Sie sind auf Seite 1von 9

Las Comillas

Concepto
Las comillas (« », “ ”, ‘ ’, " ", „ “) son signos tipográficos utilizados para marcar niveles distintos en
una oración. Generalmente se utilizan:

 Para citar textualmente algo que ocupe menos de tres o cuatro renglones.
 Si la cita ocupa más de tres o cuatro renglones, es usual eliminar las comillas, reducir un
punto el tamaño de la letra y aumentar la sangría izquierda (que no la sangría de primera
línea).
 Para señalar palabras usadas en un sentido distinto del normal, con el fin de indicar que se han
seleccionado intencionalmente y no por error.
 En este caso, generalmente después de esas palabras se escribe entre paréntesis (sic), que
indica que se está citando textualmente.
 Para indicar la intención irónica del empleo de una palabra.
 En un título en cursiva, para reemplazar el tipo de letra cursiva con que se indica el nombre de
una obra artística: Análisis del «Quijote».
 Para presentar el significado de una palabra o expresión. En este caso se utilizan
exclusivamente las comillas simples: «acechador» significa ‘que observa o aguarda
cautelosamente con algún propósito’.
 Para indicar los pensamientos de un personaje en textos narrativos.
 No se utilizan para destacar palabras extranjeras. En este caso se recomienda el uso de
cursivas:
 Show es una palabra inglesa.
 No se utilizan para señalar un apodo o seudónimo, cuando acompaña al nombre. En este caso
se recomienda no usar más destacado que la mayúscula, aunque en el uso no sea rara la
cursivas:
 Doménikos Theotokópoulos, el Greco; Doménikos Theotokópoulos, el Greco.

Tipos
En castellano se utilizan tres tipos de comillas:

1. Comillas bajas, latinas, españolas o angulares (« »).


2. Comillas altas o inglesas (“ ”).
3. Comillas simples (‘ ’).

Asimismo se distingue entre comillas En castellano se utilizan tres tipos de comillas:

de apertura («, “, ‘) y comillas de cierre (», ”, ’). Las comillas inglesas (altas) de apertura se llegan a
presentar en forma simétrica a las de cierre, o en forma inversa a estas últimas.

En la Ortografía de la lengua española, editada en 1999, se informa: «Por lo general, es indistinto el


uso de uno u otro tipo de comillas dobles». El Diccionario panhispánico de dudas, editado
posteriormente, en 2005, al respecto dice: «En los textos impresos, se recomienda utilizar en
primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban
entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado». Si dentro de lo entrecomillado apareciera una
segunda cita, se utilizarían otras comillas. El ejemplo dado en la Ortografía de la lengua española y
en el citado DPD sigue este orden: «...“...‘...’...”...».1 La nueva Ortografía de la lengua española,
publicada a finales de 2010, corrobora lo que se dice en el DPD: es preferible y recomendable
emplear las comillas angulares en primer lugar, reservando los otros tipos para otras
funciones.2 Según la Comisión de Consultas de la Academia Mexicana de la Lengua, es
recomendable que en México y otros países de América se usen de preferencia las comillas altas,
porque son las que se usan mayoritariamente, mientras que las comillas angulares son las
preferidas en España.3

Las comillas simples se utilizan para marcar ejemplos en casos en que no resulta apropiado o no es
posible el uso de la cursiva. También se prefiere su uso para presentar el significado de una palabra:
«El autor dijo: “Las comillas (‘signos de puntuación utilizados para demarcar niveles distintos en una
oración’) se usan profusamente en mi obra”».

Dice la norma que el último signo de puntuación de una oración que contiene un texto
entrecomillado debe situarse después de las comillas de cierre —el fragmento entrecomillado
siempre mantiene su puntuación, salvo cuando se trate del punto—, excepto cuando el fragmento
entrecomillado sea lo único que compone la oración, en cuyo caso se escribe el signo que
corresponda antes de las comillas de cierre,4 a excepción del punto, que se escribe siempre
después.5 Sin embargo, en inglés —especialmente el americano— en casi todos los casos es al
contrario; o sea, antes de las comillas de cierre.

