Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
v
JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
airo HE HECHO 10
Risnp
MADRID
Tipografía de Archivos. Olózaga, i.
1932
ÍNDICE
PAGS.
Dedicatoria...... 3
" S i en el mar de la m u r m u r a c i ó n " 5
Advertencia preliminar., 7
Introducción 11
Capítulo I. O R Í G E N E S B E LA GUERRA. Lope de Vega en 1617. Apari-
u
ción de la Spongia". El Maestro Pedro de Torres Rámila; su fa-
milia, su vida, sus estudios; sus relaciones en Madrid, Toledo
y Alcalá con literatos y otros personajes del siglo xvii. Amistad
de Torres Rámila y Sitares de Figueroa. El Certamen poético de
Nuestra Señora del Sagrario 60
Capítulo I I . L A " S P O N G I A " . Extraña desaparición de la obra y su
carácter. Intervención en ella de Sitares de Figueroa. ha tra-
ducción de la "Poética" de Aristóteles por Mártir Rizo. Datos
existentes y nuevos acerca del lugar de impresión y del conte-
nido probable de la "Spongia 1 '. Sus alusiones. Sus ataques a Gon-
zález de Salas, al padre Luis de la Cerda, a Tribuidos de Toledo,
a Pérez de Herrera y a Mariana, y respuesta de éste go
Capítulo I I I . P R I M E R A S RESPUESTAS A LA " S P O N G I A " . Efecto e im-
portancia del libelo de Torres Rámila. Actitud del "Fénix" y
los suyos ante el ataque. Dos sátiras meditas de Lope de Vega;
autenticidad de su atribución, su carácter, su contenido. Datos nue-
vos que aportan relativos a. Torres Rámila y a Suárcz de Fi-
gueroa. "El Triunfo de la Fe en los Reinos del Japón" : sus alu-
siones. Un cartel de desafío de "Franciscus Antididascalus" diri-
gido a Torres Rámila; rareza y descripción del mismo 134
Capítulo I V . L A "EXPOSTULATIO SPONGIAE". Carácter, mtores y enig-
ma bibliográfico de la "Expostulatio". Su contenido. Panegiristas
de Lope de Vega y detractores de Torres Rámila. La respuesta a la
"Spongia". Cruel difamación de Torres Rámila. El "Onciropacg-
nion" c interés de sus noticias. El "Appcndex Expostulationcm
Sponc/iae" de Sánchez de Moratalla. Otras alusiones de Lope re-
ferentes a la guerra en esta época. 163
Capítulo V. " L A FILOMENA." Estado de la guerra después de la "Ex-
postulatio Spongiae". Respuesta definitiva de Lope de Vega; la poé-
426 JOAQUÍN DE ENTRAMP.ASAGUAS Y PEÑA
PÁGS.
.i
1
LOPE DE VEGA
"Y" L.O!
PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS
IYO HE HECHO LO
icnvNnraoj
MADRID
"Tipografía de Archivos. Olózaga, i.
1932
A don Juan Hurtado y Jiménez de
la Serna y a don Ángel González
Palencia, con la más sincera admi-
ración y el mayor afecto,
Joaquín de Entrambasaguas.
LOPE DE VEGA
Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS
ADVERTENCIA PRELIMINAR
(*) A lo largo de las páginas que siguen se verá cómo el autor de las
Soledades permaneció al margen de la guerra por entero. Con razón don Mi-
guel Artigas supone, en su magnifico estudio Don Luis de Góngora y Argote,
Madrid, 1925 (pág. 164), que el gran poeta cordobés "no necesitaba ayudas de
gramáticos pedantes para atacar a Lope ni a nadie". "He tenido opinión que
nadie hasta hoy me ha quedado a deber nada..." "Ese era su carácter y su
lema."
porque era muy estrecha y baja, y constituía la escasa hacienda que había de
heredar su hija única, entonces soltera. El Rey pa,rece ser que accedió a la
petición tras varias dudas. (Véase Pérez Pastor: Bibliografía Madrileña.
Parte III, pág. 421.)
10 Philosophia | Antigva poética | Del Doctor Alonso [ López Pincia-
no, Medico Cesáreo. | Dirigida al Conde Ihoannes Kevéhiler de Aichelberg,
¡ Conde de Fra,nkemburg, Barón absoluto de Landts- | cron y Wernsperg,.
Señor de Osteruiz y Caris- | perg, C'auallerizo Mayor perpetuo y hereditario
del Archiducado de Carinthia, Cauallero de la Orden del I Tusón del Rey
Nuestro Señor, y del Consejo y | de la Cámara del Emperador, y su | Em-
baxador en las | Españas. j (Gra.bado representando a la Virgen, con la le-
yenda "Ante torum huius Virginia frequentate nobis dulcia cántica drama—
tis".) I En Madrid, [ Por Thomas Itrati. [ M. D. XCVI.
Un vol. en 4.0 Portada + 3 hs. s. n. de Prels., 535 págs. de texto, 1
página de Tabla. En el reverso de la portada, el escudo del Mecenas. Preli-
minares: Summario del Privilegio (16 sept. 1595); Tassa (de a cinco blancas
el pliego) (10 feb. 1596); Erratas (del libro y certificado de estar conforme-
con su original); "Al Conde Ihoannes de Aichelberg". (Dedicatoria del autor)
y al lector (del autor).
Es la primera edición y muy rara.
Se editó esta obra con introducción y notas por don Pedro Muñoz Peña-
en Valladolid (1894).
Acerca del valor e interés general del libro del Pinciano para el estudio
de la preceptiva clasicista, debe consultarse el comentario de Menéndez y
Pelayo en su Historia de las Ideas Estéticas en España (tomo III, págs. 327-
a 350-
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 15
(*) Por cierto que también figuran, entre los preliminares, aprobaciones de
don Lorenzo Vander Hamen y del maestro José de Valdivielso, amigos de
Lope de Vega, como es sabido.
20 JOAOUÍJX DE EKTRAMBASAGUAS V PEÑA
25 Silva IV. (Ed. Bibl, Aut. Esp., tomo XXXVIII, pág. 203.) Cáscales, por
sr. parte, no olvidó este elogio, y colaboró además en la Fama Postuma con
una poesía.
26 Nació hacia 1585 en Salamanca, donde estudiaba Artes y Filosofía en
14 de diciembre de 1599. Debió de graduarse hacia 1603 ó 1604. Desde muy
joven se dedicó a cultivar la poesía y la dramática. Le cita Agustín de Rojas
Villa.ndrando en su Viaje entretenido (1603):
"Mesa, don Guillen de Castro,
Liñán, don Félix de Herrera,
Valdivielso y Armendáriz, e t c . " ,
y le alaba Cervantes {Viaje del Parnaso, cap. V I I ) :
"Julián de Almendáres no rehusa,
Puesto que llegó tarde, en dar socorro
Al rubio Delio con su ilustre musa."
Publicó en junio de 1602 unos versos esdrújulos, que son su primera obra,
y ganó con ellos el primer premio del Consistorio de Salamanca, y en 1603
el poema Patrón Salmantino, escrito en honor de San Juan de Sahagún,
•donde figura un soneto en alabanza del autor, por fray Juan de Armendáriz,
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 21
Lope, aunque lo intentó 2T, y comenzó por ser amigo suyo, pero
concluyó por. atacar su obra violentamente, ya que Lope dice
en una carta escrita en 14 de agosto de 1604 2S :
"cosa para mí más odiosa que mis librillos a Almendárez".
soneto que dicho poeta "escribió en 1598, cuando se prohibieron en toda Es-
paña las representaciones teatrales", que empieza: "Poetas graduados eu
sonetos", y es muy posible que sea autor de alguno de los dirigidos por
su Academia contra Lope de Vega. (Véase Rodríguez Marín: Rinconete y
Cortadillo, pág. 155.)
35 Publicados por los señores La Barrera (Nueva biografía, pág. 85,
nota 1): "Lope dicen que vino. No es posible..."; y Rodríguez Marín (Ed.
Rinconete y Cortadillo, págs. 72 y sigts.) : "Quién es este pastor que de
Castilla..." y "Vengas, Lope, con bien, Vega Apacible..."
Del primero de estos sonetos dice doctamente su descubridor, el señor
Asensio y Toledo, que es de Cervantes —y más se comprueba, añado yo, si se
le compara con el que va al frente del Quijote: "¿Cómo estáis, Rocinante, tan
delgado?", pues se evidencia así ser ambos de un mismo autor—. El señor
La Barrera reproduce la opinión de Asensio sin contradecirla, y lo mismo
el señor Rodríguez Marín, que supone además, con acierto, sea el tercero tam-
bién de Cervantes, teniendo en cuenta la alusión que el autor hace a su po-
breza. Por otra parte, repito lo dicho respecto al otro: el estilo es totalmente cer-
vantino y nada difiere de los dos sonetos que acabo de comparar.
En cuanto al primero, hay otro dato que no se ha advertido hasta ahora,
y confirma más su atribución a Cervantes. Dice el verso segundo :
48 Esto es, caballo frisan. Dice Covarrubias: ''Los frisones son unos
caballos fuertes, de pies muy anchos y con muchas cernejas [cerdas que llevan
sobre los cascos] ; algunos son para silla y se huellan fuertemente; otros para
los coches y carrozas, y por traerlos de Frisia se llamaron frisones."
49 Cfr. con la alusión análoga del prólogo del Quijote de Avellaneda (Ed.
Biblioteca Aut. Esp., t. XVIII, pág. 1). Harto se sabe que, no en la isla de
Corfú, sino en el golfo de Corinto o Lepanto, con motivo de la gloriosa
batalla de este nombre (7 de octubre de 1571), perdió Cervantes el movimien-
to de la mano izquierda, sin quedar manco o falto de ella. A Corfú fué más
tarde, en los últimos días de abril de 1572, adscrito al tercio del famoso don
Lope de Figueroa, perteneciente a las galeras del Marqués de Santa Cruz, el
inmortal guerrero, cuyo epitafio escribió el Fénix,
50 "Potra, quasi pútrida, es cierta enfermedad que se cria en los testícu-
los y en la bolsa dellos. Cerca de los médicos tiene diferentes nombres por la
diversidad de especies de esta enfermedad, como es Hernia y Cirro, &c." (Co-
varrubias). El convertir términos médicos en insultos, comparando a las perso-
nas con determinadas medicinas o enfermedades, no es caso insólito en esta
época ni en Lope mismo. (Cfr. Apéndice, versos 417 y 422.)
51 Romí significa "perteneciente o propio de la raza cristiana", y aplicado
a.1 azafrán designa una de sus especies llamada también alazor y cártamo, pa-
labras las tres de origen árabe.
Cervantes empleó esta palabra en el Quijote (Parte I, cap. XLI), en la
graciosísima explicación de la palabra Cava: "porque cava en su lengua Cdc
los árabes] quiere decir mujer mala, y rumia, cristiana", y también en El
trato de Argel (jorn. I I ) :
(*) Recuérdense los que dedicó Al túmulo del Rey Felipe II en Sevilla y
.A un valentón metido a pordiosero. (Ed. Bibl. Aut. Esp., tomo I, págs. 709
:y f i o . ) .
30 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
el que piensa que lo es. Y Séneca, que ninguna tierra es destierro, sino otra
diferente patria. Y Terencio, que conviene pensar en las desdichas, porque
cuando, vengan ninguna parezca nueva, Y A'dimanto, en Platón, que ninguna
cosa grande es fácil. Y Aristóteles, que más se ama lo que se alcanca con
mayor trabajo. Y Tulio... Y Demóstenes..." (Ed. cit., págs. 24 a la 26.)
"Vengamos ahora —continúa Cervantes— a la citación de autores que l o s
otros Hbros tienen, que en el vuestro os faltan (*). El remedio que esto tie-
ne es muy fácil, porque no habéis de hacer otra cosa que buscar un libro qiie
los acote todos, desde la A hasta la Z, como vos decís. Pues ese mismo abece-
dario pondréis vos en vuestro l i b r o ; que puesto que a la clara se vea la men-
tira, por la poca necesidad que vos teníades de aprovecharos dellos, no im-
porta n a d a ; y quizá alguno habrá tan simple que crea que de todos os habéis
aprovechado en la simple y sencilla historia v u e s t r a ; y cuando no sirva de otra
cosa, por lo menos, servirá aquel largo catálogo de autores a dar de impro-
viso autoridad al libro."
Clemencín advirtió, respecto de este pasaje del Quijote, que se alude al
Peregrino en su patria y a El Isidro, que llevan al final sendas tablas por
orden de A B C, donde cita el Fénix hasta ciento cuarenta y cinco y doscientos
sesenta y siete autores, respectivamente, en esta última, Aristóteles, San Ba-
silio y Cicerón entre otros, de lo cual también se burla Cervantes: "todo él
[Quijote] es una invectiva contra los libros de caballerías, de quien nunca se
acordó Aristóteles, ni dijo nada San Basilio ni alcanzó Cicerón." (Ed. Ro-
dríguez Marín, t. I, págs. 41 y 42.)
P o r último, en el intencionado trastrueque de autores latinos que se hace en
el prólogo del Quijote, quería ver don Julio Cejador otra burla de la erudi-
ción de Lope de Vega (La lengua de Cervantes, tomo I I , Madrid, 1906, pági-
na 59'S)-
59 " P u e s ¿ q u é cuando citan la Divina E s c r i t u r a ? No dirán sino que son
unos Santos Tomases y otros doctores de la Iglesia; guardando en esto u n
decoro tan ingenioso que en un renglón han pintado un enamorado distraído y
en otro hacen un sermoncico cristiano que es un contento y un regalo oílle o
leelle."
Lo cual también va contra El Peregrino en su patria. " L o del enamorado
distraído puede echarse de ver, por ejemplo, en la historia de Panfilo y Nise
(fols. 115 vto. y siguientes), y por lo que toca a sermoncicos cristianos hailos
acá y allá, tales, por ejemplo, como lo que dice el peregrino alemán acerca de
España no guardan el arte, y que yo las proseguí en el estado que las hallé,
sin .atreverme a guardar los preceptos, porque con aquel rigor de ninguna ma-
nera, fueran oídas de los españoles." (Ed. Rodríguez Marín, tomo III, pági-
na 400.) Más adelante se verá cómo Cervantes cita las tragedias de Argen-
sola como alegato contra la afirmación de Lope de que en España las come-
dias "no guardan el arte".
El Fénix, por su parte, siguió opinando igual años después, cuando publi-
có el Nuevo Arte de hacer comedias (iGogí), donde están aquellos versos que,
sin embargo, se han tomado demasiado al pie de la letra, tal vez:
"Y escrito por el arte que inventaron '
los que el vulgar aplauso pretendieron;
porque como los paga el vulgo, es justo
hablarle en necio para darle gusto."
a técnica, de las demás del Fénix, salvo el acierto, mayor o menor, demostra-
do en ella. Esto me hace pensar que o se cita por burla o se toma al azar,
para aminorar algo el ataque.
Las otras tres obras son la famosa tragedia de Cervantes y dos come-
dias de Gaspar de Aguilar y el canónigo Tárrega, respectivamente.
67 Menéndez Pelayo y Clemencín señalaron esta alusión como dirigida a
la comedia El nacimiento de Ursón, de Lope, y así debe de ser. El señor Ro-
dríguez Marín la hace extensiva a El hijo venturoso y El Aldegüela (ed. cit.,
tomo III, pág. 404), del mismo Fénix, y si la primera de éstas es, induda-
blemente, aludida también, no así la segunda, que parece posterior a la fe-
cha en que salió el Quijote. (Véase la nota 11 de esta Introducción.')
6S No pensaba Cervantes entonces en escribir La Ilustre Fregona, o
acaso no cayó en la cuenta, si la tenía escrita. En ella, como es sabido, si no
una princesa, es al menos una noble dama la que se rebaja a tal oficio.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 35
;S Madrid, 1614 <ed. Bibl. Aut. Esp., tomo I, pág. 6S4). He aquí los ver-
sos en que el nombre del Fénix tiene igual consonancia que en los de La Ca-
latea, ya citados (véase la nota 31 de esta Introducción), aunque la sinceridad
del elogio fué muy distinta, seguramente:
"Llovió otra nube al gran Lope de Vega
poeta insigne a cuyo verso o prosa
ninguno le aventaja ni aun le llega."
Y en el Viaje del Parnaso (ed. Bibl. Aut. Esp., tomo XXXVIII, pág. 6S5).
89. No hay necesidad de probar con muchas razones que aquí se alude
a Lope de Vega, quitándole dieciocho de las celebérrimas veinticuatro ho-
ras que en mala hora tomó como medida de tiempo para escribir una come-
dia, según se desprende de estos famosos versos de su égloga A Claudio
(ed. Bibl. Aut. Esp., tomo XXXVIII, pág. 431):
Y en el Viaje del Parnaso (ed. Bibl. Aut. Esp., tomo I, pág. 6S5):
Y también Lope de Vega en el Laurel de Apolo (ed. Bibl. Aut. Esp., to-
mo XXXVIII, pág. 215):
" Y a Cristóbal de Mesa,
Trípoda de las musas y las gracias,
¡ Oh letras, ganar veces sin desgracias,
Llama para ganar tan alta empresa;
Que cuando mires tanta copia impresa,
V tan alta virtud sin premio mires,
Imposible será que no suspires;
Qu& sigue pocas veces o ninguna
A la virtud la próspera fortuna!"
Confieso que los versos subrayados me parecen algo irónicos, y 110 poco
amargos para el poeta de Zafra.
A continuación reproduzco el lindo soneto que le dedicó Torcuato Tasso
con motivo de la publicación de Las Navas de Tolosa:
9'S Lope de Vega. Nótese cómo esto, que pudiera ser un elogio, se pun-
tualiza irónicamente en los versos que siguen.
99 Así, aunque, como es sabido, el plectro no es el instrumento musical,
sino la púa con que se tañen sus cuerdas. Nueva ocasión le habría podido
dar este error a Lope para tomar el desquite de algún modo, y es extraño que
nadie se lo censurase, pues no eran muy lejanos los versos de fray Luis de
León (Ed. Bibl. Aut. Esp., tomo XXXVII, pág. 3) :
li:í
Má.i vale ver a U r s ó n hecho Silvano,
que llame a la muger ajiimal bello,
que quanto fiscaliza Quintiliano. •
121 No hay que olvidar cómo Lope hizo a menudo ostentación de co-
nocer el latín y el italiano, y aun otros idiomas, como en el famoso soneto de
las Rimas (Madrid, 1602, núm. 195), escrito en aquella lengua y castellano y
portugués. (Véase la nota 44 de esta, Introducción.)
122 También pudiera referirse al Almirantazgo de Ñapóles, que ostentó
el Duque, otro párrafo de El Pasagero (pág. 29), donde se ataca a los gober-
nantes incapaces.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS S7
cido, quien presume saber más 124, cierto género de farsa menos
culta que gananciosa. Suceso de veinticuatro horas, o cuando mu-
cho de tres días, había de ser el argumento de cualquier come-
dia en quien asentara mejor propiedad y verisimilitud. Introdu-
cíanse personas ciudadanas, esto es, comunes; no Reyes ni Prín-
cipes, con quien se evitan las burlas, por el decoro que se les
debe. Ahora consta la comedia (o sea, como quieren, represen-
tación) de cierta miscelánea donde se halla de todo. Graceja el
lacayo con el señor, teniendo por donaire la desvergüenza. Piér-
dese el respeto a la honestidad, y rompen las leyes de buenas
costumbres el mal exemplo, la temeridad, la descortesía. Como
cuestan tan poco estudio, hacen muchos muchas, sobrando siem-
pre ánimo para más a los más tímidos. Allí, como gozques, gru-
ñen por invidia, ladran por odio y muerden por venganza. Todo
charla, paja todo, sin nervio, sin ciencia ni erudición. Sean los es-
critos hidalgos, esto es, de más calidad que cantidad que no con-
siste la opinión de sabio en lo mucho, sino en lo bueno,. Dos cami-
nos tendréis por donde enderezar los pasos cómicos en materia
de trazas. Al uno llaman comedia de cuerpo, que (sin las de Reyes
de Hungría o Príncipes de Transilvania) 12° suelen ser de vidas
de santos, intervienen varias tramoyas o apariencias, singulares
añagazas para que reincida el poblacho tres y quatro veces, con
crecido provecho del autor 12C. El que publica con acierto esta
124 Se alude a Lope de Vega, como es natural, que aunque 110 expuso
sistemáticamente su nueva técnica, dejó entrever algo de ella, no obstante,
en el Nuevo arte de hacer comedias, cuando contrapone a la preceptiva clásica
su verdadero modo de escribir: " Saco a Plauto y Terencio de mi es-
tudio", e t c . . (Ed. Bibl. Aut. Esp., tomo XXXVIII, pág. 230.)
125 Creo indudable que se alude aquí a la comedia de Lope El rey sin
reino, que figura en la lista de la segunda edición de El Peregrino en su
patria (Madrid, 1618), y, por tanto, es probable que se estrenara por esta
época y se publicó en la parte XX de Comedias del Fénix. En ella son
protagonistas tina reina viuda de Hungría y un príncipe de Polonia, que Suá-
rez de Figueroa transformaría en Transilvania, ya por confundirlo o por
buscar un nombre más exótico aún.
126 Obsérvese la analogía que existe entre este pasaje de Suárez de
Figueroa y uno del Quijote, al que ya he aludido. (Véase el número 45 de
esta Introducción.) Ambos se inspiran en la preceptiva aristotélica, y es de
lamentar que Suárez de Figueroa no llegara a realizar el propósito que
anuncia en El Pasagero : "pienso dar en breve a la emprenta una Poética Es-
pañola, que por lo menos saldrá con buenos deseos de acertar" (pág. 52).
Una poética del Siglo de Oro, por un espíritu tan finamente cultivado en la
preceptiva aristotélica y renacentista como Suárez de Figueroa, habría re-
ORÍGENES DE LA GUERRA
(Burgos), y casó con una dama cuyo nombre y apellidos se ignoran, si bien
sabemos que "siempre se dijo que era muy bien nacida y muy noble". Ade-
más parece ser que esta familia "era de los García de Bijueces, y también
de los de Soto (?), que está todo incorporado a una cassa de hixosdalgo no-
torios." (Pruebas. 1622, fol. 44.)
Respecto a María de Rosales, se duda si era hermana o sobrina de un
cura párroco de Villanas, de mediados del sjglo xvi, que se llamó don Gar-
cía de Rosales (*). {Pruebas. 1622, fols. 39 y 28, respectivamente); y
más en qué lugar murió: Villarcayo (Id., fol. 10 vto.), o Bijueces (Id.,
folios 12 y 19), o Villanas (.Id., fol. 28), aunque parece probable que en el
segundo de los citados, donde ya había vivido antes —tal vez tuvieran allí
alguna hacienda—• y al cual debió de retirarse cuando profesó su marido,
o al quedarse viuda, si es que le sobrevivió.
11 En él vivió siempre hasta su muerte (Pruebas. 1622, fol. 4 vto.),
ocurrida antes que la de su marido Pedro de Ramila (hijo). (Pruebas. 1622,
fol. 15). Como de éste, nada se sabe de María de Torres, si no es la par-
ticularidad de que era corcovada (Id., fol. 5 vto.).
De este matrimonio nació, además de Pedro, el enemigo de Lope, otro hijo
menor que aquél —nacido hacia 1588, puesto que tenía treinta y cinco años en
1622 (**) (Pruebas. 1622, fol. 4 vto.)—, de nombre Sebastián, que figura como
declarante en las Pruebas de 1622, de su hermano, donde se dice que no sabía
firmar, y demuestra estar poco enterado de sus ascendientes (fol. 4 vto. y sig.).
12 Hijo a su vez de Pedro de Torres, natural de Villarcayo, y de
su mujer Catalina González, nacida en San Miguel de Conezuelo (Bur-
gos) (***) (Pruebas. 1622, fols. 24 vto. y 55), que solían ir a menudo a aque-
lla población desde ésta —'donde vivían—• para visitar a sus hijos (Id.,
fol. 55). Lucas de Torres tuvo otros hermanos (Id., fol. 54), y murió de más
de setenta años, haciendo "algunos" en 1622 (Id., fol. 10 vto.). Fué Pro-
curador de las Merindades de Castilla (Id., fol. 13 vto.) y Escribano en Vi-
llarcayo (Id., fol. 25). En el Archivo del Ayuntamiento de Villarcayo, se-
gún me comunica el aludido señor Calvo Casado, existe un testimonio
de 9 de agosto de 1726 (inventariado en 1765 con el núm. 50) sobre el apeo
de bienes, derechos, privilegios y prerrogativas, e t c . , en el cual consta que
un tal don Rodrigo de Torres, seguramente ascendiente de estos parientes
(*) Quizás a esto se deba el que en otra ocasión denominen los de-
clarantes a su supuesta hermana o sobrina María García de Rosales (Prue-
bas. 1622, fol. 40 vto.).
(**) Ni su partida de bautismo ni las de sus hermanos se conservan, a
causa de estar en el mismo libro que la de Pedro de Torres Rámila, actual-
mente perdido y de no conocerse copia de ellas.
(***) En algunas ocasiones (Pruebas. 1622, fols. 34 vto. y 55) se la con-
funde erróneamente con María González —también natural del mismo pue-
blo—••, que era nuera de una hermana de Catalina.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 65
o
66 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PENA
(*) Aunque no indica cuáles sean, es indudable que entre ellas han de
contarse Toledo y Alcalá de Henares, ciudades ambas en las que sabemos,
residió, y también Italia, donde estuvo de mozo.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 61/
las honras fúnebres por la muerte del rey Felipe I I I , y, por cierto, en unión
del Duque de Sessa, protector de Lope de Vega (Góngora: Carta a D. Fran-
cisco del Corral, de Madrid, 11 de mayo de 1621. Ed. Foulché-Delbosc,
tomo III, pág. 194).
El título de Duque de Monteleón fué otorgado por los Reyes Católicos
a don Héctor Pignatelli, Conde de Burel, Virrey y Capitán General del
Reino de Sicilia, que descendía de nobilísima familia de sangre real, cuyos miem-
bros se habían distinguido en la política, en la guerra y como jurisconsultos.
Este primer Duque de Monteleón fundó en Palermo el convento de San Fran-
cisco de Paula. La grandeza de España le fué otorgada al ducado en 1527.
