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BOLILLA 1

1. DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL

Derecho constitucional: es aquel que se ocupa de la organización y el funcionamiento esenciales del Estado.

Derecho constitucional procesal: es un sector del derecho constitucional que se ocupa de algunas instituciones
procesales reputadas fundamentales por el constituyente. Se integra con postulados constitucionales y principios
procesales. Por ejemplo, de las garantías para una correcta administración de justicia (garantías para los jueces, para
las partes, formalidades esenciales del procedimiento, etc.). En Argentina lo son los principios constitucionales que
disponen la prohibición de juzgamiento por comisiones especiales, o de ser obligado a declarar contra sí mismo, la
inviolabilidad de la defensa en juicio, la necesidad de juicio previo a la imposición de una condena, la garantía de
estabilidad permanente de los magistrados judiciales e intangibilidad de sus remuneraciones, la prohibición al
Presidente para que ejerza funciones judiciales, etc.

Derecho procesal constitucional: esta rama jurídica se sitúa dentro del derecho procesal, y atiende a los dispositivos
jurídicos procesales destinados a asegurar la supremacía constitucional (derechos o garantías constitucionales).
Cumple un rol instrumental, en el sentido de que le toca tutelar la vigencia y operatividad de la Constitución,
mediante la implementación de la judicatura y de los remedios procesales pertinentes. Todas las declaraciones
constitucionales son fútiles si no existen remedios jurídico-procesales que aseguren su funcionamiento real. Para
cierto sector de la literatura jurídica, debe atribuirse a Kelsen la fundación del derecho procesal constitucional en
virtud de su teoría de la célebre pirámide jurídica.

El derecho procesal constitucional es principalmente el derecho de la jurisdicción constitucional, comprensiva de la


magistratura constitucional y de los procesos constitucionales.

- Magistratura constitucional: órgano u órganos de jurisdicción constitucional, corresponde remitirse a la


distinta organización jurídico-política de cada estado. En Argentina, cualquier tribunal, en virtud del sistema
difuso adoptado para el control de constitucionalidad de las normas.
- Proceso constitucional: se ocupa de tutelar el principio de supremacía constitucional (meta principal) y de
proteger los derechos subjetivos. Comprende los recursos o acciones de amparo, habeas corpus,
inconstitucionalidad, extraordinario, etc. en sentido amplio, implica un conjunto de actos realizados por o
ante la magistratura constitucional y que permite desarrollar la actividad jurisdiccional constitucional. Todo
proceso, en sentido lato, es o tiene que ser constitucional, tanto porque tendrá que conformarse con la
Constitución como porque cualquier proceso tiene por meta salvaguardar principio o derechos
constitucionales. Sin embargo, cuando aquí se habla de “proceso constitucional”, en sentido propio, se está
queriendo decir proceso referido inmediatamente a la Constitución y no mediatamente a ella.

2. SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL

Por “supremacía constitucional” se entiende que la Constitución en un ordenamiento jurídico es la base de todo el
sistema jurídico y que las demás normas deben estar de acuerdo con ella. Implica colocar a la Constitución en la
Cúspide de la pirámide de Kelsen; todo derecho debe tenerla como norte, y no puede avasallarla.

La supremacía constitucional puede visualizarse en diferentes artículos de la norma suprema, entre ellos, el art. 5, 28,
27, 31, 65, 75 (incs. 22 y 24), 93, 112 y 128. No obstante, los dos artículos centrales en relación con el tema tratado
son el 31 y el 75, inc. 22 de la Constitución Nacional.
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En nuestro país la supremacía constitucional establece el siguiente orden jerárquico de normas –pirámide jurídica de
las normas –:

1. Constitución Nacional + tratados humanos con jerarquía constitucional y lo demás tratados y convenciones
sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso con el voto de las dos terceras partes de la
totalidad de los miembros de cada Cámara (art. 75, inc. 22 incorporado con la reforma constitucional de
1994).
2. Tratados internacionales y concordatos
3. Normas que derivan de los órganos creados por los tratados de integración
4. Leyes nacionales
5. Constituciones provinciales
6. Leyes provinciales
7. Decretos del poder Ejecutivo
8. Resoluciones, reglamentos, etc.

