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Bolilla 14: Servidumbres.

Tema 1: Servidumbres. Antecedentes. Definición. Objeto. Caracteres. Distintas clasificaciones.


Modos de constitución. Duración. Legitimación. Transmisibilidad.

Definición:
Art. 2162. Definición. La servidumbre es el derecho real que se establece entre dos inmuebles
y que concede al titular del inmueble dominante determinada utilidad sobre el inmueble
sirviente ajeno. La utilidad puede ser de mero recreo.

Frente a los ciento treinta y ocho artículos que Vélez dedicara a la materia en el anterior Código, el presente
texto legal, lo reduce en veintiún artículos ordena- dos en cuatro capítulos, en su Libro cuarto, Título XII.
Se trata de una simplificación del contenido que pretende esclarecer los derechos del titular del fundo
dominante y del titular del fundo sirviente.

Respecto de la definición, el nuevo artículo, a diferencia del Código sustituido, menciona expresamente en
su definición, a la heredad o predio dominante como aquel en cuyo beneficio se ha constituido la
servidumbre, mientras que la heredad o predio sirviente es aquel sobre el cual se ha constituido la
servidumbre, ya sea personal o real.

En cuanto al contenido de la servidumbre, podrá serlo determinada utilidad para el titular del inmueble
dominante, aunque fuere de mero, sobre el inmueble sirviente.
Se elimina de la definición la parte final del anterior art. 2970, relativa a que la servidumbre podía consistir
en "impedir que el propietario ejerza algunos de sus derechos de disposición". La doctrina ha expresado al
respecto que la servidumbre nunca podía conducir al vaciamiento material del estatuto del propietario.

En el presente texto se eliminó la regulación independiente de las servidumbres típicas (tránsito, acueducto,
recibir aguas y sacar agua), contempladas en el Código sustituido.
Se da fin al debate establecido acerca de si los derechos reales de usufructo, uso y habitación eran
servidumbres o si, por el contrario, constituían derechos reales autónomos.

Concepto: Es el derecho real que se establece entre dos inmuebles y que concede al titular del
inmueble dominante determinada utilidad sobre el inmueble ajeno, que puede ser de mero
recreo.

Caracteres:
- Derecho real: participa de todos los atributos propios de los derechos reales. Está enumerado de manera
autónoma en el art. 1887, inc. 1 del texto vigente. Se deduce de ello su inmediatez y su absolutez en el
sentido de Oponibilidad erga omnes (Díez-Picazo).
- Principal: Es de carácter principal, diferenciándose de los derechos reales accesorios de un crédito en
función de garantía como la hipoteca, la anticresis y la prenda.
- Cosa ajena: recae sobre cosa ajena. La misma norma aclara que con relación al dueño de la cosa, los
derechos reales sobre cosa ajena constituyen cargas o gravámenes reales. Deben existir dos inmuebles
(fundo dominante y sirviente), que pertenezcan a propietarios distintos, pues nuestro derecho no admite la
servidumbre sobre cosa propia.
La precisión de que la servidumbre recae sobre "un inmueble ajeno" desecha toda posibilidad de que en
nuestro derecho positivo civil pueda calificarse como servidumbres a derechos que recaigan sobre cosas
muebles. No sólo es inexorablemente inmueble la cosa sobre la cual gravita la carga real, o sea el objeto
sirviente, sino que también lo es el objeto dominante
- Registrable: Afirma el texto legal, que los derechos reales recaen sobre cosas registrables cuando la ley
requiere la inscripción de los títulos en el respectivo registro a los efectos que correspondan
- No se ejerce por la posesión: Se dispone que las servidumbres positivas se ejercen por actos posesorios
concretos y determinados, que serán los que se compadezcan con la respectiva servidumbre, no implicando
dichos actos que el titular de la servidumbre ostente la posesión del fundo sirviente. Existe ánimo de ejercer
la servidumbre, y no el dominio u otro derecho real.
- Perpetuo o temporario: La servidumbre es un derecho real que puede ser perpetuo o temporario. Se
juzgan que son perpetuas si no hay convención en contrario.
- Indivisible: El texto vigente nada establece en punto a la indivisibilidad de las servidumbres "consideradas
como cargas y como derechos", como lo hacía el Código sustituido, pero así deben considerarse ya que
aquélla se funda en la naturaleza misma de las servidumbres, independientemente de su ejercicio.
Lo que no se divide es el derecho. Las servidumbres se reconocen indivisibles en cuanto derechos y como
cargas, de manera que son debidas a cada parte del fundo dominante por cada parte del fundo sirviente; y si
los propietarios son varios, cada cotitular del fundo dominante aprovechará de toda la servidumbre, y cada
cotitular del fundo sirviente deberá soportarla.
- Utilidad para el fundo dominante: La servidumbre debe reportar una ventaja al fundo dominante.
- Recae sobre inmueble.