19 He aquí como describe Gustavo Reynier en su amenísimo y bien do-
cumentado libro, La vie universitaire dans l'ancienne Espagne, París, 1902 (pá-
ginas 42 y sigts.), esta costumbre, y el carácter especial que tenía, conforme
con lo dicho y enteramente aplicable a Torres Rámila:
"Au mois d'octobre, quelques jours avant l'overture des cours, sur les
routes qui vienent a Salamance (*), derriere les niules de louage qui por-
tent les écoliers et leur minee bagage enveloppé de serge verte, on voit,
trattant a pied dans la •poussiére, des jeunes gens pauvrement vétus. Us
accompagnent dans la grande cité universitaire des camarades plus fortunes
et vont les servir pendant tout la dureé de leurs études. Fils de petits mar-
chands ou de laboureurs, instruits, des premiers éléments par quelque curé
chariable, ils sont, eux aussi, attirés par la grande renommée des écoles, et
ils ont pris le seul moyen qui leur füt offert de tenter la fortune et d'essa-
yer de s'élever au-dessus de leur condition. Ils seront logés, habillés et nou-
rris, et leur métier ne sera pas bien pénible: aller aux provisions, balayer
le logis, brosser les bonnets et les manteaux, voilá quel sera a peu pres tout
leur office. Le temps ne leur manquera pas pour travailler, et ils pourront
suivre s'il leur plait, les mémes legons que leurs maitres. Ceux-ci, du reste,
les traiteront avec douceur: des études communes ont bien vite rapproché les
distances et le valet passe assez tót au rang de confident, quelquefois dte con-
selkr et presque d'ami. Mais aux heures de disette, que ne sont pas rares, la vie
devient presque insupportable pour ees malhereux: pendant les nuits d'hiver,
on grelotte dans les galetas mal clos, et, quand les maitres aux-mémes souf-
frent de la faim, les domestiques jeünent... On se décourage, ou cesse de fré-
quenter les écoles ou l'on n'y reparait qu'á de longs intervalles, allant d'un cours
ra entre los fols. 74 y 75, sin numerar, del libro de Pruebas de Curso de
1608 a 1612, de la Universidad de Alcalá {Archivo Histórico Nacional. Uni-
versidades. Lib. 486), y está extendida en una tira de papel, sin más requisi-
tos. (Véase el grabado núm. 2.)
23 En Ñapóles imprimió, en 1602, la primera traducción de El Pastor
Fido, de Guarini, y no regresó a España hasta 1604. Probablemente Torres
Rámila le conoció en aquella ciudad a poco de llegar.
24 Mucho tiempo después, en 1617, y aun posteriormente a esta fecha, la
amistad entre Torres Rámila y Suárez de Figueroa perduraba con gran intimi-
dad, según se verá. De las interesantísimas —y hasta ahora insospechadas—
relaciones entre ambos escritores, trataré a su tiempo con la debida exten-
sión.
25 Por lo que se verá más adelante se comprende que debió de ser así.
Hay pruebas de que Torres Rámila, conocía bien el italiano o toscano y la
preceptiva aristotélica y la poesía renacentista de Italia. (Véase el capítulo II.)
yo JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
as " -f- Pedro Torres Ramila = Artes = Pedro de Torres Raraila, natu-
ral de Villarcayo, diócesis de Burgos, ante Vm. parezco y digo: quel Maes-
tro Qerato, examinador desta Vniversidad, me examino y aprouo en Gramma
tica oyr Artes; y me dio cédula de aprouacion y examen, en virtud de la
qnal he oydo los tres años de artes deuaio de la disciplina del Maestro Jirico,
y para prouar los dichos cursos, yendolos a prouar, el Secretario desta uni-
versidad no lo quiere haqer por no traer la cédula de Grammatica, la qual
se me a perdido, y el Maestro Cerrato, que me la auia de tornar a dar está
ausente, y en esta Vniversidad se ha de dar el grado de los bachilleres día
primero deste primero que viene ques de aquí a tres días, y si yo no me exa-
minase en este tiempo si no uiniese el dicho maestro Cerrato a darme la di-
cha cédula se me receueria muy gran daño y perjuicio (sic) y seria cortar el
ilo a mis estudios. A Vm. pido y supplico mande al dicho Secretario se me
prueben los dichos cursos hasta quel dicho Maestro Cerrato uenga, para que
entonces yo presente la dicha y me ualgan los dichos cursos questoy presto
de ager en ragon desto el resguardo que Vm. mandase = Pedro de Torres
Rámila {.Rúbrica].
{Archivo Histórico Nacional. Universidad de Alcalá. Pruebas de Curso de
2608 a 1612. Lib. 486, fol. 73-)
29 Véase a continuación la puntual e interesante explicación que da
Fernández-Guerra en su edición de las Obras de Quevedo (Bibl. Aut. Esp.,
tomo XLVIII, pág. 625, nota c) de las materias de estos estudios y la for-
ma en que se cursaban, muy útil para confirmar lo que expongo más adelante:
"El estudio de Artes se hacía en cuatro años, y eran objeto suyo constante
las obras del filósofo esfcagirita. Sus cuestiones, que llaman los comentadores
Lógica parva súmulas, estudiábanse (comúnmente por el libro de Pedro His-
pano) en todo el primer curso. Destinado el segundo a la Magna lógica de
Aristóteles, habían de leerse en él sus Antepredicamentos y Predicamentos, los
dos libros de Pcrihcrmcnias, los de Posteriores, cuatro de Tópicos y los dos
de Elencos, además de los de Predicables de Porfirio. Empleábase el tercer
año en la Filosofía natural, o sea los ocho libros de los Físicos del mismo Aris-
tóteles. Y a seis de los Mctafisícos estaba dedicado el último curso. Este
podía ganarse en el tiempo que media desde San Lucas a la Purificación
de Nuestra Señora, después de cuya fiesta comenzaban ya las tentativas y exá-
menes generales de todos los cuatro años. Aprobados los ejercicios entraban
los escolares al grado de Bachiller."
72
JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PENA
Y en un romance (Ob. cit., pág. 71, nota) dice así, presentando a Pe-
llicer bajo el nombre de Salicio:
Además, en otro Vejamen de Francisco de Rojas Zorrilla (ed. del señor Faz
y Melia en Sales españolas, serie 2.a, pág. 309), se le alude con motivo
•de sus comentarios a Góngora:
"Ultimo aventurero se descubrió don José de Salas Pellicer, cronista de
Castilla y de León, según él dice. Venía en un caballo de color obscuro y
sobre la crin un rótulo que decía: Yo LE COMENTARÉ. Traía el Polifemo de
don Luis de Góngora debajo del siniestro brazo; apuntábale con el dedo
segundo de la diestra mano, con una letra que decía: E L SE ENTIENDE. Llevaba
en la espalda siete lenguas pintadas, pero no hablaba ninguna, porque se
las debieron de poner por maza. Luego le tuvimos por Calepino; des-
pués por Sábado, y de allí a rato por secretario de lenguas; pero la letra y
divisa nos desengañaron presto. Traía un Fénix pintado en cenizas y una
letra sobre él, que decía:
(*) Se dirige Pantaleón a Coriandro, don Gabriel del Corral, que tenía
fama de poco limpio.
(**) Téngase en cuenta que en muchos casos -—como en éste— en vez de
indicar el lugar de nacimiento se indicaba el de vecindad o procedencia.
y8 JOAQUÍN DE ENTK.AMBASAGUAS Y PEÑA
DS
no , con quienes debió de conservar siempre buena amistad, y la-
A don José de Pellicer, que fué muy amigo suyo, le dedicó la Fábulas-
de Eco, y el comentarista de Góngora correspondió m á s t a r d e editándole
sus obras, que hablan quedado sin publicar y se salvaron de la orden q u e
dio de hacerlas desaparecer con todas a su muerte. A fray Hortensio Félix
Paravicino está dedicada la Fábula de Proserpina, y a P e d r o d e T o r r e s R á -
mila, con quien hizo g r a n amistad en Alcalá, le escribió la siguiente carta la-
tina {Obras, 1634, fol. 93 vto.), cuya elegancia y belleza de pensamientos mues-
tran con evidencia stis excelentes conocimientos de las humanidades.
"Epístola escrita al doctor Pedro de Torres Rámila, colegial Mayor de-
Alcalá, Catedrático de Artes y muy docto en Letras Humanas.
Magnum silentium, magnos dissolvit amicitiae nexus. M e tenet totum T u l -
lii gnoma. P a r c e precor, Magister doctissime, diutiae erga t e morae non obli-
vioni; distulit meam primum manum, nec alii commissa cura r u b o r inde dis-
t u l í t ; cum mala per longas convaluere moras. T u a m vero licet exulem, n o n
die, sed diu duraturam u r s u s inchoabo. Nunc tamen prius oneris quam u s u í
sum. Agit Criticorum turbam jocus ille Persii in p r o e m i o : Ad sacrae Vatum.
Carmen affero nostrnm: N a m vocis. Vatum pro suo quisque captu aetymon-
exponit. Memini interea Horatianii illius. Qui si me Lyricis Vatibus inseras,
in cuius explicatione Votes a fundo deduxisti cognatione consonantis V . &
F . protuli pro rostris dogmatuum ex Livio, u t credo, quii F a t e s A'ice V a t e s
usunpat: sed nec Gruteri erga Livium licet ubi animus index quidquam de u t r o -
que insinuad, si locum Historie! non dubitas, & te doctum, & nie v e r u m exprimí"
omnia nomina in Horatii scholiis infinita participia in itantis habere dixisti
Bilbilis Billinatus, [ J Í C ] Neapolis, Neapolitanus, & alia huiusmodi, ex eo quod
omnes feré ad Hispalis Hispalcnsis defectant. Docet Magnus Gregorius in
Epistolis ad Hispalitanum Episcopum in Breviario. D o c t u s Plinius in ejus
naturali Historia multa utriusque loca ignoro, in eorumque ero expectatione.
Et nunc rogo, cur nomina in es, in its, & in aniae habeant commune cum nomi-
nibus in is participium, ut ex Gadis Gaditanus, ex P a n o r m u s Panormitanus, e x
Lusitania Lusitanus, & alia m u l t a ? I t e r u m q u e rogo, cur Ptholemois vox is
finita habeat Ptholomaeus, & Ptolomaites, & alia multa participia contra t u a m
conclusionem. Haec sunt quae quasi obvia, nec immorata dudum loquela dis-
putabantur. Tu, prout soles, nos omnes e r u d i e s : heu Tubeat nunc, tuque nos-
ter Geius, t u noster Aedemon, tibí induhns, tibí cultus, debetus, & quidquid"
tui obsequii nobis commendaberis praestabimus. Vale, & vive, doctissime.
(*) Ténganse en cuenta, por ejemplo, los ataques que dirige a Ruiz de
Alarcón (págs. 36 y sigts.), inexplicables antes de 1614, cuando menos, que
•es la fecha aproximada en que se dio a conocer en Madrid el célebre dramá-
tico mejicano.
6
82 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
1617—-, y viaja por Italia —visita Milán y Roma (págs. 3 y 12)—-, para lo-
grar mejorar su situación y la de "dos sobrinos con una hermana moza, ne-
cesitada y virtuosa" (pág. xix), que tiene, lo cual bien pudiera ser cierto-
aplicado al viaje que Hizo Rámila por aquel país con el duque de Monteleón,
y aun esta hermana moza y estos sobrinos ser los presuntos deudos con quie-
nes vivió en Madrid recién venido de Villarcayo. (Véase el número 13 d e
este capítulo.)
He aquí lo que contesta el Maestro al Doctor (Figueroa) cuando éste se
asombra de oírle jurar por su grado (pág. 182) :
"De poco os espantáis. ¿Por qué consideráis sea lícito jurar a cada paso-
por fe de caballero, a fe de hidalgo, a fe de noble, a fe de soldado, por el há-
bito de San Pedro y otros tales, si os ha de hacer novedad que jure yo por
el grado de Maestro, título en que gasté estudio y dinero, cosa que no cuesta
ninguno de esotros juramentos?"
En el siguiente párrafo parece que el Maestro (Rámila) quiere justificarse
del vicio del juego que se le achaca en otra ocasión al enemigo de Lope
(Véase el capítulo III, núm. 33) y no lo niega, porque, sin duda, era
muy sabido de todos, contentándose con afirmar que no le tiene y a : "Antes-
de recebir sacras órdenes, también profesé la perdición del juego. Gracias
a Dios que me levanté desta caída, y, reconociendo cuan vil era aquel ejer-
cicio, le abominé y puse en perpetuo olvido. Acuérdaseme haber visto con-
currir en tales conversacioses algunos oficiales del bordado y sastrería, cuan-
to a liberalidad y silencio calificadísimos caballeros" (pág. 37).
Asimismo relata la vida de Alcalá como el que la conoce —claro es que-
Figueroa también la vivió—, y afirma haber estudiado Gramática, Artes y lue-
go Teología —exactamente igual que Torres Rámila—, por el seguro premio
que suele alcanzar su eminencia en las oposiciones, así de cátedras como de
dignidades (pág. 109'). Finalmente inserta Suárez de Figueroa en su libro al-
gunas poesías, que atribuye al Maestro, esto es, Torres Rámila, si es que
todo no es puro fingimiento y las poesías obra, del Doctor. Las poesías son
un romance: "En tu incomprensible idea" (pág. 111), y tres sonetos: "¡Oh,
tú, feliz, que el edificio humano" (pág. 114), "Mientras guardando el vir-
ginal tesoro" "pág. 212) y "Lince atalaya, amor, no errante y criga" (pág. 294},-
que no son de lo mejor del libro, realmente.
Por otra parte, creo conveniente y curioso indi-car que, a pesar de ser in-
dudable la amistad de Torres Rámila con Suárez de Figueroa, no le citó-
éste en su Plaza Universal (Madrid, 1612), aun cuando en ella tuvo oca-
siones de hacerlo: al hablar de los traductores y profesores de lenguas (fo-
lio 208), y al tratar de los gramáticos (folio 358 vto.), sin contar que pudo
incluir su nombre entre los de los humanistas (fol. 353 vto.), lo cual me hace
sospechar, y aun lo confirman los datos existentes, que se -procuró evitar toda*
relación aparente entre ambos.
60 Winckersham Crawford: Ob. cit,, trad. cits. (pág. 18).
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 83
66 6T
de Medinilla , Francisco López de Aguilar y Simón Chau-
, i - 4
otros. A esta íntima amistad del Fénix y don Francisco alude malévolamen-
te tm soneto de Góngora (Ed. Foukhé-Delbosc, III, 15)-
otros autores. Tal era la fama de satírico que tenía. Tampoco habría más
prueba que ésta de su enemistad con López de Aguilar, y, en cambio, abun-
dan las indudables de que en toda ocasión fueron muy amigos, como dedica-
dos a análogos estudios humanísticos, hasta el punto de que López de Agui-
lar estuvo del lado de Quevedo y contra MorovelH de Puebla cuando las lu-
chas por el Patronato de Santiago. (Véase además La Barrera: Ob. cit-, pá-
gina 303.)
No conociéndose más que una poesía castellana indudable de Torres Rá-
nula, y, por añadidura, de asunto y estilo totalmente distinto, es difícil pre-
cisar la similitud de ésta y la sátira aludida; pero la referencia final relacio-
nando a Lope de Vega con la cuestión y señalando la intervención simultánea
de Suárez de Figueroa, me parece más que suficiente para sospechar que To-
rres fué el autor de tan violenta diatriba.
No consta que atacaran a López de Agüilar en sátiras más que el autor
de la Spongia —según estos nuevos datos— y el escritor sevillano don Fran-
cisco MorovelH de Puebla, porque tan vil y orgulloso individuo, que nada
tenía que envidiar al autor de El Pasagero, en el folleto contra Mártir Rizo,
donde "responde a algunas impugnaciones hechas a la muy noble y muy
leal ciudad de Sevilla, siempre cabeza de España", amenaza con hacerlo a
la mayor brevedad:
"De suerte que Juan Pablo [Mártir Rizo] no supo citar el lugar que le
convenía; pero a este autor, al maestro Gil González Dávila y a su amigo
Lope de Vega y a don Francisco de Aguilar, que ya sé que escribió contra
mí, yo les diré presto con agudeza y elegancia lo que ellos son."
Pero no hay prueba de que el modesto MorovelH llegara a cumplir
su palabra, ni la sátira ésta —cuyo manuscrito tampoco es autógrafo del es-
critor sevillano, ni está atribuida a él— parece de época posterior a 1629,
fecha en que se imprimió el citado folleto (Véase Rodríguez Marín: Pedro
Espinosa, Madrid, 1907, pág. 291), sino muy anterior, puesto que era de ac-
tualidad entonces un villancico de Figueroa contra López de Aguilar, escrito,
sin duda, hacia 1616, cuando se hacían populares los ataques dirigidos a los
amigos del Fénix por el malvado doctor, que ya luego se apartó de las letras
y se volvió a Italia (*), ni se alude en la sátira, como hubiera sido natu-
ral, a ninguna cuestión de la ciudad de Sevilla,- y, en -cambio, se citan cosas
de la vida de López de Aguilar en Madrid que era difícil supiera, quien no
viviese aquí, como vivió Torres Rámila durante mucho tiempo (**). Por
todo lo dicho creo que no puede atribuirse esta sátira a MorovelH, y lo más
probable es que sea de Torres Rámila, como dije. En fin, hasta la burla que
se hace en la primera cuarteta del nombre de Francisco no parece que pue-
da ser del citado MorovelH ni de Quevedo, que se llamaban así.
b/flfr&tn
C^Maíle áehm *t au* a/£(*¿ü
¿maulo AendrM*'&>
ptu/ tftu a/u dtrnfh M/uf>*rr¿)
y¿c¡> omití? ¿U& %M4rr*-¿ -
CUCO
6 tu aman Jó tTti
cr. canea
JY/O \7mfrtrrure
^ ^ a i a t>/c0mtuso
eíp*tltaa#e*
spPuenm.
tH A¿S
(*) Góngora: Obras poéticas. Ed. Foulché-Delbosc, tomo III, pág. 279.
La carta tiene fecha de 1624 en la edición citada, por figurar así en la ante-
rior de Linares García: Cartas y poesías de D. Luis de Góngora y Argote,
Granada, 1892; pero el señor Serrano y Sanz, en su interesante estudio
Pedro de Valencia (Rev. Arch. Bibl. y Museos, tomo III (1899), pági-
na 406), opina, con razón, que la fecha debe de ser 1614, porque cita "viviendo
á Medinilla y otros personajes que no vivían ya en 1624, y el error de leer
una cifra por otra se da en Linares alguna vez más (Cfr. Ed. Foulche,
tomo III, págs. 226 y 228). Y confirma esto más que precisamente hay una
carta de Góngora a Tamayo de Vargas de 18 de junio de 1614 (Ed. cit,
pág. 159), lo cual indica que en esta fecha sostenían correspondencia.
"Envióle a vuestra merced dos cartas: una de don Tomás de Vargas;
otra de Baltasar de Medinilla, grande amigo ha tiempo de Lope de Vega,
ingenio toledano que, si cumple lo que promete por su carta, será digno de
toda estimación. Yo le he respondido pidiéndole el Alt con del señor Mescua
[el poema de Acleon y Diana, de Antonio Mira de Amescua], que verá vues-
tra merced en llegando."
Además ha de observarse que en ninguna de las cartas de Góngora, co-
rrespondientes al período de la guerra de Lope de Vega y los preceptistas
aristotélicos, hay la menor alusión a esta cuestión, a pesar de que, como se
sabe, relata allí cuantos sucesos se refieren a él, por nimios que sean.
LOPE Di; VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 91
1617; Aprovación del Obispo de Valladolid [que lo era entonces don Fran-
cisco Sobrino (*)]. Madrid, 10 marzo 1617; "Al Duque Marques de Denia",
dedicatoria del Lelo. Pedro de Herrera y Al Lector; Texto; " >%< Sermones
que se predicaron en la Santa Iglesia de Toledo, en los nueve d'ías de la so-
lenidad de la, translación y colocación de la santa Imagen de nuestra Señora
del Sagrario en la Capilla que fabricó el Ilustrísimo señor Don Bernardo-
de Sandoval y Rojas, Cardenal de la santa Iglesia de Roma, del título de
santa Anastasia; Arzobispo de Toledo, Primado de las Españas, Chanciller
mayor de Castilla, Inquisidor general y del Consejo de Estado de la Magestad
Católica del Rey Don Felipe III, nuestro señor, &c.; Sermón de la gloriosa
assvmption de nuestra Señora, que predicó el P. Gerónymo de Florencia,
Religioso de la Compañía de Jesvs, y Predicador de su Magestad, el vltimo
día del novenario que Hizo el Ilustrissimo Cardenal de Toledo D. Bernardo
de Sandoual y Rojas, a la dedicación del Sagrario de la santa Iglesia; 1 pá-
gina en b , ; Certamen Poético y Colofón: En Madrid, | Por Luis Sánchez, j
— I Año M. DC. XVII. (reverso en b.).
Cejador cita en su Historia de la Lengua y Literatura castellana (tomo IV,
Madrid, 1916, pág. 238) una Relación de las fiestas que hizo el doctor Euge-
nio de Narbona en la traslación de la Sacra Santa Imagen de N. S. del Sa-
grario. Toledo, 1616, "con el certamen poético" ; pero no he lorgado dar con
un ejemplar ni tampoco la hallo inserta en La Imprenta en Toledo (Madrid,
1887) de Pérez Pastor, aun cuando la utilizó Fernández Guerra en su obra
Don Juan Ruis de Alar con. Madrid, 1871 (págs. 495 y sigts.).
79 La gran figura de este interesantísimo personaje, verdadero cardenal
renacentista, ha sido estudiada de modo tan magistral como definitivo por don
Rafael Laínez Alcalá en su tesis doctoral, que pronto verá la luz.
So Herrera: Ob. cit., fol. 1.
81 No le reproduce Herrera por considerarle harto difundido entonce-?;
pero es el caso que actualmente no se conoce un ejemplar. Por él hubiera
podido verse el carácter singular que se dio al certamen, seguramente.
82 Sabido es que Góngora triunfó con sus afiligranadas octavas Al fa-
vor que San Ildefonso recibid de Nuestra Señora (Herrera, Ob. cit., fol. 40
vto.), y que Lope escribió por aquella fecha una comedia sobre el mismo
asunto, titulada El Capellán de la Virgen, San Ildefonso, donde insertó un
malintencionado soneto, burlándose de las valientes transposiciones y de los
nuevos latinismos introducidos por el autor de Polifemo en su composición
(Millé Giménez : Ob. cit., págs. 196 y sigts,).
7
98 JOAQUÍN DE ENTRAMBÁSAGUAS Y PENA
LA "SPONGIA".
i Spongia (del griego onoffía) en latín —aun cuando también tenía otros
significados—, era, por antonomasia, la esponja empleada para borrar o lim-
piar, cuya acción se expresaba también con el verbo posnominal spongio, as
are, y tal es la acepción con que empleó Torres Rámila esta palabra, sin duda
alguna, siendo lo que se limpiaba o borraba la obra entera de Lope de Vega.
2 No sólo carecemos hoy de la menor noticia acerca de la suerte de la
edición de la Spongia —no muy extensa, seguramente—, sino que no han que-
dado más que vaguísimas alusiones a ella en los escritores coetáneos de Lope de
Vega. Nadie la cita más que de pasada y sin detallar otra cosa que el título
—salvo las alusiones que pueden desentrañarse de las respuestas a dicha cen-
sura—, y el mismo Nicolás Antonio habla de ella como de oídas. Es muy po-
sible que apenas publicada fuera destruida por los mismos que la urdieron,
atemorizados del escándalo que provocó, como se verá, y, desde luego, por Lope
IOO JOAQUÍN DE ENTRAME ASAGUAS Y PENA
de Vega y sus partidarios, deseosos de evitar a toda costa que circulara un li-
belo tan contrario al Fénix.
Grandes dudas ofrece conjeturar su descripción bibliográfica. ¿ Fué un li-
bro más o menos grande, como se ha supuesto hasta ahora, o, por el contrario,
se trataba de unas cuantas hojas sueltas? A esto último pudieran parecer fa-
vorables dos pasajes de la Exposttilatio Spongiae, donde se responde al libelo
de Torres Rámila (véase el capitulo IV), que copio aquí: "Evulgatae passim per
folia nugae ínter tantam aulicae multitudini diuersitatem..." (fol. 51, {íiíim,)
(anv.). "In eundem, de stribilinginibus. Parisiis abstersis & pagellis emen-
datius ibidem excussis."' (Fol, 39 (núm.), (rev.)
3 A pesar de que nadie cita concreta ni vagamente la existencia de al-
gún ejemplar de ella, he insistido en buscarla en cuantas bibliotecas o archi-
vos me ha sido dable, y desde luego en todos los españoles y extranjeros de
alguna importancia. Ya he indicado las dudas bibliográficas que suscita en
cuanto a su forma, extensión e impresión, le cual dificulta más aún identifi-
carla.
Ignoro, por tanto, si la Spongia de Torres Rámila tendría relación con una
Esponja de la habla española, manuscrita en la Biblioteca Nacional (sign. i.ooo,
fol. 59) y fatalmente desaparecida hace ya tiempo, cuyo título parece indicar
que la palabra esponja se empleaba con igual acepción que la latina correspon-
diente en la censura contra Lope.
No quiero con esto parecer jactancioso: pero es ya difícil —salvo una de
esas favorables casualidades que presentan las cosas ante los ojos de quien
menos hizo por bucarlas— el descubrimiento de la Spongia de Pedro de Torres
Rámila; mas ¡ojalá apareciera, aunque otro llevara el triunfo y yo el trabajo!
Tan preciosísimo impreso podría confirmar o rectificar muchas de las suposi-
ciones de este estudio, que solamente pacientes inducciones o deducciones y
sincera compulsación de datos han podido fijar en fuerza de tiempo y de bús-
quedas, con frecuencia estériles.
4 Véase el cap. I, núm. 37.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS IOI
(*) En 1622 declara esto, y que tenía entonces veintinueve años. (Véase
el cap. VT, núm. 64.)
102 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
{*) No 1791, como transcribe Gallardo, acaso por creer cifra 1 la rayita
vertical que hay entre los dos punto?, a modo de adorno,
2!>
el famoso gramático —, lo cual, si bien reducía la lectura ele
"la lengua castellana
que las frasis latinas desafía."
30 Algo hizo ya en este Sentido La Barrera (Ob. cit., págs. 301 y si-
guientes) ; pero aprovechando únicamente una parte mínima de lo mucho
que con un examen cuidadoso puede extraerse del texto de la Expostulatio
Spongiae. Así, muchas de las noticias que inserto a continuación son ente-
ramente nuevas, ya que ni La Barrera ni sus seguidores —'Martínez Añíba-
rro y Rennert y Castro— las aprovecharon debidamente.
