DE LA PARROQUIA La misión de la Iglesia es evangelizar; tal como enseñaba el Papa Pablo VI: “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar” (E.N. 14). San Juan Pablo II expresaba que: “Es en la evangelización donde se concentra y despliega la entera misión de la Iglesia, cuyo caminar en la historia avanza movido por la gracia y el mandato de Cristo: id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación (Mc 16,15); y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fín del mundo” (Mt 28,20) (ChL No 33c). Por lo tanto, el propósito y objetivo básico tiene que ser: CUMPLIR INTEGRALMENTE LA MISIÓN DE LA IGLESIA IR A TODOS - DAR TODO – A TODA LA PERSONA - INVOLUCRARLOS A TODOS El objetivo primordial de la Evangelización es hacer discípulos que contagien, irradien y atraigan por testimonio de vida, por testificación de palabra y por salida misionera y compromiso apostólico, a otras personas que son motivadas para iniciar el proceso, hasta llegar a formar pequeñas comunidades, en diversos sectores, urbanos y rurales, con ministerios propios al servicio de la vida parroquial. “La Parroquia es la Institución normal y primaria de la cura de almas, el lugar de cumplimiento directo y completo de la misión, la “casa común”, la primera comunidad eclesial, la última localización de Iglesia, la primera y más inmediata visibilidad de Iglesia para los fieles, el primer órgano de acción pastoral y social, la primera sede de la catequesis” (Juan Pablo II, octubre de 1984). «Hay necesidad de cristianos que hagan visible al hombre de hoy la misericordia de Dios, su compasión por todas las criaturas»
❑ La nueva evangelización es un movimiento renovado para quien ha
perdido la fe y el sentido profundo de la vida. Y dentro de este movimiento todo cristiano está llamado a ir al encuentro de los demás. ❑ «Nadie está excluido de la esperanza de vida, del amor de Dios. La Iglesia es enviada, a todas partes, para despertar esta esperanza, especialmente donde está obstaculizada por condiciones de vida difíciles, ❑ Necesitamos el soplo del Espíritu de Cristo resucitado, que vuelva a encender los corazones. El Espíritu Santo nos insta a dar un paso fuera de nuestra casa y nos guía hasta las periferias de la humanidad». Los pueblos de América Latina y del Caribe viven hoy una realidad marcada por grandes cambios que afectan profundamente sus vidas. Como discípulos de Jesucristo, nos sentimos interpelados a discernir los “signos de los tiempos”, a la luz del Espíritu Santo, para ponernos al servicio del Reino, anunciado por Jesús, que vino para que todos tengan vida y “para que la tengan en plenitud” (Jn 10, 10). (D.A. 33) La pequeña comunidad realiza la integralidad de la misión de la Iglesia en la parroquia
•La comunidad es una agrupación estable,
•orgánica y fraternal •de personas evangelizadas: º centradas en Cristo y movidas por el Espíritu; º que se sienten responsables unas de otras: ¹ edificándose mutuamente ² y compartiendo lo que son ² y lo que tienen, La pequeña ¹ en la medida de su integración comunitaria comunidad ¹ y de su crecimiento cristiano, es el lugar º y ser así testigos, individual y comunitariamente propicio para hacer º del Señor resucitado presente º y de un Mundo Nuevo. el reino de Dios. ❑ ESTABLE : La comunidad es estable por naturaleza. Es como el matrimonio; hasta que la muerte los separe, fidelidad en la prosperidad y en la adversidad. Sentimiento de pertenencia y cohesión. Reuniones periódicas con asistencia y participación de todos. ❑ ORGÁNICA : La comunidad la comparamos con un cuerpo vivo. No es una reunión ocasional ni un conglomerado amorfo. Es un cuerpo bien articulado como un organismo, con funciones diferentes, pero con la unidad del mismo cuerpo. ❑ FRATERNAL : La Comunidad está unida por un principio cristiano profundo de relaciones primarias, inmediatas y directas, no indirectas, ni funcionales. ❑ No. DE MIEMBROS : Mínimo 8, Óptimo 12, Máximo 18 - La Comunidad es fruto de la Evangelización Fundamental o Kerigmática. - Quienes forman la Comunidad son personas que han iniciado un proceso de conversión, cambio de vida y de corazón con experiencia de encuentro vivo con la persona de JESUCRISTO. - La Comunidad está formada por personas con nombre, rostro e historia; toda su - La Comunidad da testimonio realidad, sus elementos, su de nuevos modelos de vida situación en el tiempo y en el diferentes de los del mundo. espacio. ❑ La comunidad es para ser. No para hacer. Es para cuidarse en edificación espiritual y apoyarse en solidaridad entre todos, en sus necesidades materiales y sociales.
❑ De la naturaleza de la comunidad es una suficiente
estabilidad, aunque la pertenencia y la estabilidad fundamental es a nivel del cuerpo eclesial que es la parroquia. La persona madura constantemente en el conocimiento, amor y seguimiento de Jesús, en la profundización en el misterio de su persona, de su ejemplo y doctrina. Proceso sistemático. Koinonía: permanecer y perseverar actualización sacramento de la Eucaristía No puede haber vida cristiana sin comunidad (familias, parroquias, pequeñas comunidades, movimientos). Pequeña comunidad en Proceso de Nueva Evangelización ➢ Oración en común ➢ Escucha de la Palabra ➢ Catequesis de adulto ➢ Eucaristía vida sacramental ➢ Compartir (espiritual, diezmo de bienes y de tiempo) El discípulo, a medida que conoce y ama a su Señor experimenta la necesidad de compartir con otros su alegría de ser enviado.
No es última etapa de formación (Jesús formó para enviar. Mt 28).
El evangelizado tiene que evangelizar, ser misionero,
ejercer servicios, compromiso con su índole secular. “Cuantos más seglares haya, impregnados del Evangelio, responsables de estas realidades y claramente comprometidos en ellas, competentes para promoverlas y conscientes de que es necesario desplegar su plena capacidad cristiana, tantas veces oculta y asfixiada, tanto más estas realidades, sin perder o sacrificar nada de su coeficiente humano, al contrario, manifestando una dimensión trascendente frecuentemente desconocida, estarán al servicio de la edificación del Reino de Dios y, por consiguiente, de la salvación en Cristo Jesús”.
La integralidad de la misión de la Iglesia se cumple con:
IR A TODOS, DARLES TODO, A TODO EL HOMBRE E INVOLUNCRANDO A TODOS.