Año 19 N° 711 Semana del 25 de febrero al 3 de marzo

JESÚS MESÍAS (Parte II)

Marcos 1,14-20

1.- LECTURA CREYENTE

Querido Pastor, este material que adjuntamos a este compartimiento es para uso exclusivo del pastor y copastor
de compartimiento, para el fin de preparación del tema a compartir. Con el amor del Señor recomendarte que
no lo distribuyas entre nuestras ovejitas.

2.- ORACIÓN
Nos disponemos
Comenzamos este compartimiento, antes de la lectura de la palabra, invocando al Espíritu Santo. Le pedimos
que abra nuestros corazones para acoger la Palabra de Dios.

3.- PROCLAMACIÓN DEL PASAJE: Mc 1, 14-20 (Lectura del pasaje)

En voz alta y luego cada uno lee en silencio

4. ¿QUÉ DICE EL TEXTO?

Jesús, que es anunciado por el Bautista, declarado Hijo amado por la voz del cielo y guiado por el
Espíritu, comienza su actividad pública en Galilea. Tras proclamar la llegada del reinado de Dios,
invita a los primeros discípulos a seguirle. Es un relato en el que todo sucede muy deprisa. Hoy
queremos introducirnos, en actitud orante, en aquella escena.
 Me sitúo en los caminos de Galilea. Escucho las palabras de Jesús de sus labios. ¡Las
promesas de Dios en el AT se ven realizadas! ¡Por fin, el reinado de Dios! Dejo que
sus palabras lleguen a mi corazón e interpelen mi ser.
 Me dirijo, con Jesús, al lago de Galilea. En la orilla, unos hombres están ocupados en
labores de pesca. Veo lo que hacen. Son dos hermanos Simón y Andrés. Descubro la
mirada que Jesús les dirige, se acerca y les invita al seguimiento. Contemplo sus
reacciones.
 Más adelante, también en la orilla del lago, otros dos pescadores reparan las redes. Se
repite la misma mirada cautivadora por parte de Jesús, acompañada de una llamada con
excepcional autoridad. “Se fueron detrás de Él”.
 Cuatro personas siguen a Jesús, porque les ha seducido, les ha invitado a participar en
algo que merece la pena. Pronto se unirán a ellos otros hombres y mujeres. Siento el
deseo de marcharme con ellos.
Después de un breve silencio en que nos quedamos saboreando una de las escenas, compartimos el
momento, la imagen, las palabras que más han llegado al corazón de cada uno de los miembros del
grupo.

5. ¿QUÉ DICE DE MÍ/NOSOTROS EL TEXTO? (Meditación)

Somos conscientes de que todo hemos recibido de Jesús la llamada al seguimiento, aunque cada uno deba
responder a ella y vivirla de modo diferente. La respuesta de aquellos discípulos puede ayudarnos a madurar y
a profundizar en nuestro seguimiento. Dejemos que la Palabra nos hable hoy.
Si los hijos de Zebedeo vinieran hoy a nuestro grupo…
 Nos contarían que respondieron con una entrega entusiasta y sin condiciones a la llamada de Jesús,
pues les apasionaba participar de modo activo en la llegada inminente del reino de Dios, anunciado por
los profetas del AT. Querrían saber si a nosotros, nos apasiona la llegada de esta promesa y como
nos hacemos parte de ella.
¿Qué signos de la presencia del reino descubro a mí alrededor? ¿En qué medida me voy “convirtiendo”
y acogiendo ese reinado?
 Volverían a compartir con nosotros su experiencia de encuentro con Jesús. Hablarían de las
circunstancias en que fueron llamados, de la atracción que sobre ellos ejerció la persona y las palabras
del Maestro… Se interesarían por nuestra experiencia y nos preguntarían:
¿Me siento llamado por Jesús? ¿He tenido una o diversas llamadas a lo largo de mi vida? ¿A que me
llama hoy Jesús?
Año 19 N° 711 Semana del 25 de febrero al 3 de marzo

 Nos dirían que compartir con otros creyentes la llamada de Jesús les ayudó a profundizar en su fe, a
descubrir la riqueza y aceptar la pluralidad de respuestas. Nos animarían a contarnos unos a otros
nuestra vida de fe, y a compartir entre nosotros.
¿Qué puedo aprender de la respuesta de los primeros discípulos a la llamada de Jesús? ¿Qué puedo
aprender del grupo, de la comunidad, respecto a la fe? ¿Estoy dispuesto a ofrecer con humildad y
franqueza mi experiencia?
 Relatarían cómo, a partir de ese momento, su vida cambió. Como comenzaron a compartir la vida y la
misión de Jesús, a predicar el reino, a vivir en nueva fraternidad con otros discípulos y discípulas.
Querrían saber cómo se traduce hoy en nuestras vidas el seguimiento.
¿Cómo se nota que vivo al estilo de Jesús? ¿En que los notan los que viven conmigo? ¿Cómo vivo la
fraternidad en mi propia comunidad o grupo?

6. ¿QUÉ LE DECIMOS A DIOS A PARTIR DEL TEXTO?

(Según guía del Pastor)
La llamada de Jesús nos ha llenado de alegría, pero también habrá dejado al descubierto nuestras dudas
e incapacidades para la misión que se nos encomienda. Presentemos todo ello al Señor, que nos ha
invitado a compartir su pasión por el reino.
Poniéndonos en presencia del Señor le:
 Agradecemos por su palabra: Saber que Dios ha cumplido su promesa y que el reino está
presente entre nosotros, es motivo de alegría. Le pedimos que nos ayude a convertirnos cada
día de nuestra desconfianza en ese reino presente y a creer cada vez más en el propósito de
Dios, poniendo a su servicio nuestras capacidades, nuestros valores, nuestros talentos.
 Agradecemos su llamada al seguimiento. Sabemos que hay muchas resistencias en
nosotros/as a seguirlo, pedimos por los hechos concretos para que nos ayude a superarlos.
 Presentamos nuestro grupo, nuestra comunidad, nuestra iglesia, con sus luces y sus
sombras. Le pedimos que nos guie y nos acompañe para que seamos signos del reino de Dios
entre nosotros.
 Ponemos ante él nuestro mundo, el lugar que nos ha sido entregado para trabajar a favor
del reino. Pedimos por los habitantes, profetas entre nosotros, líderes, por su felicidad, pero
también por su resistencia al evangelio de la Buena Nueva.

7. COMPROMISO: ¿QUÉ HACE SURGIR EN MÍ/NOSOTROS ESTE TEXTO?

El evangelio hoy nos interpela y nos saca del letargo en que a veces está sumida nuestra vida cristiana.
Leamos de nuevo el pasaje bíblico y a La luz de lo que nos ha aportado la Palabra, la meditación
compartida y la oración, formulo un compromiso y los compartimos en el grupo.

8. ORACIÓN FINAL

Orar entregándonos a Jesús como discípulos en Galilea, respondiendo a tu llamada, pidiendo fuerza
para anunciar tu reino. Porque Jesús es la perla preciosa, el tesoro escondido, nuestro gozo para
ponernos al servicio de su reino