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INCREDULIDAD !Pánico a Soltar la Rama!

Introducción:
Es una pena que el cristianismo evangélico, aún el pentecostal, se haya quedado estancado en las
experiencias de salvación (salida de Egipto) y bautismo en el Espíritu Santo (cruce del Mar Rojo);
como si eso fuera todo lo que se espera que uno pueda recibir de Dios. Sin embargo, tras cruzar el
desierto! y cuan pocos lo cruzan!, nos esperan las experiencias (crisis) de muerte, sepultura y
resurrección (cruce del Jordán; ver Jos 4 y 5), circuncisión del corazón y pascua (Gilgal), expulsión
de los gigantes, ocupación de la Tierra Prometida,...

Textos bíblicos:
(Sal 46:1-3,10): ...aunque la tierra sea removida..., !estad quietos y conoced que yo soy
Dios!...
(Ex 14:13-14): ...No temáis, estad firmes, y ved la salvación que Yahwéh hará hoy con
vosotros... Yahwéh peleará por vosotros y vosotros estaréis tranquilos.
2º Cr 20: 15-17) ...porque no es vuestra la guerra sino de Dios...No habrá para que peleéis
vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Yahwéh con vosotros...
(Jer 15:5, 7): Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su
corazón se aparta de Yahwéh. Bendito sea aquel que fía en Yahwéh, pues no defraudará
Yahwéh su confianza (BJ)).
(Is 30:15): ...En descanso y en reposo seréis salvos, en quietud y confianza será vuestra
fortaleza...
(Is 31:1-3): !Ay de los que descienden a Egipto a por ayuda, y confían en caballos, y su
esperanza ponen en carros porque son muchos, y en jinetes porque son valientes; y no miran
al Santo de Israel, ni buscan a Yahwéh! ...los egipcios hombres son y no Dios; y sus caballos
carne y no espíritu...
Paso (crisis) del Mar Rojo: Ex 14:3, 16, 21-22
(Jos 3:1; 4:19; 6:2): ...y vinieron hasta el Jordán y reposaron allí antes de pasarlo. Y el pueblo
subió del Jordán... y acamparon en Gilgal (después de pasarlo),... Más Yahwéh dijo a Josué:
Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó...
Paso (crisis) del Jordán: Jos 3:13, 16; 4:3, 8, 9-11, 18-20.
(Jer 6:16): ...Paraos en los caminos, y mirad y preguntad por las sendas antiguas, cual sea el
buen camino y andad por él, y hallareis descanso para vuestras almas...
(Gá 3:1-3): !Oh gálatas insensatos!... ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por el oír
con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu ahora vais a acabar por la
carne?
(Ap 2:5): Recuerda, por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete (vuelve a ese lugar en que
caíste), y haz las primeras obras...

Cuentan que cierto alpinista, ateo, tuvo un percance, resbalando por la pared rocosa de la
montaña que estaba trepando. Hubiera caído al abismo de no ser porque pudo asirse de la
única rama que había, a la que quedó agarrado y suspendido en el aire, sin que pudiera salir
por sí mismo de tan peligrosa situación. Al ir tomando consciencia que cuando se le agotaran
las fuerzas caería precipicio abajo, comenzó a gritar con todas sus fuerzas pidiendo auxilio; y
esto hizo largamente sin recibir contestación alguna. Ya al borde del agotamiento le vino al
pensamiento pedir la ayuda de Dios, cosa que en principio rechazó pues era ateo. Sin
embargo, viendo la muerte tan de cerca, decidió ensayar una tímida oración mental; la cual
tampoco fue respondida de inmediato. Cuando sus manos comenzaban a resbalarse, pues sus
fuerzas se habían agotado, se asustó tantísimo que comenzó a gritarle a Dios:
"Dios, si realmente existes, !ayúdame!".
Pero tampoco escuchó respuesta alguna; así que, ya con lágrimas en los ojos, volvió a gritar
fuerte:
"Dios MIO por favor, te lo suplico, !sálvame!"
En ese momento sonó una atronadora voz:
"Hijo, ¿tú realmente crees?"
El alpinista se sorprendió tanto al escuchar la estruendosa voz de Dios, que quedó asustado y
temblando de pavor, pero como pudo y con sentido de urgencia contestó:
"!Si, si! yo verdaderamente creo".
A lo que la Voz como de muchas aguas nuevamente respondió:
"Hijo, si tu realmente crees, suelta la rama y yo te recogeré".
El alpinista quedó pensativo por unos instantes y al fin volvió a gritar:
"¿Hay alguien más ahí arriba?"

