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CAPITULO 3

Preferencias; utilidad y elección


del consumidor

Se afirma que si realmente se entienden los conceptos relacionados con la


oferta y la demanda, se ha logrado dominar la esencia misma de la economía.
Aunque esta aseveración no es completamente cierta, sí es verdad que un
profundo análisis de los aspectos que sustentan la teoría de la demanda y la
oferta puede ser muy indicativo acerca de la manera como operan los merca-
dos.
La mayor parte de este curso de microeconomía intermedia se dedica a
profundizar en nuestro entendimiento de las bases que sustentan la teoría de
la demanda y la oferta, así como a extender los conocimientos derivados de
dicho proceso a una variedad de situaciones aplicadas a la vida real. En este
capítulo consideramos los aspectos determinantes de la toma de decisiones
por parte del consumidor, los factores que provocan cambios en ellas y la
manera cómo de las decisiones de los consumidores se deriva la demanda
por diversos bienes. En los capítulos 8 y 9, por su parte, consideraremos este
mismo conjunto de interrogantes relacionados con aquellos aspectos que
tienen que ver con la toma de decisiones por parte de las empresas y la
correspondiente derivación de la curva de la oferta.

DEMANDA DE MERCADO
La demanda de mercado de un bien es simplemente la suma de las demandas
individuales de los consumidores en un mercado determinado y para ese bien
en particular. En la Figura 3-1 puede apreciarse que cuando el precio de la
pizza es de US$5 por unidad, los consumidores A y B son los únicos compra-
dores de ese bien. De esta manera, la demanda de mercado está constituida
por el monto comprado por el consumidor A, más el monto comprado por el
consumidor B, a un precio de US$5, durante un período de tiempo determina-
57
58 MlCROECONOMIA

FIGURA 3-1
Las curvas de demanda de mercado son la suma de las curvas de demanda individuales.
En este caso el mercado consta de tres personas; mediante la suma de sus curvas de demanda individuales
podemos construir la curva de demanda de mercado de pizzas para cierto período de tiempo.

do. Como puede verse en la Figura 3-1, si el precio disminuyera a US$4 por
unidad, los consumidores, que ya estaban comprando pizza, ahora comprarán
una mayor cantidad, integrándose, adicionalmente, otro consumidor, el con-
sumidor C, al mercado. La demanda de mercado se constituye entonces en
la suma de los montos por estos tres consumidores.
Contando únicamente con esta infomiación, ya puede inferirse que la
demanda de mercado tiene una pendiente negativa (la ley de la demanda).
Sin embargo, adicionalmente, nos gustaría poder conocer si la curva de de-
manda de cada consumidor también presenta pendiente negativa, así como
qué factores, además del precio, determinan la demanda de un consumidor
por (la compra de) un bien. ¿Son acaso estos otros factores cuantificables y
sujetos a medición, como sucede con el precio? ¿Están ellos sujetos a un
análisis sistemático o, por el contrario, son aleatorios e impredecibles? Estos
son los interrogantes que buscaremos responder en el presente capítulo.

ANÁLISIS DE UTILIDAD
Comencemos por observar el hecho de que la gente tiene preferencias por
ciertos bienes sobre otros. Es decir, los individuos prefieren ciertos bienes a
otros. Las elecciones de un consumidor para comprar una mayor o una menor
cantidad de un bien, o para definitivamente no comprar ciertos bienes, son,
en parte, el resultado de sus propias preferencias. De la misma manera, dichas
elecciones constituyen una respuesta a los precios relativos (costos alternati-
vos) de los diversos bienes disponibles para la compra. Los economistas del
siglo pasado usaron el término utilidad para referirse a las preferencias de un
individuo o a la satisfacción que éste recibe del consumo de unidades particu-
lares de un bien específico.
La utilidad es una propiedad común a todas las cosas que se desean.
Algunas de ellas se compran y se venden; otras, como el amor, no se intercam-
bian en los mercados formales, aunque ciertamente no carecen de utilidad.
PREFERENCIAS, UT1LIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 59

Obsérvese, sin embargo, que éste es un concepto puramente subjetivo. No


existe ninguna forma por la cual nosotros, como economistas, podamos medir
la cantidad de utilidad que otra persona pueda estar en capacidad de obtener
de un determinado bien, puesto que "tener utilidad" no es sinónimo de "uti-
litario" o de "práctico". Este concepto se refiere únicamente a lo que cierto
consumidor desea. En este sentido, no puede hacerse ninguna afirmación
científica relacionada con la utilidad que alguien pueda recibir al consumidor
una cantidad dada de un bien específico.
De esta manera, en este análisis, las actividades ilegales que mucha gente
pueda considerar equivocadas desde el punto de vista moral, aún pueden ser
analizadas en términos de la utilidad que generen para quienes las consumen.
Puede decirse, entonces, que la utilidad se encuentra en la percepción misma
del consumidor, reflejando lo que una persona desea, no lo que alguien piensa
que esa persona debería desear. Sin embargo, los economistas pueden analizar
la elección del consumidor en términos de utilidad, de la misma manera que
un físico ha analizado algunos de sus problemas en términos de fuerza. Ningún
físico ha visto jamás una unidad de fuerza. Pues bien, tampoco ningún econo-
mista ha visto jamás una unidad de utilidad. Sin embargo, en ambos casos,
este tipo de abstracciones han mostrado ser útiles para explicar ciertos aspec-
tos de los problemas a los cuales se enfrentan los físicos o los economistas
en sus análisis.
Unidad cardinal La teoría de la utilidad fue desarrollada inicialmente en términos de una
versus utilidad ordinal medida específica, usándose el término "útil" como la unidad de medida de
la satisfacción o de la utilidad. De esta forma, la primera barra de chocolate
consumida puede representar 4 útiles de satisfacción, o el primer puñado de
maní puede representar 6 útiles. El análisis de utilidad que se guiaba por
números tan específicos se le llamó análisis de utilidad cardinal. En efecto,
los números tales como 1, 2 y 3 son números cardinales, puesto que sabemos
que 2 es exactamente el doble de 1 y 3 es exactamente el triple. Esto significa
que una medición cardinal de la utilidad implica una exactitud en términos
cuantitativos de las diferencias obtenidas en utilidad.
Sin embargo, los economistas pronto se dieron cuenta que elaborar su-
puestos tan fuertes acerca de la exactitud en la medición de la utilidad no les
ayudaba en mucho en sus análisis. (Esto era especialmente cierto a la luz del
hecho de que nadie podía concebir cómo medir útiles en una forma cardinal).
En cambio, se encontró que un enfoque menos rígido, consistente simplemente
en ordenar los niveles de utilidad era suficiente. De esta manera, surgió el
análisis de utilidad ordinal, término éste que significa clasificado u ordenado.
"Primero", "segundo" y "tercero" son números ordinales, puesto que implican
un rango o un orden específico. No puede afirmarse nada acerca del tamaño
de la relación de los números ordinales; simplemente podemos decir algo
acerca de la importancia relativa que tienen entre sí.
La ciencia económica moderna está basada en supuestos acerca del orde-
namiento y consistencia de las escogencias, así como en hechos observados
acerca de ellas, sin hacer referencia alguna a la interpretación sicológica de
las mismas. Lo que hoy en día se conoce como "utilidad" refleja, por lo tanto,
60 MICROECONOMIA

