La teoría preceptiva, no es más que parte de la evolución del concepto del
negocio jurídico, y para nosotros poder comprender lo que abarca esta teoría se explicara detalladamente que es el negocio jurídico.
Savigny (como se citó en Castro, 1985) fue quien acoto que el
negocio jurídico será aquel en el que la voluntad tiene por objeto inmediato crear o extinguir una relación jurídica, aunque con ello se proponga conseguir otros fines no jurídicos.
En otras palabras, lo que trata de dar a entender Savigny es que el negocio
jurídico busca justificar y conceptualizar los actos del hombre que son relevantes jurídicamente como, por ejemplo: la compra de una vivienda es un negocio jurídico, ya que el comprador sabiendo lo que hace da lugar a una relación jurídica que le origina derechos y obligaciones; sin que importe cual sea el fin extrajurídico para el que se adquiere (habitarla, arrendarla, revenderla).
La teoría precepetiva se basa en que el negocio jurídico es un supuesto de
hecho, pero que contiene no simples declaraciones de voluntad sino un precepto social, es decir una autorregulación de intereses privados socialmente útiles. Se aceptó la concepción legalista como supuesto de hecho, pero se le agrego que debía tratarse de un supuesto con significado social. No era suficiente cualquier voluntad orientada a cualquier finalidad, debía ser una finalidad importante para todos los miembros de una determinada sociedad y por ello merecedora de tutela legal. Adquiere trascendencia la noción de causa, pero no como simple finalidad del supuesto de hecho (función jurídica), sino como finalidad o función socialmente útil.
La mencionada teoría, comenzó a incomodar el concepto de utilidad social.
Empezó a parecer exagerado exigir a la autonomía privada, la función socialmente útil. En tal sentido se empezó a hablar de finalidades razonables y dignas. Se entendió que la causa no es en todos los casos una función socialmente útil (supuesto de hecho de negocios tipificados) sino como una función razonable que permite la tutela de todos aquellos negocios orientados a la consecución de intereses meramente privados. Betti (2000) acota lo siguiente:
La institución del negocio jurídico no consagra la facultad de
«querer» en el vacío, corno place afirmar a cierto individualismo que no ha sido aún extirpado de la dogmática actual. Más bien, según hemos visto, garantiza y protege la autonomía privada, en la vida de relación, en cuanto se dirige a ordenar intereses dignos de tutela en las relaciones que los afectan. Esto afirmado, es fácil llegar a definir el negocio jurídico según sus caracteres genéticos y esenciales. (p.66) Bibliografía Castro y Bravo, F. (1985). El negocio juridico. 1st ed. Madrid: Civitas, p.p.45.
Betti, E., Galgano, F., Scongnamiglio, R. and Battista Ferri,
G. (2001). Teoriá general del negocio jurid́ ico. Perú: ARA Editores, p.p.66.
La Motivacion Del Alumno y Su Relacion Con El Rendimiento Academico en Los Estudiantes de Bachillerato Tecnico en Salud Comunitaria Del Instituto Republica Federal de Mexico de Comayaguela Mdc Durante El Ano l (1)