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Tesis Cáncer de cuello de útero

Estado del arte


En primera instancia, se realizó un estudio sobre “Factores de riesgo y prevención del
cáncer de cuello de útero”, en Barcelona en el año 2012 (Salinas Tomala. J, Villarroel
Peña. G, 2012). En el presente trabajo de investigación se identifican los factores de
riesgo, el conocimiento y las medidas de prevención de cáncer cérvicouterino que tienen
las mujeres en edad fértil de la Clínica Granados. El estudio es descriptivo transversal. La
técnica que se utiliza es la encuesta, con un cuestionario de preguntas que se aplicó a 100
mujeres. En los resultados obtenidos se manifiesta que el 60% de las usuarias tienen un
déficit en el conocimiento sobre el cáncer cérvico uterino; el 85% de las mujeres de la
muestra de estudio tienen como mínimo tres factores de riesgo: el uso de anticonceptivos
orales, antecedentes familiares de cáncer cérvico uterino y el virus del papiloma humano
(VPH); el 92% conoce parcialmente cuando debe evitar tener contacto sexual y el 100%
solo aplica una de las medidas de prevención sobre el cáncer cérvicouterino. Ante los
resultados obtenidos se plantea la propuesta de un programa educativo que implemente
medidas de prevención contra el cáncer cérvico uterino.

El resultado de este trabajo demostró que las mujeres en edad fértil que acuden a la
consulta gineco-obstétrica tienen un déficit de conocimiento acerca del cáncer cérvico
uterino y sus causas. En relación a los antecedentes gineco-obstétricos, las pacientes en
estudio tienen como mínimo tres factores de riesgos entre los que se encuentran el virus
del papiloma humano (HPV), el uso de anticonceptivos orales y los antecedentes
familiares. Las usuarias en edad fértil conocen parcialmente sobre la prevención de los
factores de riesgos, pero aunque conocen los temas anteriormente mencionados, no
aplican en su totalidad dichas medidas preventivas. Una de las mismas que aplican es la
muestra en estudio del Pap y conocen sobre su utilidad, frecuencia y requisitos para su
realización.

En segunda instancia, se realizó otra investigación acerca de las “Prácticas de Prevención


de Cáncer cérvicouterino”, en Perú en el año 2011 (Palma Flores. J, 2011). En este trabajo
el objetivo es determinar las prácticas preventivas del cáncer cérvicouterino en las
pacientes del Centro de Salud Leonor Saavedra. El estudio es descriptivo transversal, al
igual que en la investigación anterior en mujeres en edad fértil, de 20 a 49 años que acudan
al consultorio de ginecología y obstetricia. El instrumento utilizado fue un cuestionario-
entrevista, durante los meses de enero, febrero y marzo del 2011. En los resultados
obtenidos se establece que el 52,4 % tiene alrededor de 32 años; el 54, 8% alcanzo el
nivel educativo secundario y, con el mismo porcentaje, es ama de casa; el 70, 2 % convive
con sus hijos y su pareja. Por otra parte, las respuestas relacionadas con las prácticas de
prevención primaria del cáncer cérvicouterino arrojaron como resultados que el 26,9%
retraso el inicio de relaciones sexuales hasta los 20 años, referido a la conducta sexual; el
43,7% posee solo un compañero sexual; el 72,1% conoce las características sexuales de
su pareja; el 73,9% evito el contagio de infecciones de transmisión sexual; el 88,2% evita
el uso prolongado de pastillas anticonceptivas; el 12,2% utiliza siempre preservativo en
sus relaciones sexuales. Respecto a las respuestas relacionadas con la reproducción, el
41,9% refirió haber tenido su primer parto a los 22 años; el 81,9% tuvo uno o dos partos
vaginales; el 32% tiene algún conocimiento acerca del Virus del Papiloma Humano
(VPH); el 91,9% no fuma; el 57,3% se alimenta balanceadamente. En cuanto a las
prácticas de prevención secundaria los resultados afirman que el 84,9% se realizó el
Papanicolaou, de las cuales el 11,1% lo hizo después de iniciar su vida sexual, el 34,6%
se lo realiza cada año, el 67,8% hace menos de un año, el 30,8% más de seis veces en el
año, el 86,1% conoce el resultado de su último Papanicolaou, y el 36,1% conoce el
propósito de la prueba.

