a
laspublications.
4. UN SECRETO A VOCES BIEN GUARDADO Conviene citar aquí a Medawar, que resume
muy bien las distorsiones que se cometen al
Los estudios de laboratorio tienen una apoyarse única- mente en los informes
importancia manifiesta en la medida en que publicados: «Losresultados parecen más
han roto con la visión un tanto lejana y global decisivos, y más honestos; los aspectos más
de la ciencia para aproximarse estre- creativos de la investigación desaparecen, y
chamente a los lugares de producción. Así da la impresión de que la imaginación, la
pues, represen- tan una aportación pasión y el arte no han desempeñado ningún
incontestable que me gustaría recordar gracias papel y que la innovación no procede de la
a las manifestaciones de uno de los miembros activi- dad apasional, de unas manos y de
de di- cha corriente, Karin Knorr-Cerina: unas mentes profunda- mente implicadas, sino
«Losobjetos científicos de la sumisión pasiva a los precep- tos
estériles del supuesto "método científico".
44 Este efecto de empobrecimiento conduce a
no sólo son fabricados técnicamente en los ratificar una visión empi- rista o inductivista,
laboratorios, sino que también son construidos a la vez anticuada e ingenua, de la práctica de
de manera inseparable- mente simbólica y la investigación» (Medawar, 1964).
política mediante unas técnicas literarias de
persuasión determinadas que pueden 45
encontrarse en los artículos científicos, Karin Knorr-Cetina, a partir de un trabajo sobre
mediante unas estratagemas políticas con las un la- boratorio en el que estudia
que los científicos aspiran a establecer unas minuciosamente los estados su- cesivos de un
alianzas o a movilizar unos recursos, o draftque culmina en su publicación después de
mediante las selecciones que construyen los dieciséis versiones sucesivas, analiza con detalle
hechos científicos desde dentro.» Entre los las trans- formaciones de la retórica del texto, el
«pioneros» de los estudios de laboratorio, me trabajo de desperso- nalización realizado por los
gustaría re- cordar los trabajos de Mirko D. autores, etcétera. (Sólo podemos lamentar que,
en lugar de entregarse a largas discusiones entenderlas gracias a un estrecho contacto
teórico-filosóficas con Habermas, Luhman, personal. Los autores hablan de «prac- tica/
etcétera, no se le ocurra transmitir las skills», de mañas y habilidades tradicionales.
informaciones propiamente sociológi- cas sobre de recetas (los investigadores utilizan a menudo
los autores y sobre su laboratorio, que la comparación con la cocina). La investigación
permitirían relacionar las estrategias retóricas es una práctica consuetudinaria cuyo
utilizadas con la posición del laboratorio en el aprendizaje se realiza por medio del ejemplo. Se
campo científico y con las disposicio- nes de los esta- blece una comunicación entre personas
agentes implicados en la producción y la
que comparten el mismo backgroundde
circula- ción de los drafts.)
problemas y de presupuestos (assump- tions)
Peco es en G. Nigel Gilbert y Michael técnicos. Es curioso que, como observan los
Mulkay (1984) donde he encontrado la autores, los científicos recuperen el lenguaje del
exposición más exacta y más com- pleta de las «repertorio contin- gente)) cuando hablan de lo
características de dicha tradición. Muestran que que hacen los demás o para ex- plicar su lectura
los discursos de los científicos varían según el del protocolo oficial de sus colegas (del tipo:
contexto. y diferencian dos «repertorios» (me «es un conversador empedernido"...).
parece que sería mejor de- cir dos retóricas). El En suma, los científicos utilizan dos registros
«repertorio empírico» es característico de los
lingüísti- cos: en el «repertorio empírico»
textos formales de investigación experimental
escriben de una manera convencionalmente
que es- tán escritos de acuerdo con la
impersonal; al reducir al mínimo las re-
representación empírica de la acción científica:
ferencias a la intervención humana, construyen
el estilo tiene que ser impersonal. y hay que
unos rextos en los cuales el mundo físico parece
minimizar la referencia a los actores sociales y a
sus creencias de manera que ofrezca todas las actuar y hablar, literal- mente, por sí mismo.
apariencias de la objetividad; las referencias a la Cuando el autor está autorizado a aparecer en el
texto, es presentado bien como obligado a
dependencia de las observa- ciones respecto a
emprender las experiencias o a alcanzar las
la especulación teórica desaparecen; todo
conclusiones teóricas por las exigencias
contribuye a subrayar la distancia del científico
inequívocas de los fenómenos na- turales que
respecto a su modelo; la descripción en la
estudia, bien como rígidamente obligado por las
sección metodológica esrá expresada mediante
reglas del procedimiento experimental. En unas
fórmulas generales. El otro repertorio, el
situaciones menos formales. dicho repertorio es
«contingente). (contingent repenoire),
completado y, a veces, contradicho por otro
coexistecon elprime- ro: cuando hablan
repertorio que pone el acento en elpa- pel
informalmente. los científicos insisten en la
desempeñado por las contingencias personales
dependencia de un «sentido intuitivo de la
en la ac- ción ylacreencia. El informe asimétrico
investiga-
que presenta la creen- cia correcta como si
surgiera de manera indiscutible de la prueba
46 experimental. y la creencia incorrecta como
ción» (intuitivefie/ Jor research), que es
inevitable, dado el carácter práctico de las elefecto47
operaciones consideradas (Gilbert y Mulkay, de factores personales, socialesy,
1984: 53). Esas operaciones no pueden ser generalmente, no científi- cos, reaparece en
escritas y, realmente. sólo es posible llegar a los estudios sobre la ciencia (que casi siem-
pre se apoyan en los informes formales). RevueofUnclear Physics.
En realidad, lo que la sociología descubre es
conocido y pertenece incluso al orden del 48
«common knowledge», como dicen los Según el modelo de las listas de «debe
economistas. El discurso privado sobre el lado decirselno debe decirse» de los manuales de
privado de la investigación parece que ni idiomas, los autores establecen un cuadro
pintado para devolver la modestia al comparativo que confronta dos versiones de la
sociólogo tentado de creer que descubre «los acción: la producida para la presentación
intríngulis» de la ciencia y debe, en cualquier formal y la des- cripción informal de lo que
caso, ser tratado con gran reflexión y ha sucedido realmente. A un lado «loque
delicadeza. Sería preciso desplegar los tesoros escribió» (what he wrote); al otro, «lo que
de una fenomenología refinada para analizar pen- saba" (what he meant)(Gilbeny
estos fenómenos de doble concien- cia que Mulkay, 1984: 176):
asocian y combinan, como todas las formas de
malafe (en el sentido sartriano) o de l. Sabemos desde hace tiempo... IINo me he
se!fdeception, saber y rechazo de saber, saber tomado la
y rechazo de saber que se sabe, sa- ber y molestia debuscarlareferencia. 2. Aunque
rechazo de que otros digan lo que se sabe o, todavia no sea posible ofrecer unas
peor aún, de que lo sepan. (Convendría decir respuestas definitivas a esas preguntas... II
otro tanto de las «estrategias» de carrera y, El experimento no ha funcionado, pero
por ejemplo, de las elecciones de especialidad hepensado que, por lo menos, po- dría
o de objeto, que no pueden ser descritas si- aprovecharlo para una publicación. 3. Han
guiendo las alternativas normales de la
sido elegidas tres de las muestras para un
conciencia y de la inconsciencia, del cálculo y
estudio detallado... II Los resultados de las
de la inocencia.) Todos esos juegos de la mala
otras carecían de todo sentido y han sido
fe individual sólo son posibles mediante una
profunda complicidad con un grupo de ignorados. 4. Dañado accidentalmente
científicos. durante el montaje... II Se
Pero me gustaría tratar con más detalle el cayó al suelo. 5. De gran importancia
último ca- pítulo, titulado: }oking Apart. Los teórica y práctica... II Interesan-
autores observan que cuando entran en un tepara mí. 6. Sugerimos que... Sabemos
laboratorio descubren, a menudo pe- gados en que... Parece... II Creo. 7. Se cree
la pared, textos extravagantes, como un generalmente que... II También lo piensan
Dictio- nary of useful research phrases que otros tíos.
circulan de laboratorio en laboratorio y
recuerdan los discursos irónicos y paródi- cos Este divertido cuadro permite descubrir la
a propósito del discurso científico que hipocresía de la literatura formal. Pero la
producen los propios científicos: Post- doble verdad de la expe- riencia que los
prandial Proceedings ofthe Caven- dish agentes pueden tener de su propia práctica
Physica! Society, fourna! 01[ocular tiene algo de universal. Conocemos la verdad
Physics, fourna! 01 Irreproducible Results, de lo que se hace (por ejemplo, el carácter
más o menos arbitrario o, en cualquier caso, verificación que se me antoja, en lo
contingente de las razones o de las cau- sas esencial, muy poco discutible de Gilbert y
que determinan una decisión judicial), pero Mulkay, o de Peter Medawar, si no
para estar en regla con la idea oficial de lo que estuviera asociada, con gran frecuencia, a
se hace, o con la idea49 una filosofía de la acción (y a una visión
cínica de la práctica) que encontrará su
obvia y evidente, es preciso que esa
culminación en la mayoría de los trabajos
decisión parezca que ha sido motivada por
dedicados a la «vida de laboratorio». Así,
unas razones, unas razones lo más elevadas
por ejemplo, si bien es induda- blemente
(y jurídicas) posible. El discurso formal es
cierto que, tal como afirma Karin Knorr, el
hipó- crita, pero la tentación del
la-
«radicalismo chic» lleva a olvi- dar que las
dos verdades coexisten, con mayor o menor
dificultad, en los propios agentes (es una 50
verdad que me costó mucho trabajo boratorio es un lugar en el que se realizan
aprender y que aprendí, paradójica- mente, unas acciones con la preocupación de
gracias a los cabileños, tal vez porque es «hacer funcionar las cosas» (el.a expresión
más fácil descubrir la hipocresía colectiva coloquial "making things work"sugiere una
de los extraños que la propia). Entre las con- tingencia de los resultados a propósito
fuerzas que apoyan las reglas sociales fi- de la producción: "hacer funcionar" provoca
gura el imperativo de regularización, visible una selección de esos "efectos" que pueden
en el hecho de «estaren regla» que conduce ser referidos a un conjunto de contingencias
a presentar como realiza- das de acuerdo racionales al ignorar los intentos que
con las reglas prácticas que pueden trans- contradicen los efec- tos»), no se puede
gredir por completo dichas reglas, porque lo aceptar la idea que expresa en la frase que
esencial es salvar las reglas (y por ese acabo de citar, en la que prescinde de la
motivo el grupo aprueba y res- peta esa afirmación, que ocupa el centro de mi
hipocresía colectiva). Se trata, en efecto, de primer artículo, del carácter in-
salvar los intereses concretos del científico separablemente científico y social de las
concreto que ha roto su pipeta; pero estrategias de los investigadores e introduce
también, y al mismo tiempo, de salvar la furtivamente la afirmación de una
creencia colectiva en la ciencia que hace construcción simbólica y política sustentada
que, aunque todo el mundo sepa que las en unas «técnicas depersuasión» y unas
cosas no han ocurrido de la manera que se «estratagemas» encaminadas hacia la
dice que han ocurrido, finge ignorarlo. Lo formación de alianzas. Las «estrategias» a
que plantea el problema, muy general, de la un tiem- po científicas y sociales del
función o del efecto de la sociología que, en habitus científico están pensa- das y
muchos casos, hace públi- cas unas cosas tratadas como estratagemas conscientes,
«denegadas» que los grupos conocen y «no por no decir cínicas, orientadas hacia
qUIeren conocer». lagloria del investigador.
Sentiría, pues, la tentación de ratificar la Pero tengo que referirme ahora, para
terminar, a una rama de la sociofilosofía de describen como una entidad objetiva, de
laciencia que se ha desarrolla- do sobre todo hecho, ha sido construida.»
en Francia, pero que ha conocido cierto A partir de esta verificación, que, para un
éxito en los campus de las universidades lector asiduo de Bachelard, no tiene nada de
anglosajonas: quiero hablar de los trabajos sorprendente, podemos, jugando con las
de Latour y Woolgar y, en especial, de palabras o haciéndolas jugar a ellas, pasar a
Laboratory Life, que ofrece una imagen am- unas proposiciones de aire radical (adecuadas
pliada de todos los vicios de la nueva para ocasio- nar grandes consecuencias, sobre
sociología de la cien- cia (Latour y todo en los campus de la otra orilla del
Woolgar. 1979). Esa corriente está fortísi- Atlántico dominados por la visión logicista-
marnente marcada por las condiciones positivista). Al decir que los hechos son
históricas, de manera que temo encontrarme artificiales en el sentido de fabricados, Latour
con muchas dificultades para distinguir, y Woolgar dan a entender que son ficticios, y
como he hecho en las corrientes anterio- res, no objetivos o auténticos. El éxito de sus
afirmaciones proviene del «efecto de
el momento del análisis de los temas
radicalidad», como dice Yves Gingras (2000),
considerados y el momento del análisis de
que nace de un cambio furtivo de sentido
las condiciones sociales de su producción.
sugerido y estimulado por una hábil uti-
[Por ejemplo, en un «resumen» que se presento
lización de conceptos anfibológicos. La
como favorable 01 libro de latour y Woolgar
estrategia de paso al límítees uno de los
Laboratory Life, se lee:
recursos privilegiados de la investiga-
51
«El laboratorio manipulo unos inscripciones (en referencia 52
a Derri- da), unos enunciados (en referencia a Foucault); ción de ese efecto (pienso en la utilización
unas construccio- nes que crean los realidades que evocan. que, en los años 1970, se hizo de las tesis de
Tales construcciones se imponen mediante lo negociación
de los pequeños grupos de inves- tigadores implicados. Lo
Illitch sobre la abolición de la escuela para
verificación (assay) es cutoverihcoción, crea su propia combatir la descripción del efecto reproductor
verdad; es cutoverfñccnte porque no hoy nodo poro de la escuela); pero puede conducir a
verificarla. LaboraforyLífedescribe el proceso de posiciones insosteni- bles e indefendibles, por
verificación como un proceso de negociación.»)
ser, simplemente, absurdas. De ahí una
Se da por sentado que los productos de la
estrategia típica, la que consiste en exponer
ciencia son el resultado de un proceso de
una posición muy radical (del tipo: el hecho
fabricación y que el labora- torio, un universo
científico es una construcción o -cambio
artificial, aislado del mundo de mil ma- neras,
furtivo de sentido- una fabrica- ción, y, por
físicamente, socialmente, así como por el
tanto, un artefacto, una ficción) para después,
capital de instrumentos que en él se
ante la crítica, batirse en retirada replegándose
manipulan, es el lugar de la construcción, por
tras una se- rie de banalidades, es decir, tras la
no decir de la «creación», de los fenó- menos
cara más vulgar de no- ciones anfibológicas
gracias a los cuales elaboramos y ponemos a
como construcción, etcétera.
prueba unas teorías que no existirían sin el
equipo instrumental del laboratorio. «La Pero para producir este efecto de
realidad artificial que los participantes «desrealización» no se contenta con hacer
hincapié en el contraste entre el ca- rácter literaria e interpretativa: «Un hecho no es más
improvisado de las prácticas reales en el que una proposición (statement) sin modalidad -
laboratorio y el razonamiento experimental tal M- y sin huella de autor»: el trabajo de
como es racionalmente reconstruido en los circulación conducirá a borrar las modalidades,
es decir, los indicadores de referencia temporal
textbooks y en los informes de investi-
o local (por ejemplo: «estos datos pueden
gación. Larour y Woolgar ponen en evidencia
indicar que...», «creo que esta experiencia
el importan- tísimo papel que, en el trabajo de
muestra que...»}; en suma, todas las expresiones
fitbricación de los hechos como ficción, referenciales. El investigador tiene que recons-
corresponde a los textos. Argumentan que los truir el proceso de consagración-
investigadores que examinaron durante su universalización mediante el cual el hecho
etnografía del Instituto Salk no tenían como acaba poco a poco por ser reconocido como tal,
objeto las cosas en sí mis- mas, sino unas las publicaciones, las redes de citas, las
«inscripciones literarias}, producidas por discusio- nes entre laboratorios rivales y las
unos técnicos que trabajan con unos negociaciones entre los miembros de un grupo
instrumentos de gra- bación: «Entre los de investigación (o sea, por ejem- plo, las
científicos y el caos sólo existe un muro de condiciones sociales en las que la terapia de sus-
archivos, de etiquetas, de libros de protocolos, titución hormonal se ha desembarazado de todas
de figu- ras y de papeles.» «Pese al hecho de las ca- lificaciones conflictivas); tiene que
que los investigadores creían que las describir '«cómo una opinión ha sido
inscripciones podían ser representaciones o transformada en un hecho y, con ello, li- berada
indicadores de cierra entidad dotada de una de las condiciones de su producción» (que, a
existencia in- dependiente "en el exterior", partir de ese momento, son olvidadas tanto por
el productor como por los receptores).
creemos haber demostrado que tales entidades
están constituidas únicamente graciasa la Latour y Woolgar pretenden situarse en el punto
utilización de esas inscripciones.» En suma, la de vista de un observador que ve lo que ocurre
creencia ingenuamente realista de los en el Iaboraro- rio sin compartir las creencias de
los investigadores. Po-
investigadores en una realidad53
exterior al laboratorio es una pura ilusión de la 54
que sólo puede liberarlos una sociología niendo al mal tiempo buena cara, describen lo
realista. que les pa- rece inteligible en el laboratorio: los
Así que el producto final ha sido elaborado y indicios, los textos, las conversaciones y los
hecho circular, las etapas intermedias que lo han rituales, así como el extraño material (uno de
hecho posible, y, en especial, la amplia red de los grandes momentos de ese trabajo es la
negociaciones y de maqui- naciones que han «inge- nua» descripción de un sencillo
existido al principio de la aceptación de un instrumento, una pipe- ta...; Woolgar, 1988b:
hecho, son olvidadas, gracias, especialmente, a 85). De ese modo pueden tratar la ciencia
que el investigador borra tras de sí las huellas de natural como una actividad literaria y recurrir,
su trabajo. Como los hechos científicos son para describir e interpretar esta circulación de
construidos, comunica- dos y evaluados en los produc- tos científicos, a un modelo
forma de proposiciones escritas, la par- te
semiológico (el de A. J. Grei- mas). No
esencial del trabajo científico es una actividad
atribuyen la condición privilegiada que se con-
cede a las ciencias naturales a la validez rio sensu, mencionar aquí un trabajo que,
especial de sus descubrimientos, sino al costoso apoyándose en una lec- tura minuciosa de buena
equipo y a las estrategias institucionales que parte de los claboratory notebooks» de Pcsteor,
ofrece una visión realista y bien informada, aunque
transforman los elementos naturales en textos
sin un despliegue ostentoso de efectos teóricos
prácticamente invulnerables al ser el autor, la gratuitos, de lo obro y tom- bién del emito» (copítulo
teoría, la naturaleza y el público otros tantos 10) pasteuriano: G. l. Geison, The Private Science oi
efectos del texto. Louis Pasteur (1995).}
La visión semiológica del mundoque los lleva Lo semiológico se combina con una visión
a enfati- zar las huellas y los signos los conduce ingenua- mente maquiavélica de las
también a esa for- ma paradigmática del sesgo estrategias de los científicos: las acciones
escolástico llamada textismo, que constituye la simbólicas que éstos realizan para hacer
realidad social como texto (a la manera de los recono- cer sus «ficciones» son, al mismo
etnólogos, como Marcus, (1986), o incluso tiempo, estrategias de in- fluencia y de poder
Ceertz, o de los historiadores, con el linguistic mediante las cuales promueven su propia
turn, que, por la misma época, comenzaron a grandeza. Así pues, se trata de entender cómo
decir que todo es texto). Así pues, la ciencia un hombre llamado Pasteur ha construido
sólo sería un discurso o una ficción entre tantas unas alianzas y he- cho proselitismo para
otras, capaz, sin embargo, de ejercer un «efecto imponer un programa de investiga- ción. Con
de verdad» producido, como todos los demás toda la ambigüedad resultante del hecho de
efectos litera- rios, a partir de características tra- tar a unas entidades semiológicas como
textuales como los tiempos verbales, la descriptores sociohisróricos, Latour trata a
estructura de los enunciados, las modalidades, Pasteur como una especie de entidad
etcétera (la ausencia de cualquier intento de semiológica que actúa históricamente, y que
prosopografía condena a buscar el poder de los actúa como actúa cualquier capitalista
textos en los propios tex- tos). El universo de la
(podríamos leer, dentro de esta perspectiva, la
ciencia es un mundo que consigue imponer
entrevista titulada «Le der- nier des
universalmente la creencia en sus ficciones.
capitalistes sauvages» (Larour, 1983) en la
La opción semiológica se aprecia con la que La- tour se esfuerza en mostrar que el
máxima clari- dad en The Pasteurization científico consciente de sus intereses
o[France (Larour, 1988), donde55 simbólicos sería la forma más perfecta del
empresario capitalista cuyas acciones van
Larour trata a Pasteur como un significante
totalmente enea-
textual inserto en una historia que teje una red
heterogénea de institucio- nes y de entidades,
56
la vida cotidiana en la granja, las prác- ticas
minadas a conseguir la maximización del
sexuales y la higiene personal, la arquitectura
beneficio). Al no buscar el principio de las
y el ré- gimen terapéutico de la clínica, las
acciones allí donde realmente re- side, es
condiciones sanitarias de la ciudad y las
decir, en las posiciones y en las disposiciones,
entidades microscópicas descubiertas en el
La- tour sólo puede encontrarlo en unas
laboratorio, en suma, roda un mundo de
estrategias conscien- tes (por no decir cínicas)
representacio- nes que Pasteur construye y
de influencia y de poder (y de ese modo
mediante el cual se constituye como el sabio
retrocede de un finalismo de los colectivos, a
eminente. [Me gustaría, en cierto modo a contra-
la manera de Merton, a un finalismo de los determinada. Las «míssing masses»
agentes indivi- duales). Y la ciencia de la (análogas a las que explican la velocidad de
ciencia se ve reducida a la des- cripción de las expansión del universo, ni más ni menos...)
alianzas y de las luchas por el «crédito» residen en los objetos técnicos que nos
simbólico. rodean. Nosotros delegamos en ellos poder
Después de verse acusado por los defensores y capacidad de actuar. Para entender esos
del «pro- grama fuerte» de cultivar la objetos técnicos y su poder, ¿es preciso
desinformación y de utilizar unas estrategias abordar la ciencia técnica de su
científicas desleales, Larour, que, en todo el funcionamien- to? (Resulta, sin duda, más
resto de su obra, aparece como un fácil en el caso de una puerta o de una
ccnstructivista radi- cal, se ha convertido pipeta que en el de un ciclotrón...) Si no lo
recientemente en defensor del realis- mo es, ¿qué método hay que utilizar para
invocando el papel social que atribuye a los descubrir el hecho de la «delegación» y lo
objetos y, en especial, a los objetos que se delega en esos famosos «agen- tes»?
manufacturados, en el análisis del mundo Basta con recurrir al método, muy utilizado
científico. Propone, ni más ni menos, la recu- por los economistas, de las «hipótesis
sación de la distinción entre los agentes (o las contrafactuales» y, si se tra- ta de entender
fuerzas) hu- manos y los agentes no humanos. el poder de las puertas, imaginar qué ocu-
Pero el ejemplo más asombroso es el del
rrida si no estuvieran ahí. Es como una
mecanismo de portero automático, que
contabilidad de doble columna: a un lado, lo
Latour, en un artículo titulado «Where are the
que habrfa que hacer si no existiera la
mis- sing Masses?» (1993), invoca con la
puerta; al otro, el ligero esfuerzo de tirar o
intención de encontrar en las cosas las
em- pujar que permite realizar las mismas
coerciones que faltan (las «masas ausen- tes",
tareas. Así-pues, se transforma un gran
referencia científica chic) en el análisis
esfuerzo en otro más pequeño y la
corriente del orden político y social. Aunque
operación descubierta por este análisis es lo
se trate de objetos mecá- nicos, las puertas y
los objetos técnicos actúan como coer- ciones que Latour propone llamar desplazamiento
constantes sobre nuestro comportamiento, y o traslado o delegación: «hemos delegado a
los efectos de la intervención de tales los goznes el trabajo de reversibilidad que
«agentes» son indiscer- nibles de los que resuelve el dilema del agujero en la pared».
ejerce un control moral o normativo: una Y para acabar, culmina en una ley general:
puerta nos permite pasar sólo por un «cadavez que se quie- re saber lo que hace
determinado lugar de la pared y a una un no humano, hay que limitarse a imaginar
determinada velocidad; un poli- cía de cartón lo que otros humanos u otros no humanos
regula el tráfico de la misma manera que ten- drfan que hacer si ese personaje no
estuviera presente,}. La imaginación
un57 (científica) al poder. Se ha hecho
policía real; el ordenador de mi despacho desaparecer la trivial diferencia entre los
me obliga a es- cribir unas instrucciones agentes humanos y los agen- tes no
dirigidas a él en una forma sin- táctica humanos (el portero automático sustituye a
una persona y moldea la acción humana al maltratado» (undu/y victimized) en un principio,
prescribir que tie- ne que cruzar la puerta) y puede sentir- se llevado a hacer «contra los "malos"
{against fhe viflains} lo mismo que, unos instantes
cabe disertar libremente sobre
antes, éstos le habían hecho» (fhings which a short
wh¡/e ago only fhe villains did): en el mundo
58 acadé- mico o científico este sentimiento puede
la manera como delegamos el poder en los llevar o quien se siente in-
objetos técni- cos... (Sé que hay en la sala
jóvenes que hacen el curso de ingreso en la 59
Escuela Normal Superior, justo aliado: he vestido de una misión de justiciero a uno «violencia
aquí una historia que, por una vez, podrá sin derrama- miento de sangre» (b/oodless vio/ence)
que, aunque permanezco dentro de los límiles de la
entrar directa- mente en sus «disertaciones»
bueno educación académica, se inspiro en un
y causar cierto efecto; será como si sentimientoabsolutamente idéntico al que conducía
volvieran al curso de ingreso en el al héroe del western a tomarse lo justicia por su
instituto...) Habría podido, para mostrar que mano. Y Jane Tompkins subrayo que este furor
lo que podría parecer un mero juego legítimo puede llevar a sentirse [usñhccdc paro
atacar no sólo los defectos o los errores de un texto,
literario es, en realidad, la expresión de una
sino tam- bién las características más personales de
auténtica opción «metodológica» de la persono. Y no oculto que también aquí, a través
«Escuela», recor- dar también a Michel del discurso de importancia (una porte esencial del
Callan (1986), que, en su estudio sobre las cual eslá dedicada a explicar lo importancia del dis-
vieiras sitúa en el mismo plano a los curso; remito en este momento al análisis que he
realizado de lo re- tórico de Althusser-Balibar, 2001
pescadores, las vieiras, las golondrinas y el b], sus fórmulas hechiceros y auto- legitimadoras (se
viento, en tanto que ele- mentos de un proclama «radical», «contrainluitivo», «nuevo»], su
«sistema de agentes». Pero no llegaré a ese tono perentorio (hoy que ser arrollador), yo apuntaba
extremo. a los dis- posiciones asociadas estadísticamente a
determinado origen social (es seguro que las
[No puedo dejar de experimentar 01 llegar aquí
predisposiciones o laarrogancia, al bluf(, por no decir
cierto sensa- ción de molestar ante lo que cccbc de
a la impostura, a lo búsqueda del efecto de
hacer: por un lodo, no que- rría conceder a esa obro
radicalidad, etcé- tera, no están equitativamente
lo importancia que ello mismo se otorgo y
distribuidas entre los investigadores a partir de su
arriesgarme de ese modo o contribuir, o mi pesar, o
origen social y su sexo, o, mejor dicho, a partir de su
su valoriza- ción llevando el análisis critico más allá
sexo y su origen social). No podía dejar de sugerir
de lo que ese tipo de texto merece, pero creo, sin
que si esa retó- rica ha llegado o conocer un éxito
embargo, que es bueno que existan perso- nas que,
social desproporcionado respec- to a sus méritos, tal
comoJocques Bcuvereeee (1999) ha hecho o
vez se debo o que la sociología de la ciencia ocupa
propósito de Debroy, o Gingros (1995) o propósito
una posición muy especial en la sociología, en uno
del propio Lotour, acepten malgastar tiempoy
frontero imprecisa entre la sociología y lo filosofía,
energías poro desembarazar o lo ciencia de los
de manera que se puede prescindir de uno auténtico
efectos funestos de la hybris filosófico; pero, por
ruptura con lo filosofía y con todos los beneficios
otro porte, recuer- do un bellísimo artículo de Jcne
sociales asociados al hecho de aparecer como
Tompkins (l988), que describe lo lógico de lo
filósofo en determinados mercados; ruptura larga y
«righteous wrafh» -que se podría traducir como lo
costoso, que supone lo adquisición, difícil, de
«santa ira»-, es decir, el «sentimiento de suprema
instrumentos técnicos y numerosos inversio- nes
rectitud» (sen'i- menf of supreme righteousness}
ingratos en unos actividades considerados inferiores,
del héroe de western que, «injusta- mente por no decír indignas. Estos disposiciones
socialmente constituidos en la audacia y en la ruptura ciencias sociales (así como el periodismo], y que,
que, en otros campos científicos más copo- ces de situados o caballo de lo frontera, con un pie fuera,
imponer sus controles y sus censuras, habrían tenido como Régis Debray, con sus metáforas científicas
que temperarse y sublimarse, han encontrado ahí un que imitan los signos externos de lo cientificidad (el
terreno que les ha teorema de Oódel. que ha provocado lo «santa ira»
de Jocques Bouveresse), su etique- to
pseudocientífica, «lo medtologtc», o con un pie
60
dentro, como nuestros sociólogos-filósofos de lo.
permitido expresarse sin maquillaje y sin freno.
ciencia, que son especialmente hábiles y están
Dicho eso, lo sensa- ción de righteouness que podía
especialmente bien situados poro inspirar una creen-
inspirar mi «santo ira» encuentro ante mís ojos su
cia engañosa, alodoxia, jugando con todos los dobles
fundamento en el hecho de que eso gente, que re-
juegos, ga- rantes de todos los dobles beneficios que
chazo con frecuencia el nombre y lo calificación de
permiten asegurar lo com- binación de varios léxicos
sociólogo sin ser realmente ccpoz de someterse o las
de autoridad y de importancia, entre ellos el de la
exigencias del rigor filosófi- co, puede llegar o tener
Filosofía y el de la ciencio.]
éxito anle unos cuantos neófitos y retrasar el
progreso de lo investigación sembrando o los cualro
vientos unos falsos problemas que hocen perder
mucho tiempo, globalmente, metiendo a unos en
callejones sin solido, y o otros, que tendrían mejores
cosas que hacer, en un trcbc¡o de crítico, o menudo
un poco desesperado, dado lo poderosos que son los
mecanismos so- ciales propensos o defender el error.
Pienso, sobre todo, en lo 010- doxia, ese error sobre lo
identidad de los personas y de las ideos que hace
estragos muy especialmente entre quienes ocupan 61
esas regiones imprecisas entre lo Filosofía y los
n. UN MUNDO APARTE