¿Qué sucede si no se cumple lo dispuesto en relación con la supremacía constitucional, es decir si, por ejemplo, una
ley se sanciona, promulga, publica y entra en vigencia pero se trata de una ley inconstitucional? ¿Tiene valor, debe
cumplirse y respetarse?

La supremacía constitucional está subordinada al control de constitucionalidad. En los Estados de Derecho


Constitucional, con características distintas, se han previsto diferentes mecanismos de control de constitucionalidad
que son precisamente los que resguardan la constitución y permiten que se cumpla la supremacía constitucional.

3. TIPOS DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD

SISTEMA EUROPEO SISTEMA NORTEAMERICANO


Este sistema de control de constitucionalidad es Este sistema de control de constitucionalidad es
denominado “sistema concentrado” porque es llevado a denominado “sistema difuso” porque cualquier juez
cabo por un órgano específico que recibe el nombre de puede interpretar la Constitución y declarar la
tribunal constitucional. inconstitucionalidad de la ley que se ponga en tela de
El control es de carácter preventivo porque una ley no juicio ante su juzgado.
adquiere vigencia hasta que no se haya remitido al Requiere de un caso concreto para que el control pueda
tribunal constitucional y éste haya prestado su acuerdo ser ejercido, y las resoluciones que de él resulten sólo
sobre la misma. tienen efectos inter partes, es decir, para las partes
No se requiere de un caso concreto traído a juicio para intervinientes en el litigio.
que el tribunal ejerza el contralor, y sus resoluciones
tienen efectos erga omnes, es decir, que pueden hacerse
valer frente a todos.

4. CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD EN ARGENTINA

El control de constitucionalidad es el mecanismo y la función que se ejerce para tutelar y mantener la supremacía de
la Constitución. Presupone la existencia de una Constitución escrita, independencia del órgano que controla y
facultades decisorias de éste.

En Argentina, al sancionarse la Constitución originaria en 1853, se tomó el modelo estadounidense de control de


constitucionalidad, en razón de la famosa sentencia “Marbury v. Madison” (1803) había definido en Estados Unidos la
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hasta entonces poco clara asignación de esta función estableciendo que ella quedaba en manos de los jueces en
general y de la Corte Suprema en última instancia. Por tanto, se tomó el modelo norteamericano respecto del control
de constitucional que sigue el common law, mientras que todo nuestro ordenamiento se basó en el modelo
continental europeo. Pero es importante manifestar que no existe en forma clara y contundente en la Argentina,
como sucede en los Estados Unidos, el principio de stare decisis, que comporta la obligatoriedad de respectar el
precedente.

El control de constitucionalidad de las leyes no surgió expresamente del texto de la Constitución nacional, pero
emanaba tácitamente de ciertas cláusulas de ella. La reforma constitucional de 1994 inserto expresamente la facultad
de los jueces de declarar la inconstitucionalidad de las normas en el art. 43 C.N (amparo, habeas data, habeas
corpus).

Entonces son los jueces en general quienes efectúan el control de constitucionalidad. La Corte repite que sus
sentencias deben ser respetadas y que los jueces inferiores no pueden dejar de seguir la jurisprudencia por ella
sentada, salvo den razones justificadas.

En el sistema de nuestro país quien tiene la decisión final es siempre el Poder Judicial en general, y en última
instancia, la Corte Suprema de Justicia –en la esfera federal –.

Se trata de un derecho-deber para los magistrados judiciales y de una función moderadora a cargo del Poder Judicial,
esto es, de control respecto de los demás poderes del Estado.

El hecho de que sean “todos” los jueces los que puedan declarar la inconstitucionalidad lleva a sostener que el
sistema de control es JURISDICCIONAL DIFUSO.

