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Abstract
The purpose of this study was explore the benefits of the House – Tree- Person (HTP)
psycodiagnostic proof in the evaluation of the psycologic damage in children that are
victms of sexual abuse. The objective is to detect the presence of grafic indicators to
distinguish between boys and gilrs that have been abused but there is no agression
evidence. The results are prouving that there are a significant statistic difference in the
behavior that are in 3 of the 4 variables studied, and they are: traumatic sexualization,
defenceless-betray and the perturbation of general characteristics of the drowing. The group
of sexual abused children exhibit more quantity of graphic indicators in that areas
compared with the control group. These investigations demonstrate the existence of graphic
indicators of projective proof House-Tree-Person that may be useful to evaluate the
psycological damage that the children that are victims of sexual abuse have.
Key words: child sexual abuse, traumatogenenic dynamic, graphic projective proof
House-Tree-Person (HTP)
∗
Psicóloga Universidad de Chile. Magíster © en Psicología, Mención Psicología Clínica Infanto-Juvenil.
Universidad de Chile. Diplomado Psicología Jurídica, Especialización Evaluación Forense. Pontificia
Universidad Católica de Chile. Psicóloga del Equipo Clínico Infantil, CAVAS Metropolitano.
∗∗
Psicóloga Universidad de Chile. Magíster © en Psicología, Mención Psicología Clínica Infanto-Juvenil.
Universidad de Chile. Psicóloga Clínica Los Tiempos.
∗∗∗
Psicólogo Universidad de Chile. Post-titulo Terapia Cognitiva Postracionalista. Sociedad Posracionalista.
Diplomado Psicología Jurídica, Especialización Evaluación Forense. Pontificia Universidad Católica de
Chile. Psicólogo, Jefe Técnico en Programa de Intervención Ambulatoria, Corporación Promesi.
1
INTRODUCCIÓN
La creciente visibilización que han adquirido en la última década los delitos sexuales en
contra de los niños/as, ha planteado el desafío de desarrollar conocimientos científicos que
progresivamente posibiliten validar criterios para apreciar el daño psíquico ocasionado por
este tipo de victimización. En este sentido, diversos autores han planteado la necesidad de
construir instrumentos y sistematizar procedimientos que permitan evaluar con rigurosidad
metodológica y, de manera específica, el impacto de la agresión sexual infantil (Finkelhor,
1984, 1993ª; Cantón Duarte y Cortés, 1999). Al respecto, Miotto (1991), plantea como
necesaria la aplicación de una batería psicodiagnóstica que incluya diversas técnicas
idóneas, destacando principalmente la utilización de las pruebas proyectivas. Dentro de
estos instrumentos, se enfatiza la importancia de las técnicas gráficas como herramientas
para la evaluación psicológica de los niños/as, en tanto los dibujos constituyen formas de
expresión menos defensivas y más libres del mundo psicológico de éstos. Así, las diversas
técnicas gráficas posibilitan una aproximación clínica a contenidos profundos e
inconscientes del niño/a, siendo la prueba del dibujo "Casa-Árbol-Persona" (HTP) una de
las más utilizadas con la población infanto – juvenil.
2
conocimientos que actualmente existen acerca de la utilización de este instrumento,
enfatizando la importancia de realizar estudios que arrojen evidencia empírica que permita
orientar la interpretación de las producciones gráficas, específicamente en esta población.
3
protegerlos o creerles. Esto ocasiona una alteración en la visión general que el niño tiene de
los otros, presentando dificultades en las relaciones con figuras del mundo adulto (Capella
& Miranda, 2003). La conjunción de estas cuatro dinámicas proporcionaría el carácter
único al trauma por victimización sexual, en tanto produce una alteración en la orientación
cognitiva y emocional del niño/a hacia el mundo distorsionando su autoconcepto, su visión
del mundo y sus capacidades afectivas.
