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La famosa portada. Esta niña tiene facciones claramente europeas, pero como
veremos en esta serie de artículos, no es de los tipos raciales más llamativos
que uno puede llegar a encontrarse en Oriente.
Alejandro Magno. Según las fuentes históricas (como el tomo I del "Scripta
Physiognomica" de Polemón, Siglo II EC, donde habla de la "raza griega";
Plutarco, en su "Vida de Alejandro", 4.4; o Aelio, en su "Varia Historia",12.14),
Alejandro Magno era rubio algo oscuro, de estatura mediana, de tez muy
blanca con tendencia al sonrojamiento en la cara y entorno al pecho, y tenía un
ojo marrón y otro azul.
Entre 1223 y 1259, Oriente Medio fue arrollado por las hordas
mongolas. El dominio mongol, bajo el punto de vista cultural no
aportó absolutamente nada (al contrario, destruyeron numerosas
obras iranias), mientras que para el punto de vista racial, supuso un
cierto influjo de sangre mongólida en estas zonas mediante la
violación y el rapto, pero también se caracterizó por el genocidio y la
erradicación de pueblos enteros. No pocos son de la opinión de que
zonas como Afganistán aun serían "blancas" hoy en día de no ser por
los mongoles.
Tipos raciales sirios corrientes. Arriba, imágenes de las Fuerzas Armadas sirias.
Abajo, sirios disponiéndose a enterrar el cadáver de un compatriota muerto en
un ataque estadounidense-israelí.
El Presidente sirio, Bashar Al-Assad.
Niña irakí.
El iraquí Izzat Ibrahim al-Duri, heredero de Saddam Hussein. Podría pasar
perfectamente por inglés.
Niño árabe. Lugar desconocido.
Irakíes.
En esta parte, nos moveremos más hacia el Este para ver las huellas
de presencia europea que encierra, dejando para la tercera y última
parte los notables casos de Afganistán y Pakistán. Prestaremos
atención a India, ese mundo fascinante que constituye casi un
continente por sí mismo, una gran lección en materias raciales y,
además, depositaria de muchas enseñanzas paganas arias que en
Europa quedaron en gran medida borradas por el Cristianismo. A
pesar de la total y absoluta tercermundistización del país, y del hecho
de que las castas bajas, genéticamente tercermundistas, se
reproducen a un ritmo literalmente aterrador, India nos sigue
brindando señales curiosísimas, a ser interpretadas en clave racial.
TAYIKISTÁN
Tayicas.
INDIA —CASTAS Y MEZCLA
Muchos nacionalistas hindúes rechazan la más que documentada y
genéticamente demostrada invasión aria de India allá por el 1500
AEC, porque son conscientes de lo "peligroso" que es eso a la hora de
convertir su país en zona de influencia geopolítica europea. De hecho,
lo primero que hicieron los ingleses cuando se enteraron de que el
sánscrito estaba emparentado con los idiomas europeos, fue utilizarlo
para "justificar" su ocupación de India y su establecimiento como
casta dominante, puesto que ellos serían una "segunda oleada" aria y
pretendían constituir una "nueva casta", más elevada que cualquiera
de las que ya había allí.
La otra cara de la moneda: fiesta en algún barrio bien de Mumbai. Si las dos
imágenes anteriores se corresponden con lo que sería la "clase baja" de India y
los bajos fondos, esta imagen se corresponde, en cambio, con la clase alta, un
sector social de decenas de millones de personas con buena educación,
influencia cultural anglosajona y un enorme poder adquisitivo, que viven en
fastuosos barrios de lujo entre el tercermundismo más atroz, utilizando el inglés
(un inglés francamente degradado) como lingua franca para superar la maraña
de idiomas y dialectos que proliferan en India y que entorpecen la coordinación
entre los centros productivos donde tiene lugar el esfuerzo económico que saca
el país adelante. El tipo racial, aunque sigue siendo netamente oriental, es ya
muchísimo más claro que el de la foto anterior.