Uno de los puntos centrales por los que me distancio de todos los análisis que acabo de recordar es el concepto de camp
acento sobre las estructuras que orientan las prácticas científicas y cuya eficacia se ejerce a una escala microsociol6gi
sitúan la mayoría de los trabajos que he criticado y. en especial, los estudios de laboratorio. Cabría, para hacer sentir los
estudios, relacionarlos con lo que eran, en un terreno muy diferente, las monografías de aldea (así como buena parte
etnológicos) que tomaban como objeto unas microunidades sociales supuestamente autónomas (si es que se planteaba la
universos aislados y circunscritos que se suponían más fáciles de estudiar por- que a esa escala los datos, en cierto modo
preparados (con los censos, los catastros, etcétera). El la- boratorio, pequeño universo cerrado y separado. que pro- pone
ya preparados para el análisis, unos apuntes de laboratorio, unos archivos, etcétera, parece, de la misma manera
aproximación monográfi- ca e idiográfica semejante.

Ahora bien, vemos de entrada que ellaboratorio es un63


microcosmos social situado en un espacio que otros campos, es un campo de fuerzas dotado
supone otros laboratorios constitutivos de una de una estructura, así como un campo de
disciplina (a su vez situada en un espacio, luchas para conservar o transformar ese
también jerarquizado, de las diver- sas campo de fuerzas. La primera parte de la
disciplinas) y que debe una parte definición (campo de fuerzas) corresponde a
importantísima de sus propiedades a la un momento fisicista de la sociclo-
posición que ocupa en dicho espacio. Ignorar
esta serie de ajustes estructurales, ignorar esta 64
po- sición (relacional) y los efectos de gía concebida como física social. Los agentes,
posición correlativos, es exponerse, como en científicos aislados, equipos o laboratorios,
el caso de la monografía de aldea, a buscar en crean, mediante sus rela- ciones, el mismo
el laboratorio unos principios explicativos que espacio que los determina, aunque sólo exista
están en el exterior, en la estructura del a través de los agentes que están situados en
espacio dentro del cual está insertado. Sólo él y que, utilizando el lenguaje de la física,
una teoría global del espacio cien- tífico, «deforman el espa- cio de su vecindad»
como espacio estructurado de acuerdo con confiriéndole una determinada estruc- tura. En
unas ló- gicas a un tiempo genéricas y la relación entre los diferentes agentes
específicas, permite entender a fondo cada (concebi- dos como «fuentes de campo») se
uno de los puntos de ese espacio, laboratorio engendran el campo y las relaciones de fuerza
o investigador aislado. que lo caracterizan (relación de fuerzas
La noción de campo señala una primera específica, propiamente simbólica, dada la
ruptura con la visión interaccionista en la «natura- leza» de la fuerza capaz de ejercerse
medida en que da fe de la exis- tencia de una en el campo, el capital científico, especie de
estructura de relaciones objetivas entre los la- capital simbólico que actúa en la co-
boratorios y entre los investigadores que municación y a través de ella). Más
dirigen u orientan las prácticas; opera una exactamente, son los agentes, es decir, los
segunda ruptura, en la medida en que la visión científicos aislados, los equipos o los
relacional o estructural que introduce se aso- laboratorios, definidos por el volumen y la
cia a una filosofía disposicionalista de la estructura del capital específico que poseen,
acción, que rompe con el finalismo, correlato quienes determinan la es- tructura del campo
de un ingenuo intencionalismo, según el cual que los determina, es decir, el estado de las
los agentes -en este caso concreto los investi- fuerzas que se ejercen sobre la producción
gadores- serían los calculadores racionales a científica, sobre las prácticas de los
la búsqueda no tanto de la verdad como de los científicos. El peso asociado a un agente, que
beneficios sociales ga- rantizados a los que soporta el campo al mismo tiempo que contri-
parecen haberla descubierto. buye a estructurarlo, depende de todos los
En un artículo ya antiguo (l975a) propuse la restantes agen- tes, de todos los restantes
idea de que el campo científico, al igual que puntos del espacio y de las rela- ciones entre
todos los puntos, es decir, de todo el espacio la estructura un determina- do espacio que
(quienes conozcan los principios del análisis hace que la estructura actúe en su favor. [Estos
de las corres- pondencias múltiples captarán principios, muy generales -que valen también para
aquí la afinidad entre este método de análisis otros campos, el de la economía, por ejemplc-.
permiten entender los fe- nómenos de comunicación
matemático y el pensamiento en térmi- nos de
y de circulación que se desorrollan en el campo
campo).
científico y que la interpretación meramente
La fuerza vinculada a un agente depende de «semtolóqfcc» no consigue explicar del todo. Una de
sus dife- rentes bazas, factores diferenciales las virtudes de la noción de campo es ofrecer
de éxito que pueden ase- gurarle una ventaja simultáneamente unos principios de comprensión
en la competición; es decir, más exac- generales de los universos sociales de la forma
campo y la necesi- dad de plantear unas cuestiones
tamente, depende del volumen y de la
sobre la especificidad que revisten esos principios
estructura del capital de diferentes generales en cada caso concreto. Las cuestiones que
especiesque posee. El capital científi- co es un voy a plantear y o plantearme respecto al campo
tipo especial de capital simbólico, capital científico se- rán de dos tipos: se tratará de
preguntarse si en él aparecen les propiedades
basado65 generales de los campos; y, por otra parte, si ese uni-
en el conocimiento y el reconocimiento. Este
poder, que funciona como una forma de 66
crédito, supone la confianza o la fe de los que verso concreto tiene una lógica específica, vinculada
lo soportan porque están dispuestos (por su a sus fines es- pecíficos y a las características
específicas de los juegos que en él se juegan. La
formación y por el mismo hecho de la
teoría del campo oriento y dirige la investigación
pertenencia al campo) a conceder crédito y fe. em- pírico. La obliga a plantearse la cuestión de
La estructura de la distri- bución del capital saber a qué se juega en ese campo (y ello, basándose
determina la estructura del campo, es decir, únicamente en lo experiencia y exponiéndose, por
las relaciones de fuerza entre los agentes tanto, los más veces, a caer en una variable po- sitiva
científicos: el control de una cantidad (y, por del círculo hermenéutico), cuáles son los bazas en
tanto, de una parte) im- portante de capital jueqo, los bienes o las propiedades buscadas y
distribuidos o redistribuidas, y cómo se distribuyen,
confiere un poder sobre el campo, y, por
cuáles son Jos instrumentos o las armas de que hay
tanto, sobre los agentes menos dotados que disponer para tener alguna opción de ganar y
(relativamente) de capital (y sobre el derecho cuál es, en cada momento del juego, la estructura de
de admisión en el campo), y dirige la lo distribución de los bienes, de las ganancias y de
distribución de las posibilidades de beneficio. las bazas, es decir, del capital espe- cifico (como
vemos, la noción de campo es un sistema de cuestio-
La estructura del campo, definida por la
nes que se especifican en cada ocasión).]
distribución desigual del capital, es decir, de
las armas o de las bazas es- pecíficas, pesa, al Podemos pasar ahora al segundo momento de
margen incluso de cualquier interacción la defi- nición, o sea, al campo -como campo
directa, intervención o manipulación, sobre el de luchas, como campo de acción socialmente
conjunto de los agentes, y limita más o menos construido en el que los agentes dotados de
el espacio de las posi- bilidades que se les recursos diferentes se enfrentan para
pueden abrir según estén mejor o peor conservar o transformar las correlaciones de
colocados en el campo, es decir, en esa fuerza existen- tes. Los agentes desencadenan
distribución. El dominante es el que ocupa en unas acciones que depen- den, en sus fines,
sus medios y su eficacia, de su posición en el se organizará siempre en torno a la oposición
campo de fuerzas, es decir, de su posición en principal entre los dominadores (que los
la es- tructura de la distribución de capital. econo- mistas llaman a veces first movers, lo
Cada acto científico es, al igual que cualquier que expresa clara- mente la porción de
otra práctica, el producto del en- cuentro entre iniciativa que se les ha dejado) y los
dos historias, una historia incorporada en dominados, los challengers. Los primeros son
forma de disposiciones y una historia capaces de imponer, a menudo sin hacer nada
objetivada en la pro- pia estructura del campo para conseguirlo, la re- presentación de la
y en los objetos técnicos (los ins- trumentos), ciencia más favorable a sus intereses, es decir,
los textos, etcétera. La especificidad del cam- la manera «conveniente» y legitima de jugar y
po científico depende, por un lado, del hecho las re- glas del juego (y, por tanto, de la
de que la cantidad de historia acumulada es, participación en él). Es- tán conectados con el
sin duda, especialmen- te importante, gracias, estado establecido del campo y son los
sobre todo, a la «conservación» de las defensores titulares de la «ciencia normal» del
adquisiciones de una manera especialmente momen- to. Poseen unas ventajas decisivas en
económi- ca, por ejemplo, con la formación y la competición, entre otras razones porque
constituyen un punto de referencia obligado
la formulación, o con67 para sus competidores, que, hagan lo que
las infinitas facetas de un tesoro, lentamente hagan o quieran lo que quieran, están
acumulado, de gestos calibrados y de obligados a situarse en re- lación a ellos,
actitudes convertidas en hábitos. Lejos de activa o pasivamente. Las amenazas que los
desplegarse en un universo, por así decirlo,
sin gravedad ni inercia, donde podrían 68
desarrollarse a placer, las estrategias de los aspirantes hacen pesar sobre ellos los obliga a
investigadores están orientadas por las una vigilan- cia constante y sólo pueden
presiones y las posibilidades objetivas que se mantener su posición gracias a una innovación
hallan inscri- tas en su posición y por la permanente.
representación (vinculada a su vez a su Las estrategias y sus posibilidades de éxito
posición) que son capaces de formularse de su dependen de la posición ocupada en la
po- sición y de la de sus competidores, en estructura. Y cabe preguntar- se cómo son
función de su infor- mación y de sus posibles auténticas transformaciones del cam-
estructuras cognitivas. po si sabemos que las fuerzas del campo
El margen de libertad concedido a las tienden a reforzar las posiciones dominantes;
estrategias de- penderá de la estructura del nos limitaremos a sugerir que, al igual que en
campo, caracterizada, por ejemplo, por un el ámbito de la economía, los cambios en el
grado más o menos elevado de concentra- interior de un campo muchas veces son
ción del capital (que puede oscilar entre el determinados por redefiniciones de las
cuasimonopo- lio -del que el pasado afio fronteras entre los campos, vin- culadas
analicé un ejemplo a propósito de la (como causa o como efecto) a la itrupción de
Academia de Bellas Artes en la época de nue- vos ocupames provistos de nuevos
Manet- y una distribución prácricamente recursos. Lo cual expli- ca que las fronteras
igualitaria entre todos los concurrentes); pero del campo sean casi siempre objetivos por los
que se lucha en el seno del campo. (Daré a carece de los medios suficientes para desarro-
conti- nuación unos ejemplos de llar su proyecto y, sobre todo, «no tenía a
«revoluciones» científicas aso- ciadas al paso alguien como Lawrence para apoyarle», es
de una disciplina a otra.) decir, la estructura empresarial y el director de
No quiero terminar esta rememoración de empresa que era Lawrence, personaje bidi-
esquemas teóricos sin decir que también el mensional, dotado de una autoridad a la
laboratorio es un campo (un subcampo} que, vezcientífica y ad- ministrativa, capaz de
si es definido por una posición deter- minada crear la fe, la convicción, y de asegu- rar el
en la estructura del campo disciplinario apoyo social de la fe garantizando, por
tomado en su conjunto, dispone de una ejemplo, unos puestos de trabajo para los
autonomía relativa respec- to a las presiones jóvenes investigadores.
asociadas a dicha posición. En tanto que Este breve recordatorio me ha parecido
espacio de juego específico, contribuye a necesario, en- tre otros motivos, porque mi
determinar las estrategias de los agentes, es artículo ha sido muy copia- do, de manera
decir, las posibilidades y las imposibilidades manifiesta o disimulada; una de las formas
ofrecidas a sus disposiciones. Las estrate- gias más hábiles de ocultar estos «préstamos»
de investigación dependen de la posición consiste en acompañarlos de una critica del
ocupada en el subcampo que constituye el texto imaginario al que se puede oponer lo
laboratorio, o sea, una va más, de la posición mismo que el texto criticado proponía. Me
de cada investigador en la estructura de la limitaré a un único ejemplo, el de Karin
distribución del capital en sus dos especies, Knorr-Ceri- na, una de las primeras en
propia- mente científico y administrativo. Es inspirarse en mi artículo que ella citaba, en un
lo que muestra ad- mirablemente Terry Shinn principio, de manera muy calurosa, y después
(1988) en su análisis de la di- visión del de manera cada vez más distante, hasta llegar
trabajo en un laboratorio de física o lo que a la critica que voy a analizar, en la que no
queda práctica- mente nada ni de lo que yo
deja69
decía ni de lo que ella parecía haber
traslucir la descripción que Heilbron y Seidel entendido: reprocha al modelo que propongo
(1989) ha- cen del laboratorio de física de ser «peligrosamente próximo al de la
Berkeley, con el enfrenta- miento entre economía clásica» y, más
Oppenheimer y Lawrence.
Los estudios de laboratorio han tendido a 70
olvidar el efecto de la posición del laboratorio papista que el Papa, no aportar ninguna teoría
en una estructura; pero existe, además, un de la explo- tación, por ignorancia de la
efecto de la posición en laestructura del distinción entre scientists capi- talists and
laboratorio del que el libro de Heilbron y scientists workers; convertir al agente en «un
Seidel (1989) ofrece un ejemplo típico con la rna- ximizador consciente de beneficios», por
historia de un personaje lla- mado Jean no saber «que los resultados no son
Thibaud: este joven físico del laboratorio de conscientemente calculados» (en un tex- to
Louis de Broglie inventa el método del más antiguo, ella decía exactamente lo
ciclotrón, que hace posible la aceleración de contrario e invo- caba el habitus), Finalmente,
los protones con un pequeño aparato, pero ella piensa que sólo hay que ver una mera
«sustitución de términos» en la utilización de 1. EL «OFICIO;; DEL SABIO
capital simbólico en lugar de «recognition»
(Knorr-Ceti- na y Mulkay, 1983). [Estacrítica se -Es posible que el concepto de habitus resulte
inscribe en el marco de una recopilación de textos, especial- mente útil para entender la lógica de
producto típico de una operación occdémi- co-editorial
un campo como el científico, en el que la
que apunta a dar presencia a un conjunto de autores
de idéntica obediencia teórica: estos non books, como
ilusión escolástica se impone con una fuerza
dicen con tanto acierto los estadounidenses, entre los especial. De la misma manera que la ilusión
cuales hay que incluir también los manuales, tienen de lector conducía a captar la obra de arte
una función social eminente; canoni- zan -otro como opus opera- tum, en una «lectura» que
nombre es «morceaux choisis»-, categorizan,
ignoraba el arte (en el sentido de Durkheim)
diferencian a los subjetlvtstcs de los objesvbtos. o los
como «práctica pura sin reoria», también la
individualistas de los ha- listas, distinciones
estructurantes, generadoras de (falsos) proble- mas. visión escolástica que parece imponerse muy
Convendría analizar el conjunto de los instrumentos especialmen- te en la materia científica
de cona- cimiento, de concentración y de impide conocer y reconocer la verdad de la
acumulación del saber que, al ser también unos práctica científica como producto de un habi-
instrumentos de acumulación y de concentración del tus científico, de un sentido práctico (de un
capital académico, orientan el conocimiento en
función de conside- raciones (o de estrategias) de
tipo muy es- pecial). Si existe un ámbito en el
poder académico, de control de la ciencia, etcétera. que cabría suponer que los agentes actúan de
los diccionarios, por ejemplo -de sociología, de acuerdo con unas intenciones cons- cientes y
etnología, de filosofía, etcétera-, son muchas veces calculadas, de acuerdo con unos métodos y
meros abusos de autoridad en la medida en que unos programas conscientemente elaborados,
permiten dictar reglas fingiendo describir; sería el ámbito científico. Esta visión
instrumentos de construcción de la realidad que
escolástica está en el origen de la vi- sión
fingen re- producir, pueden dar vida o autores o o
conceptos inexistentes, et- cétera. Olvidamos o logicista, una de las manifestaciones más
menudo que una porte muy importante de los fuentes conseguidas del «scholastic bias»:
de los historiadores es el producto de un trabajo exactamente igual como la teoría ico-
semejante de construcción.] nológica extraía sus principios de
Me he extendido un poco (demasiado) en este interpretación de la opus operatum, de la
co- mentario, bastante caricaturesco, porque obra de arte acabada, en lugar de dedicarse a
la obra en trance de hacerse y al modus
de ese modo he71
operandi, ram-
conseguido desvelar algunas características de
la vida de la ciencia tal como se vive en unos
universos donde se puede manifestar un 72
elevadísimo grado de incomprensión de los bién cierta epistemología logicisra convierte
trabajos de los competidores sin ser por ello realmente la práctica cienrffica en una norma
desconsidera- do; y también porque ha sido la de esa práctica desprendi- da expostde la
causa, junto con algunos otros textos de la práctica científica realizada o, en otras pa-
misma familia, y de la misma calaña, de cierto labras, se esfuerza por deducir la lógica de la
número de lecturas sesgadas de mi trabajo que práctica de los productos lógicamente
están muy extendidas en el mundo de las conformes del sentido práctico. Reintroducir
ciencias de la ciencia. la idea de habitus equivale a poner al
principio de las prácticas científicas no una sucumbe a menudo ante la tentación de la
conciencia co- nocedora que actúa de acuerdo denigración, y cabría decir que na existen grandes
sabios -pensemos en Posteur- para su sociología .. Si
con las normas explícitas de la lógica y del
la ciencia social es tan difícil, es porque los errores
método experimental, sino un «oficio», es
avanzan, como decía Bochelcrd. en parejas de
decir, un sentido práctico de los problemas posiciones complementarias; hasta el punto de que se
que se van a tratar, unas maneras adecuadas corre el peligro de escapar de un error para caer en
de tratarlos, etcétera. En apoyo de lo que otro, ya que el logicismo tiene como contrapartida
acabo de decir, y para tranquilizarles si una especie de «realismo» desenccntodo.]
piensan que no hago más que endilgar a la Pero también cabe apoyarse en algunos trabajos
ciencia mi vi- sión de la práctica, a la cual la de la nueva sociología de la ciencia, como los
práctica científica podría aportar una de Lynch, que re- cuerdan la distancia entre 10
excepción, invocaré la autoridad de un texto que se dice de la práctica científica en los libros
clásico y frecuentemente citado de Michel (de lógica o de epistemología) o en los
Polanyi (1951) -es un tema abundantemente protocolos a través de los cuales los científicos
tratado y habría podido ci- tar a otros muchos dan cuenta de lo que han hecho y lo que se hace
autores- que recuerda que los criterios de realmente en los laboratorios. La visión
evaluación de los trabajos científicos no escolástica de la práctica cientí- fica conduce a
pueden ser completamente explicitados producir una especie de "ficción». Las de-
(articulated). Siempre queda una dimensión claraciones de los investigadores se parecen
implícita y tácita, una sabiduría conven- tremendamen- te a las de los artistas o los
cional que se invierte en la evaluación de los deportistas: repiten hasta la saciedad la
dificultad de expresar con palabras la práctica y
trabajos cien- tíficos. Este dominio práctico es
la manera de adquirirla. Cuando intentan
una especie de «connais- seursbip» (un arte de
expresar su sen- tido del buen procedimiento, no
experto) que puede ser comunicado mediante
tienen gran cosa que in- vocar, a no ser la
el ejemplo, y no a través de unos preceptos
experiencia anterior que permanece im- plícita y
(contra la metodología), y que no es tan es casi corporal, y cuando hablan informalmente
diferente del arte de descubrir un buen cuadro, de su investigación, la describen como una
o de conocer su época y su autor, sin ser práctica que exige oficio, intuición y sentido
necesariamente capaz de articular los crite- práctico, olfato, cosas to- das ellas difíciles de
rios que utiliza. «La práctica de la ciencia es transcribir sobre el papel y que sólo pueden ser
un arte» (Po- lanyi, 1951). Dicho eso, Polanyi entendidas y adquiridas realmente mediante el
no se opone en absoluto a la formulación de ejemplo y a través de un contacto personal con
reglas de verificación y de refutación, de unas per- sonas competentes. Invocan a menudo
medición o de objetividad y aprueba los --especialmente los quírnicos-, la analogía con la
esfuerzos para que estos criterios sean lo más cocina y sus recetas. Y, en
explícitos posible. [la referen-
74
73 realidad, como muestra Pierre Lazlo (2000) al
cio a la práctica está frecuentemente inspirada por ilustrar per- fectamente los textos de Polanyi
una voluntad de denigrar la intelectualidad y la que he citado, el labora- torio de química es un
razón. Yeso no facilita la recolec- ción de los lugar de trabajo manual donde se efectúan
instrumentos teóricos de que conviene equiparse para ciertas manipulaciones, donde se ponen en prác-
pensar la práctica. La nueva sociología de la ciencia
tica ciertos sistemas de esquemas prácticos que parecido a in- gresar en un taller de pintura,
son trans- portables a ciertas situaciones pues da lugar al aprendizaje de toda una serie
homólogas y que se apren- den poco a poco de esquemas y de técnicas. Pero la espe-
siguiendo los protocolos de laboratorio. Por cificidad del «oficio» de científico procede
regla general, la competencia del hombre de del hecho de que ese aprendizaje es la
laborato- rio se compone en gran parte de toda adquisición de unas estructuras teóricas
una serie de rutinas, en su mayoría manuales, extremadamente complejas, capaces, por otra
que exigen mucha habilidad y piden la par- te, de ser formalizadas y formuladas, de
intervención de unos instrumentos delicados, di-
manera matemáti- ca, especialmente, y que
soluciones, extracciones, filtraciones,
pueden adquirirse de forma ace- lerada
evaporaciones, etcé- tera.La práctica siempre gracias a la formalización. La dificultad de la
iniciación en cualquier práctica científica
