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ECONOMÍA MUNDIAL

La economía, entre la segunda mitad del siglo XX y la primera década del XXI, ha
dejado de ser una actividad y una disciplina científica al servicio de la sociedad y del
planeta, para convertirse en una dimensión más de la crisis multifacética que erosiona
las bases de la civilización moderna y que está conduciendo a la humanidad a su
propia destrucción. Esta economía mundial se caracteriza por una explotación
ilimitada de los recursos, un crecimiento incontrolado de la producción, la
desregulación del mercado, la especulación financiera y el consumismo desenfrenado.
En los años 2010 la economía a escala mundial se enfrenta a tres dilemas que
determinan el sentido de su propia existencia, relacionados consigo misma, con los
seres humanos y con el planeta.

Por una economía real y no ficticia: liberarnos del casino financiero.


Se debe replantear el modo en que se organizan las actividades económicas, las que se
caracterizan por el dominio de la especulación financiera. Históricamente los
mercados financieros tenían la misión de estimular la economía productiva facilitando
dinero para la creación de actividades, servicios, empleo y riqueza. Sin embargo, en la
actualidad han llegado a dominar al mercado productivo a causa del valor muchas
veces mayor del dinero ficticio sobre el real, en un contexto en el que los dos usan el
mismo sistema monetario. Cada día circulan en el mercado de divisas unos 4 mil
millones de dólares libres de impuestos y 700 mil millones en los mercados de
derivados. Es esta enorme masa en circulación la que provoca desequilibrios en forma
de gigantescas operaciones especulativas que hunden monedas, economías, países y
productos básicos, que acaban con los derechos cívicos, políticos y económicos y que
llevan a la miseria y a la muerte a millones de personas. Desde 2008 “los mercados”
han atacado además las dos economías más fuertes del planeta, Estados Unidos y la
Unión Europea, provocando una crisis global.

Como alternativa a la situación catastrófica provocada por esta crisis no bastan


medidas correctoras menores para eliminar los excesos de la deriva financiera, tal
como ha propuesto el G20, sino que es necesario frenar la hipertrofia monetaria que
supone la financierización de la economía, reduciendo drásticamente el peso de las
finanzas y resituando la soberanía financiera bajo el poder público. Para ello es
necesario impedir que los bancos creen moneda o productos financieros ni puedan
especular. Los bancos centrales y públicos asumirían además un mandato amplio
relacionado con la inflación de los precios, el control del desempleo, la protección
social, la estabilidad financiera y el desarrollo de una sociedad sostenible, rindiendo
cuentas a las instituciones del territorio correspondiente a su campo de acción.
Cualquier operación económica o financiera precisaría de análisis de impacto social y
ambiental antes de su puesta en práctica. Los fondos de crédito y de inversión,
públicos o privados, se otorgarían de acuerdo a unos intereses sociales comunes
decididos de forma participativa. El dinero obtenido también debería ser reinvertido
en la sociedad en lugar de conferido al mercado especulativo. Se aplicaría una tasa a
los intercambios bancarios y financieros, inspirada de la propuesta de James Tobin. Se
aumentaría el control de las evasiones mediante la supresión definitiva de los paraísos
fiscales y del secreto bancario.

Las variaciones del tipo de cambio han sido uno de los mayores ámbitos de acción de
los mercados especulativos, y por ello hace falta reformar el sistema monetario
internacional. Para ello se establecería una canasta común entre diferentes monedas,
que podría ser una versión reforzada de los Derechos Especiales de Giro (DEG). Esta
“moneda mundial” coexistiría con la creación pública y asociativa a diferentes escalas,
de monedas territoriales y sectoriales. La telematización de la moneda permitiría la
transparencia y dificultaría la corrupción y la evasión fiscal. Los estatutos de la banca
internacional separarían las actividades comerciales de las de inversión. Finalmente,
haría falta oficializar el pago de la deuda contraída por los países del Norte a los países
del Sur por siglos de dominio, explotación y sometimiento colonialista.

Por una economía justa y no elitista: acabar con la miseria y con las
desigualdades
La economía debería ayudar a satisfacer las necesidades y el bienestar de las
sociedades. Sin embargo, en el mundo se produce mucho más de lo que se consume
mientras que una parte importante de la población no puede acceder a los recursos
que se acumulan o desechan. El escándalo de la desigualdad y sus consecuencias en
términos de miseria y de mortalidad, sobrepasan el límite de lo inmoral para entrar en
lo que Jean Ziegler ha llamado “asesinato programado”. La mitad de la población del
mundo gana menos de dos dólares diarios, 1.100 millones pasan hambre de los cuales
35.000 mueren diariamente, mientras también cada día se gastan 4.000 millones de
dólares en armamento y otras cantidades astronómicas se dedican al rescate de las
finanzas.