TABLA 3-1
Utilidad total y marginal medidas en términos
cardinales
La columna (1) presenta el número de cines
observados por mes. La columna (2), por su
parte, nos muestra la utilidad total, haciendo
uso de una medida cardinal, asociada con cada
cantidad total consumida. La utilidad marginal,
representada en la columna (3), se define como
la diferencia',-aumento o disminución-,' en la
utilidad total debida a un incremento unitario
en ta tasa de consumo de cines-Obsérvese
que la utilidad marginal disminuye hasta 0 y
luego se torna negativa; esto significa que Juego
de cinco cines por mes, el consumidor
considera que un cine adicional se constituye
én un fastidio din bien "malo" más que un
bien "bueno").

únicamente el ordenamiento de las preferencias, como se mencionó anterior-


mente. Definiremos utilidad entonces como una variable cuya magnitud rela-
tiva indica el orden de preferencia. Por consiguiente, cuando se haga referencia
a un "modelo de maximización de la utilidad", simplemente queremos decir
que los individuos realizan elecciones consistentes y que escogen las alterna-
tivas que ellos consideran les proporcionarán la máxima utilidad (o satisfac-
ción).
Utilidad total y utilidad Examinemos ahora la relación que existe entre la cantidad consumida de un
marginal medidas en bien y la utilidad (o satisfacción) cardinal obtenida de dicho consumo. Obsér-
términos cardinales vese la Tabla 3-1, en la cual se relaciona la utilidad cardinal total, presentada
en la columna (2), con diversas tasas particulares de consumo de películas de cine por mes, las
cuales se muestran en la columna (1). La medida de la utilidad total se representa en útiles, puesto
que estamos pensando en términos de utilidad cardinal. La utilidad total para cada tasa de
consumo se representa gráficamente como los rectángulos punteados en la Figura 3-2(a).
(Ignórese, por el momento, las áreas parcialmente sombreadas; en breve se dará una explicación
de ellas). Obsérvese que la utilidad total aumenta a medida que la tasa de consumo se
incrementa, hasta el punto en el cual se asiste a 4 funciones de cine al mes. La utilidad total es
de 20 útiles para las cuatro funciones, permaneciendo al mismo nivel para la quinta función y
disminuyendo luego a 18 útiles para la sexta. Si conectamos las porciones superiores de los
rectángulos que representan la utilidad total mediante una línea continua, obtendremos la curva
de utilidad total asociada con el consumo de funciones de cine durante un período de un mes.
Esto se muestra en la Figura 3-3(a).
Si se observa cuidadosamente los dos diagramas de la Figura 3-2, puede verse
muy claramente la noción de utilidad marginal. En la teoría económica,
PREFERENCIAS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 61

FIGURA 3-2
Utilidad total y marginal en unidades discretas
En el panel (a), la línea punteada de afuera
indica la utilidad total para cada tasa de
consumo de cines por mes. La porción
sombreada de cada rectángulo punteado
índica la utilidad marginal derivada de cada cine
adicional. Cuando trasladamos los rectángulos
sombreados al panel (b), obtenemos un
diagrama de utilidad marginal en unidades
discretas.

el concepto de "marginal" siempre se refiere a la tasa a la cual el de "total"


está cambiando. En este caso, el concepto de total al que hacemos referencia
es la utilidad. De esta manera, la utilidad marginal es el cambio que se expe-
rimenta en la utilidad total por cada función de cine adicional consumida. En
posteriores secciones de este texto, se utilizarán otros conceptos marginales,
tales como costo marginal, ingreso marginal, etc.
La utilidad marginal se representa por las porciones sombreadas de los
rectángulos en la Figura 3-2(a), las cuales pueden ser trasladadas hacia abajo
a la Figura 3-2(b) para construir una representación gráfica de la utilidad
marginal. Cuando conectamos las porciones superiores de estos rectángulos
de utilidad marginal, como se hace en la Figura 3-3(b), obtenemos una curva
continua de utilidad marginal, la cual presenta pendiente decreciente, cor-
62 MICROECONOMIA.

FIGURA 3-3
Utilidad total y marginal
Si tomamos las unidades de utilidad cardinal
total de la columna (2) en la Tabla 3-1,
obtenemos rectángulos como los que se
presentan en la Figura 3-2(a). Si conectamos
las porciones superiores de estos rectángulos
con una línea continua, obtenemos una curva
de utilidad total que alcanza un máximo entre
cuatro y cinco cines por mes, para luego
disminuir suavemente. Panel (a). La utilidad
marginal está representada entonces por el
incremento en la utilidad total, como se
muestra en los rectángulos sombreados de la
Figura 3-2(b). Si conectamos estos rectángulos
con una línea continua en el panel (b),
obtenemos la curva de utilidad marginal.

tando al eje horizontal a la tasa de consumo de cuatro funciones de cine por


mes.1 Cuando la utilidad marginal es igual a cero, simplemente se está que-
riendo decir que el consumidor tiene todo lo que desea del bien en cuestión.
Cuando la utilidad marginal se torna negativa, como sucede en este ejemplo
después del consumo de cuatro funciones de cine por mes, se está indicando
que el consumidor obtiene una desutilidad; el consumidor está hastiado de
asistir al cine y necesitaría de alguna forma de compensación para acudir por
sexta vez a una función de cine en un mes.

