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Teología del Nuevo Testamento

Libro: TEOLOGIADEL NUEVO TESTAMENTO

Autor: Rudolf Bultmann

Núm. de Páginas: 749

Biografía sobre el autor:

Nace en 1884. Fue profesor en Marburgo desde 1921 hasta 1951. Se asoció con K. Barth y
otros contrala vieja teología liberal de Harnack. Trabajó especialmente en estudios sobre el
Nuevo Testamento siguiendo una línea de crítica histórico-literaria. Intentó comprender el
cristianismo desde dentro, interpretándolo como una posibilidad radical del hombre. Murió
en 1976. Es uno de los escrituristas más importantes de la teología protestante.

Primera Parte:

Presupuestos y motivos de la teología neotestamentaria

1. La Predicación De Jesús: La predicación de Jesús pertenece a los presupuestos de la


teología del NT y no constituye una parte de ésta, la fe cristiana comienza a existir en el
momento en el que existe un kerigma, es decir, un kerigma que anuncia a Jesucristo como
la acción salvífica escatológica de Dios. Este kerigma es en realidad Jesucristo el
Crucificado y Resucitado. Fuente para la predicación de Jesús son los evangelios
sinópticos. En los sinópticos se nos impone la tarea de ir separando continuamente entre
tradición antigua, producto de la comunidad y redacción evangélica.

La Predicación Escatológica: predicación dominante de Jesús es la realeza divina de Reino


de Dios, significa el gobierno de Dios que pone fin al actual curso del mundo, trae la
salvación al pueblo de Dios, Dios actúa únicamente. Con tal anuncio se halla Jesús en el
contexto histórico de la expectación Judía del final y del futuro. El anuncio de Jesús está en
el contexto de la esperanza, una esperanza que no aguarda la salvación de un cambio
maravilloso de la situación social o política, sino de una catástrofe cósmica que pondrá fin
total al actual decurso del mundo. Dios ha determinado el curso del viejo mundo señalando
sus períodos y cuando llegue el día señalado por él, tendrá lugar el jurero del mundo por su
representante, el «hijo del hombre», que Viene sobre las nubes del cielo. En el contexto de
esta esperanza se halla la predicación de Jesús. Jesús tiene la convicción de que tiempo de
este mundo ha transcurrido ya: «El tiempo se ha cumplido y el reino de DIOS está cerca»
Jesús está convencido de que el actual curso del mundo se encuentra bajo la soberanía de
Satán y de sus demonios, cuyo plazo ha transcurrido ya (Lc 10, 18). Jesús toma la imagen
apocalíptica del futuro, «¡Ahora ha llegado e! tiempo! El reino de Dios irrumpe. ¡Ha
llegado el final!». Ahora es el tiempo de la alegría como en el tiempo de las bodas, el reino
de Dios está (de golpe) en medio de vosotros… (Lc 17, 21).Todo lo que el hombre puede

Hector Anibal Jacinto Recinos.


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hacer en relación con la irrupción del reino de Dios es mantenerse preparado o prepararse,
él mismo Jesús en su persona es la «señal del tiempo» Él en su persona significa la
exigencia de la decisión, la decisión debe ser radical.

La Explicación De La Exigencia De Dios: La predicación de Jesús es una gran protesta


contra el legalismo judío, la obediencia que el hombre debe a Dios y al bien se convierte en
algo puramente formal. La obediencia radical es solamente posible cuando el hombre
entiende la exigencia y la acepta por sí mismo. El error del legalismo judío se manifiesta en
lo siguiente: nunca una ley jurídica, puede comprender, encerrar, todas las situaciones
posibles de una vida individual; la predicación que Jesús hace de la voluntad del Padre
aparece como una gran protesta. Se eleva la protesta de Jesús contra el hecho de que las
relaciones para con Dios son entendidas como unas relaciones jurídicas. Dios exige del
hombre que éste obre el bien, Las antítesis del «sermón de la montaña: Pero yo os digo» Su
sentido es el siguiente: Dios reclama al hombre no sólo en la medida en que la actuación
puede ser formulada, lo que a Dios interesa, no es el qué de la acción, la materia, lo
constatable sino, el cómo, la voluntad del hombre. El hombre debe ser como un niño, que
tiene siempre la disponibilidad de dejar que le regalen, y que no conoce el recurso al
derecho ni a los méritos, De igual manera rechaza Jesús el legalismo, los méritos y el
salario: Dios paga al operario que ha comenzado a trabajar en la última hora lo mismo que
al que ha trabajado durante todo el día. Jesús sabe que Dios recompensa la obediencia fiel,
él promete salario precisamente a aquéllos que son obedientes no necesariamente por el
salario. Jesús introdujo un aire de libertad en la legislación del AT en la medida en que ésta
comprende prescripciones culticas y rituales. Dirige su polémica contra el ritualismo legal
que apunta a conseguir una corrección externa de ejecución que puede darse la mano con
una voluntad impura.