El comercio internacional se regula por leyes de libre circulación de mercancías cuyos


países promotores, los países más desarrollados, no aplican a sí mismos. Estos países
tienen poder económico, político y militar suficiente para imponer una política de
precios favorable a sus intereses. Como resultado, las empresas de estos países,
gracias a las normativas desarrolladas por los organismos internacionales cuya
gobernabilidad está en sus manos, pueden apoderarse de la extracción de recursos, de
la producción de bienes y de la oferta de servicios en los países en desarrollo y
pueden, a la vez, proteger su agricultura y manufacturas mediante subvenciones,
reduciendo enormemente los beneficios de los exportadores del Sur. Las diferencias
salariales representan la otra cara de la desigualdad social. El capitalismo premia la
maximización del beneficio empresarial al menor costo social posible y eso comporta
muchas veces la violación de los derechos y la precarización de los trabajadores
(salario, salud y seguridad, vivienda, horas trabajadas, derechos cívicos y políticos,
etc.).

Frente a todo ello, la economía mundial puede, sin cuestionar la mundialización,


potenciar una relocalización paralela, no autárquica, readaptando la escala mundial a
su nuevo rol de acompañante, no dominador, de la economía. Para ello se precisa
entre otros, algunos cambios sobre las leyes del comercio internacional y sobre las
regulaciones salariales. El comercio internacional ha de limitarse a satisfacer las
necesidades que los mercados locales o regionales no pueden satisfacer y escapar de
una lógica mercantil que beneficia a los intermediarios y a los sectores y países más
poderosos, mediante la imposición de precios y la espiral de la deuda. Para ello se
deben adaptar acuerdos mundiales sobre una estabilización de los precios de las
mercancías basada en criterios de justicia social. También se debe penalizar con
impuestos los productos de países sin criterios ambientales o sociales iguales o
mejores de los del país importador. En tercer lugar, se debe proteger con aranceles los
productos locales que se consideren estratégicos como los alimentos básicos o la
energía y las empresas productoras de estos bienes deben gestionarse
democráticamente. También se deben establecer impuestos mundiales sobre los
beneficios del comercio internacional. En los países más desarrollados las barreras
comerciales a los productos no estratégicos deben desaparecer. Se debe prohibir el
dumping social y la gestión de las transnacionales debería tener en cuenta el interés
de las poblaciones afectadas y del bien común. Finalmente, las regiones del mundo
deberían construir progresivamente sistemas fiscales y de coordinación política
comunes.

Por otro lado se precisan también reglas de salarios máximos y mínimos y


convertirlas en uno de los indicadores de la economía. Por ejemplo, se puede aplicar
un rango de 1 a 5 o a 10 entre el salario mínimo y el máximo, en lugar de las
diferencias actuales de 1 a 100 o más. Además debería desarrollarse una renta básica
para quien la necesite. Se puede plantear también una redistribución de los trabajos
remunerados y reducir la jornada sin reducir los salarios. Para desarrollar todas estas
acciones de forma consensuada las autoridades pueden establecer sistemas
permanentes de consulta a la ciudadanía para determinar las necesidades públicas y
ofertar los servicios correspondientes a estas necesidades.
Por una economía sustentable y no depredadora: salvar el planeta
A pesar de que la ciencia ha demostrado que los bienes del planeta se agotan
irreversiblemente, el modelo de desarrollo dominante lo ignora y se aferra a la
explotación, la acumulación de desechos y la desaparición de las especies. La
economía oficial piensa en una rentabilidad monetaria a corto plazo e ignora que sin
una transformación radical, la cuestión a medio plazo no será ya si el sistema sufrirá
un colapso absoluto, sino cuándo. Se prevé un agotamiento del petróleo en 30 años así
como del gas en 70 años, del uranio entre 50 y 220 años, del carbón en 200 años, y la
rarefacción de muchos otros recursos minerales. La biocapacidad determina que se
necesitan entre tres y ocho planetas Tierra para que toda la población mundial pueda
disfrutar del estilo de vida de un ciudadano europeo medio. Además, la degradación
ambiental se manifiesta mediante el efecto invernadero, la desestabilización climática,
la disminución de la biodiversidad, los diversos tipos de contaminación así como los
efectos en la salud humana: esterilidad, alergias, malformaciones, cáncer, obesidad en
el Norte y malnutrición en el Sur. La economía oficial ignora estas externalidades y
enfoca su atención hacia el crecimiento, el PIB o la productividad, calculando el valor
de mercado de un producto sin contabilizar la energía que implica producirlo o
consumirlo. El resultado son unas cuentas engañosas que estimulan el crecimiento, la
acumulación y el consumo. El PIB incluye además actividades destructivas como la
producción armamentista y la búsqueda del aumento de la productividad estimula el
ahorro en costos salariales mediante la mecanización y la deslocalización.

