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Criticas al modelo neoclásico contemporáneo y

su estructura formal

Jaime Royert & Osvaldo Marenco


Marzo 2019

Universidad del Norte


Departamento de Economía
Pensamiento económico II

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Tabla de Contenidos

Criticas al modelo neoclásico y su estructura formal.........................................................................3


Introducción y formalidades...........................................................................................................3
Teoria y analisis del valor...................................................................................................................4
Apreciaciones..................................................................................................................................4
Competencia perfecta desde un punto de vista neoclásico.................................................................5
Criticas de Stiglitz..................................................................................................................6
Critica a 6 puntos fundamentales de la teoría neoclasica....................................................................6
Teoría neoclásica del equilibrio general..............................................................................................8
Problemas de los fundamentos conductistas de la teoría económica..................................................9
Critica de la teoría neoclásica, del crecimiento y la distribucion.......................................................10
Teoría clásica (ricardiana).....................................................................................................10
Critica de la función neoclásica de produccion.....................................................................11
Critica al excedente................................................................................................................13
Conclusiones.......................................................................................................................................18
Lista de referencias.............................................................................................................................20

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Criticas al modelo neoclásico y su estructura formal

Abstract

In the following academic paper, we are going to focus on studying the neoclassical

school and the critics it receives. Also we will focus on endorse or deny the innumerable

objections to which is exposed. When we make a discussion about neoclassical school, the

ethical and methodological bases of the utilitarian theories of the economic sciences takes on

a fundamental importance about how we develop the most important economic theories in

our days, obviously confronting several economic schools ideas and tesis in its discussion.

Keywords

Competence, Knowledge, equilibrium, neoclassical school, model, influence,

microeconomics, value.

Introducción

Durante mucho tiempo e incluso en nuestros días, las discusiones respecto a cómo el

modelo neoclásico post-keynesiano tiene una influencia verídica y tangible en las economías

actuales, ha llevado a suscitar numerables críticas y objeciones en cuanto a cómo este tiene

influencia directa en las decisiones más importantes que abarcan las competencias

económicas. Desde críticas a su base ética, a su teoría de crecimiento, a su teoría subjetiva

del valor y sus leyes de rendimientos crecientes y decrecientes respecto a otras escuelas, hasta

cuestionar sus principios básicos y cimientos, esto por consiguiente es lo principal que

discutiremos en el siguiente trabajo sin olvidarnos del comportamiento que asumen los

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agentes económicos para la escuela neoclásica, que es uno de las principales críticas que este

posee.

Teoría y análisis del valor

En este punto desarrollaremos la teoría del valor como tal. Esta ha desarrollado un

campo de discusión permanente en la economía: las dos principales vertientes que son la

teoría del valor-trabajo y teoría de la utilidad marginal han presentado puntos de vista

totalmente opuestos sobre la cuestión. La teoría del valor-trabajo, propuesta por Adam Smith

y seguida por David Ricardo afirma que el valor de los bienes depende de la cantidad de

trabajo socialmente necesario para su producción. La inmersión en esta teoría, elaborada por

Karl Marx, llevó a plantear la concepción de plusvalía que es el incremento de valor el cual

es tomado por el capitalista en deterioro del trabajador).

Las deducciones de la teoría del valor-trabajo y los conceptos como tal que surgen

de esta que son la generación de la plusvalía y explotación de la fuerza de trabajo fueron

significativamente perturbadoras para el orden social a lo largo de la historia. Planteándonos

un objetivo claro de buscar otro cimiento de sustentación para la teoría del valor, la cual

tendrá menos conflictividad social, a finales del siglo XIX, en los años 1880 y 1890 varios

economistas empiezan a elaborar una propuesta un tanto diferente y novedosa. Los trabajos

e investigaciones de Jevons , Karl Menger y León Walras continuados por los de Eugen

Böhm-Bawerk, Alfred Marshall y Vilfredo Pareto establecieron las bases y principios de

una teoría del valor sustentadas en las preferencias de los consumidores en la economía

utilizando los términos de utilidad y centrando el problema en el comportamiento de las

unidades adicionales, creando las primeras concepciones de la escuela marginalista.