Además de ir por castas sociales, el tema racial en India tiene mucho que ver
con la zona: el Norte tiende a ser más "claro" que el Sur, especialmente cuando
más hacia el noroeste del país (Cachemira), de donde sin duda irrumpió la
invasión aria. Arriba tenemos a un grupo de muchachas de etnia garhwali en la
provincia de Uttarakand (norte-centro del país, compartiendo frontera con el
oeste de Nepal y el sur de Tibet). Abajo tenemos a un grupo de individuos de
etnia irular, en la región de Tamil Nadu, sureste de India, frente a la isla de Sri
Lanka. En el sur de India hay 180 millones de personas que aun hablan lenguas
dravídicas.
Las regiones (Uttarakand y Tamil Nadu) de los dos ejemplos puestos arriba
están a más de 2.000 km el uno del otro, la misma distancia que media entre
Suecia y Sicilia. Y es que India, más que un país, es todo un subcontinente.
Izquierda: mujer de la tribu marya, India central. Derecha: mujer de una zona
rural de Bengala Occidental.
En este apartado veremos los dos polos de la sociedad hindú, tanto los más
europeizados como los menos europeizados. Pero como no queremos ser
simplistas, dejamos claro que las grandes masas de la población hindú se
componen de individuos del tipo intermedio, de una mezcla hace tiempo
"estabilizada", como los que vemos en estas dos fotos de escenas en Mumbai.
LOS INDO-ARIOS Y LOS ORÍGENES DE LA
CIVILIZACIÓN HINDÚ
Retrocedamos a antes del año 1500 AEC. Desde Europa del Este, las
culturas semi-bárbaras (Yamnaya, Poltovka, Hacha de Combate del
Volga, Sintashta-Petrovka, Andronovo, etc.), han lanzado sobre el
mundo una vasta corriente migratoria que, cual onda expansiva, se
extendió por Europa, Noráfrica y Asia, modificando profundamente
aquellas tierras para siempre. Uno de los pueblos de esa migración
eran los iranios, que se llamaban a sí mismos arya ("los nobles").
Este pueblo viajó en forma de "convoy" siempre hacia Oriente,
pasando por las estepas rusas (de ellos proceden los escitas, alanos y
sármatas) y Asia Menor (los mitanios y hari). Como vanguardia, estos
pueblos contaban con hermandades de hombres jóvenes, cazadores y
guerreros que, montados en caballos y carros de guerra, se
adueñaron de las llanuras orientales, aterrorizando la zona y dándole
el toque de gracia a las culturas nativas, maduras para caer.
La piel negra, odiada por Indra, será borrada del cielo. (IX, 73.5).
Con la rápida bebida, el bebedor del Soma creció en poder, el dios del
hierro, con barba amarilla y cabello amarillo. (Indra, 10.96.8).
Pashtún.
Niños pashtunes.
Semnan, campo de refugiados afganos en Irán.
Si hay un "caso afgano" que merezca ser tratado aparte, es sin duda
el caso de Nuristán. El nombre de Nuristán es de cuño reciente, pues
antiguamente era conocido como Kafiristán, siendo kafir la palabra
musulmana para designar a los "no-creyentes", "infieles", "herejes",
"paganos", "ingratos" e incluso "cerdos". Kuffar es el plural de la
palabra, significa campesinos (equivaldría al pagus latino, palabra de
la que deriva "pagano", y que significa precisamente campesino).
PAKISTÁN
Hombre de etnia burusho, Cachemira. Los burusho engloban a los hunza, a los
que veremos después, y las tradiciones locales los asocian con la idea de
"Shangri-La", o fortaleza mística oculta en las montañas.
Muchachas de etnia burusho, Cachemira.
Los hunza
En verde la zona de Hunza. En verde más claro zonas que quizás podrían
considerarse parte de Hunza. Nótese que se encuentra en Cachemira, zona
administrada por Pakistán pero reclamada por India.