está subvalorada y poco analizada, cuando (física cuántica o sociología) procede de que
en realidad, para comprenderla, es preciso poner hay que realizar un doble es- fuerzo para
en juego mucha competencia técnica, mucha dominar el saber teóricamente, pero de tal
más, para- dójicamente, que para comprender manera que dicho saber pase realmente a las
una teoría. Es preciso evitar la reducción de las prácticas, en forma de «oficio», de habilidad
prácticas a la idea que nos hace- mos de ellas manual, de «ojo clínico», etcétera, y no se
cuando no se tiene más experiencia que la ló- quede en el estado de metadiscurso a pro-
gica. Ahora bien, los científicos no saben pósito de las prácticas. El «arte. del científico
necesariamente, faltos de una teoría adecuada
está sepa- rado, en efecto, del «arte» del
de la práctica, utilizar para las descripciones de
artista por dos diferencias fundamentales: por
sus prácticas la teoría que les permiti- ría
un lado, la importancia del saber for-
adquirir y transmitir un conocimiento auténtico
malizado que se domina en su estado práctico,
de sus prácticas.
gracias, es- pecialmente, a la formación y a
La relación que establecen algunos analistas las formulaciones, y, por otro, el papel de los
entre la práctica artística y la práctica científica instrumentos que, como decía Bache- lard,
no carece de fun- damento, pero dentro de
pertenecen al saber formalizado y cosificado.
ciertos límites. El campo cientí- fico es, al igual
En otras palabras, un matemático de veinte
que otros campos, el lugar de prácticas ló-
años puede tener veinte siglos de matemáticas
gicas, pero con la diferencia de que el habitus en su mente en parte porque la formalización
científico es una teoría realizada e incorporada. permite adquirir en forma de automatis- mos
Una práctica científica tiene todas las lógicos, convertidos en automatismos
propiedades reconocidas a las prácticas más
prácticos, unos productos acumulados de
típicamente prácticas, como las prácticas
invenciones no automáticas.
deportivas o ar- tísticas. Pero eso no impide, sin
En relación con los instrumentos ocurre lo
duda, que sea también la75 mismo: para hacer una manipulación se
forma suprema de la inteligencia teórica: es, utilizan instrumentos que son en sí mismos
parodiando el lenguaje de Hegel al hablar de concepciones científicas condensadas y
la moral, «una consciencia teórica realizada»,
es decir, incorporada, en estado prácti- co. 76
Ingresar en un laboratorio es algo muy objetivadas en un instrumental que funciona
como un sis- tema de coerciones, y el dominio 77
práctico que menciona Polanyi llega a ser dad con las exigencias de cientificidad, porque
posible mediante una incorporación tan son perci- bidas por unos científicos dotados del
perfecta de las coerciones del instrumento, habitusque les per- mite percibirlas y
que se acaba incorporándose a él, haciendo lo apreciarlas, y a la vez predispuestos y ca- paces
que espera, 10 que man- da: hay que de ponerlas en práctica. En suma, esas reglas y
pertrecharse de mucha teoría y mucha prácti- esas regularidades sólo los determinan porque
ca cotidiana para estar a la altura de las ellos se determi- nan mediante un acto de
exigencias de un ciclotrón. conocimiento y de reconoci- miento prdctico
que les confiere su poder determinante, o en
Conviene reflexionar un momento sobre la
otras palabras, porque están dispuestos (al
cuestión de la relación entre la práctica y el
término de un trabajo de socialización
método, que me parece una forma especial de
específico) de tal manera que son sensibles a las
la cuestión wittgensreiniana de sa- ber 10 que conminaciones que contienen y están
significa el hecho de «seguir una regla». No preparados para responder a ellas de manera
se actúa de acuerdo con un método, como sensata. Ve- mos que sería, sin duda, inútil
tampoco se sigue una regla, a través de un preguntarse, en tales condi- ciones, dónde está
acto psicológico de adhesión consciente, sino, la causa y dónde está el efecto e, inclu- so, si es
esencialmente, dejándose llevar por un posible distinguir entre las causas de la acción y
sentido de! juego científico que se adquiere las razones para actuar.
mediante la experiencia prolongada del juego Aquí es donde convendría regresar a los análisis
escénico con sus regula- ridades y con sus de Gilbert y Mulkay (1984) que describen el
reglas. Reglas y regularidades que se re- esfuerzo de los científicos por presentar sus
cuerdan permanentemente gracias tanto a las hallazgos en un lenguaje «for- mal», adecuado a
formulacio- nes expresadas (las reglas que las reglas de presentación en vigor y a la idea
rigen la presentación de textos científicos, por oficial de la ciencia. En tal caso, es probable
ejemplo) como a los índices inscri- tos en el que sean conscienres de obedecer a una norma y
propio funcionamiento del campo, y, muy cabe hablar, sin duda, de una auténtica intención
espe- cialmente, en los instrumentos (entre los de seguir la regla. Pero ¿no puede ocurrir
cuales hay que contar los útiles matemáticos), también que obedezcan a la preocupa- ción de
a los que hay que aplicar los trucos del buen estar en regla? Es decir, ¿de colmar de manera
experimentador. consciente una solución de continuidad que se
percibe en- tre la regla percibida como tal y la
Un sabio es un campo científico hecho
práctica que requiere, precisamenre, por su
hombre, cuyas estructuras cognitivas son
inconformidad con la regla, el es- fuerzo
homólogas de la estructura del campo y, por
explícito necesario para «regularizarla»?
ello, se ajustan de manera constante a las ex-
En resumen, el auténtico principio de las
pectativas inscritas en e! campo. Las reglas y
prácticas científicas es un sistema de
las regularida- des que determinan, por
disposiciones generadoras, en muy buena
decirlo de algún modo, el com- portamiento
medida inconscientes y transportables, que
del científico sólo existen como tales, es
tienden a generalizarse. Tal habitustoma unas
decir. en cuanto instancias eficientes. capaces
formas es- pecíficas según las especialidades:
de orientar la práctica de los científicos en el los pasos de una a otra
sentido de la conformi-
78 estrategias científi- cas de los diferentes
disciplina, de la física a la química, en el siglo científicos y las propiedades de origen social,
XIX, de la fí- sica a la biología actualmente, son de rrayectoria, etcétera. [Vemos de pasada que el
las ocasiones de descu- brir las distancias entre con- cepto de hobifus puede ser entendido a un liempo
esos sistemas; al ser los contactos entre ciencias, como un princi- pio general de lo teoría de lo acción
al igual que los que se establecen entre civi- -en oposición o los principios invocados por una
leoría intencionalista- y como un principio espe-
lizaciones, una ocasión de explicitación de las
cífico, diferenciado y diferencicdor. de onentcción de
disposicio- nes implícitas, especialmenre en los
las acciones de una categoría especial de agentes,
grupos interdisciplina- rios que se constituyen vinculada a unas condicio- nes concretas de
alrededor de un nuevo objeto, serían un terreno formación.}
privilegiado de observación y de objeti- vación
Así pues, existen unos hahitus disciplinarios
de esos esquemas prácticos. [Las confrontaciones
(que, al estar vinculados a la formación
entre especialistas en disciplinas distintas, y, por lo
escolar, son comunes a to- dos los productos
tanto, de formaciones diferentes, deben muchas de
sus características --efectosde domina- ción, generados del mismo modo) y unos ha- bitus
malentendidos, etcétera- a la estructura del capital especiales vinculados a la trayectoria (tanto
poseído por unos y por otros: en los equipos que fuera del campo -origen social y escolar-
reúnen físicos y biólogas, los primeros, por ejemplo, como dentro de él) y a la posición en el
aportan una considerable competencia matemática, y
campo. [Sabemos, por ejemplo, que, a pesar de la
los segundos uno mayor competencia específica, a
autonomía vinculada al capital colectivo, la
un tiempo más libresco y más práctica, pero la
orientación hacia tal o cual disciplina, o, en una
relación, hasta aquel momento favorable a los
misma disciplina, hacia tal o cual espe- cialidad, o,
físicos, se inclina cada vez más en favor de los
en esa especialidad, hacia talo cual «estilo»científico,
biólogos, que, más vinculados a la econcmio yola
no es independiente del origen social, ya que la
sanidad, plantean muchos problemas nuevos. Por el
jerarquía social de las disciplinas está relacionada
contrario, la unidad de una disciplina encuentro, sin
con la jerarquía social de los oríge- nes.J Podemos
duda, su más seguro fundamento ~n una distribución
prácticamente homogénea de los capitales poseí- dos distinguir, sin duda, unas familias de tra-
por sus diferentes miembros, incluso en el caso de yectorias que presentan, especialmente, la
que existan algunas diferencias secundarios, como la oposición entre, por un lado, los elementos
que separa a los teóricos de los empiristas.] centrales, los ortodoxos, los continuadores y,
Estos sistemas de disposiciones son variables por otro, los marginales, los heterodoxos, los
según las disciplinas, pero también según unos innovadores que se sitúan a menudo en las
principios secunda- rios como las trayectorias fronteras de su disciplina (y que, a veces,
escolares o incluso sociales.Así pues, cabe incluso cruzan) o que crean nuevas disciplinas
suponer que los habitusson unos principios de en la frontera de varios campos.
producción de prácticas diferenciadas según Voy a entregarme aquí, sin especial
unas variables de sexo y de origen social, y, sin
convencimiento, a un ejercicio muy
duda, también nacional (a través de la
arriesgado: intentar caracterizar dos habi-
formación escolar), y que, incluso tratándose de
disciplinas con un capital científico colectivo
tuscientíficos y relacionarlos con las
acumula- do muy importante, como la física, trayectorias científicas correspondientes. Más
que nada para ofrecer una idea, o un
cabría encontrar una79 programa, de lo que debería hacer una
relación estadística inteligible entre las sociología depurada de la ciencia. Si resultara
que es posible descubrir la sospe- emulsiones, terreno un tanto espurio, que
puede ser percibido como menos importante.
80 Por un lado, el camino más noble
cha de una diferencia entre unos sabios que académicamente, pero también el más difícil,
trabajan en unos ámbitos en los que el capital donde están concentradas las bazas principa-
colectivo acumulado y el trabajo de
formalización son muy importantes, y que 81
dis- ponen en principio de un capital escolar les y los competidores más temibles y que
prácticamente idéntico, corno Pierre-Gilles de culminará, des- pués de grandes
Gennes y Claude Cohen- Tannoudji, los dos descubrimientos, como la condensación de
Base-Einstein, que da nuevo impulso a esa rama
ingresados prácticamente en la misma época
en la Escuela Normal Superior (ENS) y los del saber, en un gran Manuel de physique
dos coro- nados, cincuenta años después, por quantique, considerado la Biblia de la
el jurado del premio Nobel, podríamos disciplina; y, por otro, un camino más arriesga-
do, menos académico y más próximo a las
concluir que el habitus social (familiar),
aplicaciones y a las empresas (con los
retraducido escolarmenre y científicamente,
polímeros, bazas industriales y econó- micas).
tiene una efi- cacia explicativa apreciable. [Se
Dos trayectorias, pues, que parecen la
encontrarán unos retratos con- trastados de Plerre-
Gllles de Gennes y de Claude Ccheo-Icnncud]¡ en el
proyección de dos tipos diferentes de
libro de Anatole Abragam De lo physique ovonf toufe predisposiciones, de relaciones con el mundo
chose? (2001).J Es evidente, en mi opinión, que social y con el mundo universitario.
la explicabilidad parcial de las estrategias Para entender como los orígenes sociales, y, por
científicas a través de las variables sociales no tanto, las predisposiciones que en ellos se
reduciría en nada la validez científica de los expresan, audacia, ele- gancia y desenvoltura, o
pro- ductos científicos. No dispongo de la seriedad, convicción e inversión, se han
totalidad de la infor- mación necesaria para plasmado poco a poco en ambas trayectorias,
dibujar rigurosamente los retratos conven- dría examinar, por ejemplo, si la
contrastados de las dos obras y me limitaré a imagen reverberada de cierto habitus que se
enfrentar dos «estilos», captados, sin duda, a transmite a las regiones en que está
través de indicios muy gro- seros, y referirlos comprometido ha contribuido, en ambos casos,
a estimular tales disposiciones. Como ya he
a unos indicios, no menos groséros, del origen
dicho centenares de veces, el habitus no es un
y de la trayectoria social, aristocrática por un
destino, y ninguna de las disposiciones
lado, pequeñoburguesa por otro. Mientras que
contrastadas que he enumerado está inscrita, ab
Claude Cohen- Tannoudji permanece en la
ENS y continúa una (gran) tra- dición, la ovo, en el habitus original. Esta postura, que
física atómica, Pierre-Gilles de Gennes podría ser entendida como una ligereza
superficial (,¿esto es realmente serio?»},
abandona la ENS por unos objetos situados en
también puede ser vista como un prometedor
el límite entre la física y la química, la materia
golpe de for- tuna si ha encontrado, en cierto
condensada, con la física de la su-
modo, su «espacio natural», es decir, una región
praconductividad que, en la época, también es
del campo ocupada por unas personas
un terreno noble, después evoluciona hacia la predispuestas, gracias a su posición ya su
materia blanda, cristales líquidos, polímeros,
habitus, a asimilar positivamente y a apreciar
favorablemente los comporta- mientos en los totalidad del campo, con los puntos más
cuales ese habitus se desvela y se revela (en alejados, pero también, y, sobre todo, los más
parte también a sí mismo) y, por ello, a próximos.
reforzarlo, a confir- marlo y a conducirlo así a
su pleno desarrollo, o sea, a ese es- tilo especial
que se caracteriza, por ejemplo, por la econo- 2. AUTONOMíA Y DERECHO DE ADMISIÓN
mía de medios, la elegancia conceptual,
etcétera. El habitus se manifiesta Comenzaré recordando cierto número de puntos
continuamente en los exámenes orales, en las de un artículo ya antiguo (Bourdieu, 1975a) que
refería lo esencial, aunque en forma elíptica,
82
exposiciones de los seminarios, en los contactos para demostrar que la83
con los de- más, y, sin ir más lejos, en la noción de campo tal vez sea útil, en primer
héxiscorporal, como la postura de la cabeza o lugar, por los errores que permite evitar,
del tronco, que es su más directamente visible especialmente en la construc- ción del objeto,
transcripción, y la acogida social que se tributa así como en la medida en que permite
a esos signos visibles remite al personaje en resolvercierto número de dificultades que los
cuestión una imagen de sí mismo que hace que restantes en- foques han planteado, e
se sienta o no autorizado y estimulado a intentaré, además, integrar algu- nas de las
mantener sus disposiciones, que, en el caso de aportaciones de las teorías recientes y mostrar
otras perso- nas, serían frenadas o prohibidas. algunas nuevas implicaciones del antiguo
He querido realizar este ejercicio con la modelo aportán- dole unos complementos y
esperanza de poderlo prolongar un día yo unas correcciones.
mismo, con la colaboración de los Me gustaría comenzar por mostrar de qué
investigadores implicados, o de que otros lo manera la noción de campo permite romper
lleven a tér- mino. Convendría realizar una con unos presupuestos que son tácitamente
investigación sistemática que supusiera la
aceptados por la mayoría de los que se han
colaboración de los investigadores de las
interesado por la ciencia. Las primeras
ciencias de la naturaleza y de las ciencias
rupturas im- plícitas en la noción de campo
sociales, ya que una de las principales funciones
son el cuestionamienro de la idea de ciencia
de la sociología es, en este caso, ayudar a los
('pura», absolutamente autónoma y que se
investigadores en la tarea de explicitación de los
esquemas prácticos que han constituido el
desarrolla de acuerdo con su lógica interna, y
de la idea de «comunidad cientffica», noción
princi- pio de elecciones decisivas, como la
admitida como obvia y convertida, gracias a
elección de una dis- ciplina, de una
especialidad, de un laboratorio o de una re-
la lógica de los automatismos verba- les, en
vista; este trabajo de explicitación, muy difícil una especie de designación obligada del
para que lo realicen exclusivamente los ptopios universo científico. Merton orquestra la idea
interesados, se vería fa- cilitado por una
de «comunidad» con el tema del
«comunismo» de los científicos, y el libro de
utilización metódica de la comparación, que
Warren Hagstrom (1965) define la comunidad
adquiriría toda su fuerza si, a partir de un
científica como un «grupo cuyos miembros
análisis de las múltiples correspondencias, fuera
posible llevarlo a una es- cala que abarcara la
están unidos por un ob- jetivo y por una
cultura comunes.'. Hablar de campo es romper omnium contra omnes, que los mismos
con la idea de que los sabios forman un grupo científicos evocan en ocasiones (cuando, por
unificado, prácticamente homogéneo. ejemplo, califican a algunos de sus miembros
La idea de campo lleva asimismo a cuestionar de "duros e implacables» en su esfuerzo por
la visión irénica del mundo científico como ascender); los científicos tie- nen en común
un mundo de inter- cambios generosos en el unas cuantas cosas que, desde un determina-
cual todos los investigadores co- laboran en do punto de vista, los unen y, desde otro, los
un mismo objetivo. Esta visión idealista que separan, los di- viden, los enfrentan: ello
describe la práctica como el producto de la ocurre con sus objetivos, incluso los más
sumisión vo- luntaria a una forma ideal choca nobles, como descubrir la verdad o combatir
con los hechos: lo que se observa son unas el error, así como con todo lo que determina y
luchas, a veces feroces, y unas competi- hace posible la competi- ción, como una
ciones en el interior de las estructuras de cultura común, que también es un arma en la
dominación. La lucha científica. Los investigadores, al igual
que los artistas o los escritores, están unidos
84 por las luchas que los enfren- tan, e incluso
visión «comunitarista» no capta el lasalianzasque pueden unirlos tienen siempre
fundamento mismo del funcionamiento del algo que ver con la posición que ocupan en
mundo científico como universo competitivo esasluchas.
en pos del «monopolio de la manipulación le-
gítima)' de los bienes científicos, o bien, 85
expresado con mayor exactitud, del buen Dicho eso, la noción de «comunidad» designa
método, de los buenos resulta- dos, de la otro as- pecto importante de la vida científica:
buena definición de los fines, de los objetos, todos aquellos que están comprometidos en un
de los métodos de la ciencia. y, como se ve campo científico pueden, en determinadas
condiciones, dotarse de instrumentos que les
cuando Edward Shils hace notar que en la
permiten funcionar como comunidades y que
«comunidad científica» cada elemento de la
tienen la función oficial de profesar la
tradición científica está sometido a la eva-
salvaguarda de los valores ideales de la
luación crítica, esa visión lleva a describir
profesión de científico. Son las instituciones
como realiza- ción voluntaria y sumisión
científicas, las instituciones de defensa
deliberada a una forma ideal, algo que es el
«corporativas», de cooperación, y su
producto de la sumisión a unos mecanismos
funcionamiento, composición social y
objetivos y anónimos.
estructura organizativa (dirección, etcétera)
La noción de campo pulveriza también todo deben ser en- tendidos en función de la lógica
tipo de oposiciones comunes, empezando por de campo; también exis- ten todas las formas
la oposición entre consenso y conflicto, y, si organizativas que estructuran de ma- nera
bien aniquila la visión ingenua- mente duradera y permanente la práctica de los agentes
idealista del mundo científico como y sus interacciones, como el Centro Nacional de
comunidad soli- daria o como «reino de las Investigación Científica (CNRS) o el
finalidades» (en el sentido kantia- no), se laboratorio, y es preciso encontrar los medios de
opone asimismo a la visión no menos parcial estudiar estas instituciones, aun sabiendo
de la vida científica como ('guerra», bellum perfectamente que no contienen el principio de
su propia comprensión y que, para entenderlas, y lleno de tensiones, entendidas como fuerzas
es preciso entender la posición en el campo de que actúan para descartar y separar las partes
los que las integran. Una aso- ciación constitutivas de un cuerpo. Decir que el campo
disciplinaria (la Sociedad Francesa de Biología) es relativamente autó- nomo respecto al
contribuirá a hacer funcionar, en el seno del universo social que lo rodea equivale a decir
que el sistema de fuerzas que constituye la
campo disci- plinario, algo parecido a una
est,rucrura del campo (tensión) es relativamente
comunidad que gestiona una parte de los
independiente de las fuerzas que se ejercen
intereses comunes y que se apoya en los intere-
sobre el campo (presión). Dispone, en cierto
ses comunes, en la cultura común, para
modo, de la «libertad' necesaria para desarrollar
funcionar. Pero, para entender cómo funciona,
su propia necesidad, su propia lógica, su propio
convendrá tener en cuenta las posiciones
nómos.
ocupadas en el campo por aquellos que la in-
tegran y que la dirigen. También convendrá Una de las características que más diferencian
los campos es el grado de autonomía y, a partir
observar que algunos encuentran en la
pertenencia a esas instituciones y en la defensa de ahí, la fuer- za y la forma del derecho de
de los intereses comunes unos recursos que las admisión impuesto a los aspi- rantes a ingresar
leyes de funcionamiento del campo científico no en él. Sabemos, por ejemplo, que el cam- po
les conceden; esto se halla relacionado con la literario se caracteriza respecto a otros campos,
existencia de dos principios de dominación en el el campo burocrático, el campo científico o el
campo científico, temporal e intelectual, y, a campo judi- cial, por el hecho de que el derecho
menudo, los poderes temporales están de admisión a través de un peaje escolar es muy
débil. (Cuando nos pregunta- mos acerca de la
86 cientificidad de un campo, nos referimos87
del lado de la lógica comunitaria, es decir, se
a unas propiedades directamente relacionadas
ocupan de la gestión de los asuntos comunes,
con e! grado de autonomía. Por ejemplo, las
del consenso mínimo, de los intereses comunes
ciencias sociales están obligadas a tener siempre
mínimos, de los coloquios interna- cionales, de en cuenta que hay fuerzas exter- nas que frenan
las relaciones con el extranjero, o, en el caso de
constantemente e! «despegue».)
conflicto grave, de la defensa de los intereses
Así pues, voy a intentar describir esa
colectivos.
autonomía, luego seguiré con la lógica y los
La mayoría de los analistas ignoran la
factores de! proceso de auto- nomización, y,
autonomía rela- tiva del campo y plantean el para terminar, intentaré examinar en qué
problema de la presión ejerci- da sobre él (por la consiste, en este caso concreto, e! derecho de
religión, el Estado), de unas reglas im- puestas admisión. La autonomía no es un don natural,
