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UNIVERSIDAD RURAL DE GUATEMALA

SEDE 026
RETALHULEU

Primer avance de texto paralelo

Curso: Manejo Ecológico Integrado de Plagas


Catedrático: Ing. Miguel Solís

Nombre: Edwin Rolando Mejía Bámaca


Carné: 16-026-0073

Agosto, 2018
UNIDAD LAS PLAGAS Y SUS EFECTOS EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
Los efectos económicos de las plagas y enfermedades transfronterizas pueden ser complejos
y exceder el efecto inmediato en los productos agrícolas directamente afectados. En la Figura
36 se ilustran algunos de los posibles efectos. En casos específicos el efecto económico real
variará dependiendo del tipo de plaga o enfermedad, aunque la complejidad de los efectos
suele dificultar la medición precisa de los efectos económicos.
Producción
El mayor efecto económico directo un plaga y enfermedad transfronteriza es la pérdida de la
producción o la menor eficiencia de la misma, ya se trate de cultivos o animales, lo que
reduce los ingresos agrícolas. La gravedad de las consecuencias económicas dependerá de
las circunstancias específicas. Si la economía de la explotación agrícola está relativamente
diversificada y si existen otras oportunidades de ingresos, se reducirá su importancia.
Inversamente, si la economía local es muy dependiente de uno o unos pocos productos
básicos vulnerables, el efecto será mucho mayor y afectará la seguridad alimentaria local.
Los efectos de una menor productividad de los cultivos o los animales pueden ser de larga
duración. Las infestaciones de las plagas pueden afectar las tasas de fertilización o la
recuperación de las semillas, mientras que las aplicaciones de plaguicidas pueden dañar la
fertilidad del suelo y el agua. Las enfermedades pueden tener efectos duraderos en la
producción ganadera de muchas formas «escondidas» (como demoras en la reproducción, lo
que lleva a una descendencia menor, y las consecuencias de una menor población) que suelen
exceder las pérdidas asociadas con la enfermedad claramente visible.
Aunque la pérdida de la producción puede parecer fácil de identificar, resulta no obstante
difícil medirla en términos económicos precisos. De hecho, tal evaluación económica no
debería medir simplemente el valor de la producción perdida multiplicando las pérdidas
físicas estimadas por el precio del mercado. Esto puede sin duda exagerar los probables
efectos económicos del daño. Los efectos económicos reales dependerán también de la
adaptación de los agricultores así como de los posibles ajustes del mercado. Entre las formas
en que las comunidades agrícolas pueden responder a esta situación figuran replantar, utilizar
reservas o vender bienes, realizar actividades no agrícolas que les permitan obtener ingresos,
etc.
Por estos motivos, la pérdida relativa al bienestar puede ser menor que el valor de la
producción perdida11. Sólo en los casos en los que las posibilidades de sustento de los
agricultores estén muy limitadas o la economía de la comunidad sea muy dependiente del
producto básico afectado por la plaga o la enfermedad, las pérdidas relativas al bienestar
pueden exceder el valor de la producción perdida.
1. 1 Daños que causan los insectos.
Aunque es evidente que desde tiempos prehistóricos ya existían enfermedades y plagas de
las plantas, fue con la transformación del hombre en agricultor, modificando las tierras y
cultivándolas, cuando los agentes causantes de las mismas comenzaron a cobrar una notable
importancia, incidiendo negativamente en la producción. El hombre, con su afán de obtener
una gran variedad de productos vegetales con fines alimenticios, medicinales, industriales u
ornamentales, cada día mayor al aumentar la población, y con las facilidades del comercio
mundial, ha introducido en sus lugares de asentamiento numerosas especies exóticas y, con
ellas, sus plagas y enfermedades en muchos de los casos. Al romperse los equilibrios
naturales entre las plantas y sus enemigos, éstos han proliferado en ocasiones de forma
