Sie sind auf Seite 1von 29

Claves de lectura: Libro: Teoría de la Acción comunicativa de Habermas

Objetivo: Explicar, analizar y reflexionar los puntos principales que se abordan en el


libroTeoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas, de forma que el alumno pueda
introducirse en la temática que expone el autor para reconocer de manera general la
esencia de esa obra para el estudio del entendimiento del ser humano a través del lenguaje
en la sociedad moderna.

Puntos a tratar

1) Introducción. Antecedentes de la modernidad. Explicación acerca de la modernidad


temprana(Renacimiento y Reforma) y su consecuencia: la modernidad desarrollada (la
triple Revolución según Habermas). Contexto genealógico que comprende a la modernidad.

2) Explicación acerca de la Teoría Crítica. Ejes temáticos y principales expositores.

3) El autor: ¿Quién es Jürgen Habermas? Y ¿de qué habla la Teoría de la acción


comunicativa? Explicación introductoria.

4) Concepto de “racionalidad”. ¿Qué es “verdad”? ¿Qué es una manifes tación? ¿Qué es


eficiencia? ¿Qué es la “acción” (el desempeño)? ¿Qué es una pretensión de validez?

5) Explicación acerca del mundo de la vida. ¿Qué son las imágenes del mundo?

6) ¿Qué comprendemos por “entendimiento”? Papel del lenguaje en el entendimiento


y una breve explicación de “interpretación”.

7) ¿Qué es el proceso de racionalización?

8) Definición de “acción” según el enfoque webberiano.

9) Actos ilocuionarios/perlocucionarios.

10) Principio de “razón instrumental”. Cosificación. Potencial instrumental de la cultura de


masas.

11) Crítica de la razón funcionalista. Sociedad/individuo. ¿Qué es identidad?

12) Componentes estructurales del mundo de la vida: cultura, sociedad y personalidad.

13) Medios de regulación en la sociedad: dinero (utilidad), valor real del entendimiento y
poder (eficacia).

14) Concepto de mercancía según Marx.


15) Concepto de valor de cambio.

16) La comunicación de masas y lo intrasíquico

17) Explicación de la acción comunicativa a través del concepto de trabajo de Marx.

Bibliografía: Habermas, Jürgen. Teoría de la acción comunicativa. Trotta. Madrid. 2010.

Explicación claves

El positivismo significa el fin de la “teoría del conocimiento”, que pasa a ser sustituida por
una “teoría de las ciencias”.

Jurgen Habermas

EXPLICACIÓN DE LAS CLAVES DE LECTURA. Teoría de la acción comunicativa.

1) Introducción. Antecedentes de la modernidad. Explicación acerca de la modernidad


temprana (Renacimiento y Reforma) y su consecuencia: lamodernidad desarrollada (la
triple Revolución según Habermas). Contexto genealógico que comprende a la modernidad.

La Ilustración fue un progresos científico que ayuda al perfeccionamiento moral del


hombre; fue una emancipación de las ciencias humanas, un progreso metódicamente
asegurado como ciencias naturales. Fue un advenimiento de la caída de las imágenes del
mundo que habían gobernado a través de la Iglesia.

El Renacimiento y la Reforma (los grandes acontecimientos de la modernidad temprana)


propiciaron innovaciones técnicas que desde ese momento condujeron a una metodización
de la vida. El proceso de revolución que se inicia en el siglo XVI y concluye en el siglo XVIII
es un cambio en las imágenes religiosas y metafísicas del mundo. Durante ese momento se
funda la racionalidad práctica, los sujetos aprenden a controlar su entorno, el individuo
actúa de forma racional con arreglo a fines. El concepto de eficacia en los medios racionales
retoma fundamental importancia.

Desde el siglo XVI diversas corrientes como el protestantismo, el humanismo y la moderna


evolución científica critican el orden social al poner en juicio la unidad de las imágenes
religiosas. Este movimiento se originó desde las universidades y en los órdenes monásticos
por élites culturales.

La Reforma eliminó las barreras entre el clero, las órdenes religiosas y el estado laico. EL
Renacimiento fue el auge del humanismo, pone la herencia grecoromana a disposición de
una ciencia, una jurisprudencia y un arte emancipados de la Iglesia; allanó el camino para
el sistema jurídico moderno.

Las estructuras simbólicas del mundo de la vida se deforman a través del medio dinero y
del medio poder. Esta “deformación simbólica” tuvo que ver con tres revoluciones: la
Revolución industrial, la Revolución democrática y la Revolución educativa.

Las tres revoluciones cimentaron sus pilares en una sociedad legal, en tolerancia religiosa y
en la producción agrícola basada en el trabajo asalaridado, aspecto que generó una lucha
de tensión, una burguesía artesanal (orientación en función de necesidades) y una
burguesía mercantil (orientación en función del lucro).

Se puede nombrar a esto un proceso pro individualizado que capacita al individuo para
participar selectivamente según sus propios criterios y deseos

2) Explicación acerca de la Teoría Crítica. Ejes temáticos y principales expositores.

La Teoría Crítica reflexiona acerca de tres aspectos de la vida moderna: 1) la burocratización


acelerada, 2) el fascismo (resistencia al movimiento obrero) y 3) la cultura de masas.

El potencial instrumental de la modernidad desarrollada permite a este nuevo aspecto “la


cultura de masas” ligar la conciencia de anchas capas de la población a los imperativos del
status quo. El ejemplo evidente fue el nazismo.

El Instituto de Investigación Social desarrolló en los 40s seis temas eje:

a) Las formas de integración en las sociedades postliberales.

b) La socialización de la familia y el desarrollo del yo.

c) Los medios de comunicación de masas y la cultura de masas.

d) Psicología social de la protesta paralizada y acallada.

e) Teoría del arte.

f) Crítica del positivismo y de la ciencia.

Se destaca que “En este aspecto de temas se refleja la filosofía programática de Horkheimer
de una ciencia social interdisciplinar” (Habermas, 2010:910).

Las categorías básicas de la Teoría Crítica enfrentan directamente la conciencia de los


individuos a unos mecanismos sociales de integración que se limitarán a prolongarse hacia
dentro, intrasíquicamente.
3) El autor: ¿Quién es Jürgen Habermas? Y ¿de qué habla la Teoría de la acción
comunicativa? Explicación introductoria.

Es el representante más sobresaliente de la segunda generación de filósofos de la Escuela


de Fráncfort, se centra en sus estudios en temas filosóficos, sociológicos y políticos. Su
pensamiento refleja un interés por reinterpretar el proyecto moderno de racionalización.
Es la cumbre del pensamiento actual.

Es elemental debido a su crítica de las implicaciones ideológicas de la ciencia, la


comunicación y la opinión pública; desarrolló una ética del discurso (mediante su análisis
de la acción comunicativa). Fue premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales en el 2003.

La Teoría de la acción comunicativa es una explicación acerca de los cánones críticos de la


modernidad y el racionalismo occidental mediante un juicio basado en las ciencias sociales
según los fundamentos filosóficos post renancentistas, mismos que definen lo cuestionable
que el estado social es debido a costes culturales y psico-sociales en la actualidad.

4) Concepto de “racionalidad”. ¿Qué es “verdad”? ¿Qué es una manifestación? ¿Qué es


eficiencia? ¿Qué es la “acción” (el desempeño)? ¿Qué es una pretensión de validez?

Los sitemas sociales modernos implican adaptación, integración, consecución de fines y


mantenimiento de patrones estructurales en una realidad en la que la economía política
explica “cómo repercute la dinámica del sistema económico en los órdenes que integran
normativamente a la sociedad” (Habermas, 2010:26).

La racionalidad la entiende Habermas como una comprensión moderna del mundo y es un


aspecto que tiene que ver más con la forma que con el conocimiento, donde los suejtos
capaces de “lenguaje y de acción hacen uso de su conocimiento” (Habermas, 2010:31).

La “verdad” es la existencia de estados de cosas en el mundo, se genera mediante


manifestaciones que expresan un saber en las acciones hacia un fin. Una manifestación es
un poder, una capacidad, un saber implícito.

Una manifestación cumple los presupuestos de racionalidad si y solo si encarna un saber


falible guardando así una relación con el mundo objetivo, esto es, con los hechos, y
resultando accesible a un enjuiciamiento objetivo.

La racionalidad se basa en la “eficiencia” que no es otra cosa sino las intervenciones en el


mundo con ayuda de las cuales pueden producirse los estados de las cosas, es una versión
cognitiva, un saber descriptivo.

Se reconoce a través del desempeño (la acción), busca reconocimiento intersubjetivo de su


validez: “Al enunciar alguien algo entabla la pretensión de que lo dicho es verdad”, por lo
tanto “se empeña. Cuando la verdad se pone en tela de juicio y el hablante sabe sostenerla
con razones […] se desempeña”.

La pretensión de validez son las razones que se manifiestan a favor de la verdad del
enunciado o de la eficiencia de la regla de acción. Un argumento parte de una razón o
fundamento (ground), es una manifestación problemática con un propósito, establecer una
pretensión de validez.