Esta prueba, creada por John Buck en 1948, plantea la elección de la temática de la Casa, el
Árbol y la Persona, fundamentado en que estos elementos: 1) resultan familiares a todos los
individuos, incluso para los niños/as más pequeños, 2) son fácilmente aceptados, sin crear
resistencia y 3) constituyen una fuente de asociaciones verbales a partir de la producción
gráfica. Junto con ello, los conceptos de casas, árboles y personas, poseen una gran
significación personal y potencia simbólica, en tanto "se saturan de las experiencias
emocionales e ideacionales ligadas al desarrollo de la personalidad, las que luego son
proyectadas cuando esos conceptos son dibujados" (Hammer, 1992; pag. 115). El valor
clínico de este instrumento, es que permite obtener información acerca de la forma
particular en que un individuo se percibe a sí mismo en la relación con los demás y con su
ambiente familiar, facilitando la proyección de elementos de su personalidad y áreas de
conflicto.
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METODOLOGÍA
Muestra
La muestra estuvo constituida por 59 sujetos (30 niñas y 29 niños), que se encontraban en
el rango etáreo comprendido entre los 9 y 11 años de edad. Del total de los casos, 29
presentaban una denuncia legal y una evaluación psicológica realizada por un profesional
experto en el área, que registraba la presencia de vivencias de victimización de carácter
sexual y, por el contrario, 30 sujetos no presentaban sospecha de este tipo de agresión
(Tabla Nº 1). Dentro del grupo de sujetos que habrían sido víctimas de una Agresión
Sexual, el 72% corresponde al delito de abuso sexual y el 28% al delito de violación, según
lo estipulado por el Tribunal que seguía la causa (Tabla Nº2).
De esta manera, la muestra se caracterizó por ser no aleatoria intencional dado que en el
caso de los niños/as agredidos sexualmente la selección de los participantes fue
determinada por la posibilidad de acceder, a través de la ficha clínica, a los dibujos de los
niños/as. En el segundo grupo, se determinó la inclusión de los sujetos a través del criterio
referido a la ausencia de sospecha de agresión sexual.
Instrumento
5
agrupando indicadores gráficos que reflejan conflictos en el área de la sexualidad;
estigmatización reúne indicadores que evidencian sentimientos de culpa, vergüenza,
aislamiento y trauma; se integran las dinámicas indefensión- traición en una sola variable,
en tanto aúna indicadores asociados con dificultades en la interacción con el medio externo;
alteración de las características generales del dibujo incluye indicadores gráficos asociados
con dificultades en los componentes expresivos del material gráfico y las cualidades
organizativas de éste.
6
Procedimientos
Por otro lado, para acceder a la muestra de niños/as sin sospecha de agresión sexual, se
concertó una entrevista con la directora del establecimiento educacional, quien autorizó la
participación de los sujetos en la presente investigación. Posteriormente, se solicitó a la
profesora jefe de los cursos 4º, 5º y 6º básico, la selección de los sujetos participantes de
acuerdo al criterio de ausencia de sospecha de agresión de tipo sexual. Esto, debido al
amplio conocimiento que estas profesionales poseen respecto de los antecedentes sociales y
familiares de los alumnos.
Análisis de datos.
RESULTADOS
Del total de sujetos estudiados (59 casos), se encontró que el 71% de los sujetos cumplían
con los criterios que señalan la presencia de la variable Sexualización Traumática, es decir
mostraban 4 o más indicadores de alteración en la esfera del desarrollo psicosexual y, a su
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vez, el 29% de los sujetos no mostraron la presencia de esta variable. Según los grupos
estudiados, se encuentra que dentro del grupo de sujetos Agredidos Sexualmente (n=29), el
90% de los individuos mostraron la presencia de Sexualización Traumática y sólo el 10%
no cumplieron con los criterios estipulados para esta variable. Por su parte, dentro del grupo
de sujetos Sin Sospecha de Agresión Sexual (n=30), el 53% mostró la presencia de
Sexualización Traumática y el 47% de los sujetos no presentaron esta variable.
En la variable estigmatización, se encontró que del total de sujetos estudiados (59 casos), el
76% mostró la presencia de esta variable, mediante la expresión de 2 o más de los
indicadores definidos, y el 24% de los individuos mostraron una ausencia de esta
propiedad. Dentro del grupo de sujetos agredidos sexualmente (n=29), el 79% de los
sujetos evidencian la presencia de estigmatización y el 21% muestran una ausencia de esta
variable. En el grupo de sujetos sin sospecha de agresión sexual (n=30), el 73% cumple con
los criterios que determinan la presencia de la variable analizada y el 27% de los individuos
evidencian una ausencia de la misma.
