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La formación de un historiador marxista

The formation of a Marxist historian

Josep Fontana
Universitat Pompeu Fabra

Ser «un historiador marxista» consiste, cubrí, trabajando en la Universidad de


en mi opinión, en participar en un amplio Liverpool, la historiografía marxista bri-
campo intelectual que va más allá de las tánica, que vivía en los años cincuenta y se-
codificaciones más o menos dogmáticas senta unos momentos de vitalidad creativa,
que forman lo que algunos entienden por que culminaron con la aparición en 1963 de
«marxismo», para seguir el método que The Making of the English Working Class de
Marx proponía en 1879, cuatro años antes E.P. Thompson y con la publicación por Eric
de su muerte, de «observar el curso actual Hobsbawm en 1964 del fragmento de los
de los acontecimientos hasta que lleguen a Grundrisse de Marx dedicado a las forma-
su maduración antes de poder ‘consumirlos ciones económicas precapitalistas, al que
productivamente’, esto es ‘teóricamente’». antepuso una introducción provocativa,
Mis primeras lecciones de historia mar- que incitaba a lecturas heterodoxas —esto
xista las recibí desde 1957 de Pierre Vilar, es, no dogmáticas— de los textos de Marx.
maestro y amigo, cuya visión integradora le Una tercera y profunda influencia nació
llevaba a definir de este modo un concepto del descubrimiento, en un viaje a Italia, de
fundamental como el de «modo de produc- los Quaderni del carcere de Antonio Grams-
ción»: ci, con los conceptos de hegemonía y do-
minio, y la importancia dada al papel de la
«un sistema coherente de sociedad, cuya cultura.
coherencia se basa simultáneamente en la Los viajes y estancias en América Lati-
lógica propia de su funcionamiento eco- na me permitieron añadir lo que apren-
nómico […], en el sistema de relaciones dí, por ejemplo, de los investigadores que
sociales que este funcionamiento implica transformaron nuestra comprensión de la
y condiciona, en el conjunto institucional, historia de los Andes, como John V. Murra,
jurídico y político que garantiza su funcio- antiguo militante de las brigadas interna-
namiento y en el sistema de representacio- cionales en la guerra civil española, con
nes ideológicas y de actitudes mentales que su visión del «control vertical de los pisos
las clases dominantes tienden a imponer a ecológicos» y como Carlos Sempat Assa-
la sociedad entera con el objeto de mante- dourian y Enrique Tandeter, que nos reve-
ner las relaciones fundamentales». laron la forma en que se utilizaba el traba-
jo indígena. O como el malogrado Alberto
Fue también por entonces cuando des- Flores Galindo, que en diciembre de 1989,

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Dossier: Marx y la Historia, 1818-2018

Obreros de un taller parisino en junio de 1905 (Fuente: Bibliothèque Historique de la Ville de Paris).

cuando sabía que su muerte era inminente, apresuraron a renegar de ella.


escribía: «Aunque muchos de mis amigos No sucedió lo mismo en la Europa occi-
ya no piensen como antes, yo, por el con- dental, salvo en el caso de Francia, donde
trario, pienso que todavía siguen vigentes la oleada revisionista se llevó por delante
los ideales que originaron el socialismo […]. la chatarra del «estructuralismo marxis-
Las puertas al socialismo no están cerra- ta», con defecciones como las del antiguo
das, pero se requiere pensar en otras vías. estalinista Emmanuel Le Roy Ladurie, a la
Un socialismo construido sobre otras bases, vez que se aprovechaba la oportunidad del
que recoja también los sueños, las esperan- segundo centenario de la Revolución fran-
zas, los deseos de la gente». cesa para iniciar una campaña reaccionaria.
A los que he de añadir, cuando menos, En Gran Bretaña, en cambio, E.P. Thomp-
los nombres de dos cubanos, Juan Pérez de son publicaba en 1991 Customs in Common
la Riva y, sobre todo, mi amigo Manuel Mo- y Eric Hobsbawm en 1994 The Age of Extre-
reno Fraginals, autor de una obra maestra mes, la parte final del conjunto de sus «eras».
como El Ingenio, a quien nunca se le permi- Surgían, al propio tiempo, voces nuevas
tió enseñar en la universidad, víctima del en el marxismo, como la del activista e his-
uso político del marxismo por parte de go- toriador bengalí Ranahit Guha, inspirador
biernos que confundían la ortodoxia doc- del movimiento de los «subaltern studies»,
trinal con la disciplina de partido. a quien el estudio de la colonización le llevó
Que esta ortodoxia tenía escaso valor se a la denuncia del uso de la «historia univer-
pudo ver en 1989, cuando, al hundirse el sal» como herramienta de «un dominio sin
«socialismo realmente existente», los «in- hegemonía», para ir más allá, denunciando
telectuales orgánicos» de estos países se también la historiografía nacionalista de

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La formación de un historiador marxista Josep Fontana

la India, y exigir una nueva forma de na- Pero fue sobre todo la difusión en los
rración histórica no lineal, que rechace el años ochenta de las ideas expuestas por
hábito de interpretarlo todo en función de Walter Benjamin, con motivo de la publi-
la legitimación del Estado. La exigencia de cación de los materiales de Das Passagen
Guha de una nueva forma de narración que Werk lo que volvió a poner en circulación
sea capaz de recoger todas las voces de la la exigencia de una historia no lineal. Una
historia plantea un desafío que no somos exigencia cuya dificultad queda ilustrada
todavía capaces de resolver. por la propia existencia de Das Passagen
La condena de las explicaciones lineales Werk, que es a la vez un monumento y un
que encadenan causas y efectos, habituales campo de ruinas.
en la narrativa de los historiadores, había Estos últimos años nos han dado además
sido planteada ya por el economista nor- la sorpresa de encontrarnos con un grupo
teamericano Edward J. Nell, que proponía de historiadores norteamericanos, como
reemplazarlas por interpretaciones basa- Sven Beckert y Edward Baptist, que están
das en «redes factoriales de relaciones mu- abordando de manera original e inteligente
tuamente dependientes», más adecuadas la historia del capitalismo.
para explicar el complejo juego de interre- La formación de un historiador marxista
laciones que se producen en una sociedad. debe mantenerse siempre activa.

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Dossier: Marx y la Historia, 1818-2018

Obrero mecánico trabajando en una máquina de vapor en EEUU, 1920 (Foto: Lewis W. Hine,
fuente: National Archives and Records Administration).

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