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Improcedencia del juicio de amparo

o ¿Cuándo opera el sobreseimiento por alguna causal de improcedencia?

Artículo 63 fracción V de la Ley de Amparo. Bajo esta causal de


sobreseimiento, decretada en la fracción V del artículo 63 de la Ley de Amparo, se
indica que habrá sobreseimiento del juicio de garantías cuando se advierta o
sobrevenga alguna de las causas de improcedencia que refiere la Ley en la materia.

En virtud de lo anterior y una vez que se ha estudiado la relación de


causalidad existente entre la improcedencia y el sobreseimiento; puesto que,
atendiendo esta causalidad, confirmamos que toda causa de improcedencia que
aparece o sobrevenga durante la substanciación del juicio de amparo, traerá como
consecuencia el sobreseimiento del mismo; es dable precisar cuándo se advierte y
cuándo sobreviene la causa que origina dicha figura procesal.

Artículo 61 de la Ley de Amparo.

Se advierte alguna causal de improcedencia del juicio de amparo, cuando


se tiene el conocimiento de que exista la causa, pero no se tiene aún por acreditada
para los efectos del juicio esto es que, el juzgador de amparo, conoce que existe
causa de improcedencia pero no puede acreditar plenamente su existencia porque
no cuenta con bastantes elementos para acreditar esa improcedencia, hasta
hacerse de los elementos de prueba correctos; como ejemplo de esta advertencia
de improcedencia, se puede señalar, en los casos en que se demanda juicio de
garantías el cual se presenta ante el órgano jurisdiccional fuera del plazo que señala
la Ley, es decir, después de los quince días en que surtió efectos la notificación del
acto reclamado, por lo que el juez no podrá determinar si el juicio se presenta en
tiempo, toda vez que no cuenta con elementos que basten para determinar cuándo
se practicó la notificación del acto que se reclama; por lo que admite a trámite la
demanda de amparo, y es hasta cuando la autoridad responsable rinde el informe
justificado y acompaña en dicho informe, el documento que conste de la notificación,
por lo que consecuencia a ello, el juez podrá determinar la causa de improcedencia
una vez que esta se ha acreditado fehacientemente, en virtud de lo que señala el
artículo 61 fracción XIV de la Ley de Amparo en relación a que se está en presencia
de un acto de consentimiento tácitamente, entendiéndose por tales aquéllos contra
los que no se promueva el juicio de amparo dentro de los plazos previstos. Bajo esta
premisa y advirtiendo que esta causal de improcedencia, el juzgador de amparo,
deberá resolver sobreseyendo el juicio.

Por otro lado, sobreviene alguna causal de improcedencia, cuando esta no


existe al interponerse juicio de garantías, sino que durante la tramitación del juicio,
se actualiza, esto es, que al iniciarse era completamente procedente el juicio, pero
al pronunciarse la sentencia, se actualiza esa causal de improcedencia, misma que
surgió después de interpuesta la demanda. Como ejemplo de esta causal de
sobreseimiento por sobrevenida alguna causa de improcedencia, podemos exponer
lo concerniente a la cesación de los efectos del acto reclamado (art. 61 fracción XXI
de la Ley de Amparo), esto es, cuando a la hora de pronunciar sentencia, el acto
que se reclamó inicialmente ya no sigue surtiendo afectación al quejoso, por lo que
el juzgador deberá decretar el sobreseimiento del juicio.

o Por inexistencia de los actos reclamados ¿Quién tiene que


acreditar la existencia del acto que se reclama?

Artículo 63 fracción IV de la Ley de Amparo

. La causal de sobreseimiento que se analiza se encuentra prevista en


términos del artículo 63 fracción IV de la Ley de Amparo, por lo que es procedente
resolver sobreseyendo todo aquel juicio de garantías, en donde no se acredite la
existencia del acto reclamado, más aún, cuando no se compruebe de la existencia
del acto reclamado en la audiencia constitucional prevista.

Por lo que corresponde al quejoso, la carga de demostrar sobre la existencia


del acto que reclama de las autoridades, debiendo aportar pruebas tendientes a
ello, toda vez que, si al rendir el informe la autoridad que se tiene como responsable,
esta lo negase, entonces corresponderá al quejoso, comprobar la existencia del acto
que estime violatorio de sus derechos fundamentales y que le motivara demandar
en juicio de amparo; lo anterior para evitar que el juicio se resuelva sobreseyendo
por la inexistencia del acto reclamado.

Burgoa sostiene que, “ante la negativa de los actos por parte de la autoridad
responsable, el quejoso debe demostrar que los mismos existen”.Burgoa O. I. (2009).
El juicio de amparo. México: Porrúa. pag 222

Contrario a lo anterior y si de las constancias del expediente formado con


motivo del juicio de amparo promovido, se demuestre claramente que el acto
reclamado no existe; consecuencia de ello se producirá que se sobresea el asunto,
dado que de la inexistencia del acto reclamado, se prevé que no existe materia para
el juicio de amparo, por lo que esta causal de sobreseimiento resulta que al no existir
o al no probarse la existencia del acto reclamado, se decrete el sobreseimiento; lo
que da pauta a que se resuelva el juicio de amparo, sin tocar la cuestión de fondo
planteada inicialmente, esto es, si dirimir si el acto se tilda de constitucional o
inconstitucional, al no probarse la existencia de este, ergo no haber materia de
estudio.

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