por la fuerza, Barnes quiere «exorcizar» la idea sino una conquista histó- rica que no tiene fin.
de la autonomía de la ciencia: rechaza la idea de Esto se olvida con facilidad en e! caso de las
que ésta se dis- tingue de las restantes formas de ciencias de la naturaleza porque la autonomía
cultura por ser pura y «undistorted», o sea, está inscrita tanto en la objetividad de las
autónoma; pretende crear una sociolo- gía estructuras de! campo como en los cerebros, en
válida tanto para las creencias verdaderas como forma de teorías y métodos incor- porados y
para las falsas en tanto que productos de las transferidos a un estado práctico.
fuerzas sociales (Bar- nes, 1974). En realidad,
La autonomía, tanto en este campo como en
el campo está sometido a presiones (exteriores) todos los demás, ha sido conquistada poco a
poco. Iniciada por Co- pérnico, la revolución redefi- nidas de tal manera que los lectores
científica terminó, según ]oseph Ben- David, potenciales están cada vez más limitados a los
con la creación de la Sociedad Real de Londres: contribuyentes potenciales, dotados de la misma
"El objetivo institucional de esa revolución, formación. En otras palabras, la matematiza-
convertir a la cien- cia en una actividad ción contribuye a la formación de un campo
intelectual diferente bajo e! control ex- clusivo científico au- tónomo» (Gingras, 2001). Así es
de sus propias normas, se alcanzó en e! siglo como Faraday sufrió el efecto de exclusión de
XVIh> (Ben-David, 1997: 280). Uno de los las matemáticas de Maxwell. El corte implica e!
factores más impor- tantes de ese proceso, que cierre, que produce la censura. Cada uno de los
ha sido evocado por Kuhn en uno de los textos investigadores comprometidos en el campo está
reunidos en La tension essentielle (Kuhn, sometido al control de todos los demás, y, en
1977), «Mathematical versus experimental especial, de sus compe- tidores más
rradition», es la mate- matización. E Yves competentes, 10 que tiene como consecuencia
Gingras, en un artículo titulado «Ma- un control no menos riguroso que e! que ejercen
thémarisarion et exclusion, socioanalyse de la las virtu- des individuales por sí solas o todas
formation des cités savantesi (Gingras, 2002), las deontologías.
muestra que la marematiza- ción marca e! Segunda consecuencia de la rnarematización: la
origen de varios fenómenos convergentes que trans- formación de la idea de explicación. El
tienden en su totalidad a reforzar la autonomía físico explica e! mundo a través de! cálculo, que
de! mundo científico y, en especial, de la física engendra las explicaciones que después tiene
(no es cieno que ese fe- nómeno actúe en todas que confrontar mediante la experimen- tación
partes y siempre con los mismos efectos, sobre con las cosas previstas tal como el dispositivo
todo, en las ciencias sociales). expe- rimental permite captarlas. Si Kuhn
hubiera construido su modelo de revolución
88
La matematización produce de entrada un efecto apoyándose en el caso de la revolu-89
de exclusión de! campo de discusión (Yves ción newtoniana, en lugar de hacerlo sobre el
Gingras recuerda las resistencias al efecto de caso de la re- volución copernicana, habría
exclusión que produce la mate- matización de la visto que Newton fue e! pri- mero en ofrecer
física -el Abate Nollet, por ejemplo, «rei- unas explicaciones matemáticas que impli-
vindica e! derecho de proponer su opinión»): can un cambio de teoría física: sin tomar
con Newton (yo añadiría Leibniz) la necesariamente posición sobre la ontología
matematización de la física tiende poco a poco, correspondiente (evidentemen- te, cabe hablar
a partir de mediados del siglo XVIII, a instau- rar de acción a distancia, etcétera), sustituía una
una fortísima ruptura social entre e! profesional explicación basada en e! contacto mecánico
y elafi- cionado, a separar los insiders de los (como en e! caso de Descartes o en e! de
outsiders;el dominio de las matemáticas (que Leibniz) por una explicación matemática,
se adquiere en el momento de la for- mación) se cosa que supone una redefinición de la física.
convierte en e! derecho de acceso y no sólo re- Esto provoca un tercer efecto de la
duce e! número de lectores, sino también e! de
matematización, que podríamos llamar la
productores potenciales (cosa que, como se
desusrancialización, siguiendo los análisis de
verá, tiene enormes conse- cuencias).
Cassirer en Sustancia y función, al que se
«Lasfronteras de! espacio son lentamente
refiere también Gingras: la ciencia moderna
sustituye las sustan- cias aristotélicas por las partículas que las engendran, es decir, unas
relacionesfuncionales, las estruc- turas, y es la descripciones posibles, no obligato- rios, de la
interacción de las partículas; después, en una
lógica de la manipulación de los símbolos 10
segundo etapa, con los campos dinámicos clásicos -
que guía las manos del físico hacia unas
ccmpo electromagnéti- co-, donde el campo tiene una
conclusiones necesarias. La utilización de existencia propia y puede subsistir después de la
formulaciones matemáticas abstractas debilita desaparición de las partículas; y, finalmente, en una
la tentación de concebir la materia en tercera etopc, con los campos cuánticos, la
términos sustanciales y conduce a hacer electrodinámica cuánti- ca, donde el sistema de
hincapié en los as- pectos relacionales. Pienso cargos es descrito mediante un «operador de
ccmpce.]
aquí en un libro de Michel Bit- bol,
Mécanique quantique(1996), que permite El proceso de autonomización resultante tiene
entender e! proceso de desustancialización de un pa- ralelismo en la objetividad del mundo
la física por la mecánica y, más exactamente, social, en especial, mediante la creación de
por el cálculo de probabilidades, que funciona unas realidades absolutamente extraordinarias
como un «simbolismo predictivo. (Birbol, (nosotros no lo vemos porque estamos
1996: 141). El cálculo de probabilidades acostumbrados a ellas): las disciplinas. La
permite ofrecer previ- siones a propósito de institucionaliza- ción progresiva en la
medidas ulteriores a partir de los re- sultados universidad de esos universos relati- vamente
de medidas iniciales. Bitbol, que se sitúa en la autónomos es e! producto de luchas de
tradición de Bohr, evita cualquier referencia a indepen- dencia que tienden a imponer la
algo real, cualquier afirmación ontológica a existencia de nuevas entidades y las fronteras
propósito de! mundo: do que se mide con los destinadas a delimitarlas y a prote- gerlas (las
instrumentos» sirve de base a unas luchas por las fronteras tienen a menudo
experimentaciones que permiten prever unas como objetivo el monopolio de un nombre,
medidas. La epistemología no tiene que tomar con toda suerte de consecuencias, líneas
posición sobre la reali- dad del mundo; se presupuestarias, puestos de trabajo, créditos,
limita a tomarla respecto de la predici- etcétera). Yves Gingras, en un libro titulado
Physics and the Rise o/Scientific Research
90 in Canada (Cin-
bilidad de determinadas medidas mediante la
utilización de! cálculo de probabilidades 91
apoyándose en unas medidas anteriores. El gras, 1991), diferencia en el desarrollo de un
campo cientí- fico, en primer lugar, la aparición
cálculo de probabilidades o el formalismo de
de una práctica de inves- tigación, o sea, de un
los espacios de Hilberr, sigue diciendo Birbol,
agente cuya práctica se basa más en la
son un me- dio de comunicación entre los
investigación que en la enseñanza, y la
físicos «que permite pres- cindir del concepto
institucionalización de la investigación en la
de un sistema físico sobre e! cual se efectuada universidad mediante la creación de las
la medición» (Bitbol, 1996: 142). [Cabría ver, condiciones favorables a la producción de saber
sin duda, en la evolución del concepto de campo uno
y a la reproducción a largo plazo del grupo, y,
ilustración de ese proceso de «desustancialización»:
en segundo lu- gar, la constitución de un grupo
en una primera etapa, con los campos estáticos
clásicos, campo electrostático o campo gravi- tatorio,
reconocido como social- mente diferenciado y
que son unas identidades subordinadas a las de una identidad social, bien disci- plinaria a
través de la creación de asociaciones científicas, también en el propio juego, es decir, en el hecho
bien profesional a través de la creación de una de que la cosa vale la pena, compensa jugarla.
corpora- ción: los científicos se dotan de Al ser producto de la educación, la competencia
representaciones oficiales que les dan una y la apetencia están científicamente unidas
visibilidad social y defienden sus intereses. Este porque se forman de manera correlativa (en lo
último proceso sería descrito de manera esencial a 10largo de la formación).
excesivamen- te simple llamándolo En primer lugar, la competencia: no es
«profesionalización»: en realidad, nos únicamente el dominio de las novedades, de los
encontramos con dos prácticas de la física, recursos acumulados en el campo (matemático,
confinada la primera en la universidad, y abierta especialmente), es el hecho de haber
la segunda a los me- dios industriales, donde los
incorporado, transformado en sentido práctico
físicos compiten con los in- genieros; tenemos,
del juego y convertido en reflejos el conjunto de
a un lado, la construcción de una dis- ciplina
los recursos teórico- experimentales, es decir,
científica, con sus asociaciones, sus reuniones,
cognitivos y materiales salidos de las
sus revistas, sus medallas y sus representaciones
investigaciones anteriores (la «tensión
oficiales, y, al otro, la delimitación de una
esencial», a que se refiere Kuhn, está inscrita en
«profesión» que monopoliza el acceso a los el hecho de que la tradi~ión que debe ser
títulos y a los empleos correspondientes. Es fá-
dominada para entrar en el juego es la condi-
cil olvidar la dualidad del mundo científico, que
ción exacta de la ruptura revolucionaria). Así
tiene, a un lado, los investigadores, vinculados a
pues, el dere- cho de admisión es la
la universidad, y, al otro, el cuerpo de
competencia, pero una competencia como
ingenieros que se dota de sus propias
recurso teórico-experimental incorporado,
instituciones, fondos de jubilación,
converti- da en sentido del juego o habitus
asociaciones, etcétera. Así por ejemplo, con
científico como dominio práctico de varios
motivo de la Primera Guerra Mun- dial, los
siglos de investigaciones y de adquisicio- nes de
físicos de la Gran Bretaña se preocupan por su
la investigación, en forma, por ejemplo, de un
si- tuación social y toman conciencia de su
senti- do de los problemas irnportantes.e
inexistencia social: crean una organización
interesantes o de un ar- senal de esquemas
representativa, el Instituto de Físi- ca, e
teóricos y experimentales que pueden aplicarse,
imponen una visión según la cual la
investigación es parte integrante de las por transfert, a los nuevos territorios.
funciones de la universidad. Lo que las taxonomías escolares describen
mediante una serie de oposiciones relativas a la
92 distinción entre la93
El proceso de autonomización va unido a la
brillantez, la desenvoltura y la facilidad, y la
elevación del derecho de admisión explícito
seriedad, la laboriosidad y la escolaridad, es la
o implícito. El derecho de admisión es la
relación de ajuste per- fecto con las
competencia, el capital científico incor- porado
(por ejemplo, tal como acabamos de ver, el expectativas-exigencias de un campo que no
cono- cimiento de las matemáticas, que cada sólo exige unos saberes, sino también una
vez es exigido con mayor imperiosidad), relación con el saber adecuada para hacer
convertido en sentido del juego, pero también es olvidar que el saber ha tenido que ser
la apetencia, la libido scientiiica, la illusio, de adquirido, aprendido (esto especialmente en
creencia no sólo en lo que está en juego, sino el universo literario), o para demostrar que el
saber está tan perfectamente dominado que se las experiencias se realizaban en las «public
ha convertido en automa- tismo natural (en rooms» de las resi- dencias privadas de
oposición a las competencias librescas del losgentlemen. Un conocimiento apare- ce
opositor que tiene la cabeza llena de fórmulas como auténtico, autentificado y homologado
con las que no sabe qué hacer ante un cuando accede al espacio público, pero un
problema real). En suma, lo que pide el espacio público de un tipo especial: la
campo científico es un capital incorporado de condición de gentlemen que sustenta la va-
un tipo especial, y, en concreto, todo un lidez de los testimonios, y por tanto la
conjunto de recursos teóricos pasados al reliability y la obje- tividad del conocimiento
estado práctico, al estado de sentido práctico experimental; yeso porque se la supone libre
(o de «tener buen ojo», como se dice en el
caso de las disciplinas artísticas, o, al igual de todo interés (a diferencia de los servidores,
que Everett Hughes al hablar de «buen ojo que también pueden asistir a las experiencias,
sociológico", de la propia sociología). losgentlemen son independientes de la
autoridad y del dinero, autóno- mos). El
Cada una de las disciplinas (vista como
testimonio válido es una relación de honor
campo) se de- fine a través de un námos
entre hombres de honor, o sea, entre
especial, un principio de visión y de división,
«hombres libres y desinte- resados que se
un principio de construcción de la realidad
reúnen libremente en torno a fenómenos
objetiva irreductible al de cualquier otro
principio, de acuerdo con la fórmula de experimentales y crean el hecho
Saussure: «el punto de vista crea el objeto» autentificado». Los experi- mentals trails
(la arbitrariedad de este principio de cons- señalaban el paso del espacio privado (las
titución que es constitutivo del «punto de mansiones nobles tenían su parte pública y su
vista disciplina- rio» se manifiesta en el hecho parte priva- da) al espacio público de las
de que es enunciado casi siempre en forma de Academias y, con ello, de la opinión al
tautología, como, por ejemplo, en el caso de conocimiento. Así pues, la legitimidad del co-
la sociología, «explicar lo social mediante lo nocimiento depende de una presencia pública
so- cial», o sea, explicar sociológicamente las en unas fa- sesdeterminadas de la producción
cosas sociales). de conocimiento.
Llego a la segunda dimensión del derecho de Pero también me gustaría recordar ahora un
admi- sión, la íllusio, la fe en el juego, que artículo que Mario Biagioli (1998), autor de
supone, entre otras co- sas, la sumisión sin bellísimos trabajos so- bre Galileo, dedica a
presiones al imperativo del desinterés. Sreven los efectos de la presión de las deman- das
Shapin, autor, en colaboración con Simón externas que, en algunos ámbitos de la
Schaf- investigación, amenaza el desinterés de los
científicos o, mejor dicho, el interés
específico por el desinterés (como se ve en el
94
campo de la biomedicina, donde, debido a la
fer,.de,un libro sobre la bomba neumática,
importancia de las bazas económicas en juego
muestra que el nacmuenro del campo
y bajo la presión de un entorno competitivo y
coincide con la invención de una nueva fe
empresarial asistimos a una inflación del
(Shapin y Schaffer, 1985). En un principio,
multiautorship y al desarrollo de una ética
capitalista). Bia- ma escolar y de la familia, lo que lo convierte
en una dis- posición, por lo menos parcialmente,
hereditaria. Obser-
95
gioli descubre la tensión entre el desinterés
obligado que imponen las censuras abundantes 96
que ejerce el campo so- bre cada uno de los vamos, por consiguiente, que cuanto más nos
comprometidos en él (estar en un cam- po acercamos a las instituciones escolares que
científico es como estar en unas condiciones en preparan para las carreras más desinteresadas,
las que uno está interesado en sentirse como las científicas ~la Escuela Nor- mal
desinteresado, sobre todo, porque el desinterés Superior, por ejemplo, en oposición a la Escuela
es recompensado) y una fuerte de- manda Poli- técnica o, más allá todavía, la Escuela
social, económicamente recompensada, que Nacional de Admi- nistración o la Escuela de
favore- ce unas concesiones. Insiste en el hecho Altos Estudios Mercantiles-, más alto es el
de que, en el ám- bito científico, existe una número de adolescentes que han salido de
diferencia entre da ley de la propiedad familias que pertenecen al universo escolar y
intelectual» (intelleciual property law) y el científico.
siste- ma de recompensas de la ciencia (tbe Existe una especie de ambigüedad estructural
reward system ofscien- ce) tal como lo describo del cam- po científico (y del capital simbólico)
en mi análisis del capital simbóli- co: «un que podría ser el principio objetivo de «la
descubrimiento sensacional que puede ambivalencia de los sabios», ya mencionada por
garantizar un premio Nobel no puede traducirse Merton, respecto a las reivindicaciones de
[...] en una patente o en un copyright». El prioridad: la institución que valoriza la prioridad
premio del «crédito científico» no es el dinero (es decir, la apropiación simbólica), valoriza
sino las recompensas garantizadas por lavalora- también el desinterés y «la entrega
ción de los colegas, reputación, premios, desinteresada al desarrollo del conocimiento»
empleos, partici- pación en sociedades. Este (the se!fiess dedication to the advancement of
«crédito honorífico» (honorific credit) es knowledge) (Menan, 1973). El campo impone
personal y no puede ser transferido (propiedad simultáneamente la competición «egoísta», los
privada, no puede ser transmitido por contrato o intereses a veces desenfrenados que engendra, a
por testa- mento: no puedo convertir a fulano o través, por ejemplo, del miedo a verse ade-
mengano en el here- dero de mi capital lantado en algún descubrimiento, y el
simbólico). Está vinculado al nombre del desinterés.
científico y construido como no-monetario. En También es, sin duda, esta ambigüedad la causa
suma, lo que produce la virtud científica es una de que se hayan podido describir los
cierta disposición socialmente constituida, en intercambios que apare- cen en el campo
relación con un campo, que recompensa el científico según el modelo del intercam- bio de
desinterés y sanciona las infracciones (espe- dones, ya que cada investigador, si creemos a
cialmente, los fraudes científicos). Hags- rrom, tiene que ofrecer a los demás la
En general, el desinterés no es, en absoluto, el nueva información que haya podido descubrir
produc- to de una especie de «generación para conseguir, a modo de con- trapartida, su
espontánea), ni un don de la naturaleza: cabe reconocimienro (Hagstrom, 1965: 16-22). En
establecer que, en el estado actual del campo realidad, la búsqueda del reconocimiento
científico, es el producro de la acción del siste- siempre es fuertemente negada, en nombre del
ideal de desinterés: esto no sorprenderá a los especie de mila- gro fundador. No es
que saben que la economía de los intercambios necesario escapar de la historia para entender
simbólicos, cuyo paradigma es el inrer- cambio la emergencia y la'existencia de la razón en la
de dones, se basa en el rechazo obligado del historia. El ensimismamiento del campo
inte- rés; el don puede -y, desde un determinado autónomo cons- tituye el principio histórico
punto de vis- de la génesis de la razón y de la emergencia
de su normatividad. Yo diría que porque la he
97 constituido, aunque sea muy modestamente,
ta, debe- ser vivido como acto generoso de en pro- blema histórico, capacitándome (y
oblación sin devolución, disimulando al situándome) de ese
mismo tiempo, incluso a los ojos del que lo
entrega, la ambición de asegurarse un po- der, 98
un dominio duradero sobre el beneficiario. En modo para establecer científicamente la ley
suma, se disimula la relación de fuerza virtual fundamental del funcionamiento de la ciudad
que encubre (re- mito sobre este punto a los científica, he podido re- solver el problema de
análisis de la doble verdad del don que he las relaciones entre la razón y la histo- ria o de
presentado, de manera muy especial, en las la historicidad de la razón, problema tan
Méditations pascaliennes, 1997). y cabría antiguo como la filosofía, que, muy
mostrar que el capital científico participa de especialmente en el siglo XIX, ha obsesionado
esa ambigüedad en tamo que relación de a los filósofos.
fuerza basada en el reconocimiento. Otra consecuencia del ensimismamiento
Después de describir cómo se constituía el vinculado a la autonomía es el hecho de que
campo, o sea, instituyendo una censura en la el campo científico obe- dece a una lógica que
entrada y ejerciéndola, a continuación, de no es la del campo político. Hablar de
manera permanente, a través de la lógi- ca indiferenciación o de «no diferenciación» del
misma de su funcionamiento, y al margen de nivel po- lítico y del nivel científico (Latour,
cualquier normatividad trascendente, cabe 1987) equivale a per- mitirse situar en un
sacar una primera conse- cuencia, que es mismo plano las estrategias científicas y las
posible denominar normativa, de esa veri- intrigas por conseguir unas subvenciones o
ficación. El hecho de que los productores unos pre- mios científicos, y a describir el
tiendan a tener como únicos clientes a sus mundo científico como un universo en el que
competidores más rigurosos y más vigorosos, se consiguen unos resultados gracias al poder
más competentes y más críticos, y, por tan- to, de la retórica y a la influencia profesional;
más propensos y mm preparados para conferir como si el principio de las acciones fuera la
toda su fuerza a su crítica, es, en mi opinión, ambición asociada a una retórica estratégica y
el punto de Arquíme- dessobre el que podemos guerrera y los científicos eligie- ran tal o cual
sustentarnos para ofrecer una ra- zón científica tema de investigación con el único objetivo de
de la razón científica, para arrancar a la razón ascender en la escala profesional de la misma
científica de la seducción relativista y manera que otros manipulan para alcanzar el
explicar que la cien- cia puede avanzar premio Nobel do- rándose de una red amplia y
incesantemente hacia una mayor racio- densa.
nalidad sin verse obligada a apelar a una
Es cierto que, en el campo científico, las inrroducidos en el campo científico y dotados
estrategias siempre tienen dos caras. Tienen por ello de unas categorías de percepción
una función pura y me- ramente científica y específicas que les permiten establecer las dife-
una función social en el campo, es de- cir, en rencias pertinentes, de acuerdo con el principio
relación a los restantes agentes implicados en de perti- nencia constitutivo del nómos del
el campo: por ejemplo, un descubrimiento campo. Esta percepción diacrítica sólo es
puede ser un ho- micidio simbólico que no es accesible a los poseedores de un determi- nado
necesariamente voluntario (eso se percibe capital cultural incorporado. Existir
cuando, por unos cuantos días o a veces unas científicamente es distinguirse, de acuerdo con
cuantas horas, el investigador adelantado las categorías de percep- ción vigenres en e!
pierde el beneficio de toda una vida de campo, o sea, para los colegas (ehaber aportado
investigación) y que es un efecto secundario algo»). Es distinguirse (positivamente) por una
de la lógica estrucrural y distintiva del campo. aportación distintiva. En el inrercambio
Más adelante insistiré sobre este tema. científico, el sabio aporta una «contribución» que
le es reconocida por unos