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Con el pasar del tiempo, el economista Piero Sraffa cuestionó enfáticamente los

cimientos y bases de la piramide conceptual marginalista. Luego, durante muchos años,

muchos autores que vinieron del campo antropológico económico y con vasta experiencia en

el estudio y discernimiento de sociedades pre-capitalistas (Marvin Harris y Marshall Sahlins,

por ejemplo) propusieron la existencia de puntos y razones ecológicas y culturales sobre

como determinantes del valor de los bienes. Los recursos naturales y Desde otro punto de

vista el economista Samir Amin, posterior a los citados anteriormente, ha hecho énfasis en la

necesidad de hacer estudios más claros sobre la ley del valor tomando en cuenta una escala

mundial y así poder realizar un análisis crítico de las reales causas del intercambio desigual

entre países alrededor del planeta.

En paralelo, las investigaciones de Maurice Godelier acerca de la racionalidad

económica, Karl Polanyi sobre mercados antiguos y Claude Meillassoux sobre economía

campesina nos invitan a analizar diferentes aspectos sociales que juegan un papel

fundamental en la determinación del valor.

Competencia perfecta desde el punto de vista neoclásico.

En cada crisis económica siempre se quiere buscar una explicación del porque estas

acontecen, y como economistas, estamos acostumbrados a no acertar en dicho proceso. El

profesor Philip Mirowski (historiador y filósofo del pensamiento económico de la

universidad de Notre Dame) ha realizado fuertes criticas a los economistas neoclásicos a la

hora de predecir resultados sobre las crisis. Mirowski (2013) afirma: “(…) ninguno de esos

profesionales fue despedido por incompetente. Los economistas no han sido expulsados de

sus puestos en el Gobierno. Ningún departamento de Economía ha sido clausurado, ni por

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sus errores ni como medida de ahorro de costes”(p.26). Esto nos lleva a afirmar que a pesar

que los modelos y supuestos establecidos en la economía no siempre tienen un sustento

empírico, si tienden a acercarse a la realidad. Ahora utilizando el modelo de competencia

perfecta desde un punto de vista neoclásico podremos establecer que sí, realmente el

equilibrio general y el comportamiento racional del consumidor tienen una aplicabilidad

consistente en las economías de los territorios. Ahora, esta puede ser una crítica al modelo

neoclásico, el no poder tener con certeza el resultado de ciertos procesos económicos (como

casi ninguna escuela).

El economista Joseph Stiglitz, ganador del premio del banco central de Suecia en

ciencias económicas en memoria de Alfred Nobel, que es un férreo crítico del libre mercado

y la globalización, en sus estudios desarrollo varias de sus críticas acerca de estos modelos

que validaban varios pilares neoclásicos. Stiglitz (2012) afirma: “Lo que ocurrió durante la

crisis dejó claro que lo que determinaba la retribución relativa no era la contribución de cada

cual a la sociedad, sino otra cosa; los banqueros recibieron enormes recompensas, aunque su

aportación a la sociedad e incluso a sus empresas hubiera sido negativa. La riqueza que

recibían las élites y los banqueros parecía surgir de su capacidad y voluntad de aprovecharse

de los demás” (p.78). Esto nos lleva a inferir que técnicamente el equilibrio general como se

dice coloquialmente, se lo pasaron por el arco del triunfo. Si hay equilibrio general los

excedentes de consumidores y productores no son acordes a la realidad y es esto en lo que

hace énfasis Stiglitz para criticar este modelo.

Critica a 6 puntos fundamentales de la economía neoclásica

En sus apuntes en el libro de la muerte de la economía neoclásica de David Colander,

este nos resume una comparación altamente sustanciosa entre la economía neoclásica y la

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economía moderna. Primero que todo nos resalta que en la economía neoclásica se busca

centrase en la asignación de recursos en un momento dado del tiempo mientras que en la

economía actual esa etapa de asignación de recursos ya está superada y se busca enfocarse

más en el crecimiento, y este crecimiento es un tema clave para el entendimiento del modelo

de crecimiento actual, que en efecto es totalmente opuesto al neoclásico.