La exigencia del amor como lo positivo de la voluntad de Dios, El mandamiento: «debes


amar a tu prójimo como a ti mismo» forma, como segundo, una unidad con el primero:
«debes amar al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus
fuerzas» Las exigencias del amor superan cualquier exigencia legal; la exigencia del amor
no necesita formulación alguna; la predicación que Jesús hace de la voluntad de Dios no se
asemeja a ninguna ética de las conocidas en este mundo. La unidad de la predicación
escatológica y moral se da si entendemos el cumplimiento de la voluntad de Dios corno la
condición para poder tomar parte en el reino de Dios. Quien quiere el reino de Dios quiere
también cumplir el mandamiento del amor: la hora de la decisión a favor de Dios. «El
tiempo se ha cumplido, el reino de Dios se ha aproximado.

La Idea Que Jesús Tiene De Dios: La conciencia profética espera siempre el juicio de Dios,
Esta conciencia se basa en que para ellos aparece tan grandiosa la soberanía de Dios, La
conciencia de que la relación del hombre respecto de Dios decide sobre su destino, Dios es
para Jesús el creador, el que gobierna el mundo con su cuidado, el que alimenta a los
animales y ornamenta las flores, aquél sin cuya voluntad ningún retoño cae al suelo muerto,

Hector Anibal Jacinto Recinos.


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el que ha contado todos los cabellos de nuestra cabeza (Mt 6, 25-34). El hombre se halla a
merced de la voluntad del creador; El es el poder presente, «¡Dios de Abrahán, Dios de
Isaac, Dios de Jacob! ¡Dios altísimo, fundador de cielo y tierra! ¡Nuestro escudo y escudo
de nuestros padres!» la sencilla fórmula «¡Padre!» Dios está cerca: él escucha las oraciones
que le llegan y las entiende como el padre entiende los ruegos de su hijo. Dios es
presentado como el que exige, El hombre experimenta inmediatamente en su situación, en
el encuentro con el prójimo, lo que Dios quiere de él. Dios se encuentra delante de cada uno
también como juez y el hombre se siente responsable. El Dios del juicio y de la exigencia
es también el Dios del perdón: El perdón de Dios hace al hombre nuevo y quien quiere ser
nuevo lo recibe. Jesús no habla al pueblo como un todo sino al individuo. El juicio se
realizará no sobre los pueblos, sino sobre cada uno, que debe rendir cuentas ante Dios. En
este sentido la relación de Dios con el hombre queda fuera de las ataduras de la historia del
mundo.

La Cuestión De La Autoconciencia Mesiánica De Jesús: clarifiquemos el hecho de si Jesús


se ha sabido a sí mismo como mesías o hijo del hombre. El reconocimiento de Jesús como
aquél en quien la palabra de Dios sale al encuentro del hombre de una manera decisiva, es
el mesías, el hijo del hombre aunque no deja de ser un puro acto de fe, pero como
argumentación histórica, la misma comunidad transmite la mesianidad de Jesús, a través de
las manifestaciones, porque de no haberse sabido mesías no se hubiera manifestado a sus
discípulos. La pregunta es, si este argumento tiene peso, La consagración de Jesús como
mesías se cuenta no por un interés histórico, sino por interés de la fe. El relato del bautismo
de Jesús por Juan, expresa el significado de “el ungido” y expresa lo mismo que rey, pero
Jesús no se presentó como rey, sino como profeta y rabí, como exorcista, ciertamente que
los milagros son según la fe judía la caracterización del tiempo mesiánico, Jesús no se
presentó como juez del mundo ni como salvador sobrenatural. Ahí surge la interrogante:
qué modelo de mesías es el que representó Jesús: la narración evangélica de su actuación a
la luz de la fe mesiánica, pone de manifiesto la teoría del secreto mesiánico que confiere su
carácter peculiar al evangelio de Marcos, Jesús actuó como mesías pero su mesianidad
debía permanecer oculta hasta su resurrección.

