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Autora:
Mg. Nelia González
Tutora:
Dra. Flor Cristalino
A mi madre Ana, quien en vida y ahora desde el cielo me acompañó durante todo
el proceso de la investigación.
A mis hijos Alonso José, Nerio Alonso y Héctor Alonso, quienes son un regalo de
Dios y la razón de mi existir.
Ante todo a Dios todo poderoso, por permitirme existir y haberme escogido para
ser docente, labor para la formación de formadores.
A mis auxiliares de investigación, Rosil Cabrera, Yuly Pérez, María Laura Zerpa,
Neila Arenas y Wendy Cabrera, quiénes en todo momento me acompañaron y
estuvieron firmes como un comando académico durante el desarrollo del estudio,
con cariño y entusiasmo, dispuestas al cambio y el aprendizaje.
5 Competencias Investigativas………………………………………….. 99
RESUMEN
ABSTRACT
Among the innovation and change processes that characterize the XXI century,
teaching formation must be examined and centered on the development on
investigative competences. This study had as general objectives: to analyze
teaching’s competence developed on students from “Educación Básica Integral” on
the “Facultad de Humanidades y Educación” of LUZ, and propose lineaments to
guide through teaching formation centered on investigation, with an approach to
change. The theory that oriented the data analysis was Alanis (2000) focused on
the critical-social model of formation; for investigation-action Elliot (1998) was
used; and for the educational-investigative practice Esté (1998), among others.
The methodology was oriented with the epistemological-introspective-living
paradigm, qualitative, with the method of investigation-action-reflection. The
recollection techniques used were focused on observation and participative
diagnostic; while the analytical ones matched with the statistical-qualitative
treatment, through triangulation of data according to the instruments used, such as:
FODA, ethnographic registry on journals, formation courses and portfolios. The
results were presented in a qualitative way, with the identification of the
competences on the being, doing, knowing and living, taken as needs for the
design and application of a plan of action, in order to demonstrate the factors that
promote change, such as: disposition to learning and pedagogic innovation of the
students and as inhibitors of organizational culture, communication problems and
interpersonal relations, joined to the resistance of change from some school
members taken as centers of application and investigation.
Frente a esa realidad, esta investigación planteó como objetivo el análisis de las
competencias docentes desarrolladas en los estudiantes de la mención Educación
Básica Integral, de la Facultad de Humanidades y Educación de La Universidad del
Zulia (LUZ), en el marco de las prácticas educacionales, niveles II y III, a fin de proponer
lineamientos orientadores de formación docente centrados en la investigación, como
una aproximación al cambio.
Por otra parte, se notan dificultades escriturales y de lectura en los alumnos, así
como limitaciones para el análisis, síntesis, presentación, redacción de conclusiones y
reflexiones en los informes finales de prácticas profesionales y baja calidad en las
investigaciones documentales y bibliográficas sobre contenidos asignados, según las
necesidades detectadas. Este estado de cosas pudiera atribuirse al hecho de que los
alumnos de la mención Educación Básica Integral, según el currículo de la Escuela de
Educación de LUZ (1995), solo cursan dos seminarios de investigación y preparan la
tesis sobre un tema fijado por el profesor o escogido por el equipo de trabajo de los
estudiantes, en la mayoría de los casos, un asunto descontextualizado de la realidad de
la escuela donde se efectúan las prácticas educacionales.
Los aspectos expuestos explicarían las causas por las cuales los alumnos
manifiestan incertidumbre, conflicto cognitivo y operacional al cumplir tareas y funciones
en su papel de investigadores, durante el desarrollo de las prácticas II y III. En efecto,
tienen dificultad para aplicar habilidades y destrezas investigativas desde el centro de
estudio, la escuela, la realidad del aula, la familia o la comunidad. Además, manifiestan
poco o nulo dominio de las técnicas e instrumentos del paradigma investigación-acción-
reflexión, a saber: diarios de campo, registros etnográficos, entrevistas a profundidad,
portafolios, entre otros; aun cuando saben planificar acorde con la metodología de los
Proyectos Pedagógicos de Aula (PPA), conocen cómo construir Proyectos Pedagógicos
Comunitarios (PPC) y redactan, con un esquema predeterminado, informes finales del
proceso descriptivo de los otros roles o competencias docentes desarrollados en las
prácticas profesionales.
Objetivos de la Investigación
Objetivos Generales
Objetivos Específicos
Finalmente, este estudio aspira a servir de guía y orientación a todos los entes que
deseen emprender el camino hacia la investigación educativa, para dar respuesta a la
necesidad de formación docente con un giro en la práctica educacional hacia la
excelencia, que repercuta en beneficio a la formación del ciudadano que el pais
necesita.
Contexto de la Investigación
En esa dirección se infiere que la vía más apropiada para tener acceso al
conocimiento implica una especie de simbiosis entre el sujeto investigador y su objeto
de estudio, una especie de identificación sujeto-objeto tal que el objeto pase a ser una
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experiencia vivida, sentida y compartida por el investigador (de ahí el calificativo de
vivencial). De modo que, en este estudio se cumplio esta simbiosis, la investigadora era
la profesora de las prácticas profesionales, quien actuó como mediadora entre el sujeto
investigado y el objeto de estudio.
La IAR, según Pérez (1998), tiene como objetivo prioritario conocer y analizar una
realidad, así como sus elementos constitutivos: los procesos y los problemas, la
percepción que las personas tienen de ellos y las experiencias vivenciales dentro de
una situación social concreta, con el fin de emprender acciones tendentes a modificar
esa misma realidad.
En cuanto a los principios en los que se basa la IAR, Elliot (1994) señala los
siguientes:
REFERENTE TEÓRICO
Además, esta sección describe las teorías que guiaron la acción investigadora
desde los postulados y modelos sobre formación docente, la teoría del humanismo, la
teoría crítica de la acción, la concepción de la investigación – acción – reflexión, hasta
los principios y cimientos para buscar ese cambio en la práctica educativa.
Formación Docente
c) Con dominio teórico y práctica en los saberes básicos de las áreas del
conocimiento en las que se inscriben los programas oficiales del nivel, modalidad o área
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de especialización que su vocación y aptitudes les han llevado a seleccionar como
centro de su acción educativa.
Los roles también aparecen definidos en el Manual del Docente del Nivel de
Educación Básica del Ministerio de Educación, referido por Inciarte (1998). Allí se les
describe como las acciones del docente y de los conductores del proceso de formación,
a través de una serie de funciones y tareas, con las denominaciones de facilitador de
oportunidades de aprendizaje, orientador de procesos, investigador de situaciones y
promotor social.
Hace referencia al perfil profesional del docente, el cual debe sintetizarse en una
sólida formación investigativa, desarrollando prácticas facilitadoras y mediadoras de
aprendizajes. Este docente debe estar formado en valores solidarios y cooperativos,
consustanciado con su contexto sociocultural. Además enfatiza en las habilidades y
destrezas que le deben permitir desempeñarse en cualquier medio: rural, urbano,
indígena y de frontera.
También marca una crítica sobre los tradicionales criterios de evaluación del
desempeño, formalizados en la acreditación y en los años de servicios, los cuales
deben dar paso a un proceso más integral, donde se contemplen desde los rasgos de la
personalidad hasta la práctica real en el aula: manejo de los contenidos, formas de
planificar y evaluar, empleo de estrategias, producción de recursos para el aprendizaje,
características de la relación alumno-docente, docente-directivo, docente-docente,
docente-representante. Esta evaluación la debe realizar el personal directivo, el
docente, los alumnos y los representantes, con la puesta en común de la coevaluación
y la autoevaluación.
Figura Nº 1
Es conveniente revisar el significado del término “rol”. Así, para Arrieta y Meza
(2000), implica “la clase de respuesta esperada de acuerdo con el estatus específico,
entendiéndose como estatus la posición o función, detectada o ejercida (por un
individuo) en una situación determinada”. En el caso del estudiante en proceso de
formación en institutos de educación superior, se consideran fundamentales los roles
propios del ámbito escolar, donde prevalecen los siguientes: mediador, investigador,
promotor social, gerente educativo y orientador.
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Figura Nº 2
En los futuros docentes, esos roles se hacen permanentes debido a que tendrán
que asumirlos y ensayarlos al cumplir las funciones y tareas de las distintas
asignaturas, especialmente durante las prácticas educativas y el ejercicio profesional,
donde se les separa por razones de estudio, análisis, reflexión y evaluación, pero se les
integra en el hacer pedagógico.
Los roles también aparecen definidos en el Manual del Docente del Nivel de
Educación Básica del Ministerio de Educación, referido por Inciarte (1998). Allí se les
describe como las acciones del docente y de los conductores del proceso de formación,
a través de una serie de funciones y tareas, con las denominaciones de facilitador de
oportunidades de aprendizaje, orientador de procesos, investigador de situaciones y
promotor social.
Desde esa visión, la normativa educativa del Ministerio de Educación para este rol
se despliega por medio de un agregado que la Escuela de Educación, en su Diseño
Curricular (1995), exhibe como:
Funciones
Tareas
Funciones
2. Cooperar con ellos para que descubran sus potencialidades y superen sus
limitaciones.
Tareas
Funciones
Tareas
Analizar las realidades educativa y social, en los niveles local, regional, nacional
y/o mundial; identificar los principales problemas y jerarquizarlos de acuerdo con su
prioridad, seleccionar el objeto de investigación y diseñar programas y/o proyectos para
abordar su estudio sistemático, elaborar diagnósticos explicativos del contexto
socioeducativo, con un sustento teórico sólido de la realidad educativa. Adicionalmente,
interpretar, extraer inferencias y dar significación a los problemas de ésta.
