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INTRODUCCIÓN
Las Bocatomas “La Huaca” y “La Víbora” han sido construidas durante los años
1994-1996 en la cuenca baja del Río Santa, en las cotas 232.00 m.s.n.m. y 119.00 m.s.n.m.
respectivamente. El 10 de febrero del año 1998 se presentó en la costa norte peruana el
fenómeno de El Niño registrándose un caudal extraordinario de 1,500 m3/s, aunque menor al
caudal máximo de diseño de 2,400 m3/s, determinada para un periodo de retorno de 1000
años y un riesgo de falla del 10%. Los efectos del paso de esta avenida originadas por lluvias
extraordinarias en la cuenca baja fueron la pérdida por erosión y arrastre del enrocado pesado
de protección tanto del piso o fondo aguas debajo de la poza disipadora del barraje móvil,
como del dique lateral de la margen izquierda. Las obras de mantenimiento correctivo
durante los últimos 20 años de servicio de las bocatomas han sido ejecutadas para reponer las
condiciones adecuadas de servicio de los diversos componentes afectados y estabilizar el
nivel del rasante del cauce que viene descendido progresivamente.
Las Bocatomas La Huaca” y La Víbora son estructuras de captación, del tipo clásico,
el barraje central que funciona como una presa derivadora y está dividido en un barraje fijo
vertedor de 200.00 metros de largo y un barraje móvil de 60.00 metros compuesto por
compuertas radiales que permiten fijar el nivel de agua frente a la ventana de captación para
la alta variabilidad del caudal en el río Santa, con un mínimo minimorum 35.6 m3/s (14 de
julio del 2011) y el máximo maximorum es de 1,500 m3/s (10 de febrero del 1998).
Aguas abajo del Barraje móvil se cuenta con una poza disipadora diseñada para
disipar la energía mediante el resalto hidráulico, para un caudal máximo de 1,250 m3/seg, la
poza disipadora debe tener la suficiente longitud para confinar íntegramente el resalto
hidráulico y que la profundidad de la poza permita sobre poner el tirante conjugado mayor
con el tirante aguas abajo para todo el rango de descargas incluida la de diseño.
Aguas abajo del Barraje fijo se tiene una poza disipadora diseñada para un caudal
máximo de 1,150 m3/seg, no se han observado problemas en la formación del resalto
hidráulico, en este sector de la presa derivadora.
El río Santa es uno de los ríos más caudalosos de la costa peruana. Durante los
últimos 20 años se han sucedido procesos cíclicos de erosión y sedimentación, que han
alterado las condiciones iniciales del cauce del río Santa en su tramo final antes de su
desembocadura al mar. El evento más importante luego de la puesta en operación de las
bocatomas, fue el Fenómeno de El Niño 1998-1999, durante el cual se activaron
precipitaciones costeras y el caudal máximo registrado desde su puesta en operaciones. Dos
cambios más significativos se han registrado en ambas bocatomas: (1) un proceso de
sedimentación aguas arriba del Barraje o dique derivador que ha obligado a proteger ambas
márgenes para defender las terrazas ribereñas aprovechadas para el cultivo y (2) un proceso
de erosión regresiva aguas abajo del Barraje, que igualmente obligó a la construcción de
defensas ribereñas en la margen izquierda para proteger a los terrenos de cultivo asentados en
las terrazas aluviales ribereñas.
Las condiciones de diseño para el paso de una máxima avenida establecieron una
distribución de 48% (1,150 m3/seg) en el barraje fijo y 52% (1,250 m3/seg) por el barraje
móvil; sin embargo los registros del sistema de control de ambas bocatomas han registrado
otra distribución dominante: 30% (450 m3/s) y 70% (1,050 m3/s) respectivamente.
El funcionamiento del muro guía que separa las pozas disipadoras de los barrajes fijo
y móvil para el paso de los 1500 m3/s, ha permitido observar que longitud del resalto
hidráulico supera a la longitud de diseño, cuando el caudal es mayor a 300 m3/s en el barraje
móvil, condición que ha obligados a que se alargue su longitud de 50 a 81.13 metros. El nivel
de terreno original de 231.00 msnm a la salida de la poza disipadora ha sido erosionado hasta
la cota 227.00 msnm, es decir la rasante ha descendido 4 m en 20 años. Es necesario un
segundo alargue del muro guía de 61 metros adicionales para evitar que se forme un flujo
lateral hacia la margen derecha y comprometa el enrocado del barraje Fijo.
