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ACTIVIDAD CURSO DE PRODUCCIÓN TEXTUAL

SU NOMBRE COMPLETO

Presentado a:

CESAR AUGUSTO PARRA MENDEZ. Ph.D


Docente Universidad de Pamplona

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
LICENCIATURA EN
PAMPLONA, 2019
ACTIVIDAD CURSO DE PRODUCCIÓN TEXTUAL

1. DESCRIPCIÓN DEL TEXTO

Argumento: El argumento dentro del texto es de forma clara, precisa y


concisa, el autor describe de manera elocuente aquellos acontecimientos que
marcaron su vida desde su niñez. Dentro de la argumentación se observan
que el autor utiliza un realismo epistemológico, es decir basa sus
conocimientos bajo la existencia de un mundo independiente, cognoscible en
muchos aspectos para este pero visto desde una perspectiva real acorde a los
acontecimientos que iba observando en su entorno y contexto de crianza con
sus abuelos. de forma adecuada, aunque perfectible y parcial

Personajes: Abuelos maternos (Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha).

Contexto sociocultural: Personas del campo dedicadas a la cría de cerdos;


de clase social pobre.

Ambiente y atmosfera: En cuanto al ambiente se puede decir que este hace


referencia al contexto donde se desarrolla la narración del Saramago, es decir
e, autor sabe resaltar aquellos aspectos físicos que le dan verosimilitud a su
narración. Por ejemplo: A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de
un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al
campo, llevando hasta el pasto la media docena de cerdas de cuya fertilidad
se alimentaban él y la mujer. Vivían de esta escasez mis abuelos maternos,
de la pequeña cría de cerdos que después del desmame eran vendidos a los
vecinos de la aldea. Azinhaga era su nombre, en la provincia del Ribatejo.

En cuanto a la atmosfera, el autor describe un clima emocional que prevalece


en el texto, en este contexto se observa una asociación de sentimientos y
vivencias de los personajes. Por ejemplo: lo que les preocupaba, sin
sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la
naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más
de lo que es indispensable.
Mi abuela, ya en pie desde antes que mi abuelo, me ponía delante un tazón
de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba
algún mal sueño nacido de las historias
del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: «No hagas caso, en sueños no hay
firmeza».

2. QUIEN ES JOSÉ SARAMAGO EN TÉRMINOS DE:

Nacionalidad: Azinhaga, Santarém, Portugal, 16 de noviembre de 1922 -


Tías, Lanzarote, España, 18 de junio de 2010) fue un escritor, novelista, poeta,
periodista y dramaturgo portugués.
Vida obra y pensamiento. Tierra de pecado, que se publicó en 1947 sin éxito.
Segunda novela Claraboya, que no fue publicada hasta el 2012 (tras dos años
de haber fallecido).
En 1966 publicó Os poemas possíveis.

En 1970 publica Probablemente alegría.

En 1975 publica O Ano de 1993.

Obras más importantes: Su primera gran novela fue Levantado do chão


(1980).
Memorial do convento (1982).

Conflictos que estaban ocurriendo en el mundo cuando dio este


discurso:

Ante la desilusión de los venezolanos por los partidos tradicionales, Hugo


Chávez Frías es electo presidente de Venezuela en elecciones libres, por el
Partido MVR.

6 de diciembre: en Bangkok, Tailandia comienzan los XIII Juegos Asiáticos.

Importancia y significado del Premio Nobel de Literatura. El Nobel de


Literatura se concede a un autor cuya obra haya sido significativa y destacada
y su dotación asciende a los ocho millones de coronas suecas, algo menos de
un millón de euros. Su importancia mediática hace que su entrega anual, el
primer jueves de octubre, se convierta en uno de los momentos más
importantes del calendario literario.
Es uno de los galardones más prestigiosos del mundo dedicados a las letras,
siendo uno de los cinco premios originales que Alfred Nobel consignó para que
la Academia Sueca otorgara como parte de su legado.
DISCURSO DE DAYSY
Premio Nobel.