1
Obsérvese que debido a que estamos trabajando con cambios discretos, nuestras curvas en
la Figura 3-3 son demasiado continuas como para ser completamente exactas. En la realidad, las
curvas presentan "segmentos" en ellas, como se muestra en la Figura 3-2.
PREFERENCIAS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 63

Utilidad marginal Obsérvese que en la Figura 3-3(b), la utilidad marginal está decreciendo conti-
decreciente nuamente. La razón de esto radica en que, aunque la utilidad total de la Figura
3-3(b) aumenta, ésta lo hace cada vez en una proporción menor, a medida
que se consume una unidad adicional. En otras palabras, la utilidad total
aumenta en una tasa continuamente decreciente. Cuando esto sucede, deci-
mos que el individuo está experimentando una utilidad marginal decreciente
en el consumo de un bien determinado.
La ley (?) de la utilidad La mayoría de nosotros piensa que "sabemos", de una manera intuitiva, que
marginal decreciente la primera unidad consumida nos brinda una satisfacción marginal mayor a
la que nos ha proporcionado la décima unidad. Alternativamente, podemos considerar que la
mayoría de los bienes tienen muchos usos. Por consiguiente, parecería que la utilidad marginal
disminuye a medida que se adquiere una mayor cantidad de un bien, puesto que a las unidades
adicionales se les asignan usos de importancia cada vez menor. Sin embargo, estas observaciones
casuales no constituyen en ningún momento una "prueba" de la "ley de la utilidad marginal
decreciente".
En vista de que la ley de la utilidad marginal decreciente no se deriva de
ningún postulado relacionado con la toma de decisiones que, de una manera
racional, realizan los consumidores, no existe forma de comprobarla. Sin em-
bargo, a primera vista, la proposición parece bastante lógica. Tanto economistas
como legos en la materia han creído durante muchos años en la existencia
de la utilidad marginal decreciente, razón por la cual, aún en nuestros días,
se le considera frecuentemente como una "ley".

ANÁLISIS DEL COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR:


EL ENFOQUE MODERNO

A continuación, pasamos del análisis de la utilidad cardinal a considerar otro


enfoque más moderno y aparentemente más lógico, el análisis de la utilidad
ordinal. Consideremos, en primera instancia, los supuestos relacionados con
las preferencias del consumidor.

SUPUESTOS RELACIONADOS CON LAS PREFERENCIAS


DEL CONSUMIDOR

Con el objeto de estar en capacidad de realizar afirmaciones científicas acerca


de la elección del consumidor, debemos comenzar por establecer algunos
supuestos que definan las hipótesis y los conceptos básicos en que se cimenta
nuestra teoría. Los supuestos son bastante obvios y se relacionan con la forma
en que se realizan escogencias de bienes y servicios, los cuales, a su vez,
proporcionan un flujo de servicios de consumo por unidad de tiempo. En
nuestro modelo del comportamiento del consumidor la gente escoge, no entre
los artículos mismos, sino entre los flujos de servicios recibidos de éstos.2 En

2
El término "bienes" puede referirse a las cosas tanto tangibles como intangibles que las
personas desean.
64 MICROECONOMIA

otras palabras, no nos hacemos a la propiedad de un automóvil para mirarlo


y no consumirlo en un momento determinado, sino para disfrutar los beneficios
que un vehículo nos brinda a través del tiempo. Los supuestos bajo los cuales
opera nuestro modelo son los siguientes:
1. El consumidor individual, cuando se enfrenta a una elección entre ciertas
combinaciones de bienes, puede efectivamente decidir cuál de ellas prefíere,
o cuáles combinaciones le son indiferentes. En otras palabras, dado un
conjunto de combinaciones posibles de bienes que proporcionen satisfac
ción al consumidor, éste puede determinar cuál de ellas prefiere o cuáles
le brindan la misma satisfacción. Puesto que el consumidor conoce el valor
de la utilidad de todas las posibles opciones, decimos que existe una inte
gridad en las preferencias.
2. El consumidor es consistente al hacer escogencias entre diferentes combi
naciones de bienes. De esta manera, si él manifiesta en primera instancia
que definitivamente prefiere los automóviles Ford a los Chevrolet y, poste
riormente, manifiesta que definitivamente prefiere los Chevrolet a los Toyo
ta, para ser consistente, este consumidor debe manifestar también que
definitivamente prefiere los Ford a los Toyota. Se dice entonces que las
preferencias del consumidor son transitivas o consistentes.
3. Más es preferible a menos. Ningún individuo jamás se siente satisfecho con
todos los bienes deseados, a pesar de que pueda saturarse del consumo
de ciertos bienes. A éste se le conoce algunas veces como el supuesto de
" insaciabilidad".
Una manera simple de recordar estos tres supuestos es denominándolos
de la siguiente manera:
1. El supuesto de integridad
2. El supuesto de consistencia
3. El supuesto de insaciabilidad
El lector debería en este momento retroceder un poco en su lectura y
considerar nuevamente estos tres supuestos, con el propósito de encontrar
que, posiblemente, está en desacuerdo con uno o más de ellos. ¿Realmente
tenemos en cuenta todas las posibles combinaciones de los bienes disponibles,
cada vez que realizamos una escogencia? ¿No existen acaso algunos consumi-
dores que son inconsistentes con las elecciones que realizan y otros que nunca
logran tomar ninguna determinación?
Debe recordarse, sin embargo, que los supuestos son utilizados para cons-
truir modelos a partir de los cuales se derivan teorías y predicciones. Si por
alguna razón el modelo que estamos elaborando resulta insuficiente para
proporcionamos las predicciones buscadas o si resulta refutado de una manera
abrumadora ante la evidencia hallada, debemos considerar que este modelo
ha fracasado y, por lo tanto, deberá ser reemplazado por uno nuevo.

LOS SUPUESTOS SOBRE LAS PREFERENCIAS CONDUCEN HACIA


EL CONCEPTO DE CURVAS DE INDIFERENCIA
Gran parte del análisis económico se presta bastante para realizar interpreta-
ciones gráficas. Esto se constituye indudablemente en una gran ventaja, puesto
PREFERENC1AS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 65