Con diferencia, ésta es sin duda la etnia más interesante de todas las
que veremos en esta serie de artículos. Los kalash se encuentran en
la zona de Chitral, que es la provincia pakistaní que limita
directamente con Nuristán. Desde siempre, a Chitral se le considera
una zona más "clara" fenotípicamente que Nuristán, quizás porque, a
diferencia de Nuristán, jamás fue islamizada y, por lo tanto,
arabizada.
Los kalash son los últimos paganos de esa zona, siendo su religión
más antigua que el budismo o que el Islam, y estando sus rituales
emparentados con los de la India védica, teniendo, por tanto, un
origen sumamente lejano que ya nadie puede establecer. Los kalash
se suponían alrededor de 100.000 individuos en 1900, y ahora sus
números se encuentran entre 3.000 y 6.000, es decir, están
prácticamente en el umbral de la extinción. Actualmente están muy
discriminados y mal vistos por el resto de la población pakistaní, no
por el asunto racial, sino porque estos individuos son paganos, viven
completamente al margen del Islam y además sus mujeres disfrutan
de unas libertades que son impensables para las musulmanas,
interpretándose tal libertad como promiscuidad e impiedad. A los
kalash les está permitido el alcohol, y es interesante cómo los
hombres llevan bigote en lugar de la típica barba musulmana.
Un yak de Tíbet. Este animal, descendiente del uro y por tanto emparentado
con el ganado vacuno del resto del mundo, es la base de la subsistencia de
muchos pueblos centroasiáticos.
Xinjiang.
Uigur.
Uigur.
Uigur.
Uigur.
Uigur.
Uigur.
Etnia desconocida.
Etnia desconocida.
Tayico.
Tayica.
Kirguís.
Kirguís.
Kirguís.
Kirguís, cerca del lago Karakul.
Kazaco.
Etnia desconocida.
Etnia desconocida.
Etnia desconocida.
Etnia desconocida.
Etnia desconocida.
El caso de Liqian
Liqian o Lichien es una población de la provincia china de Gansu,
donde algunos de sus habitantes exhiben rasgos morfológicos
asociados al hombre europeo, sugiriendo algunos un origen romano y
otros que fue fundada por soldados capturados en una guerra que
mantuvo la dinastía china Han contra los hunos.
La posible influencia romana en Liqian fue sugerida por primera vez
por Homer Dubs, un profesor de historia china en la universidad de
Oxford. Para él, los soldados extranjeros capturados por los chinos en
la batalla contra los hunos, no eran sino los supervivientes de la
"legión perdida" de Craso, general romano cuya historia ya hemos
visto en otro artículo. Craso había sido derrotado por los partos en el
año 53 AEC, pero algunas leyendas narraban que 145 legionarios
fueron apresados y vagaron durante años por Persia y Asia Central.
17 años después, los chinos capturaban a una unidad militar enemiga
que luchaba "en formación de escamas de pez" (tortuga romana).
Según Dubs, esta unidad estaba compuesta por legionarios romanos
que habían sobrevivido haciéndose mercenarios.
Se han analizado los genes de 87 personas en Liqian y se ha hallado mucho
linaje DE. Sin embargo, lo más parecido que se ha encontrado a una
influencia europea ha sido un descendiente del linaje paterno R1a (indo-
iranios, eslavos). Es cierto que la muestra es muy pequeña y que deberían
ser analizadas más personas, pero en un pueblo supuestamente
descendiente de romanos, uno esperaría encontrarse haplogrupos como el
R1b o el J2, entre otros. Sean los habitantes de Liqian descendientes de
romanos o sean simplemente otra penetración (o reducto) de pueblos R1a,
se trata de un caso étnico interesante que merece atención.
MONGOLIA
Los actuales mongoles ―que en todo caso no son los mismos que
conquistaron el imperio hace ocho siglos― escriben su idioma en
caracteres cirílicos (rusos, de origen griego) y se encuentran
dispersos, no sólo por Mongolia, sino por algunos territorios chinos (la
Mongolia Interior) y rusos.
erritorios donde se hablan lenguas mongolas. En naranja, las fronteras del
imperio de Genghis Khan.