99
3. ELCArrrALCIENTíFICO, SUSFORMAS 100
actos de reconocimienro público, por ejemplo,
YSU DISTRIBUCIÓN
la referen- cia en forma de cita de las fuentes
de! conocimiento utili- zado. Equivale a decir
Las relaciones de fuerza científicas son unas
que el capital cienrffico es e! pro- ducto del
relaciones de fuerza que se realizan
reconocimiento de los competidores (un acto de
especialrilenre a través de las rela- ciones de
reconocimiento que aporta tanto más capital
conocimiento y de comunicación (Bourdieu.
euanro más reconocido sea el que lo realiza, y,
1982, 2001b). El poder simbólico de tipo
por consiguiente, más autónomo y con mayor
cienrffico sólo se ejerce sobre unos agenres que
capital).
rienen las necesarias cate- gorías de percepción
para conocerlo y reconocerlo. Es un poder El capital científico funciona como un capital
paradójico (y, en cierto sentido, heterónomo) simbóli- co de reconocimiento que circula
que supone la «complicidad» de quien lo primordialmente, y, a veces, de manera
soporta. Pero tengo que recordar, en primer exclusiva, dentro de los límites de! campo
lugar, las propiedades esenciales del capital (aunque pueda ser reconvertido en otros tipos de
simbólico. El capital simbólico es un conjunro capital, especialmente económico): e! peso
de propiedades distintivas que existen en y simbólico de un cientí- fico tiende a variar de
mediante la percepción de agentes dotados de acuerdo con elvalor distintivo de sus
las categorías de -p~Jcep- ción adecuadas, contribuciones y la originalidad que sus
categorías que se adquieren especialmente a colegas-competi- dores reconocen a su
través de la experiencia de la estructura de la aportación distintiva. El concepto de visibility,
distribu- ción de ese capital en el interior del utilizado en la tradición universitaria estadouni-
espacio social o de un microcosmos social dense, sugiere perfectamente el valor
concreto, como el campo científico. El capital diferencial de ese ca- pital que, concenrrado en
cienrífico es un conjunto de pertenencias que un nombre propio conocido y reconocido,
son el producto de actos de conocimiento y de diferencia a su portador del fondo indiferen-
reconoci- mienro realizados por unos agenres ciado en el que se confunden el conjunto de los
investiga- dores anónimos (de acuerdo con la los autores de artículos científicos» confirman la ley de la
concentra-
oposición forma/fondo que está en el centro de
ción que acabo de enunciar: convencidos de una mayor
la teoría de la percepción: de ahí, sin duda, el
visibilidad
rendimienro especial de las metáforas percepti-
automática, los poseedores de premios Nobel pueden
vas, cuya matriz es la oposición entre lo
manifestar
brillante y lo oscu- ro, en la mayoría de las
un conveniente desinterés cediendo el primer puesto. Pero no
taxonomías escolares). vaya
Aunque está estrechamente ligado a él, el repetir aquí con todo detalle la demostración que realicé en el
capital sim- bólico no se confunde con el capital crñ- culo de 1975 (1975a).J
cultural incorporado, o sea, la parte más o El reconocimiento de los colegas que
menos importante de los recursos científicos caracteriza el campo tiende a producir un efecto
acumulados colectivamente y, en teoría, dispo- de cierre. El poder simbólico de tipo científico
nibles que son apropiados y controlados por los sólo puede ejercerse habitual- mente (como
diferentes agentes implicados en el campo. La poder de hacer ver y de hacer creer) si ha sido
posición ocupada por un agente concreto en la ratificado por otros científicos que controlan
estructura de la distribución de ese capital, tal tácita- mente el acceso al ~(gran público», a
como es percibida por los agentes dotados través, sobre todo, de la vulgarización. [El capital
político también es un capital simbóli-
101 co de conocimiento y de reconocimiento o de reputación, pero
de la capacidad de descubrirla y de apreciarla, se consigue ante todos en la lógica del plebiscito.]