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Para responder a lo anterior, se le impone definir alternativas de solución frente a
los problemas educativos detectados, para revisar, con criterio científico, las fuentes de
información que le faciliten su actividad vocacional y profesional, además de realizar
arqueos bibliográficos para mejorar su formación como profesional, analizar diferentes
enfoques y modelos de investigación social y educativa y utilizar diversos principios
teóricos y metodológicos en el estudio de la realidad educativa local, regional, nacional
y/o mundial.
Tareas
Se refiere a las acciones del estudiante de docencia para desarrollar los procesos
administrativos de una organización educativa, como son los siguientes: planificar,
organizar, dirigir y controlar la labor docente, dentro y fuera del aula. Para desempeñar
este rol, entenderá la naturaleza de la gestión y cumplirá las siguientes funciones:
Funciones
Tareas
Por último, le toca liderizar los procesos de cambio en el nivel institucional y local,
acompañar dentro y fuera del aula al personal docente del plantel, estimular el espíritu
de superación entre los miembros de la institución, mantener una buena relación e
interacción con todos los entes de la comunidad e iniciar o impulsar actividades que
estimulen la recreación y la salud mental y física de los integrantes de la escuela y de la
colectividad.
* Atender las características individuales del estudiante y con ello los procesos de
orientación individual y social.
* A partir del análisis e interpretación de resultados, diseñar estrategias que sirvan para
evaluar y retroalimentar el proceso educativo.
Ahora bien, Canquiz (2004), en su más reciente investigación, apunta que existen
diversas posturas al conceptualizar los perfiles profesionales. Entre las principales,
destaca la que sostiene la necesidad de formar para la vida profesional y, por
consiguiente, las finalidades deben especificarse de acuerdo con las demandas
ocupacionales y laborales. Otras afirman que, para un mundo cambiante, resulta
prioritario brindar una formación general que proporcione un repertorio más amplio de
estrategias y, al mismo tiempo, promueva el desarrollo integral del hombre. Por último,
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se refiere a las que resaltan la importancia de establecer una interrelación efectiva entre
enseñanza y empleo.
Se formularon a tono con el perfil del egresado y el ejercicio de los roles docentes
señalados con anterioridad en el contexto legal de la Escuela de Educación de la
Facultad de Humanidades y Educación de LUZ, y se clasificaron en generales y
específicos.
Objetivos Generales
A partir de las ideas de Peñaloza, es posible afirmar que la concepción del Diseño
Curricular de la Escuela de Educación de LUZ, en particular después de la revisión de
la mención Educación Básica Integral, puede considerarse humanista, aunque no
aparezca declarado de ese modo, ya que esa tendencia se evidencia y refleja en los
objetivos específicos que a continuación se enuncian.
Objetivos Específicos
Esos cuatro aprendizajes básicos para la formación del ser humano son los
siguientes: aprender a conocer, aprender a ser, aprender a convivir y aprender a hacer.
Del mismo modo, la UNESCO (1998) defiende, desde la perspectiva de una educación
integral, estos tipos de capacidades: cognitivas e intelectuales, afectivas, sociales y
prácticas; las cuales - para su tratamiento o lo que se podría denominar superposición
didáctica - conviene diversificarlas en tres tipos de contenidos: conceptuales,
actitudinales y procedimentales.
La formación docente impone hoy una serie de demandas que superan los
modelos clásicos y tecnológicos. Esas peticiones se orientan hacia la formación del ser
humano en otras dimensiones, tales como: autonomía, inteligencia y universalidad. En
este aspecto, Flórez (1996) precisa dimensiones esenciales en el proceso de
humanización y asevera que, incluso en el enfoque de competencias, se requieren
nuevos puntos de vista que van más allá de la pura instrumentalización de los
conocimientos. En otras palabras, se preconiza una formación docente más humana,
contextualizada, crítica, creativa y transformadora.
De acuerdo con esta teoría, la acción surge en concordancia con la postura del
docente frente a lo prescrito, en otras palabras en lo que él estime pertinente, desde su
percepción de lo que es válido para su despliegue conductual y actitudinal como
educador. Esta posición no niega los aportes que otras concepciones, como la
sociológica, por ejemplo, pudiesen formular para la comprensión del hacer docente,
sino que privilegia referentes propios del contexto educativo. En consecuencia, se
necesita el marco explicativo de la acción del docente propiciada por el currículo, la
didáctica, la teoría pedagógica, las teorías implícitas y la ciencia de la acción.
Desde la teoría del currículo se han propuesto - según Carr y Kemmis (1983) y
Gimeno (1997) - cuatro grandes enfoques curriculares (racional, tecnológico, práctico y
crítico) que pueden ayudar a los educadores a comprender y conceptualizar su propia
práctica, así como a enjuiciar, crítica y autónomamente, los modelos curriculares
presentes en la tradición educativa, la legislación y los materiales curriculares.
El hacer docente también tiene su razón de ser a través de la influencia que ejerce
la didáctica como disciplina que facilita la planificación, organización, dirección y
evaluación del proceso de aprendizaje. En este aspecto, Porlán y Rivero (1998)
plantean que a la didáctica se le asigna la función de elaborar modelos didácticos, que
no sólo se definen por una dimensión descriptivo- explicativa de la realidad escolar, sino
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porque presentan, además, una vertiente normativa, en forma de hipótesis curriculares
y propuestas de actuación en el aula. De modo que la faceta normativa de la didáctica
va más allá de un recetario, porque se concibe como un agregado de estrategias de
acción con diversos grados de complejidad. Gimeno (1997)
Otra de las tentativas para explicar la acción de los educadores se relaciona con
las teorías implícitas, entendidas como “constructos” o modelos personales para
predecir y controlar acontecimientos. Según Marrero (1993), las ideas de los profesores
sobre educación, valor de los contenidos, procesos propuestos por el currículo y
condiciones de trabajo, los llevarán a interpretar, decidir y actuar en la práctica, esto es,
a seleccionar libros de textos, tomar decisiones, adoptar estrategias de enseñanza y
evaluar el proceso de aprendizaje.
Más aún, desde la ciencia de la acción, Argyris y Schön (1989) postulan que toda
conducta humana deliberada se apoya en un constructo mental constituido por el
conjunto de valores o variables rectoras, normas, estrategias de acción y supuestos
que, en determinado momento, configuran el sistema de referencia cognitivo, a partir
del cual el ser humano hace lo siguiente: (a) percibe e interpreta la situación en la cual
se encuentra; (b) establece objetivos y metas para su conducta; y (c) despliega
acciones para alcanzar esos objetivos y metas, corregir desviaciones de las acciones
con respecto a esos propósitos y responder a las variaciones del entorno en el cual se
desenvuelve. En estas condiciones, la acción del docente, entonces, tiene un carácter
normativo (lo que gobierna su hacer), explicativo y hasta predictivo.
Argyris y Schön (1989) también afirman que existen dos dimensiones en la teoría
de acción de un individuo, grupo u organización: la teoría explícita y la teoría en uso.
Según Marrero (1993) tal modelo tradicionalista o clásico retoma buena parte de
los supuestos de la educación medieval y culmina con Comenio y Locke,
principalmente, es decir, una Educación esencialmente logocéntrica, dirigida por el
profesor y fuertemente centrada en su autoridad moral o física sobre el alumno, quien
de forma pasiva, será el destinatario de una verdad que se considera universal e
incuestionable. Será responsabilidad del profesor seleccionar las impresiones de la
mente que han de servir para dar sentido al mundo y alcanzar el logro de la verdad.
Para Martín del Pozo (1994), el docente formado a través de este modelo se
inclina hacia la adopción de un perfil profesional basado en la transmisión rutinaria de
contenido y en el control periódico del grado, así como en la memorización formal de los
conocimientos. De hecho, Pérez (1992) había expresado antes la misma inquietud por
las implicaciones del paradigma tradicional, en los siguientes términos:
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“...no se distingue con claridad entre saber y saber enseñar,
concediéndose escasa importancia tanto a la formación didáctica de la propia
disciplina como a la formación pedagógica del docente. El proceso de
transmisión de los conocimientos de la cultura no requiere más estrategia
didáctica que respetar la secuencia lógica y la estructura epistemológica de
las disciplinas. El conocimiento del profesor o profesora se concibe más bien
como una acumulación de los productos de la ciencia y de la cultura que
como la comprensión racional de los procesos de investigación, y su tarea
docente, como la exposición clara y ordenada de los componentes
fundamentales de las disciplinas del saber.”(p.32)
* Epistemología absolutista.
* Énfasis en lo conceptual.
“Es la idea que mantiene que el individuo tanto en los aspectos cognitivos y
sociales del comportamiento como en los afectivos no es un mero producto
del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una
construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la
interacción entre esos dos factores. En consecuencia, según la posición
constructivista, el conocimiento no es una copia fiel de la realidad, sino una
construcción del ser humano”. (p.80)
3. La función del docente consiste en engarzar los procesos de construcción del alumno
con el saber colectivo culturalmente organizado.
Lo arriba señalado coincide con lo planteado por Flórez (1996) en los siguientes
términos:
Si bien es cierto que este modelo responde a una identificación plena con el
contexto, su énfasis en las transformaciones socioeconómicas y políticas de una
determinada sociedad lo diferencia del constructivista. En este tipo de modelo se
inscribe la perspectiva de reflexión en la práctica para la reconstrucción social. En él se
concibe la enseñanza como una actividad crítica y al profesor, como un profesional
reflexivo y crítico que busca el desarrollo autónomo y emancipador de quienes
participan en el proceso educativo.