que el análisis gráfico, a la vez que nos permite utilizar un lenguaje para
transmitir el análisis teórico, nos ayuda a economizar palabras y a clarificar
ideas.
Los tres supuestos presentados anteriormente pueden traducirse en un
instrumento geométrico que ha sido denominado, con mucho acierto, el aná-
lisis de curvas de indiferencia. Una curva de indiferencia se define como
aquella que proporciona un nivel constante de satisfacción o, igualmente,
como el lugar geométrico de los puntos que representan combinaciones de
dos bienes (o canastas de bienes) entre las cuales el consumidor se muestra
indiferente. (Estas curvas fueron utilizadas por primera vez y bautizadas por
un economista británico Francis Y. Edgeworth, 1845-1926). Quizás la manera
más fácil de derivar una curva de indiferencia es considerar un ejemplo en
que se presente una tabla de indiferencia en la cual se muestren las diversas
combinaciones de dos bienes entre los cuales un individuo manifiesta ser
indiferente. Esto puede observarse en la Tabla 3- 2, donde se ha construido
una tabla hipotética de indiferencia para un estudiante universitario a quien
le agrada tanto asistir al cine como acudir a conciertos.
La tabla de
indiferencia En la Tabla 3-2, puede observarse una tabla hipotética de indiferencia, en la
cual se relacionan las diversas combinaciones de cines y conciertos por mes,
entre las cuales el consumidor ha manifestado ser indiferente. Nótese que
estamos hablando en este caso de actividades que ocurren a través del tiempo,
por lo cual debe especificarse un período determinado. Las actividades en
referencia son el consumo de cines y el consumo de conciertos, mientras que
el período de tiempo especificado es de un mes. Si, en lugar de especificar
este período, lo hiciéramos para un año, tendríamos que multiplicar ambas
columnas por 12.
El punto que puede observarse de una manera inmediata es que a medida
que haya menores unidades de un artículo en la canasta de bienes, deberá
haber disponible una mayor cantidad del otro, a manera de compensación,
si se quiere que el consumidor permanezca indiferente entre diversas combi-
naciones. La conclusión anterior se deriva directamente del supuesto 3: Más
es preferible a menos. Los dos artículos bajo estudio son bienes que, por
definición, proporcionan satisfacción a este consumidor. Por lo tanto, si se
sacrifica algo de un bien, la única manera en que el consumidor puede perma-

TABLA 3-2 Cines Conciertos Combinación


por mes por mes (véase la Fig. 3-4)
Tabla da Indiferencia: cines y conciertos
1 7 A
El consumidor individual ha manifestado su 2 6 B
indiferencia entre dos combinaciones: ir a una 2 4 C
película de cine y a siete conciertos por mes o ir 4 3V4 D
a tres películas de cine y a cuatro conciertos
por mes.
Obsérvese que indicamos explícitamente un
periodp de tiempo porque estamos tratando con
un concepto de flujo: el consumo de bienes y
servicios por unidad dé tiempo.
66 MICROECONOMIA

necer igualmente satisfecho es recibiendo una compensación, representada


por una mayor cantidad del otro bien.
La curva de
indiferencia Si trasladamos las combinaciones A, B, C y D de la Tabla 3-2 a una gráfica en
la cual se representen las cantidades de un bien en el eje horizontal (cines
por mes) y las cantidades del otro bien en el eje vertical (conciertos por mes),
es decir, si se trasladan las combinaciones a un espacio de bienes, obtenemos
una curva de indiferencia. Debido al supuesto de insaciabilidad (supuesto 3),
la curva de indiferencia tiene pendiente negativa, siendo, por tanto, decreciente
de derecha a izquierda. Esto significa que debe obtenerse una mayor cantidad
de un bien para compensar la disminución en la cantidad del otro, si se desea
que el consumidor permanezca indiferente o que obtenga un nivel constante
de satisfacción, a partir de las combinaciones de los dos bienes que se repre-
sentan gráficamente en la curva de indiferencia. Las combinaciones A, B, C y
D se presentan en la Figura 3-4.
Examinemos por un momento el caso de una curva que tenga pendiente
positiva. Este tipo de curva implicaría que a medida que los consumidores
aceptaran disponer de una menor cantidad de un bien x, también estarían
dispuestos a aceptar una menor cantidad de otro bien y. En la Figura 3-5, el
punto L representaría el mismo nivel de satisfacción que el punto N. Sin

FIGURA 3-4
Una curva de indiferencia para cines y
conciertos
Si tomamos las combinaciones A, B, C y D de
la Tabla 3-2, las graficamos en el espacio de
bienes y luego conectamos los puntos con
una línea continua, obtenemos una curva de
indiferencia para nuestro consumidor
hipotético. Obsérvese que la curva de
indiferencia presenta pendiente negativa.
PREFERENCIAS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 67

FIGURA 3-5
Implicaciones de una curva de indiferencia
con pendiente positiva
Si la curva de este diagrama representara una
curva de indiferencia individual, significaría
que el individuo estaría dispuesto a aceptar
menos cantidad de x y menos cantidad de y, y
aún así, mostrarse indiferente. En otras
palabras, los puntos L y N implicarían iguales
niveles de satisfacción, aun cuando N implica
una menor cantidad tanto de x como de y. Lo
anterior violaría el supuesto 3 de que más es
preferible a menos.

embargo, de acuerdo a los supuestos establecidos, ningún consumidor desea-


ría sacrificar un mayor nivel de consumo, para obtener a cambio un nivel
inferior. Esta es la razón por la cual las curvas de indiferencia siempre presentan
pendiente negativa, no positiva.
Otro supuesto implícito que hemos utilizado en este modelo de elección
del consumidor garantiza que existe un número infinito de curvas de indife-
rencia localizadas en el espacio de bienes. Después de todo, hemos asumido
que el consumidor está en capacidad de comparar dos bienes o dos conjuntos
de bienes y de decidir por aquel que prefiera, o de saber si los dos le son
indiferentes. Bajo este contexto, es posibe construir una curva de indiferencia
"alta" o "baja", sin importar el nivel de consumo de cines o de conciertos al
que estemos haciendo referencia. Las curvas más altas, es decir, aquellas que
representan mayores niveles de satisfacción para el consumidor, se ubicarán
por encima y a la derecha de la curva ABCD en la Figura 3-4. Por su parte, las
curvas más bajas, aquellas que representan menores niveles de satisfacción
para el consumidor, estarán localizadas abajo y a la izquierda de la curva
ABCD. Esto se mostrará de una manera más detallada en una sección posterior.
Diferentes personas tienen diferentes patrones de preferencias. Por con-
siguiente, es de esperarse observar diversas curvas de indiferencia para cada
individuo. En la Figura 3-6 se presentan cuatro de estas posibilidades.
La última propiedad formal de las curvas de indiferencia surge de los
supuestos 2 y 3. A partir de estos supuestos sabemos, por lógica que las curvas
de indiferencia no se pueden cortar. Esto puede comprobarse fácilmente su-
poniendo lo contrario y observando los resultados. En la Figura 3-7, se presen-
tan dos curvas de indiferencia, las curvas I y II, las cuales se cruzan entre sí.
68 MICROECONOMIA

FIGURA 3-6
Curvas de indiferencia para varios consumidores
Los cuatro paneles en esta figura muestran cuatro posibles curvas de indiferencia para cines y conciertos para
cuatro diferentes personas.