- El control se realiza en un caso concreto, ya que no se pueden formular planteos teóricos o abstractos.
- Anteriormente la vía para instarlo era la de defensa o excepción, pero en la actualidad con la amplitud de
acción de amparo, por la jurisprudencia primero y luego por la reforma de 1994 como con la aparición de
acción declarativa de inconstitucionalidad, etc. ya no puede afirmarse más ello.
- Sólo la parte agraviada podía plantear la inconstitucionalidad pero también con el advenimiento de la
reforma de 1994 dicha restricción se ha diluido con la figura de amparo colectivo y la aceptación cada vez
mayor de la jurisprudencia de acciones colectivas que hacen que los afectados en relación con ciertos
derechos difusos sean cada vez más amplios.
- El control puede recaer tanto sobre actos, hechos (del Estado o de particulares), omisiones –se discute – o
normas.
- En principio, el control actúa a instancia o pedido de parte, pero también la jurisprudencia admite cada vez
más la posibilidad de un control de oficio (fallo Banco Comercial Finanzas), basado en el principio de
supremacía constitucional y el de iura novit curia (el juez conoce el derecho).
- Tiene efectos inter partes, es decir que las decisiones de los jueces en materia de inconstitucionalidad sólo
valen para las partes involucradas en el caso pero éste para a ser un precedente, aunque no vinculante, que
influye, como fuente, en los casos posteriores y si la decisión es tomada por la Corte Suprema ella tiene dicho
que sus fallos son vinculantes para los tribunales inferiores y que éstos no pueden apartarse de la
jurisprudencia por aquella sentada salvo den fundamentos suficientes. Por ejemplo, el fallo Ossola se alejó
del fallo F.A.L en el que la Corte se exipidió respecto del aborto no punible. En síntesis, el efecto de la
declaración de inconstitucionalidad no elimina la norma del sistema, sino que el juez se limita a no aplicarla
para ese caso en particular.
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Este carácter encuentra excepciones, como es el caso del fallo Halabi, en el cual la Corte instituyó una acción
colectiva (es decir, hecha por un representante a nombre de grupos de personas en situaciones similares) en
pos de proteger derechos homogéneos, permitiendo que la sentencia tenga efectos para todos los
ciudadanos que padecen el mismo problema, sin tener que iniciar un juicio.

CARACTERES (Sagüés)

1) Difuso o desconcentrado

No existe en Argentina un fuero constitucional especializado en esa temática, y al cual haya que remitir
obligatoriamente la decisión de todo cuestionamiento de constitucionalidad. Todos los jueces de cualquier categoría
y fuero, pueden interpretar y aplicar la Constitución y leyes de la Nación en las causas cuyo conocimiento les
corresponda.

2) Permanente

Lo que significa que corresponde esa tarea a todos los jueces.

3) Reparador y no preventivo

Los magistrados revisan la conformidad constitucional de las normas una vez que fueron dictadas y promulgadas. Por
ello, es reparador. Aunque con relación a hechos y actos (no normas) es posible cierto control preventivo. Ello
ocurre, por ejemplo con la amenaza de perturbación de derechos constitucionales, antes que el acto lesivo se
consume (habeas corpus, amparo).

4) Opera por vía de acción y excepción

En cualquier pleito ya sea el actor al articular la demanda, ya sea el demandado al contestarla, pueden alegar la
inconstitucionalidad de un precepto, y postular al tribunal del caso la declaración de su inconstitucionalidad, con la
pretensión de inaplicarla para tal proceso, que debería resolverse, de ser exitoso el planteo, como si tal regla no
existiese. En tal marco, el control de constitucionalidad opera como algo accesorio o secundario respecto de una litis
principal.

Este sistema por vía de excepción (al contestar la demanda) o de defensa (al interponer la demanda) rigió hasta
mediados de los años 80. A partir de ello emerge un nuevo tipo de control de constitucionalidad, por vía de acción,
donde el objeto principal del sistema es atacar directamente la regla reputada como inconstitucional (acción
declarativa de certeza).

