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CRÓNICA EN AZUL MONTAÑOSO…

Intervención Psicológica en Crisis y estrés postraumático en el municipio de


Ituango (Antioquia)

Paisaje Ituanguino rural- Vereda Chontaduro

Paisaje de Ituango, zona urbana


“Me paso todas la noches en la mesa de la casa, sólo me acompaña en mi tristeza,
una vieja vela, me siento solo y aburrido, sin que nadie me de consejos, sólo me doy
esperanzas, viendo esa vela en llamas”1

Este artículo abordará una experiencia subjetiva de intervención en crisis desde la


psicología, desarrollada en el municipio de Ituango, Antioquia, durante el mes de
Agosto del año 2008; intervención posterior a un atentado terrorista, perpetrado con una
bomba, en el cual murieron 7 personas y quedaron heridas 52, la mayoría de ellas,
niños, niñas y adolescentes… semillas, promesas atacadas y destruídas por el lado más
oscuro de nuestra humanidad.
En la primera parte del ensayo, se recogerá un escrito elaborado en el año 1999, un
prisma de la vivencia, elaborado durante las Jornadas Educativas de salud mental
realizadas por la Dirección Seccional de Salud de Antioquia en el Municipio de Ituango,
que reúne las primeras impresiones del autor sobre dicho lugar.
Posteriormente, se narrarán los hechos concretos del acontecimiento funesto, 9 años
después y se nombrarán algunos elementos teóricos sobre la intervención psicológica en
crisis y el trastorno por estrés postraumático, con el fin de tejer una propuesta de
intervención psicológica para reavivar la resiliencia en contextos de conflicto.

1. MONTAÑAS AZULES.

Una fortaleza conformada por montañas azules y escarpadas: Ese es ITUANGO.


Una potencia natural, perdida en un recodo de Antioquia…
Su gente golpeada por la violencia de años pasados y la consecuente miseria, se
recupera lentamente de las heridas que en el alma dejan el miedo, la incertidumbre,
el duelo y la desesperanza…
Una cultura católica mezclada con arraigadas raíces de indígenas Emberá- Katíos,
enriquecen las tradiciones de la región

Un lugar antiguo, rodeado de selvas y nubes, que sabe a cansuizos 2 y huele a tierra
húmeda. Un poblado alejado donde se puede recuperar la fe.

Ituango es uno de los municipios más grandes de Antioquia en extensión territorial,


posee todos los fríos y los calores y su zona urbana está “revocada”3, esculpida
sobre la falda de una empinada montaña, rodeada a su vez, de muchas más.

Sus habitantes afirman que el municipio tiene veredas a más de tres días de distancia
a pie y caballo, pues el paisaje es intrincado.
100 años atrás, Ituango era una jungla atestada de colonizadores, hasta hace poco,
era el escondite de los protagonistas de la guerra armada en nuestro pais…

A medida que describo esta geografía y menciono estos datos, me parece estar
hablando de parajes del alma, de lugares de la psique, de viajes míticos por la tierra,
el cielo y las aguas interiores.

1
DIRECCIÓN SECCIONAL DE SALUD DE ANTIOQUIA, Testimonio de un joven participante en las
Jornadas Educativas de Salud Mental, realizadas en el Municipio de Ituango en Junio de 1999
2
Dulce típico de la región a base de azúcar, esencia de vainilla y coco.
3
Expresión utilizada, debido a la topografía montañosa y con laderas, en la que se ubica el municipio.
Ituango es un sitio donde se encuentran las búsquedas eternas y arquetípicas de la
humanidad: El amor, la felicidad, la paz, la seguridad, la compañía, la pertenencia…
Cada vez me convenzo más de que las fronteras marcadas por estacas y alambres
son sólo ilusiones de que sin importar el color de la mirada, sea verde, café, miel,
azul; expresa siempre la misma esencia, el mismo brillo y los mismos matices de
sentimiento en todos y cada uno de nosotros.