Caminar hacia una sociedad sostenible implica desarrollar una relación entre la
humanidad y la biosfera basada en la coexistencia y la cooperación y no en la
supremacía y la explotación. El crecimiento ilimitado, la acumulación material, el
productivismo o el fetichismo tecnológico deben ser remplazados por otros valores
como el bienestar, la felicidad y las relaciones humanas. Hace falta transitar, en
palabras del economista Kenneth Boulding, de “la economía del cowboy” que implica
unos recursos ilimitados, a “la economía del astronauta” con unos recursos escasos
adaptados a las posibilidades de los ecosistemas. La transición hacia una economía y
una sociedad sustentables incluye un número altísimo de propuestas y de extensión
de experiencias ya existentes (consultar la entrada “medio ambiente” del diccionario).
En resumen hace falta, entre otros, una relocalización no autárquica sino
complementaria de la actual mundialización; usar nuevos indicadores alternativos al
crecimiento y al PIB; regular la producción siguiendo criterios de sustentabilidad;
producir mejor con menos, reorientando la economía hacia más calidad y eficiencia
paralela a un “crecimiento diferencial o selectivo” de lo material según la biocapacidad
de las regiones del mundo; desarrollar un vasto programa de consumo responsable;
reconvertir, prohibir sectores como el armamentístico, la ingeniería genética y la
energía nuclear.
Por una ciencia económica y unas instituciones económicas adaptadas al siglo
XXI
Finalmente, cabe remodelar radicalmente, por un lado, la arquitectura de la
gobernanza económica mundial y por otro, la propia ciencia económica. La corriente
dominante en la ciencia económica del siglo XX y principio del XXI se basa en el
racionalismo de la física del siglo XIX, refutado desde entonces por los propios
científicos. Esta economía eleva a la categoría de leyes irrefutables principios que
informan sobre el crecimiento y acumulación de bienes ignorando una realidad social
y medioambiental más compleja constituida de muchos otros factores. En su lugar,
una economía al servicio de la humanidad debe considerar todos estos factores y
basarse en valores y principios como el cuidado, la cooperación, la solidaridad, la
participación, la satisfacción de las necesidades básicas, la proximidad, la
redistribución justa, la corresponsabilidad y la ética de la igualdad.

Qué es Imperialismo:
El imperialismo es un régimen de dominación política en el cual una potencia
militar extiende sus dominios sobre otros pueblos o Estados por medio de la
fuerza o a través de la influencia económica, cultural o política.
En este sentido, como imperialismo también se puede designar la actitud y
doctrina de quienes practican el imperialismo. La palabra, como tal, se forma con
los vocablos “imperial”, que significa perteneciente o relativo al imperio, e -ismo,
prefijo para designar doctrinas o sistemas.
El imperialismo puede responder a distintas motivaciones: la explotación
económica, la subordinación cultural, la ocupación militar de plazas
geoestratégicas, el poblamiento de asentamientos deshabitados, entre otras.
Vea también Industrialización.

Asimismo, se distinguen distintos tipos de imperialismo:

• el imperialismo regresivo, donde lo que procura el Estado imperial es la


explotación, la reducción o el genocidio de las población autóctona para
reemplazarla por pobladores deseados, y
• el imperialismo progresivo, según el cual lo que pretende la potencia imperialista
es la expansión de la civilización y la elevación de la cultura y los estándares de
vida de los pueblos conquistados, supuestamente inferiores.
De allí que dentro del imperialismo se generen dinámicas sociales que se
caracterizan por la desigualdad, donde una nación opresora se impone a otra por
la fuerza, con el objetivo de extender su dominio político y militar y controlar sus
recursos económicos, basándose de una idea de supuesta superioridad racial o
cultural.
Vea también Intervencionismo.