Objeto de las Servidumbres:


Art. 2163. Objeto. La servidumbre puede tener por objeto la totalidad o una parte material
del inmueble ajeno.

En cuanto al objeto, se Se mantiene el criterio del Código sustituido en relación a que para que exista este
derecho real deben existir dos inmuebles: uno que soporta la carga, el cual se denomina "fundo sirviente", y
otro que se beneficia con ella, sea directa o indirectamente, y que se llama "fundo dominante".
En el nuevo texto legal, se admite que la servidumbre pueda tener por objeto una parte material del
inmueble sirviente.

Siendo que el derecho real de servidumbre recae sobre inmuebles y para que se constituya este derecho
real deben existir dos fundos, uno dominante y otro sirviente, dichos inmuebles han de pertenecer a
propietarios distintos.

Nuestro derecho no admite la servidumbre sobre cosa propia (nemini res sua servit ), o sea que siempre
este derecho real debe recaer sobre una cosa ajena, por ello si el propietario del fundo dominante adquiere
el fundo sirviente, la servidumbre se extingue por confusión.

Distintas Clasificaciones:
Art. 2164. Servidumbre positiva y negativa. La servidumbre es positiva si la carga real
consiste en soportar su ejercicio; es negativa si la carga real se limita a la abstención
determinada impuesta en el título.

Art. 2165. Servidumbre real y personal. Servidumbre personal es la constituida en favor de


persona determinada sin inherencia al inmueble dominante. Si se constituye a favor de una
persona humana se presume vitalicia, si del título no resulta una duración menor.

Servidumbre real es la inherente al inmueble dominante. Se presume perpetua excepto


pacto en contrario. La carga de la servidumbre real debe asegurar una ventaja real a la
heredad dominante, y la situación de los predios debe permitir el ejercicio de ella sin ser
indispensable que se toquen.
La servidumbre real considerada activa y pasivamente es inherente al fundo dominante y al
fundo sirviente, sigue con ellos a cualquier poder que pasen y no puede ser separada del
fundo, ni formar el objeto de una convención, ni ser sometida a gravamen alguno.
En caso de duda, la servidumbre se presume personal.

En el nuevo texto legal, se elimina la clasificación de servidumbres aparentes, no aparentes y continuas,


discontinuas, así como las activas y pasivas.
Se conserva la distinción entre servidumbres positivas (servidumbres in patiendo ) y negativas (servidumbres
non faciendo).

En el nuevo art. 2165, se presume la perpetuidad de las servidumbres reales si no se ha establecido en el


acto constitutivo un plazo de duración, juzgándose perpetuas si no hay convención que las limite, o
temporarias si existiese un plazo estipulado.

CLASIFICACIÓN
1) Servidumbre positiva y negativa: La servidumbre es positiva si obliga al titular del fundo sirviente a dejar
hacer algo a un tercero, y es negativa si implica que el propietario debe asbtenerse de hacer algo.
Ejemplo de la primera es la servidumbre de tránsito y la de sacar agua. De la segunda, la de no edificar, o
la de no realizar determinado tipo de actividades en el fundo gravado por parte de su titular.
La servidumbre es un derecho real para el titular del fundo dominante, y una carga real que debe
soportar el titular del fundo sirviente. Bajo esta premisa, es positiva si la carga real consiste en soportar
su ejercicio; es negativa si la carga real se limita a la abstención determinada impuesta en el título.
El anterior articulado del Código sustituido, vinculaba esta clasificación con el tipo de carga que sufre la
heredad sirviente: la servidumbre era afirmativa cuando consistía en un dejar hacer (in patiendo) por
parte del titular del fundo sirviente y era negativa cuando consistía en un no hacer (non faciendo) por el
titular del fundo sirviente.