2. El Kerigma De La Comunidad Primitiva: La comunidad primitiva, como la


tradición sinóptica lo demuestra, recibió primero la predicación de Jesús y luego llevó ella
adelante esa predicación. Jesús había sido el anunciador de la radical exigencia de Dios y
permaneció como tal en la predicación de la comunidad.

La Comunidad Primitiva Como Comunidad Escatológica: Tanto Pablo como la tradición


sinóptica ponen de manifiesto que la comunidad primitiva se entendió a sí misma como la
comunidad de los tiempos finales. Testimonio a favor de la conciencia escatológica es,
además, el hecho de que los discípulos de Jesús se trasladaron inmediatamente después de
los encuentros pascuales que tuvieron lugar en Galilea a Jerusalén, a la que constituyeron

Hector Anibal Jacinto Recinos.


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como el punto central del reino de Dios venidero. La fe en la presencia inmediata del final
domina también la misión de la comunidad primitiva.

La Significación De Jesús Para La Fe De La Comunidad Primitiva: La comunidad primitiva


se presenta como una secta escatológica dentro del judaísmo. Ella se sabe a sí misma como
la llamada y elegida comunidad del final de los tiempos. Si ella anuncia a Jesús como el
mesías-hijo del hombre no significa esto, sin embargo, el kerigma sobre Jesús como mesías
es lo primario y fundamental que confiere a todo el resto su carácter. Los títulos que la
comunidad ha aplicado a Jesús para describir su significación y dignidad han sido tomados
de la tradición de la fe judía mesiánica, la cual reúne, ciertamente, motivos de origen
diverso. Todos estos títulos tienen en común que, aunque su sentido originario haya podido
ser diverso, designan al portador escatológico de la salvación.

Comienzos De La Formación De Formas Eclesiásticas: La Iglesia como comunidad


escatológica no ha encontrado todavía ninguna expresión que le corresponda a ella en un
culto propio, ya que la comunidad no se ha desligado aún del culto del templo; están
presentes únicamente los comienzos, ya que la comunidad no solo se reúne en el ámbito del
templo, sino también en casas particulares. Un punto de arranque para el proceso de las
formas propias de culto fue, naturalmente, el bautismo y las comidas comunitarias.

3. El Kerigma De La Comunidad Helenística Antes Y En Tiempo De Pablo: La


predicación acerca de Dios y de su juicio, de Jesucristo el juez y salvador y la exigencia de
la fe. La predicación cristiana de la misión en el mundo pagano no podía ser simplemente el
kerigma cristológico; debió, por el contrario, comenzar por el anuncio del Dios único. El
ser de Dios se describe a menudo como el del creador con expresiones del AT «Tú eres
quien ha hecho el cielo y la tierra y el mar y todo lo que hay en ellos» se dice empleando un
lenguaje plenamente litúrgico en la oración de Hch 4, 24. Junto a éstas, sirven fórmulas
helenísticas (estoicas) para describir la acción creadora de Dios y su soberanía sobre el
mundo. Pablo ha tomado también otros conceptos extraños al AT, sacándolos de la
tradición de la filosofía popular, tales como conciencia, el deber, virtud, en sentido de
«virtud» de las que hay testimonios también fuera de Pablo.

El lenguaje cristiano se apropia rápidamente de la manera helenística de describir a Dios


vía negationis, en el discurso del Areópago de Hch 17, 28s se ha tomado la idea del
parentesco existente entre el hombre y Dios y que ha sido expresada incluso mediante una
cita expresa del poeta estoico Aratos y que el atributo griego divino bienaventurado se
encuentra ya en 1 Tim 1, 11.

La llamada a la fe en el único Dios verdadero es por tanto al mismo tiempo la llamada a la


penitencia, En el comienzo cristiano se hallan unidas la fe en Dios y el arrepentimiento de
las obras muertas, es decir, la penitencia o la conversión de las obras pecadoras, Dios es el
juez del mundo, al igual que es su creador. Ocasionalmente se subraya esta dependencia o

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conexión interna que ya está apuntada en el judaísmo, Así, Pablo nombra a Dios juez del
mundo. El juez escatológico y salvador Jesucristo no es otro sino el crucificado Jesús de
Nazaret, a quien Dios resucitó de entre los muertos y a quien introdujo en su función
escatológica. El Resucitado y Exaltado fue caracterizado por su humanidad anterior como
hijo de David. La significación de la muerte de Jesús como expiación por los pecados, que
debemos suponer presente ya en la comunidad primitiva, fue una realidad sin duda alguna
en la misión helenístico-cristiana; esta concepción se expresa en numerosas frases y
fórmulas en las que se afirma que la pasión y muerte de Cristo sucedió por vosotros, todos,
por los pecados o semejantes.