Por su parte, el imperialismo moderno puede ser entendido, desde una


óptica capitalista, como el proceso de expansión de una nación en búsqueda de
mercados, materias primas y mano de obra barata.
Según la Historia Universal, Egipto, Macedonia, Grecia y el Roma constituyeron,
en su momento, los grandes imperios de la Edad Antigua, mientras que la Edad
Media destaca por expansión que experimentaron el Imperio Bizantino y el
islamismo en Europa y Asia, los imperios azteca e incaico en América.
Vea también Imperio.

Por su parte, durante el Renacimiento y la Edad Moderna ocurrieron significativas


expansiones colonialistas de las principales potencias europeas, como España,
Portugal, Gran Bretaña, Holanda, Francia o Rusia, hacia los territorios de América,
Asia y África. Este auge imperialista se mantendría hasta los siglos XIX y XX,
durante los cuales muchas naciones conseguirían sus independencias.

El nacionalismo es una ideología política basada en el principio de


que cada nación tiene derecho a formar su propio Estado para realizar
los objetivos o aspiraciones sociales, económicas y culturales de un pueblo,
sobretodo el logro de un estado independiente. Esta ideología se caracteriza
ante todo por el sentimiento de comunidad de una nación, derivado de
unos orígenes, religión, lengua e intereses comunes. Es una forma de pensar
que defiende una nación o una región por encima de todo, incluso por encima
de las personas. Como consecuencia de la revolución francesa se produjo
en Europa una extraordinaria difusión de sentimientos nacionalistas opuestos
al principio del legitimismo dinástico, según el cual los países no eran sino
propiedades patrimoniales de los reyes.

En otras zonas de Europa el nacionalismo surgió en parte debido a los


mismos ideales liberales que transmitió dicha revolución, y también por la
influencia de las doctrinas idealistas y románticas que comenzaron a
desarrollarse en Alemania desde finales del siglo XVIII.
Desde principios del siglo XIX el ideal nacionalista, se extendió
paulatinamente por todos los pueblos del mundo, y paso así a constituir uno
de los elementos ideológicos fundamentales de las sociedades
humanas. Los habitantes de un país ya no serían meros súbditos de un rey
sino ciudadanos de una nación cuyas esencias culturales confrontaban el
propio ser de cada individuo.

A finales del siglo XIX y principios del XX se desarrollaron discrepancias entre


nacionalistas, produciendo así graves conflictos entre naciones, la mayoría
de las guerras mundiales empezaron por disputas nacionalistas. Hoy en día,
también existen organizaciones terroristas que cometen asesinatos con este
pretexto.

En el ámbito de la música, el nacionalismo fue un movimiento musical que


surgió a mediados del siglo XIX con objeto de reafirmar los valores esenciales
de cada raza o nación a través de su música popular o de su folclore.

Las diferencias entre los países pobres y los ricos


Lo que hace la diferencia entre los países ricos y los pobres es la actitud de
las personas, y sus valores

Casi todas las personas buscan la felicidad, y desean ganar dinero y


progresar, para sí mismos y sus familias.
Y así como hay personas pobres y personas ricas, hay países pobres y
países ricos. ¿Dónde está la diferencia?

La diferencia entre los países pobres y los ricos no es su antigüedad.


Queda demostrado con los casos de países como India y Egipto, que
tienen mil años de antigüedad y son pobres. Al contrario, Australia y
Nueva Zelanda, que hace poco más de 150 años eran desconocidos, hoy
son, todavía, países desarrollados y ricos.

La diferencia entre países pobres y ricos, tampoco está en sus recursos


naturales, pues Japón tiene un territorio muy pequeño y su 80 % es
montañoso, malo para la agricultura y ganado. Sin embargo, es una de
las primeras potencias económicas del mundo. Su territorio es como una
gran fábrica flotante que recibe materia prima de todo el mundo y los
exporta transformados, acumulando su riqueza.

Por otro lado se encuentra Suiza; sin océanos, tiene una de las mayores
flotas náuticas del mundo; no tiene cacao, pero sí el mejor chocolate del
mundo; en sus pocos kilómetros cuadrados, cría ovejas y cultiva el suelo
solo cuatro meses al año ya que el resto del tiempo es invierno; pero
tiene los productos lácteos de mejor calidad de toda Europa. Igual que
Japón, no tiene productos naturales, pero da y exporta servicios con
calidad muy difícil de superar. Es un país pequeño que da una imagen de
seguridad, orden y trabajo, que los convirtió en la “caja fuerte” del mundo.

Tampoco es la inteligencia de las personas la diferencia, como lo


demuestran los estudiantes de países pobres que emigran a los países
ricos y consiguen resultados académicos sobresalientes.
Otro ejemplo son los ejecutivos de países ricos que visitan nuestras
fábricas, y al hablar con ellos nos damos cuenta que no hay diferencia
intelectual.