2) Servidumbre real y personal: La servidumbre real es inherente al inmueble dominante y debe procurar
una ventaja real a éste. En este caso la utilidad que procura al fundo dominante beneficia directamente
a la heredad misma, con independencia de la persona de su propietario; y es por eso que la servidumbre
real, resulta inherente a los fundos dominante y sirviente, inseparable de ellos, y pasa con ellos a manos
de cualquier persona que se convierta en su propietario. Si no se ha establecido plazo de duración en el
acto constitutivo (temporaria), se presumen perpetuas.
La servidumbre personal es la constituida a favor de persona determinada sin inherencia al inmueble
dominante. No puede durar más que la vida de la persona a cuyo favor se ha establecido, por eso se
presume vitalicia cuando lo es a favor de persona humana y acaba con la muerte de este titular
cualquiera sea el plazo estipulado. Si el derecho se ha conferido a una persona jurídica, sólo dura
cincuenta años siendo prohibida todo pacto en contrario.
Es intrasmisible mortis causa, sin perjuicio del derecho de acrecer para la servidumbre a favor de varias
personas, el que debe preverse expresamente en el título.

Es trascendental que en el título constitutivo se establezcan concreta y claramente todas las


características de la servidumbre.

Legitimación:
Art. 2168. Legitimación. Están legitimados para constituir una servidumbre los titulares de
derechos reales que recaen sobre inmuebles y se ejercen por la posesión. Si existe
comunidad debe ser constituida por el conjunto de los titulares.

En el anterior texto legal, se reglamentaba con exceso lo concerniente a las personas que pueden establecer
o adquirir servidumbres, repitiendo además principios generales o preceptos particulares estatuidos en
otros títulos.
En el actual Código, se mantiene un criterio general, otorgando legitimidad a los titulares de los derechos
reales que recaen sobre inmuebles y se ejercen por la posesión, a excepción de los titulares de la
servidumbre y la hipoteca.
En cuanto a la capacidad, se eliminaron las disposiciones del CC donde se establecía que la capacidad para
establecer o adquirir servidumbres era regida por las disposiciones para establecer o adquirir el derecho real
de usufructo.

De acuerdo al nuevo texto legal, que mantiene el criterio anterior, están legitimados para establecer
servidumbres sobre el predio sirviente, los titulares delos derechos reales que recaen sobre inmuebles y se
ejercen por la posesión como el dueño del inmueble, los condóminos y el usufructuario.

El Código sustituido establecía que el nudo propietario podía constituir servidumbres sobre el predio sujeto
a usufructo. Si bien el Código actual no contiene una disposición expresa en tal sentido, incluye entre los
derechos del nudo propietario, la disposición jurídica y material de la cosa con la única limitación de "no
turbar el uso y goce del usufructuario", por lo que se entiende que sí puede el nudo propietario constituir
nuevas servidumbres sobre el mismo predio en tanto se respete tal limitación.

Si existe comunidad, se requiere el consentimiento de todos los integrantes aplicándose en este caso lo
establecido para el condominio y las reglas de la división de herencia en tanto sean compatibles.

En el caso de que la servidumbre sea personal, puede establecerse a favor de varias personas, pero ellas
carecen de derecho de acrecer, salvo que se establezca por convención lo contrario. En este supuesto se
estará a lo que se haya establecido en forma expresa en el título de constitución.
Se prohíbe que se establezca servidumbre personal a favor de varias personas que se suceden entre sí, a
menos que el indicado en un orden precedente no pueda o no quiera aceptar la servidumbre.

El usufructuario, en tanto titular de un derecho real que se ejerce por la posesión, puede constituir
servidumbres en los términos del art. 2142, cuya duración quedará limitada a la duración del usufructo.

Modos de Constitución:
Art. 2169. Prohibición de servidumbre judicial. En ningún caso el juez puede constituir una
servidumbre o imponer su constitución.

Art. 2170. Presunción de onerosidad. En caso de duda, la constitución de la servidumbre se


presume onerosa.

Art. 2171. Modalidades. La servidumbre puede sujetarse a cualquier modalidad.

En el nuevo texto legal, se mantiene el criterio anterior en esta materia, con algunas innovaciones.
En la nueva normativa, quedan establecidas las siguientes formas de adquisición: por contrato (oneroso o
gratuito), por disposición de última voluntad, que podrá sujetarse a cualquier modalidad, y por imperativo
legal.
Como innovación, quedan eliminados, los supuestos de adquisición por destino del padre de familia y
servidumbre que revive, o por usucapión, al suprimirse las clasificaciones de servidumbres aparentes y no
aparentes y, continuas y discontinuas.