es uno de los principios del capital simbólico


que es otorgado por ese agente, en la medida en 102
que contribuye a determinar su valor distintivo, La estructura de la relación de fuerzas que es
su rareza, y en que está, generalmente, constitu- tiva del campo está definida por la
vinculado a su contribución a los avances de la estructura de la distri- bución de las dos
investiga- ción, a su aportación y a su valor especies de capital (temporal y científi- co) que
distintivo. intervienen en el campo científico. Como la
El capital simbólico va al capital simbólico: el autonomía nunca es total y las estrategias de los
campo científico da crédito a los que ya lo agentes comprometidos en el campo son a un
tienen; son los más co- nocidos quienes se tiempo científicas y sociales, el campo es el
benefician de la mayoría de los benefi- cios espacio de dos especies de capital científico: un
simbólicos aparentemente distribuidos a partes capital de autoridad propiamente científica y un
igua- les entre los firmantes en el caso de capital de poder sobre el mundo científico, que
firmantes múltiples o de descubrimientos pue- de ser acumulado por unos caminos que no
múltiples a cargo de personas desigual- mente son estricta- mente científicos (o sea, en
famosas, yeso es así aunque los más conocidos especial, a través de las institu- ciones que
no ocupen la primera fila, lo que les da un conlleva) y que es el principio burocrático de
beneficio suple- mentario, el de aparecer como poderes temporales sobre el campo científico,
desinteresados desde el punto de vista de las como los de ministros y ministerios, decanos,
normas del campo. [En efecto, aunque puedan parecer rectores o administrado- res científicos (estos
desmentirlo, las observaciones de Harriet A. Zuc- poderes temporales son más bien na- cionales,
es decir, están vinculados a las instituciones na-
kerman sobre los «modelos de rango de nominación en el caso
de cionales, especialmente, a las que rigen la
reproducción de las corporaciones de científicos como los puestos de trabajo; y, en la competencia
-como las academias, los comités, las que los enfrenta, los investigadores siempre tienen
comisiones, etcétera-, mientras que el capital que luchar para conquistar sus medios es-
científico es más bien internacional). pecíficos de producción en un campo en el que las
De ello se deduce que cuanto más autónomo es dos es- pecies de capital científico son eficientes.
un campo, más se diferencia la jerarquía basada El tiempo que los investigadores deben dedicar,
en la distri- bución del capital científico, hasta indivi- dual o colectivamente, a las actividades
tomar una forma·inver- sa de la jerarquía basada orientadas hacia la búsqueda de los recursos
en el capital temporal (en deter- minados casos, económicos, subvenciones, con- tratos, empleos,
como las facultades de letras y de ciencias etcétera, varía al igual que la dependencia de su
humanas que he estudiado en Horno actividad científica respecto a esos recursos (y, en
academicus (1984), aparece una estructura se- gundo lugar, según su posición en la jerarquía
del Iaborato- rio): nula, escasa o secundaria en
quiasmática, ya que la distribución de los
disciplinas como las mate- máticas o la historia,
poderes temporales tiene una forma inversa de
resulta muy importante en disciplinas como la
la distribución del poder específico,
física o la sociología. Y las instituciones burocráti-
propiamente científico).
cas encargadas de controlar la distribución de los
Las valoraciones de las obras científicas están recursos, como en Francia los ministerios o el
contami- nadas por el conocimiento de la CNIC, pueden arbi-
posición ocupada en las jerarquías sociales (y
esa contaminación es tanto mayor cuanto más 104
heterónomo es el campo). Así, Cale muestra rrar, teniendo como intermediarios a los
administradores científicos o a las comisiones que
103 no son necesariamente los mejor situados para
que, entre los físicos, la frecuencia de las citas hacerlo científicamente, los conflictos científicos
depende de la universidad de donde proceden, y entre los investigadores.
sabemos que, más ge- neralmente, el capital Los criterios de evaluación siempre esrán en juego
simbólico de un investigador, y, por tanto, la en el campo y siempre existe una lucha respecto a
acogida dispensada a sus trabajos, depende, en los criterios que permiten regular las luchas
buena medida, del capital simbólico de su (controversias). El poder que los administradores
laboratorio. Eso se le escapa a la microsociología científicos ejercen sobre los cam- pos científicos,
constructivista porque las presiones estructurales y que, pese a que las tengan, está lejos de ser
que pesan sobre las prácticas y las estrategias no regido por unas consideraciones estrictamente
son aprehensibles a nivel microsociológico, o sea, científi- cas (sobre todo, cuando se trata de
a la escala del laborarorio, ya que están vinculadas ciencias sociales), puede apoyarse siempre en las
a la posición del laboratorio en el campo. divisiones internas de los campos. y en este
La lógica de las luchas científicas sólo puede ámbito, como en tantos otros, lo que denomino la
entender- se si tomamos en cuenta la dualidad de ley del jdanovismo, según la cual los más
los principios de dominación. Por ejemplo, para su desprovistos de capital específico, es decir, los
realización, las ciencias dependen de dos tipos de menos eminentes según unos criterios
recursos: los propiamente cien- tíficos, en lo estrictamente científicos, tienen tendencia a
esencial incorporados, y los recursos financie- ros recurrir a los poderes externos para reforzarse y,
necesarios para comprar o construir los eventual- mente, triunfar en sus luchas científicas,
instrumentos (como el ciclotrón de Berkeley) o encuentra un te- rreno propicio para su aplicación.
pagar al personal, o los recursos administrativos,
¿Por qué es importante desvelar la estructura del científicas como las posi- bilidades objetivas de
cam- po? Porque, al construir la estructura éxito que se le prometen. Tales tomas de
objetiva de la distri- bución de las propiedades posición son el producto de la relación entre la
vinculadas a los individuos o a las instituciones, posición en el campo y las disposiciones (el
nos dotamos de un instrumento de pre- visión de habitus) de su ocupante. 1 o -xiste ninguna
los comportamientos probables de los agentes que opción científica -elección del ámbito de la
ocupan unas posiciones diferentes en esa investigación, elección de los métodos
distribución. Por ejemplo, fenómenos sobre los utilizados, elección del lugar de publicación,
cuales la «nueva socio- logía de la ciencia» ha elección, bien descrita por Hags- trom (1965:
reclamado la atención, como la cir- culación y el 100), de publicar pronto unos resultados sólo
proceso de consagración y de universaliza- ción de verificados en parte o demorar su publicación
los trabajos. dependen de las posiciones ocupadas hasta que es- tén plenamente controlados- que
en la estructura del campo por los científicos
no sea también una estra- tegia social de
implicados. Se plantea, y se observa, en efecto,
inversión orientada hacia la maximización del
que el espacio de las posiciones dirige (en
beneficio específico, indisociablemente social y
términos de probabilidades) el espa- científico, procurado por el campo y
determinado por la relación entre la posición
105 ylas disposiciones que acabo de enunciar.
cio homólogo de las tomas de posición, es decir,
las estra- tegias y las interacciones. (Esta 106
hipótesis hace desaparecer la separación que En otras palabras, el conocimiento de las
algunos establecen entre la ciencia de los propiedades pertinentes de un agente, y, por
científicos y la ciencia de las obras cienrfficas.) tanto, de su posición en la estructura de la
El conoci- miento de los intereses profesionales distribución, y de sus disposiciones, que casi
(vinculados a la posi- ción y a las disposiciones) siempre están estrechamente correlacionadas
que informan las preferencias puede explicar las con sus propiedades y con su posición, permite
elecciones entre diferentes posibilidades: por prever (o, como mínimo, comprender) sus
ejemplo, en las luchas que, en el siglo XIX, tomas de posición específicas (por ejemplo, la
enfrenta- ban a los químicos y a los físicos, clase de ciencia que se dispone a hacer, normal
estos últimos, pertrecha- dos con un capital y reproductora, o, por el contrario, excéntrica y
físico-matemático, pero mal conocedo- res de la arriesgada). Si se pudiera plantear a una muestra
química, fueron conducidos frecuentemente a de todos los sabios franceses una decena de
errores y situaciones sin salida. preguntas, por un lado, sobre su origen social,
La estructura del campo científico está definida, sus estudios, las posiciones que han ocupado,
en cada momento, por el estado de la etcétera, y, por otro, sobre el tipo de ciencia que
correlación de fuerzas entre los protagonistas de practican (las preguntas, en este caso, serían
la lucha, es decir, por la estructura de la dis- muy difíciles de elaborar y supondrían una
tribución del capital específico (en sus prolongada preinvestiga- ción). creo que sería
diferentes especies) que han podido acumular en posible establecer unas relaciones es- tadísticas
el transcurso de las luchas an- teriores. Esa significativas, como las que he establecido en
estructura es la que atribuye a cada investiga- otros terrenos.
dor, en función de la posición que ocupa en ella, La relación entre el espacio de las posiciones y
tanto sus estrategias y sus tomas de posición el espa- cio de las tomas de posición no es una
relación de reflejo mecánico: el espacio de las variará de acuerdo con el habitus de los
posiciones sólo actúa en cierto modo sobre las matemáti- cos, su competencia específica, su
tomas de posición a través de los habitus de los lugar de formación, et- cétera, y una de las
agentes que aprehenden este espacio, de la mediaciones del efecto del espacio de las
posición que ocupan en él y de la percepción posibilidades sobre las disposiciones son las
que los restantes agentes comprometidos en propias disposiciones. Así pues, vemos que las
dicho espacio tienen de todo o parte de él. El causalidades ad- quieren en sociología unas
espacio de las posiciones, cuando es percibido formas muy complejas: para ser juzgado de
por un habitus adaptado (competente, dotado acuerdo con un efecto del campo de las mate-
del sentido del jue- go), funciona como un máticas, hay que estar «predispuesto»
espacio de las posibilidades, de las di- matemáticamente. En otras palabras, aquel que
ferentes maneras de practicar la ciencia entre las está determinado contribuye a su propia
cuales es posible elegir; cada uno de los agentes determinación, pero a través de unas propieda-
comprometidos en el campo tiene una des, como las disposiciones o las capacidades,
que él no ha determinado. Lo que se
percepción práctica de lasdiferentes rea-
compromete en el hecho de elegir tal o cual
lizaciones de la ciencia, que funciona como una
tema de tesis, o de orientarse hacia talo cual di-
problemd- tica: Esta percepción, esta visión,
rección de la física o de la química, son dos
varía de acuerdo con las disposiciones de los
formas de de- terminación, o sea, del lado del
agentes, y es más o menos completa,
agente, su trayectoria, su carrera, y, del Iado del
campo, del lado del espacio objeti-
107
más o menos amplia; puede dejar de lado y 108
desdeñar, por considerarlos carentes de interés o va, unos ~fectos estructurales que actúan sobre
de importancia, a deter- minados sectores (las el agente en la medida en que está constituido
revoluciones científicas han tenido a menudo el de manera que resul- te «sensible" a tales
efecto de transformar la jerarquía de las impor- efectos y a contribuir de ese modo él mismo al
tancias). La relación entre el espacio de las efecto que se ejerce sobre él. [Sirva esto, sin
posibilidades y las disposiciones puede entrar en discusiones filosóficos sobre el
funcionar como un sistema de cen- sura y determinismo y la libertad, para recordar a los
excluir deJacto, sin ni siquiera plantear filósofos y a otros sociólogos que hocen de filósofos
prohibicio- nes, unos caminos y unos medios de que lo que decimos es a menudo mós complicado de
investigación; el efec- to restrictivo es lo que ellos dicen a propósito de lo que decimos;
directamente proporcional a la medida en que mós incluso, tal vez, de lo que dicen cuando
los agentes están más o menos desprovistos de expresan su pensamiento mós complejo sobre lo
capital simbólico y de capital cultural específico libertad.]
(algunos pueden ser empujados a excluir como La percepción del espacio de las posiciones, que
imposibles -eesto no es para mf»-. determinadas es a un tiempo conocimiento y reconocimiento
opciones que pueden imponerse con absoluta del capital simbólico y contribución a la
naturalidad a otros). constitución de dicho capi- tal (mediante juicios
Para tener un espacio de las posibilidades que se apoyan en indicios como el lugar de
matemáticas que sea aceptado como matemático publicación, la calidad y la cantidad de las
por los restantes ma- temáticos, hay que ser notas, etcétera), permite orientarse en ese
matemático. A partir de ahí, dicho espacio campo. Las diferentes posiciones realizadas,
cuando son aprehendidas por un ha- bitusbien constituyentes de esa estruc- tura; eso quiere
constituido, son otras tantas posibilidades, otras decir que las propiedades, que pueden ser
tantas maneras posibles de hacer lo que hace tratadas como propiedades lógicas, como
aquel que las percibe (de la física o de la rasgos distinti- vos que permiten dividir y
biología), maneras posibles de hacer ya clasificar (enfrentando y jun- randa, como hay
practicadas, ya realizadas, o por realizar, pero que hacer para construir la estructura de la
fac- tibles por la estructura de las posibilidades distribución), son simultáneamente unos retos,
ya realizadas. Un campo contiene unas en tanto que objetos susceptibles de
virtualidades, un futuro proba- ble (que un apropiación, y unas armas, en tanto que
habitus ajustado permite anticipar). El mundo instrumentos posibles de lucha pOt la apropia-
físico tiene unas tendencias inmanentes, y 10
ción, para los grupos que se separan o se
mismo ocu- rre con el social. La ciencia se reúnen respecto a ellas. El espacio de las
propone establecer el estado del mundo y, al propiedades también es un terreno de lucha
mismo tiempo, las tendencias inmanentes de ese pata la apropiación.
mundo, el futuro probable de ese mundo, lo que
Cuando se utiliza una técnica estadística como
no puede suceder (lo imposible) o lo que tiene
el aná- lisis de las correspondencias, se crea
algunas posibilidades, más o menos
un espacio pluridi- mensional en el que se
considerables, de suceder (10 probable) o,
distinguen a un tiempo unas pro- piedades y
también, pero es más raro que la ciencia sea
los poseedores de esas propiedades, mediante
capaz de hacerlo, lo que debe ocurrir de manera
una operación clasificatoria que permite
absoluta- mente necesaria (lo seguro). Conocer
la estructura es ad- caracterizar la es- tructura de dicha
distribución; pero basta con cambiar la
definición de tales propiedades para dejar de
109
considerarlas características distintivas de una
quirir los medios de entender el estado de las
taxonomía clasificatoria
posiciones y de las tornas de posición, pero
también el futuro, la evolu- ción, probable de
110
las posiciones y de las tomas de posi- ción. En
que sirva para diferenciar los agentes y las
suma, como no me canso de repetir, el análisis
propiedades de un espacio estático y verlas
de la estructura, la estática, y el análisis del
como posibilidades en la lucha en el interior
cambio, la diná- mica, son indisociables.
del campo (por ejemplo, la antigüedad o el
La estática y la dinámica son inseparables, ya
hecho de haber publicado muchos premios
que el principio de la dinámica se encuentra
Nobel apare- cen desde esepunto de vista
en la estática del campo, en la correlación de
como uno de los fundamentos del capital
fuerzas que 10 define: el cam- po tiene una
simbólico de una editorial) (Bourdieu, 1999),
estructura objetiva que no es más que la
o, mejor aún, como poderes que definen el
estructura de la distribución (en el sentido a la
futuro previsi- ble de un juego que se jugará
vez estadís- tico y económico de la palabra)
entre agentes poseedores de posibilidades
de las propiedades perti- nemes, y, por tanto,
desiguales desde el punto de vista de la defi-
eficientes, de las posibilidades que ac- túan en
nición del juego.
ese campo (en nuestro caso, el capital
Cabe recurrir aquí, para representar las
científico), y las correlaciones de fuerza
diferentes espe- cies de poder (o de capital), a
la metáfora de las pilas de fi- chas de posibilidades de beneficios. Los dominantes
diferentes colores, que son la materialización imponen, gracias a su mera existencia, como
simul- tánea de las ganancias obtenidas en las norma universal, los principios que introducen
fases precedentes de la partida y de las armas en su pro- pia prácrica. Esto es 10 que hace
susceptibles de ser utilizadas en la cuestionar la innovación revolucionaria, que
continuación del juego, es decir, una especie alrera la estructura de la distribución de las
de síntesis del pasado y del futuro del juego. posibilidades de beneficio, y, con ello, reduce
Se ve con claridad que descri- bir los beneficios de aquellos cuyos beneficios
están vinculados a la antigua estructura. Una
rigurosamente un estado del juego, o sea, la
gran innovación científica pue- de destruir
distribu- ción de las ganancias y de las
infinidad de investigaciones y, de paso, de in-
disponibilidades, es describir a un tiempo el
vestigadores, a pesar de no tener la menor
devenir probable del juego, las oportunidades
intención de perjudicar a nadie: no siempre es
probables de ganancias de los diferentes
cierta la visión mezquina que puede sugerir el
jugadores, y sus es- trategias probables a análisis de las estrategias científicas como
partir del estado de sus recursos (todo ello, maneras de «rivalizar», inspiradas por el deseo
siguiendo la hipótesis de una estrategia de ser el primero o de derrotar a unos
adecuada en la práctica a las opciones de adversarios. Se entiende que las innovaciones
ganancia, o sea, razonable antes que racional, no sean bien acogidas, que susciten resistencias
como es la estrategia del habitus). formidables, que pueden recurrir incluso a la
difamación, muy eficaz contra un capital que,
como cual- quier capital simbólico, esfama,
4. UNA LUCHA REGULADA reputación, etcétera.
Los dominantes imponen de[acto. como norma
Los agentes, con su sistema de disposiciones, uni- versal del valor científico de las
con su competencia, su capital, sus intereses, producciones de los sabios, los principios que
se enfrentan, dentro de ese juego llamado ellos utilizan, de manera consciente o
campo, en una lucha para conseguir el inconsciente, en sus prácticas, especialmente, en
reconocimiento de una manera de conocer (un la elec- ción de sus objetivos, de sus métodos,
objeto y etcétera. Se han constituido en ejemplos, en
realizaciones ejemplares de la práctica
111 científica, en ideal realizado, en normas hechas
un método), y contribuyen de ese modo a
conservar o a transformar el campo de fuerzas. 112
Un pequeño número de agentes y de hombre; su propia práctica se convierte en la
instituciones concentran un capital suficiente medida de todas las cosas, la buena manera de
para apropiarse prioritariamente de los hacer que tiende a desacreditar las otras
beneficios procura- dos por el campo, para maneras. Consagran algunos objetos
consagrándoles sus inversiones y, a través del
ejercer un poder sobre el capital poseído por los
objeto mis- mo de sus inversiones, tienden a
restantes agentes, sobre los pequeños por-
actuar sobre la estructura de las opciones de
tadores de capital científico. El poder sobre el
beneficio y, a partir de ahí, sobre los be-
capital se ejerce, en realidad, mediante el poder
neficios procurados por las diferentes
sobre la estructura de la distribución de las
inversiones. [Así, en la actualidad, el CNIC
aprovecha las estructuras y sobre todo, mós bien, el adversarios dotados de propiedades sociales
léxico de la ciencia estadounidense, e impone, como diferentes que los predisponen a sentirse afines
si fue- ra obvia, la idea de «programa» (de con uno u otro campo. Uno de los objetivos
investigación) o unos modelos institucionales como permanentes de las luchas epistemo- lógicas es
«el Fondo Nacional de la Ciencia» (yeso, cada vez
la valorización de una especie de capital
con mayor frecuencia, a través de personalidades
científi- co, de teórico o de experimentador, por
que, después de haber sido consagradas en los
Estados Unidos, reprodu- cen como lo mejor o lo ejemplo (al ser cada uno de los impugnadores
único posible el modelo que las ha cense- propenso a defender e! tipo de capital de que
está especialmente dorado).
grado).]Los revolucionarios, en lugar de
La definición de los retos de la lucha científica
contentarse con jugar en los límites del juego forma parte de los retos de la lucha científica.
tal como es, con sus principios ob- jetivos de Los dominadores son aquellos que consiguen
imponer la definición de la ciencia según la cual
formación de los premios, transforman el juego
la realización más acabada de la cien- cia
y los principios de formación de los premios.
consiste en tener, ser y hacer lo que ellos tienen,
Por ejemplo, una de las maneras de cambiar el
son o hacen. Por eso se choca sin cesar con la
modo de formación de los premios en vigor,
antinomia de la le- gitimidad: en e! campo
consiste en cambiar el modo de for- mación de
científico, al igual que en muchos otros, no
los productores. Esto explica la violencia que
existe ningún procedimiento para legitimar las
pueden alcanzar las luchas respecto al sistema
pretensiones de legitimidad.
de enseñan- za superior (como podemos
comprobar así que participa- mos en una Las revoluciones científicas conmocionan la
comisión sobre los programas, situación expe- jerarquía de los valores sociales relacionados
rimental absolutamente apasionante: he visto a con las diferentes for- mas de práctica científica,
personas a las que les faltaba un año para la y, por tanto, la jerarquía social de las diferentes
jubilación y que, aparen- temente, no tenían categorías de científicos. Una de las parti-
cularidades de las revoluciones científicas es
ningún interés directo en el asunto, enzarzarse
que introdu- cen una transformación radical al
para defender el mantenimiento de una hora de
tiempo que conservan las adquisiciones
ruso, de geografía o de filosofía en los
anteriores. Las revoluciones, por tanto,
programas, en com- bates que tendían a
conservan las adquisiciones, sin ser por ello
perpetuar todo un sistema de creen- cias o,
revoluciones conservadoras que tiendan a
mejor dicho, de inversiones al perpetuar la
alterar e! presente para res- taurar e! pasado.
estruc- tura del sistema de enseñanza).
Sólo pueden realizarlas personas que

113
114
Las luchas de prioridad suelen enfrentar a quien
sean, en cierto sentido, capitalistas específicos,
ha descubierto un hecho en estado bruto, a
es decir, personas capaces de dominar todas las
menudo una ano- malía respecto al estado del
adquisiciones de la tradición.
conocimiento, ya quien, gra- cias a un
instrumental teórico más avanzado, lo ha Las revoluciones científicas tienen el efecto de
conver- tido en un hecho científico, constitutivo trans- formar la jerarquía de las importancias:
de una nueva manera de concebir el mundo. cosas consideradas sin importancia pueden
Más de una vez las guerras epistemológicas son verse reactivadas por una nueva manera de
de ese tipo y se enfrentan en ellas unos practicar la ciencia, e, inversamente, sectores
enteros de la ciencia pueden caer en la (estudios experimentales contrapuestos a estudios
inactualidad, la ob- solescencia. Las luchas en teóricos).
e! interior de! campo son luchas en busca de ser La disciplina es un campo relativamente estable y
o mantenerse actual. Aquel que introduce una deli- mitado, y, por tanto, relativamente fácil de
nueva manera legítima de hacer revoluciona las identificar: tie- ne un nombre reconocido escolar y
corre- laciones de fuerza e introduce el tiempo. socialmente (es decir, está presente de manera
Si no ocurriera nada, el tiempo no existiría; los clara en las clasificaciones de las bibliotecas,
conservadores quieren abolir el tiempo, como la sociología en oposición, por ejemplo, a la
eternizar el estado actual de! campo, el estado «mediologla»]; está inscrita en unas instituciones,
de la estructura conveniente a sus intereses, ya unos laboratorios, unos departamentos
que en él ocupan la posición dominante, universitarios, unas re- vistas, unas organizaciones
nacionales e internacionales (congresos), unos
mientras que los in- novadores, sin necesidad de
procedimientos de certificación de las
preocuparse de competir con nadie, introducen,
competencias, unos sistemas de retribución, unos
simplemente con su intervención, el cambio y
premios. La disciplina se define mediante la
crean la temporalidad específica del campo. De
posesión de un capi- tal colectivo de métodos y de
ello se desprende que cada campo tiene su
conceptos especializados cuyo dominio constituye
ciempo propio, una cronología única que tiende
el derecho de admisión, tácito o implí- cito, en el
a nivelar en una falsa unilinealidad unas
campo. Produce un «trascendental histórico», el
temporalidades diferentes, las series in-
dependientes correspondientes a los diferentes
habitus disciplinario como sistema de esquemas
de percep- ción y de apreciación (la disciplina
campos que pueden, por otra parte, encontrarse,
incorporada actúa como censura). Se caracteriza
con motivo, es- pecialmente, de las crisis
por un conjunto de condiciones so-
históricas, que tienen como efec- to sincronizar
ciotrascendentales, constitutivas de un estilo.
unos campos dotados de historias y de tem-
[Abro aquí un paréntesis sobre el concepto de
poralidades diferentes.
estilo: los productos de un mismo ha- bifus se
Hasta aquí he dado por supuesto que el sujeto caracterizan por una unidad de estilo (estilo de
de la lucha científica era exclusivamente un vida, mane- ras, escritura de un artista). En la
individuo, un cien- tífico individual. En tradición de la sociología de la ciencia, el tema del
realidad, también puede ser una dis- ciplina o un estilo está presente en Mannheim y en Ludwig
laboratorio. Conviene detenerse un instante en Heck (1980), que habla de «estilo de
la disciplina. En la práctica habitual, cabe hablar pensomiento», es decir, de una «tradición de
indi- ferentemente, refiriéndose a niveles muy presupuestos coropcrtldos» en gran parte
diferentes de la invisibles y

115 116
división del trabajo científico, de disciplina o de jamás cuestionados, así comode «colectivo de
subcam- po o de especialidad (por ejemplo, se pensamiento», comu- nidad de individuos que
hablará de disciplina para designar la química en intercambian regularmente ideas: las ideas
su conjunto, o la química or- gánica, la química compatibles con los presupuestos fundamentales
física orgánica, la química cuántica, et- cétera). de! colectivo son in- tegradas, y las restantes
rechazadas. Obtenemos de ese modotoda una serie
Daryl E. Chubin diferencia (Nye. 1993: 2) la
de hábitos muy próximos que valen a veces para el
dis- ciplina (física), el subcampo (la física de las
conjun- to de una disciplina, y otras para un grupo,
altas energías o de las partículas), la especialidad
un colectivo de pensa- miento que comparte un
(interacciones débiles), la subespccialidad
saber y unos presupuestos sobre la metodo- logía, la ciencia creo que hay que conceder un espacio
la observación, las hipótesis aceptables y los muy amplio a lo que Therry 5hinn (2000)
problemas importantes. Ion Hacking (1992) hablo denomina los «instrumentos troncales»
también de «sistemas cerra- dos de práctica de la (ultracentrifugadora, espectroscopia mediante
investigación» (closed systems of research transformadas de Fourier, láser, contador de
practíce).] El concepto de «estilo» es importante destellos), «instrumentos genéricos;" "cosas
para, por lo menos, designar, señalar con el dedo cpistémicas» (epistemie things) que
una propiedad de las diferentes ciencias, o constituyen «una forma coagulada de conoci-
disciplinas, que ha sido aplastada y obnubilada en
miento teórico» (Shinn, 2000), en la que es
toda la reflexión sobre la ciencia, debido a que la
preciso englo- bar también todas las formas
física y, más exactamente, la física cuántica ha racionalizadas, formalizadas y estandarizadas de
que- dado constituida como modelo. exclusivo de pensamiento, como las matemáticas,
la cientifici- dad, en nombre de un privilegio
susceptibles de funcionar como instrumento de
social convertido en privi- legio epistemológico
descubri- miento, y las reglas del método
por los epistemólogos y los filósofos, escasamente
experimental. Este capital científico de
pertrechados para pensar los efectos de impo-
procedimientos estandarizados, de modelos
sición social que se ejercían sobre su pensamiento.
experimentados, de protocolos reconocidos, que
Las fronteras de la disciplina están protegidas por los in- vestigadores toman prestado y combinan
un derecho de admisión más o menos codificado,
para concebir nuevas teorías o nuevos
estricto y elevado; más o menos visibles, son a
dispositivos experimentales (su ori- ginalidad
veces el objetivo de disputas con las disciplinas puede consistir, a menudo, en una nueva com-
vecinas. Pueden existir algunas intersecciones binación de elementos conocidos), actúa como
entre las disciplinas, algunas de ellas vacías y factor de unificación y antídoto contra las
otras colmadas, que ofrecen la posibilidad de fuerzas centrífugas al im- poner la
extraer unas ideas y unas informaciones de un
incorporación de las reglas que presiden su
número y de una varie- dad más o menos grande
prác- tica (protocolos de utilización). Otro
de fuentes. (La innovación de las ciencias se
principio unificador es, sin duda, el «efecto de
engendra a menudo en las inrersecciones.)
demostración» que ejerce la cien- cia dominante
La noción de campo científico es importante en todo momento y que constituye el prin- cipio
porque recuerda, por un lado, que existe un de los préstamos entre las ciencias.
mínimo de unidad de la ciencia, y, por otro, que
las diferentes disciplinas ocupan una posición en Una disciplina no sólo se define por unas
propiedades intrínsecas, sino también por unas
el espacio (jerarquizado) delas díscíplínasy
propiedades que debe a su posición en el
espacio (jerarquizado) de las disciplinas.
117
que lo que ocurre allí depende parcialmente de
118
esa posi- ción. Me referiré en primer lugar a la
Uno de los más importantes principios de
cuestión de la uni- dad: el campo científico
diferenciación entre las disciplinas es la
puede ser descrito como un con- junto de
importancia del capital de recur- sos colectivos
campos locales (disciplinas) que comparten
(y, en especial, de recursos de tipo teóri- co-
unos intereses (por ejemplo, un interés de
formal) que ha acumulado cada una de ellas, y,
racionalidad que se enfrenta al irracionalismo,
correla- tivamente, la autonomía de que dispone
la anticiencia, etcétera) y unos principios
respecto a las presiones externas, políticas,
mínimos. Entre los principios unificadores de religiosas o económicas. Se- ñalaré, sin más
precisiones, que existen dos principios de pueden ser un factor de cambio científico a
diferenciación/jerarquización entre las través de toda una serie de efectos, de los que
disciplinas: el prin- . cipio temporal y el citaré un único ejemplo, descriro por Ben-David
principio propiamente científico. y Collins en un famoso artículo respecto a lo
que se ha de- nominado «hibridación»: la
Para ilustrar el efecto delos recursos científicos
hibridación, o sea, el hecho de «ajustar los
teóri- co-formales, recordaré las relaciones entre
mérodos y las técnicas de un papel antiguo a los
la física y la quí- mica apoyándome en los libros
materiales de uno nuevo, con la intención
de Nye (1993) y de Pierre Lazlo (2000). La
deliberada de crear un papel nuevo», se produce
oposición entre la física y la química apa- rece
cuando el campo A (la fisiología) ofrece
en todos los niveles de diferenciación y, en
ventajas competitivas en relación al campo B (la
especial, entre la física mecánica, basada en
filosofía) y goza de una consideración inferior a
fundamentos axiomáti- cos y matemáticos, y
la de éste (Ben-David y Collins, 1997): «La
una mera ciencia raxonómica y clasi- ficatoria,
movilidad de los científicos de un ámbito a otro
que se basa en fundamentos descriptivos yempí-
se producirá cuando las posibilidades de éxito
ricos. Pierre Lazlo evoca la experiencia vivida
(por ejemplo, ser reconocido, obtener una
de esa relación objetiva cuando habla (Lazlo,
cátedra siendo aún relativamente joven, apor-
2000: 243) de «sín- drome de Lavoisier» para
tar una contribución excepcional) parezcan
describir el malestar de los quí- micos al ser
escasas en una disciplina determinada, a
llamados químicos: Lavoisier, el gran químico
menudo a causa de la abundan- cia de
del siglo XV1II, preferfa llamarse físico. Ciencia
candidatos en un terreno en el que el número de
descriptiva y empírica, que se ocupaba en tareas
puestos permanece estable. Buscarán mejores
prácticas y aplicadas (abonos, medicamentos,
condiciones de competición. En determinados
cristal, insecticidas) y utilizaba recetas (de ahí la
casos, eso significa que se irán a un terreno cuya
analogía con la cocina), la química siem- pre es
consideración sea relativamente inferior a la de
descrita como una sirvienta (Nye. 1993: 3, 57).
su ámbito de origen. Eso crea las condicio- nes
Lazlo recuerda el easpecto infantil y lúdico de la
de un conflicto de papeles» (Ben-David y
qufmica» (Lazlo, 2000: 243), que, al igual que
Collins, 1997: 80). El investigador resuelve el
las restantes caracte- rísticas ya mencionadas, se
conflicto vinculado a la pérdida de una
inscribe en una homología con la oposición
condición superior en el plano intelec- tual y, tal
entre lo masculino y lo femenino (que reapa-
vez, social «innovando, o sea, adaptando al nue-
rece con toda claridad en la oposición entre
vo papel los métodos y las técnicas del antiguo,
física teórica y química orgánica; véase Nye,
con la in- tención deliberada de crear un papel
1993: 6-7). Al principio de los años treinta del
nuevo) (Ben-David y Collins, 1997: 80), con lo
siglo pasado, la vigorosa entrada en la
que se opera «una hibridación