La búsqueda del sentido de la vida y del destino como un oráculo mágico, es algo
que podemos hallar en las montañas azules de Ituango, tanto como en la saga de
Edipo y la enigmática esfinge…

2. LA MUERTE DE LA CONFIANZA Y LA SEGURIDAD.

Llevaba 15 días trabajando en Ituango. Había renunciado a un trabajo estable, en un


contexto municipal estable, junto a la estabilidad de mi familia. Me había subido en un
bus desvencijado, dispuesto a tomar el rumbo de la trocha y el barro, una carretera
interminable. Mi mente no dejaba de pensar y de preguntarse racionalmente por la
decisión que había tomado.
El bus se detuvo en un parador, con el fin de que los viajantes consumieran algunas
viandas que les permitiera continuar el largo trayecto sin hambre. Hice algunas llamadas
y leí un par de párrafos de un libro que estaba comenzando “El poder de la
coincidencia”, cuando divisé la ambulancia del Hospital hacia el que me dirigía. Lo
tomé como una señal sincrónica y me subí en ella, que me llevó hasta Ituango.
La gente se comportó muy amablemente desde el principio, haciendo lo posible para
facilitarme la vida y la adaptación.
La noche del 14 de Agosto, cuarto día de las populares fiestas de la Ituanguinidad, me
encontraba con otras personas del hospital en una caseta del parque, observando un
concierto de rock dirigido a los jóvenes de la comarca. El ambiente era festivo, la gente
se sentía tranquila, contenta, confiada.
Eran alrededor de las 10 pm. Cuando un fuerte estruendo nos distrajo del concierto.
Algunos de mis compañeros dijeron “Fue un transformador de energía”. Yo sabía que
no era así, dicho ruido no es tan fuerte. Pronto todos supimos de lo que se trataba, la
gente comenzó a correr de un lado a otro, desorientada y temiendo por sus vidas. La
policía pasó por las calles vociferando “¡Váyanse a sus casas! Tal vez haya más…”.
Éramos un grupo de 10 y pronto todos nos dispersamos, una compañera entró en pánico
y otra temía por la vida de su hermano, que se encontraba en la calle de la explosión.
Extrañamente, no me sentí angustiado ni perdí el control, así que pude brindarles
primeros auxilios psicológicos, ayudarlas a respirar, confortarlas y permitirles recuperar
el control de sí mismas. Tomé a la que quedó de la diáspora, de la mano y nos
dispusimos a irnos para mi casa, pasando cerca de la calle del infausto, confiando en
que en ese punto no podría pasar nada más.
En la casa, en la puerta, se encontraban los dueños de la casa en la que me estaba
alojando, asustados, tratando de comprender lo sucedido. Una vecina se desmoronó,
pensando en la posibilidad de que un hijo suyo hubiese caído entre los muertos… me
apresuré a tomarla casi del aire, le brindé agua e hicimos algunos ejercicios de
respiración de yoga que le permitieron dirigirse a averiguar sobre la suerte de su hijo
que, afortunadamente no sufrió daño.
Los minutos pasaban entre la impaciencia y la incertidumbre por saber quienes habían
sido los afectados por el acto terrorista. Con mi compañera de trabajo, pensamos que tal
vez lo mejor sería dirigirnos al hospital, a cerciorarnos si el personal médico –
asistencial requería apoyo.
Descendimos por la loma y llegamos nuevamente al parque, donde las ambulancias
extraían a los heridos y los muertos de la calle escenario del crimen genocida. Nos
subimos en uno de los vehículos y nos dirigimos al hospital, a contemplar un
espectáculo dantesco. En los pasillos y jardines, así como en las salas de urgencias y
hospitalización, se hallaban tendidos cuerpos mutilados, lacerados, lastimados por la
infamia. Los colores fríos del hospital se mezclaban con el ardiente color y hedor de la
sangre…
Haremos un pare del relato aquí, con el fin de introducir algunos elementos teóricos que
nos permitan comprender el contexto de una intervención psicológica, en una situación
de crisis.

¿QUÉ ES UNA CRISIS?