31 Oportunamente decía el ilustre erudito don Antonio Paz y Melia, refi-
riéndose a las pullas dirigidas contra Lope, que "al portentoso ingenio de
éste le sobra fuerza para disolver las nubéculas y lunares que los críticos
a] microscopio, como Rámila o Mártir Rizo, descubrieron y hoy ¡amentamos
en sus obras". (Advertencia a Sales Españolas, 2.a serie, pág. XIII.)
32 Historia de la Literatura Española, traducción de Gayangos y Ve-
dia. Madrid, 1851, tomo 2.0, pág. 555.
8
Occasus & Ortus preciosa sub Polo nauigantibus pericula ferro & incendio
subripientem insudaueris carmine celebrare quam inbellem sub Philippo Rc-
gttm potentissimo credideras." (Fol. 17.)
40 "Venio ad Epopeiam quartum funestae tuae tragedia actum (nam
soceum cothurno commutasti)." (Fol. 17 vto.)
41 Recuérdese, entre otros varios, el malicioso soneto de Góngora "Vinio
señora Lopa su epopeya" (Obras. Ed. Fotilché-DieLbosc, tom III, pág. 5), don-
de se imita con fina gracia el modo de hablar de los negros. Además, véase la
Introducción, núm. 55.
42 "Si non multo maiorem cachinnationem concitasses tita insípida Epo-
peia quam levigasse pmnice & ultima maccrasse lima iactitas impudenter."
"Stistinuissem eqttidem haec Italie lutnina, ct si aegre aemttlari auxiete
elaborasse, at vero pene divinum Tassum tita pedestri oratione siitüi ingenio
& balbnticnte lingtta praeire." (Fol. 18.)
43 Véanse los números 13 y sigts. de este capítulo.
44 "Cum tot comediarum acervos áspero nittnmo histrionibus recitandos
commiscris, in quipus plerunqitc ineptire soles." (Fol. ¿2.) ,
116 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PENA
Sam saepius te rigidum admodum censorem esse dixi, quod omnía ad ce-
rebri tui vertiginem tamquam ad Cristolai libram expendas, ñeque enim VEGA
Strozae versus rebgiosa observatione traducere intendit, sed tantummodo velut
in transítu imitari, & sic dum Htem máxime putas obtinuisse tune aperte
causa cadis." (Fol. 23.)
52 Más conocido por Frey Miguel Cejudo (no fray, como errónea-
mente consta en algunas obras), a causa de anteponer a su nombre aquel
tratamiento como caballero de Calatrava que fué desde antes de 1588 (*).
Nació en Valdepeñas, y era primo de don Bernardo de Balbuena, autor de
El Bernardo. Le unió gran amistad con Lope de Vega, para cuyas obras
hizo diversas poesías laudatorias, y esta clase de composiciones fueron su
especialidad. He aquí las que se conocen de él, con su fecha: 1598, versos
latinos y décima castellana en La Dragontea, de Lope; 1599, quintillas a
El Isidro del Fénix, donde por vez primera se le da este apelativo, y a
La Arcadia del mismo: 1602, dísticos latinos y quintillas castellanas en
La Hermosura de Angélica, de Lope; 1603, quintillas al Patrón Salmantino,
de Armendáriz ; 1607, un soneto para Las Selvas de Brifile, de Balbuena, y
otro para La Restauración de España, de Mesa; 1612, una décima en los
Pastores de Belén y un soneto en la Doctrina del Estado Filósofo Epitecto,
del maestro Francisco Sánchez, y en 1620 una aprobación de la Decente
colocación de la Cruz Santa, de Jiménez Patrón, lo cual prueba que vi-
vía todavía en esta fecha y no murió antes de 1609, como decía don Ca-
yetano Rosell en su edición del Laurel de Apolo (Bibl. Aut. Esp,, to-
mo XXXVIII, pág. 530).
Además, en el manuscrito 3920 de la Biblioteca Nacional hay varias
poesías del respetable caballero de Calatrava, no faltas de gracia, pero tan
desenvueltas, que sus asuntos y frases impiden aquí su publicación.
Elogiaron a Cejudo Lope de Vega, como es natural, en la Jerusalén
Conquistada (1609) (Libro XIX, ed. Sancha, tomo XV, pág. 286):
Y en el Laurel de Apolo (silva I. Bibl. Aut. Esp.j tomo XXXVIII, pág. 190):
Cervantes, en el Viaje del Parnaso (ed. Bibl, Aut. Esp.} tomo I, pág. 683):
"Miguel Cejudo y Miguel Sánchez vienen
Junios aquí, ¡ oh par sin par! En éstos
Las sacras musas fuerte amparo tienen,
Que en los pies de sus versos, bien compuestos,
Llenos de erudición rara y doctrina,
Al ir al grave caso serán puestos."
Y, finalmente, Francisco de Herrera Maldonado, en su Sannazaro Español
(Madrid, 1620, fol. 57):
"Y de la fama al son que nunca cesa
Dulce canten Cejudo_, Mescua y Mesa."
53 Véase la nota 28 de este Capítulo.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 121
una de las más crueles saetas que recibió el Fénix, con razón or-
gulloso, muy a menudo, de sus estudios de aquel idioma clásico.
40. Sin embargo, más doloroso le sería aún que le recorda-
ra cierto divulgadísimo soneto de Góngora, su más odiado ene-
migo, en que se burlaba el "cisne del Betis" de su dramática 0 4 :
41. A D. Francisco de Quevcdo.
Anacreonte Hespañol, no ai quien os tope
Que no diga con mucha cortesía
Que ia que vuestros pies son de Elegía,
Que vuestras suavidades son de arrope.
No imitarais al Terenciano Lope,
Que al de Belerophonte cada día
Sobre cuecos de cómica Poesía
Se calía espuelas i le da un galope?
Con cuidado especial vuestros antojos
Dicen que quieren traducir al griego.
No aviendolo mirado vuestros ojos,
Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
Porque a luz saque ciertos versos Floxos,
Y entenderéis qualquier gregüesco luego."
"Nec est enim quod silentíum in crimen obijcias, & quasi ignoratae ab
ipso latinitatis praetextu calumnias tuas in vulgus spargas." (Fol. 27.)
"Dolosis quotidie nos intercipis modis, cum áliquase offcrt occa-sio eru-
dis Medinillae & insignis. Cejudo anxilium exposere." (Fol. 24 vto.)
"Quod si responderé ignoras, ut costera quae studio comparari solent,
liceat acetre Medinillam, & Cejudo interesse ut haec & tibí valeant inter-
pretan, & spicula nostra retorquere." (Fol. 26.)
Por fortuna, ya ha sido reivindicado Lope de Vega por el señor Millé y
Giménez (*) de la afirmación hecha por tal o cual erudito de que el gran
poeta desconocía el latín, y se ha demostrado palmariamente que el Fénix
fué el maestro de Medinilla, y no su discípulo (San Román, Elisio de Mc-
dinilla, pág. 17).
Por lo que toca a la supuesta ayuda que le prestara fray Miguel Ceju-
do, es imposible determinar hasta qué punto sea verdadera. Nada tendría
de particular ni extraño si hemos de atenernos a la justa farrüa de gran la-
tinista que tenía el panegirista del Fénix y la amistad íntima de ambos.
54 Obras poéticas de Góngora. Ed. Foulché-Delbosc (tomo III, pá-
gina 3).
"At cum Bellerophonti quotidie admoveas soceos. & cursítando defati-
sari non cesses ut doctissimus in te scripserat Cordubenses, cuius admiranda
posteritati carmina canis, potius quam canus allatras, & mordes in thea-
tro." (Fol. 21 vto.)
bre e 1617. (Véase Rodríguez Marín, Nuevos datos para las biografías de
cien escritores célebres de los siglos xvi y xvii. Madrid, 1923, pág. 516.)
En Salamanca comentó a Justiniano, alcanzando celebridad por la cla-
ridad y firmeza de su doctrina y la elegancia con que la exponía. Ocupó, ade-
más, los cargos de Abogado del Fisco en la. Real Cnancillería de Granada y
de Oidor en la de Valladolid. Sus obras más famosas fueron los comentarios
y anotaciones de la Soledad Primera y al Polifemo, de Góngora, a quien admi-
raba con verdadera idolatría. Otros libros suyos son de carácter erudito:
In tres posteriores libros codicis Imperatoris Justiniani Commentarios (Lyon,
1639) y Apología pro Statuto Collegi Conchen-sis contra calumnia'»], Joamies
Escobar del Cano. De joven parece ser que también comentó el Ibis dte
Ovidio.
59 Sebastián de Herrera y Rojas, que no halló publicado el supuesto tra-
bajo de Amaya, vio, sin embargo, un ejemplar del Antídoto anotado al ¡mar-
gen por este escritor. De él sacó copia Gallardo, que hoy para en la biblioteca
partücular del señor Leguizamón. (Véase Artigas, Ob. cil., pág. 232.)
60 Véase el capítulo V, número 56.
6r Véase la Advertcnci-a Preliminar, nota i, y el capítulo I. núms. 40
y sigts.
62 "Cum iam nihil prorsus de victoria speres, & prope sit, ut digitum
tollas, stipposititium tibi Cordubensem advocas, qui in arenam descendat, ex
qua te ignavia gludiator obscene deiecit." "Nihilominus scisciteri parum a te
lubet, quando ullos GONGORAE versus LUPUS noster censoria virgula notaverit?"
To!. 21 vto.)
Se trata, couio es de suponer, de la comedia El Capellán de la Virgen,
San Ildefonso (1616), donde Lope de Vega atacó por primera vez públicamen-
te a Góngora, remedando en burla la poesía culterana con un soneto que
comienza. "Inés, tus bellos, ya me matan ojos." (Véase el capítulo I, nú-
meros 40 y sigts.)
mam proflu.visse. Cur Ubi mctipsi grauis solitm ad Scythas adstruis allusisse?
Quid clarius? Styhtm vcrtas." (Fol. 6 vto.)
"Deest Aristeneti locas tibi ipsi pngnans, maturiiis rem consideres, hace
supersint, nam si de Erithraeo Mari de Indica playa, qitam asseris gemines
esse affhíentcm, cuín hac in remtllus haeritaucris itnquam, ct tu lonyum te-
xis paregon." (Fol. 7.)
75 Véase la nota 63 de este Capítulo.
76 Solamente he logrado averiguar de este escritor que era natural de
Madrid, donde debió de nacer hacia 1581 (*), y que vivió en la Corte
casi siempre, siendo "criado de Su Majestad [Felipe IV] en los papeles
de su Hacienda". (Véase el capítulo VI, número 18.)
Fué crítico muy erudito, y estimado como tal por sus contemporáneos;
pero se conservan pocas obras suyas, y éstas de escasa importancia litera-
ria: Oración fúnebre en la muerte de don Rodrigo Calderón, que fué dego-
llado en la plaza Mayor de Madrid. Jueves, 21 de octubre de 1621 (véase
Pérez Pastor, Bibliografía madrileña, III, 37), la cual también está manus-
crita en la Biblioteca Nacional (Sig. 2g'o, fol. 22), y fué reimpresa por Va-
lladares en su Semanario erudito (tomo I), y Relación de las fiestas que se
han hecho en esta Corte a la Canonización de cinco Santos (1622), en cuyo
certamen poético presentó un soneto que no fué premiado. Asimismo escribió
un discurso titulado Cristal de la lengua castellana, obra titulada Del Genio
y tinos Comentos de algunos lugares de Virgilio, todos citados en la Perinola
de Quevedo, y cuyo paradero se ignora. Sospecho por la Oración citada que
acaso le protegió el Marqués de Siete Iglesias. Desde 1622 no he hallado no-
ticia alguna de Ponce, aunque supongo que viviría bastante tiempo después de
esta fecha, ya que en ella era joven.
He aquí un soneto suyo, que aparece inserto entre las obras de Lope de
Vega (ed. Sancha, tomo XII, pág. 257) :
(*) Por nuevos datos que he hallado se sabe que tenía treinta y un años
en 1622. (Véase el capítulo VI, número 18.)
9
I3Ó JOAQUÍN DE ENTRAMBASAtíUAS Y PENA J
Epigramma.
Pili stultitiae, sine dogmate, vane, superbe
dic nihii cum sapias, cum tibi tot tribuís?
Omnia novi, inquis, tu ignarus in ómnibus ipse
Oinnia, dum liba plurima saepe capis
Quae praestare nequis, obstas bona tradere quemque
Ut Saturoni astrum cuncto si tu maculas
si aufers dúo, {Mome, elementa priora
sex reliquis semper dignus ubique pater
at imponens dúo, scilicet as, quoque petre
quam pulchra titulus sic tua, teque manet."
(*) Las que comienzan "Don Juan Ruiz Corcova", contenidas en el ma-
nuscrito 3085 de la Biblioteca Nacional.
(**) Vida de Cervantes, pág. 169.
(***) Véase el Apéndice, verso 2 y su nota.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 137
so, aunque esta alusión ofrezca alguna duda 37, homosexual 38 , la-
drón 3y y pedante 40. Le amenaza con la persecución de Balta-
sar Elisio de Medinilla que le volvería loco a fuerza de sátiras
si se atreviera a imprimir el pobre diablo otra "dedicatoria la-
tines-ca" 41, y aún con romperle la cabeza 42, o darle de cuchi-
lladas 43 si hubiere lugar a ello, lo que no es para ponerlo muy en
duda según se las gastaban entonces. También le indica que aca-
so la Inquisición tuviera que ver con él 44, y acaba pidiéndole, que
deje "vivir al español Terencio" —fastuosa metáfora con que
el Fénix mismo gustaba designarse— y a su discípulo "el tole-
dano Apolo" ((Baltasar Elisio de Medinilla) i5.
25. Cruelmente dirige Lope sus ataques a los padres de su
enemigo, motejándoles de sastres, despectivamente 4C. Tíldale a
él de ladrón y de inoro 47, y a ella de soletera, prostituta y bruja 4S.
26. Hasta los defectos físicos de Torres Rámila —poco fa-
vorecido de la Naturaleza, en verdad— son motivos de punzantes
alusiones, que de ser ciertas como parece verosímil, retratan al
desdichado gramático de poco gallardo aspecto: Negro de rostro,
pequeño de estatura 40 y bizco 50, realmente no podía darse ma-
yor antítesis de la apuesta figura de Lope de Vega, que a pesar
de haber pasado, hacía años, la juventud, conservaba todavía en'
esta fecha aquel atractivo y simpatía singulares, que fueron sus
cualidades más características.
Algo más interesante que las curiosas particularidades indica-
das, nos aporta esta sátira de Lope de Vega. Y es cierto número
de noticias acerca de Torres Rámila, de evidente importancia
biográfica.
El Rey.
lúa sera muy importante para mober su ánimo que mas en particular lo
entreuia por ottras vias y ansí os encargo que ,por vuestra parte manifestéis
a Su Santidad lo que cerca desto siente ssu escuela y el consuelo que cau-
sara vniuersalmente el verlo definido para que la aclamación de todos
obligue a Su Santidad a caminar en este negocio y la carta que en racort
desto scribierades me la imbiareis a manos de Jorge de Tobar mi secreta-
rio para que se encamine a Roma que en ello rescibiré de vos muy agra-
dable seruicio. De Sant Lorenco seis de jullio de 1617. Yo El Rey. Por
mandado del Rey Nuestro Señor: Jorge de Tobar.
En este claustro propuso el señor Rector como es nezesario: En estos
reinos hay auido variedad de pareceres acerca de si en la concepción de
Maria Santísima, Madre de Dios (tachado lo subrayado) de Jesucristo Dios
y Señor Nuestro, hubo mácula de pecado original y sobre ello a ávido
disputas de que se an causado muchos escándalos y (para evitarlos el
Rey don Felipe, Nuestro Señor, con su catholico y santo celo por carta
particular a mandado a la Unktersidad escriua a Su Santidad el sentimien-
to que en esta parte tiene, y (para cumplir con lo que Su Magestad manda,
-conbiene para la alteca y grabedad de la materia que Universidad a donde
con tantas ventajas se enseña la sagrada theologia declare y asiente en
ella el sentimyento y común sentengia que a tenido, tiene y enseña y lo de-
más que al bien uniuersal y deuocion christiana pareciere combeniente y
que sobre todo ello den sus pareceres = y abiendo tratado y conferido so-
bre ello, Botanlo como es costumbre (nemine descrepante (sic), dixeroh
que esta dicha Vniuersidad siempre a enseñado y deffendído que la Sé-
renissima Reyna de los Angeles Madre de Dios y Señora Mía fué conce-
bida sin mancha de pecado original, teniendo como an tenido y tienen la
dicha sentencia por mas .probable y por verdadera, y como tal todos vna-
nimes y coniformes protestaron y juraron en forma de la seguir enseñar y
defender siempre mientras no hubiese determinación de su santidad de lo
contrario y determinaron que en esta conformidad se escriua a su san-
tidad y se cumpla con lo que Su Magestad manda • y ansimismo determinó
y acordó el dicho claustro en confirmación de lo acordado y jurado por él,
la Uniuersidad haga vna fiesta a ocho de septiembre deste año dedicada a
la limpieza de la Concepción de Nuestra Señora yendo en procesión todos
los graduados con sus insignias a la Iglesia Mayor de San Justo y Pastor
y que se diga una misa solemne y sermón a donde se predique el acuerdo
de la Vniuersidad = en el dicho claustro fueron todos de parecer que la
dicha sentencia como mas piadosa, probable, verdadera, y común a toda
esta Vniuersidad es justo la tengan e guarden todas las personas della ansi
los que agora son como los que adelante fueren mentras Su Santidad no
decretare ottra cosa, y para su cumplimiento determinaren que todas las
personas que se graduaren en esta Vniuersidad de aqui en adelante de-
más de los juramentos que hacen antes de rescibir los grados, juren ansi
mismo de defender siempre que Nuestra Señora la Virgen María Madre
de Dios Nuestro Señor fué concebida sin mancha de pecado original y
que se pida a Su Magestad mande no se puedan dar grados a ningunos en
la Vniuersidad sin que se haga el dicho juramento y ansimismo para que
este acuerdo aya su perfección en todo se pida y suplique a su santidad
lo ratifique y confirme. = Todo lo qual acordó y determinó la dha. Vniuer-
10
I46 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
110 Las traducciones del italiano hechas por el doctor Cristóbal Suárez
de Figueroa, y conocidas son El Pastor Fido, traducida de Juan Bautista Gua-
rini, Ñapóles, 1602, y Valencia, 1609 (véase el 'Apéndice, versos 366 al 376-
y sus notas); la Plaza Universal de todas Ciencias y Artes, traducida, sólo
en parte, de la Piassa Universale di tutti le profeswni del Monto, de Tomás
Grzoni, Madrid, 1615, y finalmente la siguiente obra, hoy desconcida, a que
se alude en los Hechos del Marqués de Cañete, Madrid, 1613 (prólogo del
capitán don Gabriel'Carvajal de Ulloa "al Lector").
"A ruegos del padre fray Juan Bautista, recoleto de la Orden de Nuestra
Señora de las Mercedes, varón de señalada virtud, y Comendador del Con-
vento de Santa Bárbara, situado en esta Corte, tradujo de Italiano en Español
el primer tomo de las Obras espirituales, que compuso la Madre Bautista de
Genova, santísima sierva de Dios y grandemente ilustrada; por cuya causa
se tienen sus divinos conceptos por revelaciones casi al modo de las de santa
Gertrudis. Imprimirase con toda brevedad para consuelo y regalo de los que
profesan espíritu."
Seguramente no se llegó a imprimir, o al menos no se conoce ejemplar. Eí
manuscrito y las copias, si las hubo, tampoco son conocidas.
Como traductor, se sintió ofendido Suárez de Figueroa en el siguiente
pasaje del Quijote: "El traducir de lenguas fáciles ni arguye ingenio ni elocu-
ción, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel.
Y no por esto quiero inferir que no sea loable este ejercicio del traducir:
porque en otras cosas peores se podría ocupar el hombre y que menos pro-
vecho le trujeren." (Parte segunda, capítulo LXII.)
Y aunque Cervantes, a continuación del texto reproducido le ensalzaba,
hubo de contestar con esto en El Pasagero (pág. 58), además de ofenderle de
otra forma (véase la Introducción, número 76): "Ahora me ocurre que si
tuviérades noticia de la lengua latina, o italiana, era fácil traducir en ro-
mance algún librito curioso, con que se viniera a conseguir vuestro intento ;
que, al fin, en semejantes trabajos se lisonjea a la lengua natural con hacer-
le ipropias las buenas razones ajenas. Y aunque muchos ignorantes menos-
precian esta ocupación, es, con todo, digna de cualquier honra."
Pero esto no convenció a Ruiz de Alarcón, entre otros, que se vino a
burlar así en La Prueba de las promesas (acto I I I , escena IX), de Suárez de
Figueroa y de sus traducciones italianas:
"PRETENDIENTE 2.0
TRI'STÁN.
¿ Qué servicios ?
PRETENDIENTE 2 . 0
TRI'STÁN.
¿Qué?
PRETENDIENTE 2.°
En romance.
TRTSTÁN.
Bien está.
PRETENDIENTE 2.0
Y también fui traductor
De uno italiano, señor.
TRI'STÁN.
Señor, no negociará."
Y Lope de Vega, en La Dorotea (ed. Américo Castro, pág. 220), tiene este
dardo para las traducciones de clásicos griegos y latinos a través del italiano :
"Estos eran hombres de veras, que no aguardaron a que los passasse
a su lengua Italiana, que -primero que los viessemos en ella, fué su versión del
griego y del latino."
JUL.—Tocado auéis un punto que no ha causado poca risa entre los hom-
bres de buenas letras, digo humanas, que agora llaman pulidas, si bien no sé
la causa.
CÉS.—¿ Qué punto, Julio ?
JUL.—Algunas versiones del latino, francés y griego, que sacándolas del
toscano, nos las venden por legitimas.
CÉS.—Tan malo es esso como vender por propios los estudios ágenos, y
los libros que hurtaron a quien los escribió."
Y al fin, en otra ocasión juzgaba el traducir del italiano como un delito
o poco menos, muy humorísticamente, en el siguiente soneto, dirigido a su
gran amigo Claudio Conde (ed. Sancha, t. I, pág. 398):
''Claudio, si no inventé las vigoteras
n'¡ he traducido libros da Toscano;
si respeté severo el tiempo cano,
sin envidiar ajenas primaveras:
si arbitrios, si phantasticas quimeras,
no me han tenido pervertida y vano;
si hablé como mis padres castellano,
sin dar mohatras ni labrar esteras:
si siempre alabo a cuantos son versistas,
y no quiero que a mi nadie me alabe,
y confiesso que todos me prefieren, 1
l Que murmuran de mí los censuristas ?
Si sé, ¿por qué no estiman al que sabe?
y si soy ignorante ¿qué me quieren?
ni Apéndice, versos 381 y 382.
que sonaron las cañas 12D, y más en este tiempo, que las musas
andan tan desconocidas, que en nuestra propria lengua pare-
cen extranjeras, que no conozca que la materia no requiere sus
exornaciones; porque la verdad siempre fué enemiga del arti-
ficio, alma de los colores poéticos, como ella de la historia, y
más en las cosas de la Iglesia y del aumento del patrimonio de
Jesucristo 1 3 V
48. Asimismo secundó a Lope de Vega Juan de Pina, su
fiel amigo, aludiendo en unas quintillas que publicó en los pre-
liminares, a los "Aristarcos encubiertos" y a los "Zoilos alti-
vos" envidiosos y celosos del Fénix.
49. Mucho ruido debió de hacer en toda la república dé-
las letras y aun entre buena parte de los habitantes de Madrid,
Toledo y Alcalá de Henares, la aparición de estas dos escan-
dalosísimas sátiras, de las cuales se multiplicaron copias hasta
la saciedad y la respuesta personal de Lope, coreado por su amigo
Pina 12T y otros; pero también es probable, y aun seguro, que al-
guien adujera en contra —como era verdad— que las tales sáti-
ras nada rebatían de las censuras formuladas seriamente en la
Spongla, y que los insultos a Torres Rámila y a Suárez de Fi-
gueroa, aun siendo justos —¡que ya era mucho admitir!— no
evitaban que las obras de Lope de Vega tuvieran los lunares que
se les habían señalado.
50. Fuera cierto esto o no, de todos modos así debieron de
considerarlo el Fénix y sus partidarios, pues determinaron to-
mar la defensa por otro camino, contestando a Torres Rámila
con razones más sólidas y eruditas.
51. A fines del mismo ano de 1617 o a principios del si-
guiente, según las conjeturas más probables, se publicó en Ma-
drid un papel suelto a modo de cartel de desafío dirigido al ene-
migo de Lope de Vega con este encabezamiento: Petro de Torres
Ramilae, Grammaticae in Academia Complutensi Exmagistro,
Franciscus Antididascahis, bonam mentem.
52. Y este Francisco, enemigo de la preceptiva clásica, que
interpelaba al autor de la Spongia "con buena intención", era,
como es fácil suponer, el propio López de Aguilar 128> no sin
razón ofendido con Torres Rámila de tiempo atrás 12 °, que así
comenzaba la serie de ataques con que había de tomar el desqui-
te respecto de él.
Solamente don Pascual de Gayangos y don Enrique de Vedia
parece que vieron este precioso impreso 13° que no pudo hallar
m
? ?
AcsJemi»CwiblocMi(i'E«m«!íftrti.liwn*:fcíft AfltítíiiLfcaíot - ^ * ,
» « ^ ^ ^ # * ¡ ^ W ^ / # ^ . > « S i í .. FWH*¿Tr^,n»,¿,,^tó¡
COKCLVSÍONES CRAI^ÍMATICAE.
l l l U i CONCLVSJO
^^¿|K*^ : ? w MOnmMpaai<imini»»»aÍMS t i«i 1 i»iM><iiil6 SutmunuH
I
..QSfimt
HÉffis
Tr^t^iimtmlmi •«¿'l«p. r »J->*.wb >
IECVMDA c O N c i r s t a
ir i fl*«Mnn
»:;>i— »HJ frÁfitjaum í n H «ff^Ati
. _-• •._ _ 1 . - • •-
iimni--pHhriv
-jfilphAftl^lfellirA.lffBpV'iM»--"--r -
. H I U M W I I I p l l W I M I II .mp^-»
^vfe'^EÍÍÍffiÍÍÍÍ"^^Sh^*'-"»^^¿"'^i""i" i .- •-••-
dar esta noticia. Si existe, ha sido inútil cuanto he hecho por hallarlo, y
solamente cabe confiar en que el azar lo saque a luz alguna vez. La Barrera
(Ob. y hig. cits.) ni lo mienta siquiera.
