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IAHR AIIH

XXVII CONGRESO LATINOAMERICANO DE HIDRÁULICA


LIMA, PERÚ, 28 AL 30 DE SETIEMBRE DE 2016

EROSIÓN REGRESIVA EN BOCATOMAS “LA HUACA” Y “LA


VÍBORA”, CUENCA BAJA DEL RIO SANTA, PERÚ

Ismael Víctor García Rivera


P. E. CHINECAS, Perú (ismaelvictorgr@gmail.com)

RESUMEN: El fenómeno de la erosión regresiva de fondo en cauces aluviales se viene


presentando en las bocatomas “La Huaca” y “La Víbora” en cada época de avenidas en el
Río Santa, uno de los ríos más caudalosos que desembocan en el océano pacifico. En los
últimos 20 años la rasante del cauce original ha descendido más de 4,00 metros trayendo
consigo efectos colaterales de alto riesgo. Para este período, el costo acumulado del
mantenimiento correctivo de las estructuras asciende a aproximadamente US $ 3 millones
según la Gerencia de Operación y Mantenimiento del Proyecto Especial CHINECAS. El
proceso continuo de observación, auscultación y mantenimiento correctivo de las estructuras
de captación ha permitido determinar tres factores dominantes que activan la erosión
regresiva: (1) la eficiencia en la disipación de energía mediante la formación del resalto
hidráulico en las pozas disipadoras del barraje móvil, (2) la distribución del caudal máximo
instantáneo que transita por el barraje fijo y móvil y (3) la estabilidad del enrocado pesado de
protección de fondo. Se ha identificado que la pérdida de la eficiencia del resalto hidráulico
es uno de los factores de mayor riesgo cuando se presentan resaltos incompletos
principalmente en la poza disipadora del barraje móvil. Esta pérdida de eficiencia se
incrementa cuando los resaltos incompletos son libres, inestables y de alto poder erosivo.. Se
plantea la implantación de componentes adicionales al diseño original para controlar los
factores dominantes de riesgo que han sido identificados.

ABSTRACT: The phenomenon of regressive erosion background in alluvial channels has


been present in the Santa River, one of the largest rivers flowing into the Pacific Ocean. In
the last 20 years the riverbed of the original channel has fallen more than 12.00 feet, resulting
in high risk side effects. For this period, the cumulative cost of corrective maintenance of “La
Huaca” and “La Víbora” is around US $ 3 million.

The continuous process of observation, auscultation and corrective maintenance of


these structures has helped identify three dominant factors that cause riverbed degradation:
(1) the efficiency of the hydraulic jump energy dissipater in the stilling basin, (2) the
distribution of the instantaneous maximum flow passing through the overflow spillway, and
(3) the stability of heavy riprap protection at the terminal structures. It has been identified that
the loss of efficiency of the hydraulic jump is one of the major risk factors when there is an
incomplete hydraulic jump in the stilling basin. This loss in efficiency increases when the
hydraulic jump is unrestricted, unstable and highly powered. The implementation of
additional components to the original design is proposed to control the dominant factors that
were identified.

PALABRAS CLAVES: Erosión regresiva, eficiencia de disipación, arrastre de fondo.

INTRODUCCIÓN

Las Bocatomas “La Huaca” y “La Víbora” han sido construidas durante los años
1994-1996 en la cuenca baja del Río Santa, en las cotas 232.00 m.s.n.m. y 119.00 m.s.n.m.
respectivamente. El 10 de febrero del año 1998 se presentó en la costa norte peruana el
fenómeno de El Niño registrándose un caudal extraordinario de 1,500 m3/s, aunque menor al
caudal máximo de diseño de 2,400 m3/s, determinada para un periodo de retorno de 1000
años y un riesgo de falla del 10%. Los efectos del paso de esta avenida originadas por lluvias
extraordinarias en la cuenca baja fueron la pérdida por erosión y arrastre del enrocado pesado
de protección tanto del piso o fondo aguas debajo de la poza disipadora del barraje móvil,
como del dique lateral de la margen izquierda. Las obras de mantenimiento correctivo
durante los últimos 20 años de servicio de las bocatomas han sido ejecutadas para reponer las
condiciones adecuadas de servicio de los diversos componentes afectados y estabilizar el
nivel del rasante del cauce que viene descendido progresivamente.