En tercer lugar, los seres humanos muestran inquietud no sólo por controlar o
comprender el mundo en que viven, sino por liberarse de su dependencia respecto de
él. Este interés emancipatorio origina formas críticas o evaluativas del pensamiento.
Figura Nº 3
1 3
Formación Inicial
En opinión de Alanís (2000), el término formación inicial “se utiliza para designar el
proceso de educación escolarizada de un individuo desde la primaria hasta la primera
salida terminal”. (p. 16)
De hecho, en este momento, esa educación inicial - según ese autor - pasa a ser
el proceso mismo de formación docente de un individuo que obtuvo la licenciatura o, en
su defecto, niveles inferiores de técnico medio o superior, conforme a lo establecido por
el sistema educativo de una nación determinada. En verdad, aquí reside la
responsabilidad de las diferentes instituciones universitarias que prometen formar
docentes en correspondencia con las competencias, habilidades, conocimientos y
actitudes del perfil del egresado como profesional de la docencia.
Para Alanís, (2000), este momento de la formación inicial del docente se concibe
como el campo de la proyección y promoción social producto de la realidad social en la
cual se encuentra la realidad educativa, y es aquí donde se observan los efectos de la
acción educativa, las innovaciones y los cambios en los sistema socioeconómico y
educativos de los países.
Formación Continua
Por esas condiciones, hoy día resulta más ardua la tarea de formar continuamente
a los docentes, lo que provoca desventajas significativas y coarta el proceso de
desarrollo profesional, incidiendo de forma directa en el efectivo desempeño docente.
Frente a estas circunstancias, se requiere que los mismos docentes, en tanto
integrantes de equipos de trabajo o considerados como individuos, decidan sobre sus
procesos de formación y aporten sus propios objetivos. De este modo, los
conocimientos teóricos y prácticos propuestos significarán un real aporte al ejercicio
profesional.
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En atención a esa problemática, Alanís (2000) menciona otro momento de la
formación que aparece ante las discrepancias forjadas al tratar de mantener una
constante actualización intelectual y técnica, a partir del cual el docente usa otras
herramientas para un aprendizaje permanente y significativo.
Formación Permanente
Por esa razón, Orozco (2000) concibe “la formación permanente de las y los
educadores como un proceso integral, sistematizado y continuo, que contempla todos
los aspectos del desarrollo humano. Comprende aspectos que van desde la formación
inicial, la capacitación y la formación permanente del docente”. (p.3)
A los efectos de determinar los procesos de formación docente, urge detectar las
necesidades, ilustrar las fases de la planificación y seleccionar los métodos, contenidos
y modelos, con la intención de precisar los elementos y componentes de ese proceso.
Por este motivo, como coadyuvante de esas tareas, se caracterizará, seguidamente,
cada uno de ellos.
Necesidades Motivacionales
Necesidades Institucionales
Necesidades Individuales
Al respecto, Elliott, (1994) desarrolla tres elementos clave que inciden en las
necesidades de formación docente: en primer lugar, los cambios externos que ocurren
en el sistema educativo (tecnológicos, científicos y globales); en segundo lugar, las
necesidades institucionales ante las deficiencias en el desempeño docente para mejorar
la calidad educativa y, en tercer lugar, las necesidades individuales en función de las
competencias prácticas en el aula.
Por añadidura, Alanís (2000) indica que “las necesidades de formación surgen de
un contexto específico delimitado, temporal y espacialmente, por la convergencia de
intereses y factores que le son exclusivos”. Visto de esta forma, se establece una
relación entre las necesidades humanas expuestas por Rivas (1996) con los tres
elementos que generan necesidades de formación, según Elliott (1994). No obstante, se
clarifica que las necesidades difieren en cada uno de los individuos, aulas, escuelas,
países y naciones, tal y como lo explica Alanís (2000), refiriéndose a un efecto que
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condiciona, en consecuencia, la aproximación al problema y la estrategia para
abordarlo.
En definitiva, tanto para Elliott (1994) como para Alanís (2000), en la satisfacción
de las necesidades de formación de los futuros docentes y del profesorado en general,
en un espacio contextual definido, se considerará la investigación como el camino más
adecuado, tanto por su validez científica como por la autonomía y liderazgo que ejerce
en la institución.
Por ende, investigadores como Alanís (2000), Elliott (1994), Cárdenas, Rodríguez
y Torres, (2000) (2000) y Rivas (1996), en los manifiestos de sus modelos de formación,
toman en cuenta las estrategias para estimular a los formadores y gestionar una
aproximación al cambio en la práctica educativa. Únicamente, así, se alcanzará el éxito
en las diversas propuestas de formación docente que se implementen o ensayen.
Con respecto a este segundo elemento, Alanís (2000) propone que tanto los
objetivos como los contenidos de formación de los docentes sean decididos o
negociados con la institución, pues esto les facilitará, en primer término, la propuesta de
programas y proyectos y la implementación de estrategias en los programas de
formación, dirigidas a fomentar y clarificar valores y actitudes. También coadyuvará al
fomento, en los centros educativos, de la reflexión continua, mediante la incorporación
de círculos de estudio, talleres, tutorías, investigaciones y evaluaciones, entre otros. Por
último, permitirá impulsar el uso de técnicas participativas y de autogestión para el
enriquecimiento de la labor docente, así como propiciar, en educadores y educadoras,
una actitud investigativa y crítica que fortalezca su capacidad para detectar y resolver
problemas relacionados con el cumplimiento de su práctica pedagógica.
Lo anterior supone evaluar los planes de tal manera que se analice el proceso, la
dinámica diaria, el cómo se hacen las cosas y como se pueden optimar. Esto es, por
medio de la evaluación, se conciencia sobre las fortalezas y debilidades a fin de,
conforme a ellas, ir mejorando, proporcionar información apropiada para tomar
decisiones, solucionar problemas y aumentar los niveles de coherencia entre lo que se
dice y lo que se ejecuta, entre lo que se quiere y los medios que se utilizan.
Metodología de la Formación
Autores como Alanís (2000), Rivas (1996) y Elliott (1994) coinciden en apoyarse
en la investigación como medio de organización que proporciona una idea de trabajo
coordinado y negociado, además de guiar el proceso de formación, el cual implicará,
como mínimo, un diagnóstico de necesidades de formación contentivo de las
relacionadas, por una parte, con el programa de estudio y, por la otra, con las
expectativas de la investigación.
Método individual: usado a medida que los docentes van incorporando elementos
adquiridos o generados durante el proceso de formación.
Método grupal: se genera desde el momento que surge una interacción colectiva
la cual permite el intercambio entre el formador y los alumnos.
Figura Nº 4
Metodología de la Formación de Formadores
* Conocimientos,
* Solución de problemas,
* Actitudes (valores) y
* El participante conoce los objetivos del programa de formación y posee una serie de
ofertas para alcanzar las competencias requeridas.
* Capacidad para buscar espacios intermedios de conexión entre los contenidos de las
diversas disciplinas.
Como aporte para esos lineamientos, Villarini (2003) señala que se deben
desarrollar en el individuo diez áreas de competencias, las cuales definirían la
formación integral del estudiante, a saber:
* Conciencia ética,
* Sensibilidad estética,
* Espiritualidad o religiosidad y
También alega Canquiz (2004) que se necesitan valores que predispongan al ser
humano a utilizar el saber y el saber hacer y a evidenciarlos en el desempeño de su
actividad laboral. Esos valores representan un marco de referencia perceptivo,
relativamente permanente, que moldea e influye en la naturaleza general de la conducta
del sujeto; considerándoseles como objetivos que se proponen para satisfacer una
necesidad. Igualmente, las habilidades se conectan, en este contexto, a una conducta
más compleja que involucra cualidades afectivas y sociales y rasgos de carácter del
individuo.
Para Villarini (2003), las principales características de los diseños curriculares del
perfil por competencias se reducen a:
* Formación en investigación.
* Transversalidad y globalización.
Igualmente, Villarini (2003) opina que el diseño curricular por competencias debe
definir la estrategia de cómo ejecutarlo y plantearse, como tarea fundamental, la
identificación de los componentes básicos, es decir, la respuesta a las siguientes
interrogantes:
Por otra parte, agrega un conjunto de aspectos por considerar, tales como:
Se considera conveniente un análisis reflexivo del perfil del docente para este
siglo, en función de la implementación de las innovaciones curriculares por
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competencias. En este contexto, a objeto de enfrentar los retos de la nueva
racionalidad, el docente egresado de la educación superior debe poseer las
competencias profesionales y personales derivadas de las demandas sociales del siglo
XXI, de acuerdo con lo planteado por diferentes autores, entre otros Bar (1999), Páez
(1999) y Matos (2000).
* Destrezas para comunicarse en forma verbal y escrita tanto en lengua materna como
en idiomas extranjeros,
* Responsabilidad en el actuar,
En efecto, en ese nuevo enfoque, se plantea que los docentes tendrán que actuar
como guías, facilitadores, mediadores de procesos, modelos, investigadores y puntos
de referencia en el proceso de aprendizaje. El actor principal y central del proceso es el
alumno, apoyado por un guía experto y un medio ambiente estimulante, que sólo el
docente y la escuela pueden ofrecer. El educador ya no se considera el único poseedor
de los conocimientos y responsable exclusivo de su transmisión y generación, sino que
asume la función de promotor, animador, incorporador de contenidos y tutor, por lo que
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le convendría manejar un horizonte globalizado de conocimientos mucho más amplio
que el correspondiente a su disciplina de enseñanza.