Ob. cit., pág. 303.
132 Lo encontró, sin proponérselo, mi querido amigo don Antonio Ro-
dríguez Moñino en una de sus útiles investigaciones y lo puso generosa-
mente a mi disposición, por si podía interesarme.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS l6l
133 "nam exqito plañe tita exauctor atas m-ilitia ad alia castra transí!,
mihi non mediocriter auitcndiuit fuit, ut aliquid in Grammatica felicius tcn-
tarem & vitiosam pracceptorum, secuentem, quam animo meo in servaras
enterem."
"nisi forsan velit EXMAGISTER meus mendosum e praelo locum esse."
13.;. "Nac hand Acadcmiac Complntcnsi ingratum videbititr, si beliam Jiic
mecían pugnaitcris pitgnavi."
135 P l u r a habebam (Juventus Complutensis) quae in lias ludieras The-
ses conferrem, sed ea ob chartae angustian in aliud tempus differo. Tibí
lantum istius hominis supinos errores indicar volui, ne tuum ipsi ingenium
excolendum credas, sed potius brevied Academia tua amandes,"
11
162 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
LA "EXPOSTULATIO SPONGIAE"
ninguno es igual, y aun sospecho que el otro tampoco lo sea, lo cual hace
más extraños estos libros, ya de por sí rarísimos.
Voy a hacer la descripción bibliográfica de ellos con el mayor detalle po-
sible y por separado, señalando cada uno con una letra, para evitar repeti-
ciones y facilitar la comparación e identificación de los que pudieran apa-
recer :
EJEMPLAR. A.—Biblioteca Nacional, Madrid, (Sig. 2/15.734) Portada, an-
verso.—"Expostulatio í Spongiae a Petro [ Tvrriaiio Ramila | nvper evvlga-
tae. I Pro j Lvpo a Vega Carpió, poetarvm | hispaniae principe. | Avotore [
JVÜG Colvmbario B. | M. D. L. P. ¡ ítem. Oneiropaegnion, ! et I Varia Illvs-
trivm virorvm j poemata. J In laivdem eivsdem j Lvpi a Vega. V. C, |
Tricassibvs I Svmptibvs Petri Chévillot j Anno I M. D. C. X. V. III. | Cuín
priuilegio Regís, j " (Véase el grabado núm. 5.)
Portada, reverso.—" Mendae Typographicae."
Folio I (s. n.), anv.—"Extraict du Priufilege du Roy."
Fol I, rev.—Escudo del Duque de Sessa, grabado, y debajo: "Lvpvs a
Vega Carpius. | Quid timeam hostilis..." (Véase el grabado núm. 6.)
Fol. II (s. n.), anv. y rev., y Fol. III (s. n.), anv. .y rev.—"Illvstrissi-
1110 et ¡ Excellentisimo Principi..."
Fo\. IV (s. n.), y rev.—"Lectori beneuolo. S."
Fol. V (s. n.), anv. y rev., y Fol. VI (s. n.), anv.—"Protyraeum." (El
título así y en caracteres pequeños. (Véase el grabado núm. i, izquierda.)
Fol. VI, rev. al Fol. XIV (s. n.), rev.—"Elogia Illvs- I trium Virorum
Pro Lupo I a Vega Carpió." (Tamayo de Vargas, Juan de Aguilar, Pe-
dro de Padilla, Conde de Mora, Juan Luis de la Cerda, Teodoro Marcilio,
Simón Chauvel, López de Aguilar, Serafín, de Freitas, Paravicino, Tomás
Roca, Lope de Vega, Francisco Pacheco, Juan Antonio de Vera, Francisco
"Gutiérrez, Diego de San José, Jiménez Patón, Luis Rosicler, Pedro Ni-
colás Museo, Antonio de Pinedo, Luis Arias Becerra, Príncipe de Esquilache,
Baltasar Porreño y Lucas de Montoya.)
Fol. XV (s. n.), anv.—En blanco.
Fol. XV, rev.—"Svo. se lvmime prodit", y debajo grabado representan-
do un escarabajo que avanza de izquierda a derecha con una velita encen-
dida, clavada en el dorso. (Véase el grabado núm. 8.)
Fol. XVI (s. n.), anv., al Fol. XIX <s. n.), rev.—"Ulvstrissimi et Excel-
lentissimj Marchionis de Sarria..." (Es continuación del Fol. XIV, re-
verso, añadido después de impreso el Fol. XV. Siguen al Marqués de Sa-
rria. Quevedo, Conde de Villamor, Conde de Adacuaz, Lorenzo Mendoza Fi-
gueroa, Marqués de la Adrada, Duque de Osuna, Conde de Salinas, el
Maestre de la Orden de Montesa, Espinel, Luis Mexía, Juan de Fonseca,
Juan Bautista Elgueta y Julio Columbario.)
Fol. XX (s. n.) t anv. y rev.—"Catalogus | virorum illvstrivm, qvi Lvpvm
a Vega Ca.rpivm..."
Fol. XXI (s. n.), anv.—En blanco.
Fol. XXII, rev.—Escudo del Duque de Sessa como el del Fol. I, rev., y
debajo: "Illvstrissimo et | Excellentissimo Principi..." (Véase el grabado
núm, 9.)
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 165
3. Nada mejor para refutar las censuras de aquel retori-
cista, casi -desconocido junto al Fénix, que presentar reunidos
"Cur pueri dono scarabei lumina figunt, ¡ Non-ne satis sese prodit odore
suo?", impresa.
Fól. i (nuin.), anv., al Fol. 29 (num.), rev.—Iguales a los fols. de la
misma numeración del ejemplar A.
Fol. XXII (s. n.), anv. y rev.—Como los Fols. XXI (s. n.), anv. y rev,,
del ejemplar A. (Parece intercalado aquí por error, pues los fols. ant. y
post. a él llevan, como se ve, su numeración correlativa.)
Fol. 30 (num.), anv., al Fol. 61 (num.), rev.—Como los folios de igual
numeración en el ejemplar A.
Fol. XXIII (s. n.), anv. y rev.—Igual que los Fols. XXX, anv. y rev.,
del ejemplar A.
Fol. XXIV (s. n.), anv. y rev.—En blanco.
Fol. XXV (s. -n.), anv., al Fol. XXXII (s. n.), rev.—'Lo mismo que los
Fols. XXI (s. n.), anv., al XXIX (s. n.), rev., 'del ejemplar A.
Un vol. en 4.0 marquilla de XXI fols. s. n. + 29 fols. num, + 1 fol. num.
+ 30 fols. num. + 10 fols. s. n. Caja de impresión, la misma del ejem-
plar A'.
EJEMPLAR C.—Biblioteca Nacional, Madrid, Sig. R/5.726). Portada, anv.,
al Fol. III (s. n.), rev.—Iguales a los de la misma numeración del ejem-
plar A.
Fol. IV (s. n.), anv., al Fol. V (s. n.)7 rev.—Como los Fols. I (s. n.),
anverso, al 77 (s. n.), rev., del ejemplar B.
Fol. VI (s. n.), anv. al Fol. VIII (s. n.), anv.—'Iguales a los fols. IV
(s. n.), anv., al VI (s. v.), anv., del ejemplar A,
Fol. VIII, rev., al Fol. XV (s. n.), rev.—Como los Fols, VI (s, n.), rev.,
al XIV (s. n.), rev., del ejemplar A.
Fol. XVI (s. n.), anv. y rev.—Iguales a los Fols XV (s. n.), rev. y anv,,
del ejemplar A.
Fol. I (num.), anv., al Fol. 61 (num.), rev.—Iguales que los fols. de
la misma numeración del ejemplar. B.
Fol. XVI (s. n.), anv. y rev,—Como los Fols. IX (s. n.), anv. y rev., del
ejemplar A.
Fol. XVII (s. n.), anv., al Fol. XXIV (s. n.), rev.—'Iguales a los Fo-
lios XXI (s. n.), anv., al XXIX (s. n.), rev. del ejemplar A.
Un vol. en 4. 0 marquilla, de XV fols. s. n. -f- 29 fols. num. + r fol. sin
numerar + 30 fols. num. + 17 fols. s. n. Caja de impresión, la misma del
ejemplar A.
EJEMPLAR D.—Biblioteca Nacional, Madrid (Sig. R/13.184). Perteneció
a don Pascual de Gayangos, cuyo sello, en rojo, lleva.
Portada, anv., al Fol. IV (s. n.), rev.—Iguales a los de la misma nume-
ración del ejemplar A. (En la parte inferior de la portada, con letra ma-
nuscrita del siglo XVIII : "de la librería del Col.0 de la Comp.* de J H S de
Alcalá. Año de 1705." En el reverso de la misma, debajo de los "Mendae
Typpographicae", con letra análoga a la citada: "Ay otras muchas erra-
tas que se quedan sacando." [Rúbrica.])
Fol. V (s. n.), anv. al Fol VI (s. n.), anv.—Iguales a los folios VI (s. n.),
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 167
anverso, al VII (s. n.), anv. del ejemplar B y con la misma corrección ti-
pográfica en el título Prothyraeum que él, respecto de los ejemplares A y C.
Fol. VI (s. n.), rev., al Fol. XIV (s. n.), rev.—Iguales a los fols. de la
misma numeración en el ejemplar A.
Fol. XV (s. n.), anv. y rev.—'Como el Fol. XXI (s. 11.), anv. y rev., del
ejemplar B.
Fol. 1 (íium.), anv., al Fol. 61 (num.), rev.—Iguales que los de la mis-
ma numeración del ejemplar C.
Fol XVI (s. n.), anv., al Fol. XXIV (s. n.), rev.—Como los folios
de la misma numeración del ejemplar C.
Un vol. en 4.0 marquilla, de los mismos folios y la misma caja de im-
presión que el ejemplar C.
EJEMPLAR Y,.—Biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad
Central. Madrid (Sig. 235-5-35)- Procedente de la "Bibliotheca Complu-
tense Ildefonsina" de la Universidad de Alcalá de Henares, cuyo ex-libros y
super-libris lleva. Lo reseñó Pérez Pastor en su Bibliografía Madrileña
(II, núm. 1532).
Portada, anv., al Fol II (s. n.), rev.—Iguales a las de la misma nume-
ración del ejemplar B.
Fol. III (s. n.), anv. y rev.—Como los Fots. XXI (s. n.), anv. y rev.,
•del ejemplar A.
Fol. IV (s. n.), anv., al Fol. VII (s. n.), rev.—Iguales a los Fols. XVI
{s. n.), anv., al XIX (s. n.), rev., del ejemplar A.
Fol. VIII (s. n.), anv. y rev.—'Como los fols. I (s. n.), anv. y rev., del
ejemplar A.
Fol. VIII (s. n.), anv., al Fol. XXI (s. n.), rev.—Los mismos fols. que
llevan la numeración II (s. n.), anv., al XIV (s. n.), rev., del ejemplar A,
y como él y el C, sin la corrección tipográfica de los ejemplares B y D en el
título "Prothyraeum".
Fol. XXII (s. n.), anv. y rev.—Como los Fols. XV (s. n.), anv. y rev.,
del ejemplar A, salvo que debajo del grabado, que no llevaba la inscripción
"Cur pueri", e t c . . (como el ejemplar A), se puso manuscrita con letra del
siglo xvii, en la forma que aparece impresa en el ejemplar B.
Fol. I (num.), anv., al Fol. 61 (num.), rev.—Iguales a los de la misma
numeración en el ejemplar A.
Fol. XXIII (s. n.), anv., al Fol. XXXI (s. n.), rev.—Lo mismo que los
Fols. XXI (s. n.), anv., al XXX (s. n.), rev., del ejemplar A. (Debajo del
"Operis Colophon" (Fol. XXXI (s. n.), anv., y manuscrito con letra del
siglo XVIII : "Se reconoció tener 86 foxas útiles" Idos rúbricas]).
Un vol. en 4. 0 marquilla de XXII fols. s. n. + 61 fols. num. -f- X fo-
lios s. n. Caja de imprenta, como la del ejemplar A.
EJEMPLAR F.—Biblioteca de San Isidro (de la Facultad de Filosofía y
Letras), Madrid (Sig. 7. a /i.3o6). Perteció a la biblioteca del Colegio Impe-
rial de la Compañía de Jesús, cuyo sello ostenta.
Portada, anv., al Fol. VI (s. n.), rev.—Iguales a los de la misma nume-
ración del ejemplar B. (En la parte superior de la portada, con letra manus-
168 JOAQUÍN DE ENTRAMIiASAGUAS Y PEÑA
" P o r t a d a " , como en los ejemplares B, C, E y F (fols. I (s. n.), anv. y rev.^
de cada uno), si bien se olvidó el hacerlo en los ejemplares A y D, que
carecen de é l ; para sustituir el grabado aludido del escarabajo por otro
idéntico, salvo llevar, además, la inscripción " C u r pueri dorso", e t c . , de-
bajo, y de este modo se verificó en los ejemplares B y D (fols. X X I (s. n.),
reverso, y X V I (s. n.), rev., respectivamente, pero no en los ejemplares
A C o E y F, que conservaron el grabado primitivo (fols. X V ís. n.), rev..
X V I (s. n.), rev., X X I I (s. n.), rev.), y X X I (s. n.), rev., aunque en el
ejemplar E se añadiera, más tarde, la inscripción m a n u s c r i t a ; y, por último,
p a r a corregir el título " P r o t y r a e u m " , impreso así por error y en caracte-
res pequeños, como en los ejemplares A C o E F ( l u g a r e s ya dichos), cu-
briéndolo con u n a tira de papel igual al del libro, en la cual se había estam-
pado " P r o t y r a e u m " en caracteres mayores, tal como se halla en los ejem-
plares B y D (fols. V I I (s. n.), anv., y V (s. n.), anv., respectivamente).
E n fin, de la minuciosa y pesadísima confrontación bibliográfica reali-
zada en esta nota pacientemente, en gracia a su interés, se saca en conclusión
que el único ejemplar de la Expostulatio Spougiac, de entre los seis rese-
ñados, que está impreso completo y tal como lo pensaron sus autores, es el
designado con la letra B, y, por tanto, este será el que tome como base para
mi trabajo.
3 Véanse Nicolás Antonio, Pellicer, Alvarez Baena, La Barrera y otros,
en las obras y lugares ya citados. También aclara así este seudónimo " M a x
c r i a r t h " (Ob. cit., pág. 35), siguiendo a los anteriores.
Cfr. el capítulo V I .
La idea primordial de publicar la Expostulatio Spongiac no pudo partir,
como es natural, más que de Lope de Vega, cuyo amor propio, herido en lo
más íntimo, sólo pensaba en una pronta defensa y en una despiadada ven-
ganza. Ni nadie mejor que el Fénix podía tener reunidos y presentes los va-
riados y numerosos elementos con él relacionados que sirvieron para la
elaboración de parte del libro.
S Véase el capítulo V I .
Simón Chauvel, cuyo apellido se transformaba vulgarmente en Javel,
Xabel, Javelo, Xabelo, Chauvelo, era francés; acaso de Blesle, en el Alto Loira.
E r a noble, y muy docto en las lenguas clásicas; griego y latín, hasta el punto
de que persona tan autorizada como Tribaldos de Toledo le juzga elegante
en ellas. (Véase el capítulo V I , núm. 61.) Debió de tener gran amistad
con Lope de Vega, a quien admiraba extraordinariamente. El Fénix le dedicó
su comedia Los locos de Valencia, impresa en la parte trece de sus Comedias,
y allí, tras de alabar sus conocimientos humanísticos y agradecer su ayuda,
reproduce estos versos, de cierto amigo de ambos, que no se dice quién
fuera, y pudiera, acaso, ser López de A g u i l a r :
EXPOSTV1ATIO
SPONGIAE A P E T R O
TVRRIANO R A M I L A
NVPER E V V L G A T j C
PRO
LVPO A VEGA CARPIÓ, POETARVM
HISPAN!.* PRINCIPE.
^dVCTORE
JFL10 COLUMBARIO K
M. D. L. T.
1TEMONEIR.OPAEGNION,
ET
VARIA ILLVSTRrVM VIRpRVM
POEMATA.
IN LAVDEM EIVSDEM
LyPI A VEGA. r . C.
TRICASSIBVS
S7M7rrmy£TXl £HE7ILL0T
ANNO
M. D. C X . V. IIL
Qum TruBtpt Jlt¿ih
18 Fols. XVII (s. n.), anv., al XX (s. n.), rev. Cuando se añadieron a
la edición estos folios de los Elogia ya se había impreso el Catalogas; por-
que si don Juan de Fonseca y Figueroa, que está en ellos, figura en éste, es
.a causa de que también aparece colaborando en otro lugar, como se dirá.
19 Seguramente, porque aunque se determinó imprimir su escrito estando
ya impreso el Catalogus, no se habían concluido de tirar los primeros pliegos
de los Elogia, en cuyo final aparece. Otro tanto pudo suceder con fray Lucas
de Montoya, que va después de él, pero figura en el Catalogus quizás por
haberse pensado con antelación en que colaboraría.
2c Véase el núm, 129 de este capítulo.
21 Véase el núm. 70 de este capítulo.
22 Los tres primeros habían sido maestros de Lope, y el último condis-
cípulo suyo. (Véanse los núms. 74 y 75 de este capítulo.)
23 Fol. III (s. n.), anv.
24 Ya hubo quien, observando esto, afirmaba como indudable que se hu-
biera impreso fuera de Castilla, por carecer de las licencias precisas. (Véase
el capítulo VI, núm. 24) ; pero el fundamento era tan inocente como erróneo.
25 No hubo error en esto, se tuvo buen cuidado de verificar la fecha.
Efectivamente, hacía ocho años que reinaba en Francia Luis XII, elevado
al trono en 161 o.
26 El mismo lo dijo en La Dorotea, por boca de Fernando, que es el
Fénix mismo: "Comencé a juntar libros de todas letras y lenguas, que después
de los principios de la griega y exercicio grande de la latina, supe bien la
toscana, y de la francesa tuve noticia." (Ed. Castro, pág. 184.) Y Fauriel casi
lo tradujo: "Quant aux idiomes modernes, il avait fait une étude approfondie
de l'italien et endendait pasablement le franeáis." (Lope de Vega. En Rcvuc
des Dcu.v Mondes, tomo XIX, 4." serie. (30 de 1839). Núm. 1 de sept., pá-
gina 539.) Además se sabe que Lope leía a Ronsardo (Ronsard), y que así le
nombra alguna vez, y también cita al francés Pierres Coustau {Rimas. Ma-
drid, 1602, fol. 334), aparte de otros datos que prueban su conocimiento de
la cultura francesa en general,
27 Como la libra tornesa ("Iivre tournais") equivalía próximamente a
0,987 francos, la cantidad equivaldría próximamente a unos 4.900.
2S " faisant deffences tres expresses a tous libraires & imprimeurs oír
outres de quelque qualit'é ou condition qu'ils soient d'imprimer ou faire im-
primer le dit liure, le vendré, faire vendré, debiter, ni distribuer par nostre
Royanme durát le téps, et le tenue de dix ans sur peine aux contrevenans de
cinq mil liures tournois d'amende, applicable, moitié a nous, & 1. autre moitié
au dict exposant."
Bastaría observar en este texto, que transcribo sin alteración ninguna, la falta
de acentos y apóstrofos, aparte de otras erratas, para comprender que no pudo ti-
rarse el libro en ninguna imprenta francesa, aun cuando faltaran otras pruebas
como las que vamos exponiendo.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 175
LVPVSAVEGA CARPIVS
PROTHVRAVM. Protyfseum.
DBSDVM LtRtt,ftucuteW«* (
Htctnim firmpiiittUiihus \>¡ridiBi Mj& fficenim ^utmjóiicahñbui viriátSi
& in/toui mtñr i iepingitnt, ^4* itli'i *J&GS>* & míent/t Mfriri ¿efmpmt.^-deñ'»
qeiluifrdttrrA mmbut tu'mjt irritdutrii, titf- qattutfratrtAmmfas tu inft miraurrit, ntf-
*¡rt tttitilo, exinfntHtergipltUcttl* rumi, ntc ff- ^tt^tU^xmfinaergofUtteliU jwrn/, net &•
Itrdlvtrtducdtm íniinit tgneirtii ,in(igm imptf ¡HTtbtereiucttttsingmi» ig**Wi ,infyñ mpf ••
Jrntia.inriuiliduJdcid, rjrtctmum \*itntgr*m- Jcnti*,ñri*ilia»d4t'd,ijr»aMum btm*gr<tm-
m4ttctmitltnt»iftrt,nul(eUtncn prcftButft)- »dnt*m*ko*cmfm> mlh unten frrfe8»efu~
ritlii •fukuTiitsfetit, Httc málii duidui íartdri' riili) wltunusfetir. Hiñe métit tttiíui turiáñ»
ttl ¿UUñuirumfyUdí tmblvit, ptrtffléttit, ¡ju^ xaiiiútBtcntmfolutitmbvñii perrtftaiM, fto
ntlidre djfattmtml/Hiui, liicelcgU cptrdt» tuud- ntBdredffaiimimímtut, Tbtoltgi* iperain mtud-
vit.tum tdmen lUiin irriium ttcidtrint omma, ntc VU.tumtdmeniBünirritumutiddrint rmma.«eer
intcrid dtriteidlidmard grámmdtijücejfluditie iattrut ¿tiétuli imita ftjuanuaiftittifuiio ir
fluir,auin ¿iftufuUiitrMT* ruJwttiiYmJictilut Quit ¡atfin d*[irtfuUsi¿ndr<: rudttjmvinJmiba
luir, tándem intuionlruflra iut>Jtn¿s. Sed b>c
luti,eírd*mintv¿cmfr*fíTk foitJcndo. Sed he
etnmieáferitUctuí tduhx rxckfuí oifmptri-
etidmltnfctuLcctti caudex extintos itimftti*
lidm artogdwunHT, mintm'efertnddm ¡xfttt eue-
¿drnmtxptrtuut Mdtritvm rtpet-iiiit^oílertim- ttdie drrogdiuumf, mitmi>cf*rená¿m,ajlte qut*
<}ut Uífdltnduj M*{dd tigd tatdrii»duriii,cum ¿tm mtx-ptrtnuí Mdtritum reptiitñtJitBtrunf
thtnñro & tWtmdíirt ¿igmtr ejftr JuíJoPr per tjucidftdlendiM Mu¡*a ttg*TdUriinJ#ruj,tin*
luilrduit, tlidtu y]<m¿ti\netjuirjuc\trl¡¡prim» tUeriñr» & (himdífrt-dignitr ejfet ¡foí-dtli per
4pptlldti,<imtBÍcb«t tántifpcr deiode ilttíerdli Uflrdak, tlridw üaniu\ncffoutMtrL'uprim»
fermone cum t» de rtivi pUnrfullihlrui Je dpinis dfftllat*,tam<náehat tdntifptr.dtinit ilhíerdli
nmirum cr nugii.Qt-lUuddbdc tsnicm /¡uoifdlu- ftrmtnt cam e$ de rtíut fUnifuHiUbut J* dpinit
f 5 i mut- nimirum &• nttgii.CtlUuddht tdñiemftosfdlic
$5 i tdUf
7. Los dos "Prothyracum" de la "Expostulatio Spongiac". 1618.
41 Fols. VII (s. n.), anv., al VIII (s. n.), anv. "Prothyrium: término de
arquitectura: designaba el espacio enrejado o pequeña plaza delante de utl
palacio)" (La Barrera. Ob. cit., pág. 304). Pero también equivale a diathyra,
o "techumbre que descansa sobre dos o cuatro columnas y que sale cubriendo
la portada de un edificio" (Miguel y Morante: Nuevo diccionario latino espa-
ñol etimológico. Madrid, 1893, pág. 287, b). El sentido se entiende con cla-
ridad. (Véase el grabado núm. 7.)
42 "De ardeo = estar lleno de celo, de actividad, e t c . . "El entrometido
que se mete en todo, que nada hace bien y de todo le parece que entiende."
(Miquel y Morante: Ob. cit.j pág. 76, c).
La Barrera opina que tales datos de la vida de Torres Rámila "110 mere-
cen gran crédito" {Ob. cit.} pág. 304) ; pero después de los sucesos que ahora
publico, la cuestión varía bastante.
43 "Bic ónifti quem suis coloribus viri docti & ingcnui mérito ddpingunt,
Ardelio, quibus praeterea tiióribits eos in se irritauCrit..." (Fol. VII (s. n.),
anverso.)
44 "ex ínfima crgo plcbccitla iialuS, Me txbcraVüet educatus ingenio igno-
1A
178 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
dos por las injurias que recibieron de Torres Rámila, como por
las ofensas hechas por éste al Fénix, determinaron contestarle
con los mismos medios que él, y no concluir hasta que no se
retractase, para lo cual preparaban cosas más acerbas todavía
que reprimirían, tal vez, la falsedad y la rabia de su alma S2.
19. El resto de los preliminares de la Bxpostulatio Spon-
giae y la parte más extensa de ellos lo constituyen los Hlogia
illustrium Virorum Pro Lupo a Vega Carpió D3, integrados por
varios panegíricos de Lope de Vega, a los que se unieron muchos
ya publicados anteriormente, que se tradujeron al latín libremente
cuando el original era en castellano, indicando la obra donde
aparecieron por primera vez. Debieron de formar esta antología
apologética del Fénix su amigo don Francisco López de Aguilar,
que recopilaría los escritos y ayudaría a las traducciones, y, sobre
todo, Simón Chauvel y Tamayo de Vargas, que harían la ma-
yor parte de éstasi Respecto a Baltasar Elisio de Medinilla y
el propio Lope de Vega, asimismo señalados como elementos
del heterogéneo Julio Columbario G4, prestarían también el auxi
lio que requiriera tan complicada labor.
20; Los autores de los elogios a Lope de Vega y a su obra y
la indicación de éstos son los siguientes:
21. El Doctor don Tomás Tamayo de Vargas C5.—Un frag-
mento en prosa de "un libro de varios" cc, celebrando calurosa-
433-454) y Pedro Espinosa, Madrid, 1907 (págs. 25, 106 y 110); Cejador:
Historia de la lengua y literatura castellana (t. IV, pág. 148), etc., etc.