alarmante, obligando al hombre a una continua lucha por medios diversos, tal como se
comentará más adelante. Ejemplo dramático de ello puede ser el caso de la filoxera
(Peritymbia vitifolii), que se introdujo en Europa procedente de América a finales del siglo
XIX y arrasó todos los viñedos, o el escarabajo de la patata (Leptinitas decemlineata), que se
ha extendido al mismo tiempo que lo hacía este cultivo en América y Europa.
Las pérdidas que ocasionan las plagas y enfermedades en los cultivos de los países
desarrollados pueden cifrarse entre el 10 y 20 % del total de la producción, según los cultivos.
Ello obliga a una constante lucha y al empleo de cantidades masivas de productos
fitosanitarios, en ocasiones de efectos poco estudiados o controvertidos, tanto para la
Naturaleza como para el ser humano y los animales consumidores de las plantas tratadas.
Mientras que el término Fitopatología estudia tanto las plagas como las enfermedades, en
ocasiones éstas se separan en dos ciencias, la Patología vegetal, que se ocupa de las
enfermedades de las plantas producidas por hongos, bacterias y virus y causas no parasitarias
y la Entomología agrícola, que estudia las plagas de insectos. La Fitopatología estudia, por
tanto, las causas productoras de las plagas y/o enfermedades, etiología, los síntomas que
producen en las plantas, sintomatología, y los medios y prácticas para curarlas o prevenirlas,
terapéutica. En términos generales, la denominación plaga afecta a todos los animales que
causan daños a las plantas, lo que incluye a vertebrados, artrópodos, moluscos y gusanos,
mientras que la denominación enfermedad afecta a los organismos que causan perturbaciones
en el metabolismo de la planta, pudiéndole producir incluso la muerte, lo que incluye una
serie de organismos microscópicos tales como los hongos, bacterias y virus.
Causas de las plagas y de las enfermedades de las plantas
Las causas pueden ser de diversa naturaleza, pudiéndose establecer dos grandes grupos,
según sean de origen parasitario o no parasitario. Las afecciones parasitarias pueden ser
provocadas por animales, vegetales o virus, mientras que las no parasitarias se deben a causas
fisiológicas producidas por accidentes meteorológicos y carencia o exceso de elementos
nutritivos.
1.2 Definición de plagas agrícolas
El concepto de plaga ha evolucionado con el tiempo desde el significado tradicional donde
se consideraba plaga a cualquier animal que producía daños, típicamente a los cultivos.
Actualmente debe situarse al mismo nivel que el concepto de enfermedad, de forma que debe
entenderse como plaga una situación en la que un animal produce daños económicos,
normalmente físicos, a intereses de las personas (salud, plantas cultivadas, animales
domésticos, materiales o medios naturales); de la misma forma que la enfermedad no es el
virus, bacteria, etc., sino la situación en la que un organismo vivo (patógeno) ocasiona
alteraciones fisiológicas en otro, normalmente con síntomas visibles o daños económicos.
Este nuevo concepto permite separar la idea de plaga de la especie animal que la produce,
evitando establecer clasificaciones de especies 'buenas' y 'malas', y facilitando la explicación
de por qué una especie es beneficiosa en un lugar y perjudicial en otro. Para explicar esto se
puede poner el ejemplo del conejo (Oryctolagus cuniculus), muy importante en Europa como
elemento fundamental del ecosistema mediterráneo mientras que muy perjudicial en
Australia; la plaga no es el conejo per se sino la situación que se produce en cada una de las
regiones y los daños económicos que de ella derivan.
Se pueden encontrar:
Plaga de langostas
Plagas forestales
Plagas médicas
Plagas agrícolas
No debe utilizarse la palabra peste para referirse a las plagas, ya que es una traducción literal
de la palabra inglesa Pest. La peste es la enfermedad producida por la bacteria Yersinia pestis.
De igual modo, el uso de la palabra pesticida debe abandonarse en favor de plaguicida.