La Conciencia De Iglesia Y La Relación Con El Mundo: La cuestión del concepto de


Iglesia: En el cristianismo cada individuo se encuentra dentro de la comunidad y todas las
comunidades particulares juntos forman una comunidad. La comunidad de elegidos de los
últimos tiempos, y esto no solamente dentro de la comunidad primitiva, sino también en el
cristianismo helenístico. Se pone claramente de manifiesto que las comunidades
particulares son una manifestación de la comunidad universal en las expresiones que se
encuentran muchas veces en los saludos de entrada. La conciencia de iglesia contiene la
conciencia de exclusividad y delimitación frente al mundo, Lo exclusivo de la iglesia es,
sobre todo, la separación del mundo entendido como la esfera de la impureza moral y del
pecado. La comunidad es el templo santo de Dios, separada de todo lo mundano y pecador.

Segunda Parte:

La teología de Pablo y de Juan

4. La Teología De Pablo: La posición histórica de Pablo viene definida por el hecho de


que él, encontrándose dentro del marco del cristianismo helenístico, ha elevado los motivos
teológicos activos dentro del kerigma de la comunidad helenística a la claridad del
pensamiento teológico, ha llevado al plano de lo consciente las preguntas que latían dentro
del kerigma helenístico y ha conducido a tomar una decisión y de esta manera, en la medida
en que nuestras fuentes permiten emitir un juicio, se ha convertido en fundador de una
teología cristiana. La teología de Pablo representa frente a la predicación de Jesús una
nueva estructura y esto demuestra justamente que Pablo tiene su lugar dentro del
cristianismo helenístico.

El Hombre Ante La Revelación De Fe: se pone de manifiesto los conceptos antropológicos


de sóma: entendido en sentido de cuerpo físico, donde Pablo habla de sus experiencias
pneumáticas, sin duda un éxtasis en sentido místico. Que sóma puede designar tanto al
cuerpo como al hombre entero, a la persona, se basa en una manera de ver que es corriente
en el AT y en el judaísmo. De ahí se entiende que el cuerpo no es para el hombre algo así
como una cosa, como un objeto del mundo exterior, sino que es su cuerpo, que le ha sido

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dado y al que él está entregado. El hombre adquiere su primera experiencia de sí mismo en


él.

Carne, Pecado y mundo: con ello la estructura ontológica del ser del hombre tal como Pablo
la ve, no tenemos sino los presupuestos para sus expresiones ónticas sobre el hombre, Pablo
ve al hombre siempre como puesto delante de Dios. La posibilidad ontológica de ser bueno
o malo es al mismo tiempo la posibilidad óntica de tener una relación con Dios; Dios no es
para Pablo la designación mitológica de unas circunstancias ontológicas, sino que es el
Dios personal, que es el creador del hombre y que exige de éste obediencia.

«Carne» como corporeidad material del hombre, la carne de los animales que sirve para
disfrute, es la carne viviente del hombre, viviente en sus manifestaciones sensoriales y que
puede ser captada por los sentidos.

Las ideas de Pablo sobre carne y pecado van más allá de la concepción jurídica tradicional
que entiende la muerte como castigo, el pecado conduce por necesidad interna a la muerte:
si viven según la carne morirán. La muerte crece, a semejanza del organismo de un fruto, a
partir de la vida de la carne, la muerte es «fruto» de la vida de pecado, en el fondo, la
muerte está ya presente, porque el hombre «vendido» al pecado se ha perdido a sí mismo,
no se halla ya en sí mismo. El poder del pecado actúa no solamente en cuanto que domina
completamente al hombre que ha caído en él, sino que, además, empuja a todos los
hombres sin excepción a la esclavitud.

La concepción de un universo que comprende cielo, tierra con todos los seres, incluidos los
dioses y los hombres, unidos en una estructura unitaria inteligible racionalmente, son
desconocidos en el AT. El cosmos que es por una parte creación de Dios, es por otra,
ámbito del dominio de poderes demoníacos, de los «ángeles», de los «principados» y
«potestades».