119
120
química de los físicos (London, Oppenheimer)
de su papel en la que los métodos de la
favoreció la aparición entre los químicos de una
fisiología serán aplicados al material de la
«física molecular» relacionada con la física,
filosofía (en su punto de mayor convergencia, es
dotada de sus revistas periódicas y rebautizada
decir, la psicología), de manera que el in-
de acuerdo con la definición dominante.
novador se diferencia de los profesionales más
Me ha parecido importante introducir la tradiciona- les de la disciplina menos
disciplina porque las luchas disciplinarias considerada» (Ben-David y Co- llins, 1997: 81).
En suma, si abandonamos el lenguaje del cinismo. En primer lugar, tenemos un
inadecuado del «conflicto de papeles» y de la «grupo paradigma» (paradigm group) que se
«hibridación de papeles» y la filosofía de la interesa por el mismo problema de investigación
acción que supone, podría- mos decir (confío y consti- tuye una reserva de contactos
que se percibirá que no se trata de un mero potenciales. A continuación se instauran unas
cambio de lenguaje) que ese fenómeno aparece relaciones teales a través de una «red de
cuando los representantes de una disciplina comunicaciones» (network for communications)
dominante (la filosofía en el caso de Fechner o que au- menta mediante cooptaciones sucesivas.
de Durkheim) se dirigen hacia una disciplina Acto seguido, ve- mos crearse poco a poco un
dominada (la psicología o la sociolo- gía), lo auténtico «grupO») (cluster) por impulso de
que les provoca una pérdida de capital y los Max Delbrück, que organiza e! «curso de
obliga, en cierto modo, para recuperar sus verano sobe los pagos» (summerphage course).
inversiones y proteger su capital amenazado, a El reconoci- miento como grupo se basa en la
ensalzar la disciplina invadida in- troduciendo existencia de un estilo intelectual común
en ella las adquisiciones de la disciplina im- (dogma central) y de una vida social (summer
portada. phage course)así como, evidentemente, en los
Pero la construcción de una disciplina también pri- meros inventos. Al carisma de! líder le
puede ser el objetivo de una empresa colectiva, corresponde un pa- pe! determinante, pues,
orientada por unos agentes que tienden a aunque cometió numerosos errores (por
asegurarse los medios econó- micos y sociales ejemplo, al intentar desviar a Watson de la
para realizar un gran proyecto científico y química), acertó en su elección del (phage
descubrir «elsecreto de la vida) si se da el caso. problem» y en su inten- ción de encontrar «el
Me gusta- ría recordar muy brevemente - secreto de la vida». El paso del esta- do de
convendría poder entrar en rodas los detalles- la clustera la condición de «especialidad»
historia de los denominados (phage uorkers» (speciality) se vio facilitado por la tradición
(trabajadores de los pagos), grupo dotado de una universitaria estadounidense de
cultura diferenciada y de una estructura descentralización y de competición: «La
normativa, las cuales desempeñaron el papel de biología mole- cular consiguió la condición de
factores de integración, especialmente para los departamento al comienzo de los años 196ü.»
estudiantes formados por el grupo (Mullins, En suma, el éxito está marcado por la
1972). Historia ejemplar que muestra el error conversión del carisma en algo habitual. Y así
teórico y práctico que cometen los que creen vemos que sólo cabe entender e! ascenso o el
que es posi- ble extraer del estudio de los declive de una disciplina si se toma en
laboratorios unos principios de estrategias consideración tanto su historia intelectual como
calculadas de «engrandecimiento de uno su historia social, yendo desde las
características so- ciales del líder y de su
121 entorno inicial hasta las propieda-
mismc» y de «golpes políticos» en e! universo
científico. Se evidencia en este caso que, si bien 122
existe todo un traba- jo organizativo de des colectivas del grupo, como su atractivo
constitución de redes, etcétera, todo eso se social y su ca- pacidad de conseguir discípulos.
desarrolla de acuerdo con una lógica que no es, Eso se debe a que el campo científico es, desde
en ab- soluto, la de la intencionalidad, la de! algunos puntos de vista, un campo como los
cálculo, o, para de- cirlo en una sola palabra, la demás, aunque obede- ce a una lógica
específica, que se puede entender sin necesi- utilizar la
dad de apelar a ninguna forma de trascendencia, fórmula predilecto de Feyerabend). porque no todo es posible
y a que es un lugar histórico en el que se 'en el