“Lo importante no es entender a los


demás, sino poder entendernos a nosotros mismos”
Daysy Oviedo

La persona más importante en mi vida la llamo “madre”, crecí en medio de una


pobreza, en xxxx municipio de, Departamento de xxxxx, dese los 12 años
quedé sola al lado de mi madre junto con mis cuatro hermanos, quien nos crio
como madre soltera. Vivíamos en una casa de una sola habitación y una sala
comedor, en una sola cama. Lo único que imperaba a nuestro alrededor era la
pobreza. Nuestra madre nunca desfalleció ante las circunstancias y
adversidades, tenía una venta de pescado en la plaza del pueblo, todos los
días a las cuatro de la mañana me levantaba a mi temprano para que le
ayudara a preparar el desayuno a mis hermanos y los alistara para enviarlos
a la escuela. En medio de la pobreza nuestra madre siempre llevaba el pan de
cada día, los alimentos nunca faltaron en la mesa. Recuerdo muy bien que un
día dijo estas palabras: “la pobreza es no excusa para aguantar hambre niña”.
Mi madre era temperamental, cuando tenía que ser amorosa no dudaba en
expresar su sentimiento, pero cuando tenía que elegir entre un regaño e
incluso un castigo físico no tenía vacile. Aún tengo el recuerdo vivo de mi
madre mujer de temple fuerte, de carácter duro, segura de sí misma. En
ocasiones llegaba del trabajo, descansaba y sacaba tiempo para contarnos
historias sobre sus abuelos, como fue criada, le gustaba hablar del lugar donde
había nacido, decía mi tierra es tierra de gente trabajadora. En una ocasión
nos contó como nuestra abuela, le dio unos correazos porque la enviaron a un
mandado y se quedó todo el día en la casa de una amiga.

Esa mujer, con escaso primero primaria, nos obligaba a aprendernos el ABC,
en sus tiempos libres en casa, cuando terminaba temprano la venta de
pescado, le gustaba revisarles los cuadernos a mis hermanos, yo por ser la
mayor me tocaba ayudarles con sus tareas. Mi madre siempre decía: estudien
que el estudio es lo único que le puedo dejar de herencia. Si quieren llegar
lejos tienen que estudiar, para que no se queden brutos como su mama que
ni leer ni descubrir sabe. Mi mamita, en medio de su ignorancia sabía que el
estudio era importante, que el estudio era un tesoro valioso.

Cuando tenía 13 años mi mama se levantó conmigo a las cuatro de la mañana,


me ayudo a preparar el desayuno de mis hermanos, mientras yo dejaba la ropa
lavada. Quise saber porque ella se había levantado y se había quedado
ayudándome en casa, ya que ella se levantaba no esperaba ni tomar café y se
iba para el mercado a recibir el pescado para la venta. Cuando le pregunte,
ella me respondió toda seria hoy vas a aprender el verdadero valor de la vida
y porque te insisto tanto que estudie a ti y tus hermanos.
Cuando llegamos a la plaza de mercado ya eran las cinco y media de la
mañana, vi a mi mamá tranquila, no estaba preocupada como los otros días
porque si llegaba tarde se quedaba sin pescado. La razón de su tranquilidad
era porque el día anterior le había pedido el favor a vecino de su puesto de
trabajo que le recibiera el pescado, ya que ella llegaría tarde. Jamás podré
olvidar ese día, lo tengo tan grabado en mi mente como si fuera ayer, el olor
hediondo a pescado, tripas por todos lados, gente oliendo a feo, personas
discutiendo por un cliente, vendedores gritando, hombres insultándose entre
ellos, mujeres contando historias de la noche anterior con sus hombres. Esta
fue la parte de mi vida que marco mi destino y donde mi madre en medio de
su sabiduría supo darme la mejor lección que una madre le puede dar a una
hija. No me llevó a un salón de belleza, no me llevó a una obra de teatro,
mucho menos a un concurso de princesas. Me llevó a su lugar sagrado, como
ella misma decía, mi trabajo es mi templo sagrado, es donde gano lo de
sostenerla a usted y sus hermanos. Ese día logré entender los sacrificios que
mi madre tenía que hacer para sostener a sus hijos. Sin embargo, nunca
entendí porque después de una jornada dura de trabajo siempre llegaba a casa
con una sonrisa.

Tenía quince años y un año de estar acompañando a mi madre en la plaza de


mercado, aprendí a distribuir mi tiempo entre el estudio, las tareas y el ayudarle
a mi madre en su trabajo. Una mañana mamita me dijo hija: tienes que pasar
a estudiar de noche, me siento enferma y no puedo continuar con este trabajo,
voy a tomarme un descanso y usted debe tomar las riendas del trabajo, ya
sabes cómo comprar y vender, así como debes atender a los clientes. La
verdad la idea de ser yo la que manejara la venta de pescado de mi madre no
me pareció mala idea, ya me había acostumbrado al olor a pescado, el ver
tripas de pescado no me causaban náuseas y lo considere como un reto. Por
otro lado, el estudiar de noche me pareció una buena idea, pensé que tendría
más tiempo, en fin, acepte ayudar a mi madre. Así fue como desde los quince
años empecé a trabajar en el mundo de los negocios, administrando una venta
de pescado.