En ocasiones también se usa la expresión "plaga humana" para llamar la atención sobre el
impacto medioambiental que la gran población humana y sus hábitos de consumo tienen
sobre el planeta.

En sentido amplio, el concepto de plaga se refiere a cualquier ente biótico que el hombre
considera perjudicial a su persona o a su propiedad. En consecuencia, existen plagas de
interés médico, tales como los vectores de enfermedades humanas (zancudos, chipos, etc.);
plagas de interés veterinario, tales como, las pulgas y las garrapatas y las plagas denominadas
agrícolas que afectan las plantas cultivadas así como los productos vegetales ya sean frescos
o almacenados.
1.3 Criterios básicos sobre daños y pérdidas de cosecha
Al tratar las plagas agrícolas hay que distinguir tres criterios básicos: el daño causado por el
insecto, el perjuicio a la planta, y la pérdida en la cosecha de un campo cultivado. (Smith
1967; Strickland y Bardner 1967).
Daño del insecto a la planta: Es el efecto de la aumentación u otra actividad del animal sobre
el crecimiento, la apariencia, la fisiología o el vigor de la planta. Así, por ejemplo, las hojas
tiernas del maíz son perforadas por el gusano cogollero, los tallos son taladrados por el
gusano cañero, y la savia de la planta es succionada por los pulgones.
Perjuicio a la planta: Es el resultado del daño del insecto en términos de pérdida de
rendimiento o calidad del producto en una planta. No siempre el daño que causa el insecto
implica perjuicio a la planta; un insecto que daña una porción del follaje de una planta no
necesariamente produce una reducción en la cantidad o calidad de los frutos de esa planta.
En las plagas indirectas, la reducción en el rendimiento de una planta depende no solamente
de la abundancia numérica de la plaga sino también del tiempo que dura la infestación, su
relación con el estado de desarrollo (fenología) de la planta, y de otros factores ambientales.
La sensibilidad al daño de una variedad en particular, expresada en reducción de su
rendimiento por planta depende de sus características genéticas. Pérdida de cosecha o de
rendimiento del cultivo: Es la reducción de la cosecha en cantidad o calidad en una extensión
cultivada; es la expresión económica cuantitativa del perjuicio que ha ocasionado la plaga en
toda un área. Cosecha es la producción y su expresión final es el rendimiento económico.
La pérdida de cosecha por causa de las plagas es la diferencia entre los rendimientos o valores
de la cosecha en un cultivo sin plagas y un cultivo con plagas, considerando que todos los
otros factores de la producción son iguales para ambos.
La evaluación de los daños se suele realizar contando los órganos atacados o afectados de
forma directa o indirecta, o el número de plantas que presentan ciertos síntomas. Un paso
simultáneo e importante es el de relacionar esos daños con las poblaciones de plaga presentes
en el cultivo. Tanto las poblaciones de las plagas, como a veces también sus daños, se estiman
mediante el muestreo. Las técnicas de muestreo son una parte importante de la evaluación de
plagas, de enfermedades, de malas hierbas y de sus daños, y son objeto de estudio en
asignaturas más especializadas relacionadas con la Sanida Vegetal.
La actividad alimenticia (o de otro tipo) de las plagas, de los agentes infecciosos, y por la
competencia de las malas hierbas, producen unos daños (o enfermedad, o competencia) en la
plantas que suelen traducirse en pérdidas de cosecha. Esta pérdida de cosecha puede ocurrir
tanto por una disminución de la cantidad como de la calidad.
Para tomar decisiones fundamentadas es importante conocer la relación existente entre los
daños producidos al cultivo y las pérdidas de cosecha. Sin embargo es más fácil conocer la
población de una plaga (u otro agente biótico nocivo para el cultivo) que los daños que causa,
y entonces se suele establecer la relación entre el nivel de plaga y la pérdida de cosecha
producida, como índice final del perjuicio producido. Un ejemplo de esta relación aparece en
la Fig. 16.1, donde se presenta un caso generalizado.