producen unas verdades rranshistóricas. La mundo. Es bastante sorprendente encontrar una expresión
perfecta
primera, y, sin duda, la fundamental de las
propiedades singulares del campo científico es, de ese postulado en Frege: «Si todo estuviera en un flujo
continuo y
como ya se ha visto, la mayor o menor
limitación de los que tienen acceso a él, que nada se mantuviera fi¡o para siempre, no habría ninguna
posibilidad
hace que cada investigador tienda a no te- ner
más receptores que los investigadores más de conocer el mundo y todo estaría sumido en la confusión»
(Frege, 1953: VII). Este postulado, que no siempre ha sido
adecuados para entenderlo, pero también para
aceptado para el
criticarlo, por no decir refutarlo y desmentirlo.
mundo natural, sigue siendo contestado -en nombre,
La segunda, que da su forma espe- cial al efecto
especialmente,
de censura que supone esa limitación, es e! he-
de la denuncia del «determinismo»-. respecto al mundo
cho de que la lucha científica, a diferencia de la soctoi.]
lucha artís- tica, tiene como objetivo e!
Si el análisis sociológico del funcionamiento del
monopolio de la representación científicamente
cam- po científico no condena, en absoluto, un
legítima de lo «real», y los investigadores, en su
relativismo radi- cal, si se puede y se debe
confrontación, aceptan tácitamente e! arbitraje
admitir que la ciencia es un hecho social
delo «real}, (tal como puede ser producido por totalmente histórico sin concluir por ello que
el equipo teórico y experimental efectivamente sus producciones se refieren a las condiciones
disponible en el momento considerado). Todo históricas y so- ciales de su aparición, está claro
se plantea como si al adoptar una acti- tud que el «sujeto» de la cien- cia no es un colectivo
próxima a lo que los fenomenólogos llaman la integrado (como creían Durkheim y la tradición
«actitud natural" los investigadores se pusieran merroniana), sino un campo, y un campo ab-
de acuerdo, tácita- mente, sobre el ptoyecro de solutamente singular, en el que las correlaciones
ofrecer una representación rea- lista de lo real; de fuerza y de lucha entre los agentes y las
o, más exactamente, aceptaran de modo tá- cito instituciones están some- tidas a unas leyes
la existencia de una realidad objetiva por el específicas (dialógicas y argumentativas) que se
hecho de aceptar el proyecto de buscar y de desprenden de dos propiedades fundamentales,
decir laverdad del mun- do y de aceptar ser es- trechamente vinculadas entre sí: la
criticados, contradichos, refutados, en nombre limitación de los que tienen acceso a él (o la
de la referencia a lo real, constituido de ese concurrencia de los iguales) y el arbitraje de lo
modo en árbitro de la investigación. real, que he enunciado anteriormente. La propia
[Estepostulado ontológico implica otro, el hecho de lógica, lanecesidad lógica, es la norma social de
que exista un sentido, un orden, una lógica, en suma, una categoría especial de universos sociales, los
algo que entender en el campos científi- cos, y se ejerce a través de las
presiones (las censuras, en es- pecial)
123 socialmente instituidas en esos universos.
mundo, sin excluir el mundo social (en contra de lo que Hegel
Para sustentar esa proposición es preciso
deno-
cuestionar todo un conjunto de hábitos mentales
minaba «el ateísmo del mundo scctol»}, de que no se puede
decir
como, por ejemplo, el que inclina a percibir la
relación de conocimiento como
cualquier coso respecto al mundo (<<anything goes», por
124 reconocido, aceptado o,
una relación entre un científico individual y un
objeto. El sujeto de la ciencia no es el científico 125
individual, sino el campo científico en cuanto mejor aún, homologado, en el sentido literal
universo de relaciones objeti- vas de
de la raíz grie- ga, por el conjunto de los
comunicación y de concurrencia reguladas en
instrumentos de comunicación, de
ma- teria de argumentación y de verificación.
conocimiento y de crítica) disponen de un
Los científicos jamás son los «genios
inmenso equipo colectivo de construcción
singulares» en que los convierte la historia
teórica y de verificación o falsificación
hagiográfica: son sujetos colectivos que, en
tanto que historia colectiva incorporada, empírica cuyo dominio se exige a todos los
actualizan toda la his- toria pertinente de su participantes en la competición. (Deseo cirar,
ciencia -pieQso, por ejemplo, en Newton o en una vez más, a Terry Shinn: la ciencia cada
Einsleio.-, y que trabajan en el seno de co- día depende más de toda la tecnología de la
lectivos con unos instrumentos que son en sí investigación [((research tecbno- logy»], que
mismos la historia colectiva objetivada. En tiende progresivamente a su autonomía: para
suma, la ciencia es un in- menso aparato de convertirse en una disciplina que ofrece,
construcción colectiva utilizado de modo siguiendo la lógi- ca de su propio desarrollo,
colectivo. En un campo científico muy nuevas posibilidades a las res- tantes
autónomo, donde el capital colectivo de disciplinas.) Ese equipo no cesa de
recursos acumulados es enor- me, el campo es incrementarse con las nuevas conquistas de la
lo que «elige>; los habitus adecuados para investigación, conquistas en materia de
realizar sus propias tendencias -lo que no quiere conocimiento del objeto que son insepara-
decir que los habitus carezcan de importancia, bles de las conquistas en materia de
en la medida en que determinan la orientación instrumentos de co- nocrrmento.
de las trayectorias individuales en el espacio de [Se precisa menos tiempo para apropiarse de los
las posibilidades ofrecidas por un determi- nado recursos acu- mulados en el estado objetivado (en los
estado del campo-, mientras que en un campo libros, los instrumentos, etcé- tera) del que ha hecho
cuya autonomía esté incesantemente amenazada falta para acumularlos, lo que es (junto con la
-como el de la sociología, que interesa a muchas división del trabajo) una de los razones de la
personas que quisieran ponerlo a su servicio, capacidad acumu- ladora de la ciencia y del progreso
científico. Si un matemátíco de veinte años puede
etcétera- los habitus contribuyen mucho, a
dominar suficientemente las conquistas históricas de
menos que se ejerza una vigilancia especial, a su disciplíno para aportar cosas nuevas, se debe, en
orientar las prácticas. parte, a las virtudes de la formalización y a las
La lucha científica también debe su capacidades de condensación generativa que
especificidad (y éste podría ser el tercer proporcíona. lelbniz había intuido ese fenómeno
principio de diferencias respecto a la lucha cuando defendía, en contra de Descartes, el papel de
lo que él de- nominaba la evidenfia ex terminis, la
artística, "también caracterizada, en sus estadios
evidencia que surge de la pro- pia lógica de las
más avanzados, por la limitación de los que
fórmulas lógicas de típo algebraico, de sus trans-
tienen acceso a ella) al hecho de que los formaciones, de sus desarrollos, y que se opone a la
competidores por el monopolio de la evidencio cartesiana (especialmente, en cuanto es
representación legítima de la realidad objetiva independiente de las fluc- tuaciones de la
(legíti- mo significa susceptible de ser inteligencia o de lo atención), de la que permite
prescindir.] como árbitro el veredicto de la experien- cia,
es decir, de lo que los investigadores
concuerdan en considerar como 10 real, 10
126 verdadero es el conjunto de las
5. HISTORIA Y VERDAD representaciones consideradas verdaderas
porque son pro-
La objetividad es un producto social del
campo que depende de los presupuestos 127
aceptados en ese campo, espe- cialmente, en ducidas de acuerdo con las reglas que definen
lo que se refiere a la manera legítima de re- la produc- ción de lo verdadero; es aquello en
gular los conflictos (por ejemplo, la lo que concuerdan unos competidores que
coherencia entre los hechos y la teoría o la concuerdan en los principios de verifica- ción,
replicabilidad). Los principios de la lógica y en los métodos comunes de legitimación de
del método experimental intervienen
las hipó- tests.En un universo como e! de la
permanente- mente en su puesta en práctica
con morivo de las transac- ciones y de las ciencia las construcciones individuales, que
negociaciones que acompañan el proceso de
siempre son, en realidad, construccio- nes
publicación y de universalización. Las reglas colectivas, están comprometidas en unas
epistemoló- gicas no son más que las reglas y
transacciones que no están reguladas por las
las regularidades socia- les inscritas en las
reglas trascendentes de una epistemología o
estructuras y/o en los babitus, especial- mente,
de una metodología, y ni siquiera, de la ló-
en lo que se refiere a la manera de conducir
gica, sino por los principios de sociabilidad
una discusión (las reglas de argumentación) y impuestos espe- cíficamente por la
de regular un conflicto. Los investigadores
pertenencia al campo, los que hacen que si los
detienen su experimentación cuando piensan
ignoramos o los transgredimos quedemos
que su experimento es adecuado a las nor- excluidos de él. Pienso en este momento en
mas de su ciencia y puede afrontar las críticas
una descripción de los te- rribles tratamientos,
anticipadas. [Vemos que el discurso científico está
a vecestremendamente agresivos, a los que
sometido o la ley general de la producción de
puede versesometido e! autor de una
discursa, producción que siempre está orientada por
la anticipación (inconsciente, o partir de las comunicación en un seminario, y que son
disposiciones) de los beneficios, positivoso perfectamente legítimos, irrepro- chables
negativos, propuestos por un mercado de- terminado, incluso, en la medida en que son ejercidos, de
y que codo participante se enfrenta a un determinado ma- nera formalmente impecable, por los
es- tado del mercado, es decir, de censura social que poseedores de! domi- nio de las reglas
anticipa (Bour- dieu, 1982, 2001 b).] El implícitas tácitamente aceptadas por todos
conocimiento científico es lo que ha aquellos que entran en e!juego (Tompkins,
sobrevivido a las objeciones y es capaz de 1988).
resistir a las obje- ciones futuras. La opinión
El tácito derecho de admisión asociado a la
validada es la que es reconocida, por 10
illusio ordi- naria que define la pertenencia al
menos negativamente, porque ya no suscita
campo científico llevaim- plícita la aceptación
objecio- nes pertinentes, o carece de mejor
de! estado de las normas que se refieren a la
explicación. En unas lu- chas que aceptan
validación de un hecho cienrffico, y, más expresado -homologéin- (y no sólo en la
exactamente, al reconocimiento del principio dialéctica entre la hipótesis y el experimento).
mismo de la razón dialécti- ca: el hecho de El hecho sólo se con- vierte realmente en
jugar el juego de la discusión, del diálogo (en hecho científico si es reconocido. La
su sentido socrático), de someter sus construcción está determinada socialmente
experiencias y sus cálculos al examen crítico, por partida doble: en primer lugar, por la
de comprometerse a responder de su posición del laboratorio o del científico en el
pensamiento ante losdemás, yeso de manera campo; y. en segundo lugar, por las ca-
respon- sable, es decir, en la constancia con tegorías de percepción asociadas a la posición
uno mismo, sin contra- dicción, en suma, del receptor (el efecto de imposición y de
obedeciendo a los principios prácticos de un autoridad es tanto mayor cuanto peor es la
éthos de la argumentación. El conocimiento posición del receptor).
no se basa El hecho científico sólo queda completamenre
realiza- do como tal cuando se realiza por la
128 totalidad del campo y todo el mundo colabora
en la evidencia subjetiva de un individuo por convertirlo en un hecho co- nocido y
aislado, sino en la experiencia colectiva, reconocido: por ejemplo, los receptores de un
regulada a partir de las normas de co-
municación y argumentación. 129
Se deduce de ahí que la visión bachelardiana descubrimiento colaboran en su verificación al
del tra- bajo científico, que he resumido en la intentar (inútilmente) destruirla, refutarla.
fórmula «el hecho científico es conquistado, Verificado, significa co- lectivamente validado
construido y verificado», tiene que ser en un trabajo de comunicación que culmina en
ampliada y completada. Pensamos el reconocimiento universal (dentro del limite
tácitamente que la construcción debe ser del campo, es decir, del universo de los
validada por la experiencia, en una relación- conocedores com- petentes). La idea verdadera
posee una fuerza intrínseca en el interior del
entre el-experimentador y su objeto. En
universo cientifico en determinadas condi-
realidad, el proceso de validación del
ciones sociales. Es una fuerza de convicción
conocimienro como legitimación (que
que se impo- ne al adversario competidor que
asegura el monopolio de la opinión cien-
intenta refutarla y que se ve obligado a rendir
tífica legítima) implica la relación entre el las armas. Los adversarios colaboran en el
sujeto y el obje- to, pero también la relación trabajo de verificación mediante las tareas de
entre los sujetos y. muy espe- cialmente, las crítica, corrección y refutación que desarrollan.
relaciones entre los sujetos en relación al
¿Cómo es posible que unos investigadores que
objeto (insistiré sobre ello). El hecho es compi- ten entre sí por el monopolio de la
conquistado, construido y verificado en·y por
verdad lleguen a la ho- mologéin, a decir lo
la comunicación dialécti- ca entre los sujetos, mismo, a estar de acuerdo? [Paréntesis: o las
o sea, a través del proceso de verifica- ción y ciencias sociales, y muy especialmente a la
de producción colectiva de la verdad, en y por sociología, les cuesta trabajo imponer eso ambición
la negociación y la transacción, así como por del monopolio, inscrita, sin embargo, en el hecho de
la homologa- ción, que es su ratificación que «la verdad es uno», porque en nom- bre, entre
mediante el consenso explícita- mente otras cosos, de una contaminación de orden
científico por unos principios del orden político y de de observa- dores y de comunicabilidad en una
la democracia, se que- rria que lo verdad fuero comunidad intersubje- tiva". La objetividad
«plural», como se dice actualmente, y que diferentes depende del «acuerdo de una clase de
poderes de dimensiones simbólicos, políticos y observadores respecto a lo que está registrado
religiosas, sobre lodo, y, de manera muyespecial,
en los apara- tos de medición en una situación
periodísticos, estuvieran ar- mados socialmente para
reivindicar con posibilidades de éxito el derecho a experimental bien preci- sa". Así que podemos
decir lo verdadero sobre el mundo soclcl.] La decir que no existe una realidad ob- jetiva
homolo- géin, el acuerdo racional, es el independiente de las condiciones de su
producto del diálogo, de la discusión, pero no de observación sin poner en duda el hecho de que
cualquier diálogo, sino de un diálo- go sometido lo que se manifiesta, una vez determinadas
a las reglas de la dialéctica (he recordado en las dichas condiciones, conserva un ca- rácter de
objetividad.
Méditations pascaliennes (I997), dentro de un
breve re- sumen de una investigación Cabe también invocar, en esta perspectiva, los
emprendida por mí hace ya bastante tiempo, en análisis de [ean-Claude Passeron que muestran
colaboración con Jean Bollack, sobre el paso de las maneras espe- ciales con que el lenguaje
la razón analítica a la razón lógica en la Grecia teórico se articula sobre los pro- tocolos
antigua, que el desarrollo progresivo de la empíricos (Passeron, en prensa: 106-107), o la
dialéctica y del idea de lan Hacking según la cual existe una
correspon- dencia entre una teoría, y los
instrumentos que utiliza:
130
diálogo regulado acompaña la aparición de un
campo filo- sófico en el que se construye 131
progresivamente la educación del pensamiento «Creamos un instrumental que engendra unas
educado en y mediante la cual los adver- sarios situaciones que confirman las teorías; juzgamos
aprenden a ponerse de acuerdo sobre los este instrumental a partir de su capacidad para
terrenos de desacuerdo y sobre los medios de producir unas situaciones que encajen»
regular las diferencias). (Hacking, 1992: 54). La inconmensurabilidad
procede de! hecho de que «los fenómenos son
El trabajo de verificación y la homologéin que
producidos por unas técnicas fundamentalmente
lo ratifi- ca y lo consagra suponen el acuerdo de
diferentes y unas teorías diferentes que
los observadores so- bre el principio de la
responden a unos fenómenos dife- rentes que
homologación. Jacques Merleau- Ponty describe
sólo están débilmente (looseIJ) conectados»
la aparición. en las ciencias de los siglos XIX y
(Hacking, 1992, 57).
xx, de la idea de una «comunidad que se define
median- te las operaciones que permiten a cada Vemos que, si bien han tenido e! mérito de
uno de sus miem- bros ponerse de acuerdo con subrayar la contribución que e! proceso de
los demás» (Merleau-Ponry, 1965). La circulación, olvidado por la epistemología
invariante ya no se define mediante lo inmuta- tradicional, aporta a la construcción de! he- cho
ble, sino por medio de da identidad para toda científico, los estudios de laboratorio han
una clase de observadores». La definición de la olvidado o considerablemente infravalorado la
lógica inseparablemen- te social e intelectual de
objetividad que se dedu- ce de ahí ya no se basa
en la operación de un individuo aislado que está esa circulación y los efectos de control lógico y
pendiente de la naturaleza, sino que hace empírico, y, a través de ahí, de universali-
intervenir <da idea de identidad para una clase zación que produce. La circulación crítica es un
proceso de desprivatización, de publicación, en verdad social se encuentra al término del
e! doble sentido de oficialización y de enfrentamiento, y es preciso, por tanto, dis- frutar de
universalización, que culmina en lo que Eugene una posición fuerte en los revistas, las editoriales,
Carfield denomina (daobliteración de la fuente etcétera, para derrotar socialmente a los adversarios.]
de las ideas, de los métodos y de los Pero existe otra manera de pervertir la lógica de
descubrimientos median- te su incorporación al la ofi- cialización-universalización que ha
conocimiento admitido» (Oarfield, 1975). (La pasado a ser posible gracias a que cabe copiar e
mayor consagración que puede conocer un in- imitar las apariencias de la uni- versalidad. En
vestigador consiste en poder llamarse autor de mi trabajo sobre Heidegger, L 'ontologie po-
conceptos, de efectos, etcétera, que han pasado litique de Martin Heidegger (I988a), intenté
a ser anónimos, sin su- jero.) A este respecto, describir el proceso mediante e! cual cabe
cabe recordar e! bellísimo análisis de Gerald conferir las apariencias de la sistematización y
Holton que muestra cómo Robert Millikan con- de la necesidad a un léxico, que, de ese modo,
quistó el asentimiento (assent) respecto a su se presenta como independiente de! agente
trabajo con gotas de aceite porque se preocupó históri- co que lo produce y de las condiciones
de publicar sU5 expe- riencias privadas sociales de las que es producto. Podría dar mil
(Holron, 1978). Desde esta perspectiva ejemplos, sacados de la litera- tura sociológica
adquieren todo su sentido los estudios que y, sobre todo, económica, de trabajo so- cial de
tienden a en- tender la compleja transición de la neutralización semejante que, imitando los
«privacy» dellaborato- rio a la «publiciry» del efectos de universalización de las ciencias de la
campo, como los de Owen Hanna- naturaleza, puede producir unos efectos
científicos absolutamente engaño-
132
way (1988) o Srephen Shapin (1988). Los 133
episremólogos desconocen este paso y la sos. Me habría gustado disponer de tiempo para
transmutación que origina, pero los sociólogos leer y co- mentar en este lugar una extensa carta
que identifican publicación con publicidad de Wassily Leontief titulada «Academic
tampoco tienen mejores medios de entender su Economics» (Leontief 1982), a pro- pósito de la
lógica, in- separablemente epistemológica y economía, que muestra que esa disciplina sus-
social, la misma que define el proceso tenta su autoridad científica en una organización
sociológico de verificación. colectiva autoritaria que tiende a mantener la
creencia colectiva y la disciplina de los
[En efeclo, si bien es conveniente tomar en
«miembros más jóvenes del profesorado
consideración el papel de la «publicación»,
entendido como el hecho de hacer pú- blico, de darse universitario» (youngerfaculty members).
a conocer (6ffentlichkeit), ésta no es una forma de El proceso de despersonalización, de
publicidad o de relaciones públicas, como pcreceh universalización y de desparticularización cuyo
creer algunos defensores de lo nueva sociología de lo resultado es el hecho científi- co tiene un
ciencia, sin dudo, de bue- no fe, cuando inlentan
número de posibilidades de realizarse directa-
poner su idea de éxito al servicio del éxito de sus
mente proporcional al grado de autonomía y de
ideas y actúan de acuerdo con su imagen de Jos
científicos, que ven a su imagen y semejanza... Al
internacio- nalizacién del campo (de todos los
poner en práctica su visión del mundo científico, campos especializados, el científico es, sin
pretenden crear unos redes en las cuales se duda, elque está menos encerrado en las
constituyo el reconocimiento de su importando: la fronteras nacionales y aquel donde el peso
relativo de los «nacionales- es menor: el grado propósito de la repre- sentación científicamente
de internacionalización, que podemos medir con legítima deben su especificidad (convendría
diferentes indicadores, como, por ejemplo, la decir su excepcionalidad) al hecho de que, a
lengua utilizada, los lugares de publicación, na- diferencia, y de manera muy especial, de lo que
cionales o extranjeros, etcétera, es uno de los se observa en el campo artístico, la lógica de la
buenos índi- ces del grado de autonomía). Citaré competencia conduce (o fuerza) a los científicos
aquí a Ben-David: «La consecución del a utilizar en cada momento to- dos los
reconocimiento científico es, generalmen- te, un instrumentos de conocimiento disponibles y
proceso supraracional y, por 10 menos hasta todos los medios de verificación acumulados a
cierto punto, supradisciplinario; los efectos de lo largo de roda la historia de la ciencia, y a
cualquier prejuicio en el juicio resultan, por conceder, de ese modo, toda su eficacia al poder
tanto, minimizados) (Ben-David, 1997: 283) de arbitraje de la «realidad» (construida y
Como, según he dicho anteriormente, el capi- estructurada de acuerdo con unos principios
tal temporal está más vinculado a las socialmente definidos).
organizaciones nacio- nales, a las instituciones Sustituir la relación entre un sujeto (el
temporalmente dominantes, como las científico) y un objeto por una relación entre los
academias, y dependientes de unas autoridades sujetos (el conjunto de los agentes
tempo- rales, sean económicas o políticas, el comprometidos en el campo) acerca de la rela-
proceso de universali- zación adquirirá casi ción entre el sujeto (el científico) y su objeto
necesariamente la forma de una inrer-
conduce a rechazar, simultáneamente, tanto la
nacionalización vista como desnacionalización.
ingenua visión realis- ta, según la cual el
En efecto, lo internacional es un recurso contra discurso científico es un reflejo directo de la
los poderes temporales nacionales,
realidad, un mero registro, como la visión
especialmente, en las situa- construc- tivista relativista, según la cual el
discurso científico es el
134
ciones de autonomía débil. Y citaré aquí, una 135
vez más, a Ben-David: «El científico expulsado
producto de una construcción, orientada por
de su disciplina por una autoridad tenía varios
unos intere- sesy unas estructuras cognitivas,
tribunales de apelación a su dis- posición.
que producirá unas visio- nes múltiples,
Podría proponer su artículo a varias revistas,
subdeterminadas por el mundo, de dicho
pre- sentarlo en forma de libro a toda la
comunidad científica, como hizo Darwin, o mundo. [Cabría observcr de pcecdc que el
confirmar su teoría mediante expe- rimentos reicñvlsmo se basa en un reolismo, o seo, por
ejemplo. en la verificación de que exis- ten
sensacionales, como Pasteur y Koch. Todos
tnterpretcclooes diversos y variables de una realidad
estos recursos se presentaban ante organismos y
que no ha cambiado; o que lo que 10$ cientihcos
públicos com- pletamente independientes de los
dicen se opone a lo que, en realidad, hccen.] La
organismos de enseñan- za y de investigación,
ciencia es una construcción que hace
y, frecuentemente, conIobjetivos
interdisciplinarios y de composición
aparecer un descubrimiento irreductible a la
internacional» (Ben- David, 1997: 279). construcción y a las condiciones sociales que
lo han hecho posible.
¿Cuáles son las consecuencias propiamente
epistemo- lógicas de esos análisis? Las luchas a De la misma manera que es preciso superar la
alterna- tiva del construcrivismo idealista y descubren y desvelan a bombo y platillos, y
del positivismo realista en pos de un todos seguimos fingiendo que la desconoce-
racionalismo realista que sostiene que la mos y que las cosas ocurren de otra manera. Y
construcción científica es la condición del si el home- naje que el vicio tributa a la virtud
acceso a la lle- gada de lo «real» que es tan unánime y tan indiscutido, y está tan
llamamos descubrimiento, es preciso superar poderosamente asentado en todas las
la oposición entre la visión ingenuamente estrategias de universalización, se debe a que
idealiza- da de la «comunidad científica), lo esen- cial, al margen incluso de que
como reino encantado de los fines de la razón estemos obligados a trans- gredir la regla,
y la visión cínica que reduce los inter- consiste en evitar la denuncia de la regla que
cambios entre científicos a la brutalidad sustenta la creencia (illusio) del grupo al
calculada de las correlaciones de fuerzas ratificar las prácticas, sin embargo comunes,
políticas. La visión pesimista de la ciencia que la transgreden y la contradicen. En muy
sólo ve la mitad de la verdad: olvida que,
buena parte la ciencia avanza porque se
tanto en la ciencia como en la existencia
consigue creer y hacer creer que avanza tal
común, las estrategias de oficialización a
como se dice que avanza, en especial, en los
través de las cuales nos «(ponemos en regla"
libros de epistemología, y porque esta ficción
forman parte de la realidad de la misma
colectiva mantenida colectivamente si- gue
manera que las transgresiones de la regla
constituyendo la norma ideal de las prácricas.
oficial, y contribuyen a la perpe- tuación y a
Podemos regresar ahora a la cuestión que
la afirmación de la regla y de la creencia en la
regla, sin lo cual desaparecen la regularidad y había plan- teado al comienzo, la de las
la conformi- dad mínima, exterior y formal, a relaciones entre la verdad y la historia, que
la regla. está en elcentro de la lucha secular entre la fi-
La estratagema de la razón científica consiste losofíay las ciencias sociales; comenzando,
en con- vertir el azar y la contingencia en como no he de- jado de repetir, por rechazar
necesidad, y hacer de esa necesidad social una los dos términos de la alterna- tiva
virtud científica. La visión oficial de la ciencia habitualmente admitida, por un lado el
es una hipocresía colectiva adecuada para absolutismo logicista que pretende dar unos
garan- tizar el mínimo de creencia común que fundamentos lógicos a priorial conocimiento
se precisa para el científico, y por otro el relativismo
historicista. Pero, en primer lugar, tengo que
trazar a gran- des rasgos la línea general de la
136
trayectoria que quiero se- guir: en un primer
funcionamiento de un orden social; la otra
momento he sustituido las condiciones
cara de la cien- cia es a un tiempo
universales y los apriorismos kantianos por
universalmente conocida por todos aquellos
unas condicio-
que intervienen en eljuego y unánimemente
disi- mulada, como un secreto a voces (los
economistas habla- rán de common 137
knowledge) celosamente guardado. Todos nes y unos apriorismos socialmente
conocen la verdad de las prácticas científicas, constituidos, igual que hizo Durkheim en el
que los nue- vos sociólogos de la ciencia caso de la religión y los principios re- ligiosos
de clasificación y de construcción del mundo trascendentales que, teniendo las mismas
en Les formes élémentaires de la uie estructuras
religieuse y en su artículo sobre «Les formes
primitives de classification»: en un se- gundo 138
momento, me gustaría mostrar de qué manera cognitivas, se han puesto de acuerdo
el proceso de hisrorización del interrogante universalmente sobre 10 universal. La
kantiano está obligado a concluir con una objetividad, la verdad y elconocimiento no se
objetivación científica del su- jeto de la refieren a una relación de correspondencia
objetivación, una sociología del sujeto que entre el espí- ritu humano y una realidad
cono- ce en su generalidad y en su independiente del espíritu. Al insistir sobre el
particularidad, es decir, en suma, por lo que hecho de que no tenemos accesoal conoci-
denomino una tentativa de reflexividad, que miento de las «cosas en sí», Kant rechaza
apunta a objetivar el inconsciente cualquier inter- pretación realista. Pero con
trascendental que el sujeto que conoce invirtió ello no pretende proponer una explicación del
sin saberlo en sus actos de cono- cimiento o, funcionamiento de la ciencia natural consi-
si se prefiere, su babitus como trascendental derada como un fenómeno empírico;
histórico, del que cabe decir que existe a distingue, por el con- trario, entre la misión
priori en tanto que estructura estructurante «trascendental» de la filosofía, o sea¡ la
que organiza la percepción y la estimación de enunciación de las condiciones necesarias del
cualquier experiencia y aposteriorien tan- to conoci- miento auténticamente científico, de
que estructura estructurada producida por toda la estructura espacio- temporal que permite
una se- rie de aprendizajes colectivos o los fenómenos, y la misión «empíri- ca» de las
individuales. diferentes ciencias.
Para evitar que, como sucede con tanta Es, sin embargo, dentro de una perspectiva
frecuencia, la aportación de la sociología kantiana, aunque totalmente excluida por
coexista en un plano paralelo, pero sociale Kant en nombre del corte entre lo
intelectualmente inferior (la jerarquía también trascendental y lo empírico, donde me he
está presente en los cerebros), con una situado al asumir como objeto la búsqueda de
tradición de refle- xión dominante las condiciones so- ciotrascendentaies del
prácticamente intacta e inmutable, recor- daré conocimiento, es decir, de la estructu- ra
que, en una perspectiva kantiana, la social o sociocognitiva (y no únicamente
objetividad es in- tersubjetividad. validación cognitiva), empíricamente detectable (el
intersubjetiva, y se opone, por tanto, a campo, etcétera), que permi- te la existencia
cualquier forma de realismo que tienda a de fenómenos como los que aprehenden las
fundar la verdad en la «adecuación de la cosa diferentes ciencias o, más exactamente, la
y de la mente»; pero Kant no describe los construcción del objeto científico y del hecho
procedimientos empíricos con los que científico.
consigue este acuerdo intersubjetivo, del que Los positivistas lógicos siguen planteando que
se admite, o plantea apriori, en nombre del la obje- tividad científica sólo es posible
corte entre lo trascendental y lo empírico, que gracias a una construcción matemática a
está basado en el acuerdo de las concien- cias priori que debe ser impuesta a la naturaleza
para que una ciencia empírica de la naturaleza que, en 1934, plantea que no existe una
sea posible. Pero esa estructura matemática noción de validez univer- sal independiente de
subyacente no es, como pretendía Kant. la las reglas concretas y diversas de los cálculos
expresión de leyes eternas y universales del formalmente especificabies, todos ellos
pensamiento. Esas construcciones posibles y legítimos por un igual. Las
apriorísticas tienen que ser descritas mediante nociones de «racionalidad» o de objetividad
lenguajes. Y aquí es donde reen- contramos a son «relativas» a la elección de tal o cual
Henri Poincaré, que, al reflexionar acerca de lenguaje o marco lingüístico. Las especiales
reglas lingüís- ticas de un campo lingüístico
139 determinado definen lo que se considera
la geometría no euclidiana, insiste en el hecho correcto. La elección entre diferentes marcos
de que tales construcciones tienen que ser sólo puede ser el efecto de una libre
descritas como «convencio- nes libres). convención goberna- da por criterios
[Henri Poincaré llama «convenciones» a los pragmáticos y no racionales. De ahí el
principios científicos que no son ni principio de tolerancia. En un artículo titulado
evidencias, ni generalizaciones experimen- «Empiri-
tales, ni hipótesis planteadas a modo de
conjetura con la intención de lograr su 140
verificación. «los axiomas matemáticos no cism, Semantics and Ontology» (1950),
son opinio- nessintéticas apriorísticas ni Carnap distingue las cuestiones internas y las
hechos experimentales. Son convenció- nes, y cuestiones externas: las prime- ras se plantean
nuestra elección, entre todas las convenciones en los límites de un marco lingüístico y cabe
posibles, estó guiada por hechos responderles dentro de los límites de las
experimentales; pero sigue siendo libre, y sólo reglas lógicas de ese marco lingüístico ya
está limitada por la necesidad de evitar elegido y aceptado, respecto a las cuales las
cualquier contradicción» {Poincaré, 1968, nociones de objetividad, de racionalidad, de
segunda parte, capítulo 111). la geometría validez y de verdad tienen un sentido. Las
euclidia- na noes lo más verdadera, sino la cuestiones ex- ternas afectan a la elección
mós cómoda (poincoré, 1968, segunda parte, entre diferentes marcos lingüís- ticos, elección
capítulo IV). Insiste también en el hecho de que obedece a criterios puramente pragmá-
que tales convenciones no son «arbitrarias», ticos de ajuste a tal o cual fin.
sino quetienen un «origen expe- rimental».] La diferenciación de Carnap es absolutamente
En realidad, Poincaré introduce e! lobo análoga a la diferenciación de Kuhn entre
socioló- gico en el rebaño matemático y en la ciencia normal y ciencia revolucionaria: las
visión siempre un poco bucólica que ese actividades de resolución de enigmas
rebaño estimula con la palabra «con- (<<puzzle-solving») de la ciencia normal se
vención», cuyas implicaciones sociales no apoyan en el trasfondo de un paradigma
acaba de desarro- llar, pues se limita a poner generalmente aceptado que define, de manera
en cuestión la idea de validez universal y a relativamente indiscutida, lo que puede valer
invitar a preguntarse las condiciones sociales como una solución correcta o incorrecta. En
de dicha validez convencional. las si- tuaciones revolucionarias, por el
Poincaré está muy cerca del Rudolf Carnap contrario, el único marco de trasfondo que
puede definir la «corrección. es a su vez desempeñan un papel central en las
cuestionado. Entonces es cuando nos Investigaciones filosóficas, son interpre-
enfrentamos a la elección entre unos tados como si se refirieran a unas actividades
paradigmas concurrentes y fallan los criterios scciolingüís- ricas asociadas a unos grupos
trascendentes de racionalidad. Y la aparición socioculturales concretos en los que las
de un nuevo consenso sólo puede explicarse prácticas estuvieran reguladas por unas normas
mediante facto- res no racionales. convencionalmente adoptadas por los grupos
implicados (Bloar,1983).
Así pues, el cuestionamienro de los criterios
universa- les de racionalidad ya estaba En contra de la lectura de Bloor se invoca el
hecho de que Wittgenstein procura presentar
prefigurado en la tradición filosófica que
únicamente ejemplos imaginarios y concibe la
había evolucionado de un universalismo
filosofía que propone como fun- damentalmente
«trascendental» de tipo kantiano a una noción
no empírica: como no cesa de recordar, su
de la racio- nalidad ya relativizada, como en
trabajo no se refiere a la «ciencia natural», ni
el caso de Carnap. Kuhn se limita a recuperar
tampoco a la «historia narural», ya que está
la tradición kantiana de! apriorismo, pero capacitado para «producir una historia natural
tomado en un sentido relativizado e ficticia» para las necesidades de su in-
hisrorizado, o) más exactamente, vestigación (Wittgenstein, 1953). Se limitará a
sociologizado, como en el caso de Dur- describir las múltiples utilizaciones del lenguaje
kheim, a quien cabría atribuir la paternidad de en nuestra comuni- dad lingüística (y no unas
la idea de comunidades sociocognitivas competidoras).

141 142
condiciones sociotrascendentales. La En las Observaciones filosóficas, especie de
filosofía, estrechamente ligada con la ciencia, ha lógica tras- cendental de tipo kantiano que
evolucionado hacia una concep- ción de la tiende a describir los pre- supuestos o
racionalidad relativizada y convencionalista, condiciones de posibilidad absolutamente
próxima a la sociología de la ciencia, pero que necesarias de cualquier pensamiento sobre lo
no toma en consideración los factores sociales real (Fried- man, 1996), Wittgenstein abandona
responsables de la acep- tación consensual del el absolutismo lógico del Tractatus en favor de
marco lingüístico de Carnap o el pa- radigma de una especie de pluralismo lin- güístico: no sólo
Kuhn. existen varios marcos lógico-matemáticos.
Aquí es donde cabe plantear la cuestión de la como en el caso de Carnap, sino también varios
lectura sociológica de Wittgenstein, que, como lenguajes que permiten construir el mundo. Pero
se ha visto, ocupa un lugar muy importante en la los comentaristas de Wittgenstein tienen razón
intersección de la filosofía y de la sociología de al observar que si bien re- chaza todas las
la ciencia desde que David Bloor se apoyó en él justificaciones y todos los fundamentos úl-
para fundar una teoría de la ciencia según la timos y sostiene con firmeza que somos
cual la racionalidad, la objetividad y la verdad nosotros quienes damos sentido y fuerza a las
son nocio- nes socioculturales locales, leyes lógico-matemáticas a través de la manera
convenciones adoptadas e im- puestas por unos de aplicárnoslas, no llega hasta el pun- to de
grupos concretos: los conceptos de «jue- go de sustentar la necesidad de esas leyes en el
lenguaje» y de «forma de vida», que acuerdo y la convención. Son «leyes del
pensamiento» que expresan la esencia del
espíritu humano y que, por dicha razón, deben
ser objeto de una investigación no empírica, o,
como dice Wittgenstein, «gramatical».

Pero más que elegir entre una lectura


«sociológica» (a la manera de Bloor) y una
lectura «gramatical» de Witt- genstein, preferiría
mostrar que es posible mantener la
normatividad de los principios «gramaticales»,
sin los cua- les no existe pensamiento posible,
sin dejar de reconocer el carácter histórico y
social de cualquier pensamiento hu- mano; que
es posible plantear la historicidad radical de las
normas lógicas y salvar la razón, yeso sin
ningún juego de manos transcendental y sin
eximir a la propia razón socio- lógica del
cuestionamiento que la sociología hace experi-
mentar a cualquier pensamiento.
[Entre paréntesis, deseo decir que la referencia a las
dos lectu- ras posibles de Wittgenstein tiene el
mérito de plantear con cbsolo-

143

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