Desde el evento del Fenómeno de El Niño 1998-1999, durante los periodos de


avenidas del río Santa, se ha venido observando que el resalto hidráulico en la poza
disipadora del barraje móvil es incompleto, libre e inestable. El resalto no es ahogado como
se ha previsto en el diseño original, condición que debe ser controlado antes de la entrega del
caudal al cauce no intervenido, lo cual se ha evidenciado por la formación de ondas cuando
los caudales máximos superan los 300 m3/seg. La alta concentración de los caudales máximos
en el barraje móvil esta directamente relacionada con el incremento de la erosión regresiva
aguas abajo de la poza disipadora, puesto que la mayor pérdida del enrocado pesado ha sido
observada en esta poza disipadora, afectando al muro guía que separa ambas pozas
disipadoras, al enrocado de piso y al dique de protección de la margen izquierda del rio Santa.

Periódicamente durante la época de estiaje se ha venido reponiendo el enrocado de


protección que se pierde en la época de avenidas, desde el inicio de operaciones hasta la
fecha (1996-2015), se ha repuesto el enrocado pesado empleando diversas alternativas de
acomodo y sujeción de las rocas manteniendo las cotas, diámetros y pesos unitarios
especificados en el diseño; sin embargo continúa la pérdida del enrocado pesado y el
descenso de la rasante del río aguas debajo de las estructuras de derivación, habiéndose
registrado un descenso de 4.00 metros en promedio, los costos anuales de mantenimiento se
han venido incrementando y principalmente el riesgo de la estabilidad de las estructuras de
derivación ante un proceso de erosión activo que afecte la cimentación del Barraje.

LAS CONDICIONES DE DISEÑO


Las Bocatomas “La Huaca” y “La Víbora, han sido diseñados con ensayos en modelo
hidráulico y construidos con una inversión de diez millones de dólares, cada una, teniendo a
la fecha un total de 20 años de servicio para abastecer a un total de 55, 000 has de tierras y
abastecimiento de agua para una población de 250 000 habitantes. Los costos anuales de
operación y mantenimiento por mantenimiento mayor de reposición de enrocados en piso y
talud de defensas ribereñas en los 20 años de servicio ha ascendido a US$ 3 Millones en cada
una de las bocatomas, según la Gerencia de Operación y Mantenimiento- P. E. CHINECAS.

Las Bocatomas La Huaca” y La Víbora son estructuras de captación, del tipo clásico,
el barraje central que funciona como una presa derivadora y está dividido en un barraje fijo
vertedor de 200.00 metros de largo y un barraje móvil de 60.00 metros compuesto por
compuertas radiales que permiten fijar el nivel de agua frente a la ventana de captación para
la alta variabilidad del caudal en el río Santa, con un mínimo minimorum 35.6 m3/s (14 de
julio del 2011) y el máximo maximorum es de 1,500 m3/s (10 de febrero del 1998).

Figura 1: Vista en Planta de la Bocatoma La Huaca. P. E. CHINECAS

Aguas abajo del Barraje móvil se cuenta con una poza disipadora diseñada para
disipar la energía mediante el resalto hidráulico, para un caudal máximo de 1,250 m3/seg, la
poza disipadora debe tener la suficiente longitud para confinar íntegramente el resalto
hidráulico y que la profundidad de la poza permita sobre poner el tirante conjugado mayor
con el tirante aguas abajo para todo el rango de descargas incluida la de diseño.

Aguas abajo del Barraje fijo se tiene una poza disipadora diseñada para un caudal
máximo de 1,150 m3/seg, no se han observado problemas en la formación del resalto
hidráulico, en este sector de la presa derivadora.

