Sie sind auf Seite 1von 41
La legislacién cooperativa autond6mica: perspectiva valenciana * FRANCISCO VICENT CHULIA Catedrdtico de Derecho mercantil de la Universidad de Valencia I. CONCEPCION DEL DERECHO Y LEGISLACION AUTONOMICA Los juristas tenemos fama, sobre todo entre los economistas, de estar muy apegados a la ley, quizds porque es lo tinico que sabemos. Sin embargo, lo cierto es que en el estudio del Derecho las posiciones puramente positivistas-formalistas, que identifican el Derecho con la simple voluntad del individuo 0 del legislador, han dado paso a plan- teamientos tridimensionalistas, que ven en el Derecho el triple aspec- to de las normas, m4s o menos formalizadas (ley, costumbre o usos profesionales, etc.), de los hechos (pues sin una minima vigencia aqué- Ilas no se comprenden como Derecho) y de los valores que los grupos sociales intentan realizar, a través de, la simple convivencia o forma- lizando su voluntad en leyes o costumbres '. * Este escrito es un desarrollo de la conferencia de clausura del curso 1983-84 de la Escuela de Cooperativismo de la Facultad de Ciencias Econémicas y Em- presariales de la Universidad Complutense, de Madrid. Me adhiero a esta concepcién en «El Derecho mercantil del neocapitalis- mov, Rev. Der. Merc., nim. 139, 1976, pp. 9 y ss. Sobre ella puede verse: Rodrf- guez Paniagua, J. M., Hacia una concepcién amplia del Derecho natural, Ed. Tec- nos, Madrid, 1970, pp. 11 y ss.; Ballesteros, J., La filosofia del Derecho de Giuw seppe Capograssi, Madrid, 1974, BB 69 y ss; Reale, M., Filosofia del diritto, 1 ed. en portugués, Séo Paulo, 1953, y trad. italiana, Torino, 1956, pp. 317 y ss., «Fondamenti della concezione tridimensionalista del Diritto», en Riv. It. Fil. ir, 1961, fascs. 2-4, pp. 154 y ss., y «La crisis del normativismo juridico y la exigencia de una normatividad concreta», en Estudios juridico-sociales home- naje al profesor Luis Legaz Lacambra, Univ. de Santiago de Compostela, 1960, vol. 1°, pp, 87 y_ss; Pasini, D., Vita e forma nella realta del diritto, Milan, Giuffré, 1964, pp. 79 y ss; Opocher, E., «Sperienza giuridica», en Enciclopedia del Diritto Giuffr2, tomo XV, Entr-Esto, Milan, 1966, pp. 736-747; Goldschmidt, W,, «La teoria tridimensional ‘del mundo juridico», Rev. Gen. Leg. Jur., octubre 1983, Diez Picazo, L., Experiencias juridicas y teoria del Derecho, Barcelo- na, 1973, pp. 5 \ ss. REVESCO - Estudios Cooperativos, n° 52. Ed. Univers. Complutense. Madrid, 1984 12 Francisco Vicent Chulid Los problemas de la actual legislacién cooperativa espafiola se con- templan como un rompecabezas insoluble si se parte de una concep- cién formal-positivista. La simple hipotesis de la promulgacién de una ley estatal y varias leyes de cooperativas autonémicas, junto con el inextricable problema de los limites de la competencia autonémi- ca en la materia, en infinidad de puntos, es una buena prueba de ello. Por el contrario, se obtiene una visién distinta si se parte de la tesis de que el Derecho no es pura emanacién del mandato del poder polf- tico, sino que vive ya en los hechos, existe antes de la ley y ésta debe definirlo o formalizarlo. Hace ya medio siglo que Georges Gurvitch, un filésofo del Derecho ruso nacionalizado francés, que luego pasaria a interesarse mas por la Sociologia, hablé, en este sentido, de la exis- tencia de «hechos normativos»?, Pues bien, el cooperativismo es uno de los ejemplos més evidentes de estos hechos normativos. Ain hoy, la legislacién cooperativa mds avanzada est lejos de recoger el fend- meno juridico cooperativo con suficiente fidelidad: por ejemplo, la misma definicién legal de «sociedad cooperativa>, y su regulacién legal, en congruencia con los principios cooperativos que a veces la propia ley proclama *. 2 Gurvitch, G., La sociologia det diritto, trad. it., Milén, 1966 (no hay traduc- cién espafiola). Sobre su obra, ver Treves, R., «La Sociologia del diritto di Georges Gur- vitch», en Studi in onore di Giuseppe Grosso, III, Ed, Giappichelli, Turin, 1969, pp. iil y gs, ¢ Introduccién a ta sociologia del Derecho, trad, esp, Ed. Taurus, ladrid, 1978; y, recientemente, Fernandez Ruiz-Galvez, M. E., La nocion det Derecho social en Georges Gurvitch, tesis de licenciatura, Valencia, 1984. 3 Recordemos definiciones de las legislaciones mas prestigiosas en la mate- ria: el articulo 1° de la Ley alemana de | de mayo de 1889, cuya redaccién se sigue respetando ‘tras la reforma de 9 de octubre de 1973, dice que: «Son coope- rativas las sociedades con un mimero de socios no limitado, que tienen por fin el fomento del ahorro y de la produccién de sus socios mediante una empresa comti.» Escasos elementos conceptuales sobre los cuales la doctrina ha des- arrollado extensos comentarios: ver, por todos, Miiller, Klaus, Genossenschafts- gesetz. Kommentar, 1976, I, pp. 1_y'ss. La «Industrial and Provident Societies Act »inglesa, redaccién de 2 de junio de 1965, establece: «Articulo 1°: Sera inscribible a juicio del encargado del Re- gistro de Cooperativas la asociacién que retina los requisitos del articulo si- guiente.» «Art. 2°: Las condiciones a que se refiere el articuloanterior son: a) que se trate de una cooperativa bona fide; 6) que, siendo que las actividades de la cooperativa persiguen un beneficio para Ia comunidad, existen razones pata que sea inscrita al amparo de esta Ley en lugar de hacerlo al amparo de la Companies Act de 1948.» El Cédigo de Obligaciones suizo, que data de 1936, regula la cooperativa como un tipo social mas, tras las sociedades simple, colectiva y comanditaria, Seguin su articulo 828: «La sociedad cooperativa es la que forman personas (cindivi- duales?) 