El hombre bajo la fe:

La justicia de Dios; La palabra justicia tiene varios significados, se emplea tanto con un
sentido ético (como «honestidad») como con un sentido forense, significa la condición de la
salvación o los bienes salvíficos. El hombre es «Justo» o tiene la «Justicia» cuando es
reconocido como tal, y ello significa el caso en que este reconocimiento sea puesto en tela
de juicio cuando él es declarado «justo». La presencia actual de la justicia se basa en que ha
sido «revelada» por medio del acontecimiento salvífico realizado por Cristo. La disposición
del hombre en la que él recibe el regalo de la justicia de Dios y en la que se realiza la
acción salvífica de Dios es la fe.

La fe: La sumisión obediente de la fe, la aceptación de la cruz, es el abandono de la antigua


manera de entenderse que el hombre tenía, del hombre que quería vivir «para sí mismo»,

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que quería conseguir la vida por sus propios medios y que justamente por ello cae bajo el
pecado y bajo la muerte y se pierde a sí mismo

La libertad: surge del hecho de que el «redimido» no se pertenece más a sí mismo, del
hecho de que él no se preocupa ya de su propia vida, sino que deja correr tal preocupación,
se cobija totalmente bajo la gracia y se sabe como propiedad de Dios y vivir para él, la vida
de quien ha sido liberado del poder de la muerte no es un fenómeno de la naturaleza, sino la
vida del que se esfuerza, del yo que quiere, que se proyecta siempre hacia algo, que se halla
siempre ante sus posibilidades, y, en concreto, ante las posibilidades fundamentales de vivir
para sí mismo o para Dios. La libertad no es tampoco una liberación misteriosa del pecado
y de la muerte como fuerzas naturales, ni es una capacidad autómata sin decisión para
practicar en adelante únicamente el bien.

5. La Teología Del Evangelio Y De Las Cartas De Juan: Se percibe Inmediatamente la


distancia que separa a Juan tanto de la predicación de Jesús como de la comunidad más
primitiva. Se discute todavía hoy si Juan ha conocido uno o varios de nuestros sinópticos;
en cualquier caso, no se puede probar con seguridad. Las narraciones de milagros, que
presumiblemente, ha tomado el evangelista de una fuente escrita, muestran estilísticamente
un estadio de desarrollo ulterior al de la tradición sinóptica. Estos presentan conversaciones
cortas de enseñanza o de disputa, en las que Jesús responde a quien le pregunta con buena
voluntad o a los adversarios.

En lugar de esto, encontramos en Juan un discurso largo de Jesús o una conversación


ocasionada por los milagros o por expresiones o conceptos que encierran un doble sentido,
tales como el «nacer de lo alto», En tales discursos y discusiones se encuentran trenzados
los pocos lógia que Juan ha tomado de la tradición sinóptica. En Juan, Jesús ni aparece
como el rabbí que discute cuestiones sobre la ley, ni como el profeta que anuncia la
inmediata irrupción del reino de Dios. El habla, más bien, únicamente de su persona como
ser revelador enviado por Dios.

El dualismo de Juan: La predicación de Juan consiste en el anuncio de que Dios ha amado


tanto al mundo que ha enviado a su Hijo «unigénito», no para juzgarlo, sino para salvarlo,
el mundo sería digno de juicio, porque «el mundo entero está sumido en el mal», necesita
ser liberado.

Se describe directamente la esencia del mundo como mentira cuando Jesús echa en cara a
los «judíos» que no quieren escucharle porque descienden del diablo, es decir, de la mentira
y por ello no creen cuando Jesús dice la verdad. Jesús que ha venido al mundo para dar
testimonio de la verdad.

Al rebelarse contra Dios, el mundo continúa siendo su criatura; es decir, el hombre puede
producir únicamente una apariencia de realidad, que, en realidad, es mentira, es nada

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porque él, en cuanto creatura, no vive de sí mismo, como Dios, sino de un principio del que
él no puede disponer, el cual tiene poder sobre él.

El juicio del mundo: Es Jesús, que aparece en un tiempo posterior al Bautista y de quien
puede decirse, sin embargo, que existía antes que éste, quien afirma de sí mismo que existía
antes de que Abrahán existiese; más aún, que él existía antes de la fundación del mundo, en
quien creen los cristianos como en el que existe.

En todos los títulos se expresa que Jesús es el portador escatológico de salvación, que su
venida es el acontecimiento escatológico.

La fe: La voluntad de Dios no exige cosa alguna sino la fe. Únicamente en la fe se ve la


cosa testimoniada y se reconoce al testigo como legítimo; con otras palabras, sólo a la fe se
le hace accesible el objeto de fe. Pero quien tiene en la fe este testimonio, tiene con ello
justamente la vida: y éste es el testimonio: Dios nos ha dado la vida eterna.