El río Santa es uno de los ríos más caudalosos de la costa peruana. Durante los
últimos 20 años se han sucedido procesos cíclicos de erosión y sedimentación, que han
alterado las condiciones iniciales del cauce del río Santa en su tramo final antes de su
desembocadura al mar. El evento más importante luego de la puesta en operación de las
bocatomas, fue el Fenómeno de El Niño 1998-1999, durante el cual se activaron
precipitaciones costeras y el caudal máximo registrado desde su puesta en operaciones. Dos
cambios más significativos se han registrado en ambas bocatomas: (1) un proceso de
sedimentación aguas arriba del Barraje o dique derivador que ha obligado a proteger ambas
márgenes para defender las terrazas ribereñas aprovechadas para el cultivo y (2) un proceso
de erosión regresiva aguas abajo del Barraje, que igualmente obligó a la construcción de
defensas ribereñas en la margen izquierda para proteger a los terrenos de cultivo asentados en
las terrazas aluviales ribereñas.
Las condiciones de diseño para el paso de una máxima avenida establecieron una
distribución de 48% (1,150 m3/seg) en el barraje fijo y 52% (1,250 m3/seg) por el barraje
móvil; sin embargo los registros del sistema de control de ambas bocatomas han registrado
otra distribución dominante: 30% (450 m3/s) y 70% (1,050 m3/s) respectivamente.

El funcionamiento del muro guía que separa las pozas disipadoras de los barrajes fijo
y móvil para el paso de los 1500 m3/s, ha permitido observar que longitud del resalto
hidráulico supera a la longitud de diseño, cuando el caudal es mayor a 300 m3/s en el barraje
móvil, condición que ha obligados a que se alargue su longitud de 50 a 81.13 metros. El nivel
de terreno original de 231.00 msnm a la salida de la poza disipadora ha sido erosionado hasta
la cota 227.00 msnm, es decir la rasante ha descendido 4 m en 20 años. Es necesario un
segundo alargue del muro guía de 61 metros adicionales para evitar que se forme un flujo
lateral hacia la margen derecha y comprometa el enrocado del barraje Fijo.

EVALUACIÓN DE PROCESO EROSIVO

Los caudales máximos instantáneos han evidenciado su potencia de arrastre del


enrocado pesado acomodado para unidades de 1.50 m. de diámetro y pesos de hasta 3 Tn.
Durante el “Fenómeno De El Niño 1998-1999”, se perdió el 85% del enrocado de esas
características y al no haber una adecuada disipación de la energía, las altas velocidades
erosionaron el fondo de la poza disipadora construido en concreto armado y protegido por
losas de roca granítica. Así mismo se afectó el dique de protección de la margen izquierda,
adyacente a la poza disipadora del Barraje Móvil, perdiéndose el enrocado pesado que
protege el talud húmedo del dique de protección de la margen izquierda.

El enrocado pesado es repuesto y corregido anualmente cuando concluye el periodo


de avenidas incrementando el diámetro y peso de cada unidad de roca acomodada; sin
embargo el nivel de lecho del cauce fue progresiva y continuamente descendiendo y no ha
podido ser estabilizado, se ha observado que este descenso condiciona igualmente al
descenso del tirante de agua aguas debajo de la poza disipadora y ya no se logra equilibrar al
tirante conjugado mayor, disminuyendo su función de disipar la energía específica del flujo
que proviene de las compuestas del Barraje móvil e incrementando su potencia de arrastre
comparada con las condiciones previstas en el diseño original, la longitud de resalto y la
altura del resalto hidráulico ya no se cumplen.

La profundidad del estrato aluvial subyacente en las Bocatomas La Huaca y La


Víbora es mayor a 50.00 m en el centro del cauce, antes del lecho rocoso. La erosión
acumulada al pie de la presa tiene una media de 4.00 m en ambas bocatomas y es imperativo
estabilizar la rasante del cauce.

PARÁMETROS HIDROLÓGICOS

El estudio hidrológico ha determinado el caudal máximo de diseño de 2 400 m3/seg


para un periodo de retorno de mil años y un riesgo esperado de 10%. En la Figura N°2, las
Descargas medias mensuales del río Santa se caracterizan por tener una alta variabilidad, y la
ocurrencia de años con caudales máximos de larga duración y otros años de corta duración.

