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Reticencia
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En la reticencia el asegurado SILENCIA LA VERDAD, omitiendo informar circunstancias relevantes. La
falsedad en la manifestación implica UNA DECLARACIÓN DISTINTA, por ende falsa de la realidad. Se afirma
con razón que el asegurado debe poner en conocimiento del asegurador en forma franca y sin reservas
TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS que puedan influir en la apreciación del riesgo.‐
De comprobarse la reticencia el contrato se declara nulo.
EJEMPLOS: Declarar un vehículo de uso particular o familiar cuando en realidad se lo usa con fines
comerciales; declarar o no el equipo de GNC que debe llevar la habilitación del equipo; tomar un seguro de
vida, sabiendo que tiene una enfermedad terminal; conocer el asegurado tener diabetes, hipertensión y no
declararlo al suscribir la solicitud.
Clases de reticencia
CULPOSA: Es cuando el asegurado por una conducta negligente omite informar correctamente el
verdadero estado del riesgo (cuasi delito) Ejemplo: El asegurado olvida decir en los seguros de personas,
que es empleado bancario y practica alpinismo (deporte de alto riesgo)
DOLOSA: Es cuando el asegurado intencionalmente y de mala fe, omite su obligación de decir la verdad,
poniendo al descubierto su intención de hacer daño a la otra parte, en este caso al asegurador. Ejemplo:
Una persona que sabiendo que tiene una enfermedad terminal, toma un seguro de vida engañando
deliberadamente a la compañía.
EFECTOS: Si la reticencia es de buena fe (o no dolosa), el artículo 6 establece que queda a juicio del
asegurador declarar la nulidad del contrato o reajustarlo de conformidad al verdadero estado del riesgo. En
el primer caso, deberá devolver la prima que hubiera percibido con deducción de los gastos (emisión,
inspecciones, cartas documento, etc.). Si decide reajustarlo, puede optar por dos posibilidades:
‐ Incrementar la prima manteniendo el mismo nivel de cobertura, de acuerdo al verdadero estado del
riesgo. Este reajuste deberá hacerse desde el comienzo del contrato –no desde el momento en que se
alegó la reticencia pues el riesgo era mayor desde el principio.
‐ Reducir el nivel de cobertura (por ejemplo, reducir la suma asegurada) manteniendo la misma prima
calculada originalmente, en la misma medida de lo que el asegurado hubiera podido contratar con la prima
que se le calculó. El plazo para tomar esta decisión es el mismo –de tres meses– que el asegurador posee
para alegar la reticencia. Pero si la reticencia es dolosa –como comúnmente lo es–, la compañía anula el
contrato y no devuelve la prima.‐
Fin!