Las conclusiones que se pueden extraer del trabajo, con respecto a las encuestadas, son
que la mayoría conocen las características sexuales de su pareja, y disminuye el número
de partos vaginales; además han evitado el contagio de infecciones de transmisión sexual
y el uso prolongado de píldoras como prevención primaria. En cuanto a la técnica de
Papanicolaou, la realizan como prevención secundaria y no poseen suficiente
conocimiento acerca de los propósitos de la prueba de PAP, como tampoco sobre el VPH.

Finalmente, se realizó un estudio poblacional titulado: “Lo que piensan las mujeres:
conocimientos y percepciones sobre cáncer de cuello de útero y realización de PAP”, en
Argentina en el año 2011 a cargo del Ministerio de Salud de La Nación (MSAL), UNICEF
y la Organización Panamericana de la Salud (MSAL, UNICEF y OPS, 2011). El estudio
se realizó por medio de grupos focales o de discusión, una técnica ampliamente utilizada
que consiste en la indagación sobre las representaciones colectivas acerca de la
enfermedad, las conductas de cuidado de la salud, y las experiencias de utilización del
sistema de salud. Se realizó un total de 14 grupos focales con 79 mujeres de 25 a 64 años
pertenecientes a estratos sociales bajos provenientes de diferentes localidades urbanas y
semi-rurales de Chaco, Jujuy, Misiones, Salta y la Provincia de Buenos Aires. Los grupos
se realizaron por tramos de edad (de 25 a 39 años y de 40 a 64 años). En la convocatoria
se hizo un esfuerzo por incluir mujeres que nunca se habían realizado el PAP o que lo
habían hecho hacía más de tres años.

La guía de discusión se estructuró en cinco ejes temáticos: 1) Problemas de salud


específicos de las mujeres; 2) Conocimiento sobre cáncer de cuello de útero y percepción
de riesgo; 3) Relación entre HPV y cáncer de cuello de útero; 4) Conocimiento de las
medidas de prevención del cáncer de cuello de útero; y 5) Barreras y facilitadores para la
realización del PAP.

El objetivo de esta investigación fue determinar conocimientos y percepciones de las


mujeres acerca del cáncer cérvicouterino y la realización del Pap. Los resultados que se
obtuvieron mostraron que existen una diversidad de barreras para el acceso a los
programas de tamizaje, que incluyan diferentes estrategias y actores, tales como “el
diseño de materiales de educación y comunicación adaptados a las características de la
comunidad, que enfaticen la utilidad y los beneficios del Pap”, y que además de informar
creen conciencia preventiva, estimulen y motiven a las mujeres para que se realicen el
examen. El desarrollo de acciones de comunicación específicas de los equipos de salud y
otras instituciones hacia las mujeres, que expliquen la función del PAP como método de
prevención, la necesidad de conocer el resultado, y reforzar la importancia del diagnóstico
y tratamiento de la enfermedad. La implementación de consejerías a lo largo de todo el
proceso de tamizaje, para revertir el temor de las mujeres a un resultado positivo. El
desarrollo de estrategias para facilitar el acceso al Pap, al seguimiento y tratamiento:
servicios de toma descentralizados, sin turnos, en horario extendido, transporte para las
mujeres que necesitan hacerse una biopsia y/ o tratamiento. Garantizar la privacidad, el
buen trato y la posibilidad de que la mujer pueda ser examinada por una profesional
femenina para contrarrestar el pudor y la vergüenza. Estas estrategias deben estar
acompañadas de la modificación de prácticas y discursos de los servicios de salud, para
garantizar el respeto a las necesidades y preocupaciones de las mujeres, y hacer efectivo
su derecho a la salud.

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