La curva de indiferencia que se obtuvo a partir de la Tabla 3-2 se presenta


nuevamente en esta gráfica y se identifica como la curva I. Consideremos ahora
otra curva de indiferencia que corta a la curva I en el punto B, la cual hemos
llamado curva II. Compárense ahora los dos puntos B y C, situados ambos
sobre la curva I. El consumidor es indiferente entre estas dos combinaciones
diferentes de cines y conciertos, puesto que le proporcionan iguales niveles
de satisfacción. Sin embargo, si la curva II es igualmente válida, el consumidor
también es indiferente entre la combinación B y la combinación H; pero, por
el supuesto de consistencia (supuesto 2), si nuestro consumidor es indiferente
entre B y C y también lo es entre B y H, debe ser igualmente indiferente entre
C y H. No obstante, obsérvese que el punto H representa tanto una mayor
PREFERENCIAS, UTILIDAD V ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 69

cantidad de cines por mes, como una mayor cantidad de conciertos por mes
a las cantidades que de dicho bien se representan mediante el punto C. Puesto
que hemos asumido que más es preferible a menos, el consumidor no puede
manifestarse indiferente entre la combinación H y la combinación C. De esta
forma, desde el punto de vista lógico, es imposible que las curvas de indiferencia
se crucen, dados nuestros supuestos relacionados con las preferencias del
consumidor.
Un resumen sobre las Podemos ahora presentar brevemente las propiedades de las curvas de indife-
curvas de indiferencia rencia.
1. Tienen pendiente negativa.
2. Por cada punto existente en el espacio de bienes pasa una curva de indife
rencia.
3. No se pueden cruzar.
Las tres anteriores propiedades de la curva de indiferencia han sido deri-
vadas utilizando solamente los tres supuestos con los cuales iniciamos nuestro
análisis: integridad, consistencia e insaciabilidad. Nos corresponde ahora agre-
gar un cuarto supuesto que se relaciona directamente con la forma que pre-
sentan dichas curvas.

FIGURA 3-7
Curvas de indiferencia cruzadas
La curva de indiferencia I se toma de la Figura
3-4. Por definición, todas las combinaciones de
cines y conciertos son igualmente
satisfactorias a lo largo de esa curva de
indiferencia. Ahora agregamos la curva de
indiferencia II, la cual se cruza con la curva I en la
combinación B. Por definición, las
combinaciones B y C generan ¡guales niveles de
satisfacción; es decir, el consumidor se muestra
indiferente entre estas dos combinaciones.
También por definición, puesto que se ubican en
la misma curva de indiferencia, B y H son
igualmente preferidas, mostrándose el
consumidor indiferente entre ellas. El supuesto
de transitividad (consistencia) requiere, dado
que el consumidor es indiferente entre B y C,
así como entre B y H y que deba
necesariamente ser indiferente entre C y H. Sin
embargo, la combinación H representa tanto
una mayor cantidad de cines como una mayor
cantidad de conciertos de lo que se
representan mediante la combinación C.
Puesto que más es preferible a menos, por el
supuesto 3, es imposible desde el punto de vista
lógico que el consumidor se muestre indiferente
entre H y C. Por consiguiente, las curvas de
indiferencia no se pueden cruzar.
70 MICROECONOMIA

Todas las curvas de indiferencia que hemos utilizado en nuestros ejemplos


El cuarto hasta el momento han tenido una determinada forma: se han dibujado conve-
supuesto xas hacia el origen de la gráfica. Esta propiedad de las curvas de indiferencia
la tomaremos por dada. En otras palabras, nuestro cuarto supuesto es que
todas las curvas de indiferencia son convexas. Aunque no es posible probar
que este supuesto se cumple siempre para todos los consumidores, veremos
que cualquier otra forma que presenten las curvas implica la obtención de
resultados poco usuales.
Existen dos formas de verificar si una curva es convexa:
1. Si la curva está ubicada por encima de una tangente dibujada a cualesquiera
de sus puntos, la curva es convexa.
2. Si una línea recta (una cuerda) que conecta dos puntos cualesquiera sobre
la curva se sitúa por encima de ésta, la curva es convexa.
Obsérvese la Figura 3-8, en la cual se ilustra cada una de las anteriores pruebas.
El supuesto de convexidad de las curvas de indiferencia está basado, a
su vez, en el supuesto de que la tasa marginal de sustitución, un concepto
que entraremos a estudiar a continuación es decreciente.

FIGURA 3-8
Dos maneras de comprobar la convexidad
En el panel (a) se demuestra la primera
manera de comprobar la convexidad de las
curvas de indiferencia: si una curva se ubica por
encima de una línea tangente trazada a
cualquier punto dé la curva, la curva es convexa
hacia el origen de la gráfica. En el panel (b) se
muestra la otra forma de comprobar la
convexidad: si una línea recta que conecta dos
puntos cualesquiera en la curva se ubica por
encima de ésta, la curva será convexa hacia el
origen de la gráfica.
.PREFERENCIAS, UTILIDAD V ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 71

LA TASA MARGINAL DE SUSTITUCIÓN


Puesto que la curva de indiferencia refleja algo acerca de las evaluaciones
subjetivas de dos bienes por parte de un individuo, deberíamos estar en capa-
cidad de aprender algo acerca de la tasa a la cual el consumidor está dispuesto
a sustituir un bien por otro, con el objeto de examinar una curva de indiferencia
de una manera más detallada. Esta tasa de sustitución se conoce como tasa
marginal de sustitución de x por y, o T/MS^. Podemos definirla de la siguiente
manera:
y = el número de unidades del bien y que deben sacrificarse por
cada unidad adicional obtenida del bien x, de tal manera que el
consumidor continúe indiferente entre los dos bienes y experimente
el mismo nivel de satisfacción.
Si tomamos el ejemplo de la Tabla 3-2, podemos hallar la tasa marginal
de sustitución de cines por conciertos, la cual puede obsevarse en la parte
superior de la Tabla 3-3. A medida que nos movemos en fracciones de una
unidad, por cada cine adicional al que asista en un mes, el consumidor deb¡e
sacrificar inicialmente dos conciertos por mes, luego un concierto por mes,
después medio concierto por mes; todo ello para permanecer en una situación
de indiferencia. De esta manera, la tasa marginal de sustitución, tal y como
se muestra en la parte inferior de la Tabla 3-3, es inicialmente 2:1, luego 1:1,
luego 1/2:1. Este mismo hecho puede apreciarse en la Figura 3-9
La tasa marginal de Hasta el momento hemos considerado la forma de medir la TMS cuando! el
sustitución en el límite consumo de los bienes x e y por parte del individuo cambia en unidades
discretas. Es decir, en la Figura 3-9, los cambios entre los puntos A y B o entre