Quizás la historia pueda resultarnos jocosa, pero lo triste es que, no ya los ateos, sino la mayoría de
los cristianos, tenemos pánico mortal a soltar la rama; porque, aunque decimos creer, la realidad es
que no confiamos en que Dios sea tan real como para recogernos si nos soltamos de la rama.
Por periodos nos quedamos quietos y confiados, pero cuando se presenta una crisis en nuestra vida
pone de manifiesto nuestra incredulidad, que no es otra cosa que miedo,
desconfianza. Desconfianza en medio de la cual nos negamos a obedecer la palabra de Dios,
porque tenemos miedo de caer al vacío. Somos como paracaidistas que pasaron por el
campamento y la instrucción militar y conocen bien la teoría, pero que ya arriba en el avión, se
niegan a saltar por que temen que el paracaídas no se abra y tienen que ser empujados. Gracias a
Dios que, aún a pesar de nosotros mismos, si se lo pedimos ("creo Señor, ayuda mi incredulidad"),
nos llevará a una situación de encierro tal (al "cul de sac", al callejón sin salida) en que no nos
quedará más remedio que obedecerle y soltar la rama a la que nos aferramos o cruzar, como
ocurrió en el Mar Rojo con los israelitas. Vivimos aferrados tenazmente al volante (guía) del vehículo
de nuestra vida, que arrebatamos al Señor poco después de ser salvos, y aunque con nuestra boca
confesamos que El es quien conduce, ni en broma queremos soltar el volante, abandonar el asiento
principal y sentarnos en el del copiloto, para que Jesús asuma el mando. Tenemos un miedo cerval
al vacío que se producirá al soltar; miedo a detener la marcha y acampar; miedo a estarnos quietos
y no hacer nada. !Miedo a la tumba donde ha de yacer nuestro YO (ego) en espera de las palabras
de resurrección: "!Lázaro, sal fuera!". Por el contrario, en estas crisis, en lugar de apostar al milagro,
al exclusivo amparo de Dios, comenzamos a maquinar, a buscar nuestras propias soluciones, a
bajar a Egipto (el mundo) a por ayuda; a apoyarnos en hombres (familia, amigos, etc., sean
cristianos o no) o en cosas materiales. Circunvalaremos al Señor, buscaremos subterfugios,
estratagemas o sutilezas; !cualquier cosa excepto estarnos quietos y confiar sólo en Dios! Nos
haremos los encontradizos, haremos sugerencias, llamadas telefónicas, pregonaremos, muy
sutilmente, eso si, nuestra necesidad, ... para ver si alguien "pica" y se apiada de nosotros. En fin,
como de costumbre, meteremos nuestra manita (quizás sería mejor decir la patita) para ayudarle a
Dios a hacer la obra y, por enésima vez, abortaremos el milagro, el plan de Dios, y vuelta a
empezar...
Mientras mi cristianismo sea teórico (religioso) y no vivencial (verdadero, práctico), por si Dios no es
real, o no es capaz de oír y menos de responder...; mejor seguir con mi simulación religiosa; con mi
piedad afectada de cara de santito en éxtasis; con mis obras "buenas" de la carne (que al igual que
las obras malas de la carne, vienen del mismo árbol del Conocimiento del Bien y del Mal), y que no
son sino trapos de inmundicia, obras separadas (muertas) de Dios, pues El no nos mandó hacerlas;
con el "bikini" de las hojas de higuera de justificación propia, en lugar de la túnica de la
justificación en Cristo. Es decir, seguir con el servicio religioso desde la carne; un asqueroso disfraz
o careta de obras muertas, para encubrir una baja espiritualidad. !Esto es religión! !Esto es status
espiritual!
¿El remedio? Necesito, como el hijo pródigo, que nunca debió abandonar la Casa de la Gracia, la
revelación que me haga "volver en mi" (Jer 6:16; Gá 3:1-3; Ap 2:5). Necesito un parón; un vacío; un
corte; una crisis; un río que me arrastre sin que pueda hacer pie; una espera confiada de diez días
en Jerusalén; un silencio como de media hora... para que Dios se pronuncie (Ap 8:1). Necesitamos
acampar, pararnos, plantarnos y decirle a Dios: "de aquí no me muevo si tu presencia no ha de ir
conmigo". Necesito las experiencias de muerte, sepultura y resurrección; de circuncisión del corazón
(mi corazón rasgado y no mis vestidos) y de pascua de comunión fraternal. Esto a nivel personal y
después, corporativamente como iglesia local; necesitamos la experiencia de Aposento Alto, la
doble porción o tercera unción. Y, !ahora si! con el Espíritu Santo a bordo y como Cuerpo bien
conjuntado, en resurrección, en vida victoriosa, en vida ascendida, en vida tras del velo, en el
reposo de todas nuestra obras (el "shalom de Dios", la paz DE Dios además de la paz CON Dios
que al creer me fue concedida) y en el gozo del Espíritu Santo; ahora, cruzado el Jordán y tras la
acampada, la circuncisión y la pascua en Gilgal, podremos marchar hacia la conquista de la tierra
Prometida. Ahora podremos recuperar la autenticidad de la oración, del canto, de la danza, de las
potencias del alma renovadas y sujetas al Espíritu y todo lo que se comió la oruga, el saltón, el
revoltón y la langosta. Ahora, con un ejército restaurado y equipado y no con uno de lisiados,
podremos hacer guerra espiritual y conquistar, o, mejor dicho, ocupar lo que Dios ya haya
conquistado para nosotros (Jos 6:2).
Publicado por Txema ARMESTO en miércoles, octubre 27, 2010 0 comentarios
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Etiquetas: CONFIRMACIONES AL MENSAJE DE FINISTERRE., VIDA ASCENDIDA, VIDA TRAS
DEL VELO..., VIDA VICTORIOSA

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