Competencias Investigativas.
Para Muñoz, Quintero y Munévar (2001), al que tiene aptitud legal o autoridad para
resolver cierto asunto y también al que lo conoce, se le califica como experto o apto en
cierta ciencia o materia. Lo antes indicado se puede extrapolar, entonces, al conjunto de
conocimientos, habilidades, actitudes y aptitudes aplicados durante el desempeño de
una función productiva o académica que, en el caso particular de este estudio, se
refiere a la profesión docente.
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Al respecto, este trabajo se diseñó con la finalidad de orientar la formación de
estudiantes de educación y educadores en ejercicio, que forman y enseñan para
desarrollar las competencias listadas a continuación.
* Argumentar sobre las relaciones que se establecen dentro de la cultura escolar y las
alternativas que se plantean ante los problemas de investigación identificados.
Figura Nº 5
100
En el apartado que sigue se describen los postulados de las bases teóricas que
sustentan el proceso de investigación y su relación con el cambio escolar, sus
concepciones teóricas y la investigación educativa desde el contexto comunitario y de
aula, con referencia a los proyectos pedagógicos como políticas educativas
viabilizadoras del Ministerio de Educación y Deportes de la República Bolivariana de
Venezuela, vigentes para el año 2005.
Se coincide con Tonucci (1993) en que sólo el docente es capaz de vivir él mismo
la experiencia de investigar de modo auténtico y de promocionar y garantizar una
correcta labor de investigación en los alumnos. Se sabe que el adulto que desee
transmitir a los niños actitudes de investigación, como la necesidad de discutir,
profundizar, hallar soluciones, buscar nuevos caminos, poner en práctica conocimientos
procesados, ha de ser un individuo que vive personalmente estas conductas, las cuales
forman parte epistemológica de su práctica (reflexión permanente y simultánea de su
acción educativa), cuya dinámica le facilita el conocimiento de la realidad y el
aprendizaje de lo nuevo, porque no hay fórmulas preestablecidas.
Tipos de investigación
Existen otros tipos de investigación, entre los cuales se distinguen los siguientes:
En ese sentido, se concibe la ciencia acción como una forma de práctica social
que integra tanto la producción de conocimiento como el uso del mismo, con el
propósito de promover el aprendizaje con y entre los sujetos y organizaciones, y cuya
actividad se caracteriza por ser única, inestable e incierta. Greenwood y Lewin (1998).
Los trabajos de Argyris y Schön (1996) recogen los argumentos clave de Dewey y
Lewin sobre la idea de que el aprendizaje ocurre sólo a través de la acción.
Construir teorías de la práctica, es decir, la ciencia acción acepta que los seres
humanos construyen teorías de la realidad, que prueban a través de la acción. Los
grupos y las organizaciones también poseen teorías de acción con las que afrontan sus
tareas y resuelven sus problemas. No obstante, a menudo, las organizaciones no tienen
conciencia de las teorías que guían su conducta. Así pues, la ciencia acción se propone
ayudar a los prácticos a inferir teorías de acción sobre la conducta observada, para
examinarla críticamente y cambiarla. El trabajo de la ciencia acción conlleva, en
definitiva, construir y probar teorías desde la práctica, indagando la conducta de los
involucrados y respondiendo a estas cuestiones:
Crear alternativas al status quo e informar del cambio a la luz de los valores
libremente elegidos por los actores sociales: debido a que la ciencia acción se interesa
particularmente en los conflictos y dilemas que encaran los prácticos sociales, el
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objetivo de la ciencia acción se concentra en ayudar a los prácticos o docentes a
cambiar los sistemas sociales y a “transformar sus mundos” (Friedman, 2001).
La Reflexión en la Acción.
Argyris y Schön (1996) utilizan por primera vez las expresiones aprendizaje de
bucle único y aprendizaje de doble bucle, para distinguir entre el aprendizaje
instrumental, que deja intactos los valores y la teoría subyacente, y el aprendizaje en el
que se cuestionan las premisas y se modifican los valores ocultos. El aprendizaje de
bucle único cambia las estrategias y las premisas, a veces sobre la base de la
experiencia, de manera que deja intactos los valores de una teoría.
Por su parte, Elliott (1994) define la IA como el estudio de una situación social con
el fin de mejorar, dentro de ella, la calidad de la acción. La entiende como una reflexión
sobre las acciones humanas y las realidades sociales vividas por los profesores, que
tiene como objetivo ampliar la comprensión (diagnóstico) de éstos sobre sus problemas
prácticos. Las acciones, en este caso, se encaminan a modificar la situación tan pronto
se logre un entendimiento más profundo de los problemas.
Figura Nº 6
Investigación
Acción Formación
El investigador puede que no sea un experto externo y, a menudo, sea visto como
un tutor o "cotrabajador" o asesor que hace investigación con y para los prácticos o
docentes. El grupo de investigación puede ampliarse a tanta gente como sea posible
entre quienes se sientan afectados por las prácticas sociales. Kemmis y McTaggart
(1988).
Para completar este apartado sobre la IA, se informa, a continuación, sobre las
contribuciones de varios autores en la caracterización de este tipo de investigación.
Figura Nº 7
González (2005)
• Mejorar y/o transformar la práctica social, a la vez que procurar una mejor
comprensión de esa práctica.
El logro de esas metas permite asegurar que los docentes y los estudiantes han
trazado el camino hacia el cambio educativo.
El proceso de la IA comienza con una idea general que prevé una mejora o
cambio en el área de trabajo de los prácticos; luego, el grupo de trabajo clarifica el
interés mutuo que ha sido identificado y toma la decisión de trabajar juntos, focalizando
sus estrategias de optimación sobre el tema de interés.
En la espiral de la IA, los miembros del grupo cumplen las siguientes acciones:
Se observan esas acciones para recoger evidencias que sirvan para la reflexión o
evaluación. Por lo tanto, la observación debe ser planificada y se puede llevar un diario
para registrar los propósitos. El proceso de la acción y sus efectos dentro del contexto
de la situación se observan individual o colectivamente.
Figura Nº 8
Plan
Planificar Revisado 3
Observar Observar
Fuente: Latorre (2003)
* Y reflexión en torno a esos efectos como base para una nueva planificación, una
acción posterior críticamente informada, a través de ciclos sucesivos. Ver Figura Nº 9.
Figura Nº 9
Dimensiones de la Investigación
Distintas propuestas didácticas han aparecido en los últimos años con la intención
de encontrar una solución viable y esperanzadora para el sistema educativo del país.
Entre ellas, se ha ofrecido a los educadores la oportunidad de aplicar la investigación
como estrategia adecuada en la construcción de sus propios conocimientos,
fomentando sus conceptos, actitudes e intereses, con un mecanismo que motive a los
alumnos, debido a que ellos son los personajes principales y los más interesados en
alcanzar un aprendizaje óptimo, pertinente y necesario.
Para esa proposición de trabajo investigativo, se requiere un docente que aborde
la investigación como una tarea que satisface sus inquietudes de planificación,
estrategias y prácticas educativas, dejando de ser un individuo pasivo, un ente movido
por lo cotidiano, para convertirse en una persona completamente activa, que maneje la
educación con criterios cooperativos, pensando en un colectivo personificado por la
comunidad escolar y los alumnos. Todo eso con la finalidad de establecer un sistema
educativo mucho más acorde con las exigencias científico – tecnológicas inherentes al
movimiento de globalización mundial.
Vista desde otra perspectiva, la oferta educativa investigativa que parte del saber
cotidiano y habitual para la solución de problemas, conduce al estudiante a un
conocimiento científico, le amplía su percepción sobre un determinado contenido y le
proporciona una formación centrada en competencias holísticas, con estrategias
investigativas orientadas por la pedagogía inmersa en los PPA y los proyectos de
escuela o comunitarios.
Con estas propuestas de planificación, se enfoca la investigación científica como
el método activo interactivo para solventar problemas escolares, cotidianos y
comunitarios. Por esa razón, conviene que tanto el gerente y el docente como los
alumnos y la comunidad involucrada manejen los procedimientos investigativos para
llegar al objetivo: “aprender a aprender”. Por medio de la investigación educativa, todos
los actores comprometidos podrán lograr la optimización del sistema escolar deseado y
la aproximación al cambio educativo soñado.
A través de la investigación educativa todos los actores involucrados, podrán
lograr optimar el sistema escolar deseado y aproximarse al cambio educativo soñado y
requerido. Ver figura Nº 10, la cual refleja las propuestas de investigación educativa
121
desde las políticas educativas del Estado Venezolano a través estrategias viabilizadoras
de planificación del Ministerio de Educación y Deportes vigentes para el año 2005, las
cuales se encuentran centradas en proyectos educativos.
Figura Nº 10
González (2005)
* Fotos y diapositivas; y
Los Contenidos
Las Tramas
Significatividad Psicológica
Por lo tanto, entre las concepciones del perfil de competencias de los alumnos y
los objetivos concretos normalmente presentes en los currículos, deben establecerse
contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales contextualizados, con una
base científica, válida en cualquier medio escolar donde el alumno construya su propio
conocimiento desde las perspectivas del ser, hacer, conocer y convivir, como lo
establece el Currículo Básico Nacional (1998).