Otra de las diferencias claves para entender el modelo neoclásico es el utilitarismo,

para los neoclásicos un tipo de variación del utilitarismo podía ser aceptada para estudiar la

economía, mientras que en nuestros días son pocos los economistas que usan las teorías

marginalistas, algunos las usan para explicar la teoría de la utilidad, se usa más con fines

pedagógicos no porque sea irrelevante o inútil, sino porque la evidencia empírica nos muestra

que no es tan cierta.

También podemos establecer un paralelo entre el concepto de las compensaciones

marginales de lo neoclásicos y las actuales, las primeras tratan de implementar el cálculo en

las teorías económicas paulatinamente y las actuales usan el cálculo bastamente, esto sin

duda es una de las pocas críticas positivas que podemos hacerle a los neoclásicos, la

implementación de matemáticas tangibles en la explicación de la economía.

Un tema sensible es el de la racionalidad, para los neoclásicos es concebida a largo

plazo, y es fundamental para desarrollar sus supuestos, mientras que en las economías

modernas la racionalidad es limitada, si bien la teoría de juegos ha evolucionado, no se puede

afirmar que todos los individuos son racionales por muchos motivos en los cuales no haremos

énfasis.

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Los otros dos puntos de quiebre son el individualismo metodológico y el equilibrio

general, para los neoclásicos el individualismo era aceptado mientras que en las economías

actuales se han alejado un poco de esta concepción de individualismo. Lo que concierne al

equilibrio general lo desarrollaremos más adelante con mayor profundidad usando ideas de

Schumpeter y apoyándonos de notas de Jose Felix Cataño, pero podemos adelantar que las

bases de los neoclásicos en el equilibrio general son muy llamativas.

Teoría neoclásica del equilibrio general

Es muy importante tomar parte de este texto académico para referirnos a la teoría del

equilibrio general walrasiano y sus aportes: uno de ellos, resolver la pregunta que se planteó

Adan Smith sobre el proceso y las condiciones de la coordinación mercantil de los individuos

descentralizados, la cual nos da como respuesta las ventajas de las economías liberales y nos

explica el modelo más conveniente para las economías modernas

También esta teoría de equilibrio general es importantísima porque es el cimiento y

enfoque central de los economistas, el estudio de mercados perfectos e imperfectos,

fundamentos microeconómicos y macroeconómicos, todos vienen derivados de esta teoría de

equilibrio general.

A eso le sumamos que esta teoría reúne otras teorías generales como son la ricardiana

y la keynesiana, son casos raros que permiten como cita el autor “unificar” un análisis

económico y que se convierte en referencia obligada para todo planteamiento general, como

la teoría del valor o la teoría del crecimiento.

Ahora, por supuesto que el modelo de equilibrio general no está exento de críticas,

como muchos modelos este posee puntos vulnerables como son que los actores de mercado

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son multiples y que estos son libres de perseguir su interés propio, actúan sobre la base de

informaciones locales. Y al tomar decisiones los productores no pueden saber el resultado de

sus ventas ni sus beneficios dado que estos resultados son producto de las acciones de los

otros y de los efectos de la interdependencia que, por principio, ellos no conocen.

Otros puntos débiles son que en el mercado no se espera una realización de equilibrio,

el mercado es un conjunto de sucesiones de relaciones entre individuos, nunca se llegara a

ese equilibrio, es utópico. Otra crítica es que los precios son exógenos a los individuos pero

no al sistema mercantil, tampoco existe un sistema institucional previo a los individuos,

también a eso le debemos sumar que no hay unicidad del equilibrio y como último pero no

menos importante, hay problemas de convergencia que ponen en entredicho este modelo y

nos preguntaremos de qué manera, y esta es con la imposibilidad de demostrar estabilidad

global usando evidencia empírica y con el problema al formar precios.

Problemas de los fundamentos conductistas de la teoría económica

Es muy común oír la frase que el principio de la economía es que cada agente esta

movido solo por su propio interés” esta no es cierta y es una de las principales críticas que se

le puede hacer a la escuela neoclásica. Pensar que absolutamente todos los individuos solo

piensan en sí mismo nos haría intuir un automático descontrol de la economía. Para

Edgeworth la guerra, los contratos y las instituciones todas hacían parte de un “nucleo” el

cual si estabas más cerca de este posiblemente más próspero eras, hablando en un contexto

netamente económico. Esto empíricamente tiene sustento por mas descabellado que suene,

incluso ha sido formalizado recientemente este tipo de pensamiento. El individuo siempre

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quera maximizar su ganancia personal. El ser humano por naturaleza es egoísta y siempre

busca resaltar sobre los demás.