Lope de Vega debió de conocerle y tratarle durante su estancia en Se-
villa. Le dedicó su comedia La Gallarda Toledana, publicada en la parte trece
(Madrid, 1620), y le alabó así en la Jerusalén Conquistada (Ed. Sancha, pá-
gina 284):
"Si fueran tus pinceles esta pluma,
o de tu pluma estos pinceles fueran,
escribiera o pintara parte o suma
de las muchas que en ti se consideran.
Tu misma perspectiva, las resuma,
tu pluma y tus pinceles las refieran,
¡ oh gran Pacheco, en quien sin vicio vemos
pluma y pincel de tu virtud extremos!"
Y en el Laurel de Apolo (silva II. Ed. Bibl. Aut, Esp., tomo XXXVIII, pá-
gina 194) :
"De Francisco Pacheco los pinceles
Y la pluma famosa
Igualen con la talla verso y prosa.
Sea hético Apeles,
Y como rayo de su misma esfera
Sea el planeta con que nazca Herrera;
Que viviendo con él y dentro della,
Adonde Herrera es sol, Pacheco estrella."
70 Fol. XIII (s. n.), anv.
Don Juan Antonio de Vera y Zúñiga nació en Mérida (Badajoz), ha-
cia 1583. Sus padres fueron don Fernando de Vera y dtoña María de Zú-
ñiga; pero don Juan Antonio usó algluna vez, en vez de este último apellido,
el de Figueroa —por su abuela paterna, doña Teresa de Figueroa—•, o el
de Vargas —de su bisabuela paterna dona Blanca de Vargas:—f todos ellos
propios de nobles familias extremeñas. Se casó con doña Isabel de Men-
doza, y tuvo con ella dos hijos, llamados don Fernando —autor de un
Panegírico por la Poesía, Montilla, 1627— y don Pedro, enviudando en
1605. En segundas nupcias contrajo matrimonio con su prima hermana
doña María de Vera y Tobar, señora de Sierra Brava, a quien Lope de-
dicó La ventura sin buscalla, inserta en la parte XX de sus Comedias
(Madrid, 1625). Encumbrado al poder <lon Gaspar de Guzmán, conde-duque
de Olivares, don Juan Antonio de Vera y Zúñiga, que le había conocido estu-
diando en Sevilla, se vio favorecido fen seguida por el nefasto privado de
Felipe IV. Le hizo que se trasladara a Madrid, y en el áñfo mismo de 1621
tenía a bien concederle la encomienda de la Barra de la Orden de Santiagto.
Después fué nombrado Gentilhombre de la Boca de su Majestad, y se le
encomendó la embajada española en Venecia, que desempeñó durante mucho
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 185
Y estuvo aún más explícito en el Laurel de Apolo (Ed. cit., pág. 208, sil-
va V I ) :
" ¡ Oh claro don Francisco,
Príncipe de Esquilache y del Parnaso,
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 191
Y en el Laurel de Apolo (Ed. cit., pág. 213, silva VII), con o menor ido-
latría :
"Al docto don Francisco de Quevedo
Llama por luz de tu ribera hermosa,
Lepicio de España en prosa
Y Juvenal en verso,
Lo cual ya no deja lugar a dudas, pues ¡ bueno era Lope para haber t r a t a d o
así a quien hubiera sido su enemigo ! Se habría limitado a un vago elogio
como el tributado a Góngora en el mismo poema, porque era imposible moral-
mente suprimirle, como a otros.
Además tuvieron amigos comunes e íntimos, aparte de Medinilla, que con-
tribuirían a mantener la unión entre ambos, como, por ejemplo, Francisco de
Cueva y Silva y Francisco López de Aguilar,, que fué quien leyó a Lope,
apenas escrito, El Chitan de las Tarabillas, de Quevedo, " u n a t a r d e en un co-
che en el r i o " [ M a n z a n a r e s ] (La B a r r e r a : Ob. cit., pág. 303 notas 1 y 640).
85 Fol. X V I I (s. n.), rev.
Don Alfonso de Alvarado, Conde de Villamor, fué hijo de don García de
Alvarado, primer conde de dicho título y mayordomo de la E m p e r a t r i z . Casó
en 1601 con la hija del marqués de la Laguna don Sancho de la Cerda, y en
1602 heredó el título por muerte de don García. Habiendo enviudado, casó por
segunda vez con doña J u a n a Pacheco, hermana del Conde de la Puebla de
Montalbán, en abril de 1612, y "con esta ocasión le hizo el Rey merced de
prorrogarle por tres vidas la renta de que gozaba de encomiendas de indios,
que se valuaba en 20.000 ducados a n u a l e s " (La B a r r e r a : Ob. cit., pág. 104,
nota 1). E n este mismo año asistió a los preliminares del doble matrimonio de
Felipe I V y su hermana la infanta Ana de Austria, en la isla de los Faisanes.
N o tengo noticia de obras literarias del Conde de -Villamor, aparte de la
citada, que acaso fué obra del propio Lope, como las de otros panegiristas su-
yos, que nunca escribieron. (Véase la edición del Quijote de Rodríguez Ma-
rín, ya citada, tomo I, págs. 27, nota 5, y 32 nota 1.) El Fénix le dedicó su
tragicomedia El valiente Céspedes. ( P a r t e X X , Madrid, 1625.)
86 Fol. X V I I (s. n.), rev.
Se trata, sin duda, del c:nde de Alaquás —y no Adacuaz—, don Luis P a r -
do de la Casta y Aguilar, marqués de la Casta, a quien le fué concedido
196 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
aquel título por Felipe III en 1602, es decir, el mismo año de la publicación
de las Rimas de Lope, donde figuran los versos de que se trata más adelan-
te. Quizás por ser título nuevo y poco conocido se incurriera en el error de
nombre, ya expresado, que ha perdurado hasta ahora. Alacuás o Alaquás
•—-quizás también Alaquaz por indecisión de s y s— es una villa de la pro-
vincia de Valencia. Aunque el Conde era valenciano —y así figura en la E.r-
postulatio Spongiae—, descendía de una ilustre familia aragonesa. (Véase
Montemayor: Origen y Privilegios de los Ricos-Hombres de Aragón, fol. 293,
y Berní Cátala: Creación, antigüedad y privilegios de los títulos de Castilla,
pág. 252.)
De la obra poética o literaria del Conde de Alaquás no hay otra muestra
que la aludida, harto sospechosa, como las de otros proceres. (Véase la
nota 85 de este capítulo.)
No parece que se refieran a él estos versos del Laurel de Apolo, dirigi-
dos a un Luis Pardo que no identifica don Cayetano Rosell (Ed. cit., pági-
nas 193 y 536).
"Aquí Luis Pardo estuvo,
Ingenio felicísimo si diera
Más a la pluma y menos a la espada.
Y a continuación se relata que habiendo tenido en Flandes ''los cargos
más honrosos de la guerra", su tierra y el amor le apartaron de allí; pero
como una cierta dama, a quien cortejaba, diera también amores "a un hom-
bre poderoso", él le quitó violentamente de la reja por donde hablaban,
aunque iba con tres acompañantes o criados. De resultas de ello hubo de
huir a Tucumán (Méjico); pero al fin volvió, llamado por su infiel ama-
da, creyendo que todo fué un sueño.
El no citar los títulos nobiliarios de don Luis Pardo de la Casta y otras
circunstancias del relato indicado —la inferioridad del protagonista ante el
otro "hombre poderoso", por ejemplo— abonan bastante en contra de una
posible identificación del Conde de Alaquás y su homónimo.
87 Fol. XXVIII (s. n.), anv.
"Doctísimo y nobilísimo", según los autores de la Expostulatio. Sólo se
sabe de él lo que dijo Cervantes en el Viaje del Parnaso (Ed. Bibl. Aut. Esp.,
tomo I, pág. 692) al alabarle:
"Pero en aquel instante un gran ruido
Se oyó, con que la turba se alborota,
Y pone vista alerta y presto oído.
Y era quien le formaba una carroza
Rica, sobre la cual venía seníado
El grave don Lorenzo de Mendoza,
De su felice ingenio acompañado,
De su mucho valor y cortesía,
Joyas inestimables, adornado."
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS K)7
crata que pueden verse en las obras del Fénix. Todas ellas, además de cuamtos
datos se conocen del citado personaje, las ha reunido don Erasmo Buceta
en su documentado estudio La obra poética del Conde de Salinas en opinión
de grandes ingenios contemporáneos suyos (en la Revista de Filología Es-
pañola, tomo X I I (1925), págs. 16-29), adonde remito al lector, asi como a
otro trabajo —cuando esté publicado— que sobre el mismo escritor prepara
don Ramón E z q u e r r a Abadía,
91 Foí. X I X (s. n.), auv. E s el Príncipe de E s q u i l a d l e . (Véase la
nota 80 de este capítulo.)
92 Fol. X I X (s. n.), rev.
Grande y eterna fué la amistad entre Lope de Vega y Espinel, Ambos
figuran juntos como panegiristas con sendas poesías en el Cancionero de López
Maklonado (Madrid, 1586) y en la Dirección del Secretario de Señores, de Pé-
rez del Barrio (Madrid, 1613), Juntos concurrieron al certamen poético de
la beatificación de Santa Teresa de Jesús (1614), y casi a la vez ingresaron
en la Congregación del Olivar (Espinel en 1609 Y Lope en 1610). T a n t o
uno como otro se tuvieron el afecto de amigos y la deferencia de maestro y
discípulo. Porque muchas veces alude el Fénix a que fué maestro suyo Vi-
cente Espinel. E n 1620 se publicó la Justa Poética de San Isidro, donde se lee
lo siguiente :
" A mi maestro Espinel
Haced, musas, reverencia,
Que os ha enseñado a cantar
Y a mí escribir en dos lenguas."
110
74. Fueron maestros suyos Juan Bautista Labaña , a
• "
al cual aseguraría —dice— que deben los números, medidas y
(
ILLVSTRISSJMO E T
EXCELLENriSSDvíO PRINCIPI
D. D.Ludouico Fernandez de Cordoua,
Cardona,& Ar.ioon,DuciSucífejSo-
mi & Vaenx.&c.
*T>. Franafcut Lupias nAgutldrius
D.C.Q^
O /&{" ¿bt,guit ftit«iff'Btttt éremt,
JZccr liit f"gn* nohüc muñas dltü.
FaliirjitnpHjín* eíí,»dm Tentm Vtgt Utrf-it,
El turf 1 fttrnit mtrte, itiumfhni (>>>,
Site('jt.imular, foftr,fpt¡}átuU,munin,
ÍÍÍO tSlt pittrirtrjnuí :jsett¡/i,
125 "Vicie tamen ne alias in LUPUM insurgas, & sordium tuarura sport-
idas Patroclanis sellis probandas euentiles, ne si forte pestilens illarum
odor nares meas affaueri.t iam non per obscuras notas'sed hxmc polam ad
sempiternam tui ignominiam meum non tibi nomen, sed etiam integre posteri-
tati prodam." (Fol. 29 (nura.), anv.)
126 Fol. XXI <s. n.), rev. (Véase el grabado níim. 9.)
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 211
tés {Vida y obras de Su ares do Figucroa, traducción, pág. 77, nota); pero
La Barrera {Ob. cit., pág. 306) creía, erróneamente, que significaba "la zu-
rra o la paliza del asno", lo cual, en realidad, no se compasaba mal con el
asunto.
162 Lo prueba el siguiente asiento de matrícula que he descubierto:
"d. Sebastián de Mendoca, Conde de Coruña."
{Archivo Histórico Nacional. Matriculas de la Universidad de Alcalá.
Cánones. 8 de enero de 1618.)
Don Sebastián Suárez de Mendoza, VII Conde de Coruña, Vizconde de
Torija y Grande de España, era hijo de don Bernardino Suárez de Men-
doza, V Conde de Coruña, Comendador del Bastimento de Castilla de la
orden de Santiago y Grande de España, y de su mujer doña Mariana de
Bazán, hija de don Alvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz. El sexto
Conde de Coruña lo fué don Lorenzo Suárez de Mendoza, hermano de don
Sebastián, que murió sin sucesión, en o de febrero de 1616. A don Sebastián,
que murió también sin hijos, en 1646, le sucedió su hermana doña Juana
. de Mendoza, octava condesa de Coruña y de Paredes, vizcondesa de Torija
y grande de España, que casó con don Pedro de la Cueva, primer marqués
de Flores Dávila. (Véase Gutiérrez Coronel, Diego: Historia genealógica de
la casa de Mendosa, tres tomos en folio, manuscritos en el Archivo Históri-
co Nacional, Osuna, Leg. 3408, tomo III, fol. 62 vto.)
Un soneto que hizo al toro que mató Felipe IV en la Priora, inserto, con
los restantes al mismo asunto, en el Anfiteatro de Felipe el Grande, de Pe-
llicer, es la única muestra conocida, según parece, de las dotes literarias del
Conde de Coruña. No obstante, Lope de Vega tuvo para él una mención no-
table en el Laurel de Apolo {Ed. cit., pág. 208, silva V I ) :
x
<>3 "Quae eo maiorem tibi voluptatem afferet, quod ridiculus admo-
dum mimus praecipuum ehis argumentan fuerit." (Fol. 43 (nuni.), rev.)
164 Ob. cit., ipágs. 307-310. En caso necesario he suprimido algún pasa-
je de La Barrera, que daría lugar a inútiles repeticiones, por referirse a
temas ya estudiados en otro lugar de este trabajo. Asimismo hago en
nota las correcciones y aclaraciones precisas al ameno relato del citado eru-
dito, sin perjuicio de ampliarlo a continuación.
165 La Barrera cree que "puede referirse a la de Miguel Martínez,
editor que fué en el año de 1618 de la Segunda fiarte de comedias de Lope",
pero después de los nuevos datos que he hallado, ya no cabe dudar que se
refiere a la librería de Jerónimo de Curbes, francés avecindado en Madrid
e íntimo amigo de Cristóbal Suárez de Figueroa, la cual estaba situada
también enfrente de las famosas gradas de San Felipe. (Véase el capítu-
lo VI, núm. 109.) Debió de tomar parte activa el aludido librero' Curbes en
muchos de los asuntos del autor de El Pasagcro, y acaso no fuera tampoco
ajeno a la impresión de la Spongia y sugiriera la idea de imprimirla o fin-
gir imprimirla en Francia (véase el capítulo II, número 24), donde él ten-
dría familia o relaciones comerciales, que debió de perder más adelante, pues
por una carta de fray Juan Ponce de León, religioso del convento de la Vic-
toria, escrita en 17 de agosto de 1631, se sabe que no tenía crédito seguro
ni correspondencia fuera de España. (Véase Paz y Melia, Catálogo abre-
viado de papeles de Inquisición. Madrid, 1914, página 284.) Y esto último
no parecía arredrar a don Esteban Manuel de Villegas, que precisamente en
2 y 30 de marzo de 1618 sostenía negocios de venta de libros con él. (Cfr. Pé-
rez Pastor: Bibliografía madrileña, .III, 517), demostrando esto claramente
dónde se reunían y comunicaban, sin duda, los enemigos de Lope.
Es muy posible que fuera hermano de Jerónimo de Curbes un grabador,
también francés y vecino de Madrid, llamado Juan de Curbes, coetáneo del
librero, que grabó en 1626 la portada de la Historia de Cuenca-, de Rizo,
y nueve retratos de caballeros de la casa de Mendoza, allí insertos; en 1630
el retrato de Lope, del Laurel de Apolo, y en 1633 el de Góngora. (Véase en
Bermúdez: Diccionario histórico de los más 'célebres profesores de Bellas
Artes en España, Madrid, 1800, tomo 1.°)
A los grabados de Curbes citados por Ceán deben añadirse la portada de
la Relación de las Fiestas de la carnización de San Isidro, por Lope de
220 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
171 Fol. 52 (num.), rev. Nótese la semejanza de este retrato con los ras-
gos fisonómicos de Torres Ránula que se dan en las sátiras. (Véase el capítu-
lo III, núm. 26.)
172 "In dulcissimura fabularum locum." (Fol. 53 (num.), anv.) Dice La
Barrera: "¿Se aludirá en esta frase a lo mucho que se mentiría en la tienda
del bibliófilo o a la circunstancia de hallarse situada enfrente del Mentidero
de San Felipe, o tal vez a ciertas especies de género que en ella se guardaba
y expendía?" (Ob. cit,} pág. 308, nota 2.)
Sin excluir el sentido recto de la frase indicado en esta observación final
de La Barrera —fábula, ampliamente, puede significar obra literaria—, me
inclino más, desde luego, a la interpretación primera. Hay un curioso pasaje
del propio Suárez de Figueroa en que alude claramente a la costumbre de con-
versar autores y libreros —tan corriente entonces como ahora—, lo cual trae-
ría como, consecuencia la formación de tertulias en las librerías, donde se co-
mentarían más o menos hiperbólicamente los sucesos literarios. Helo aquí:
"Puédese, pues, decir ser la profesión de los libreros por extremo noble,
respecto de estar siempre en compañía cíe personas virtuosas y doctas, como
teólogos, legistas, Médicos, Matemáticos, Humanistas y otros muchos cientí-
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 223
dos ingenios." (La Barrera, Ob. cit., pág. 309", nota 1.) Pérez de Herrera fué
además médico de Colegio de Lérida, y a su influencia se debe la fundación
del Hospital General de Madrid. Sus obras pueden verse en la Historia de la
lengua y literatura castellana, de Cejador (tomo III, pág. 338).
174 "At Aegonem medius fidius sub librorum mole aegre spiritum ducen-
tem reliquissem nisi tot nobis in historia Hispánica mendacia nuper proti-
sisset." (Fol. 53 (num.), rev.)
Al margen del ejemplar B y junto a la linea donde se cita a Egon —que
se* subraya con tinta— dice "Ludovicus Cabrera", manuscrito como las demás
notas, y La Barrera, tomándolo como bueno, nada opuso a esta identifica-
ción (Ob. cit., pág. 309, nota 2.) Sin embargo, sospecho que el anónimo ano-
tador se equivocó esta vez, lo cual nada aiene de extraño tratándose de acla-
raciones fundadas en rumores más o menos verídicos. Creo que a quien se
alude no es a Luis Cabrera de Córdoba, que jamás escribió una Historia de
España, sino al padre Juan de Mariana, cuya obra de este título es harto
conocida. Precisamente en 1617 se imprimía en Madrid, por la viuda de Alon-
so Martín y a costa de Alonso Pérez, la edición más completa de las hechas en
vida del autor, de la traducción castellana. (Véase Pérez Pasitor: Bibliografía
•madrileña, II, 411.) Siendo así, se explica que el padre Mariana atacara tan
violentamente a Torres Rámila en un epigrama a que ya he aludido. (Véase el
capítulo II, núm. 56.) Además, tal vez esto contribuiría a exaltar más a Ta-
mayo de Vargas contra la Spongia, pues ya se sabe con cuánto calor defen-
dió la Historia de España del insigne jesuíta contra sus detractores. (Véase
ei capítulo III, nota 2.)
• 75 Lope de Vega, según es fácil de comprender.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 225
15
226 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
61
fuá ittm fUctt tfinfit futlín.
TJihjr mmina ¿uUixrftprt,
yjmfeitfai^iriftJtrtk'im-Utrertm,
£c turar f armar mtltfisrtr,
\Z»xt4tauM-iIlfiiftm¿mit4Í¡HÍii
W*x mtrinUtttt efl- aa'tcatevtúm,
O ¿ulci rt«Htttftf«re mixttu,
F IK r S.
moria eterna de nuestro insigne amigo Lope Félix de Vega Carpió por sus
scriptos", poema de dan Tamayo de Vargas; Texto y Colofón.
18S Alusión que creo va más contra Suárez de Figueroa que contra
Torres Rámila.
189 Ajpenas es necesario decir que aquí se repite una escena del Onei-
ropaegnion: el mercader de libros es Curbes, el defensor Suárez de Fi-
gueroa, el defendido Torres Rámila y "el más docto sujeto" el propio
Lope de Vega. En lo que sigue se ve cómo el Fénix había de reducir tam-
bién sus odios a cuestiones astrológicas, su continua obsesión. (Véase Millé
Giménez: El horóscopo de Lope de Vega, ya citado.)
190 "Dozena | Parte de | las Comedias de I Lope de Vega Carpió. |
A' Don Lorenzo de Cárdenas, | Conde de la Puebla, quarto nieto de don
Alonso de | Cárdenas, Gran Maestre de Santiago. | Año (Escudo del Conde
de la Puebla) 1619. | Con privilegio. | En Madrid, Por la viuda de Alon-
so Martín. | A costa de Alonso Pérez, mercader de libros."
Un vol. en 4.0 de 4 hojas s. n. de Prel. + 280 fols. de texto.
Contiene: Portada (en el reverso "Tabla de las Comedias de esta XII par-
t e " ; Erratas, Madrid, 14 de diciembre de 1618; Tasa, Madrid, 22 de di-
ciembre dé 1618; Suma del privilegio, San Lorenzo el Real, 6 de otítubre
de 1618; Dedicatoria del autor; Cuatro sextinas ofreciendo el libro al Con-
de de la Puebla; El Teatro, prólogo del autor y Texto.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 231
" L A FILOMENA"
16 Alusión a los colores de las becas que llevaban los colegiales, según-
ya indicó L a B a r r e r a . (Ob. cit., pág. 352, nota 2.) Corresponden los colores
a las facultades de Derecho, Medicina, Teología, F'ilosofía y Cánones, respec-
240 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PENA
16
242 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
29 Hábil medio empleado por Lope para tildarle de judío una vez más.
No haberme defendido;
Luego fué permitido
Dilatar mi defensa en versos cultos. 33
Si los Jurisconsultos 3 *
La acusación presumen por envidia
Por ella es bíen que reprobarse deba."
50 "Todos sabéis mi pena;
Defended vuestra dulce Filomena."
Sastripedantes versos 50
Son los que aquí se infaman,
Desprecian y desaman,
Que, como los más candidos y tersos,
Se quexan de la justa,
Y la llaman injusta,
Líbreme Apolo, Pina, de juzgarlos,
Que aun leellos ofenden los sentidos,
Busquen a Midas, que podrá su ingenio
Oírlos y premiarlos."
69 "Que yo ni juzgaré, ni sé, ni puedo,
No porque tengo miedo
A frías invectivas escolares 5 1
Cuentos de viejas en los dioses Lares;
Pero por no leer concetos vanos
En versos chabacanos,
Que no hay cosa más digna de desprecio
Que un hablador en prosa, en verso un necio."
RESULTADOS DE LA GUERRA
17
258 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
(^^¿cmx+Ctfon oc
de sastre es vil o baxo, dixo que sólo sabe que es mecánico, pero
no infame 31 ."
28. En vista de lo indicado por López de Aguilar respecto
a la complicidad de Tamayo de Vargas en la composición de las
sátiras, se trasladó Ferrer a Toledo, ciudad donde vivía el eru-
dito humanista, para entrevistarse con él.
29. Poco se entretuvo en preparar el viaje nuestro doctor,
pues al día siguiente, 27 de marzo de 1622, estaba ya en la im-
perial ciudad interrogando a Tamayo de Vargas, que le dijo
tenia noticia de los padres de Torres Rámila —al cual conocía
"de vista'"—y sabía "que eran sastres y gente humilde y baxa",
aun cuando ignoraba sus apellidos y naturaleza.
30. Además "dixo que no solo tiene noticia, pero que a vis-
to las satyras y vn libro que se llama Expostulatio Spongiae con-
tra el dicho maestro Torres en que le tratan de judío, moro y
otras cosas contra su calidad; y preguntado si sabe quienes ayan
sido los componedores destas satyras dixo que determinadamen-
te no lo sabe, pero que sabe que es fama cierta que él provocó
a diferentes personas con vnas satyras en latín, y en romanQe;
y preguntado qué personas fueron las que provocó, cfixo que a
Lope de Vega Carpió, don Francisco López de Aguilar y Bal-
tasar Elíseo de Medinilla, llamándolos a todos confessos, cor-
nudos, hijos de puta y otras palabras que por no ofender la
grauedad no es raQon decirles (??!!) y asimismo siendo pregun-
tado si por lo menos a oydo decir a algunas personas quienes fue-
sen los que hiciesen essas satyras, dixo que entiende que algu-
no dellos aunque no sabe determinadamente quien porque no las
vio escrebir; y preguntado si sabe a cuyo poder ayan llegado
essas satyras dixo que a poder de infinitos en cuya opinión el
nombre de dicho oppositor es tenido por maldiciente y por de
poca calidad por saber que se a encontrado con muchos sin pro-
vocación alguna y tan arrojadamente que se a querido dar dello
cuenta en el Tribunal de la Inquisición como por auer dicho que
era judío Lope de Vega,_ siendo ministro della S2 y lo otro por
la opinión de la Concepción que escribió en otra dedicatoria que
la Universidad de Alcalá auie jurado forjada 33 y asimismo dixo
pues en ella, aunque se refieren más por encima los festejos ce-
lebrados, verdaderos alardes de lujo y de buen gusto la mayo-
ría 44, hay, en cambio, alusiones y noticias de los poetas que in-
tervinieron en los certámenes, muy interesantes para nosotros.
35. El secretario de los dos concursos poéticos fué Lope
de Vega; pero no obstante tomar parte tan importante el Fénix
en ellos, carecieron, en cuanto a la concurrencia de poetas, del
exclusivismo que caracterizó a las fiestas de la Capilla del Sa-
grario de Toledo (1617) dedicadas a Góngora y a los poetas cul-
teranos, y las de la beatificación y canonización de San Isidro de
Madrid (1620 y 1622), donde se glorificó a Lope y a los suyos,
frente a los anteriores; y por ello concurrieron escritores de uno
y otro bando, incluso Pedro de Torres Rámila, el odiado censor
de Lope, de Vega 4,\
36. De la camarilla de éste asistieron su incomparable ami-
go Juan de Pina 4C; Juan Pérez de Montalbán, que por entonces
vino a ser su discípulo favorito en sustitución del llorado Bal-
27- Con Torres Rámila asistieron sus amigos don José -le
Pellicer 52 y Anastasio Pantaleón de Ribera 53, y su colabora.-
dor en la Spongia Juan Pablo Mártir Rizo 54.
drid GC. Par lo demás, fué ésta buena ocasión para enfrentarse
personalmente todos, como se enfrentaban por escrito en las de-
claraciones.
45. Las últimas palabras de la Relación de Ponce que aca-
bamos de copiar concretan por completo las indirectas sembra-
das aquí y allá en el escrito y acusan encubiertamente a Lope
de Vega de parcialidad.