Según la teoría constructivista del aprendizaje, hay que tener en cuenta la opinión
del alumno y tomarla como base para construir un nuevo aprendizaje y un nuevo
conocimiento. En vista de que los alumnos se inclinan más a temas con los que están
familiarizados, se recomienda que los docentes los guíen para que estos asuntos
menos académicos se desvíen a concepciones de áreas como matemáticas, historia y
otras similares. De esta forma, se enlazan los esquemas de los alumnos con las
orientaciones de los docentes, buscando en conjunto un aprendizaje significativo.
El Maestro Investigador
En los últimos años, las teorías sobre la gestión escolar han afectado el modo
como se dirigen los centros educativos. Al respecto, Whithaker (1998) acentúa la
creciente importancia sobre la necesidad de desarrollar en el docente una nueva
dimensión de alta gerencia educativa, ajustada a su realidad, para proponer
asertivamente metas y planes de acción, construir equipos de trabajos, establecer una
buena comunicación interpersonal y promover mejoras consistentes en el ambiente de
trabajo, bien sea en el aula o en la institución donde se desempeña el educador, es
decir, además de formarse como docente, éste debe ser un gerente educativo,
actualizado y capaz de admitir y conocer la dinámica del cambio en educación.
Cambio Educativo
De manera que el cambio educativo nace como producto del desarrollo histórico y
de las profundas transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales. Sin
embargo, el cambio, a su vez, expresa la emergencia de una nueva época y el
predominio de ideologías novedosas. En fin, el cambio no se decreta, se produce.
Entre los autores interesados en este tema, Whithaker (1998) sostiene que los
cambios que surgen tanto en el nivel de la organización educativa como en el personal
requieren nuevos conocimientos y técnicas que formen a los individuos para adaptarse
satisfactoriamente a nuevas circunstancias y condiciones, las cuales se describen a
continuación.
* Respeto mutuo: existente entre el grupo y el tutor para poder establecer condiciones
óptimas, asegurar un aprendizaje eficaz y aprender de otros miembros del curso.
* Acción y reflexión: proceso que los capacita para mirar hacia una experiencia del
pasado a fin de tomar decisiones sobre el futuro.
* Motivación: clave del proceso de aprendizaje, debido a que lleva consigo necesidades,
esperanzas y aspiraciones relacionadas con su carrera profesional.
Figura Nº 11
137
Dadas las influencias inhibidoras de la formación docente y de la educación en sí,
no deberá sorprender la manifestación de una considerable tendencia a resistirse al
cambio en sus diversas formas y estratos. Por este motivo, y con la mira puesta en
gestionar eficazmente el proceso de formación permanente en los docentes, se
examinan el fenómeno denominado resistencia al cambio y el procedimiento de
convertir esta debilidad en una gran fortaleza, orientada al logro de objetivos comunes y
personales.
Resistencia al Cambio
Leyendo a Whithaker (1998), se descubre que los gestores del cambio deben
comprender que “oponer resistencia al cambio es un comportamiento muy
determinante: es una estrategia de protección ante las amenazas al amor propio y
supervivencia psicológica”. (p. 84)
3. Las sugerencias para que se cambie el modo de hacer las cosas y la actitud hacia
las tareas profesionales por las que se responsabilizan, presuponen cierto nivel de
incapacidad en su funcionamiento y esto desestabiliza la identidad por la que se han
esforzado. Indudablemente, la inclinación natural se manifiesta en defensa de lo familiar
y establecido.
4. Muy a menudo, los que proponen el cambio experimentan esta tendencia defensiva
como una oposición hacia ideas nuevas y cumplen su deber en función de la resistencia
observada. Esta conducta puede ocasionar una batalla de voluntades contraproducente
para el progreso en sí mismo y para las relaciones profesionales vitales para su
consecución.
Gran parte de esa polarización se evitaría recordando los seis factores siguientes:
2. Los directivos más antiguos deben aceptar esta respuesta como natural e inevitable.
4. Los directores deben ser muy cuidadosos y preocuparse por lo que los trabajadores
sienten respecto a los cambios. Además, a los líderes les conviene ser vistos como
aliados en este proceso, no como oponentes.
5. Los directores deben también ayudar a sus colegas a resguardar lo que ellos
perciben como una amenaza, aunque los conduzca a métodos y estrategias nuevas.
139
6. En el proceso de cambio se considera fundamental preservar el sentimiento de
competencia del individuo y su bienestar profesional.
Para observar la relación de todas las fases del cambio educativo con sus
respectivas estrategias operativas anteriormente descritas, se presenta la figura Nº 12
Figura Nº 12
González (2005)
Asociarse y Unirse
En el trabajo de dirección, crear las condiciones en las que todos los miembros de
una organización desarrollen al máximo sus habilidades y aptitudes para satisfacer las
necesidades individuales y del trabajo en equipo, constituye el desafío principal. Sin
embargo, su logro es posible a través de la calidad de las relaciones de trabajo, pues
mediante ella se consigue el éxito organizativo y se lleva a cabo el cambio.
Por eso, importa mucho concienciarse de los efectos que se pueden experimentar
al no asociarse y al jerarquizar, de modo equivocado, a los colegas. Tal desunión puede
crear, en opinión de Whithaker (1998), lo siguiente:
* Sentimiento de insuficiencia,
Ante ese rango de efectos negativos, el punto álgido se sitúa en los desafíos
particulares, representados por lo que a menudo se describe como “relaciones difíciles”,
presentes en muchos ámbitos de la vida familiar, social, profesional y del trabajo, lo que
lleva a entender las dificultades para comprender las diferentes conductas humanas. De
aquí que se requiera un alto nivel de reconocimiento para apreciar las consecuencias
de la propia conducta y las del comportamiento de los demás sobre nosotros, al
144
desarrollar sentimientos de ineficiencia y al pensar en la propia ineficacia. Frente a esta
problemática, se aconseja generar un liderazgo eficaz, un verdadero compromiso y una
comunicación constante.
Detenerse a Escuchar
Ese liderazgo eficaz plantea el uso óptimo de los recursos disponibles en una
organización para desarrollar sus habilidades y cualidades, con el propósito de sacar el
mayor provecho de cada individuo y en beneficio de la institución en conjunto. De
hecho, ser un oyente activo y experto es quizás la forma eficaz de responder este reto.
No obstante, la capacidad de convertirse en un verdadero oyente demanda la aplicación
correcta de un conjunto de técnicas que se detallan a continuación.
Atención total: para lograrla se deben establecer las condiciones óptimas para una
interacción eficaz y transmitir la impresión de que una atención activa exige un entorno
libre de distracciones, situarse razonablemente cerca del interlocutor, el uso conciente
de gestos y expresiones apropiadas y, por último, una buena comunicación visual.
Apoyar al que habla: una vez dispuesto el clima idóneo, es necesario conseguir
que el otro individuo hable, animándolo a expresar sus ideas y sentimientos. El conjunto
de técnicas básicas para ello incluye invitar a la otra persona a hablar, alentar al
hablante para que siga haciéndolo, utilizar preguntas cortas, mantener un silencio
delicado y atento.
Desconocido
por los
demás
Ciego: lo que los demás ven en nosotros, pero que uno mismo no reconoce.
Desconocido: lo que es ignorado tanto por nosotros como por los demás.
Así pues, una política adecuada y una planificación estratégica que diseñe vías
para el desarrollo garantizarán líderes y directores eficaces, sin obviar el conocimiento y
comprensión profunda e inmediata de la organización, considerada el marco contextual
donde se produce la acción y la interacción con las demás personas. De esta manera,
desde el mismo momento en que se desee implementar un modelo de formación y
148
evitar su pronto fracaso, se deben atender las características de cada una de las
instituciones, para poder liderizar y responder adecuadamente a los diferentes conflictos
institucionales, profesionales, sociales, pedagógicos y didácticos, de un modo
coherente y pertinente.
Figura Nº 14
Estilos de Liderazgo
A
P
O
Y Delegación Dirección
O
• Dejar hacer • Dar instrucciones claras.
• Estar disponible • Hacer demostraciones
• Mostrar interés • Marcar objetivos
• Confiar • Valorar resultados
Bajo Alto
Ampliar la Delegación
Esta estrategia plantea la distribución del trabajo por niveles mediante un proceso
de delegación, que exige compartir la ejecución de la obra para que todos los
interesados rindan al máximo de sus capacidades en su área de responsabilidad. Por
consiguiente, la delegación sirve a dos objetivos: permite a un coordinador académico,
por ejemplo, compartir tareas y actividades con otros y ayudar a aquellos a quienes se
les delega el trabajo a desarrollar nuevas técnicas y habilidades, que los apuntalen para
acometer progresivamente una empresa cada vez más compleja y desafiante.
Esperar lo Inesperado
Esta última estrategia involucra a cada uno de los elementos antes estudiados. En
realidad, aquí se resumen todos y se demuestra su verdadero campo de acción, debido
a que, cuando se planifica organizada y estratégicamente, lo usual es esperar que todo
marche bien; pero la habilidad y perspicacia de un buen líder se condensa en no pasar
151
inadvertido ante las diferentes situaciones de variadas complejidades que se presentan.
Por consiguiente, debe esperar lo inesperado y, a pesar de no descifrarlo en el
momento, lo importante es que contribuya con soluciones creativas y asertivas, pues
esto garantiza la consecución del camino para alcanzar las metas y objetivos trazados,
sin sentir temor. Por el contrario, se esforzará por hallar respuestas e impulsos para
todo el personal, a objeto de transitar el proceso de cambio como una realidad próxima
y fortalecida por el compromiso, la confianza, la responsabilidad y, sobre todo, el deseo
de llevarlo a cabo.