El caudal máximo registrado en los últimos 20 años en el río Santa en el sistema de


control de las Bocatomas La Huaca y La Víbora fue de 1,500 m3/s, registrado en 10 de
febrero de 1998, durante el desarrollo del Fenómeno de El Niño 1998-1999. Este caudal
máximo registrado menor que las avenidas de diseño ha tenido efectos de desastre en ambas
bocatomas. Se perdió el 85% del enrocado de protección y se registró la mayor socavación
del cauce, ese descenso condiciona que los resaltos en la poza disipadora sean libres e
incompletas reduciendo su eficiencia en la disipación de la energía que se concentra en la
poza disipadora del Barraje Móvil.

Figura 2: Descargas medias mensuales del río Santa. Estación Condorcerro. P. E.


CHINECAS

El registro de los caudales máximos diarios con los instantáneos registrados, ha


permitido correlacionar ambos parámetros, obteniéndose un coeficiente de correlación de
r=0.85 un buen grado de correlación entre ambos parámetros. La fórmula que permite obtener
el Caudal máximo instantáneo es:
Qi  0,7053Qd1,0962

Dónde: Qi es el caudal instantáneo y Qd el caudal máximo diario.

PARÁMETROS HIDRÁULICOS
Ambas Bocatomas tienen el mismo diseño de Bocatoma Clásica, el Barraje Fijo es un
Presa de concreto armado totalmente construida en concreto armado con una longitud de
200.00 m, El Barraje Móvil está constituido por seis compuertas radiales con un ancho neto
total de 60.00 metros para el control del nivel del embalse.

Durante el paso de la máxima avenida de 1,500 m3/s se ha observado una distribución


del tránsito de la avenida de 30% (450 m3/seg) sobre el Barraje Fijo y 70% (1,050 m3/seg)
sobre el Barraje Móvil, distribución que no puede ser controlada puesto por regla de
operación las compuertas radiales deben estar completamente abiertas cuando se supera el
caudal 300 m3/s. Esta asimetría implica mayores riesgos sobre la poza disipadora del barraje
móvil ubicada en la margen izquierda, concordante con mayores índices de velocidad y
esfuerzo de corte que se han observado sobre la margen izquierda y como resultado una
mayor actividad de la erosión regresiva. Las mayores pérdidas de volúmenes de enrocado de
protección y el mayor descenso de la rasante del fondo del rio, del mismo modo la afectación
de las defensas ribereñas se ha circunscrito en la margen izquierda adyacente al Barraje
Móvil. El sector correspondiente al Barraje Fijo ha mostrado mayor estabilidad, la margen
derecha no ha tenido un mantenimiento mayor importante.
El comportamiento del Barraje frente a lo previsto en su diseño original, ha sido
evaluado y medido permanentemente, concluyéndose que no se han mantenido las
condiciones de diseño en el caso específico de la distribución del caudal entre el Barraje
móvil y el Barraje Fijo. Las reparaciones mayores reiteradas han sido ejecutadas en el Barraje
Móvil, el Muro Guía y el Dique de Protección de la Margen izquierda, determinándose como
las zonas de mayor vulnerabilidad al tránsito de las avenidas.

Las experiencias en este sector del río Santa indican que el lecho del río no es estable
ni acorazado, y que las profundidades de socavación, calculadas en la etapa de diseño en 2.60
m para las cimentaciones de los enrocados de los diques laterales de defensas ribereñas, han
sido subestimados.

Para el estudio del transporte de sedimentos en el río Santa, se tiene una estación de
observación en la Bocatoma La Huaca, donde se muestrea dos veces al día, con esta
información se ha estimado que el transporte por arrastre es de 20 200 Kg/s de sólidos con un
caudal máximo extremo de 1 950 m3/s, observándose concentraciones de sedimentos
suspendidos del mes de máxima avenida de hasta 5.8452 gr/lt, y una turbidez máxima
ascendente a 11,759.5 NTU. El elevado volumen de sedimentos ha colmatado rápidamente el
embalse de la presa derivadora, reduciendo significativamente la capacidad de laminación de
los caudales máximos y una mayor dificultad para controlar el nivel de embalse. La
eliminación de los sedimentos del embalse es una alternativa de solución de alto costo pero
no es una solución al problema, puesto que se colmataría rápidamente con las siguientes
avenida, otra alternativa puesta en práctica fue abrir completamente las compuertas radiales
del barraje móvil y propiciar una eliminación de sedimentos por arrastre, resultó efectiva solo
hasta un corta distancia y se mantiene un volumen mínimo frente a las ventanas de captación.