1.4 Identificación y clasificación de las plagas agrícolas


Diferentes tipos de plagas pueden afectar nuestros cultivos. Estos organismos pueden atacar
las raíces, los tallos y el follaje, disminuyendo el rendimiento y la calidad del producto.
Aquellos organismos que atacan las raíces, usualmente sobreviven en el suelo y esperan hasta
encontrar las condiciones ambientales necesarias para atacar sus plantas hospederas. Sin
embargo, aquellos organismos que atacan los órganos de la planta que se encuentran por
encima del suelo, son transportados por el viento, lluvia o mecánicamente por insectos y
humanos.
A continuación hablaremos sobre los diferentes patógenos que afectan nuestros cultivos y
cómo diferenciarlos.
Enfermedades causadas por bacterias
Las bacterias son organismos microscópicos que mayormente afectan órganos foliares de las
plantas. Comparado con los hongos y virus, las bacterias causan menor cantidad de
enfermedades. Las bacterias pueden afectar el transporte de agua y nutrientes desde las raíces
hasta las hojas. Ellas pueden reproducirse en grandes cantidades y bloquear el xilema y
floema, órganos necesarios para la distribución de nutrientes en la planta. Las bacterias
también pueden afectar el follaje, creando unas manchas angulares en los bordes o zonas
necrosadas que son rodeadas por un anillo amarillo. Las manchas necróticas son causadas
cuando la bacteria logra colonizar el tejido y utilizar los nutrientes de la planta para sobrevivir
y reproducirse. Existen pocos remedios para el control de enfermedades bacterianas.
Enfermedades causadas por hongos
Los hongos son organismos importantes en muchos aspectos ecológicos. Estos se encargan
de descomponer materia orgánica, pero también pueden afectar nuestros cultivos. Estos
afectan casi todos los tejidos de las plantas. Cuando se encuentran parasitando las hojas,
podemos observar manchas necróticas, las cuales a través de un microscopio reflejan
estructuras reproductivas del hongo. Las esporas (célula producida por el hongo para
reproducirse) son muy distintivas en cada hongo y son usadas por los fitopatólogos para su
identificación. Estas esporas son diseminadas por el viento mayormente, pero también
pueden transmitirse por agua y mecánicamente.
Enfermedades causadas por nematodos
Los nematodos son gusanos microscópicos que viven el suelo. Estos afectan mayormente las
raíces de las plantas, aunque algunos pueden afectar los tejidos foliares. Aquellos nematodos
que penetran y crecen dentro de las raíces bloquean el transporte de nutrientes y agua a otras
partes de la planta. Como resultado, las plantas que están infectadas con nematodos pueden
verse marchitas o decoloradas. También, existen nematodos que los extraen nutrientes por
fuera de la raíces y estos sólo causan laceraciones que permiten que otros organismos (hongos
o bacterias) infecten. Estos gusanos prefieren temperaturas calientes, siendo un problema en
regiones tropicales y durante el verano en climas templados. La transmisión de nematodos
es mayormente por el agua y mecánicamente por el hombre al sembrar semillas con residuos
de suelo. También podemos transmitir estos gusanos microscópicos en equipos agrícolas
(tractores) y en los zapatos donde se puede acumular el suelo luego de una visita a un lugar
infectado.
Enfermedades causadas por virus
Los virus son de los organismos más pequeños que afectan a las plantas. Estos sólo pueden
ser observados con microscopios especiales y son diagnosticados utilizando pruebas
serológicas. El síntoma más común cuando una planta está siendo atacada por un virus es el
retraso del crecimiento. También es común observar amarilla miento de las hojas en forma
de mosaico. Son difícil de detectar ya que sus síntomas son confundidos con deficiencia de
nutrientes. Usualmente un análisis de suelo puede ayudar a descartar los problemas
nutricionales. Su transmisión es a través de insectos y mecánicamente a través del uso de
herramientas agrícolas contaminadas con savia de las plantas infectadas.
Si sospechas que tus plantas están siendo afectadas por uno de los patógenos arriba
mencionados es recomendable que hable con su extensionista más cercano. También puedes
enviar muestras de suelo y tejido de las plantas a un laboratorio de diagnóstico para
confirmarlo. No aplique ningún químico sin antes saber que enfermedad tiene la planta, ya
que estos son específicos a la plaga que tiene. Algunos pesticidas son muy tóxicos y su mal
uso puede causar condiciones adversas a su salud y al medio ambiente.