Por lo tanto, las estrategias para gestionar el cambio expuestas por Whithaker
(1998) constituyen una herramienta esencial para la persona que liderizará y dirigirá un
modelo de formación docente para el formador de formadores. Esta conclusión se
sustenta ante las incesantes preguntas formuladas por aquellos que ignoran las
estrategias para sensibilizar, integrar, estimular y mantener a los estudiantes de
educación y a los docentes en ejercicio en una constante formación. Asimismo, se ha
pretendido, con esta aportación, vencer la incertidumbre de no saber cómo orientarlos
para que generen el cambio o, por lo menos, se acerquen a él y a la construcción de
teorías e innovaciones pedagógicas, a través de la investigación acción – reflexión; y
comprendan que es factible “aprender a aprender” para la solución de problemas
vitales.
CAPÍTULO III
El CAMINO TRASCURRIDO
Lo Ontológico
Concibe la realidad como dinámica y holística, dinámica por su carácter
cambiante, y holística porque se tomaron en cuenta todos los elementos que
determinaron la realidad analizada en las instituciones escogidas como unidades de
análisis objeto de estudio, tales como: la cultura organizacional, el tiempo, los recursos.
Además, la realidad se constituyó a partir de los actores del estudio, indagando al
sujeto como humano, no como una mera entidad formal, ni como una existencia, sino
como aquello que hace posibles las existencias.
Lo Gnoseológico
Lo Epistemológico
Tipo de Investigación
Sin duda, las consideraciones acerca de la IAR la hicieron congruente con una
práctica que facilitaba la actualización y el perfeccionamiento de la acción docente en
situaciones concretas, complejas y humanas.
154
Lógica de la Investigación
La investigadora tuvo que planificar con mucho cuidado y anticipación cada uno de
los pasos seguidos para consolidar la idea inicial. Sin embargo, en el proceso de la IAR,
esta planificación jamás representó un "esquema rígido", pues se amoldó a las
necesidades de los investigadores y a las constantes sesiones de autoevaluación,
donde se estimularon las reflexiones de los involucrados para encauzar debidamente el
proceso. Todo esto se llevó a cabo con la idea central de ser coherente con el tipo de
investigación adoptado. En otras palabras, la tesista se comprometió con los
investigados (estudiantes), a ir de la teoría a la práctica o de la práctica a la teoría
(planificar - actuar – observar – reflexionar - actuar). Posteriormente se diseño la tabla
de categorías y subcategorías para dar seguimiento a la lógica de la investigación. (Ver
anexo A).
Idea Inicial: se identificó con la percepción de una situación problemática por parte
de la investigadora. La idea impulsora, para comenzar a indagar tanto
documentalmente como durante las acciones de campo, consistió en ofrecer soluciones
a la realidad encontrada entre los estudiantes de la mención Básica Integral, de la
Escuela de Educación, Facultad de Humanidades y Educación de La Universidad del
Zulia, para transformarla desde su práctica pedagógica en los centros de aplicación, o
sea, las Escuelas Zulianas de Avanzadas: 23 de Enero y Gabriela Mistral.
• Estrategia comunicacional,
• Revisión de documentos,
• Observación participante,
• Videograbaciones,
• Fotografías,
• Diarios de campo,
• Libreta de apuntes,
• Portafolios,
156
• Cuestionario tipo pruebas diagnóstica,
• Registros etnográficos e
Estrategia Comunicacional.
Resultó la manera más directa de conocer a las personas, establecer los distintos
criterios para detectar las necesidades con apoyo institucional, garantizar la definitiva
inserción en la comunidad escolar y generar espacios para la reflexión crítica entre los
entes involucrados en la acción. Al mismo tiempo, la autorreflexión crítica, iniciada en el
seno de una comunidad autocrítica, necesitó la comunicación como medio para
desarrollar un sentido de la experiencia comparativa, descubrir las limitaciones locales e
inmediatas mediante el entendimiento de los contextos y, al convertir la experiencia en
discurso, utilizar el lenguaje como medio para el análisis y desarrollo de un vocabulario
crítico que, a su vez, estableció las condiciones para la práctica reconstructora.
Revisión de Documentos.
Esta técnica implicó el registro en fichas, libretas y cuadernos de anotaciones de
los resultados de las consultas hechas por medio de:
Observación Participante.
Se le conoce como la técnica clásica primaria y más usada por los investigadores
para adquirir información. Para ello, el interesado vive lo más que puede con las
personas o grupos que desea investigar, compartiendo sus usos, costumbres, estilo v
modalidades de vida.
Registros Etnográficos.
Diarios de Campo
Portafolios.
Análisis de la Información
Categorías y Caracterizaciones
"Las categorías son los distintos modos de ser. Estas son muy variadas admitiendo (sic)
enfoques diversos. En consecuencia, un mismo ser puede clasificar en varias
categorías según esos diferentes enfoques y puede formar parte de esos enfoques y de
las categorías distintas en cuanto que unas quedan incluidas en otras de mayor
amplitud. Lógicamente, el punto de vista de la clasificación deberá ser relevante a los
fines perseguidos". Pérez (1994).
Es importante destacar que los informes finales tipo portafolios de los estudiantes
pasantes de la mención Básica Integral de la Educación de LUZ, suministraron
información importante para el análisis e interpretación de esta investigación y como
docente investigadora se fueron acumulando impresiones, registros y evidencias de
todo el proceso de formación. (Ver Anexo F)
TABLA Nº 1
Fortalezas Manifestadas por los Estudiantes
Categoría Características Encontradas Frecuencia %
Currículo Básico Nacional. Planificación por proyectos
CONOCER Evaluación de los aprendizajes. Estrategias didácticas
24 30
Dominio de teorías del aprendizaje. Informática educativa
Educación Física en Educación Básica. Otros aspectos.
Tener experiencia en Educación Básica
Aplicar métodos pedagógicos.
HACER Uso de estrategias instruccionales
Elaboración de Proyecto Pedagógico de Aula. PPA 60 50
Dominio de grupo de alumnos
Creatividad para trabajar
Disposición al cambio educativo
Valores como: Responsabilidad, solidaridad, tolerancia,
SER emprendedor, seguridad, perseverancia.
Espíritu de superación 40 75
Comunicación con facilidad
Compromiso y preocupación por el hecho educativo.
Trabajo en equipo con compañeros
CONVIVIR Comunicación con docentes y compañeros de clase. 3 4
Aunado a esto, la UNESCO (1996) establece que desde esta perspectiva, los
estudiantes en la dimensión aprender a conocer, se evidencia la vía de cómo llegar a la
verdad, la ciencia, requiere de una formación intelectual y espiritual del hombre en lo
ético y lo moral, quien al darse cuenta de su existencia y la del mundo, asume la
responsabilidad de participar en él, y en buscar la verdad para solucionar los
problemas que aquejan al colectivo y participar en su transformación. Lo que quiere
decir que una competencia en el estudiante es darse cuenta “como aprende” y cuales
son sus necesidades de formación para emprender su desempeño profesional.
Esto revela la importancia cada vez mayor, que debe darse a las diversas formas
posibles de relación y alternancia entre, la teoría y la práctica, la universidad y la
escuela específicamente en el desarrollo de las diversas asignaturas y la realización de
las prácticas educacionales, donde los estudiantes deben poner a prueba las
capacidades, habilidades, destrezas o competencias alcanzadas y desarrolladas
durante su formación docente.
Como resultados se refleja en las sub categoría del conocer, un valor porcentual
de solo un 14%, los que consideraron, la oportunidad de conocer durante las prácticas
educacionales de aprender nuevas estrategias y ampliar sus conocimientos en cuanto a
la Ley Orgánica para la atención de Niños y Adolescentes (LOPNA), y los Proyectos
Educativos Integrales Comunitarios (PEIC), así como, atender niños especiales y
analizar la realidad educativa.
En este sentido, la UNESCO (1996), solicita a las instituciones, que los programas
de formación docente de los distintos niveles y modalidades de los sistemas educativos,
sean formados en función de competencias en el hacer, por ser este un proceso
170
indisociable del aprender a conocer, debido a que ”nadie hace algo por lo cual no
conoce”.
TABLA Nº 3
En otro orden de ideas, para la categoría del ser el 12% de los estudiantes,
manifestó las debilidades representadas por sentimientos de temor, miedo, inseguridad
e incluso pena, de esta misma manera, enunciaron ser distraídos y que cometen
errores.
Los resultados arrojados por la población sujeta a estudio, en este caso los
estudiantes en proceso de formación, fueron considerados para la construcción
socializada del diseño y aplicación del plan de acción reflexivo de formación docente, el
cual fue desarrollado durante las practicas profesionales niveles II y III, períodos 2003 -
2004.
En esta tabla referida a las amenazas manifestadas por los estudiantes, para el
desarrollo de las prácticas educacionales, solo 04% expresaron que no conocen la
comunidad escolar, no conoce la ubicación de escuela, ni el docente, el 96% restante,
de estos resultados apuntan hacia lo expuesto por el diseño curricular de la Escuela de
Educación (1995), el cual señala que los estudiantes deben tener contacto con la
comunidad escolar, se infiere que la mayoría al no identificar las características lo ha
ensayado en el transcurso de su formación teórica – práctica en otras asignaturas.