PARÁMETROS HIDROLÓGICOS
PARÁMETROS HIDRÁULICOS
Ambas Bocatomas tienen el mismo diseño de Bocatoma Clásica, el Barraje Fijo es un
Presa de concreto armado totalmente construida en concreto armado con una longitud de
200.00 m, El Barraje Móvil está constituido por seis compuertas radiales con un ancho neto
total de 60.00 metros para el control del nivel del embalse.
Las experiencias en este sector del río Santa indican que el lecho del río no es estable
ni acorazado, y que las profundidades de socavación, calculadas en la etapa de diseño en 2.60
m para las cimentaciones de los enrocados de los diques laterales de defensas ribereñas, han
sido subestimados.
Para el estudio del transporte de sedimentos en el río Santa, se tiene una estación de
observación en la Bocatoma La Huaca, donde se muestrea dos veces al día, con esta
información se ha estimado que el transporte por arrastre es de 20 200 Kg/s de sólidos con un
caudal máximo extremo de 1 950 m3/s, observándose concentraciones de sedimentos
suspendidos del mes de máxima avenida de hasta 5.8452 gr/lt, y una turbidez máxima
ascendente a 11,759.5 NTU. El elevado volumen de sedimentos ha colmatado rápidamente el
embalse de la presa derivadora, reduciendo significativamente la capacidad de laminación de
los caudales máximos y una mayor dificultad para controlar el nivel de embalse. La
eliminación de los sedimentos del embalse es una alternativa de solución de alto costo pero
no es una solución al problema, puesto que se colmataría rápidamente con las siguientes
avenida, otra alternativa puesta en práctica fue abrir completamente las compuertas radiales
del barraje móvil y propiciar una eliminación de sedimentos por arrastre, resultó efectiva solo
hasta un corta distancia y se mantiene un volumen mínimo frente a las ventanas de captación.
[1]
Donde:
P=potencia por unidad de ancho de la corriente, N.m/s
ϒ= peso específico del agua, N/m3.
y= profundidad de la lámina de agua, 3 m.
S0=pendiente media del fondo del lecho, 0.048 m/m.
V= Velocidad media de la corriente, 5.8 m/s.
La potencia de la corriente (P) máxima registrada es de 835.2 N.m/s
EL MANTENIMIENTO CORRECTIVO
El objetivo más importante de las periódicas intervenciones en las estructuras de
captación fue asegurar la sostenibilidad del servicio durante la vida útil de la estructura de
captación. Las observaciones del comportamiento de los diversos elementos de las estructuras
determinaron que el resalto hidráulico en la poza disipadora del Barraje Móvil para caudales
mayores a 300 m3/s no llegaba a equilibrase, el salto hidráulico resulta libre e incompleto y se
reducía significativamente la capacidad para disipar la energía que provenía de las
compuertas radiales totalmente abiertas cumpliendo las reglas de operación. La potencia de la
corriente al no ser disminuida viaja aguas abajo formando ondas con gran capacidad de
arrastre, atacando al enrocado pesado de fondo o piso emplazada antes que las aguas se
entreguen al cauce del río y al fondo del cauce condicionando su descenso continuado.
Para controlar la progresiva erosión de la rasante del cauce del río, que se presenta en
este tipo de estructuras construidas sobre un cauce aluvional, el diseño original ha previsto un
enrocado pesado acomodado en el piso antes de que se entre las aguas al tramo de cauce no
intervenido. A la fecha el fondo de la rasante ha descendido en ambas bocatomas un
promedio de 4.00 m con respecto a la rasante original en el periodo 1996 al 2016 (20 años de
servicio). La profundidad de socavación calculada para este tramo del rio fue de 2.60 metros
para las defensas ribereñas que evidentemente fue sub estimada.
Las características del enrocado pesado acomodado han sido determinados por
modelamiento hidráulico, dimensiones mínimas de 1.2 á 1.50 m, acomodadas sobre el
terreno compactado, regularizado y protegido por un filtro de Geomembrana pesada,
acomodado para reducir al mínimo la fricción con la máxima avenida y el filtro para evitar el
movimiento de los finos debajo de la rocas falle el enrocado por asentamiento. Se
implementaron diversas modalidades de acomodo de rocas y la fijación de rocas.