Finalmente no podemos decir que la raza haga la diferencia, pues en los


países centro-europeos o nórdicos vemos cómo los llamados “ociosos”
de América Latina o de África, demuestran ser la fuerza productiva de
esos países.
Entonces, ¿qué hace la diferencia entre los países ricos y los pobres?

LA ACTITUD DE LAS PERSONAS, Y SUS VALORES, HACEN LA


DIFERENCIA

En los países pobres sólo una pequeña parte de la población sigue estas
reglas en su vida diaria.
No somos pobres porque a nuestros países les falten riquezas
naturales, o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros.
Somos pobres por nuestra actitud, y por no cumplir estas premisas
básicas del funcionamiento de una sociedad.

Si usted no transmite este mensaje no se va a morir su animal


doméstico, no lo van a echar del trabajo ni va a tener siete años de mala
suerte.
Pero si puede hágalo circular, para que la mayor cantidad de gente
posible piense sobre este tema. Si esperamos que el gobierno solucione
nuestros problemas, esperaremos toda la vida.

Cuanto más empeño pongamos en nuestros actos y cambiemos nuestra


actitud, puede significar la entrada de nuestro país en la senda del
progreso y bienestar.
Tercer Mundo"

Orígenes

El término "Tercer Mundo" fue acuñado por el


economista francés Alfred Sauvy en 1952, para
designar a los países que no pertenecían a ninguno de
los dos bloques que estaban enfrentados en la Guerra
Fría, el bloque occidental (Estados Unidos, Europa
Occidental, Japón, Canadá, Corea del Sur, Australia y
sus aliados) y el bloque comunista (Unión Soviética,
Europa Oriental, China). Actualmente, de manera
anacrónica (el "segundo mundo" del "bloque socialista"
ha desaparecido como concepto)

Definición

El término se utiliza, de manera poco precisa, para


referirse a los países periféricos subdesarrollados o "en
vías de desarrollo", en contraste a los países
desarrollados; en este último sentido actual, el término
es utilizado a veces para referirse en bloque a todos los
países no desarrollados, y a veces, para referirse sólo a
los que registran los peores índices de desarrollo
humano y económico.

Conferencia de Bandung
La Conferencia de Bandung fue una reunión de
estados asiáticos y africanos, la mayoría de los cuales
acababan de acceder a la independencia. Fue
organizada por los grandes líderes independentistas:
Nehru de la India y Sukarno de Indonesia, además de
los líderes de Pakistán, Birmania y Sri Lanka. Estos
cinco países asiáticos invitaron a otros 25 a participar
en la conferencia. En total acudieron veintinueve
países.

Se celebró entre el 18 de abril y el 24 de abril de 1955 en


Bandung, Indonesia, con el objetivo de favorecer la
cooperación económica y cultural afroasiática, en
oposición al colonialismo y el neocolonialismo de las
antiguas metrópolis y los Estados Unidos, así como a su
inclusión dentro del área de influencia exclusiva de la
Unión Soviética. Es una conferencia sumamente
importante para el desarrollo de estos paises.
Se acordaron una serie de principios que debían guiar
las relaciones internacionales de los integrantes del
Movimiento de Países No Alineados, fundado en su
espíritu en esta conferencia:

1. Respeto por los derechos fundamentales del hombre


y para los fines y principios de la Carta de las
Naciones Unidas.
2. Respeto para la soberanía y la integridad
territorial de todas las naciones.
3. Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y
de todas las naciones, grandes y pequeñas.
4. Abstención de intervenciones o interferencia en los
asuntos internos de otros países.
5. Respeto al derecho de toda nación a defenderse por
sí sola o en colaboración con otros Estados, en
conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
6. Abstención de participar en acuerdos de defensa
colectiva con vistas a favorecer los intereses
particulares de una de las grandes potencias.
7. Abstención por parte de todo país a ejercitar
presión sobre otros países.
8. Abstención de actos o de amenaza de agresión y del
uso de la fuerza en los cotejos de la integridad
territorial o de independencia política de cualquier
país.
9. Composición de todas las vertientes internacionales
con medios pacíficos, como tratados, conciliaciones,
arbitraje o composición judicial, así como también con
otros medios pacíficos, según la libre selección de las
partes en conformidad con la Carta de las Naciones
Unidas.
10. Promoción del interés y de la cooperación
recíproca.
11. Respeto por la justicia y las obligaciones
internacionales.
12. Hacer valer las creencias de las distintas culturas
internacionales del Movimiento.
Características de los Países
Subdesarrollados