Modalidad: Al ser constituida por título, pueden sujetarse a cualquier modalidad, como una condición,
plazo y cargo.
Duración: En cuanto al plazo, en el caso de las servidumbres personales éstas se extinguen por la muerte
del titular y a los 50 años si éste fuera persona jurídica, estando prohibida toda estipulación en contrario; en
cambio las reales se juzgan como perpetuas de no haber pacto en contrario que las limite en el tiempo y
surja del acto constitutivo.

Constitución: Del texto legal surge que pueden adquirirse por contratos onerosos o gratuitos, por
disposición de última voluntad, en este caso el testador podría establecerlo mediante cláusula expresa,
mientras no afecte la legítima de los herederos forzosos.
Se prohíbe expresamente la constitución por el juez o impuesta judicialmente (art. 2169) y quedan
eliminados, los supuestos de adquisición por destino del padre de familia y servidumbre que revive, así
como la posibilidad de la adquisición por usucapión.
Para su adquisición derivada entre vivos se requiere título suficiente, entendiendo por tal el acto jurídico
revestido de las formas establecidas por la ley, que tiene por finalidad transmitir o constituir derechos
reales.
En cuanto al modo, parte de la doctrina, considera que siempre es necesaria la tradición (Salvat) o que el
fundo sea entregado para el ejercicio de la servidumbre. Otros autores, consideran que no hay tradición sino
que ella se reemplaza por el ejercicio efectivo o por el título si es negativa (Lafaille). En la actualidad para su
análisis nos remitimos al art. 1892, del que surge ex- presamente, en cuanto al modo suficiente, que el
primer uso en las servidumbres positivas es modo suficiente de adquisición.

Forma: En cuanto a la forma que debe revestir el título suficiente, deberá redactarse en escritura pública.
Cuando la constitución sea a título gratuito, habrá de ser instrumentada por escritura pública bajo pena de
nulidad.
Si la servidumbre se constituye por testamento, la disposición debe ser la expresión directa de la voluntad
del testador y bastarse a sí misma, no pudiendo ser dejada al arbitrio de un tercero.
El documento de constitución o trasmisión de la servidumbre habrá de ser inscripto en el Registro de la
Propiedad Inmueble para su publicidad y oponibilidad a terceros.

Transmisibilidad:
Art. 2172. Transmisibilidad. Ninguna servidumbre puede transmitirse con independencia del
inmueble dominante.
La servidumbre personal es intransmisible por causa de muerte, sin perjuicio de lo dispuesto
para la servidumbre a favor de varias personas con derecho de acrecer.

El nuevo texto legal, aclara que ninguna servidumbre puede transmitirse con independencia del inmueble
dominante.
Es así que le otorga a la servidumbre personal el carácter de vitalicia cuando lo es a favor de persona
humana y acaba con la muerte de este titular, si no se hubiera convenido un plazo que puede ser menor al
de la vida del titular; esta solución es clara consecuencia de la imposibilidad de transmisión mortis causa.

Dicha regla antes se aplica sin perjuicio del derecho de acrecer contemplado en el art. 2167 para la
servidumbre a favor de varias personas, el que debe pactarse expresamente en el título.
Cuando la servidumbre es constituida a favor de persona jurídica, se extingue con ésta o a los 50 años de su
constitución (art. 2182, inc. c), si no se pactó menor duración.

Tema 2: Derechos y obligaciones del titular dominante. Ejecución por acreedores. Deber de
comunicación al sirviente. Derechos y obligaciones del titular sirviente.

Derechos y Obligaciones del TITULAR DOMINANTE:


Art. 2173. Derechos reales y personales. El titular de una servidumbre puede constituir sobre
ella derechos personales con relación a la utilidad que le es conferida, sin eximirse de su
responsabilidad frente al propietario. No puede constituir derechos reales.

Art. 2174. Extensión de la servidumbre. La servidumbre comprende la facultad de ejercer


todas las servidumbres accesorias indispensables para el ejercicio de la principal, pero no
aquellas que sólo hacen más cómodo su ejercicio.

Art. 2175. Ejercicio. El ejercicio de la servidumbre no puede agravarse si aumentan las


necesidades del inmueble dominante, excepto que se trate de una servidumbre forzosa.

Se han eliminado en este sector gran cantidad artículos que de manera sobreabundante originaban
controversias para su interpretación. El Código sustituido había reglamentado excesivamente y sin mucho
método, el régimen de los derechos y obligaciones del titular del fundo dominante y sirviente. Con la nueva
normativa, se simplifica y aclara estos derechos y obligaciones.

El titular del fundo dominante puede ejercer los derechos que le asisten como propietario del inmueble
dominante y a su vez las facultades que le confiere la servidumbre sobre el predio sirviente.