En el marco de la categoría del ser, se puede observar que tan solo el 7% de los
estudiantes, refirieron, amenazas en las competencias del ser, tales como sentir miedo
a que les suceda algo y ser pocos organizados, estas actitudes y sentimientos
reconocidos, conllevan a la toma de conciencia de amenazas que influyen en el ser, sin
embargo, el 93% restante no precisó este tipo de amenazas, situación contrastada por
174
la discusión de los estudiantes durante el análisis de los resultados al expresar
coloquialmente “¿quién dijo miedo?”, “ para delante” “mente positiva” “estamos
aprendiendo”.
Aunado a este proceso, se aplicó una prueba diagnóstica tipo cuestionario con
seis ítemes, (ver anexo C) con el propósito de contrastar con la herramienta
denominada FODA y complementar en la categoría conocer, así evidenciar la
concepción de investigación adquirida en la formación docente por parte de los
estudiantes antes de aplicar las prácticas educacionales. Al respecto se presentan los
resultados de manera detallada y explicita en la tabla Nº 5 con la denominación: prueba
diagnóstica para identificar competencias docentes en investigación.
TABLA Nº 5
Los resultados del item Nº 1, se contrastan con los postulados de Elliot (1994), al
concebirla como la acción que debe despertar la curiosidad, la reflexión, el
cuestionamiento, la duda, bases fundamentales de toda genuina investigación. Será
educativa si permite que los participantes desarrollen nuevas formas de comprensión y
176
si le forman para emprender caminos propios de reflexión autónoma y compartida sobre
el sentido de la práctica y las posibilidades de mejorarla. En este contexto educativo
puede considerarse como un encuentro entre personas, es una actividad ética que
requiere de continua reflexión y cuestionamiento, para ello no puede reducirse a una
actividad técnica, debido a la profundidad del proceso, en ella participan docente-
alumno-comunidad, en la cual, el docente actúa con todo lo que él es como sujeto, es
decir, su comportamiento está enmarcado en sus creencias, actitudes, costumbres y
entorno.
De igual manera Elliot (1994) enfatiza que el estudiante debe recibir información y
procesarla de acuerdo con sus experiencias, costumbres y entorno, por ello el proceso
de aprendizaje y la investigación es una situación incierta, única, cambiante, compleja y
presenta conflicto de valores tanto en la definición de las metas como en la selección de
los medios.
Como se puede observar, para los estudiantes saber investigar es cumplir con la
receta o método de investigación para la búsqueda de información o solución de
problema, es hacer un trabajo o una tesis. En ninguna respuestas nombran o involucran
la reflexión en la acción como actividad investigativa para lo cual señala Elliot (1994),
como función primordial en el modelo de formación para estudiantes de educación.
Afirma la reflexión en la acción, (que se realiza mientras se actúa) la reflexión sobre la
177
acción (análisis posterior a la acción) e incluso la reflexión sobre la reflexión en la
acción (somete a un cuestionamiento más profundo) la propia reflexión es el mejor
instrumento para un aprendizaje significativo y para un genuino desarrollo profesional.
Situación tomada para la reflexión en el plan de acción, por ser un porcentaje alto
de estudiantes que expresaron esta competencia bajo una concepción tecnicista,
considerando que el estar consciente de la debilidad les permite reflexionar sobre la
importancia que tiene la investigación en el proceso de formación docente. Reto como
estudiante y futuro profesional desarrollar las habilidades y destrezas para alcanzar la
competencia investigativa reflexiva, elemento fundamental para el mejoramiento o
perfeccionamiento de la práctica docente que supone un proceso de reflexión continua,
sistematización de saberes y la búsqueda de innovaciones educativas que redunden en
el mejoramiento de la práctica pedagógica.
Considerando esta idea u opinión es pertinente resaltar que solo el (16%) de los
estudiantes están conciente de la importancia que amerita esta sub categoría en el
proceso de formación docente desde los centros de formación y de aplicación.
Todos los resultados de alguna u otra manera arrojaron con mayor o tener
experiencia educativa y considerarla como acción investigativa. Justificando haber
tenido experiencia relacionada al proceso de formación con la práctica en el escuela
básica desde varios contextos. Situación que demuestra haber cumplido con las tareas
y funciones del rol de investigador desde las prácticas educacionales. Como lo
establece el diseño curricular de la Escuela de Educación de LUZ (1995).
Sin embargo, se debe considerar que si de esta manera, también se puede decir,
que en la formación en los estudiantes se hace necesario equilibrar la teoría con la
práctica, para que el docente facilitador alcance un dominio adecuado de las disciplinas
en las cuales orientará a sus futuros debe atender al alumnos para la construcción del
aprendizaje, pero también debe, según lo expresa Cárdenas, Rodríguez y Torres
(2000), saber lograr ese aprendizaje (didáctica), con alumnos de diferentes
características (psicología), entender las peculiaridades de la comunidad en que se
encuentran (sociología) y finalmente el para qué educa, el sentido y la trascendencia de
su acción educativa (filosofía).
Al respecto Elliot (1994) afirma que el verdadero investigador debe formarse para
la búsqueda, la comprensión de fenómenos y procesos, más que la acumulación de
179
datos, asume el método dialéctico de investigación - reflexión-acción, en la cual
partiendo de la experiencia la somete a cuestionamiento y la reelabora. Por esto se
puede afirmar, que la función principal de la investigación educativa consiste en
sensibilizar, lograr que todos sean conscientes de los problemas.
Otra de las categorías observadas como débiles en los estudiantes, fueron las
competencias escriturales, se evidenció en todo el proceso de desarrollo del plan de
acción y desempeño de las prácticas y en la mayoría en los informes de investigación y
portafolios como trabajos finales la descripción de las actividades cumplidas en los
procesos de aplicación de los distintos roles docentes y en el proceso de investigación
bibliográfica, solo copiaron los párrafos con ideas de los autores sin análisis,
interpretación y aportes, lo que permitió inferir que este tipo de habilidad y destreza no
han sido desarrolladas, se les dificulta escribir proposiciones, reflexiones y mucho
menos artículos productos de la experiencia, construcciones propias y conclusiones con
redacción y estilo.
Competencias Investigativas
Sub-categoría Caracterizaciones
Frecuencia Frecuencia
Competencias % %
Presente Ausente
investigativas
Pregunta a partir del problema a
investigar. Indaga situaciones
Para Preguntar problemáticas del medio escolar. Aplica
técnicas e instrumentos para investigar.
Formula preguntas sin suposiciones.
Asume una actitud expectante de lo que
52 65 28 35
pueda pasar. Formula interrogantes para
descubrir, verificar entre otras. Orienta la
ejecución de entrevistas.
Todo este resultado se puede contraponer a lo señalado por Alanís (2000), quién
afirma que los docentes en proceso de formación inicial deben confrontar lo encontrado
en la realidad escolar de sus proyectos de investigación educativa con fuentes
bibliográficas que lo pueden orientar a la construcción de su producción intelectual,
donde la teoría se convierte en una especie de aliento para la práctica sin la cual esta
ultima podría debilitarse.
Al respecto Muñoz, Quintero y Munévar (2001) afirmar que los estudiantes con
formación docente deben desarrollar este tipo de competencias con construcción
188
escriturales durante todo el proceso de formación inicial de manera narrativa sin
esquemas rígidos ni únicos, los cuales deben ofrecer lenguaje, elementos y contenidos
básicos necesarios para la redacción de un informe final.
También se pudo observar que no hay una correspondencia del informe con la
información recolectada, no se evidencia la aplicación de normas estandarizadas por la
institución formadora en este caso LUZ, los textos narrativos empleados son de
esquemas clásicos cronológicos, los cuales enumeran las actividades cumplidas sin
profundidad analítica y concluyente de resultados científicos de proceso. Lo que pudiera
interpretarse como una debilidad en el proceso de formación del estudiante en la
construcción del conocimiento y del producto final de un proceso formativo -
investigativo.
Esta categoría fue abordada con la continuación del Plan de Acción reflexivo
desde la escuela. Los alumnos en la práctica profesional nivel II asistieron a la escuela
cinco horas semanales y el nivel III fueron cinco horas diarias ambos niveles durante 16
semanas. Tiempo establecido por el reglamento de las prácticas educacionales de la
Escuela de Educación de La Universidad del Zulia.
Tabla Nº 7
Al respecto se puede decir que según las políticas educativas del MED (2002) una
institución educativa debe construir en colectivo un proyecto educativo integral
comunitario, el cual debe ser presentado, socializado y consensuado durante el año
escolar por las comisiones de docentes y personal involucrado, según necesidades e
intereses de la institución y comunidad escolar.
Desde esta perspectiva, el MED (2002) establece que la escuela debe construir un
proyecto en función de un diagnóstico de necesidades institucional y comunitario
considerando las dimensiones alumno, docente, gerencia, infraestructura y comunidad
con todos los involucrados en la institución, es decir con todo el colectivo con sentido de
pertenencia a la escuela. Se deben formular planes de acción por comisiones según
necesidades detectadas, desarrollar y evaluar estos planes de acción con cada persona
194
comprometida y brindar un seguimiento a las acciones ejecutados por los colectivos
docentes.
Lineamientos estos, que coinciden en la acción con los postulados de Elliot (1994)
al referirse que la investigación desde la escuela debe despertar la curiosidad, reflexión,
el cuestionamiento, la duda, que permita que los participantes desarrollen nuevas
formas de compresión reflexión y autonomía para ser compartida sobre el sentido de la
práctica y con posibilidades de mejorarla, fomentar el trabajo en equipo con la visión de
buscar la innovación, el cambio hasta la transformación.
Tabla Nº 8
Rol Investigador.