En general sabemos que una crisis se desata cuando las personas involucradas en ella ya
no pueden manejar la situación, convirtiéndose esta última en una situación crítica o
situación de crisis.4
La crisis aparece ante una circunstancia externa que detona un proceso interior de
angustia y amenaza de destrucción de los referentes yoicos, sobrepasando en muchas
ocasiones, los recursos personales de afrontamiento del individuo. La crisis, el
afrontamiento inadecuado de la misma, puede desencadenar un trauma, entendido este
como la no asimilación, no elaboración de la situación crítica, que genera a su vez una
serie de desórdenes psicólogicos e incluso somáticos, que transforman la personalidad
del individuo. De ahí la importancia de intervenir la crisis en primera instancia y hacer
seguimiento a la misma, para prevenir complicaciones posteriores, como el trastorno de
estrés postraumático, que se describirá posteriormente y tener la posibilidad de
promover, de fortalecer la resiliencia a partir de la crisis.
Vamos a revisar algunos elementos sobre la interpretación psicológica de las crisis,
desde la psicología analítica.
Una crisis es el descubrimiento de que nuestras fuentes de seguridad no tenían una base
real, una crisis lleva a deshacerse de algo, ¿pero de qué?... Sólo de ilusiones, disfraces y
máscaras en las que confiábamos para establecer nuestra identidad5.
Una crisis del ego puede pasarse, cuando podemos rompernos en pedazos y después
confiar en que volveremos a reconstruirnos. Nuestra confianza se basa en el hecho de
que un ego saludable tiene la habilidad de la restauración. La lógica y la coherencia son
imposibles de alcanzar en la crisis. Hacer una pausa es el protocolo adecuado, meditar
sobre las aguas turbulentas, no drenarlas… la crisis es un desafío a cambiar. Por eso, en
una crisis entramos en el vacío, vemos cuanta de nuestra seguridad era un apoyo
destinado a sostener un ego tembloroso. En estos momentos, es donde pueden emerger
los aspectos creativos de la psique. En palabras de Emily Dickinson:

“Los puntales ayudan a la casa,


Hasta que la casa está construida
Y entonces los puntales se retiran—
Y adecuada, erecta,
La casa se apoya en sí misma;
Dejando de recordar al taladro y al carpintero—
4
F:\Archivos texto\FUCN\2008\contenidosWebCTSemProf2Intcrisis\unidad1.html
5
RICHO, David, El poder de la coincidencia, Grupo Editorial Norma, 2008, Bogotá, Colombia, pág. 163
Exactamente tal retrospectiva tiene la vida perfeccionada,
Un pasado de tabla y clavo,
Y lentitud, -- entonces los andamios caen—
Afirmando un alma.”

No hay poder que se ocupe de que esto no me pase a mi. Una de las condiciones de la
existencia es que cualquier cosa puede pasarle a cualquiera. Es normal derrumbarse bajo
tal presión y después reconstruirse más tarde. El suicidio o la desesperación representan
el rechazo a esta posibilidad. Diseñamos las estrategias para toda una vida a partir del
impacto de crisis y heridas. Nuestro trabajo es desenredar y deshacer los nudos que
atamos. El sufrimiento nos suaviza cuando lo permitimos, lo soportamos y después
avanzamos. Permitir, es soltar el control. Soportar es no buscar un escape. Avanzar es no
quedar atascados en ser una víctima.
Una crisis puede ser el incentivo del momento, el dolor iniciador que nos lleva afuera, la
sincronía de un suceso no deseado y un reto para evolucionar.

TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT) 6


DIAGNÓSTICO:

El diagnóstico de TEPT requiere la exposición a una experiencia traumática extrema


que genera sentimientos de intenso miedo desesperanza y desamparo y un conjunto de
síntomas característicos que hayan demorado por lo menos 1 mes.
¿Cuál es la experiencia traumática extrema?
Ejemplos:
- Accidente severo o desastre natural
- Violación o asalto criminal
- Exposición a un combate
- Abuso físico o sexual de niños o abandono severo
- Rehén / encarcelamiento / tortura / desplazamiento como refugiado
- Ser testigo de un evento traumático
- Muerte súbita e inesperada de un ser amado

La persona tiene los siguientes tres tipos principales de síntomas:

Re-experiencia del evento traumático indicado por:

- Recuerdos angustiosos e intrusivos del evento


- Flashbacks (sentir como si el evento estuviera repitiéndose mientras se está
despierto)
- Pesadillas (el evento u otras imágenes aterradoras recurren frecuentemente en los
sueños)
- Reacciones emocionales y físicas exageradas a acontecimientos que simbolizan o
recuerdan algún aspecto del acontecimiento traumático

Evitación y embotamiento afectivo evidenciado por:

- Evitar en forma importante las actividades, los lugares, pensamientos, sentimientos, o


conversaciones que se relacionen con el trauma.
6
PACHECO, Ana Patricia, Médica Psiquiatra, ESE Hospital Mental de Antioquia
- Pérdida de interés.
- Sentirse aislado de los otros
- Emociones restringidas

Excitación aumentada indicada por:

- Dificultad al dormir.
- Irritabilidad o ataques de ira.
- Dificultad para concentrarse
- Hipervigilancia
- Respuesta de alarma excesiva.