Con respecto a la variable Indefensión-Traición, del total de sujetos estudiados (59 casos),
el 76% mostró la presencia de esta variable a través del registro de 2 o más de los
indicadores definidos, por el contrario, el 24% de los sujetos no reunieron los criterios que
señalan la presencia de la misma. Dentro del grupo de sujetos Agredidos Sexualmente
(n=29), el 90% de los individuos mostraron la presencia de Indefensión-Traición y sólo el
10% evidenció una ausencia de esta variable. Por su parte, en el grupo de sujetos sin
sospecha de agresión sexual (n=30), el 63% de los sujetos cumplieron con los criterios de
presencia de Indefensión-Traición y el 37% mostró una ausencia de ésta.
8
En cuanto a la variable alteración de las características generales del dibujo, del total de
sujetos estudiados (59 casos), el 47% mostró la presencia de esta variable y el 53% de los
sujetos cumplieron con el criterio que define la ausencia de ésta, es decir exhibieron 0
indicador en esta área. Dentro del grupo de sujetos agredidos sexualmente (n=29), el 76%
de los casos mostraron alteraciones de las características generales del dibujo y sólo el 24%
no evidenció la presencia de esta variable. Con respecto al grupo de sujetos sin sospecha de
agresión sexual, se encontró que el 20% de los individuos mostraron la presencia de la
variable señalada y el 80% de los sujetos evidenciaron una ausencia de la misma.
Del total de indicadores gráficos que presentaron ambos grupos estudiados, el 62%
corresponde al grupo de sujetos agredidos sexualmente y el 38% corresponde a los sujetos
pertenecientes al grupo sin sospecha de agresión sexual. Dentro de esto, el 52% de los
indicadores gráficos presentados corresponde a sujetos de género femenino y el 48% a
sujetos de sexo masculino (ver tabla Nº 8).
9
Cabe mencionar que los indicadores cabello enfatizado u omitido y énfasis en la
proyección de la boca, aún cuando muestran una capacidad diferencial menor entre los
grupos, arrojan una alta frecuencia en el grupo de niños/as agredidos sexualmente (sobre el
70%), encontrándose el primero de estos indicadores casi en el 100% de dichos casos. En
menor magnitud, los indicadores énfasis vertical del tronco (árbol) y distorsión de las
áreas sexuales arrojan una frecuencia respectiva de 62,06% y 51, 72%, en el grupo de
sujetos victimizados sexualmente (ver tabla Nº9).
CONCLUSIONES
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como a las características generales del dibujo. Los hallazgos comprueban que existe una
diferencia estadísticamente significativa en el comportamiento que presentan 3 de las 4
variables en estudio, como son: sexualización traumática, indefensión-traición y alteración
de las características generales del dibujo. Pese a que la variable estigmatización arroja un
comportamiento similar en los dos grupos estudiados, a nivel global el análisis estadístico
demuestra que los niños/as agredidos sexualmente presentan indicadores gráficos
diferenciales en el test casa-árbol persona, en comparación con un grupo control.
El análisis de estos resultados aporta conocimientos científicos que nutren dos vertientes de
investigación dentro de la psicología forense, en tanto surgen hallazgos sobre la
fenomenología de la agresión sexual, a través de la caracterización de las secuelas
psicológicas que presenta un grupo de niños/as chilenos victimizados sexualmente y, por
otro lado, orienta respecto de la metodología de evaluación en este tipo de casos.
Constituye uno de los primeros estudios en el ámbito nacional que arroja evidencia en la
dirección de validar la capacidad del test proyectivo gráfico HTP, para diferenciar entre
población agredida sexualmente y población general, realizándose posteriormente una
réplica de este diseño de investigación con población adolescente (Ureta, 2005), que arroja
resultados similares.
Con relación a lo anterior, se destaca en primer lugar que la variable denominada alteración
de las características generales del dibujo presentó el mayor valor en la aplicación de la
prueba estadística Chi cuadrado, resultando el Chi observado tres veces superior al Chi
teórico. Este hallazgo posee gran relevancia, en tanto desde los desarrollos teóricos de las
técnicas gráficas (Hammer, 1992), los indicadores de esta variable se encuentran
relacionados con la presencia de importantes patologías psicológicas en los individuos.