En español no se deja espacio alguno entre las comillas y su contenido. Cada idioma tiene sus
propias normas de aplicación de las comillas.
Uso de las comillas
Hay diferentes tipos de comillas: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas
(« »), las inglesas (“ ”) y las simples (‘ ‘ ). Por lo general es indistinto el uso de uno u otro tipo de
comillas dobles; pero suelen alternarse cuando hay que utilizar comillas dentro de un texto ya
entrecomillado. Por ejemplo.
Al llegar al coche deportivo, Lola susurró: «vaya “cacharro” que se ha
comprado Tomás”».

Se utilizan comillas en los casos siguientes:

Orientación de uso Ejemplos

Para reproducir citas textuales de Fue entonces cuando la novia dijo: «Sí».
cualquier extensión.
Sus palabras fueron: «por favor, el
pasaporte».

Dice Miguel de Unamuno en la novela de


don Sandalio:

«He querido sacudirme del atractivo del


Casino, pero imposible; la imagen de Don
Sandalio me seguía a todas partes. Ese
hombre me atrae como el que más de los
árboles del bosque; es otro árbol más, un
árbol humano, silencioso, vegetativo.
Porque juega al ajedrez como los árboles
dan hoja».

En textos largos fue práctica, ahora En opinión de un escritor célebre: «El


inhabitual, colocar comillas de cierre (») hombre tiene aptitud, por su naturaleza,
al principio de cada línea para recordar para
que continuaba la cita
»habitar en todos los países del mundo: en
los arenales del desierto, en los

»montes más encumbrados, en los climas


polares puede vivir y progresarse. No

»así los animales, que, sujetos a más


estrechos límites, perecen fuera de ellos o

»arrastran vida penosa».

Cuando se ha de intercalar un «Los días soleados como este


comentario o intervención del narrador o
transcriptor de la cita, no es –comentó Silvia– me encantan».
imprescindible cerrar las comillas para
volver a abrirlas después del comentario,
pero puede hacerse. Para intercalar tales
intervenciones, es preferible encerrarlas
entre rayas.

En textos narrativos, a veces se utilizan –Es una mujer hermosa, hermosísima; si


las comillas para reproducir los ustedes quieren, de talento, digna de otro
pensamientos de los personajes, en teatro, de valor más alto…; si ustedes me
contraste con el uso de la raya, que apuran, diré que es una mujer superior, –si
transcribe sus intervenciones hay mujeres así– pero al fin es mujer, et nihil
propiamente dichas. humani…

No sabía lo que significaba ese latín, ni


adónde iba a parar, ni de quién era, pero lo
usaba siempre que se trataba de debilidades
posibles.

Los socios rieron a carcajadas.

«¡Hasta en latín sabía maldecir el pillastre!»


pensó el padre, más satisfecho cada vez de
los sacrificios que le costaba aquel
enemigo.
(Clarín: La Regenta, cap. IV)

Para indicar que una palabra o expresión Dijo, cargado de razón, que el asunto tenía
es impropia, vulgar o de otra lengua, o algunas «prorrogativas».
que se utiliza irónicamente o con un
sentido especial.

En el salón han puesto una «boiserie» que


les ha costado un dineral.

Últimamente está muy ocupado con sus


«negocios».

Para citar títulos de artículos, poemas, El artículo de Amado Alonso titulado


cuadros… «Noción, emoción, acción y fantasía en los
diminutivos» está recogido junto con otros
en un volumen antológico: Estudios
lingüísticos. Temas españoles.

Nos leyó en voz alta el «Romance


sonámbulo» del Romancero Gitano.

En esta sala se puede ver el «Esopo» de


Velázquez.
Cuando un texto se comenta o se trata Como modelo de la primera conjugación, se
de una palabra en particular, esta se utiliza usualmente el verbo «amar».
aísla escribiéndola entre comillas.

Cuando se aclara el significado de una «Espiar» (‘acechar’ no significa lo mismo


palabra, este se encierra entre comillas. que «expiar» las faltas.
En tal caso se prefiere utilizar comillas
simples.
Los Putos Suspensivos

Concepto
Los puntos suspensivos (…) son signos de puntuación que se representan por tres puntos
alineados horizontalmente al nivel de la línea base de escritura. Por ejemplo: taza, cocina, leche….