0 sociedades mercantiles (!) en niimero variable, organizadas corpo- rativamente y que persigue principaimente la finalidad de favorecer 0 garan- tizar, mediante una accién comin, intereses econémicos determinados de sus miembros»; y su articulo 839 especifica que «pueden recibir en cualquier mo- mento nuevos socios» (ver Forstmoser, P., «Genossenschaftswesen und Genossen- La legislacién cooperativa autondmica 13 Si a la ley le atribuimos la modesta funcién de recoger los «he- chos normativos», es claro que temas como la delimitacién de la com- petencia legislativa entre el Estado y las Comunidades Auténomas con «competencia exclusiva» en materia de cooperativas, las posibles solu- ciones de armonizacién posterior, etc., tienen una importancia limi- tada, frente al fundamental problema de traducir fielmente el «hecho normativo» del cooperativismo y contribuir a su «formalizacién» y a que se viva de manera mas consciente y eficaz‘. Por eso desde el pri- schaftsrecht in der Schweiz. Probleme und Entwicklungtendenzen», en Zeit- Schrift fr das gesamte Genossensachfiswesen, 1971, pp. HTT y 88). Lidige ti8s Waliano, en su articulo 2Si1, establece: «Las empresas que tienen fin mutualfstico pueden constituirse como sociedades de responsabilidad ilimitada o limitada, segin las disposiciones siguientes», resaltando, entre éstas, su articulo 2516 que en buen numero de materias remite al régimen de la sociedad anénima. Ha sido la legislacién especial la que ha tenido que delimitar un concepto més auténtico de cooperativa, referido a las scooperativas de inte: és social» aludidas en el articulo 45 de la Constitucién italiana, pero sin realizar jlenamente este mandato constitucional (ver Verrucoli, P., «Per una riforma lella societa cooperativa», en Riv. Dir, Comm. 1974, pp. 1 y ss. y también su reciente trabajo «La destinazione “sociale” degli avanzi di gestione nelle coope tative», en Riv. della Cooperazione, nim. 19, abril-junio 1984, pp. 9 y ss.; y Raf faeli, L.. y D’Albergo, S., «L'impresa cooperativa nella Costituzione e nelle real- ta», en Riv, della Cooperazione, num. 13, octubrediciembre, 1982, pp. 9 y ss. ‘Mas préxima a la realidad y 2 los principios cooperativos es la Ley de So- ciedades: Cooperativas del Canada de 1964, modificada, en 196667, cuyo articu- dice: «Las asociaciones cooperativas ‘actuaran segn los principios de ac- cién cooperativa siguientes: a) el nimero de sus miembros seré ilimitado; 5) cada miembro solo tendré un voto, cualquiera que sea el numero de sus participaciones y no podra votar por representante; c) el interés de las ‘partici Paciones sociales sera limitado; d) los excedentes anuales serén acreditados © destinados a sus socios a prorrata de sus operaciones con la sociedad» (sobre fa reciente legislacion canadiense, ver Dabormida, en Riv. della Cooperazione, nim, 17, octubrediciembre 1983, pp. 101 y ss.). Ni siquiera mejoran la definicion legal Leyes més recientes, como la Ley inglesa de 1976, de fomento de Jas cooperatives y de las empresas de propiedad colectiva (correspondientes ambas, aproximadamente, a las cooperativas de tra- bajo asociado y a las sociedades andnimas laborales de Espafia), que dio una detinicion de las primeras, como destinatarias de las ayudas financieras que establece, que ha sido criticada como muy genérica y deficiente (ver Derrik, cea lece, Gu développement cooperatif en Grande Bretagnes, en Revue des Eiudes Cooperatives, nim, 197, tercer trim. 1979, pp. 38 y ss, y Burns, C. B., The Cooperative Law, Cooperative College, Lougborough, 1977). ‘Por el contrario, nos encontramos con leyes extraordinariamente preocupadas por dar una defiicion més precisa y fidedigna del fenémeno como la eneral de Cooperativas del Peri, de 15 de diciembre de 1980, en base a la cual se promulg6 el Decreto Legislative mimero 85, de 1982. Su articulo 2° pro- clama la libertad y autonomia del movimiento cooperativo; su articulo 3° la Susencia de fines de lucro; su articulo 3° incorpora los principios cooperativos de la Alianza Cooperativa Internacional y atin afiade la irrepartibilidad de la Reserva Cooperativa, y afiade su obligacién de cumplir unas «normas basicas de actuacién» (neutralidad religiosa y politica partidaria, tener duracién inde- iinida, etc.). * Sobre esta nocién de «formalizacién» de la voluntad cooperativa, ver mi articulo «Ideas claves para la futura Ley de Cooperativass, en Agricultura y Cooperacin, nim. 16, 1984, pp. 10-11.

Das könnte Ihnen auch gefallen