Nota: Pregunte por el posible trauma y síntomas resultantes en pacientes que


presentan depresión, ansiedad, o problemas de abuso de sustancias ya que estos
concurren a menudo con TEPT.

INTERVENCION TEMPRANA Y PREVENCION:

¿Qué hacer inmediatamente después de la exposición a un estresor externo o


trauma?

- Ayudar al paciente a entender que es normal sentirse mal y tener síntomas ansiosos
después de un trauma.
- Dar educación acerca de las reacciones agudas al estrés y del TEPT
- Animar al paciente a hablar con la familia y amigos acerca del trauma y de los
sentimientos que experimenta al respecto.
- Educar a la familia y a otras personas representativas sobre escuchar y ser tolerantes
frente a las reacciones emocionales de los otros.
- Ayudar al paciente y a la familia a aceptar que se necesitan repetidos recuentos del
evento para facilitar la recuperación.
- Dar apoyo emocional.
- Aliviar la culpa irracional.

SELECCIÓN DEL TRATAMIENTO

Si los síntomas han permanecido por lo menos por un mes sin mejoría significativa

1. Ofrecer o referir a tratamiento psicológico.

2. Prescribir medicamentos si:

- El funcionamiento diario está severamente alterado.


- Los síntomas son severos y o persistentes.
- El paciente tiene insomnio severo.
- El paciente tiene otros trastornos psiquiátricos.
- El paciente está en psicoterapia y aún así está sintomático.

MEDICAMENTOS RECOMENDADOS:
Iniciar con medicamentos ISRS por lo menos durante 8 semanas. Evaluar la
respuesta cada 1 – 2 semanas.

Dosis recomendada (mg. / día)


Medicamento Inicio Promedio Máximo

Sertralina 25 - 50 50 - 150 200

Paroxetina 10 - 20 20 - 50 50

Fluoxetina 20 20 - 40 60

Venlafaxina 75 75 - 225 225

TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS RECOMENDADOS:

- Manejo de ansiedad: entrenamiento en relajación, respiración, actividad, detención


de pensamientos.
- Terapia cognitiva: corrección de pensamientos irracionales, especialmente culpa
relacionada con el trauma.
- Terapia de exposición: desensibilización de la ansiedad causada por recuerdos del
trauma por exposición progresiva a estos.

CUANDO REFERIR AL PSIQUIATRA

Los médicos en atención primaria pueden decidir la remisión en cualquier


momento de la evolución dependiendo de su experiencia en el manejo del TEPT. Sin
embargo se hace necesario en:
- Pacientes con síntomas severos que no han respondido por lo menos a un ensayo con
antidepresivos.
- Paciente con comportamiento o ideación suicida
- Paciente con múltiples efectos adversos
- Paciente con otros trastornos psiquiátricos severos, por ejemplo, depresión que no
mejora con tratamiento
- Paciente con abuso de sustancias
- Paciente con otros estresores vitales y/o poco apoyo social