El Islam en China
En la actualidad, menos del 2% de la población china practica el Islam, sin embargo, la cifra
no resulta insignificante al tener en cuenta que en el país residen más de 1.300 millones de
personas. Este grupo minoritario se encuentra disperso por todo el territorio, aunque una
parte importante se concentra en la zona noroeste y en la provincia de Sinkiang, donde
habitan nueve grupos étnicos que profesan esta religión, conservando lenguas y estructuras
sociales propias,[1] mientras que la mayoría musulmana de habla china, los hui, reside por
todo el país en pequeñas comunidades.
La provincia de Sinkiang se encuentra en un área periférica del territorio, por lo que no fue
integrada de forma definitiva en la administración china hasta finales del siglo XIX, ya que
la presencia de las dinastías imperiales en la región se dio de forma intermitente. Por ello,
este lugar se ha visto marcado por las múltiples invasiones de pueblos indo-europeos,
turcos y mongoles, y actuó como puerta de acceso de diferentes corrientes religiosas.
Mapa de China sobre el que se indican las principales zonas donde habita la población
musulmana (fuente: Spikethenews).
Se han planteado una serie de factores que han favorecido la permanencia del Islam como
religión minoritaria en el seno de la cultura china. Debemos tener presente que la cultura
china es hábil en la asimilación de influencias extranjeras, pero tuvo que lidiar con la
presencia de una cultura extraña (y con una personalidad tan definida) dentro de sus
fronteras. No obstante, el Islam no estaba arraigado en un territorio determinado, ni
tampoco se concentraba en amplios grupos poblacionales, sino que los musulmanes
siempre se encontraron dispersos entre los principales núcleos urbanos del país. Además,
este credo no era uniforme, ya que dentro de la minoría encontramos esos pequeños grupos
éticos que mantienen características propias. A ello se añade que la lejanía de estas tierras
implicó que los musulmanes de la región estableciesen pocos contactos con las grandes
corrientes de la fe, por lo que no se dio con frecuencia la presencia de intelectuales en el
país, ni la llegada de nuevos movimientos.
Los primeros contactos de los árabes con China tuvieron un carácter comercial. Las
caravanas procedentes de la Península Arábiga llegaron al Imperio, al menos, dos siglos
antes del nacimiento del Profeta Mahoma (570-632). El comercio por tierra, a través de los
caminos de la Ruta de la Seda, y por mar, a través de los puertos del sur del país, fue la
principal vía de intercambio cultural entre el este y el oeste del continente asiático. Por ello,
es posible que algunos árabes se asentasen en ciudades costeras, como Cantón
(Guangzhou), con anterioridad a la Hégira.[2]
Se considera el año 651 la fecha clave de la llegada del Islam a este territorio. Al fallecer el
Profeta, fue sucedido al frente de la nueva religión por los llamados “califas ortodoxos”: Abû
Bakr (632-634), Umar (634-644), Uthmân (644-656) y Alí (656-661). Ellos desarrollaron
una importante política expansiva por la Península Arábiga, el norte de África y Asia. El
califa Uthmân envió una embajada a la corte china, que fue recibida con honores en
Chang’an (actual Xi’an) en el año 651, estableciendo así los primeros contactos oficiales
entre el mundo islámico y la China de la dinastía Tang (618-907). Desde entonces, hasta
798 se enviaron treinta y siete embajadas de Arabia, y las relaciones diplomáticas
continuaron durante el califato abasí (750-1258), pero más tarde, las guerras que tuvieron
lugar al oeste del continente implicaron el progresivo abandono de las rutas comerciales
terrestres, cobrando mayor importancia la comunicación marítima.