Tabla Nº 9
Rol Orientador
Rasgos Comentarios
Total %
Docentes
*Desarrolla actividades como Orientador: Excelente, sin comentarios
39 49
*Ayuda a los alumnos a conocerse y a Felicitaciones.
comprenderse a si mismo y a los otros. Se da a querer por los
24 30
*Ayuda a los alumnos a descubrir sus alumnos Brindo confianza
potencialidades y a superar sus limitaciones. Canalizo los problemas y
*Propicia experiencias que conlleven a un potencialidades de los niños.
desarrollo personal y a una adaptación social
17 21
óptima.
*Orienta al estudiante en su proyecto de vida de
acuerdo a sus intereses, aptitudes y actitudes.
Fuente: González, N (2004)
Para constatar lo anterior, se puede decir que según los registros etnográficos
efectuados por la Investigadora, se evidenció en un 100% el desarrollo de actividades
con situaciones significativas con registro anecdótico, instrumento de evaluación, taller
de autoestima, valores, dinámicas, y juegos, que permitieron propiciar experiencias en
el aula con el rol de orientador, como proceso integral de los alumnos.
Por otra parte el rol de orientador permitió identificar la importancia del mismo,
para el desarrollo de la atención al niño (a) en la competencia del ser, con experiencias
y estrategias significativas, los cual contribuyó a promover una aproximación al cambio
en la práctica educativa.
Tabla Nº 10
Rol Gerente Educativo
Categorías y Caracterizaciones Comentarios
Docentes Total %
*Desarrolla actividades como Gerente Educativo: Excelente, sin comentarios.
* Diagnostica las situaciones que se le presenta en el 49 61
Aula, y/o Plantel fuera de ella que tengan relación Poca participación en el rol.
con el proceso educativo de la escuela. 07 09
* Identifica el proceso administrativo del aula y plantel Abordo situaciones
(instrumentos de control). presentada en el grado... 24 30
* Toma decisiones acordadas con el diagnóstico Acordes al diagnóstico
realizado. realizado.
Tabla Nº 11
Tabla Nº 12
Desde este punto de vista, Esté (1998), plantea que el aprendizaje significativo
para que sea interactivo constructivo, se deben promover tres (3) momentos en la
jornada diaria en el aula de los cuales denomina como: Momento individual o consigo
mismo, momento de pequeño grupo o equipos de trabajo y un tercer momento como
plenaria o grupo grande; método pedagógico de proceso de aprendizaje que en la
investigación se validan durante las practicas profesionales; logrando como resultados
innovación, estrategias interactivas e investigativas, y cambios exitosos en la práctica
pedagógica en las aulas de los centros de aplicación: Escuela Básica Zuliana de
Avanzada 23 de enero y Gabriela Mistral.
202
Sub Categoría: Características Personales en el Desempeño de los Estudiantes.
Tabla Nº 13
Tabla Nº 14
Sub-
Categorías Características Encontradas Presente % Ausente %
Interacción consigo mismo, actividad individual.
Interacción con las cosas o recursos. Interacción
Interacción con las situaciones Se permite la negociación y la
Individual investigación individual. Se ensayan ejercicios en
la memoria, lenguaje interior, en el acervo Se 80 100 ------ -----
reflexiona por la vía del lenguaje.
A demás agrega el autor, que el trabajo realizado por cada grupo o equipo de
trabajo es presentado a toda la clase en plenaria o grupo grande, donde se realiza una
nueva discusión usando nuevo recurso de lenguaje como culminación de esa discusión
de toda la clase se saca conclusiones y proposiciones para nuevos temas o problemas.
Esos nuevos temas o problemas se ubicaran en el plan de trabajo de la clase para ser
discutidos o realizados para en otra oportunidad adecuada.
Tabla Nº 15
Sub-
Categorías Caracterizaciones Comentarios docentes F %
En este mismo orden de ideas, los registros etnográficos del diario de campo de la
investigadora reafirman los resultados del instrumento de observación, los estudiantes
desarrollan en su mayoría las actividades Interactivas-Constructivas planificadas en la
etapa de inicio, desarrollo y cierre notándose debilidad en la etapa última con las
actividades de evaluación cualitativa y la utilización de los diversos instrumentos.
Además se denota en una minoría la utilización de estrategias para el desarrollo de la
creatividad, control de grupo, práctica de normas y hábitos de comportamiento en el
aula, denotándose agresividad en la relación alumno – alumno, poca limpieza y
mantenimiento dentro del aula, receso y salida de ambas escuelas sometidas al
estudio.
Tabla Nº 16
Aspectos Positivos, por Mejorar y Compromisos del Desempeño
Los principios orientadores hacia una aproximación al cambio deseado son los
siguientes:
* Corresponsabilidad social
Figura Nº 15
Momentos Interactivos
Individual Plenaria
Investigación
Pequeño Grupo
Todo este proceso deberá ser observado, mediado y registrado por el estudiante
en formación o el docente en ejercicio asignado a una escuela, empleando un diario de
campo como instrumento de investigación – acción – reflexión.
También hay que reconocer la diversidad del colectivo alumnado y, entre los
factores que se señalan como responsables de ella, se listan la variedad de estilos de
aprendizaje, capacidades para aprender, niveles de desarrollo, aprendizajes previos,
ritmos/intereses, motivaciones y expectativas, amén de otros de carácter social,
económico y cultural.
Más aún, a modo de síntesis de esta propuesta, se afirma que “la integración de
los diferentes campos de conocimiento no se conseguirá sólo a través de la elaboración
teórica, sino principalmente a través del desarrollo de proyectos de mejoramiento
escolar, y otra característica para la integración de las dimensiones curriculares,
estudiante/docente, organización, tiene que ver con promover una cultura escolar que
asuma como normas la experimentación y la colaboración entre los colectivos, lo que
supone que los docentes, como profesionales, poseen autonomía para desarrollar sus
propias propuestas investigativas.
Como se puede captar, esos principios tiene como elemento central la acción
transformadora del hombre – sociedad, en la cual están inmersas las instituciones de
formación docente y la escuela. Por ende, otros elementos deben tomarse en cuenta en
el entorno educativo externo (cambios en las políticas educativas en el nivel del
Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y del Ministerio de Educación Superior) y
en el contexto organizacional interno (cultura organizacional de la escuela y de su
comunidad escolar).
Ahora bien, la clave del éxito para la formación del hombre, ciudadano
estudiante/docente, radica en centrarla en competencias, con una visión humanística
(ser, hacer, conocer, convivir) y haciendo énfasis en las competencias investigativas.
Esto significa que el estudiante/docente, durante el proceso de formación, deberá
desarrollar habilidades y destrezas para investigar, lo que amerita aprender a observar,
preguntar, registrar, anotar, reflexionar, experimentar, interpretar información y escribir
acerca de su propia práctica como estudiante y como docente.
3. Los problemas y las posibles hipótesis son instrumentos poderosos del progreso
científico.
Figura Nº 16
Institución Institución
Formación Competencias Educativa
Docente Docentes
Conocer Convivir
Hacer Ser
Observar Reflexionar
Competencias Investigativas
Preguntar Divulgar
Analizar Escribir
Para continuar la explicación del proceso graficado, por medio de la espiral, como
proceso de formación, se definen, seguidamente, todos los elementos de esa figura.
Competencias docentes
Eso justifica la importancia cada vez mayor que debería darse a las diversas
formas posibles de alternancia entre la escuela y el trabajo, o la que tiene la realización
de pasantías en las que los estudiantes ponen a prueba las capacidades y
competencias adquiridas, al aplicar, procesar y producir información, además de
ensayar procesos de pensamiento, experiencias y conocimientos en las distintas
situaciones y problemas.
El siglo XXI exige a todos una mayor capacidad de autonomía y de juicio, que va a
la par del fortalecimiento de la responsabilidad personal en el destino de la humanidad.
Competencias Investigativas
Los registros deben incluir los términos lingüísticos de los sujetos que participan,
la manera como hablan y las expresiones que utilizan para describir su mundo. No se
trata de 'ver lo que queremos ver', sino lo que realmente es, y de ver más cosas de las
que se aprecian a simple vista. En el transcurso de la observación, se revisa el registro
de datos, donde se empiezan a percibir los detalles y, desde ese momento, se pueden
transformar las preguntas directrices.
* Respetar las instancias administrativas, los canales de comunicación y las redes entre
las personas.
* Mantenerse alerta ante todos los acontecimientos, para no olvidarlos al escribir los
resultados.
* Los datos recogidos necesitan ser traducidos en categorías, con el fin de establecer
comparaciones y posibles contrastes.
* El análisis de los datos mantiene una estrecha relación con el diseño del estudio.
Competencias Reflexivas
Competencias Escriturales.
1. Notas de campo resumido, en las cuales se asientan las ideas básicas, por temas,
en fichas.
Los registros deben ser narrativos, descriptivos o naturales, de acuerdo con el tipo
de notas de campo. En la observación narrativa, como su nombre lo indica, no
aparecen, en general, conductas verbales textuales, ya que más bien se identifica con
un modo de dar cuenta de una situación. No se aconseja usar adjetivos calificativos, ni
adverbios de modo. En los registros naturales, el observador escribe todos los
acontecimientos respetando el lenguaje textual de los discursos, los tonos, los ritmos,
las pausas, lo lingüístico y lo no lingüístico.
229
En el proceso de la toma de notas, se reflejará en el diario de campo el lenguaje
natural, incorporando los modismos, vocabulario y expresiones típicas más repetitivas
del lugar.
Figura Nº 17
Figura Nº 18