El titular de una servidumbre puede constituir sobre ella derechos personales con relación a la utilidad que
le es conferida, sin eximirse de su responsabilidad frente al propietario. Es prohibido al titular dominante
constituir derechos reales. Es decir la servidumbre no puede ser gravada ni someterse a otros derechos
reales o cargas reales, tales como el usufructo, el uso o la hipoteca.

El ejerció de la servidumbre no puede exceder las necesidades del predio dominante en la extensión que
tenía cuando fue constituida. Es decir su alcance se rige, como principio, por los términos del título
constitutivo de origen.

Por otro lado al establecerse la servidumbre se entiende que el titular del predio dominante tiene la facultad
de ejercer las servidumbres accesorias indispensables para el ejercicio de la principal. En el anterior Código,
se ponía un claro ejemplo cuando establecía que la servidumbre de sacar agua, supone el "derecho de pasar
para sacar agua". Es decir, las servidumbres accesorias dependen claramente de la principal, a la que sirven
y son razón de su existencia, por lo que su uso es permitido sólo en función del goce principal y no para
otros fines.
Se otorga la facultad al titular del fundo dominante de ejercer todas las servidumbres accesorias
indispensables para el ejercicio de la principal, pero no aquellas que sólo hacen más cómodo su ejercicio.

Prohibición de agravar la situación del fundo sirviente: El ejercicio de la servidumbre no puede agravarse si
aumentan las necesidades del inmueble dominante, excepto que se trate de una servidumbre forzosa. El
artículo 2175 se refiere a que la servidumbre no puede exceder las necesidades del predio dominante en la
extensión que tenía cuando fue constituida.
El anterior art. del Código sustituido establecía que cuando la servidumbre había sido constituida para un
uso determinado, no podría ejercerse para otros usos.

Art. 2176. Mejoras necesarias. El titular dominante puede realizar en el inmueble sirviente las
mejoras necesarias para el ejercicio y conservación de la servidumbre. Están a su cargo, a
menos que el gasto se origine en hechos por los cuales debe responder el titular del inmueble
sirviente o un tercero.
Art. 2177. Trabajos contrarios al ejercicio de la servidumbre. El titular dominante puede
obligar a quien hizo en el inmueble sirviente trabajos que menoscaban el ejercicio de la
servidumbre a restablecer la cosa a su estado anterior, a su costa. Si el inmueble sirviente
pasa a poder de otro, éste sólo debe tolerar la realización de las tareas, sin poder reclamar
contraprestación alguna.

El titular del fundo dominante puede realizar en el inmueble sirviente las mejoras necesarias para el
ejercicio y conservación de la servidumbre. En el supuesto que el titular del fundo sirviente le negara la
posibilidad de realizar tales tareas, el dominante podría acudir a la acción confesoria.

Ejecutar los trabajos mencionados configura no sólo un derecho sino incluso un imperativo del propio
interés del propietario del fundo dominante, ya que esa ejecución no puede ser demandada al propietario
del fundo sirviente; porque una servidumbre nunca puede consistir en un hacer por parte del fundo
sirviente, éste no debe efectuar ningún desembolso, ni llevar a cabo ningún trabajo, ya que tiene que
limitarse a permitir que el fundo dominante goce de su derecho de servidumbre, pero no tiene la obligación
de hacerlo gozar, sino sólo el deber de sufrir el ejercicio de aquélla.

Los gastos de las mejoras están a cargo del titular del fundo dominante, a menos que el gasto se origine en
hechos por los cuales debe responder el titular del inmueble sirviente o un tercero. La doctrina clásica ha
expresado que los gastos son a cargo del dominante, aun cuando se hicieran necesarios por un vicio
inherente al fundo sirviente.

Ejecución por acreedores y Deber de comunicación al sirviente:


Art. 2178. Ejecución por acreedores. En ningún caso la transmisión o la ejecución de la
servidumbre pueden hacerse con independencia del inmueble dominante.

Art. 2179. Comunicación al sirviente. El titular dominante debe comunicar al titular sirviente
las perturbaciones de hecho o de derecho sufridas en razón del ejercicio de la servidumbre. Si
no lo hace, responde de todos los daños sufridos por el titular sirviente.

