Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
nuestros hijos?
“…en el período inicial de la vida las prácticas de crianza adquieren fundamental importancia, ya que es el
momento crítico de mayor plasticidad, no sólo para el crecimiento físico y el desarrollo, sino también para la
apertura a la relación y comunicación con el entorno, para la formación de las competencias
cognitivas y de las matrices afectivas y sociales.
La calidad de las prácticas de crianza llevadas a cabo en esta etapa de la protoinfancia y de la primera infancia
dejan huellas que tienen efectos masivos y acumulativos, por el nivel de precaria diferenciación funcional bio-
psicológica”
Dra. Mirtha Hebe Chokler
A veces nos parece que la tarea de crianza es algo natural, que todos
debemos saber cómo se hace por el simple hecho de ser adultos. ¡Otras, al
confrontar este supuesto con la realidad descubrimos que, lejos de resultar una
tarea sencilla…podemos llegar a pensar que es imposible!
Nuestras experiencias como hijos, los consejos de familiares, amigos y
vecinos, muchas veces no alcanzan –y hasta pueden obstaculizar, en algunos
casos- el desarrollo de los niños más pequeños.
Llegamos a casa luego del nacimiento, con ese bollito tibio y chillón y
empieza la verdadera odisea: nuestros deseos, anhelos y alegrías se
entremezclan con preocupaciones concretas que no habíamos sospechado…
¿Con qué, ¿cómo, dónde y cuándo lo alimento? ¿Cómo hago para higienizarlo?
¿Y para dormir…? ¿Dormirá? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuándo? Y si no duerme…
¿Qué hago? ¿Le doy chupete? ¿Es bueno?
¿Qué hacer con el bebé cuando no tengo que ocuparme de él para
alimentarlo, bañarlo o ayudarlo a dormir?
¿Juega el bebé en las primeras etapas de su vida? ¿Cómo? ¿Puedo
ayudarlo? ¿Qué puedo hacer?
Y cuando empieza a crecer… ¿lo siento con almohadones? ¿lo pongo en
bebesit? ¿lo pongo en un andador para que aprenda a caminar?
Éstas son algunas preguntas simples, pero del modo en que podamos
responderlas depende que los primeros días de nuestros hijos transcurran
agradable y armónicamente…o se transformen en algo parecido a una lucha en
un campo de batalla.
Actualmente sabemos, gracias a los nuevos descubrimientos en las
diferentes disciplinas científicas, a partir de la observación, la experimentación y
la formulación de teorías en relación a la salud, la educación y el desarrollo
infantil, que los primeros años de vida son fundamentales en el posterior
desenvolvimiento de las criaturas. Vemos cómo muchos trastornos en la
comunicación, el aprendizaje y la conducta pueden ser el resultado de prácticas
educativas que, desde lo cotidiano, favorecen u obstaculizan el desarrollo
integral.
1
Espacio Infantil ISDFyT N°89: “Taller de Juegos, expresión y aprendizajes”
Tal vez te llame la atención que las maestras no les digan a los niños
directamente lo que tienen que hacer. Esto es, como dijimos antes, porque se
trata de una propuesta no directiva. Lo adultos en este espacio no damos
órdenes, sino que preparamos el ambiente, ofrecemos alternativas, observamos
qué hacen y cómo los chicos, para pensar qué puede necesitar y cómo
facilitárselo. Los adultos en este espacio “acompañan” las iniciativas de los niños.
No imponen, sino que sugieren, invitan, proponen, muestran y son los chicos los
que deciden.
¿Por qué? Porque sabemos que si favorecemos el desarrollo de la
autonomía, ayudándolos a descubrir qué quieren hacer y cómo lograrlo,
podemos generar las mejores condiciones para que crezcan seguros de sí
mismos y armónicamente.
Por eso se propone un espacio amplio con muchas posibilidades para
recorrer, explorar, observar… es muy importante posibilitar el movimiento, el
descubrimiento de su cuerpo y sus medios, la exploración de los materiales que
van a tener a disposición. Eso no significa dejarlo solo ¡todo lo contrario! Los
adultos tenemos que estar muy presentes y pensar mucho qué y cómo lo vamos
a hacer.
Dentro de la jornada, las maestras irán haciendo ajustes, proponiendo
cambios, haciendo sugerencias, para que este recorrido que se inicia con el
cuerpo en movimiento, de acciones concretas, progresivamente de lugar al
pensamiento más abstracto, a acciones representadas. Piaget nos explica que
en las etapas del desarrollo, todos los niños realizan un recorrido que se inicia
en su cuerpo, en el movimiento, en los objetos más cercanos, mediante la
información que le brindan sus sentidos (capacidad sensoriomotora), para ir
desarrollando progresivamente la posibilidad de pensar, de tener ideas, de
2
simbolizar (capacidad semiótica). Este camino, a medida que se ejercita y que
tiene más y nuevas y variadas experiencias, lo va a llevar al desarrollo del
lenguaje, de la comunicación (capacidad representativa).
Como nos enseñó Emmi Pikler, los adultos tenemos que ocuparnos de los
cuidados cotidianos del bebé o niño pequeño (alimentación, higiene, descanso)
y asegurar que estos momentos sean agradables, placenteros y, sobre todo, una
oportunidad para la comunicación profunda. Mediante estas acciones les
brindamos contención, seguridad y les demostramos nuestro sincero afecto.
Esto es lo más importante, pero ¿es suficiente? No, también tenemos que
asegurarle las condiciones, el espacio, los materiales adecuados, la
organización del tiempo, para que pueda realizar aquellas acciones que, según
su etapa evolutiva, son posibles y las más adecuadas. Que pueda moverse
libremente, en situaciones que le brinden seguridad y, al mismo tiempo, le
permitan desplegar todo su potencial, su curiosidad, sus deseos de moverse y
explorar. A medida que crece, vamos interviniendo para que sus posibilidades
crezcan, el mundo se amplíe y sus experiencias se enriquezcan.
En ese sentido, participar de una propuesta como esta, les permite tener
experiencias nuevas, tomar contacto con otros, adultos y niños, con nuevos
materiales y experiencias. Es abrirse a un nuevo mundo, el de la socialización.
Es nuestra intención que este sea el primer paso para que sigamos
compartiendo el desarrollo de tu hija/o. Quisiéramos acompañarte, brindándote
información y asesorándote respondiendo tus dudas.