5) Explicación acerca del mundo de la vida. ¿Qué son las imágenes del mundo?

Las personas viven en un mundo de la vida y tienen un modo de comportarse en la vida;


construyen dicho mundo y se comportan en él según sistemas de interpretación, un saber
de fondo de los grupos sociales de las imágenes del mundo.

Las imágenes del mundo son estructuras de racionalidad simbólicamente materializadas. La


racionalidad comprende una precomposición anclada en las actitudes de la conciencia
moderna, o bien, “es una ingenua suposición”.

Habrá entonces una interpretación mítica del mundo que mediante la analogía el mundo
adquiere sentido; el mundo es controlado imaginariamente con base en fenómenos
correspondidos por poderes míticos. Se creará una realidad que será un juego de
perspectivas, una peculiar confusión entre un mundo humano (cultura) y un mundo no
humano (naturaleza).

6) ¿Qué comprendemos por “entendimiento”? Papel del lenguaje en el entendimiento


y una breve explicación de “interpretación”.

El entendimiento es un acuerdo con pretensiones de validez susceptibles de crítica,


manifestaciones simbólicas. El individuo hará un desempeño discursivo de pretensiones de
validez.

Los procesos de entendimiento tienen como meta un acuerdo que cumpla las condiciones
de un asentimiento racionalmente motivado al contenido de una emisión o una
manifestación. El entendimiento es inmanente altelos humano. Ciertamente, lenguaje y
entendimiento no se relacionan entre sí como medio y fin. Pero sólo podemos explicar el
concepto de entendimiento si somos capaces de precisar qué significa emplear oraciones
con intención comunicativa.

Es dentro del lenguaje que los individuos efectúan un proceso de entendimiento mismo en
el que ninguno de los implicados tiene el monopolio de la interpretación. EL lenguaje es un
medio de comunicación que persigue el entendimiento; los actores para entenderse entre
sí persiguen cada uno determinadas metas. “La universalidad de la pretensión de verdad es
una apariencia” (Habermas, 2010:164). Lo que en cada caso se acepta como verdadero es
un asunto de convención. Es por medio de la crítica que hay interpretaciones alternativas.
7) ¿Qué es el proceso de racionalización?

La racionalización es una imposición directamente con el despliegue de las fuerzas


productivas, según términos weberianos la racionalización se refiere a las técnicas de
realización de los valores, pero no a los valores mismos. Es una idea de moderni dad
impuesta como un sistema de reglas abstractas intencionalmente establecidas donde la
existe una administración de justicia que consiste en la aplicación de esas reglas a casos
particulares.

La racionalización cultural es un definitivo desencantamiento de la religión, es la


personalización de “esa” vida metódica e inicia con la concepción de un rigor de vida
centrado en el yo. La racionalización implica una evolución científica como un aumento de
complejidad, es decir, el uso de los medios técnicos, los sujetos aprenden a controlar su
entorno, el individuo actúa de forma racional con arreglo a fines.

8) Definición de “acción” según el enfoque webberiano.

A la acción se le define como un comportamiento humano. Un agente en el mundo de la


vida tendría fines de acción que tienen que ver con el éxito, que es la realización en el
mundo de cosas deseado. “A una acción orientada por el éxito la llamamos “instrumental”
(Habermas, 2010:331).

Existen, indudablemente, innumerables casos de entendimiento indirecto, bien sea que


unos de los agentes dé a entender algo a otro mediante señales, induciéndolo
indirectamente, por vía de una elaboración inferencial, esta forma de emplear el lenguaje
orientándose a las consecuencias u orientándose por las consecuencias desacreditan al acto
de habla como modelo de acción orientada al entendimiento.

9) Actos ilocuionarios/perlocucionarios.

Habermas retoma a Austin para explicar los actos locucionarios, los ilocucionarios y los
perlocucionarios; al primer tipo lo denominó Austin como el contenido de las oraciones
enunciativas, el hablante expresa un estado de las cosas; el segundo tipo, el agente realiza
una acción diciendo algo (afirmación, mandato, promesa, confesión; el tercer tipo busca
causar un efecto sobre su oyente.

En otras palabras: locucionaro es “decir” algo; ilocucionario es “hacer” diciendo algo;


perlocucionario es “causar” algo mediante lo que se hace diciendo algo.

Los puntos primordiales se dan en el caso de un acto ilocucionario pues éste permite la
autosuficiencia del hablante al efectuar la intención comunicativa, “debe entenderse en el
sentido de que la intención comunicativa del hablante y el objetivo ilocucionario que busca
conseguir se siguen del significado manifiesto de lo dicho” (Habermas, 2010:335).
En los actos perlocucionarios “Su sentido sólo podemos identificarlo valiéndonos de las
intenciones que persigue el autor y de los fines que se propone realizar […] Tales efectos
[perlocucionarios] se producen siempre que el hablante actúa orientándose al éxito y para
ellos asocie los actos de habla con intenciones y los instrumentalice para sus propósitos,
que sólo guardan una relación contingente con el significado de lo dicho” (Habermas,
2010:335.

Con el acto perlocucionarios el hablante no se sigue del contenido manifiesto del acto de
hablar; este objetivo sólo puede determinarse averiguando la intención del agente.

“Cuento, pues, como acción comunicativa aquellas interacciones mediadas


lingüísticamente en que todos los participantes persiguen con sus actos de habla fines
ilocucionarios y solo fines ilocucionarios” (Habermas, 2010:340).

10) Principio de “razón instrumental”. Cosificación. Potencial instrumental de la cultura de


masas.

La razón instrumental es una razón “subjetiva”, explica desde el sujeto cognoscente y del
agente, pero no desde la perspectiva del objeto percibido y manipulado; el aparato
categorial de la razón instrumental está hecho para posibilitar a un sujeto el control sobre
la naturaleza, pero no para decir a esa naturaleza objetivada qué es lo que con ello se le
está inflingiendo.

La razón instrumental es la capacidad de calcular probabilidades y de elegir así los medios


adecuados para un fin dado; es una forma dominante de racionalidad. El individuo se
orienta cada vez menos con base en su superego y se acomodan cada vez más a los
imperativos del entorno. Es una “autoalienación de los individuos, que tienen que
adaptarse en cuerpo y alma a las exigencias del aparato técnico” (Habermas, 2010:404).

El mundo de la vida mismo se cosifica, no solo la forma de pensar sino la forma de existir
de los sujetos. Hay una “peculiar asimilación de las relaciones sociales y de las vivencias
personales a cosas, es decir, a objetos que podemos percibir y manipular “Habermas,
2010:406).

El concepto de cosificación según la forma mercancía adquiere un carácter de fetiche; un


valor de uso y un valor de cambio: esencia y fenómeno. Al orientar ahora los agentes su
conducta por valores de cambio, su mundo de la vida contrae y reduce a mundo objetivo.
Es un medio deslingüistizado (valor de cambio).

El potencial instrumental permite a la cultura de masas, sin necesidad de presión ligar a la


conciencia de anchas capas de la población a los imperativos de status quo. El momento de
una andanada razón-instrumental lo que representa el nazismo, con un pueblo de clases
retrasadas condenadas por la evolución industrial, acorraladas por las técnicas de
producción masiva, con costes psicosociales de racionalización con lo que pudieron
manipular los deseos reprimidos del pueblo alemán.

11) Crítica de la razón funcionalista. Sociedad/individuo. ¿Qué es identidad?

EL individuo humano empieza pensando en términos enteramente sociales, se rige por una
satisfacción recíproca de intereses. El control social depende del grado en que los individuos
de una sociedad son capaces de asumir la actitud de los demás que se encuentran
implicados con ellos.

La identidad colectiva se constituye en forma de un consenso normativo; la identidad


personal es reflejo de la identidad colectiva. La identidad del yo es construida a través de
identidades quebradas o superadas.

12) Componentes estructurales del mundo de la vida: cultura, sociedad y personalidad.

La cultura es el acervo de un saber en el que los participantes en la comunicación se


abastecen de interpretaciones para entenderse sobre algo en el mundo. La sociedad son
ordenaciones legítimas, a través de las cuales los participantes en la interacción regulan sus
pertenencias a grupos sociales, asegurando con ello la solidaridad.

La personalidad entiende que convierte a un sujeto en capaz de lenguaje y de acción, esto


es, que lo capacitan para tomar parte en procesos de entendimiento y para afirmar en ellso
su propia identidad. Al interactuar los individuos renuevan su pertenencia a los grupos
sociales y a su propia identidad.

13) Medios de regulación en la sociedad: dinero (utilidad), valor real del entendimiento y
poder (eficacia).

El orden social no se resuelve bajo presupuestos empiristas, el lenguaje constituye el medio


ejemplar de transmisión de la cultura. Hay mecanis mos de la personalidad y mecanismos
de control social en el sistema social para poner al sistema en equilibrio.

Un sistema de acción no actúa, sino que funciona. La acción comunicativa no solamente


depende del saber cultural […] representa a su vez el medio a través del cual se reproducen
las estructuras simbólicas del mundo.

Medios como el dinero y el poder pueden ahorrar en buena parte los costos que entraña el
disentimiento. Los medios de control sustituyen al lenguaje en funciones específicas, el
dinero, permite la generalización y transmisión de expresiones simbólicas que llevan
inscritas una estructura de preferencias.

Habermas elabora cuatro características básicas del medio dinero: 1) Es libre para gastar su
dinero en cualquier mercancía o combinación de mercancías disponibles en el mercado que
pueda obtener con ese dinero. 2)Puede elegir entre fuentes alternativas de suministro de
las mercancías deseadas. 3) Para comprar puede elegir el momento que estime oportuno.
4) Es libre para considerar los términos que en virtud de esa libertad de tiempo y fuente,
puede aceptar o rechazar o en los que puede tratar de influir en un caso concreto.

El dinero solo simboliza cantidades de valor, no es un factor de producción, tampoco una


mercancía. El medio dinero funciona de modo que la interacción queda desligada de lso
contextos del mundo de la vida (está relacionado con la propiedad y el contrato). El lenguaje
es un medio que no necesita más que de él mismo.

El poder, representa la materialización simbólica de masas de valor, refleja la estructura de


pretensión de validez y desempeño de pretensión de validez. El valor de cambio <poder>
tiene un valor que será la realización de fines colectivos, para ello tendrá un respaldo que
es la posesión de medios de sanción.

El poder tiene un valor generalizado: la eficacia en al realización de fines (para el dinero es


la utilidad). Quien tiene el poder puede condicionar las posturas de los sometidos al poder
sin necesidad de recurrir a la disponibilidad de estos a la cooperación. No es posible una
cuantificación del poder, no dispone de un sistema de signos equivalente al dinero. El
entendimiento tiene que ver con la tradición cultural, la integración social y la educación

14) Concepto de mercancía según Marx.

15) Concepto de valor de cambio.

16) La comunicación de masas y lo intrasíquico

Toda orientación por valores de uso, en el proceso de acumulación es en realidad una


“apariencia”, el sistema capitalista “no es otra cosa” que la forma fantasmal de unas
relaciones de clase que se han vuelto anónimas y se han convertido en fetiche.

Las ciencias modernas sirven al progreso técnico pero no a la comprensión del mundo y de
sí mismo, de la que tienen necesidad los ciudadanos implicados en los procesos de la
comunicación.

Debido a una actitud objetivante se transforman las relaciones instrumentales lo mismo las
relaciones sociales que las relaciones intrapsíquicas. Lo intrasíquico es la constitución de
hiperpersonalidades construidas a base de “ciegas personalidades” percibidas como
destino. Los momentos postmodernos difieren de los modernos respecto a que “Las
histerias clásicas casi han desaparecido, el número de neurosis compulsivas decrece
drásticamente y en su lugar aumentan las perturbaciones narcisistas.

Hay un desencanto juvenil que proviene desde los años sesenta del siglo pasado donde los
medios de comunicación de masas han abierto espacios de opinión pública donde son los
mismos medios quienes jerarquizan el horizonte de comunicación y también le quitan sus
limitantes, cuestión que lo hace ambivalente.

Los medios de comunicación de masas acaparan y condensan simultáneamente los proceso


de entendimiento pero: “nunca pueden quedar fiablemente blindadas contra posibilidades
de ser contradichas [las pretensiones de validez transmitidas por los medios masivos de
comunicación] por actores capaces de responder autónomamente de sus propios actos y
de sus propias opiniones” (Habermas, 2010:926)

Son respuestas entendidas como conflictos que pueden comprenderse como una
resistencia contra una colonización del mundo de la vida.

17) Explicación de la acción comunicativa a través del concepto de trabajo de Marx.

Bibliografía: Habermas, Jürgen. Teoría de la acción comunicativa. Trotta. Madrid. 2010.

Resumen de la obra

Esta reflexión (la Teoría de la acción comunicativa) es una explicación acerca de los cánones
críticos de la modernidad y el racionalismo occidental que mediante un juicio basado en las
ciencias sociales según los fundamentos filosóficos post renacentistas define lo
cuestionable que el estado social es debido a costes culturales y psico-sociales en la
actualidad.

Jürgen Habermas aporta un análisis que cuestiona los fundamentos de la teoría de la


sociedad y él mismo hace énfasis en lo fundamental que resulta la óptica de la filosofía de
la cual el tema principal “es la razón” (Habermas, 2010:23); sin embargo, el aumento de las
capacidades adaptativas de la sociedad moderna ha provocado que éste ya no sea un saber
totalizador, es ahí donde la teoría de la sociedad toma su particular importancia: Economía,
antropología cultural, ciencia política y la sociología, misma que: se convierte ‘par exellence’
en una ciencia de la crisis (Habermas, 2010:27).

Los sistemas sociales modernos implican adaptación, integración, consecución de fines y


mantenimiento de patrones estructurales en una realidad en la que la economía política
explica “cómo repercute la dinámica del sistema económico en los órdenes que integran
normativamente a la sociedad” (Habermas, 2010:26).

Este estado social cuestionable se define como una creación de una cultura pequeño
burguesa la cual basa en la Sociología su manifestación atómica a través de un tránsito que
se ha gestado de comunidad a sociedad debido a una racionalización cultural y social.
La racionalidad la entiende Habermas como una comprensión moderna del mundo y es un
aspecto que tiene que ve más con la forma que con el conocimiento, donde los sujetos
capaces de “lenguaje y de acción hacen uso del conocimiento” (Habermas, 2010:31).

La “verdad” es la existencia de estados de cosas en el mundo, se genera mediante


manifestaciones mismas que expresan un saber en las acciones hacia un fin. Una
manifestación es un poder, una capacidad, un saber implícito.

La racionalidad se basa en la “eficiencia” que no es sino las intervenciones en el mundo con


ayuda de las cuales pueden producirse los estados de las cosas; entonces ésta es una versión
cognitiva, un saber descriptivo.

Se reconoce a través del desempeño (la acción), busca reconocimiento intersubjetivo de su


validez: “Al enunciar alguien algo entabla la pretensión de que lo dicho es verdad”, por lo
tanto “se empeña. Cuando la verdad se pone en tela de juicio “y el hablante sabe sostenerla
con razones […] se desempeña” 8Habermas, 2010:33).

Las manifestaciones son realistas y fenomenológicas, es decir, hay una manifestación


instrumental y un entendimiento comunicativo. Es racional por sus patrones rígidos, por su
carácter privatista, cuya argumentación es una pretensión de validez y al mismo tiempo una
exposición a la crítica.

Las normas de acción buscan un interés común que mediante la adecuación


(establecimiento de estándares) le asignan un significado a al acción (valores). La
racionalidad es una “disposición de los sujetos capaces de lenguaje y de acción” (Habermas,
2010:47).

Un argumento parte de una razón o fundamento (ground), es una manifestación


problemática con un propósito, establecer una pretensión de validez. La dialéctica es un
procedimiento pragmático de argumentación, la lógica, productos d el argumentación.

Las personas viven en un mundo de la vida y tienen un modo de comportarse en la vida;


construyen dicho mundo y se comportan en él según sistemas de interpretación, un saber
de fondo de los grupos sociales de las imágenes del mundo.

Las imágenes del mundo son estructuras de racionalidad simbólicamente materializadas


(Habermas, 2010:72). La racionalidad comprende una precomposición anclada en las
actitudes de la conciencia moderna, o bien, “es una ingenua suposición”.

Habrá entonces una interpretación mítica del mundo que mediante la analogía el mundo
adquiere sentido (relaciones de semejanza y de contraste); el mundo es controlado
imaginariamente con base en fenómenos correspondidos por poderes míticos. Se creará
una realidad que será un juego de perspectivas, una peculiar confusión entre un mundo
humano (cultura) y un mundo no humano (naturaleza).
El ser humano construye su mundo según lo interno y lo externo, “el mundo subjetivo
representa la totalidad de las vivencias a las que en cada caso sólo un individuo tiene un
acceso privilegiado” (Habermas, 2010:81).

La cultura se construye con base en una relación con al realidad “para los integrantes de
una misma cultura, los límites de su lenguaje son los límites de su mundo”, interpretar es
asimilar (Habermas, 1980:87). Teniendo en cuenta la cuestión elemental de las imágenes
del mundo entendemos que un retrato es “un ángulo de mira bajo el que la persona
representada aparece de determinada manera” (Habermas, 2010:87).

Las imágenes del mundo determinan lo que acaece en el mundo, fijan el marco categorial;
no pueden ser verdaderas o falsas; le dan sentido a la vida humana, posibilitan
manifestaciones susceptibles de verdad, por lo que se vuelve un carácter asegurador que
inmuniza a la verdad contra otras alternativas de interpretación, pero son una suposición.