El Código anterior preveía y se ocupaba de establecer de manera clara, que ocurría en el caso que con
posterioridad a la constitución de la servidumbre tanto el predio dominante o sirviente se dividieran en
inmuebles separados dando lugar a inmuebles distintos que pudieran pasar a distintos propietarios.
En referencia a este tema el texto vigente en forma muy breve hace alusión y establece que en ningún caso
la transmisión o la ejecución de la servidumbre pueden hacerse con independencia del inmueble dominante
(art. 2178) y si el inmueble sirviente pasa a poder de otro, éste sólo debe tolerar la realización de las tareas,
sin poder reclamar contraprestación alguna (art. 2177).

En cuanto a la protección legal de la servidumbre, el texto legal actual solo menciona a las acciones reales,
no contiene un artículo como el que tenía el anterior Código sustituido, donde el titular del fundo
dominante tenía las acciones y excepciones reales, los remedios posesorios extrajudiciales, y las acciones y
excepciones posesorias.
Sin embargo parte de la doctrina expresa, que como el art. 1891 actual, establece que las servidumbres
positivas se ejercen por actos posesorios concretos y determinados sin que el titular ostente la posesión,
tornaría viables aquellas defensas, ya que ese ejercicio sería análogo a la posesión.

En cuanto a las servidumbres negativas, la cuestión se complica, ya que no habrá ejercicio por actos
posesorios, pues en caso de ataque al derecho, sólo se podría recurrir a la acción real confesoria y no a las
rápidas defensas posesorias, ni tampoco a los interdictos procesales, ya que éstos requieren posesión o
tenencia.

Deber de comunicación al sirviente: El titular dominante debe comunicar al titular sirviente las
perturbaciones de hecho o de derecho sufridas en razón del ejercicio de la servidumbre. Si no lo hace,
responde de todos los daños sufridos por el titular sirviente. Si el inmueble sirviente pasa a poder de otro,
éste sólo debe tolerar la realización de las tareas, sin poder reclamar contraprestación alguna.

El texto legal establece que si turbare el ejercicio de la servidumbre el titular dominante puede exigir el cese
de la turbación; y si la servidumbre es onerosa, puede optar por una disminución del precio proporcional a
la gravedad de aquélla.
Al titular del fundo dominante se le concede expresamente la acción real confesoria, bastándole al actor
probar su derecho de poseer el inmueble dominante y su servidumbre activa.

Pero si alguno pretendiera arrogarse sobre un inmueble una servidumbre indebida, el dueño podrá intentar
la acción real negatoria. Así el art. 2262 expresa: "La acción negatoria compete contra cualquiera que impida
el derecho de poseer de otro, aunque sea el dueño del inmueble, arrogándose sobre él alguna servidumbre
indebida..." y el art. 2263 dice: "Al demandante le basta probar su derecho de poseer o su derecho de
hipoteca, sin necesidad de probar que el inmueble no está sujeto a la servidumbre que se le quiere imponer
o que no está constreñido por el pretendido deber inherente a la posesión".

DERECHOS del TITULAR SIRVIENTE:


Art. 2180. Disposición jurídica y material. El titular sirviente conserva la disposición jurídica y
material que corresponde a su derecho. No pierde el derecho de hacer servir el predio a los
mismos usos que forman el objeto de la servidumbre. Así, aquel cuyo fundo está gravado con
una servidumbre de paso conserva la facultad de pasar él mismo por el lugar.
No debe turbar el ejercicio de la servidumbre, ni siquiera por la constitución de otra. Si lo
hace, el titular dominante puede exigir el cese de la turbación; si la servidumbre es onerosa
puede optar por una disminución del precio proporcional a la gravedad de la turbación.

Art. 2181. Alcances de la constitución y del ejercicio. El titular sirviente puede exigir que la
constitución y el ejercicio de la servidumbre se realicen con el menor menoscabo para el
inmueble gravado, pero no puede privar al dominante de la utilidad a la que tiene derecho.
Si en el título de la servidumbre no están previstas las circunstancias de lugar y tiempo de
ejercicio, las debe determinar el titular sirviente.

El nuevo texto legal regula en el cap. 3, Libro XII, los derechos del titular sirviente en forma simplificada y
precisa, cambiando el criterio que mantenía el Código sustituido que consideraba las obligaciones y
derechos del propietario del fundo sirviente, estableciendo que el sirviente tenía también obligaciones.
El fundamento de esta innovación reside en que, siendo el titular del fundo sirviente quien soporta la carga
real, en este caso, no asume como principio obligación alguna, y sólo tiene derechos.

