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EXP.

N° : 3768 – 2015 - 68
ESPEC. DR. : RODRÍGUEZ ROLDÁN
INTERPONE RECURSO IMPUGNATORIO
DE APELACIÓN.

SEÑOR JUEZ DEL SÉPTIMO JUZGADO PENAL UNIPERSONAL DE


TRUJILLO:

WILDER TEATINO TICLIO, abogado


defensor de Otilia Isabel Lara Villacorta y
Sabino Gumercindo Zegarra Cerna,
sentenciados por el delito de Peculado
Doloso por Apropiación; a usted
atentamente digo:

I. PETITORIO
Que, al amparo del Artículo 414º inciso 1) literal b) concordante con el Artículo
416º inciso 1 literal a) Código Procesal Penal, recurrimos por vuestro despacho
con la finalidad de DEDUCIR RECURSO IMPUGNATORIO DE APELACIÓN
CONTRA LA SENTENCIA CONTENIDA EN LA RESOLUCIÓN N° 06 DE FECHA
02.06.17, QUE CONDENA A MIS PATROCINADOS COMO AUTORES DEL
DELITO DE PECULADO DOLOSO POR APROPIACIÓN, MOTIVO POR LO
CUAL SOLICITO LA REVOCATORIA DE LA SENTENCIA RECURRIDA Y
REFORMÁNDOSE; SE LO ABSUELVA DE LA ACUSACIÓN FISCAL, en mérito
a los siguientes fundamentos de hecho y derecho que paso a exponer:

II. RESPECTO A LA FUNDAMENTACIÓN FÁCTICA Y JURÍDICA


2.1 RESPECTO AL HECHO ILÍCITO
PRIMERO: Los hechos materia de imputación se dirigen contra las personas
sentenciadas Otilia Isabel Lara Villa y Sabino Gumercindo Zegarra Cerna, en
razón de haberse apropiado de 02 teléfonos celulares que se le otorgó por
motivo de trabajo cuando laboraban para la Municipalidad distrital de
Huanchaco como secretaria general y gerente municipal respectivamente, tal
como consta en el acta de entrega de bienes de fecha 26 de agosto del 2013.
Equipo que era de uso exclusivo para el ejercicio de sus funciones, siendo su
entera responsabilidad el cuidado de los mismos.
SEGUNDO: No obstante, habiendo cesado en sus funciones el día 11.09.13,
con fecha 17.09.13, se le requirió mediante carta simple la devolución del
equipo celular. Posteriormente, con fecha 04.10.13, se le volvió a requerir la
entrega el equipo celular mediante carta notarial. Sin embargo, finalmente,
con fecha 07 de abril del 2014 los sentenciados procedieron a devolver los
equipos celulares, conforme se deja constancia en el acta de recepción.

2.2. RESPECTO AL DELITO DE PECULADO DOLOSO POR APROPIACIÓN


El tipo penal in comento, se encuentra previsto en el artículo 387° del Código
Penal, que prescribe:
“El funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma,
para sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción, administración o
custodia le estén confiados con razón de su cargo, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años” Artículo
108-B.- Feminicidio
Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinte años el que
mata a una mujer por su condición de tal, en cualquiera de los siguientes
contextos:
1. Violencia familiar.
2. Coacción, hostigamiento o acoso sexual.
3. Abuso de poder, confianza o de cualquier otra posición o relación que le
confiera autoridad al agente.
4. Cualquier forma de discriminación contra la mujer, independientemente de
que exista o haya existido una relación conyugal o de convivencia con el
agente.
.

2.2.1. Referente a la tipicidad objetiva del tipo penal


La doctrina nos refiere que el delito de peculado se basa
fundamentalmente en dos acciones comisivas, las cuales se encuentran
representadas por los verbos rectores de apropiarse y usar “caudales” y
“efectos”. Así pues, la naturaleza del presente tipo penal radica en que la
conducta del agente, sea este funcionario o servidor público, se apropie
o utilice, en cualquier forma, para sí o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le estén confiados por razón de su
cargo.
En este sentido, el agente hace suyo los caudales o efectos que
pertenecen al Estado, apartándolo de la esfera de su función de la
Administración Pública, para tener la posibilidad de poder disponer de
los mismos.

2.2.2. Referente a la afectación del bien jurídico protegido como elemento


objetivo del tipo u condición objetivo de punibilidad
Que la doctrina nos indica que el ilícito penal de feminicidio al ser delito
de resultado se requiere la afectación al bien jurídico protegido y consiste
en la producción de un efecto separado espacio-temporalmente de la
conducta, de manera que, la producción de ese resultado constituye la
consumación formal del tipo.