CONTINUANDO CON LA HISTORIA…

Con los elementos anteriores, podemos reiniciar el relato, con el fin de describir las
intervenciones realizadas a partir del atentado.
Los médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, microbiólogos y con ellos todas las
personas pertenecientes a la ESE Hospital San Juan de Dios del municipio de Ituango, nos
dispusimos a atender la emergencia humanitaria, cada cual desde su saber, en
complemento con el de los demás.
Inicialmente, todo era una masa confusa de ires y venires, todos sabíamos lo que
debíamos hacer, pero no lográbamos ubicar los procedimientos, los ordenamientos del
quehacer. Sostuve algunas bolsas de suero, anoté los datos completos de los pacientes,
para la remisión inmediata, cuando llegaran los helicópteros de la Gobernación y la Crúz
Roja. En estas estaba, cuando a lo lejos vi una pequeña niña, de unos 4 años con una
fractura abierta de rodilla. Me aproximé hacia ella, era rubia, de ojos claros y, aunque la
empatía me llevaba a adivinar que su sufrimiento era enorme, ella difícilmente se quejaba,
tal vez por el medicamento que el suero le proporcionaba, tal vez por el aturdimiento de
los sentidos que genera una vivencia así, pero ella estaba concentrada en sí misma… Mi
trabajo, comprendido en aquel instante, fue acompañar su sufrimiento, ayudarle a
comprender lo sucedido y a que confiara en que todo estaría bien, que sería bien tratada,
que estaba en buenas manos. Sonriendo, ubicándome en el lugar de un objeto bueno,
acariciando sus cabellos, logré ayudarle a contener su conmoción y ella me asistió a
contener la mía. La llevé con su padrastro hasta la ambulancia que la llevaría hasta el
helicóptero. Iba llegando la medianoche.
Volví al pasillo. Esta vez encontré a un hombre, de facciones costeñas, con una camisa
roja, muy herido en sus piernas, quien me preguntó por su acordeón. Me narró lo sucedido
con la explosión y que hacía parte de un conjunto vallenato que había venido de Medellin.
Su angustia no era física… se centraba en la posible pérdida de aquel objeto que
representaba su sustento vital. También me preguntó por quien asumiría los costos de la
atención médica, ya que él no tenía seguridad social. Le aseguré que sus pérdidas
intentarían repararse y que lo importante era que tratara de mantener la calma y la
quietud, en tanto llegaba la remisión. Se calmó. Fue también remitido en el helicóptero.
Una tercera historia me esperaba aun en el extremo del vestíbulo. Un joven, tendido en
una camilla en el suelo, herido de manos, piernas y espalda, gemía de dolor y de
incertidumbre. Le pregunté la razón (Aparte de lo obvio), que lo abatía y me indagó por la
suerte de su hermana, quien caminaba a su lado en el momento del atentado. Ambos
habían salido de la finca de su tío en la tarde. Me acerqué a la funcionaria que llevaba el
listado de heridos y muertos. Afortunadamente la joven no estaba entre ellos y volví a
decírselo al muchacho, de unos 16 años, quien recobró un poco la calma y el dominio de
sí.
Los médicos seguían suturando, administrando paliativos, elaborando ordenes de
remisión. Yo me seguí ocupando de aquellas almas, de aquellas historias que trascendían
el sufrimiento físico, historias de horror, de pérdida…
Cerca de las 3 am. me fui de allí, en la entrada del hospital había una gran multitud
esperando, subí por la larga loma que ascendía al parque y, para paliar mi propio miedo en
las calles solitarias, hice varias llamadas telefónicas a mi red de apoyo emocional, para
exorcizar de algún modo el propio impacto que yo había recibido.
Al día siguiente inició la reconstrucción. Aquel día me dediqué a obtener información
de los heridos, para dar parte a los familiares, tarea compleja, ya que la mayoría de los
conmutadores de las clínicas parecen servicios de desinformación.
Los funcionarios del hospital comenzaron a demandar “Apoyo al apoyo”, un espacio de
escucha, posterior a la superación de la crisis inicial. También pensamos en la posibilidad
de intervenir terapéuticamente a los heridos y los familiares de estos y de los muertos, con
el objetivo de disminuir la aparición de síntomas del trastorno por estrés postraumático,
descrito con antelación.
Una semana después, se hicieron realidad ambos espacios. Se citó a las familias y
heridos en el aula de una Institución Educativa en la mañana y a los funcionarios de la
ESE, realizando la siguiente labor, en compañía de los demás psicólogos del municipio.

ESE HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS DE ITUANGO


PROGRAMA DE SALUD MENTAL COMUNITARIA
TALLER DE SENSIBILIZACIÓN E INTERVENCIÓN DE ESTRÉS
POSTRAUMÁTICO

OBJETIVO: Intervenir terapéuticamente a los familiares y heridos, posterior a la


emergencia por violencia acaecida en el municipio.