Deber de soportar la servidumbre: El derecho real de servidumbre que se ejerce sobre la cosa, impone al
dueño de la misma el deber de soportar aquellos hechos que por efectos del gravamen se permiten realizar
a su titular. Es natural entonces que deba abstenerse de todo cuanto redunde en desmendro del ejercicio de
la carga.
Es así que el titular del fundo sirviente ha de cumplir con el deber de tolerar o abstenerse que se deriva de la
servidumbre, no pudiendo menoscabar en modo alguno el uso de fundo por parte del titular de la
servidumbre.
Subsistencia de todas las facultades materiales y jurídicas: El titular del fundo sirviente conserva la
disposición jurídica y material que corresponde a su derecho de dominio sobre el inmueble y no pierde el
derecho de hacer servir el predio a los mismos usos que forman el objeto de la servidumbre.
Si se impide el libre ejercicio de la servidumbre, el titular dominante puede exigir el cese de la turbación; y si
la servidumbre es onerosa, puede optar por una disminución del precio proporcional a la gravedad de la
turbación.

El titular del fundo sirviente puede exigir que la constitución y el ejercicio de la servidumbre se realicen con
el menor menoscabo para el inmueble gravado, pero no puede privar al dominante de la utilidad a la que
tiene derecho.
En caso de dudas o que el título constitutivo de la servidumbre no contenga de manera expresa las
circunstancias de lugar y tiempo de ejercicio de este derecho real, el titular del fundo sirviente, en su
carácter de titular de dominio, tiene la facultad de determinarlo

Protección legal: El dueño del fundo sirviente en su carácter de titular de dominio, disfruta, con relación a
terceros, de todas las acciones posesorias y petitorias, ya que es poseedor del predio y dueño del mismo, sin
que las limitaciones derivadas de la servidumbre le priven de este carácter, ni de aquel amparo.

Tema 3: Extinción de las servidumbres. Distintos medios. Efectos.

Extinción de las Servidumbres:


Art. 2182. Medios especiales de extinción. Son medios especiales de extinción de las
servidumbres:
a) la desaparición de toda utilidad para el inmueble dominante;
b) el no uso por persona alguna durante diez años, por cualquier razón;
c) en las servidumbres personales, si el titular es persona humana, su muerte, aunque no
estén cumplidos el plazo o condición pactados; si el titular es una persona jurídica, su
extinción, y si no se pactó una duración menor, se acaba a los cincuenta años desde la
constitución.

Art. 2183. Efectos de la extinción. Extinguida la servidumbre, se extinguen todos los derechos
constituidos por el titular dominante.

El anterior Código establecía un amplio articulado que regulaba la extinción de la servidumbre por causas
comunes a todos los derechos reales y las propias de este derecho.
El nuevo texto legal trata sólo las causas de extinción especiales o propias de este derecho, remitiendo a la
parte general por los demás supuestos.

Causas generales de extinción:


En el Código de Vélez de forma casuística se mencionaba las causas generales de extinción:
a) por nulidad, resolución o rescisión del derecho del constituyente de la servidumbre
b) por vencimiento del plazo o cumplimiento de la condición resolutoria
c) por renuncia del beneficiario de la servidumbre
d) por confusión

Si bien se eliminaron los artículos referidos a las causa generales de extinción en este capítulo, su contenido
y criterio se mantienen en el Código vigente, debiéndonos remitir a la parte general y más específicamente
al art. 1907 del Código actual donde se menciona las causas de extinción de todos los derecho reales,
interpretando que las causas generales de extinción de este derecho real de servidumbre serían la
resolución del derecho del constituyente, el vencimiento del plazo o cumplimiento de la condición, y la
renuncia.

Causas especiales de extinción:


1) Desaparición de toda utilidad para el inmueble dominante: conforme a la definición brindada para las
servidumbres, ellas deben reportar una utilidad aunque sea de mero recreo. Pues entonces se producirá
la extinción de la misma, si se produce la imposibilidad de uso ya sea por haber perdido la servidumbre
toda utilidad para el fundo dominante, o por imposibilidad de ejercicio por ruina, o cambios
sobrevenidos en cualquiera de las heredades que hagan absolutamente imposible el ejercicio de este
derecho real.
La doctrina clásica ha expresado que es necesario que el cambio producido haya quitado toda la utilidad
a la servidumbre; si, por el contrario, sólo ha disminuido su utilidad, ello no basta para que la
servidumbre concluya.