Crítica de la teoría neoclásica, del crecimiento y la distribución

Para esto se requiere plantear y diferenciar las criticas asociadas a la teoría neoclásica

del crecimiento económico y la distribución del ingreso. La primera fue descubierta en el

siglo XX y absorbió las ideas de Roy Harrod y Evsey Domar, de ideología keynesiana. Este

parámetro no es polémico en sentido estricto. Por su parte, la teoría que se refiere a la

distribución del ingreso es el elemento más tradicional, además de ser también el más

polémico de la teoría neoclásica, el factor integrante de aquella revolución marginalista, que

hacia discrepancia a la ideología económica clásica.

Teoría clásica (Ricardiana)

El autor establece que el punto de inicio común de las teorías económicas de

distribución de ingreso puede invocar la obra insigne del economista inglés David Ricardo,

“Principio de la económica política y tributación”, publicado en 1817, donde se resume la

teoría clásica y que comienza:

“El producto de la tierra - todo aquello que proviene de su superficie con la utilización

combinada del trabajo, máquinas y capitales- es distribuido en tres clases de la colectividad,

los propietarios de las tierras, los propietarios del capital ... y los trabajadores...Pero en los

diversos estados de la sociedad las proporciones de todo el producto de la tierra asignado a

cada una de estas tres clases, con el nombre de renta, ganancia y salarios, serán esencialmente

distintos...La determinación de las leyes que regulan esta distribución es el problema

principal de la economía política...” (Ricardo, 1817, pág.1)

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En el entorno social en que se desarrollaba el pensamiento clásico visto anteriormente

determinado por tres clases sociales (proletariado, asalariados y capitalistas), cuando se

reemplazan los medios de producción, que involucra los salarios de subsistencia de

trabajadores, tenemos como resultado un excedente “sovrappiù”, que a su vez es el producto neto

de este sistema económico clásico. Cuando se distribuye la renta, lo restante se asigna a

repartición entre el sector asalariado. De este modo, es comprensible que en un entorno donde

prevalece la conocida y polémica teoría sobre la población propuesta por el erudito británico

con fuerte influencia en la economía política y demográfica, Thomas Malthus, los

economistas clásicos, entre los que se encuentra David Ricardo, son inclinados a creer que

existe un “salario natural”, que establecía la renta familiar al cual la sociedad en promedio

no tiene incentivos ni está obligada a aumentar su número. Este salario natural es un poco

mayor al de subsistencia. Una vez se realiza esta distribución de salarios entre los asalariados,

lo restante refleja las utilidades de los capitalistas. Esto se conoce como la teoría de la

distribución del ingreso.

 Crítica de la función neoclásica de la producción

Para que fuera posible realizar demostraciones empíricas usando los datos que había

disponible para la época de los años veinte y treinta sobre la producción, el trabajo y el

capital, se plantea la peculiar función de producción tipo Cobb-Douglas. Debido a que se

usaban datos agregados, se procedía a realizar simplificaciones y/o aproximaciones. Sin

embargo, a pesar que aquellas que provienen de las demostraciones se muestran con orgullo,

por su parte, las que se refieren al análisis de los resultados fueron objeto de críticas.

Nos han enseñado que en una ecuación tipo Cobb-Douglas, los parámetros simbolizan

la cuota distributiva y que la suma de estos debería estar, al menos, cercana al valor uno (1).

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Sin embargo, se observa que en gran medida de los casos este valor resulta considerablemente

por fuera de este valor. Para acabar con esta inconsistencia, los economistas optaron por

incluir un supuesto que consiste en que la suma de estos parámetros ahora si debe ser igual

al valor numérico uno. Luego de esto se procede a la estimación empírica. De esta manera,

abandonan el análisis de la cuota distributiva. Debido a esto,

converge con la relación contable Y=r.T + wL, provocando que esta no sea una relación

independiente derivada de la función de producción. Así, debe considerarse que estos

parámetros divergen de otros análisis. Si esta es la situación, se argumenta que cualquier cosa

que existe después no tiene validez en esta función de producción neoclásica.