RESPONSABLES: EQUIPO BÁSICO DE SALUD MENTAL ITUANGO

1. Presentación y encuadre: Respeto por la palabra del otro, participación activa,


protección a contenidos íntimos.
2. Lectura de canción “Sobreviviendo” de Victor Heredia
3. Reflexión sobre la canción anterior. Pensamientos, sentimientos alrededor de
la canción y de la tragedia sufrida (Modalidad Grupo de apoyo)
4. Actividad: Píntemos un sentimiento difícil. Cada persona se sentará en una
posición cómoda e iniciará con la técnica de meditación “Zazén”, con el fin de
desacelerar la respiración y centrarse en sí mismo. Luego, cada uno tratará de
conectarse con un sentimiento difícil, relacionado con la experiencia vivida en la
emergencia humanitaria municipal (Rabia, miedo, indignación y demás). Dicho
sentimiento, será asociado con un color y cada color tomara una forma
simbólica, relacionada con el sentimiento. Hasta este momento, la actividad se
desarrollará con los ojos cerrados. Al abrirlos, cada asistente tendrá frente a él,
un cuarto de cartulina y vinilos disponibles, con el fin de representar
gráficamente, a partir de la pintura dactilar, el sentimiento experimentado y
escribirá allí mismo una cadena asociativa de palabras
5. Plenaria en subgrupos: En grupos de a 5 personas, se expondrán los trabajos
realizados, hablando de los sentimientos asociados a la experiencia vivida, con
el fin de tejer lazos, de construir redes de apoyo emocional, para generar un
efecto catártico a través de la verbalización.
6. Restituyendo el tejido: Con el fin de simbolizar la restitución del tejido social y
la elaboración de las heridas generadas en el alma del pueblo, se “tejerán”, se
pegarán los trabajos de los participantes, construyendo con ellos el mapa del
municipio. Se indagará sobre la pintura que más les llama la atención, trabajando
con la premisa de picasso “Todo el mundo ve en las pinturas, cosas que uno no
ha puesto en ellas”. La proyección será la forma de conexión emocional a través
de las imágenes.
7. Entrega de canción “Sobreviviendo”, de Víctor Heredia

MATERIALES: Cuarto de cartulina por asistente, vinilos de todos los colores, cinta de
enmascarar, listados de asistencia, copias de canción, colchonetas para trabajo en el
suelo.

ESE HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS DE ITUANGO


PROGRAMA DE SALUD MENTAL COMUNITARIA
TALLER DE SENSIBILIZACIÓN E INTERVENCIÓN DE ESTRÉS
POSTRAUMÁTICO
OBJETIVO: Intervenir terapéuticamente a los funcionarios de la ESE Hospital San
Juan de Dios, posterior a la emergencia por violencia acaecida en el municipio.

RESPONSABLES: EQUIPO BÁSICO DE SALUD MENTAL ITUANGO

1. Presentación y encuadre: Respeto por la palabra del otro, participación activa,


protección a contenidos íntimos.
2. Actividad: Píntemos un sentimiento difícil. Cada funcionario se sentará en una
posición cómoda e iniciará con la técnica de meditación “Zazén”, con el fin de
desacelerar la respiración y centrarse en sí mismo. Luego, cada uno tratará de
conectarse con un sentimiento difícil, relacionado con la experiencia vivida en la
emergencia humanitaria municipal (Rabia, miedo, indignación y demás). Dicho
sentimiento, será asociado con un color y cada color tomara una forma
simbólica, relacionada con el sentimiento. Hasta este momento, la actividad se
desarrollará con los ojos cerrados. Al abrirlos, cada asistente tendrá frente a él,
un cuarto de cartulina y vinilos disponibles, con el fin de representar
gráficamente, a partir de la pintura dactilar, el sentimiento experimentado y
escribirá allí mismo una cadena asociativa de palabras
3. Plenaria en subgrupos: En grupos de a 5 personas, se expondrán los trabajos
realizados, hablando de los sentimientos asociados a la experiencia vivida, con
el fin de tejer lazos, de construir redes de apoyo emocional, para generar un
efecto catártico a través de la verbalización.
4. Restituyendo el tejido: Con el fin de simbolizar la restitución del tejido social y
la elaboración de las heridas generadas en el alma del pueblo, se “tejerán”, se
pegarán los trabajos de los participantes, construyendo con ellos el mapa del
municipio. Se indagará sobre la pintura que más les llama la atención, trabajando
con la premisa de picasso “Todo el mundo ve en las pinturas, cosas que uno no
ha puesto en ellas”. La proyección será la forma de conexión emocional a través
de las imágenes.
5. Entrega de canción “Sobreviviendo”, de Víctor Heredia

MATERIALES: Cuarto de cartulina por asistente, vinilos de todos los colores, cinta de
enmascarar, listados de asistencia, copias de canción, colchonetas para trabajo en el
suelo.