FIGURA 3-9
La TMS de una manera gráfica
Cada vez que se consume un cine adicional al
mes, el individuo debe sacrificar algo para
mantenerse en el mismo nivel de satisfacción.
En este caso, lo que debe sacrificarse son
conciertos o fracciones de concierto al mes.
Podemos observar que, ¡ncialmente, el
consumidor se encuentra más dispuesto a
sacrificar conciertos para obtener un cine
adicional cuando está consumiendo menos
cines y más conciertos al mes, que cuando está
consumiendo un elevado número de cines al
mes y muy pocos conciertos. La TMS cines,
conciertos es una medida de conciertos por
cine; por ejemplo, si la TMS = 2, debe leerse
como "2 conciertos por cine" y si la TMS = 1/2,
debe leerse como "1/2 conciertos por mes".
Para aquellos estudiantes que no estén
familiarizados con el uso del operador delta (A),
pueden referirse al apéndice de éste capítulo,
en el cual se presenta una explicación.
72 MICROECONOMIA

TABLA 3-3 Cines por TMS Concierto


La tasa marginal de sustitución de conciertos mes (conciertos por s por mes
por cine. (1) cine)
Esta tabla es simplemente la Tabla 3-2
reproducida con una columna adicional que
muestra la tasa marginal de sustitución de
conciertos por cine. La parte inferior de la tabla
presenta la información de una manera verbal.

(2)

los puntos B y C representan cambios discretos en el número de cines y


conciertos. Si deseamos considerar solamente pequeños cambios infinitesima-
les en el consumo de un bien, en lugar de medir cambios discretos en el
consumo de x e y, puede utilizarse una simple técnica gráfica. La TMS en
cualquier punto a lo largo de una curva de indiferencia es el valor de la
pendiente de la curva en ese punto, como se muestra en la Figura 3-10.3
Todas las curvas de indiferencia con las cuales trabajaremos en este texto
tendrán pendientes que disminuyen a medida que nos movemos de izquierda
a derecha. Observando la Figura 3-11, puede verse que a medida que se trazan
tangentes sucesivas, moviéndose hacia la derecha de la curva de indiferencia,
su pendiente (numérica) se hace menor; es decir, dichas tangentes se toman
más horizontales.4 En otras palabras, la pendiente aumenta a medida que nos

3
Como se demostró en la Figura 3-10, la TMS está dada por la pendiente de la tangente
trazada al punto particular en cuestión. Ninguna de las curvas de indiferencia consideradas aquí
presenta "esquinas agudas", todas son curvas continuas. Por lo tanto, cada punto a lo largo de
cada curva de indiferencia tiene una y solamente una tangente a él. Puesto que la TMS se expresa
conceptualmente con signo positivo, debemos hacer algo matemáticamente para ajustar el con-
cepto, de tal manera que implícitamente multiplicamos la pendiente, que presenta signo negativo,
por -1.
* Recuérdese también que, a lo largo de una curva de indiferencia, se cumple que
PREFERENCIAS, UTILIDAD V ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 73

FIGURA 3-10
Medición de la pendiente de una curva
La pendiente en cualquier punto sobre la
curva puede medirse trazando la tangente a ese
punto y encontrando su pendiente. La pendiente
se define como el cambio en y dividido por el
cambio en x, donde y es la variable medida
en el eje vertical y x es la variable
representada en el eje horizontal. Puesto que
las curvas de indiferencia con las cuales
estamos trabajando se inclinan hacia abajo de
izquierda a derecha, la pendiente en el punto P
es igual a -Ay/Ax. Como nuestra definición de
TMS requiere un número positivo, la TMS en
el punto P es igual a -1 veces la pendiente en
el punto P, o sea Ay/Ax.

movemos hacia la izquierda de la curva. Esta es una propiedad de todas las


curvas de indiferencia que son convexas hacia el origen; por consiguiente, es
una propiedad de todas las curvas de indiferencia que se estudiarán en este
texto. Esta propiedad se conoce generalmente como tasa marginal de sustitu-
ción decreciente.
La TMS decreciente Obsérvese en la Tabla 3-3 que, a medida que se consumían más cines por
mes, el individuo estaba dispuesto a sacrificar cantidades cada vez menores
de conciertos para obtener un cine adicional. Como se vio en la columna (2)
de la parte superior de la tabla, la TMS, o sea la razón entre los conciertos
sacrificados y los cines obtenidos a cambio, cayó de 2 a 1/2. Igual cosa sucede
a lo largo de todas las curvas de indiferencia convexas, puesto que la propiedad
de la tasa marginal de sustitución decreciente es sinónimo del concepto de
convexidad de la curva de indiferencia.

EL ÓPTIMO DEL CONSUMIDOR: ANÁLISIS DE LAS CURVAS DE


INDIFERENCIA
Aunque es posible desarrollar una teoría de la elección del consumidor (de la
toma de decisiones) mediante el uso del análisis de utilidad, no es necesario

En términos del análisis de utilidad marginal, sabemos que a lo largo de una curva de indiferencia, cuando
se presenta una variación en x, el cambio en la satisfacción total, como resultado de poseer una mayor o
una menor cantidad de x, debe ser igual al cambio opuesto en la satisfacción como resultado de poseer una
mayor o una menor cantidad de y. O, en otros términos, a lo largo de una curva de indiferencia se cumple
que UMX. Ax = UMV. Ay. Por consiguiente, a lo largo de una curva de indiferencia, se cumple que
74 MICROECONOMIA

FIGURA 3-11
Pendiente variable a lo largo de una curva
de indiferencia convexa
Todas las curvas de indiferencia convexas hacia
el origen tienen la propiedad de que la
pendiente se hace más y más horizontal a
medida que nos movemos de derecha a
izquierda. Esto puede verse si comparamos
los cambios Ay/Ax a medida que nos
desplazamos hacia abajo en la curva de
indiferencia del punto A al punto B y al punto C.
Obsérvese que su valor absoluto se torna
cada vez más pequeño.

hacerlo, una vez se comprendan las preferencias ordinales y análisis de indi-


ferencia. Sin embargo, podemos hacer uso del análisis de utilidad cuando
estemos haciendo referencia a la posición de las curvas de indiferencia.
La posición de las Si aceptamos la clasificación ordinal implícita en las curvas de indiferencia,
curvas de indiferencia podemos entonces afirmar que debe dársele un mayor valor de utilidad total
a todas las curvas localizadas arriba y a la derecha de la curva de indiferencia I en la Figura 3-12.
De esta manera, tanto la curva de indiferencia II como la curva III, son preferidas a la curva I,
puesto que ellas representan un mayor nivel de satisfacción o utilidad. ¿Por qué es esto así?
Simplemente porque es posible consumir más cines y más conciertos en
los puntos representados por las curvas indiferencia más altas, que en los
puntos representados por las curvas más bajas. De esta manera, en una situa-
ción sin restricciones de ninguna especie (es decir, sin la presencia de costos
asociados a mayores niveles de consumo), un consumidor en nuestro modelo
debe preferir las combinaciones de bienes representadas en curvas de indife-
rencia superiores a aquellas de curvas inferiores.