Cabe señalar, que todos los indicadores gráficos seleccionados para esta variable, que
examinan principalmente la globalidad o guestalt de la producción gráfica, como son:
dificultad en la integración de la figura, ausencia de color, dificultad en la organización
del dibujo, pobreza del dibujo y detalles bizarros, presentaron un comportamiento
significativamente diferencial entre los grupos estudiados, observándose una aumentada
presencia de éstos en la muestra de niños/as agredidos sexualmente. Estos hallazgos
permiten concluir que el grupo estudiado de niños/as agredidos sexualmente, evidencia
importantes perturbaciones psicológicas asociadas a dificultades en la capacidad de
estructuración de la realidad, apareciendo restringidos los recursos internos que posibilitan
un adecuado nivel de ajuste en lo que respecta a la organización del propio mundo
11
subjetivo, el equilibrio intrapersonal y la percepción del medio circundante, comparado con
la muestra de niños sin sospecha de este tipo de agresión.
A partir de estos hallazgos, es posible concluir que el análisis comparativo de las cualidades
globales del material gráfico, constituye la constelación de indicadores clínicos que mayor
valor diferenciador obtuvo entre los grupos estudiados. Esta conclusión conlleva una
trascendental implicancia para la utilización, análisis e interpretación de producciones
gráficas, en casos de agresión sexual, toda vez que respalda no sólo la aplicación particular
del test HTP, sino que de manera transversal orienta respecto de elementos esenciales que
deben incluirse al analizar en general las técnicas proyectivas gráficas en dicha población.
12
en palote, representan de forma respectiva las polaridades de exacerbación y anulación de
las cualidades que permiten la identificación sexual de la figura representada gráficamente.
A su vez, desde un plano representacional más profundo e inconsciente de la autoimagen, el
indicador árbol fálico muestra la presencia de desadaptación y preocupación sexual. Estos
hallazgos poseen significación clínica, debido a que se encuentran directamente
relacionados con severas alteraciones en el desarrollo psicosexual, evidenciando la
presencia de confusión, preocupación y distorsión en lo que concierne a los roles y
estándares sexuales, lo que no resulta esperable para la etapa evolutiva y la socialización
normal del grupo etáreo estudiado.
En relación a la variable estigmatización, esta constituye la única variable del estudio que
no presentó diferencias estadísticamente significativas entre los grupos analizados. Esto,
demuestra que el comportamiento de los niños agredidos sexualmente y el de los niños sin
sospecha de agresión es similar en lo que se refiere a la presencia de sentimientos de culpa,
vergüenza y aislamiento, así como en las resultantes dificultades en la inclusión al grupo
de pares y el desarrollo de un sentido de pertenencia a éste. Más aún, al analizar los
resultados obtenidos por rangos etáreos, se encuentra que el rango correspondiente a los 9
años de edad, tanto en hombres como en mujeres, presentó resultados inversos a los
esperados desde los planteamientos teóricos. Desde una perspectiva evolutiva, es posible
plantear que los indicadores comprendidos en la variable estigmatización se refieren a una
conflictiva que se encuentra presente dentro del desarrollo normal según la etapa en que se
encontraban los sujetos que participaron en la investigación (9, 10 y 11 años). En esta etapa
evolutiva, la interacción con el grupo de pares adquiere un rol fundamental dentro del
proceso de socialización, constituyendo éste una tarea evolutiva que al resolverse
positivamente permite el desarrollo de habilidades para la sociabilidad y la intimidad,
posibilitando mejorar las relaciones interindividuales y adquirir un sentido de pertenencia
(Piaget, 1967; Papalia y Wendkos, 1997; Kernberg, 2003). De esta manera, los hallazgos
encontrados permiten concluir que esta variable, en el rango etáreo estudiado, no posee la
capacidad de discriminar entre conflictivas correspondientes a niños agredidos sexualmente
y niños sin sospecha de agresión sexual.
13
esencial enfatizar que dado que no existe una constelación sintomática especifica que se
asocie unívocamente a la ocurrencia de una agresión sexual, no es posible esperar la
construcción e implementación de un listado de indicadores que por sí solos acrediten
manifestaciones clínicas específicas de este tipo de agresión. Los indicadores gráficos que
conforman las variables estudiadas, constituyen una integración de ciertas constantes en la
expresión del trauma psíquico que la evidencia empírica ha encontrado en sujetos que han
sido victimizados sexualmente. Por esto, a la luz de los resultados de la presente
investigación, no se deben establecer relaciones causales entre indicadores gráficos y
agresión sexual, en ninguna de las dos direcciones posibles: confirmar o rechazar la
ocurrencia de este tipo de ilícito.