En primer lugar, sus habitantes apenas disponen de lo


necesario. El concepto de lo necesario se amplía en la
sociedad capitalista de consumo de masas. Otra
característica es la sub-producción de tipo capitalista.
Los recursos no están aprovechados.
También está entra sus características el alto
crecimiento demográfico, ya que el incremento de la
población impide el desarrollo económico. La
población es mayoritariamente dependiente, debido a
los bajos niveles de inversión, y no a los altos índices
de población. Otra de las características es la
dependencia económica del mundo desarrollado,
neocolonialismo, puesto de que la inversión industrial
y los canales de comercialización del producto están
en manos de los países ricos.
Estos efectos y no las causas de una economía
subdesarrollada. Son fruto de la desigualdad intrínseca
que introduce el sistema capitalista, que tiende a
acumular capital en unos países detrayéndolos de
otros. Si se analiza las sociedades de los países
capitalistas podemos encontrar grupos de población
que tienen las mismas características que las de los
países subdesarrollados, es el llamado cuarto mundo, la
única diferencia es que en los países del Tercer
Mundo esta población adquiere el carácter de
endémica.
Las nuevas tecnologías son esenciales en una sociedad
como la existente, donde los países con el régimen de
monopolizadores se encargan de suministrar a los
demás esas fuentes de innovación. Existen esfuerzos e
inversiones considerables de dinero, destinadas a
promover el uso de Internet en zonas rurales y grupos
en riesgo de exclusión social o laboral, como el Tercer
Mundo, países en regímenes altos de subdesarrollo,
con características como el analfabetismo, el hambre, y
la precariedad en todas las áreas de la sociedad.
Para muchos burócratas y Estados desarrollados,
conseguir que la tecnología y su uso lleguen
adecuadamente a los países más pobres y necesitados
se convierte en todo un reto para, en la mayoría de los
casos, obtener algún tipo de beneficio. Pero lo cierto es
que la opinión pública se encuentra bastante en
desacuerdo con la actitud de los mandatarios de los
grandes Estados, ya que consideran que integrar
Internet o la telefonía móvil en países de África o
América Latina es un contrasentido, ya que, según
grupos de ONGS, lo primero es ayudar a esas personas
pobres a obtener un trabajo, para que se puedan
comprar una casa, la cual tendrá teléfono, y entonces
puede que se use Internet. La ONU ha declarado
recientemente que el desarrollo de las nuevas
tecnologías aumenta todavía más las diferencias entre
los países ricos y los del Tercer Mundo.
EL TERCER MUNDO : CAUSAS DE SU
ATRASO

1. Causas Geográficas:

Hoy tienen poca importancia, pero en su día explicaban


las desigualdades que existían entre las distintas zonas
del planeta, decían que el clima y el relieve eran
determinantes, que el carácter de las personas y el
grado de desarrollo de sus países dependían de esto,
esta teoría venía de la observación de que casi todos los
países subdesarrollados se encontraban en la zona
tropical o en zonas aisladas por grandes cordilleras,
bosques o mares. Esto, en definitiva, generaba formas
de vida primitivas.

2. Causas Históricas Internas:

Explican, desde el punto de vista interno, las causas


históricas que han dado lugar a la situación actual, en
este orden de cosas los estudiosos
creen que las causas del subdesarrollo de esos países
hay que buscarlas en el pasado, sumergiéndonos en la
historia de estos pueblos encontramos sistemas
políticos ineficaces, atraso acumulado desde hace
siglos, diferencias sociales profundas y tradicionales,
luchas y guerras internas... todo esto explicaría el
escaso grado de
desarrollo de estos pueblos.

3. Causas Históricas Externas:

Esta es la explicación que cuenta con más partidarios


en la actualidad.
No es una coincidencia que estos países
subdesarrollados hayan sido colonias en algún
momento de los países desarrollados.

Su economía ha sido dirigida desde el norte, desde la


metrópoli, sin tener en cuenta los intereses de estos
pueblos sino los propios de los colonizadores.
En el caso de África, con la independencia estos países
heredaron también un problema tremendo: fronteras
artificiales fruto de la colonización, esto es una fuente
continua de conflictos en dos niveles: contra
los pueblos vecinos por un territorio en concreto
(guerras de Irán-Irak, Libia-Chad, Marruecos-
Frente Polisario por el Sahara Occidental...) o guerras
civiles en el seno de un país (kurdos contra Turquía e
Irak, tamiles contra el gobierno de Sri Lanca, biafreños
contra el gobierno de Nigeria...) y estas guerras
consumen a estos países y destrozan las escasas
posibilidades de desarrollo.