1.5 Resumen y discusión de la unidad.


II UNIDAD LAS RELACIONES ENTRE LAS PLAGAS Y LAS PLANTAS
Las plagas dañan las plantas en diversas formas. Se dice que causan "daño directo" cuando
destruyen sus órganos (raíces, tallos, hojas, yemas, flores, frutos o semillas) en forma parcial
o total, o las debilitan reduciendo su capacidad de producción. También existen "daños
indirectos" que pueden ser de gran importancia; por ejemplo, cuando las plagas participan en
la propagación de virus, mico plasmas, bacterias y hongos que causan enfermedades en las
plantas; cuando la presencia de insectos o cicatrices de sus daños malogran la apariencia de
los productos y reducen su valor comercial; o cuando su ocurrencia dificulta la cosecha o la
selección del producto cosechado. Las plagas que dañan directamente a las plantas Los daños
directos normalmente resultan de la alimentación de los insectos que devoran partes de la
planta o succionan sus jugos. Muchas especies de insectos se alimentan preferentemente o
exclusivamente de una clase de órgano de la planta; así las larvas de Anomis texana (Riley)
solamente comen las hojas del algodonero, y las larvas de Cydia (Laspeyresia) pomonella
(L.) solamente perforan los frutos del manzano y del peral. Otras especies varían las formas
de sus daños según la especie de la planta que atacan, el estado de desarrollo de la misma al
momento del ataque, o el estado de desarrollo del insecto que provoca el daño. Así, las larvas
de Spodoptera (Prodenia) eridania (Cramer) cuando atacan a las plantas de tomate pueden
presentarse como cortadoras de plantas tiernas, como masticadoras del follaje de plantas
medianas, y como perforadores de frutos en plantas mayores. Los escarabajos del género
Diabrotica en estado adulto comen el follaje del maíz y otras plantas mientras que en estado
larval viven en el suelo alimentándose de las raíces de las mismas plantas.
2.1 Formas en que las plagas dañan a los cultivos.
Las plagas y enfermedades transfronterizas de las plantas afectan a los cultivos alimentarios,
lo que causa pérdidas significativas a los agricultores y amenaza la seguridad alimentaria.
La propagación de las plagas y enfermedades transfronterizas de las plantas ha aumentado
drásticamente en los últimos años. La globalización, el comercio y el cambio climático, así
como la menor capacidad de recuperación de los sistemas de producción debido a la
intensificación de la agricultura durante años contribuyen a ello.

Las plagas y enfermedades transfronterizas de las plantas pueden propagarse fácilmente a


varios países y alcanzar dimensiones de epidemia. Los brotes y los recrudecimientos pueden
provocar pérdidas enormes de cultivos y pastos, poniendo en peligro los medios de vida de
los agricultores vulnerables y la seguridad alimentaria y nutricional de millones de personas
cada vez.
Las langostas, las orugas, las moscas de la fruta, la roya del trigo y las enfermedades del
banano y de la mandioca son algunas de las plagas y enfermedades transfronterizas de las
plantas más destructivas.
Las plagas y enfermedades de las plantas se propagan principalmente de tres maneras:
El comercio o el movimiento migratorio de las personas
Los factores ambientales – el tiempo y transportadas por el viento
Los insectos u otros patógenos transmitidos por vectores
Virus causantes de enfermedades de la mandioca
Los virus causantes de las enfermedades del mosaico de la mandioca y del rayado marrón
afectan al principal cultivo alimentario, la mandioca o yuca, en toda la región de los Grandes
Lagos de África oriental y meridional. En África, se calcula que la mandioca o yuca es la
fuente principal de alimentos de 70 millones de personas, ya que aporta más de 500 Kcal
diarias por persona.
La mandioca o yuca viene producida principalmente por pequeños agricultores en tierras
marginales y sus marginales de los trópicos húmedos y semihúmedos. Es una fuente eficaz
