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los habían preservado durante siglos mediante su tradición de
literatura, su ritual secreto y su actitud más liberal hacia problemas
sociales y religiosos. A la par argumentaban que en lugar de abolir
la orden, debería llegar a ser la religión de toda la nación turca.
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Bektás. Al ser preguntado por su preceptor, Bektás respondió: «el
que está a mi derecha es mi antepasado Muhammad Mustafá, paz
y bendiciones sean sobre él, y el de mi izquierda es el Polo de la
santidad, el Sustentador de Kevser, el León del Señor, el Señor de
los Mundos, el Dominador de los Creyentes, Ali el Mürteza». Uno
le estaba enseñando la ciencia externa, el otro el aprendizaje
esotérico, utilizando para ello el Corán. Fue de Ali de quien Bektás
afirmó haber recibido el poder para hacer milagros. También fue
Alí quien le envió el «signo» de una mancha de color verde
luminoso en la palma de su mano y una mancha similar en su
frente. Un día, cuando Lokman pidió agua para realizar las
abluciones, Bektás rezó e inmediatamente el agua comenzó a
manar de su mano. Lokman se sorprendió y exclamó: «Ya
Hünkar», «Oh, Señor Todopoderoso». Y después a aquel se le
llamó «Bektás Hünkar», y este título se ha seguido utilizando hasta
nuestros días.
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Mucho se ha escrito acerca del secreto bektásí. El principal
secreto es teológico, pues los bektásies ven a Dios subjetivamente
como experiencia interna. De ahí la importancia que se le da al
hombre, de tal modo que el Ismi Azam, o el nombre más grande
de Dios se dice que es Hombre. De manera que, según esta
creencia, Dios se manifiesta a través de los Grandes Hombres, y
es para ellos Ali el máximo ejemplo.
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desconocen su concepto del mundo y sus creencias. Así, son muy
famosos entre ellos los nefes, poemas escritos de tal modo que no
tienen sentido para los no iniciados.
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Tú has creado esclavos rebeldes, diciendo: que sea por
siempre así.
Tú los has puesto ahí.
Tú has ido hasta el extremo. Dios.
Tú has creado un puente de un cabello diciendo, vengan
los esclavos y crucen.
Más bien, quedémonos aquí.
Si Tú eres un héroe, cruza Tú, Oh Dios.
Los héroes son conocidos como tal y tal, hijo de tal y tal.
Tú no tienes madre ni padre.
Tú pareces un hijo bastardo. Dios.
Yo soy Kaygusuz: desde la puerta del Amigo desde las
trescientas mil copas en un día.
Levanta la cortina de un medio, déjanos mirar dentro.
Dios.
Aunque las tres primeras estrofas de este poema están entre
las más conocidas de la poesía Bektásí, las dos últimas sólo se
hallan en colecciones particulares, ya que son en apariencia
demasiado irreverentes para publicarse en territorio sunní, y a los
no iniciados parecerían blasfemias.
También se consideran bektásíes algunos poemas de Yunus
Emre. Uno de los poemas de su Diván dice:
Tú has puesto una balanza para pesar malos actos;
Te has propuesto arrojarme al fuego.
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mal.
Cuenta Asik Pasa Zade, acerca del origen de los jenízaros, que
un hombre llamado Kara Rustem advirtió al juez militar, Cendereli
Halil, que, según la ley de Dios, uno de cada cinco prisioneros
capturados en la guerra pertenecían al soberano. El juez refirió esto
mismo a Murat Han (el rey) y éste ordenó que lo llevara a cabo.
Se comunicaron estas órdenes a Evrenos, caudillo militar que
había formado Ipsala. Evrenos designó un juez, que de este modo
escogió una gran cantidad de prisioneros que fueron entregados a
los turcos, con los que permanecieron unos años y se convirtieron
al Islam. Más tarde fueron llevados a la puerta real, en donde se
les entregó un gorro blanco y se les llamó Yeni Ceri, tropas
nuevas.
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Según la enseñanza bektásí, estas cuatro vías para la expe-
riencia y el conocimiento religioso, las reveló el ángel Gabriel a
Adán.
La sari'at, palabra formada por cinco letras: Sin, Ra, Ya, ‘Ayin
y Tâ, tiene el siguiente significado: la letra Sin, significa estar libre
de lo malo; la Ra\ significa recurrir mediante la confianza al placer
de Dios; la Ya, significa llamar a Dios como en Ya Allah (Oh
Dios!). El 'Ayin, significa actuar con ciencia o conocimiento; y la
Tâ, significa liberarse uno de lo prohibido.
Una de las citas más frecuentes entre los bektásíes, que según
ellos procede de Muhammad, es la siguiente:
IOI
«Me subí a las ramas de un ciruelo. Había uvas y las comí. El
dueño del huerto me dijo: “¿Por qué comes mis nueces?”», etc.
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chispa de Existencia Real que busca constantemente reunirse con
la Fuente de la que proviene.
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