4. Causas Sociales:

Explican también muchas de las trabas que estos países


tienen para llegar al desarrollo.
En el interior de estos pueblos hay grandes
desigualdades sociales, un porcentaje muy reducido
de la población es inmensamente rico y la inmensa
mayoría es inmensamente pobre, esto
genera problemas sociales, enfrentamientos,
inestabilidad política y a veces enfrentamientos
étnicos entre comunidades distintas que conviven
dentro de fronteras artificiales.
Por otra parte el desempleo o el subempleo son
crónicos, la pobreza es generalizada, en esta situación
no hay ahorro ni consumo y esto genera un
estancamiento de la población.

5. Causas Políticas:

Fruto de la situación ya descrita los regímenes


políticos de estos países son muy inestables, no existen
muchas democracias (salvo en la India y en la
Iberoamérica actual) la dictadura es la forma más
usual de gobierno y los golpes de Estado la única forma
de acceder al poder, estos golpes de Estado a menudo
desembocan en cruentas guerras civiles.
Otras características de estos gobiernos es la
corrupción del funcionariado como norma, es una
respuesta a los bajos salarios que se cobran, pero es
una lacra para el desarrollo del país. Por si fuera poco
en los presupuestos de estos países se refleja un alto
porcentaje para gastos militares, gastos militares que
son muy superiores a los gastos en educación o en
sanidad.

6. El Problema de la Sobrepoblación:

El comportamiento de la población en los distintos


países es muy diferentes: en los países desarrollados
hay una natalidad muy baja y una mortalidad muy
baja, algunos países pierden población y se produce
también un envejecimiento de ésta; por el contrario en
los países
subdesarrollados la natalidad es muy elevada, pero la
mortalidad es muy baja gracias a las medicinas
(vacunas, hospitales...) y como consecuencia de esto se
está asistiendo desde principios de siglo a una
explosión demográfica tremenda, situación que se
acentúa más tras la II Guerra
Mundial. Los problemas que se generan son
tremendos: la población crece mucho más rápidamente
que los recursos, esto genera un subdesarrollo más
profundo, hambre y emigración y, a veces, guerras.
ALTERNATIVAS PARA SALIR DEL
SUBDESARROLLO
Los dos problemas más importantes de estos países
son el subdesarrollo económico y la sobrepoblación, los
dos están íntimamente ligados y las posibles
alternativas estarán en paliar estos dos problemas.
Contra el subdesarrollo: aumentar los recursos para
crear un desarrollo sostenible.

La Lucha Contra El Subdesarrollo


Económico.

Esto es imposible sin ahorro interno e inversiones, para


que esto se produzca es necesaria la participación de
los países del norte que pueden actuar de diversas
maneras:

1. Cancelando la deuda que todos estos países tienen


con los desarrollados, la deuda es el gran cáncer que se
come los recursos de estos países.
2. Fijar ayudas desinteresadas que fomenten en estos
países el desarrollo industrial, ayudas que no tengan
que pagarse después y con unos intereses altos.
3. Fijar precios estables para las materias primas
(principal fuente de ingresos de los países
subdesarrollados) para que estos países cuenten con
ingresos estables.
4. Transferir los excedentes de productos de los países
desarrollados al Tercer Mundo, es frecuente que en
muchos casos se proceda a su destrucción.
5. Concienciar a la población para que lleve un nivel de
vida más austero y se evite entrar en una espiral
consumista, con lo que se ahorrarían las familias se
podrían crear escuelas y hospitales en África, América,
Asia...
6. Potenciar la labor de las Organizaciones No
Gubernamentales (O.N.G.) que ayudan a estos pueblos
(Medicus Mundi, Ayuda en Acción, Médicos del
Mundo, Intermón, Caritas...).
7. Potenciar la campaña de ceder a estos pueblos el 0´7
% del presupuesto del Estado para la ayuda al
desarrollo, y después del 0´7 elevar el cupo.

Contra La Sobrepoblación: Lucha Contra


La Natalidad
La lucha contra la natalidad es un requisito
indispensable para eliminar el subdesarrollo.
Cuanta más población habrá menos recursos y
disminuirá la renta per cápita.
Para no hipotecar el futuro es necesario una política
antinatalista no coactiva (a la fuerza no se consigue
nada) y tomar medidas en este sentido sería la
distribución gratuita de métodos anticonceptivos
(preservativos, diu, esterilización...) que podía ser
subvencionada por los países del norte tras haberse
realizado importantes campañas de mentalización de la
población.