Se observa que el objeto de mayor crítica en la teoría neoclásica de la distribución

del ingreso es cómo se gestiona el parámetro capital. Tomamos las ideas del trabajo del

economista italiano Pierangelo Garegnani (1960 y 1990), donde investiga la forma como se

maneja el capital en la teoría de la distribución del ingreso. Esta investigación arrojo

resultados en contra de esta teoría además de argumentos difíciles de objetar.

Esta teoría neoclásica, al introducir esta perfecta simetría entre la gestión del trabajo

y del capital, la cual fue propuesta por elegancia matemática, comete un grave error ya que

no se encuentra fundamentos lógicos ni empíricos. Es de saber que estos parámetros no se

muestran de modo simétrico por la forma en la que estos están constituidos. El trabajo se

mide en términos físicos (por quincena, por mes de trabajo) de manera que debe ser

retribuido por el salario unitario (salario por quincena, por mes de trabajo). Por su parte, el

capital, a pesar de también ser medido en términos físicos cuando se incluye en la función

de producción (número de maquinaria), su beneficio no es conmensurable en cantidad

física dado su valor. Solo existe una circunstancia en la que cantidad física y valor

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convergen y es en el modelo de una sola paga, y esta convergencia es posible debido al

supuesto que establece que el precio del producto y el precio del capital coinciden. Es este

acontecimiento donde no se refleja asimetría y por esta razón tampoco presenta

incoherencia empírica o lógica. Sin embargo, solo es cuestión de aumentarle una paga al

modelo mencionado anteriormente para que esta función neoclásica de la producción

rompa su coherencia lógica. Para este caso tenemos dos opciones, podemos emplear el

símbolo K para identificar la cantidad física del capital (donde la derivada parcial ðY / ðK

deja de reflejar la tasa de beneficio), o podemos a su vez implementar K para reflejar el

valor corriente del capital (aquí la derivada parcial nos muestra la variación del capital en

cantidad física, además de la variación en el precio de esta cantidad física)

“La crítica que viene de Cambridge muestra en modo definitivo que pueden haber

estructuras de producción en las cuales la parábola Clarkiana puede no ser válida... la

cuestión crucial y problemática es que los economistas pueden ser incapaces de enunciar

alguna proposición concerniente a la relación que intercede entre la producción y los input

y output del mercado de concurrencia. Yo pienso que, no obstante todo, ellos pueden

enunciar tales proposiciones; pero esto es un acto de fe”. (Ferguson, 1969, p.269).

La crítica clásica del excedente de la economía neoclásica

Esta reseña tiene como objetivo presentar la incoherencia teórica y lógica en la que

se encuentra sumergida la teoría económica neoclásica. Para esto el autor toma las criticas

expuestas por la ideología de pensamiento económico clásica, fundamentándose en el trabajo

del economista italiano Piero Sraffa en su debate sobre la teoría del capital, además de la

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reversión del capital y el regreso de las técnicas. También se analizara la teoría del equilibro

general de Arrow-Debreu para enriquecer la crítica.

“Al estudiante de teoría económica se le enseña a escribir O=f(L,C), donde L es una

cantidad de trabajo, C una cantidad de capital y O una tasa de producción de bienes. Se le

pide suponer que todos los trabajadores son iguales, y que mida L en horas-hombre de

trabajo; se le dice algo acerca del problema de números índices involucrado en la elección de

una unidad de producto, y luego debe pasar de presa a la cuestión siguiente, con la esperanza

de que no se le ocurra preguntar en qué unidades se mide C. Antes de que llegue a preguntar,

ya se habrá convertido en profesor, y así se transmiten de una generación a la siguiente

hábitos de pensamiento torpe.” Joan Robinson (1953, 4).