En esta línea, se advierte que la principal limitación del estudio consiste en la utilización de
una metodología que incorpore solamente un análisis cuantitativo de los resultados,
otorgando igual puntuación a indicadores que poseen una diferencia significativa en su
valor predictivo sobre determinados conflictos intrapsíquicos. Es por esto, que la
interpretación de las producciones gráficas como método de evaluación, requiere
indiscutiblemente de la apreciación clínica de un profesional experto, no sólo en esta
técnica psicodiagnóstica, sino que en el trabajo directo con esta población específica.
Por esta razón, no resulta pertinente descartar los indicadores que presentaron una baja
diferenciación en el análisis comparativo, ya que el comportamiento de éstos responde a las
características particulares de los sujetos que conformaron esta muestra, siendo inapropiado
generalizar los resultados de la presente investigación al universo de niños/as agredidos
14
sexualmente. De este modo, como se señaló previamente, no se debe desconocer la
multiplicidad de factores que median los efectos psicológicos vinculados con una agresión
sexual y la expresión o manifestación clínica de éstos. Al respecto, la etapa evolutiva
constituye una de las variables más relevantes que influencian tanto las cualidades de la
producción gráfica como del daño psíquico, resultando imprescindible considerar este
factor al realizar una evaluación psicológica que incluya ambas dimensiones de análisis.
Así, por ejemplo el indicador correspondiente a genitales expuestos puede resultar
significativo de alteración sexual en sujetos victimizados sexualmente que se encuentran en
una determinada etapa evolutiva, mostrando por el contrario una menor o incluso nula
relevancia en otra etapa del desarrollo, tal como ocurrió en la muestra de sujetos
investigados, en donde emergen otros indicadores con mayor preponderancia.
En este sentido, surge también la posibilidad de incorporar nuevos indicadores que a partir
de la casuística evidencien relevancia en la expresión de determinadas problemáticas. Al
respecto, se destaca el hallazgo encontrado en el grupo de niños/as agredidos sexualmente,
referido a una distorsión en la zona genital, en tanto refleja una significativa alteración en la
integración del esquema corporal. Este tipo de expresión gráfica no se encuentra incluida
dentro de los planteamientos teóricos y empíricos que existen acerca de indicadores
gráficos de alteraciones en la psicosexualidad infantil, planteando el desafío de ampliar los
límites de investigación en esta área.
Considerando todos los elementos de análisis, es posible concluir que los hallazgos de la
presente investigación resultan significativos en el ámbito de la psicología clínica y forense,
en tanto arrojan evidencia empírica que apoya la construcción de un marco teórico-práctico
que fundamente la utilización de las técnicas proyectivas gráficas dentro de la evaluación
psicológica de niños en casos de agresión sexual infantil. En este sentido, el estudio
constituye un aporte en la sistematización e integración de conocimientos provenientes del
psicodiagnóstico clínico y de la victimología, articulando con rigurosidad metodológica
criterios que permiten comprender las vivencias y representaciones psíquicas que los
niños/as agredidos sexualmente plasman a través de sus producciones gráficas.
DISCUSIÓN
La psicología como disciplina científica, aporta conocimientos respecto del mundo psíquico
de los sujetos, el estado de sus elementos constitutivos y su funcionamiento global,
intentando establecer un consenso entre profesionales especialistas en determinadas
materias, respecto de las directrices para definir criterios diagnósticos (DSM IV; Capponi
1987). Considerando que la agresión sexual infantil no constituye en sí mismo un cuadro
clínico, los profesionales expertos en esta área han sistematizado un importante cúmulo de
conocimientos acerca del espectro de manifestaciones clínicas asociadas a esta
problemática. En este sentido, se ha definido una constelación de indicadores clínicos
compatibles con los síntomas y las vivencias subjetivas que frecuentemente se han
encontrado en la población victimizada. Dentro de este marco, la presente investigación ha
intentado definir criterios que favorezcan la construcción de un consenso respecto de las
manifestaciones psíquicas que expresan a través de la técnica gráfica un grupo de sujetos
victimizados sexualmente. De este modo, se intenta aportar conocimientos que permitan
15
dar respuesta a los requerimientos planteados desde el ámbito jurídico respecto de la
validez de este método clínico.