Todavía existe una versión legendaria del acontecimiento, que afirma que la llegada de los
primeros árabes a la región sucedió unos años antes, cuando el tío materno del Profeta,
Saʿd ibn Abî Waqqâs, y cuatro compañeros, desembarcaron en la costa de Cantón en el año
632, procedentes de Medina. El grupo se dirigiría a la capital, donde serían recibidos por el
emperador Tang Gaozong (645-683), al que pidieron permiso para construir tres mezquitas
que serían erigidas en Xi’an, Nankín y Cantón. La tradición cuenta que Abî Waqqâs se
estableció en Cantón, donde falleció y fue enterrado; la que se cree su tumba, es
considerada por los musulmanes chinos el edificio islámico más antiguo del país.
Los primeros pobladores musulmanes de China fueron comerciantes árabes y persas que se
establecieron en la capital, Xi’an, y en las ciudades costeras como Cantón, Quanzhou,
Yangzhou y Hangzhou. Los nuevos habitantes residieron en barrios separados del resto de
la población, donde crearon las primeras mezquitas y cementerios, mantuvieron su modo
de vida conservando sus nombres árabes, su vestimenta y su lengua, y practicaron su
religión de forma independiente. Además, establecieron lazos matrimoniales con mujeres
nativas, ya que con frecuencia eran compradas por los comerciantes, de manera que la
comunidad musulmana fue creciendo con el tiempo, iniciando su asimilación étnica y
dando lugar a los conocidos hui, que se dispersaron por toda China. Las antiguas mezquitas
construidas en estas ciudades conservan estelas de piedra que recuerdan a aquellos
comerciantes extranjeros.
El testimonio de algunos viajeros nos aporta información al respecto. El relato más antiguo
conservado es un manuscrito árabe titulado Akhbâr al-Ṣîn wa’l-Hind (“Las notas de la
China y la India”), que contiene los relatos de dos viajeros árabes, fechados en el siglo IX. El
manuscrito se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia, y fue copiado tres siglos
después de esta visita y recoge la conversación de uno de los árabes con Ibn Wahab, un
comerciante musulmán que se había entrevistado con el emperador Tang. El relato nos
proporciona datos verdaderamente interesantes, pero en él no se alude a la existencia de
mezquitas ni se menciona a musulmanes que residieran en el lugar.
La dinastía Song (960-1279) contó con mercenarios de esta religión a su servicio, ya que un
grupo de jóvenes árabes ayudó al emperador Shenzong (1048-1085) en su guerra contra el
Imperio Liao. Tras su misión, el emperador concedió un título honorífico al líder de los
guerreros y les invitó a establecerse en las tierras obtenidas en el noreste de China, de
manera que un gran número de musulmanes se instalaron en la zona en torno al año 1070.
Una década después, miles de hombres y mujeres se asentaron en los territorios del norte y
del noreste, y así el emperador colonizó la zona que separaba a los chinos de los pueblos
nómadas del norte. Por otro lado, se conoce que en este momento los niños musulmanes
eran educados en la cultura tradicional china, con el fin de adaptarles a la sociedad.
Cuando las tropas de Gengis Kan (c. 1062-1227) se desplazaron hacia el oeste, los
musulmanes que se habían establecido a lo lago de los caminos de la Ruta de la Seda
terminaron uniéndose a su ejército o huyendo hacia el este, donde muchos se asentaron en
la zona de Sinkiang e incluso penetraron hasta Gansu y Ningxia. El emperador Kublai Kan
(1271-1294), nieto de Gengis Kan, invadió China con un ejercitó que incluía miles de
soldados musulmanes traídos de las conquistas del resto del continente. Tras tomar el
control, inaugurando la dinastía Yuan (1279-1368), les otorgó cargos de altos funcionarios
en el gobierno central y en los gobiernos provinciales, siendo también decretados
ciudadanos de segundo rango.