Con el fin de evitar el impedimento que se presentan sin solución, como lo son la

incoherencia lógica y la no congruencia empírica de la teoría dominante en la simplificación

del contexto, la teoría neoclásica escapa de muchos problemas teóricos que predominan en

la economía. De este modo, se puede deducir que la famosa “Revolución Marginalista” que

se llevó a cabo a finales del siglo XIX y se extiende por continente europeo, como

consecuencia de las problemáticas sociales de la agitada década de los 60 de este continente,

mas no por sus aciertos científicos en relación con la falta de una teoría de la demanda.

Fiorito (2008) afirma: “Una limitada teoría del consumidor que no alcanzaba a

suplantar a los economistas clásicos (Smith, Ricardo y Marx), se extendió basada en un

principio de utilidad marginal decreciente, una adaptación de la vieja teoría de Ricardo de

rendimientos para la renta de la tierra de Inglaterra en 1815; primero en forma extensiva y

luego en forma intensiva (Pasinetti 1983, 1999, Petri 2002, Garegnani 1960). Desde entonces

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y copiando modelos matemáticos de la física, la corriente neoclásica no ha frenado su sendero

de formalización.” (p26).

Sin embargo, la coherencia lógica, ese elemento fundamental en la teoría hegemónica,

es cuestionada por Sraffa, razón que le da valor a su crítica. Esta crítica a la coherencia lógica

de la teoría neoclásica se vuelve trascendental en lo teórico y también en lo practico porque

toda falla en la teoría conlleva a dificultades en lo experimental. Esto quiere decir que si se

parte de una teoría fallida, a pesar que existan mecanismos como la econometría que ayudan

a ajustar el modelo, el resultado será indescifrable.

Sraffa innova con su libro “Producción de mercancías por medio de mercancías”,

publicado en 1960, al confirmar la mencionada incoherencia lógica en la base en que toda la

escuela neoclásica se percibía estable: No existe una cantidad de capital (singular o agregado)

definible independientemente de las variables de distribución (tasa de ganancia) (Sraffa 1960,

Garegnani 1960, Pasinetti 1975).

Con el economista inglés John Hicks y su obra principal “Valor y capital” publicada

en 1939, se crea un nuevo proceso de la teoría neoclásica y el modelo del equilibrio general

de matriz neowalrasiana empiezan a desarrollarse. Se comprende que estos avances se

necesitan al momento de evadir las dificultades de los debates en cuanto a la cantidad de

capital se refiere. Debates que ya se habían llevado a cabo entre economistas neoclásicos. El

desenlace del escape logro su objetivo y se considera que la mayoría de economistas que

conocen la crítica de Sraffa piensan que esta solo concierne a modelos de equilibrio parcial

o en su defecto a aquellos que se basan en funciones de producciones agregadas.

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La conclusión de la crítica de Sraffa para los modelos generalizados hasta Arrow-

Debreu es que se certifica que a menos las dotaciones iniciales de los diferentes bienes de

capital se consideren endógenas, no se cumplirá el supuesto de tasa uniforme de beneficios.

Igualmente, si los bienes de capital son considerados endógenos, resulta un sistema de

ecuaciones indeterminado con un solo grado de libertad, al que los modelos neowalrasianos

completan haciendo uso del capital como valor total de las dotaciones de capital, haciendo

toda la teoría inconsistente (Garegnani 2000).

Los neowalrasianos toman la decisión de dejar a un lado los equilibrios de largo plazo

y quedarse con el supuesto de mantener la dotación inicial dada, heterogénea y exógena de

bienes de capital. Sin embargo, esta elección también es objeto de críticas por sus

inconsistencias metodológicas, ya que sigue teniendo las dificultades teóricas previas sobre

la medida homogénea del capital y adicionalmente se incrustan tres nuevos problemas que

no existían en las versiones neoclásicas tradicionales que son el problema de la no

permanecencia de los datos de dotación de factores físicos; el problema de la insuficiente

sustituibilidad de factores, y el problema de la indefinición del equilibrio.

A favor

El concepto de capital sufre una transformación en la teoría expuesta por Hick en

“Valor y capital” para así escapar de los problemas de lógica e incoherencia que se hallan en

el sistema.

No se puede tener una función de producción que abarque y relacione todas las

mercancías con sus rendimientos relativos dados. De esta manera, los precios de producción

están desvinculados de las cantidades.