Enfrentando la Al individuo le impondremos ahora una restricción, la cual está relacionada


realidad: la restricción con el concepto mismo de escasez y a la cual denominaremos restricción
presupuestal presupuestal; este concepto representa simplemente el monto del ingreso M
del que dispone el consumidor durante el período bajo estudio, teniendo en
cuenta los precios que éste debe pagar para obtener diferentes combinaciones
de bienes. Los modelos más avanzados incluirán en este concepto el monto
de los activos que el consumidor podría vender para obtener un ingreso
PREFERENCIAS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 75

FIGURA 3-12
Ordenamiento de curvas de indiferencia
Curvas de indiferencia más altas indican un
mayor nivel de satisfacción o utilidad; así, la
curva de indiferencia III indica un mayor
nivel de satisfacción que la curva II, la cual, a
su vez, nos muestra un mayor nivel de
satisfacción que la curva de indiferencia I.

adicional, así como el valor de los obsequios que el individuo podría recibir
por parte de filántropos, de la misma forma de las sumas que él podría tomar
en préstamo o, simplemente, robar. Para simplificar nuestro análisis, sin em-
bargo, haremos caso omiso de tales posibles adiciones al poder de compra
que está disponible al consumidor.
Continuaremos considerando dos bienes en nuestro análisis: cines (x) y
conciertos (y). Los precios nominales (en unidades monetarias comentes) de
estos dos bienes, Px y Py, se toman como dados en lo que concierne al consu-
midor (o sea que éste no puede por sí mismo afectarlos) y se supone que no
cambian durante el tiempo considerado. El ingreso monetario, M, será algún
monto fijo por mes, en tanto que denominaremos x al número de cines e y
al número de conciertos. Adicionalmente, suponemos que se gasta la totalidad
del ingreso.5 La restricción presupuestal se expresará, entonces, de la siguiente
manera:
M = (cantidad de cines por mes X Px)
+ (cantidad de conciertos por mes X Py) (3-1)

Si escogemos arbitrariamente algunos números, podemos apreciar fácil-


mente la manera de representar la restricción presupuestal como una línea

5
Aunque este supuesto puede parecer poco realista, sin duda facilita el análisis. En el capitulo 6 se
examinan los efectos que resultan al permitir que el consumo y el ingreso cambien a través del
tiempo.
76 MICROECONOMIA

trazada sobre la gráfica que hemos denominado el espacio de bienes. Supón-


gase que el precio de mercado para las funciones de cine es de US$3 y que
el precio de mercado de los conciertos es de US$2. Supóngase, además, que
el consumidor en cuestión dispone de un ingreso monetario mensual de US$30
para sus gastos. Dibujemos entonces la línea de presupuesto en el espacio de
bienes dado en la Figura 3-13. La cantidad máxima de conciertos por mes que
puede comprarse y consumirse es igual a US$30/2, o sea 15 conciertos. Esta
situación se representa mediante el punto B. A su vez, el máximo número de
cines por mes que puede consumirse es igual a US$30/3, o sea 10 cines, lo
cual se representa a través del punto B'. Si conectamos estos dos puntos con
una línea recta, obtenemos la llamada línea de restricción presupuestal BB'.
Generalicemos la ecuación anterior para dos bienes cualesquiera, los bienes y
(representado en el eje vertical) y x (representado en el eje horizontal), a los
cuales corresponden los precios Py y Px, respectivamente. Nuevamente, M
representa el ingreso monetario mensual disponible para ser gastado en
estos dos bienes; por consiguiente, si se gasta todo el ingreso mensual
M = y Ŷ P y + x • Px (3-2)

Para despejar el valor de y en la ecuación (3-2), dividimos ambos lados por Py,
para obtener
M x-P x
^ = y + -5—

FIGURA 3-13
La restricción presupuestal
Cuando la totalidad del Ingreso monetario de
US$30 se gasta en conciertos con un precio
unitario de US$2, el consumidor podría asistir
a 15 conciertos al mes. Esto nos da un punto
sobre la restricción presupuestal, el punto B.
Por su parte, cuando la totalidad del ingreso
monetario de US$30 por mes se gasta en
cines con un precio unitario de US$3, el
consumidor podría asistir a 10 cines al mes.
Esto nos da el punto B'. Si conectamos los
puntos B y B', obtenemos la restricción
presupuestal o línea de restricción presupuestal.
El triángulo rectángulo formado por esta línea
y por los ejes, se llama espacio de presupuesto,
el cual representa el conjunto de combinaciones
de cines y conciertos por mes obtenibles con
un ingreso monetario fijo de US$30 por mes,
cuando el precio de cada cine es US$3 y el
precio de cada concierto es US$2.
PREFERENCIAS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 77

Sustraemos
S entonces el término x . Px/Py de ambos lados de la ecuación (3-2a),
para
u obtener
s
traemos entonces el término x . Px/Py de ambos lados de la ecuación (3-2a), para
obtener

(3-2b)

Esta
E ecuación corresponde a la línea trazada en la Figura 3-13 que representa
la
s restricción presupuestal que se expresa formalmente como
ta ecuación corresponde a la línea trazada en la Figura 3-13 que representa la
restricción presupuestal que se expresa formalmente como

(3-3)

La ecuación interseca al eje vertical (es decir, en


aquel punto en donde X = 0) en el punto M/Py. En nuestro ejemplo, éste es el
máximo número de conciertos y por mes (no de cines), el cual equivale al
ingreso, M, dividido por el precio de los conciertos.