ANEXO:

SOBREVIVIENDO
Víctor Heredia

Me preguntaron como vivía, me preguntaron;


sobreviviendo, dije, sobreviviendo,
tengo un poema escrito mas de mil veces,
en él repito siempre que mientras alguien
proponga muerte sobre esta tierra
y se fabriquen armas para la guerra
yo pisaré estos campos, sobreviviendo,
todos frente al peligro, sobreviviendo,
tristes y errantes hombres sobreviviendo,
sobreviviendo...sobreviviendo...
Hace tiempo no río como hace tiempo
y eso que yo reía como un jilguero,
tengo cierta memoria que me lastima
y no puedo olvidarme lo de Hiroshima.
Cuanta tragedia sobre esta tierra,
hoy que quiero reírme y apenas si puedo,
ya no tengo la risa como un jilguero,
ni la paz de los ríos del mes de enero;
ando por este mundo sobreviviendo,
sobreviviendo...sobreviviendo
Ya no quiero ser solo un sobreviviente,
quiero elegir el día para mi muerte.
Tengo la carne joven, roja la sangre,
la dentadura buena y mi esperma urgente,
quiero la vida de mi simiente.
No quiero ver un día manifestando
por la paz en el mundo a los animales,
como me reiría ese loco día,
ellos manifestándose por la vida
y nosotros apenas sobreviviendo...
sobreviviendo...sobreviviendo...

Ambas experiencias fueron conmovedoras. Una semana después del atentado, ya


comenzaban a aparecer algunos síntomas del trastorno por estrés postraumático, como
insomnio, inapetencia, flashbacks. Algunas historias llamativas, fueron las siguientes:

- Una señora, de unos 40 años, relataba con horror, como frente a su tienda de
abarrotes explotó la bomba. Afortunadamente ella no sufrió daño, pero no puede
borrar de su memoria las imágenes de los paquetes de galletas y tostadas
quebrándose, las bolsas de cocoa y harina explotando y llenando el aire de
niebla, toda su mercancía cayendo al suelo. Luego del impacto, la angustia
incesante al recordar que su hijo se hallaba en la calle, cerca del lugar de la
explosión. Ella y su esposo salieron a buscarlo, para encontrarlo
afortunadamente a salvo. Su dolor está marcado por las pérdidas materiales,
económicas generadas por el hecho.
- Un joven de unos 17 años, relata que se encontraba también cerca del impacto,
por lo que fue alcanzado por algunas esquirlas en varias partes de su cuerpo. Al
volver a buscar a su mejor amigo, quien había quedado atrás, lo halló
sumamente herido en el piso e intentó levantarlo, desprendiéndose un brazo de
su cuerpo casi inerte. El joven murió esa misma noche. Desde entonces, el joven
de 17 no logra conciliar el sueño, ya que aparece como un pensamiento
intrusivo, la imagen de su amigo y el miembro desprendido. A través la
intervención terapéutica a través del arte, se logra “exorcizar” la imagen, ponerla
afuera del joven, quien relata días después, haber recuperado la calidad del
sueño.
- Una mujer, también cercana del impacto por un local de comidas de su
propiedad, comienza a presentar sintomatología vegetativa: No logra comer, ni
conciliar el sueño, siente náuseas permanentemente. La verbalización del terror,
la puesta en palabras de dichos síntomas, va haciéndolos desaparecer
paulatinamente.
- Un hombre, de unos cincuenta años y una mujer, tal vez un poco menor,
casados, asisten al espacio terapéutico por un hijo muerto durante el ataque
terrorista. Él permanece lívido, impávido, imperturbable; afirma sentirse muy
tranquilo con respecto al duelo. La mujer por el contrario, solloza copiosamente.
Es notorio como la forma en que procesamos la realidad, individualmente,
genera reacciones diversas también. Por otro lado, nuestra cultura, machista,
puede dar origen a la constipación emocional, a la represión forzada de los
sentimientos de duelo.

Apoyo al apoyo, con funcionarios de la ESE Hospital San Juan de Dios de Ituango

Grupo de apoyo con víctimas de atentado y familiares de los mismos, coordinado por
psicólogos del municipio.
Cartel elaborado por Colegio Diocesano Juan Pablo II y ubicado sobre el lugar de la
explosión, en acto de homenaje a las víctimas.

Asistentes al Grupo de Apoyo

PALABRAS FINALES…

A manera de conclusiones, podemos decir que el duelo, así como el estrés


postraumático, presenta manifestaciones diferenciales, según el sujeto y sus recursos
interiores.
Pintura dactilar elaborada por joven que presenció la muerte y mutilación de un amigo
suyo, lo que le generaba pensamientos obsesivos e intrusivos.

Obra de teatro “Colombia en el planeta”, realizada por jóvenes de la Casa de la Cultura


de Ituango y que hace referencia a la resiliencia de los Ituanguinos, frente a situaciones
como la de la bomba.

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