46. ¿Fué realmente injusto el Fénix en los juicios? Con sin-
ceridad ha de reconocerse que los poetas desdeñados que ensal-
za Ponce, no eran, a pesar de las alabanzas, tan indiscutiblemen-
te superiores; mas también se debe hacer constar que los pre-
miados eran en su mayoría menos conocidos que ellos y las poe-
sías suyas que publica Monforte y Herrera dejan bastante que
desear en general.
47. No hay, pues, en esto motivo para achacar al Fénix par-
cialidad, ni a Ponce suspicacia; pero una circunstancia de ma-
yor importancia delata que Lope de Vega se dejó llevar una vez
más de su vehemencia pasional; todos los poetas señala-
dos por Ponce como injustamente olvidados en los certámenes:
Luis Tribaldos de Toledo, Miguel de Silveira, Pedro de Torres
Rámila, Antonio López de Vega y Juan Pablo Mártir Rizo te-
nían una afinidad común, aunque sus relaciones con el Fénix
fueran muy distintas; eran partidarios de la preceptiva aristoté-
lica, y en sus escritos la observaron y la defendieron frente a
las innovaciones del creador del teatro español, y éste, como es
natural, aprovechaba todo momento para apartarlos del palen-
que literario.
48. Y no puede inhibirse a Lope de Vega de la responsa-
bilidad del resultado de los certámenes, aun cuando Ponce no
le acusara, porque es evidente que no habiendo entre los jueces
más hombre de letras, además de él, que el Príncipe de Esquila-
che, éste, por ser amigo suyo, le dejaría la iniciativa en todo,
aparte de que sus ideas literarias coincidían bastante en este as-
pecto con las del Fénix.
49. Pero volvamos a las informaciones. Si actividad inne-
gable había desarrollado Ferrer en sus indagaciones, aún todavía
le superó en mucho el doctor don Francisco Pérez Roy, al lle-
nar —dice— 'ios puntos que faltan en la información". Era Pé-
69 Una de las primeras puede ser —con los fundamentos que se indi-
can en su lugar— la que comienza: "Al honrado don Francisco..." (Véase
lo dicho en el capítulo I, núm. 38. Las segundas son las estudiadas en
el capítulo III, e insertas en el Apéndice,
28o JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
64. Rizo, que tenía en esta fecha veintinueve años, era ami-
go de Torres Rámila desde hacía doce, "poco más o menos";
pero, o no debió de seguir en comunicación continua con él en
años posteriores ya que no sabía que era "pretendiente del Co-
legio Mayor de Alcalá", o lo dijo así para mejor disimular las
relaciones de ambos.
65. Nada tan pintoresco como la declaración de Rizo, por
la cual es difícil averiguar si su autor fué un gran ingenuo, o un
finísimo socarrón, lleno de malicia. Pero quizá debemos' incli-
narnos más por lo primero después de conocer algunas de sus
obras. ¡
66. He aquí la estupenda relación con que responde cuan-
do Pérez Roy le pregunta simplemente si conoce el libelo titu-
lado Expostülatio Spongme:
67. "Que le a leído, i no se acuerdo (sic) si todo o parte
del; pero que tiene noticia que Lope de Vega Carpió era mortal
enemigo del dicho Rámila i ques común opinión quel dicho Lope
de Vega i don Francisco de Aguilar hizieron conponer el díchoi
libro contra el dicho Rámila a un franzés llamado por sobre-
nombre Jauelo, el qual tenía opinión de ereje 78, y este testigo
da crédito a esta opinió, pues leuantó tantos testimonios al di-
cho Rámila, estando obligado en conzienzia según el precepto
de justizia de restituillq su onra y los cónplizes que fueron cau-
sa de que lescruiese (sic) tienen la misma obligación, pena de
que están condenados a los infiernos', i que no tiene este decla-
rante el dicho libro ni sabe quién le tiene, ni sabe dónde se im-
primió, antes este testigo tiene por zierto y asentado que los
que le izieron imprimir para descargo de sus conzienzias le uan
recogiendo de los pocos que se imprimieron, i esto lo sabe este
testigo porque Lope de Vega Carpió le dijo a este testigo que ya
no auía ninguno, i que la sustancia deil libro era llamalle ino-
rante pobre, i que estudiase i otras cosas semejantes a estas i
que no auía en el dicho libro cosa contra su calidad según se
aquerda.=Preguntado por las sátiras, dijo que a uisto unas
sátiras en uerso castellano, en terzetos, contra el dicho Torres
Rámila. Preguntado qué contenían las dichas sátiras, dijo que
un uerso dellas que se glosaba muchas ueces dezía: "Sastre fuis-
tos ai, y que jamás a oído al dicho Lope de Vega nada del di-
cho Rámila ni a otros críticos desta dicha Corte."
79. Lo que es realmente interesante en la declaración de Es-
pinel, es esta opinión suya acerca de las sátiras en general, des-
conocida hasta el presente, como todos los datos de estas informa-
ciones:
80. "Dijo que las sátiras son como un ladrido de un perro
que ladra y no más, i no se ha caso del, i que jamás entre jente
cristiana dan fe ni crédito las dichas sátiras, ni se ace caso de-
llas aunque digan lo que quisieren ellos, por ser todo fictizio y
mentiroso, i aunque no las acen algún caso, por lo menos por
lo que toca la dicha sátira, nadie puede perder nada de su repu-
tazión i crédito, ni perder pretensión alguna ni ser incapaz a
ella, aunque sea de la inquisición, colegios i ábitos i que para
reputación común no puede perder ni es justo que pierda, por-
que el que aze una sátira sólo la aze por vomitar su ponzoña o
por mostrar su injenio, i no porque diga uerdad, i que sobre la
concienzia siente lo que dize ser verdad i toma a su cargo lo
dicho i lo defenderá siempre, i dize que la sátira propiamente es
reprensión de un uicio; y por ser el uicio insensible lo repren-
de en quien lo tiene como lo izo Orazio i otros autores anti-
gos (sic); pero entre cristianos no se usa eso ni deue usar ni ad-
mitir ni creer, i que quando viera quen la sátira dijeran a una
persona qualquiera palabra mayor i de agrauio, por ello no de-
jaría de emparentar con el dicho 8V'*
19
29O JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
unos versos, una sotana, y comenta: "Parece cosa de Luis Vélez." (La Ba-
rrera, Ob. cit., -pág. 616.)
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 295
98 No tenía sino diez años más —nació, como es sabido, en 1562—, que
se quitaría acaso por aparentar ser más joven, pues para ser error parece
excesivo.
99 Pruebas. 1622, fols. 25 vto. y sigts.
100 Por el expediente <le pruebas para su ingreso en la Orden de San-
tiago, incoado en Madrid a 16 de julio de 1614 (Archivo Histórico Nacional.
Santiago. Leg. 5.061), se confirma que nació en Bocos, lugar de la provincia
de Burgos, próximo a Villarcayo; pero, en cambio, hay que rectificar su
nombre. El verdadero era Jerónimo de Medinilla y de Velasco, siendo el que
se da en la declaración «1 de su padre. Su madre fué doña Petronila de
Velasco y Salinas. (Véase la nota 101 de este capitulo.)
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 297
108. Aún quiso Pérez Roy, después de esto, ver a los res-
tantes personajes que aparecían mezclados en la guerra de Lope
y de Rámila; pero fué inútil cuanto hizo por echar la vista en-
cima al doctor Cristóbal Suárez de Figueroa —cuya declaración
habría sido importantísima—, según se desprende de este pasaje
de las informaciones en el cual confiesa Pérez Roy:
109. "Tce diligencia para buscar al doctor Figueroa, testigo
zitado i uine a topar con su casa ques o era en la calle de Juanelo
en una casa pequeña linde de la casa del capitán Rafael. Romena
i aziendo ligencia (sic) en toda la vezindad supe i fui informado
de los de la uezindad como se auía ido a Ñapóles con el señor
Duque de Alba i03, i que de zierto no estaua en esta Corte i esto
mesmo supe de un gran corresponsal y amigo suyo que se llama
Curbes, estranjero, librero ques enfrente de San Felipe donde
uiue 1 0 V
110. Inútiles fueron también sus primeras pesquisas para
ver a don Antonio de Hoces, que había sido indicado como uno
de los enterados del asunto que él perseguía; pero ello se debió
114 Se refiere, sin duda, al papel que publicó López de Aguilar con-
tra Torres Rámila, bajo el seudónimo de Franciscus Antididascalus. (Véase
el capitulo I I I , núin. 51.)
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 2>°7
E L FINAL DE LA GUERRA.
debió al Rector del Colegio Mayor de San Ildefonso de Alcalá, que en-
cargó a Alvar Gómez de Castro la recopilación de todos los documentos
relativos al ilustre prelado para redactar su historia y biografía.. Así lo hizo
el famoso humanista toledano escribiendo su obra De rebits gesfis a Fran-
cisco Ximcnio Cisucrio, Archiepiscopo Tolctano, libri octo (Aloalá, 1569)',
"que le dio verdadera fama", según opinión autorizada de su biógrafo el
señor San Román. (Véase su estudio El testamento del humanista Alvar
Gómez de Castro. Madrid, 192S, pág. S.)
Publicada la obra de Gómez de Castro d u r a n t e el rectorado del doc-
t o r Miguel Agorreta, siguió el asunto planeándose en su tramitación, y el
rector y doctor Lizarazun llegó a escribir a Felipe I I solicitando su
apoyo para comenzar el proceso de canonización de Cisneros; pero ha-
biendo muerto antes de que el Rey accediese a su ruego, quedó todo parali-
zado, y aun casi se olvidó hasta el año dicho de 1626.
Consúltese, para ampliar estos datos, la obra del padre Luis Fernán-
dez de Rctana, Cisneros y su siglo (Madrid, 1930, tomo I I , págs. 522 y
siguientes.)
41 " I H S . I n t e r r o g a t o r i o de las preguntas p a r a la información que
por autoridad ordinaria se pretende hacer de la vida, virtudes, santidad y
milagros del sieruo de Dios Don F r a y Francisco Ximenez de Cisneros, Car-
denal de España, Arzobispo de Toledo, Inquisidor general y Gouernador
desta Corona dos vezes, vnico Fundador de la Universidad de Alcalá, que
se haze por el insigne Mayor e santo Ilefonso." (Este título al frente del
texto.)
Texto.—índice de los autores, donde se podrán comprobar las pre-
guntas del interrogatorio,
14 páginas y una hoja del índice, en folio, sin lugar ni año.
V a firmado el interrogatorio por el doctor P e d r o de T o r r e s Rámila.
Biblioteca Nacional.
(Catalina García: Tipografía complutense, pág. 412.)
En este raro impreso, como es de suponer, nada hay que interese di-
rectamente al tema de este trabajo.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 33 I
42 Una vez más podemos comprobar aquí cómo Lope de Vega gustaba
de quitarse los años que podía. En realidad, su edad en esta fecha era de
sesenta y cinco, esto es, ocho más que los declarados, error francamente
intencionado que confirma lo dicho antes. (Véase la nota 98 del capitulo VI.)
43 Fernández Retana: Ob. y lug. cits. En esta obra que he utilizado
en las líneas precedentes puede verse cómo siguió tramitándose el proceso
de Cisneros, que tras muchas vicisitudes vino a ser abandonado, sin re-
solverse nada, a finales del siglo XVIII.
332 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
71
338 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
nada interesa para este trabajo, y además espero publicar pronto un estu-
dio que estoy acabando, acerca de ello.
74 Véase La Barrera, Ob. cit., pág. 506.
75 Pág. 61. Epigrama (soneto): "O Lope, ingenio, todo admiraciones,"
76 Pág. 62 (Soneto): "Nymphas del Tajo, que en quietud serena."
Tj Pág. 95 (Soneto) : "Aquel cysne Español que dio a Menandro."
De su hijo Juan Vélez también hay otra composición (pág. 317).
78 Pág. 96. Elegía.
79 Pág. 12S {Soneto) : "Morir es ley forzosa en el que nace."
80 Pág. 130 (Versos latinos): "Ab rupit pennas, abrujit fama sonora"
y "Haec postrema dedit Lopius moribundus & hallans.
81 Pág. 142 (Soneto): "Vive inmortal milagro peregrino."
82 Págs. 142 (Soneto): "Águila generosa, que en el cielo" y 238:
Urna sacra, composición dedicada al Duque de Sessa.
83 Pág. 215 (Romance): "Renace el Phenix de Arabia", y (Soneto)
"Cinco mil años ha que alumbra y dora."
84 Véase el número 51 de este capítulo.
85 Este beneficio venía a constituir una especie de renta fija que que-
daba a favor de Torres Rámila.
342 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PENA
manda. La primera se lia perdido, y comenzó a fines del año 1649, se-
gún se deduce de las declaraciones de los pleiteantes, que dieron poder
para ello a procuradores, Torres Rámila, a Juan de Loranca y Cortés y a
Manuel Sánchez.
94 Véase la nota 48 de este capítulo.
95 "Memoria de los bienes del licenciado don Marco Antonio Cortés,
Cura Titular de la Villa de La Elechossa Isicl.
Primeramente los frutos y réditos del dicho benefficio de que hace
coiüsieínación en la forma y con la reserua contenida en este pedimento (*).
Mas vna cama, sillas y bufete y alguna ropa blanca de poco valor y
adrezo de cosina, que por ser todo de poca importancia y valor y precissa-
mente necesario para el uso y serbicio de su persona de mi parte no se
declara mas por menor puesto que se le debe reserbar por congrua neces-
saria para sus alimentos, y congrua sustentación."
Memoria de los acreedores del dicho licenciado don Marco Antonio
Cortes =
Primeramente es deudor al dicho Doctor Rámila Cura Reserbatario del
dicho beneficio de quatro mili reales contenidos en una zedula reconosida
por el dicho licenciado don Marco Antonio que la dicha deuda progede
ilc las diuersas de pensión del dicho benefficio =
Mas las deuersas que an corrido de la dicha penssion después del día
de la fecha de la dicha ged-ula =
Mas debe al Padre Pacheco, Clérigo de la villa de Guadalupe sesenta
reales de a ocho =
Mas a Baltasar Cabezón vecino de Truxillo, treinta y dos reales de a
ocho.
Mas trecientos reales de a ocho a frai Juan de Santa María, relixiosso
del orden de San Gerónimo de la villa de Guadalupe =
Mas quinientos reales o lo que montase la media anata del dioho be-
nefficio =
Otrosí pido que este pedimento se entienda sin perjuizio de otro qual-
quier remedio o benefficio de que mi parte pueda valerse por derecho por
quanto la dicha penssion es de tres mil y ducientos reales del valor del
dicho benefficio de trecientos ducados siendo assi que a Su Santidad se
le hizo relación que habia nobecientos, y sobre todo pido juaticia en
suplica ffecha. = t Sánchez [Rúbrica]."
10
gión °. Y en cuanto al viaje a Alcalá, solicitaba el infeliz que
los dhos. meses rata por cantidad = por quanto tampoco zessa en el ser-
bijgio del dicho beneficio = Y también se le mande acudir con quinientos
reales por aora para litis expensas porque no quede indefenso respecto de
distar tanto de esta villa el dicho beneficio y aber venido desde él a este
pleito y imbiado muchas personas a la soligitud, y necesitar de boluer en
otras ocasiones, pues es justicia que pido y juro lo necessario, e t c . . =
t Sánchez IRiíbrica] = Don Antonio M. y aceñero." ÍRúbrica.']
ioo "En 23 de mayo de 1650 = f = Manuel Sánchez en nombre del
Ldo. Marco Antonio Cortés, Cura de la Villa de la Lechosa y sus anejos, =
di^o que estando procediendo por mandamiento de este tribunal el doctor
don Pedro de Torres Ramila, Reserbatario del dicho beneficio y enejos con-
tra mi parte por las decu>rsas de su pensión; y hallándose imposibilitado
de poderlas pagar por aber baxado excesibamente los frutos del dicho be-
neficio de muchos años a esta parte por esterilidad, falta de vecinos y per-
sonas que siembren y cultiben la tierra le fue precisso hacer pleito y con-
curso de hacrehedores con hallanamiento de frutos y presentación de memo-
rial de bienes y deudas pidiendo se le diesse el centum pro Rectore, que de
derecho le pertenece por el serbigio del dicho veneficio y sus anejos =
y abiendo ganado absolución con suspensión de todas y qualesquiera gensu-
ras y citándose al dicho doctor Ramila que efectibamente salió a la causa y
contestó la dexacion de los bienes del dicho beneficio = y abiéndose dada
autto para que en manera alguna se pudiesse proceder contra la persona de
mi parte por Censuras, si no es que se procediesse al embargo de los
ÍTutos porque estubiesen enteros y asegurados para los acrehedores por
su antelación; y ansí que ha faltado del oficio el dicho pleito y concurso
de acrehedores desde la nabidad pasada del año de sseiscientos y quarenta
y nuebe que fué quando se empego y desde la primera vez que la parte
contraria tomó los papeles para alegar de su justicia, y se le dieron en
confianza sin recibo = y aunque la presunción está manifiestamente con-
tra el dicho doctor Ramila, y su procurador porque no ai quien sea mas
perjudicado en la dexacion de los bienes no es fundamento legal para que
mi parte se balga del para la restitución y buelta del dicho concurso =
y tampoco halla información de testigos con que justificar esta relagión si
bien con la seguridad de que el dicho concurso está retirado y oculto se han
sacado muchos mandamientos por parte del dicho doctor Ramila con que
esta excomulgado el dicho Licenciado Marco Antonio Cortés comparege
del testimonio qne presentó y juró y el nuebo poder que aora se me ha sus-
tituido a mi también supone estar pendiente el concurso = de que todo esto
no tengo lugar para que a mi parte se le dé absolución, vsando del reme-
dio que el derecho congede y siendo necessario de nuebo ago en su nom-
bre en debida forma pleito y concurso de hacrehedores con dejación de los
bienes del beneficio y sus anejos; y presento memorial de bienes y deudas
por aber llegado mi parte a estado que aun la cama en que dormía se le ha
embargado y quitado por el dicho doctor Ramila con todos los demás frutos
del benefigio y los bienes que independientemente eran de mi parte; todo
lo qual ha procedido de aber bajado tanto la renta y frutos del dicho vene-
íigio por la esterilidad de los tiempos y falta de quien labre y cultibe. "
Pido a Vmd. mande admitir la dicha gesion y dejagion de bienes haciendo
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 351
que desde luego se le acuda a mi parte con el centum pro Rectore que le
pertenece por ser materia de probision y para sus alimentos en cuia distri-
bución no permite dilación el derecho, y que se cite de nuebo a los acre-
hedores presentes, se despachen requisitorias para los ausentes y se fixen
edictos para los inciertos, mandando suspender qualesquiera execuciones y
mandamientos, y que todas se reduzcan a este concurso, sacando a bender
lo bienes y en defecto de no aber poseedor en lo que sea justo se les aga
pago por su antelación y tasación con ellos a los acrehedores y se nombre
administrador que dé 'fianza y no acuda con los dhos. vienes y frutos a
persona alguna sin orden de Vmd. y consiguientemente se nombre persona
ques los defienda = y pido justicia y que se libren gensuras por escusar las
costas y gastos que se reconoce para que se restituía el concurso antiguo que
se ha quitado del oficio en la forma y manera que estaba y juro lo nece-
sario e ffecho. =
=¡ Otrosí digo que el dho. mi parte tiene vna muía con que acude todos
los días a la administración de los sacramentos de los anejos del dicho
beneficio, y si esso hubiera de entrar en concurso y se diera permisión a
que los acrehedores la embargaran, cesara cosa tan necesaria como la
dicha administración distando dos leguas los anejos del dicho beneficio =
Pido a Vmd. declare por la dicha ragon que la dicha muía no puede ser
embargada y que se le ha de dejar libremente ael dicho Ldo. don Marco
Antonio Cortés y juró lo necesario e ffirma = t Sánchez [Rúbrica] =r
don Antonio M. Aceñero [Rúbrica].
101 t = Juan de Loranca en nombre del Doctor don Pedro de Tores
de Ramila, Canónigo de la magistral desta uilla. respondiendo a una peti-
ción del licenciado don Marco Antonio Cortés, presentada en beinte y cinco
de junio = digo que dicho mi parte está llano a cumplir todo aquello que
consta por la bulla ante Vm. presentada, en la qual se manda que le dé
solamente centum pro Rectore que son cien ducados y no más entregando
ante todas cosas la contraria a el dicho mi parte todos los frutos, derechos
y actiones tocantes a el dicho curato según se espresa y manda por dicha
bulla, de la qual se infiere constantemente quedar escluida la administra-
ción que en contrario se pretende, y entre los dichos bienes tocantes a di-
cho curato asimismo se. a de entregar a el dicho mi parte por el contrario
ducientos y diez colmenas que le entregó por auto de don Juan Chacón Nar-
352 JOAQUÍN DE ENTRAMBAS AGUAS Y PEÑA
baez, bisitador de aquel partido de las quales y de los demás bienes* pertene-
cientes a el dicho curato le mando diere fianzas con personas llanas y abo-
nadas de tener en pie dichas colmenas, y demás bienes, y no estando1 a siem-
pre y en ser como se le entregaron según es notorio se deue retardar el centum
pro Retore y de lo que del fuero satisfacer la, falta de los dichos bienes y
proceder contra sus fiadores asta que den entera satisfacción de dichos bienes
y que en el ínterin corran los mandamientos probeydos así en los frutos del di-
cho beneficio como contra los arendadores en cuyo poder pasaron — a VID.
supplico asi lo probea y mande pues todo lo rreferido consta de la bulla de Su
Santidad cuyo traslado está en los autos executibos justicia y costas y
para ello etc. = D.or Pedro de Torres Ramila {.Rúbrica (autógrafo)'] =
Juan de Loranca [Rúbrica]."
ios "Manuel Sánchez en nombre del Licenciado don Marco Anttonio
-Cortes, Cura Titular de la Parrochial de la Villa de La Elechossa ísk],
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 353
mas, y en ella no estubo mas del d'cho año, y luego salió deüa dexandola
desierta para que su dueño la arrendase a quien quisiese y este declarante
no Ja arrendó a nayde. Solo oyó a Francisco Sánchez de Estrada de su
boca, como vecinos que auían sido, que sería como por doce de ju'lio, que
en las heras de los Mártires se le 'auía pedido el dicho Clemente Sánchez,
y que consta Hgencia. Se auía entrado en ella el dicho Francisco Sánchez-
como se entró y la auító asta San Juan deste pressente año = y antes
el dicho Clemente le debe a este declarante muchos reales, porque le dio
antes que entrara en la cassa, en doblones cien reales, con calidad de que le
auía de lanquear Isic] la sala y aposento de dormitorio, y otro tanto en el
quarto de arriba correspondiente, y no lo hico de lo qaal [lo subrayado,
tachado'] mas de la sala, de lo qual se le deve dar refacción, y ansimismo
se cayo de la dicha casa vn Heneo de tapias y no estaua segura la casa le
pidió este declarante lo aderecasse y no quiso, ocasionándole para que se sa-
liera della, lo qual aderezó para entrar en ella como constara del dicho re-
paro y esto es lo que puede declarar y no tra cossa y la verdad para el jura-
mento que tiene fecho y lo firmo = Va tachado : de lo qual. No valga =
Doctor Pedro de Torres Rámila {Rúbrica. (Autógrafo)'] = Ante m í : Juan Ló-
pez Mogro [Rúbrica]. Escribano."
107 " t = En la villa de Alcalá en dos días del mes de septiembre de
mil y seiscientos y cinquenta años, yo el notario, notifiqué el auto del
S. r Rretor a Francisco Sánchez de Estrada, vezino de esta villa, en su per-
sona, y abiendo jurado por Dios y vna señal de cruz "Prometo decir ver-
dad", y leídole el pedimento y demanda para que a su tenor declarasse,
dixo lo siguiente: que el Doctor Ramila viuiendo en la cassa que se re-
fiere la petición, desde San Juan de quarenta y ocho a San Juan de qua-
renta y nuebe y cuatro o cinco meses después = el dicho Doctor Ramilla
llegó a este declarante y le dixo si quería que le traspasase la dicha cassa
los meses que faltauan asta San Juan de cinquenta, por viuir en otra pared
en medio della. = Este declarante le respondió a dicho Doctor Rámila que
supuesto que el se mudaua a otra parte que por los siete v ocho meses que
faltauan asta el dicho San Juan deste presente año la tomaría y pagaría al
dicho Doctor Ramil los dichos meses y rata por cantidad de veinte y seis
ducados que pagaua al año y esto con calidad y condición que se abian de
hacer en la dicha cassa ciertos reparos nescesarios y en esta conformidad se
executó el dicho trato entre los dos, vocalmente, sin ager instrumento nin-
guno de papel, y luego este declarante tomó la dicha cassa, gastó en ella
en dichos reparos ochenta y tantos reales como parecerá por la carta de
pago del maestro de obras que quando ajuste la quenta con el dicho Doctor
Rámila, con quien debe ajustaría, la exibirá y no con otra persona la exi-
356 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
108
terrogados como testigos el mismo día a continuación de
Francisco Sánchez de Estrada.
Sátira I 2.
i Yo Juan Martínez, oficial de Olmedo,
Y Cervantes aún tiene más alusiones. En el prólogo del Quijote dice que
éste llevaría sonetos de ala'banza suya en los preliminares si "los pidiese
a dos o tres oficiales amigos" (Ed. Rodríguez Marín, 1927, tomo ifi, pá-
gina 27), y en el Pcrsilcs (lib. I, cap. XVIII) les defiende humorísti-
camente con estas palabras: "Posible cosa es que un oficial sea poeta, por-
que la poesía no está en las manos, sino en el entendimiento, y tan capaz
es el alma del sastre para ser poeta como la de un maese de campo."
El más famoso, sin duda, de esta especie de poetas fué "el sastre de
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS ¿fiZ
más sólo hacía "comedias de cuerpo", esto es, d e santos. P o r otra parte,
parece muy posterior a la época de las sátiras, y figura en el Vejamen de
D. Francisco de Rojas, publicado por don Antonio Paz y Melia en Sales
Españolas (serie 2. a , pág. 317).
Respecto de J u a n Martínez, oficial de Olmedo y fingido a u t o r de las
sátiras, considero de interés advertir que aunque personaje inventado por
Lope de Vega para encubrirse, lleva, no (obstante, el n o m b r e de uno real y
verdadero, tal vez p a r a ridiculizarle por el favor que dispensaba acaso a T o -
rres Rámila. Pudiera ser casualidad, no lo niego, pero sería t a n e x t r a ñ a ,
que no puede menos de consignarse.