5) Amplio en función de los sujetos legitimados para promover

Los sujetos habilitados para reclamar por la inconstitucionalidad de una norma o acto son, en principio, los
agraviados por ellos. En ciertos aspectos el número de legitimados aumenta sensiblemente: así ocurre con la acción
de habeas corpus, que puede ser deducida por el afectado o por otra en su favor, sin necesidad de que esa persona
tenga mandato, relación de amistad o vínculo familiar con el detenido. Respecto de la acción de amparo, en los casos
de discriminación y respecto a los derechos ambientales, a la competencia, al usuario y al consumidor, a los derechos
de incidencia colectiva, el agraviado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a tales fines.

6) Actúa a pedido de parte


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La doctrina de la no declaración de oficio de la inconstitucionalidad de las normas tuvo en nuestro país una vigencia
centenaria. La corte en los autos “Los Lagos c/Gobierno Nacional” la corte receptó expresamente que la
inconstitucionalidad de las leyes puede pronunciarse solo a petición de parte (por aquellos a quienes perjudique la
norma), y no de oficio por los jueces.

Finalmente, en “Mill de Pereyra”, la Corte admitió de modo franco la posibilidad de que los jueces pronuncien de
oficio la inconstitucionalidad de las leyes. Esa calificación requería la existencia de un juicio concreto, una manifiesta
e indubitable oposición entre la ley y la Constitución, y la imposibilidad de resolver la litis por otras razones. Alertó
igualmente que el pronunciamiento de oficio de la inconstitucionalidad era inter partes y carecía de efecto
derogatorio genérico.

Ahora bien, en “Gómez”, la Corte Suprema advierte que la posibilidad de declarar de oficio la inconstitucionalidad no
autoriza a los jueces a quebrar el principio procesal de congruencia. En resumen, no resulta válido que el juez otorgue
mediante una declaración de inconstitucionalidad promovida por sí mismo, algo distinto a lo pretendido por las
partes, arribando a un resultado extra petita.

7) Vigila actos, normas y omisiones

La inspección de normas infra-constitucionales, debe entenderse en sentido amplio: leyes, decretos, resoluciones,
ordenanzas, etc., sean nacionales, provinciales o municipales, o emanadas de cualquier órgano público.

El control judicial también abarca acciones, decisiones, o comportamientos de autoridad pública (o de particulares –
amparo –). Las omisiones de autoridad pública son igualmente objeto de control de constitucionalidad.

1) Tiene efectos decisorios. Está sujeto a control supranacional

La sentencia que pronuncia la inconstitucionalidad es decisoria. Pero el control de constitucionalidad argentino es


pasible de revisión por la magistratura supranacional (Corte Interamericana de Derechos Humanos).

2) Efectos del pronunciamiento judicial de inconstitucionalidad

No implica derogación de normas: el efecto de la sentencia es relativo, inter partes y no erga omnes. Si una norma es
reputada inconstitucional, la sentencia no tendrá efecto derogatorio genérico.

Límites: la declaración de inconstitucionalidad se circunscribe a la norma y al litigio donde ha sido pronunciada.

Resultado: declarada inconstitucional una norma, las cuestiones planteadas en el juicio respectivo deben ser
resueltas como si aquella no existiera.

5. CONTROL DE CONVENCIONALIDAD

Los jueces deben, además, realizar un control de convencionalidad al momento de aplicar las normas en sus
respectivos procesos, es decir, deben meritar si la norma es acorde o no con los documentos internacionales del
sistema, y de no serlo no deben aplicarla, caso contrario, eso generaría responsabilidad internacional del Estado
respectivo.

Demanda → Sentencia→ Apelación→ Cámara→ Sentencia→ Recurso de Casación→ TSJ→ Sentencia→ Recurso
Extraordinario o Federal →CSJN →6 meses para hacer valer el derecho desconocido en todas las instancias
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anteriores→ Comisión Inteamericana de Derechos Humanos si considera adecuada la petición la redirige a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.

Concepto

El “control de convencionalidad” es un mecanismo que debe ser llevado a cabo, primero por los cuerpos judiciales
locales, haciendo una “comparación” entre el derecho local y el supranacional, a fin de velar por el efecto útil de los
instrumentos internacionales (tratados, ius cogens, jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos;
y luego esa tarea debe ser ejercida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos si es que el caso llega a sus
estrados.