Casos de uso
 Se utilizan al final de una frase en lugar del punto, y con el mismo significado gramatical que
este, si bien indican al lector que la frase precedente podría continuar. Ejemplo:
 «Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo, lunes, martes, miércoles,
jueves, viernes, sábado, domingo…»
 Para indicar la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor,
vacilación o suspenso:
 «No sé si ir o si no ir… No sé qué hacer»
 «Te llaman del hospital… Espero que sean buenas noticias»
 «Quería preguntarte… No sé…, bueno…, que si quieres ir conmigo a la fiesta»
 «¡Si te contara…!»
 Para señalar la interrupción voluntaria de un discurso cuyo final se da por conocido o
sobrentendido por el interlocutor:
 «A pesar de que prepararon cuidadosamente la expedición, llevaron materiales de primera y
guías muy experimentados… Bueno, ya sabéis cómo acabó la cosa».
Es especialmente frecuente este uso cuando se reproduce un refrán o un fragmento literario
de sobra conocido:

 «Más vale pájaro en mano…, así que dámelo ahora mismo».


 «Y en mitad de la fiesta, se subió a una mesa y comenzó a recitar: “Con diez cañones
 Para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra que debe volver a
mencionarse:
 «La obra Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti,
está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto… contienen algunos de
los mejores hallazgos expresivos del autor».
 Para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o
inconvenientes:
 «¡Qué hijo de… está hecho!».
 Para dejar un enunciado incompleto y en suspenso:
 «Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable… No quiero seguir hablando de
ello».
 Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera
o su abreviatura:
 «Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música…».
Debe evitarse, por redundante, la aparición conjunta de ambos elementos:

 «Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música…, etc.»
 «Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música, etcétera…»
 Entre corchetes […] o entre paréntesis (…), los puntos suspensivos indican la supresión
de una palabra o un fragmento en una cita textual:
 «Fui don Quijote de La Mancha y soy agora […] Alonso Quijano el Bueno»
(Cervantes, Quijote II [Esp. 1615]).
 Si se quiere dejar claro que la reproducción de una cita textual no se hace desde el
comienzo mismo del enunciado, es posible escribir puntos suspensivos al inicio de la
cita, sin paréntesis ni corchetes, dejando un blanco de separación respecto de la
palabra a la que preceden:
 «Al final de la obra, don Quijote pide “… un confesor que me confiese y un escribano
que haga mi testamento”».
 Asimismo, cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte final, es
posible escribir puntos suspensivos, sin paréntesis ni corchetes y sin blanco de
separación con respecto al texto que antecede, para indicar que el enunciado continúa
más allá de la última palabra reproducida:
 «Al final de la obra, don Quijote pide “… un confesor que me confiese y un escribano
que haga mi testamento…”, evidenciando la cordura que le asiste en sus últimos
momentos».

 Para indicar la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor,
vacilación o suspenso.

No sé si ir o si no ir... No sé qué hacer.


Te llaman del hospital... Espero que sean buenas noticias.
Quería preguntarte... No sé..., bueno..., que si quieres ir conmigo a la fiesta.
Si yo te contara...
 Para indicar que se deja algo inacabado, porque se da por hecho que el interlocutor sabrá
completarlo.

Si te viera tu madre...

Es especialmente frecuente este uso cuando se reproduce un refrán o un fragmento literario de


sobra conocido.
A buen entendedor...

 Para insinuar expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes, evitando su


reproducción.

¡Qué hijo de... está hecho!

A veces se colocan tras la letra inicial del término que se insinúa.


Vete a la m... No te aguanto más.

 Cuando, por cualquier otro motivo, se desea dejar el enunciado incompleto y en suspenso.

Fue todo muy violento... Prefiero no hablar del tema

 Sin valor de interrupción del discurso, sino con intención enfática o expresiva, para alargar
entonativamente un texto.

Ser... o no ser... Esa es la cuestión.

 Para indicar que una enumeración podría continuar.

En la granja había de todo: vacas, marranos, gallinas, conejos...

 Para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra que debe volver a
mencionarse.

La obra Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti,
está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto... contienen algunos de
los mejores hallazgos expresivos del autor.

 Para indicar que en un texto citado se elimina alguna parte. En estos casos, los puntos
suspensivos aparecen entre corchetes [...] o entre paréntesis (...).

Fui don Quijote de la Mancha y soy agora [...] Alonso Quijano el Bueno. (Cervantes
Quijote II [Esp. 1615]).

Das könnte Ihnen auch gefallen