La tolerancia religiosa de la dinastía Yuan propició que los seguidores del Profeta y otros
grupos religiosos se instalasen bajo el Imperio. La población musulmana creció
considerablemente, de manera que el Islam se convirtió en una de las principales religiones
del país. Durante este periodo, se establecieron colonias mercantiles en las zonas costeras, y
estos nuevos moradores trajeron consigo grandes avances técnicos en el campo de la
ingeniería, la medicina, el transporte, el comercio, la agricultura y la artesanía. Asimismo,
se crearon mezquitas y madrazas (escuelas de estudios religiosos o seculares), y también se
estableció una red de albergues que permitió gozar de mayor seguridad a los viajeros.
Ibn Baṭṭûṭa es conocido como “el viajero del Islam”, y en el relato de sus aventuras habla de
la vida de los musulmanes en China bajo este periodo. Debido a los problemas cronológicos
que plantea la obra, se cree que visitó el país en torno al año 1346, y al menos estuvo en las
ciudades portuarias de Quanzhou y Hangzhou. Este marroquí relata que los mahometanos
eran respetados y residían en las ciudades en barrios separados que incluían mezquitas.
Nos señala que estas gentes se alegraban mucho al recibir visitas de correligionarios
extranjeros y que todas las ciudades contaban con un jeque (superior que gobierna un
determinado territorio o provincia) y con un cadí (juez que atiende las causas civiles y actúa
como gobernador y líder religioso) que controlaban la comunidad. Ibn Baṭṭûṭa habla incluso
de la existencia de zagüías (escuelas o monasterios religiosos), de zocos y de los albergues
para viajeros.
Algo más tarde tuvieron lugar las hazañas del famoso marino Zheng He, un gran navegante
de etnia hui, que viajó a través del Océano Índico en siete ocasiones durante el siglo XV. Él
envió embajadas a La Meca y dibujó un mapa de Tierra Santa, mejorando las
peregrinaciones. Una lápida funeraria le honra en la ciudad de Nankín, aunque bajo ella no
se hallan restos algunos.
Lápida funeraria del marino Zheng He, Nankín.
Cuando los manchúes conquistaron China y establecieron la dinastía Qing (1644-1911) estos
creyentes protagonizaron distintas rebeliones. En este momento se creó un clima de
violencia hacia la cultura y la religión islámica, que fue especialmente intenso a lo largo del
siglo XIX, sumiendo en el caos las zonas del norte del Imperio. Durante este periodo, los
seguidores del Profeta trataron de vivir su religión de forma discreta, ocultándola en las
calles, y construyeron sus mezquitas sin minaretes que pudieran llamar la atención o
rivalizar con los templos chinos.
Cúpula del interior del alminar, Gran mezquita de Xi’an (fuente: BrokenSphere).
A lo largo de los siglos, la convivencia de dos culturas con estéticas tan propias produjo una
asimilación de formas y soluciones que dio lugar a unas manifestaciones artísticas únicas en
el mundo islámico. Es interesante ver cómo las primeras mezquitas construidas en la región
mantuvieron las formas características de la arquitectura religiosa islámica, y con el tiempo
fueron diluyéndose entre las formas de la arquitectura tradicional china, especialmente
bajo la dinastía Ming. Así que puede resultarnos curioso encontrar escritura árabe en la
característica porcelana china, o mezquitas que toman el aspecto de templos chinos, donde
se desarrollan trabajos de caligrafía con caracteres chinos y con letras árabes sobre los
mismos muros. Estos aspectos artísticos los trataremos en detalle en artículos posteriores.
[1] Estos grupos étnicos son los uigures, kazajos, tayikos, kirguís,
uzbekos, tatar, dongxiang, salar y bao’an. Con la excepción del pueblo tayiko, en China se
practica un Islam suní de tradición Ḥanafî, una de las principales escuelas jurídicas suníes.
[2] La Hégira indica la migración del Profeta Mahoma desde La Meca a Medina en el año
622 y supone el inicio del calendario musulmán.