2) Extinción por no uso: El no uso por el término de 10 años, por cualquier razón.
En el Código de Vélez existieron divergencias doctrinarias en relación a la posición de dos artículos, el art.
3059, que establecía que "las servidumbres se extinguían por el no uso durante diez años, aunque sea
causado por caso for- tuito o fuerza mayor..." y por otro lado el art. 3980 que establecía que "cuando por
razón de dificultades o imposibilidad de hecho, se hubiere impedido temporalmente el ejercicio de una
acción, los jueces están autorizados a liberar al acreedor, o al propietario, de las consecuencias de la
prescripción cumplida durante el impedimento, si después de su cesación el acreedor o propietario
hubiese hecho valer sus derechos en el término de tres meses..."
Al respecto Lafaille había sostenido que es aplicable al caso el art. 3980 y que, por consiguiente, no se
habría operado la extinción de la servidumbre si el propietario del fundo dominante comienza a ejercer
su derecho inmediatamente después de cesado la imposibilidad de hecho. Borda expresaba que no
podía aceptarse esta opinión dados los términos concluyentes del art. 3057, tanto más cuanto que el art.
3980 es una disposición de carácter general referida a la prescripción liberatoria y no puede prevalecer
sobre el art. 3059, que es una disposición específica, referida a una institución distinta (aunque análoga),
como es el no uso de la servidumbre.
Consideramos que el presente artículo, al mencionar "por cualquier razón", se interpreta que es
aplicable a toda hipótesis de no uso, cualquiera sea la razón de caso fortuito o fuerza mayor por la cual
dejó de ejercerse el derecho.

3) Vida del titular o duración de la persona jurídica: En el caso de las servidumbres personales, si el titular
es persona humana, se extinguirá con su muerte, aunque no estén cumplidos el plazo o condición
pactados; si el titular es una persona jurídica, su extinción, y si no se pactó una duración menor, se acaba
a los 50 años desde la constitución.

Tema 4: Las servidumbres forzosas. Concepto. Servidumbre de tránsito. Servidumbre de


acueducto. Servidumbre de recibir agua. Indemnización. Servidumbres administrativas.

Servidumbre forzosa
Art. 2166. Servidumbre forzosa. Nadie puede imponer la constitución de una servidumbre,
excepto que la ley prevea expresamente la necesidad jurídica de hacerlo, caso en el cual se
denomina forzosa.
Son servidumbres forzosas y reales la servidumbre de tránsito a favor de un inmueble sin
comunicación suficiente con la vía pública, la de acueducto cuando resulta necesaria para la
explotación económica establecida en el inmueble dominante, o para la población, y la de
recibir agua extraída o degradada artificialmente de la que no resulta perjuicio grave para el
fundo sirviente o, de existir, es canalizada subterráneamente o en cañerías.
Si el titular del fundo sirviente no conviene la indemnización con el del fundo dominante, o
con la autoridad local si está involucrada la población, se la debe fijar judicialmente.
La acción para reclamar una servidumbre forzosa es imprescriptible.

En el nuevo texto legal se recepta en un solo artículo las servidumbres legales o impuestas por la ley, y se
elimina la regulación independiente de las servidumbres típicas (tránsito, acueducto, recibir aguas y sacar
agua), contempladas en el Código de Vélez, sobre la base de la tradición romana.

La ley faculta al beneficiario a imponerla o reclamar su constitución a quien la deberá soportar


"forzosamente", no pudiendo rehusarse a la constitución si concurren los presupuestos exigidos en la
norma. Se establece la posibilidad de indemnizar en caso que se otorguen. En caso de que no haya acuerdo
sobre su monto, lo determinará el juez o la autoridad local si está involucrada la población. El juez deberá
ver cada caso en particular.
La acción para reclamar la constitución es imprescriptible.

Se consideran servidumbres forzosas y reales conforme el nuevo texto legal:


1. De tránsito a favor de inmueble carente de comunicación suficiente con la vía pública: se puede
establecer cuando el predio que pretende ser dominante se encuentra encerrado, es decir, cuando no tiene
salida a la vía pública o la salida es insuficiente.
2. De acueducto si resulta necesaria para la explotación económica establecida en el dominante, o para la
población: es la que se construye para llevar agua por canales o tuberías por un predio que no pertenece al
propietario del predio que la recibe. En todos los supuestos existirá una justa indemnización, por ejemplo
por el valor del uso del terreno ocupado por el acueducto.
3. La de recibir agua extraída o degradada artificialmente de la que no resulte perjuicio grave para el
sirviente o que, de existir, sea canalizada subterráneamente o en cañerías.

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