Intervenciones en el Muro Guía.- Separa las pozas disipadoras de los barrajes fijo y
móvil, su longitud y cota de coronación ha ido creciendo a lo largo de los veinte años de
operación, debido a un desigual proceso erosivo en estas dos pozas disipadoras, en la poza
disipadora del barraje móvil se concentra el 70% del caudal, se presentan las mayores
velocidades y potencia erosiva, el muro guía debe separar los dos flujos muy diferenciados
para evitar lo formación de flujos laterales para reducir el riego de inestabilidad del enrocado
de protección de las pozas disipadoras.
CONCLUSIONES
En promedio el 70% del caudal de avenidas transita y se concentra en el 23% del
ancho efectivo total del cauce, evidenciándose que el estudio en modelo hidráulico del año
1994, no se viene cumpliendo en su real magnitud. La concentración de los caudales de salida
de la poza disipadora del barraje móvil, incrementa significativamente la potencia de arrastre
y los esfuerzos de arrastre de las partículas en este sector del lecho del río. Constituyéndose
en uno de los factores dominantes de riesgo más gravitantes sobre el fenómeno de la erosión
regresiva.
Para la probable repetición del fenómeno del Niño de 1983-194 y 1998-1999, y sus
efectos sobre la máxima avenida en el río Santa, se requiere la adopción de medidas
estructurales para controlar el proceso erosivo en las Bocatomas La Huaca y La Víbora.
La erosión del lecho del río hacia aguas abajo, produce un efecto negativo sobre las
pozas disipadoras, tanto del barraje móvil como del fijo, puesto que el resalto hidráulico no se
completa y se reduce la eficiencia del resalto hidráulico, gran parte de la energía no disipada
viaja aguas abajo con gran poder erosivo. La capacidad de transporte de sedimentos por
arrastre y saltación es elevada y se concentra en la margen izquierda, activándose la erosión
regresiva en este sector. A falta de control esta situación es recurrente en cada periodo de
avenidas y se incrementa el proceso incrementando los costos de mantenimiento correctivo
reponer el enrocado de protección y cada año se incrementa el volumen de enrocado pesado
por reponer.
La eficiencia del resalto hidráulico de las pozas disipadoras, esta se reduce cuando el
resalto deja de ser ahogado y resalto es libre, formándose hondas inestables que viajan aguas
abajo con un fuerte poder de arrastre que afectan en primera instancia al enrocado de
protección del piso y a continuación al fondo del cauce varias kilómetros aguas abajo. Se
plantea una nueva poza disipadora, ubicado a 80 metros hacia aguas abajo del actual con una
profundidad de 1.5 metros. En la zona de transición y fijar las Rocas con Anclaje de acero a
Bloques de Concreto Ciclópeo colocados transversalmente
La Distribución del Caudal máximo instantáneo que transita sobre el Barraje de 30%
(450 m3/seg) por el Barraje fijo y 70% (1,050 m3/seg), nos muestra una alta solicitación
sobre las pozas disipadora del barraje móvil en 60 metros de cauce activo es decir el 70% de
Caudal máximo transita por el 23% del cauce activo.
Se propone alargar el muro guía para evitar los flujos laterales. Las defensas ribereñas
de la margen izquierda han sido reforzadas dos kilómetros aguas abajo, puesto que el caudal
se ha concentrado en la margen izquierda y han erosionado las terrazas de cultivo de la
margen izquierda, controlando su perdida por erosión. En ambas bocatomas ya se ha
controlado la erosión lateral de las defensas ribereñas de la margen izquierda. En la margen
derecha no se han presentado casos de erosión.
Para controlar la erosión erosiva al pie de las presas derivadores de “La Huaca” y “La
Víbora”, debe estabilizarse el lecho al pie de presa, controlar la socavación de los cimientos
de las pozas disipadoras y controlar la estabilidad de las presas derivadoras. Se propone
estabilizar el cauce al pie de las presas derivadoras de las Bocatomas La Huaca y la Víbora,
con un segundo barraje estabilizador fijo con su correspondiente poza disipadora. Se ha
determinado que esta nueva poza debe disipar el nuevo desnivel de 4.00 metros, al pie del
Barraje móvil donde se observa la mayor solicitación de esfuerzos cortantes erosivos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS