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Nombre: Evelyn Godoy, Thalie Ponce, Ma.José Franco Zarie.

Fecha: 14/07/09

Catedrático: Dr. Enrique Tamariz.

UNIDAD # 12

DERECHOS SOBRE LAS COSAS COMO PROPIEDAD EN EL DERECHO


ROMANO

Son aquellos derechos privados que conceden un derecho inmediato de


dominio sobre las cosas. Mi propiedad o cualquier otro derecho en las cosas
no puedo menos de excluir a toda otra persona, y toda otra persona que no
tenga atribuciones para intervenir y participar, frente a mí, en mis cosas
tiene que retroceder ante mi derecho.

La antítesis de estos derechos reales la forman los derechos de crédito. Si


yo tengo el derecho de pasar sobre el predio ajeno, tengo un derecho real;
pero si me corresponde tan sólo el derecho de que este propietario me deje
pasar, entonces tengo el derecho de crédito o de exigir. El derecho de
crédito permite el dominio sobre las cosas únicamente por medio de una
acción ajena; el derecho real lleva consigo la extensión inmediata del poder
de la persona por medio de la facultad que éste tiene a realizar actos
propios.

1. Concepto de la Propiedad

La propiedad es el derecho ilimitado de dominio sobre una cosa.

Tan pronto, como desaparecen las limitaciones jurídicas puestas a la


propiedad por los derechos que otro tenga en la cosa, o por disposiciones, la
propiedad recobra la plenitud de los derechos, la plenitud del dominio
(elasticidad de la propiedad).

2. Adquisición de la Propiedad. Introducción Histórica

- Adquisiciones civiles:

Modos de adquirir del jus civile. Tenían de común la publicidad y las


solemnidades. Las solemnidades consistían en las palabras y actos de
antemano prescritos y que debían observarse; y la publicidad consistía en
que la comunidad interviniera de algún modo en dicha adquisición, por
medio de cinco testigos (cinco clases del pueblo romano). Los modos civiles
de adquirir era: 1. La mancipatio (compraventa ante 5 testigos) y legatum
(testamento mancipatorio), 2. La addictio (adjudicación hecha por el juez).

- Adquisiciones naturales:

Modos de adquirir de jus gentium. Se verificaban sin formalidades y sin


publicidad, daban origen a la adquisición del derecho por medio de la
adquisición de la posesión. Los modos naturales de adquirir eran la tradición
y la ocupación.

En este sistema Justiniano de los modos de adquirir la propiedad, no existía


ya una contraposición legal entre unos y otros modos, sino sencillamente la
contraposición fundada en la misma naturaleza de las cosas entre modos de
adquirir derivativos y originarios.

3. Modos Derivativos de Adquirir la Propiedad

- La Tradición:

La entrega de la posesión con ánimo de transmitir la propiedad. Había una


tradición por constitutum possessorium, mediante la declaración hecha por
el que verificaba la tradición, en el momento de celebrar el acto jurídico, de
que su voluntad era de que la cosa pasase en aquel instante a poder del
adquiriente. Cuando el comprador se encontraba en posesión de la cosa,
tenía lugar una llamada brevi manu traditi, una tradición que verificaba la
tradición que el adquiriente debía en adelante tener en su propio nombre
aquella cosa.

- El Legado:

El testador podía, por disposición de última voluntad, dejar en legado


directamente sus cosas a cualquier persona, pero con la condición de que
dicha cosa estuviera en la propiedad del testador, o, cuando menos, que
éste pudiera disponer de la propiedad de la misma.

- La Adjudicación:

Asignación hecha por el juez en un pleito de partición. La división pueden


hacerlas las partes por común acuerdo. Pero cuando tal acuerdo no se
verifica, hay que acudir a un juez para que él haga la división y le de a cada
uno una parte. La adjudicatio judicial transmitía la copropiedad de una de
las partes en el pleito a la otra.

4. Modos Originarios de Adquirir la Propiedad

- La ocupación:

Consiste en adquirir la posesión de una cosa sin dueño, con ánimo de


hacerla nuestra. Res nullius occupanti cedit. Ejemplos de ellos son la
ocupación de animales salvajes, conchas o piedras a la orilla del mar, cosas
abandonadas.

El abandono es lo opuesto de la ocupación. Consiste en hacer dejación de la


posesión de una cosa con ánimo de perder su propiedad.

- La posesión continuada:

La usucapión (modo de adquirir la propiedad de una cosa y otros derechos


reales mediante la posesión continuada de estos derechos durante el
tiempo que señala la ley) pertenece al número de las autolimitaciones que
es necesario que se imponga la propiedad misma en interés de su propia
seguridad. Es preciso que se dé un momento en el cual el anterior
propietario cese de serlo frente al actual poseedor de buena fe, y en el que
el adquiriente de buena fe se convierta de derecho en propietario. Este
momento era el que determinaba, según el derecho romano, la usucapión.

- La accesión:

Una cosa que antes existía de una manera independiente y ahora ha venido
a formar parte integrante de otra, como una planta que yo he sembrado en
mi terreno. La cosa que se ha convertido en accesión ha dejado de existir
independientemente. Mas sólo puede darse propiedad sobre cosas que
tengan existencia independiente, no sobre partes o fragmentos de cosas.
Ej.: La inaedificatio (la casa construida es, como un todo, accesión del suelo
se ha edificado), la alluvio (las aportaciones sensible: como cuando el río
público ha separado un pedazo de terreno de un fundo).

- La especificación:

Consiste en transformar las cosas. De la materia prima se ha sacado un


producto industrial, que tiene más valor económico que aquella. El trabajo
ha dado origen a una nueva creación.

El especificante (el fabricante), aquel que ha creado el nuevo producto (el


que ha puesto el trabajo) adquiere la propiedad de la cosa especificada, si
tener en cuenta quien pudiera ser el anterior propietario de ella, siempre
que la cosa especificada no pudiera volver a su estado anterior.

- Por los frutos:

Son aquello resultados de una cosa, en cuya producción consiste el valor de


ésta, como la leche de las vacas, las crías de los animales, los productos de
la tierra, etc. Aquel que posea de buena fe una cosa, adquiere en propiedad
los frutos de ésta, y aun cuando el propietario de ésta entable después
acción contra él, no está obligado a entregarle los frutos consumidos, sino a
lo único que está obligado es a restituir, además de la cosa principal, los
frutos que aun existiesen al tiempo de interponer la demanda.

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