El primer día de trabajo sola, sin la compañía de mi madre, no fue fácil, pues
tan solo era una niña, en la plaza de mercado había hombre grosero, guaches,
irrespetuosos, propasados con las mujeres. Sin embargo, mi madre siempre
me decía donde una mujer se hace respetar no necesita exigir respeto, el
respeto mija no se exige se gana. Por ello aprendí a defenderme sola. Ese
primer día no tuve mucho éxito, no logre vender todo el pescado, en pocas
palabras no cumplí con las metas que mi mamá se proponía siempre. Cuando
llegue a la casa mi madre lo primero que me pregunto fue: como le fue, yo le
respondí mal, no vendí todo el pescado, a lo que ella me dijo: no le estoy
preguntando si vendió todo el pescado, le estoy preguntando como le fue, yo
un poco grosera le indique como quiere le responda entonces. Me sorprendió
la respuesta de mi madre: siempre di me fue bien, porque llegué bien, no me
paso nada malo. Hoy no se vendió mañana se venderá, cada día llega con una
nueva esperanza y una nueva ilusión.
Mi madre, una mujer con escasa primaria y tenía una sabiduría increíble, a
pesar de su carácter, de su temple, era comprensiva, humilde y amorosa con
sus hijos. Esta señora CARMENZA XXXXX, así se llamaba mi madre (0jo o se
llama si aun esta viva), inculcó en mi en verdadero amor.

No puedo negar que aunque me agradaba la idea de estar al frente en la venta


de pescado, habían días que renegaba el tener que ir a trabajar, pues no había
día que no tuviera que madrugar, levantarme todos los días a las cuatro de la
mañana. Había madrugadas donde caía una lluvia inmensa, donde el sonido
de las latas de zinc no dejaba dormir, aparte de eso a mí me toca compartir un
colchón en el piso con mis hermanos, aguantarme el ruido de la noche. Había
noche donde me ponía hacer tareas y a revisar las tares de mis hermanos y
terminaba acostándome a las once o doce de la media noche. Habían noches
que no dormía por estar pensando en el día siguiente, lloraba a causa de la
pobreza que nos atormentaba, no entendía como mi madre podía soportar
esta situación cuando yo quería salir corriendo.

Una mañana, recuerdo tanto, era un domingo, llovía a cantaros, como decimos
en la costa, un palo de agua bravo, empezó a llover desde las dos de la
madrugada, el solo pensar que era domingo, que cuatro años atrás me daba
el lujo de dormir hasta tarde porque no había que madrugar, que mi mama era
la que se levantaba para ir a trabajar. Ese día con lágrimas en los ojos, mirada
melancólica me mire al espejo, un pedazo de espejo que era el recuerdo de
uno grande que se había partido y nos quedamos con ese para poder tener en
que mirarnos. Esa mañana vi en ese espejo a una mujer, que aunque siendo
a un niña, pues ya tenía los 16 años, era una fracasada, hundida en la pobreza,
una simple vendedora de pescado.

Espere que acampara un poco, salí de la casa un poco tarde, no camine sino
corrí para no quedarme sin pescado, llegue ofuscada, no quería saber de
pescado ni de nada de mi tormentosa vida. Sin embargo, ese día llego un
cliente y me dijo que tiene la veo triste, le respondí cosas que pasan, me dijo
a tiene lo que llegan las mujeres cada mes, le dije no sea imbécil, acaso es lo
único que puede molestar a una mujer, el señor dijo grosera y se fue, no sin
antes decirme, niña al mal tiempo buena cara.

Así paso un tiempo, tres años después, cuando tenía mis 18 años recibí mi
grado como bachiller, ese día fue el mejor día de mi vida por dos razones: mi
madre volvía a tomar las riendas de la venta de pescado y recibía mi título de
bachillerato. Mi madre con lágrimas en los ojos me dijo: hija busca un mejor
futuro para ti, ya lograste esto ahora consigue un trabajo y sigue estudiando,
no olvides el mejor tesoro es el estudio.

Fueron tiempos difíciles los que vinieron después de graduarme, dure mas de
un año buscando trabajo, cuando logre encontrarlo como secretaria en una
empresa de lácteos, lo primero que me dijeron a los quince días de esta
trabajando fue tú no eres buena como secretaria. Al mes me toco renunciar,
conseguí un trabajo en un almacén de ropa, igual que el trabajo anterior la
dueña me dijo tu no eres buena para esto, no sirves como vendedora, me
dieron trabajo en una frutería, a los dos meses me echaron que porque no era
buena como vendedora. Así sucesivamente dure más de cuatro años, hasta
que un día decidí decirle a mi madre que yo quería seguir vendiendo pescado,
pero ella no aceptó que yo trabajara con ella, ella prefirió utilizar unos ahorro y
darme un plante para que yo trabajara en la misma plaza pero no al lado de
ella sino retirada, ahí con lo poco que ganaba empecé trabajar duro, ahorre lo
más que pude y empecé a estudiar administración de empresas, tuve una
crisis económica y me toco retirarme de la universidad ;sin embargo conocí a
un hombre maravilloso del cual me enamore, me salí a vivir con el, nos
venimos a vivir a la ciudad de Cúcuta, en Cúcuta conseguí un trabajo en una
fuente de soda, y retome mis estudios en administración de empresas en la
Universidad Remintong, me gradué con honores y decidí escribir mi libro sobre
“la inteligencia emocional como eje innovador en las empresas”. De igual
forma decidí en este discurso brindarle un merecido honor a la persona más
importante de mi vida a mi madre.

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