Los órganos jurisdiccionales locales ejercitan el llamado control de constitucionalidad que importa una comparación
entre su Carta Magna y las normas que por su rango están por debajo de ella, debiendo darle prioridad a la primera.
En Argentina se ha adoptado un sistema difuso por el cual este control debe ser llevar a cabo por todos y cada uno de
los magistrados judiciales sistema difuso.

Pero, además, cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional –como la Convención Americana de Derechos
Humanos –, sus jueces también están sometidos a él, lo que les obliga a velar porque el efecto útil de la convención
no se vea mermado o anulado por la aplicación de leyes contrarias a sus disposiciones. Entonces, los órganos del
Poder Judicial deben ejercer un control de constitucionalidad y, también, uno de convencionalidad –de oficio – entre
las normas internas y el tratado.

A su vez, la Corte Interamericana de Derechos Humanos también lo realiza en su tarea de inspeccionar si los países
han violado o no las convenciones sujetas a su competencia. Ante una sentencia con carácter de cosa juzgada de los
jueces locales, eventualmente, puede discutirse su autoridad cuando ésta afecta derechos de los individuos
protegidos por los tratados. Solo circunstancias excepcionales pueden conducir a que el cuerpo supranacional deba
ocuparse de examinar los respectivos procesos internos, por ende no se convierte en una cuarta instancia que deja
sin efecto las leyes de los países.

La Corte escruta si la legislación interna transgrede la Convención Americana sobre Derechos Humanos (y otros
tratados), y si advierte esta falencia, así se lo hace saber al país infractor para que modifique los actos ejecutados por
cualquiera de sus tres poderes, a fin de evitar que el mismo incurra en responsabilidad estatal.

Control de convencionalidad en abstracto

En los primeros tiempos el Tribunal Interamericano sostenía que era improcedente la revisión supranacional si el
precepto atacado no había sido aplicado, es decir no tenía aptitud para activar de oficio “en abstracto” el contralor.
Empero últimamente el órgano aludido cambió de tornas destacando su potestad de controlar la convencionalidad
de las normas locales vigente que habiendo solo sido sancionadas no hubieran sido utilizadas en una causa
determinada.

¿Quiénes ejercen este control?

No sólo el Tribunal Interamericano debe llevar a cabo el contralor, sino también que previamente los jueces locales
pueden y deben ejercitar esta tarea, obviamente antes que el pleito llegue a instancia internacional. Ello así, porque
la intervención de los cuerpos supranacionales es subsidiaria y las actuaciones, por regla, deben ser analizadas en la
instancia local.
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¿Sobre qué normas nacionales se debe ejercitar la comparación?

No sólo respecto al Pacto de San José de Flores, sino a todos los Tratados Internacionales ratificados por la Argentina,
al ius cogens y a la jurisprudencia de la Corte Internacional de Derechos Humanos.

¿Sobre qué normas nacionales debe ejercerse la comparación?

Si los preceptos locales, legislativos o de cualquier otro carácter (ley, decreto, ordenanza, actos administrativos,
constituciones provinciales y nacional), y las prácticas estaduales de cualquiera de los tres poderes, no protegen
debidamente los derechos fundamentales enunciados por el derecho internacional, la nación debe adecuarlas y, en
su caso, suprimir aquellas que desbordan el esquema, o crear las que correspondan.

Control de oficio

El control de convencionalidad no debe quedar exclusivamente limitado a las manifestaciones o actos de los partes.
Cuando las actuaciones llegan a la Corte, ella realiza el contralor, aún de oficio, considerando que es la última
intérprete de la normativa interamericana.

¿Qué consecuencias derivan del control de convencionalidad hecho por la Corte?

Cuando dicho cuerpo jurisdiccional dispone que en el caso concreto se violó la convención, tal pronunciamiento es
vinculante, y el Estado tiene la obligación de adaptar y en su caso modificar el derecho interno, bajo apercibimiento
de incurrir en responsabilidad estatal.

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