F r a y J u a n Martínez (muerto en 1656), doctor en Teología por la U n i -
versidad Complutense y profesor de los más célebres de su tiempo en dicha
ciencia, siendo catedrático de P r i m a en Alcalá, fué conminado en 1635 p a r a
asistir en Madrid a la j u n t a de teólogos que se reunió a fin de dictami-
n a r sobre la causa de la m a d r e Luisa de la Ascensión, el Monasterio de
Carrión. (Véase la Relación de lo más particular sucedido en España-, Ita-
lia, Francia, Flandos, Alemania y otros países desde Abril del año pasado
de 635 hasta fin de Febrero de 636. Ms. de la Biblioteca Nacional 2.366,
folio 79). F u é canónigo de la Magistral de los Santos J u s t o y P a s t o r y
autor de las obras Artium cursum, explicada durante mucho tiempo en las
cátedras (véase Nicolás Antonio, Bibliothcca Hispana Nova, t. I, pág. 735) y
De Trinitate. Cuando creó el Duque de Lerma la cátedra de P r i m a de S a n t o
Tomás en la Universidad de Alcalá se propuso por el claustro de la mis-
ma en 16 d e junio de 1644 que la> ocupara fray J u a n Martínez, y a u n q u e
el fundador parece ser que prefería para ella otro religioso, se le dijo el
agravio que se le hacía con ello al famoso teólogo, ya que antes había opo-
sitado a o t r a s cátedras, y se le dio por fin en 2 de noviembre de 1647.
(Véase el Libro de Juntas (Claustros) desde el año de 1635 hasta el de
1704 de la Universidad de Alcalá. Archivo Histórico Nacional. Libro 421.)
Desempeñó fray Juan Martínez además el cargo de confesor del rey F e -
lipe IV, y en virtud de él dijo, en 4 de abril d e 1656, es decir, poco tiempo
antes de su muerte, "los inconvenientes que se siguen de que las comedian-
tas se vistan de hombres en las representaciones de comedias que hacen en
los corrales, y asimismo suplica se sirva Su Magestad m a n d a r al N u n c i o n o
permita que se hagan comedias ni otro género de representaciones en las
iglesias y lugares sagrados." (Ms. del British Musctim. Sign. Add. 26.850.
Véase Gayangos: Catálogo, tomo IV, pág. 11.)
8
de que desprecies el paterno ° oficio,
intentaban pasar ante las gentes por hidalgos de buena ley, dando lugar con
ello casi siempre a risa y chacota, en vez d e lograr su deseo.
Vélez de Guevara, entre otros, les dedicó en El Diablo Cojudo (tomo V )
un pasaje breve pero sangriento que pertenece a un diálogo de don Cleofás
y su c o m p a ñ e r o : " ¡ C ó m o le ha ido por esos m u n d o s ? " " H i c e todo a lo que
fui y mucho más —respondió el genizaro recién venido— [esto es, el
Cojuelo], y si quisiera m e j u r a r a por gran turco aquella buena gente, que a
fe que alguna guarda mejor su palabra, y saben decir v e r d a d y ' h a c e r amis-
tades, m á s que vosotros los cristianos." " ¡ Q u é presto te p a g a s t e ! —dijo don
Cleofás; algún cuarto debes de tener de demonio villano." " E s imposible
•—respondió el Cojuelo—, porque descendemos todos de la m á s noble y m á s
alta m o n t a ñ a de la tierra y del cielo, y aunque seamos zapateros de viejo,
en siendo montañeses todos somos hidalgos, que muchos de ellos nacen
como los escarabajos y ratones de la putrefacción."
Lope de Vega no sólo se burló de ellos en esta sátira, sino también en
otros lugares de sus obras. E n Amar sin saber a quien (acto I I , escena 11)
se lee este pasaje donde se indica su oficio predilecto:
"D. JUAN. P u e s ¿ a quién hidalgos llamas?
SIMÓN. A dos mil esportilleros
Hidalgos de la M o n t a ñ a
Que pueden d a r sangre y vino
A cien ciudades de E s p a ñ a . "
10 Ms. eneteologales.
11 Ms. nneba.
12 Palabra formada por Lope de Vega humorísticamente de sastre
y oficio, esto es, oficio de sastre.
13 N o he hallado en ninguno de los diccionarios que he consultado
(Covarrubias, Autoridades, etc.) el significado que esta palabra tiene aquí,
equivalente a " g o l p e " .
14 Ms. a la.
15 " P a g a r a letra vista, dice Covarrubias, es dar luego el dinero, sin
ninguna t a r d a n z a " , y en la misma acepción de " d a r sin t a r d a n z a " emplea
Lope de Vega esta frase, de técnica comercial, traslaticiamente.
16 Ms. d... lo.
17 Durandarte, Durindana, Durendal, D u r a n d a l o D u r e n d a r t fué en
un principio el nombre de la espada de Roldan, que luego vino a transfor-
marse en el de un inexistente caballero, como ya se ve en los romances
" M u e r t o queda D u r a n d a r t e " . " ¡ O h Belerma, oh Belerma!", e t c . . Lope si-
guió dándole esta aplicación errónea, que perduró en muchos casos.
P o r otra parte, los juegos de palabras análogos no eran r a r o s entonces.
E n La Pícara Justina se d i c e : "y se derrite, aunque sea diirandarta"... Y
comenta el editor de la obra, don Julio Puyol y A l o n s o : " E s t á usada la
palabra en significación de d u r a . " Con igual sentido se usaba Diirango.
(Véase su edición, tomos I I , 104, y I I , pág. 161.)
18 Anticuado, dcscieiulc. (Véase también el verso 59.)
19 Talía, musa de la comedia, había venido a ser ¿astrífera, o sea pro-
pia d e los sastres, con la invasión de tanto poeta de este oficio.
La predilección de Lope de Vega por los adjetivos despectivos en ífero,
{jera, que tanto enriquecen el idioma castellano, puede verse en el siguiente
graciosísimo soneto de su comedia Los Comendadores de Córdoba ( J o r n a -
da i ° ) :
Si en el poyo más limpio o más pestífero
de tu cozina fresca y aromática
duermes, por no escuchar la dulce plática
deste cautivo pobre lacayífero.
Despierta de mi pena al son mortífero,
368 - JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
piedad de matar con la mirada, lo cual sirvió también para alabanza de los
ojos de las damas, según se ve en unos versos de la poetisa extremeña Cata-
lina Clara Ramírez de Guzmán (1611—después de 1663), donde da. a en-
tender que con sólo mirar mataba las almas. (Véase mí edición de sus Poe-
sías. Badajoz, 1930, pág. 71.) Covarrubias dice en su Tesoro del origen del
basilisco así: "Del gallo cuentan que suele poner un güevo, y que deste
nace el basilisco, y así se le parece en la cresta y en el pico."
39 Ms. ta.
40 Ms. ras ira ranos. "Arrastrar rabos" es llevar la sotana, u otro
traje talar, deshilacliado por su borde inferior.
41 Ms. alcalad.
42 "Fingir la gata morta" equivale "disimular hipócritamente". Lo
mismo aparece en La Gatomaquia, el precioso poemita de Lope, lleno de
gracia y delicadeza (Silva IV).
"Quedaron desmayadas sin sentido
haciendo cada cual la gata morta."
playa o arenal.
Por otra parte, el pintor montañés Ricardo Bernardo Pérez presentó en el
Ateneo de Santander el año 1917 un cuadro titulado La Rámila, que no he
podido ver y acaso confirme algo de lo dicho.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 373
50 Ms. colegial,
51 Téngase en cuenta que "tomar la bolsa" equivale a robar; pero tam-
bién puede tener un sentido comparativo con ía acción de Judas, que por una
bolsa de treinta dineros vendió a Jesús, su Maestro.
52 Ms. Colexio.
53 Becallero, o más corrientemente becario, se dice del que disfruta una
beca en un colegio. Alude aquí Lope a la franja de una cuarta de ancho
—llamada también beca—, del color correspondiente al colegio, que llevaban
atravesada los becarios por delante del pecho, pasando del hombro izquierdo
al derecho para terminar a la espalda, junto a los talones.
La beca lleva también una especie de rosca de la misma tela que en un
principio —cuando la beca era signo distintivo de los nobles—• se llevaba
¡puesta en la cabeza y colgando la franja,. Covarrubias, en su Tesoro, dice, re-
firiéndose a los colegiales, a quienes en esta época quedó reducido el uso
de la beca: "pienso que antiguamente en los entierros de qualquier Colega
que moría en el Colegio llevavan las roscas encaxadas en la cabeza y rebuel-
ta la chía [franja] por los hombros, en señal de tristeza." Hoy se con-
serva solamente en los seminarios de sacerdotes.
54 Como ha dicho, con razón, don Nazario Pérez: "la edad de oro de
la literatura concepcionista española comienza poco antes del año 1617, fe-
cha importante en la historia de la devoción de la Inmaculada." (La Inmacu-
lada en la literatura española. En Razón y Fe, tomos IX, pág. 493, y X, pá-
gina 369.) Pero esto no era sino consecuencia del creciente desarrollo que ha-
bía ido adquiriendo esta devoción desde mucho tiempo antes, y en especial
durante los últimos años precedentes.
España ya celebraba la fiesta de la Concepción en el siglo v n , según pa-
rece ; es decir, antes que ningún otro país. En el siglo x n comienza a com-
batirse, y se decide admitir la, santificación "a posteriori". Uno de los de-
fensores más exaltados que tuvo el naciente dogma por esta época fué Rai-
mundo Lulio (1235-1315), al cual debió gran impulso. Durante el siglo xv la
lucha se enciende, y atacan la Concepción los dominicos Juan de Montene-
gro y Juan de Torquemada —cardenal más tarde—. Contra ambos se alzó
la voz del glorioso Juan de Contreras, de Segovia, que venció brillantemente
las objeciones que se le oponían. Por otra parte y a pesar de estas luchas en
las Cortes de Cataluña de 1454 a 1458, se decretó la pena de destierro perpe-
tuo a quien combatiese la Inmaculada, como si se tratara de asunto resuelto,
y desde el siglo xiv Barcelona y todo el reino de Aragón celebraban la fies-
ta, como acordada también. Por ello no es de extrañar ante este entusiasmo
que, siguiendo el ejemplo de las universidades de París, Oxford, Cambridge,
Así, pues, nada tendría de particular que Torres Rámila, en pleno am-
biente universitario y en esta época de máximo desarrollo de la lucha
entre dogmáticos y tomistas, interviniera en la cuestión. Sin embargo,
falta una prueba de ello, y acaso no pasó de proyecto, a pesar de que
don Tomás Tamayo de Vargas declaró también según se ha dicho "que [To-
rres Rámila] escribió en otra dedicatoria que la Universidad de Alcalá auia ju-
rado forcada". Porque ya sabemos que no fué ajeno a la redacción de las sátiras
y al fin no hace más que repetir al pie de la letra lo que se dice en ellas en
este y otros lugares de su declaración, y otros datos no existen por aho-
ra. De este mismo año de 1617 son los acuerdos tomados por la Universi-
dad de Alcalá de Henares (véase el capítulo III, nota 57) y el decreto de
Paulo V de que nadie se atreviera a afirmar en público que la Virgen tuvo
pecado original, lo cual confirmó y amplió en 1622 Gregorio V, prohibien-
do que la fiesta de la Concepción se llamase de Santificación, como hacían
los dominicos, y que se impugnase de palabra o por escrito el dogma de la
Inmaculada.
Fácil sería deducir de lo que va indicado la animadversión general que
habría asimismo contra aquellos opuestos o indiferentes a la Concepción;
pero lo confirman plenamente estas palabras del licenciado Francisco de
Rojas, escritas en la copia que hizo del auto del maestro José de Valdi-
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 377
sentido de esta palabra, inventada por Lope de Vega para injuriar a Torres
Rámila. Las siguientes líneas de C'ovarrubía.s, en su Tesoro, la explicarán
perfectamente:
"Seca, es la casa donde se bate la moneda, vulgarmente entienden ha-
berse dicho a secando, porque se corta y cercena, hasta dexarla en su
justo peso. El padre Guadix tiene por cosa cierta ser arábigo, y que vale
tanto como moneda, y se había de pronunciar con c, ceca."
Lope, que debía de conocer esta definición de Covarrubias, formó de seca
y de establo, ingeniosamente, la palabra secastablo para designar el lugar don-
de se fabricaba la moneda —aparte de la clara alusión que encierra, la segun-
da de las dos palabras unidas—, lo cual, refiriéndose a Torres Rámila.,
que, como los demás españoles, carecía de privilegio para hacerla, era tanto
como llamarle monedero falso.
Respecto a lo que abundaban por entonces estas gentes hay varios pape-
les en el Museo Británico (véase el Catálogo de Gayangos, tomo 3. 0 , págs. 743
y sigts.), y un pasaje muy expresivo de Suárez de Figueroa en su Plaza
Universal (Perpiñán, 1630, fol. 340), inserto en el Discurso 100 "De la casa
de la moneda y de sus artífices", que creo deí interés reproducir aquí:
"Por zozobra deste discurso podrían entrar en él los monetarios falsos;
mas por consistir su malicia en pocas tretas como en falsificar lo fino y
verdadero, los dejaremos pasar, sólo con advertir se deberían buscar con
grandísima vigilancia, y ponerlos con mayor en grandes hogueras, propia
pena de su delito. Todas las provincias están llenas déstos, y nace, sin duda,
de la floxedad y piedad que se usa con ellos. Fuera de que en muchas partes
son fomentados y encubiertos de los más ricos y principales, por ir a la
parte con los mismos delincuentes."
Por otra parte, análogo equívoco de palabra que el de Lope puede verse
en La Picara Justina (Ed. Puyol, tomo II, pág. 96):
"Deuiólas de encontrar algún condestablo (que es preuanda de gitanos)."
La aclara el señor Puyol (tomo 3. 0 , pág. 145): "Juega aquí de las pala-
bras conde, establo y condestable,"
63 Cabezuela es, según Covarrubias, "la cabeza pequeña o de poco seso",
y en este último sentido lo emplea Lope de Vega, indudablemente.
64 La borla aludida es la de Maestro en Artes y Teología, que poseía
Torres Rámila desde 1612, según se ha dicho. El Capirote mono encierra,
sin duda, varias alusiones a Torres Rámila de pésima intención. Había
entonces dos clases de capirotes universitarios: uno los de doctor, "que se
los ponen en los actos públicos —dice Covarrubias—, con las borlas en loe
380 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
bonetes". Otros los de colegiales, "que algunos los traen en lugar de be-
cas." A ellos aludía el maestro León Marchante (Obras poéticas, pági-
na 143) con estos versos:
"Entrarán en la iglesia que contemplo
De tanto Salomón humilde templo,
Siendo con capirotes y bonetes
D'e rosicler hilados ramilletes."
Cerno Torres Rámila no era aún doctor en este tiempo, parece más bien
que se trate de un capirote de los segundos; pero a la vez se refiere
Lope de Vega malignamente a los capirotes infamantes que ponían a los
condenados por el Santo Oficio, como antes había aludido a las corozas,
(Véase la nota 45.)
A esta clase de capirotes y a los que se ponía a los halcones mientras
no cazaban se refiere también un cuentecillo inserto por el citado Covarru-
bias, que copio aquí, pese a su grosero desenfado, porque aclara más lo
dicho e indica que la alusión era frecuente en la época: "Motejáronse un
capón y un confeso. Este le dijo: "¿Cómo le va a su pájaro de V. M. sin
cascabeles?" El capón le respondió: "Como al vuestro sin capirote", mo-
tejándole de relajado."
Respecto de la palabra mono y de la total significación de la alusión, en
La Pícara Justina aparece en dos pasajes. "Y a guisa del rey Mono, hizo
su trono", e "Hizo de las capas un trono imperial, poniendo por respaldar
dos desaforados cuernos, parecía rey Mono puramente."
El editor de esta obra, don Julio Puyol, aclara: "La repetición de la
palabra Mono hace creer que no se trata de una errata por Momo, cual pudie-
ra juzgarse a primera vista; pero en ambos pasajes se refiere el autor a Momo,
sobre todo en el segundo, en que parece hacer una alusión a los cuernos del
toro, que Momo supuso que no estaban en su lugar, sino que debían estar más
cerca de los ojos o de las espaldas, a fin de dar golpes más violentos." (Véa-
se su edición, tomos I, págs. 183 y 184, y III, pág. 232.) Así, pues, debía de
ser un capirote con cuernos el que el Fénix atribuía a Torres Rámila.
65 Ms. bestido.
66 Ms. suelen.
67 Don Julio Puyol explica en su edición de La Picara Justina (to-
mo III, pág. 286): "La Tarasca es una manera de sierpe —dice Co-
rreas (*)— que hacen en días de gran fiesta, como el Corpus Christi, para
quitar caperuzas a los que se cubren en la ¡procesión del Santísimo, en que
caben dentro ocho o diez hombres que la llevan, y con la boca de ella a
manera de tenaza cogen las caperuzas a los rústicos que se las ponen ; des-
pues se las devuelven, y como en ella caben tantos, tómase1 por refrán:
"es como echar caperuzas a la tarasca", dar algo a quien nada le basta".
Con igual acepción se emplea la frase "echarle guindas a la tarasca", co-
rriente en León."
Y Lope de Vega mismo alude a ello en La Dorotea. (Ed Castro, pá-
gina 217}:
"Lu DOVICO.—Hame hecho Julio reír y acordar de vna comedia de San
Cristóbal, donde descubriendo una procesión, el poeta hizo vno de los gi-
gantes al santo y la tarasca al demonio, cuyos dos versos, paralelos de vna
estancia, decían:
"Y con estos azeros
Tragaré querubines por sombreros."
25
3§6 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PENA
89 Ms. se.
90 Morlaco se llama al que afecta ignorancia o tontería, aludiendo a
los antiguos habitantes de Morlaquia (Austria). También se llama morlaco al",
toro de lidia.
91 M s . a. < '•
92 Debe de aludirse aquí burlescamente al famoso Bartolomé Morla-
nes, eminente latinista zaragozano que se mezcló en las luchas literarias
suscitadas por la Historia de España del padre Juan de Mariana, y al cual
citaría Torres Rámila en la Spoivgia como autoridad. Véase Sánchez: Bi-
bliografía Aragonesa del siglo xvi (tomo 2°, pág. 415).
93 El Doctor Cristóbal Suárez de Figueroa.
94 Del griego moiay.akoQ-00 (ó, r¡), el que enseña y también el maestro de'
canto y director de coro y el doctor de la iglesia griega. Más que referirse
a persona determinada parece aludir a los autores clásicos, con cuyos
textos adujera Torres Rámila para autorizar sus críticas; es decir, a. los
preceptistas aristoiélico9 que colocaba frente a Lope de Vega.
95 Don Manuel Ponce.
96 Ms. sepultado.
g7 Ms. doradores. [
98 Ms. guar... te.
99 Baltasar Elisio de Medinilla.
100 Véase la nota 3 de este Apéndice.
101 Ms. has.
102 'El Nuncio era el nombre popular de la casa de Locos de Toledo..
Su denominación provenía de que la fundó un canónigo llamado don Fran-
cisco Ortiz, a finales del siglo xv, el cual era Nuncio Apostólico. Se cita
muy a menudo en las obras literarias del siglo X \ I I , y en ella se alojó el
cardenal Farnesio cuando vino a cumplimentar a Carlos I de parte del
Papa. Asimismo en la casa frontera al Nuncio nació el padre Pedro de-
Rivadeneyra.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 387
la", esto es, "tener mucha, correa", según otra expresión popular, porque
tanto la correa como la soga resisten alargarse sin romperse. Covarrubias
no recoge la primera frase, pero escribe esto, que corrobora lo dicho: "Al
que es socarrón llamamos soga, por la paciencia que tiene en sufrir a true-
que de hacer un negocio, y es porque la soga, aunque alarga no quiebra."
También significa lo mismo que llevar larga la soga y "tener mucha co-
rrea" la frase "ser del palacio", fundada en las muohas impertinencias que
suelen aguantar los cortesanos. Se deduce de lo que dice el mismo Cova-
rrubias en la palabra correa: "Tener uno correa es ser del palacio, que no
•quiebra, sino sufre."
113 Dice Covarrubias en su Tesoro, tratando de la palabra sinagoga,
lo siguiente, que declara la alusión de las sátiras: "Los judíos dieron este
nombre a sus congregaciones, el cual es también común a los brutos cuan-
do se juntan o los recogen en algún lugar,"
Si hemos de creer lo que se dice en los versos, dejando a un lado el
sentido ingenioso de la palabra, sinagoga, Suárez de Figueroa debió de
reunir en otra ocasión a quienes fueran partidarios suyos —dado su es-
pecial carácter, no serían muchos— para defenderse acaso de las represa-
lias que tomaron contra él sus enemigos.
La amenaza que se hace de atacarle se cumple en la sátira siguiente;
si bien se le dirigen otras alusiones sueltas que voy señalando en estas notas
cuando aparecen.
114 Ms bribas.
115 Ms. qui.
116 Por una de las cartas de Lope de Vega al Duque de Sessa (La
Barrera,, Ob cit,, pág. 643) puede aclararse el significado de estos versos:
"Dios vaya con la hacienda destos amantes, que, como los que no se han
acuchillado, no saben cómo escuece la trementina."
Efectivamente, esta sustancia, la estopa y el huevo solían emplearse para
curar las heridas que producían mucha pérdida de sangre, y, por tanto,
a Torres Rámila se le amenazaba con acuchillarle si seguía murmurando.
117 El doctor Suárez de Figueroa.
118 Véase la nota 89.
119 Don Pascual de la Corte, Vinorres o Vinarra, era un loco continua-
mente borracho —lo cual motivó sus sobrenombres— y hazmerreír de
124 Se trata de la matrícula que tenía Torres Rámila hecha por enton-
ces en las facultades de Teología y Cánones. (Véase el capítulo I, núm. 26.)
125 Esta verde cruz tiene doble sentido: se alude con ella al emblema
del Santo Oficio de la Inquisición, y también al color de la Facultad de
Cánones, ya desaparecida, donde estaba matriculado Torres Rámila por esta
época, según se ha dicho en la nota 124" y en el capítulo I, núm. 2.6.
126 Tiritaña era una tela de seda muy fina y muy frágil, y con ello
quiere aludir Lope de Vega a la poca solidez del latín que sabía Torres
Rámila. Las formas derivadas de tiritaña- lo fueron seguramente cuando ya
Be había perdido el valor semántico de la palabra, y son las familiares ti-
ritaina y titiritaina, con que se designan las cosas de poca importancia e
impertinentes.
127 Ms. sonecto.
128 Se refiere al conocido refrán "Al buen callar llaman santo", mu-
chas veces aludido. El señor Rodríguez Marín explica detalladamente en su
edición del Quijote (tomo V, pág. 372) el origen y vicisitudes de este re-
frán, y cita varios textos donde se alude a él. Pueden agregarse a aquéllos
estos otros que he hallado yo :
"CLARÍN. Si llaman santo al callar,
Como en calendario nuevo,
Gran secreto es para mí,
Pues le ayuno y no le huelgo;
Aunque está bien merecido
El castigo que padezco,
Pues callé siendo criado,
Que es el mayor sacrilegio."
(Calderón: La vida es sueño, jornada III, escena I ) :
"Si al buen callar llaman santo,
Oiga niña celestial
Que hablando con ella pudo
Llamarse santo el hablar..."
(Anónimo: Romance escrito hacia 1637. Ms. Bibl. N.ac. Sig. 3798, fo-
lio 41.)
"Al buen callar llaman santo, al mal callar llámanle diablo." (Gracián:
El Criticón. Ed. Cejador, tomo 2.0, pág. 55.)
" ¡ Oh bendito silencio ! Como calle
Por su propia virtud, Gaspar, un hombre,
No hay bajo en todo el mar a donde encalle."
(Lope de Vega: Epístola Al cantador Gaspar de Barionuevo. Ed. Sancha,
tomo IV, pág. 387.)
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 39I
Sátira 2*1S2
Tú, que para lá sátira primera
sastrino señor oído 133.
¡ Gran menesttal de la cortante espera!
225 ¡ Maestro enjerto en sastre que has sabido
cosiendo y despuntando a lo flandesco 134
gurcjr la borla 135 al paño mal nacido.
Oye, de la segunda el picaresco
estilo de mi musa en tu alabanza,
230 que viene la bellaca de refresco 136
"Dulcísimo Benavente,
Nuevo Terencio español" ;
alusión, ¡por cierto, con la cual, según se ha visto en estas sátiras (ver-
so 218), gustaba también de engalanarse el Fénix de los Ingenios.
Por un pasaje de la comedia La culpa busca la pena (jornada II, es-
cena 7.a), de don Juan Ruiz de Alarcón, se sabe que era corriente represen-
tar comedias de Lope junto con bailes de Quiñones de Benavente, lo que,
dicho sea de paso, se compasaría muy bien:
La comedia felizmente
Aplaudida al puerto llega,
Que era de Lope de Vega,
y el baile de Benavente.
Y el propio Lope de Vega, en el Laurel de Apolo (Madrid, 1630, silva VII),
le dedica estos versos:
"Miró Venus festiva
Al niño Amor y dijo:
—D'olor alegre de los cielos, hijo,
¿ Adonde están las gracias, que ninguna
De todas tres parece?
Y el niño respondió, como ya crece:
—Madre, no busque ya de tantas una;
Porque sepa que están, y justamente
Todas juntas en Luis de Benavente.'"
bigornia se dice del valentón que lo presume (pág. 528). En el Dic. Aut. díce-
se también: "los de la bigornia. Metaphórícamente se llaman así algunos
guapos que andan en quadrilla y agabillados para hacerse temer", sin que en
apoyo de esta acepción se alegue más texto que el de la Picara. En el entre-
més de El Ángulo, de Quiñones de Benavente, hallamos un pasaje en que
aparece la palabra; trátase en dicha pieza escénica de un galán que, de
acuerdo con varios amigos, se propone raptar a una doncella, y para este
fin uno de ellos, con pretexto de descubrir la enfermedad que aquélla pa-
dece, fíngese médico y astrólogo, y por medio de un astrolabio que sostiene
el padre de la chica, hace la farsa de que consulta las constelaciones:
175 Más claro: Torres Rámila aspiraba a poseer, falsamente, una as-
cendencia noble, y Lope de Vega le recomienda que, cojijo por su casa o fa-
milia ya tiene declaración' de nobleza —la de sastre, satirizándole—, debe
coser y escribir conforme a ello, sin buscar más genealogías.