En este sentido, se exige que exista una intención transcendente de


generar afectación al bien jurídico protegido del Estado, que a su vez
afecte directamente al principio de lesividad; el mismo que apunta a
un reconocimiento de la necesidad de protección de los bienes jurídicos
a efectuarse con el menor coste social posible.
El ilícito penal requiere para su perfeccionamiento, la materialización o
una afectación directa a los intereses de la Administración Pública,
teniendo que ver con su correcta funcionalidad y también la protección
de los intereses económicos del Estado, la consumación del delito
estará supeditada a la contrastación del daño o perjuicio patrimonial
sufrido, y aunque la separación material de los caudales y efectos del
ámbito de dominio de la administración, ya genere daño o perjuicio,
siempre la referencia será cuantitativa.

Por ello, es que en reiterada jurisprudencia nacional se puede apreciar,


para la constitución del ilícito, que previamente se proceda a una
pericia técnica de valoración, toda vez que de no ser posible probar
la existencia del perjuicio económico, no habría delito1.

2.2.3. Referente a la tipicidad subjetiva del tipo penal

1
Nakazaki Servigón, César. Delitos Contra la Administración Pública Cometidos por Funcionarios
Públicos, Primera Edición, Mayo 2016. Pg. 262.
El peculado es un delito doloso, que requiere que el agente internalice y
valore el carácter de bien público de los caudales o efectos que le fueron
confiados por motivo de su responsabilidad funcional y no obstante se
los apropie o utilice en beneficio particular o de un tercero.

Sin embargo, la doctrina nos refiere la exigencia de un especial elemento


subjetivo del tipo, esto es, la existencia del Animus Rem Sibi Habendi.
Así pues Abanto Vásquez y Rojas Vargas, coindicen al concluir que debe
existir la intención de apropiarse de la cosa o disponer de ella como
si fuera parte de nuestro patrimonio2, a fin de incrementar o
engrosar su masa patrimonial, exigiéndose pues un animus lucrativo
del funcionario o servidor público.

3. RESPECTO A LA IMPUGNACION DE LA SENTENCIA

3.1 AUSENCIA DE TIPICIDAD QUE PUEDA GENERAR LA


RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS SENTENCIADOS CON EL
ILÍCITO PENAL
PRIMERO: Conforme se advierte en el fundamento décimo tercero,
inciso b) y c) (Notese que el mismo fundamento es utilizado para los
dos sentenciados) de la impugnada, el Ad Quo realiza el siguiente
fundamento:
“(…) Que si bien…alega no haber tenido intención de apropiarse del bien y
que se encontró imposibilitada de efectuar devolución en atención a que no
existían garantías del caso de concurrir a la municipalidad por haber sido
despedida en forma arbitraria sin cancelación de sus honorarios y haberse
dado actos de violencia en la municipalidad, lo real y concreto es que durante
las 3 etapas del presente proceso no existe prueba objetiva que acredite tal
argumento”.
Asimismo respecto a la no devolución de los celulares por la falta de
cancelación de honorarios “no era la vía para el reclamo de sus derechos
laborales”
SEGUNDO: Es preciso indicar que mis patrocinados, ingresaron a laborar
a la Municipalidad distrital de Huanchaco con fecha 06.08.13, cesando
de manera abrupta sus funciones con fecha 11.09.13, en razón a un

2
Nakazaki Servigón, César. Delitos Contra la Administración Pública Cometidos por Funcionarios
Públicos, cit. Pg. 264.
despido arbitrario, pues fue la alcaldesa quien de manera unilateral dio
por concluida con la relación laboral, no pagándole sus remuneraciones
que le correspondían conforme a ley, quedando hasta ese momento los
acusados en custodia de un equipo celular blackberry, que les fueron
otorgados por razón de sus funciones como secretaria general y gerente
municipal

En este sentido, rechazamos el fundamento del Ad Quo en la sentencia


impugnada, toda vez que, no toda apropiación de la cosa conlleva al
delito de peculado, sino que por lo contrario se exige que la
conducta del agente se apropie de un caudal o efecto con la
finalidad de poder disponer y/o hacer uso del mismo para
incrementar su masa patrimonial, esto es debió acreditarse la
existencia del animus rem sibi habendi que conlleva la intención por
parte de los sentenciados apropiarse del equipo celular, con la finalidad
de incrementar su masa patrimonial y afectar gravemente el patrimonio
del Estado.