LOS FACTORES DOMINANTES DE RIESGO


El proceso de observación, auscultación y mantenimiento correctivo de las estructuras
de captación, durante los 20 años de servicio de estas estructuras, durante los periodos de
avenidas, transición y estiaje y un evento singular del tránsito del caudal máximo que se
presentó durante el Fenómeno de El Niño 1998-1999 ha permitido identificar tres factores
dominantes de riesgo que activan la erosión regresiva aguas abajo de ambas estructuras de
captación:

1. La Eficiencia del resalto hidráulico de las pozas disipadoras, para disipar la


energía antes de la salida de la estructura, se ha reducido conforme el resalto fue
siendo incompleto, libre y por lo tanto inestable, formándose hondas que viajan
aguas abajo con un fuerte poder de arrastre que afectan en primera instancia al
enrocado de protección del piso y en segunda instancia a la rasante del rio aguas
abajo de la estructura de salida. Al inicio de las operaciones se equilibraba el
tirante conjugado mayor con el tirante aguas abajo de la poza disipadora, hoy ya
no se equilibra y la eficiencia se ha reducido.

2. La Distribución del Caudal máximo instantáneo que transita sobre el Barraje de


30% (450 m3/seg) por el Barraje fijo y 70% (1,050 m3/seg), ha condicionado la
formación de un flujo principal por el Barraje Móvil, debido a la naturaleza
erosiva de un flujo altamente turbulento se han observado el minado del piso de la
poza disipadora hasta profundidades de 0.50 metros, a pesar de estar cubierta por
roca granítica. Esta distribución asimétrica ha condicionado la presencia de flujos
laterales que fueron controlados cuando se alargó el Muro y Dique guía. El control
de esta zona se completa con una zona de transición en gradas para aumentar la
perdida de energía e implantar una nueva poza disipadora antes de que las aguas
se entreguen al cauce del río, debidamente protegido con un enrocado pesado.

3. La Estabilidad del Enrocado pesado es importante para soportar las elevadas


potencias y capacidad de arrastre durante la época de avenidas. Es importante el
emplazamiento de la roca ofreciendo un mínima resistencia al paso de la máxima
avenida y evitar el movimiento de los finos y gruesos con un filtro de alta
resistencia, para impedir se presenten asentamientos y se exponga la roca a ser
arrastrado. Se propone implantar gradas para reducir la velocidad de llegada a la
nueva poza disipadora. Cada grada será construido en concreto ciclópeo y
protegido con roca pesada fijada a ella con anclajes de acero.

La potencia de la corriente (P) es uno de los conceptos que mejor explican la


capacidad de arrastre, la cual es definida como la energía por unidad de área:

[1]

Donde:
P=potencia por unidad de ancho de la corriente, N.m/s
ϒ= peso específico del agua, N/m3.
y= profundidad de la lámina de agua, 3 m.
S0=pendiente media del fondo del lecho, 0.048 m/m.
V= Velocidad media de la corriente, 5.8 m/s.
La potencia de la corriente (P) máxima registrada es de 835.2 N.m/s

EL MANTENIMIENTO CORRECTIVO
El objetivo más importante de las periódicas intervenciones en las estructuras de
captación fue asegurar la sostenibilidad del servicio durante la vida útil de la estructura de
captación. Las observaciones del comportamiento de los diversos elementos de las estructuras
determinaron que el resalto hidráulico en la poza disipadora del Barraje Móvil para caudales
mayores a 300 m3/s no llegaba a equilibrase, el salto hidráulico resulta libre e incompleto y se
reducía significativamente la capacidad para disipar la energía que provenía de las
compuertas radiales totalmente abiertas cumpliendo las reglas de operación. La potencia de la
corriente al no ser disminuida viaja aguas abajo formando ondas con gran capacidad de
arrastre, atacando al enrocado pesado de fondo o piso emplazada antes que las aguas se
entreguen al cauce del río y al fondo del cauce condicionando su descenso continuado.