El islam en China
04/03/2005 - Autor: Revista Báraka del Centro Sufi Naqshbandi Valencia-Samarqan -
Fuente:Es.geocities.com/andalus_samarqand
1400
china
islam
mundo islamico
pueda
resultar
sobrevivido
sorprendente
1
musulmanes_china
Saad ibn Abi Waqqas (ra), uno de los compañeros del profeta Muhammad (s),
dirigía la delegación que traía regalos así como el sistema de creencias del Islam
a la China, en el año 650 d.C. Según la tradición de los Musulmanes Chinos, este
acontecimiento es considerado el nacimiento del Islam en China.
A medida que pasaba el tiempo, las relaciones entre las comunidades chinas y
musulmanas continuaron mejorando. Muchos hombres de negocios, visitantes,
y comerciantes musulmanes comenzaron a venir a China por razones
comerciales y religiosas. Los árabes ya habían establecido comercio en el área
antes del profeta Muhammad (s). Los Omeyas y los Abbásidas enviarían seis
delegaciones a China, que fueron recibidas con gusto por los Chinos. Los
musulmanes que immigraron a China eventualmente, comenzaron a tener un
gran impacto e influencia económica en el país. Dominaron virtualmente el
negocio de importación/exportación durante la dinastía Sung (960 - 1279 E.C.).
De hecho, la oficina del Director General de Envíos durante este período, fue
encabezada constantemente por un musulmán.
Además de los éxitos económicos que los musulmanes gozaron durante estas y
posteriores épocas, fueron reconocidos generalmente como gentes justas,
observantes de la ley y autodisciplinadas. Así, no hay referencias de sentimiento
anti-musulmán apreciable de parte de la gente (china) de Han. Un ejemplo
interesante de esta síntesis de los musulmanes chinos fue el proceso por el cual
se cambiaron sus nombres. Muchos musulmanes que se casaron con mujeres de
Han adquirieron simplemente el nombre de la esposa. Otros tomaron los
apellidos chinos de Mo, Mai, y Mu -nombres adoptados por Musulmanes que
tenía los nombres Muhammad, Mustafa, y Masoud. Otros que no pudieron
encontrar ningún apellido chino similar al suyo propio adoptaron el carácter
chino que se asemejaba lo más de cerca posible a su nombre - Ha para Hasan,
Hu para Hussein, o Sai para Said, etcétera.
Con el tiempo, los musulmanes comenzarían a hablar los dialectos de los Han y
a leer en chino. Bien avanzada la era de los Ming, los musulmanes no podrían
ser distinguidos de otros chinos con excepción de sus costumbres religiosos
únicas. Por esta razón, nuevamente, había poca fricción entre el chino
musulmán y el no musulmán.
No obstante, con la subida al poder de la dinastía Ching (1644 - 1911 E.C.) esto
cambiará. Los Ching eran manchures (no Han) y eran una minoría en China.
Emplearon tácticas de "divide-y-vencerás" para mantener a Musulmanes, Han,
Tibetanos, y Mongoles en conflicto unos contra otros. En particular, fueron
responsables de incitar el sentimiento anti-musulmán a través de China, y
utilizaron soldados Han para suprimir las regiones musulmanas del país.
Desde que fue declarada la libertad religiosa en 1978 (el mismo año que en
España), los musulmanes chinos no han perdido el tiempo para expresar sus
convicciones. Ahora hay unas 28.000 mezquitas en toda la República Popular
de China, con 12.000 en la provincia de Xinjiang. Además, hay una gran
cantidad de imams dispuestos a conducir a la comunidad musulmana (en
Xinjiang solamente, hay alrededor de 2.800). Ha habido un creciente
resurgimiento de la expresión islámica en China, y muchas asociaciones
islámicas a nivel nacional se han organizado para coordinar actividades
interétnicas entre musulmanes. La literatura islámica se puede encontrar
bastante fácilmente y actualmente hay unas ocho traducciones distintas del
Quran en las diferentes lenguas chinas así como traducciones en Uygur y los
otras idiomas turcómanos.