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No existe, en general, una relación monótona inversa entre la cantidad de capital (en

cualquier modo que se lo vaya a mensurar, en términos físicos o en valor) y la tasa de

beneficio. Esta proposición vacilará en cuanto a referirse al sistema en su conjunto o

solamente al proceso productivo, y todavía permanecería válida, no obstante los enormes

esfuerzos que han sido hechos por un número extraordinariamente elevado de economistas

neoclásicos por contrastarla o atenuarla o por disminuirla.

La economía neoclásica toma el utilitarismo como fundamento principal de la

comprensión de la economía, mientras muchos autores ven esto como un elemento del

pasado.

Esta teoría neoclásica desde sus orígenes fue ligada con las matemáticas y las

producciones y rendimientos marginales. Por su lado, la economía moderna ha reemplazado

casi toda la matemática por la teoría de juegos como base del sistema.

 En contra

Sin importar la incompatibilidad que se expone en este trabajo y otros de demás

economistas, Walras siempre lucho por mantener el método de largo plazo y las dotaciones

exógenamente determinadas. Esto debido a que este mismo autor era consiente que los

precios y cantidades en la economía nunca están en equilibrio, por lo que para obtener una

guía que pudiera predecir algo de la economía se debía seguir el método de ajuste de largo

plazo

“[…] nunca sucede en el mundo real que los precios de venta de cualquier producto

dado es absolutamente igual al costo de los servicios productivos que entran en ese producto,

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o la demanda efectiva y la oferta de servicios o productos son absolutamente iguales. (Walras

1874, 224-225).

No podemos decir que la economía neoclásica ha muerto del todo cuando este es el

sistema que predomina en la enseñanza de la economía en las universidades y escuelas que

promueven este conocimiento.

 Conclusiones

El uso de estas propiedades en recomendaciones de política económica implica que si en la

realidad no se llega a posiciones de equilibrio con pleno empleo de factores, es debido a trabas

exógenas a los precios (por ejemplo, actividad gremial en el caso del factor trabajo, resistencia a la

baja en los precios, entre otros).

Entonces, la crítica más fuerte de la que es objeto la teoría neoclásica es su teoría de la

distribución de la renta en posición secundaria y marginal, para luego seguir con el esquema de

localización optima de los recursos de Arrow-Debreu, y su vez sufrir de incoherencias lógicas en el

análisis utilizado. Estas características no solo existen si no que tienden a persistir.

Según Colander, puede considerarse que el término de la economía neoclásica ha

muerto, pero no puede hacerse lo mismo con el contenido que esta tiene. Esto debido a que

los contextos sociales y económicos cambian con el correr del tiempo, lo que conlleva a un

constante cambio en las necesidades de la sociedad y la distribución de sus recursos de forma

eficiente. Es por esta razón que no puede olvidarse del contenido de esta escuela ya que en

su momento pudo haber sido el mejor camino para suplir las necesidades de ese entonces. Es

decir, Colander acuña la definición de muerte al término “neoclásico” antes que

conceptualmente. Para esto, este autor elabora una lista de criterios que cumplir una

clasificación y expone cuando el término neoclásico no las cumple. De esta forma, concluye

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que la palabra “neoclásica” no se ajusta a la economía actual. Entre estos criterios

encontramos: Debe ser natural e intuitiva y aceptada por aquellos que son especialistas; debe

funcionar con el transcurso del tiempo; debe utilizarse para explicar un contenido más no

para comprender todo un contenido ideológico; tener una definición clara y consistente.

Para nosotros la economía neoclásica sigue vigente, aunque después de Keynes varios de

estos supuestos y teorías se vinieron abajo, los conceptos utilizados en los tiempos en que la

economía neoclásica estaba en su esplendor siguen jugando un papel fundamental en el

entendimiento de las bases económicas que rigen nuestros días, además que esta escuela tiene

un factor unificador, cosa que pocas escuelas pueden darse el lujo de tener sumándole a eso

que para los tiempos del Siglo XVIII y principios del siglo XIX el rigor y la elegancia formal

que ha conseguido es digna de admirar.

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Bibliografía y referencias

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survived the financial meltdown. Edinburgh: Hewer Text”.

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