Para controlar la progresiva erosión de la rasante del cauce del río, que se presenta en
este tipo de estructuras construidas sobre un cauce aluvional, el diseño original ha previsto un
enrocado pesado acomodado en el piso antes de que se entre las aguas al tramo de cauce no
intervenido. A la fecha el fondo de la rasante ha descendido en ambas bocatomas un
promedio de 4.00 m con respecto a la rasante original en el periodo 1996 al 2016 (20 años de
servicio). La profundidad de socavación calculada para este tramo del rio fue de 2.60 metros
para las defensas ribereñas que evidentemente fue sub estimada.
Las características del enrocado pesado acomodado han sido determinados por
modelamiento hidráulico, dimensiones mínimas de 1.2 á 1.50 m, acomodadas sobre el
terreno compactado, regularizado y protegido por un filtro de Geomembrana pesada,
acomodado para reducir al mínimo la fricción con la máxima avenida y el filtro para evitar el
movimiento de los finos debajo de la rocas falle el enrocado por asentamiento. Se
implementaron diversas modalidades de acomodo de rocas y la fijación de rocas.

Figura 3: Reposición y Erosion de Enrocado pesado. Bocatoma La Vibora. P. E. CHINECAS

Intervenciones en el Barraje Móvil.-se plantea una nueva poza disipadora, ubicado a 80


metros hacia aguas abajo del actual con una profundidad de 1.5 metros. En la zona de
transición y fijar las Rocas con Anclaje de acero a Bloques de Concreto Ciclópeo
colocados transversalmente. Para controlar la erosión erosiva se debe incrementar el
diámetro las rocas de 1.20 m a 2.5 m, de acuerdo a las observaciones de las rocas que se
mantienen después de las avenidas. Es de gran importancia la adecuada colocación de los
filtros de Geotextil y el acomodo de las rocas, que influyen en la estabilidad del enrocado,
la auscultación que se realiza en la época de estiaje ha permitido incorporar nuevas
especificaciones dada la respuesta de la estabilidad del enrocado las solicitaciones de
esfuerzos de las potencias de la corriente observadas.

Figura 4: Planteamiento de nueva poza disipadora.

Intervenciones en el Barraje Fijo.- Se plantea alargar el enrocado de protección a la


salida de la poza fijar las Rocas con Anclaje de acero a Bloques de Concreto Ciclópeo
colocados transversalmente.
Figura 5: Planteamiento anclado de Rocas sobre Bloques transversales

Intervenciones en el Muro Guía.- Separa las pozas disipadoras de los barrajes fijo y
móvil, su longitud y cota de coronación ha ido creciendo a lo largo de los veinte años de
operación, debido a un desigual proceso erosivo en estas dos pozas disipadoras, en la poza
disipadora del barraje móvil se concentra el 70% del caudal, se presentan las mayores
velocidades y potencia erosiva, el muro guía debe separar los dos flujos muy diferenciados
para evitar lo formación de flujos laterales para reducir el riego de inestabilidad del enrocado
de protección de las pozas disipadoras.

Figura 6: Planteamiento de mejoras en Muro Guia.

CONCLUSIONES
En promedio el 70% del caudal de avenidas transita y se concentra en el 23% del
ancho efectivo total del cauce, evidenciándose que el estudio en modelo hidráulico del año
1994, no se viene cumpliendo en su real magnitud. La concentración de los caudales de salida
de la poza disipadora del barraje móvil, incrementa significativamente la potencia de arrastre
y los esfuerzos de arrastre de las partículas en este sector del lecho del río. Constituyéndose
en uno de los factores dominantes de riesgo más gravitantes sobre el fenómeno de la erosión
regresiva.