de carbohidratos, se adapta a una amplia gama de entornos y es tolerante a la sequía y a los
suelos ácidos.
El Marco Estratégico de la FAO para el programa sobre las “Enfermedades de la yuca o
mandioca en África central, oriental y meridional” (CaCESA) presta asistencia a las
poblaciones vulnerables que dependen de la mandioca o yuca por medio de la mejora del
control y gestión de las plagas y enfermedades en las regiones central, oriental y meridional
de África. La FAO brinda asistencia técnica a las instituciones nacionales a fin de establecer
sistemas eficaces de vigilancia, procedimientos integrados de gestión, capacitación y
creación de capacidad de los agricultores. Las iniciativas de la FAO fomentan enfoques
integrados, fortaleciendo los vínculos entre las partes interesadas y promoviendo la
colaboración a nivel regional.
Langosta del desierto
La langosta del desierto atraviesa los continentes en grandes nubes de insectos y constituye
una amenaza potencial a los medios de vida de una décima parte de la población mundial.
Esta plaga representa una seria amenaza a la producción agrícola de África, el Cercano
Oriente y Asia sudoccidental. Una langosta puede comer su propio peso (unos dos gramos)
de plantas cada día, lo que significa que un millón de langostas pueden comer alrededor de
una tonelada de alimentos al día; y las nubes más grandes de langostas pueden consumir más
de 100 000 toneladas al día o la cantidad suficiente para alimentar a decenas de miles de
personas durante un año.
En 2012, la langosta del desierto que amenazó el Sahel se controló gracias a la aportación
oportuna de 8,2 millones de USD y a la labor de fortalecimiento de las capacidades
nacionales y la coordinación regional llevada a cabo durante diez años en el marco del
sistema de prevención de emergencia de plagas y enfermedades transfronterizas de los
animales y las plantas (EMPRES), por conducto de la Comisión de Lucha contra la Langosta
del Desierto en la Región Occidental de la FAO.
El Servicio de información sobre la langosta del desierto de la FAO realiza un seguimiento
de la situación de la langosta y emite sistemáticamente alertas tempranas a los países y
donantes. Por medio del EMPRES y las tres comisiones regionales de lucha contra la langosta
se refuerzan constantemente las capacidades nacionales en materia de alerta temprana,
respuesta rápida y planificación de contingencia de manera que las emergencias relacionadas
con la langosta se puedan gestionar de manera adecuada y se pueda reducir la frecuencia y la
duración de sus plagas.
Royas del tallo del trigo
Las royas del tallo del trigo plantean una grave amenaza a la producción mundial de trigo
debido a la aparición continua de nuevas variedades y a su propagación por el viento. Sus
efectos son más pronunciados en las principales regiones productoras de trigo, entre las que
figuran África oriental, norte de África, Oriente Medio y Asia. Se calcula que el 37 por ciento
del trigo mundial puede verse afectado por posibles epidemias de enfermedades de la roya
amarilla, la roya negra o la roya foliar del tallo de los cereales.
La FAO fomenta y apoya los esfuerzos mundiales para realizar un seguimiento y gestionar
las royas del tallo del trigo en su calidad de miembro de la Iniciativa mundial de Borlaug
contra la roya. La Organización presta apoyo técnico a los países en riesgo de sufrir una
epidemia relacionada con las royas. La ayuda de la FAO comprende actividades relacionadas
con la creación de capacidad, vigilancia y seguimiento, sistemas de semillas, planificación
de contingencia y fortalecimiento de los vínculos entre las instituciones y las partes
interesadas, mejorando los enlaces entre los agricultores, la extensión y la investigación, la
capacitación de los funcionarios y los agricultores y las respuestas de emergencia, en caso
necesario.