TERCERO: En este sentido, si bien es cierto que mediante carta simple


de fecha 17.09.13 y carta notarial de fecha 04.08.13, se les requirió la
devolución de dicho equipo celular, no obstante fue con fecha 07.04.14
que hicieron la devolución de los equipos celulares, de manera integral
en la misma caja que le fue entregada, tal como consta en el acta de
recepción.
Debe notarse que la entrega de dichos equipos se hizo con la gestión
entrante del alcalde Jose Ruiz Vega, con lo cual se deduce los problemas
y conflictos existentes entre los sentenciados con la gestión saliente,
además del no pago de sus remuneraciones por haber salido de manera
abrupta luego de 35 días de trabajo, siendo ello la razón de la no
devolución a tiempo de los equipos celulares, distinta al Animus Rem
Sibi Habendi de querer los sentenciados apropiarse y/o disponer
con la finalidad de tener un aprovechamiento económico,
evidenciándose pues la ausencia del animus lucrandi, máxime si se
toma en cuenta que, durante el año 2013 los aparatos celulares
Blackberry se encontraban en desuso dentro del mercado.
CUARTO: Que siendo el peculado un delito de resultado, se requiere la
grave afectación al bien jurídico estatal, es decir un desmedro económico
a la administración pública, siendo que en el presente caso ello no se ha
materializado al no haber generado perjuicio alguno, toda vez que los
equipos equipo celulares fueron devueltos en su integridad, así como
tampoco se ha acreditado la intención de generar una afectación
trascendental contra la Municipalidad distrital de Huanchaco, toda vez
que no existe una pericia técnica contable y/o valorativa para saber
el monto del objeto, que pueda ser susceptible de demostrar el
grado de afectación que haya podido ocasionar los sentenciados.

3.2. RESPECTO A LA INDEBIDA MOTIVACIÓN DE LA RESOLUCIÓN


JUDICIAL EN LA SENTENCIA IMPUGNADA
Es preciso indicar que la posesión, utilización o apropiación de un bien
estatal constituye la tipicidad objetiva del ilícito penal de peculado, pero
no es suficiente para establecer el tipo penal sino que además se requiere
analizar la tipicidad subjetiva para efectos de evitar sentenciar por un
tipo penal distinto. Siendo que en el presente proceso se ha omitido
valorar la tipicidad subjetiva del delito materia de imputación, puesto que
a través de la misma el juez se encuentra expedito para emitir una
sentencia acorde a la conducta de los sentenciados.

En este sentido, la defensa se ampara a la jurisprudencia establecida


para tomar en cuenta cuando nos encontramos ante una afectación al
derecho de la debida motivación de las resoluciones judiciales. Así pues,
el Tribunal Constitucional a través de su sentencia emitida en el EXP. N°
00728-2008-PHC/TC/LIMA, refiere que:
“(…) el derecho a la debida motivación de las resoluciones importa a los
jueces, al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas
que los llevan a tomar una decisión. Esa razones, deben provenir no sólo del
ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos
debidamente acreditados en el trámite del proceso”.
“(…) Así en el EXP. N° 3943-2006-PA/TC, este colegiado constitucional ha
precisado que el contenido constitucional garantizado de este derecho queda
delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente. Está fuera de toda
duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada cuando
la motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente, en el sentido
de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la decisión o de
que no responde a las alegaciones de las partes del proceso, o porque solo
intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico.
b) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las
premisas. El control de la motivación también puede autorizar la actuación
del juez constitucional cuando las premisas de las que parte el Juez no han
sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica. Esto
ocurre por lo general en los casos difíciles, como los identifica Dworkin, es
decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de pruebas o de
interpretación de disposiciones normativas. (…) si el control de la motivación
interna permite identificar la falta de corrección lógica en la argumentación
del juez, el control en la justificación de las premisas posibilita identificar las
razones que sustentan las premisas en las que ha basado su argumento. El
control de la justificación externa del razonamiento resulta fundamental para
apreciar la justicia y razonabilidad de la decisión judicial en el Estado
democrático, porque obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de
su decisión y a no dejarse persuadir por la simple lógica formal.
c) La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al mínimo de
motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho
indispensables para asumir que la decisión está debidamente motivada. Si
bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, no se
trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde
una perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en
sustancia se está decidiendo”.

Por lo tanto, en la presente causa el derecho y garantía constitucional de


mi patrocinado a una debida motivación de las resoluciones judiciales se
ha visto vulnerada en razón a la arbitrariedad judicial, puesto que la
sentencia impugnada no existe una debida motivación respecto de la
tipicidad subjetiva del tipo penal de peculado, toda vez que el A QUO si
bien en el numeral 13.5 de la impugnada señala:
“Ahora bien, el juzgador pasa a examinar la probanza del elemento dolo del
agente que se apropia para si de los caudales cuya custodia le estén confiados
por razón de su cargo”

Sin embargo, en las letras a), b). c) y d) de dicho numeral ha omitido


desarrollar el dolo y lo que genera mayor afectación es ni siquiera a hecho
alusión al elemento subjetivo del tipo y/o circunstancia de trascendencia
subjetiva como es el animus REM SIBI HABENDI necesario en este tipo
de delitos y que ha sido el sustento de la teoría del caso de la defensa,
limitándose sólo a mencionar la conducta de apropiación que es un
elemento objetivo del tipo.

4. RESPECTO A LA NATURALEZA DEL AGRAVIO


La naturaleza del agravio es de carácter procesal, toda vez que con la
impugnada se ha afectado el derecho al debido proceso y derecho a la
defensa al haberse emitido sentencia condenatoria sin haberse establecido
la responsabilidad penal de la sentenciados.

POR TANTO:
Solicito a usted señor juez, sírvase
proveer conforme a ley.

Trujillo, Junio del 2017.

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