Para la probable repetición del fenómeno del Niño de 1983-194 y 1998-1999, y sus
efectos sobre la máxima avenida en el río Santa, se requiere la adopción de medidas
estructurales para controlar el proceso erosivo en las Bocatomas La Huaca y La Víbora.

La erosión del lecho del río hacia aguas abajo, produce un efecto negativo sobre las
pozas disipadoras, tanto del barraje móvil como del fijo, puesto que el resalto hidráulico no se
completa y se reduce la eficiencia del resalto hidráulico, gran parte de la energía no disipada
viaja aguas abajo con gran poder erosivo. La capacidad de transporte de sedimentos por
arrastre y saltación es elevada y se concentra en la margen izquierda, activándose la erosión
regresiva en este sector. A falta de control esta situación es recurrente en cada periodo de
avenidas y se incrementa el proceso incrementando los costos de mantenimiento correctivo
reponer el enrocado de protección y cada año se incrementa el volumen de enrocado pesado
por reponer.

Los factores dominantes de riesgo identificados para la activación de la erosión


regresiva son:

La eficiencia del resalto hidráulico de las pozas disipadoras, esta se reduce cuando el
resalto deja de ser ahogado y resalto es libre, formándose hondas inestables que viajan aguas
abajo con un fuerte poder de arrastre que afectan en primera instancia al enrocado de
protección del piso y a continuación al fondo del cauce varias kilómetros aguas abajo. Se
plantea una nueva poza disipadora, ubicado a 80 metros hacia aguas abajo del actual con una
profundidad de 1.5 metros. En la zona de transición y fijar las Rocas con Anclaje de acero a
Bloques de Concreto Ciclópeo colocados transversalmente

La Distribución del Caudal máximo instantáneo que transita sobre el Barraje de 30%
(450 m3/seg) por el Barraje fijo y 70% (1,050 m3/seg), nos muestra una alta solicitación
sobre las pozas disipadora del barraje móvil en 60 metros de cauce activo es decir el 70% de
Caudal máximo transita por el 23% del cauce activo.

Se propone alargar el muro guía para evitar los flujos laterales. Las defensas ribereñas
de la margen izquierda han sido reforzadas dos kilómetros aguas abajo, puesto que el caudal
se ha concentrado en la margen izquierda y han erosionado las terrazas de cultivo de la
margen izquierda, controlando su perdida por erosión. En ambas bocatomas ya se ha
controlado la erosión lateral de las defensas ribereñas de la margen izquierda. En la margen
derecha no se han presentado casos de erosión.

La Estabilidad del Enrocado pesado es importante para soportar las elevadas


potencias y capacidad de arrastre durante la época de avenidas. Es importante el
emplazamiento de la roca ofreciendo un mínima resistencia al paso de la máxima avenida y
evitar el movimiento de los finos y gruesos con un filtro de alta resistencia, para impedir se
presenten asentamientos y se exponga la roca a ser arrastrado.

Para controlar la erosión erosiva al pie de las presas derivadores de “La Huaca” y “La
Víbora”, debe estabilizarse el lecho al pie de presa, controlar la socavación de los cimientos
de las pozas disipadoras y controlar la estabilidad de las presas derivadoras. Se propone
estabilizar el cauce al pie de las presas derivadoras de las Bocatomas La Huaca y la Víbora,
con un segundo barraje estabilizador fijo con su correspondiente poza disipadora. Se ha
determinado que esta nueva poza debe disipar el nuevo desnivel de 4.00 metros, al pie del
Barraje móvil donde se observa la mayor solicitación de esfuerzos cortantes erosivos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ELECTRO PERÚ (1999) Anuarios Hidrológicos


Proyecto Especial CHINECAS (1996). Expediente Técnico y Planos conforme a obra
Bocatomas La Huaca y la Víbora.
Proyecto Especial CHINECAS (2015) Informe Operaciones de Bocatomas La Huaca y la
Víbora 1996-2015.
Proyecto Especial CHAVIMOCHIC (2015) Anuario Hidrológico de la Estación
Condorcerro.

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