Tercera Parte:

La evolución hacia la Iglesia antigua

6. Nacimiento y primer desarrollo de la organización eclesiástica: Ninguna comunidad


humana puede existir en la historia sin poseer una organización de la vida de comunidad,
Se sobreentiende, por tanto, el que fueran formándose poco a poco dentro de las
comunidades primitivas cristianas unas reglamentaciones; con el crecer de las comunidades
y con la difusión del cristianismo fueron configurándose las reglamentaciones, unificándose
y consolidándose hasta llegar a crear o a nacer la organización de la primitiva iglesia. El
proceso que vamos a describir a continuación se encuentra, pues, dentro del marco de la
pregunta decisiva de sí y en qué medida la reglamentación naciente respondía y permaneció
fiel a la esencia de la ekklesia como comunidad escatológica que se constituye por la
palabra de la predicación:
La iglesia se entiende a sí misma originariamente como el pueblo de Dios, como la
comunidad de los santos, de los llamados a vivir fuera del mundo, de los desmundanizados.
Ella percibe su carácter de trascendencia en los dones del Espíritu que actúan en ella.

7. El desarrollo de la doctrina: Según Jds 3 la doctrina católica es la fe transmitida de


una vez para siempre a los santos, la palabra que les fue transmitida desde el principio, la
Iglesia cristiana, en cuanto llamada por la Palabra y constituyéndose continuamente por
ella, necesita de la tradición.
El cristianismo no se convirtió en religión de misterios porque en él la salvación no se basa
primariamente en el culto sacramental que quiere transmitir fuerzas divinas por medio de
elementos materiales, sino sobre el anuncio de la Palabra, en la que el oyente encuentra la

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gracia de Dios y que le exige la fe personal. La autoridad apostólica continúa viva también
en la tradición escrita, la unidad de la doctrina fue asegurada por el canon y no por medio
de una dogmática normativa. El canon del NT no fundamenta como tal la unidad de la
Iglesia. En todas las comunidades fue adorado Jesucristo como el portador de la salvación.
Se le confiesa en el bautismo, se le honra en el culto como al Señor presente, se espera que
él venga como Juez y liberador. El concepto de salvación es unívoco únicamente en la
medida en que la salvación significa en cualquier caso vida y liberación de la muerte.
Predominan las expresiones en las que se presenta la salvación como algo futuro. Cristo
aparecerá un día «para liberación» de quienes lo esperan, de aquellos que por la fuerza de
Dios y en virtud de la fe serán preservados, para la salvación dispuesta ya a ser revelada en
el último momento.
La salvación se encuentra actualmente en la Iglesia, entendida como cuerpo de Cristo, en la
que son recibidos los creyentes por medio del bautismo. La comunidad cristiana es una casa
espiritual, un sacerdocio santo, raza santa, lo que incluye, al mismo tiempo, la obligación
de comportarse santamente. Los cristianos deben saberse frente al mundo.

8. El problema de la conducta cristiana: La comunidad se encontró desde un principio


con el problema de la conducta cristiana; se presentaba en primer lugar no sólo ni
únicamente como un problema de la praxis de la vida, sino, sobre todo, como un problema
de la autocomprensión cristiana. El problema consiste, por consiguiente, en la pregunta:
¿cómo se entiende la relación de presente y futuro, de indicativo e imperativo? Pablo
solucionó el problema mediante su concepción de la libertad cristiana. Y concibió la
relación entre el presente y el futuro como algo dialéctica. El hombre, liberado de la culpa
pasada, recibe ahora una nueva chance para poder comenzar de nuevo, pero se halla a
expensas de sus propias fuerzas para hacerse digno, mediante la obediencia, de la salvación
futura. En la oración de la comunidad de 1 Clem 60, 1 se implora el perdón de los pecados
invocando la misericordia divina. Al hecho de que no se percibe ya radicalmente la
seriedad del pecado corresponde el que tampoco se entienda radicalmente la gracia de Dios.
La preocupación por la pureza de la comunidad no se fundamenta únicamente en el interés
por la salvación del individuo, sino que es deseo de la comunidad como totalidad, ya que
ella debe y quiere ser como conjunto la comunidad de los santos. En interés de ella se forja
una disciplina que educa a los individuos por medio de exhortaciones y castigos y en casos
extremos expulsa a los miembros indignos. Pero no solamente una conducta indigna pone
en peligro la pureza de la comunidad, sino también la doctrina falsa.

Hector Anibal Jacinto Recinos.

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