En China se ha conseguido reducir drásticamente la


natalidad, pero los métodos han sido coactivos: se
prohibe tener más de un
hijo a la población que vive en la ciudad, y de dos a la
que vive en el campo; incumplir esta norma conlleva
multas y penalizaciones.
Un papel muy importante en la política antinatalista de
estos países es la celebración de Conferencias
Mundiales sobre Población y Desarrollo organizadas
por la ONU la primera se celebró en 1974 en
Bucarest, y la última la de El Cairo celebrada en 1994
donde se puso de manifiesto la oposición de las
autoridades islámicas y de la Iglesia Católica a la
política antinatalista.
Para otros el problema de la sobrepoblación es sólo
económico, si el nivel de desarrollo de estos países
fuera como el de los
desarrollados, el comportamiento de la población sería
también igual (poca natalidad y poca mortalidad)

¿Es La Deuda Externa Responsable Por


La Pobreza En El Tercer Mundo?

Es la pregunta obligada al conocer las


reacciones de varios sectores a la decisión
del gobierno ecuatoriano de revisar la
deuda externa y no pagar parte de ella.
Muchos han elogiado la decisión del gobierno
ecuatoriano de no pagar parte de la deuda, porque
consideran que la deuda externa es la herramienta con
que los países ricos tienen sometidos a los países
pobres.
Para algunos, somos pobres porque nos han impuesto
una deuda externa que nos consume y nos hace
esclavos de los ricos, afirmación que es muy discutible
por muchas razones.
En primer lugar, los únicos países con deuda externa
no son los del tercer mundo. De hecho, la deuda
externa de los Estados Unidos supera los
USD10.000.000.000.000 [10 billones], lo que es 250
veces más que la deuda externa colombiana, y superior
en más de 500 veces a la ecuatoriana, por lo que en
términos relativos, la deuda norteamericana es
superior a la colombiana o ecuatoriana, o a la de
cualquier otro país latinoamericano, es más, la deuda
norteamericana supera la deuda de toda América
Latina junta.

Esto es un grave indicio de que el endeudamiento de


los países pobres no necesariamente es la causa de
nuestra pobreza.
Si los países ricos son ricos con tanta deuda, hay que
buscar otra explicación a nuestra pobreza, puesto que
nuestra deuda, en términos relativos es inferior a la de
los países ricos.
Una posible explicación, tiene que ver con el uso que se
hace de los recursos obtenidos por el endeudamiento.
Mientras los países ricos utilizan su deuda para crecer,
para investigar, invertir, crear empresa, educar a la
población, ofrecer servicios públicos y crear
infraestructura, los países pobres utilizan los recursos
obtenidos de la deuda para… ¿para qué?

CONCLUSIONES

No hay países "subdesarrollados”, hay países cuyo


desarrollo ha sido "distorsionado" por influencia de
otros países poderosos que recurren a coartar el
comercio multilateral y tienden a generar "economías"
cautivas de producción primaria, con bajo valor
agregado...
No habrá "independencia económica" suficiente como
para "enderezar" un desarrollo "torcido" si antes no
existe "decisión política" de ejercer el gobierno nacional
de manera "autónoma", o sea...un rotundo corte de
manga a las recetas monetaristas que sólo benefician a
los que controlan la moneda...
La "ciencia" económica consiste en la aplicación de
cuatro operaciones básicas: sumar, restar, dividir y
multiplicar; si aplicando esas operaciones, todavía
queda algo sin entender, es porque están tratando de
engañarnos...como con la tremenda falacia del "libre"
mercado, el impulso "metafísico" que auto estimula la
"economía" (como si detrás de cada acto económico no
hubiese personas con intereses y voluntades definidas)
y la "globoidiotización" que impone repetir ancestrales
tonterías...
Por supuesto la Educación toma un papel muy
importante en este tema ya que solo de esta manera se
impedirán muchas irregularidades propias de un
mundo subdesarrollado, mala política, ignorancia etc.
....si pensamos en todos los problemas del
subdesarrollo solo la educación nos hará
sobrevivientes.
Por supuesto no es una solución que vaya a ocurrir de
un día para el otro, además hay que luchar con los
objetivos opuestos de este tipo de gobierno, donde se
encarga de quitarle a una persona el derecho a la
educación, pues es siempre preferible un pueblo
ignorante que no presione y exija al gobierno sus
derechos y así permitan que unos pocos se beneficien a
costa de la dignidad de muchos.

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