“Las imágenes del mundo cumplen la función de conformar y asegurar la identidad


proveyendo a los individuos de un núcleo de conceptos y suposiciones básicas” (Habermas,
2010:94). Es un saber garantizador de la identidad.

Los sistemas de interpretación son una continua transición como procesos de aprendizaje,
con base en ello es que existe el mundo objetivo, el mundo social o el mundo subjetivo
(tradición cultural). Por medio de la crítica hay interpretaciones alternativas.

Habermas explica el concepto de acción comunicativa en que define al entendimiento como


un acuerdo con pretensiones de validez susceptibles de crítica, manifestaciones simbólicas.
El individuo hará un desempeño discursivo de pretensiones de validez; en sus
manifestaciones reclama validez.

Las acciones sociales se orientan por valores culturales y estos últimos no cumplen función
expositiva. Es dentro del lenguaje que los individuos efectúan un proceso de entendimiento
“con pretensiones de validez que pueden ser reconocidas o puestas en cuestión”
(Habermas, 2010: 1354). Dichas acciones se llevan a cabo en un mundo objetivo que es un
conjunto de todas las entidades sobre las que son posibles enunciados verdaderos.

Existe un mundo social que es un conjunto de todas las relaciones interpersonales


legítimamente reguladas; por último un mundo subjetivo en el que se ubica la totalidad de
las vivencias del hablante, a las que éste tiene acceso privilegiado. Respecto a lao anterior
hay un problema de tipo especial “ninguno de los implicados tiene el monopolio de la
interpretación” (Habermas, 2010:136).

Finalmente el lenguaje debe contemplarse como un medio de comunicación que persigue


el entendimiento; los actores para entenderse entre sí persiguen cada uno determinadas
metas.
En la acción comunicativa todo acto de interpretación “no se agota en el ámbito del
entendimiento efectuado en términos de interpretación” (Habermas, 2010:138), debido a
que “un intérprete puede ir más allá de esta orientación de acción subjetivamente racional
con arreglo a fines” (Habermas, 2010:139).

Habermas critica, en este punto a los procedimientos de interpretación de las ciencias


sociales, lo asimila como cuestionable, como una “perturbadora tesis” y propone un avía
independiente para sustentar su crítica. Cuando hablamos y actuamos, afirma el autor,
creamos objetos simbólicos; el habla y la acción son ideas sin aclarar a las que acudimos
para percatarnos de nuestra existencia.

En básico señalar que todos estos planteamientos hasta ahora mencionados se sustentan
en la reflexión de pensadores como Husserl, Schütz, Wittgenstein, Winch, Heidegger y
Gadamer. El autor hace énfasis en la comprensión, misma que no es introducirse en los
estados mentales de un sujeto extraño, es decir, la comprensión no es empatía.

El individuo debe ser un participante en los procesos de entendimiento: “El mundo de la


vida sólo se abre a un sujeto que haga uso de su competencia lingüística y de su
competencia de acción” (Habermas, 2010:149).

Hasta aquí se establece toda una comprensión lingüística que se direcciona en el ámbito de
la apropiación del lenguaje y cómo comunicamos ese conocimiento. En la comunicación
cotidiana el hablante actúa en la emisión de un contenido suponiendo parte de su
significado en el oyente: “una manife3stación nunca tiene significado completo por sí
misma” (Habermas, 2010:163)., por lo mismo: “La universalidad de la pretensión de verdad
es una apariencia” (Habermas, 2010:164), lo que en cada uno se acepta como verdadero
es un asunto de convención. Aquello que perdura como un “clásico” es lo que resistido la
prueba de la crítica histórica (Habermas, 2010:173).

Respecto a esta cuestión de interpretación el autor se sustenta en Gadamer para reconocer


que el hecho de entender cualquier manifestación simbólica implica reconocer en qué
circunstancias es posible que se acepte la pretensión de validez que propone el hablante.
Una pretensión de validez es inherente a algo que era digno de se reconocido.

Luego de la parte introductoria de su obra, Habermas retoma a Max Weber, para explicar
su idea de racionalidad con arreglo a fines que es puesta en práctica desde la sociedad viejo
europea, ésta última es a su vez un resultado de un proceso histórico-universal de
racionalización.

Por otro lado analiza el postulado de racionalización social de Marx, estudio que señala a
ésta como una imposición directamente con el despliegue de las fuerzas productivas.
Asimismo habla de Horkheimer y Adorno, llama a la Escuela de Fráncfort como una
interpretación weberiana. Al proceso de racionalización social lo denomina como el
aumento de racionalidad instrumental y estratégica de los contextos de acción.

Explica a su vez a la Ilustración como un progreso científico que ayuda al perfeccionamiento


moral del hombre: “La ilustración requiere, en la lucha contra todos los poderes
tradicionales de la Iglesia y del Estado, la valentía de servirse, de la propia inteligencia, es
decir, autonomía o mayoría de edad” (Habermas, 2010:188).

A lo largo de un estudio, el autor va acercando la teoría sociológica con cuestiones


filosóficas, es elemental comprender este punto para darle una lectura pulcra a su obra ya
desde el principio se va leyendo como abarca esta fusión:

(Respecto al proceso de Ilustración) “Todos los errores, en política y en moral, tienen como
base errores filosóficos que provienen a su vez de errores físicos. No existe sistema religioso
ni extravagancia sobrenatural que no se funde sobre la ignorancia de las Leyes de la
naturaleza (Habermas, 2010:188), según cita de Cordocet.

La ilustración la ve como una emancipación de las ciencias humanas, un progreso


metódicamente asegurado como ciencias naturales. EL progreso del hombre se debe de dar
tanto en la moralidad así como en las formas de convivencia civilizadas; en pocas palabras,
dicho progreso de la humanidad es en realidad un advenimiento de la caída de las imágenes
del mundo que habían gobernado a través de la Iglesia.

Por su parte, Max Weber reconstruyó los procesos de racionalización social viendo tal
progreso como una evolución de las imágenes religiosas del mundo. Luego, el otro lado de
la ciencia es que diversos fenómenos como el Renacimiento y la Reforma propiciaron
innovaciones técnicas que desde ese momento condujeron a una metodización de la vida.
Weber “entiende la ciencia moderna como un destino que hiciese pensar su poder sobre
la sociedad racionalizada” (Habermas, 1980:200).

Y retomando el concepto de racionalización ahora, según Weber, ésta se refiere “a las


técnicas de realización de los valores, pero no a los valores mismos” (Habermas, 2010:201).
El análisis sociológico weberiano tiene presente a esta moderna como un sistema de reglas
abstractas intencionalmente establecidas y la administración de justicia consiste en la
aplicación de esas reglas a los casos particulares.

En esta sociedad al Estado, siguiendo a Weber, no le está permitido interferir en la vida,


libertad o la propiedad sin el consentimiento de la población o de sus representantes
debidamente elegidos (Habermas, 2010:204). Por otro lado señala al origen de la
racionalización cultural que se extiende a los componentes cognitivos, a los estético
expresivos y a los moral evaluativos de la tradición religiosa.
La racionalización cultural es una definitivo desencantamiento d ela religión, es la
personalización de “esa” vida metódica y tiene un origen luterano; inicia la concepción de
un rigor de vida centrado en el yo.

Es un proceso de revolución que se inicia en el siglo XVI y concluye en el siglo XVIII, es un


cambio de las imágenes religiosas y metafísicas del mundo: “una acción sólo puede ser
racional en la medida en que no se vea ciegamente gobernada por la pasión o conducida
por tradiciones” (Habermas, 1980:212).

Durante ese momento se funda la racionalidad práctica, los sujetos aprenden a controlar
su entorno, el individuo actúa de forma racional con arreglo a fines. El concepto de eficacia
en los medios racionales retoma fundamental importancia.

Ahora, Weber es crítico respecto a esta racionalización con arreglo a fines “<el empleo de
una determinada técnica, por ‘avanzada’ que sea no se decide lo más mínimo sobre el valor
estético de una obra de arte>” (Habermas, 2010:220).

Tanto Weber, como Habermas en su interpretación, ven esta evo0lución científica como un
aumento de complejidad, es decir, el uso de medios técnicos, sólo incrementa la ‘riqueza’
artística en el sentido de valor. Con respecto a una interpretación moderna del mundo, ésta
dependerá siempre de las imágenes del mundo que sigan vigentes y que “siguen todavía
ligadas a las formas de pensamiento mágico” (Habermas, 2010:224).

En otras palabras han sido las imágenes del mundo aquellas que determinaron la dirección
de la acción, una acción basada en intereses, pues estos dominan directamente la acción l
de los hombres. Comentario que es mencionado como crítica.

Todo este proceso antecede a la tesis de la pérdida de sentido que tanto Weber como
Nietzsche lo nombran nihilismo, éste último lo dramatiza, y Habermas no puede ser más
contundente al respecto: “En tal caso los últimos hombres’ de esta fase de la cultura podrían
en verdad aplicarse esta frase: especialistas sin espíritu, gozadores sin corazón, estas
nulidades se imaginan haber alcanzado una etapa de la humanidad nunca conseguida
anteriormente” (Habermas, 2010:291).

Por eso también el autor señala que “la medicina no se pregunta si la vida es digna de vivirse
y qué condiciones” (Habermas, 2010:295), esa falta de espíritu la reflejan cuestiones como
<Racionalización-relaciones medio-fin>, pues las ciencias dan respuesta a cuando
preguntamos qué hacer para dominar técnicamente la vida. “Dejan de lado la cuestión de
si debemos y queremos dominarla y de si en el fondo ese dominio tiene sentido”
8habermas, 2010:295).

Según el pensamiento weberiano habría que tomar lo anterior en consideración para darle
un enfoque diferente, por lo que a “acción” se le definió como comportamiento humano.
Un agente en el mundo de la vida tendría fines de acción que tienen que ver con el éxito,
que es la realización en el mundo de estado de cosas deseado. Es ejercerla mediante acción
u omisión calculadas. “A una acción orientada por el éxito la llamamos ‘instrumental’”
(Habermas, 2010:331).

Hasta este punto ya se ha manifestado lo que rodea el ámbito de la acción comunicativa, a


la cual existe una acción estratégica, una es orientación al éxito y la primera orientación al
entendimiento. Ambas son acciones sociales concretas.

Ambos aspectos determinan todo tipo de acuerdos, mismos que son alcanzados
comunicativamente y el acuerdo tiene que tener una base racional, además, “no puede
venir impuesto por ninguna de las partes, ya se a […] instrumentalmente…. Ya sea
estratégicamente” (Habermas, 2010:333).

En un acuerdo la pretensión de validez está en juego, se aprueba o se rechaza, es esta parte


en que se explican los tipos de actos comunicativos que determinan el modelo del habla. El
acto locuionario es literal, dice algo; el acto ilocucionario, el agente realiza una acción
diciendo, afirmación, promesa, mandato, confesión. El acto perlocucionario causa un efecto
sobre su oyente: “Mediante la ejecución de un acto de habla causa algo en el mundo”
(Habermas, 2010)… es causar algo mediante lki que se hace diciendo algo.

Acto ilocuionario, significa lo dicho, acciones teleológicas, intenciones del agente; efectos
perlocucionarios, el hablante actúa orientándose al éxito. Es un asociación de actos de
habla, con intenciones y los instrumentaliza para sus propósitos.

“Esto sólo podría evitarse si lográsemos mostrar que el empleo del lenguaje orientado al
entendimiento es el modo original, frente al que el entendimiento indirecto la comprensión
indirecta, el dar a entender o el hacer que el otro entienda, se comporta de forma
parasitaria” (Habermas, 2010:334).

A lo largo de su obra, Habermas retomará los temas de criterios ilocucionarios y


perlocucionarios, al explicarlos abunda por lo que es prudente dejarlo claro, que es lo que
a continuación sigue. Habla de estos criterios como “objetivos”, en el ilocucionario “su
intención comunicativa se agota en que el oyente llegue a entender el contenido manifiesto
del acto de habla” (Habermas, 2010:336), es una convención, algo que se expresa
abiertamente.

El proceso comunicativo mediante el objetivo ilocuionario se logra cuando el hablante hjaga


entender al oyente lo dicho y contraiga las obligaciones involucradas en la aceptación de la
oferta que el acto de habla contiene.

El objetivo perlocuionario no se sigue del contenido manifiesto del acto de habla, se busca
un efecto, es algo externo a lo dicho. O Bien: “los fines perlocucionarios son algo que el
hablante, si quiere tener éxito, no puede dar a conocer, mientras que los fines
ilocucionarios sólo pueden conseguirse haciéndolos expresos” (Habermas, 2010:338).
Entonces, los objetivos perlocuionarios no pueden “confesarse” como tales, son acciones
estratégicas encubiertas; uno de los participantes por lo menos se comporta
estratégicamentre “mientras engaña a los demás sobre el hecho de no estar cumpliendo
las presuposiciones que en el caso normal son necesarias para conseguir los fines
ilocucionarios” (Habermas, 2010:339).

Las perlocuciones son asimetrías y restricciones, por el contrario, en las ilocuciones todos
los participantes armonizan entre sí sus planes individuales de acción sin reserva alguna.
Ejemplos ilocucionarios: nombrar a alguien, amonestar, presentar, revelar; no hay efecto
perlocucionario alguno. Un fin perlocucionario se logra cuando el hablante oculta que actúa
estratégicamente.

Por lo tanto: “Cuento, pues, como acción comunicativa aquellas interacciones mediadas
lingüísticamente en que todas los participantes persiguen con sus actos de habla fines
ilocucionarios y sólo ilocucionarios” (Habermas, 2010:334).

Desde este perspectiva, el hablante podrá entender el sentido (ilocucionario) si sabe las
intenciones del oyente. El hablante entabla con su imperativo una “pretensión” de poder a
la quien se somete el oyente cuando la acepta.

Las exigencias son manifestaciones tácticas de voluntad; las pretensiones de validez son una
fuerza motivadora de tipo racional. Una pretensión de poder es una imposición por medio
del potencial de sanción. Una exigencia es un acto ilocucionario y esto tiene una estrecha
relación con el término “entendimiento” mismo que “tiene el significado mínimo de que (al
menos) dos sujetos lingüística e interactivamente competentes entienden idénticamente
una expresión lingüística” (Habermas, 2010:354).

Hay funciones del entendimiento lingüístico como asegurar una relación interpersonal,
servir a una exposición de un estado de las cosas y manifestar vivencias subjetivas. Así
mismo habrá aspectos imperativos en donde l hablante se refiere a un estado que desea
ver realizado en el mundo objetivo. Rechaza un imperativo es rechazar una pretensión de
poder, no se basa en una crítica, es expresión de una voluntad.

Reto mando la racionalización social se debe tener en cuenta que las acciones sociales se
coordinan a través del entendimiento, dependen de un proceso de interpretación.

Previamente se mencionó la importancia de las imágenes del mundo de la vida; cuando se


da el surgimiento de la familia burguesa hay una descentralización de la comunidad
religiosa que cambia las condiciones de socialización. Se forma una opinión pública política,
un espacio público que las personas privadas pueden utilizar como medio de crítica
permanente y que cambia las condiciones de legitimación del p0oder político.
Con la racionalización hubo una restructuración del mundo de la vida, actuó como un
proceso de diferenciación de sistemas de saber. Formas de reproducir cultural, interacción
social y socialización; en estos tres aspectos está la necesidad de coordinación.

Surgen medios de regulación o control, sustituyen al lenguaje como mecanismos de


coordinación de la acción aunque “el lenguaje representa el medio genuino e insustituible
de entendimiento” (Habermas, 2010:392).

Los medios de regulación a los que la acción raciona se refiere son el dinero y el poder; pese
a todo esto, el más importante “principio de integración” es el entendimiento. Por eso el
proceso de acumulación, sin el entendimiento se genera un movimiento autodestructivo.

Es fundamental el aporte de Weber, quien señaló que la racionalización del mundo de la


vida integra sistemáticamente al individuo pero entra en competencia con el principio de
integración que es el entendimiento, “y que en determinadas condiciones puede incluso
reobrar, con efectos desintegradores, sobre el mundo de la vida” (Habermas, 2010:393).

La racionalidad formal constituye la base de la actual cultura industrial, hace posible la


calculabilidad y previsibilidad de las acciones. Lo anterior bajo el aspecto instrumental,
eficacia de los medios disponibles… un aspecto estratégico. De aquí surge una racionalidad
con arreglo a fines y se da este auge de procesos de aprendizaje organizados
científicamente. Weber habla de cadenas más largas de acciones, calculadas y mejoradas
en el sentido de racionalidad formal.

Horkheimer se refiere a una pérdida de racionalidad en donde “las acciones sólo pueden
ser ya enjuiciadas”, planificadas y justificadas bajo aspectos cognoscitivos. (Habermas,
2010:395). Es su famoso principio de razón instrumental.

La razón instrumental se basa en una razón subjetiva, sólo admite como conciencia a la
racionalidad formal, es “la capacidad de calcular probabilidades y de elegir así los medios
adecuados para un fin dado” 8habermas, 2010:296).

La racionalización de las imágenes del mundo es un problema del destino del hombre que
se basa en la razón instrumental (Una forma dominante de racionalidad). Hay una
subjetivación de la razón: racionalización de la moral y el arte.

“La disociación de arte y razón convierte las obras de arte en mercancías cultura les y
convierte su consumo en una serie de mercancías ocasionales, sin relación con nuestras
verdaderas intenciones y aspiraciones” (Habermas, 2010:396).

Esta situación se origina en el siglo XVI cuando diversas corrientes como el protestantismo,
el humanismo y la moderna evolución científica critican el orden social al poner en juicio la
unidad de las imágenes religiosas y metafísicas del mundo.
Esta racionalización conlleva una pérdida de libertad, el individuo se orienta cada vez menos
con base a su súper ego y se acomodan cada vez más a los imperativos del entorno. Es una
“autoalienación de los individuos, que tienen que adaptarse en cuerpo y alma a las
exigencias del aparato técnico” (Habermas, 2010:404).

El autor retoma a Lukács respecto a la interpretación weberiana de la racionalización;


asegura que hay una forma de objetividad dominante en la sociedad capitalista que
prejuzga las relaciones con el mundo: prejuicio-cosificación.

El mundo de la vida mismo se cosifica, no sólo la forma de pensar s ino la forma de existir
de los sujetos. Hay una “peculiar asimilación de las relaciones sociales y de las vivencias
personales a cosas, es decir, a objetos que podemos percibir y manipular” (Habermas,
2010:406).

EL concepto de cosificación según la forma mercancía adquiere un carácter de fetiche; un


valor de uso y un valor de cambio: esencia y fenómeno. Al orientar ahora los agentes su
conducta por valores de cambio, su mundo de la vida contrae y reduce a mundo objetivo.
Es un medio deslingüistizado (valor de cambio).

Habermas aborda una crítica a la razón instrumental según la perspectiva de la Teoría Crítica
bajo tres determinantes: 1) burocratización acelerada, 2) fascismo (resistencia al
movimiento obrero) y 3) la cultura de masas. Lo anterior en realidad es la transformación
del eje de pensamiento de la Escuela de Fráncfort de filosófica a social, a raíz de la cultura
de masas.

Este potencial instrumental permite a la cultura de masas, sin necesidad de presión ligar la
conciencia de anchas capas de la población a los imperativos del status quo. El momento
de una andanada razón-instrumental lo q representa el nazismo, con un pueblo de clases
retrasadas condenadas por la evolución industrial, acorraladas por las técnicas de
producción masiva, con costes psicosociales de racionalización con lo que pudieron
manipular los deseos reprimidos del pueblo alemán.

El nazismo fue “acelerar los procesos de modernización social en una nación” y “podemos
describir al fascismo como una síntesis satánica de razón y naturaleza, exactamente lo
opuesto a esa reconciliación de los dos polos, que siempre soñó la filosofía (Habermas,
2010:421).

EN la cultura de masas los medios de comunicación masiva dependen del entendimiento


lingüístico. Entendimiento significa comunicación enderezada a un acuerdo válido. El
término <entendimiento> tiene que ver directamente con <no forzado, no coaccionado>.
Es un proceso recíproco de convencimiento.

EN la segunda parte de su obra, el autor abarca la crítica de la razón funcionalista, retoma


a Mead y a Durkheim para continuar explicando su teoría de la acción comunicativa.
Con base en Mead desarrolla su teoría del significado en el cual los individuos adoptan
actitudes según su interpretación, provocan respuestas. Habermas critica esta teoría desde
un punto de vista en algo basado en el otro: “el uno interioriza la relación entre su propio
gusto y la reacción comportamental del otro” (Habermas, 2010:469).

Es interesante que el autor retoma a Wittgenstein para hacer un análisis del concepto de
regla mismo en el que define que la comprensión simbólica de una acción está ligada a la
capacidad de seguir una regla. Según Wittgenstein “alumno que aprende mediante
ejemplos de una determinada serie numérica ha entendido la regla que le subyace cuando
“puede proseguir él solo” (Habermas, 2010:476). Para saber si alguien se desvía de una
regla, primero hay que conocerla. Seguir una regla significa seguir en ‘cada’ paso particular
la misma regla.

Posteriormente el autor se centra en las reconstrucciones conceptuales del individuo para


comunicarse, por ejemplo, el individuo humano empieza pensando en términos
enteramente sociales.

EL individuo se rige según una satisfacción recíproca de intereses, asimismo, el control social
“<depende del grado en que los individuos de una sociedad son capaces de asumir la actitud
de los demás que se encuentran implicados con ellos>” (Habermas, 2010:503).

Acerca de la “identidad colectiva”, se establece que ésta se constituye en forma de un


consenso normativo. Las imágenes religiosas del mundo están conectadas con la acción
comunicativa. De las imágenes del mundo arcaicas que sean se nutren las interpretaciones
que se hacen de la situación y que penetra en la comunicación cotidiana; sólo a través de
éste proceso de entendimiento pueden las imágenes del mundo reproducirse.

Por lo tanto, la identidad personal es reflejo de la identidad colectiva. En la reproducción


del mundo de la vida, los actos de habla sólo pueden cumplir “simultáneamente” las
funciones de transmisión de saber, de integración social y de socialización de los individuos
si en cada acto de habla el componente expresivo se integra de tal modo en una unidad
gramatical que el contenido semántico no se disgregue.

Según Mead para poder salvaguardar el respeto que se debe a sí mismo, un individuo tiene
que actuar en contra del juicio moral de todos sus contemporáneos. Para reaccionar la
única forma es acudir a una comunidad superior (analizar): “Una persona puede llegar al
extremo de enfrentarse con todo el mundo que le rodea…, pero para poder hacer eso tiene
que hablarse a sí misma con la voz de la razón. Tiene que abarcar las voces del pasado y del
futuro” (Habermas, 2010:572).

La identidad del yo adulto es construida a través de identidades quebradas o superadas. En


el capítulo VI se reproduce el término de “entendimiento” (nuevamente) y lo expone como
“la obtención de un acuerdo” entre los participantes. Un acuerdo es un reconocimiento
intersubjetivo de la pretensión de validez que el hablante vincula con ella.

Hay, pues, una definición común, algo en donde se pueda negociar directamente. EL
lenguaje es vital en todo aquellos que pueda convertirse en componente de una situación.
Una situación representa un fragmento del mundo de la vida con vistas a un tema. Un tema
surge en relación con intereses y fines de acción de por lo menos un implicado.

El mundo de la vida posee tres componentes estructurales: la cultura, la sociedad y lka


personalidad.

La cultura es el acervo de un saber en el que los participantes en la comunicación se


abastecen de interpretaciones para entenderse sobre algo en el mundo. La sociedad son
ordenaciones legítimas, a través de las cuales los participantes en la interacción regulan sus
pertenencias a grupos sociales, asegurando con ello la solidaridad.

La personalidad entiende que convierte a un sujeto en capaz de lenguaje y de acción, esto


es, que lo capacitan para tomar parte en procesos de entendimiento y para afirmar en ellos
su propia identidad.

El entretejimiento de interacciones de que resulta la red de la práctica comunicativa


cotidiana constituye el medio a través del que se reproducen la cultura, la sociedad y la
persona. Al interactuar los individuos renuevan su pertenencia a los grupos sociales y a su
propia identidad.

Hay perturbaciones de la reproducción cultural, como pérdida de sentido, así como crisis
de legitimación y de orientación. Los participantes en la comunicación se mueven en un
horizonte de posibilidades irrestrictas de entendimiento. La integración de una sociedad se
efectúa ‘sólo’ bajo las premisas de acción orientada al entendimiento.

EL mundo de la vida está regido por la comprensión mítica de éste pues gobierna las
orientaciones actuales de acción. El mito liga el potencial de la acción orientada al
entendimiento.

Al problematizar el mundo de la vida, el entendimiento es una pieza fundamental para la


reproducción de la sociedad. Surgen dificultades que interpretan de manera diferente para
tal, estas sobre cargas y peligros son los que los medios de comunicación se cuidan de
absorber.

En el capítulo VII, Habermas, se detiene a hacer una reconstrucción sociológica acerca del
pensamiento de Parsons, personaje que funda sus estudios en tres grandes pensadores que
lo antecedieron: Weber, Mead y Durkheim.
Parsons desarrolló una teoría de la cultura a partir de Durkheim, Freud y Webber. Su
primera gran obra su tituló “Th estructure of social action” en donde analiza el concepto de
acción racional con arreglo a fines “para mostrar que el utilitarismo no puede dar razón de
la libertad de decisión del sujeto de la acción” (Habermas, 2010:698).

El orden social no se resuelve bajo presupuestos empiristas, el lenguaje constituye el medio


ejemplar de transmisión de la cultura. Parsons habla de mecanismos de la personalidad y
mecanismos del control social en el sistema social operan en estas áreas de tensión para
poner el sistema en equilibrio.

Se sirve del modelo desarrollado en el psicoanálisis de la elaboración inconsciente de los


conflictos pulsionales, generadora de síntomas. Los síntomas, a su juicio son un tributo que
hay que pagar por los engaños con que se consigue la estabilidad.

Un sistema de acción no actúa, sino que funciona. La acción comunicativa no solamente


depende del saber cultural […] representa a su vez el medio a través del cual se reproducen
las estructuras simbólicas del mundo.

Medios como el dinero y el poder pueden ahorrar en buena parte los costos que entraña el
disentimiento porque desligan la coordinación de la acción de la formación lingüística de
un consenso, neutralizándola frente a la alternativa acuerdo falta de entendimiento.

Los medios de control sustituyen al lenguaje en funciones específicas, por ejemplo, “El
medio dinero permite la generalización y transmisión de expresiones simbólicas que llevan
inscritas una estructura de preferencias”.

EL dinero hace que quien lo recibe participe en el sistema global de intercambios,


proporciona cuatro grados de libertad.

1) Es libre para gastar su dinero en cualquier mercancía o combinación de mercancías


disponibles en el mercado que pueda obtener con ese dinero.

2) Puede elegir entre fuente alternativas de suministro de las mercancías deseadas.

3) Para comprar puede elegir el momento que estime oportuno.

4) Es libre para considerar los términos que en virtud de esa libertad de tiempo y fuente,
puede aceptar o rechazar o en los que puede tratar de influir en un caso concreto.

“El dinero no es ni una mercancía, ni un factor de producción, simboliza cantidades de valor,


pero como medio no tienen ningún valor inmanente” (Habermas, 2010: 776).

El valor real del entendimiento consiste, pues, en un acuerdo alcanzado


comunicativamente, que se mide por pretensiones de validez y que viene respaldado por
razones potenciales. En el caso del lenguaje los valores son razones 8Fuerza motivadora de
carácter racional). En el caso del dinero los valores reales son elementos físicos de la
situación de acción o <cosas reales>.

El lenguaje es un medio que no requiere de algo más que de él mismo. El dinero necesita
un anclaje institucional, está relacionado con la propiedad y el contrato. En el lenguaje
discurren tradición cultural y socialización. De nuestra lenguaje materna no podemos
desconfiar. EL medio dinero funciona de modo que la interacción queda desligada de los
contextos del mundo de la vida.

Por otro lado, Habermas hace una nítida explicación acerca del medio poder, que de inicio
lo separa de cuestiones como la aplicación de la violencia física “el poder representa la
materialización simbólica de masas de valor, sin tener él mismo un valor intrínseco”
(Habermas, 2010:778).

El poder refleja la estructura de pretensión de validez y desempeño de la pretensión de


validez. El valor de cambio <poder>, tiene un valor de uso que será la realización de fines
colectivos, para ello tendrá un respaldo (posesión de medios de sanción) que pueden
utilizarse o bien que pueden emplearse para amenazar con sanciones y en última instancia
hacer uso de la violencia directa.

El poder tiene un valor generalizado: la eficacia en la realización de fines (lo mismo que en
el dinero era la utilidad). “Para quien tiene el poder está previsto un criterio análogo al de
rentabilidad con que poder calcular el éxito de sus decisiones […] Bajo estas condiciones,
quien tiene el poder puede condicionar las posturas de los sometidos al poder sin necesidad
de recurrir a la disponibilidad de estos a la cooperación” (Habermas, 2010:779).

El poder no dispone de un sistema de signos equivalente al dinero. Hay una diversidad


discontinua de símbolos del poder que van desde los uniformes y los emblemas de la
organización política hasta los sellos oficiales, pero nada desde un punto de vista sintáctico
pudiera compararse con los precios, por lo que no es posible una cuantificación del poder y
tampoco es sencilla una atribución no numérica de unidades de medida a magnitudes
políticas.

El poder puede enajenarse pero no puede circular tan sin restricciones como el dinero, el
poder sólo es un medio. No queda atado a determinados poseedores de poder y a contextos
particulares.

Particularmente “el poder tiene que someterlo a prueba [quien lo ostenta] para demostrar
que su poder es tal poder. El poder sólo puede resultar duradero y utilizarse para realizar
fines de un colectivo a través de organizaciones. Poder-respaldo-medios de coerción.
Dinero-respaldo-oro. Por lo tanto el poder necesita de la legitimación. Tiene la posibilidad
de infringir daño al desobediente: “como quien tiene el poder puede hacer uso de su
facultad de definición y decidir qué fines han de considerar fines colectivos” (Habermas,
2010:781).

Refrendar o rechazar el poder por parte de los sometidos implica enjuiciar normativamente
los fines colectivos, ellos criticaran qué tan colectivos (de interés general) son es tos.

Mediante procesos de entendimiento se decide qué es o qué no es de interés general; se


hará mediante un respaldo (razones potenciales), sólo hay que tener en cuenta que “el
poder resulta menos idóneo que el dinero para el papel de un medio de control” (Habermas,
2010:783).

De esta manera recordamos lo siguiente: tanto el dinero como el poder son valores
materializados simbólicamente, el primero tiene un respaldo en oro; el segundo, en fines
colectivos y la realización de estos.

Es así que: “Tanto las reservas que sirven de respaldo como los valores reales son tales que
pueden ejercer una fuerza motivadora de tipo empírico y sustituir a una motivación racional
basada en argumentos y razones” (Habermas, 2010:784).

El dinero y el poder son “magnitudes manipulables”, los actores adoptan actitudes


orientadas directamente al propio éxito. “están cortados a la medida de la acción racional
con arreglo a fines”.

La diferencia es que el poder no se enajena tan fácilmente como el dinero, es decir, no se


mide tan bien. El dinero depende de una estructura jurídica del mundo de la vida. El poder
necesita de legitimación no se le puede hacer depender a su vez de procesos lingüísticos de
formación de un consenso. “Tiene que ser posible el control físico” de su fuerza motivadora
(reservas) (Habermas, 2010:784).

El influyente no tiene cargo pero ejerce autoridad que genera consenso, pueden provocar
en los demás la disponibilidad de asumir obligaciones “ejercen autoridad en una virtud de
fuerza crítico apelativa que nos empuja al ‘engagement’” (Habermas, 2010:785).

Por lo mismo “acumular” la influencia y el compromiso valorativo es altamente


problemático en el medio poder. Entonces estos dos aspectos son “formas de comunicación
generalizada que entrañan un ahorro en las expensas de interpretación y una disminución
de los riesgos anejos a los procesos de entendimiento (Habermas, 2010:789).

La influencia y el compromiso no pueden tecnificar el mundo de la vida. Estas dos formas


generalizadas de comunicación exigen actos ilocucionarios y dependen de los efectos de
vínculo que tiene el lenguaje. El poder y el dinero gobiernan a través de efectos
perlocucionarios.
Las estructuras simbólicas del mundo de la vida se deforman a través del medio dinero y
del medio poder. Esta “deformación simbólica” tuvo que ver con tres revoluciones: “El
desarrollo subsiguiente de la edad moderna incluyó tres procesos de cambio estructural
revolucionario: la Revolución industrial, la Revolución democrática y la Revolución
educativa” (Habermas, 2010:798).

Estos procesos evolutivos separan la modernidad ‘temprana de la modernidad


‘desarrollada’. Se avanzó hacia un sistema internacional de sociedad súper complejas.

Sus antecedentes fueron la Reforma y le Renacimiento, considerados pro el autor como los
dos grandes acontecimientos de la modernidad temprana. Estas revoluciones precursoras
fueron “elaboradas hasta ese momento solo por élites culturales en las órdenes monásticas
y en las universidades” (Habermas, 2010:799).

La Reforma eliminó las barreras entre el clero, las órdenes religiosas y el estado laico. El
Renacimiento fue el auge del humanismo, pone la herencia grecoromana a disposición de
una ciencia, una jurisprudencia y un arte emancipados de la Iglesia; allanó el camino para
el sistema jurídico moderno.

Las tres revoluciones cimentaron sus pilares en una sociedad legal, en tolerancia religiosa y
en la producción agrícola basada en el trabajo asalariado, aspecto que generó una lucha de
tensión, una burguesía artesanal (orientada en función de las necesidades) y una burguesía
mercantil (orientada en función del lucro).

Se puede nombrar a esto un proceso pro individualismo institucionalizado que capacita al


individuo para participar selectivamente según sus propios criterios y deseos.

La democracia participativa fue el resultado de una manifestación del deseo de inclusión de


ser plenamente aceptados como miembros de grupos solidarios.

En este aspecto el hombre, al no contar con medidas de cuenta para medir los resultados
de sus esfuerzos utilizan el dinero para tal efecto: “los hombres, por tanto, utilizan el dinero
como criterio incluso en las tareas que no tienen por objeto incrementar el stock de utilidad
de una sociedad” (Habermas, 2010:808).

Esto generó un potencial problema de percepción pues se cree que la solución racional de
los problemas de control sólo es posible por la vía de un comercio y trato sujeto a cálculo,
con el dinero o con el poder.

En el último capítulo, el autor hace un serio análisis acerca de la importancia del


entendimiento lingüístico respecto a la burocratización de la sociedad moderna. Critica la
debilidad metodológica del funcionalismo sistémico pues le adscribe pretensiones
absolutistas “como si una burocratización ‘hubiera’ convertido en un sistema desprovisto
de todo anclaje en un mundo de la vida comunicativamente estructurado y éste a su vez
hubiera quedado degradado al estatus de un subsistema entre otros” (Habermas,
2010:830).

Aquí se muestran las consideraciones de grandes pensadores que influenciaron la reflexión


de Habermas, pero los enfoca hacia un objetivo de entendimiento lingüístico. Respecto a
Webber, expone el funcionalismo sistémico como un estado orwelliano, el “como si” ya
estuviera hecho así el mundo de la vida.