Los musulmanes de China también han estado activos en la política interna del
país. Como siempre, los musulmanes han rechazado ser silenciados. Varias
grandes demostraciones fueron efectuadas por los musulmanes para rechazar
intrusiones en su estilo de vida. El año pasado, por ejemplo, los musulmanes
efectuaron una reunión masiva de protesta en Beijing para exigir la retirada de
la literatura anti-Islámica de las librerías de China. Los musulmanes de origen
turco también han celebrado demostraciones para exigir una mayor voz en el
funcionamiento de sus propios asuntos y contra la continua emigración a gran
escala de no-musulmanes hacia sus provincias. En las noticias de esta
primavera hay más informes de demostraciones y de luchas de los musulmanes
chinos para recuperar sus derechos. Quiera Allah que tengan éxito.
Islamismo en China
El Islamismo en China llegó a través de la Ruta de la Seda, una importante red comercial entre
Europa y Asia que unía a los mercaderes de ambos continentes. Pero, el primero en proponer la
expansión de la religión por el país asiático fue Uthman ibn Affan, discípulo del Profeta y tercer califa
del Islam, en el año 651. Conocer el islamismo es imprescindible para entender la Cultura China y
la Religión y Filosofía China.
Islamismo en China
La mayoría de musulmanes chinos pertenecen a minorías étnicas. Hui, uigures, kazakos, kirguizos,
tátaros, uzbekos y dongxiang son los principales grupos cuyos miembros practican los preceptos de
Mahoma. Aunque el 91% de la población china pertenece a la etnia han, en el país conviven 56
etnias.
En 2001 Beijing otorgó el sello de ‘oficialidad’ a la religión islámica. De manera que, a los
musulmanes se les permite celebrar fiestas en las fechas señaladas o construir sus propios
cementerios, entre otros privilegios. Pero, se continúan prohibiendo aquellos textos del Corán que
el Gobierno chino no considera aptos. De modo que, la difícil convivencia del Islam en China ha sido
desde sus orígenes una realidad.
América Latina será la única región del mundo en que el número de musulmanes no
aumente significativamente su tasa de crecimiento para el 2050, según un estudio
realizado por el Centro de Investigaciones Pew de EE.UU.
El estudio estima que para el 2050 la población musulmana aumente un 73 por cierto y en
Latinoamérica solo un 27 por ciento, y apenas se incremente el número de seguidores del
Islam con un 13 por ciento
El Islam en la actualidad es la segunda religión más grande del mundo y superará al
cristianismo como la religión más practicada del planeta hacia fines del siglo, según el
estudio "El futuro de las religiones en el mundo", que incluyó a 19 países
de América Latina y el Caribe.
"América Latina es una región única en relación con el tema de la población musulmana
porque en la actualidad hay muy pocos fieles musulmanes que viven allí. Estimamos que
para 2010 había unos 840.000 musulmanes en todos los países de la región, incluyendo al
Caribe", dijo el demógrafo y director asociado del Centro Pew, Conrad Hackett.
"Esta es una mínima fracción de los 1.600 millones de musulmanes que hay en el mundo",
agregó Hackett.
La
mezquita Ibrahim Ibin Abdul Aziz Al-Ibrahim, en Caracas, es la segunda más grande
de América Latina. | Foto: Getty.
A su vez, la investigación arrojó que uno de los grandes motores que impulsa el
crecimiento del número de musulmanes en el mundo es su alta tasa de fertilidad, las
mujeres musulmanas tienen en promedio entre cuatro a seis hijos, de acuerdo al estudio.
Hackett aseguró que en cualquier caso, América Latina tiene una población musulmana
tan pequeña que incluso si hubiera una gran ola migratoria, no aumentaría
significativamente la población.
link: https://www.youtube.com/watch?time_continue=38&v=qjumk19r8OE
El Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas Rey Fahd",
inaugurado el 25 de septiembre de 2000, es el templo islámico más grande de
Latinoamérica, superando a la Mezquita Ibrahim Al-lbrahim de Caracas desde entonces.
MUERTE AL ISLAM!!!!!
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link: https://www.youtube.com/watch?v=eB9WgR_N4h4
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