La tasa marginal La pendiente de la línea de restricción presupuestal representa la razón ma-


de sustitución de temática que relaciona los precios de los dos bienes bajo estudio. En nuestro
mercado ejemplo, dicha razón está dada por la fracción Px/Py = 3/2. Puesto que la
restricción presupuestal tiene pendiente negativa, la pendiente de la línea de
restricción presupuestal es la razón negativa de los precios. Numéricamente,
esta pendiente representa la tasa marginal de sustitución de mercado (TMSM)
de los dos bienes. La TMSM será, a lo largo de nuestras discusiones, siempre
constante y la línea de presupuesto será recta, en vez de curva, puesto que
los precios son tomados por el consumidor como dados. La TMSM es la tasa
factible o de mercado a la cual el consumidor puede intercambiar x por y.
Si sombreamos el área comprendida entre los ejes y la restricción presupuestal,
o línea de presupuesto, obtenemos una representación gráfica del espacio de
presupuesto. La línea de presupuesto representa las combinaciones máximas
posibles que pueden adquirirse, dados el nivel de ingreso y los precios de los
bienes.6
Ahora bien, para obtener la combinación óptima de conciertos y cines
por mes, debemos coordinar de alguna manera el conjunto factible de combi-
naciones alcanzables de x e y, con las combinaciones preferidas subjetivamente

6
En la restricción presupuestal que utilizamos aquí se agota completamente el ingreso.
Podríamos, en cambio, utilizar una restricción presupuestal que no fuera igualitaria, tal como
Pyx= Pyy =s M. Si usáramos esta desigualdad como la restricción presupuestal, nos estaría
describiendo toda el área sombreada en la Figura 3-13; es decir, nos estaría describiendo el espacio
de presupuesto, incluyendo también los ejes x e y. Obsérvese que si x e y son los únicos bienes
que se desean, estamos excluyendo la posibilidad de que se presente el ahorro, el cual puede
definirse como la compra de bienes futuros.
78 MICROECONOMIA

de estos dos bienes. En otras palabras, se trata de combinar las valoraciones


subjetivas marginales (o tasas marginales de sustitución), representadas por
las pendientes de los puntos a lo largo de las curvas de indiferencia, con la
tasa fatible de sustitución en el mercado, representada numéricamente por la
pendiente de la línea de restricción presupuestal. O, aun en otras palabras,
debemos superponer el conjunto de combinaciones que son permitidas por
los precios y el ingreso monetario que se enfrenta el consumidor, al conjunto
de posibilidades preferido por éste, con el objeto de obtener exactamente la
combinación x e y que escogerá el individuo. La posición de la restricción
presupuestal (la distancia desde el origen del gráfico) impone la otra restricción
sobre el comportamiento del consumidor, puesto que ella nos muestra el
Obtención de un máximo monto que puede consumirse, dados los recursos con que se cuenta.
óptimo para el Estamos suponiendo en nuestro análisis un comportamiento racional. La toma
consumidor de decisiones individuales, por lo tanto, consiste en comparar las preferencias
con las oportunidades existentes. El individuo racional dirige sus actividades
de tal manera que satisfaga de la mejor manera posible las preferencias, par
tiendo de las oportunidades disponibles. Si deseamos hacer uso del concepto
de utilidad desarrollado en este capítulo, decimos que el individuo racional
debe escoger una canasta o una combinación de consumo tal que maximice
su utilidad. La canasta de consumo que maximiza la satisfacción de un con
sumidor se constituye, por lo tanto, en el punto óptimo de consumo para esta
persona. Es importante anotar en este momento que el proceso de optimiza-
ción se aplica a los procesos individuales de toma de decisiones por parte de
los agentes económicos. En capítulos posteriores, consideraremos a un con
junto de individuos que interactúan en el mercado, en cuyo caso nos referire
mos al proceso de búsqueda de equilibrio en el mercado. En general, el equi
librio es una propiedad de los mercados, más que de la toma de decisiones
individuales misma. Podemos entonces dar una corta definición de equilibrio,
definiéndolo como aquella situación en la cual las fuerzas que actúan sobre
un sistema (generalmente un mercado) se compensan entre sí, de tal manera
que no existe tendencia al cambio. '
Se encontrará un óptimo del consumidor cuandoquiera que éste maximice
su satisfacción, dada su restricción presupuestal. Esto puede observarse gráfi-
camente dibujando el conjunto de curvas de indiferencia del individuo, como
se presenta en la Figura 3-14. El consumidor desea situarse en la curva más
alta posible, debido a que éste es uno de nuestros supuestos. Sin embargo,
existe una restricción, la cual está determinada por los precios nominales y
el ingreso monetario, como se representa en BB'. El punto en el cual el con-
sumidor maximiza su satisfacción dentro de esta restricción es el punto que
reposa sobre la curva de indiferencia más alta alcanzable. En la Figura 3-14,
esto sucede en la curva de indiferencia II, la cual es tangente (apenas logra
tocar) a la línea de restricción presupuestal BB' en el punto E. Un punto de
equilibrio de este tipo se llama una solución interior. En este caso, el óptimo
del consumidor se obtiene cuando la tasa de consumo corresponde a nueve
conciertos y cuatro cines por mes. El punto E, por lo tanto, es el punto óptimo
de consumo del individuo:
PREFERENCIAS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 79

FIGURA 3-14
Óptimo del consumidor
La maximización de la utilidad requiere que el
consumidor alcance la curva de indiferencia
más alta posible. Esto sucede solamente
cuando tasa a la cual el consumidor se
encuentra dispuesto a sustituir cines por
conciertos es igual a la tasa a la cual el
consumidor puede efectivamente sustituir cines
por conciertos (y donde M = x. Px + y. P y).
Esto sucede en el punto E, sobre la curva de
indiferencia II, donde la mayor curva de
indiferencia que se puede obtener es tangente
a la línea de restricción presupuestal. Este
consumidor adquiere entonces nueve
conciertos y cuatro cines al mes.

En el punto óptimo de consumo, la tasa marginal de sustitución es igual


a la razón del precio de x sobre el precio de y, o sea

donde, TMSxy es la tasa marginal de sustitución (subjetiva) y TMSMxy es la


tasa marginal de sustitución de mercado.
El punto óptimo de consumo, la tasa a la cual el consumidor está dispuesto a
sustituir un bien por otro es igual a la tasa a la cual puede efectivamente realizar
dicho proceso de sustitución de un bien por otro; esto último está determinado
por los precios de los bienes x e y.7

COMPORTAMIENTO MAXIMIZADOR: EL PRINCIPIO


DE LAS IGUALDADES MARGINALES

Regresemos por un momento a nuestro modelo original, en el cual el consumidor


busca maximizar su satisfacción. La manera de lograrlo es mediante la asignación
óptima de un ingreso dado, M, entre los diferentes bienes que pueden adquirirse.
En el caso particular de nuestro sencillo ejemplo, consideremos solamente dos
bienes, x e y.
Si pensamos ahora en términos de funciones de utilidad cardinal, podemos
hablar en términos del número de unidades de útiles. De esta manera,

'Y, claro está, M = x . P x + y . P y

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