176 Este verso y los que siguen, hasta el 328, los reprodujo Lope con im-
portantes variaciones en la Epístola a D. Diego Félix Quijada y Riquelme,
publicada en La Filomena (Madrid, 1621) y reproducida en la edición de
Obras sueltas de Lope, hecha por' Sancha. (Madrid, 1776, tomo i.°, pág. 437.)
Véanse a continuación las palabras y frases comunes a ambos textos
subrayados en el pasaje de la Epístola, y al margen el número del verso co-
rrespondiente en las sátiras, encerrado entre paréntesis. Además, anótase en
cada caso las variantes, dando en el texto la más probablemente original.
"Con esto yo tal vez, no sé si es treta,
(307) donaires de Ganosa y de Trastulo-
les dixo que me traxo la estafeta.
(305) Los soles de Marcial y de Catulo
(306) allá los hurten Pathicos Cinedos
que yo por limpio exemplo me regulo.
(30S) El vulgo a las acciones llama enredos:
(309) tiene razón, y quien mejor los hace
(310) enriquece Riquelmes y Pinedos
{311) La urbanidad civil no. me desplace;
(312) ¡no sé qué es criticar, aunque podría
(313) por lo que a la ignorancia satisface.
(314) Barbiponiente he visto a la poesía
(315) hablando de Dramáticos Poemas:
(316) temo que es Helicón Fucnterrabía
(317) El mundo tuvo siempre algunas temas:
{318) bien haya el inventor de las tortillas,
(319) que asi méselo las claras con las yemas.
(320) ¡ Oh cómo os escribiera maravillas,
si fuera yo de aquestos nadadores
que van a mariscar por las orillas.
(323) En ajenos trabajos inventores,
pasan a nuestra lengua la extranjera,
(325) destruyendo libreros e impresores
(326) Trasladan al librazo como quiera
y dirigido a un príncipe le venden
el nombre de la página primera.
Tras esto con la lengua y pluma ofenden
los estudios y márgenes de aquéllos,
400 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
Mucho agradaba a Lope este verso, y muy presente lo tenía cuando lo re-
pitió en sus obras varias veces, ya en italiano ya en español.
Compuso un soneto inspirado en él, que se publicó en las Rimas de
"Burguillos". ( E d . Sancha, tomo X I X , pág. 8 8 ) :
dixo el P e t r a r c a . "
Y en el Laurel de Apolo (silva V I I I , ed. Bibt. Aut. Esp., tomo X X X V I I I ,
página 2 1 5 ) :
" L a queja universal de los que llegan
A la difícil cumbre de Helicona
N o consiste en el tiempo ni el olvido,
Pues éstos n u n c a niegan
A sus estudios inmortal corona,
Ni el premio dignamente merecido,
Sino de haber tenido
Tan poca estimación mientras v i v i e r o n ;
No porque todos fueron
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS áffj
Pero el tal verso petrarquesco debía de estar al uso, pues no es sólo Lope
el que lo reproduce. También Pacheco, en el Arte de la Pintura (Madrid,
1866, tomo I, pág. 212).
209 Quiere decirse que era extenso si se atiende a lo que dice Co-
varrubias de marca: "en otra significación vale largura y medida cierta,
como espadas de la marca, paños de marca, y en el papel decimos de mar-
ca mayor y marca menor."
210 Ms. del.
211 Ms. puesta.
212 Pluma.
213 Pudiera referirse malintencionadamente a la España defendida
(Madrid, 1612), de Suárez de Figueroa, aludida más adelante. (Versos 280
y 381.)
214. Cuatrín se llamaba una moneda de Italia de ínfimo valor —un
real estaba integrado por cuarenta cuatrines—, cuyo nombre tomó carta de
naturaleza en España, designándose con él el mínimo de dineros hiperbólica-
mente y a veces el mínimo de cantidad o valor de una cosa.
215 En éste y los dos versos que siguen se dirige a Torres Rámila,
como disculpándose burlonamente de no satirizarle. Desde el verso 315 con-
tinúa atacando a Suárez de Figueroa.
216 Ms. alíndame.
217 Ms. quelo.
218 El Duque de Sessa.
4Q8 JQAQUÍN DE ENTRAME AS AGUAS Y PENA
22i
¿Dime, capigorrón. : tienes amigos?
Lope de Vega además se burlaba del apellido Figueroa, sabiendo que don
Cristóbal lo había adoptado sin ser suyo, porque pertenecía también a
una de las casas ducales más famosas de España, según hemos visto, y con
ello se buscaba el buen doctor ascendencia y parentesco nobles, imprescindi-
bles entonces para lograr altos puestos o cargos beneficiosos.
Cuando Suárez de Figueroa tradujo El pastor Fido, del italiano Juan
Bautista Guarini, lo publicó en Ñapóles en 1602 a nombre de Cristóbal
Suárez. Versión mediocre que luego rehizo por completo, imprimiéndola de
nuevo en Valencia en 1609, y añadiendo ya su segundo apellido Figueroa,
unido al primero.
El señor Alonso Cortés, con su proverbial acierto y razonadamente, su-
pone que la primera edición no la mencionó Suárez de Figueroa como suya,
más tarde (aun cuando se la atribuye indubitablemente Ceíliero Bonatti en
carta al Duque de Mantua), acaso para que no "aumentaran las sospechas
sobre la legitimidad de su segundo apellido", lo cual corrobora la alusión
satírica del Fénix,
Wickersham Crawford, en cambio, basándose únicamente en que difieren
ambas traducciones entre sí, niega, sin otro fundamento más sólido, que la pri-
mera de ellas (Ñapóles, 1602) sea de Figueroa. (Véase Vida y obras de Cris-
tóbal Su&rcs de Figueroa, traducción y notas de N. Alonso 'Cortés. Valla-
dolid, 1911.)
Y no fué sólo Suárez de Figueroa quien trató de ennoblecer su apelli-
do. El insigne dramaturgo ecijano Luis Vélez, siendo su apellido Vélez de
Santander, adoptó el de Vélez de Guevara, porque era, éste el de la nobilísi-
ma casa de los Condes de Oñate, y algún otro caso pudiera citarse como
el del mismo Lope de Vega, que cambió el de Fernández que le correspon-
día por el de Carpió, ajeno a su familia, para fingirse descendiente del fa-
mosísimo Bernardo e inspirar s-in querer la (punzante e implacable musa sa-
tírica de Góngora en el conocido soneto:
"Por tu vida, Lopillo, que me borres..."
y también otra poesía contra el Fénix, probablemente de Torres Rámila.
(Véase el capítulo IV, nota 84.)
224. En la época en que se escriben estos versos los estudiantes españoles
se clasificaban, según su posición social y económica, en tres clases : Camaris-
tas, que tenían casa puesta y eran los de clase más elevada. Nobles, por
regla general, mostraban su riqueza viviendo con todo el lujo y esplendor
que podían proporcionarse. Pupilos, huéspedes en pensiones, cuyo ejemplo
era en no pocos casos la del licenciado Cabra, descrita por Quevedo, equi-
valían a la clase media del mundo estudiantil, eran los más numerosos y
vivían mejor o peor, según los recursos de que disponían.
Los camaristas y los pupilos no se diferenciaban, en cambio, en el tra-
je, e integraban unos y otros, merced a esta circunstancia, el grupo co-
mún de manteistas, llamados así por el gran manteo que siempre llevaban
sobre los hombros.
Por último, los capigorrones o capigorristas, a quienes se hace referen-
cia en lias sátiras, constituían la clase más inferior, y su vida era muy dura
y despreciada.
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 411
226
380 Dasle a Cañete versos por comida .
Los versos que, según Lope de Vega, daba por comida Suárez de Fi-
gueroa al Marqués de Cañete serían algunos dedicados a él o a sus ascen-
dientes. Anteriormente había escrito los Hechos de D. García Hurtado de
Mendosa (1613).
A pesar del odio que el Fénix profesaba a Suárez de Figueroa, utilizó no
pocas veces este último libro del maldiciente doctor para su comedia Arau-
co Domado, "hecha como otras muchas obras de aquel tiempo para can-
car las victorias de don García sobre los araucanos e impetrar el favor del
Marqués, su hijo". (Véanse los Preliminares de don Marcelino Menéndez
•y Pelayo a las Obras de Lope de Vega. Ed. Academia Española, tomo XII,
p á g . CLXXII.)
Finalmente, Lope de Vega mismo citó al Marqués de Cañete en La
.Dragontea (1598, canto III) en estos versos:
"Treinta leguas de Lima, o treinta y siete,
el General del gran Marqués cuñado,
junto a la fortaleza de Cañete,
lugar que de su padre fué fundado,
mira al Inglés Ricardo, que promete
rendir el mundo de soberbia armado;
pero tuvo el aviso ¡por novela,
que siguiendo una armada, halló una vela."
227 Se trata de la España Defendida, poema heroico. Madrid, 1612,
.de Suárez de Figueroa, que por lo visto don Cristóbal trataba de vender
en alguna librería. Por cierto que fué Lope de Vega quien hubo de apro-
barla. Creo de interés reproducir aquí dicha aprobación en gracia a su
brevedad :
"Aprovación.—He visto, por mandado de V. A. la España defendida,
Autor Christoval Suárez de Fígueroa. No ay en ella cosa en ofensa de
nuestra Fe y buenas costumbres. Es lección agradable en estilo grandemen-
te favorecido de la naturaleza (! !) y del arte. Muestra erudición copiosa y
desseo de la honra de nuestra, nación, porque se merece que V. A. se la haga
de la licencia que pide. En Madrid, a seys de Abril de mil y seyscientos y
doze.—Lope de Vega Carpió."
Téngase en cuenta, como justificación de este elogio de Lope de Vega,
que no le había atacado aún Suárez de Figueroa. También aprobó el Fénix'
la Plasa Universal en 1615.
228 Falta en el manuscrito.
229 Falta en el manuscrito.
230 Tener buen pecho es mostrarse bien intencionado y peyorativamente
'ser ridiculamente crédulo y bobo'. Inútil es decir que la palabra carne
tiene aquí y en el verso 390 un sentido totalmente injurioso para la virtud
d« la mujer de Suárez de Figu'eroa.
231 Ms. questora.
232 El llamado juego de la taba consiste en lanzar al aire una taba
de carnero, cuyos dos lados reciben los nombres de carne y vino, respectiva-
mente, y se gana si queda hacia arriba el primero. La intención de Lope
es volver sobre lo dicho en los versos anteriores (véase la nota 230), y
acaso acusar también a la mujer de Suárez de Figueroa de aficionada al
vino, dando a esta palabra doble sentido como a carne.
233 Faltan varios versos, lo cual hace ininteligible el sentido de este
pasaje.
23.) Véase la nota 233.
Respecto de la oscura fiuse "¡oh calavera de planeta mudo!", ininte-
ligible sin los versos que debían precederla y seguirla, anotaré estos otros
de Lope de Vega, pertenecientes al conocido soneto contra Góngora, que co-
mienza :
"Pues en tu terror impertinente espiras,
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 415
con tan gran presteza por obra lo que les manda, que parecen con un pen-
samiento, sin discrepar uno de otro, como si todos ellos fuesen miembros de
una sola persona y se gobernasen por ella."
Tercios se llamaban no sólo los que constituían el ejército de tierra, en-
tre los que descollaron los inmortales de Flahdes, sino también los que
constituían los galeotes o forzados.
241 Hay unas palabras ininteligibles por error del copista.
242 De ratio-cmis, razón. Pronunciada la t como c, según se hacía en-
tonces, la rima es perfecta. El sentido del texto se ha perdido por la lagu-
na precedente.
243 Hay una palabra ininteligible, que es probablemente una errata, del
•copista, no tachada por olvido y desde luego inútil.
244 De scio, is, ivi o scii, scitwn, scire, saber. ¿Sé la ley? debía ¡pre-
guntar Suárez de Figueroa para que le desengañasen, según Lope de Vega.
245 En los patios del Palacio Real, donde se celebraban, a veces, cer-
támenes poéticos, se reunían los desocupados y murmuradores para estar al
tanto de todas las nuevas que vinieran. Lope de Vega alude a la costumbre
de que se pasearan por sus baldosas, punto de cita y reunión de los preten-
dientes en Corte:
253
i
te dio el consejo de escrebir locuras
de la Concepta 250 en la opinión piadosa ?
Tú, si por fuerga lo que niegas juras,
440 dexa esa escuela y academia santa 25T
que con tu lengua deshonrar procuras 25S.
Atenas nueva, que a 250 la antigua espanta,
¿por qué sufres en dos 260 monstruos tan fieros,
siendo baja lempieza y virtud tanta? 2f>1.
445 ¡ Retores, colegiales, caballeros
por el divino cisne toledano
que jontó 2B2 con las letras los aceros! 203.
255 Ms. descriuir.
256 Ms. concopa. E s indudable que se t r a t a de la Inmaculada Concep-
ción. (Véase la nota 54.)
257 Ms. sancta.
258 La "escuela y academia s a n t a " es la Universidad de Alcalá de H e -
nares, que, como ya dije (nota 54), en 13 de agosto de 1617, j u r ó defender
el dogma de la Inmaculada Concepción, y, p o r tanto, T o r r e s Rámila corr
ella. Lope le acusa, como en otro pasaje de las sátiras (versos 95 al 100), de
negar lo que j u r ó y haber atacado a los dogmáticos.
259 Falta en el manuscrito.
260 Ms. los; pero es dos, ya que se alude a T o r r e s Rámila y a Suárez-
da Figueroa.
261 E s decir, siendo tanta la virtud de la Universidad de Alcalá de-
Henares, " A t e n a s nueva", y tan baja la limpieza de T o r r e s Rámila y Suá-
rez de Figueroa, los "dos monstruos tan fieros". .
262 Ms. ponto,
263 Se alude a Garcilaso de la Vega que, como es harto sabido, fue
tan excelente poeta como valiente guerrero.
El mismo autor de La flor de Gnido lo dijo de sí en la Égloga III
(versos 37 al 4 0 ) :
contra Suárez de Figueroa— al indicar que " n o todo era contra el dicho
Rámila, sino contra otros que no se acuerda quién son." (Véase el ca-
pítulo V I , núm. 91.)
Seguramente el escándalo producido por las dos sátiras conocidas no da-
ría lugar a escribir otra.
267 Por la definición que hace Covarrubias de la palabra trasgo puede
verse que en la época de estas sátiras no tenía la corriente acepción que
s e la da hoy de "espíritu que el vulgo cree que habita en algunas casas y
que travesea'' (Dic. de la Acad, Esp.), sino otra que Lope conocería, como
es natural, y aprovechó para ofender a T o r r e s Rámila. H e aqui lo que dice
el citado l i n g ü i s t a ' t o l e d a n o : "Trasgo, el espíritu malo que toma alguna fi-
gura humana, o la de algún bruto, como es el Cabrón, y así pienso auerse
dicho de tragos hircus, o se dijo trasgo, a transvertiendo, porque dicen que
suele revolver las casas y los cachivaches de casa, particularmente los vasa-
Tes y espeteras."
268 Véase la nota 103.
269 El triunvirato lo formarían, desde luego, Torres Rámila y Suárez de
Figueroa y otro de los partidarios de éstos: Manuel Ponce o Pablo Már-
tir Rizo, seguramente.
270 Ms. Ma>ia»ititriz. "Molamairiz (dice Covarrubias) es un pedago de
carne que se forma en el vientre de la mujer, casi con los mismos acciden-
tes y sospechas que si fuese preñado. Es nombre griego, mili, mola."
->-1 Alusión injuriosa a Suárez de Figueroa y a T o r r e s Rámila, res-
pectivamente.
272 Alude al viaje que realizó Felipe I I I a Lisboa en 1619, que ya
se estaba preparando por entonces. Salieron de Madrid el 20 de abril de
161 o y de Lisboa para regresar el 29 de septiembre del mismo año. N o
fue i-I Duque de Sessa y tampoco Lope (Véase Jornada del católico Rey
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 421
273
¡ Mala corcova de Alarcón te nazca! .
Felipe Tercero a Portugal. Ms. Bibl. Nac. Sig. 2.350, fols. 1, So, 288, 2go,
292, 316, 317, 319, 321, 323.
Suárez de Figueroa iría con algún mecenas, quizás con el M a r q u é s de
Cañete, a cuyo servicio estaba aqnellos años. (Cfr. el verso 380 de este Apén-
dice.)
273 Alusión cruel al conocido defecto físico del inmortal dramaturgo don
Juan Ruiz de Alarcón, con quien Lope de IVega rompió toda amistad defi-
nitivamente en esta época.
F u é en 1611, según supone Fernández Guerra (*), cuando pudo cono-
cer el joven mejicano al y a entonces gran poeta dramático madrileño, con
motivo de la inauguración de la "Academia del Conde de Saldaña", de la
cual fué secretario el Fénix. Don J u a n Ruiz de Alarcón iría acompañando
seguramente al Conde de Salinas, que le prestó su apoyo.
Quizás también fuera a visitar a Lope, como tantos otros escritores de
entonces, cuando aquél, en el mismo año de 1611, fué acuchillado por unos
desconocidos en la calle de Francos, donde vivía (**).
El caso es que en la citada fecha ya se conocían, y estaban unidos por
indudable amistad,
"Ruiz de Alarcón —dice el señor Fernández Guerra en su amenísimo
estudio sobre el poeta americano—, estudiante de Salamanca, poeta en Se-
villa, literato en Méjico, tuvo por deleitable lectura las poesías y come-
dias de Lope, tomándole por modelo y pauta desde sus primeros y secre-
tos ensayos. La idea de venir a Madrid hacíase más dulce en su corazón con
la, esperanza de ver al Fénix de los Ingenios, oírle, conocerle y t r a t a r l e ; que-
dando fascinado con su apuesta y gallarda presencia, con el fuego de sus
ojos, conversación afable, distinguido porte, presteza y vivacidad de ingenio
y atractivo de sirena."
La amistad aludida no p e r d u r a b a ya seguramente en 1616, pues antes
de esta fecha, debió de escribir Alarcón la, comedia Las paredes oyen (***).,
a que me referiré en seguida y en la cual ya hay un ataque claro al Fénix.
Empero en 1617 todavía "consagra un recuerdo de estimación al Fénix
de los Ingenios, que empezaba a mostrársele despegado" (****j, en la comedia
(*) Don Juan Ruis de Alarcón y Mendoza. Madrid, 1871 (pág. 150).
.(**) Véase L a B a r r e r a : Nueva biografía de Lope de Vega. Madrid,
1890 (págs. 553-554)-
(***) E l señor Fernández Guerra da como año aproximado de su estreno
—si hay error es en retraso de fecha— el de 1617, a sus principios, y sabida
es la lenta laboriosidad que revela el teatro de Alarcón y su timidez e in-
decisión para estrenar •—recuérdense, como ejemplo de lo que eran sus es-
trenos, el de El Anchicrísto—, a causa del temor a las i n h u m a n a s burlas que
dedicaban a su contrahecha persona.
(****) Fernández Guerra, Ob. cit., pág. 236. No sé en qué se fundó
este erudito para afirmar que en esta fecha era ya Lope enemigo de Alar-
c ó n ; pero creo, desde luego, de un año, cuando menos, anterior a ella el r o m -
pimiento entre el Fénix y Alarcón, por las razones indicadas anteriormente,
que afirma ahora la alusión de las sátiras.
422 JOAQUÍN DE ENTRAMBASAGUAS Y PEÑA
Por cierto que Lope, demostrando una vez más su afición a no contestar
por sí mismo a los ataques que recibía, hizo que respondiera en su nombre
(*) Ya advierte el señor Fernández Guerra (Ob. cit., pág. 236) que
esta comedia no fué coleccionada entre las de Alaroón en las ediciones an-
tiguas. No obstante, fué incluida con razón en el tomo XX de la Biblio-
teca de Autores Españoles, dedicado a sus Comedias, coleccionado y prolo-
gado por don Juan Eugenio Hartzenbusch. La comedia está en la pág. 195
y los versos a que aludo en la 202.
(**) Acto III, esc. VI. Véase Fernández Guerra: Ob. cit., págs. 258 y
siguientes.
(***) "Era una de estas andantes doncellitas —aclara Fernández Guerra—
el alma de la famosa comedia de Lope que lleva por nombre Los donaires de
Matico, desde 1609 coleccionada y puesta al frente de todas las del incom-
parable dramaturgo."' {Ob. cit., pág. 259).
LOPE DE VEGA Y LOS PRECEPTISTAS ARISTOTÉLICOS 423
Dedicatoria...... 3
" S i en el mar de la m u r m u r a c i ó n " 5
Advertencia preliminar., 7
Introducción 11
Capítulo I. O R Í G E N E S B E LA GUERRA. Lope de Vega en 1617. Apari-
u
ción de la Spongia". El Maestro Pedro de Torres Rámila; su fa-
milia, su vida, sus estudios; sus relaciones en Madrid, Toledo
y Alcalá con literatos y otros personajes del siglo xvii. Amistad
de Torres Rámila y Sitares de Figueroa. El Certamen poético de
Nuestra Señora del Sagrario 60
Capítulo I I . L A " S P O N G I A " . Extraña desaparición de la obra y su
carácter. Intervención en ella de Sitares de Figueroa. ha tra-
ducción de la "Poética" de Aristóteles por Mártir Rizo. Datos
existentes y nuevos acerca del lugar de impresión y del conte-
nido probable de la "Spongia 1 '. Sus alusiones. Sus ataques a Gon-
zález de Salas, al padre Luis de la Cerda, a Tribuidos de Toledo,
a Pérez de Herrera y a Mariana, y respuesta de éste go
Capítulo I I I . P R I M E R A S RESPUESTAS A LA " S P O N G I A " . Efecto e im-
portancia del libelo de Torres Rámila. Actitud del "Fénix" y
los suyos ante el ataque. Dos sátiras meditas de Lope de Vega;
autenticidad de su atribución, su carácter, su contenido. Datos nue-
vos que aportan relativos a. Torres Rámila y a Suárcz de Fi-
gueroa. "El Triunfo de la Fe en los Reinos del Japón" : sus alu-
siones. Un cartel de desafío de "Franciscus Antididascalus" diri-
gido a Torres Rámila; rareza y descripción del mismo 134
Capítulo I V . L A "EXPOSTULATIO SPONGIAE". Carácter, mtores y enig-
ma bibliográfico de la "Expostulatio". Su contenido. Panegiristas
de Lope de Vega y detractores de Torres Rámila. La respuesta a la
"Spongia". Cruel difamación de Torres Rámila. El "Onciropacg-
nion" c interés de sus noticias. El "Appcndex Expostulationcm
Sponc/iae" de Sánchez de Moratalla. Otras alusiones de Lope re-
ferentes a la guerra en esta época. 163
Capítulo V. " L A FILOMENA." Estado de la guerra después de la "Ex-
postulatio Spongiae". Respuesta definitiva de Lope de Vega; la poé-
426 JOAQUÍN DE ENTRAMP.ASAGUAS Y PEÑA
PÁGS.
IMPRESAS:
i. El Doctor Don Cristóbal Lozano. Madrid, 1927. (Obra declarada de mé-
rito .por la Academia Española.) 6 pesetas,
2. Antología Poética de Rubén Darío. Prólogo de don Juan Hurtado, ca-
tedrático de Lengua y Literatura Españolas en la Universidad Central.
Madrid, 1927. 8 pesetas.
3. Nueva Investigación sobre los restos de Lope de Vega. Madrid, 1928.
(Obra declarada de mérito por la Academia, Española.) 3 pesetas.
4. Tres notas para la Historia del Arte. Madrid, 1929. Agotada.
5. Prólogo a Dubrovsky, el bandido ruso, de Alejandro Puchkin. [Madrid,
1929.] (Las Cien Mejores Obras de la Literatura Universal, vol. 28.)
2,50 pesetas.
6. Edición, prólogo y notas de El Villano en su rincón-, de Lope de Vega.
[Madrid, 1929.] (Las Cien Mejores Obras de la Literatura Española,
vol. 74.) 3,50 pesetas.
7. Estudio preliminar, edición y notas de las Poesías de doña Catalina
Clara Ramírez de Guzmán. Badajoz, 1930. (Biblioteca del Centro de
Estudios Extremeños, vol. II.) 5 pesetas.
8. Un Breve de Pío VI, referente a "La Florida", y traducido por Mo-
ratín. Madrid, 1930. (Edición de 100 ejemplares numerados.) 5 pesetas.
9. El padre Seto de San Miguel, obispo de Segovia. Madrid, 1930. Agotada.
10. Doce documentos inéditos, relacionados con Moreto, y dos poesías suyas
desconocidas. Madrid, 1930. 4 pesetas.
11. Varios datos referentes al Inquisidor Juan Adam de la Parra. Madrid,
1930. 10 pesetas.
12. Introducción a Orlando Furioso, de Ludovico Ariosío. [Madrid, 1929.]
(Las Cien Mejores Obras de la Literatura Universal, vols. 61, 63 y 64.)
2,50 pesetas cada uno.
13. Noticias de algunos entalladores, doradores y ensambladores que tra-
bajaron en Madrid desde finales del siglo xvi hasta mediados del si-
glo xviJ. Madrid, 1931. Agotada.
14. Un memorial autobiográfico de don Diego de Torres y Villarroel.
Ma,drid, 1931. (Edición de 50 ejemplares numerados.)
15. Traducción de El Islam y el Cristianismo en los documentos de Toledo,
de Ezío Levi, profesor de la Real Universidad de Ñapóles. Madrid,
1931. No se vende.
16. Reliquias Románticas. Madrid, 1932. 4 pesetas.
ij. Don Manuel Fermín de Laviano y unas composiciones suyas inéditas:
Madrid, 1932. 3 pesetas.
18. Una guerra literaria del siglo de oro. Lope de Vega y los preceptistas
aristotélicos. Madrid, 1932. 50 pesetas.
EN PRENSA:
19. Una familia de ingenios. Los Ramírez de Prado. (En Revista del Cen-
tro de' Estudios Extremeños^)
20. Selección, edición y prólogo de Historias y Leyendas del doctor don
Cristóbal Lozano. Dos tomos. (En Los Clásicos Olvidados.)
21. Colecciones madrileñas de libros: La Biblioteca de don Lorenzo Ra-
mírez de Prado. (Anejo de la Revista de la¡ Biblioteca, Archivo y Musco
del Ayuntamiento de Madrid.)
22. Traducción de El Goethe público y el Goethe secreto, conferencia pro-
nunciada por el profesor de la Universidad de Bonn D. E. R. Curtius,
en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid. (En Anales de la Univer-
sidad de Madrid.)
23. El paisaje inexistente.
EN PREPARACIÓN:
ATENEO DE MADRID
Anterior Inicio