ANEXO TABLA Nº 1
16
Distribución por género y edad de los grupos estudiados.
ANEXO TABLA Nº 2
Distribución de los sujetos Agredidos Sexualmente,
según género y tipo de delito.
ANEXO TABLA Nº 3
Tabla de Contingencia o tabulación cruzada de las variables
Sexualización Traumática y Agresión Sexual.
ANEXO TABLA Nº 4
17
Tabla de Contingencia o tabulación cruzada de las variables
Estigmatización y Agresión Sexual.
SIN SOSPECHA
Estigmatización/ AGREDIDOS AGRESIÓN
Agresión Sexual SEXUALMENTE SEXUAL TOTAL
ESTIGMATIZACIÓN 23 22 45
NO ESTIGMATIZACIÓN 6 8 14
TOTAL 29 30 59
Tabla 6. Chi=0.248; p > 0,05.
ANEXO TABLA Nº 5
Tabla de Contingencia o tabulación cruzada de las variables
Indefensión-Traición y Agresión Sexual.
SIN SOSPECHA
Indefensión-Traición/ AGREDIDOS AGRESIÓN
Agresión Sexual SEXUALMENTE SEXUAL TOTAL
INDEFENSIÓN-TRAICIÓN 26 19 45
NO INDEFENSIÓN-TRAICIÓN 3 11 14
Total 29 30 59
Tabla 5. Chi=5.64; p < 0.05
ANEXO TABLA Nº 6
Tabla de Contingencia o tabulación cruzada de las variables
Alteración de las Características Generales del dibujo y Agresión Sexual.
SIN SOSPECHA
Alt. Características Grales/ AGREDIDOS AGRESIÓN
Agresión Sexual. SEXUALMENTE SEXUAL TOTAL
ALT. CARACTERÍSTICAS
GRALES 22 6 28
SIN ALT. CARACT. GRALES 7 24 31
Total 29 30 59
Tabla 6. Chi =18.43; p < 0.01
18
ANEXO TABLA Nº 7
Distribución general de los Indicadores Gráficos asociados a la variable
Estigmatización, dentro del universo estudiado.
Muestra Frecuencia 13 7 6 3 10 8
Control Porcentaje 43.33 23,33 20 10 33,33 26,66
ANEXO TABLA Nº 8
Distribución general de los Indicadores Gráficos
presentados en los grupos estudiados.
ANEXO TABLA Nº 9
Distribución general de los Indicadores Gráficos asociados a la variable
Sexualización Traumática, dentro de los grupos estudiados.
19
Sexualización Linea Enfasis Caract. Distorsión Genitales Piernas juntas
Traumática Cintura Sexuales de fig. Áreas expuestos o rígidas
Enfatizada sexuales
Muestra Frecuencia 12 6 15 0 9
CAVAS Porcentaje 41.37 20.68 51.72 0.0 31.03
Muestra Frecuencia 8 3 12 0 11
Control Porcentaje 26.66 10 40 0.0 36.66
Muestra Frecuencia 2 2 0 3
Control Porcentaje 6.66 6.66 0.0 10
ANEXO TABLA Nº 10
Distribución general de los Indicadores Gráficos asociados a la variable
Indefensión-Traición, dentro de los grupos estudiados.
Muestra Frecuencia 11 12 12 1 14
CAVAS Porcentaje 37,93 41,37 41,37 3,44 48,27
Muestra Frecuencia 5 6 13 0 11
Control Porcentaje 16,66 20 43,33 0 36,66
Muestra Frecuencia 6 3 10
Control Porcentaje 20 10 33,33
20
ANEXO TABLA Nº 11
Distribución general de los Indicadores Gráficos asociados a la variable
Alteración de las Características Generales del dibujo, en los grupos estudiados.
Muestra Frecuencia 0 4 0 2 0
Control Porcentaje 0.0 13,33 0.0 3,33 0.0
21
BIBLIOGRAFÍA
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