2.2 Consideraciones ecológicas sobre las plagas


En los últimos 60 años, el manejo de las malezas se ha abocado a la erradicación de las
especies no deseadas, principalmente mediante el uso de herbicidas. Recientemente, esta
aproximación al manejo de las malezas ha sido altamente criticada por su costo ambiental,
social, y económico. En respuesta a dichas objeciones, se ha generado un consenso sobre la
necesidad de desarrollar programas alternativos de manejo basados no sólo en el
conocimiento de los factores que con- dicionan la abundancia e impacto de las malezas, sino
también en las consecuencias ecológicas y sociales de dichas prácticas. En este contexto, el
manejo integrado de malezas puede ser definido como un proceso de toma de decisiones que
coordina diferentes aproximaciones tecnológicas con información ambiental y conocimiento
sobre la biología y ecología de las malezas y el culti- vos. Este artículo explora los principios
ecológicos del manejo integrado de malezas y discute los factores que limitan la adopción de
dichos programas. La agroecología puede contribuir al de- sarrollo de programas integrados
de manejo si adopta una perspectiva holística de los mecanis- mos determinantes de la
abundancia, dispersión, e impacto de las malezas. Dicho conocimiento debe ser integrado
con programas educativos del manejo ecológico de las malezas que tomen en cuenta las
necesidades y el conocimiento de los productores agrícolas.
2.3 Fluctuaciones de las plagas.
Muchas poblaciones de los ecosistemas, inclusive los que han alcanzado su equilibrio,
presentan a lo largo del tiempo importantes oscilaciones numéricas que denominamos
fluctuaciones.
Las oscilaciones periódicas de las poblaciones se denominan fluctuaciones cíclicas.
Otro tipo de variaciones bruscas de una población no presenta periodicidad en sus
incrementos.
Las oscilaciones de la población se denominan fluctuaciones irregulares. Fluctuaciones de
especial interés:
Existen otras de desarrollo, entre estas se distinguen dos clases; las migraciones y las plagas.
Migraciones •Numerosas especies de animales, se desplazan en masa a otros lugares para
encontrar condiciones climáticas, alimenticias o procreadoras más favorables.
Estacionales; cuando los individuos realizan un viaje de ida y vuelta cada año.
Únicas; cuando realizan un solo viaje de ida y vuelta en toda su vida.
Emigraciones; si los individuos abandonan su lugar de origen para no regresar nunca. Plagas
•Denominamos plagas a la abundancia de cualquier organismo animal o vegetal que
perjudique o compita al hombre.
Los factores desencadenantes de este incremento numérico son las condiciones climatices, la
ausencia de depredadores naturales extinguidos por el hombre, tipo de explotación intensiva.
Las fluctuaciones se dan continuamente en los ecosistemas. Además, su número de
individuos puede cambiar no solo por cuestiones climáticas, sino también por emigraciones
o inmigraciones de unos ecosistemas a otros. Dentro de un mismo año existen periodos fríos
y cálidos, secos y lluviosos. También determinadas condiciones durante varios años seguidos
influyen en los seres vivos de un ecosistema. •En una época lluviosa y con temperaturas
suaves, la vegetación será abundante. Los herbívoros tendrán suficiente alimento y se
reproducirán en mayor número. Los depredadores tendrán más presas que atrapar, estarán
mejor alimentados y su número también crecerá.
En cambio, en épocas secas, o de temperaturas frías, la vegetación será menos densa y, por
tanto, disminuirá el número de individuos de todas las especies. Tipos de fluctuaciones en la
población Población No Fluctuante: Cuando una especie se mantiene en un nivel
relativamente constante de un año a otro aunque sufra severos cambios climáticos.
Población Cíclica: Se manifiesta cuando se grafican los datos de tiempo contra el número de
organismos de una población y se manifiestan una serie de sigmoides que se presentan con
cierta regularidad.
Población Irruptora: Es aquella que después de mantener un crecimiento homogéneo sube
exponencialmente, presentando una alta densidad en periodos muy cortos para enseguida
retomar a los niveles originales de población o incluso descender aún más
2.4 Pronóstico de ocurrencia y desarrollo de las plagas

El cambio climático causa la modificación de las temperaturas, la humedad y los gases de la


atmósfera, en especial acumulación de GEI, lo que puede favorecer el crecimiento de hongos
e insectos, alterando la interacción del triángulo de la enfermedad (hospedero - patógeno –
ambiente) y por tanto reducciones en la producción de los mismos.
Diversas investigaciones han demostrado la fluctuación en la incidencia de plagas tanto en
zonas templadas como en tropicales, asociadas a eventos de periodo de sequía y combinación
de sequía y humedad relativa alta. Bajo condiciones de clima extremo el Instituto Nacional
de Ciencias Agrícolas (INCA) de Cuba, identificaron los siguientes problemas fitosanitarios:

Efecto de las altas precipitaciones y vientos sobre la población de insectos

Estos factores influyen directamente en la dinámica de poblaciones, tasa de reproducción y


sobrevivencia. Al presentarse lluvias fuertes las plantas quedan expuestas a daños mecánicos
en sus órganos lo que la hace más susceptible al daño por patógenos y plagas, así mismo, el
daño generado a la población de arvenses dentro de un cultivo, causa una redistribución en
los hospederos de estas, migrando hacia plantas del cultivo. Adicionalmente, bajo estas
condiciones se pude presentar una redistribución de población de plagas, siendo vectores de
dispersión el agua y el viento (Vásquez, 2011).
Efectos de la sequía sobre la población de insectos

En algunos casos las condiciones de temperatura de la planta, influyen en la actividad de


ovoposición o alimentación de los insectos, lo que genera una presión de selección de
población de insectos sobre los cultivos bajo condiciones de sequía extrema. Algunos
estudios han demostrado, que bajo condiciones de sequía las plagas que más se ven
favorecidas son aquellas denominadas invasoras (Hamada, 2011). Se ha confirmado que
insectos pertenecientes al orden Hemíptera y Thysanoptera, tales como los chinches y trips,
son los más beneficiados bajo estas condiciones, puesto que el aumento en la temperatura
favorece la tasa reproductiva de estos insectos (Vásquez, 2011).
En general eventos extremos de clima pueden incidir sobre cambios en la dispersión de
insectos o plagas exóticas y alteración en la población de insectos benéficos controladores de
plagas.

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