“Dios bendijo a Noé y a sus hijos con estas palabras:
«Sean fecundos, multiplíquense y llenen la
tierra. 2 Todos los animales de la tierra sentirán temor y miedo ante ustedes: las aves, las bestias salvajes, los animales que se arrastran por el suelo, y los peces del mar. Todos estarán bajo su dominio. 3 Todo lo que se mueve y tiene vida, al igual que las verduras, les servirá de alimento. Yo les doy todo esto. 4 Pero no deberán comer carne con sangre; la sangre es vida.” Génesis 9: 1 – 4 NVI
“El Señor añadirá sus bendiciones sobre ustedes y
sobre sus hijos.” Salmos 115:14
“Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos
los de tu casa. Y le presentaron la palabra del Señor tanto a él como a todos los que vivían en su casa.” Hechos 16: 31 NTV
“Hoy ha llegado la salvación a esta casa.”
Lucas 19: 9a NVI
“Vengan, pongamos las cosas en claro dice el Señor—.
¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!” Isaías 1:18 NVI … en el tema con el que elegimos terminar esta serie: la bendición de Dios, su significado y sus implicaciones.
1. Noé y su familia no solo fueron bendecidos el día que se
bajaron del arca, sino que fueron bendecidos desde el día que Dios eligió a este hombre para que se salvara junto a su familia para comenzar a través de ellos un nuevo tiempo.
2. La bendición de Dios se vio reflejada en la capacidad que le dio
a Noé para construir el arca. Toda esa sabiduría y entendimiento le llegó a Noé bajo la bendición divina, esto fue lo que le permitió permanecer sobre las aguas por largo tiempo.
3. Lo que hay en el corazón de Dios para nosotros es un deseo de
aumentar su bendición sobre nuestras vidas. Así lo enseña salmos 115:14.
4. Debemos creer que Dios quiere aumentar su bendición en
nosotros. Declaremos aumento de bendición sobre nuestras familias; aumento de paz, amor, sabiduría, entendimiento, fe, bienestar.
5. La bendición de la familia comienza por el creer, solo es
necesario que creas en el Señor y allí comienza todo. Gracias a la vida de Noé, a su devoción, a su amor por el Señor y su comunión permanente con él, Dios extendió su bendición sobre su esposa, sus hijos, y las esposas de sus hijos.