Para Adorno, lo que Weber llamó “burocratización” fue un “mundo administrado”, una
misión del máximo espanto; para Luhmann, una presuposición trivial. El proceso evolutivo
es la puesta en práctica de un potencial de aprendizaje, sin embargo “La racionalización del
mundo de la vida hace posible que la integración de la sociedad se polarice hacia medios de
regulación o control independientes del lenguaje” (Habermas, 2010:837).

De esta manera la esfera de la vida privada y la esfera de la opinión pública no están


regulados sistémicamente por lo tanto las relaciones de intercambio solo pueden discurrir
a través de dos medios: el dinero y el poder.

La monetarización y la burocratización ocurrió al precio de la destrucción de las formas


tradicionales de vida. Es elemental tener en cuenta que los medios de regulación o control
fracasan en los ámbitos de la reproducción c cultural, de la integración social y de la
socialización.

“A medida que la ética protestante de la profesión deja de imprimir su sello en la vida


privada, el modo metódico racional de vida de las capas burguesas, se ve desplazado por el
estilo utilitarista y unilateral del <especialista sin espíritu> y el estilo de vida estético
hedonista del <gozador sin corazón> (Habermas, 2010:844). Esto es por formas de vida
complementarias que muy pronto calan en toda la población. Ambos estilos de vida pueden
presentarse prácticamente en distintos tipos de personalidad; pero pueden adueñarse
también de la misma persona; y con tal fragmentación de la persona, el individuo pierde la
capacidad de dar a su vida el imprescindible grado de orientación unitaria” (Habermas,
2010:844).

Es una realidad donde ese especialista sin espíritu se guía por actitudes cognitivo-
instrumentales frente a sí mismo y frente a los demás. Y peor aún: “El deber ético frente a
la propia profesión queda sustituido por actitudes instrumentales frente a una ocupación
que ofrece oportunidades de ingreso y de carrera” (Habermas, 2010:844).

El autor señala al encapsulamiento de las culturas de expertos: “Las ciencias modernas


sirven al progreso técnico, al fomento del crecimiento capitalista y a la administración
racional pero no a la comprensión del mundo y de sí mismo, de la que tienen necesidad los
ciudadanos implicados en los procesos de comunicación, por qué quedan desactivados los
contenidos explosivos de la modernidad cultural” (Habermas, 2010:850).
El empobrecimento cultural se genera según la ruptura elitista de la cultura de los expertos
con los contextos de acción comunicativa. Es la penetración de formas de racionalidad
económicas y administrativas ámbitos de acción. El entendimiento tiene que ver con la
tradición cultural, la integración social y la educación.

Por su parte es imprescindible la tesis de la colonización interna propuesta por Marx misma
que explica a la mercancía como un objeto de doble carácter en donde se da un proceso de
autovalorización del capital. Se da una relación, hay un intercambio de fuerza de trabajo
por capital variable. Hay un mecanismo de control de un proceso de producción
autoregulado. El concepto de relación de reflexión nos permite entender le proceso global
de acumulación como un proceso de explotación reificado, anónimo. La fuerza de trabajo
se define por acciones concretas relacionadas de cooperación y rendimiento abstracto. Es
una fuerza alienada por productores.

Lo que a “Marx le importa [es] desenmascarar la ilusión de que la fuerza de trabajo sea una
mercancía como cualquier otra” 8hjabermas, 2010:857).

La ‘mercancía’ es una fuerza de trabajo “viva”, es falso que no surja con la finalidad de ser
vendida; que no pueda separarse de sus propietarios; que sólo pueda ser puesta en
movimiento por sus propietarios. La fuerza de trabajo concreta una transformación
abstracta en un proceso de cosificación. La abstracción real es una objetivación del ámbito
de la acción integrados socialmente.

Cuando la abstracción se produce, las interacciones ya no son coordinadas a través de


normas y valores, tampoco a través de procesos de entendimiento, sólo a través de medio
valor de cambio.

Por lo tanto habrá una orientación racional con arreglo a fines por valores y debido a una
actitud objetivante: “transforman en relaciones instrumentales lo mismo las relaciones
sociales que las relaciones intrapsíquicas” (Habermas, 2010:858). Toda orientación por
valores de uso, en el proceso de acumulación es en realidad una “apariencia”, “el sistema
capitalista ‘no es otra cosa’ que la forma fantasmal de unas relaciones de clase que se han
vuelto anónimas y se han convertido en fetiche” (Habermas, 2010:862).

EL proceso de producción sufre un encantamiento, es la forma mistificada de una relación


de clase en el capital; es una apariencia objetiva. Por otro lado el autor especifica que la
teoría crítica de la sociedad no se comporta como un competidor frente a las orientaciones
de investigación establecidas, sino que partiendo de la idea de los planteamientos que cada
uno desarrolla acerca del nacimiento de la sociedades modernas, lo que trata [la teoría
crítica] es explicar en qué consiste la limitación específica y también el relativo derecho de
cada uno de ellos.
Se comporta críticamente frente a la realidad de las sociedades desarrolladas en la medida
en las que estas no hacen uso de su potencial de aprendizaje del que culturalmente dispone
y se entregan a un descontrolado aumento de la complejidad (Habermas, 2010:906).

El Instituto de Investigación Social desarrolló en los 40s seis temas eje:

a) Las formas de integración de las sociedades postliberales

b) La socialización de la familia y el desarrollo del yo

c) Los medios de comunicación de masas y de la cultura de masas

d) Psicología social de la protesta paralizada y acallada

e) Teoría del arte

f) Crítica del positivismo y de la ciencia

Se destaca que “En este espectro de temas se refleja la filosofía programática de


Horkheimer de una ciencia social interdisciplinar” (Habermas, 2010:910).

En esta sociedad totalmente administrada hay un control social que todo penetra, es un
modo de socialización represivo donde se excluye la naturaleza interna donde los medios
de comunicación de masas son un elemento fundamental.

En este punto destacan pensadores como Neumann, Kircheimmer, Fromm y Benjamin.


Investigan los mecanismos de paralización de los potenciales de protesta. “La razón, el
espíritu, la moralidad, el conocimiento, la felicidad no solamente son categorías de la
filosofía burguesa sino asuntos de la humanidad (Habermas, 2010:915).

Las categorías básicas de la Teoría Crítica enfrentan directamente la conciencia de los


individuos a unos mecanismos sociales de integración que se limitarán a prolongarse hacia
dentro, intrasíquicamente.

Lo intrapsíquico es la constitución de hiperpersonalidades construidas a base de “ciegas


personalidades” percibidas como destino. Los momentos postmodernos difieren de los
modernos respecto a que “Las histerias clásicas casi han desaparecido el número de
neurosis compulsivas decrece drásticamente y en su lugar aumentan las perturbaciones
narcisistas” (habermas, 2010:922).

Hay un desencanto juvenil que proviene desde los años sesenta del siglo pasado donde los
medios de comunicación de masas han abierto espacios de opinión pública donde son los
mismos medios quienes jerarquizan el horizonte de comunicación y también le quitan sus
limitantes, cuestión que lo hace ambivalente.
Los medios de comunicación de masas acaparan y condensan simultáneamente los
procesos de entendimiento pero: “nunca pueden quedar fiablemente blindadas contra
posibilidades de ser contradichas [las pretensiones de validez transmitidas por los medios
masivos de comunicación] por actores capaces de responder autónomamente de sus
propios actos y de sus propias opiniones” (Habermas, 2010:926).

Son respuestas entendidas como conflictos que pueden entenderse como una resistencia
contra tendencias a una colonización del mundo de la vida. “La teoría de la acción
comunicativa representa una alternativa a la filosofía de la historia; esta se ha vuelto
insostenible” (Habermas, 2010:934).

“con el concepto de acción comunicativa de una razón instrumental al uso del lenguaje
cuando este uso se orienta al entendimiento, vuelve a considerar a la filosofía capaz de
cumplir tareas sistémicas y a exigirle ese cumplimiento.

La teoría de la acción comunicativa constituye un marco dentro del cual puede retomarse
aquel proyecto de estudios interdisciplinarios sobre la pauta selectiva de racionalización
que representa la modernidad capitalista”. Las ciencias se desprenden poco a poco de los
residuos de imágenes del mundo y renuncian a una interpretación de la naturaleza y de la
historia en su conjunto”.

Contra una reducción empirista de una problemática de la racionalidad sólo podrá


protegernos un análisis tenaz de aquellas intrincadas vías por las que la ciencia, la mora l y
el arte también ‘comunican’ entre sí (Habermas, 2010:932).

Este estudio comprende una amplia reflexión acerca del potencial lingüístico que se
reproduce en la vida social del individuo.

Octubre 2011

Bibliografía:

Habermas, Jürgen. Teoría de la acción comunicativa. Editorial Trotta. Madrid. 2010

Das könnte Ihnen auch gefallen